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BORDA OBLIGACIONES
BORDA OBLIGACIONES
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DERECHO CIVIt
Y COMERCIAL (
OBLIGACIONES
~
DIRECTOR
ALEJANDRO BORDA
AUTORES
ALEJANDRO BORDA
CARLOS ALBERTO FOSSACECA (H)
FERNANDO ALFREDO UBIRÍA
ENRIQ1JE C. MÜLLER
CRISTIAN WERLEN
THOMSON REUTERS
LA LEY
Derecho Civil y Comercial: obligaciones: 2da. edición
' actualizada y ampliada 1Alejandro Borda ... [et al.]; dirigido
por Alejandro Borda.- 2a ed.- Ciudad Autónoma de Buenos
Aires: La Ley, 2020.
ÍNDICE GENERAL
656 p. ; 24 x 17 cm.
'
ISBN 978-987-03-3870-3
PRÓLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN ··• •··••· ·•····· •··•···•·· ··· •··•···•···· ...... . ···· •··· •·· •·•· ·· ···· XXXVII
l. Derecho Civil. 2. Obligaciones. l. Borda, Alejandro, dir. (
CDD346
OBLIGACIONES
CAPITULO 1
TEORIA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
©Alejandro Borda (Dir.) 2020
© de esta edición, La Ley S.A.E. e 1., 2020
Tucumán 1471 (C1050AAC) Buenos Aires CARLOS ALBERTO FossACECA (H) Y ALEJANDRO BoRDA
Queda hecho el depósito que previene la ley 11.723
§ 1.- Conceptos generales ......... :................................................................ . 3
Impreso en la Argentina
CARLOS ALBERTO FossACECA (H)
Todos los derechos reservados 1. Origen y evolución histórica de las obligaciones, p. 3.- 2. Defini-
Ninguna parte de esta obra puede ser reproducida ción, diversas acepciones, p. 4.- 3. Concepto brindado por el Códi-
o transmitida en cualquier forma o por cualquier medio go Civil y Comercial, p. 4.- 4. Distinción entre deuda y responsabi-
electrónico o mecánico, incluyendo fotocopiado, grabación lidad, p. 5.- 5. Naturaleza y caracteres, p. 6.- 6. Distinción con los
o cualquier otro sistema de archivo y recuperación
derechos reales, p. 6.- 7. Tentativas de asimilación, concepciones uni-
de información, sin el previo permiso por escrito del Editor y el autor.
tarias, p. 8.- 8. Distinción con los derechos de familia, p. 9.- 9. Ten-
Printed in Argentina dencias actuales en el derecho de las obligaciones: permanencia formal
y transformaciones sustanciales, p. 9.- 10. Tendencia a la unificación
All rights reserved internacional, p. 10.- 11. Tendencia hacia la unificación interna. Ob-
No part ofthis work may be reproduced jetivo logrado, p. 11
or transmitted in any form or by any means, 12
electronic or mecha:nical, including photocopying and recording § 2.- El método ··································ó·······················································
or by any information storage or retrieval system,
without permission in writing from the Publisher and the author. CARLOS ALBERTO FossACECA (H)
12. Ubicación de las obligaciones en el derecho civil, p. 12.- 13. Meto-
dología "interna", p.12
Tirada 1090 ejemplares 14
§ 3.- Elementos de la obligación ................................................................
ISBN 978-987-03-3870-3
SAP 42691501 CARLOS ALBERTO FossAcEcA (H)
Las opiniones personales vertidas en los capítulos de esta obra son privativas de quienes las emiten. .
14. Enumeración,. p. 14
A.- Sujetos activo y pasivo ... ....... .............................. ...... ............ .......... . 14
15. Los sujetos, p. 14.- 16. Obligaciones ambulatorias o propter rem, p. 14
X ALEJANDRO BORDA (DI R.) ÍNDICE GENERAL XI
B.- Compensaciónjudicial ....... ....... .... ........,.. ................. ....... ............... 263
383. Método tradicional. Régimen del Código Civil y Comercial, p. 239
]-Pago a mdorfortuna. .......... ..... ........ ..... ....................... ................... 240 430. Noción y efectos, p. 263
C.- Compensación facultativa ................... ........._............ ... ... ...... .... .. .... . 264
384. Facultad de pagar cuando el deudor pueda, p. 240
431. Noción y efectos, p. 264
K- Pago con beneficio de competencia ..... .......... ............... ..................... . 240 264
§ 3.- Confusión ........................ ................................................................. .
385. Concepto y fundamento, p. 240.- 386. Casos e~ que proce-
de, p. 241.- 387. Condiciones de ejercicio del derecho al beneficio, 432. Concepto y naturaleza, p. 264.- 433. Hechos de que puede de-
p. 241.- 388. Alcance del beneficio, p. 242.- 389. Obligación de pago, rivarse la confusión, p. 265.- 434. Especies, p. 265.- 435. Derechos
p. 242 que pueden constituir su objeto, p. 265.-436. Efectos de la confusión,
400. Concepto, p. 248.- 401. Casos ~!1 que procede, p. 249.-402. Re- p. 270
271
quisitos de validez, p. 249.-403. Efectos: momento desde el cual se pro- C.-Novación subjetiva
ducen, p. 250.- 404. Desistimiento de la consignación, p. 250.- 405.
447. Concepto y casos; p. 271.-448. Novación por cambio de deudor,
Riesgos de la cosa, p. 251.-406. Intereses, p. 251.-407. Gastos y cos-
p.271 .-449. a) Delegación,p.271.-450. b) Expromisión,p.271.-451.
tas judiciales, p. 251.-408. Reglas especiales relativas a las obligaciones
e) Novación contra la voluntad del deudor, p. 272.- 452. Novación por
de dar cosas ciertas, p. 251.-409. Reglas relativas a las obligaciones de
cambio de acreedor, diferencia con la cesión de créditos, p. 272
dar cosa indeterminada, p. 252.- 410. Cosas perecederas o de costosa
custodia, p. 252.-411. Obligaciones de hacer y no hacer, p. 252 D.-Eftctos.................. ................. .................... .. ............. ........... .......... 273
2.- Consignación extrajudicial ..................................................... . 253 453. Efectos de la novación, p. 273.- 454. a) Extinción de los acceso-
rios de la obligación originaria, p. 273.-455. b) Pluralidad de acreedores,
412. Procedencia y trámite, p. 253.- 413. Derechos del acreedor,
p. 273.- 456. e) Pluralidad de deudores, p. 274.- 457. d) Novación y
p. 253.-414. Derechos del acreedor que retira el depósito, p. 254.-415.
Impedimentos para consignar extrajudicialmente, p. 255 situación del.fiador, p. 27 4
E.- Novación legal ........ ...... .... ..... .. ...... ..................... .................... ....... 274
Ñ- Pago con subrogación .. .......... ..... .................................................... . 255
416. Concepto, p. 255.- 417. Naturaleza jurídica, p. 255.- 418. 458. Noción, p. 27 4
Distintas especies, p. 256.- 419. Subrogación legal: distintos casos, § 5.- Dación en pago .............................................. ,.................................. . 274
_p. 256.- 420. Subrogación convencional, p. 257.- 421. Efectos de la
459. Concepto, p. 274.- 460. Requisitos, p. 275.- 461. Naturaleza
subrogación: principio general y limitaciones, p. 258.- 422. Caso de
jurídica, p. 275.- 462. Capacidad, p. 276.- 463 . Reglas aplicables,
pago parcial, p. 259
p. 276.- 464. Evicción y vicios redhibitorios de lo dado en pago,
§ 2.- Compensación ................................................................................... . 259 p. 276.-465. Efectos, p. 276
423. Concepto, p. 259.- 424. Diversas clases de compensación, p. 260 § 6.- Renuncia ................ :....... .................................................................... 277
A .- Compensación legal ................................................. .... .................. . 260 466.Nociónyderechosquepuedenserobjetodeella,p.277.-467.Espe-
cies, p. 278.- 468. Caracteres, p. 278.- 469. Capacidad, p. 279.- 470.
425. Requisitos, p. 260.- 426. Obligaciones no compensables,
Forma y prueba, p. 279.-471. Interpretación, p. 279.-472. Efectos,
p.261.- 427. Efectos de la compensación: cómo se opera, p. 262.-428.
p. 280.- 473 . Retractación, p. 281.- 474. Diferencias con la dona-
Caso especial de la fianza, p. 263.- 429. Imputación de la 'compensa-
ción, p. 263 ción, p. 281
ÍNDICE GENERAL
XXIB
XXII ALEJANDRO BORDA (DIR.)
304
§ 7.- Remisión de deuda ............................................................................ . 282 § 2.- Suspensión, interrupción y dispensa del termino de la prescripción .. .
A.-·suspensión ...............~ ........................... ......... ..................... :........... . 304
47S. Concepto y naturaleza, p. 282.-476. Formas, p. 282.-477. Efec-
tos; caso de fianza, p. 283.- 478. Pago parcial del fiador, p. 284.- 479. S13. Concepto y efectos, p. 304.- S14. Causas legales,~- 304~- 515.
Devolución de la cosa dada en prenda, p. 284 Suspensión entre cónyuges, p: 305.- S16. Suspensión entte convivien-
§ 8.- Imposibilidad de cumplimiento ........................................................ . 284 tes, p. 306.- 517. Suspensión entre la persona incapaz o con capa-
cidad restringida y su representante legal o su apoyo, p. 306.- 518.
480. Concepto, p. 284.- 481. Requisitos para que se opere la extin- Suspensión entre las personas jurídicas y sus administradores y fisca-
ción, p. 28S.- 482. Efectos de la imposibilidad de pago, p. 287.-483. lizadores, p. 307.- 519. Suspensión en favor del heredero beneficia-
Transformación de la obligación en otra de indemnizar los daños cau- rio, p. 307.- 520. Suspensión por interpelación fehaciente al deudor,
sados, p. 287.- 484. Desaparición del interés de la obligación, p. 287 p. 308.- 521. Suspensión por pedido de mediación, p. 308.-:- 522. Su-
§ 9.- Transacción ..................... ·.................................................................. . 287 presión de la suspensión por querella de la víctiin~ de un hecho ilícito,
p. 309.- 52~. Acumulación de las causales de suspensión, p. 310.-:;- 524.
A.- Cuestiones generales ..... ........................... ...................................... . 287 Qyién puede invocar la suspensión y contra quiénes, p. 310
496. En qué casos procede, p. 293 § 3.- Comienzo del cómputo y plazos
.
de prescripciÓn
..
....;-:. : .........
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:.. ~, ........ :... .
•.
319
CAPÍTULO VI 534. Desde cuándo comienza a correr el térrnino: .regla general~'p. 319
B.- Plazos ... ................•. ....... :................................•............ ,.............. ,.... , · 322
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD
S3S . Idea general del sistema del Código, p. 322.- S36. Importancia
de un sistema simplificado de plazqs, p. 322.- S37. El supuesto de
ALEJANDRO BoRDA
imprescriptibilidad, p . 323 .
I. PRESCRIPCIÓN . ..• ...... •.......•...... ••.......•• •... .••...... . •.....•......••• . ....•.•.•.•.. . .• •.••... •.... 295
1.- Prescripción ordinaria ........•...................................•....... ,........ 324
§ 1.- Generalidades ......................... .'........................................................... 295
S38. El art. 2S60, p. 324.- S39. El plazo de prescripción ordinario en la
497. Idea general de la prescripción: sus dos clases, p. 29S.- 498. Con- legislación comparada, p. 324.- S40; Algunos ejemplos, p. 32S
cepto y elementos, p. 29S.- 499. Metodología del Código, p. 296.-
SOO. Naturaleza jurídica, p. 296.- SOl. Vías procesales, p. 297.- S02 . 2 ,- Plazos mayores .................................................................:·'····· · 326.
Utilidad y fundamento, p. 297.- S03. Caracteres, p. 298.- S04. Na- S41. Plazos referidos, a derechos reales, p. 326.- 542. El resarcimiento
turaleza jurídica de la renuncia a la prescripción, p. 299.- SOS . Re- de daños por agresiones sexuales, p. 326
nuncia a la prescripción por representante, p. 300.- S06. Pago espon-
táneo y obligación natural, p. 300.- S07. Qyiénes pueden prescribir 3.- Plazo de tres años .................................................................... ,. 327
y contra quiénes, p. 301.- S08. Derechos y acciones que prescriben, S43. Accióri de reparación de daños derivados de la responsabilidad ci- ·
p. 301.- S09. a) Acciones de estado de familia, p. 302.- S10. b) Acciones vil, p. 327.- S44. Comienzo del cómputo del plazo, p. 328~- 545. La
patrimoniales personales, p. 302.- S11. e) Acciones patrimoniales reales, Ley de Defensa del Consumidor; p. 329
p. 303.- S12. Modificación de los plazos de prescripción por ley pos-
.. terior, p. 303 4.- Plazo de dos años .............................. ,..................................... 329.
XXIV
ALEJANDRO BORDA (DIR.)
ÍNDICE GENERAL
619. Noción, Límites dela responsabilidad, p. 384.- 620. Riesgo creado. nización por lesiones o incapacidad fisica o psíquica, p. 412.- 657.
Concepto, p. 385.- 621. La recepción legal, p. 386 .~ 622. Dimen- Legitimación para reclamar la indemnización de las consecuencias
sionamiento de la teoría del riesgo creado; p. 387.- 623. Especies de no patrimoniales, p. 413.- 658. Atenuación de la responsabilidad,
riesgos, p. 387.- 624. Equidad, p. 388~- 625. Seguridad, p~ 388.-626. p. 414.- 659. Rubros de la cuenta indemnizatoria, p. 415.- 660. Va-
Garantfa; p. 389.-'-6-p. Solidaridad, p. 390 luación del daño, p. 416
§·3 .- Las exilnentes ...•...................... :·............. ;...... :........... ,............................ 391 §5.- Responsabilidad contractual y extracontractÚal................................... 417
628. Metodología. La cuestión probatoria, p. 391 661. La cuestión, p. 417.- 662. Las diferencias, p: 417
··A.- E/ daño justificado ........................ ................................................ . 391 ..
629. Generalidades, p. 391.- 630. La importancia del daño injusto, CAPÍTULO VIII
p.392
RESPONSABILIDAD DIRECTA E INDIRECTA
B;- Supuestos especfjicos de daño justificado. :.......................... ;.............. . 393
631. Enuneiadón, p. 393
ALEJANDRO BoRDA, ENRIQUE C. MüLLER Y CRISTIAN WERLEN
1..:.._ Ejercicio regular de un derecho ...............................•............ :.. 393 663. Preliminar, p. 423
632. Noeión, p. 393 § 1.- Responsabilidad directa ...................................................................... . 424
·2.-·Legítima defensa·······························'················.······'············· 394 664. El sujeto responsable, p. 424.-665. Los daños causados por actos
633. Concepto, p. 394.- 634. Requisitos, p. 394:- 635. El caso del 1
involuntarios, p. 424.- 666. Pluralidad de responsables, p. 425.- 667.
\
tercero que sufre perjuicios, p. 395 Encubrimiento, p. 425
3.~ Estado de ·necesidad .................................. ............................. . 395 § 2.- Responsabilidad indirecta .................................................................. . 426
636. Concepto. Requisitos, p. 395.- 637. La equidad como fundamen- A.- Responsabilidad por el hecho de tercero 426
to de solución, p. 396 426
1.- La responsabilidad del principal por el hecho del dependiente
4.- Consentimiento informado del damnificado ......................... . 397 668. Las nociones de principal y dependiente en el Código de VÉLEZ,
638. Noción, p. 397 p. 426.- 669. Fundamentos y presupuestos de la responsabilidad del
principal en el Código de VÉLEZ, p. 426.- 670. Acciones que tenía la
-C.~ La. causd tljena ... ;........:...... :·................. :·......................................... . 397 víctima, p. 427.- 671. El sistema establecido por el Código Civil y Co-
639. Planteo, p. 397 y
mercial, p. 428.-672. El principal el dependiente en el Código Civil
y Comercial, p. 428.- 673. Responsabilidad concurrente. El supuesto
l.--'-.El hecho del damnificado ....................................................... 398
de la falta de discernimiento del dependiente, p. 430
640.Concepto,p.398.-641.Importanciadelacausalidad,p.398.-642.
Incidencia de la culpa o el dolo del damnificado o de otra circunstancia 2.- La responsabilidad por los daños causados por menores de edad 431
especial, p. 399.-:- 643. Vicisitudes causales, p. 399.- 644. Asunción de 674. La responsabilidad de los padres en el régimen del Código Civil
riesgos, p. 401.- 645. Acto de abnegación y altruismo, p. 401 de VÉLEZ y sus modificaciones, p. 431.-675. Responsabilidad solidaria
de los padres, p. 433.- 676. Presupuestos de la responsabilidad de los
2.~ El hecho de un tercero .................................................... ~ ...... . 402
padres en el Código Civil y Comercial, p. 433.-677. Responsabilidad
646. Concepto, p. 402.-647. Requisitos de procedencia, p. 403 objetiva y causales de eximición, p. 434.-678. Acción regresiva contra ·1-
la persona menor de edad, p. 436.- 679. La responsabilidad de otras
3.~ Caso{ortuito o fuerza mayor ................................................ .. 404
personas encargadas, p. 437.-680. La responsabilidad de los estableci-
648. Concepto, pA04.- 649. La clave de la previsibilidad, p. 404.-650. mientos que tienen a su cargo personas internadas, p. 437
Requisitos generales y especiales, p. 404~- 651. Prueba; p. 406.- 652.
~fectos, p. 407 B.- La responsabilidad derivada de la intervención de cosas y de ciertas
actividades ...................... .. ........................................................... . 438
§4.- La reparación indemnizatoria ............................................... :........... .. 408
1.- Daños causados por las cosas y por ciertas actividades .......... .. 438
FERNANDO ALFREDO UBIRÍA Y ALEJANDRO BoRDA 681. Planteo de la cuestión, p. 438.- 682. Hecho de las cosas y ac-
653. La reparación plena, p. 408.- 654. Lo que debe indemnizarse, tividades riesgosas, p. 439.- 683. Eximentes, p. 441.- 684. Sujetos
p ..410.,.- 655. Indemnización por fallecimiento, p. 411.-656. Indem- responsables, p. 441.- 685. Algunos casos específicos. Accidentes en
XXVIII ALEJANDRO BORDA (O IR.) ÍNDICE GENERAL XXIX
ascensores, p. 443.- 686. Supuestos de copropiedad o guarda compar- 714. Las dificultades emergentes del art. 43, Código Civil de VÉLEZ,
tida, p. 444 p. 473 .- 715. Simples sociedades, civiles o comerciales, p. 474.- 716.
La reforma de la ley 17.711, p. 474.- 717. La responsabilidad de las
2.- Daños causados por animales.................................................. 445 personas jurídicas en el Código Civil y Comercial, p. 475
687. El sistema del Código Civil de VÉLEZ, p. 445.- 688. La respon- § 5.- Responsabilidad del Estado ..................................................._............. 476
sabilidad por daños causados por animales en el Código Civil y Co-
mercial, p. 446.- 689. Las causales de eximición de responsabilidad, 718. Evolución de la jurisprudencia, p. 476.- 719. La sustracción de
p. 447.- 690. El daño causado por un animal a otro, p. 449 la responsabilidad del Estado del sistema fijado por el Código Civil y
Comercial, p. 478
§ 3.- Responsabilidad colectiva y anónima................................................. 449
§ 6.- Responsabilidad de los funcionarios públicos ... :................................. 479
1.- Cosa suspendida .o arrojada............ ......................................... 449 720. Diferentes responsabilidades que pesan sobre un funcionario públi-
691. La disposición legal, p. 449.- 692. Qyiénes responden. El factor co, p. 479.- 721. La responsabilidad civil de los funcionarios públicos
de atribución, p. 450 que consagraba el art. 1112 del Código Civil de VÉLEZ, p. 479.- 722.
Dos aclaraciones que eran necesarias en el sistema del Código Civil de
2.- Daño causado por una persona no identificada, integrante de VÉLEZ, p. 480.- 723. La controvertida responsabilidad de los jueces,
un grupo ................................................................................ 451 p. 480.- 724. El injustificado privilegio de remitir la responsabilidad
693. Aclaración preliminar, p. 451.- 694. Actividad no peligrosa, del funcionario público al Derecho Administrativo, p. 481
p. 451.- 695. Actividad peligrosa, p. 452 § 7.- Responsabilidad deportiva.................................................................. 482
725. Importancia del tema, p: 48i- 726. Distintos supuestos a con-
siderar, p. 482.- 727. a) Relaciones entre los deportistas participantes del
CAP(TULO IX
juego, p. 482.-728. b) Relaciones entre los deportistas y los espectadores o'·
terceros, p. 484.-729. e) Relaciones entre la empresa organizádora y los
RESPONSABILIDADES ESPECIALES
-< deportistas, p. 484.- 730. d) Relaciones entre la empresa y los espectadores,
p.485
ALEJANDRO BoRDA, ENRIQUE C. MüLLER Y CRISTIAN WERLEN
§ 8.- Responsabilidad de los establecimientos educativos ........................... 486
§ 1.- Responsabilidad por los daños causados en los accidentes de tránsito 453 731. Actualidad de la cuestión, p. 486.-732. El cambio paradigmático
696. Una problemática actual, p. 453.- 697. Una norma imprescin- producido por la reforma de la ley 24.830 en el art. 1117 del Código
dible, que llena un vacío legal y consolida la doctrina y jurisprudencia Civil de VÉLEZ, p. 487.- 733. La consolidación de la responsabilidad
construidas al amparo del Código sustituido, p. 454.- 698. Presuncio- objetiva agravada y la corrección de algunos detalles en el art. 1767 del
nes legales y jurisprudenciales, p. 455.- 699. Tesis de los riesgos recí- Código Civil y Comercial, p. 488.- 734. Colofón sobre la responsabi-
procos, p. 456.- 700. Presunciones en accidentes de que son víctimas lidad del titular del establecimiento educativo, p. 489
los peatones, p. 457.- 701. Daños resarcibles. Seguro obligatorio, p. 458
§ 9.- Responsabilidad por daños en las relaciones de consumo ...... ~·............ 490
§ 2.- Responsabilidad por accidentes en ocasión del transporte.................. 459 735. Importancia de la cuestión, p. 490.- 736. El impacto de la san-
702. El art. 184 de Código de Comercio y la necesidad de su aplicación ción del Código Civil y Comercial en el microsistema del Derecho de
extensiva a todo medio de transporte, p. 459.- 703. La responsabilidad los consumidores. El método del "diálogo de fuentes", p. 491.- 737.
del transportista en el Código Civil y Comercial, p. 460.- 704. Las Quiénes son responsables, p. 491.- 738. Acciones recursorias, p. 493
personas que pueden reclamar, p. 461.- 705. La extensión de la repa- ~
§ 10.- Responsabilidad por accidentes de trabajo....................................... 494
ración, p. 462.- 706. Accidentes acaecidos con ocasión del transporte
benévolo, p. 463 . 739. Doctrina del riesgo profesional, p. 494.- 740. El sistema indem-
nizatorio de la ley 24.557, p. 495
§ 3.- Responsabilidad de los profesionales liberales .................................... 465
§ 11.- Responsabilidad por daños al ambiente .................. :.................. :.. !... 497
707. Un tema controvertido y polémico, p. 465.- 708. La expresa regu-
741. Nuevos riesgos que provocan un cambio paradigmático,
lación de la responsabilidad ~e los profesionales en el Código Civil y Co-
mercial, p. 466.- 709. Responsabilidad de los médicos, p. 471.- 710. p. 497.- 742. La revisión de los presupuestos clásicos, p. 499
Responsabilidad de los abogados, p. 471 .-711. Responsabilidad de los § 12.- Responsabilidad por afectación de derechos personalísimos ............ 501
escribanos, p. 472.- 712. Responsabilidad de los ingenieros, arquitectos
y constructores, p. 472.- 713 . Responsabilidad de los profesionales de A.- Intromisión en la vida privada...................................... ... .............. 501
ciencias económicas, p. 473 743. Protección a la vi~a privada, p. 501
§ 4.- Responsabilidad de las personas jurídicas ........................................... 473 B.- Publicaciones periodísticas 503
XXX ALEJANDRO BORDA (DI R.)
ÍNDICE GENERAL XXXI
744. Cuestionespreliminares, p. 503.- 745. La doctrina de la real mali-
la sentencia civil. Efectos, p. 524.- 774. Influencia de la sentencia civil
cia, p. 50~ .- 746. Otras cuestiones que deben valorarse, p. 504
sobre la criminal, p. 525
C.~Acusación calumniosa ........•...... ,... ...................... ............................ 505
§ 3.- Normas de Derecho Internacional Privado ..................................... .. 526
747. Noción, p. 505.-748. F~ctor de atribución. Prueba. Daño .repa-
rable, p. 505
CARLOS ALBERTO FossACECA (H)
§ 13.~ La responsa~ilidad de los hoteleros y establecimientos análogos...... 506 775. Nociones previas, p. 526.- 776. Método del Código Civil y Co-.
749. Concepto de hotelero y viajero, p. 506.- 750. Los establecimien- mercial: normas jusprivatistas internacionales de la responsabilidad civil,
tos análogos, p. 506.:-- 751. Objetos por los cuales responde el hotele- p. 528.- 777.Jurisdicción áplicable, p. 528.- 778. Derecho aplicable,
ro, p. 506.- 75:4. Cosas de gran valor, p. 506.- 753. Comienzo de la p.530
. responsabilidad, p. 507.- 754. Personas de cuyos hechos responde el
hotelero, p. 507.- 755. Eximentes de responsabilidad, p. SOJ.- 756.
Cláusulas de no responsabilidad, p. 508.- 757. Prueba, p. 508 CAPITULO XI
§ 14.-'-- Responsabilidad por'explosiones atómicas....................................... 508 OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD
758·. El d~sarrollo de la energía ~uclear. Noción de daño nuclear,
p. 508.- 759. Fundamento y extensión de la responsabilidad, p. 509 ALEJANDRO BoRDA
VI. DECLARACIÓN UNILATERAL DE VOLUNTAD .. .... . ... ... .. .. . .. .. ........... . .. . ...... .. .. .. 1.- Privilegios de gastos de conservación, mejora y construcción
567 (inc. a]) .................................................................... .' ............. . 589
§ 1.- Disposiciones generales .. ................. ................................................... ,,..
567 874. Noción, p. 589
836. Cuestión preliminar, p. 567.- 837. Reconocimiento y promesa de '(· J:"¡ ~ j
pago, p. 567.- 838. Cartas de crédito, p. 568 2.- Privilegios de créditos laborales (inc. b]) ................................. 590
§ 2.- Promesa pública de recompensa .. ................., .................................... . 875. Nociones generales, p. 590.- 876. ¿Subsist~n los privilegios re-
569 gulados en la Ley de Contrato de Trabajo?, p. 5~/l.- 877.l;'rivilegios
839. Noción, p. 569.- 840. El plazo. Caducidad y revocación, en la Ley de Contrato de Trabajo (LCT), p. 59ái-"'- 878. Derecho de
p. 569.- 841. Atribución de la recompensa; p. 570.- 842. Gratuidad persecución, p. 591.-879. Subrogación, p. 591
de la recompensa, p. 571
3.- Privilegios por impuestos, tasas y contribuciones (inc. e]) ...... . 591
§ 3.- Concurso público ........ ........................... ................................... ......... 572 880. Noción, p. 591
843. Noción, p. 572.- 844. Decisión del jurado, p. 573
4.- Privilegio del retenedor (inc. d]) ............................................ . 592
ÍNDICE GENERAL XXXV
XXXIV ALEJANDRO BORDA (DI R.)
884. Los privilegios comprendidos, p. 594 c.-Ámbitofalencial. ...... .................. .......................... ....... ....... ............ 613
C.- Extensión de los privilegios.... ............... ..... ..... ....................... ....... .. 596 928. Concurso o quiebra del acreedor de la restitución, p. 613
885. Cuestión preliminar, p. 596.-886. Principio general, p.596.- 887. D.- Extinción .... ................................. ......................... ....................... . 613
Intereses (art: 2583, incs. a] y b]), p. 596.- 888. Costas (art. 2583, inc. 929. Enumeración ejemplificativa, p. 613.-930. Modalidades, p. 614
e]), p. 596.- -889. Créditos sin privilegio ~~ cuanto a los intereses y cos-
tas, p. 596.- 890. Privilegios establecidos por una normativa especial
(art. 2583, inc. d]), p. 597.- 891. Supuesto especial de la prenda con
registro, p. 597
D.- Orden de los privilegios ................. .'. .'...... .......... .... ........ ........... ..... .. 597
892. Complejidad del problema, p. 597.- 893. Solución adopta-
da, p. 597.- 894. Hipótesis del art. 2582, inc. f) (art. 2586, inc. a]),
p. 598.- 895. Retenedor (art. 2586, inc. b]), p. 598.- 896. Garan-
tías reales (art. 2586, incs. e] y e]), p. 598.- 897. Supuesto especial
de warrant, p. 598.- 898. Supuesto especial de prenda con registro,
p. 599.- 899. Créditos fiscales y de construcciones (art. 2586, inc. d]),
p. 600.-900. Privilegios de un mismo rango que afecten idénticos bie-
nes (art. 2586, inc. f]), p. 600
E.- Reserva de gastos \ 601
901. Noción, p. 601
§ 3.- Los privilegios en la Ley de Concursos.................. ............................ 601
902. Distintas clases de privilegios, p. 601 .- 903. Créditos nacidos en el
concurso, p. 601.- 904. Créditos con privilegio especial, p. 602.-905.
Créditos con privilegio general, p. 602.- 906. Créditos comunes o qui-
rografarios y créditos subordinados, p. 603.- 907. El sistema falen-
cial de privilegios en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia,
p. 604
§ 4.- Extinción ............................................ :-. .............................................. 605
908. Distintas causas, p. 605
§ 5.- Derecho de retención ....... ... .............................................................. . 605
-<.
909. Concepto, p. 605.- 910. Ubicación legislativa, p. 606.-911. Con-
diciones del ejercicio, p. 606.- 912. Quid de los actos a títuio gratuito,
p. 607.- 913. Caracteres, p. 607.- 914. Naturaleza jurídica, p. 607
A.- Casos en que es ejercible 608
\
915. Principio general, p. ~08.- 916. Supuestos particula-
res, p. 608.- 917. Relaciones de poder, p. 608.- 918. Tenencia,
p. 609.-919. Pago por subrogación, p. 610.-920. Aplicaciones juris-
prudenciales del principio general, p. 610
B.- Eftctos ..................... ..... ................... :.. .......: .... .. .... :.:;... ................ .. 610
1.- Derechos .................................:, ............................................. . 610
PRóLOGO A LA PRIMERA EDICIÓN
Cierto es que, desde hace más de una década, junto con nuestra hermana
Delfina, veníamos haciéndolo, incorporando las modificaciones legislativas y
las nuevas líneas de pensamiento que surgían de la jurisprudencia y la doctrina,
procurando siempre no tergiversar su pensamiento.
Con esta idea encaré la redacción de este libro referido a las Obligaciones.
Y no lo hice solo, sino junto con cuatro valiosos profesores que compartieron
estas premisas (la metodológica y el aprovechamiento de los textos valiosos de
mi padre), quienes -además- con gran humildad aceptaron todas las modi-
ficaciones que les propuse a sus respectivos aportes.
Por ello, mi profundo agradecimiento a Carlos Alberto FossACECA (h),
Fernando Alfredo UBIRÍA, Enrique C. MüLLER y Cristian WERLEN. El trabajo
de ellos y las ideas que incorporaron han sido fundamentales para el resultado OBLIGACIONES
de esta obra.
~
Procuramos hacer un libro que, respetando en gran medida el método de
BoRDA, tuviera en cuc:;nta el sistema del Código Civil y Comercial: A~í, por
ejemplo, se eliminó el capítulo referido a las moqalid~des de las obligaciones,
que el Código ha tratado como modalidades de los actos jurídicos, y por tan-
to materia propia de la Parte General. Otro ejemplo es la conformación de
un capítulo referido a otras fuentes de la responsabilidad, de acuerdo con el
sistema legal, lo que era tratado por mi padre dentro de las responsabilidades
especiales. Por otra parte, como uno de los objetivos prioritarios que tuvimos
fue el de hacer un libro fácilmente accesible a los alumnos, evitamos las notas
al pie de página; sólo consignamos aquellas que nos parecieron importantes y
dentro del propio texto. l._
No puedo terminar estas líneas sin dejar de agradecer especialmente a mi
padre, en muchos aspectos autor principal de este libro. Una vez más su obra
me ha permitido mantener ese fecundo diálogo que su muerte no ha podido
interrumpir. Su pensamiento, su búsqueda de la justicia que se refleja en sus
escritos, sigue iluminando mi vida. Su espíritu motivador continúa impulsán-
&~. .
ALEJANDRO BoRDA
Buenos Aires, diciembre de 2016
J
CAPÍTULO 1
picio para la unificaci~n de las legislaciones. Hay que reconocer, empero, que
tras en materia de derechos individuales, personas jurídicas, familia y dere-
pese al esfuerzo de los juristas y a las mínimas diferencias que sería necesario
chos reales, las transformaciones operadas desde el derecho romano han sido
zanjar, los resultados hast~ ahora son pobres.
profundas y sustanciales, en lo que atañe a obligaciones el derecho moderno
conserva sustancialmente la teoría elaborada por los grandes jurisconsultos de El esfuerzo más notable en este sentido es quizás el Proyecto de Código de
la época clásica. las Obligaciones francoitaliano que, aprobado en 1927 por la Comisión de ju-
ristas encargada de su redacción, no tuvo después sanción legislativa, si bien el
Pueden señalarse, es verdad, algunas transformaciones y la incorporación
1
Código Civil italiano de 1942 lo adoptó con muy ligeras modificaciones. Más
de nuevos principios: así, por ejemplo, se advierte un mayor intervencionis- modesta en sus alcances, pero de resultados más positivos, ha sido la unifica-
mo del Estado en los contratos entre particulares (aunque, desde luego, Roma ción llevada a la realidad, de las legislaciones de Suecia, Noruega y Dinamarca,
no desconoció ese intervencionismo, bien que no con la extensión actual); la sobre letras de cambio, derecho marítimo, cheques y agentes de comercio.
idea de culpa como fundamento de la responsabilidad extracontractual, ha sido
En América la unificación del derecho privado ha sido incluido en el Pro-
completada y vigorizada con la teoría del riesgo creado y de la actividad riesgo-
grama de Unión Panamericana; propósito luego reiterado en sucesivas con-
sa o peligrosa por su naturaleza; se recepta el deber de evitar que se produzca
ferencias internacionales. En la 8a Conferencia, reunida en Lima en 1938, se
un daño o de disminuir su magnitud (morigeración); la lesión, admitida en creó una comisión permanente de juristas encargada de la unificación del dere-
Roma, se aplica hoy en casi todo el mundo sobre la base de principios más cho privado y se asignó a la Universidad de San Marcos el papel de organismo
amplios y gene,rales; los derechos subjetivos han dejado de ser una potestad
centralizador de los trabajos. ·
absoluta e incausada, y hoy se los concibe como una facultad enderezada hacia
un fin lícito y de la cual no se puede abusar, el principio del abuso del derecho, Iguales anhelos se han exteriorizado en las conferencias interamericanas
ignorado en Roma, hoy tiene vigencia universal; por último pueden señalarse de abogados.
como novedades dentro de esta parte del derecho, la teoría de la imprevisión,
Cabe mencionar el importante aporte prestado a la tarea de unificación
la declaración unilateral como fuente de las obligaciones, el surgimiento de los por el Instituto de Derecho Comparado de Lyon, fundado en 1921 por LAM-
contratos de consumo como categoría especial de regulación, etcétera. BERT; el Instituto de la Universidad de París, creado por CAPITANT y LEVY
ULLMAN; el Instituto de Estudios Legislativos de Roma; el Instituto Hispano-
Hemos aludido entre las tendencias modernas, a la del intervencionis-
mo del Estado en los contratos, cuya justificación general es la necesidad de Portugués-Americano, de Madrid, etcétera.
proteger a los débiles, es decir, a los que en una relación ;:ontractual libre se
encontrarían en una situación de inferioridad. Aunque de carácter general y
11. Tendencia hacia la unificación interna. Objetivo logrado
encaminada en todas partes a satisfacer los intereses de las grandes masas, es
desde luego más acentuada en los países totalitarios, en los que forma parte Desde que el derecho comercial se desprendió del civil, ambas legislaciones
del engranaje de la "economía dirigida", puesta al servicio no sólo del bienestar mantuvieron su régimen autónomo en materia de obligaciones y contratos.
popular, sino también del poderío económico y militar y de fines imperialistas. Pero desde mediados del siglo pasado se vino poniendo en tela de juicio esta
También, en los regímenes capitalistas, se observa la instauración de una nueva separación; una poderosa corriente doctrinaria sostuvo que no hay ninguna
modalidad de contratación: los contratos de consumo, en donde se tiende a causa fundamental para no establecer un régimen úniCo, pues no existe dife-
tutelar al consumidor y fijar reglas precisas y claras en pos de esa defensa. rencia sustancial, en esta materia, entre la legislación civil y comercial. La ley
de unificaci9n de la legislación civil y laboral (vetada por el Poder Ejecutivo) de
1991 y los proyectos del Poder Ejecutivo de 1993 y de la Cámara de Diputados
10. Tendencia a la unificación internacional del mismo año y el proyecto del Poder Ejecutivo Nacional de 1998, responden
todos a este criterio.
Por la misma razón señalada por ALBERTARIO, de que la teoría de las obli-
gaciones está menos ligada que cualquier otra teoría jurídica a un ambiente Finalmente, a través de la sanción de la ley 26.994, se aprobó el Código
Civil y Comercial de la Nación que ha concretado la unificación en materia
histórico, es dable observar una extraordinaria similitud en la legislación com-
parada, en lo que atañe a su régimen jurídico. Es éste, por taq.to, un campo pro- civil y comercial.
12
ALEJANDRO BORDA (DIR.)
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES 13
§ 2.- EL MÉTODO
el derecho moderno fue legislar sobre una teoría general de las obligaciones,
12. Ubicación de las obligaciones en el derecho civil consideradas en sí mismas y con independencia de sus fuentes. Veamos los
antecedentes históricos.
El problema de la ubicación de las obligaciones dentro del derecho civil (o
sea, la llamada "metodología externa" de las obligaciones), no tiene en verdad Las Institutas tratan de las cuatro fuentes que originan las obligaciones
mayor importancia, porque los problemas esenciales del Derecho no son los (contrato, cuasi contrato, delito y cuasi delito) y luego sobre cada uno de los
contratos (Libro 3°); finalmente, legislan sobre las obligaciones que nacen de
de método, sino los de concepto. Pero no puede desconocerse el interés que
los delitos y cuasidelitos.
presenta la cuestión, sobre todo en materia de enseñanza y conocimiento.
En las Institutas, las obligaciones están ubicadas al final, en el 3° y 4° Li- DoMAT trata en el Libro 1° de su obra sobre "Las leyes civiles en su orden
bros, luego de las personas, la familia, las cosas, el derecho de propiedad y las natural" de las obligaciones voluntarias y en el Libro 2° de las obligaciones que se
forman sin convención (delitos y cuasi delitos). ·
sucesiones. No mucho mejor es el método del Código Napoleón, que trata en
el libro tercero "De los diferentes medios de adquirir el dominio", y en el que se El Código Napoleón, no obstante antecedente tan importante, no trató
incluyen las sucesiones y las obligaciones y contratos. El Código de Chile trató independientemente la teoría general de las obligaciones.
las obligaciones en el 4° y último libro, siguiendo así la idea de las Institutas y
del Código Napoleón, pero perfeccionando el método, pues reservó este libro Los romanistas modernos (THIBAUT, ZACHARIAE, SAVIG~Y, PucHTA,
para las obligaciones y contratos, separándolos de las sucesiones. WINSCHEID) adoptan y perfeccionan la idea de PoTHIER, sistematizando la
teoría general de las obligaciones, con independencia de sus fuentes. Este mé-
El Código alemán de 1900 presenta la gran innovación de un primer libro todo fue luego seguido por el Código de Chile y por FREITAS, de quienes lo
dedicado a la Parte General; en los libros siguientes trata de las obligacio- tomó VÉLEz; hoy es seguido por todo~ los códigos modernos.
nesy contratos, derechos reales, familia y sucesiones. El Código italiano trata
nuestra materia eh el Libro 4° después de las personas, la familia, sucesiones y El Código Civil velezano trató de la teoría general de las obligaciones en
derechos reales. Suiza ha legislado sobre obligaciones en Código por separado. la Sección 1a, Libro 2; la Sección 2a del mismo libro legisló sobre "Los hechos
y actos jurídicos que producen la adquisición, modificación, transferencia o
El Código Civil de cuño velezano trató esta materia en el libro segundo, extinción de los derechos y obligaciones", y la Sección 3a resultó dedicada a
después de personas y familia (libro primero) y antes de los derechos reales los contratos.
(libro tercero) y de sucesiones, privilegios y prescripción (libro cua-rto). El Co-
dificador se inspiró en FREITAS y su métod~ importó un gran avance respecto Dijimos ya que el gran acierto de VÉLEZ fue sistematizar la teoría general
de los antecedentes, particularmente el Código Napoleón. de las obligaciones; pero su método no está exento de críticas: a) En primer
término, trató de los hechos y actos jurídicos a continuación de las obligaciones
El Código Civil y Comercial de la Nación disciplina la materia de las en general y antes de los contratos, cuando en realidad es una materia con la
obligaciones en el Libro Tercero. Le antecede un Título Preliminar y los libros que debió formarse una Parte General o, por lo menos, legislada antes que las
sobre Parte General (Libro Primero) y derecho de familia (Libro Segundo). obligaciones, dada su naturaleza más amplia y comprensiva de éstas. b) Trató
Posteriormente se regla los derechos reales (Libro Cuarto), sucesiones (Libro de la condición, el plazo y el cargo junto con las obligaciones, cuando en rea-
Qyinto), prescripción, especialmente la modalidad liberatoria, privilegios, de- lidad son modalidades de los actos jurídicos en general. e) Lo mism,o puede
recho de retención y normas de derecho internacional privado (Libro Sexto). decirse de la renuncia, que debió tratarse junto con los actos jurídicos.
Es digno de señalar que los contratos han sido tratados como la fuente princi-
pal de las obligaciones. Tales incongruencias han sido resueltas satisfactoriamente en el Código
Civil y Comercial: a) Se ha regulado la materia de los actos jurídicos dentro de
En nuestra enseñanza se ha seguido el método del Código Civil alemán. la Parte General (Título IV, Libro Primero) mientras que se ha reservado el
Libro Tercero para el campo de las obligaciones y sus fuentes, entre las cuales
13. Metodología "interna" se destaca el contrato; l5) se ha disciplinado adecuadamente a la condición,
plazo y cargo como modalidad de los actos jurídicos (Capítulo 7, Título IV,
Más importante que la ubicación dentro del derecho civil es el ordena- Libro Primero); e) la renuncia juntamente con la remisión han sido tratados
miento interno de la materia de las obligaciones. La gran nov;edad operada en como modos de extinción de las obligaciones (Sección sa, Capítulo 5, Título I,
Libro Tercero).
14 ALEJANDRO BORDA (DIR.) TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES 15
§ 3.- ELEMENTOS DE LA OBLIGACIÓN De la norma transcripta podemos establecer que sus características esen-
ciales son las siguientes:
14. Enumeración
a) Se reafirma el carácter de las obligaciones propter rem como obligaciones
Los elementos de la obligación son el sujeto activo o acreedor, el sujeto inherentes a la posesión de la cosa. Implica que al adquirirse la posesión, el
pasivo o deudor, el objeto y la causa. Nos ocuparemos también acerca de si la sucesor se transforma en acreedor o deudor de ella. Debe ser mirado tanto su
posibilidad de compulsión constituye un elemento. aspecto activo (crédito) como pasivo (deuda).
nomía ha sugerido situarla como una situación inten¡nedia entre los derechos 8.- EL OBJETO
personales y reales, aunque -como veremos- no constituye un derecho real,
sino, propiamente una obligación. 17.Noción
Resulta necesario detenerse en el art. 1937. Éste dispone: Transmisión de El objeto es la conducta a través de la cual se cumple la obligación contraí-
obligaciones al sucesor. El sucesor parti(ular sucede a su antecesor en las obligaciones da. En otras palabras, es la prestación prometida por el deudor. Este concepto
inherentes a la posesión sobre la cosa; pero el sucesor particular responde sólo con la resulta claro cuando se trata de obligaciones de hacer o no hacer; aquí el objeto
cosa sobre la cual recae el derecho real El antecesor queda liberado, excepto estipula- es exclusivamente una conducta· humana. Pero la idea se vuelve menos nítida
ción o disposición legal en las obligaciones de dar. ¿Cuál es aquí el objeto? ¿La cosa misma prometida
16 ALEJANDRO BORDA (O IR.) TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES 17
o la conducta del que promete entregarla? Para la doctrina tradicional, cosa y puesto que, en términos absolutos, hacer una escultura o un cuadro es per-
objeto se confunden en este supuesto; en otras palabras, en las obligaciones fectamente posible; en tal hipótesis, la obligación no es nula, sino que ante el
de dar, el objeto es la cosa prometida; en las obligaciones de hacer o no hacer, incumplimiento se resuelve en la reparación de los daños causados.
es la conducta del deudor tenida en vista al obligarse. Pero este punto de vista
fue objetado por quienes, partiendo del principio de que las relaciones jurídi- b) Debe ser lícito. Todo objeto contrario a la ley produce la nulidad de la
cas sólo se dan entre personas, sostienen que el objeto de tales relaciones sólo obligación. Así, por ejemplo, no se puede contratar latransmisión de cosas que
puede ser conducta humana: en las obligaciones de dar, lo mismo que en las estén fuera del comercio (arts. 234, 279 y 1004); no se puede hipotecar una
de hacer o no hacer, el objeto es la actividad prometida por el deudor. En este cosa mueble (art. 2205); ni prendar un inmueble (art. 2219), etcétera.
supuesto, entregar la cosa. La cosa será cuanto más el objeto del objeto. e) Debe ser determinado, puesto que no sería posible constreñir al deudor
Esta tesis ha sido objeto de críticas vivaces. CARNELUTTI propone el ejem- al pago de una cosa o un hecho si no se puede precisar cuál es la cosa o hecho
plo de la venta de un cuadro y afirma que el sentido común indica que el objeto debido. Tal es lo que ocurre cuando la obligación tiene por objeto un cuerpo
de esa relación es el cuadro; la acción del deudor por la cual lo entrega, no es cierto. Así, por ejemplo, no se concebiría un contrato de compraventa que ver-
el objeto de la relación sino el medio en virtud del cual la relación se cumple sare sobre "un inmueble", sin precisar de qué inmueble se trata; el deudor es
y agota. De no ser así, agrega, cuando el deudor no' cumple y ha de acudirse a consciente que debe realizar una prestación positiva, entregar al comprador el
la ejecución forzosa, se tendría que aceptar que al faltar el acto voluntario del referido inmueble y no otro.
deudor, habría desaparecido el objeto y que lo que recibiría el acreedor sería un
Otras veces, el objeto será determinable: la individualización se llevará a
subrogado de aquél.
cabo en un momento posterior al nacimiento de la obligación y antes o simul-
Lo que no distingue la crítica de CARNELUTTI es la distinción que debe táneamente al cumplimiento. La realidad muestra una gran variedad de ejem-
establecerse entre el objeto de la obligación y el objeto del contrato. Consiste plos: verbigracia, cuando se le permite a un tercero determinar el contenido de
la primera en una conducta que tiene como fin satisfacer el interés patrimonial la prestación en el futuro.
o extrapatrimonial del acreedor; como comportamiento puede estar referido o
d) Debe ser conforme a la moral y a las buenas costumbres. Nos referire-
no a una cosa. La segunda, en cambio, se encuentra constituida por el bien que
aspira obtener el acreedor. En el ejemplo brindado por CARNELUTTI el objeto mos a esta cuestión en el nro. 20.
de la obligación radicaría en una prestación de dar mientras que el del contrato e) Debe ser susceptible de valor económico y debe corresponder a un inte-
de compraventa se encontraría en el propio cuadro a entregar. rés patrimonial o extrapatrimonial del acreedor. La importancia de estos últi-
mos requisitos hace preciso tratarlos por separado.
18. Caracteres que debe reunir
L
El art. 725 del Código Civil y Comercial establece que: Requisitos. La pres-
19. ¿El objeto debe te~er contenido patrimonial?
tación que constituye el objeto de la obligación debe ser material y jurídicamente po-
sible, lícita, determinada o determinable, susceptible de valoración económica y debe El art.1169 del Código Civil velezano establecía que el objeto de los con-
corresponder a un interés patrimonial o extrapatrimonial del acreedor. tratos debía consistir en la entrega de una cosa o el cumplimiento de un hecho
susceptible de apreciación pecuniaria. Esta disposición siguió la idea clásica,
De esta disposición se deduce que el objeto debe llenar las siguientes con-
diciones: que encuadraba estrictamente el concepto de obligaciones en el campo de los
derechos patrimoniales. Contra esta doctrina levantó su protesta lHERING en
a) Debe ser posible. En efecto, nadie puede ser obligado a pagar o hacer un famoso trabajo, que tuvo gran repercusión. En la doctrina moderna no se
imposible. Pero la imposibilidad que anula la obligación debe ser absoluta. No duda ya de que las relaciones obligacionales pueden tener en vista proteger
basta, por consiguiente, que el objeto resulte imposible para un deudor de- otros intereses que no los puramente económicos. La educación de los hijos, el
terminado, ya sea por falta de aptitudes o capacidad personales, o por otras sostenimiento de hospitales, escuelas, bibliotecas, etcétera, constituyen el fun-
razones circunstanciales. Es necesaria una total imposibilidad, sea física ojurí- damento de contratos frecuentísimos. No se exige, pues, que el acreedor tenga
dica. Si una persona que carece de condiciones artísticas se obliga a realizar un un interis pecuniario. Pero ello lfO quiere decir que las obligaciones puedan ser
retrato o una escultura, no podrá alegar más tarde la ineficacia de la obligación ajenas al patrimonio. La cuestión se aclara distinguiendo entre la prestación
por su imposibilidad de cumplir con la tarea para la cual se ha comprometido, u objeto de la obligación, que siempre debe tener contenido patrimonial y el
18 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES 19
interés protegido, que puede ser humano, cultural, científico, moral; basta que
ahí que no puedan tener un objeto contrario a la moral; aunque el art. 725 no lo
sea digno de tutela. Pero la prestación en sí debe ser siempre susceptible de
consigne, es de aplicación el art. 279 que versa sobre el objeto del acto jurídico.
valoración económica porque de lo contrario no sería posible la ejecución del
patrimonio del deudor. Ahora bien, ¿cuándo debe reputarse que un acto es contrario a las buenas
costumbres?
La idea ha sido expresada con claridad en el Código italiano: "La presta-
ción que forma el objeto de una obligación debe ser susceptible de valoración Según una opinión muy generalizada, las buenas costumbres a que la ley se
económica y debe corresponder a un interés del acreedor, aunque no sea patri- refiere son la moral media de un pueblo en un momento dado.
monial" (art. 1174). Y, como ya hemos visto, ha sido seguida por el art. 725 del
Este criterio llamado sociológico, ha motivado agudas y certeras críticas.
