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Filosofía de la ciencia

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La filosofía de la ciencia es la rama de la filosofía que investiga el conocimiento científico y la
práctica científica. Se ocupa de saber, entre otras cosas, cómo se desarrollan, evalúan y
cambian las teorías científicas, y de saber si la ciencia es capaz de revelar la verdad de las
«entidades ocultas» (o sea, no observables) y los procesos de la naturaleza.
Son filosóficas las diversas proposiciones básicas que permiten construir la ciencia. Por
ejemplo:

 Existe de manera independiente de la mente humana (tesis ontológica de realismo)


 La naturaleza es regular, al menos en alguna medida (tesis ontológica de legalidad)
 El ser humano es capaz de comprender la naturaleza (tesis gnoseológica de
inteligibilidad)
 Tomar conciencia de su propia forma de pensar sobre sí misma
Si bien estos supuestos metafísicos no son cuestionados por el realismo científico, muchos
han planteado serias sospechas respecto del segundo de ellos1 y numerosos filósofos han
puesto en tela de juicio alguno de ellos o los tres.2 De hecho, las principales sospechas con
respecto a la validez de estos supuestos metafísicos son parte de la base para distinguir las
diferentes corrientes epistemológicas históricas y actuales. De tal modo, aunque en términos
generales el empirismo lógico defiende el segundo principio, opone reparos al tercero y asume
una posición fenomenista, es decir, admite que el hombre puede comprender la naturaleza
siempre que por naturaleza se entienda "los fenómenos" (el producto de la experiencia
humana) y no la propia realidad.
En pocas palabras, lo que intenta la filosofía de la ciencia es explicar problemas tales como:

 Naturaleza y la obtención de las ideas científicas


(conceptos, hipótesis, modelos, teorías, paradigma, etc.)
 Relación de cada una de ellas con la realidad
 Cómo la ciencia describe, explica, predice y contribuye al control de la naturaleza (esto
último en conjunto con la filosofía de la tecnología)
 Formulación y uso del método científico
 Tipos de razonamiento utilizados para llegar a conclusiones
 Implicaciones de los diferentes métodos y modelos de ciencia
La filosofía de la ciencia comparte algunos problemas con la gnoseología —la teoría del
conocimiento— que se ocupa de los límites y condiciones de posibilidad de todo conocimiento.
Pero, a diferencia de esta, la filosofía de la ciencia restringe su campo de investigación a los
problemas que plantea el conocimiento científico; el cual, tradicionalmente, se distingue de
otros tipos de conocimiento, como el ético o estético, o las tradiciones culturales.
Algunos científicos han mostrado un vivo interés por la filosofía de la ciencia y algunos
como Galileo Galilei, Isaac Newton y Albert Einstein, han hecho importantes contribuciones.
Numerosos científicos, sin embargo, se han dado por satisfechos dejando la filosofía de la
ciencia a los filósofos y han preferido seguir haciendo ciencia en vez de dedicar más tiempo a
considerar cómo se hace la ciencia. Dentro de la tradición occidental, entre las figuras más
importantes anteriores al siglo XX destacan entre muchos
otros Platón, Aristóteles, Epicuro, Arquímedes, Boecio, Alcuino, Averroes, Nicolás de
Oresme, Santo Tomas de Aquino, Jean Buridan, Leonardo da Vinci, Raimundo Lulio, Francis
Bacon, René Descartes, John Locke, David Hume, Emmanuel Kant y John Stuart Mill.
La filosofía de la ciencia no se denominó así hasta la formación del Círculo de Viena, a
principios del siglo XX. En la misma época, la ciencia vivió una gran transformación a raíz de
la teoría de la relatividad y de la mecánica cuántica. Entre los filósofos de la ciencia más
conocidos del siglo XX figuran Karl R. Popper y Thomas Kuhn, Mario Bunge, Paul
Feyerabend, Imre Lakatos, Ilya Prigogine, etc.

Índice

 1Precursores
 2La ciencia como producto de la lógica y la razón
o 2.1Empirismo lógico
o 2.2Falsacionismo
 3Reacción
o 3.1Ciencia, historia y revolución científica
o 3.2Falsacionismo sofisticado
o 3.3Anarquismo metodológico
o 3.4Constructivismo
 4Corrientes actuales
o 4.1Concepciones estructuralistas y semánticas
o 4.2Filosofía de la ciencia naturalizada
o 4.3Realismo frente a empirismo
o 4.4Sociología de la ciencia
o 4.5Filosofía de la ciencia real
 5Filosofías de las ciencias particulares
o 5.1Matemáticas
o 5.2Física
o 5.3Química
o 5.4Biología
o 5.5Psicología
 6Véase también
 7Referencias
 8Bibliografía

Precursores[editar]
Para Aristóteles (384 a. C.-322 a. C.) la ciencia era conocimiento cierto por medio de causas.
Esta definición (teniendo en cuenta el amplio concepto de ciencia de la antigüedad, diferente
del más restrictivo actual) tuvo vigencia en Europa occidental durante siglos, hasta que fue
rechazada por la nueva filosofía natural que nacía en los siglos XVII y XVIII
Después de sus conquistas en Europa, partiendo de España, y en Asia hasta la India, los
árabes comenzaron a interesarse tanto por las civilizaciones de Occidente como por las de
Oriente, a tanto que manifestaron la ambición de heredar la aportación grecorromana. Al-
Manzor (712-775 d. C.) fue el primer califa que estimuló esta ambición, pues hizo traducir al
árabe todos los libros de los griegos y fundó en Bagdad una especie de universidad, que
comprendía una importante biblioteca y un observatorio astronómico. Durante varios siglos, el
idioma árabe fue considerado como la lengua de la ciencia, y las gentes de diferentes países
de Europa iban desde muy lejos a Bagdad para beber en las fuentes de la ciencia antigua
salvaguardada por los árabes.
El desarrollo de la ciencia entre los árabes alcanzó su apogeo hacia los siglos IX y X y, como
la astronomía gozó siempre de popularidad en Oriente, fue completamente natural que los
árabes dedicaran una muy particular atención a esta rama de la ciencia. Sirviéndose
del Almagesto, traducción árabe del famoso Tratado de Astronomía, de Ptolomeo, los
astrónomos árabes trataron de reducir las teorías a tablas, perfeccionar los instrumentos de
medida y multiplicar las observaciones con más precisión. Pronto se dieron cuenta de ciertos
errores cometidos por el astrónomo alejandrino, principalmente en lo relativo al tiempo de
revolución de la Luna, los límites de los eclipses solares y las posiciones respectivas de
Mercurio y Venus con relación al Sol.
El descubrimiento más importante hecho por los astrónomos árabes fue la precesión de los
equinoccios.3 Este importante aporte se atribuye a Al-Battani, también llamado Albatenio, gran
señor, que vivió entre finales del siglo IX y comienzos del X.
La escolástica propuso la regularidad y uniformidad para su aplicación en la ciencia.[cita  requerida]
René Descartes (1596-1650) pretendía un conocimiento cierto basado en la existencia
indudable de un sujeto pensante, así como avanzar gracias a ideas claras y distintas, dejando
el papel de la experiencia en segundo plano. No es de extrañar que en el campo de la ciencia,
los racionalistas destacaran en matemáticas, como el mismo Descartes o Leibniz, creador
junto con Newton del cálculo infinitesimal.
La corriente filosófica iniciada por Francis Bacon (1561-1626) proponía un conocimiento de la
naturaleza empirista e inductista. Para elegir entre teorías rivales no había que recurrir a la
argumentación, sino realizar un experimento crucial (instantia crucis) que permitiese la
selección. David Hume (1711-1776), el principal filósofo empirista, subrayó aún más la
importancia de los hechos frente a las interpretaciones. Pero el racionalismo y el empirismo
clásicos destacaban excesivamente uno de los aspectos de la ciencia (la racionalidad o la
experiencia) en detrimento del otro. El idealismo trascendental de Kant (1724-1804) intentó
una primera síntesis de ambos sistemas en la que el espacio y el tiempo absolutos de Newton
se convirtieron en condiciones que impone la mente para poder aprehender el mundo externo.
Dentro de la tradición empirista Auguste Comte (1798-1857) propuso una filosofía,
el positivismo, en la que la ciencia se reducía a relacionar fenómenos observables,
renunciando al conocimiento de causas. Ernst Mach (1838-1916) ejerció, con
su empiriocriticismo, una gran influencia que preparó el nacimiento del Círculo de Viena. Mach
desarrolló una filosofía de orientación empirista centrada en los conceptos y métodos de la
ciencia. Esta debe estudiar sólo las apariencias (los fenómenos), de forma que intentar
estudiar algo que no se nos presenta directamente a los sentidos es hacer metafísica.
Coherente con sus ideas filosóficas, Mach se opuso hasta el final a la nueva teoría atómica,
cuyo objeto es inalcanzable a la experiencia.
Pierre Duhem (1861-1916) afirmó que "toda ley física es una ley aproximada; por lo tanto,
siguiendo la lógica estricta, no puede ser ni verdadera ni falsa; cualquier otra ley que
represente las misma experiencias con la misma aproximación puede pretender, con tanto
derecho como la primera, el título de ley verdadera, o, para hablar más exactamente, de ley
aceptable". Aun así, Duhem opinaba que a medida que la ciencia avanza, se va acercando
progresivamente a una descripción más fiel de la naturaleza.

