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La historia del método científico tiene que estar forzosamente relacionada con la

historia de la cie. El desarrollo y la elaboración de reglas para el razonamiento


científico y la investigación no ha sido algo simple. El método científico ha sido el tema
de un intenso y reiterado debate a lo largo de la historia de la ciencia y diversos
filósofos naturales y científicos eminentes han presentado sus argumentos para
privilegiar uno u otro enfoque que lleve al establecimiento del conocimiento científico.
Algunos de los debates más importantes en la historia del método científico se centran
en: el racionalismo, especialmente el invocado por René Descartes; la inducción, que
adquirió prominencia con Isaac Newton y sus seguidores; el modelo hipotético-
deductivo, que salta a la escena al principio del Siglo XIX.
En la parte final del Siglo XIX y en el Siglo XX, el debate entre el realismo vs. anti-
realismo era central en las discusiones sobre el método científico conforme las
poderosas teorías científicas se extendían más allá del campo de lo observable, mientras
que a mediados del Siglo XX, algunos filósofos prominentes argumentaron en contra de
que pudiera haber cualquier conjunto de reglas universalmente aplicables para la
ciencia.
La primera metodología

Existen pocas discusiones explícitas de las


metodologías científicas en los registros que han
sobrevivido de las primeras culturas.
Un libro de texto Egipcio, conocido como el papiro
Edwin Smith (1600 AC) aplica los componentes
básicos del método científico: auscultación,
diagnóstico, tratamiento y pronóstico, para el manejo
de las enfermedades.
El papiro Ebers (1550) también contiene evidencia del
empirismo tradicional.
Sin embargo, aunque los Babilonios y los Egipcios
desarrollaron mucho conocimiento técnico, fue la antigua
Grecia la que se involucró en las primeras formas de lo que
ahora reconocemos como ciencia. Esto sucedió a mediados del
Siglo V AC. Platón fue un contribuyente importante en el
surgimiento de esta tradición.
En el diálogo llamado Theatetus define a la ciencia como algo
que podemos aprender y que es una habilidad manual
semejante a elaborar zapatos. Luego, en su diálogo llamado
Protágoras, menciona la enseñanza de la aritmética, la
astronomía y la geometría en las escuelas. Las ideas filosóficas
de este tiempo se desentendían de las limitaciones de los
fenómenos cotidianos y del sentido común. Esta negación de
la realidad alcanza su punto más rico y extremo e n el diálogo
llamado Parménides donde se argumenta que el mundo es uno
y donde no existe el cambio o las subdivisiones.
Ciencia y empirismo Aristotélico

Aristóteles proporciona otro de los ingredientes de la


tradición científica: el empirismo. Para Aristóteles, las
verdades universales pueden conocerse a partir de eventos
particulares mediante la inducción. Así, de cierta manera,
Aristóteles reconcilia el pensamiento abstracto con la
observación, aunque sería un error concluir que la ciencia
aristotélica fuera empírica. De hecho, Aristóteles no
acepta que el conocimiento obtenido mediante la
inducción pueda acertadamente considerarse como
conocimiento científico.
No obstante, la inducción es necesaria preliminarmente en
el trabajo principal de la indagación científica, ya que
proporciona las premisas requeridas para las
demostraciones científicas.
Es el trabajo posterior, de los filósofos, el demostrar las verdades universales y el
descubrir sus causas. Mientras la inducción es suficiente para descubrir los universales
por generalización, no sirve para identificar sus causas.
La herramienta que Aristóteles elige para esto es el razonamiento deductivo con la
forma de silogismos. Usando los silogismos, los científicos pueden inferir nuevas
verdades universales a partir de las ya establecidas.
Esta situación, deja lugar para dudar de la naturaleza y extensión de su empirismo. En
particular, parece que Aristóteles considera la sensación-percepción solo como un
vehículo para obtener conocimientos mediante la inducción.
La inducción no garantiza el estatus de razonamiento científico y de esta manera, este
lugar lo ocupa la intuición, la que proporciona el fundamento sólido de la ciencia de
Aristóteles.
Dicho lo anterior, Aristóteles nos acerca a la ciencia empírica, de la que es predecesor.
Surgimiento del método
inductivo experimental
Durante la Edad Media (o la Edad de Oro del Islamismo), aparecen los primeros
filósofos Islámicos que resultan protagonistas de los debates científicos. Los
científicos Musulmanes emplearon la experimentación y la cuantificación para
distinguir entre las diversas teorías científicas en controversia, dejando las bases de
una orientación empírica general, como se puede ver en los trabajos de Geber (721-
815) y Alkindus (801-873) como ejemplos tempranos.
Así, diversos métodos científicos surgen del mundo Musulmán medieval durante el
Siglo XI, todos ellos enfatizando la experimentación así como la cuantificación, en
diversos grados.
Ibn al-Haytham (Alhazen)
El primero de estos métodos experimentales lo
desarrolló el prominente Iraquí, científico y médico
Musulmán Ibn al-Haytham, quien empleó la
experimentación y las matemáticas para obtener los
resultados en su libro de Óptica (1021).
En particular, él combinó la observación, la
experimentación y la argumentación racional para
sustentar su teoría de la visión, en la que los rayos de luz
eran emitidos por los objetos y no por los ojos. Él usó
argumentos similares para mostrar que la vieja teoría de
la emisión para la visión sustentada por Ptolomeo y
Euclides (en la que los ojos emitían rayos de luz) y la
vieja teoría de la intromisión sustentada por Aristóteles
(donde los objetos emitían partículas físicas a los ojos),
ambas eran erróneas.
El método científico de Ibn al-Haytham era similar al método
científico moderno y consistía de los siguientes procedimientos:

•Planteamiento explícito del problema, sometido a la observación


y a la comprobación experimental.
• Evaluación y/o crítica de hipótesis mediante la experimentación.
•Interpretación de los datos y formulación de conclusiones
usando matemáticas.
• Publicación de los hallazgos.
Al-Biruni
El científico Persa Abu Rayhan al-Biruni aplicó los
primeros métodos científicos a diversos campos de
indagación durante los años 1020’s y 1030’s.
Él desarrolló una sociología comparada como método
científico para el campo de la mineralogía.
También desarrolló un método temprano para los estudios
en mecánica y condujo elaborados experimentos
relacionados con los fenómenos astronómicos.
El método científico de Al-Biruni se asemeja al método
científico moderno, particularmente en su énfasis sobre la
experimentación repetida. Biruni se preocupaba por la
conceptualización y la prevención de los errores
sistemáticos y los errores al asar.
Para él, las teorías se formulan después de los
descubrimientos, como en el inductivismo.
Avicenna
En la sección dedicada a la demostración, de su libro “The
Book of Healing” (1027) el científico y filósofo Persa
Avicenna (Ibn Sina), discutió sobre la filosofía de la ciencia
y describió un método científico de indagación temprano.
Avicenna consideró dos métodos para alcanzar los
principios generales: el método de Aristóteles de inducción
(istiqra) y el más reciente método de examinación y
experimentación (tajriba).
Avicenna criticaba la inducción de Aristóteles y, en su
lugar, desarrolló un método experimental como recurso
para la indagación científica.
Robert Grosseteste
Durante el Renacimiento europeo del Siglo XII, las ideas de la
metodología científica, incluyendo el empirismo aristotélico y
los métodos de experimentación científica de Alhazen y
Avicenna, se introdujeron a la Europa Medieval mediante
traducciones al Latín a partir del Árabe y del Griego.
El comentario de Robert Grosseteste sobre la Analítica
Posterior de Aristóteles, lo ubicaron como uno de los primeros
pensadores escolásticos europeo que entendían profundamente
la visión de Aristóteles respecto al camino doble del
razonamiento científico. Concluir desde las observaciones
particulares hacia las leyes universales e ir de regreso, de las
leyes universales a la predicción de eventos particulares.
Grosseteste lo denominaba “resolución y composición”.
Además, él afirmaba que ambas rutas debían verificarse
mediante la experimentación.
Roger Bacon
En su enunciado del método, Bacon describía un ciclo
repetitivo de observación, hipótesis, experimentación y la
necesidad de verificación independiente.
Él registraba la manera en que conducía sus experimentos con
todos los detalles precisos, de tal manera que otros pudieran
reproducirlos e independientemente evaluar sus resultados.
Decía que habían dos métodos para el conocimiento: uno
mediante la argumentación y el otro basado en la experiencia.
La mera argumentación nunca es suficiente
La ciencia experimental se distingue de las ciencias
especulativas y de las artes operativas pues:
• verifica sus conclusiones con experimentos directos.
• descubre verdades que las otras nunca alcanzarán.
• investiga los secretos de la naturaleza.
Primeros metodólogos modernos