Código Civil y Comercial: puede corresponder tanto a un interés patrimonial
como extrapatrimonial. La moral no es cuestión que deba resolverse según criterios mayoritarios o
de masa. El resultado, dice EsMEIN, sería la consagración de prácticas inmo-
Es necesario agregar, sin embargo, que este modo de enfocar el problema rales toleradas e inclusive favorecidas por la gran mayoría. El juez, añade, no
desbroza las dificultades pero no las concluye. En verdad, estas dificultades debe seguir a la masa cuando ella se extravía, sino por el contrario, dirigirla,
quedan ahora trasladadas a esta pregunta: ¿cuándo la prestación tiene o deja de no haciendo prevalecer concepciones personales aisladas, sino apoyándose en
tener carácter patrimonial? Es clásico el ejemplo de la persona que se obliga a los elementos sanos de la población, guardianes de una tradición ya probada.
no tocar el violín durante las horas de reposo de su vecino. Por lo pronto, se ad- Expresando ideas concordantes, hace notar SIOUFI que no cabe concebir al
mite que la posibilidad de valoración económica no existe solamente cuando la cristianismo como producto del medio social, ya que éste era totalmente hostil
prestación tiene un contenido patrimonial intrínseco, sino también cuando la a los nuevos principios, al punto de que los que lo propagaron debieron pagarlo
recibe de la naturaleza de la contraprestación o de una valoración hecha por las con su sangre. En suma, la moral no se mide cuantitativamente.
partes, como en el caso en que se conviene una cláusula penal. En el ejemplo Según RIPERT, el criterio, llamado sociológico, es elástico, impreciso y no
dado, no hay duda de que la obligación de no tocar el violín recibiría contenido conduce a ningún resultado positivo; para él, la medida de la moralidad de un
económico si el vecino se obligara a pagar una mensualidad al violinista para acto está dada por la moral cristiana.
que no toque o si éste admitiera el pago de una pena para el caso de infringir su
deber de abstención. Pero, de acuerdo con GIORGIANNI, pensamos que el pro- Si se profundiza el análisis de esta divergencia, no es difícil advertir que
blema debe ser resuelto s.obre bases más auténticas, vinculadas con el concepto ambos puntos de vista no difieren esencialmente, en su incidenCia práctica,
mismo de patrimonialidad de la prestación. Según este autor, la afirmación de por lo menos en los pueblos de civilización occidental, cuyo espíritu ha sido
que una prestación es valorable pecuniariamente significa que, en un deter- moldeado bajo la influencia bimilenaria de la moral cristiana; si bien es preciso
minado ambiente jurídico social, los sujetos están dispuestos a un sacrificio reconocer que el criterio sociológico tiene proclividad a un exceso de tolerancia
económico para gozar de los beneficios de aquella prestación y que esto puede y a que los jueces depongan su papel de guardianes de la conducta moral de los
tener lugar sin ofender los principios de la moral y de los usos sociales. Así, la individuos en sociedad. Mantener enérgicamente la antorcha de la moral, cui-
energía física del hombre es un bien objeto de valorabilidad pecuniaria y puede dar del respeto de las buenas costumbres, es misión sagrada de los jueces. Pero
ser, por tanto, contenido de una prestación, mientras que podría concebirse también el extremo contrario es malo. El juez no debe aplicar un criterio muy
un ambiente jurídico-social en el que tal valorabilidad faltara, reconociéndose riguroso para juzgar la moralidad de un acto; sólo cuando éste choca abierta-
así a la persona humana mayor nobleza. Algo de esto ocurría en el derecho mente contra la moral cristiana, debe declararse su invalidez. De lo contrario "1-
romano, en que las prestaciones relativas a las profesiones liberales no eran se entraría en un terreno resbaladizo y peligroso, pues, desgraciadamente, la
pecuniariamente valorables. A la luz de estas consideraciones, la obligación de perfección moral no es patrimonio del ser humano. Eljuez debe apreciar el caso
no tocar el violín es claramente patrimonial. con el criterio de un hombre honorable y prudente.
Finalmente, en materia de actos gratuitos, se rechaza la noción de causa del animus donandi, abstracto y vacío, de la doctrina clásica, sino de los motivos
por falsa pues confunde causa con motivo; y por inútil porque la falta de inten- concretos que inspiraron la liberalidad.
ción se mezcla con la falta de consentimiento y no existiendo consentimiento
no puede perfeccionarse el contrato. 26. Distinción con los motivos
Entre nosotros, la tesis anticausalista ha sido sostenida por BIBILONI, SAL- Es necesario no confundir la causa con los motivos que han impulsado a
VAT, GALLI, LLAMBÍAs -y SPOTA. contratar. La primera es el fin inmediato, concreto y directo que ha determi-
nado la celebración del acto; los motivos son los móviles indirectos o remotos,
25. La doctrina moderna que no se vinculan necesariamente con el acto. Así, por ejemplo, en un contrato
de compraventa de un inmueble, la causa para el vendedor es el precio que
La tesis anticausalista está hoy en franca derrota; pero es necesario reco- ha de recibir; si ha realizado la operación con el ánimo de costearse un viaje
nocer que sus ataques contra el concepto clásico de causa han sido fructíferos, a Europa, éste sería un simple motivo que no afecta en nada el acto. Estos
porque han permitido ahondar el análisis del problema y lograr una concep- motivos, por ser subjetivos e internos, contingentes, variables y múltiples, son
ción más flexible y útil. En esta faena, la labor de la jurisprudencia ha sido imponderables y, por lo tanto, resultan jurídicamente intrascendentes. Es claro
primordial. Mientras los juristas se sentían perplejos ante los vigorosos ataques que un motivo puede ser elevado a la categoría de causa, si expresamente se
contra la teoría de la causa, los jueces seguían haciendo una aplicación cons- le da tal jerarquía en el acto o si la otra parte sabía que el acto no tenía otro
tante y fecunda de ella. Esto estaba indicando que la noción de causa era una fundamento que él. Un ejemplo, ya clásico, lo demuestra claramente: la compra
exigencia de la vida del Derecho. de un revólver se hace en vista de adquirir el arma. La causa es lícita, aunque
el móvil sea matar a un tercero. Pero si el vendedor sabía que el revólver se
Si la fuerza obligatoria de los actos jurídicos se hace residir exclusivamente
compraba con el fin de cometer un crimen, debe estimarse que la causa misma
en la voluntad de los otorgantes, es claro que la idea de causa resulta inútil: bas-
del contrato es inmoral.
ta el acto volitivo para explicar la obligación. Pero esta concepción es estrecha,
cuando no falsa. La tutela jurídica no se brinda a una voluntad cualquiera, vacía
e in~olora, sino a aquella que tiene un contenido socialmente valioso. La sola 27. Nuestra opinión
voluntad, escindida de un interés plausible que la determine, no es justificación
Por nuestra parte, adherimos a un concepto de causa que ha sido califica-
suficiente de la validez del acto jurídico, puesto que es un fin en sí misma.
do como dualista. Por un lado, existe una idea objetiva de causa, considerada
Qyien promete, dispone, renuncia, acepta, no tiende' pura y simplemente a
como la finalidad típica y constante de cada acto jurídico, con independencia
despojarse de un bien, transmitirlo, sino que mira a alcanzar una de las finali-
de la voluntad de los sujetos que los celebran; así, por ejemplo, la circulación de
dades prácticas típicas que rigen la circulación de los bienes y la pr~~stación de
bienes que constituye una finalidad de la compraventa. Por otro lado, la causa
los servicios en la vida de relación. El acto volitivo, para ser fuente de derechos
está integrada por todo lo que ha sido determinante de la voluntad de quien se
y obligaciones, debe estar orientado a una finalidad útil del punto de vista so-
obliga, siempre que esa finalidad esté incorporada expresa o implícitamente al
cial; en otras palabras, debe tener una causa o razón de ser suficiente. La idea
acto mismo. Por consiguiente, comprende los fines o móviles mediatos o per-
de justicia toma así el lugar que le corresponde en las relaciones contractuales.
sonales y, por tanto, eminentemente subjetivos, con tal que esos móviles inte-
Y precisamente, donde más fecunda se ha mostrado la noción de causa, es sir-
gren expresa o implícitamente la declaración de voluntad o sean conocidos por ....
viendo al ideal de justicia y moralidad en el Derecho.
la otra parte y, atentas las circunstancias, deban ser tenidos como fundamento
Según la doctrina más difundida, causa es el fin inmediato y determinante de la volición. Y si se tratara de actos gratuitos, la causa será el ánimo liberal y,
que han tenido en mira las partes al contratar, es la razón directa y concreta de además, la razón inmediata por la cual esa liberalidad se hace (amistad, paren-
la celebración del acto, y precisamente por ello resalta para, la contraparte, que tesco, deseo de ayudar al necesitado, de contribuir a una obra benéfica, etc.).
no puede ignorarla. En los contratos onerosos, la causa para cada uno de los Como en el caso anterior, ese motivo de la liberalidad no puede considerarse
contratantes será la contraprestación del otro, integrada por todos los elemen- como causa si no integra expresa o implícitamente la declaración de voluntad.
tos que han sido determinantes del consentimiento. En los actos gratuitos, la Lo que no está expresado en el contrato, lo que no está implícito en la declara-
causa será el propósito de beneficiar a un amigo o pariente, a alguien con quien ción de voluntad o en 1~ naturaleza.del acto, no puede considerarse como causa
se mantiene una deuda de gratitud, o simplemente a un extraño; o bien el de- final determinante; cuanto más serán motivaciones íntimas, inaprensibles e
seo de crear una institución benéfica o de ayudar a las existentes. No se trata ya indiferentes en la vida del Derecho.
24 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES 25
De esta manera, separamos cuidadosamente el objeto de la causa. El pri-
mero designa la materia de la obligación, de la prestación debida, que es algo contrae una obligación en virtud de una determinada causa y luego resulta
exterior a la personalidad de las partes; el segundo forma parte del fenómeno que ésta no existe, falta la causa; y éste es, precisamente, un caso típico de
de volición. Un ejemplo pone en claro las ideas. He aquí un legado de cosa falsa causa. No se puede concebir que falte la causa sin vincular ese hecho
cierta. El objeto de este acto es entregar la cosa legada al legatario; la causa con un error, que hizo creer en la existencia de algo que en verdad no existía.
es el ánimo de hacer una liberalidad y, más aún, la voluntad de beneficiar a Un compromiso sin causa, dice CoLMET DE SANTERRE, sería un acto de
determinada persona porque ha sido el amigo íntimo o el pariente predilecto locura.
del testador.
Sin embargo, puede ocurrir que en el título de la obligación se exprese una
28. La cuestión en nuestro derecho causa que no es la verdadera; si ésta existe y es lícita, la obligación es siempre
válida (art. 282). Lo que interesa, en definitiva, es la causa real, no la aparente.
¿Es la causa un elemento autónomo y e'sencial de los actos jurídicos en
Esta cuestión se vincula con el problema de la simulación, materia propia de
nuestro derecho positivo? La cuestión estuvo controvertida durante la vigencia
del Código Civil velezano, dado la ambigüedad de sus textos. Las polémicas los vicios del acto jurídico, que se ponderará en el Capítulo 3.
que se suscitaron han desaparecido ante la presencia de preceptos categóricos
del nuevo Código Civil y Comercial. 31. Actos abstractos
Dispone al respecto el art. 281: La causa es elfin inmediato autorizado por el
En ciertos casos, por razones de seguridad jurídica, las partes tienen interés
ordenamiento jurídico que ha sido determinante de la voluntad. También integran
fa causa los motivos exteriorizados cuando sean lícitos y hayan sido incorporados al en que una declaración de voluntad tenga validez por sí, con independencia
acto en forma expresa, o tácitamente si son esenciales para ambas partes. de la existencia de la causa. Tal es el caso de los títulos al portador. Para que
éstos puedan desempeñar eficazmente su función económica, es necesario re-
También debe tenerse presente que la causa se ha tornado un requisito
conocerles validez por sí mismos; de ahí que el firmante de un cheque o un
esencial de los contratos (art. 1012).
pagaré no puede oponer a los terceros, que han venido a entrar en posesión
del documento, una excepción fundada en la falta de la causa. Por voluntad
29. Presunción de la existencia de la causa
de los otorgantes, esas obligaciones quedan desvinculadas de su causa; sólo así
Establece el art. 282 que aunque la causa no esté expresada en el acto, se pueden servir como medio de pago, en cierta manera asimilable al dinero, que
presume que existe, mientras el deudor no pruebe lo contrario. tienen en.la práctica de los negocios.
La solución de nuestra ley es perfectamente lógica; los hombre'sno se obli- Pero no ha de creerse que estos actos abstractos carezcan de causa; por
gan ni actúan en el campo del Derecho porque sí, sin motivo o causa valedera,
el contrario, la tienen, como debe tenerla necesariamente todo acto jurídico,
porque ello sería irrazonable. Además, una razón de buena fe y de seguridad en
sólo que la excepción de falta de causa no puede ser opuesta, aunque nacen
los negocios obliga a reconocer efectos jurídicos a las declaraciones de vólun-
tad, mientras no se pruebe que adolecen de algún defecto legal que las invalide. otros derechos. Si, por ejemplo, una persona otorga un pagaré a otra, cre-
~
Por ello se presume la existencia y licitud de la causa. Pero queda a salvo el yéndose deudor de ella, cuando en realidad no lo es, la obligación carece de
derecho del deudor de demostrar que no es así. causa y el firmante, si bien deberá pagar, tendrá derecho a repetir lo pagado
en un juicio ordinario posterior; y si el documento hubiera sido negociado
30. Falta de causa y falsa causa y el firmante hubiera tenido que pagarlo a un tercero, también podrá de-
mandar la repetición de su importe contra la persona a quien le entregó el
Importando la causa un requisito esencial de los actos jurídicos, la falta de documento.
ella implica la nulidad del acto.
Por ello es que el art. 283 establece que, en los actos abstractos, no podrá
En teoría se ha pretendido distinguir la falta de causa de la falsa causa.
Pero es evidente que ambas hipótesis se confunden. Cuando una persona declararse la inexistencia, falsedad o ilicitud de su causa mientras no se hayan
cumplido, a menos que la ley disponga lo contrario.
26 ALEJANDRO BORDA (OIR.) TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES 27
1
1
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES 29
28 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
en este último caso tiene plena obligatoriedad una vez declarada la voluntad
por su calidad de tal y que ningún legislador podría negarle, no podemos dejar
común.
de ver en la voluntad de las partes una fuente autónoma del Derecho. Esta
potestad del hombre de contraer compromisos, este deber de cumplir con la El estudio de esta importantísima materia es el objeto del curso de contra-
palabra empeñada, no podría ser desconocido por la ley porque se trata de un tos (véase BoRDA; Alejandro y otros, Derecho Civil Co~tratos, La Ley, 2016).
derecho natural.
b) En la doctrina clásica se llamaba .cuasicontrato a ciertos hechos volunta-
Lo cual no significa, por cierto, negar el papel de la ley incluso en materia
rios lícitos, que por efecto de la ley producen efectos análogos a los contratos,
contractual. Los contratos, para ser válidos, deben ajustarse a ella. No puede
aunque no hay acuerdo de voluntad. El ejemplo típico es la gestión de negocios
desconocer el derecho de contratar, pero sí reglamentado, para evitar abusos,
que produce efectos similares al contrato de mandato. La doctrina moderna
injusticias, opresión de los débiles. '
rechaza esta figura jurídica, cuya impropiedad es evidente; si lo esencial en el
contrato es el acuerdo de voluntades, resulta inadecuado asimilar a él una si-
35. Régimen en el Código Civil y Comercial
tuación jurídica en que falta tal acuerdo. Otro ejemplo es el empleo útil, el cual
El art. 726 ha optado por asentar el principio general, sin proceder a una existe cuando alguien, sin ser mandatario ni gestor de negocios, hace gastos en
enumeración particular de las especies de fuentes: "No hay obligación sin causa". utilidad de otra persona.
~iere decir que la obligación se torna consecuencia de un hecho idóneo que
El cuasicontrato ha quedado hoy absorbido por otra fuente, más amplia
la produzca, de acuerdo a las disposiciones del ordenamiento jurídico.
y más rigurosamente jurídica, que es la voluntad unilateral. No obstante, el
Código Civil y Comercial las distingue.
36. Prueba de la existencia de la obligación
e) Los hechos ilícitos se clasificaban tradicionalmente en delitos y cuasi-
Uno de los principios fundamentales del ordenamiento jurídico radica en delitos. En los primeros media intención de producir el daño; en los segundos
la libertad humana. Tal motivo conduce a que no se presume la existencia de no hay intención, sino solamente culpa. Tales ideas se remontan al derecho
una obligación como tampoco la constitución de un derecho real. Pero probada romano.
que sea la obligación, se presume que nace de fuente legítima mientras no se
acredite lo contrario (art. 727, in fine). En la actualidad, el Código Civil y Comercial prescinde de esta catego-
ría. En lugar de ello, se ha hecho hincapié en las funciones de
'1
resarcimiento
Las consecuencias de este principio de libertad conducen a que se haya y prevención de la Responsabilidad Civil; a las dos mencionadas, habría que
establecido una interpretación restrictiva sobre la existencia y extensión de las adicionarle la función disuasoria, prevista de manera expresa en la legislación
obligaciones. Por ejemplo, ante la duda de la' presencia de un cargo en una do- consumerista.También, se le ha dado mayor importancia a los factores de atri-
nación, debe considerarse su inexistencia. Si no hay rastros de la constitución bución objetiva.
de un plazo para cumplir la obligación, debe estimarse que la prestación puede
ser exigida en forma inmediata. d) Hay enriquecimiento, sin causa cuando una persona experimenta un au-
mento patrimonial y otra sufre un empobrecimiento correlativo, sin que medie
una causa jurídica legítima y no exista ninguna otra opción al respecto.
37. Breve noción de cada fuente
e) La declaración unilateral de voluntad consiste en la manifestación emitida
Sin perjuicio de su desarrollo posterior, daremos un concepto sencillo de por una persona a fin de que produzca efectos jurídicos, sin que sea necesario
las fuentes reguladas entre los Títulos II y V del Libro Tercero: que ocurra su aceptación. Se encuentra el ejemplo típico en la promesa J de
'
a) Contrato es el acuerdo de voluntades de dos o más personas, expresado recompensa.
en el acto jurídico, destinado a crear, regular, modificar, transferir o extinguir f) Los títulos valores son documentos que incorporan una obligación in-
relaciones jurídicas patrimoniales (art. 957); no es indispensable que el con- condicional e irrevocable de una prestadón y otorgan a cada titular de buena
trato, para ser tal, imponga obligaciones a ambas partes, aunque esto es lo que fe un derecho autónomo, es decir, no le pueden ser opuestas las defensas que
generalmente ocurre (contratos bilaterales: compraventa, locación, obra, etc.);
existan contra los anteriores portadores.
puede imponerlas a una sola de ellas (contratos unilaterales: donación). Aun
30 ALEJANDRO BORDA (DIR.) TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES 31
Con las enumeradas, no se agotan, ni con mucho, las obligaciones nacidas na (art. 1617), como el derecho ala vida, al honor, a la libertad, etcétera, o lo~>
ex lege. Ejemplo típico y muy importante, son todas las obligaciones que nacen derechos de familia (por ej., los derechos y obligaciones que surgen del matri-
del derecho de familia, de la situación de vecindad,, del régimen impositivo, monio, de la patria potestad, ,etc.), o la indemnización de las consecuencias no
etcétera. La ley es una riquísima fuente de obligaciones, que no puede ser patrimoniales provocada por la lesión a un derecho o interés -no reprobado
desconocida. - por el ordenamiento jurídico- sufrido por una persona (art.1741).
De las fuentes de la responsabilidad nos ocuparemos más adelante (caps. b) De una prohibición de la ley (arts. 398 y liS16); como ocurre con el dere-
VII a X). cho a alimentos futuros (art. 539), con la mayor parte de los beneficios de ca-
rácter social Qubilaciones y pensiones, indemnización por accidentes del traba-
jo, por maternidad, etc.), y con el derecho de habitación (art. 2160), entre otros.
§ 5.- TRANSMISIÓN DE LAS OBLIGACIONES .
e) De la voluntad de las partes expresada en el título de la obligación
A.- TRANSMISIÓN DE LAS OBLIGACIONES EN GENERAL
(art. 1616), o con palabras del Código Civil y Comercial, por estipulación vá-
lida entre partes (art. 398); así, por ejemplo, el locatario no puede transferir la
locación si el contrato se lo prohíbe.
38. Concepto y diversas formas
Hay transmisión de un derecho cuando una p~rsona sucede a otra como 8.- TRANSMISIÓN HEREDITARIA
titular de él. El acreedor o deudor ha cambiado, pero el derecho en sí mismo
permanece idéntico. Esa transmisión puede ocurrir por actos entre vivos o por 40. Transmisión hereditaria: evolución histórica
muerte del titult;Zr del derecho u obligación.
a) La transmisión por actos entre vivos puede originarse en un contrato En el derecho romano primitivo, derechos y obligaciones eran intransmi-
(compraventa, donación, permuta, cesión onerosa o gratuita) o en una disposi- sibles; la obligación se concebía como un vínculo de persona a persona, de tal
ción de la ley (quiebra). En nuestro derecho, la transmisión por contrato siem- modo que su cumplimiento sólo era exigible al deudor originario.
pre tiene carácter singular, y aun en el caso del desapoderamiento del deudor El aumento de la riqueza y de la circulación de bienes, y la prosperidad del
por quiebra, no pasan a los acreedores todos sus bienes, ya que muchos de ellos comercio, demostraron pronto la estrechez de tal concepción. La primera bre-
tienen caráqer de i~embargables (el elenco de tales supuestos se encuentra cha contra el sistema de la intr~nsmisibilidad se abrió eri materia de sucesión
regulado en el art. 108 de la ley 24.522). mortis causa; se adoptó la ide~ de que e~ her~dero continuaba la persona del
~ b) En cambio, la transmisión mortis causa puede ser a título universal o sin- causante y, por tanto, era acreedor o deudor de todos los deudores o acreedores
gular. Será lo primero siempre que el su¡:esor sea herederojel causante, pero el de aquél; en otras palabras, ocupaba exactamente su lugar. Esta ficción tenía
legatario o el beneficiario de un cargo son sucesores singulares, pues sólo suceden un fundamento religioso: muerta una persona, era indispensabíe que alguien
al causante en determinados bienes o derechos. Basta invocar como ejemplo ocupara inmediatamente su lugar para que no se interrumpiese ~1 culto fami-
las definiciones de heredero y legatario que brinda el art. 2278. liar; posteriormente, desaparecido ya el fundamento religioso, la ficción de la
continuación de la persona del causante importaba una explicación que parecía -<.
43. Reglas legales el acuerdo novatorio (art. 940). 2) La cesión se consuma sin intervención del
deudor cedido, que sólo debe ser notificado de ella; su papel es meramente
Nuestro Código trata la cesión de derechos y la cesión de deudas en las pasivo. En la novación por cambio de acreedor. es indispensable el consenti-
dos secciones que integran el capítulo 26 del Título IV (de los contratos e~ miento del deudor, sin el cual la nueva obligación no puede nacer (art. 937).
particular) del Libro Tercero referido a los Derechos Personales. Y la cesión de 3) En la cesión existe la garantía de evicción sobre la existencia y legitimidad
la posición contractual se desarrolla en el siguiente capítulo 27. del derecho (art. 1628), mientras que no la hay en la novación, desde que no
se trata de la transmisión de una obligación anterior sino de la creación de una
Existe contrato de cesión de derechos cuando una de las partes se obliga a obligación nueva. 4) La novación tiene su campo de aplicación solamente en
transferir a la otra un derecho. Esa cesión podrá ser onerosa (sea a cambio de una relación con los derechos creditorios, en tanto que la cesión puede referirse
suma de dinero, sea a cambio de la propiedad de un bien) o gratuita. Por ello, se también a otros derechos.
aplican a este contrato, de manera supletoria, las normas de la compraventa, de la
permuta o de la donación, según el caso (art. 1614). La cesión tiene efectos res- También debemos distinguir la cesión de derechos del pago por subrogación.
pecto de terceros (que incluye también al deudor cedido) desde su notificación El que realiza un pago por otro, sustituye al acreedor originario en todos sus
al cedido por instrumento público o privado de fecha c~erta (art. 1620). derechos (art. 918), tal como ocurre en la cesión. Sin embargo las diferencias
surgen también muy claras: 1) El pago por subrogación es un acto general-
En cambio, hay cesión de deuda si el acreedor, el deudor y un tercero,
mente desinteresado, sin beneficio o utilidad para el que lo hace, puesto que
acuerdan que éste debe pagar la deuda, sin que haya novación. Como puede
sólo puede pretender la restitución de lo que ha pagado y no más (art. 919,
advertirse, estamos ante un negocio tripartito; tanto es así que si el acreedor
inc. a). En la cesión de derechos, en cambio, hay usualmente una especulación;
no presta conformidad para la liberación del deudor, el tercero queda como
codeudor subsidiario (art. 1632). los derechos se ceden por un precio que muchas veces difiere sensiblemente
del valor del crédito cedido. 2) La cesión de derechos exige el consentimiento
El mismo carácter tripartito se advierte en la cesión de la posición con- del acreedor cedente; la subrogación puede tener lugar sin intervención del
tractual. Ocurre que en los contratos con prestaciones pendientes cualquiera acreedor, si se tratare de una subrogación legal. 3) la cesión de derechos es
de las partes puede transmitir a un tercero su posición contractual, si las demás siempre convencional; la subrogación puede ser convencional o legal. 4) El
partes lo consienten antes, simultáneamente o después de la cesión (art.1636). cedente garantiza la existencia y legitimidad del crédito (art. 1628), lo que no
ocurre en la subrogación. 5) La subrogación opera todos sus efectos por el solo
Estos contratos l~s hemos tratado en otro lugar (BoRDA, Alejandro, De- hecho del pago (art. 918); en cambio, la cesión no produce efectos respecto de
recho Civil Contratos, La Ley, 2• edición), conforme ia ubicación que a estas terceros sino desde el momento en que se ha notificado al deudor cedido. 6) El
figuras ha dado el Código Civil y Comercial, y allí nos remitimos. Sin embar- cesionario sólo puede demandar el pago del crédito cedido mediante la acción
go, creemos útil tratar ahora dos cuestiones. La primera, una comparación de que competía a su cedente; el subrogado tiene dos acciones: una derivada de la
la cesión de derechos con la novación por cambio de acreedor y con el pago subrogación, que es la que correspondía al antiguo acreedor pagado (arts. 914 y
con subrogación, pues estas dos figuras se estudian en esta<>bra; la segunda, la 918); otra, personal, que tendrá diferentes alcances según que el tercero paga-
transmisión de fondos de comercio, que incluye -como se verá- la transfe- dor haya contado con la conformidad del deudor, su ignorancia o si éste se hu-
rencia de bienes materiales e inmateriales pero también de deudas. biera opuesto al pago. En efecto, el art. 882 dispone que el tercero tiene acción
contra el deudor con los mismos alcances que (i) el mandatario que ejecuta la
44. Comparación con la novación por cambio de acreedor y con el pago por prestación con el asentimiento del deudor, (ii) el gestor de negocios que obra "'
subrogación
con ignorancia de éste, o (iii) quien interpone la acción de enriquecimiento sin
causa, si actúa contra la voluntad del deudor.
La semejanza entre la cesión de derechos y la novación por cambio de
acreedor es evidente, pues en ambos casos la obligación permanece igual y sólo
cambia el acreedor. Pero las diferencias son importantes: 1) En la cesión es el 45. La transferencia de fondos de comercio
mismo derecho que pasa del cedente al cesionario; en la novación media la
Mientras la sucesión mortis causa comprende todos los derechos y obliga-
extinción de una obligación y el nacimiento de otra. Esto tiene la mayor im-
ciones del causante (por cuyo motivo se dice que es universal), la sucesión por
portancia porque en el primer caso el crédito pasa al cesionario con todos sus
actos entre vivos únicamente puede tener por objeto cosas o bienes particulares.
accesorios y garantías, en tanto que en la novación esos accesorios se extinguen,
Sólo por excepción pueden cederse ciertos conjuntos de bienes y deudas, vale de-
salvo reserva expresa y siempre que quien constituyó la garantía participe en
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES
37
36 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
§ 6.- RECONOCIMIENTO DE DEUDA
cir,patrimonios separados del resto del patrimonio general del cedente. Ejemplo
típico es la transmisión de un fondo de comerció.
46. Concepto y naturaleza jurídica
El fondo de comercio constituye un conjunto de bienes materiales e in-
materiales organizados por un comerciante para ejercer su actividad profe- Según el art. 733, el reconocimiento consiste en una manifestación de voluntad,
sional. Entre los bienes materiales se comprenden inmuebles, instalaciones, expresa o tácita, por la que el deudor admite estar obligado al cumplimiento de una
mercadería existente, equipos, dinero, máquinas, etcétera; entre los inmate- prestación.
riales cabe mencionar el nombre, la clientela, las patentes de invención, las El reconocimiento puede ser concebido: a) como una mera confesión de
marcas, las licencias, entre otros. Pero junto con tales activos, se transmiten una obligación anterior, de la cual servirá como medio de prueba (sistema de-
ciertos pasivos, que están integrados no solamente por las deudas que el ti- clarativo); b) o bien, como una fuente constitutiva de una nueva obligación
tular del fondo de comercio pudo haber contraído, sino también con las de- (sistema abstracto o constitutivo). El Código Civil de VÉLEZ adscribió al primer
rivadas de las relaciones laborales existentes, tales como la que tiene con sus sistema (arts. 718 y 723), que también fue el seguido por el Código Napoleón
empleados. (arts.1337 y ss.); en cambio, el Código Civil y Comercial, siguiendo el sistema
del Código alemán (art. 780 y ss.), ha adherido al segundo: el reconocimiento
Estas deudas configuran un problema particular que ha sido contempla-
es en él constitutivo, tiene carácter de un nuevo título. Es que si bien el recono-
do por la ley 11.867. Para proteger a los terceros acreedores del comerciante cimiento puede referirse a un título o causa anterior, también puede constituir una
contra la posibilidad de la cesión hecha en favor de un insolvente, irresponsa- promesa autónoma de deuda (art. 734), lo que importa que tal feconocimien-
ble o incapaz, la ley ha establecido el siguiente sistema: toda transmisión de to puede asumir un valor propio e independiente de la obligación originaria,
fondos de comercio sólo tendrá efectos respecto de terceros previo anuncio
creando una nueva.
de la operación por cinco días en el Boletín Oficial de la Capital Federal o
provincia respectiva y en uno o más diarios del lugar donde funcione el esta-
47. Caracteres
blecimiento, debiendo indicarse el tipo de negocio de que se trata, el nombre
y domicilio del vendedor y del comprador y, si los hubiere, del rematador y El reconocimiento es un acto jurídico unilateral: no exige la intervención
escribano (art. 2°). Además, el precio de venta nunca puede ser inferior a las del acreedor, bastando con la expresión de voluntad de reconocer formulada
deudas del fondo de comercio, a menos que exista cop.formidad de todos los por el deudor. Es, además, irrevocable: hecha la declaración, el deudor pierde la
acreedores (art. 8°) o se trate de una venta en remate público (art. 10). Los posibilidad de dejarla sin efecto. También es indivisible: la manifestación por la
acreedores podrán manifestar su oposición a la operación mediante la cual que reconoce estar obligado a cumplir cierta prestación, debe ser considerada
se transmite el fondo de comercio, en el plazo de diez días, contado desde la en su totalidad y no solamente en lo que resultare perjudicial para el recono-
última publicación de su anuncio. En verdad, no se trata de una oposición a ciente.
la operación contractual, sino que tal manifestació!Í se traduce en el reclamo
de ser pagados, lo que importa lograr que se retengan sus respectivos créditos 48. Formas y especies
y se depositen sus importes en una cuenta especial (art. 4°). Si no hay oposi.:
El reconocimiento puede hacerse por actos entre vivos o por disposición
ciones o se cumple con el recaudo de la retención del monto del crédito y su ...
de última voluntad, por instrumento público o privado. Puede ser expreso o
depósito, la venta del fondo de comercio será válida y producirá sus efectos
respecto de los terceros, para lo cual debe ser hecho por escrito e inscripto en tácito (art. 733).
el registro pertinente del lugar, dentro de los diez días contados desde la fecha a) Reconocimiento expreso. El acto o instrumento de reconocimiento no
de celebración (art. 7°). necesita contener la causa de la obligación originaria, ni su importancia, ni
el tiempo en que fue contraída. Ello es así por un doble motivo. Ante todo
Como puede apreciarse, hay una diferencia muy importante con la cesión porque la norma nada dispone al respecto; en segundo lugar porque el propio
de deudas típicas: en ésta es necesario el consentimiento expreso del acreedor, ·art. 733 admite que el reconocimiento sea tácito, por lo que si el reconoci-
sin el cual el traspaso no se opera; en cambio, en la transmisión de fondos de miento tácito es suficiente, con cuanta mayor razón lo será el expreso, aunque
comercio el consentimiento se presume si el acreedor deja transcurrir el plazo no se mencionen la causa, la importancia o el tiempo en que fue contraída.
legal sin manifestar su oposición.
38 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES 39
Lo que importa es que luego pueda probarse de modo indubitable cuál es la
Nacional no puede oponer la prescripción de la acción, si un año antes de
obligación que ha querido reconocerse; aunque, de todos modos, debe tenerse
plantearla había reconocido su responsabilidad por omisión en un documen-
presente que la promesa de pago de una obligación realizada unilateralmente
to internacional, lo cual generó la obligación de indemnizar a las víctimas
hace presumir la existencia de una fuente válida, excepto prueba en contrario
(art. 1801). (CSJN, 10/3/15, "Faifman, Ruth Myriam y otros c/Estado Nacional s/daños
y perjuicios", L.L. t. 2015-C, p. 193; D.]. n° 42/2015, p. 21; en igual sentido:
b) Reconocimiento tácito. El reconocimiento puede ser tácito; esto es que CSJN, 27/10/15, "Ferretti,Jorge Osvaldo ciEN s/daños y perjuicios", D.]. n°
surge del propio comportamiento del deudor. Ejemplos de ello son el pago 6/2016, p. 29).
parcial de una obligación (que expresamente preveía el Código Civil de VÉLEZ,
art. 721), o el pedido de una prórroga para hacer el pago. 51. Diferencias entre el título anterior y el nuevo
52. Sistema constitutivo de reconocimiento: promesa autónoma de deuda · § 7.- RENDICIÓN DE CUENTAS
55. Metodología
Para precisar con mayor rigor los perfiles de la institución, conviene com-
pararla con otras figuras afines.
El Código Civil y Comercial regula a la rendi!;:ión de cuentas en el Libro
Tercero, Título I, Capítulo 3, Sección 11a. No resulta correcta tal ubicación
a) Con la novación.- La distinción es neta: la novación supone la extinción
pues el Capítulo se dedica a las clases de obligaciones, y la rendición de cuentas
de la obligación anterior y el nacimiento de una nueva; en el reconocimiento, la no es precisamente una de ellas, como pueden ser las obligaciones de dar, hacer
obligación original permanece intacta, si se trata de un reconocimiento causal, o no hacer.
o se trata de una única obligación si es un reconocimiento autónomo.
Propiciamos de lege ferenda su inclusión como sección especial dentro del
b) Con la renuncia.- Algunos autores sostienen que el reconocimiento Capítulo 1 referido a las disposiciones generales de las obligaciones, en el Li-
importa una renuncia a derechos ganados por el deudor, particularmente en lo bro Tercero. Podría situarse a continuación de los preceptos de reconocimiento.
que atañe a la prescripción (BAUDRY-LACANTINEÉRIE, SEGOVIA, LAFAILLE).
Pero no se agota aquí el contenido del reconocimiento: hay también un nuevo 56. Carácter de las normas
medio de prueba. No es, por tanto, una mera renuncia. Además, la renuncia es
rev~cable en tanto no sea aceptada por el beneficiario (art. 947), en tanto que Aunque el art. 858, in fine, permitiría afirmar el carácter imperativo de la
regulación de la rendición de cuentas, no hay impedimento para que las partes,
el reconocimiento es irrevocable.
en ejercicio de la autonomía de la voluntad que gozan, determinen aspectos
e) Con la confirmación.- La confirmación supone convalidar un acto an- concretos, apartándose de las disposiciones legales. Vgr., las partes podrían de-
terior que adolece de algún vicio de nulidad; su efecto es precisamente reparar terminar en qué oportunidad deberá llevarse a cabo la rendición de cuentas o,
inclusive, excluirla de manera convencional.(arg. art. 860, la parte).
esos vicios. Nada de eso hay en el reconocimiento, de tal modo que aun des-
pués de reconocido podría impugnarse la validez de dicho acto.
57. Requisitos
d) Con elpago.- Si bien el pago implica el reconocimiento de una deuda
El art. 859 se encarga de establecer las condiciones en que se confecciona
(efecto incidental), consiste en el cumplimiento de la prestación debida. En
la rendición de cuentas. De manera general, cabe señalar que debe ser circuns-
cambio, el reconocimiento de deuda es simplemente una manifestación que
tanciada (referirse a hechos concretos), documentada (contar con el respaldo de
acredita la existencia de una deuda que todavía no ha sido cancelada o que
constituye una nueva deuda. documentos que acrediten los hechos asentados y con los libros que deben ser
llevados), e inteligible (que sea fácilmente comprensible por la persona intere-
42 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
TEORÍA GENERAL DE LAS OBLIGACIONES 43
sada en la rendición, de modo que pueda libremente aceptar o no las cuentas de la masa indivisa -y siempre que sean capaces- haya acordado que tal
rendidas).
rendición se haga privadamente.
Indica el mencionado artículo: La rendición de cuentas debe: a. ser hecha de
modo descriptivo y documentado; b. incluir las reftrencias y explicaciones razonable- 60. Oportunidad
mente necesarias para su comprensión; c. acompañar los comprobantes de los ingresos Las partes podrán de manera convencional estipular el plazo en el cual
y de los egresos, excepto que sea de uso no extenderlos; d. concordar con los libros que deberá procederse a la realización de la rendición de cuentas (art. 861). Tam-
lleve quien las rinda. '
bién, la ley puede establecer períodos de tiempo para su realización, por ejem-
plo, se ha seleccionado una periodicidad no mayor a un año en el fideicomiso
58. Obligados
(art. 1675) o un trimestre para el administrador de la herencia (art. 2355).
Deben proceder a la realización de la rendición de cuentas, de acuerdo con Subsidiariamente, cabe recurrir a las reglas del propio art. 861: la rendición
el art. 860: de cuentas debe ser hecha: a. al concluir el negocio; b. si el negocio es de ejecución conti-
nuada, también al concluir cada uno de los períodos o alfinal de cada año calendario.
a) quien actúa en interés ajeno, aunque sea en nombre propio (art. 860, inc. a]):
se explica la norma en virtud de que se lleva a cabo negocios que ocasionan 61. Aprobación
efectos con relación a otra persona. Encontramos en tal elenco de casos al
mandatario, al gestor de negocios, etc. La aprobación de las cuentas implica prestar conformidad con la descrip-
ción de los antecedentes, hechos y resultados económicos consignados en la
b) quienes son parte en relaciones de ejecución continuada, cuando la rendición es rendición hecha.
apropiada a la naturaleza del negocio (art. 860, inc. b]): se trata de obligaciones
cuyo cumplimiento se prolonga en el tiempo, tales como las del agente, del Resulta posible que la aprobación sea ·expresa o tácita (art. 862). Es tácita
concedente y del franquiciante en los contratos de agencia, concesión y fran- cuando la rendición de cuentas no es observada dentro de los treinta días en
quicia, respectivamente. que debió ser presentada de acuerdo al plazo convencional, legal o a los que
indica el art. 861.
e) quien debe hacerlo por disposición legal (art. 860, inc. e]): será el propio or-
denamiento jurídico quien decida que sujetos deben practicar la rendición de Merece especial atención las relaciones de ejecución continuada. El art. 863
cuentas. En tal sentido, por ejemplo, indica el art. 130: quien ejerce la tutela debe establece la presunción de aprobación de los períodos anteriores, si se hubiese
llevar cuenta fiel y documentada de las entradas y gastos de su gestión. También, el dado conformidad con la rendición de cuentas del último período. El precepto
retenedor al ejercer el derecho de retención deberá presentar una rendición de no indica la calidad de la presunción. Nos inclinamos por considerar que es
cuentas, si percibió los frutos de la cosa retenida (art. 2591, inc. e]). iuris tantum, pues presenta similar orden de ideas que el art. 899 que consagra
presunciones relativas al pago que admiten prueba en contrario.
59. Forma
62. Observaciones por errores de cálculo o de registración
La rendición de cuentas puede ser realizada de manera privada (art. 860,
No obstante la aprobación expresa o tácita que haya sucedido, el interesado
in fine), ya sea en un instrumento público, ya sea en_un instrumento privado.
puede impugnar la rendición de cuentas presentadas dentro de un plazo de ....
A veces la ley impone para ciertos supuestos especiales la intervención de caducidad de un año contado a partir de la recepción de aquéllas (art. 862, in
un juez Oudicial), lo que expresamente prevé la norma citada. Así, por ejemplo, fine).
el tutor que sucede a los padres o a otro tutor debe requerirles que presenten
una rendición de cuentas judicial y procedan a la entrega de los bienes del 63. Consecuencias de la aprobación de la rendición de cuentas
tutelado (art. 116).
Consigna el art. 864, que una vez aprobadas las cuentas:
En el ámbito sucesorio puede encontrarse la aplicación de los principios a} Satisfacción del saldo: debe pagarse el saldo en el plazo convenido o el que
explicados en el art. 2362, que obliga al administrador judicial de la sucesión a
indique la ley para el caso en particular. Si no sucede lo anterior, se determina
rendir cuentas en el expediente, a menos que la totalidad de los copropietarios
un lapso de diez días (art. 864, inc. a]).
44 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
65. Efectos de los contratos y efectos de las obligaciones, método del Có-
digo Civil y Comercial
66. El principio del efecto relativo de los contratos, noción general y re-
misión
Pero los efectos de los contratos pasan a los sucesores universales, puesto trata de un remedio sucedáneo, reconocido por la ley al acreedor en vista de
que ellos asumen todos los derechos y obligaciones de sus causantes (art.1024). que no le ha sido posible lograr el cumplimiento de la prestación.
Se exceptúan, claro está, los derechos o obligaciones inherentes a la persona,
que son intransmisibles, sea porque así lo impone su naturaleza (obligación Los medios legales a que alude el art. 730 son la demanda judicial, y los
asumida por un pintor célebre de pintar un retrato, que no podría pasar a sus consiguientes recursos destinados a presionar sobre el deudor para que cum-
sucesores) o la ley (caso de los alimentos, que se extinguen con el beneficiario), pla: embargos, inhibiciones, intervención judicial, astreintes o condenaciones
o el propio contrato (renta vitalicia). conminatorias, multas.
8 .- CuMPLIMIENTO FORZADO
C.- MEDIOS DE COMPULSIÓN
Las sanciones conminatorias se han revelado utilísimas en la práctica de los El fundamento esencial por el cual los tribunales las resistieron, fue que
tribunales. Inspirados en ellas, el Código de Procedimientos alemán introdujo consideraban que su aplicación importa una pena no autorizada por la ley. Sólo
una multa similar, cuyo beneficiario es el Estado. Esta fue la solución adoptada algunos fallos acotados hicieron aplicación de la idea.
·en nuestro país por el dec.-ley 4366/1955 (art. 7°) sobre ejecución de senten-
Ese prurito legalista -a nuestro juicio excesivo en este caso-, fue.removi-
cias de desalojos de campos, que fijó una multa de $ 300 (m./n.) por día de
do por la ley 17.711, que expresamente introdujo las astreintes en el art. 666 bis
.. · ,. retención indebida del predio, con destino a, la enseñanz~ común. La diferencia
dentro del Código Civil velezano. En la actualidad, se encuentran reguladas en
con el sistema francés es neta, porque ésta es una verdadera pena.
el art. 804 del Código Civil y Comercial, bajo la denominación de sanciones
54 ALEJANDRO BORDA (DIR.) EFECTOS DE 'LAS OBLIGACIONES SS
conminatorias. No podemos dejar de mencionar q~e los códigos de procedi- e) Objeto.- Las sanciones conminatorias son aplicables, en principio, a
mientos locales, también, se encargan de disdplinarlas (por ejemplo, el art. 37 cualquier género de obligación, sea de dar, hacer o no hacer. Pero no son
del Código Procesal Civil y Comercial de la Nación). A raíz de ello, se asevera aplicables cuando resulta repugnante al sentimiento jurídico la utilización
que las astreintes gozan de naturaleza dual en materia legislativa. de cualquier medio de compulsión para obligarlo al deudor a cumplir. Esto
es particularmente importante en los contratos en que una de las partes pro-
80. El art. 804 mete su trabajo personal y tanto más si se trata de trabajos u obras cuyo
cumplimiento no se concibe si no son hechos de buena voluntad, tal como el
El texto legal dispone: Sanciones conminatorias. Los jueces pueden imponer en trabajo encomenda1o a un artista, pintor, escultor, médico, etcétera. Pero hay
benificio del titular del derecho, condenaciones conminatorias de carácter pecuniario obligaciones de hacer que pueden ser objeto de compulsión por medio de las
a quienes no cumplen deberes jurídicos impuestos en una resolución judicial Las astreintes: por ejemplo, la de escriturar o la de cumplir el régimen de visitas
condenas se deben graduar en proporción al caudal económico de quien debe satisfa- fijadas por la sentep.cia (caso este último en el que las astreintes son particu-
cerlas y pueden ser dejadas sin efecto o reajustadas si aquél desiste de su resistencia y larmente indicadas).
justifica total o parcialmente su proceder. La observancia de los mandatos judiciales
impartidos a las autoridades públicas se rige por las normas propias del de~echo ad~ Si la obligación se ha hecho de cumplimiento imposible, no cabe aplicar
ministrativo. astreintes, pues su objeto, ya lo hemos dicho, es hacer cumplir la obligación.
Pero pensamos que el acreedor no puede ser obligado a devolver lo que Las sanciones conminatorias son provisorias y, por tanto, revisables.
ya hubiera percibido como consecuencia de la aplicación de la multa, pues ese
importe se encuentra definitivamente incorporado a su patrimonio. Las astreintes son pecuniarias, tal como lo dispone expresamente el art. 804.
Las sanciones conminatorias son ejecutables, una vez que son impuestas.
d) Presupuesto.- Las astreintes suponen una resolución incumplida. Por
consiguiente, sólo pueden empezar a correr después de que aquélla haya pa- Por Ultimo, es necesario señalar que se discute si las astreintes tienen o
sado en autoridad de cosa juzgada y se ha notificado al deudor o un tercero no carácter subsidiario, esto es, si pueden ser aplicadas cuando existen otros
(por ejemplo, pedido de informes) de que le serán aplicadas si persiste en su medios de compulsión o no. Parece claro que no existe tal subsidiariedad, ante
resistencia. todo porque el art. 804 nada dice al respecto, pero, además, porque cualquier
56 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 57
limitación a su aplicación importaría eliminar un arma útil e idónea para obli-
También las partes suelen fijar multas convencionales para el caso de in-
gar a cumplir las decisiones judiciales.
cumplimiento por el deudor en el caso fijado. Es lo que se llama la cláusula
penal, cuyo estudio haremos más adelante.
82. Sujeto pasivo. Hipótesis especial de la Administración Pública
El art. 804 establece que las sanciones conminatorias podrán aplicarse a D.- fUNDAMENTO DE LA RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL
quienes no cumplen deberes jurídicos impuestos en una resolución judicial.
Ninguna duda puede caber acerca de que el incumplidor al cual se refiere 84.Noción
la norma es una de las partes del proceso. Pero, ¿pueden aplicarse astreintes a Hemos de ver más adelante (capítulo VII, en especial nros. 574,659 y 660)
quien no es parte en el proceso, esto es, a un tercero que ha incumplido un de- que el Código Civil y Comercial ha adherido a la idea de la unificación de la
ber impuesto en una resolución judicial, como ocurre cuando el tribunal pide responsabilidad contractual y extracontractual. Pero unificación no significa
una determinada información o documentación?
unicidad. Existen importantes espacios en los que se debe distinguir uno y otro
A nuestro juicio la solución se · encuentra en el mismo art. 804, que en tipo de responsabilidad.
ningún momento excluye la posibilidad de aplicar una sanción conminatoria En lo que importa en este momento, debe señalarse que el régimen de la
a un tercero ajeno al litigio, que deba cumplir una orden judicial. Y .es sabido responsabilidad contractual está fuertemente inspirado en la idea de culpa: s'e
que todo lo que no está prohibido, está permitido (art, 19, CN), por lo que el exime de la obligación de cumplir a quien prueba que medió caso fortuito o
tribunal está habilitado para imponer astreintes al tercero renuente. Por lo de- fuerza mayor, es decir, a quien demuestra que no fue culpable, a menos que
más, ninguna razón existe para impedir que la multa pueda ser percibida por la aquel acontecimiento hubiera sido ocasionado por su culpa, hubiera ocurrido
parte interesada en el cumplimiento; por el contrario, si la multa no ingresa en después de la mora, hubiera asumido el cumplimiento de la prestación no obs-
su patrimonio, las astreintes mismas perderán sentido pues ¿qué lo movilizará tante ocurrir el caso fortuito, la misma ley no lo libera de las consecuencias de
para exigir su aplicación?.
tal evento, o el caso fortuito constituya una contingencia propia del riesgo de
Solución particular se ha brindado cuando el sujeto pasivo es la Adminis- la cosa o actividad (art. 1733). Por ello, el factor de atribución de la responsa-
tración Pública. La observancia de los mandatos judiciales impartidos a ella bilidad, en ausencia de normativa, es la culpa (art. 1721). En numerosas obli-
se encuentra disciplinado por las normas locales de derecho administrativo gaciones, el standard para apreciar si han sido cabalmente cumplidas es el de la
(art. 804, in fine). debida diligencia, por lo que toda negligencia está sancionada con la obligación
de reparar. Inclusive la idea de culpa influye en el monto de la reparación, se-
Sin perjuicio de reconocer la competencia de las normas locales de derecho gún lo veremos enseguida. ·
público, cuando esté involucrada la Administración Pública, no se comprende
Pero si la culpa es de importancia capital en todo este problema, no es el
por qué razón no es posible aplicar el art. 804 en estos supuestos. La índole
único fundamento de la responsabilidad. La obligatoriedad de los contratos no
de persona pública no justifica que se aparte del principio de igualdad (art. 16,
reposa tan sólo en un fundamento ético, en el deber moral de hacer honor a la
CN), sobretodo, si tierie en cuenta el carácter provisorio que las astreintes os-
palabra empeñada. También se toma en cuenta el justo interés de la parte que
tentan y la posibilidad de su posterior levantamiento. Tal orden de ideas han
ha visto f1"ustrada las esperanzas que tenía puestas en el contrato y, consiguien- ....
motivado que se sugiriera su derogación en el Anteproyecto de Reforma del
Código Civil y Comercial de 2018. temente, la seguridad de los negocios. Esto explica que haya podido afirmarse
\..-
que quien contrata asume una obligación de garantía y que la frustración del
resultado prometido basta para comprometer la responsabilidad. La aplicación
83. Multas legales y convencionales
desnuda de este principio, conduciría a consecuencias injustas; pero no puede
descartarse de modo absoluto una responsabilidad objetiva, fundada sólo en el
La multa es un eficaz medio de compulsión que no ha podido ser desdeña-
do por la ley. Numerosas disposiciones sancionan con multa a quienes po cum- incumplimiento. "El deber de garantía; dice LARENZ, corresponde al. strictum
jus y con ello por entero a un ordenamiento jurídico, que se apoya en hechos
plen con lo dispuesto por ellas. A manera de ejemplo, puede citarse el CÓdigo
sencillos, en resultados claros ('un hombre, una palabra') y supone un arma
Procesal de la Nación, que impone multas a los litigantes que no devuelvan los
expedientes llevados en préstamo (art. 128). peligrosa en manos del acreedor. El principio de la culpabilidad, que extrae
su fuerza convincente de la idea de responsabilidad personal, corresponde a
58 ALEJANDRO BORDA (DIR.) EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 59
la conciencia ética y la refinada sensibilidad jurídica de nuestro tiempo. Pero intereses prevalece sobre la falta de culpa del incapaz; en tanto que en el primer
de las más rigurosas exigencias del derecho antiguo, algo subsiste todavía en ejemplo, la falta de culpa prevalece sobre las legítimas esperanzas puestas por
nuestro ordenamiento jurídico y se impone a cada instante. El tráfico jurídico el acreedor en el contrato.
no se puede desarrollar sin una cierta objetivación de la responsabilidad. Por
En las hipótesis de capacidad restringida, la solución no s~ría tan drástica:
consiguiente, al lado del principio de culpabilidad se afirma la idea de una
en muchos casos podrá llevar a cabo la prestación pactada, con la ayuda del
obligación de garantía o, en general, una responsabilidad objetiva del deudor,
apoyo designado.
aunque sólo en el sentido de una debilitación de aquel principio".