La ciencia como producto de la lógica y la razón[editar]


Empirismo lógico[editar]
Esta sección es un extracto de Empirismo lógico.[editar]
El empirismo lógico, también llamado neopositivismo o positivismo lógico , es una corriente en
la filosofía de la ciencia que limita la validez del método científico a lo empírico y verificable.
Esta limitación, conocida como verificacionismo, prohíbe inducir una regla general a partir de
observaciones particulares, lo cual eventualmente despertó críticas sobre la incompatibilidad
de esta corriente con muchas ramas de la ciencia fundamentadas en la inducción para
construir conocimiento válido. El empirismo lógico o neopositivismo es más estricto aún que
el positivismo y su defensa del método científico como única forma válida de conocimiento.
El empirismo lógico surgió durante el primer tercio del siglo XX alrededor del grupo de
científicos y filósofos que formaron el célebre Círculo de Viena.
Falsacionismo[editar]
Esta sección es un extracto de Falsacionismo.[editar]

Sir Karl Raimund Popper. Autor de la obra La lógica de la investigación científica.

El falsacionismo o racionalismo crítico es una corriente epistemológica fundada por


el filósofo austriaco Karl Popper (1902-1994). Para Popper, contrastar una teoría significa
intentar refutarla mediante un contraejemplo. Si no es posible refutarla, dicha teoría queda
«corroborada», pudiendo ser aceptada provisionalmente, pero no verificada; es decir, ninguna
teoría es absolutamente verdadera, sino a lo sumo «no refutada». El falsacionismo es uno de
los pilares del método científico.
El filósofo Karl Popper entendió que los filósofos del Círculo de Viena (al cual él mismo estuvo
muy vinculado, aunque no como miembro) habían mezclado dos problemas diferentes para
los que habían resuelto dar una única solución: el verificacionismo. En contraposición a este
punto de vista, Popper remarcó que una teoría podría perfectamente tener significado sin ser
científica, y que, como tal, un «criterio de significación» podría no necesariamente coincidir
con un «criterio de demarcación». Así pues, ideó su propio sistema, al que se denomina
falsacionismo (cabe señalar que Popper no llama a su metodología falsacionismo,
sino racionalismo crítico). Este no solo es interpretable como una alternativa al
verificacionismo; supone también un acuerdo acerca de la distinción conceptual que habían
ignorado las teorías previas.
Para Popper —y a diferencia del Círculo de Viena— la ciencia no es capaz de verificar si
una hipótesis es cierta, pero sí puede demostrar si esta es falsa. Por eso no sirve la inducción,
porque por mucho que se experimente nunca se podrá examinar todos los casos posibles, y
basta con un solo contraejemplo para echar por tierra una teoría. Así pues, frente a la postura
verificacionista preponderante hasta ese momento en filosofía de la ciencia, Popper propone
el falsacionismo. Aunque Popper era realista no aceptaba la certeza, es decir, nunca se puede
saber cuándo nuestro conocimiento es cierto. Popper comenzó describiendo la ciencia, pero
en su evolución filosófica acabó siendo prescriptivo (aunque sin llegar al rigor normativo del
Círculo), recomendando a la ciencia el método hipotético deductivo. Es decir, la ciencia no
elabora enunciados ciertos a partir de datos, sino que propone hipótesis (que aunque se
basen en la experiencia suelen ir más allá de esta y predecir experiencias nuevas) que luego
somete al filtro experimental para detectar los errores.
Popper vio la demarcación como un problema central en la filosofía de la ciencia. Propuso el
falsacionismo como una forma de determinar si una teoría es científica o no. Simplificando,
según Karl Popper se podría decir que si una teoría es falsable, entonces es científica; si no
es falsable, entonces no es ciencia.4
Para Popper, afirmar que una teoría es científica quiere decir que añade conocimiento racional
acerca del mundo empírico, por lo tanto, no puede ser:

 Tautológica (no añade nada)


 Contradictoria (va contra la lógica racional)
 Metafísica (afirma algo que no puede ser comprobado experimentalmente)
La falsabilidad fue uno de los criterios utilizados por el Juez William Overton para determinar
que el creacionismo no era científico y que no debería enseñarse en los colegios de Arkansas.
La falsabilidad es una propiedad de los enunciados y de las teorías, y, en sí misma, es neutral.
Como criterio de demarcación, Popper busca tomar esta propiedad como base para afirmar la
superioridad de teorías falsables sobre las no falsables, como parte de la ciencia,
estableciendo así una posición que podría ser llamada falsacionismo con implicaciones
políticas.[cita  requerida] Sin embargo, muchas cosas de las que pueden ser consideradas como
dotadas de significado y utilidad no son falsables. Con toda certeza, los enunciados no
falsables desempeñan una función en las propias teorías científicas. Lo que el criterio
Popperiano permite ser llamado científico está abierto a interpretación. Una interpretación
estricta concedería muy poco, puesto que no existen teorías científicas de interés que se
encuentren completamente libres de anomalías. Del mismo modo, si solo consideramos la
falsabilidad de una teoría y no la voluntad de un individuo o de un grupo para obtener o
aceptar instancias falsables, entonces permitiríamos casi cualquier teoría.
En cualquier caso, es muy útil conocer si un enunciado de una teoría es falsable, aunque solo
sea por el hecho de que nos proporciona un conocimiento acerca de las formas con las que
alguien podría evaluar una teoría.
La tesis de Duhem-Quine argumenta que no es posible probar que un enunciado ha sido
falsado; en su lugar, la falsación ocurre cuando la comunidad científica se pone de acuerdo en
que ha sido falsado (véase consenso científico). Esta es una crítica importante al
falsacionismo, pues cualquier enunciado observacional, por inocente que parezca, presupone
ciertas concepciones acerca del mundo, y resulta imposible dejar de preguntarse si esas
concepciones son científicas o no.
El falsacionismo, en todas y cada una de sus múltiples formas, es una idea interesante, pero
insuficiente como para caracterizar qué es lo que es ciencia o para resolver el problema de la
demarcación. Sufre de una serie de dificultades lógicas y epistemológicas que deberían
hacernos detenernos si lo que buscamos es obtener una respuesta en cuanto a qué es buena
ciencia y qué no. 5

