La nutrición en la tercera edad contiene características especiales y debe seguir un patrón, que ayude a mejorar la calidad de vida de las personas durante esta etapa de sus vidas.
La importancia de los alimentos es casi igual para todos,
pero en especial, los niños y las personas mayores son los que deben de cuidar más aquello que comen, ya que la dieta es vital para su salud y desarrollo.
Sin embargo, esto no quiere decir que descuidemos
nuestra alimentación en otras etapas de la vida, ya que lo que comemos hoy, nos pasará factura el día de mañana. ¿Qué se debe comer en la tercera edad?
Es una pregunta que todos debemos plantearnos,
no solo si convivimos en casa con abuelos u otros familiares mayores, sino porque todos seremos ancianos alguna vez, y debemos estar conscientes de que una adecuada alimentación durante la tercera edad, es de vital importancia para colaborar con la buena salud. Para estar sanos es necesario contar con una buena alimentación, más aún cuando hablamos de la tercera edad.
Y es que llevar una dieta adecuada puede
minimizar los riesgos de padecer ciertas enfermedades, ya sean de tipo arterial, cardíaco, hipertensión, entre otros.
Es muy importante incluir diariamente
minerales, proteínas, vitaminas, grasas, carbohidratos y sobre todo mucha agua. A medida que los años pasan, las necesidades nutricionales van cambiando.
Cuando se está comenzando a salir de la adultez se
hace necesario llevar una dieta equilibrada en la tercera edad en la que se deben reducir las calorías vacías y potenciar el consumo de proteínas, fibras, vitaminas, además de asegurar que la comida provea de calcio, hierro y demás minerales esenciales para la buena salud.
Con el paso de la edad, vienen asociados varios
cambios, como son los fisiológicos y sociales que afectan considerablemente el estado nutricional de las personas mayores, y por ende sus pautas alimenticias. Por ejemplo, cuando se pierden piezas dentales se reduce la salivación y se hace más difícil masticar bien los alimentos; también, los sentidos ya no son iguales, se van debilitando, y por tanto existe la posibilidad de que se pierda el interés por las comidas.
A lo anterior se le suma la pérdida progresiva de masa
muscular que va ligada a menor demanda energética. Además, no podemos olvidar que durante esta etapa es usual la toma de medicamentos que podrían dificultar la absorción de nutrientes, por lo tanto, se triplica el riesgo de que un adulto mayor no esté bien alimentado si no se toman en cuenta todas estas condiciones y alteraciones que se viven durante la vejez. ¿Cómo debe ser la dieta a partir de los 70 años?
En la dieta a partir de los 70 se hace necesario
revisar y modificar los hábitos alimenticios que se han venido teniendo para adaptarlos a las nuevas necesidades biológicas y cambio de vida.
Para una vida sana después de los 50, se
recomienda el mayor consumo de pescados, aves, huevos, lácteos desnatados, legumbres, cereales integrales y frutos secos, haciendo énfasis en que al menos la mitad de las proteínas que se consuman sean animales y vegetales. GRASAS: no deben superar el 25% de la dieta, prestando especial atención al cocinado y evitando el consumo de productos grasos.
Proteínas, se han de incluir en un 20%, apostando por los
lácteos desnatados y aumentando el consumo de pescados con la consecuente reducción de carnes.
FRUTA, CEREALES Y PASTA: en un 55%, siendo muy
conveniente la ingesta de ciertos alimentos ricos en minerales y vitaminas A, B, C y D como son los frutos secos, el arroz, la patata, las frutas y las verduras que no pueden faltar en una dieta para personas mayores. Las verduras y frutas en la alimentación para mayores
Una dieta para personas mayores debe incluir un
consumo mínimo de dos raciones de verduras y hortalizas al día, así como de al menos 3 raciones de frutas entre comidas.
Las verduras para la tercera edad son vitales, ya
que aportan nutrientes necesarios que ayudarán a tener un mejor proceso de digestión y a mantenerse saludable. Para facilitar el proceso de masticación, los vegetales deben estar cocidos y preparados en forma de puré, mientras que las frutas pueden consumirse en forma natural si están bien maduras y suaves, en caso contrario en compotas, zumos o batidos, pero sin que estos incluyan azúcares procesados en su preparación. Mayor consumo de fibra y agua durante la vejez
Con el paso de los años, el tránsito intestinal y el
proceso de digestión se vuelven más lentos, por lo que pueden llegar a agudizarse los problemas de estreñimiento. Por ello, es aconsejable tomar entre 25 y 30 grs de fibra al día, combinada entre insoluble y soluble. La insoluble puede provenir de los cereales integrales, mientras que la fibra soluble de las frutas y verduras. Además, en toda dieta y en especial dentro de la alimentación para mayores, el consumo de agua es vital.