De lo dicho hasta aquí resulta claro que no basta la falta de culpa para exo-
Los factores objetivos de atribución de responsabilidad han tenido gran
nerar de responsabilidad al deudor: debe tratarse de la presencia de una causa
desarrollo en el siglo XX. El riesgo, ya sea en cualquiera de sus versiones (pro-
ajena, como es el caso fortuito.
vecho, creado, empresarial, etc.) ha provocado una revolución copernicana en
la disciplina de la responsabilidad civil. Erigiendo como base del sistema al Por último, hay también responsabilidad sin culpa -cuando el deudor asu-
daño injustamente provocado, ,se han sancionado preceptos que facilitan la me el caso fortuito o fuerza mayor (art. 1733; inc. a]) o promete un resultado
tarea del damnificado para obtener su resarcimiento. Empero, la culpa sigue determinado (art. 1723).
siendo la clave de bóveda del sistema (art. 1721, in fine).
b) También se hace sentir la prevalencia del elemento objetivo en lo que
Esta apuntada objetivación de la responsabilidad contractual tiene en atañe aJa extensión de la reparación. Si el fundamento excl~sivo de la respon-
nuestro ordenamiento positivo las siguientes manifestaciones: sabilidad fuera la culpa, el monto de la indemnización debería fijarse en fun-
a) Algunas veces, hay responsabilidad contractual sin culpa. Tal es el caso del ción de la gravedad de ella. Pero no es así. El principio es que la indemnización
deudor que ha caído en insolvencia por factores extraños a su debida diligencia debe cubrir los daños, de acuerdo a la extensión que indique la causalidad
(por ej., crisis económica, medidas cambiarías, etc.) y no por ello es menos adecuada (art. 1726). Es decir, tiene en cuenta esencialmente el perjuicio, sin
responsable. Lo mismo ocurre con las 'personas privadas de discernimiento, que cuente la importancia o gravedad de la culpa. Pero es preciso reconocer
a las cuales es imposible atribuir culpa en el incumplimiento. Cierto es que que la culpa no es del todo ajena a este problema. El principio es, ya lo dijimos,
no faltan quienes, en su afán de defender el falso dogma de validez universal que la reparación cubra todos los daños, sea la culpa grave o leve. Si los daños
según el cual no hay responsabilidad sin culpa, sostienen que debe admitirse están bien determinados y probados, la indemnización se ajustará a ellos. Pero
que los incapaces son culpables de incumplimiento. Pero así, la noción de culpa hay casos en que los daños son inciertos o están defectuosamente probados; el
deviene inasible. ¿Cómo atribuir conducta culpable a quien carece de ese juicio arbitrio judicial juega entonces dentro de límites más o menos amplios. Aquí
elemental que es el discernimiento? la noción de culpa recobra su importancia. El juez sentirá simpatía por el deu-
dor que no obstante sus razonables esfuerzos por cumplir, incurrió en alguna
Sin embargo, el ejemplo del incapaz que describe el último párrafo del negligencia, de la que debe responder, pero que humanamente es explicable; en
art. 32 da oportunidad para poner de manifiesto la simbiosis del elemento cambio, sentirá repudio hacia el contratante que deliberadamente no cumplió
subjetivo (culpa) y el elemento objetivo (interés social) en el fundamento de su promesa, porque luego encontró la oportunidad de hacer un mejor negocio
la responsabilidad contractual. No puede afirmarse de modo absoluto que el con un tercero, a costa de defraudar las legítimas esperanzas del primer acree-
incapaz tenga responsabilidad contractual o no la tenga. Depende del tipo d~ dor. En el primer caso, la indemnización será fijada con criterio restrictivo; en ~
obligaciones. Partamos del supuesto de que una persona ha contratado en su el segundo, con amplitud. Es lo que prevé el art. 1724, que de alguna manera
sano juieio y luego se declara su incapacidad. Si se trata de una obligación de entiende que el juez juzga conductas humanas, aprecia la buena y la mala fe,
realizar una obra de arte (un retrat'o', una escultura), la incapacidad sobrevi- y no puede prescindir de su justo impulso de premiar aquélla y castigar ésta.
niente constituye un caso fortuito que lo libera. Si, en cambio, se trata de un Muchos autores en la actualidad, empero, prefieren indagar el tema como una
préstamo de dinero, al vencimiento del plazo podrá ser demandado por reink- de las funciones de la causalidad adecuada.
gro del capital, por más que no haya culpa en su demora o su negativa (puesto
que no le posible interactuar con su entorno). En un caso, la probada falta de, e) Finalmente, el elemento objetivo se pone también de manifies_to en la
culpa es suficiente para liberarlo; en el segundo, no. Y es que en este caso, sería regla según la c.ual al acreedor .le basta con probar el incumplimiento; es el
contrario a la justicia y comprometería la seguridad de los negocios, negar deudor quien debe probar el caso fortuito si quiere eludir su responsabilidad.
acción al prestamista para recuperar el capital. Por ello la protección de estos Si la culpa fuera el fundamento exclusivo de ésta, parecería más lógic<;> exigir
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 61
60 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
En materia de obligaciones contractuales, la indemnización de daños oca- Para que surja el derecho a reclamar los daños sufridos en las obligaciones
sionados tiene carácter subsidiario. El deber del deudor es cumplir con la pres- convencionales, es necesario: a) que el deudor no haya cumplido en especie con
tación in natura. Pero a veces no puede cumplirla, debido a un hecho que le su promesa, por un motivo que le sea imputable (culpa o dolo), o en los casos,
es imputable; así, por ejemplo, ha vendido a otro la cosa prometida o ésta se calificados como de responsabilidad objetiva, cuando se hubiese comprome-
ha perdido por su culpa o negligencia. Otras veces se niega a cumplir con la tido a obtener un resultado determinado y no lo alcanzara (art. 1723); por el
obligación de hacer (por ej., hacer el trabajo prometido). En tales casos, el contrario, cuando la imposibilidad de cumplir no pueda sede atribuida (como
acreedor tiene derecho a reclamar del deudor la indemnización de los daños, ocurre cuando deriva de caso fortuito o fuerz~ mayor), no hay responsabilidad;
la cual tiene carácter subsidiario, porque sólo puede reclamarse en defecto de la b) que el incumplimiento haya originado daños al deudor.
prestación en especie.
En otras palabras: el incumplimiento puede derivar, o bien, de culpa o
A ello hay que adicionar el incumplimiento de los auxiliares del deudor dolo del obligado, o bien, de no obtener el resultado prometido en los casos de
(art. 732); esto es, de las personas de las que el deudor se sirve para la ejecu- responsabilidad objetiva, y en ambos supuestos la obligación se resolverá en el
ción de la obligación. Las consecuencias de su no realización o de la manera pago de daños. El incumplimiento también puede derivar del caso fortuito o
irregular de llevarla a cabo por ellos se le atribuye directamente al deudor. Se fuerza mayor; en este caso, se extingue la obligación por imposibilidad de pago.
establece, en consecuencia, elprincipio de equiparación. '
Por último, y p~ra completar esta idea general del sistema legal que será
Hemos dicho que la indemnización procede cuando el deudor no puede desarrollado cuando abordemos la cuestión de la responsabilidad civil, convie-
(por su culpa) o no quiere cumplir con su obligación. No debe pensarse, sin ne agregar que el incumplimiento puede se.r relativo o parcial y absoluto o total.
embargo, que el deudor está facultado en cualquier caso a negarse al pago in En ambos casos, el monto de la indemnización estará dado por la medida del
naturá. Por el contrario el principio es que debe hacerlo en esa forma y que el . incumplimiento y del consiguiente perjuicio ocasionado al acreedor.
acreedor puede obligarlo a que lo haga así; pero si se trata de una obligación de
hacer, la imposibilidad de forzar su cumplimiento, característica propia de tal
tipo de obligación, trae como consecuencia el derecho a reclamar la indemni- § 3.- ELEMENTOS QUE CONFIGURAN EL INCUMPLIMIENTO
zación de los daños sufridos (art. 777, inc. e]).
En el segundo, es necesario: a) que el deudor se encuentre en mora; y b) que celebró), y (ii) la ganancia frustrada por la no realización de otro contrato con
de las circunstancias de la obligación o de lo convenido por las partes surja que un tercero, siempre que acredite que este último acto jurídico fue desechado
el deudor deba obtener un resultado determinado. En este caso, el deudor sólo para poder cerrar el contrato que finalmente se frustró por culpa de la persona
se libera si demuestra la causa ajena y siempre que no exista una disposición con quien se pretendía contratar. Esta clasificación no tuvo gran repercusión
legal en contrario que haga que asuma el caso fortuito o la fuerza mayor. en nuestra doctrina, pero, sin embargo, debe recordarse que fue recogida po~
el Proyecto de Código Civil y Comercial de 1998 (art.1600). El Código Civil
Nos ocuparemos del tema de la mora en el Capítulo de extinción de las
y Comercial no los menciona entre los rubros indemnizatorios (art. 1738).
obligaciones cuando veamos pago y de los factores de atribución objetivos y
Sin embargo, se propicia la incorporación del daño al interés negativo en el
subjetivos cuando estudiemos la cuestión de la responsabilidad civil.
Anteproyecto de Reforma del Código Civil y Comercial de 2018 en el artículo
recién mencionado.
§ 4.- lA INDEMNIZACIÓN
SS. justificación de remisión
87. Conceptos generales El Código CiVil velezano había tratado independientemente de los daños
con relación al incumplimiento de las obliga~~ones contractuales (arts. 519-
Qyien no cumple con su obligación, la cumple mal o a destiempo, debe
522); al incumplimiento de las obligaciones de 'dar sumas de dinero (arts. 619
indemnizar al acreedor todos los daños que le haya ocasionado la inejecu-
y ss.) y a los hechos ilícitos (arts. 901 y ss.).
ción. La indemnización está integrada por estos tres elementos (art. 1738):
a) El daño emergente, es decir, el daño efectivamente sufrido por el acreedor En el Derecho moderno se postula tratar con igual criterio las obligaciones
con motivo del incumplimiento: por ejemplo, un propietario contrata una re- surgidas como consecuencia de un incumplimiento contractual o de un hecho
paración de urgencia que el constructor no cumple, ocasionando así la caída ilícito. Tal es el camino elegido por el Código Civil y Comercial, que destina
de parte de una casa; esta caída es un daño emergente. b) El lucro cesante, es los preceptos de la responsabilidad civil a ambas órbitas, por ej., arts. 1738,
decir, la utilidad o ganancia que ha dejado de percibir el acreedor con motivo 1741 y 1742.
del incumplimiento; así, por ejemplo, un comerciante minorista adquiere de
un mayorista una partida de telas, que éste río le entrega; deberá repararle la Tal cambio de paradigma justifica su estudio en conjuntó dentro del capí-
utilidad o ganancia que el minorista hubiera podido obtener de su venta al tulo de responsabilidad civil, al cual remitimos.
público. e) La pérdida de la chance, es decir, la privación de la ocasión de obtener
una ventaja favorable que no se sabe a ciencia cierta si se conseguirá a raíz de § 5.- CLÁUSULA PENAL
un evento dañoso. Se basa en un cálculo de probabilidades en donde lo que
se indemniza es la posibilidad de ocurrencia de un suceso contingente. Por A.- CoNCEPTOS GENERALES
ejemplo, el camión donde se transporta un caballo de carrera resulta embestido
por un coche. A consecuencia del accidente, el caballo no puede participar en 89. Concepto, relación con los daños e intereses
la carrera. Se indemniza a su propietario la eventual posibilidad de victoria. Se
deberá tener en cuenta las estadísticas de sus triunfos y derrotas. Según el art. 790, la cláusula penal es aquella por la cual una persona, para
asegurar el cumplimiento de una obligación, se sujeta a una pena o multa en caso de
La doctrina alemana ha distinguido, por su parte, dos tipos de daños, los
retardar o de no ejecutar la obligación.
llamados daños al interés positivo y al interés negativo. El interés positivo es
aquel perseguido por el contratante al celebrar el acto; y puede consistir en un En su esencia, la cláusula penal es un recurso compulsivo ideado para obli-
daño emergente (por ej., el interés de evitar el derrumbe, en nuestro ejemplo) gar al deudor a cumplir con lo convenido, ante el peligro de tener que satisfa-
o en un lucro cesante (el interés de la ganancia perseguida con la compra de la cer esta pena, por lo común más gravosa que la obligación contraída (función
mercadería). El interés negativo comprende los gastos comprometidos con la compulsiva). Es también un modo de fijar, por anticipado, los daños e intereses
finalidad de celebrar un contrato que finalmente no se celebra y, en su caso, la que deberán pagarse al acreedor en caso de incumplimiento total o de retardo
indemnización por la pérdida de probabilidades concretas para celebrar otro (función resarcitoria). Se evitan así todas las cuestiones relativas a la existencia
negocio similar. Por lo tanto, el daño al interés negativo abarca (i) el daño del daño y a su monto. Pero sería un error considerarla como una indem-
emergente (los gastos que hizo para concretar el contrato que al final no se nización propiamente dicha: la indemnización debe tener una adecuación lo
64 ALEJANDRO BORDA (DI R.) EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 65
más perfecta posible a los daños realmente sufridos por el acreedor a raíz del b) Es subsidiaria, pues el objeto principal del contrato sigue siendo siempre
incumplimiento, en tanto que la cláusula penal se fija arbitrariamente, es casi la obligación principal. De este carácter surgen las siguientes consecuencias:
siempre mayor que esos daños y, finalmente, se debe aunque del incumpli- fo) El deudor no puede eximirse de cumplir la obligación pagando la pena, a
miento no resulte daño efectivo alguno para el acreedor (art. 794). menos que se hubiera reservado expresamente ese derecho (art. 796). Por lo
tanto, el acreedor tiene siempre el derecho a pedir el cumplimiento en especie,
90. Método del Código, critica a menos que el contrato reconociese expresamente al deudor la facultad men-
cionada o que se tratare de una obligación de hacer en la cual ·no sea posible
El Código Civil y Comercial trata la cláusula penal en los arts. 790 y ss., recurrir a la-ejecución por otro a costa del deudor: en estas dos hipótesis excep-
en una de las secciones en las que se estudian las diversas obligaciones con re- cionales el deudor puede liberarse pagando la pena. 2°) El acreedor no puede
lación a su objeto (arts. 746 y ss.). Su regulación se encuentra emplazada entre pedir el cumplimiento de la obligación y al mismo tiempo la pena, sino una de
las de las obligaciones facultativas y las obligaciones divisibles o indivisibles. Es las dos cosas a su arbitrio, a menos, claro está, que la pena se hubiese impuesto
una ubicación inadecuada, pues la cláusula penal no es una categoría especial por el simple retardo o que se haya estipulado expresamente que el pago de la
de las obligaciones, sino una cláusula accesoria; debió, pues, tratarse en algu- pena no extingue la obligación principal (art. 797).
nos de los títulos referentes a las obligaciones en general (sea como medio de
e) Es condicional pues no funciona sino en caso de mora o inejecución del
asegurar el cumplimiento o como un aspecto de la indemnización de daños) o
deudor.
bien en la parte general de los contratos.
d) Es inmutable. Dada su importancia, tratamos detenidamente esta cues-
91. Origen histórico y finalidad tión más adelante.
La cláusula penal tuvo su origeQ en la stipulatio penae del derecho romano, 93. Diferencias con las obligaciones alternativas, facultativas y condicio-
que se ideó como medio de. obligar a los deudores a cumplir con sus obliga- nales y con las arras
ciones.
Para precisar con mayor rigor técnico el concepto de cláusula penal, con-
En el derecho moderno, la cláusula penal tiene una doble finalidad: a) viene trazar su paralelo y distinguirla de otras figuras análogas:
compeler al deudor a cumplir con sus obligaciones ante el peligro de tener
que pagar una suma más gravosa que el cumplimiento mismo (función com- a) Con las obligaciones alternativas.- En las obligaciones alternativas, el
pulsiva); b) fijar por anticipado el monto de los daños, evitándose después las deudor puede optar por el cumplimiento de un.a u otra (por ejemplo, me com-
dificultades de la prueba del daño (función resarcitoria). prometo a entregar, por cierto precio, 100 novillos o 120 vaquillonas) y con
cualquiera queda liberado; en cambio, el deudor no queda desobligado pagan-
92. Caracteres do la cláusula penal, a menos que se hubiese reservado en el contrato dicha
opción (art. 796) o se tratara de una obligación de hacer en la cual no sea
La cláusula penal tiene los siguientes caracteres: posible recurrir a la ejecución por otro a costa del deudor. En las obligaciones
alternativas, si una de las prestaciones resulta imposible por causas ajenas a la
a) Es accesoria de una obligación principal, puesto que es acordada. para responsabilidad de las partes, se debe la otra (arts. 781, inc. a], y 782, inc. a]);
asegurar su cumplimiento. De donde se desprenden las siguientes consecuen- pero si se extingue la obligación principal por pérdida de la cosa debida sin 1-
cias: 1°) La nulidad o extinción sin culpa de la obligación principal causa la culpa del deudor, se extingue la cláusula penal (art. 802).
nulidad o extinción de la cláusula penal (art. 801). 2°) En cambio, la nulidad o
extinción de la cláusula penal deja subsistente la obligación principal (art. 801). Es que en las obligaciones alternativas no hay una obligación principal y
otra accesoria, sino dos prestaciones del mismo rango (art. 779).
Sin embargo, la cláusula penal subsiste aunque la obligación principal no
tenga efecto si ella se ha contraído por otra persona, para el caso de que aquélla b) Con las obligacionesfacultativas.- La diferencia es más sutil en este caso,
fuese nula por falta de capacidad del deudor (art. 801, in .fine). Es el caso de porque también aquí hay una obligación principal y otra accesoria, de tal modo
la obligación contraída por un menor y afianzada por un tercero. Éste perma- que si se extingue la principal, sin culpa del deudor, se extingue también la
nece obligado por la cláusula penal, no obstante la nulidad de la obligación accesoria (art. 787), como ocurre con la cláusula penal. Pero en las obligaciones
principal. facultativas el deudor tiene derecho a desobligarse cumpliendo con la presta-
66 ALEJANDRO BORDA (DlR.)
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 67
ción subsidiaria o accesoria (art. 786), lo que no ocurre -como regla- con la
Comúnmente, la pena consiste en una suma de dinero; pero nada se opone
cláusula penal.
a que sea cualquier otro objeto lícito; así por ejemplo, la pérdida o caducidad
e) Con la obligación condicional.- El funcionamiento de la cláusula penal de algún derecho que el contrato recon.ocía al deudor. En los préstamos hipo-
está sujeto a una condición: que el deudor no cumpla o incurra en mora. No tecarios es usual la cláusul~ según la cual si el deudor no paga puntualmente
obstante ello, hay una diferencia esencial con las obligaciones condicionales: los intereses, caduca el plazo concedido para el pago del capital, que se hace
en éstas, los derechos del acreedor son inciertos en cuanto a su eficacia o reso- exigible inmediatamente.
lución; dependen de un acontecimiento que puede o no ocurrir; en las obliga-
El objeto debe ser lícito; la más frecuente causa de ilicitud es la despropor-
ciones con cláusula penal, los derechos del acreedor son perfectamente ciertos
ción intolerable entre el daño sufrido por el acreedor y la pena. Los tribunales
desde el comienzo; la obligación del deudor ha nacido pura y simple; la única
han reducido en muchos casos las cláusulas excesivas o desproporcionadas; y
incertidumbre consiste en la forma que será cumplida (si pagan~o la prestación
luego esta solución ha recibido consagración legislativa (art. 656, párr. 2°, Cód.
principal o la pena), pero no respecto del derecho misrp.o.
Civil, ref. por ley 17.711; art. 794, párr. 2°, Cód. Civ. y Com.). Volveremos más
d) Con la señal o arras penitencial.- Se llama seña, señal o arras peniten- adelante sobre este punto.
cial a la cosa (generalmente una suma de dinero) que se entrega a una de
las partes en garantía del cumplimiento de la obligación y, subsidiariamente, 95. Tiempo, forma y modalidades
como indemnización para el caso de incumplimiento. Son frecuentísimas en
los boletos de compraventa de inmuebles, en los cuales el comprador entrega La cláusula penal puede pactarse simultáneamente con la obligación prin-
al vendedor una suma en concepto de seña. Si luego desiste la compra, pierde cipal o posteriormente, por cláusula o convenio separado. Lo usual es lo pri-
la seña; si es el vendedor quien se arrepiente, debe devolver la seña doblada. mero.
No está de más decir que la señal penitencial es uno de los dos tipos de señal Tampoco hay ninguna exigencia formal; puede pactarse por escrito o ver-
que existen. La otra es la llamada señal confirmatoria; que también consiste en balmente; la mayor parte de los autores admite la cláusula penal tácita. Por
la entrega de una cosa, pero, en este caso, como confirmatoria del acto. Esta nuestra parte, pensamos que, como se trata de una estipulación que agrava la
señal confirmatoria es la regla en el régimen jurídico vigente y ambas señales situación del deudor, sólo podría admitirse la forma tácita cuando resulta de
están reguladas en los arts. 1059 y 1060, correspondiendo su estudio al curso toda evidencia del contexto del contrato.
de contratos (nos remitimos a BoRDA, Alejandro, Derecho Civil Contratos, La
Ley,2016). La cláusula penal admite estas dos modalidades: a) cláusula penal compen-
satoria: como compensación de la obligación principal no cumplida, en cuyo
La diferencia con la cláusula penal es, pues, muy clara: 1°) La seña peni- caso tiene carácter sustitutivo de ésta; el pago de la pena extingue la obligación
tencial es algo que se da en garantía del cumplimiento; sólo subsidiariamente principal. b) cláusula penal moratoria: como resarcimiento de la demora en
sirve como indemnización de daños, si una de las partes decide no cumplir; la cumplir las obligaciones, en cuyo caso el acreedor puede exigir el pago de la
cláusula penal es algo que se promete para el caso de no cumplir la obligación pena y, además, el cumplimiento de la obligación.
principal. 2°) La seña penitencial se puede dar mediante convención para que
las dos partes del contrato puedan arrepentirse, mientras que la cláusula penal 96. Obligaciones que asegura
no autoriza al deudor a arrepe.ntirse: se establece sólo en beneficio del acree-
i
dor. 3°) La seña penitencial representa una parte, generalmente peql;leña, del La cláusula penal es posible pactarla para cualquier tipo de obligación.
importe total de las obligaciones del deudor, la cláusula penal equivale a las
obligaciones contraídas por el deudor, y más aún, por lo común tienen un valor A fin de despejar dudas, se dedicó el art. 795 a regular las situaciones de
patrimonial superior a las prestaciones ofrecidas. las obligaciones de no hacer: en este caso, el deudor incurre en la pena desde el
momento que ejecuta el acto del cual se obligó a abstenerse.
94. Objeto
También es posible convenida para asegurar el cumplimiento de una obli-
gación que al tiempo de pactarse la cláusula penal no podía exigirse judicial-
Según el art. 791, la cláusula penalpuede tener por objeto el pago de una suma
mente, siempre y cuando tal obligación principal no estuviese reprobada por
de dinero, o cualquiera otra prestación que pueda ser objeto de las obligaciones, bien
la ley (art. 803). La norma claramente impide constituir una cláusula penal
sea en beneficio del acreedor o de un tercero.
sobre una obligación ilícita.. Pero, entonces, ¿cuál es la obligación que puede
EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 69
68 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
a) La inejecución o retardo debe ser imputable al deudor. No se trata, desde 99. Beneficiario de la pena
luego, de que el acreedor deba probar la culpa o dolo del deudor, sino de que
El beneficiario de la pena puede ser la propia parte contratante que la ha
éste puede eximirse de la pena si demuestra que su incumplimiento se ha d,ebi-
pactado o bien un tercero (art. 791). Este último caso, que es excepcional, plan-
do a una causa extraña que suprime la relación causal. Consigna el art. 792 que
el caso fortuito debe ser aplicado e interpretado de manera restrictiva. tea algunos problemas delicados. ·
En el Código de las Obligaciones suizo, en cambio, el juez tiene amplias dones, evitando que se configure un aprovechamiento abusivo de la situación
facultades para modificar la pena si se demuestra que es manifiestamente exce- del deudor.
siva o insuficiente (arts. 161 y 163). Esta misma idea consagra hoy el Código
Civil francés, luego de las reformas introducidas por las leyes 75-597 y 85- Además de recordar que la Corte Suprema ha resuelto que se presume, de
1097, de los áños 1975 y 1985 (art.1152, párr. 2°). Pero las restantes legislacio- manera rigurosa, el abusivo aprovechamiento de la situación del deudor, una
nes que establecen el principio de la mutabilidad, sólo aluden a la hipótesis de vez acreditado la desproporción evidente y desorbitante (CSJN, 18/12/1990,
que la pena sea manifiestamente excesiva, que es lo que en definitiva interesa LL 1991-D-97), es necesario tener presente que ningún acto jurídico puede
en la mayoría de los casos. La cláusula penal, impuesta por el acreedor, muy ser contrario a la moral y a las buenas costumbres (art. 279), lo que obliga al
difícilmente será insuficiente; en cambio, es frecuente que sea desproporciona~ juez a morigerar la cláusula penal que -por su abusividad-las afecte.
damente elevada. Una razón de moral exige que los jueces intervengan para
restablecer la equidad en las convenciones. Este sistema ha sido adoptado por 102. Caso de cumplimiento irregular de la obligación
los códigos alemán (art. 343); italiano (art. 1384); chileno (art. 1544); peruano
Si el deudor sólo cumple una parte de la obligación o la cumple de modo
(art. 1346), paraguayo (art. 459); brasileño (art. 413); ecuatoriano (art. 1560).
irregular o fuera del lugar o del tiempo a que se obligó, y el acreedor ha acepta-
do el pago, la pena debe disminuirse proporcionalmente (art. 798).
101. Sistema del Código
A falta de acuerdo de las partes sobre la proporción de la reducción, el
El Código Civil de VÉLEZ consagró de modo expreso el principio de la in-
problema debe ser resuelto equitativamente por el juez.
mutabilidad absoluta (arts. 522 y 656). Esto significaba: .a) el deudor no podía
pedir que se redujera la pena, aunque demostrara que ella excedía los perjuicios Cabe agregar que el art. 798 no es de orden público y que las partes po-
sufridos por el acreedor; b) el acreedor no podía pedir una suma mayor, aunque drían convenir que el cumplimiento pardal o irregular no priva al ácreedor
demostrara que los perjuicios sufridos por el incumplimiento excedían el im- del derecho de exigir el pago íntegro de la pena (de acuerdo: KEMELMAJER
porte de la pena. Sin embargo, la jurisprudencia había decidido, con toda razón, DE CARLucci, Busso, SALVAT, BAuDRY-LACANTINERIE y BARDE, DEMOGUE,
que los jueces podían reducir las penas cuando éstas eran a todas luces abusivas DEMOLOMBE).
y desproporcionadas con el perjuicio ocasionado por el incumplimiento. Esta
jurisprudencia resultó consagrada por la ley 17.711, que agregó un párrafo al 103. Cláusulas penales ínfimas
art. 656 que permitió a los magistrados reducir 1:¡. cuantía de la cláusula penal.
Importan en la práctica cláusulas limitativas de responsabilidad para el
Reproduciendo este orden de ideas, el Código Civil y Comercial dispone, deudor. El art.1743 prohíbe aquéllas que afecten derechos indisponibles, aten-
por un lado, que el deudor no puede solicitar que se reduzca la pena, aunque ten contra la buena fe, las bu~nas costumbres o leyes imperativas o que sean
demuestre que el acreedor no ha sufrido daño alguno (art. 794); y, por el otro, abusivas.
que el acreedor no tiene derecho a otra indemnización, aunque pruebe que la
pena no es reparación suficiente (art. 793). Si ocurriese alguna de las circunstancias señaladas, el acreedor podrá pedir
la nulidad de la cláusula penal pa<;tada, pues de lo contrario, se legitimaría un
Sin embargo se torna competencia del magistrado reducir la pena cuando fraude a la ley, que el art. 12, párr. 2°, rechaza.
su monto -desproporcionado con la gravedad de la falta que sanciona, habida
cuenta del valor de las prestaciqnes y demás circunstancias del caso- configu- ¿Le sería posible el acreedor solicitar al magistrado que aumentase el mon-
re un abusivo aprovechamiento de la situación del deudor (art. 794, párr. 2°). to de la cláusula penal ínfima? Aunque el Código Civil y Comercial no prevé
tal posibilidad, ha sido admitido en doctrina que el juez puede ordenar incre-
Los elementos a tener en cuenta son, entopces, los siguientes: (i) despro- mentarla. No estamos de acuerdo con tal solución. El legislador ha contempla-
porción entre la pena y la gravedad de la falta cometida, y (ii) la configura- do solamente el supuesto de reducción en el art. 794, segundo párrafo. Admitir
ción de un abusivo aprovechamiento de la situación del deudor por parte del la posibilidad de aumento significaría aceptar una excesiva discrecionalidad en
acreedor. la revisión judicial del acto jurídico en particular.
Con otras palabras, para determinar la desproporción entre pena y falta El acreedor, enfrentado a esta situación de haber pactado una cláusula pe-
cometida, el juez deberá ponderar integralmente todas las circunstancias del nal ínfima, debe·optar entre: i) exigir el cumplimiento de la obligación princi-
caso, sobresaliendo entre ellas la gravedad de la falta y el valor de las presta- pal, y (ii) exigir el cumplimiento de la pena pactada. A esta opción, cabe añadir
72 ALEJANDRO BORDA (O IR.) EFECTOS DE LAS OBLIGACIONES 73
una más: solicitar la nulidad por fraude a la ley (art. 12, párr. 2°) y reclamar la lo es porque por lo común se estipula una suma de dinero), cada uno de los
indemnización de daños ocasionados. deudores sólo incurre en la pena en proporción de su parte, sea divisible o
indivisible la obligación principal (art. 799). b) Si la pena fuere indivisible o
si siendo divisible hubiera sido pactada con carácter solidario, cada uno de los
C.- EFECTOS
codeudores (o de los coherederos del deudor) estarán obligados a pagar la pena
entera (art. 800).
104. Distintos casos
Si hay pluralidad de acreedores, los efectos son los siguientes: a) Si la pena
El problema de los efectos de la cláusula penal debe s~r considerado con es divisible, cada acreedor sólo tiene derecho a cobrar su parte, sea divisible
relación a dos hipótesis posibles:
o indivisible la obligación principal. b) Si es indivisible o solidaria, puede re-
a) Cuando ha sido puesta como obligación subsidiaria.- Es el caso normal: clamarla íntegramente de cualquiera de los deudores, pero naturalmente los
la pena sustituye a la indemnización de daños resultante del incumplimiento. coacreedores tendrán derecho a repetir de él la parte que a cada uno le corres-
Los efectos son los siguientes: ponde (art. 847).
1°) Respecto del deudor. a) Su obligación principal sigue siendo la pactada, Si hubiera pluralidad de deudores y de acreedores se aplicarán iguales princi-
de tal modo que no puede eximirse de su cumplimiento ofreciendo pagar la pios. Siendo solidaria o indivisible la pena, cualquier acreedor podrá reclamar
pena, a menos que se hubiera reservado expresamente ese derecho en el con- de cualquier deudor el pago total de ella; siendo divisible, cada acreedor podrá
trato (art. 796). b) Si el acreedor acepta el pago de la pena, queda liberado del reclamar de cada deudor la parte que a éste le corresponde en el derecho de ese
acreedor. El concepto queda aclarado con un ejemplo. La cláusula penal es de
cumplimiento de la obligación principal. e) No puede pretender que se reduzca
$ 90.000 y hay tres acreedores y tres deudores. Cada uno de los acreedores sólo
la pena so color de que ella excede el monto de los daños sufridós por el acree-
podrá reclamar de cada uno de los deudores la suma de$ 10.000 (1/3 de 1/3).
dor, a menos que haya desproporción abusiva e intolerable (art. 794).
2°) Respecto del acreedor. a) Ocurrido el ineumpliiniento, el acreedor puede 106. Cláusula penal asumida por un tercero
optar entre exigir el cumplimien~o de la obligación principal o el pago de la
pena, pero no puede ~xigir ambas a la vez (art. 797). b) No puede reclamar otra Aunque lo normal es que la cláusula penal sea impuesta al deudor, nada
indemnización mayor aunque pruebe que la pena es insuficiente para compen- obsta a que la asuma un tercero, para el caso de incumplimiento del deudor
sar los daños derivados del incumplimiento(art. 793). principal. Particular importancia tendrá esta cláusula cuando el acreedor no
pueda exigir judicialmente del deudor el cumplimiento por tratarse de una
b) Cuando ha sido puesta como obligación accesoria.- En este caso la 'p ena no obligación ineficaz por incapacidad del sujeto pasivo. Ejemplo: un menor de
sustituye a la indemnización; es una pena accesoria que se acumula a ella. El edad contrae una obligación: el acreedor, sabiendo que se trata de un menor
acreedor puede exigir ambas a la vez y el deudor no se libera de la obligación y que la obligación asumida por él se torna susceptible de una declaración de
de cumplir la prestación principal pagando la pena, ni de pagar la pena cum- nulidad relativa, exige que un tercero se haga cargo de la garantía, estipulada
pliendo (extemporáneamente) la obligación. Para que tenga carácter accesorio en forma de cláusula penal. Si más tarde el menor no cumple, el tercero estará
y acumulable, es indispensable que así se hubiera pactado expresamente por obligado a pagar la pena (art. 801).
las partes o que el contrato estableciera que la pena se impone por el simple ....
retardo (art. 797).
D.- EXTINCIÓN
105. Pluralidad de acreedores o deudores
107. Principio general
Hasta aquí hemos tratado de los efectos de la cláusula penal suponiendo
Dado el carácter accesorio de la cláusula penal, si se extingue la obligación .
que hay un solo acreedor y un solo deudor. El problema se hace más complejo
cuando los sujetos activos y pasivos son varios. principal sin culpa del deudor, desaparece aquélla (art. 802). Sin embargo, si
no se puede cumplir la obligación principal por imposibilidad imputable al
Veamos en primer término lo que ocurre cuando hay pluralidad de deudores: deudor, debidamente acreditada, la cláusula penal subsiste y el acreedor podrá
a) Si la obligación que resulta de la cláusula penal es divisible (generalmente requerirla, sin perjuicio de la posibilidad de resolver el contrato que le brinda el
74 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
CAPÍTULO 111
l. TEORÍA GENERAL
En tal sentido el art. 743 indica Los bienes presentes y futuros del deudor
constituyen la garantía común ae sus aereedores. El acreedor puede exigir la venta
judicial de los bienes del deudor, pero sólo en la medida necesaria para satisfacer su
crédito. Similar orientación presenta el art. 242.
a) Llámanse privilegiados los acreedores cuyo crédito goza de una calidad No todos los bienes están sujetos a la ejecución por los acreedores. Es
a ser pagado con preferencia a otros (art. 2573). El privilegio nace siempre de importante destacar la evolución exper_imentada por el derecho en este punto,
la ley; la voluntad de las partes es impotente para crearlo (art. 2574). evolución inspirada en un sentimiento de caridad cristiana. De la prisión por
deudas se ha pasado al reconocimiento de que algunos bienes son inembarga-
Los privilegios pueden ser generales y especiales. Los primeros recaen sobre bles, siendo visible la tendencia de los últimos años a aumentarlos en número
la totalidad de un patrimonio y sólo pueden ser invocados en los procesos y proporción. El motivo que inspira estas excepciones es siempre el mismo:
universales (art. 2580). Los privilegios especiales inciden sobre cosas determi- que no debe privarse a los hombres de lo que es indispensable para cubrir sus
nadas, sean muebles o inmuebles. Se encuentran enumerados en el art. 2582. necesidades más imprescindibles. Pero lo que se ha modificado últimamente es
Ejemplo, el crédito por las expensas comunes en la propiedad horizontal sobre el concepto de cuáles son esas necesidades más imperiosas, que hoy se juzgan
la unidad funcional por la cual se expiden. Volveremos más adelante con dete- con espíritu amplio y generoso,, incluyendó lo que es menester-para una vida
nimiento sobre este tema.
decorosa y para poder trabajar.
b) Los acreedores que tienen a su favor un derecho real de garantía gozan Es necesario cuidar, sin embargo, que en este camino no se avance má~ allá
también de una preferencia en el pago de sus créditos, nacida en este caso de la de los justos límites, porque ello sería favorecer la mala fe, el incumplimiento
voluntad de las partes, y no de la ley, aunque está reconocida por ella. Tal ocu- de la palabra empeñada y burlar las legítimas esperanzas de los acreedores.
rre con los acreedores hipotecarios, prendarios y anticresistas. En el derecho
En nuestra legislación son'inembargables: a. las ropas y muebles de uso in-
comercial, están la prenda con registro, el warrant, los debentures y las obliga-
dispensable del deudor,' de su cónyuge o conviviente, y de sus hijos; b. los instrumentos
ciones negociables. En estos casos, la preferencia se refiere solamente a la cosa
necesarios para el ejercicio personal de la profesión, arte u oficio del deudor; c. los se- ·
dada en garantía; si ésta no bastara para cubrir la deuda, el saldo tiene carácter
pulcros afectados a su destino, excepto que se reclame su precio de venta, construcción
de crédito común. Cabe exceptuar los debentures y obligaciones negociables,
o reparación; d. los bienes cifectados a cualquier religión reconocida por el Estado; e.
que pueden afectar la generalidad de los _bienes muebles e inmuebles en su
modalidad flotante. los derechos de usufructo, uso y habitación, así como las servidumbres prediales, que
sólo pueden ejecutarse en los términos de los arts. 2144, 2157 y 2178;f las indem-
Adviértase que no se puede voluntariamente otorgar un privilegio sino nizaciones que corresponden al deudor por daño moral y por daño material deri-
que, en la medida que se constituya un derecho real, nacerá el privilegio que la vado de lesiones a su integridad psicofísica; g. la indemnización por alimentos que
ley otorga a su titular. corresponde al cónyuge, al conviviente y a los hijos con derecho alimentario, en caso
de homicidio; h. los demás bienes declarados inembargables o excluidos por otras leyes 1-
e) Los acreedores comunes o quirografarios son los que carecen de toda (art. 744). El Anteproyecto de Reforma del Código Civil y Comercial de 2018
preferencia; deben cobrar después de los privilegiados y de los que tienen a contempla adicionar en el transcripto inciso a) a los animales de compañía
su favor un derecho real de garantía y lo hacen a prorrata de sus respectivos obedeciendo a la relevancia que han adquirido en la esfera personal y familiar
créditos, si los bienes del deudor no alcanzaran a satisfacerlos en su totalidad. y a la importancia que le ha brindado la doctrina (ver art. 227 del citado Ante-
proyecto). Asimismo, se propone incluir como supuesto de excepción a la regla
d) Finalmente, el acreedor subordinado que es postergado, incluso, por el
de inembargabilidad de los sepulcros a los tributos que los graven.
acreedor común. Se trata de un sujeto que ha convenido con su deudor la pos-
tergación de sus derechos respecto de otras deudas presentes o futuras que ten- También deben ser incluidos en tal elenco el inmueble destinado a vivien-
ga este último. Por ello, ese crédito se rige por las cláusulas convenidas, siempre da, afectado al régimen previsto en el Libro Primero, Título III, Capítulo 3 del
Código Civil y Comercial, por deudas posteriores a su inscripción en el regís-
78 ALEJANDRO BORDA (DI R.) DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. 79
tro de la propiedad (arts. 244 y 249), las remuneraciones y aguinaldo, si fueren consagrado diversos códigos locales de procedimiento. En ese sentido dispone
inferiores al doble del salario mínimo vital hasta un 10% del importe que exce- el art. 745:
diere este último, y si fueren superiores, hasta el20% del importe que lo exce-
Prioridad del primer embargante.- El acreedor que obtuvo el embargo de bie-
diere (art.1°, dec. 484/1987, reglamentario de la ley 20.744 -y sus posteriores
reformas-), las jubilaciones y pensiones (art. 14, ley 24.241), la indemnización nes de su deudor tiene derecho a cobrar su crédito, intereses y costas, con preferencia
por accidentes de trabajo (art. 11, inc. 1°, ley 24.557), las asignaciones familia- a otros acreedores. Esta prioridad sólo es oponible a los acreedores quirografarios en
res, tales como la que corresponde -entre otras- a maternidad, ayuda escolar los procesos individuales. Si varios acreedores embargan el mismo bien del deudor,
y prenatal (art. 23, ley 24.714), la indemnización por despido y falta de preavi- el rango entre ellos se determina por la fecha de la traba de la medida. Los embargos
so, en una escala igual a la fijada para las remuneraciones laborales (art. 3°, dec. posteriores deben afectar únicamente el sobrante que quede después de pagados los
484/1987, reglamentario de la ley 20.744, ref por ley 21.297), etcétera. créditos que hayan obtenido embargos anteriores.
Se llama medidas precautorias a ciertas disposiciones tomadas por los jueces b) La inhibición es una medida de carácter general que afecta todos los
a pedido del acreedor, cuyo objeto es impedir que el deudor pueda disponer de bienes del deudor, impidiéndole enajenarlos o gravados. Se anota también en
sus bienes. Las más importantes son las siguientes: los Registros de la Propiedad que corresponda.
a) El embargo que recae siempre sobre bienes determinados, sean mue- e) La anotación de litis no significa un impedimento absoluto para enajenar,
bles o inmuebles. Los muebles pueden quedar depositados en poder del pro- como en los casos anteriores; pero se anota en el Registro de la Propiedad la
"
pio deudor o de un tercero; pero en cualquier caso aquél queda impedido de existencia de un litigio sobre el bien, con lo cual el eventual comprador queda
disponer de ellos. El embargo sobre inmuebles se anota en el Registro de la advertido de que un tercero pretende tener derechos sobre ese bien. Difícil-
Propiedad Inmueble y hace imposible toda operación inmobiliaria respecto mente se lo adquiere en esas condiciones, pues nadie tiene interés en comprar
de ese bien, en tanto no se satisfaga al acreedor o el nuevo adquirente asuma pleitos.
el embargo, o por lo menos, acepte las consecuencias que irroga. Si se trabara
d) La prohibición de innovar. Es una medida que tiene bastante difusión
embargo sobre una cosa mueble registrable, la medida deberá anotarse en el
en la práctica de los tribunales. Importa una orden judicial haciendo saber al
registro de la propiedad correspondiente.
deudor que debe abstenerse de modificar el estado de cosas existentes en ese
El Código Civil y Comercial ha querido finalizar con las discusiones acer- momento; en particular, significa una prohibición de enajenar, gravar, introdu-
ca de la constitucionalidad de la prioridad del primer embargante que habían cir modificaciones o hacer construcciones en los inmuebles, etcétera.
80 ALEJANDRO BORDA (OIR.) DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. 81
e) La designación de administrador o interventor judicial a fin de controlar der; e) confusión de las calidades de retenedor y propietario de la cosa, excepto
los negocios del deudor, fiscalizar las entregas y embargadas. disposición legal en contrario; f) falta de cumplimiento de las obligaciones del
retenedor o si incurre en abuso de su derecho (art. 2593).
113. Intervención procesal en los juicios en que el deudor es parte: carácter,
finalidad y condiciones
116. Acciones reparadoras
La doctrina moderna tiende a reconocer al acreedor el derecho a intervenir
Se llama así a las acciones destinadas a mantener incólume el patrimonio
en los juicios en que el deudor es parte, siempre que esa intervención se justifi-
del deudor: son la subrogatoria, la pauliana o revocatoria y la de simulación. N o
que atento el desinterés o inercia procesal del deudor. Su finalidad es defender
pertenece, estrictamente, a tal elenco la acción diré~ta pues faculta al acreedor
la garantía colectiva e impedir que el deudor pierda algún derecho por falta de
a percibir lo que un tercero debe a su deudor, hasta el importe de su propio
interés o negligencia. Su fundamento es, por tanto, muy similar al de la acción
crédito, ingresando el bien en cuestión al patrimonio del acreedor actor. Sin
subrogatoria y las condiciones para que -proceda la intervención del acreedor
perjuicio de la aclaración, nos ocuparemos de todas ·estas acciones en el nro.
son las mismas de esta acción: a) pasividad, inercia o desinterés del deudor; b)
interés legítimo del acreedor en actuar. 118 y ss.
Se pagan ante todo los acreedores privilegiados y luego el saldo se distribu- le brinda al ~creedor una acción ejecutiva a fin de ver cumplida la obligación
ye entre los quirografarios a prorrata de sus respectivos créditos. debida a través del deudor de su deudor.
121. Fundamento
11. ACCIONES DIRECTAS No es otro que el interés que tiene el acreedor que sea satisfecho su crédito.
La ley en este supuesto le brinda una herramienta directa, pero excepcional,
§ 1.- CONCEPTOS GENERALES
para que lleve a feliz término tal cometido, exigiéndole el cumplimiento de una
prestación homogénea al deudor de su deudor.
118. Concepto
?'
122. Carácter
Ocurre con frecuencia que una persona no hace valer los derechos contra
un tercero, sea por espíritu liberal, por generosidad, por negligencia o porque Dado que el bien ejecutado ingresa en el patrimonio del acreedor actor, no
en verdad no tiene interés. Detengámonos en esta última hipótesis, que es la puede haber lugar a dudas que resulta una modalidad ejecutiva. El acreedor 1~
que ahora nos interesa más. Supongamos una persona cargada de -deudas y ejerce en beneficio propio, hasta el importe de su crédito.
que, a su vez, tiene un crédito contra un tercero. Carece de interés en gestionar
También, es un remedio excepcional (art. 736). Se predica una interpreta-
su cobro, porque ese bien que ingresará a su patrimonio será inmediatamente
aprehendido por sus propios acreedores. ción restrictiva y debe estar expresamente prevista en la ley.
del accionante. Por eso se las llama acciones directas. Sólo se justifican en casos
excepcionales; por ello son de interpretación restrictiva y solamente proceden 123. Requisitos
en los .casos previstos expresamente por la ley (art. 736).
Son condiciones necesarias para su ejercicio (art. 737):
Este artículo las define como aquéllas que competen al acreedor para perci-
bir lo que un tercero débe a su deudor, hasta el importe del propio crédito. a.- Que el demandante goce de un crédito exigible contra su propio deudor. no
podría invocarla un titular de un crédito sujeto a condi~ión o plazo suspensivo.
119. Método del Código Civil y Comercial h.-:- Que el demandado ("tercer demandado" en la terminologia legal'') resulte
deudor del deudor del demandante. E~ el caso de que B le deba a A $ 5000, y que
Se le ha dedicado una sección propia; innovación importante ya que VÉLEZ
C deba devolverle a B $ 3000. A resulta acreedor de B y, a su vez, B es acreedor
SARSFIELD no la había regulado en preceptos autónomos, sino que sencilla-
mente, regló la acción directa para casos particulares. de C.
c.- Homogeneidad de ambos créditos entre sí; es decir que deben ser compa-
Se encuentra ubicada dentro del Capítulo de Acciones y garantías comunes
para los acreedores, en el Libro Tercero (Derechos Personales), Título I referido tibles, pertenecer a la misma especie de obligación. En el ejemplo dado, ambos
a las Obligaciones en general. Resulta el lugar apropiado pues se encuentra supuestos tratan de hipótesis de obligaciones dinerarias.
"j.
a continuación de los artículos referidos a las disposiciones generales de las d.- Inexistencia de embargo_ anterior a la promoción de la acción directa. Se
obligaciones. , trata de créditos sobre los cuales no existan trabados embargos, ya que de lo
contrario se vulneraría la prioridad del primer embargante.
120. Naturaleza jurídica
e.- Citación del deudor del demandante a juicio. Así se tutela de manera
Una mirada realista conduce a elegir la tesitura que indica que es un re- efectiva su derecho de defensa.
medio procesal otorgado al acreedor para que satisfaga S!J interés ante la des-
idia de su d~udor a llevar a cabo la prestac~ón pactada. La idea de una cesión, f.- La procedencia de la acción directa debe estar prevista para el caso en par-
cualquiera sea la modalidad propuesta, descansa en una ficción que el derecho ticular (art. 736, in fine). El propio ordenamiento jurídico individualiza los
moderno trata de repeler en todas sus dimensiones. El ordenamiento jurídico supuestos donde procede (véase nro.125).
84 ALEJANDRO BORDA (O IR..) DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR.. .. 85
§ 3.- EFECTOS e) Entre el demandado y los demás acreedores del deudor principal: solamente
podrán impugnar los efectos de una demanda exitosa, si acreditan el fraude o
124. Consecuencias la simulación entre el actor, su deudor y el demandado.
Conviene precisar, en primer lugar, que el acreedor que entabla una prós-
pera acción directa hace ingresar el bien obtenido en su patrimonio (art. 738, § 4.- CASOS ESPECIALES
inc. d]), hasta el monto menor de las dos obligaciones, sin pasar por el patri-
monio de su deudor. '
125. Hipótesis particulares
Descripta la virtualidad principal, cabe precisar los distintos efectos:
Una de las características de la acción directa radica en que su ejercicio
a) Entre el acreedor actor y su deudor: Como no pasa el bien por el patrimo- debe estar previsto expresamente en la ley.
nio del sujeto pasivo (el deudor del acreedor), éste no podrá realizar sobre él
actos de conservación y disposición. Claro está, que podrá argüir las defensas En este sentido encontramos:
que estén a su alcance. 1°) En caso de sublocación y de cesión de la locación, el locador tiene acción
Como ha sido satisfecho el interés del acreedor demandante, su deudor se directa contra el sublocatario para cobrar el alquiler adeudado por el locatario, en la
libera en la medida del pago (art. 738, inc. e]). medida de la deuda del sublocatario. También puede exigir de éste el cumplimiento de
las obligaciones que la sublocación le impone, inclusive el resarcimiento de los daños
b) Entre el acreedor actor y los demás acreedores: Estos últimos no podrán causados por uso indebido de la cosa. Recíprocamente, el sublocatario tiene acción
intep.tar embargar el bien en cuestión una vez que ha ingresado en el patrimo- directa contra el locador para obtener a su favor el cumplimiento de las obligaciones
nio del acreedor actor, salvo que ejerzan las acciones pauliana o de simulación, asumidas en el contrato de locación (art. 1216, párrs. 1° y 2°).
que se estudiarán más adelante (nros. 139 y ss., y 158 y ss.). No obstante ello,
no existe ningún obstáculo en que traben embargo sobre el bien durante la 2°) En caso de sustitución de mandato, el mandante tiene la acción directa
tramitación de la acción directa. Operará aquí la prioridad del primer embar- contra el sustituto prevista en los arts. 736 y eones., pero no está obligado a pagarle
gante según corresponda. No debe olvidarse que la notificación de la demanda retribución si la sustitución no era necesaria (art. 1327).
ocasiona el embargo del crédito a favor del acreedor actor (art. 738, inc. a]). '
3°) En el supuesto de construcción, siembra o plantación en terreno no
e) Entre el acreedor actor y el demandado: El demandado puede invocar a su propio, realizado por un tercero con trabajo o materiales ajenos en inmueble ajeno,
favor las mismas defensas que podría haber alegado contra su acreedor (deu- quien ifectúa el trabajo o quien provee los materiales no tiene acción directa contra el
dor del demandante). Inclusive podría oponerlas defensas que tuviera contra dueño del inmueble, pero puede exigirle lo que deba al tercero (art. 1962, párr. final).
el actor, verbigracia, la compensación, pues el bien ingresa directamente en el
patrimonio de este último (art. 738, inc. e]). Por otra parte, debe recordarse que
el reclamo del acreedor actor sólo puede prosperar h4sta el monto menor de las 111. ACCIÓN SUBROGATORIA U OBLICUA
obligaciones (art. 738, inc. b]).