Reacción[editar]
Hasta la década de los sesenta habían prevalecido las explicaciones lógicas de la ciencia. A
partir de la obra de Thomas Kuhn (1922-1996) La estructura de las revoluciones
científicas hubo un cambio en la perspectiva y se empezaron a tener en cuenta los aspectos
históricos, sociológicos y culturales de la ciencia. La obra de Kuhn fue importante porque
posicionó las ideas históricas de la escuela epistemológica francesa (Henri Bergson, Henri
Poincaré, Alexandre Koyré, Gaston Bachelard, etc.) en los círculos científicos de los Estados
Unidos que después de la Segunda Guerra Mundial se habían mantenido herméticamente
cerrados.

Ciencia, historia y revolución científica[editar]


La estructura de las revoluciones científicas se puede clasificar de descriptiva. Apenas dedica
espacio a conceptos como verdad o conocimiento, y presenta la ciencia bajo un enfoque
histórico y sociológico. Las teorías dominantes bajo las que trabajan los científicos conforman
lo que Kuhn llama paradigma. La ciencia normal es el estado habitual de la ciencia en el que
el científico no busca criticar, de ninguna manera, el paradigma, sino que da este por asumido
y busca la ampliación del mismo. Si el número o la importancia de problemas no resueltos
dentro de un paradigma es muy grande, puede sobrevenir una crisis y cuestionarse la validez
del paradigma. Entonces la ciencia pasa al estado de ciencia extraordinaria o ciencia
revolucionaria en el que los científicos ensayan teorías nuevas. Si se acepta un nuevo
paradigma que sustituya al antiguo se ha producido una revolución científica. Así se entra en
un periodo nuevo de ciencia normal en el que se intenta conocer todo el alcance del nuevo
paradigma.
El nuevo paradigma no se admite únicamente por argumentos lógicos, en este proceso
intervienen de manera importante aspectos culturales propios de la persona del científico.
Según Kuhn, la visión de la naturaleza que acompaña al nuevo paradigma no puede
compararse bajo ningún elemento común a la del antiguo; a esto Kuhn llama
la inconmensurabilidad de los paradigmas. El nuevo se admite de forma generalizada cuando
los científicos del antiguo paradigma van siendo sustituidos.

Falsacionismo sofisticado[editar]
Esta sección es un extracto de Falsacionismo sofisticado.[editar]
El falsacionismo sofisticado es el nombre que da Imre Lakatos a su crítica a la epistemología y
al falsacionismo, basada en lo que él denomina programas de investigación científica.
La metodología de los programas de investigación supone un paso más allá en el
falsacionismo ya que resuelve algunos de sus problemas. Debido a esto, Lakatos pasa a
denominar falsacionismo ingenuo al defendido por Karl Popper en su libro La lógica de la
investigación científica, mientras que llama falsacionismo sofisticado a las sugerencias más
tardías de Popper, así como a su propia metodología de los programas de investigación.
Lakatos intentó adaptar el sistema de Popper a la nueva situación creada por Thomas Kuhn.
La intención de Popper era realizar una reconstrucción racional de la historia de la ciencia que
muestre que esta progresa de modo racional. Sin embargo, la historia de la ciencia muestra
que la ciencia no avanza solo falsando teorías con hechos, sino que hay que tener en cuenta
la competencia entre teorías y la confirmación de teorías. Por eso Lakatos sustituye el
falsacionismo ingenuo de Popper por un falsacionismo sofisticado. En la realidad la ciencia no
evalúa una teoría aislada, sino un conjunto de teorías que conforman lo que Lakatos llama
programa de investigación científica (también llamado paradigma). Un programa de
investigación se rechaza al completo cuando se dispone de un sustituto superior que explique
todo lo que explicaba el anterior más otros hechos adicionales. Lakatos reconoce que la
dificultad de este esquema radica en que, en la práctica, puede costar años llevarlo a cabo, o
incluso ser inaplicable en programas de investigación muy complejos.
Anarquismo metodológico[editar]
Esta sección es un extracto de Anarquismo epistemológico.[editar]
Paul Feyerabend propuso el anarquismo epistemológico.

El anarquismo epistemológico, anarquismo metodológico o dadaísmo epistemológico, es


una teoría epistemológica desarrollada por el filósofo de la ciencia austríaco Paul Feyerabend,
que sostiene que no hay reglas metodológicas útiles o libres de excepciones, que rijan el
progreso de la ciencia. Sostiene que la ciencia que funciona de acuerdo con normas fijas y
universales no es realista, sino perniciosa y perjudicial para la ciencia. Propone en cambio una
epistemología abierta, a manera de una serie de herramientas de investigación científica
adaptables a cada contexto pero no postuladas como leyes inamovibles.
Feyerabend afirmó que una metodología científica universalmente válida es un contrasentido,
que no pueden dictarse normas a la ciencia para su desarrollo. Criticó ácidamente
el cientificismo por ser «castillos en el aire». Puesto que no hay conocimientos ciertos y no se
sabe qué paradigmas dominarán la ciencia del futuro, descartarlos ahora supone cerrar
puertas al mañana. Feyerabend argumenta que la ciencia es una empresa esencialmente
anárquica,6 que los métodos científicos no son monopolio exclusivo en el lidiar con el
conocimiento y que los científicos nunca han obrado con una tradición distintiva y
estrechamente definida. Describe el proceso de la educación científica contemporánea en una
forma leve de adoctrinamiento, con el fin de hacer la historia de la ciencia más aburrida,
simple, uniforme, objetiva y más fácil de entender para normas estrictas e inflexibles.7
La teoría sugiere tratar las leyes científicas (no la investigación científica en sí) como
una ideología, junto con otras, como la religión, la magia y la mitología, y considera el dominio
de la ciencia en la sociedad como algo autoritario e injustificado.8 La promulgación de la teoría
hizo ganar a Feyerabend el título de «el peor enemigo de la ciencia» por sus detractores.9
Constructivismo[editar]
Esta sección es un extracto de Constructivismo (filosofía).[editar]

Este artículo o sección necesita referencias que aparezcan en una publicación


acreditada.
Este aviso fue puesto el 3 de septiembre de 2008.

