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HISTORIA DEL MÉTODO

CIENTÍFICO

M. En C. Antonio Morales Castro.


La historia del método científico es inseparable de la historia de la
ciencia misma. El desarrollo y la elaboración de reglas para el
razonamiento científico y la investigación no ha sido algo simple. El
método científico ha sido el tema de un intenso y reiterado debate a lo
largo de la historia de la ciencia y diversos filósofos naturales y
científicos eminentes han presentado sus argumentos para privilegiar
uno u otro enfoque que lleve al establecimiento del conocimiento
científico.
LA PRIMERA METODOLOGÍA

Existen pocas discusiones explícitas de


las metodologías científicas en los registros
que han sobrevivido de las primeras
culturas.
Un libro de texto Egipcio, conocido
como el papiro Edwin Smith (1600 AC)
aplica los componentes básicos del método
científico: auscultación, diagnóstico,
tratamiento y pronóstico, para el manejo de
las enfermedades.
El papiro Ebers (1550) también contiene
evidencia del empirismo tradicional.
Aunque los Babilonios y los Egipcios desarrollaron
mucho conocimiento técnico, fue la antigua Grecia la
que se involucró en las primeras formas de lo que
ahora reconocemos como ciencia. Esto sucedió a
mediados del Siglo V AC.

Platón fue un contribuyente importante en el


surgimiento de esta tradición define a la ciencia como
algo que podemos aprender y que es una habilidad
manual semejante a elaborar zapatos. Luego, en su
diálogo llamado Protágoras, menciona la enseñanza
de la aritmética, la astronomía y la geometría en las
escuelas. Las ideas filosóficas de este tiempo se
desentendían de las limitaciones de los fenómenos
cotidianos y del sentido común.
CIENCIA Y EMPIRISMO ARISTOTÉLICO