1-
§ 1.- CoNCEPTOS GENERALES
Una vez notificado el demandado, no podrá pagar a su acreedor (deudor
del actor) para liberarse pues con este acto procesal ha ocurrido el embargo del
crédito afavor de su demandante (art. 738, inc. a]). 126. Concepto
d) Entre el deudor del acreedor actor y el demandado: Ya que se exige la ci- Mientras el deudor es solvente, sus acreedores no tienen interés en que
tación del primero, la sentencia que acoge la acción hace cosa juzgada entre ejecute los derechos que tiene contra terceros; pero cuando no lo es, su interés
ambos. Como consecuencia, el deudor que es a la vez acreedor del demandado es evidente. La ley les reconoce el derecho de subrogarse en los derechos del
no podrá interponer similar pretensión si el pago reali~ado resulta completo. ~eudor y de intentar a nombre de éste las acciones que posee contra terceros.
La cuestión queda concluida finalmente. Esta es la acción llamada subrogatoria, oblicua o indirecta.
86 ALEJANDRO BORDA (O IR.) DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. 87
El Código trata de la acción subrogatoria en los. arts. 739 a 742, ubicado El fundamento de esta acción es el derecho que tienen los acreedores de
en el Capítulo 2 del Título I referente a las Obligaciones en general, del Libro defender la garantía del pago de sus créditos que es el patrimonio del deudor.
Tercero. Resulta una ubicación adecuada. Ha mejorado sensiblemente el es- Tiende a incorporar a ese patrimoni9 bienes que aumentarán su garantía y que,
quema velezano que reguló la acción subrogatoria dentro de los efectos de los eventualmente, le permitirán hacer efectivos sus derechos.
contratos en un solo precepto (art. 1196).
131. Carácter: conservatorio, ejecutivo o mixto
128. Origen, evolución y derecho comparado También este punto es discutido por los autores: la acción subrogatoria, ¿es
conservatoria, ejecutiva o mixta?
Es muy discutido el origen histórico de esta acción. Mientras los autores
italianos lo encuentran en un rescripto de CARACALLA, vinculado con la eje- a) Para algunos autores, se trata de una acción co~servatoria (SÁNCHEZ DE .
cución de los bienes del deudor, los franceses sostienen que el derecho romano BusTAMANTE, SALVAT), pues tiende a mantener e integrar el patrimonio del
no conoció la acción, que es originaria del antiguo derecho francés. Lo cierto es deudor. Esto en las relaciones entre acreedor y deudor; pero, naturalmente, con
que el texto de CARACALLA tiene una muy remota vinculación con esta acción relación al tercero contra el cual se dirige la acción, ésta tendrá carácter con-
y que su configuración precisa y definitiva data de las Costumbres Normandas servatorio o ejecutivo según los casos; así, si se trata sólo de trabar un embargo
(art. 278), aun cuando ya antes se citan algunas aplicaciones jurisprudenciales preventivo, será conservatoria; si de realizar bienes, será ejecutiva. Pero esto
de la idea. se refiere al carácter de la acción del deudor contra el tercero y no a la acción
subrogatoria en sí misma, que es lo que ahora nos interesa.
En el derecho moderno está legislada en la mayor parte de los códigos
b) Para otros es ejecutiva, pues importa una especie de expropiación del
(francés, art. 1166; italiano, art. 2900; español, art. 1111; portugués, arts ..606
deudor, consumada en beneficio del acreedor (DEMOLOMBE, Huc, LAURENT).
y ss.; peruano, art. 199; venezolano, art. 1278; uruguayo, art. 1295; paraguayo,
art. 446). En cambio, la omiten los códigos alemán, suizo, brasileño, chileno y e) Finalmente, otros opinan que es una acción mixta: tendrá carácter con-
mexicano. servatorio si el acreedor procura que el bien ingrese al patrimonio de su deudor
para que le sirva de garantía o de instrumento de pago; y ejecutivo si lo que se
129. Naturaleza jurídica persigue es el pago inmediato (LAFAILLE, SARAVIA, GIORGI, D'AvANzo).
si vigila y cuida de sus intereses como c9rresponde, no se justificaría una inter- una usurpación ilícita e importaría hacerse justicia por su propia mano; ade-
ferencia de los acreedores. más, la intervención judicial permitirá apreciar si el accionante tiene interés
legítimo en intentarla. A lo cual se ha contestado que no hay tal usurpación
e) Interés legítimo en actuar ("esta omisión afecta el cobro de su acreencia'').- ilícita porque el acreedor ejerce un derecho que la ley le reconoce; y si luego se
Puesto que el interés es la medida de las acciones, no se justificaría una aceión demuestra que no tiene interés en la acción, lo que corresponde es rechazarla.
sin beneficio positivo alguno para el que lo intenta. Ello ocurrirá, por ejem- Sobre todo, hay una razón práctica, que es la que ha inclinado a la jurispruden-
plo, si el deudor tuviera una notoria solvencia. Aunque no es necesario que el cia a no exigir este recaudo: la posibilidad de actuar del acreedor en defensa de
acreedor pruebe la insolvencia de aquél, es obvio que si se demuestra una plena su derecho se hace más ágil yeficaz si se la despoja de requisitos previos que la
capacidad del deudor para responder a sus obligaciones, debe negarse a su
entorpecen y que no están establecidos en ninguna disposición legal.
acreedor la acción oblicua, pues de cualquier modo él podrá cobrar su crédito
sin necesidad de dirigirse contra el tercero. El art. 739 no hace de este extremo un requisito. •r
'
135. Requisitos inútiles o superfluos b) ¿Es necesario que el deudor subrogado sea citado para que intervenga en el
juicio?- La conveniencia de la intervención del deudor en el juicio es a todas
En cambio, no es necesario, ya que no se encu~ntran consignados en el luces evidente: 1°) porque de esa manera se escucha a quien es parte intere-
art. 739: sada y que tal vez pueda aportar al pleito elementos de juicio indispensables;
2°) porque él podría demostrar su solvencia y, por tanto, la falta de interés del
a) ~e el acreedor tenga título ejecutivo. acreedor; 3°) porque si él no int~rviene,la sentencia que allí se dicte no tendrá
b) ~e se pruebe la insolvencia del deudor, esta exigencia, como requisito valor de cosa juzgada respecto suyo; y si, por ejemplo, la demanda fuere recha-
previo, significaría crear una seria traba para el ejercicio de una acción, que por zada, él tendría derecho a intentarla nuevamente, con lo que volvería a promo-
lo común no causa ningún perjuicio al deudor subrogado. Pero si éste demues- verse otro pleito por una misma causa. Más allá de la evidente conveniencia
tra su solvencia, la acción subrogatoria debe rechazarse, porque ello prueba que de la intervención del deudor, la falta de norma expresa provocaba dudas, las
el accionante carece de interés. cuales han sido despejadas con el art. 740 que expresamente dispone que el
deudor debe ser citado para que tome la interveación que corresponda. ·
e) ~e se haga excusión de los bienes dei deudor, es decir que el acreedor
haya intentando previamente, sin éxito, ejecutar otros bienes del deudor. Mi- , e) ¿Es necesario que el acreedor actúe en nombre del deudor?- Se acepta hoy
litan aquí las mismas razones que existen para no exigir la prueba de la insol- que no es indispensable que lo haga así porque, en verdad, el acreedor ejerce un
vencia del deudor. derecho que le es propio. Puede, pues, accionar a nombre propio, siempre que
surja claramente de su demanda que intenta valerse de los derechos y acciones
d) Tampoco interesa la fecha del crédito. que correspondan a su deudor con la extensión y límites que ellos tienen.
Esto sentado, precisemos los distintos efectos: Ambas son medios para tutelar el crédito de los acreedores. Sin embargo,
presentan diferencias notables:
a) Entre el actor y el deudor.- Si la acción prospera, el acreedor podrá ul-
a) La acción oblicua tiende a hacer. ingresar un bien al patrimonio del
teriormente embargar el bien e inclusive ejecutarlo, siempre, claro está; que su
deudor; la directa a hacerlo ingresar al patrimonio del accionante; b) la acción
crédito fuere exigible y no condicional o a plazo. Cabe agregar que como el
oblicua beneficia a todos los acreedores y al mismo deudor; la directa benefi-
efecto fundamental de la acción no es otro que hacer ingresar el bien al patri-
cia exclusivamente al accionante, que no se ve expuesto así a que su esfuerzo
monio del deudor, nada impide que luego éste disponga de él, lo venda, grave,
resulte parcial o totalmente estéril por la concurrencia de otros acreedores; e)
etcétera, mientras no le haya sido embargado. Es claro que si la enajenación
el ejercicio de la acción subrogatoria no impide al deudor (titular del crédito)
fuere fraudulenta, el acreedor podrá impugnarla por vía de la acción pauliana.
disponer de él, transar, renunciar, etcétera; el efecto normal de las acciones
b) Entre el actor y los otros acreedores.- Como la acción subrogatoria no directas es privar al deudor principal de su facultad de disponer del derecho
tiene otro objeto que hacer ingresar un derecho al patrimonio del deudor, be- desde que la acción se ha iniciado; d) la acción oblicua se ejerce por la totalidad
neficia a todos los acreedores por igual, hayan o no intentado la subrogatoria. del crédito que el deudor subrogado tiene contra el demandado, aunque sea
Qyeda desde luego al subrogante el derecho de embargar el bien tan pronto mayor que el del acreedor subrogante; en las acciones directas, el crédito del
haya prosperado su acción pues no goza de preferencia alguna sobre los bienes accionante marca el límite por el que la acción puede ser ejercida; e) la acción
obtenidos por este medio (art. 739, in fine). En este punto, la situación es aná- oblicua se ejerce a .nombre del deudor, en tanto que la directa se insta.ura a
loga a la que deriva de la acción de simulación. nombre propio; f) por último, en la acción directa, el demandado puede opo-
ner tanto las excepciones que su acreedor tenga contra el actor como las que el
e) Entre el actor y el demandado.- El demandado se encuentra frente al mismo tuviese contra la parte demandante; esta última posibilidad se encuen-
actor en las mismas condiciones que se encontraría frente al subrogado (acree- tra vedada en la acción subrogatoria.
dor del demandado); puede oponerle las mismas defensas y excepciones, in-
clusive la de compensación, aun cuando provengan de hechos del subrogado
posteriores a la demanda, siempre que no sean en fraude de los acreedores IV. ACCIÓN REVOCATORIA O PAULIANA
(art. 742). Por el contrario, nó puede invocar sus defensas personales contra el
actor, verbigracia, la compensación respecto de un crédito que tenga contra el
139. Concepto y terminología
subrogante, pues éste no ejerce la acción en beneficio propio sino en beneficio
del deudor y, eventualmente, de todos los acreedores de éste. Los acreedores -y particularmente los comunes y quirografarios- tienen
ligada la suerte de sus créditos al estado de fortuna del deudor. Todo egreso de
d) Entre el deudor y el demandado.- La acción seguida entre el subrogante bienes supone una disminución de la garantía común; pero mientras se trate
y el demandado hace cosa juzgada respecto del subrogado, ya que el art. 740 de actos normales de administración o disposición, ellos deben soportar sus
requiere la citación a juicio de este último. Por consiguiente, el deudor subro- consecuencias y carecen de remedio legal para impugnarlos. Sólo cuando el ...
gado no podría intentar luego nuevamente la acción, si el s\,lbrogante hubiera acto está encaminado a defraudarlos, la ley acude en su defensa. Ocurre a veces
sido vencido en el pleito. que un deudor, que está a punto de caer en insolvencia o que se encuentra ya
en ese estado, enajena algunos de sus bienes para sustraerlo a la acción de sus
e) Entre el demandado y los demás acreedores.-. Aquí se plantea una situa-
acreedores; el dinero o los valores mobiliarios que recibe a cambio, se sustraen
ción similar a la examinada en el sU:bpunto' anterior. Como el deudor debe ser
fácilmente al embargo. En tal caso, la ley reconoce a los acreedores la acción
citado al juicio, la sentencia hace cosa juzgada no sólo respecto de él, sino de
revocatoria, que permite a los acreedores hacer ejecución del bien cuya propie-
todos sus restantes acreedores, que no podrían más tarde volver a intentar la
dad se había transmitido a terceros. Aunque la hipótesis típica del fraude es
acción, desde que su propio deudor ha sido vencido; la acción subrogatoria se
la venta, son muchos los actos que implican una lesión de los derechos de los
brinda en caso de inacción, pero no cuando el subrogado ha sido activo, pero
acreedores y dan lugar a la acción.
vencido.
94 ALEJANDRO BORDA (DIR.) DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. 95
Esta acción se llama revocatoria (porque permite revocar el acto del deu- determinada y la acción pauliana puede tener por objeto la restitución de bie-
dor enajenante),pauliana (en homenaje al pretor Paulus, que la introdujo por nes incorporales.
primera vez) o de fraude (porque es un remedio contra la acción fraudulenta
b) Es una acción personal de nulidad. Es la teoría sostenida en forma casi
de los deudores).
unánime por la doctrina clásic.a. La restitución de la cosa o bien sobre el cual se
ejerce la acción se explic~ como una de las consecuencias propias de la acción
140. Origen y fuentes legales
de nulidad, que es precisamente la restitución o devolución de las cosas o de-
La acción revocatoria tiene su origen en el derecho romano, en donde la rechos transferidos en virtud del acto anulado.
introdujo por primera vez, según ya lo dijimos, el pretor Paulus a quien no debe
e) La doctrina más actual ha puesto de manifiesto la verdadera naturaleza
confundirse con el gran jurisconsulto del mismo nombre. Como el remedio
de esta acción. No es una acción de nulidad porque el acto fraudulento mantiene
respondía a una verdadera necesidad jurídica, como es la de evitar la burla
·toda su validez entre el deudor y el tercer adquirente; el bien no reingresa al
dolosa de los acreedores, pasó al derecho medieval y a los códigos modernos.
patrimonio del deudor, como debería ocurrir si se tratara de una nulidad; y
Las fuentes del Código Civil velezano radicaron no sólo en los textos mis- por ello es que los otros acreedores no se benefician con la acción. No hay, por
mos del Digesto, sino también en las leyes de Partidas, que habían recogido la tanto, nulidad; hay simplemente inoponibilidad, y así ha sido consagrado por el
institución, y en el Código francés y sus comentaristas, particularmente CHAR- art. 338 del Código Civil y Comercial. La consecuencia de la acción de fraude
DON, cuya obra sobre el Dolo y el Fraude es clásica en esta materia. es que el acto impugnado es inoponible al acreedor que la intenta; para éste, es
como si aquel acto no se hubiera celebrado, como si la transferencia de dere-
141. Método del Código Civil y Comercial chos o de bienes no se hubiera operado. Puede, por ejemplo, hacer ejecución
del inmueble vendido real pero fraudulentamente por el deudor como si no
Trata de la acción pauliana en el Capítulo referente a los vicios de los actos hubiera salido de su patrimonio. En suma, el acto celebrado por el deudor en
jurídicos, en los arts. 338 a 342, lo que evidentemente es un acierto, puesto que fraude de sus acreedores no les es oponible a éstos, pero para el deudor conser-
tal es su naturaleza jurídica. va toda su validez. '
142. Fundamento
§ 1.- CONDICIONES PARA SU PROCEDENCIA
La acción pauliana se funda en una razón de orden moral; el derecho no
puede permanecer impasible ante los actos del deudor consumados para de-
144. Requisitos generales
fraudar a los acreedores. El deudor puede disponer libremente de su patrimo-
nio en tanto proceda de buena fe y obre en defensa legítima de sus intereses. En el art. 339 del Código Civil y Comercial se establecen las condiciones
Excediendo esos límites, sus acreedores pueden impedir que se disponga de lo generales para la procedencia de la acción pauliana:
que constituye su garantía común.
a.- En primer término, que el cr;édito sea de causa anterior al acto impugnado,
143. Naturaleza excepto que el deudor haya actuado con el propósito de defraudar r¡ futuros acreedo-
res (art. 339, inc. a]). La razón que inspira este requisito es que los acreedores
Muchas son las teorías sostenidas en torno a la naturaleza jurídica de la cuyo crédito tiene un origen posterior al acto del deudor, no podrían invocar 1-
acción pauliana. Dejando de lado las que han tenido poco eco doctrinario, fraude en su perjuicio; cuando ellos llegaron a constituirse en acreedores, sea
podemos resumir las principales en estas tres: por contrato, sea por disposición de la ley, los bienes habían salido ya del pa-
trimonio del deudor y mal podrían sostener que el acto estaba encaminado a
a) Es una acción real, porque permite perseguir los bienes que han salido
perjudicarlos.
del patrimonio del deudor. Esta teoría, fundada en un texto de Justiniano, no
ha resistido el análisis y fue abandonada ya por los antiguos romanistas. No es Pero este requisito, aceptado como regl~ general, no es de aplicación al caso
una acción real porque no deriva de la propiedad ni de ningún otro derecho de que el acto impugnado, aunque posterior al origen del crédito, haya sido
real; tampoco hay un derecho de persecución porque la acción queda parali- realizado en previsión de la obligación que nacería más tarde. Ejemplo: una
zada ante los terceros subadquirentes de buena fe a título oneroso; finalmente, persona, movida por sentimientos de venganza, se propone matar a otra; pero
las acciones reales no se conciben sino cuando recaen sobre una cosa corporal antes de consumar el crimen, y en previsión de que será obligado a pagar los
96 ALEJANDRO BORDA (OIR.) DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. 97
daños causados, vende sus bienes y oculta el dinero. Realizado el hecho, la víc- se haga lugar a la acción pauliana. Pero no por ello es menos importante en la
tima o sus herederos, si aquella ha fallecido, tienen abierta la acción pauliana, vida del Derecho, ya que desempeña, sobre todo, un papel preventivo; ante el
siempre, claro está, que se cumplan las restantes exigencias legales. temor de una eventual declaración de inoponibilidad, los terceros suelen abs-
tenerse de realizar actos fraudulentos.
Tampoco se aplica la exigencia relativa a la fecha del crédito, cuando se
trata de reconocimientos de deudas posteriores al acto impugnacfo, pero cuyo 146. Casos de actos gratuitos
origen es anterior á éste. Ejemplo: una persona embiste y hiere gravemente a
otra con su automóvil; posteriormente enajena sus bienes y luego suscribe un En esta hipótesis, la situación es distinta. La revocación del acto no supone
documento con la víctima reconociendo. adeudarle tantos pesos en concepto ya la pérdida de uri derecho adquirido por el tercero a cambio de una pres-
de daños. Si luego no le pagara a la víctima la suma prometida, ésta podría tación equivalente, sino simplemente la extinción de un beneficio. Es lógico,
impugnar la enajenación, porque aunque el título que exhibe para su reclamo pues, que no sea la ley tan severa como en el caso anterior; para que proceda la
(el reconocimiento de la deuda) es posterior al impugnado (la enajenación), el acción bastan las condiciones generales del art. 339 (incs. a} y b}), sin que sea me-
origen de la deuda es anterior. nester ningún conocimiento del tercero adquirente. Y aunque éste probase su
buena fe y que ignoraba la insolvencia del deudor, el acto debe ser declarado,
b.-En segundo lugar, que el acto haya causado 'o agravado la insolvencia
igualmente, inoponible.
del deudor (art. 339, inc. b]). Si ocurriese lo contrario, el actor no podría alegar
perjuicio, pues los bienes de aquél alcanzarían para satisfacer el pago de sus La determinación de si el acto es oneroso o gratuito, supone muchas veces
obligaciones.
dificultades que suelen no ser simples y cuya solución queda librada al arbitrio
Se entiende por insolvencia que el activo no alcanza a cubrir el pasivo. Tal judicial.
circunstancia debe existir en el momento de la iniciación de la demanda.
147. Acción dirigida contra un subadquirente
c.- Finalmente, que quien contrató con el deudor a título oneroso haya cono-
cido o debido conocer que el acto provocaba o agravaba la insolvencia (art. 339, inc. Puede ocurrir que el adquirente de un derecho en virtud de un acto sujeto
e]): dada su importancia se verá en forma separada, en el número siguiente. a la acción revocatoria lo haya transmitido, a su vez, a un tercero.
145. Casos de actos onerosos, requisitos especiales Para que proceda la acción contra el subadquirente es necesario, ante todo,
que proceda contra el primer adquirente; si la segunda transmisión fuera a
Se requiere para declarar inoponible el acto celebrado que el tercero co- título gratuito, bastaría con aquel requisito para que procediese la revocación;
nozca o haya debido conocer que tal acto producía o agravaba la insolvencia pero si fuera a título oneroso, será necesario, además, que el subadquirente
del deudor, con quien justamente celebraba el negocio jurídico (art. 339, inc. sea cómplice en el fraude (art. 340, párr. 2°). Esta complicidad se presume si
e]). No se exige su complicidad; basta el actuar negligente inexcusable (haya el subadquirente conocía el estado de insolvencia del deudor, al momento de
debido conocer) que permite interponer eficazmente la acción paulina, si concu- contratar (art. citado). .
rren los demás. requisitos.
148. Quiénes pueden intentarla
Esta disposición se explica por sí sola; el señalado contenido cognoscitivo
t
del tercero, como requisito para hacer lugar a la revocación de actos onerosos,
El art. 338 expresa que Todo acreedor puede solicitar la declaración de ino-
•es una exigencia inevitable de la seguridad de las transacciones; si bastara la
ponibilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude de sus derechos, y de las
sola mala fe del enajenante, nadie podría estar seguro de los derechos que
renuncias al ejercicio de derechos ofocultades con los que hubiese podido mejorar o
adquiere, por más que haya pagado por ellos su justo precio y haya actuado de
evitado empeorar su estado de fortuna. Se ha mejorado la redacción del art. 961
perfecta buena fe.
del Código velezano que indicaba solamente a los acreedores quirografarios.
En la práctica, el conocimiento por parte del tercero, de que el acto por No se ve, en efecto, por qué razón precisamente los acreedores que tienen una
él celebrado provocaba o agravaba la situación de insolvencia del deudor, o la preferencia legal han de ser ~xcluidos de este remedio, sobre todo si su privile-
circunstancia de que debió haber conocido tal consecuencia, resulta muy difícil gio no es suficiente para cobrar el total de la obligación porque han desapare-
de probar; de ahí que sean poco frecuentes los casos de jurisprudencia en que cido los bienes del deudor a causa del acto fraudulento.
98 ALEJANDRO BORDA (D!R.) DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. 99
Puede ser intentada individualmente por cada uno de los acreedores, o bien yan entablado. De ahí que la ley limite los efectos de la acción al importe del
colectivamente, en caso de quiebrá, por intermedio del síndico. En cambio, la crédito de los actores que la hubiere intentado (art. 342); pero una vez satisfe-
posibilidad de ejercerla en el concurso preventivo se encuentra muy discutida. chas las deudas, mantiene sus efectos entre las partes que lo han celebrado. De
tal modo, si se tratara de un acto que por su naturaleza propia es susceptible
149.Prueba de fraccionamiento, como sería la donación de una suma de dinero, la inopo-
nibilidad se referirá a aquella porción necesaria para pagar el crédito. Si no
La prueba de que se hayan reunido los requisitos de la acción corresponde
fuera posible el referido fraccionamiento (como en el supuesto de venta de un
al que la entabla; pero no hay que olvidar que en materia de actos onerosos,
inmueble), en el caso de que declarado inoponible el acto, ejecutado el bien y
el actor no está obligado a probar la mala fe o complicidad del subadquirente,
pagados todos los créditos quedara todavía algún sobrante, el saldo restante
sino que le basta demostrar que éste tenía conocimiento, o debió haberlo teni:..
pertenecerá al que adquirió aquél m~diante el acto fraudulento.
do, de que el acto que celebraba provocaba o agravaba la insolvencia del deudor
(art. 340, párr. 2°). El efecto de la acción pauliana no es, por consiguiente, hacer reingresar el
bien al patrimonio del deudor, sino dejar expedita la vía para que los acreedores
150. Actos susceptibles de ser declarados inoponible puedan cobrarse sus créditos.
En principio, todos los actos que signifiquen un perjuicio para los acree- Sin embargo, el art. 340, primer párrafo, consagra una importante limita-
dores pueden ser declarados inoponibles, sin que quepa formular ninguna dis- ción: no puede oponerse -es decir, no consagra su virtualidad jurídica- la
tinción entre aquellos que producen un empobrecimiento del deudor y los que declaración de inoponibilidad a los acreedores del adquirente que de buena fe
impiden un enriquecimiento. El art. 338 hace referencia a actos y a renuncias hayan ejecutado los objetos del acto cuestionado. Verbigracia, si un acreedor
al ejercicio de derechos o facultades. del tercer adquirente remató la finca cuya compraventa resultó declarada ino-
ponible, los actores que entablaron eficazmente la acción pauliana, no podrán
En el derecho romano, en cambio, sólo se admitía la revocación de los ac- agredir la cantidad obtenida en la subasta.
tos que hubieran empobrecido al deudor, criterio ya superado en las legislacio-
nes modernas. Lo que tiene verdadera relevancia jurídica es el peryuicio de los De estos principios generales, que presiden la acción revocatoria, se des-
acreedores; la distinción entre actos que han ocasionado un empobrecimiento prenden los efectos que hemos de estudiar en los números siguientes. .
o evitado un enriquecimiento, muchas veces sutil y difícil de formular, no tiene,
en verdad, importancia. 152. Relaciones entre el deudor y el adquirente
Por tanto, pueden ser revocadas: las ventas y donaciones, los contratos de Entre el deudor y el adquirente, el acto revocado mantiene su validez. De
locación, que disminuyen substancialmente el valor de los inmuebles; la re- ahí las siguientes consecuencias: 1°) si cobrados los acreedores, quedara un
nuncia o aceptación de una herencia, la renuncia de derechos, etcétera. Por remanente, éste pertenece al adquirente y no al deudor; 2°) el adquirente des-
excepción no podría pedirse la revocación de actos que importan la renuncia pojado total o parcialmente del bien tiene derecho a que el enajenante le repare
expresa o tácita de ejercer ciertos derechos personales, como, por ejemplo, el el daño; es claro que esta indemnización sólo tendrá lugar cuando el acto hu-
perdón manifestado por el donante al donatario ingrato. . biere sido a título oneroso; el donatario nada puede reclamar, pues el donante
-como regla- no responde por evicción (arts.1033 y 1036).
' ...
§ 2.- EFECTOS DE LA ACCIÓN PAULIANA 153. Relaciones entre los distintos acreedorés
existencia del fraude. Distinto es el caso de quiebra, porque en esta hipótesis la Esta disposición se explica por sí sola. Llevar la acción adelante, no obstan-
revocación es pedida por el síndico en nombre de todos los acreedores, incluso te que el poseedor de los bienes paga el crédito o da fianzas suficientes de que 1
aquellos cuyo crédito es de fecha posterior al acto impugnado. será pagado, importaría un verdadero abuso del derecho. J.
1~ '
154. Relaciones entre el acreedor y los subadquirentes frente a los cuáles 156. Relaciones con la acción revocatoria del derecho comercial
prospera la acción revocatoria
La ley 24.522 reglamenta una acción que permite revocar ciertos actos del
1
En este número estudiamos la relación existente entre el acreec!or del deu- deudor fallido. 1 -- • i
dor insolvente que ha obtenido una sentencia favorable y el subadquirente,
sucesor particular del deudor. Como hemos visto anteriormente (nros. 145 y Según el art.ll8, son ineficaces respecto de los acreedores los actos realiza- ',il
146) para que este último deba soportar los efectos de la declaración de inopo- dos por el deudor en el período de sospecha que consistan en: 1) actos a título 1
1
nibilidad debe haber sido cómplice en el acto de transmisión a título oneroso o gratuito; 2) pago anticipado de deudas cuyo vencimiento debía producirse en
haber recibido el bien a título gratuito. Si se cumplen los requisitos ·señalados, el día de la quiebra o posteriormente; 3) constitución de hipotecas, prendas 1·
debe tolerar la realización del bien. o cualquier otra preferencia, respecto de ,opligaciones que originalmente no
tenían esa garantía.
¿Pero qué sucede si ha transferido a un sucesor particular de buena fe de
manera onerosa el bien en cuestión o se ha perdido la cosa? No sería posible A su vez el art. 119 dispone que los demás actos réalizados en el período de
llevar a cabo la liquidación dd bien. En consecuencia, el subadquirente debe
responder por los daños ocasionados. El art. 340, tercer párrafo (cuya redacción,
sosp~cha pueden ser declarados ineficaces respecto de los acreedores cuando se
acredite que el tercero tenía.conocimiento del estado de cesación de pagos del a
1'
deudor (requisito éste que no se exige en los casos del art. 118).
11
no podemos omitir decirlo, es harto confusa), indica la medida de su responsa-
bilidad: si lo adquirió de forma onerosa debe satisfacer el perjuicio ocasionado l;
Estas acciones sólo pueden ser iniciadas por el síndico de la quiebra, a
solidariamente con todos los antecesores que actuaron de mala fe (incluyendo,
menos que, intimado por uno de los acreedores a promoverla no lo hiciera en
como reza la nQrma, quien contrató de mala fe con el deudor); si lo obtuvo por un
el plazo d~ treinta días, en cuyo caso puede promoverla el acreedor (art. 120,
acto a título gratuito, responde en la medida de su enriquecimiento.
párr. 1°). ·
Cabe añadir que no parece razonable interpretar de manera estricta la úl-
En cuanto a la acción regulada por los arts. 961 a 972 del Código Civil
tima parte del art. 340 que dispone que el que contrató de buenafe y a título
(reemplazados hoy por los arts. 338 a 342 del Código Civil y Comercial), que
gratuito con el deudor, responde en la medida del enriquecimiento. Los mismos
se diferencia de las anteriores, porque puede promoverse con relación a actos
criterios que conllevan a la solución legal resultan perfectamente aplicables
realizados antes del período de sospecha, puede ser promovida o continuada
al subadquirente a título gratuito (persona que no contrató con el deudor). El
poPlos acreedores individualmente, si intimado el síndico a intentarla o prose-
argumento contrario sensu -que de por sí ha ido perdiendo su valor interpre-
guirla, no lo hiciera en el plazo de treinta días (art. 1.20, párr. 3°).
tativo- se torna aún menos convincente cuando su aplicación choca contra.un
criterio de equidad. Por ello, propiciamos adecuar la terminología del precepto
en una futura reforma legal. ;..
§ 3.- PRESCRIPCIÓN
V. ACCIÓN DE SIMULACIÓN b) El acto simulado tiene por objeto provocar un engaño. Adviértase que
engaño no supone siempre daño, puesto que algunas simulaciones son perfec-
§ 1.- CONCEPTO Y CARACTERES tamente inocuas.
e) Por lo general, la simulación se concierta de común acuerdo entre las partes
158. Concepto con el propósito de engañar a terceros. Así, por ejemplo, una persona vende
simuladamente sus bienes a otra, para no pagar a sus acreedores. Pero éste no
La simulación ocupa un lugar itnportante en la vida humana; es un re-
es un requisito esencial de la simulación. A veces no existe acuerdo entre las
curso de autodefensa y de escalamiento. Se simulan carácter, coraje, virtud,
partes, sino entre una de ellas y un tercero y el propósito es engañar a la otra
conocimiento, talento, éxitos; se disimulan defectos, odios, fracasos. Muchos
parte. El ejemplo clásico es el de quien compra una cosa a nombre propio,
hombres, dice FERRARA, son verdaderos artistas en la escena de la vida.
pero por cuenta de un tercero: Primus, sabiendo que Secundus, por razones de
También es frecuente en los negocios jurídicos. Se utiliza como procedi- enemistad personal, no querrá venderle su casa, le encarga a Tercius que haga
miento para ocultar ciertas actividades o bien para evadir impuestos, o para la operación con dinero suyo. El acto simulado es la compra, pues Tercius no
escapar al cumplimiento de obligaciones legales. A veces, la simulación no adquiere para sí sino para Primus; pero el acuerdo para engañar no existe entre
tiene nada de reprensible y hasta suele ser una manifestación de pudor, de au- comprador y vendedor sino entre comprador y su comitente; el engañado es
téntica modestia; pero, por lo general, el propósito perseguido es contrario a la una de las partes, el vendedor.
ley o a los intereses de terceros. Es aquí, precisamente, donde la fecundidad y
la diversidad de los recursos empleados es sorprendente. En vano el legislador Se ha negado que en esta hipótesis haya simulación. Esta opinión es in-
dictará leyes cada día más minuciosas y severas para combatir esta forma de sostenible en nuestro derecho positivo, puesto que el art. 333 enuncia expre-
fraude; bien pronto se hallarán nuevos y sutiles procedimientos para eludirlas. samente este caso, al decir que el acto es simulado cuando por él se constituyen
o transmiten derechos a personas interpuestas, que no son aquellas para quienes en
No debe extrañar, por consiguiente, la dificultad en que se han encontrado realidad se constituyen o transmiten.
los juristas para hallar una definición unitaria de todas las infinitas formas de
simulación. El desacuerdo, prácticamente general, es revelador de la comple- Independientemente de esta razón que atañe a nuestro derecho positivo,
jidad del tema. Con todo acierto, se ha preferido una enunciación descriptiva no se ve ningún fundamento serio en apoyo de la doctrina que impugnamos,
de las distintas hipótesis posibles: La simulación tiene lugar -dice el art. 333- que parte apriorísticamente de que la simulación presupone·siempre un engaño
cuando se encubre el carácter jurídico de un acto bajo la apariencia de otro, o cuando concertado de común acuerdo entre las partes. Por nuestra parte, consideramos
el acto contiene cláusulas que no son sinceras, ofechas que no son verdaderas, o cuando que lo esencial es la insinceridad de lo estipulado; nada obsta; por consiguiente,
por él se constituyen o transmiten derechos a personas interpuestas, que no son aque- a que la engañada sea una de las partes, como consecuencia del acuerdo entre
llas para quienes en realidad se constituyen o transmiten. la otra y un tercero, aunque no es esta hipótesis la más frecuente ni la típica.
De una manera general, podemos decir que acto simulado es aquel que Inclusive, la simulación es posible en algunos actos unilaterales. . :.
tiene una apariencia distinta a la realid~d. Hay un contraste entre la forma
externa y la realidad querida por las partes; el negocio que aparentemente es 160. Simulación absoluta y relativa
serio y eficaz, es en sí ficticio y mentiroso o constituye una máscara para ocultar
un negocio distinto. La simulación puede ser absoluta o relativa; estudiaremos por separado ..
ambas hipótesis.
159. Caracteres del acto simulado
a) Es absoluta cuando se celebra un acto que no tiene nada de real; se trata
Aunque la extraordinaria multiplicidad de formas que suele adoptar la si- de una simple y completa ficción. Un deudor que desea sustraer sus bienes a la
mulación hace difícil encontrar caracteres comunes a todas ellas, es sin embar- ejecución de los acreedores, los vende simuladamente a un tercero; en un con-
go posible delinear los más generales: tradocumento consta que la operación no es real y que el vendedor aparente
continúa siendo propietario.
a) Todo acto simulado supone una declaración de voluntad ostensible y
otra oculta, destinada a mantenerse reservada entre las partes; es esta última la b) La simulación es relativa cuando el acto aparente esconde otro real dis-
que expresa la verdadera voluntad de ellas. tinto a aquél; el acto aparente no es sino la máscara que oculta la realidad. La
104 DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. lOS
ALEJANDRO BORDA (OIR.)
simulación relativa puede recaer: 1°) Sobre la naturaleza del contrato; así, por el que figura como prestada una suma mayor que la que en realidad se prestó;
ejemplo, una persona que desea favorecer a uno de sus hijos más allá de lo así quedan incluidos los intereses usurarios dentro del capital. Aquí la única
que le permite la porción disponible, simula venderle una propiedad que en perjudicada es una de las partes; no obstante lo cual la simulación es ilícita.
realidad le dona, a fin de que no pueda ser obligado a colacionar; o bien, una
persona que desea hacer una donación a su amante, la oculta bajo la aparien-
162. Actos simulables
cia de una venta para no hacer ostensible el m~tivo que lo ha determinado a
transferirle la propiedad. 2°) Sobre el contenido del contrato; así, por ejemplo, se
simula .un precio menor del que en realidad se ha pagado, para evitar o dismi- En principio, todos los .actos bilaterales pueden simularse. El art. 334 in-
nuir el impuesto a los sellos; o se simula la fecha, antedatando o posdatando el dica que resulta aplicable, taJilbién, a las cláusulas simuladas. Esta regla tiene
documento. 3°) Sobre la persona de los contratantes; ésta es una de las hipótesis muy contadas excepciones. La primera, en la que están de acuerdo casi todos
más interesantes, y en la que la simulación adopta formas variadísimas. Muy los autores, es la del matrimonio. En este caso, el oficial público interviene
frecuente es el caso del testaferro, prestanombre u "hombre de paja", como completando y perfeccionando el acto con su declaración de unir a los con-
se lo llama en la doctrina francesa. Ejemplos: la ley 19.950, exige un míni- trayentes; su intervención, dice FERRARA, es integrante del acto, y como en el
mo de dos socios para formar una sociedad de responsabilidad limitada; en oficial público la simulación es inconcebible, el acto jamás puede resultar fingi-
la práctica, ·suele ocurrir que ésta pertenece a una sola persona, que distribuye do. Además de esta razón importantísima puesta de manifiesto por el maestro
algunas cuotas sociales entre varios amigos que le "prestan su nombre" para italiano, hay otras muchas que obligan a aceptar ese criterio. La seriedad del
cumplir aparentemente con los requisitos legales; un hombre casado, que tiene matrimonio, la defensa de la familia, el problema de orden moral implícito en
relaciones extramatrimoniales con una mujer a quien desea favorecer con una la cuestión, hacen necesario rechazar enérgicamente la posibilidad de que tal
donación, para no despertar sospechas en su cónyuge lo hace a nombre de una acto pueda simularse.
tercera persona, que, por un contradocumento privado, se obliga a transferir los
bienes a la verdadera destinataria. Luego de la última guerra mundial, se produjeron en Europa algunos ca-
sos que han dado lugar a apasionadas controversias. Con el objeto de eludir
161. Simulación lícita e ilícita persecuciones raciales o políticas, sustraerse al trabajo obligatorio, obtener un
pasaporte, algunas personas contrajeron matrimonio, adquiriendo así la ciu-
En sí misma, la simulación no es ni buena ni mala; es incolora, como se dadanía del esposo. Lo hacían sin la menor intención de contraer un verda-
ha dicho con expresión gráfica. Como decía el propio Código velezano en su dero matrimonio, y no había; desde luego, posterior cohabitación. Aunque el
art. 957la simulación no es reprobada por la ley cuando a nadie perjudica ni tiene problema dio lugar a fallos contradictorios, la mayor parte de los tribunales se
un fin ilícito. Incluso, el Código Civil y Comercial admite implícitamente la inclinaron por considerarlos simulados y nulos. Consideramos que las extre-
simulación lícita desde que afirma que la simulación ilícita o que perjudica mas circunstancias de hecho que rodearon estos matrimonios justifican esta
a un tercero provoca la nulidad del acto ostensible (art. 334). Por lo tanto, la solución, aprobada, agreguemos, por el propio derecho canónico.
simulación que a nadie perjudica ni tiene un fin ilícito no es reprobada por la
ley. Tal es el caso de los negocios fiduciarios, o de muchos actos en que el móvil
de la ficción ha sido una razón de discreción, o inclusive de modestia. Asimismo, debe admitirse que las personas jurídicas que necesitan para su
existencia que el Estado les otorgue personería no pueden simularse, puesto
Añade el art. 334 que si el acto simulado encubre otro real, éste es plena- que el otorgamiento de tal personería es un acto integrante de la nueva entidad.
mente eficaz si concurren los requisitos propios de su categoría y no es ilícito Sin embargo, con respecto a este aspecto, hay que tener en cuenta lo regulado
ni perjudica a un tercero. en el art. 144. En efecto, esta norma dispone que la actuación que esté destinada
a la consecución de fines ajenos a la persona jurídica, (que) constituya un recurso
Pero si la simulación perjudica a terceros o si, por otros motivos, es con- para violar la ley, el orden público o la buena fe opara frustrar derechos de cualquier
traria a la ley, se convierte en ilícita (art. 334). Éste es, desde luego, el caso más persona, se imputa a quienes a título de socios, asociados, miembros o controlantes
frecuente. ·
directos o indirectos, la hicieron posible quienes responderán solidaria e ilimitada-
El perjuicio a terceros supone siempre la ilicitud de la simulación. Pero, a mente por los perjuicios causados. Lo dispuesto se aplica sin afectar los derechos de los
veces, la ilicitud resulta de otras causas. Así, por ejemplo, para escapar al riesgo terceros de buena fe y sin perjuicio de las responsabilidades personales de que puedan
de que se declare usurario el préstamo de dinero, se suscribe un documento en ser pasibles los participantes en los hechos por los perjuicios causados.
106 ALEJANDRO BORDA (DIR.) DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. 107
Si es ejercida por una 4e las partes, debe dirigirse contra la otra o sus su- El contradocumento es una declaración de voluntad formulada por escrito
cesores universales. por las partes, de carácter generalmente secreto, y destinada a probar que el
acto ha sido simulado.
Si es ejercida por un tercero, debe dirigirse contra los dos responsables
del acto simulado: tanto contra el enajenante como contra el adquirente del Por lo común, se otorga al mismo tiempo que el acto aparente; pero esta
derecho. simultaneidad no es un requisito esencial, puesto que puede haberse otorgado
,...
108 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. 109
Como principio, la exigencia del contradocumento es propia de una sana f) Si una de las partes ha cumplido con la prestación a que se obligó según
política legislativa, pues se torna necesario garantizar la seguridad de las tran- el acto real yla otra se niega a cumplir la prestación recíproca.
sacciones y evitar que un contratante de mala fe pueda impugnarlas sobre la g) Cuando la simulación ha sido hecha en fraude de la ley. En este caso, en
base de una pretendida simulación, demostrada por pruebas fraguadas. Los efecto, el otorgamiento de un contradocumento es prácticamente imposible.
contratantes tienen a su disposición, en el momento de celebrar el acto, un Supongamos que, para burlar la prohibición legal de los intereses usurarios, se
medio cómodo y cierto de asegurarse la prueba de la simulación, que es el con- otorgue recibo por una cantidad mayor a la prestada, incluyendo en esa suma
tradocumento; si no han tenido la precaución de munirse de él, deben sufrir las los intereses que exceden de aquella tasa. El prestamista nunca otorgará al deu-
consecuencias de su propia imprevisión. dor un contradocumento en el que conste esa circunstancia, porque ello im-
portaría entregarle un arma que le permitiría no pagar los intereses excesivos.
Estos argumentos son buenos para rechazar, en principio, toda otra prueba
que no sea el contradocumento; pero esto no puede ser una regla absoluta, pues 170. Situación de los sucesores universales y de los representantes .
si en el juicio se ha producido una prueba inequívoca, cierta, indubitable de la
simulación, no es posible rechazar la acción por un prurito puramente formal. Los sl1cesores universales de la parte que ha otorgado un acto simulado,
ocupan su lugar; por tanto, se les aplican los mismos principios estudiados en
Este último orden de ideas (receptado por la jurisprudencia desde hace los párrafos anteriores. Pero hay que formular una excepción importante: si
~
largos años y luego consagrado por la reforma de la ley 17.711 al Código Civil) la simulación es en perjuicio de ellos, deben considerarse terceros respecto de
explica la parte restante del segundo párrafo del art. 335: Puede prescindirse de él ese acto; por lo tanto, no se les aplica la regla del art. 335, ni están obligados a
(se refiere al contradocumento) cuando la parte justifica las razones por las cuales presentar contradocumentos, sino que pueden valerse de toda clase de pruebas,
no existe o no puede ser presentado y median circunstancias que hacen inequívoca la incluso las presunciones. Tal sería el caso de que se hubiera simulado una venta,
simulación. con el propósito de eludir las prescripciones relativas a la legítima; el heredero
forzoso, perjudicado con ese acto, puede usar cualquier medio de prueba para
La apuntada disposición implica: a) establecer la exigencia del contrado- impugnarlo. Sería, en efecto, un contrasentido exigir contradocumento a quien
cumento como regla; b) admitir que puede prescindirse de él cuando sea im- no puede tenerlo.
posible presentarlo o haya pruebas y circunstancias que hagan inequívoca la
Idéntica conclusión debe adoptarse cuando se trate de un acto simulado
simulación.
en perjuicio de una persona y celebrado por su propio representante. Así, por
.....
110 ALEJANDRO BORDA (O IR.) DERECHOS DEL ACREEDOR SOBRE EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. 111
ejemplo, si los padres otorgan un acto en perjuicio de sus hijos menores de prescripciones legales sobre la legítima, etcétera. No queremos significar con
edad no emancipados con el fin evidente de perjudicarlos, no es posible exi- ello que sea necesario probar la existencia de una causa simulandi; pero si evi-
girles a estos últimos la prueba del contradocumento, una vez, verbigracia, que dentemente no la hay, si no se alega un motivo valedero que la explique, será
hayan alcanzado la mayoría de edad. muy difícil que el juez admita la acción, pues entonces la simulación no tendría
sentido. La causa simulandi, una vez puesta de manifiesto, arroja una luz escla-
recedora sobre la conducta de las partes y facilita la labor del juez.
C.- PRUEBA POR TERCEROS
h) En la simulación por interposición de personas es muy ilustrativo el El que posee una cosa en virtud de un título aparente declarado nulo, a
modo de comportarse del prestanombre, que no se conduce como verdadero instancias de la declaración de simulación, debe restituirla al verdadero dueño
adquirente de los bienes; tiene también relevancia la índole de las relaciones (art. 390), con sus frutos (percibidos, pendientes y dejados de percibir, pues
entre el enajenante y el verdadero destinatario de los derechos o bienes. Por lo posee de mala fe, art. 1935) y p~oductos; pero, en cambio, tiene derecho a que
general, estas relaciones son íntimas y se procura mantenerlas ocultas; tal como se le paguen los gastos de conservación y a que se le reconozca el importe de
ocurre entre una persona casada y su amante. las mejoras necesarias, salvo que se hayan producido por su propia culpa, y las
útiles hasta el mayor valor adquirido por la cosa (art. 1938).
172. Caracteres y requisitos
La acción de simulación, cuando es ejercida por los acreedores, tiene ca- Desde luego, si se tratase de una simulación relativa queda en pie el acto
rácter conservatorio, es decir, se propone conservar íntegro el patrimonio que querido en la convención oculta. Así, por ejemplo, si se disimula una donación
constituye la garantía de sus créditos, poniendo de manifiesto la situación real bajo la apariencia de una venta, quedará en pie la donación.
del bien, que en verdad no ha salido de ese patrimonio, y removiendo así los
obstáculos legales para una futura ejecución de sus créditos. Declarada la simulación, el vencedor en el juicio. tiene derecho a exigir de
la contraparte la indemnización de los daños y perjuicios derivados de la acti-
Los requisitos para su procedencia son: a) que el acto sea simulado; y, b) tud de ésta al pretender hacer valer su derecho aparente.
que el actor tenga interés en la declaración de simulación, porque el acto apa-
rentemente lo perjudica.
8.- RESPECTO DE TERCEROS
D.- PRESCRIPCIÓN
Como hemos de ver en el número siguiente, los actos simulados son.nulos Con cierta frecuencia, el adquirente fingido de una cosa o de un derecho,
de nulidad relativa. Por ello, la acción de simulación prescribe en el plazo de 2 los trans-fiere a un tercero, burlando la confianza depositada en él. Tal es el caso
años. Se aplica el art. 2562, inc. a), que justamente fija ese plazo para el pedido del comprador aparente de un inmueble, que lo enajena a un extraño o consti-
de declaración de nulidad relativa y de revisión de actos jurídicos. tuye en favor de éste un derecho real de hipoteca, servidumbre, etcétera; o bien
el de una persona a cuyo nombre se ha endosado un cheque con fines de cobro
El punto de inicio para que empiece a correr el plazo de prescripción varía
y que, a su vez, lo transfiere a un tercero.
de acuerdo al legitimado activo. Si entabla la acción de simulación una de las
partes, el término comienza a contarse desde que, requerido para dejar sin
efecto el acto simulado, se negare a ello (art. 2563, inc. b]). Si resulta ser un Aun cuando la simulación sea lícita, el enajenante no tiene derecho alguno
tercero el actor, comienza a correr el plazo de la prescripción desde el instante contra el sucesor a título singular de buena fe; el acto simulado no puede ser
impugnado por él y sólo le queda una acción de daños contra quien defraudó
en que conoció o pudo conocer el vicio del acto jurídico (art.2563, inc. e]).
su confianza. Esta solución estaba consagrada expresamente el art. 996 del
.
Código Civil de VÉLEZ. Y si bien no hay una norma similar en el Código Civil
§ 3.- EFECTOS DE LA SIMULACIÓN y Comercial, la solución se impone como una exigencia de la seguridad del
comercio, pues de lo contrario no habría adquisición ni título seguros; por lo
A.- ENTRE LAS PARTES demás, quien simula debe correr con el riesgo de su mentira.
174. Carácter de la nulidad, efectos Por sucesor a título singular de buena fe debe entenderse aquél que ignora-
ba el carácter simulado del acto que servía de antecedente a su derecho, puesto
Los actos simulados son nulos de nulidad relativa, pues la sanción está que teniendo conocimiento de que aquél era sólo aparente, no podrá invocar
impuesta sólo en interés de la persona afectada (arts. 386 y 388). ninguna protección legal.
¡'!"
S
OER.ECHOS DEL ACREEDOR SOBR.E EL PATRIMONIO DEL DEUDOR. .. 115
114 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
'
deudor y un tercero, sino en virtud de una sentencia pasada en autoridad de 1
Con el propósito de legalizar el fraude de terceros y darle visos de cosa e) Como consecuencia de lo anterior es que la acción de simulación fa-
juzgada a la transferencia de un derecho, los deudores, 'e n connivencia con un vorece a todos los acreedores, en tanto que la pauliana sólo beneficia al que la
tercero, suelen emplear el siguiente procedimiento: se entabla un juicio, que se intentó.
lleva de acuerdo entre actor y demandado; ambos producen las pruebas necesa-
d) Cuando se ejerce la acción de simulación no hay necesidad de probar la
rias para darle una apariencia de seriedad, pero que, al mismo tiempo, aseguran
insolvencia del deudor, ni que la fecha del crédito sea anterior al acto impug-
el resultado final perseguido por ambos. El derecho queda transferido (por lo
nado; en cambio, ambos extremos son indispensables en la acción pauliana .
menos en la apariencia legal), no ya en virtud de un acto celebr;ado entre el
.A...