En filosofía de la ciencia y epistemología, el constructivismo, o constructivismo epistemológico,


es una corriente de pensamiento surgida a mediados del siglo XX, de la mano de
investigadores de disciplinas muy diversas (filósofos, psiquiatras, antropólogos, físicos,
matemáticos, biólogos, psicólogos, sociólogos, lingüistas, etc.), la cual sostiene que la realidad
es una construcción en cierto grado «inventada» por quien la observa. Nunca se podrá llegar
a conocer la realidad tal como es pues siempre, al conocer algo, ordenamos los datos
obtenidos de la realidad (aunque sean percepciones básicas) en un marco teórico o mental.
De tal modo, ese objeto o realidad que entendemos «tal» no es tal, no tenemos un «reflejo
especular» de lo que está «ahí fuera de nosotros», sino algo que hemos construido con base
en nuestras percepciones y datos empíricos. Así, la ciencia y el conocimiento en general
ofrecen solamente una aproximación a la verdad, que queda fuera de nuestro alcance.
El biólogo estadounidense Gerald M. Edelman ilustra esta idea diciendo que «Cada acto de
percepción es en cierto grado un acto de creación y cada acto de memoria es a cierto modo
un acto de imaginación».10

Corrientes actuales[editar]
Para hablar de una filosofía de la ciencia no basta con tener una visión panorámica de lo que
es filosofía y de lo que es ciencia. Tampoco es suficiente el seguimiento histórico de las
opiniones y conceptos emitidos por los pensadores del pasado. Es necesario ubicarse en el
pensamiento actual de los científicos más avanzados y respetar sus conceptos sobre lo que
ellos consideran como ciencia, y es necesario entender que el dominio de la filosofía son los
conceptos universales y abstractos que nunca pueden llegar a ser objeto de la ciencia.
Es extremadamente complejo (y, posiblemente, todavía falta algo más de perspectiva
temporal) presentar un panorama completo de la filosofía de la ciencia de los últimos treinta o
treinta y cinco años. Así como todos los autores anteriores ya han muerto, la mayoría de los
que vienen a continuación no. Aquí se intentará presentar un bosquejo de la gran variedad de
enfoques actuales pero teniendo en mente que, dentro de pocos años, algunas de las
corrientes mencionadas pueden haber pasado al olvido, y que destaquen otros pensadores
que hoy tienen una repercusión menor.
Así como anteriormente se podía hablar de "el método" de la ciencia, el gran desarrollo de
muchas disciplinas científicas ha hecho que los filósofos de la ciencia comiencen a hablar de
"los métodos", ya que no es posible identificar un método único y universalmente válido. La
idea heredada de la física clásica de que todo es reducible a expresiones matemáticas ha
cedido terreno ante situaciones nuevas como la teoría del caos o los avances de la biología.
Por otro lado han desaparecido cuestiones que llegaron a cubrir cientos de páginas y
generaron grandes controversias. Quizás el caso más flagrante sea el del problema de la
demarcación, centrado en la distinción (demarcación) entre ciencia y otros conocimientos no
científicos. Prácticamente el tema desaparece después de Popper y es seguido en España
por Gustavo Bueno en su teoría del cierre categorial.

Concepciones estructuralistas y semánticas[editar]


Frente al intento de los anteriores empiristas lógicos de formalizar las teorías de la física en el
lenguaje de la lógica de primer orden, que resultaba un tanto forzado e innecesariamente
complicado, Patrick Suppes fue el primero en proponer una concepción semántica y
estructural de las teorías, caracterizadas como familias de estructuras conjuntistas
identificadas con los modelos de la teoría.11 Esta manera de presentar las teorías en el
lenguaje informal de la teoría de conjuntos resultaba así más intuitiva y familiar. Suppes ha
elaborado sus ideas mediante el desarrollo de teorías cada vez más potentes sobre las
estructuras teóricas, incluyendo sus importantes teoremas de representación e invariancia.12
En filosofía de la ciencia se conoce a veces como estructuralismo el programa de
reconstrucción de las teorías físicas propuesto por Joseph D. Sneed (1938) en 197113 como
una síntesis del aparato formal de Suppes, del racionalismo crítico y del positivismo lógico con
la corriente historicista de la ciencia. El estructuralismo fue reelaborado y divulgado
por Wolfgang Stegmüller (1923-1991) y Carlos Ulises Moulines (1946).
De la consideración de las teorías como estructuras le viene a esta propuesta metodológica el
nombre de estructuralismo, que no tiene nada que ver con el estructuralismo lingüístico
de Saussure.
Junto con las restricciones empíricas, una teoría consta de una estructura conceptual y de un
ámbito de aplicación. Puesto que las teorías no se presentan aisladas sino interrelacionadas
también es necesario estudiar las relaciones entre teorías, las redes teóricas. Entre estas
relaciones encontramos la de reducción, quizá la más destacada por su papel en la unidad de
la ciencia. A pesar de las múltiples teorías que puedan coexistir para explicar los mismos
hechos, la unidad ontológica de la ciencia puede salvarse si todas ellas son reductibles a una
sola teoría (o a unas pocas no inconmensurables entre sí). Esta relación interteorética
desempeña un papel fundamental, por ejemplo, en el trabajo de los físicos en su búsqueda de
la Teoría del todo.
Moulines propone una definición recursiva de la filosofía de la ciencia como teorización sobre
teorizaciones, cuya epistemología no es descriptiva ni prescriptiva, sino interpretativa. Las
teorías de la ciencia son construcciones culturales, pero ello no implica que la filosofía de la
ciencia sea sustituida por una sociología de la ciencia.
Aparte del estructuralismo de Sneed y sus seguidores, también otros desarrollos de la filosofía
de la ciencia contemporánea han sido influidos por las ideas y métodos conjuntistas y
probabilistas introducidos por Suppes. Bas van Fraassen ha aportado su conocida concepción
semántica de las teorías, que ha aplicado al análisis de la mecánica cuántica. Jesús
Mosterín14 y Roberto Torretti15 han hecho contribuciones en esta dirección, que asimismo
aflora en el diccionario conjunto de estos dos autores.16

Filosofía de la ciencia naturalizada[editar]


Para Ronald N. Giere (1938) el propio estudio de la ciencia debe ser también una ciencia: «La
única filosofía de la ciencia viable es una filosofía de la ciencia naturalizada». Esto es así
porque la filosofía no dispone de herramientas apropiadas para el estudio de la ciencia en
profundidad. Giere sugiere, pues, un reduccionismo en el sentido de que para él la única
racionalidad legítima es la de la ciencia. Propone su punto de vista como el inicio de una
disciplina nueva, una epistemología naturalista y evolucionista, que sustituirá a la filosofía de
la ciencia actual.
Larry Laudan (1941) propone sustituir el que él denomina modelo jerárquico de la toma de
decisiones por el modelo reticulado de justificación. En el modelo jerárquico los objetivos de la
ciencia determinan los métodos que se utilizarán, y estos determinan los resultados y teorías.
En el modelo reticulado se tiene en cuenta que cada elemento influye sobre los otros dos, la
justificación fluye en todos los sentidos. En este modelo el progreso de la ciencia está siempre
relacionado con el cambio de objetivos, la ciencia carece de objetivos estables.