Durante la vejez el porcentaje de agua en
el cuerpo disminuye, para ello se recomienda tomar un mínimo de dos litros al día entre agua, zumos y caldos. Necesidades energéticas
Las necesidades calóricas de los ancianos
disminuyen con la edad.
Las recomendaciones dadas por un comité de
la OMS junto con la FAO y la ONU aconsejan una administración de 2300 kcal. para varones de 70 kg. de peso a partir de los 60 años de edad, y unas 1.900 kcal. para mujeres de 55 kg. de peso y la misma edad. Se admite una reducción de un 10% en la ingestión calórica entre los 60-70 años y otro 10 % de descenso a partir de los 70.
Esta reducción no deberá afectan a aquellos
alimentos que contengan proteínas, minerales y vitaminas sino a aquellos alimentos que contengan mayor cantidad de grasas y azúcares. Necesidades hídricas:
La importancia del agua en la dieta aumenta
con la edad y depende del ambiente y funcionamiento renal y digestivo.
Puesto la capacidad funcional del riñón
disminuye con la edad, se necesita un aporte acuoso mayor para conseguir una eliminación de los productos finales del metabolismo. Por otro lado la falta de tono del aparato digestivo predispone al estreñimiento y una ingesta adecuada de agua favorece su tratamiento.
Un anciano debe tomar unos 8 vasos de
líquidos, en forma de agua, bebidas azucaradas, zumos, café, etc... No hay que olvidar que la sensación de sed en los ancianos puede encontrarse disminuida. Necesidades proteicas:
En los ancianos, los aminoácidos esenciales son 8 y los
no esenciales son 12. El consumo proteico suele representar un 12% de la ingestión calórica, de modo que al caer ésta con el envejecimiento, también disminuye la ingestión proteica. En el anciano un aumento del consumo de proteínas por encima de ciertos límites, no sería útil y además podría ser perjudicial por la sobrecarga renal que esta ingestión supone y que debe tenerse en cuenta por la mayor frecuencia de enfermedades renales o hepáticas. El 60% proteínas de origen animal, carnes magras a la plancha, pescados cocidos o al vapor y una cantidad orientativa de 3 huevos a la semana (cocidos o pasados por agua).
El 40% restante aportado por proteínas de
origen vegetal, combinando legumbres y verduras, o legumbres y cereales para mejorar la digestibilidad y completar la tasa de aminoácidos esenciales. Necesidades de lípidos:
Lo que hay que evitar es tomar alimentos
grasos excesivos fundamentalmente por sus consecuencias sobre el aparato cardiovascular.
La proporción debe ser:
• 8% en forma de ácidos grasos saturados, • 16% de ácidos grasos monoinsaturados, • 8% de ácidos grasos poliinsaturados. Necesidades de hidratos de carbono: Se recomienda la ingestión de los hidratos de carbono en forma de almidón o glucógeno en vez de mono o disacáridos.
Necesidades de minerales Las necesidades de
hierro son similares que en los adultos. La ingesta de calcio debe ser la adecuada para prevenir o mejorar la osteoporosis.
Necesidades de vitaminas: En diversos estudios se
ha podido comprobar que la ingestión de vitaminas en ancianos es menor de la recomendada. Alimentación sana para mayores:
5 comidas al día
Sabemos que muchas veces puede llegar a
ser difícil el proceso de alimentación de una persona mayor.
Ciertamente el apetito va mermando de una
manera considerable y se suele comer un tercio o menos de la mitad de lo que se comía cuando se es joven. La importancia está en la variedad en los alimentos, el modo de preparación y las cantidades, que se puedan ir consumiendo al día.
Los cambios organizativos en las dietas para
ancianos son muy importantes para que no caiga en el aburrimiento, y haya más combinación de nutrientes en cada plato. La comida, se puede repartir entre 5 o más ingestas al día, combinando las proteínas, fibras, hortalizas y vegetales, cereales y frutas.