116 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
181. Comparación de las acciones directa, subrogatoria y de simulación Las obligaciones pueden clasificarse desde diversos puntos de vista:
Las diferencias son netas: a) La directa busca que el bien en cuestión se d) En cuanto al sujeto, las obligaciones pueden tener un sujeto único o sim-
incorpore al patrimonio del actor acreedor, tornándose el único favorecido. ple o plural, lo que ocurre cuando son varios los acreedores o los deudores. Estas
La subrogatoria se propone hacer ingresar un bien al patrimonio del deudor; hipótesis de sujeto múltiple o plural permiten clasificar las obligaciones de la
como consecuencia de ello, beneficia al propio deudor y a todos sus acreedores; siguiente manera: obligaciones de pluralidad disyunta o conjunta; obligaciones
la revocatoria no hace ingresar ningún bien al patrimonio del deudor; respecto simplemente mancomunadas, solidarias o concurrentes; y de prest\lciÓn divisible o ...
de éste, el acto declarado inoponible se mantiene plenamente válido y, por indivisible.
tanto, la acción no beneficia sino solamente al acreedor que la intentó, no a los
e) En cuanto a las modalidades, las obligaciones se dividen en puras o mo-
restantes. b) La directa y la subrogatoria tienden a remediar una negligencia
dales, según que carezcan o tengan, respectivamente, alguna de las modalidades
del deudor; la revocatoria, a impedir la consumación de un acto fraudulento. e)
de los actos jurídicos; las obligaciones modales se dividen a su vez en obligacio-
La directa y la subrogatoria se conceden a todos los acreedores, cualquiera sea
la fecha de su crédito; la revocatoria, en principio, solamente a los acreedores nes condicionales, a plazo o con cargo.
cuyo crédito tiene fecha anterior al acto impugnado. d) Para intentar la acción
En los párrafos que siguen, trataremos cada una de estas obligaciones, ex-
directa y la subrogatoria no es menester probar la insolvencia del deudor, re-
cepto las referidas en el apartado e) precedente, pues su estudio corresponde a
quisito que es indispensable en la acción pauliana.
la Parte General del Derecho Civil y Comercial.
118 ALEJANDRO BORDA (DIR..) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 119
l. ÜBLIGACIONES PRINCIPALES Y ACCESORIAS su familia), la obligación accesoria versa sobre otros bienes de menor valor que
actúan como complemento. Resultaría un ejemplo la adquisición de un equipo
de computadora donde lo accesorio recaería sobre programas básicos de soft-
184. Concepto
ware que se encuentran instalados.
Según el concepto del art. 856, las obligaciones principales son aquellas cuya Tales ideas han influenciado en la redacción del art. 856. Como última
existencia, régimen jurídico, eficacia y desarrollo funcional son autónomos e indepen- acotación, no se torna posible soslayar que se ha empleado la terminología de
dientes de cualquier otro vínculo obligacional. Las obligaciones accesorias resultan accesoriedad en la regulación de las obligaciones facultativas (arts. 786/789);
dependientes de ellas en cualquiera de los aspectos precedentemente indicados, o en efecto, en este tipo de obligaciones, el deudor puede liberarse cumpliendo la
cuando resultan esenciales para satisfacer el interés del acreedor. No se concebiría la obligación accesoria, mientras que el acreedor sólo puede requerir la principal.
existencia de estas últimas sino porque existen las primeras. Como consecuen-
cia lógica, deben seguir la suerte de la principal.
186. Interdependencia y relaciones recíprocas
185. Especies Puesto que la obligación accesoria sólo tiene vida en razón de que existe la
principal, es obvio que debe seguir su suerte. Por tanto, extinguida o declarada
El carácter principal o accesorio de una obligación se ha referido, tradicio- nula o ineficaz la obligación principal, queda extinguida o declarada nula o
nalmente, a su objeto o a las personas obligadas. ineficaz también la accesoria (art. 857), excepto disposición legal en contrario.
a) Son accesorias en cuanto a su objeto cuando son contraídas para asegu- Verbigracia, pagada o declarada nula la deuda principal, queda extinguida la
rar el cumplimiento de una obligación principal: tal como la cláusula penal, la fianza, la cláusula penal, o el derecho de hipoteca o prenda que la garantiza.
obligación del vendedor de entregar al comprador el título de propiedad del Por su parte, las señaladas vicisitudes de la obligación principal, de carácter
inmueble enajenado, la de reparar los daños por retardos en el cumplimiento parcial, en principio, provocan las mismas consecue~cias parciales en la obli-
de la obligación, etcétera. gación accesoria.
b) Son accesorias con relación a las personas, cuando las personas contraen Otra consecuencia de esta dependencia es que la obligación principal de-
obligaciones como garantes o fiadores: en estos casos la obligación accesoria no termina la competencia de los jueces, y es ante el magistrado que entiende en
es contraída por una de las partes sino por un tercero; también en este supuesto ella donde deben plantearse las cuestiones relativas a la ejecución de las fianzas,
su fin es asegurar el cumplimiento de la obligación principal. cláusulas penales, hipotecas, prendas, etcétera.
e) Otra modalidad especial radica en los derechos reales de garantía, lla- En cambio, la, extinción, nulidad o ineficacia de la obligación accesoria
mados accesorios del derecho del acreedor: es posible citar como ejemplos la no influye en la principal, pues ésta tiene vida propia. Así, la liberación de la
hipoteca, prenda, anticresis, warrants, debentures y obligaciones negociables. obligación contraída por el fiador, la cancelación de la hipoteca, no impiden la
Tales especies deben reputarse también accesorias, pues siguen la suerte de la subsistencia de la obligación principal.
obligación principal ..
Es digno de resalt~r que la interdependencia no sólo involucra el aspecto
Modernamente, se ha ampliado la noción de accesoriedad. Se recurr~ a cri- sustantivo ("existencia''), sino que también incluye la fase operativa ("eficacia y
terios de interdependencia funcional y económico (PIZARRa, Ramón Daniel y desarrollo funcional''). .
VALLESPINOS, Carlos Gustavo, Instituciones de Derecho Privado, Obligaciones, t.
I, Hammurabi, 1999, p. 204). 187. Casos especiales
Desde el punto de vista funcional, se estima que la obligación principal El Código Civil y Comercial contiene algunas disposiciones que parece-
consiste en aquélla que satisface de manera directa el interés del acreedor y rían importar excepciones a las reglas sentadas en el número precedente; pero,
accesoria la que coadyuva a tal fin. Podría encuadrarse en esta categoría tanto en realidad, se tratan sólo de excepciones aparentes, según lo pondremos de
las garantías personales y reales. relieve.
Desde el punto de vista económico, la obligación principal tiende a obte- a) El art. 801 dispone: La nulidad de la obligación con cláusula penal no causa
ner el bien que aspira el acreedor (vgr,.la unidad funcional donde habitará con la de la principal La nulidad de la principal causa la de la cláusula penal, excepto
120 ALEJANDRO BORDA (DIR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 121
si la obligación con cláusula penal fue contraída por otra persona, para el caso que mente lo que define la obligación desde el punto de vista jurídico es la posi-
la principalfuese nula por falta de capacidad del deudor. El supuesto legal de la bilidad del acreedor de compulsar al deudor a darle cumplimiento o, en su
última parte de la norma transcripta debe entenderse de la siguiente manera: defecto, a pagar la indemnización correspondiente. Pero no están desprovistas
una persona estipula una cláusula penal para el caso de que una obligación de toda protección jurídica, ya que si el deudor ha pagado voluntariamente
concertada por otro sea nula por falta de capacidad de este último. Habría (única vía concebible, desde que el acreedor no puede compelerlo) el acreedor
en realidad una obligación condiciomil suspensiva: el hecho condicionante se tiene derecho a retener lo pagado, de acuerdo a los parámetros de la equidad y
encontraría constituido por la nulidad de la otra obligación en razón de la del derecho natural.
incapacidad del deudor. Tal situación ha sido denominada en doctrina como
cláusula penal impropia. s{.¡ diferencia con las obligaciones civiles o perfectas radica precisamente
en que éstas confieren al acreedor una acción para obligar al deudor a cumplir.
b) El art. 803 dice que es igualmente válida la cláusula penal que sea puesta
para asegurar el cumplimiento de una obligación que al tiempo de concertar la ac-
cesoria no podía exigirse judicialmente, siempre que no sea reprobada por la ley. Es 189. Antecedentes históricos y legislación comparada
lógico que así sea, puesto que como la obligación existe (aunque el deudor no
pueda ser compelido a cumplirla) la obligación accesoria de garantía mantiene En el derecho romano primitivo no se concebían otras obligaciones que las
su validez. · civiles. Pero en la época clásica se admitió la idea de que una persona podía no
estar obligada por el derecho civil, pero sí por el derecho de gentes o el derecho
e) No se ha reproducido en el nuevo cuerpo legal el art. 664 del Código
Civil de VÉLEZ que disponía: subsistirá la obligación contenida en la cláusula pe- natural. De ahí el nombre de obligaciones naturales. Parecía lógico que, si no
nal, aunque la obligación no tenga efecto, si ella se ha contraído por otra persona, se trataba de una obligación civil, no hubiera acción para proteger al acreedor;
para el caso de no cumplirse por ésta lo prometido. La ausencia de un texto similar pero también era equitativo que lo pagado voluntariamente tuviera carácter
no impide mantener la misma solución. Es que, en verdad, aquí no hay obliga- definitivo y no pudiera repetirse.
ción principal y obligación accesoria. No hay más obligación que la contraída
La idea ha pasado al derecho moderno. La mayor parte de los códigos
por el promitente, único obligado hasta el momento en que la persona por la
declaran irrepetibles los pagos hechos en cumplimiento de un deber moral o
cual prometió se allane a ejecutar la prestación prometida. El supuesto es el
por una razón de uso o conveniencia (Cód. Civil alemán, art. 814); de las obli-
siguiente: una persona contrae una obligación a nombre de otra (de quien no
gaciones suizo, art. 63; francés, art.1235; italiano, art. 2034; portugués, art. 402;
tiene poder) y estipula que, para el caso de que la persona por quien se obligó,
chilenó, arts. 1470 y ss.; peruano, art. 1275; ecuatoriano, art. 1486; uruguayo,
no pueda o rio quiera cumplir, él pagará personalmente una pena convenida.
arts. 1441 y ss.).
Es claro, entonces, que el deber de pagar la pena se funda en la obligación
expresamente convenida.
'
190. Naturaleza jurídica, las teorías explicativas
11. ÜBLIGACIONES NATURALES Las principales teorías explicativas de la naturaleza jurídica de las obliga-
ciones naturales pueden reducirse a estas tres:
§ 1.- CONCEPTOS GENERALES
a) Según una primera opinión, no hay entre las obligaciones naturales y las i'
188. Concepto, diferencias con las civiles o perfectas civiles una diferencia sustancial de naturaleza; en unas y otras hay un vínculo
jurídico, sólo ~ que el que corresponde a las primeras es menos eficaz, puesto
Eran definidas en el art. 515 del Código Civil velezano como las que, fun- que no da acción para hacerlas cumplir, pero sí una excepción para retener el
dadas sólo en el derecho natural y en la equidad, no corifieren acción para exigir su pago por el deudor. Adhieren a este punto de vista AuBRY y RAu, BAuDRY-
cumplimiento, pero que cumplidas por el deudor, autorizan para retener lo que se ha LACANTINERIE y BARDE, BoNNECASE, BuFNOIR, PoLAcco.
dado por razón de ellas.
b) Según otros (PACCHIONI, CARNELUTTI), habría una deuda sin responsa-
Se trata de obligaciones anormales, pues no parece jurídico hablar de obli- bilidad; para estos autores, las obligaciones naturales serían una de las más feli-
gación o de derecho sin acción para obligar al deudor a cumplir. Pues precisa- ces y claras aplicaciones de la tesis que distingue entre deuda y responsabilidad.
122 ALEJANDRO BORDA (OIR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 123
e) Según ~na teoría muy difundida (CoLMO, PLANIOL y RIPERT, JossE- declaración de voluntad; es decir, será una obligación que por su fundamento,
RAND, GANGI), las obligaciones naturales serían deberes de conciencia tomados su naturaleza, su determinación, es virtualmente coercible (según la expresión
en consideración por la ley para hacerles producir ciertos efectos jurídicos. de GANGI) y a la cual, sin embargo, la ley priva de acción por razones diversas,
verbigracia, por tratarse de una obligación prescripta. En ella siempre existe
Por nuestra parte, encontramos insatisfactoria 1~ teoría que pretende ex,- una causa jurídica ·que justifica al acreedor a retener lo percibido. .
plicar estas obligaciones como un deber de conciencia al que la ley reconoce
ciertos efectos jurídicos. No porque no exista ese deber, sino porque él exist~ Es necesario agregar que la distinción. entre obligaciones naturales y de-
en cualquier obligación, sea o no natural, de tal modo que esto no brinda un beres de conciencia puros, tiene menor importancia práctica de la que gene-
carácter distintivo con las obligaciones civiles. Por otra parte, tap1poco permite ralmente se le atribuye. Cuando una persona ha dado algo a 'otra en cumpli-
distinguir entre los deberes de conciencia elevados a la categoría de :obligacio- miento de un deber de conciencia, ese pago es siempre irrepetible, de acuerdo
nes civiles y los deberes de conciencia puros, que no producen ningún efecto al art. 728; pues, o bien se trata del pago de una obligación natural, o bien, se
legal. Adherimos, pues, a la primera de las teorías antes enunciadas. Conside- trata de un acto de pura caridad,.en cuyo caso hay una donación o liberalidad,
ramos que no hay una diferencia radical, sustancial o de naturaleza entre estas que también tiene carácter irrepetible. Esto no significa, sin embargo, que la
obligaciones y las civiles. Cuando se trata de una obligación natural, la ley no distinción esté totalmente desprovista de interés jurídico. Por ejemplo: 1°) la
obliga a cumplirla; pero cumplida, protege al que recibió el pago porque la acción de reducción y la acción de complemento no procederían si se 'tratase
deuda existía, aunque era inexigible. No se trata, por cierto, del pago de lo que del pago de obligaciones naturales; sí, en cambio, podrían interponerse exi-
no se debe, que autoriza la repetición. tosamente si se tratase de deberes morales, cuyo cumplimiento constituiría
una liberalidad. 2°) Se torna objeto de trasmisión mortis causa los derechos
191. Los deberes de conciencia, orientaciones modernas del acreedor en las obligaciones naturales; no ocurre lo mismo con los deberes
morales. 3°) Resulta lícita la cesión de derecho de una obligación natural. No
Hemos dicho ya que numerosas legislaciones modernas (Cód. Civil ale- puede ser objeto de este contrato los deberes de conciencia por no exi.stir un
mán, de las obligaciones suizo, italiano, portugués, peruano, etc.), así como crédito propiamente dicho; . --!)
una gran corriente doctrinaria, ven en las obligaciones naturales un deber de
conciencia que, cumplido voluntariamente, es irreversible. Esto ha planteado
el problema de la distinción entre los deberes morales que constituyen una § 2.__.:. RÉGIMEN DEL CóDIGO CiviL v CoMERCIAL
obligación natural y los que no confieren ese derecho, porque son puros deberes
morales. Tal planteo surge de manera especial en el derecho argentino ante A.- RECEPCIÓN
la presencia del art. 728 que se refiere a la irrepetibilidad de lo entregado en
cumplimiento de un deber moral o de conciencia. 192. Quid acerca de su falta de mención específica en el Libro Tercero; Tí-
tulo Primero, Capítulo~
Ahora bien: ¿cuándo un deber de conciencia deja de ser puro para conver-
tirse en obligación natural? Mientras la obligación natural se conciba como un A diferencia del art. 515 del Código Civil velezano, el actual cuerpo de
deber de conciencia al que la ley otorga una cierta protección, la dificultad para derecho común no contiene ninguna referencia específica a las obligaciones
trazar la línea separativa de los deberes de conciencia-obligaciones naturales y naturales en el sector dedicado a regular las distintas especies de 'Obligaciones.
los deberes de conciencia puros es casi insalvable. La lógica jurídica conduce Ello no significa su eliminación en el plano de la doctrina. 1-
necesariamente a una de estas dos conclusiones: o bien el deber de conciencia
Existen por lo menos tres indicaciones de su recepción oculta en el Código
es un fundamento para producir ciertos efectos jurídicos y, en tal caso, todos
Civil y Comercial:
los deberes de conciencia deben producirlos, o el deber de conciencia no es por
sí sólo suficiente para producir tales efectos, lo que significa que no basta para En primer lugar, es necesario detenerse en el art. 803: Obligación no exigi-
explicar la naturaleza de las obligaciones naturales. ble. La cláusula penal tiene efecto, aunque sea puesta para asegurar el cumplimiento
de una obligación que al tiempo de concertar la accesoria no podía exigirse judicial-
En cambio, la distinción entre obligación natural y simples deberes de con-
mente, siempre que no sea reprobada por la ley.
ciencia resulta simple si se adopta nuestro punto de partida: que la obligación
natural no es esencialmente diferente de la civil. Es decir, necesitará de todos los Tal estructura tomada del art.1649 del Proyecto de Código Civil de 1998
elementos de ésta: una causa lícita, un objeto posible lícito y determinado, una condice perfectamente con las obligaciones naturales. Precisamente, éstas no
124 ALEJANDRO BORDA (DI R.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 125
pueden ser exigidas judicialmente. Sin embargo, no resulta posible pretender 194. Ejemplos
que se reduzca la hipótesis legal exclusivamente a ellas pues abarcaría, verbi-
gracia, los casos de la condición suspensiva y plazo suspensivo. El Código Civil y Comercial no posee, como se ha explicado, un precepto
similar al art. 515 del Código Civil velezano que contenía un listado de su-
En segundo lugar, determina el art. 2538: Pago espontáneo. El pago espontá- puestos no tax'ativos de obligaciones naturales.
neo de una obligación prescripta no es repetible.
Podemos mencionar como ejemplos, los siguientes: la obligación prescrip-
Constituirían una contradicción lógica calificar a la obligación prescrip- ta, el cumplimiento de la prestación proveniente de un juego de azar no pro-
ta como una obligación civil. Ambas devienen términos antagónicos. Tam- hibido por la autoridad local. Los tribunales han reconocido también carácter
poco cabe encuadrarla como un mero deber moral pues la norma emplea la de obligación natural a la que resulta de una deuda sobre la cual se ha hecho
alocución obligación prescripta. Atendiendo al significado jurídico del vocablo quita o remisión; particularmente importante es el caso del fallido rehabilitado
indicado, el Anteproyecto de Reforma del Código Civil y Comercial de 2018 que paga a los acreedores o a algunos de ellos -cuyos créditos habían sido
propone su modificación: La satisfacción espontánea de una obligación extinguida verificados en la quiebra- el resto de la obligación, de la que había quedado
por prescripción no es repetible. Esta propuesta modificatoria refuerza nuestra liberado. De igual modo, el que hubiera adquirido un bien por usucapión y
idea de la vigencia de la obligación natural en el ordenamiento vigente de lo entrega luego a su propietario, carece de acción para reclamarlo posterior-
derecho común. mente; el que paga intereses no pactados no puede repetirlos, si los abonó
con la intención de compensar la privación de capital; importa pago de una
En tercer lugar, el art. 1611 niega la acción para exigir el cumplimiento de obligación natural la entrega hecha por el heredero de un legado dispuesto en
la prestación prometida en un juego de puro azar, esté o no prohibido por la un testamento nulo por defectos formales. Constituye otro supuesto de obli-
autoridad local. Agrega: Si no ·está prohibido, lo pagado es irrepetible. No se aplica gación natural, a nuestro juicio, el pago de la totalidad de los honorarios de los
tal regla si el pago fuese realizado por un incapaz o una persona con capacidad abogados y peritos que intervinieron en un pleito por parte del condenado en
restringida o un sujeto inhabilitado. costas si el juez hubiese decretado el prorrateo de gastos causídicos que prevé
el art. 730.
Establecer la irrepetibilidad de una prestación cumplida dentro de una ac-
tividad lícita (por ser permitida por la autoridad local) condice con la descrip-
195. Obligaciones prescriptas
ción realizada anteriormente de las obligaciones naturales: el acreedor no goza
de una acción para satisfacer su crédito pero puede rechazar la pretensión del
La importancia de determinar cuándo una obligación civil pasa a ser una
deudor de restitución del objeto dado en pago. Podemos destacar, además, que
obligación natural por el transcurso del tiempo amerita su estudio en particular.
el vocablo prestación empleado se encuentra vinculado al concepto de obliga-
ción, no al de deber moral. La prescripción no extingue la obligación en sí misma, sino la acción que
tiene el acreedor. Y éste es un argumento más en favor de nuestra tesis de que
Por lo cual, concluimos que, aunque el Código Civil y Comercial no con- no hay diferencia esencial entre la obligación civil y la natural.
tenga mención expresa de las obligaciones naturales, ellas subsisten dentro del
nuevo cuerpo de derecho común. Se discute desde qué momento la obligación prescripta pasa a ser obliga-
ción natural.
8.- CARACTERES a) Para algunos autores, sólo tiene este carácter cuando ha sido declarada
la prescripción judicialmente o, al menos, cuando la prescripción ha sido ya
193. Caracteres alegada u opuesta por el interesado. Se aduce que mientras la prescripción no
haya sido declarada, se mantiene en vigor la acción; y, además, como ella no
De acuerdo a la doctrina adoptada, las obligaciones naturales: a) están fun- puede ser declarada de oficio, se requiere, por el contrario, el pedido del excep-
dadas en el derecho natural y en la equidad, no en el derecho civil; b) no dan cionante. Demandado el pago de una obligación prescripta, el juez, en tanto
acción para reclamar el pago; e) cumplida la obligación, el acreedor está auto- no se oponga la prescripción tendrá que acoger la acción, lo que revela que la
rizado a retener el pago. obligación sigue siendo civil.
126 ALEJANDRO BORDA (O IR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 127
b) Según otra opinión, predominante en nuestra jurisprudencia, la obli- significación jurídica según los casos. Así, si se trata de una obligación civil no
gación se convierte en natural por el solo transcurso del término. Estamos de prescripta, el pago parcial supone un reconocimiento de la obligación total e
acuerdo con esta solución. El argumento derivado de que la prescripción no interrumpe el plazo de la prescripción; si se trata de actos de nulidad relativa,
puede declararse sino a petición de parte, no nos parece convincente. Claro el pago parcial significa la confirmación del acto y la obligación se hace exigible
está que el juez no puede declararla de oficio porque no hay de por medio un en su totalidad. Tratándose de las obligaciones naturales, los efectos del pago
interés de orden público y porque sólo el transcurso del tiempo no prueba que parcial se circunscriben a lo pagado.
la prescripción se ha operado, ya que pueden existir actos interruptivos. Por
todo ello es necesario que la parte interesada la in:voque o la haga valer como e) Conversión en obligación civil.- Ningún inconveniente hay en que el
excepción. Pero la sentencia judicial que acoge esa defensa es declarativa y deudor convierta una obligación natural en civil. Para que se produzca esta
no constitutiva de derechos; no hace sino comprobar judicialmente que se ha transformación del carácter del vínculo, basta el reconocimiento de la obliga-
operado una causa que extingue la acción. Y por esto mismo que no hace sino toriedad civil de la obligación. Pero sólo el reconocimiento de la obligación
declarar una extinción ya producida, es obvio que esa extinción se opera antes natural como tal, no la transforma en civil. La intención de transformarla en
de la sentencia, y que, por consiguiente, ya antes de la sentencia la obligación civil debe ser clara, porque la renuncia al derecho de no pagar no se presume.
ha devenido natural. ·
¿El pago transforma la obligación natural en civil? La cuestión tiene im-
La cuestión tiene importancia con relación al siguiente problema: ¿Cuáles
portancia con relación a la evicción: si el pago transforma la obligación natu-
son los efectos jurídicos de un pago parcial hecho después de transcurrido el
ral en civil, el que da una cosa en pago estará obligado por la evicción; caso
término de la prescripción? Si se acepta la primera teoría, como la obligación
contrario, no debe esta garantía. Predomina, con razón, esta última solución.
no declarada prescripta sigue siendo civil, el pago parcial importa el reconoci-
Qyien podía no pagar y pagó, no debe ser obligado más allá de los límites que
miento tácito de la obligación, que, entonces, se hace exigible en su totalidad.
él mismo atribuyó a su pago voluntario; del mismo modo que el pago parcial
Si se acepta, por el contrario, que sólo el transcurso del tiempo la ha convertido
no transforma en civil la obligación, ni obliga al pago del todo.
en natural, el pago parcial no hace exigible el resto de la obligación.
d) Garantía de terceros.- El art. 518 del Codigo Civil de VÉLEZ preveía
C.- EFECTOS que las hipotecas, prendas y cláusulas penales constituidas por terceros para
seguridad de las obligaciones naturales eran válidas, pudiendd pedirse el cum-
196. Enumeración y análisis plimiento de estas obligaciones accesorias. Esta disposición importaba una
anomalía dentro del régimen general de las obligaciones accesorias, que, según
Los efectos de las obligaciones naturales son los siguientes: es sabido, siguen la suerte de la principal, y por ello no se la ha reproducido en
el Código Civil y Comercial. "
a) Pago voluntario.- El efecto de las obligaciones naturales es que no pue-
de reclamarse lo pagado, cuando el pago se ~a hecho voluntariamente, por
197. Derechos reales que garantizan obligaciones naturales
quien tenía capacidad para disponer. Para que el pago sea irrevocable es, por
tanto, preciso: 1°) que sea voluntario; sería nulo el hecho bajo violencia o dolo;
¿Pueden constituirse, verbigracia, derechos reales de garantía que afiancen -<,
2°) que sea hecho por quien tiene capacidad para disponer (art. 875).
obligaciones naturales? La respuesta se encuentra en el art. 2187 ubicad~ en
Por pago debe entenderse cualquier forma de extinción voluntaria de la el Libro IV, Título XII, Capítulo 1: Se puede garantizar cualquier crédito, puro y
obligación. simple, a plazo, condicional o eventual, de dar, hacer o no hacer.
b) Pago parcial.- La ejecución de una obligación no le da carácter civil; El criterio seleccionado en los derechos reales de garantía resulta muy am-
tampoco el acreedor puede reclamar el pago de lo restante de la obligación. En plio. Como cualquier crédito puede afianzarse, no dudamos que se encuentra
otras palabras: el pago parcial es definitivo e irrepetible; pero el acreedor no incluido en tal elenco las obligaciones naturales.
podría pretender, fundado en él, que se le pague la totalidad de la deuda.
El mismo razonamiento cabe aplicar en el contrato de fianza. El art. 1577
Para obtener una mayor certidumbre, la ley debería precisar la incidencia indica que puede ser afianzada toda obligación actual o futura, incluso la de otro
del pago parcial sobre la obligación natural, puesto que ese acto tiene distinta fiador.
128 ALEJANDRO BORDA (DIR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 129
Por consiguiente, si la obligación contraída por un adolescente fuere afian- § 2.-ÜBLIGACIONES DE DAR COSA CIERTA
zada por un tercero, el ~~reedor podrá demandar al fiador (aí-t. 1576); si una
persona cayere en quiebra, el acreedor podrá reclamar el pago íntegro de la
200. Concepto
deuda a su garante.
La obligación es de dar cosa cierta cuando la prestación consiste en una cosa
Pero las fianzas no serán exigibles si la deuda principal ha prescripto des-
determinada, no fungible; por ejemplo, una fracción de campo, una casa, una
pués que se hubiese otorgado la fianza o garantía o si el acreedor ha hecho
obra de arte perteneciente a tal pintor o. escultor, etcétera. Las .cosas fungibles,
quita o remisión de la obligación al deudor principal.
en cambio, son obligaciones de género.
Las deudas de juego no son afianzables si fuesen resultado de una actividad /
ilícita, prohibidapor la autoridad local. 201. Carácter de las disposiciones generales de los arts. 746 a 749
Si bien tales preceptos dan la idea de ser comunes a todas las especies de
dar, el lugar indicado para su estudio corresponde al de las obligaciones de dar
111. DE LAS OBLIGACIONES EN CUANTO A SU OBJETO
cosa cierta, pues solamente en ellas la cosa se encuentra individualizada.
199. Clasificación Debe extremar el acreedor los cuidados cuando recibe una cosa mueble
cerrada o bajo cubierta. Si no la ha inspeccionado en este acto, tiene un plazo
Dependiendo de la determinación del objeto, el Código Civil y Comercial de tres días para reclamar por defectos de cantidad, calidad o vicios aparentes
distingue tres categorías de obligaciones de dar: 1) de dar cosas ciertas; 2) de (art. 748). No podrá reclamar por tales defectos posteriormente por tratarse de
género; 3) de dar sumas de dinero. un plazo de caducidad.
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 131
130 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
Esta regla es de aplicación rigurosa en lo que atañe a la transmisión del En Alemania, Suiza, Brasil, Chile, España, es indispensable la inscripción
dominio (con excepción de la transmisión del dominio mortis causa, en cuyo en el Registro, tratándose de inmuebles; en lo qu~ atañe a los muebles, basta el
caso los herederos son propietarios ipso jure desde el momento de la muerte consentimiento y la tradición. Con respecto a los inmuebles, cabe agregar que
del causante, con total independencia de la tradición; art. 2280), del condomi- el sistema alemán hasta que no ocurra la inscripción registral no se constituye
nio, del derecho de propiedad horizontal y de los conjuntos inmobiliarios, a el derecho real (sistema constitutivo).
la constitución del derecho de superficie, de usufructo, de uso y habitación, de
prenda o de anticresis. En cambio, no es necesaria la tradición para constituir 206. Crítica del sistema de la tradición
una hipoteca, una prenda sin desplazamiento, una servidumbre. Esta última se
constituy<;: con su primer uso en su modalidad positiva (art. 1892). La tradición es, en esencia, un medio de publicidad de la transmisión de
derechos reales. Actualmente, nadie duda de la conveniencia de organizar so-
Esta exigencia de la tradición se aplica tanto a los bienes muebles (a ex- bre bases claras la publicidad de dichas transmisiones, para evitar maniobras
cepción de unos pocos casos como el de los automotores, en donde el modo dolosas en perjuicio de terceros. Si, por ejemplo, bastare el simple consenti-
suficiente consiste en la inscripción registral) como a los inmuebles; pero res- miento para transmitir la propiedad (como antes ocurría en Francia), el dueño
pecto de estos últimos, y a los efectos de declarar oponible la adquisición o podría ven~er dolosamente la misma cosa a varias personas, sin que los com-
transmisión de derechos reales hacia terceros, es necesaria, además, la inscrip-
pradores posteriores tuvieran ningún medio de averiguar que el bien había ya
ción del título suficiente -otorgado en escritura pública- en el Registro de la
salido de propiedad del vendedor por efecto de la primera venta. Es claro que
Propiedad. Este último requisito fue incorporado por la: ley 17.711 al art. 2505
el vendedor que así. procedía incurría en delito de defraudación, lo cual era un
del Código Civil de VÉLEZ, que no hizo sino dar fuerza legal a la exigencia del
freno para evitar tales maniobras; pero un freno no siempre eficaz, pues es bien
Registro, que ya todas las leyes locales, de dudosa constitucionalidad, habían
sabido que hay muchas personas que viven al margen de la ley.
adoptado. En la actualidad se encuentra contemplado en el art. 1893.
En sociedades pequeñas, en la que los vecinos se conocen entre sí, el siste-
Es claro que la tradición no será necesaria si el adquirente tiene ya su po-
ma de la tradición constituía un medio de publicidad bastante eficaz, pues el
sesión por otro título; por ejemplo, si el locatario compra lacas:¡ que alquila. Se
hecho de que la cosa hubiese ya sido entregada a alguien, advertía a los terceros
· trata de los modos sucedáneos de la tradición: traditio brevi manu y constituto
que era muy probable que el enajenante se hubiera desprendido con anterio-
posesorio (art. 1923).
132 ALEJANDRO BORDA (DIR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 133
ridad del dominio y era fácil indagar al nuevo poseedor sobre la situación del Digamos desde ya que el principio general es que las cosas perecen y aumentan
dominio de la cosa. o acrecen para su dueño (res perit et crescit domine).
Pero en las sociedades modernas, tan densas y multitudinarias, la tradición Pero esta regla general no es estricta y debe ser ajustada a las distintas
es a todas luces insuficiente; por lo demás, una cosa puede tenerse a título de situaciones que pueden presentarse en materia de obligaciones de dar cosas
dueño, de locatario, de depositario, etcétera, de modo que la posesión no es una ciertas. De ello nos ocuparemos en los párrafos que siguen.
prueba de que se tiene sobre ella un derecho real. Se ha generalizado, por ello,
Por pérdida de la cosa se entiende: a) la destrucción material de la cosa; b)
en el mundo entero el sistema de la inscripción en Registros Públicos, ya sea
la desaparición de ella del patrimonio del deudor por .un hecho que no le es
como medio de hacer posible, aun entre las partes, la transmisión de derechos
imputable, tal como la expropiación; e) el hecho de que haya sido puesta fuera
reales sobre inmuebles (sistema constitutivo), ya sea como medio de que esa
de comercio; d) la desaparición de un modo que no se sepa de su existencia,
transmisión produzca efectos respecto de terceros (sistema declarativo). Insu-
como sería el extravío o robo.
ficiente pero no inútil. La tradición es, ya lo dijimos, un medio de publicidad
elemental, pero muchas veces importante. Por ello es aconsejable mantenerla La distinción entre pérdida y deterioro parece a primera vista más simple
como requisito de la adquisición del dominio, completándola y perfeccionán- de lo que en realidad es. La idea elemental es clara: la pérdida es urta destruc-
dola con el registro inmobiliario. Es el sistema vigente en nuestro paí~ que se ción total de la cosa, en tanto que el deterioro es un daño parcial. Pero a veces,
encuentra recogido con diversos matices en el art. 1892. el deterior?, sin ser ~otal, deja a la cosa en estado de no ser aprovechable prác-
tica o económicamente. En tal caso, debe considerarse que hay pérdida de la
Es necesario, para concluir, diferenciar los sistemas de transmisión del do-
cosa. Los casos dudosos quedan librados al prudente arbitrio judicial.
minio en nuestro derecho:
El problema de la pérdida o deterioro de la cosa debe ser considerado en
a) Si se trata de bienes inmuebles, bastará con el consentimiento y la tra-
relación con las siguientes hipótesis:
dición de la cosa para que el dominio quede transmitido entre las partes. Sin , r 'l
embargo, esto es insuficiente respecto de terceros. En otras palabras, para que a) Obligación de dar cosa cierta para constituir o transftrir derechos reales.-
la transmisión del dominio sea oponible a estos últimos será necesario inscribir Ejemplo típico de esta hipótesis es la obligación del vendedor de un inmueble
el título suficiente en el registro inmobiliario de la jurisdicción que corres- de entregarlo al comprador. A los efectos de la aplicación de la regla general res
ponda. Hasta que no ocurra esta registración, la transmisión del dominio será perit et crescit domine, cabe tener presente que como la propiedad sólo se trans-
inoponible a los terceros (art. 1893). mite por la tradición, hasta ese momento el dueño es el deudor, y por tanto es
él quien carga con los riesgos (art. 755). Se aplican las reglas de imposibilidad
b) Si se trata de bienes muebles, basta el consentimiento y la tradición para
de cumplimiento (arts. 955 y 956).
que se considere operada la transmisión,del dominio entre las partes y respecto
de terceros. Veamos los distintos casos que pueden presentarse:
e) Finalmente, si se trata de automotores y equinos de pura sangre de carrera 1°) La cosa se pierde sin causa imputable al deudor. e,n este caso, la obligación
(respectivamente regulados por el dec. 6582/1958 -ratificado porley 14.46 7- se extingue. Por tánto, si tratándose de una compraventa, el comprador hubiera
y por la ley 20.378), la transmisión del dominio sólo se perfeccionará entre las entregado algo a cuenta de precio, el vendedor debe restituirlo.
partes y respecto de terceros si se formaliza por instrumento público o privado
y se inscribe en el Registro de la Propiedad Automotor y en los registros ge- Sin embargo, si la cosa se hubiere perdido por caso fortuito o fuerza mayor
nealógicos reconocidos por el Ministerio de Agricúltura y Ganadería. En otras después que el vendedorfuera puesto en mora, está obligado a pagar los daños su-
palabras, la inscripción registra! es constitutiva del dominio. fridos, a menos que pruebe que la situación de mora ha sido indiferente para
la producción del caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento, como sería
1.-Eftctos entre las partes el supuesto en que la· cosa se hubiera perdido también en poder del acreedor.
También será responsable el deudor, haya o no mora, cuando hubiera tomado a
207~ Pérdidas o deterioros su cargo el caso fortuito, si la ley no lo libera del casus, si el caso fortuito sobre-
viene por su culpa o constituye una contingencia propia del riesgo de la cosa o ·
Supongamos que luego de contraída la obligación de dar una cosa cierta, la actividad o, finalmente, si está obligado a restituir como consecuencia de un
pero antes de la entrega, se pierde o deteriora, ¿a quién perjudica este evento? hecho ilícito (art. 1733).
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 135
134 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
2°) La cosa se deteriora sin causa imputable al deudor: el deterioro corre por do estando la cosa en poder de quien tiene derecho a su restitución (art. 1936,
cuenta del deudor (res perit domine) y el acreedor podrá extinguir la obligación in .fine).
o recibir la cosa en el estado que se hallare, readecuando la prestación a su car-
4°) La cosa se deteriora por culpa del deudor: el dueño podrá exigir una cosa
go, v.gr., disminuyendo el precio de manera proporcional.
equivalente y los daños ocasionados o recibir la cosa deteriorada y reclamar la
3°) La cosa se pierde por causa imputable al deudor: éste será responsable ante satisfacción de los perjuicios sufridos. Hay que tener en cuenta si el deudor se
el acreedor por los daños que el incumplimiento en especie le ocasionare, in- transformó en poseedor vicioso por interversión de su título; en tal caso, será
cluyendo el valor económico de la cosa. Creemos que si el deterioro ocasiona responsable, aunque el deterioro hubiese ocurrido estando la cosa en poder de
la frustración del interés del acreedor, éste goza de la facultad de declarar ex- quien tiene derecho a su restitución (art.1936; in .fine).
tinguida la obligación (conf. arts. 755 y 956).
4°) La cosa se deteriora por causa imputable al deudor: el acreedor tendrá de- 208. Aumentos y mejoras
recho a exigir una cosa equivalente y, además, los daños ocasionados; o a reci-
Debemos recordar que el art. 751 define el concepto de mejora: es el au-
bir la cosa en el estado en que se hallare, con indemnización de los perj!-ücios
mento del valor intrínseco de la cosa~ Se distingue entre mejoras naturales, las que
sufridos.
se producen por obra espontánea de la naturaleza (aluvión, avulsión); y mejoras
Naturalmente, si la cosa que entrega el vendedor es exactamente igual a artificiales, que son obra de la industria del hombre, clasificables en necesarias,
la que había prometido y se perdió (por ej., en lugar de' tal automóvil, otro de útiles y de mero lujo, recreo o suntuarias. Las nociones de las distintas especies
idéntico modelo y año, ambos sin uso), no habrá lugar a indemnización alguna, de las mejoras artificiales se encuentran en el art. 1934: la necesaria es aquélla
pues el acreedor no ha sufrido ningún perjuicio. Pero si son equivalentes pero cuya realización es indispensable para la conservación de la cosa, la útil, benefi-
no idénticas (por ej., dos automóviles usados, del mismo modelo y marca, pero cia a cualquier sujeto de la relación posesoria y la suntuaria, es la que aprovecha
uno con 100.000 kilómetros y otro con 50.000 kilómetros de marcha), el ven- de manera exclusiva a quien lo realizó.
dedor debe indemnizar al acreedor por el perjuicio.
Como en lo referente alas pérdidas y deterioros, también aquí debe distin-
b) Obligaciones de dar cosas ciertas para restituirlas a su dueño.- Sigue ri- guirse entre las hipótesis de cosas debidas para transferir o constituir derechos
giendo aqví el principio de que las cosas perecen para su dueño; pero hay que reales y para restituirlas a su dueño.
advertir que el dueño no es ya el deudor (como en el caso anterior) sino el
acreedor. Tal ocurre, por ejemplo, en la locación, el comodato, el depósito: la a) Obligaciones de dar cosas ciertas para transferir o constituir derechos rea-
cosa es de propiedad del acreedor, es decir, de quien tiene derecho a exigir la les.- De acuerdo al principio res perit et crescit domine, las mejoras naturales
restitución. Veamos las distintas hipótesis legales: corresponden al dueño; de ahí que si la cosa .hubiera aumentado o mejorado,
el deudor (vendedor, permutante, donante) podrá exigir del acreedor el pago
1°) La cosa se pierde sin causa imputable al deudor (locatario, comodatario, del aumento, y si el acreedor no aceptare pagar ese mayor valor, la obligación
depositario); ella se pierde para su dueño, quedando extinguida la obligación. quedará extinguida (art. 752).
~edan a salvo, naturalmente, los derechos del dueño hasta el momento de la
pérdida; así, por ejemplo, el propietario podrá cobrar los arrendamientos hasta En las mejoras artificiales, como pesa sobre el deudor el deber de conser-
ese instante. Si el deudor ha obtenido un provecho por la destrucción, debe vación (art. 746), se encuentra obligado a realizar las mejoras necesarias. El
dárselo al dueño; por ejemplo, entregarle el precio de venta de los materiales art. 753le impide reclamar al acreedor su valor. Se ha producido una innova-
derrumbados (conf. art. 1936). ción con respecto al Código Civil de VÉLEZ, que en idéntica situación habilita-
ba al deudor a percibir su valor. Tampoco, el dueño tiene derecho a hacer en la
2°) La cosa se deteriora sin causa imputable al deudor: el dueño deberá recibir- cosa prometida mejoras simplemente útiles y menos voluntarias o suntuarias. Si
la en el estado en que sé halle, sin derecho a indemnización alguna. ' se aceptara que en este caso pudiese exigir un sobreprecio, quedaría librado al
3°) La cosa se pierde por causa imputable al deudor: el dueño podrá reclamar arbitrio del enajenante alterar fundamentalmente los términos de la obligación
el equivalente pecuniario de la cosa perdida y los daños ocasionados. Hay que contraída por el acreedor, lo que es inadmisible. Si hubiera hecho tales mejoras,
tener en cuenta si el deudor se transformó en poseedor vicioso por interversión el deudor sólo tendrá derecho a llevárselas, si haciéndolo así no causare per-
de su título; en tal caso, será responsable, aunque la destrucción hubiese ocurri- juicio a la cosa.
CLAS!FlCACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 137
136 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
a) Obligaciones de dar cosas ciertas para transferir o constituir derechos reales: a) Obligación de dar cosas ciertas para constituir o transferir derechos redles.-
los frutos percibidos antes de la tradición de la cosa, sean naturales, industriales Aquí también hay que distinguir distintos supuestos según el objeto sea in-
o civiles, pertenecen al que era dueño hasta ese momento '(deudor); pero los mueble o mueble. Debemos tener en cuenta, ante todo, que en todos los casos
frutos pendientes y los no percibidos pertenecen al acreedor (art. 754). Así, por prevalece el acreedor a título oneroso sobre aquél beneficiado por un acto a
ejemplo, si se trata de la venta de una estancia, las cosechas ya recogidas en el título gratuito.
momento de la tradición pertenecen al vendedor; pero las que se hallan en pie,
Con respecto a los inmuebles, el art. 756 ha determinado el siguiente grado
al comprador. Es claro que esta regla supone que la tradición se ha hecho en el
término convenido; porque si el deudor ha incurrido en mora, durante la cual de prelación ante la concurrencia de acreedores que sean a título oneroso y de
buena fe: a. el que tiene emplazamiento registra! y tradición; b. el que ha recibido la
ha sido recogido el fruto, el comprador tiene derecho a reclamar del vendedor 'l<
dicho fruto o su equivalente en dinero, puesto que debe ser indemnizado de tradición; c. el que tiene emplazamiento registra! precedente; d. en los demás supues-
todos los perjuicios que le ocasione la mora. tos, el que tiene título de ficha cierta anterior. Cabe resaltar que no se ha practica-
do la tradición en los supuestos consignados en el punto e y d.
El Anteproyecto de Reformas del Código Civil y Comercial de 2018 in-
Recapitulando: 1°) Si el dueño hubiera prometiqo (en venta, locación, etc.)
troduce una atinada modificación a la norma antes indicada relativa a los fru-
la misma cosa a distintas personas, tendrá derecho a la cosa aquélla a quien le
tos civiles. Adjudica al deudor el cobro de los frutos civiles devengados pero
hizo la tradición, cualquiera sea la fecha de su título; no importa, por tanto, que
aún no percibidos al momento de la tradición, subsistiendo la solución actual
el contrato de venta con un tercero sea de fecha anterior o que su título sufi-
para los supuestos de frutos naturales e industriales. ·El deudor, que es titular
ciente haya sido anotado en el Registro de la Propiedad Inmueble. Lo que da el
de un derecho real, por el solo efecto de ser acreedor de una renta, goza de la
derecho de preferencia no es la fecha de la obligación, sino la tradición. Pero si
facultad de percibirla. Se torna injusto que existiendo título para ello, lo pierda,
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES
139
138 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
§ 3.- ÜBLIGACIONES DE GÉNERO habrá que determinarla. ¿Cómo se hace la elección de la cosa? La respuesta
se encuentra en el art. 762: a) Si las partes hubieran atribuido al acreedor o al
deudor esa facultad en el contrato, no hay problema, pues debe respetarse la
212. Concepto y cáracteres
voluntad de las partes. b) Si nada se hubiera previsto en el contrato, la facultad
En los párrafos anteriores hemos estudiado las obligaciones de dar cosas de la elección pertenece al deudor.
ciertas. En los que siguen nos ocuparemos de las de género (dar cosas inciertas).
Pero esta facultad de elección no es arbitraria, debe recaer sobre cosas de
VÉLEZ SARSFIELD había distinguido entre obligaciones de dar cosas inciertas
nofungibles (son las llamadas obligaciones de género propiamente dichas) o calidad media; por tanto, el deudor no podrá escoger la cosa de peor calidad, ni
fungibles (obligaciones de cantidad). No se justifica en la actualidad mantener el acreedor la de mejor calidad (art. 762, 2a parte). Es ésta una aplicación del
preceptos autónomos para ambas categorías, como lo veremos más adelante. principio de que las obligaciones deben cumplirse de buena fe; es evidente que
cuando se ha convenido genéricamente la entrega de una cosa, se ha entendido
Las obligaciones de género, han sido receptadas de manera categórica por contratar sobre una cosa de calidad mediana.
el Código Civil y Comercial (arts. 762 y 763). El art. 762 las define como
aquéllas que recaen sobre cosas determinadas sólo por su especie y cantidad. Se en- 214. Cuándo se tiene por hecha la elección, distintas teorías
cuentran vinculadas muy expresamente con la noción de bien fungible, todo in-
dividuo de la misma especie equivale a otro individuo de la misma especie (art. 232). Hemos dicho ya quién tiene la facultad de elección; ahora importa esta-
Pero a diferencia de las cosas ciertas, no están determinadas individuai- blecer el momento en que esa elección se considera hecha. La cuestión es muy
mente, sino solamente por su género. Así, por ejemplo, la venta de tal caballo, importante porque, a partir de ese instante, la obligación de género se transfor-
con indicación de nombre, pedigree, et~étera, importa la venta de una cosa cier- ma en obligación de dar cosas ciertas (art. 763, in fine), con toda la trascendencia
ta; en cambio, la venta de "un caballo criollo" es una venta de género. que esto tiene respecto de la responsabilidad del deudor.
¿Qyé debe entenderse por género? Se trata de un concepto eminentemente Sobre este punto se han sostenido distintas teorías:
relativo. Así, por ejemplo, los mamíferos constituyen una especie del género
animal; las vacas, una especie del género mamífero; las vacas Aberdeen Angus, a) Para algunos (SALVAT, MACHADO), la elección queda consumada con
una especie dentro del género de vacas, etcétera. Pero cualquiera que sea la la declaración de voluntad de la parte que elige y con la aceptación de la otra.
exactitud técnico-biológica de la terminología, desde el punto de vista jurídico,
b) Para otros, queda hecha con la tradición o entrega de la cosa, o con su
género significa las cosas que reúnen un cierto número de caracteres comunes. A
envío (ALSINA ATIENZA, lHERING).
veces está determinado por la naturaleza (caballos, vacas, etc.); otras, la mis~a
convención de las partes fija los alcances del género; así, por ejemplo, me com- e) La teoría: que predominó en nuestro Derecho durante la vigencia del
prometo a vender uno de los cuadros de mi pinacoteca, uno de los potrillos de Código Civil de VÉLEZ (CoLMO, LAFAILLE, Busso, GALLI, LLAMBÍAS, Gui-
la producción de mi haras. En este caso la obligación no se refiere ya a cual- llermo A. BoRDA), sostiene que la elección se opera con la declaración de volun-
a
quier cuadro, cualquier potrillo, sino a uno de los que integran mi colección tad formulada por quien tiene derecho a elegir, siempre que la haya puesto en
o producción.
conocimiento de la otra parte. Bien entendido que esta declaración puede ser
El art. 232 añade que las cosas fungibles pueden sustituirse por otras de la expresa o tácita; así, por ejemplo, el envío o la entrega material de la cosa supo-
misma calidad y en igual cantidad. Por lo tanto, no hay problema alguno para ne una declaración de voluntad tan inequívoca como la formulada verbalmente
determinar la cantidad de cosas pertenecientes al género que deben ser entre- o por escrito. El art. 762, in fine, del Código Civil y Comercial expresamente
gadas. Así, por ejemplo, si existe el compromiso de dar diez toneladas de grano ha adoptado esta postura.
de maíz forrajero, debe entregarse esa cantidad de grano.
La elección se puede retractar hasta que la declaración haya sido recibida
213. Principios legales sobre la determinación del objeto por la otra parte; conocida por ésta, adquiere carácter definitivo e inmodifica-
ble por la sola voluntad de una de las partes. Tal es la solución común a toda
Las obligaciones de género, ya lo sabemos, no contienen una determina- declaración recepticia, como se observa en el art. 975 referido a la retractación
ción precisa de la cosa debida. Pero cuando llegue el momento ,de cumplir, de la oferta, que cabe aplicar de manera analógica.
,..... 1""11
215. Efectos, caso de pérdida de la cosa libro de tal edición; 200 quintales de trigo; 1.000 toneladas de carbóh, 100
Pero si la elección ya s~ ha producido, la obligación de género se transforma en Haciendo suya la postura moderna, el Código Civil y Comercial no con.-
obligación de dar cosas ciertas (art. 763, párr. 2°), gobernándose por los preceptos tiene ningún artículo dedicado ·a las obligaciones de dar cantidad, salvo la
de esta última categoría. Por consiguiente, habrá que distinguir si la pérdida mención excepcional del art. 765. En consecuencia, se aplican a ellas las nor-
se ha producido por causa imputable o no al deudor, y según ello habrá o no mas de las obligaciones de género, que hemos ponderado anteriormente, v.gr.,
1
responsabilidad frente al acreedor (sobre este punto, remitimos al nro. 207). ·antes de la individualización, el deudor no podría invocar el caso fortuito para j
A veces se trata de una oblig,ación de dar cosas inciertas, pero determinadas § 4.- OBLIGACIONES DE DAR RELATIVAS A BIENES QUE NO SON COSAS
o limitadas entre un número de cosas ciertas de la misrr¡._a especie. Es lo que se llama
obligaciones de género limitado. Por ejemplo, me comprometo a vender uno
de mis toros de pedigree. El género toro está limitado en este caso a cualquiera 218.Noción
de los animales de esa especie que son de mi propiedad. Si todas las cosas
Resulta posible que la prestación involucre bienes inmateriales, como lo es
comprendidas en ese número, o limitación convencional, se pierden por caso
todo ·lo relacionado al derecho de propiedad intelectual; una sociedad podría
fortuito o fuerza mayor, el deudor queda exento de responsabilidad. Se aplican
a estos supuestos las reglas de las obligaciones alternativas (art. 785). adquirir la titularidad de una marca. '}
El art. 764 practica una remisión a las obligaciones de dar antes pondera-
217. Eliminación de la categoría de las obligaciones de dar cantidades de
das. Al efecto señalamos:
cosas en el Código Civil y Comercial
a) Subsiste en esta categoría las cuatro finalidades de las obligaciones de
Como hemos dicho, establece el art. 232 que son cosas fungibles aquéllas en
dar: para constituir un derecho real, para devolver a su dueño, para transferir el
que todo individuo de la misma especie equivale a otro individuo de la misma espe-
cie, y pueden substituirse por otras de la misma calidad y en igual cantidad. uso y para transferir la tenencia.