A pesar de que inicialmente se vieron como un posible reto a la ortodoxia cristiana,


las ideas de Aristóteles se volvieron un marco para el debate crítico, empezando
con su absorción en el currículum universitario durante la primera mitad del Siglo
XIII. Contribuyeron para esto los exitosos teólogos medievales que reconciliaron la
filosofía aristotélica con la teología cristiana.
Con el final de la Edad Media, el rechazo del Renacimiento a las tradiciones
medievales se vinculó con una extrema reverencia a las fuentes clásicas, lo
que ,levó al redescubrimiento de tradiciones filosóficas antiguas, especialmente las
enseñanzas de Platón.
Para el Siglo XVII, quienes se apegaron dogmáticamente a las enseñanzas de
Aristóteles, se enfrentaron a la competencia de diversos enfoques en el estudio de
la naturaleza.
Galileo Galilei
Aunque ya habían métodos científicos tempranos
previamente, Galileo Galilei (1564-1642) es considerado
como el padre del método científico.
Durante el periodo de conservadurismo religioso de la
Reforma y la Contra-Reforma, Galileo Galilei develó su
nueva ciencia del movimiento. Ni los contenidos de la
ciencia de Galileo, ni sus métodos de estudio se apegaban a
las enseñanzas de Aristóteles.
Mientras Aristóteles pensaba que la ciencia debía ser
demostrada a partir de los primeros principios, Galileo había
usado los experimentos como instrumento de investigación.
No obstante, en su libro presenta su trabajo como
demostraciones matemáticas, sin referirse a los resultados
experimentales.
Francis Bacon
Bacon intentó describir un procedimiento racional para
establecer la causalidad entre fenómenos basándose en la
inducción. Sin embargo, esto era radicalmente diferente de
la inducción empleada por los aristotélicos.
En palabras de Bacon: “Debe considerarse otra forma de
inducción para usarse en el descubrimiento de los primeros
principios, de los axiomas menores, de los medianos y de
todos. Es la inducción que procede mediante la enumeración
simple”.
El método de Bacon se basaba en historias (hechos)
experimentales que eliminaban teorías alternativas. En este
sentido, fue un precursor del falsificacionismo de Popper.
Se requerirían experimentos cruciales para resolver
cualquier ambigüedad restante sobre las causas de un
fenómeno.
René Descartes
En 1619, René Descartes empezó a escribir su tratado
sobre la manera adecuada del pensamiento científico y
filosófico, su inconcluso texto de Reglas para
Direccionar la Mente, con el que buscaba remplazar a
Aristóteles y consolidarse como el único arquitecto del
nuevo sistema que guiaría la investigación científica.
Este trabajo fue continuado y clarificado en su tratado
de 1637 sobre el Discurso del Método y luego en sus
Meditaciones de 1641. Descartes ahí describe sus
intrigantes y disciplinados experimentos mentales que lo
llevaron a la idea que inmediatamente asociamos con él:
“Pienso, luego existo”.
Este descubrimiento lo condujo a progresar más allá de
sus propias reflexiones y juzgar la existencia de cuerpos
extensos fuera de sus propios pensamientos.
Isaac Newton
Tanto Bacon como Descartes quisieron proporcionar un
fundamento firme al pensamiento científico que evitara las
decepciones de la mente y de los sentidos. Bacon encontraba
este fundamento como esencialmente empírico, mientras
Descartes proveía de un fundamento metafísico para el
conocimiento.
Si hubiera dudas sobre la dirección que tomaría el desarrolló
del método científico, diremos que descansaría en el éxito
de Isaac Newton. Implícitamente rechazaba el énfasis
racionalista de Descartes y se inclinaba a favor del enfoque
empirista de Bacon, cuando delineó sus cuatro “reglas del
razonamiento” en sus Principios.
•No debemos admitir más causas para los fenómenos naturales, que las que resulten
verdaderas y suficientes para explicar sus apariencias.
•Por lo que, para los mismos efectos naturales, debemos, en la medida de lo posible,
asignar las mismas causas.
• Las características de los fenómenos, a las que no les atribuimos ni intensión ni
remisión gradual, y que se encuentre que pertenecen a todos los fenómenos en lo que
alcance nuestra experimentación, deberán estimarse como cualidades universales de
todos los fenómenos.
• En la filosofía experimental debemos ver las proposiciones que surjan de la
inducción general como muy cercanas a la verdad.

El trabajo de Newton se volvió un modelo para otras ciencias y su enfoque inductivo


fue la base de la mayor parte de la filosofía natural del Siglo XVIII y principios del
XIX.
Integración del método deductivo
y el inductivo