Siempre será mejor optar porciones
pequeñas más veces al día, que las tres tradicionales comidas en porciones abundantes. La depresión y el aislamiento, factores que influyen en su alimentación
Lógicamente, las personas de edad avanzada
son las que cuentan con mayor riesgo de aislamiento.
El resultado de esta soledad puede derivar en
una depresión que puede afectar gravemente su alimentación. La razón es muy sencilla. La depresión hace que la persona tenga poca autoestima, lo que genera una pérdida de motivación preocupante a la hora de desempeñar ciertas actividades.
El hecho de tener que cocinar para uno mismo,
comer en soledad o tener que salir de casa para comprar comida, supone un gran esfuerzo físico y mental.
De esa forma, los casos de desnutrición y
deshidratación pueden ir unidos a situaciones de aislamiento y depresión. Es de vital importancia que los cuidadores y quienes dan apoyo en la alimentación a los adultos mayores, estén atentos a los signos de alerta que se puedan presentar.
¿Cuáles son los signos de alerta?
• Cambios en la conducta alimentaria, especialmente
disminución en la ingesta de alimentos.
• Cambios en el peso, pérdida de masa muscular o
reserva grasa.
• Signos o síntomas asociados a alteraciones del patrón
deglutorio, carraspeo o atoramiento ¿Qué cosas pueden dificultar que coma saludable a medida que se envejeze?
Hogar: Si es que de repente se queda
viviendo solo o tiene problemas para moverse Salud: Puede tener problemas para cocinar o para alimentarse
Medicamentos: Pueden cambiar cómo
percibe el sabor de la comida, causar boca seca o reducir sus ganas de comer Ingresos: Puede que no tenga los recursos suficientes para los alimentos
Su sentido del olfato y del gusto
Problemas para mascar o tragar los
alimentos ¿Cómo puedo comer saludable a medida que envejeze?
Comer alimentos que le entregan muchos nutrientes
sin demasiadas calorías extra, como: • Frutas y vegetales (elija diferentes tipos con colores vivos) • Granos integrales, como avena, pan integral y arroz integral • Leche descremada y queso bajo en calorías, o leche de arroz o de soya fortificada con vitamina D y calcio • Pescados, mariscos, carnes magras, aves y huevos • Frijoles, nueces y semillas • Evite las calorías vacías o huecas: Estas son alimentos que tienen muchas calorías pero pocos nutrientes, como papas fritas, dulces, productos horneados, bebidas azucaradas y alcohol
• Prefiera alimentos bajos en colesterol y grasas:
Especialmente evitar los que contienen grasas saturadas y trans. Las saturadas son grasas de origen animal, mientras que las trans son grasas procesadas en margarina y grasa alimentaria. • Tome suficientes líquidos: No se deshidrate. Algunas personas pierden la capacidad de sentir sed a medida que envejecen. Además, ciertos medicamentos pueden aumentar la importancia de beber suficientes líquidos
• Haga ejercicio: Si ha comenzado a perder el
apetito, la actividad física puede ayudarle a sentir hambre ¿Qué puedo hacer si se tiene problemas para alimentarse sanamente?
Si está cansado de comer solo, intente organizar
algunas comidas caseras o cocinar con un amigo. También puede servir tener algunas comidas en un centro para adultos mayores, un centro comunitario o un centro religioso cercano
Si tiene problemas para masticar, consulte a su
dentista para que lo examine
Si tiene problemas para tragar, intente beber
muchos líquidos con su comida. Si tiene problemas para oler y probar su comida, intente agregar color y textura para hacerla más interesante
Si no está comiendo lo suficiente, agregue
algunos bocadillos saludables a lo largo del día para ayudarle a obtener más nutrientes y calorías
Si una enfermedad le dificulta cocinar o
alimentarse, consulte a su profesional de la salud. Consejos de alimentación en la tercera edad según los expertos
Las personas mayores utilizan menos energía, pero
necesitan consumir alimentos con la misma cantidad de nutrientes que el resto de adultos.
Dicho esto, los expertos recomiendan que es de
vital importancia escoger alimentos variados que sean saludables.
Las calorías vacías en bebidas y alimentos como
alcohol, refrescos, patatas fritas o dulces es conveniente evitarlos. En su lugar es preferible optar por alimentos bajos en grasas y colesterol.