Se torna valioso en ellas establecer la especie, cantidad y calidad de la cosa b) Se aplican los preceptos que gobiernan a las obligaciones de dar cosa
debida. Se venden siempre por cantidad, peso o medida: 10 ejemplares de un cierta o de género en la medida de lo pertinente .
- ......
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 145
144 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
219. Concepto jurídico del dinero La moneda metálica es la confeccionada con metales (oro, plata, níquel) y
cuyo valor intrínseco corresponde al valor representativo.
El dinero es el medio normal de que se sirve el hombre para procurarse
otros bienes; a la inversa de lo que ocurre con las demás cosas, no proporciona La moneda de papel consiste en un papel emitido por el Estado con res-
al hombre ningún placer por sí mismo (salvo el goce patológico del avaro que paldo oro, de modo que el propio Estado se obliga a canjear dicho papel por
recuenta sus monedas); pero sirve de intermediario en el trueque de otras co- su equivalente en ese metal, a su presentación ante el Banco oficial, donde se
sas y bienes. Con ese objeto ha sido creado y garantizado por el Estado y está en¡;uentre el enc4je.
sujeto a su vigilancia.
El papel moneda es emitido sin respaldo oro. El tenedor carece de derecho
Es una creación ideal: se toma un signo cualquiera, ·al que se le atribuye la a canjearlo; tiene curso forzoso. Es el sistema que hoy rige universalmente. La
función de servir de unidad, se le da un nombre, independiente de sus ~uali firmeza del signo monetario no depende ya del encaje oro, sino de la seriedad
dades, y se lo lanza a la circulación, ya íntegro, ya dividido en múltiplos o sub- con que se manejan las finanzas públicas, de la solidez de la economía, del
múltiplos, .para que cumpla esa tarea de medir los valores. Por ello, NussBAUM equilibrio entre el circulante y la riqueza nacional. El monto de las emisiones
ha podido definir el dinero como aquellas cosas que en el comercio se entre- no gilarda relación con un encaje inexistente o ·casi inexistente, sino con las
gan y reciben, no como lo que físicamente son, sino solamente como fracción, necesidades reales de la circulación y la economía. .
equivalente o múltiplo de una unidad ideal. Salvo el supuesto de las monedas
hechas con metales nobles, hoy prácticamente desaparecidas, el dinero carece 221. El nominalismo y la actualización de las deudas de dinero
de valor intrínseco, no obstante lo cual sirve de medida de los demás valores. El
Estado, dice Pmc BRUTAU, es el empresario de este número de magia en que se El nominalismo es una doctrina económica que postula que un .peso vale
puede tener todo a cambio de unos signos que no son nada; sólo son algo en la siempre .un peso; en otras palabras, que existiendo una deuda ae dinero, se ha
medida en que el Estado limita el número de los signos y en que establece que de pagar siempre la suma o cantidad que aparezca como debida, aunque lamo-
toda persona obligada a un pago puede hacerlo con la moneda o en los signos neda con que esa suma se expresa haya sufrido variaciones en su valor. Según
monetarios de curso forzoso. esta· doctrina, los jueces no pueden corregir esas fluctuaciones, por más que
esa corrección consulte exigencias de la justicia conmutativa. El valor del peso,
Este dinero, así creado por el Estado, constituye el medio normal de pago. determinado, por el legislador, es un valor legal, siempre constante, siempre
De ahí su singular importancia en el ámbito de las obligaciones. Aun cuando la igual a sí mismo~ Dé los postulados en que se polariza el Derecho -justicia y
obligación consista en dar cosas que no son dinero, puede ocurrir que sea im- seguridad- el nominalismo responde predominantemente al pos~lado de la
posible su cumplimiento en especie y entonces aquélla se resuelve en el pago de
seguridad.
una suma de dinero. Lo mismo ocurre en el caso del incumplimiento de obli-
gaciones de hacer o no hacer o de los daños ocasionados por un hecho ilícito. Hasta hace algún tiempo atrás, el nominalismo era un principio de vigen-
-jo
cia universal. Y es que las razones invocadas en su favor eran de peso: 1) el
Para configurar jurídicamente el dinero és necesario decir que se trata de
principio nominalista hace a la estabilidad monetaria y al buen orden econó-
una cosa mueble, fungible, consumible y divisible; a estas calidades, que son
mico; dejar en manos de los jueces la apreciación del valor actual de la moneda
propias también de otros bienes, debemos agregar la de numeralidad, pues es
y cuánto se ha desvalorizado una determinada suma adeudada por una persona
representativo de una unidad ideal, y la de legalidad, pues tiene curso legal
a otra, importa introducir un factor de desorden; los jueces resuelven cada caso
obligatorio como medio de pago.
de acuerdo con ·las circunstancias peculiares que lo rodean o por motivos de
La moneda, dice R:rsoLÍA, se concibe en función del valor, el cambio y el equidad, de donde surgen distintas apreciaciones de la desvalorización de la
pago. Es en sustancia: a) un medio para medir, representar y conservar el valor; moneda, lo que no se aviene con su característica esencial de ser una medida
b) un medio de cambio que facilita y acelera su desplazamiento; e) un medio de valor constante y uniforme; 2) la facultad de fijar el valor de la moneda es
de pago cancelatorio. privativa del Congreso Nacional tal como lo dispone el art. 75, inc. 11, de la
146 ALEJANDRO BORDA (O! R.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 147
Constitución Nacional; en consecuencia, atribuir a los jueces la facultad de fijar de la convertibilidad a partir de la sanción de la ley 25.561 que modificó par-
el valor de la moneda sería inconstitucional. cialmente la ley 23.928 : el dólar estadounidense comenzó cotizar libremente
Estos argumentos son de tal peso que durante muchos años la jurispruden- y se han producido aumentos significativos en los índices inflacionarios. Pero
cia mantuvo rigurosamente el principio nominalista en materia de obligacio- es necesario puntualizar que la mencionada ley no se ha apartado del sistema
nes de dinero. Pero la inflación cada vez más aguda de la economía contempo- nominalista; por el contrario, lo ha reafirmado (art. 4°, ley 25.561 que reformó
ránea, fue demostrando la imposibilidad de mantener el principio nominalista el art. 10, ley 23.928).
sin grave mengua de la justicia. La jurisprudencia empezó por distinguir las
deudas puras de dinero (respecto de las cuales la aplicación del principio no:- Por su parte, el Código Civil y Comercial de la Nación acoge el princi-
minalista era rigurosa) y las deudas de valor, por ejemplo, lo que se debe en pio nominalista. Enfatiza el art. 766 que el deudor debe entregar la cantidad
concepto de reparación de daños con motivo de un accidente de tránsito; y se correspondiente de la especie designada. Su sanción no implicó la derogación del
admitió que las deudas de valor eran actualizables, es decir, debía medirse su art. 7° de la ley 23.928. Sin embargo, como estudiaremos más adelante, incor-
verdadero significado económico en la fecha de la sentencia. La tesis valorista poró a nivel legislativo la existencia de las obligaciones de valor (art. 772) cuya
comenzaba a ganar adeptos. creación obedeció a la labor de magistrados y juristas durante el imperio del
Código Civil velezano.
Pero esto no bastó. Era evidente que liberar al deudor moroso de su obli-
gación con el solo pago de la suma que originariamente debía, estimulaba la Entendemos procedente añadir que el Anteproyecto de Reforma del Có-
mala fe del deudor. Mientras mayor fuere la inflación y mayor la demora en digo Civil y Comercial de 2018 elimina los citados artículos 7° y 10° de la
cumplir la obligación, mayor era el beneficio que obtenía el mal pagador como ley 23.928. Se aspira, así, a instaurar un nominalismo relativo que se adecua
consecuencia de su incumplimiento. Pues echando mano de recursos de mala más al fenómeno de la inflación que recurrentemente afecta a nuestro país al
ley, dejándose demandar y utilizando chicanas, el deudor lograría pagar al cabo admitir cláusulas de estabilización.
de varios años, una suma que ninguna relación real tendrá con la que debía, en
su momento. Y terminó por imponerse en la jurisprudencia que cualquier deu- 222. Comparación con el incumplimiento de otras obligaciones
da, fuera de valor o de dinero, debía pagarse actualizada, conforme coeficientes
que preservaban el poder adquisitivo de la suma debida. Conviene puntualizar las diferencias entre las deudas dinerarias y las res-
Pero en 1991 se volvió a un riguroso nominalismo. Hacia fines de la década tantes obligaciones, diferencias que son particularmente importantes en orden
del 80, la inflación había tomado caracteres agudísimos y nuestra economía al incumplimiento:
estaba desquiciada. Fue necesario tomar serias medidas para combatirla: la re-
a) En materia de deudas pecuniarias y salvo el caso de estipulaciones espe-
forma del Estado, la privatización de empresas públicas gravemente deficita-
ciales, no puede darse el caso de que el deudor se vea liberado por imposibilidad
rias, el equilibrio de las cuentas fiscales. Para consolidar ese proceso; en 1991 se
de cumplimiento en el pago sobrevenida con posterioridad al cumplimiento de
dictó la ley 23.928, llamada 'de convertibilidad, que dispuso que el deudor de
una suma de dinero cumple su obligación dando a su vencimiento la cantidad aquélla. Cuanto más, la fuerza mayor podrá ser un eximente temporario de
nominalmente expresada y declaró inválidas todas las cláusulas de indexación responsabilidad. El dinero es el bien fungible por excelencia.
o repotenciación de las deudas, fueran de carácter contractual o legal (art. 7°). b) El deudor de una suma de dinero debe pagar intereses desde que esté
Era, como dijimos, el retorno a un riguroso nominalismo. -<
constituido en mora, sin necesidad de demostrar que ha sufrido perjuicios,
Y para asegurar la estabilidad de nuestra moneda, se unió su suerte a la del como en cambio tiene que hacerlo todo otro acreedor que pretende que el
dólar estadounidense y se estableció la paridad 1 peso = 1 dólar estadouniden- incumplimiento del deudor lo ha perjudicado. La razón de esta diferencia es
se (es preciso aclarar que la mencionada norma estableció la paridad 10.000 que en un sistema económico desarrollado, la inversión de dinero puede pro-
australes = 1 dólar estadounidense, pero poco después se cambió la moneda, porcionar en todo momento un interés.
volviéndose al peso, cuyo valor se fijó en 10.000 australes).
Conforme con el sistema legal implantado por la ley 23.928, modificado
La crisis económica desatada a partir de los últimos meses del año 2001 por ley 25.561, el acreedor de una suma de dinero no puede pretender otra
concluyó con un extenso período ae estabilidad y positivos niveles inflaciona- indemnización que los intereses, mientras que el acreedor de toda otra obliga-
rios. La consecuencia fue una muy discutible legislación que eliminó el sistema ción puede exigir la reparación de todos los perjuicios sufridos.
148 ALEJANDRO BORDA (DIR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 149
2.- Régimen legal En principio, debe respetarse lo pactado por las partes al contratar. Pero si
el contrato nada dijera, se aplicarán las siguientes soluciones:
223. Disposiciones propias
a) En cuanto al tiempo: si no hubiere día de pago señalado, lo fijará el juez
Se ha dedicado una sección autónoma dentro del Código Civil y Comer- (art. 871, inc. d]), pues se trata de un plazo indeterminado, a no ser que se
cial de la Nación a la regulación de las obligaciones de dar sumas de dinero. pueda establecer por la naturaleza y circunstancias de la obligación la fecha del
Se encuentran disciplinadas como categoría especial. Resulta laudatorio ha- cumplimiento (art. 871, inc. e]), contingencia que indicaría la presencia de un
ber eliminado la remisión a los preceptos que gobernaban las obligaciones de plazo tácito. No hay que olvidar que la fijación contractual del plazo puede ser
dar cantidad de cosas que disponía el art. 616 del Código Civil de VÉLEZ, si expresa o tácita y que sólo en defecto de ella procede la determinación judicial.
bien la doctrina reconocía su carácter subsidiario. La referencia que contiene el
b) En cuanto al lugar. el pago debe hacerse en el lugar en que se hubiese
art. 765 sobre obligaciones de dar moneda que no sea de curso legal en la Re-
pactado; en cualquier otro caso deberá hacerse en el domicilio del deudor al
pública no modifica lo aseverado. La anomalía que introdujo el Poder Ejecuti-
tiempo del nacimiento de la obligación (art. 874). La norma añade que si el
vo al Anteproyecto -que derivó en el texto vigente- no cambia la naturaleza
deudor se muda, el acreedor tiene derecho a exigir elpago en el domicilio actual o en el
dineraria de tales obligaciones.
anterior. Igual opción corresponde al deudor, cuando el lugar de pago sea el domicilio
Por ello, el art. 765 define a las obligaciones de dar dinero a través de sus del acreedor.
propias características: si el deudor debe cierta cantidad de moneda, determinada o
determinable, al momento de constitución de la obligación. 226. Incumplimientos: límites de la responsabilidad del deudor
En tiempos de estabilidad como los vividos durante la vigencia plena de Finalmente, puede afirmarse que las obligaciones de dar moneda extran-
la ley 23.928, prevalecía el criterio sostenido por BIBILONI; pero a partir de la jera constituyen un supuesto de obligación facultativa (Conclusión 13.1 de la
sanción de la ley 25.561 y de las normas pesijicadoras dictadas con posteriori- Comisión 2 de las XXV Jornadas Nacionales de Derecho Civil, 2015).
dad, es necesario admitir la posibilidad de reclamar no solamente los intereses,
sino también la indemnización de los perjuicios sufridos, máxime si se con-
sidera la inflación padecida durante los últimos años y las negativas tasas de § 6.- INTERESES
interés aplicables.
228. Concepto y especies
Se reproduce esta discusión con el Código Civil y Comercial de la Nación
dado que carece de un precepto que verse sobre el interés resarcitorio. Cabe Los intereses pueden ser clasificados desde dos puntos de vista distintos:
recordar que el interés resarcitorio es aquél, de acuerdo con el art. 714, inc. d),
del Proyecto de 1998, que procede en 'la reparación de daños. a) Según el papel o función económica que desempeñan, pueden ser com-
pensatorios (o retributivos), moratorias y punitorios. Son compensatorios los que
se pagan por el uso de un capital ajeno; son moratorias cuando se pagan en
227. Obligaciones en moneda extranjera
concepto del perjuicio sufrido por el acreedor por el retardo en cumplir la
Es lícito contraer obligaciones en moneda extranjera; en tal caso, la obli- obligación; son punitorios cuando se pactan como pena por el incumplimiento
gación debe considerarse como de dar cantidades de cosa y el deudor puede liberarse (cláusula penal moratoria). A veces, ambos intereses se superponen. Es fre-
dando el equivalente en moneda de curso legal (art. 765). cuente en las obligaciones hipotecarias estipular un cierto interés compensa-
torio (por ej., ellO%) y, además, estipular un interés adicional, en carácter de
Lo primero que cabe advertir es la inadecuada calificación de obligaciones punitorio, para el caso de que el deudor no pague en tiempo. Es decir que el
de dar cantidad de cosas. Se ha retornado al sistema original del Código Civil deudor que cumple en término sólo está obligado a pagar el compensatorio.
de VÉI:.EZ. El Anteproyecto del Código vigente la había regulado, atinadamen- El interés punitorio importa una verdadera cláusula penal; por tanto, fija los
te, como si fuera una obligación de dar suma de dinero. Sin embargo, la doc- perjuicios sufridos por el acreedor de modo definitivo y ni el deudor podrá
trina mayoritaria acepta que debe ser encuadrada en tal categoría (Conclusión impugnarlo por excesivo, ni el acreedor por insuficiente.
12.1. de la Comisión 2 de las XXV Jornadas Nacionales de Derecho Civil,
2015). El Anteproyecto de Reforma del Código Civil y Comercial de 2018 ha b) Por su fuente, pueden ser convencionales o legales. En el primer caso, la
adoptado este último criterio: considera a la obligación en moneda extranjera tasa es fijada por el acuerdo de partes; en el segundo, es la ley la que determina
como una de dar suma de dinero. el curso de los intereses. Cuando hay obligación legal de pagar intereses, los
jueces han seguido criterios distintos, o bien fijan como tasa la que cobra el
La norma actual, como ya se ha dicho, le ha concedido al deudor la posi- Banco de la Nación en sus operaciones de descuento, o bien establecen la tasa
bilidad de liberarse entregando el equivalente en moneda de curso legal. Esto pasiva que fija el nombrado banco, ante la inexistencia de una ley general sobre
quiere decir que si se prometen dólares o libras o yenes, etcétera, se cumple en- el tema. En épocas de inflación se recurre a la tasa activa.
tregando el equivalente en pesos. Sin embargo, predomina el criterio de que tal
facultad puede renunciarse, por ser una norma dispositiva (Conclusión 15.1. 229. Intereses compensatorios
de la Comisión 2 de las XXV Jornadas Nacionales de Derecho Civil, 2015).
Incluso, no se considera tal renuncia una cláusula abusiva en los contratos por Cabe estipular que la obligación lleve intereses de esta índole. Debe apli- ...
adhesión a cláusulas generales predispuestas y en los contratos de consumo carse la tasa de interés pactada entre las partes en primer lugar. Si hubieran
(Conclusión 16.1 de la Comisión 2 de las XXV Jornadas Nacionales de Dere- omitido el punto, deberá recurrirse a las disposiciones de la ley aplicable al caso
cho Civil, 2015). o a los usos y costumbres. Subsidiariamente, la tasa de interés compensatorio
puede ser determinada por los jueces (art. 767).
Nada ha dicho el art. 765 sobre el tipo de cambio. Se ha admitido que
puede ser pactado por las partes, siempre que sea lícito conforme las reglas 230. Intereses moratorios
del mercado cambiario en vigencia. Si nada se ha dicho, debe calcularse al
momento de pago (Conclusión 14.1 de la Comisión 2 de las XXV Jornadas Se deben a partir de encontrarse el deudor en mora. Hay que atenerse en
Nacionales de Derecho Civil, 2015). primer lugar a la tasa que hubiesen pactado las partes (art. 768, inc. a]); en su
152 ALEJANDRO BORDA (DIR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 153
defecto, a lo que dispongan las leyes especiales (art. 768, inc. b]). Subsidia- a) Si hay intereses pactados, ellos corren de acuerdo a lo convenido, porque
riamente, cabe emplear las tasas que se fijan según las reglamentaciones del las normas relativas a la mora son de carácter dispositivo.
1
Banco Central (art. 767, inc. e]).
b) En casos de indemnización derivada de hechos ilícitos, un antiguo fallo
Esta última parte ha generado cierta perplejidad en la doctrina nacional. Plenario de las Cámaras Civiles de la Capital ("lribarren c. Sáenz Briones",
Se ha sugerido de manera mayorítaria que se trata de una pauta que debe tener JA 1943-l-844) había resuelto que tratándose de un delito civil, los intereses
en cuenta el juez, entre otras circunstancias. La fijación del interés moratoria corrían desde la fecha del hecho, en tanto que si fuera un cuasidelito, corrían
resulta ser una labor que recae en el arbitrio judicial, no de funcionarios del desde la fecha de la demanda. Este fallo se hizo pasible de muy fundadas críti-
Banco Central (Conclusión 20.1 de la Comisión 2 de las XXV Jornadas Na- cas. Es arbitrario pagar los intereses correspondientes a los honorarios médicos
cionales de Derecho Civil, 2015). El Anteproyecto de Reforma del Código o a los gastos de reparación del automóvil desde el momento del accidente (si
Civil y Comercial de 2018 sigue este criterio, adoptando la solución normativa es delito) o desde el momento de la ·notificación de la demanda (si es cuasi-
que preveía el art. 622 del Cód. Civil derogado. delito), cuando esas cuentas se han pagado quizás entre esas dos fechas o aun
después de ambas; también es arbitrario pagar intereses sobre una suma fijada
231. Intereses punitorios para responder a gastos futuros, es decir, a desembolsos que el actor no ha ·
hecho todavía.
Se encuentran gobernados por las normas que disciplinan la cláusula penal
(art. 769). En consecuencia, allí remitimos (véase nros. 89 y ss.). Un ulterior Plenario de la Cámara Civil de la Capital (diciembre de 1958,
LL 93-667) ha rectificado aquel criterio y sentado la buena doctrina: los inte-
232. Obligaciones ilíquidas de origen contractual y extracontractual,juris- reses corren, trátese de delitos o cuasidelitos, desde el momento en que elperjuicio·
prudencia. Sistema del Código Civil y Comercial se produjo para la víctima. Así, los correspondientes a la indemnización que se
fija por incapacidad corren desde el momento del hecho; los correspondientes
Se llaman obligaciones líquidas aquellas cuyo monto no admite duda ni a desembolsos hechos por la víctima (gastos, honorarios, facturas de reparacio-
está en cuestión; podría discutirse la existencia misma de la deuda, pero no su nes, etc.), desde el momento en que esos pagos fueron efectuados; las sumas
monto. Así, por ejemplo, supongamos que en un pleito suscitado entre com- fijadas para responder a gastos futuros (por ej., reparación del automóvil, aún
prador y vendedor o entre prestamista y prestatario, el deudor sostenga que no efectuada) no devengan intereses.
ha pagado íntegramente sus obligaciones. De la prueba producida en autos
El art. 1748 ha recogido las ideas imperantes: El curso de los intereses co-
resultará si la deuda se ha pagado o no, pero el monto de la obligación no está
mienza desde que se produce cada perjuicio. Además, debemos señalar que el Có- ·
en cuestión. Es una suma líquida. En otros litigios, en cambio, no sólo está en
digo Civil y Comercial ha eliminado la distinción entre delito y cuasidelito.
cuestión la existencia misma de la deuda, sino también el monto o solamente
éste; tal ocurre en las demandas por honorarios no regulados, en los juicios por
indemnización de daños, por rendición de cuentas, etcétera. Tales casos resul- 233. Usura; antecedentes históricos, legislación argentina
tan ser supuestos de suma ilíquida. La usura es tan vieja como la humanidad. A poco que el desarrollo de
Según una opinión hoy superada (SALVAT, ALSINA y algunos viejos fallos), la riqueza puso capitales en manos de algunas personas, no faltaron quienes
los intereses no corren sino a partir del momento en que hay suma líquida, vale explotaron la miseria, las necesidades o la imprevisión de otros para ofrecerles
decir, cuando la liquidez existe ab initio o, de lo contrario, desde el momento de dinero a intereses elevadísimos.
la sentencia firme que ha fijado el monto de la deuda. Hoy impera en nuestra La lucha contra esta forma de explotación del prójimo es antiquísima. Ya
jurisprudencia y doctrina una concepción más amplia: haya suma líquida o el Deuteronomio prescribía a los hebreos: "No prestarás a usura (en este texto
ilíquida, los intereses se deben, en principio, desde la constitución en mora. Tal la palabra usura es empleada como sinónimo de intereses) a tu hermano ni
es la idea consagrada en el art. 768, primer párrafo. Conviene recordar que se dinero, ni grano, ni cualquier otra cosa; sino solamente a los extranjeros. Mas a
ha adoptado en el Código Civil y Comercial el sistema de la mora automática tu hermano le has de prestar sin usura lo que necesite" (XXIII, nros. 19 y 20).
(art. 886), es decir, que la mora se produce por el solo transcurso del tiempo
fijado para el cumplimiento de la obligación. A partir de Cristo no había ya de hacerse esta discriminación entre los per-
tenecientes al mismo pueblo y los extranjeros. Gran importancia se atribuyó a
Hay que hacer, sin embargo, las siguientes reservas: unas palabras de Jesús, que según algunos intérpretes importaban la condena
154 ALEJANDRO BORDA (DIR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 155
de todo préstamo a interés: "Prestad sin esperanzas de recibir nada por ello" contraídas en moneda local o extranjera) y los mayores o menores índiees in-
(San LucAs, Cap. VI, vers. 35). Esa interpretación era, sin duda excesiva, como flacionarios.
lo prueba la parábola de los talentos, en la que Jesús alude al siervo "malo y
perezoso", a quien su amo, de regreso de una ausencia, le recriminó justamente Tampoco el Código Civil y Comercial de la Nación ha previsto una tasa de
por no haber entregado su dinero a los banqueros,con lo que hubiera podi- interés máxima. Sin embargo, ofrece como novedad -a nivel legislativo- la
do ganar intereses (San MATEO, Cap. XXV, vers. 26 y 27). Pero, de cualquier facultad de morigeración de los jueces, cuando la tasa fijada o el resultado que
modo, aquel texto sirvió de apoyo a una lucha cada vez más decidida de la provoque la capitalización de intereses excede, sin justificación y desproporció-
Iglesia Católica contra el préstamo a intereses, que en Roma había dado lugar nadamente, el costo medio del dinero para deudores y operaciones similares en
ya a grandes abusos. Bajo la influencia de la Iglesia, el derecho justinianeo puso el lugar donde se contrajo la obligación ~art. 771).
límite a los intereses. El Concilio de Nicea (año 325) prohibió a los sacerdotes
que prestaran a intereses; el Papa LEÓN MAGNO extendió esta prohibición a 234. Anatocismo
los laicos (año 440).
El anatocismo es la capitalización del interés, que pasa también a devengar
Esta prohibición, que ahora parece excesiva, se justificaba entonces por las intereses. Así, por ejemplo, se prestan $ 1.000 al10% anual; al cabo del p~imer
circunstancias de una economÍa poco evolucionada. Generalmente el préstamo año, y no habiendo pagado el deudor los intereses, éstos se acumulan al capital,
no se empleaba con un destino productivo, sino para satisfacer imperiosas ne- de tal modo que durante el segundo año los intereses se calculan sobre$ 1.100
cesidades de consumo; sólo los necesitados acudían al crédito. En tales condi- y así sucesivamente. Al cabo de varios años, la deuda se infla enormemente.
ciones, el préstamo de dinero con intereses toma el carácter de una explotación
inmoral de las necesidades más apremiantes del hombre. Pero en el mundo El anatocismo estaba prohibido expresamente por el art. 623 del Código
moderno estas condiciones económicas han variado. El capital se ha converti- Civil de VÉLEZ, por considerarlo medio típico de usura. Sólo se lo perrr:J,itía
do en un bien productivo; muy frecuentemente el préstamo tien~ p~r destino cuando liquidada judicialmente una deuda, con sus intereses, el deudor fuese
una colocación que rendirá buenos frutos al prestatario; no hay, por tanto, nada moroso en pagar la cantidad que resulta de la liquidación.
inmoral en que se cobren intereses. Estos constituyen una contraprestación
Pero la prohibición del anatocismo no consultaba las modernas necesida-
perfectamente legítima del capital, en tanto no se excedan los justos límites. El
des del tráfico comercial. Por ello se postulaba desde hacía tiempo en nuestra
mismo derecho canónico ha adoptado una nueva postura; ya introdujo alguna
doctrina la derogación de su prohibición. Es lo que hizo la ley 23.928, cuando
atenuación a la rigidez de la prohibición de los préstamos a intereses la encí- modificó el mentado art. 623, que autorizó el anatocismo si se llenaban dos
clica Vix pervenit de BENEDICTO XIV (año 1745); actualmente, el canon 1290 condiciones: a) que haya mediado convención expresa de las partes que lo es-
permite cobrar intereses pues dispone que lo que en cada territorio establece el tablezcan, fijando la periodicidad con que los intereses deben acumularse al
derecho civil sobre los contratos, tanto en general como en particular, y sobre los pagos, capital; b) que los intereses pactados sean los corrientes en plaza.
debe observarse con los mismos efectos en virtud del derecho canónico en materias
sometidas a la potestad de régimen de la Iglesia. Además, la referida norma mantuvo la legitimidad del anatocismo cuando
liquidada la deuda judicialmente con los intereses, el juez mandaba pagar la
En el derecho moderno el problema no es la legitimidad de los intereses, suma que resultare y el deudor fuese moroso en hacerlo.
sino la fijación del límite que ha de considerarse como máximo admisible. El
.,.
Código Civil de VÉLEZ no contempló ninguna tasa máxima; el art. 621 daba El Código Civil y Comercial dejó subsistente la validez del anatocismo
plena libertad a las partes para fijar el interés que c.reían conveniente. Bajo poniéndole límites. El art. 770 contempla los siguientes casos:
la influencia de las ideas liberales imperantes en la época, VÉLEZ SARSFIELD
creyó inconveniente toda limitación en el tipo de interés. Pero los tribunales se a) Anatocismo convencional: Les resulta posible a las partes acordar la
encargaron de hacerlo. <;apitalización de los interese debidos. Pero se exige una periodicidad no inftrior
a seis meses (inc. a]). La doctrina no admite la posibilidad de pactar la reducción
Esta jurisprudencia limitativa de los intereses legítimos tuvo sus primeras del lapso indicado como consecuencia de su carácter indisponible (Conclu-
expresiones hacia 1930. A partir de ese momento, las tasas convencionales sión 13.a, Comisión 3, XXVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil, 2017),
máximas que han sido admitidas por los tribunales han variado de acuerdo ni admite como posible acordar el anatocismo en los contratos de consumo
con la estabilidad de la economía (diferenciándose muchas veces entre deudas (Conclus~ón 13.b, Comisión 3,Jornadas citadas).
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156 ALEJANDRO BORDA (DI R.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 157 !1:!
ditos, ni siquiera en la parte del capital pagado; 2°) se extinguen los réditos 111
b) Demanda judicial de la obligación: en este caso, la acumulación produce
efectos desde la fecha de la notificación de la demanda (inc. b]) . . correspondientes a todo el capital; 3°) se extinguen los réditos correspon-
dientes al capital devuelto. Esta última opinión, sostenida por SALVAT, Busso,
e) Liquidación judicial de la obligación: en este caso, la capitalización se pro-
BAUDRY-LACANTINÉRIE y otros, es, a nuestro juicio, la más equitativa. Esta
1· duce desde que el juez manda pagar,. la suma resultante y el deudor es moroso en
solución resulta tanto más clara cuando se trata de pago por un período. El
hacerlo (inc. e]). El Anteproyecto de Reforma del Código Civil y Comercial de
Código Civil y Comercial ha sido tajante en cuanto a que el pago parcial no
2018 elimina estos dos últimos requisitos por considerarlos injustificados: la
extingue la obligación pactada. Dispone el art. 870: Si la obligación es de dar
capitalización sucede con la aprobación de la liquidación en sede judicial y se
brinda la posibilidad de acumular nuevamente, en un lapso de seis meses, si el una suma de dinero con intereses, el pago sólo es íntegro si incluye el capital más los
deudor se encuentra en mora. intereses.
110. A.
ALEJANDRO BORDA (OlR.) CLAS!FlCAC!ÓN DE LAS OBLIGACIONES 159
158
(art. 1289), o en la promesa del hecho de un tercero cuando el deudor haga- ,244. Ejecución por otro
rantizado que será aceptada (art. 1026, párr. final). No está de más señalar que
se ha considerado artificial y sin sentido las distinciones que hacen los actuales Una de las alternativas que el art. 777, inc. b), brinda al acreedor ante el in-
art. 774 incs. b] y e]; por ello, en el Anteproyecto de Reforma del Código Civil cumplimiento de su deudor, consiste en recurrir a un tercero para que realice la
y Comercial de 2018 se las elimina, ~antienendo solamente la dualidad acti- prestación debida a costa del deudor, como se ha indicado en el punto anterior.
vidad - resultado.
El art. 776 permite que terceros se incorporen para que presten el servicio
Si el resultado consiste en una cosa, se aplican los preceptos que gobiernan o realicen el hecho prometido. Ello será posible siempre que sean servicios o
a las obligaciones de dar cosas ciertas para constituir derechos reales, a fin de hechos que la doctrina ha calificado como fungibles, esto es, aquéllos que pue-
regular su entrega (art. 774, párr. final). · den ser realizados por otra persona, porque al contratar no se ha tenido en mira
el arte o la habilidad propios del contratante. Así, por ejemplo, el blanqueo de
b) Hechos: El obligado a realizar un hecho debe cumplirlo en tiempo y modo
una pared, una excavación, un contrato de trabajo común, pueden ser realiza-
acordes con la intención de las partes o con la índole de la obligación (art. 775, 1a
dos tanto por una persona como por otra.
parte). Es una simple aplicación de los principios generales relativos alas obli-
gaciones. El deudor está obligado a cumplir en especie. Y si no quisiere cumplir,
En cambio, si la tarea se ha encargado intuitu personae, es decir, teniendo
el acreedor puede exigirle la ej~cución forzada, a no ser que sea necesario hacer
en mira principalmente la persona del deudor, el hecho será nofungible; tal, por
violencia contra la persona del deudor.
ejemplo, el compromiso de un artista de fama de realizar un retrato. En este
En resumen, el sistema de nuestra ley -ante el supuesto de incumpli- caso no se concibe que otra persona pueda hacer por el deudor lo que éste se
miento- es el siguiente: comprometió. La calidad de intuitu personae puede ser deducida de los térmi-
nos de la convención, de la naturaleza de la obligación o de las circunstancias;
a) Exigir el cumplimiento espec(ftco (art. 777, inc. a]) siempre que no sea ne-
de tales parámetros resulta que el deudor fue elegido por sus cualidades para
cesario compulsar físicamente al deudor. no hay inconveniente en exigir dicha
realizar la prestación de manera personal (art. 776). Existe una presunción iuris
ejecución. En este principio se ha inspirado la jurisprudencia según la cual la
tantum de la referida calidad en los contratos que suponen una corifianza especial
obligación de escriturar contraída por quien ha firmado un boleto de com-
praventa, puede ser cumplida por el juez a nombre del deudor que se niega a (art. 776, párr. 2°), como es el caso de una intervención quirúrgica de cierto
hacerlo (sobre este punto, véase BoRDA, Alejandro, Derecho Civil. Contratos, riesgo.
nro. 182, La Ley, 2016), recogida por el art. 1018.
Por otro lado, el Código Civil y Comercial no hace referencia al requisito
b) Caso de que no pueda obtenerse la ejecución espec(jica sin hacer violencia sobre de la autorización judicial. La doctrina nacional, al analizar el art. 630 del
la persona del deudor. no es viable la ejecución forzada sobre la propia perso- Código Civil de·VÉLEZ había entendido que resultaba necesario obtenerla de
na del deudor. Pero ello no significa que el acreedor carezca de recursos para manera previa. En la práctica, sin embargo, esa autorización no se solicitaba
obtener el cumplimiento en especie: 1) por lo pronto, tiene derecho a oponer jamás. Como el acreedor tiene siempre el derecho de hacerse pagar los daños
la exceptio non adimpleti contractus (art. 1031) y a negarse, por consiguiente, a derivados del in~umplimiento y uno de esos daños es precisamente lo que ha
cumplir con sus propias obligacione~; 2) en numerosos contratos, podrá pedir debido pagarle al tercero, podía por esta vía indirecta llegar al mismo resultado,
1-
la resolución por incumplimiento de la otra parte (cláusula resolutoria expresa es decir, a hacerse reembolsar lo que le ha costado el trabajo del tercero. Ello
o tácita); 3) según ·una jurisprudencia que debe considerarse consolidada, el
explica que se haya eliminado cualquiera mención a la autorización judicial.
acreedor podrá requerir la aplicación de astreintes al deudor moroso (art. 804).
No obstante, condice con el principio de buena fe que debe imperar en el
Finalmente, si ninguno de estos recursos fuera eficaz, el acreedor podrá hacer
ámbito obligacional que el acreedor le curse una notificación a su deudor en
cumplir la prestación debida por terceros a costa del deudor (art. 777, inc. b])
o reclamar los daños ocasionados (art. 777, inc. e]). Incluso, el acreedor podrá instrumento fehaciente de .tal circun1¡tancia.
ejecutar el hecho personalmente a costa de su deudor, aunque esta posibilidad
En suma, siendo el hecho fungible, el acreedor, ante el incumplimiento
no esté contemplada expresamente por el Código Civil y Comercial. Ello es
del deudor, tendrá esta opción: 1°) hacer la prestación por sí o por un tercero a
así, porque debe aplicarse la regla de que quién puede lo más (recurrir a un
tercero), puede lo menos (hacerlo de manera personal). costa del deudor; 2°) hacerse pagar los daños ocasionados.
......... ¡¡¡
:,
ciencias o perjuicios por la demora, o bien con la reparación de las deficiencias 249. Imposibilidad de la abstención prometida
por cuenta del deudor.
Puede ocurrir que la abstención prometida resulte imposible sin causa im-
putable al deudor; por ejemplo, un propietario se ha comprometido con su
246. Imposibilidad de cumplir vecino a no levantar una pared; más tarde, la municipalidad lo obliga a cercar.
En tal hipótesis, la obligación se extingue sin que el deudor deba reparar daño
Puede ocurrir que la imposibilidad de cumplir una obligación de hacer
alguno (art. 955).
derive de una causa imputable al deudor o, por el contrario, que no le sea im-
putable. Si, en cambio, la abstención se hubiera hecho imposible por causa atribui-
ble al deudor, éste debe los daños causados. '!>
a) En el primer caso, deberá pagar el deudor los daños ocasionados.
b) En el segundo caso, la obligación queda extinguida para ambas partes, 0.- OBLIGACIONES DE OBJETO PLURAL O COMPUESTO
sin responsabilidad (art. 955), y el deudor debe devolver al acreedor lo que en
razón de ella hubiera recibido. Ejemplo: se firma un contrato de construcción 250. Obligaciones de objeto conjunto y disyunto
de un hotel a levantarse en un inmueble determinado; firmado el contrato, la
municipalidad dicta una ordenanza prohibiendo la construcción de hoteles en Las obligaciones pueden tener un objeto singular (vendo un caballo, una
esa zona. La obligación queda resuelta; y si el constructor hubiera recibido algo casa, un terreno) o uno compuesto. En este último caso, el objeto puede ser con-
como adelanto de honorarios, debe devolverlo al propietario, pues se trataría junto o disyunto. El objeto es conjunto cuando todas las cosas se deben simul-
de un pago sin causa (art. 1796, inc. a]). táneamente; por ejemplo, un mueblero vende seis sillas, una mesa, un aparador
u.
164 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 165
y un sofá por$ 50.000. El deudor sólo cumple entregando todos los objetos. El Muchos autores ven en ello un supuesto de condición, discrepándose la calidad
objeto es disyunto cuando el deudor sólo está obligado a entregar una de las suspensiva o resolutoria.
distintas cosas comprendidas en la obligación; así, por ejemplo, me comprome-
d) Hecha la elección, la obligación se concentra en la prestación elegida.
to a entregar a mi acreedor $ 700 o una heladera.
Este principio de la concentración explica muchos de los efectos de estas obli-
Las obligaciones de objeto conjunto no tienen un régimen legal peculiar; gaciones.
están regidas por los principios generales aplicables a las obligaciones de dar;
no hay entre ellas y las de dar objetos singulares diferencias específicas. En 252. Diferencias con las obligaciones facultativas, las de género y la cláusula
cambio, las obligaciones de objeto disyunto tienen un régimen propio, que el penal
Código trata en los arts. 779 y ss., distinguiendo entre obligaciones alternativas
y facultativas. Nos ocuparemos de ellas en los números que siguen. Para configurar con mayor precisión el concepto conviene comparar estas
obligaciones con otras con las cuales .tienen alguna semejanza:
1.- Obligaciones alternativas a) Con las facultativas.- Se llaman así a las que confieren al deudor la fa-
cultad de sustituir una obligación por otra. La diferencia con las alternativas es
251. Concepto y caracteres neta: 1°) En éstas, los distintos objetos son independientes entre sí (art. 779);
en las facultativas hay una obligación principal y otra accesoria (art. 786). 2°)
Se llama obligación alternativa aquella que queda cumplida con la ejecu- Como consecuencia de ello, la imposibilidad de cumplir cualquiera de las
ción de cualquiera de las prestaciones que forman su objeto, sea que la elección prestaciones de una obligación alternativa obliga al deudor a ejecutar la otra
esté a cargo del deudor, sea que esté a cargo del acreedor o de un tercero. El (art. 781, inc. a], y art. 782, inc. a]); en cambio, si se ha hecho imposible el ob-
art. 779 la define como aquélla que tiene por objeto una prestación entre varias jeto principal de una obligación facultativa, la obligación queda extinguida y
que son independientes y distintas entre sí. el deudor no debe la prestación accesoria (art. 786). 3°) En las alternativas, la
elección de la cosa puede dejarse librada al deudor o al acreedor o a un tercero
El objeto puede ser homogéneo (vendo uno de dos automóviles) o no serlo
(aí:-t. 780); en las facultativas, únicamente el deudor tiene la opción (art. 786,
(prometo realizar una obra o pagar una suma de dinero); y la alternativa puede
in.fine).
referirse al objeto mismo de la obligación (ejemplos anteriores) o bien a sus
modalidades y circunstancias (art. 784), como sería el lugar de pago. En caso de duda sobre si la obligación es alternativa o facultativa, se en-
tenderá que es alternativa (art. 788). El Código Civil y Comercial ha resuelto
Las obligaciones alternativas tienen los siguie_ntes caracteres:
así, de modo expreso, una cuestión que era discutida en la doctrina francesa. La
a) Su objeto es plural o compuesto. solución favorece al acreedor, puesto que la pérdida de uno de los objetos deja
ip.tacto su derecho a .exigir el otro. Este derecho no existe en las obligaciones
b) Las prestaciones son independientes y distintas entre sí (art. 779), de facultativas cuando se pierde el objeto principal.
donde surgen estas consecuencias: 1) Si una de las cosas no podía ser objeto
de la obligación o se ha hecho de cumplimiento imposible, se debe la otra b) Con las de género.- En este caso, la distinción es más sutil, porque tam-
(art. 781, inc. a], y art. 782, inc. a]). 2) Si la obligación comprende prestaciones bién el deudor cumple entregando cualquiera de las cosas que integran el gé-
de distinta naturaleza, se aplicarán las reglas de las obligaciones de dar, hacer nero y porque la elección, en ambos casos, puede quedar librada al deudor o
o no hacer, según corresponda, después ~e verificada la elección (art. 780, párr. al acreedor o en manos de un tercero. Pero en las obligaciones alternativas los
final). 3) El obligado alternativamente sólo está obligado a cumplir una de las múltiples objetos están determinados, en tanto que en el otro caso la determi-
prestaciones, pero debe hacerlo íntegramente (art. 779, in fine), de tal modo nación es mucho más elástica, como que sólo está limitada por el género. De
que no podría ofrecer el cumplimiento parcial de varias de ellas; y si la elección ahí que en las primeras, quien tiene derecho a elegir puede optar por cualquie-
corresponde al acreedor, éste no podrá pedir el pago parcial de varias de ellas. ra, aunque sea la mejor o la peor de todas;·en cambio, en las obligaciones de
género no puede elegirse la mejor ni la peo~, sino una de calidad media.
e) Entrañan un derecho de opción que puede estar a cargo del deudor o
del acreedor o de un tercero (art. 780); mientras este derecho no haya sido Debemos señalar que nada impide que una de las prestaciones alternativas
ejercido, está pendiente una incertidumbre acerca del objeto de la obligación. consista: en cumplir una obligación de género.
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 167
166 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
definitiva cuando el deudor ejecuta una de las prestaciones (art. 780, párr. 3°),
e) Con la cláusula penal.- También aquí la diferencia es neta. En las obli-
gaciones alternativas todas las prestaciones son independientes y de igual jerar- aunque sea de manera parcial.
quía entre sí; en la cláusula penal hay una obligación principal y otra accesoria; b) La elección corresponde al acreedor (obligación alternativa irregular} o a un
en las primeras, el deudor se desobliga entregando cualquiera de las presta- tercero.~ Se cumple con la manifestación de voluntad de éstos. La elección
ciones comprendidas en ella (art. 779, in fine); cuando hay cláusula penal no
se considera irrevocable desde que es comunicada al deudor o ambas partes,
ocurre así: el deudor no puede optar por pagar la cláusula penal, para excusarse
dependiendo si recae la posibilidad .de opción sobre el acreedor o sobre un
de la obligación principal, a menos que se haya reservado tal facultad (art. 796),
tercero (art. 780, párr. 3°). Cabe aplicar el art. 983 en el sentido señalado en el
y el acreedor tiene derecho a exigir el cumplimiento de la obligación principal.
Sin contar con que el deudor que entrega cualquiera de los objetos de un~ obli- punto anterior. .
gación alternativa cumple como las partes quisieron que se cumpliera; cuando El efecto fundamental de la elección es convertir la obligación alternativa en
paga la cláusula penal, indemniza al acreedor por el incumplimiento. una de dar, de hacer o .no hacer (art. 780, párr. 4°); posteriormente, se aplican los
preceptos que las gobiernan dependiendo de la clase de obligación por la cual
253. Categorías se ha optado. Como vemos, hay una concentración de los deberes del deudor en
Se clasifican en obligaciones alternativas regulares, si la facultad de elección ese objeto.
recae sobre el deudor, y en obligaciones alternativas irregulares, si el acreedor Además, la elección es irrevocable (art. 780, párr. 3°). Operada la concentra-
goza de la posibilidad de elegir. A estas categorías debe añadirse una tercera: ción en un solo objeto, los demás dejan de estar sujetos a las pretensiones del
cuando la facultad de elección recae en un tercero. acreedor o a la opción del deudor; es una consecuencia natural de la conversión
de la obligación alternativa en una de dar, de hacer o no hacer. Se considera
254. Elección: forma y efectos que la prestación escogida resulta única desde el origen a partir de la elección.
Puesto que la obligación se cumple con la ejecución de cualquiera de las (art. 780, párr. final), descartándose el resto.
prestaciones, llegado el momento de pagar, será necesario elegir cualquiera de
ellas. El principio es que la elección corresponde al deudor, pero las partes pueden 255. Prestaciones periódicas
convenir en el contrato dejarla librada al acreedor e, inclusive, que sea hecha
por un tercero (art. 780, párr. 1°). Cuando la obligación alternativa consista en prestaciones periódicas, la
elección realizada una vez no implica renunciar a la facultad de optar en lo
Si la parte a quien le corresponde la elección no se pronuncia oportuna- sucesivo (art. 780, párr. 2°). Se ha mejorado sensiblemente el art. 640 del Có-
mente, la facultad de opción pasa a la otra (art. 780, párr. 1°). ¿Qyé ocurre si un digo Civil de VÉLEZ, que hacía referencia a que la elección anual no obligaba
tercero designado no cumple en tiempo y forma? La facultad de elección recae para los años sucesivos. Tal norma obedecía a la costumbre rural de aquella
sobre el deudor (art. citado). época, de arrendar un campo de pastoreo por tantos pesos anuales o tantos
' terneros. Si el arrendatario pagaba un año en dinero, podía hacerlo al siguiente
Si las personas con derecho a elección (sean los deudores o los acreedores)
fueran varias, la decisión debe ser unánime (art. 780, párr. 1°); si no se pusie- en especie.
ran de acuerdo, entendemos que la elección debe ser hecha por el juez, quien 1-
obrará discrecionalmente sin estar obligado a seguir el criterio de la mayoría. 256. Elección de modalidades
¿Cuándo y cómo se t~ene por formulada la elección? Hay que distinguir La elección puede recaer en una prestación de dar, hacer o no hacer, como
dos hipótesis: también sobre las modalidades y circunstancias de una obligación. Por ejemplo,
devolver$ 5.000 en dos cuotas de$ 2.500 a abonar en la Ciudad Autónoma de
a) La elección corresponde al deudor (obligación alternativa regular).- Se tie- Buenos Aires o restituir la suma indicada en cinco cuotas de $ 500 pagaderas
ne por irrevocable la opción seleccionada cuando es comunicada al acreedor
en la ciudad de Santa Fe. El art. 784 dispone que se aplican las reglas de las
(art. 780, párr. 3°). Debe entenderse de acuerdo al art. 983 que la manifestación
obligaciones alternativas sobre el derecho de realizar la opción y sus efectos le-
de la elección es recibida por el acreedor cuando la conoció o debió conocerla.
gales, cuando se ha autorizado la elección de las modalidades o circunstancias.
También debe ser estimada que la elección ha sido llevada a cabo de manera
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 169
168 ALEJANDRO BORDA (0IR.)
norma común de aplicación para las dos especies ponderadas (art. 781, inc. d] 261. Mejoras experimentadas por las cosas
y art. 782, inc. d]).
Tampoco ha previsto el Código Civil y Comercial este supuesto. Por apli-
cación de los principios generales, parece razonable admitir las siguientes so-
260. Deterioro de una de las prestaciones luciones: -1) Si todas las cosas han mejorado naturalmente, el acreedor deberá
pagar el mayor valor de la que él elija o de la que elija el deudor, y si no se avie-
El supuesto de deterioro de una de las cosas no ha sido previsto por el
ne a esta solución, el deudor puede tener por resuelta la obligación. Si se trata
Código Civil y Comercial; es una materia delicada, que exigiría una regulación
de una mejora artificial, el deudor no podrá cobrarlas al acreedor, pero goza del
precisa para evitar incertidumbres. Hay que distinguir diversos casos:
derecho de retirar las mejoras útiles y las de mero lujo en tanto no deteriore
a) Se ha deteriorado sin causa atribuible a las partes. Supongamos ante todo la cosa. Es la solución que surge de aplicar analógicamente el art. 753. 2) Si
que se trate de un supuesto de obligación alternativa regular: ¿puede el deudor sólo alguna de las cosas ha aumentado de valor y la elección corresponde al
elegir la cosa deteriorada? La opinión afirmativa, defendida por prestigiosos deudor (obligación alternativa regular), podrá cumplir la prestación subsistente
autores, se presta a serios reparos. El derecho de elección de que goza el deudor o entregar la cosa que ha mejorado, pudiendo exigir el valor incrementado
no puede ir en desmedro de la legítima expectativa del acreedor a satisfacer de por obra de la naturaleza; si la elección correspondiere al acreedor (obligación
manera adecuado su interés. Es que la entrega de una cosa deteriorada no es alternativa irregular), deberá elegir la prestación subsistente o, en su defecto, la
cumplimiento normal ni exacto de la obligación. De acuerdo a su gravedad, cosa mejorada pagando el mayor valor si el incremento es producto de la na-
deberá ser asimilado a la imposibilidad de cumplimiento en similar circuns- turaleza, pero no del obrar humana. Resulta menester recurrir analógicamente
tancia que extingue la obligación, sin responsabilidad para las partes (art. 955). al art. 753.