Realismo frente a empirismo[editar]


El debate sobre el realismo de la ciencia no es nuevo, pero en la actualidad aún está
abierto. Bas C. Van Fraasen (1941), empirista y uno de los principales oponentes del realismo,
opina que todo lo que se requiere para la aceptación de las teorías es su adecuación
empírica. La ciencia debe explicar lo observado deduciéndolo de postulados que no necesitan
ser verdaderos más que en aquellos puntos que son empíricamente comprobables. Llega a
decir que «no hay razón para afirmar siquiera que existe una cosa tal como el mundo real». Es
el empirismo constructivo, para el que lo decisivo no es lo real, sino lo observable.
Laudan y Giere presentan una postura intermedia entre el realismo y el subjetivismo estrictos.
Laudan opina que es falso que sólo el realismo explique el éxito de la ciencia. Giere propone
que hay ciencias que presentan un alto grado de abstracción, como la mecánica cuántica, y
utilizan modelos matemáticos muy abstractos. Estas teorías son poco realistas. Las ciencias
que estudian fenómenos naturales muy organizados como la biología molecular, utilizan
teorías que son muy realistas. Por ello no se puede utilizar un criterio uniforme de verdad
científica.
Rom Harré (1927) y su discípulo Roy Bhaskar (1944) desarrollaron el realismo crítico, un
cuerpo de pensamiento que quiere ser el heredero de la Ilustración en su lucha contra los
irracionalismos y el racionalismo reduccionista. Destacan que el empirismo y el realismo
conducen a dos tipos diferentes de investigación científica. La línea empirista busca nuevas
concordancias con la teoría, mientras que la línea realista intenta conocer mejor las causas y
los efectos. Esto implica que el realismo es más coherente con los conocimientos científicos
actuales.
Dentro de la corriente racionalista de oposición al neopositivismo se encuentra a Mario
Bunge (1919). Analiza los problemas de diversas epistemologías, desde el racionalismo crítico
popperiano hasta el empirismo, el subjetivismo o el relativismo. Bunge es realista crítico. Para
él la ciencia es falibilista (el conocimiento del mundo es provisional e incierto), pero la realidad
existe y es objetiva. Además se presenta como materialista , pero para soslayar los problemas
de esta doctrina apostilla que se trata de un materialismo emergentista.

Sociología de la ciencia[editar]
Esta sección es un extracto de Sociología de la ciencia.[editar]

Dos científicos dentro del recinto de láser preestabilizado de LIGO, preguntándose qué salió mal.

La sociología de la ciencia o sociología del conocimiento científico es el estudio de


la ciencia como una actividad social, especialmente destinada a "las condiciones sociales y los
efectos de la ciencia en las estructuras y procesos de la actividad científica y social".17
Los sociólogos del conocimiento científico estudian el desarrollo de un campo científico y
tratan de identificar puntos de contingencia o flexibilidad interpretativa, donde existen
ambigüedades18. Tales variaciones pueden estar relacionadas con una serie de factores
políticos, históricos, culturales o económicos. Fundamentalmente, el campo no se establece
para promover el relativismo o para atacar el proyecto científico; el objetivo del investigador es
explicar por qué una interpretación tiene éxito sobre otra debido a las circunstancias históricas
y sociales externas.
Se trata de un área que surgió a finales de 1960 y principios de 1970 y en un comienzo
constaba de una práctica casi exclusivamente británica. Otros centros de educación para el
desarrollo del campo se encontraban en Francia, Alemania y los Estados Unidos. Los
principales teóricos incluyen Barry Barnes, David Bloor, Sal Restivo, Randall Collins, Gaston
Bachelard, Harry Collins, Paul Feyerabend, Steve Fuller, Thomas Kuhn, Martin Kusch, Bruno
Latour, Mike Mulkay, Derek J. de Solla Price, Lucy Suchman y Anselm Strauss.
Filosofía de la ciencia real[editar]
Atendiendo a las críticas de Thomas Kuhn y otros historiadores de que la filosofía de la ciencia
con frecuencia se ocupa de problemas artificiosos y alejados de la ciencia real, diversos
filósofos de la ciencia contemporáneos han tratado de aproximar sus análisis a la problemática
actual de la investigación científica. Ello ha tenido como consecuencia tanto la revitalización
de la filosofía general de la ciencia como el desarrollo de varias ramas especializadas de la
misma:

 Filosofía de la física
 Filosofía de la ciencia de la computación
 Filosofía de las ciencias sociales
 Filosofía de la economía
 Filosofía de las matemáticas
 Filosofía de la psicología
 Filosofía de la química
 Filosofía de la biología
A ambas tareas han contribuido filósofos como John Earman, Bernulf Kanitscheider, Jesús
Mosterín,19 Lawrence Sklar, Elliott Sober, Roberto Torretti20 y Bas C. van Fraassen, así como
numerosos científicos, como Lee Smolin.

Filosofías de las ciencias particulares[editar]


Matemáticas[editar]
Esta sección es un extracto de Filosofía de las matemáticas.[editar]

Principia Mathematica, una de las obras más importantes sobre filosofía de las matemáticas.

La filosofía de las matemáticas es un área de la filosofía teórica que trata de comprender y


explicar los requisitos, el objeto, el método y la naturaleza21 de las matemáticas. Como área de
estudio puede ser aproximada desde dos direcciones: el punto de vista de los filósofos y el de
los matemáticos. Desde el punto de vista filosófico, el objetivo principal es dilucidar una
variedad de aspectos problemáticos en la relación entre las matemáticas y la filosofía. Desde
el punto de vista matemático, el interés principal es proveer al conocimiento matemático de
fundamentos firmes. Es importante mantener presente que aunque estos dos enfoques
pueden implicar diferentes esquemas e intereses, no son opuestos, sino más bien
complementarios: «Cuando los matemáticos profesionales se ocupan de los fundamentos de
su disciplina, se dice que se dedican a la investigación fundamental (o trabajo fundacional o
de fundamentos.- ver Metamatemática). Cuando los filósofos profesionales investigan
cuestiones filosóficas relativas a las matemáticas, se dice que contribuyen a la filosofía de las
matemáticas. Por supuesto, la distinción entre la filosofía de las matemáticas y
los fundamentos de las matemáticas es vaga, y cuanto mayor interacción haya entre los
filósofos y los matemáticos que trabajan en cuestiones relativas a la naturaleza de las
matemáticas, mejor.».22

