autoridad, o afirmar que una petición concuerda con las políticas o reglas organizacionales.
Persuasión racional. Dar argumentos lógicos y
evidencia basada en hechos para demostrar que una petición es razonable. Peticiones inspiradoras. Desarrollar un compromiso emocional al apelar a valores, necesidades, esperanzas y anhelos del otro.
Consulta. Aumentar el apoyo del otro al
involucrarlo en la decisión de qué se hará para lograr lo planeado. Intercambio. Recompensar al otro con beneficios o favores a cambio de acceder a una petición. Peticiones personales. Solicitar obediencia con base en la amistad o la lealtad. Congraciamiento. Uso de halagos, elogios o comportamiento amistoso antes de hacer una petición Presión. Uso de alertas, exigencias repetidas y amenazas. Coaliciones. Solicitar la ayuda o el apoyo de otras personas para persuadir al otro y que esté de acuerdo. La persuasión racional, las peticiones inspiradoras y la consulta tienden a ser más eficaces, sobre todo cuando el público está muy interesado en los resultados de un proceso de decisión.
La presión suele ser contraproducente y, de
las nueve tácticas, por lo general es la menos eficaz. Una persona tiene más probabilidades de ser eficaz si comienza con tácticas “más suaves”, que se basan en el poder personal, como las peticiones personales e inspiradoras, la persuasión racional y la consulta. Si estas fallan, puede recurrir a tácticas “más duras” , como el intercambio, las coaliciones y la presión, que enfatizan el poder formal. La eficacia de las tácticas depende del público. La gente especialmente proclive a obedecer con tácticas de poder suaves tiende a ser más reflexiva y a tener una motivación intrínseca, además de mostrar un alto nivel de autoestima y un mayor deseo de control. Los individuos que tienden a obedecer con tácticas de poder duras están más orientados a la acción, tienen una motivación más extrínseca y están más enfocados en llevarse bien con los demás, que en salirse con la suya. Las personas tienen diferentes habilidades políticas, es decir, la capacidad para influir en los demás para que favorezcan sus objetivos. Los individuos con habilidades políticas utilizan todas las tácticas de influencia con mayor eficacia Las personas con habilidades políticas son capaces de ejercer su influencia sin que los demás lo detecten, lo cual es un elemento fundamental para ser eficaz (es dañino ser etiquetado como individuo político). Los individuos que se ajustan a la cultura de la organización tienden a ganar mayor influencia. La gente extrovertida suele tener mayor influencia en las organizaciones orientadas a equipos, y los individuos muy escrupulosos tienen mayor influencia en compañías que valoran el trabajo individual en actividades técnicas. Las personas que se ajustan a la cultura obtienen influencia ya que logran desempeñarse muy bien en las áreas que se consideran más importantes para el éxito.
MMC: Motivación y Mente Consciente: Un programa de 6 pasos enfocado a la apertura de la consciencia, al adiestramiento mental, a la productividad, a la plenitud y a la trascendencia