Concluimos, pues, en que sólo puede elegir la cosa no deteriorada o la presta-
ción de otra índole que subsista. . 262. Actuación por un tercero
Si se trata de una obligación alternativa irregular, el acreedor puede optar El régimen descripto anteriormente respecto de las obligaciones alternati-
entre la prestación subsistente o la cosa deteriorada con disminución del precio. vas regulares e irregulares mantiene integralmente su vigencia cuando la labor
de la elección ha sido delegada a manos de un tercero (art. 783).
b) Se ha deteriorado por causa atribuible al deudor. Si es una obligación alter-
nativa regular, el deudor deberá optar por la prestación subsistente; no puede 2.- Obligaciones facultativas
obligar al acreedor a aceptar la cosa deteriorada ni aun ofreciéndole indemni-
zar el deterioro, a menos que éste acepte. 263. Concepto, naturaleza y caracteres ,·
1
Si versare sobre una obligación alternativa irregular, el acreedor tendrá una La obligación se llama facultativa cuando, teniendo por objeto una sola
de las siguientes opciones: 1) Exigir la prestación subsistente. 2) Exigir la cosa prestación principal, confiere al deudor la posibilidad de liberarse de ella me-
deteriorada con indemnización de daños. 3) Pedir el valor total de la cosa de- diante el pago de otra prestación prevista en el contrato con carácter subsidia-
teriorada, como si estuviera sana. Es la solución que surge de la aplicación de rio. Por ejemplo: el vendedor se compromete a entregar diez toros de pedigree;
los principios generales. pero en el contrato se admite la posibilidad de liberarse de esa obligación en-
tregando cincuenta ·vaquillonas puras por cruza. ·
e) Se ha deteriorado por causa atribuible al acreedor. Si la elección correspon-
de al deudor (obligación alternativa regular), éste se libera entregando la cosa, En estas obligaciones hay una prestación principal, que constituye el ver-
a menos que prefiera conservar ésta a pesar del deterioro y cumplir la otra dadero objeto de la obligación, y una accesoria o subsidiaria. Esta segunda
prestación subsis~ente. En este supuesto, entendemos que goza de acción de prestación constituye un medio de liberación reconocido de manera exclusiva al
reparación de daños contra el acreedor por el valor del deterioro. deudor en el contrato. Tal es el concepto que exhibe el art. 786.
Si la elección corresponde al acreedor (obligación alternativa irregular), Puesto que hay una prestación principal y otra accesoria, es la primera la
éste podrá elegir la cosa deteriorada (con lo que se exime de la obligación de que determina la naturaleza indivisible de la obligación facultativa (art. 815, inc.
indemnizar) o bien elegir la prestación subsistente e indémnizar los perjuicios d]). Si la primera obligación es nula, queda sin efecto la obligación accesoria;
sufridos por el deudor de la otra. pero la nulidad de la prestación accesoria no tiene ninguna influencia sobre la
172 ALEJANDRO BORDA (DI R.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 173
principaLEsto marca una diferencia neta con las obligaciones alternativas, en El art. 786 se ha limitado a consignar que el deudor dispone hasta el momento
las cuales las prestaciones tienen el mismo rango y son independientes entre del pago para ejercitar la facultad de optar.
sí. Debemos recordar que en caso de duda, se presume que es un supuesto de
obligación alternativa (art. 788). . 266. Efectos
De lo dicho se desprenden los sigu~entes , caracteres de las obligacio- Los efectos legales de estas obligaciones derivan del carácter principal y
nes facultativas: a) Son obligaciones de objeto plural o compuesto. b) Las accesorio de las dos prestaciones. Asienta el art. 787: La obligaciónfocultativa se
prestaciones .t ienen unarelación de dependencia correspondiente al concep- extingue si la prestación principal resulta imposible, sin peryuicio de la responsabili-
to principal y accesorio. e) Entrañan un derecho de opción en beneficio del dad que pueda corre5ponder. Veamos los casos posibles:
obligado. d) El acreedor sólo puede exigir el cumplimiento de la principal
a) Si la imposibilidad de cumplímiento de la prestación principal -v.gr.,
(art. 786). .
pérdida de la cosa- ha ocurrido sin causa atribuible al deudor, se extingue la
obligación. Si la imposibilidad de cumplir ha sucedido después de la mora, el
264. Fuentes acreedor podrá reclamar los daños y perjuicios, pero no el pago de la obligación
accesoria (art. 786). ·
Las obligaciones facultativas pueden tener su origen en la voluntad de las
partes, que así lo convienen en sus contratos (ejemplo dado al comienzo del b) Si la imposibilidad de cumplir ha ocurrido por una causa atribuible al
número anterior) o en la ley. Ejemplo de obligación facultativa legal es la com- deudor, se extingue la obligación. El acreedor podrá reclamar los daños oca-
praventa en la cual se ha dado una seña penitencial (art. 1059): la obligación sionados pero no se encuentra legitimado para solicitar el cumplimiento de la
principal para el vendedor es la entrega de la cosa y para el comprador el pago obligación accesoria (art. 786). Se advierte la subsistencia del principio de que
del precio. Empero, el primero puede liberarse devolviendo la seña doblada y la opción sólo corresponde al deudor en los supuestos de obligaciones faculta:..
el segundo perdiéndola. tivas. Ha ocurrido un apartamiento de la solución brindada por el art. 648 del
Código Civil de VÉLEZ, que disponía que el acreedor púdía requerir el precio
265.0pción de la cosa que había perecido (o la indemnización por la inejecución de la obli-
gación principal) o la cosa que era el objeto de la prestación accesoria.
¿En qué forma se ejerce el derecho de opción? La cuestión está discutida.
e) La nulidad de la obligación principal extingue también la accesoria.
a) Para algunos, la opción queda consumada por una manifestación de
d) En cambio, la pérdida o deterioro de la cosa que constituye la obligación
voluntad del deudor (GALLI). .
accesoria, el hecho de que esta prestación se haya hecho imposible, con o sin
b) Para otros, la opción sólo resulta del cumplimiento de una u otra pres- causa imputable al deudor y, finalmente, la nulidad de la obligación accesoria,
tación (Busso, LLAMBÍAs, ENNECCERUS-LEHMANN). no ejercen ninguna influencia sobre la obligación principal, que mantiene to-
dos sus efectos (arg., a contrario, art. 787).
e) Finalmente, otros autores (LARENZ, PuiG BRUTAu) sostienen la nece-
sidad de distinguir: 1) La declaraCión del deudor de proponerse cumplir la
prestación subsidiaria, no le hace perder el derecho de pagar la principal, por- IV. DE LAS OBLIGACIONES EN CUANTO AL SUJETO ~
En primer término, la pluralidad de los sujetos puede ser conjunta, disyunta propia; hubiera sido preferible regularlas con relación al sujeto -que fueron
o concurrente.
legisladas en la sección siguiente-, porque es con relación a la pluralidad del
a) Hay pluralidad conjunta, cuando todos los acreedores y deudores lo son sujeto que tiene interés la divisibilidad (art. 807). Se evitaría así la remisión
simultáneamente y todos tienen su parte en el crédito o la deuda. subsidiaria a las reglas que gobiernan las obligaciones solidarias en el campo
de las obligaciones indivisibles (art. 823). Pero se torna digno de encomio ha-
b) Hay pluralidad disyunta, cuando la obligación se cumple pagando a uno ber evitado la repetición innecesaria de preceptos y de normas superfluas que
de los acreedores o por uno de los deudores. Así, por ejemplo, pagaré a Pe- contenía el Código Civil de VÉLEZ. En este sentido, cabe indicar el adecuado
dro o Juan la suma de$ 10.000; o bien: Pedro o Juan me pagarán la suma de reenvío previsto en el art. 826. '
$ 10.000. Este tipo de obligaciones es poco frecuente. Un ejemplo importante
es el de los depósitos bancarios hechos a la orden recíproca de dos depositan-
tes: el banco tiene obligación de pagarlos contra cheque librado por cualquiera A.- DIVISIBILIDAD O INDIVISIBILIDAD DEL OBJETO
de los titulares de la cuenta. La novedad que ofrece el Código Civil y Comer-
cial al respecto es que por primera vez las obligaciones disyuntivas gozan de 270. Antecedentes históricos y derecho comparado
regulación legal propia (arts. 853 al855).
La teoría de la divisibilidad o indivisibilidad de las obligacione,s tiene su
e) Hay pluralidad concurrente cuando varias personas deben la prestación
origen en Roma; son numerosos los textos que hacen aplicación de la idea,
en virtud de causas distintas. El Código Civil y Comercial, le ha dedicado
aun cuando parece cierto que los jurisconsultos romanos no llegaron a ela-
algunos preceptos propios (arts. 850 y 851), lo que ocurre por primera vez en
el derecho argentino. borar una teoría general sobre esta materia. De cualquier modo, era confuso
el fundamento sobre el cual reposaba la divisibilidad. Esto dio lugar a que los
268. Concepto de mancomunación jurisconsultos aguzasen su sutileza e ingenio, convirtiendo esta materia en una
de las más complicadas del Derecho. A tal punto llegaron las complicaciones,
En nuestro Código Civil y Comercial, se llama obligación simplemente que DuMOULIN escribió en el siglo XVI una obra famosa y citadísima (aun-
mancomunada a aquélla en la que el crédito o la deuda se fracciona en tantas rela- que muy pocos la leen), a la que pudo llamar "Extricatio labyrinthi dividue et
ciones particulares independientes entre sí como acreedores o deudores haya (art. 825, individue". Comparaba los meandros de la materia con un verdadero laberinto
1a parte). Es decir, es un caso de obligaciones de sujeto plural en donde la nota y suministraba "diez claves y tres hilos" para salir de él. Para dar una idea muy
particular se encuentra dada por la presencia de vínculos disociados: cada cuo- elemental y simple de su sistema, puede decirse que DuMOULIN sienta como
ta, activa o pasiva, se considera distinta de las demás (art. 825, 2a parte). regla general la divisibilidad de las obligaciones y sostiene que la indivisibilidad
puede tener su origen: a) en la naturaleza de la cosa; b) en la estructura del
Puede ser de objeto divisible o indivisible (art. 826). En la primera, la pres-
vínculo; e) en el régimen pactado para el pago.
tación se divide en tal forma que cada uno de los deudores no está obligado
sino por su parte y cada uno de los acreedores no tiene derecho sino a la suya. Estas ideas fueron simplificadas por PoTHIER, a quien siguió en lo funda-
En la segunda, cualquiera de los acreedores puede reclamar de cualquiera de mental el Código NAPOLEÓN. Según el art. 1217, la obligación es divisible o
los deudores la totalidad de la deuda ante la imposibilidad de fraccionamiento. indivisible según que tenga por objeto una cosa o un hecho que, en su entrega
La doctrina incluye dentro del concepto de mancomunación en sentido o en su ejecución, sea o no susceptible de división natural o intelectual.
"'
amplio a las obligaciones solidarias donde se presentan vínculos coobligados.
Aun así simplificado, el sistema del Código Civil francés se hace pasible
Presenta la característica que cualquier acreedor puede requerir a cualquiera de
de justas críticas, que FREITAS precisó con su habitual agudeza en la nota al
los deudores el cumplimiento de la prestación debida.
art. 984 del Esbo<;o. El concepto de división intelectual introduce confusión en
Ya volveremos más adelante sobre estos conceptos. el sistema, porque prácticamente no hay objeto o prestación que no sea sus-
ceptible de división intelectual; así, por ejemplo, un cuerpo cierto como es un
269. Método del Código Civil y Comercial cuadro, susceptible de ser poseído en condominio por varios dueños, con lo que
la obligación de entregarlo sería divisible. Además, se confunde la obligación
La mayor crítica que es pasible el Código Civil y Comercial en este ámbi- con el derecho real: la obligación de entregar una cosa cierta es indivisible, en
to radica en que trata las obligaciones divisibles e indivisibles en una sección tanto que el derecho real de dominio que se tiene sobre ella es perfectamente
176 ALEJANDRO BORDA (DI R.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 177
divisible desde el punto de vista intelectual, tratándose en realidad del derecho 212. Aplicaciones: prestaciones divisibles e indivisibles
real de condominio.
a) Las obligaciones de dar son divisibles: 1°) cuando tienen por objeto la
No obstante críticas tan certeras, el criterio de la división intelectual de entrega de sumas de dinero o de otras cantidades; 2°) cuando se trate de obli-
las obligaciones fue seguido por algunos códigos (uruguayo,. art. 1375; chileno, gaciones de género en las cuales las cosas que deben ser entregadas compren-
art. 1524). · dan un número de objetos de la misma especie que sea igual al número de
acreedores o a su múltiplo. Ejemplo del segundo caso: se venden mil ovejas a
VÉLEZ SARSFIELD, siguiendo las ideas de SAVIGNY y FREITAS, eliminó el dos, diez o veinte compradores.
concepto de divisibilidad intelectual de las obligaciones, y sentó en el art. 667
En cambio, son indivisibles las obligaciones de dar. 1°) una cosa cierta
un criterio simple y claro: las obligaciones son divisibles cuando tienen por objeto
(art. 815, inc. a): un cuadro, una casa, un traje; 2°) cuando se trata de obliga-
prestaciones susceptibles de cumplimiento parcial. En su Código Civil, por tanto, ciones de género en las cuales el número de objetos no coincida con el de los
la divisibilidad o indivisibilidad de la obligación surgía de la naturaleza de la deudores o acreedores o su múltiplo. Ejemplo: se venden diez toros de pedigree
prestación, criterio que ha seguido el Código Civil y Comercial (art. 813), a tres compradores. ·
aunque con matices que se verán en el número siguiente.
b) Las obligaciones de hacer son en principio indivisibles (art. 815, inc. b]),
Según una opinión muy divulgada en nuestra doctrina, la indivisibilidad, con excepción de si han sido convenidas por unidad de medida y el deudor tie-
también, podía constituirse por la intención de las partes. ne derecho a la liberación parcial, como la construcción de un muro estipulada
por metros (al contrario, cuando la construcción de una obra no es por medida,
271. Sistema del Código Civil y Comercial la obligación es indivisible).
e) Las obligaciones de no hacer son también en principio indivisibles
A fin de evitar equívocos, se ha considerado prudente enumerar los su- (art. 815, inc. e]) y difícilmente se concibe ·un caso en que puedan dividirse.
puestos de obligaciones indivisibles. VÉLEZ citaba uno, tomado de MARCADÉ: Si una persona se ha obligado a no
desmontar 50 hectáreas de bosque para que el acreedor pueda cazar en ellas, y
El art. 814 indica que la fuente de la indivisibilidad puede encontrarse en: luego se desmontan 10, la obligación habrá sido respetada en parte y violada
1°) La naturaleza de la prestación: no admite ser materialmente fraccionada,
en parte.
v.gr., realizar una escultura (art. 814, inc. a]). 2°) El acuerdo de voluntad (tam-
bién, conocida como indivisibilidad subjetivá): cuando la obligación tiene por d) Las accesorias resultan indivisibles si la principal lo es (art. 815, inc.
objeto una prestación en sí misma divisible, pero que no lo es porque los que d]), La excepción a tal regla se encuentra en la cláusula penal, pues el art. 799
establece el principio de la divisibilidad: Sea divisible o indivisible la obligación
han constituido la obligación han querido expresa o tácitamente que ella sea
principal, cada uno de los codeudores o de los herederos del deudor no incurre en la
exigida como indivisible, como por ejemplo, la restitución de un préstamo de
pena sino en proporción de su parte, siempre que sea divisible la obligación de la cláu-
dinero otorgado a dos codeudores. En caso de duda sobre si se convino que la
sula penal. Solamente cabe aplicar la totalidad de la pena cuando la obligación
obligación sea indivisible o solidaria, se considera solidaria (art. 814, inc. b]). de la cláusula penal sea indivisible o solidaria aunque divisible (art. 800).
3°) La ley: es el propio ordenamiento que señala tal característica (art. 815, inc. "'
e]). Constituye un ejemplo la hipótesis de la indivisibilidad impropia (art. 824), e) Respecto de las obligaciones alternativas, puede ocurrir que unas pres-
que más adelante estudiaremos. taciones tengan carácter divisible y otras indivisibles; en tal caso, el carácter
divisible o indivisible de la obligación dependerá de la opción del deudor, del
Creemos que podemos enunciar como sistema de nuestro Código Civil y acreedor o de un tercero designado, según sea el caso (art. 780, in fine). Es claro
Comercial, el siguiente orden de ideas: la regla general es que las obligaciones que si todas las obligaciones comprendidas en la futura opción son divisibles
son divisibles, regla que tiene dos excepciones: a) la indivisibilidad dada por la o todas indivisibles, no será necesario esperar la elección para determinar el
naturaleza de la prestación, (hay uria imposibilidad natural, física o jurídica de carácter de la obligación.
hacer la división), por la convención (el querer de las partes) y la ley; y, b) la f) En cuanto al carácter de las obligaciones facultativas, está determi-
solidaridad, en cuyo caso impera un régimen propio (arts. 827 y ss.). nado, en principio, por el de la obligación principal. Sin embargo, hay un
178 ALEJANDRO BORDA (OIR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 179
caso especial: si la prestación principal fuese divisible, hubiese pluralidad de 8.- OBLIGACIONES SIMPLEMENTE MANCOMUNADAS
la última parte del art. 808. Conviene tener presente esta regla, porque ella ex- los cotitulares asume cumplir la prestación debida en beneficio de la comuni-
plica todo el régimen legal de estas obligaciones. Así, si A y B deben$ 100.000 dad (art.1992).
a C, cada uno de ellÓs está obligado a pagar$ 50.000 y nada más. Si A y B
Haciendo aplicación de los principios explicados, encontramos que si uno
deben$ 100.000 a C y D, A deberá$ 25.000 a C y otros tantos a D y lo mismo
de los deudores hubiera pagado al acreedor más de lo que le correspondía,
deberá B.
podrá repetir el pago (art. 810, inc. b]); y a la inversa, el deudor que hubiera
El principio es que todas las obligaciones son simplemente mancomunadas de pagado a uno sólo de los acreedores toda la deuda, no queda por ello eximido
objeto divisible. Esta regla general tiene dos excepciones: a) las obligaciones de de pagar su parte a cada uno de los coacreedores. Ejemplo: si A debe$ 100.000
objeto indivisible que resultan ser una especie de las obligaciones simplemente a By C, no se desobliga pagando el total a B; por el contrario, C, tiene derecho a
mancomunadas; b) las obligaciones solidarias que presentan un régimen parti- demandarlo por los$ 50.000 que le corresponden y, a su vez, A tiene derecho
cular a pesar de que la prestación sea divisible (art. 812) o indivisible. a repetir de B lo que le pagó de más.
Es claro que si uno de los codeudores ha pagado deliberadamente por los
279. Proporción de la división
restantes deudores, no podrá ya repetirlo del acreedor, porque se trata de un ·
En principio y si nada se hubiere estipulado en contrario eri el título pago por otro (art. 810, inc. a]). Por su importancia, trataremos esta cuestión
constitutivo, la obligación se divide en tantas partes iguales como deudores y más adelante.
acreedores haya (art. 808, párr. 1°). Empero, las partes pueden ser desiguales
e) Insolvencia.- Si alguno de los deudores fuera insolvente, resultará per-
(art. 808, párr. 1°, in fine): a) Si los contratantes hubieran acordado una pro-
judicado el acreedor; los codeudores sólo están obligados por la parte que a
porción distinta (por ej., Ay B se comprometen a pagar$ 100.000 a C, suma
ellos les correspondía, no responden por la insolvencia de los demás (art. 808,
a la cual A contribuirá con los dos tercios y B con el resto). b) Si esta distinta
in fine).
proporción resulta de la ley; ejemplo típico de esta hipótesis es la división de
las obligaciones entre los coherederos, que se hace en proporción a la porción d) Prescripción.- La prescripción corre separadamente para cada uno de
hereditaria de cada uno. los deudores; la suspensión o interrupción de aquélla, que favorece a uno de los
deudores, no tiene influencia respecto de los demás (arts. 2540 y 2549).
280. Efectos de la divisibilidad
e) Móra y factores de atribución.- La mora o los factores de atribución im-
Las diversas consecuencias surgen a partir de la regla básica de que cada putable a alguno de los deudores no tiene efecto respecto de los demás.
uno de los deudores tiene respecto de cada uno de los acreedores una obliga-
f) Cláusula penal.- Si la obligación divisible contuviese cláusula penal,
ción separada e independiente (art. 808, párr. 2°). Las principales consecuen-
sólo incurrirá en la pena el deudor que ha incumplido y solamente por la parte
cias son las siguientes:
que le corresponda (art. 799).
a) Exigibilidad.- Cada uno de los acreedores no podrá exigir de cada
uno de los deudores sino la parte que le corresponde en la obligación, pues 281. Derecho al reintegro
solamente tienen derecho a su cuota. Si el acreedor es uno y los deudores dos,
¿Qyé ocurre si el deudor ha pagado más de lo que su cuota de responsabi-
sólo podrá exigir a cada uno la mitad de la deuda, si nada se hubiese pactado
al respecto. Si los acreedores y los deudores son dos, cada acreedor no podrá lidad le exige? ¿Le es posible exigir el reembolso del excedente al acreedor que ~
como cuando antes ha cobrado las otras cuotas de responsabilidad de los otros 286. Efectos entre las partes
codeudores.
Cuando la obligación tiene un objeto indivisible, la situación de las partes
Remitimos a lo expuesto en el capítulo siguiente donde se estudia el pago varía radicalmente. La misma naturaleza de la prestación impide el cumpli-
como medio de extinción de las obligaciones. miento parcial; la división de la deuda se ha hecho imposible. Esta situación de
hecho tiene las siguientes consecuencias jurídicas:
282. Régimen de participación entre los acreedores (art. 811)
a) Exigibilidad.- Cualquiera de los acreedores puede exigir a cualquiera
Tal cuestión será ponderada al analizar el régimen de las obligaciones so- de los deudores la totalidad del pago, o a todos ellos, de manera simultánea o
lidarias (véase nro. 288 y ss.). sucesiva (art. 816). No podría ser de otra manera, puesto que estas obligaciones
no son susceptibles de pago parcial. Así, por ejemplo, si dos anticuarios venden
283~ Exceptio non adimpleti contractus a un cliente un cuadro de El Greco, éste puede exigir la obra a cualquiera de
ellos o a los dos de manera conjunta.
Se llama así una defensa propia de los contratos bilaterales (en los cuales
ambas partes tienen derechos y obligaciones recíprocas) según la cual la parte Esta regla admite, sin embargo, una 'excepción: cuando, tratándose de obli-
demandada por cumplimiento del contrato puede oponerse al progreso de la gaciones de no hacer, uno de los codeudores no cumple, sólo él soporta los
acción demostrando que el demandante no ha cumplido tampoco con ~us obli- efectos de los daños causados, por ser el autor del ilícito.
gaciones. Se encuentra disciplinada en el art. 1031. Hemos tratado esta figura
en otro lugar (BoRDA, Alejandro, Derecho Civil. Contratos, La Ley, 2• edición, b) Pago.- El pago hecho por cualquiera de los deudores a cualquiera de
nro. 222 y ss.). los acreedores libera a los demás. Cualquiera de los codeudores goza del dere-
cho de cumplir la prestación debida a cualquiera de los acreedores (art. 817).
Basta decir acá que la divisibilidad de la obligación no permite el cum- Así, por ejemplo, si A y B venden a C y D un cuadro de El Greco, y A lo entre-
plimiento parcial de los contratos; si una de las partes pretendiera hacerlo, la ga a D, B queda liberado de su obligación y C nada podrá reclamar a ninguno
otra podría oponerle la exceptio. Ejemplo: el comprador que ha adquirido 100 de los deudores.
metros de tela a$ 10.000 no puede exigir que, pagando$ 5.000 se le entreguen
50 metros. Mientras no cumpla con todas sus obligaciones, no puede exigir el e) Insolvencia.- La insolvencia de uno de los codeudores no impide al
cumplimiento, sea parcial o total, de las obligaciones de la otra parte. acreedor exigir a los demás codeudores el cumplimiento íntegro de la obli-
gación dado que no admite fraccionamiento. Mientras en las obligaciones
simplemente mancomunadas de objeto divisible dicha insolvencia perjudica
§ 2.- ÜBLIGACIONES DE OBJETO INDIVISIBLE al acreedor, en este caso perjudica a los codeudores, que luego de hacer el pago
habrán perdido la posibilidad de obtener del insolvente el pago de su contri-
bución en la deuda. ·
284. Concepto
d) Prescripción.- Los efectos de la prescripción alcanzan a todos los ca-
Deben considerarse como obligaciones· indivisibles aquéllas que no sean
deudores ya que cabe que sea invocada por cualquiera de los deudores contra
susceptibles de cumplimiento parcial (art. 813). Ya anteriormente hemos ana-
cualquiera de los acreedores (art. 822, párr. 1°).
lizado sus fuentes y los distintos casos que envuelve esta categoría (véase nro. ~
250 y su remisión a las obligaciones de dar). El art. 822, in fine, remite a los preceptos que gobiernan la suspensión y la
interrupción de la prescripción, las consecuencias de tales contingencias en las
285. Normativa subsidiaria obligaciones indivisibles. Los arts. 2540 y 2549 imponen la propagación de los
efectos a todos los interesados. Esto significa que si la prescripción ha sido in-
Dada la semejanza que existe entre las obligaci<:mes solidarias e indivisi- terrumpida o suspendida con relación a uno de los deudores, debe considerarse
bles, el art. 823 ordena la aplicación subsidiaria de los preceptos que gobiernan interrumpida o suspendida respecto de todos los demás.
a la primera en el ámbito de la segunda. Como consecuencia de esta remisión,
entre otros ejemplos, opera el principio de prevención (art. 845) en las obliga- Hasta aquí el principio de la dependencia de los vínculos entre coacree-
ciones indivisibles. dores y codeudores se ha seguido rigurosamente. Pero el Código Civil y Co-
184 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 185
mercial contiene también algunas atenuaciones de esa regla, que llevada a sus 2.) Mora.- Los efectos de la mora son estrictamente personales (art. 819).
límites extremos conduciría a algunas conclusiones injustas: Sin embargo este principio tiene poco interés práctico, desde que el Código
Civil y Comercial ha adoptado el principio de la mora automática (art. 886).
1.) Cosa juzgada.- La cosa juzgada no puede ser aducida contra los acree-
dores o <;:odeudores que no fueron parte en el juicio; de lo contrario sería fácil 3.) Factores de atribución.~ Los efectos de los factores de atribuCión subje-
simular un pleito para perjudicarlos, sin darles ocasión de defender sus intere- tivos u objetivos son estrictamente personales y no pueden hacerse recaer sobre
ses. Ello sería contrario al principio constitucional de la defensa en juicio. Hay, los restantes codeudores o coacreedores (art. 819). En consecuencia, por ejem- ,
sin embargo, una divergencia en cuanto a la extensión de la inoponibilidad de plo, si uno de los codeudores hace perder la cosa debida por su dolo o culpa,
la cosa juzgada: 1) para algunos autores, el principio es absoluto: la cosa juz- sólo él responde; los restantes quedan liberados incluso de su responsabilidad
gada no puede ser opuesta en ningún caso a los acreedores o deudores que no por los daños ocasionados.
fueron parte en el juicio (LAFAILLE, LLAMBÍAS, CoLMO, REZZÓNICO, GALLI); 4.) Medios de extinción.- Requiere el art. 818la concurrencia de la unani-
2) para otros autores, hay que hacer esta distinción: la sentencia condenatoria midad de los acreedores para que se extingala obligación de prestación indi-
no puede ser opuesta a los codeudores que no fueron parte en el juicio, pero visible a través de la transacción, novación, dación en pago y remisión. Veamos
la ,sentencia que rechaza la pretensión entablada puede ser opuesta por los algunos supuestos a título ejemplificativo:
codeudores que no fueron parte en el juicio al acreedor que accionó; y correla-
tivamente, la sentencia condenatoria obtenida por uno de los acreedores contra La novación otorgada por uno de los codeudores y por el único acreedor
el deudor puede ser invocada válidamente por los otros coacreedores co~tra el extingue la obligación de los otros, solución lógica, pues en este caso la nova-
ción equivale al pago. Pero la novación otorgada por un acreedor no perjudica
deudor condenado, pero la sentencia que rechaza la pretensión interpuesta, no
a los restantes coacreedores que mantienen su derecho a exigir el pago de la
puede ser opuesta por el deudor a los demás coacreedores que no participaron
obligación originaria.
del proceso (Busso, PLANIOL-RIPERT-EsMEIN). Algunos ejemplos aclaran la
idea, A es acreedor de B y C; demanda por pago a B y éste logra que la preten- La remisión de deuda hecha por uno de los coacreedores no perjudica a
sión de A resulte rechazada; si luego A intenta la acción contra C, éste puede los restantes.
oponerle la cosa juzgada. En cambio, si B hubiera sido condenado y luego A
La transacción hecha por uno de los acreedores o uno de los codeudores no
e
pretendiera ejecutar a en base a dicha condena, su acción debería rechazarse
puede ser opuesta a los demás interesados.
porque la condena de B no tiene efectos respecto de C (quién no ha tenido
ninguna participación en el proceso). Ejemplo del caso correlativo: Ay B pre- Debemos ponderar de forma separada a la confusión, que no requie-
tenden ser acreedores de C; A demanda a C; su demanda no es acogida en los re la unanimidad, sino que por el contrario, opera de manera independiente
estrados judiciales; C no puede pretender que esta sentencia haga cosa juzgada (art. 818, in fine). Se explica el mecanismo sencillamente: si bien se reúne la
también frente a B, sujeto que no ha intervenido en el pleito. En cambio, si C calidad de acreedor o deudor en una misma persona y patrimonio, la imposi-
hubiera sido condenado, B podría invo<:ar esta sentencia para cobrar su crédito. bilidad de cumplir parcialmente la obligación subsiste. Pongamos por ejemplo
que A, B y C se prometen entregarle a D una estatua; fallece A, hereda D; la
Creemos que la última opinión concilia de manera satisfactoria la regla confusión ocurrida no extingue la obligación ya que D le puede exigir a B y C
de la dependencia de vínculos en las obligaciones indivisibles con el principio que realicen la estatua a la cual se han comprometido entregar. El derecho de
de la inviolabilidad de la defensa en juicio. A quien no ha sido parte en el jui- cualquier acreedor a exigir la prestación debida (art. 816) no desaparece.
...
cio, no se le puede oponer una sentencia condenatoria; pero quien no ha sido
Por último, resulta menester explicar la mención que hace el art. 818 a la
parte puede oponer a quien lo ha sido una sentencia que rechaza la pretensión cesión de créditos o, mejor dicho, de derecho, como es regulada en el Libro
entablada, porque el perjudicado con la sentencia ha tenido oportunidad de tercero. No resulta un medio de extinción; por el contrario, constituye un me-
defenderse. dio de transmisión de las obligaciones, como hemos explicado en el Capítulo
1. Salvada la calificación indicada, debe ser interpretado de forma restrictiva
No cabe duda de que la interpretación que proponemos es la adecuada.
el requisito de la unanimidad en la cesión de derecho que requiere el art. 818:
Cabe aplicar lo que dispone el art. 832 que disciplina la cuestión de la cosa
sólo extingue la obligación si los acreedores mediante la cesión transmiten
juzgada en los términos descriptos para las obligaciones solidarias, en virtud de
su derecho de cobro a un solo deudor. Se emplearía a la cesión de derecho
la remisión que 'hace el art. 823. como un medio indirecto, cumpliendo la función de dación en pago, renuncia
186 ALEJANDRO BORDA (DIR.) CLASIFICACIÓN DE ~S OBLIGACIONES 187
o confusión. No hay razón para impedir que un coacreedor de una obligación El régimen para determinar las cuotas de contribución o participación será
indivisible celebre con un tercero la cesión de su crédito, requiriendo para ello analizado cuando estudiemos el art. 841 perteneciente a las obligaciones soli-
el consentimiento del resto de los integrantes del polo activo (los acreedores), a darias.
menos que haya prohibición legal o contractual al respecto. Los conflictos que
puedan suscitarse entre el cesionario y el resto de los coacreedores atañen al
C.- OBLIGACIONES SOLIDARIAS
régimen de participación, como estudiaremos en el punto siguiente.
§ 1.- PRINCIPIOS GENERALES
287. Relaciones de los coacreedores y codeudores entre sí
288. Concepto
Hemos dicho ya que, en las relaciones entre acreedores y deudores, cada
uno de los acreedores pued~ exigir de cada uno de los deudores la totalidad de La obligación es solidaria cuando el cumplimiento total de la prestación
la prestación debida (art. 816). Esto no significa, sin embargo, que el acreedor puede exigirse a cualquiera de los deudores por cualquiera de los acreedores, en
que haya recibido la totalidad del pago sea el beneficiario exclusivo de la pres- razón del título constitutivo o de la ley. El art. 827 indica que la noción brin-
tación, y que el deudor que lo haya hecho deba soportar exclusivall_lente sus dada presupone una pluralidad de sujetos y una causa única que las origina. El
consecuencias. efecto fundamental es el mismo que en las obligaciones indivisibles; pero en
nuestro caso, la posibilidad de reclamar la totalidad no deriva de la naturaleza
Frente a los coacreedores, cada deudor debe el total; frente a los codeu-
de la prestación, sino de la voluntad de las partes o de la ley.
dores, cada acreedor puede exigir el total (relaciones externas}. Pero una vez
hecho el pago, el deudor que lo ha realizado puede exigir de sus codeudores la
289. Antecedentes históricos, teoría de la correalidad '
contribución que a ellos les corresponde en el pago de la deuda; y, por su parte,
los coacreedores no pagados podrán exigir del acreedor que recibió el pago la La idea de la solidaridad tuvo su origen en el derecho romano. Cuando
entrega de la parte, cuota de participación, que· a ellos les corresponde (relaciones los acreedores o deudores querían evitar los inconvenientes de la división de la
internas). deuda, se ligaban por un vínculo particular, en virtud del cual cada uno de los
acreedores podía demandar a cada uno de los deudores: eran las obligaciones
Respecto al problema de contribución, ordena el art. 820 que si un codeu-
correa/es.
dor paga la totalidad de la deuda, repara todos los daños ocasionados o realiza
gastos en interés común, tiene el derecho de requerir a los demás integrantes Algunos romanistas alemanes sostuvieron que en el derecho romano exis-
del polo pasivo (los demás codeudores) que le reintegren el valor de lo inverti- tían dos tipos distintos de solidaridad: la perftcta o correal, que producía todos
do de acuerdo a las cuotas de responsabilidad pertinente. los efectos actuales de la solidaridad y que tenía su origen en la voluntad de las
partes; y la imperftcta (u obligaciones in solidum), que sólo producía los efectos
Por su parte, el art. 821 encara la labor de resolver las cuestiones de parti- principales y no los secundarios (sobre tales efectos, véase nro. 303), y que te-
cipación entre los integrantes del polo activo: los acreedores gozan del derecho nían su origen en la ley. .
del exigirle a aquél que recibió la prestación debida que les pague el valor de lo
que les corresponde conforme a la cuota de participación, aun en la hipótesis Y aunque no está claro si, efectivamente, el derecho romano conoció o no
de que el crédito se extinga total o parcialmente por haber ocurrido la com- esta distinción, lo cierto es que ella fue acogida por la doctrina francesa.
pensación legal.
290. Caracteres
Si la indivisibilidad de la obligación resulta por la naturaleza de la pres-
tación, la liquidación de los derechos entre los coacreedores deberá hacerse Las obligaciones solidarias tienen los siguientes caracteres:
siguiendo el procedimiento de la división del condominio, si los interesados
a) Unidad de prestación.- Cualquiera sea el número de acreedores o deu-
no acordasen otro. Hay que tener en cuenta que el art. 1996 que versa sobre el
dores, lo debido es una sola cosa.
derecho real del condominio remite a los preceptos que gobiernan la división
de la comunidad hereditaria en cuanto se tornen pertinentes. Si la indivisibi- b) Pluralidad e independencia de vínculos.- La unidad de prestación no
lidad obedece a una fuente convencional, se podrá proceder a la división en la impide que los vínculos que unen a acreedores y deudores sean distintos e
misma especie. independientes. Esta independencia de vínculos da lugar a las siguientes con-
,....
secuencias: 1°) La obligación puede ser pura y simple para alguno de los deu- 293. Fuentes
dores y sujeta a condición, plazo o cargo, para los otros (art. 830). 2°) Si una La solidaridad puede tener su origen en el título constitutivo de la obligación 't'
obligación es nula respecto de uno de los acreedores (por ej., porque es inca- (contrato o testamento, por ejemplo) o en la ley (art. 828). El Código Civil y
paz o por su cagacidad restringida), conserva su validez respecto de los demás Comercial no hace mención alguna a la sentencia que tenga autoridad de cosa
ni
(art. 830). 3°) Uno de los deudores puede ser exonerado de su parte en la deu- juzgada, como lo hacía el art. JOO del Código Civil de VÉLEZ. La supresión es r.
da, manteniéndose la obligación para los restantes (art. 837). elogiable dado que los jueces no hacen sino declarar el derecho de las partes y f
1
Sin embargo, no se trata de una independencia total de vínculos (como no podrían condenar solidariamente a los demandados al pago de una deuda
ocurre en las obligaciones simplemente mancomunadas), pues hay efectos que si tal solidaridad no surge del título constitutivo de la obligación o de la ley.
trascienden de unos deudores o acreedores a otros. Suele resaltarse este aspecto
cuando se habla de vínculos coligados. 294. Fundamentos de estos efectos y naturaleza de la solidaridad
e) Unidad de causa.- Como indica el art. 827, también la unidad de causa ¿Cómo se explican los efectos de la solidaridad? La explicación clásica que
constituye un carácter esencial de las obligaciones solidarias, pues de lo contra- se da de esta propagación de efectos es que los codeudores solidarios actúan
rio (y aun en la hipótesis de que los deudores estuvieren obligados por el todo) con una representación recíproca (o mandato mutuo), en virtud de la cual los
nos encontraríamos en presencia de obligaciones concurrentes, que resultan otra actos de cada uno de ellos se consideran hechos por los demás. Otros auto-
categoría dentro de la clasificación de las obligaciones, que veremos más ade- res, en cambio, repudian esta idea, sustituyéndola algunos con la noción de la
lante (nro. 313 y ss.). garantía recíproca (CoLMO) o sosteniendo que no hay pluralidad sino unidad
de vínculos, lo que explicaría todos estos efectos sin necesidad de recurrir a la
d) Es de carácter e~cepcional.- El régimen normal es la simple mancomu- representación (DE GÁSPERI). El Códigq Civil y Comercial ha hecho suyo la 1 :~,
nación; para que haya solidaridad ella debe estar expresamente contenida en tesis de la representación. Dispone el art. 829, se considera que cada uno de los 111
el título constitutivo de la obligación o surgir inequívocamente de la ley (art. 828). codeudores solidarios, en la solidaridad pasiva, y cada uno de los coacreedores, en la
solidaridad activa, representa a los demás en los actos que realiza como tal.
291. Especies
A nuestro juicio, la teoría de la representación o mandato recíproco, así
Hay dos tipos de solidaridad tratadas en el Código Civil y Comercial: 1) como tocfas las otras que pretenden dar una explicación unitaria de los efectos
:r¡
1¡
1
Activa: cuando existe más de un acreedor, pero un solo deudor. 2) Pasiva: cuan- de la solidaridad, se resienten de un doctrinarismo estéril. Lo que en definitiva J
do se encuentra obligado más de un deudor a cumplir la prestación al único interesa al Derecho son las soluciones concretas y que esas soluciones sean
acreedor. La doctrina, por su parte, se refiere a la pluralidad de acreedores y de útiles y justas. Los efectos de la solidaridad se explican así porque ellos son
deudores como un caso de solidaridad mixta. útiles al propósito general de la solidaridad, que es obtener un medio de obli-
,,., garse eficaz, fuerte, flexible; que sea en manos de los acreedon;s un instrumento
,(
~92.Justificación y finalidad adecuado para obtener créditos y en manos de los deudores una garantía só-
lida. En otras palabras: que no es admisible ligarse a construcciones jurídicas
La solidaridad pasiva (que es la forma más frecuente e importante de la .
y preguntarse si los efectos establecidos en la ley encajan o nó en ella; de ahí
solidaridad) tiene por objeto asegurar al acreedor el pago de su crédito, po-
podría derivarse que se sostuviera la ilegitimidad de un determinado efecto
niéndolo a resguardo contra la posible insolvencia de alguno de los deudores;
por no encuadrar dentro de la teoría general, aunque fuera económicamente
.
importa, por tanto, una garantía personal. Tiene, además, para el acreedor la
útil. Y lo que interesan, repetimos, son las soluciones concretas, no las vanas
gran ventaja de que, en caso de incumplimiento, no se verá obligado a intentar
teorizaciones.
tantos juicios como deudores haya (como tendría que hacerlo si la obligación
fuera simplemente mancomunada), sino que le bastará con demandar a uno de Por lo demás, la teoría del mandato o representación recíproca resulta, a
ellos por el total. poco que se la analice, artificiosa. No puede hablarse apropiadamente de man-
dato recíproco en la solidaridad legal, en la que falta el acuerdo de voluntades.
En cuanto a la solidaridad activa, tiene para los coacreedores la ventaja de
No puede hablarse tampoco de representación legal desde que los deudores
que cualquiera de ellos puede actuar en beneficio de los restantes para deman-
dar el pago total; funciona, por tanto, como un poder recíproco que facilita el
cobro (art. 829).
sólo pueden oponer las excepciones personales y no las que son personales
a sus codeudores, lo que evidentemente deberían poder hacer si hubiera una
l 11'
....... _&..
190 ALEJANDRO BORDA (O IR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 191
verdadera representación. Tampoco es correcto hablar de garantía recíproca, acreditar la solidaridad en los contratos formales mediante testigos, si hay im-
porque si así fuera no se explicaría que el deudor a plazo o condición pudie- posibilidad de obtener la prueba de haber sido cumplida la formalidad o de
ra excepcionarse no obstante que sus codeudores, cuya deuda ha vencido, no existir principio de prueba instrumental o comienzo de ejecución (art. 1020).
tengan defensa que oponer a la reclamación judicial; si todos los codeudores
¿Puede probarse la solidaridad por presunciones? La respuesta afirmativa
fueran garantes recíprocos es evidente que la acción debería también poder
no ofrece dudas siempre que se distinga claramente la expresión de la vo-
dirigirse contra el codeudor que goza de plazo suspensivo o condición sus-
luntad y la prueba de dicha expresión. La prueba de presunciones no puede
pensiva, porque siendo exigible la obligación contra uno de los deudores, debe
hacerse valer para demostrar que las partes tuvieron la intención de pactar la
serlo también respecto del garante.
solidaridad, aunque no lo hicieron expresamente; pero sí puede utilizarse para
En suma, la solidaridad es la solidaridad y sólo eso; el legislador debe regu- demostrár que la solidaridad se pactó expresamente. Así, por ejemplo, se po-
larla como mejor convenga, atendiendo a su papel económico-jurídico. dría probar por este medio que la solidaridad estaba pactada en un docúmento
escrito que se ha perdido o que se pactó verbalmente. Claro está que en 'esta
295. Carácter expreso de la solidaridad materia la prueba de presunciones debe admitirse sólo con mucho cuidado,
para no correr el riesgo de que se utilice este medio para desvirtuar el principio
Según el art. 828 la solidaridad debe surgir inequívocamente de la ley o del de que la solidaridad debe ser expresa o surgir de manera inequívoca (art. 828).
título constitutivo de la obligación. Esto no significa que sea necesario utilizar
términos sacramentales; basta con que resulte muy claramente la voluntad de 297. Extinción de la solidaridad
obligarse solidariamente, como ocurriría si lo.s deudores declaran asumir com-
promisos por la totalidad o se obliga cada uno por el todo o el uno por los La solidaridad se extingue por renuncia del acreedor. Bien entendido que
otros, etcétera. La solidaridad de la obligación también puede nacer, como ya nos referimos a la renuncia a la solidaridad en sí misma, que no implica renun-
hemos dicho, de la declaración expresa de la ley. ciar el crédito. En otras palabras: una cosa es renunciar al crédito y otra a la
solidaridad. De esta última nos ocup~emos aquí. Ahora bien: el Código Civil
Éste es el sistema general en la legislación comparada; pero deben seña- y Comercial contempla la extinción absoluta (por la cual todos los deudores
larse las importantes excepciones de los códigos alemán (art. 427) e italiano quedan liberados de la solidaridad dado que el acreedor renuncia expresamen-
(art. 1294), que establecen precisamente el sistema contrario: en caso de duda, te a ese caráct~r en beneficio de todos ellos; el art. 836 indica que la deuda se
la solidaridad se presume. Nos parece de todo puñto de vista preferible esta transfot:ma en simplemente mancomunada) y también la relativa, que sola-
solución. La idea de que la solidaridad no se presume, se funda en la aplica- mente libera al beneficiario. En este último caso, la deuda continuará siendo
ción del principio según el cual, en la duda, hay que preferir la solución menos solidaria para todos los restantes deudores, pero con deducción de la parte que
gravosa para el deudor. Pero lo cierto es que, en la vida de los negocios, la correspondía al liberado (art. 837). Ejemplo: A, By C deben$ 300.000 a D,
simple mancomunidad es excepcional. Cuando varias personas contraen en quien libera de la solidaridad a C; A y B permanecen como deudores solidarios
común una obligación es para comprometerse solidariamente. Pensamos, pues, pero sólo por$ 200.000.
y a diferencia de lo que expresamente dispone el mentado art. 828, que en el
terreno contractual es preferible el principio de la obligación solidaria, dejando La renuncia puede ser expresa o tácita. La primera exige una declaración
la regla de la mancomunidad para las obligaciones que tienen su origen en un de voluntad de renunciar; la segunda resulta de reclamar a uno de los deudores
testamento o en la ley. sólo su parte o de recibir de ellos el pago de esa parte. Desde ese momento no
podrán reclamar ya de los restantes deudores el pago total de la deuda, sino que
habrá que deducir lo reclamado o recibido en pago (art. 837). Debemos acotar
296. Prueba de la solidaridad
que la extinción absoluta debe obedecer siempre a una renuncia expresa por
Puesto que la solidaridad no se presume (art. 828), quien alega la que tiene las consecuencias gravosas que conlleva: hacer desaparecer el carácter solidario;
su origen en el título constitutivo de la obligación, tal como el contrato o el por el contrario~ la extinción relativa puede ser producto de una renuncia tácita.
testamento, debe probarla. La que surge de la ley no requiere prueba, puesto
que el derecho se invoca, no se prueba. . 298. Incapacidad o capacidad restringida de alguno de los sujetos
Ninguna duda existe de que la solidaridad puede probarse por testigos, a La incapacidad o capacidad restringida de uno de los acreedores o deudo-
menos que una disposición legal establezca un medio especial (art. 1019). Cabe res no obsta para que la obligación mantenga su carácter solidario respecto de
,
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 193
192 - ALEJANDRO BORDA (OIR.)
'
194 ALEJANDRO BORDA (O IR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 195
En cambio, si resulta que son los propios codeudores quienes pretenden caigan en insolvencia; como además permite reclamar toda la deuda de una
hacer valer la decisión judicial, v.gr., por el monto de capital e intereses allí misma persona, sin necesidad de dividir la acción, facilita extraordinariamente
determinados, no se suscita ningún reparo: hacen ejercicio de su defensa al la acción del acreedor, que puede elegir el deudor que mejor le acomode. Tiene
alegada. Se encuentran inhibidos de invocarla cuando la sentencia condena- muchísima mayor difusión e importancia práctica que la solidaridad activa y
toria dictada se base en circunstancias personales del deudor demandado, por por ello la estudiaremos en primer término.
ejemplo, que su obligación se encuentre sujeta a un plazo estipulado de manera
especial a favor de este último. l.-Efectos entre las partes
Por otra parte, cabe destacar que si en el juicio seguido por el acreedor
contra uno de los codeudores ha recaído sentencia rechazando la demanda, esa 303. Efectos principales y secundarios
sentencia puede hacerse valer por los restantes deudores. Aquí no está en juego
el principio de la inviolabilidad de la defensa en juicio. El acreedor ha tenido En doctrina suelen distinguirse los efectos principales o necesarios y los se-
amplia oportunidad de hacer valer sus derechos; y no puede reeditar cuestiones cundarios o accidentales de la solidaridad. Los primeros son los que hacen a' la
ya resueltas. Claro está que aludimos al supuesto común de que el d~mandado esencia misma de la solidaridad, que quedaría desvirtuada si no ocurrieran; los
hubiera hecho valer defensas comunes; si, por el contrario, hubiera opuesto segundos hacen más perfecta o completa la solidaridad, pero podrían no ocu-
excepciones personales, la sentencia no hace cosa juzgada respecto al acreedor. rrir u ocurrir de modo distinto al que la ley dispone, sin que por ello quedara
Así ocurriría si el demandado ha alegado su incapacidad o la capacidad restrin- aquélla desvirtuada.
gida a la cual se encontrara sujeto. · Los efectos principales son los siguientes:
Con respecto al segundo párrafo del artículo comentado, se torna lógico
a) Derecho a cobrar.- El único acreedor tiene derecho a reclamar de cual-
que la sentencia obtenida por un deudor contra uno de los coacreedores, v.gr.,
quiera de los deudores la totalidad de la deuda; más aún, goza de la facultad de
declaración de prescripción liberatoria del crédito, no pueda ser opuesta direc-
requerir el pago a uno, a varios o, a todos los codeudores, de manera simultánea
tamente al resto de los integrantes del polo activo. Así lo exige la inviolabilidad
o sucesiva (art. 833). Cabe advertir que el principio de prevención que estudia-
de la garantía de la defensa en juicio. Por el contrario, si son ellos quienes
remos más adelante. no desempeña ningún papel en la solidaridad pasiva dado
pretenden hacerlo valer, están ejerciendo su derecho de defensa. El deudor
que su razón de ser obedece a que al haber pluralidad de acreedores, varios
no pierde las excepciones personales que pueda esgrimir contra el resto de los
puedan pretender el cobro del crédito. El art. 833 se torna claro al respecto: el
acreedores.
acreedor posee la potestad de requerir a los codeudores el cumplimiento de la
Por último, se torna coherente que los coacreedores puedan hacer valer la prestación debida de manera simultánea o sucesiva.
cosa juzgada aunque ellos no fueron parte en el pleito, porque sí lo fue el deu-
b) Extinción de la deuda.- Cabe distinguir entre la extinción total y parcial
dor, que tuvo la oportunidad de hacer valer todas sus defensas; a menos que el
de la obligación. Produce lo primero, el pago hecho por uno de los deudores
qeudor tuviera una defensa personal contra otro de los coacreedores, no tiene
(art. 835, inc. a]), la novación, la compensación, la dación en pago y la renun-
de qué quejarse si éstos invocan una sentencia dictada en un juicio en que se
cia o remisión de deuda en favor de cualquiera de los deudores (art. 835, inc.
ventilaron idénticas cuestiones y en el que el deudor tuvo amplia opprtunidad
b]). Aquí la extinción de la deuda operada en favor de ;uguno de los deudores
de defenderse.
beneficia a los demás. Sucede lo segundo, es decir, la extinción solamente de
...
la cuota de alguno de los integrantes del polo pasivo, en los siguientes casos:
§ 2.- SOLIDARIDAD PASIVA
1°) La confusión entre el acreedor y uno de los codeudores solidarios, que sólo
extingue la obligación correspondiente a ese deudor, su cuota, y no las partes
de las deudas de los restantes deudores; incluso, la obligación subsistente con-
302. Noción e importancia serva el carácter solidario (art. 835, inc. e]). 2°) La transacción hecha con uno
de los codeudores, que aprovecha a los restantes pero no puede sedes opuesta
La solidaridad pasiva es, ya lo sabemos, la que obliga a todos los codeu- (art. 835, inc. d]).
dores al pago total de la deuda. Su importancia es enorme en la vida de los
negocios porque, según ya lo dijimos, importa un eficacísimo medio de ga- e) Insolvencia.- La insolvencia de cualquiera de los codeudores perjudica
rantía; para que el acreedor quede impago es preciso que todos los codeudores a los restantes, pero no al acreedor, que conserva su acción por el total contra
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 197
196 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
les sean entregados a los herederos y legatarios, si no le han sido cancelados 306. Relación de los codeudores entre sí ...:":.•
de manera previa sus créditos. Esto implica que los acreedores deberán de-
Frente a los acreedores, cada uno de los deudores solidarios está obligado
mandar a todos .los coherederos (conf. TRIGO REPRESAS, Félix A, Código Civil
a cumplir la prestación debida en su totalidad (art. 833). Pero todos los ca-
y Comercial comentado, dir.: Jorge H. ALTERINI, t. 4, La Ley, 2015, p.345).
deudores están obligados a contribuir al pago de esa deuda en proporción a su "
Después de realizada la partición, acto que determina la distribución de los
parte en la obligación; de tal modo que si cualquiera de ellos hubiera pagado
bienes del causante en diversas hijuelas entre los herederos, cada uno de éstps
el total o un monto que excede su parte en la deuda, el art. 840 determina
está obligado a pagar según la cuota que le corresponde en el haber hereditario
que tal obligado puede repetir de los demás codeudores de acuerdo a la cuota
(art. 843); es decir, los herederos quedan obligados solamente en proporción
de la cuota adjudicada en la partición y no por el total. Adviértase bien que la
o
de participación de responsabilidad que cada uno tiene en la deuda. En el
número anterior hemos dicho que el que paga se subroga en los derechos del
solidaridad no desaparece al fallecer el codeudor, la solidaridad subsiste pues el
acreedor, no obstante lo cual la solidaridad se extingue, razón por la cual el que
acreedor podrá liquidar los bienes del acervo hereditario hasta ver cubierta su
ha pagado sólo puede reclamar de sus codeudores ,la parte que a cada uno le
deuda. Desaparece al realizarse la partición, el heredero responderá de acuerdo
correspondía. Sin embargo, no procede la acción de repetición en el supuesto
a la cuota que se le hubiese adjudicado. Aclaremos la idea con un ejemplo: A
y B deben solidariamente a C $ 200.000. Fallecido A, heredan sus hijos, D y de que se hubiese producido la remisión gratuita de la deuda (art. 840, in fine)
1
198 ALEJANDRO BORDA (DIR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 199
pues en este caso el codeudor solidario que fue beneficiado con la remisión de b) ~i no se hubieran convenido las proporciones, ellas se fijarán atendiendo
la deuda no ha tenido que efectuar pago alguno al acreedor. a la fuente y a la finalidad de la obligación, o en su caso, la causa de su responsabili-
dad (art. 841, inc. b]), a las relaciones de los interesados entre sí (art. 841, inc. e]) y
El Anteproyecto de Reforma del Código Civil y Comercial de 2018 añade a las demás circunstancias (art. 841, inc. d]). Es una forma vaga de significar que
un párrafo al mencionado art. 840, por el que se extiende la prohibición de la proporción puede resultar tácitamente de las relaciones contractuales, para
repetición entre los autores, consejeros y cómplices de un hecho ilícito doloso, lo cual será de primordial importancia considerar el interés que cada cual tiene
reproduciéndose así la solución que establecía el art. 1082 del Cód. Civil de- en el negocio. Así, por ejemplo, A y B compran una casa que vale $ 200.000, ·
rogado. De tal forma, se disipan las dudas que actualmente pueden suscitarse entregando el primero $ 120.000 y el segundo $ 80.000. Aunque el contrato
respecto de la aplicación del principio según el cual nadie puede ser esc:uchado nada digá, es obvio que la división entre ellos debe hacerse sobre la base de la
invocando su propia torpeza (Nema auditur propriam turpitudinem allegans). proporción de sus respectivas contribuciones. Los criterios reseñados en reali-
dad deben ser aplicados de manera conjunta.