 De acuerdo a Jeremy Avigad (profesor de ciencias matemáticas y de filosofía en


la Universidad Carnegie Mellon23) “el conocimiento matemático ha sido considerado por
mucho tiempo como un paradigma del conocimiento humano con verdades que son a la
vez necesarias y ciertas, por lo que dar una explicación del conocimiento matemático es
una parte importante de la epistemología. Los objetos matemáticos, tales como
los números y los conjuntos, son ejemplos arquetípicos de abstracciones, dado que el
tratamiento que reciben en nuestro discurso es el de objetos independientes del tiempo y
el espacio. Encontrar un lugar para los objetos de este tipo en un marco más amplio del
pensamiento es una tarea central de la ontología, o metafísica. El rigor y la precisión del
lenguaje matemático se debe a que está basado en un vocabulario limitado y una
gramática muy estructuradas, y las explicaciones semánticas del discurso matemático a
menudo sirven como punto de partida de la filosofía del lenguaje. Aunque el pensamiento
matemático ha demostrado un alto grado de estabilidad a través de la historia, su práctica
también ha evolucionado con el tiempo, y algunos desarrollos han provocado controversia
y debate; clarificar los objetivos básicos de esta práctica y los métodos apropiados es, por
lo tanto, una tarea metodológica y fundacional importante que sitúa a la filosofía de las
matemáticas dentro de la filosofía general de la ciencia.
 De acuerdo con Bertrand Russell, las matemáticas son una disciplina que, cuando se
parte de sus porciones más familiares, puede llevarse a cabo en cualquiera de dos
direcciones opuestas (una busca la expansión del conocimiento, la otra darle
fundamentos: Nota del traductor). Pero se debe entender que la distinción es una, no en la
materia objeto, sino en el estado de la mente del investigador...(...)... así como
necesitamos dos tipos de instrumentos, el telescopio y el microscopio, para la ampliación
de nuestras capacidades visuales, del mismo modo necesitamos dos tipos de
instrumentos para la ampliación de nuestras capacidades lógicas, uno para hacernos
avanzar hacia las matemáticas superiores, y el otro que nos lleve hacia atrás, hacia los
fundamentos lógicos de aquello que estamos inclinados a dar por sentado en las
matemáticas. Veremos que mediante el análisis de las nociones matemáticas ordinarias
se adquiere una nueva perspectiva, nuevos poderes, y los medios de llegar a nuevos
temas matemáticos completos, mediante la adopción de nuevas líneas de avance,
siguiendo nuestro viaje hacia atrás.24
Como ya se ha sugerido, estas aproximaciones no son conflictivas. En las palabras de Imre
Lakatos: «Al discutir los esfuerzos modernos por establecer los fundamentos del conocimiento
matemático uno tiende a olvidarse de que se trata solo de un capítulo en el gran esfuerzo de
superación del escepticismo estableciendo los fundamentos para el conocimiento en general.
El objeto de mi contribución es mostrar que la filosofía matemática moderna está
profundamente enraizada en la epistemología general y solamente se puede comprender en
ese contexto». (énfasis de Lakatos25).
Física[editar]
Esta sección es un extracto de Filosofía de la física.[editar]
La dualidad onda-partícula, en el que se aprecia cómo un mismo fenómeno puede ser percibido de dos
modos distintos, fue uno de los problemas filosóficos que planteó la mecánica cuántica.

La filosofía de la física se refiere al conjunto de reflexiones filosóficas sobre la interpretación,


epistemología y principios rectores de las teorías físicas y la naturaleza de la realidad. Aunque
raramente la exposición estándar de las teorías físicas discute los aspectos filosóficos, lo
cierto es que las concepciones filosóficas de los científicos han tenido un papel destacado en
el desarrollo de dichas teorías. Esto fue notorio a partir de Newton y Kant, llegando a ser muy
importante en el siglo XX, cuando la teoría de la relatividad dio lugar a un análisis minucioso
de asuntos tradicionalmente objeto de estudio de la filosofía, como la naturaleza del tiempo y
el espacio. La filosofía de la física contribuye a través de la crítica de los productos de la física,
retroalimentándola.
En muchos aspectos, la física proviene de la filosofía griega. Desde el primer intento de Tales
de caracterizar la materia, hasta la deducción de Demócrito de que la materia debería
reducirse a un estado invariable, la astronomía ptolemaica de un firmamento cristalino, y el
libro de Aristóteles Física (un libro temprano de física, que intentaba analizar y definir el
movimiento desde un punto de vista filosófico), varios filósofos griegos avanzaron sus propias
teorías de la naturaleza. La física se conoció como filosofía natural hasta finales del siglo
XVIII.2627
Para el siglo XIX, la física se realizó como una disciplina distinta de la filosofía y de las demás
ciencias. La física, al igual que el resto de la ciencia, se apoya en la filosofía de la ciencia y en
su «método científico» para avanzar en el conocimiento del mundo físico.28 El método
científico emplea el razonamiento a priori así como el razonamiento a posteriori y el uso de
la Inferencia bayesiana para medir la validez de una teoría determinada.29
El desarrollo de la física ha respondido a muchas preguntas de los primeros filósofos, pero
también ha planteado nuevas preguntas. El estudio de las cuestiones filosóficas que rodean a
la física, la filosofía de la física, implica cuestiones como la naturaleza del espacio y
del tiempo, el determinismo y las perspectivas metafísicas como el empirismo, el naturalismo y
el realismo.30
Muchos físicos han escrito sobre las implicaciones filosóficas de su trabajo, por
ejemplo Laplace, que defendió el determinismo causal,31 y Schrödinger, que escribió sobre la
mecánica cuántica.3233 El físico matemático Roger Penrose había sido
llamado platonista por Stephen Hawking,,34 una opinión que Penrose discute en su libro, El
camino a la realidad.35 Hawking se refirió a sí mismo como un «reduccionista desvergonzado»
y discrepó de las opiniones de Penrose.36
Química[editar]
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La filosofía de la química considera la metodología y las suposiciones subyacentes a la
ciencia química así como los aspectos filosóficos de dicha ciencia. Es objeto de estudio de
filósofos, químicos y equipos de filósofos y químicos.
La filosofía de la química actual se refiere a la naturaleza de las entidades químicas, con una
discusión epistemológica y ontológica.37
Biología[editar]
Esta sección es un extracto de Filosofía de la biología.[editar]
La filosofía de la biología es una subdisciplina de la filosofía de la ciencia encargada del
estudio de los presupuestos e implicaciones filosóficas (epistemológicos y ontológicos) de
la biología. La historia de la biología, la sociobiología y la bioética son campos de investigación
estrechamente relacionados con la filosofía de la biología.
Algunos temas pasados y presentes de la filosofía de la biología son las unidades de
selección, la emergencia, el determinismo biológico, la reductibilidad de la biología,
el reduccionismo genético, la epistemología evolucionista, el origen de la vida, el debate
externalistas contra internalistas, adaptacionistas contra estructuralistas y vitalistas contra
antivitalistas.
Psicología[editar]
Esta sección es un extracto de Filosofía de la psicología.[editar]
La filosofía es la madre de todas las ciencias, siendo la psicología parte de ella hasta su
independencia alrededor de 1879 con el nacimiento de la psicofísica.38 Su significado literal
es psyché-logos ("estudio de la mente"). Una rama de la filosofía es la filosofía de la ciencia,
que, desde la división hecha por Ferrier en el siglo XIX entre ontología y epistemología, se
encarga del análisis del conocimiento científicamente obtenido. Cada ciencia genera su propia
epistemología o filosofía especial, con base en las características de su que hacer intrínseco.
Otras de las ramas de la filosofía que se relacionan con la psicología y la epistemología es
la filosofía de la mente.
En el caso de la psicología, según Jacob Robert Kantor, ha habido tres etapas de desarrollo
de sus contenidos epistemológicos: una primera ocupándose de entidades aespaciales, como
el alma; una segunda en términos de orden organocéntrico-mecanicista, como las
variantes estímulo-respuesta y de procesamiento de información; y una tercera, en que se
abordan las interacciones complejas entre el individuo y su ambiente. Se ha llegado, pues,
aparentemente, a un estudio sistémico del objeto de conocimiento. No obstante, no todas las
corrientes de la psicología en vigencia practican ese enfoque sistémico de manera uniforme,
debido a que parten de diferentes opciones epistemológicas en pleno debate.