La asistencia domiciliaria es un apoyo
profesional altamente cualificado que conoce a la perfección estos consejos de alimentación.
En cuanto a las empleadas de hogar
internas, es importante que cuando se encuentran al cuidado de una persona se informen detalladamente sobre la dieta que se debe seguir en cada caso particular. Comer a menudo, pero en menor cantidad, para conseguir una mejor digestión.
Recordar que no solo es importante preparar
una comida saludable sino sabrosa. Con la pérdida del gusto y el olfato en la vejez, se hace fácil que los abuelos pierdan también el gusto por comer.
Reinventarse con los alimentos que se
consumen y su forma de prepararlos es la clave. Elegir las grasas correctamente también es importante. En la alimentación el adulto mayor debe evitar los postres grasos y las frituras.
Mantenerse activo a diario forma parte de la
construcción de un estilo de vida saludable en la vejez. Así la fuerza muscular, los huesos y el corazón, también podrán verse fortalecidos, y serán el complemento perfecto a una dieta saludable en la tercera edad. La dieta debe ser variada para asegurar que contenga todos los nutrientes necesarios.
Hay que reducir el consumo de grasas
saturadas (carne roja y embutidos) y aumentar las grasas con ácidos esenciales omega-3 y omega-6, contenidos en ciertos pescados (salmón, sardinas, etc.)
También hay que incrementar el consumo de
grasas vegetales, preferiblemente mediante el consumo de aceite de oliva. La leche y los derivados lácteos hay que tomarlos desnatados o, en todo caso, semidesnatados.
Es importante aumentar el consumo de frutas,
legumbres, verduras y cereales, dado su elevado contenido en nutrientes importantes (vitaminas y minerales) y fibra, esencial para mantener la motilidad intestinal y evitar el estreñimiento.
Es necesario aumentar el consumo de calcio
(lácteos) y vitamina D. Esta última es esencial para la correcta absorción del calcio y basta exponer la piel al sol unos 20 minutos diarios (paseos) para obtener la cantidad necesaria. Se debe limitar el consumo de sal y azúcar (dulces).
Ingerir mucho agua a lo largo del día,
preferiblemente fuera de las comidas y en pequeñas cantidades.
Además de prevenir el estreñimiento, de esta
manera se asegura una correcta hidratación del organismo. Realizar cinco comidas diarias, teniendo en cuenta que el desayuno es muy importante, pues debe asegurar el aporte energético necesario para empezar el día con un buen rendimiento físico e intelectual.
Debe incluir lácteos, cereales y fruta. A
media mañana debe hacerse una comida frugal, con un yogur o un zumo y una pieza de fruta o un bocadillo pequeño. La comida y la cena deben estructurarse distribuyendo en ellas los diferentes tipos de alimentos, dejando para la noche los más ligeros, pues evitará problemas a la hora e conciliar el sueño.
Comer despacio y masticar bien los
alimentos. Si se tienen problemas de masticación y/o deglución habrá que recurrir a la elaboración de purés, zumos, cremas, carne picada, y alimentos blandos en general. Hacer bien la compra, evitando alimentos envasados y precocinados.
Cocinar los alimentos utilizando poca grasa
(a la plancha) y no cociendo las verduras excesivamente, con el fin de que conserven la mayor parte de los nutrientes. Alimentos a evitar
• Limitar el consumo de alimentos altos en grasas
saturadas, y en su lugar optar por aquellos productos con grasas poliinsaturadas y monoinsaturadas como el aguacate, los aceites, el huevo, entre otros. • Limitar la ingesta de sal de mesa o de alimentos y bebidas con sal agregada. • Limitar la ingesta de azúcar y productos con azúcares agregados como licores y refrescos. • Limitar el consumo de alcohol. • Reducir al mínimo los “permitidos”. Esto quiere decir alimentos con alto contenido en grasa, sal o azúcar que comas eventualmente.
Batidos Verdes Depurativos y Antioxidantes: Aumenta tu Vitalidad con Smoothie Detox Durante 10 Días Para Adelgazar y Bajar de Peso: Aumenta tu vitalidad con smoothie detox durante 10 días para adelgazar y bajar de peso
Fermentación: Una guía esencial para el cultivo de alimentos, crear kombucha, masa madre, kimchi, chucrut, yogur y mucho más: cultive probióticos en casa y mejore su microbioma intestinal