Los intentos por sistematizar el método científico se


confrontaron a mediados del Siglo XVIII con el problema
de la inducción, una formulación del positivismo lógico
que, en pocas palabras, decía que nada se puede saber con
certeza excepto lo que se observa actualmente.
David Hume tomó al empirismo llevándolo a un extremo
escéptico. Su enfoque indicaba que no había necesidad
lógica de que el futuro se pareciera al pasado , por lo que
no podemos justificar el razonamiento inductivo apelando
a un pasado exitoso.
Hans Christian Oersted (1777-1851) fue
influenciado grandemente por Kant,
sobretodo por su libro Fundamentos
Metafísicos de la Ciencia Natural.
•El libro de Oersted titulado Primera
Introducción a la Física General
(publicado en Danés) ejemplificaba los
pasos del método científico como:
• observación,
• hipótesis,
• deducción y
• experimentación.
William Whewell (1794-1866) produjo su libro titulado
Historia de las Ciencias Inductivas, de el principio a la
actualidad (1837), haciendo de el una introducción a su
siguiente obra, Filosofía de las Ciencias Inductivas (1840)
donde intentó seguir a Bacon y desarrollar un arte del
descubrimiento.
Le puso por nombre el de Método Hipotético-Deductivo (que
la Enciclopedia Británica acreditó a Newton). Whewell
también acuñó el nombre de ‘científico’.
Whewell examinaba las ideas e intentaba construir ciencia
uniendo ideas con hechos. Él analizaba la inducción en tres
pasos:
• selección de la idea fundamental
• determinación más específica de la idea
• cuantificación de sus magnitudes
John Stuart Mill (1806-1873) publicó su libro Un
Sistema de Lógica (1843) después de leer a Whewell.
Mill puede considerarse como el exponente final de la
escuela empírica de filosofía iniciada por John Locke,
cuya característica fundamental es la tarea impuesta a
los pensadores de investigar por sí mismos, en lugar de
aceptar la autoridad de otros.
El conocimiento debía basarse en la experiencia.
William Stanley Jevons en su libro Los Principios de la
Ciencia, un tratado sobre la lógica y el método científico
(1873, 1877) y especialmente en el texto del Capítulo XII “El
Método Inductivo o Inverso”, propone que hay tres pasos en el
proceso de la inducción:
• Tomar alguna hipótesis como si fuera una ley general
• Deducir algunas consecuencias de tal ley
•Observar si las consecuencias concuerdan con las tareas
particulares bajo consideración
Jevons luego maneja estos pasos en términos de
probabilidades, que luego aplica a las leyes de la economía.
Ernest Nagel nota que Jevons y Whewell no fueron los
primeros escritores que argumentaron a favor del papel central
del método hipotético deductivo en la lógica de la ciencia.
Al final del Siglo XIX, Charles Sanders Peirce
propuso un esquema que vendría a tener una influencia
considerable en el desarrollo del método científico.
En su ensayo titulado “Cómo aclarar nuestras ideas”
(1878), Peirce esbozó un método objetivo y verificable
para evaluar la veracidad de supuestos conocimientos de
una manera que iba más allá de las meras alternativas
fundacionales, enfocándose tanto en la deducción como
en la inducción, haciendo de estos procesos algo
complementario y no competitivo.
En segundo lugar y de mayor importancia para el
método científico, Pierce propuso el esquema básico
para la evaluación de hipótesis, que prevalece hasta
nuestros días.
Pierce examinó y articuló las tres formas fundamentales
de razonamiento, que juegan un papel en la indagación
científica actual: la abducción, la deducción y
la inducción.
Popper y Kuhn

Karl Popper (1902-1994) en general se le acredita como el


proveedor de las mayores mejorías al método científico en la
segunda mitad del Siglo XX. En 1934 publicó su libro La
Lógica del Descubrimiento Científico que repudiaba el
enfoque clásico observacional-inductivista y proponía la
falibilidad empírica, como criterio para distinguir la teoría
científica de lo que no era la ciencia.
De acuerdo con Popper, la teoría científica debía hacer
predicciones (de preferencia predicciones que no pudiera hacer
la teoría en competencia), mismas que pudieran evaluarse,
dando la oportunidad de rechazar la teoría si estas predicciones
se mostraban como incorrectas.
Los críticos de Popper, principalmente Thomas Kuhn, Paul
Feyerabend e Irme Lakatos, rechazaron la idea de que existiera
un solo método aplicable a todas las ciencias y que pudiera
medir su progreso.
En 1962 Kuhn publica su influyente libro La Estructura de las
Revoluciones Científicas, que sugiere que los científicos
trabajan en una serie de paradigmas y que hay muy poca
evidencia de que estos trabajen en realidad siguiendo una
metodología falibalista.
En palabras de Kuhn, “una nueva verdad científica no triunfa
por convencer a sus oponentes y hacerlos ver la luz, sino porque
sus oponentes eventualmente mueren y crece una nueva
generación que se familiariza con ella”.
La consecuencia de esto es que, no hay una sola visión a favor
de un acuerdo en lo que constituye el “método científico”,
aunque se mantienen ciertos principios centrales que dan
fundamento a la indagación científica contemporánea.

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