Véase también[editar]
 Certeza y opinión
 Ciencia y sociedad
 Cientificismo  Filosofía de la tecnología
 Constructivismo  Filosofía del espacio y el tiempo
 Evidencia empírica  Filosofía de la agricultura
 Epistemología  Guerras de la ciencia
 Epistemología bayesiana  Historia de la ciencia
 Estudios de ciencia, tecnología y sociedad  Instrumentalismo
 Explicación científica  Materialismo
 Filosofía y ciencia  Mecanicismo
 Filosofía de la enfermería  Realismo científico
 Filosofía de la mente  Reducción (filosofía)
 Filosofía de la sexualidad  Sociología de la ciencia
 Teoría

Referencias[editar]
1. ↑ Por ejemplo, LAWTON, J. H. (1999) "Are there general laws in ecology?" Oikos 84(2): 177-
192; Poulin, R. (2007) "Are there general laws in parasite ecology?" Parasitology 134(6): 763-
776.
2. ↑ Ver, por ejemplo, entre muchos otros, Van Fraassen, B. (1980) The Scientific Image.
Oxford: Oxford University Press.
3. ↑ http://buscon.rae.es/draeI/SrvltGUIBusUsual?TIPO_HTML=2&TIPO_BUS=3&LEMA=precesi
%C3%B3n
4. ↑ "El criterio del estatuto científico de una teoría es su falsabilidad, refutabilidad o
contrastabilidad". K. Popper, "Conjectures and Refutations: The Growth of Scientific
Knowledge", 37 (5th ed. 1989)
5. ↑ «Falsificationism.». Consultado el 29 de julio de 2021.
6. ↑ Feyerabend y Feyerabend, 1993, p. vii. : 'Imre Lakatos loved to embarrass serious opponents
with jokes and irony and so I, too, occasionally wrote in a rather ironical vein. An example is the
end of Chapter 1: 'anything goes' is not a 'principle' I hold... but the terrified exclamation of a
rationalist who takes a closer look at history'
7. ↑ Feyerabend y Feyerabend, 1993, pp. viii, 9, 11.
8. ↑ Feyerabend, Paul (1993). Against Method. Londres: Verso. ISBN 978-0-86091-646-8.
9. ↑ Paul Feyerabend entry by John Preston in the Stanford Encyclopedia of Philosophy 2007-02-
15
10. ↑ G. M. Edelman: “”The Remembered Present: A Biological Theory of Consciousness” (1989-
Basic Books, New York).
11. ↑ Suppes, Patrick (1957). Introduction to Logic. Van Nostrand Company. 312 pp. ISBN 0-442-
08072-7.
12. ↑ Suppes, Patrick (2002). Representation and Invariance of Scientific Structures. CSLI
Publications. 536 pp. ISBN 1-57586-333-2.
13. ↑ Sneed, Joseph (1971). The Logical Structure of Mathematical Physics. Dordrecht: Reidel. 320
pp. ISBN 90-277-1056-2.
14. ↑ Mosterín, Jesús (2000, 2006). Conceptos y teorías en la ciencia. Madrid: Alianza Editorial.
318 pp. ISBN 978-84-206-6741-6.
15. ↑ Torretti, Roberto (1990). Creative Understanding: Philosophical Reflections on Physics.
The University of Chicago Press. 369 pp. ISBN 0-226-80835-1.
16. ↑ Mosterín, Jesús and Roberto Torretti (2002). Diccionario de Lógica y Filosofía de la Ciencia.
Madrid: Alianza Editorial, 2002. 670 pp. ISBN 84-206-3000-4.
17. ↑ Ben-David, Joseph; Teresa A. Sullivan (1975). «Sociology of Science». Annual Review of
Sociology 1 (1): 203-222. doi:10.1146/annurev.so.01.080175.001223. Consultado el 29 de noviembre de
2006.
18. ↑ «Theory and society: renewal and critique in social theory.». Theory and society  : renewal
and critique in social theory. (en inglés). 1974. ISSN 0304-2421. OCLC 465952405. Consultado el 8 de
julio de 2022.
19. ↑ Mosterín, Jesús (2006). Ciencia viva. Madrid: Espasa Calpe. ISBN 84-670-2355-4.
20. ↑ Torretti, Roberto (1999) Philosophy of Physics. Cambridge University Press. ISBN 0-521-
56571-5.
21. ↑ Natura es la traducción latina de la palabra griega physis (φύσις), que en su significado
original hacía referencia a la forma innata en la que crecen
espontáneamente plantas y animales. (ver D. Harper Physical). En Idioma alemán el término
"naturaleza" proviene de naturist, que significa "el curso de los animales, carácter natural."(ver
D. Harper: Nature
22. ↑ Horsten, Leon, Philosophy of Mathematics, The Stanford Encyclopedia of Philosophy
(Summer 2012 Edition), Edward N. Zalta (ed.)
23. ↑ «Jeremy Avigad». Consultado el 4 de abril de 2017.
24. ↑ Bertrand Russell: Introduction to Mathematical Philosophy chap 1
25. ↑ I Lakatos: “Infinite regress and foundations of mathematics” en Mathematics, science and
epistemology Cambridge U Press, 1978, p. 4
26. ↑ Noll señala que algunas universidades siguen utilizando este título.
27. ↑ Noll, Walter (23 June 2006). «Sobre el pasado y el futuro de la filosofía natural». Journal of
Elasticity 84 (1): 1-11. S2CID 121957320. doi:10.1007/s10659-006-9068-y. Archivado desde pdf el
original el 18 April 2016.
28. ↑ Rosenberg, 2006, Capítulo 1
29. ↑ Godfrey-Smith, 2003, Capítulo 14: "Bayesianismo y teorías modernas de la evidencia"
30. ↑ Godfrey-Smith, 2003, Capítulo 15: "¿Empirismo, naturalismo y realismo científico?"
31. ↑ Laplace, 1951
32. ↑ Schrödinger, 1983
33. ↑ Schrödinger, 1995
34. ↑ Hawking y Penrose, 1996, p. 4 "Creo que Roger es un platonista de corazón, pero debe
responder por sí mismo"
35. ↑ Penrose, 2004
36. ↑ et al., Hawking
37. ↑ «La filosofía de la química en la filosofía de la ciencia contemporánea.».
38. ↑ Bunge, M. & Ardila, R. (2012) filosofía de la psicología. México: Siglo XXI Editores

Bibliografía[editar]
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 Carbonell, E. y P. Hortolà (2010). Entender la ciencia desde dentro (o por lo menos
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 Dancy, J. (1993). Introducción a la epistemología contemporánea. Madrid,
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 Feyerabend, P. (1984). Adiós a la razón. Madrid. Tecnos. ISBN 84-309-1071-9.
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Valencia, Universitat de Valencia, Servei de Publicacions. 84-370-0966-9.
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 Villoro, L. (1982): Creer, saber, conocer, Siglo XXI Editores, México DF, ISBN 968-23-
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Escrito por Dr. Leonardo Ruiz Gómez


en noviembre 19, 2020

A menudo se piensa que la filosofía y las ciencias se encuentran en


universos distintos o contrapuestos. Por un lado, la palabra “filosofía” nos
hace pensar en una disciplina especulativa, teórica, casi poética. Por otro
lado, el trabajo científico lo vinculamos inmediatamente con matemáticas,
experimentación y manipulación de materiales y cosas concretas. Sin
embargo, es habitual que personas con la inquietud de estudiar la
licenciatura en Filosofía se sientan atraídos hacia alguna de las ciencias
particulares o viceversa. 
Esto no debe extrañarnos, pues, en realidad, no son tan distantes una de
otra. La filosofía y las ciencias comparten muchas cualidades que las
vinculan al grado que, en algunos puntos, es difícil distinguirlas. Y esto se
remonta a los mismos orígenes de la ciencia: un poco de historia nos
ayudará a entender los lazos entre estas dos disciplinas.

El origen común

Desde la antigua Grecia existía una cierta división entre la filosofía y la


ciencia: el saber dividía, de manera general, en disciplinas filosóficas y
matemáticas. Por ejemplo, la astronomía y la mecánica se consideraban
parte de las matemáticas; y la física y la biología, parte de la filosofía.  