Aristóteles proporciona otro de los ingredientes


de la tradición científica: el empirismo. Para
Aristóteles, las verdades universales pueden
conocerse a partir de eventos particulares mediante la
inducción. Así, de cierta manera, Aristóteles reconcilia
el pensamiento abstracto con la observación, aunque
sería un error concluir que la ciencia aristotélica fuera
empírica. De hecho, Aristóteles no acepta que el
conocimiento obtenido mediante la inducción pueda
acertadamente considerarse como conocimiento
científico.
No obstante, la inducción es necesaria
preliminarmente en el trabajo principal de la
indagación científica, ya que proporciona las premisas
requeridas para las demostraciones científicas.
SURGIMIENTO DEL MÉTODO
INDUCTIVO EXPERIMENTAL
Durante la Edad Media (o la Edad de Oro del Islamismo), aparecen
los primeros filósofos Islámicos que resultan protagonistas de los debates
científicos. Los científicos Musulmanes emplearon la experimentación y la
cuantificación para distinguir entre las diversas teorías científicas en
controversia, dejando las bases de una orientación empírica general,
como se puede ver en los trabajos de Geber (721-815) y Alkindus (801-
873) como ejemplos tempranos.
Así, diversos métodos científicos surgen del mundo Musulmán
medieval durante el Siglo XI, todos ellos enfatizando la experimentación
así como la cuantificación, en diversos grados.
Roger Bacon
En su enunciado del método, Bacon describía un ciclo
repetitivo de observación, hipótesis, experimentación y
la necesidad de verificación independiente.
Él registraba la manera en que conducía sus
experimentos con todos los detalles precisos, de tal
manera que otros pudieran reproducirlos e
independientemente evaluar sus resultados.
Decía que habían dos métodos para el conocimiento: uno
mediante la argumentación y el otro basado en la Roger Bacon
experiencia. La mera argumentación nunca es suficiente
La ciencia experimental se distingue de las ciencias
especulativas y de las artes operativas pues:
A.verifica sus conclusiones con experimentos directos.
B.descubre verdades que las otras nunca alcanzarán.
C. investiga los secretos de la naturaleza.
PRIMEROS METODÓLOGOS
MODERNOS
A pesar de que inicialmente se vieron como un posible reto a la ortodoxia
cristiana, las ideas de Aristóteles se volvieron un marco para el debate crítico,
empezando con su absorción en el currículum universitario durante la primera
mitad del Siglo XIII. Contribuyeron para esto los exitosos teólogos medievales que
reconciliaron la filosofía aristotélica con la teología cristiana.
Con el final de la Edad Media, el rechazo del Renacimiento a las tradiciones
medievales se vinculó con una extrema reverencia a las fuentes clásicas, lo que
llevó al redescubrimiento de tradiciones filosóficas antiguas, especialmente las
enseñanzas de Platón.
Para el Siglo XVII, quienes se apegaron dogmáticamente a las enseñanzas de
Aristóteles, se enfrentaron a la competencia de diversos enfoques en el estudio de
la naturaleza.
Galileo Galilei
Aunque ya habían métodos científicos tempranos
previamente, Galileo Galilei (1564-1642) es considerado
como el padre del método científico.
Durante el periodo de conservadurismo religioso de la
Reforma y la Contra-Reforma, Galileo Galilei develó su
nueva ciencia del movimiento. Ni los contenidos de la
ciencia de Galileo, ni sus métodos de estudio se apegaban
a las enseñanzas de Aristóteles.
Mientras Aristóteles pensaba que la ciencia debía ser
demostrada a partir de los primeros principios, Galileo
Galileo Galilei
había usado los experimentos como instrumento de
investigación. No obstante, en su libro presenta su trabajo
como demostraciones matemáticas, sin referirse a los
resultados experimentales.
Francis Bacon
Bacon intentó describir un procedimiento racional
para establecer la causalidad entre fenómenos
basándose en la inducción. Sin embargo, esto era
radicalmente diferente de la inducción empleada por
los aristotélicos.
En palabras de Bacon: “Debe considerarse otra
forma de inducción para usarse en el descubrimiento
de los primeros principios, de los axiomas menores, de
los medianos y de todos. Es la inducción que procede
mediante la enumeración simple”.
El método de Bacon se basaba en historias
(hechos) experimentales que eliminaban teorías
alternativas. En este sentido, fue un precursor del
falsificacionismo de Popper.
Se requerirían experimentos cruciales para
resolver cualquier ambigüedad restante sobre las
causas de un fenómeno.
René Descartes
En 1619, René Descartes empezó a escribir su
tratado sobre la manera adecuada del pensamiento
científico y filosófico, su inconcluso texto de Reglas para
Direccionar la Mente, con el que buscaba remplazar a
Aristóteles y consolidarse como el único arquitecto del
nuevo sistema que guiaría la investigación científica.
Este trabajo fue continuado y clarificado en su tratado
de 1637 sobre el Discurso del Método y luego en sus
Meditaciones de 1641. Descartes ahí describe sus
intrigantes y disciplinados experimentos mentales que lo
llevaron a la idea que inmediatamente asociamos con él:
“Pienso, luego existo”.
Este descubrimiento lo condujo a progresar más allá
de sus propias reflexiones y juzgar la existencia de
cuerpos extensos fuera de sus propios pensamientos.
Isaac Newton
Tanto Bacon como Descartes quisieron
proporcionar un fundamento firme al pensamiento
científico que evitara las decepciones de la mente y de
los sentidos. Bacon encontraba este fundamento como
esencialmente empírico, mientras Descartes proveía de
un fundamento metafísico para el conocimiento.
Si hubiera dudas sobre la dirección que tomaría el
desarrolló del método científico, diremos que
descansaría en el éxito de Isaac Newton.
Implícitamente rechazaba el énfasis racionalista de
Descartes y se inclinaba a favor del enfoque empirista
de Bacon, cuando delineó sus cuatro “reglas del
razonamiento” en sus Principios.
• No debemos admitir más causas para los fenómenos naturales, que
las que resulten verdaderas y suficientes para explicar sus
apariencias.
• Por lo que, para los mismos efectos naturales, debemos, en la
medida de lo posible, asignar las mismas causas.
• Las características de los fenómenos, a las que no les atribuimos ni
intensión ni remisión gradual, y que se encuentre que pertenecen a
todos los fenómenos en lo que alcance nuestra experimentación,
deberán estimarse como cualidades universales de todos los
fenómenos.
• En la filosofía experimental debemos ver las proposiciones que
surjan de la inducción general como muy cercanas a la verdad.

El trabajo de Newton se volvió un modelo para otras ciencias y su


enfoque inductivo fue la base de la mayor parte de la filosofía natural
del Siglo XVIII y principios del XIX.
INTEGRACIÓN DEL MÉTODO DEDUCTIVO
Y EL INDUCTIVO
Los intentos por sistematizar el método científico se
confrontaron a mediados del Siglo XVIII con el
problema de la inducción, una formulación del
positivismo lógico que, en pocas palabras, decía que
nada se puede saber con certeza excepto lo que se
observa actualmente.
David Hume tomó al empiricismo llevándolo a un
extremo escéptico. Su enfoque indicaba que no
había necesidad lógica de que el futuro se pareciera
al pasado , por lo que no podemos justificar el
razonamiento inductivo apelando a un pasado
exitoso.
Hans Christian Oersted (1777-1851)
Fue influenciado grandemente por Kant,
sobretodo por su libro Fundamentos Metafísicos
de la Ciencia Natural.
El libro de Hans titulado Primera
Introducción a la Física General (publicado en
Danés) ejemplificaba los pasos del método
científico como:
• observación,
• hipótesis,
• deducción y
• experimentación.
William Whewell (1794-1866)
Produjo su libro titulado Historia de las Ciencias
Inductivas, de el principio a la actualidad (1837),
haciendo de el una introducción a su siguiente obra,
Filosofía de las Ciencias Inductivas (1840) donde
intentó seguir a Bacon y desarrollar un arte del
descubrimiento.
Le puso por nombre el de Método Hipotético-
Deductivo (que la Enciclopedia Británica acreditó a
Newton). Whewell también acuñó el nombre de
‘científico’.
Whewell examinaba las ideas e intentaba construir
ciencia uniendo ideas con hechos. Él analizaba la
inducción en tres pasos:
• selección de la idea fundamental
• determinación más específica de la idea
• cuantificación de sus magnitudes
John Stuart Mill (1806-1873)
Publicó su libro Un Sistema de Lógica
(1843) después de leer a Whewell.
John puede considerarse como el
exponente final de la escuela empírica de
filosofía iniciada por John Locke, cuya
característica fundamental es la tarea
impuesta a los pensadores de investigar por
sí mismos, en lugar de aceptar la autoridad
de otros.
El conocimiento debía basarse en la
experiencia.
William Stanley Jevons en su libro Los Principios de la
Ciencia, un tratado sobre la lógica y el método científico
(1873, 1877) y especialmente en el texto del Capítulo XII
“El Método Inductivo o Inverso”, propone que hay tres
pasos en el proceso de la inducción:
• Tomar alguna hipótesis como si fuera una ley general
• Deducir algunas consecuencias de tal ley
• Observar si las consecuencias concuerdan con las
tareas particulares bajo consideración
Jevons luego maneja estos pasos en términos de
probabilidades, que luego aplica a las leyes de la
economía.
Ernest Nagel nota que Jevons y Whewell no fueron los
primeros escritores que argumentaron a favor del papel
central del método hipotético deductivo en la lógica de la
ciencia.
Charles Sanders Peirce
Al final del Siglo XIX, propuso un esquema que vendría a
tener una influencia considerable en el desarrollo del método
científico.
En su ensayo titulado “Cómo aclarar nuestras ideas”
(1878), Peirce esbozó un método objetivo y verificable para
evaluar la veracidad de supuestos conocimientos de una
manera que iba más allá de las meras alternativas
fundacionales, enfocándose tanto en la deducción como en la
inducción, haciendo de estos procesos algo complementario y
no competitivo.
En segundo lugar y de mayor importancia para el
método científico, Pierce propuso el esquema básico para la
evaluación de hipótesis, que prevalece hasta nuestros días.
Pierce examinó y articuló las tres formas fundamentales
de razonamiento, que juegan un papel en la indagación
científica actual: la abducción, la deducción y la
inducción.
Karl Popper (1902-1994)
Se le acredita como el proveedor de las mayores
mejorías al método científico en la segunda mitad del
Siglo XX. En 1934 publicó su libro La Lógica del
Descubrimiento Científico que repudiaba el enfoque
clásico observacional-inductivista y proponía la falibilidad
empírica, como criterio para distinguir la teoría científica
de lo que no era la ciencia.
De acuerdo con Popper, la teoría científica debía
hacer predicciones (de preferencia predicciones que no
pudiera hacer la teoría en competencia), mismas que
pudieran evaluarse, dando la oportunidad de rechazar la
teoría si estas predicciones se mostraban como
incorrectas.
Thomas Kuhn
Los críticos de Popper, principalmente Thomas
Kuhn, Paul Feyerabend e Irme Lakatos, rechazaron la
idea de que existiera un solo método aplicable a todas las
ciencias y que pudiera medir su progreso.
En 1962 Kuhn publica su influyente libro La Estructura
de las Revoluciones Científicas, que sugiere que los
científicos trabajan en una serie de paradigmas y que hay
muy poca evidencia de que estos trabajen en realidad
siguiendo una metodología falibalista.
En palabras de Kuhn, “una nueva verdad científica no
triunfa por convencer a sus oponentes y hacerlos ver la
luz, sino porque sus oponentes eventualmente mueren y
crece una nueva generación que se familiariza con ella”.
La consecuencia de esto es que, no hay una sola
visión a favor de un acuerdo en lo que constituye el
“método científico”, aunque se mantienen ciertos
principios centrales que dan fundamento a la indagación
científica contemporánea.

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