Sin embargo, esa separación nunca fue muy clara, principalmente


porque era la misma gente la que solía hacer tanto el trabajo científico
como el filosófico. Desde Aristóteles y los pensadores árabes medievales,
encontramos una gran cantidad de filósofos que colaboraron al avance de
las ciencias.

Fue precisamente en el siglo XVII, cuando se dio la famosa Revolución


científica, que los métodos de la ciencia y la filosofía comenzaron a
distinguirse. No obstante, incluso cuando se empezaban a diferenciar con
más claridad estas disciplinas, seguía habiendo grandes hombres que las
cultivaban por igual: Descartes, Leibniz, Newton son sólo algunos
ejemplos de estos filósofos-científicos. No es casualidad que una de las
obras más grandes de la historia de la ciencia lleva precisamente por
nombre Principios matemáticos de  filosofía  natural  (Isaac Newton). 

Semejanzas y diferencias

Sin duda, el método que siguen estas dos disciplinas es bastante diferente.
Las ciencias:

 se ocupan de resolver preguntas concretas y muy específicas en diferentes áreas del saber,
 se apoyan mucho en el conocimiento cuantitativo y matemático,
 demuestran sus hipótesis a través de experimentos físicos.  

La filosofía:

 suele atender a problemas universales o abstractos, 


 se apoya en la lógica, en la historia e incluso en otras ciencias particulares,  
 demuestra sus hipótesis a través de métodos más variados como la fenomenología,   el
análisis cualitativo, la lógica simbólica o la hermenéutica.

Sin embargo, la filosofía y la ciencia comparten muchas cualidades por las


que una persona puede sentirse atraída por igual a ambas disciplinas:  

 buscan desentrañar los misterios del Universo. 


 siguen métodos rigurosos y lógicos para demostrar sus conclusiones (en esto se distinguen
de las pseudociencias o las creencias populares).
 comparten temas y objetos de estudio: la materia, el espacio, el tiempo, el origen del
Universo.

Te puede interesar: 10 diferencias entre filosofía y literatura


En resumen, la filosofía y la ciencia tratan de comprender el
funcionamiento del Universo a través de métodos rigurosos y bien
fundados. Pero la ciencia lo hace desde una perspectiva concreta y resuelve
problemas específicos y acotados: “¿A qué velocidad caen los cuerpos?”,
“¿Cómo se comporta una esfera en un fluído?”. La filosofía, en cambio,
intenta dar respuesta a preguntas más universales: “¿Qué es la materia?”,
“¿Qué es el tiempo?”, “¿Existe finalidad en el Universo?”.

Ciencia y filosofía se complementan y se auxilian. Por eso es normal que


exista gente que guste de tener un pie en una y el otro pie en la otra.

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Cuál es la relación entre la ciencia y


filosofía?
Hablas de la relación entre ciencia y filosofía puede ser similar al dicho “¿Qué fue
primero? ¿El huevo o la gallina?" Y probablemente, dependiendo de la perspectiva
profesional, académica y personal, la respuesta siempre incline la balanza más hacia un
lado que hacia el otro.

Pero como en el caso del huevo y la gallina, la ciencia y filosofía son intrínsecas la una
con la otra. Veamos por qué… 

Ciencia y filosofía son necesarias para la


formulación de teorías
Una de las relaciones importantes entre ciencia y filosofía es que mientras la ciencia
explica cómo ocurren las cosas, la filosofía explica por qué ocurren las cosas. Ciencia y
filosofía, entonces, van de la mano y no son separables, aunque sean bastante distintas.
Esto explica por qué en el pasado la mayoría de los filósofos eran al mismo tiempo
científicos.

Esto se debe a que, al tratar de explicar por qué ocurren las cosas y los eventos en el mundo
físico, uno también debe enfrentarse con la pregunta de cómo ocurren los eventos.
Ambas, ciencia y filosofía, son disciplinas que se ocupan de las realidades y la naturaleza
de las cosas.

Toman prestados profundamente los principios de la naturaleza y las causas de las cosas,
así como también brindan explicaciones e información válidas y confiables a las diversas
preguntas que surgen en el corazón de los hombres. Aunque ciencia y filosofía comparten
algunas relaciones notables, no debemos subrayar el hecho de que la filosofía es la reina de
todas las ciencias.

La ciencia y filosofía aprenden la una de


 

la otra
La filosofía extrae incansablemente de los descubrimientos científicos fuerza fresca,
material para amplias generalizaciones, mientras que imparte a las ciencias la visión del
mundo y los impulsos metodológicos de sus principios universales. 

Muchas ideas rectoras generales que se encuentran en la base de la ciencia moderna fueron
enunciadas por primera vez por la fuerza perceptiva del pensamiento filosófico. Por
ejemplo, ciertas conjeturas sobre la selección natural fueron hechas en la antigüedad por el
filósofo Lucrecio y más tarde por el pensador francés Diderot. 

Como este, existen muchos casos en los que la filosofía nutrió las hipótesis de la
estructuras y conocimientos científicos, permitiendo que se gestara la confianza como una
base metodológica firme. Las últimas teorías de la unidad de la materia, el movimiento, el
espacio y el tiempo, la unidad de lo discontinuo y lo continuo, los principios de la
conservación de la materia y el movimiento, las ideas de la infinidad e inagotabilidad de la
materia fueron enunciadas de forma general en y desde la filosofía.   

La ciencia y filosofía tienen una relación


de amor y odio
No siempre una ha sido la mano derecha de la otra. Hay quienes contradicen el uso de
la filosofía en la ciencia considerando que la ciencia, no la filosofía, es realmente la
fuente más segura de conocimiento porque tiene un método para declarar erróneas las
teorías: el experimento. 

Eso y porque la ciencia nos ha dado máquinas, abundante energía, tecnología y una actitud
de escepticismo muchas veces necesaria. Esto, al menos, parecería ser un punto de vista
ampliamente compartido, y en parte por buenas razones. Entonces, ¿por qué preocuparse
por la filosofía después de todo?

La razón es que el conocimiento científico no es una especialidad técnica aislada del resto
del conocimiento humano. Los resultados científicos constituyen un conocimiento que debe
integrarse en la búsqueda humana más amplia de respuestas sobre nosotros mismos y sobre
el universo. 

De allí que la filosofía de la ciencia ayuda al científico a articular sus hallazgos en un tipo


de conocimiento que puede compartir con otros, no expertos en su campo, a dialogar con
otros intelectuales y a contribuir a la tarea humana general de conocer mejor el mundo y a
nosotros mismos.

En este sentido, la filosofía de la ciencia aporta también elementos fundamentales para la


comprensión del ser humano y la relación entre ciencia y filosofía.

La ciencia y filosofía, entendidas desde la perspectiva de la filosofía de la ciencia,


aportan interdisciplinariedad al analizar y establecer relaciones entre las diversas ciencias y
las relaciones entre estas y otras áreas del pensamiento y crean historia al analizar el
progreso científico y tecnológico desde una perspectiva que permita comprender el origen y
la evolución de paradigmas científicos. 

Así mismo, revisan críticamente la estructura, límites y validez de las teorías científicas y
se permiten apreciar las ciencias gracias a la comprensión y la valoración del conocimiento
científico, que hoy en día atraviesa cuestionamientos, como el de la existencia de vacunas a
raíz de la pandemia de covid-19.

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