Puede ocurrir, empe~o, que uno de los codeudores sea insolvente. Sería
injusto que el que ha pagado cargue con esa insolvencia; por ello, el art. 842 e) Finalmente, si nada se hubiera establecido expresa o tácitamente, la di-
dispone que la cuota correspondiente a los codeudores insolventes es cubierta por visión se hará en partes iguales (art. 841, in fine).
todos los obligados. Significa que la pérdida ocasionada por tal evento se repar-
tirá a prorrata entre el que hubiera hecho el pago y los restantes codeudores Lo expuesto hasta acá es de mucha importancia pues excede el marco de
solventes. las obligaciones solidarias. En efecto, los arts. 811 y 821 que versan sobre las
obligaciones divisibles e indivisibles, respectivamente, se han remitido a la re-
Puede suceder que uno de los codeudores haya sido liberado por el acree- gulación que el art. 841 hace sobre la determinación de la cuota de distribución.
dor de la solidaridad y que otro de ellos resulte insolvente, ¿quién carga con
la pérdida? Aclaremos el problema: A, B, C y D deben solidariamente a E 307. Excepciones a la regla de la contribución
$ 40.000, quien libera de la solidaridad a A; más tarde, B cae en insolvencia.
Hay, sin embargo, dos hipótesis en las que el codeudor solidario -que ha
Si A no hubiera sido liberado de la solidaridad, habría tenido que cargar con
pagado- no tiene acción de repetición contra su~ codeudores: a) la primera,
el tercio de la parte de B, soportando C y D otro tercio cada uno. Pero como
como hemos dicho, ocurre cuando el codeudor solidario ha sido beneficiado
A ya no es deudor solidario, cabe preguntarse quién carga con el tercio que
con la remisión gratuitp. de la deuda (art. 840, in fine); b) la segunda finca en
hubiera debido soportar. Teóricamente son posibles tres soluciones: a) cargan
el resarcimiento de las consecuencias del incumplimiento doloso: su autor no
con dicho tercio los restantes codeudores (en nuestro ejemplo, C y D), solución
puede repetir el monto pagado por tales conceptos si los demás codeudores no
que debe descartarse sin mayor análisis, porque los codeudores no tienen por
participaron. Ello implicaría autorizarlo a invocar su propia intención de no
qué ser perjudicados por un acto de liberalidad del acreedor; b) carga con él
cumplir para accionar judicialmente. Tal idea no era desconocida en el régimen
el acreedor; e) carga con él el codeudor liberado. En torno a estas dos últimas
anterior: el art. 1082 del Código Civil de VÉLEZ determinaba que el coautor
s;luciones ha girado una interesante controversia doctrinaria. En nuestro país,
que había satisfecho los daños ocasionados por la comisión de un delito (ac~<;>
;ntes de la sanción del Código Civil y Comercial, predominaba la opinión de
ilícito producido con la intención de dañar, dolo) no podía demandar a sus
que el acreedor no debe perjudicarse con su liberalidad más allá de lo que fue
cómplices.
su intención, pues la liberación de la solidaridad no significa otra cosa sino que
el deudor no tendrá que temer una demanda por el total; empero si uno de los
deudores cae en insolvencia le corresponde soportar su parte. Tal es la solución § 3.- SOLIDARIDAD ACTIVA
que se desprende del art. 842, en cuanto dispone que todos los obligados deben
soportar la insolvencia de algún miembro del polo pasivo.
308. Noción e importancia , •, · ,•
¿Cómo se divide la obligación entre los codeudores solidarios?
Hay solidaridad activa cuando cada uno de los acreedores puede reclamar
El art. 841 establece las siguientes reglas: del deudor la totalidad de la deuda, como señala el art. 844. Su importancia
práctica es escasa, porque no tiene otra utilidad que servir como mandato para
a) En primer término, debe estarse a las proporciones pactadas por las .percibir el pago de un crédito común, efecto jurídico que se puede lograr me-
partes (art. 841, inc. a]). diante el otorgamiento de un poder.
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 201
200 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
b) Modos de extinción: Debemos distinguir entre la extinción absoluta y la 311. Relaciones de los coacreedores entre sí
parcial. En la extinción absoluta desaparece la obligación. Ella puede ocurrir,
naturalmente, por el pago hecho a uno de los coacreedores (art. 846, inc. a]); Cobrado el crédito, se plantea el problema de la participación entre los
también, la renuncia a obtener la prestación debida, o la novación, la dación miembros que integran el polo activo. Su respuesta se encuentra en el art. 847,
en pago y la compensación que suceda entre uno de los acreedores y respec- debiendo distinguirse dos situaciones: 1) Si un coacreedor ha recibido la tota-
to de cualquiera de los deudores, extingue la obligación mientras ninguno de lidad del pago o de la reparación de los daños ocasionados o algo mayor a su
aquéllos haya interpuesto la acción de cobro (art. 846, inc. b]). Por el contrario, proporción, debe practicarse la distribución de lo recibido entre los coacreedo-
la extinción parcial incide sólo en la reducción de la cuota de algún acreedor, res en mérito a la cuota de participación de cada uno de ellos (art. 847, inc. a]).
y ello acaece: 1) Si se reúne en una misma persona y patrimonio la calidad de
2) Si se trata de los casos del inc. b) del art. 846 (esto es, la renuncia a obtener ·
deudor y acreedor (confusión), en cuyo caso se extingue la cuota de participa-
la prestación debida hecha por un coacreedor, o la novación, la dación en pago
ción que le corresponde a éste en su calidad de sujeto activo (art. 846, inc. e]).
o 1~ compensación que suceda entre up.o de los acreedores y respecto de cual-
2) en la transacción que celebrase un coacreedor con el deudor, transacción que
no resulta oponible a los demás, a no ser que ellos mismos quieran beneficiarse quiera de los deudores), los demás acreedores solidarios tienen derecho a la
(art. 846, inc. d]). · participación, si hubo renuncia al crédito o compensación legal por la cuota de
cada uno en el crédito original; y si hubo compensación convencional0 facul-
Pero el derecho del deudor de pagar a cualquiera de los acreedores tiene tativa, novación, dación en pago o transacción, por la cuota de cada uno en el
una limitación: si uno de ellos hubiere demandado, sólo se le podrá pagar a él crédito original, o por la que correspondería a cada uno conforme lo resultante
(~rt. 845). Es el llamado principio de la prevención. de los actos extintivos, a su elección (art. 847, inc. b]). .· "
e) Mora.- La constitución en mora hecha por uno de los coacreedores
¿Qyé ocurre con los gastos realizados por uno de los coacreedores en inte-
favorece a todos los restantes (arg. art. 838). .
rés común de los demás? Goza del derecho a ser reembolsado en tanta las ero-
d) Prescripción.~ Los arts. 2540 y 2549 establecen que la suspensión y la gaciones llevadas a cabo se tornen razonables. Cada miembro del polo activo ...
interrupción de la prescripción propagan sus efectos en el ámbito de las obliga- debe contribuir de acuerdo a su participación (art. 847, inc. e]). Por ejemplo,
ciones solidarias. Por lo tanto, la interrupción de la prescripción lograda por uno A, By C le prestaron a D la suma de$ 3.000, estipulándose la solidaridad por
de los acreedores beneficia a los restantes. Lo mismo sucede en los supuestos partes iguales. Ahora bien, A, al iniciar la demanda, abona en concepto de tasa
de suspensión de la prescripción que afecten a uno de los acreedores solidarios de justicia la cantidad de$ 900. En tal caso, A goza del derecho de exigir a B
o que haya sido impulsado por uno de éstos. y C que le reembolsen cada uno la suma de $ 300.
310. Fallecimiento de uno de los coacreedores solidarios El art. 848 se encarga de señalar que las cuotas de participación se calcu-
lan teniendo en cuenta las reglas del art. 841, previamente ponderadas (véase
Esta contingencia no altera el carácter de la solidaridad de la obligación
nro. 306).
antes estudiada. Con otras palabras, el conjunto de los herederos seguirán sien-
202 ALEJANDRO BORDA (DlR.) CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 203
§ 4.- PARALELO ENTRE LAS OBLIGACIONES SOLIDARIAS Y LAS INDIVISIBLES D.- ÜBLIGACIONES CONCURRENTES
b) En caso de muerte de uno de los codeudores, la obligación de una cosa Teniendo en cuenta tal orden de ideas, las obligaciones concurrentes han
indivisible debe ser afrontada íntegramente por cada uno de los herederos, sido definidas en el art. 850 como aquéllas en las que varios deudores deben el
puesto que no podrían pagarla parcialmente; en cambio, la obligación solidaria mismo objeto en razón de causas diferentes.
ingresa en la masa indivisa; después de realizad;¡ la partición, cada coheredero
debe cumplir la prestación de acuerdo a la cuota que le corresponde en el haber 314. Designación
hereditario (art. 843).
Se torna correcto referirse a ellas como obligaciones concurrentes en razón
de existir causas distintas. No encontramos ningún obstáculo, empero, en que
e) En las obligaciones indivisibles, los factores de atribución y la mora de uno
sean llamadas obligaciones indistintas. Tales alocuciones resultan preferibles a
de los codeudores son personalísimos y no perjudican a los restantes obligados in solidum pues esta última expresión introduce confusión al vincularlas con el
(art. 819); en cambio, en las obligaciones solid~rias, los factores de atribución concepto de solidaridad.
o la mora de uno de ellos tiene efectos respecto de todos los demás (art. 838). "'
315. Caracteres
d) En las obligaciones solidarias puede haber remisión parcial de la deu-
da, remisión de la parte que corresponde a uno de los codeudores e, incluso, Las obligaciones concurrentes presentan los siguientes caracteres.
remisión de la solidaridad (arts. 836 y 837), sin que ello implique remisión de
la deuda. En las obligaciones indivisibles no se concibe remisión parcial, ni a) Pluralidad necesaria de deudores: constituye un presupuesto insoslayable
la existencia de más de un miembro en el polo pasivo al presentar más de una
remisión del deber de pagar el total (manteniendo la obligación de pagar cada
causa que justifican diversos vínculos.
parte). Sólo es posible la remisión total, la cual, hecha en favor de uno de los
codeudores, beneficia a los demás. El art. 818 indica que requiere la unanimi- b) Identidad en el objeto: la prestación debida resulta ser la misma, cualquie-
dad de los acreedores. ra sea el deudor que la cumpla.
204 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 205
por el contrario, la mora de un codeudor solidario se propaga hacia los demás elegido o un deudor sea seleccionado, para que el resto quede marginado de la
(art. 838); d) se extingue totalmente o parcialmente la obligación concurrente relación jurídica.
dependiendo si se ha satisfecho de manera acabada el interés del acreedor o no,
v.gr., la renuncia al crédito a favor de uno de los codeudores no hace desapare- 321. Especies
cer la obligación concurrente (art. 851, inc. d]); en las obligaciones solidarias,
los medios extintivos comunican sus efectos, sin necesidad de que se vea satis- Dependiendo del polo en el cual concurra la pluralidad de sujetos, encon-
fecho el interés del acreedor, al existir la regla de la representación (art. 829); tramos obligaciones disyuntivas pasivas, en las que la prestación debe ser cum-
por ejemplo, la renuncia realizada a favor de un codeudor provoca la desapari- plida por uno de varios deudores, u obligaciones disyuntivas activas, en donde
ción de la obligación (art. 835, inc. b]). Todavía puede agregarse una diferencia la prestación será a favor de uno de varios acreedores.
más: que mientras en las obligaciones solidarias la deuda es soportada, salvo
pacto en contrario, por partes iguales entre todos los codeudores (art. 841, párr. 322. Régimen legal
final), en las obligaciones concurrentes no ocurre ello y, por lo general, es uno
sólo de los deudores el que en definitiva soporta el peso de la deuda. Así, por Las obligaciones disyuntivas están sujetas subsidiariamente a los preceptos
ejemplo, si la víctima del incendio hubiera dirigido su acción contra la eompa- que gobiernan a las obligaciones mancomunadas (art. 855). Remitimos, pues, a
ñía aseguradora, ésta puede luego reclamar todo lo pagado al autor del hecho los parágrafos en donde hemos procedido al análisis de. tal categoría.
ilícito; si el damnificado por el accidente de tránsito hubiera dirigido su acción
. Sin embargo, ciertos aspectos ameritan su estudio en particular, que vere-
contra el propietario del vehículo, éste puede repetir toda la indemnización del
mos seguidamente.
conductor que ha provocado el accidente.
323. Elección
f.- OBLIGACIONES DISYUNTIVAS
Si se trata de una obligación disyuntiva pasiva, el acreedor indica cual de
los sujetos debe realizar el pago (art. 853, 1a parte), salvo que mediante una
319.Noción
estipulación expresa se haya decidido que la labor de selección será realizada
por un deudor, la pluralidad de deudores o un tercero.
Son aquéllas que pueden ser exigidas por uno de varios acreedores o cum-
plidas por uno de varios deudores. Se vinculan por la cópula o. Recordemos Si fuese una obligación disyuntiva activa, en principio, le compete al deu-
los ejemplos dados anteriormente (nro. 267): pagaré a Pedro o Juan la suma de dor elegir a quien le realizará el pago (art. 854, 1a parte). A través de una esti-
$ 10.000, o bien, Pedro y J~an me pagarán la suma de $ 10.000. pulación en contrario, la selección puede recaer en un acreedor, pluralidad de
acreedores o un tercero.
320. Caracteres
324. Inexistencia del principio de prevención en la obligación disyuntiva
Las obligaciones disyuntivas tienen los siguientes caracteres. activa
a) Indeterminación provisional de sujetos: inicialmente se presenta una plu-
La circunstancia de la interposición de la demanda por uno de varios acree-
ralidad de pers_onas en alguno de los polos de la obligación. Se torna provisoria dores no enerva la facultad de elección que goza el deudor (art. 854, 2a parte).
dado que al llevarse a cabo la elección, quedan excluidos de la relación jurídica Ella subsiste a pesar de tal contingencia.
todos aquellos sujetos que no fueron seleccionados.
b) Identidad en el objeto: la prestación debida resulta ser la misma, cualquie- 325. Ius solvendi de los deudores en la obligación disyuntiva pasiva
ra sea el acreedor o deudor seleccionado.
Una vez llevada a cabo la elección por parte del acreedor, el deudor seña-
e) Identidad de causa. lado resulta ser el sujeto que debe pagar. Sin embargo, como todo el elenco del
polo pasivo goza del ius solvendi, sus miembros poseen el derecho de cumplir
d) Condicionalidad: opera una condición resolutoria respecto a la plurali- la prestación debida, si antes el acreedor no procedió a interponer la deman-
dad inicial de sujetos. Consiste el hecho condicionante en que un acreedor sea da contra alguno de ellos (art. 853, 2a parte). Desde tal perspectiva, incluso
208 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
CLASIFICACIÓN DE LAS OBLIGACIONES 209
podrían recurrir al pago por consignación si el acreedor adoptara una postura En las · obligaciones de resultado se busca la satisfacción del acreedor a
reticente. través de la consecución de un fin; hay incumplimiento si no se obtiene cier-
to opus. Se configura la expectativa de un resultado exitoso. Encontramos un
326. Inexistencia de las reglas de participación o contribución ejemplo cabal en las obligaciones de dar donde el interés del acreedor se cum-
ple a través de la entrega del objeto prometido.
La falsa pluralidad que elimina la elección explica la razón por la que no
se aplican las pautas de participación o contribución que han sido objeto de
330. Pautas de distinción
estudio en las obligaciones mancomunadas y en las solidarias.
' . El encuadre como obligación de medio o resultado dependerá muchas ve-
En la obligación disyuntiva pasiv a, el deudor que paga no puede solicitar
ces de la calificación que hagan las partes al ejercer la autonomía de la volun-
reembolso alguno a los otros coobligados (art. 853, in fine}. En la obligación
tad. Otras veces será la ley o los usos y costumbres quienes indicarán en que
disyuntiva activa, el acreedor que recibe la prestación debida no está obligado a
categoría se encuentran. En ausencia de previsión legal y normativa, se torna
participada con los que integraron inicialmente la pluralidad (art. 854, in fine).
menester recurrir a parámetros tales como la aleatoriedad del resultado, el ries-
go contractual, la buena fe, la confianza, etc.
V. ÜBLIGACIONES DE MEDIOS Y RESULTADOS
331. Ámbito probatorio
327. Importancia El gran atractivo que ha ejercido para cierto sector de la doctrina la exis-
tencia de esta categoría, se explica en que posibilitaba el desenvolvimiento de
Si bien durante la vigencia del Código Civil de VÉLEZ, fue objeto de arduo los factores de atribución objetivos en el Código Civil de VÉLEZ, que era de
debate doctrinal la recepción de tales obligaciones en el derecho argentino, so- fuerte impregnación subjetiva.
bresaliendo por su defensa la figura de Alberto BuERES, la disputa ha perdido
cierta entidad pues el Código Civil y Comercial contiene preceptos que dan Se postuló que primaban factores de atribución subjetivos en las obligacio-
respuestas a los planteos que suscitan las obligaciones de medios y resultados. nes de medio. El acreedor debía probar el incumplimiento y la culpa que incu'-
rrió su contraparte. En cambio, al deudor le bastaba acreditar haber desplegado
una conducta diligente para eximirse de responsabilidad.
328. Antecedentes
Operaban factores de atribución objetivos en el campo de las obligaciones
Se torna materia de controversia si se puede encontrar su origen en el
de resultado. Se tornaba suficiente al acreedor demostrar el incumplimiento. El
derecho romano. No resulta discutible que le cabe el honor aRené DEMOGUE
deudor sólo se eximía acreditando el casus (esto es, el hecho de la víctima -el
haber practicado el adecuado distingo y acreditado las valiosas consecuencias
acreedor, en el caso-, el hecho de un tercero por el cual el deudor no debía
que brinda tal clasificación al derecho, especialmente en el ámbito de la res-
responder o el caso fortuito, y siempre que la ley no dispusiese lo contrario).
ponsabilidad (DEMOGUE, René, Traité des obligations en général, Arthur Rous-
seau, París, 1925). Su importancia se ha incrementado ante la gravitación de
332. Planteo del problema en el Código Civil y Comercial
los factores de atribución objetivos pues DEMOGUE analizó las obligaciones de
medios y resultados a fin de estudiar la carga ptobatoria en el régimen francés, El referido Código ha dedicado preceptos a fin de dilucidar las cuestiones "'
con criterio de imputación subjetivo. planteadas. Muchas de ellas, como dijimos, han perdido entidad.
En las obligaciones de medios se procura que el deudor se comprometa 1) En el régimen de las obligaciones: Ya hemos analizado los tres incisos del
a llevar a cabo una conducta diligente, dirigida a un resultado querido por el art. 774 al cual remitimos (véase nro. 243).
acreedor, pero que no es garantizado. La ocurrencia del resultado depende en 2) En los factores de atribución: El art. 1723 señala que cuando de las circuns-
mayor o menor medida de hechos contingentes. Ejemplo típico es la curación tancias de la obligación, o de lo convenido por las partes, surge que el deudor debe
de un enfermo, situación que el médico que lo trata no puede prometer. obtener un resultado determinado, su responsabilidad es objetiva. Se ha inclinado
210 ALEJANDRO BORDA (DlR.)
CAPÍTULO V
Los Capítulos 4 y 5 del Título I del Libro Tercero regulan los modos de
extinción de las obligaciones. Ellos son: a) el pago; b) la compensación; e) la
confusión; d) la novación; e) la dación en pago; f) la renuncia; g) la remisión; y, h)
la imposibilidad del pago. A estos modos, pueden agregarse otros tales como el
cumplimiento de la condición resolutoria y del plazo resolutorio, la muerte o incapa-
cidad del deudor, cuando se trata de obligaciones intuitu personae, vale decir que
no se transmiten a los herederos como, por ejemplo, la contraída por un pintor
de hacer un retrato; y la transqcción. Esta última, si bien configura un modo
de extinción de las obligaciones, desde que se trata de un contrato por el cual
las partes se hacen concesiones reciprocas en aras de evitar un litigio o ponerle
fin a sus conflictos, el Código Civil y Comercial la incluye entre los contratos
en especial (arts. 1641 y ss.), por lo que su estudio debe ser hecho en ese lugar
(remitimos a BoRDA, Alejandro, Derecho Civil Contratos, La Ley, 2a edición),
sin perjuicio de que también acá nos referiremos a ella.
También se encuentra un modo de extinción de las obligaciones en el con-
curso preventivo del deudor. En efecto, el acuerdo alcanzado entre el deudor y sus
acreedores, una vez homologado judicialmente, acarreará la novación de todas
las obligaciones con origen o causa anterior al concurso (art. 55, ley 24.522),
lo que implica la extinción de las anteriores obligaciones y el nacimiento de
otras nuevas con fuente en el acuerdo alcanzado. ¿Y qué ocurre en la quiebra del
deudor? Establece el art. 125 de la ley citada que declarada la quiebra, todos los
acreedores quedan sometidos a las disposiciones de esta ley y sólo pueden ejercitar sus
derechos sobre los bienes desapoderados en la forma prevista en la misma. Por lo tan-
to, habrá que estar a lo que esta ley disponga, y cabe señalar que hay casos, como
el de los contratos en curso de ejecución, en los que será el juez el que decida
si se resuelve o se lo continúa (arts. 143 y 144). Cabe indicar que una vez reha-
bilitado el fallido, los bienes adquiridos no responden por el pasivo concursa!.
no es un modo de extinción de la obligación en sí misma, sino de la acción del entrega de un retrato, el pago de una suma de dinero. b) Según una acepción
acreedor para reclamar su pago ante la Justicia. Tanto es así que el pago espon- más restringida, la palabra pago debería limitarse al cumplimiento de las obli-
táneo de una obligación prescripta no es repetible (art. 2538). gaciones de dar. e) Finalmente, en la acepción vulgar (adoptada también por
el Código Civil alemán, arts. 241 y ss.),pago designaría únicamente la: entrega
Algo análogo puede decirse de la nulidad. No es un medio de extinción de de una suma de dinero; en los demás casos, trátese de obligaciones de dar o de
las obligaciones, sino una sanción en virtud de la cual se priva de sus efectos hacer o de no hacer, habría cumplimiento de la obligación.
jurídicos a un acto en razón de una causa originaria, es decir, contemporánea
con la época de la celebración. Por ello, las cosas vuelven al mismo estado en En nuestro Código, la palabra pago se emplea en el primero de los tres
que estaban antes del acto declarado nulo y las partes quedan obligadas -por significados indicados (art. 865).
tanto- a restituirse mutuamente lo que han recibido (art. 390).
337. Naturaleza jurídica
334. Clasificaciones La naturaleza jurídica del pago está muy controvertida en la doctrina.
Desde el punto de vista metodológico, se han propuesto diversas clasifica-
Se discute, en primer término, si es un acto o un hecho jurídico. Esta dis-
ciones de los modos de extinción. cusión está planteada en la doctrina extranjera, porque el concepto de acto
De acuerdo con un primer criterio, habría que distinguir: a) modos que jurídico en la legislación comparada es de los .más imprecisos.
importan cumplimiento de la obligación (pago en sus distintas formas); b) con- Pero en nuestro derecho, el art. 259 ha puesto fin a toda cuestión con una
venciones liberatorias (dación en pago, novación, renuncia y remisión); e) hechos disposición clarísima: el acto jurídico, dice, es el acto voluntario lícito que tie-
extintivos (compensación, confusión, imposibilidad de pago). ne por fin inmediato la adquisición, modificación o extinción de relaciones o
O bien puede admitirse el siguiente criterio: a) medios que extinguen la situaciones jurídicas. Añádase a ello que el art. 866 establece que las reglas de
obligación por su cumplimiento (por ej., el pago); b) medios que la extinguen los actos jurídicos se aplican alpago, con sujeción a las disposiciones del Capítulo
sin haberse cumplido (vg., la remisión). También, suelen designarse como me- 4 (que versa sobre el pago), del Título I, del Libro Tercero del Código Civil y
Comercial. El pago es, pues, un acto jurídico típico. Esta es una opinión prác-
dios satisfactivos o no del interés del acreedor, respectivamente.
ticamente unánime en nuestra doctrina.
Finalmente, la extinción puede resultar: a) de un acto jurídico, sea unilateral
(pago, remisión, renuncia) o bilateral (novación, transacción); o b) de un hecho También se discute si es un acto unilateral o bilateral. Los que sostienen
este último punto de vista se apoyan en que el pago debe ser aceptado por
(confusión, compensación, imposibilidad de pago).
el acreedor; pero no es así, puesto que el deudor tiene derecho a hacerlo aun
contra la voluntad del acreedor, y si éste no lo acepta, puede consignarlo (en
335. Efectos este sentido, ALTERINI, Atilio A., AMEAL, Osear J. y LóPEZ CABANA, Roberto,
De una manera general puede decirse que la extinción de la obligación Curso de Obligaciones, t.1, nro.184,Abeledo-Perrot, 1975).
causa la liberación del deudor. Los efectos particulares serán estudiados con
relación a cada medio de extinción. 338. Requisitos generales de validez
Para que el pago sea válido se requiere: a) que el que hace el pago y el
~
§ 1.- PAGO que lo recibe sean capaces (más adelante profundizaremos esta afirmación); b)
que el solvens o pagador sea titular del derecho o cosa que transmite en pago
A.- CoNCEPTOS GENERALES y que esté habilitado jurídicamente para enajenarla (vale decir, que no tenga
ninguna inhabilidad en los términos de los arts. 1001 y 1002, ni esté inhibido
para disponer o gravar sus bienes); e) que el pago no haya sido hecho en fraude
336. Diferentes acepciones
de otros acreedores, pues en tal caso los perjudicados tienen a su disposición
La palabra pago puede ser empleada en tres distintas acepciones: a) Sig- la acción pauliana o revocatoria y, en su caso, las acciones previstas por la ley
nifica el cumplimiento por el deudor de la prestación debida, trátese de una concursa! (art. 876). El pago hecho en fraude de otros acreedores se da cuando
obligación de dar o de hacer, e, incluso, de no hacer. Así, por ejemplo, la entrega el deudor abusa de su derecho a pagar y el acreedor que recibe el pago es una
de un inmueble prometida en un contrato de compraventa, la realización y suerte de cómplice de la acción. Es el caso del pago de una deuda no vencida
214 ALEJANDRO BORDA (DI R.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 215
o del pago de una deuda ajena, que agrava o provoca la insolvencia del deudor. a) Ante todo, por el propio deudor (art. 879); es lo normal y lógico. La
En materia falencial se encuentran como herramientas las ineficacias de pleno propia norma añade que si hay varios deudores, el derecho de pagar de cada uno
derecho (art. 118, ley 24.522) y la acción revocatoria concursal (arts. 119 y ss., se rige por las disposiciones correspondientes a la categoría de su obligación. Así,
ley 24.522). por ejemplo, habrá que diferenciar según se trate de obligaciones simplemente
mancomunadas (divisibles o indivisibles), solidarias o concurrentes.
339. Pago con cosa ajena b) Por los terceros que tengan interés en el cumplimiento de una obligación, in-
terés que nace del hecho de que el incumplimiento del deudor, puede causarles
Si el deudor ha pagado su deuda con una cosa ajena, en principio el pago es
un menoscabo patrimonial (art. 881). Por ello, la propia norma faculta a los
nulo. El art. 878 dispone que el cumplimiento de una obligación de dar cosas
terceros interesados a pagar aun en contrl!. de la voluntad individual o conjun-
ciertas para constituir derechos reales requiere que el deudor sea propietario de
ta de acreedor y deudor. Ejemplos típicos de tercero interesado son el fiador,
la cosa; y, añade, el pago mediante una cosa que no pertenece al deudor se rige
contra quien podría dirigir sus acciones el acreedor si el deudor no .pagara, y el
por las normas relativas a la compraventa de cosa ajena, cuyo estudio debe ser
realizado en otro lugar (remitimos a BoRDA, Alejandro, Derecho Civil. Contra- propietario no deudor de un inmueble hipotecado, cuya propiedad podría ser
tos, La Ley, 2a edición). subastada por el acreedor en el mismo caso. Cabe añadir que el tercero, aun-
que tenga interés en el cumplimiento de la obligación, no podrá hacer el pago
Sin embargo, la hipótesis de pago con cosa ajena plantea interesantes cues- cuando se trate de una obligación intuitu personae (art. 881).
tiones que conviene dilucidar por separado:
e) Por terceros no interesados. Los terceros no interesados -esto es, quienes
a) Respecto del solvens o pagador, el pago queda firme y no tiene derecho en verdad carecen de un interés preciso en el cumplimiento de la obligación-
a repetir la cosa del acreedor. Es que tratándose de un supuesto de nulidad pueden pagar válidamente no sólo con el consentimiento, sino también en la
relativa (art. 386, párr. 2°), ella sólq puede declararse a instancia de las personas ignorancia y aun en contra de l:;t voluntad del deudor. Sin embargo, no pueden
en cuyo beneficio se establece (art. 388), entre las cuales no se encuentra quien hacerlo en contra de la voluntad conjunta del deudor y del acreedor (art. 881).
ha pagado con una cosa ajena. . Tampoco pueden hacer el pago cuando se trata de un caso en el cual se han
tenido en cuenta particularmente las condiciones especiales del deudor (art.
b) Respecto del acreedor pagado, no cabe duda que tiene derecho a de- citado), por tratarse de una obligación intuitu personae.
mandar la nulidad, puesto que tal pago no le permite gozar con confianza y
con carácter definitivo de la cosa pagada, desde el momento que está expuesto 341. Efectos del pago por terceros
a la acción de reivindicación del propietario; El acreedor es la persona en cuyo
beneficio se establece la nulidad (art. 388). . Hecho el pago por un tercero, ¿qué acciones tiene contra el deudor primi-
tivo, dado que no se extingue el crédito? Hay que distinguir distintas hipótesis:
e) En cuanto al propietario, tiene derecho a reivindicar la cosa, salvo que
se trate de una cosa mueble no registrable, no hurtada ni perdida, transmitida a) Pago hecho con el asentimiento del deudor. en tal caso, el que paga tie-
onerosamente, en cuyo caso la acción de reivindicación queda paralizada ante ne contra el deudor las acciones que tiene el mandatario contra su mandante
la denominada adquisición legal dispuesta por el art. 1895. Pero, claro está, en (art. 882, inc. a]). Por lo tanto, el tercero podrá reclamarle al deudor lo pagado,
cualquier caso tiene contra el pagador la acción por indemnización de los da- más (i) los gastos razonables en que haya incurrido para hacer el pago, (ii) la
ños sufridos. Salvo excepción prevista por la ley, el pago realizado resultará ser reparación de los daños sufridos por la ejecución del mandato que no sean
un acto inoponible para el verdadero dueño de la cosa (art. 396). imputabies al propio mandatario, y (iii) la retribución (art.1328). Debe tenerse
presente que el mandato se presume oneroso (art. 1322).
8.- SUJETOS DEL PAGO b) Pago hecho en la ignorancia del deudor. en este supuesto, el que paga tie-
ne contra el deudor la acción que tiene el gestor de negocios contra el dueño
1.- Pagador o solvens (art. 882, inc. b]). Cuando la gestión fue útilmente conducida, el gestor puede
reclamar al dueño del negocio no sólo lo pagado, sino también (i) el reembolso
de los gastos necesarios y útiles hechos, con más los intereses desde la fecha
340. Personas que pueden pagar
del pago, (ii) la reparación de los daños sufridos por el ejercicio de la gestión
El pago puede ser hecho: que se debieron a causas ajenas a su responsabilidad, y (iii) la remuneración si
216 ALEJANDRO BORDA (DI R.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 217
lá gestión corresponde al ejercicio de la actividad profesional del gestor o si es Por otra parte, y más allá de que el art. 875 establece que el pago debe ser
equitativo en las circunstancias del caso (art. 1785). hecho por quien tiene capacidad para disponer, hay que considerar que perso-
nas sin capacidad para disponer pero con capacidad para administrar, pueden
. e) Pago hecho contra la voluntad del deudor. en este caso, el que paga tie-
hacer pagos válidamente. Así, por ejemplo, el declarado pródigo, requiere de
ne contra él la acción de enriquecimiento sin causa (art. 882, inc. e]). Por lo
la asistencia de un apoyo para otorgar los actos de disposición (art. 49); sin
tanto, sólo podrá reclamar en la medida del beneficio obtenido por el deudor
embargo, es claro que puede hacer libremente los pagos que deba cumplir en
(art.1794). ejercicio de la facultad de administración de sus propios bienes.
En todos los casos, el tercero interesado gozará además de la acción su-
brogatoria; en cambio, el tercero no interesado sólo podrá ejercer esta acción 344. Pago por insolvente
cuand() pagase con el asentimiento o en la ignorancia del deudor (arts. 882, in
El pago hecho por un insolvente es en principio válido. Desde luego, no
fine, y 915, incs. b] y e]).
puede impugnad<? el propio solvens; en cuanto a los terceros interesados (los
otros acreedores del pagador que ven disminuir la posibilidad de cobrar sus
342. Pago hecho antes del vencimiento de la deuda,
propios créditos), s~lo podrán impugnarlo si demuestran que están reunidas
Si el terce~o 'hubiera hecho el pago antes del vencimiento de la deuda, las condiciones legales de la acción revocatoria o pauliana (art. 876); el síndico
sólo tendrá derecho a ser reembolsado el día del vencimiento. Así lo disponía podrá hacer lo suyo en la quiebra con la interposición de la acción revocatoria
expresamente la parte final del art. 727 del Código Civil de VÉLEZ, y si bien no concursal (art. 876 y arts. 118 y 119, ley 24.522).
existe una norma similar en el Código Civil y Comercial, la solución no puede
variar. Es que el apuro del tercero en pagar, no puede traer como consecuencia 2.- Sujeto pasivo
un adelanto del vencimiento de la obligación contraída por el deudor, que se
presume contraída a su favor (art. 351). 345. Qyiénes pueden recibir el pago
Según el art. 883, el pago -para que tenga efecto extintivo del crédito-
··343 ..Capacidad para pagar
debe hacerse:"
Establece el art. 875 que el pago debe ser realizado por personas con capacidad
1°) Al acreedor, o a su cesionario o subrogan te (art. 883, inc. a], 1a par-
para disponer. Son capaces para pagar todas las personas que no estén categori-
te) . .El acreedor originario es normalmente la persona que debe recibir el
zadas como incapaces de ejercicio (art. 24); es decir, personas por nacer, perso-
pago, a menos que haya cedido el crédito, en cuyo caso el deudpr que ha
nas que no cuentan con la edad y grado de madurez suficiente en los términos
sido notificado de la cesión no podría pagarle válidamente al cedente sino
·de los arts. 25 a 30 del Código Civil y Comercial, y las personas declaradas
al cesionario (art. 1620). Por otra parte, si un tercero ha pagado el crédito
incapaces por sentencia judicial y en la extensión dispuesta.
al acreedor, aquél se subroga en los derechos de este último (art. 914); por
La aplicación rigurosa de esta regla significa la nulidad del pago hecho por lo tanto, el crédito recién se extinguirá 'cuando el deudor le pague al tercero
cualquiera de los sujetos enumerados en el art. 24. Sin embargo, el pago es un subrogan te. Desde luego, si el acreedor, el cesionario o el subrogan te fallecen,
acto jurídico peculiar; consiste en el cumplimiento de lo que se debe. Por lo sus herederos universales están legitimados para recibir el pago (arts. 398 y
tanto, no parece lógico autorizar a quien carece de capacidad (o a su represen- 400); si la obligación fuese indivisible, el pago debe hacerse a cualqúiera de 1>
tant~) a repetir lo pagado, si acto seguido debe volver a pagar. Si es verdad que los herederos.
el interés es la medida de las acciones, en nuestro caso el incapaz no podría
invocar ningún interés en apoyo de su acción de repetición. En consecuencia, 2°) Si hay varios acreedores, al acreedor que corresponda, según el dere:-
el incapaz que ha pagado lo que debe y en las condiciones debidas no puede cho al cobro de cada uno de ellos, que se rige por las disposicione_:s pertinentes
repetir, a menos que demuestre tener un interés legítimo en hacerlo. a la categoría de su obligación (art. 883, inc. a], 2a parte). Así, si la obliga-
ción fuese indivisible o solidaria, cualquiera de los acreedores puede recibir
11 Este interés existirá siempre que del pago, tal como ha sido hecho, pueda el pago; sin embargo, si el deudor ya hubiese sido demandado por alguno de
resultar un perjuicio para la persona carente de capacidad. Así mmrrirá si tra- ellos, será el acreedor demandante el único legitimado al cobro en función
tándose de una obligación alternativa, el incapaz eligió la de mayor valor y con del llamado "principio de prevención'', que estaba expresamente previsto en
ella hizo el pago; o si pagó una obligación de plazo no vencido. el art. 731, inc. 2°, del Código Civil de VÉLEZ, y actualmente lo está en el
ALEJANDRO BORDA (O IR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 219
218
art. 845. En cambio, si la obligación fuese simplemente mancomunada di- 346. Representantes del acreedor que pueden aceptarlo
visible, va de suyo que cada acreedor cobrará en proporción a su parte en el
La representación que autoriza a recibir el pago puede ser legal o convencio-
crédito (art. 808). nal. La primera surge de la ley; son los representantes de las personas incapaces
3°) A la orden del juez que dispuso el embargo del crédito (art. 883, inc. b ]). de ejercicio (personas por nacer, menores, incapaces declarados por sentencia
Con otras palabras, el pago hecho a la orden del juez que dispuso la medida judicial y en la extensión dispuesta en esa decisión). La segunda, de un con-
cautelar tiene efecto extintivo. De esta manera se supera el conflicto que podía trato (mandato) o de un acto jurídico unilateral (apoderamiento) que puede
suscitarse al deudor que se encontraba ante la existencia de dos acreedores, uno ser expreso o tácito. Ejemplo de este último es el caso de los dependientes que
se desempeñan en un establecimiento, los cuales están facultados para hacer
embargante, otro privilegiado. La cuestión de la prioridad de cobro entre ellos
todos los actos que ordinariamente corresponden a las funciones que realizan
deberá ser discutida en el ámbito judicial.
(art. 367, inc. b]) como lo es el recibir pagos a nombre de su principal.
4°) Al tercero indicado para recibir el pago, en todo o en parte (art. 883,
inc. e]). Se ha sostenido que este tercero indicado para recibir el pago no es un 347. Tercero portador de un recibo del acreedor
representante del acreedor originario -pues no actuaría en no~bre e interés
La persona portadora de un recibo del acreedor ¿puede considerarse con
ajeno- sino un verdadero legitimado en interés propio (CoMPAGNUCCI DE
facultades suficientes para recibir el pago? En principio, la respuesta es indu-
CASO, Rubén H., Derecho de las Obligaciones, no 346, Ed. La Ley, 2018). Sin
dablemente afirmativa; la entrega de un recibo firmado a un tercero impo~ta
embargo, entendemos que es un caso de representación voluntaria, pues la per-
evidentemente un apoderamiento tácito para recibir el pago. Pero supongamos
sona indicada para recibir el pago, ha sido elegida y autorizada por el acreedor
que el acreedor no hubiera hecho entrega del recibo, que se extravió o fue hur-
(conf. GAGLIARDO, Mariano, Tratado de las Obligaciones, t. 2, 126, Ed. Zavalía,
tado y luego utilizado maliciosamente por el tercero. Aun así el pago es válido
2015). Debe recordarse que el apoderamiento debe ser otorgado en la forma a menos que el pagador hubiera obrado en conocimiento de tales hechos o con
prescripta para el acto que el representante debe realizar (art. 363). Nos remi- grave negligencia. Se trata de supuestos de representación aparente (art. 367),
timos a lo que decimos más abajo, nro. 348. que produce plenos efectos respecto del que pagó ateniéndose a la apariencia.
So) A quien posee el título del crédito extendido al portador, o endosado
348. Pago hecho al tercero indicado en el título de la obligación
en blanco, excepto sospecha fundada de no pertenecerle el documento, o de
no estar autorizado para el cobro (art. 883, inc. d]). En el caso de sospecha Establecía el art. 731, inc. 7°, del Código Civil de VÉLEZ, que cuando en el
fundada de no pertenecer el documento a quien lo presenta al cobro, la ne- título de la obligación se ha indicado un tercero para hacerse el pago, es en la
gativa a pagarle sólo podrá fundarse en haber recibido del librador la notifi- persona de éste .que debe pagarse, aunque lo resista el acreedor. Esta estipulación
cación de la pérdida o que ésta sea de pública notoriedad, por ejemplo, por era conocida en el derecho romano como atijectus solutionis gratia. No se trata
haber tenido difusión periodística. Más difícil de comprender es el supuesto aquí del apoderado común para recibir el pago; éste puede ser cambiado en
de que el tenedor no esté autorizado para el cobro, pues si se trata de un cualquier momento por el poderdante acreedor. Se trata del tercero que osten-
documento al portador o endosado en blanco no puede existir autorización ta un poder irrevocable, bien sea porque fue designado en interés común de
al cobro. En efecto, el que tiene el documento tiene derecho a cobrarlo sin acreedor y deudor, bien porque lo fue en i,-1terés común de acreedor y tercero,
que sea necesaria autorización alguna para ello. Finalmente, cabe señalar que bien en interés exclusivo de éste. En estos casos, el pago sólo podía hacerse
i-
-tal como ya se dijo- si el deudor pagó al poseedor del título de crédito, y al tercero designado, aunque lo resistiera el acreedor. También se recurrió a
sin que exista el supuesto previsto de sospecha fundada, el pago tiene efecto la idea de la estipulación a favor de un tercero para llegar a igual solución: el
extintivo; sin embargo, ello no obsta al acreedor a que pueda reclamar del único facultado para exigir el pago era el tercero beneficiario.
poseedor del título el valor recibido con fundamento en las normas del pago
El Código Civil y Comercial, como ya hemos visto, se limita a disponer
indebido (art. 884, inc. b]).
que tiene efecto extintivo del crédito el pago hecho al tercero indicado para re-
6°) Al acreedor aparente, si quien realiza el pago actúa de buena fe y de las cibir el pago, en todo o en parte (art. 883, inc. e]). Como se advierte fácilmente,
circunstancias resulta verosímil el derecho invocado (art. 883, inc. e]); el pago la norma no contiene ninguna referencia acerca del lugar -ni del documento
es válido aunque después sea vencido en juicio sobre el derecho que invoca. en que se lo pueda indicar- en el que el tercero deba recibir el pago. A nuestro
Ampliamos más abajo, nro. 349. entender, la hipótesis no puede ser otra que la vista precedentemente, esto es,
r
cuando su designación aparece en el título de la obligación. Es que si fuese un un testamento ulteriormente aparecido, (ii) al cesionario de un crédito aunque
simple apoderamiento, hubiera bastado con lo que dispone el inc. a), en cuanto luego la cesión resulte anulada, etcétera.
que el pago hecho al acreedor tiene efecto extintivo del crédito, pues ese acree-
dor puede actuar personalmente o a través de su representante. El pago reali- Para que el pago sea válido, deben reunirse estos requisitos:
zado al apoderado se considera recibido por el acreedor. Y siendo así las cosas,
a) Debe ser hecho de buenafe, vale decir, el deudor debe creer que el acree-
es decir, teniendo por cierto que la designación del tercero debe estar hecha en
dor aparente es el verdadero acreedor. Si, por el contrario, pagara sabiendo que
el mismo título, es claro que el pago debe hacerse a ese tercero, sin posibilidad
quien recibe el pago no es el titular del crédito, el pago no lo libera.
alguna de que el acreedor pueda oponerse.
La buena fe del acreedor aparente, en cambio, es indiferente, porque el
Lo expuesto no obsta a que el acreedor pueda reclamarle al tercero el valor
de lo que ha recibido, respetando los términos de la relación interna existente problema debe juzgarse desde el ángulo del que paga y no del que recibe: lo
entre ambos (art. 884, inc. a]), esto es, la relación convencional que los une. que está en juego es, ya lo hemos dicho, una cuestión de seguridad jurídica,
protegiéndose así al pagador de buena fe.
¿Qyé ocurre si muere el tercero designado para recibir el pago? El proble-
ma no es susceptible de una solución general; es necesario tener en cuenta las b) Qye el acreedor aparente tenga un título que se presente como legítimo.
circunstancias del caso. Si el tercero ha sido designado en interés común de Este derecho aparente es precisamente el que justifica la solución excepcional
acreedor y deudor, es obvio que ellos pueden ponerse de acuerdo en otra perso- de reconocer efectos liberatorios a un pago hecho en la persona de quien real-
na o en hacer directamente el pago al acreedor. Si el tercero ha sido designado mente no es el acreedor. Cuando el deudor, usando la diligencia que se pone
en el solo interés del acreedor, es éste quien puede decidir quién ha de recibir normalmente en el tráfico jurídico, ha podido razonablemente pagar a quien
el pago. Finalmente, si el tercero ha sido designado en su interés personal, el lo ~izo porque es verosímil-de las circunstancias del caso- el derecho in-
pago ha de hacerse a sus herederos. vocado, es justo que el pago lo desobligue. Se torna una hipótesis de seguridad
jurídica dinámica.
349. Pago hecho al acreedor aparente
350. Pago a un tercero no autorizado
El acreedor aparente es aquella persona que a los ojos de los demás goza
ostensible, pacífica e incontrovertidamente de la condición de acreedor, se En principio, el pago hecho a un tercero no autorizado o legitimado ca-
comporta como tal, independientemente que lo sea o no, y ello ocurra durante rece de todo valor (art. 885). Empero, puede tener eficacia: a) si se hubiera
un período de tiempo relevante. Existe una serie de hechos que conducen a convertido en utilidad del acreedor, en cuyo caso es válido en la medida de la
pensar que es el sujeto activo, el titular del crédito. Por ello, si quien realiza utilidad (art. 885, in fine, y arg. art. 1794); de lo contrario, el acreedor vendría
el pago actúa de buena fe, y de las circunstancias resulta verosímil el derecho a enriquecerse a expensas de su deudor; b) si el acreedor lo ratificase, pues la
invocado, el pago hecho-es válido aunque después sea vencido en juicio sobre ratificación suple el defecto de representación (art. 885), el pago será válido
el derecho que invoca (art. 883, inc. e]). La norma exige, además, que el deudor en su totalidad; e) si el que lo recibió adquiere posteriormente el crédito, por
obre de buena fe. Desde luego, el verdadero acreedor tendrá derecho a reclamar ejemplo, si hereda al acreedor o éste le cede el crédito, o si el acreedor hereda
del acreedor aparente el valor recibido con fundamento en las normas del pago al que recibió la prestación.
indebido (art. 884, inc. b]).
La solución legal viene impuesta sobre todo por razones de seguridad jurí- 351. Crédito embargado o pignorado
dica; en la vida del derecho es menester muchas veces reconocer las situaciones
aparentes y hacerles producir efectos. De lo contrario, no habría confianza en Dispone el art. 877 que el crédito, para ser pagado, debe estar expedito, es
el tráfico jurídico. Si apreciadas las circunstancias de buena fe, y con la dili- decir, que no se encuentre sometido a un embargo o sea objeto de un contrato
gencia normal que debe ponerse en los negocios, una persona aparece como prendario. ¿Cuál es el caso? Estamos ante una situación trilateral. Existe un
titular del crédito, es lógico que el deudor pueda desobligarse pagándole a ella, acreedor, su deudor que a la vez es acreedor de un tercero, y este tercero deudor.
: aunque más tarde resulte que no era el verdadero titular. Ejemplos típicos de Si el acreedor ha trabado un embargo o constituido una prenda sobre el crédito
aplicación de esta norma son los siguientes: el pago de una deuda hecho (i) al que su deudor tiene contra el tercero, este último -en verdad- no podría
/ legatario de un crédito, aunque después se anule el legado o se lo revoque por pagarle a su acreedor porque ese crédito no está expedito.
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222 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 223
Por ello, si el crédito estuviera prendado o embargado judicialmente, el pago celebración del acto; quien contrató con él era de mala fe; o, el acto es a título
hecho al acreedor es inoponible al acreedor prendario o embargante (art. 877). ¿09é
gratuito (arts. 44 y 45).
significa esta inoponibilidad? 09e el pago hecho, si bien conserva todo su valor
respecto del acreedor mismo y de sus otros acreedores no embargantes o no
prendarios, es inválido respecto de los embargantes o prendarios y éstos tie- C.- OBJETO DEL PAGO
nen derecho a reclamar del que hemos denominado tercero deudor, un nuevo
pago hasta satisfacer sus créditos, porque el pago hecho anteriormente por este 353. De lo que se debe dar en pago, principios de identidad e integridad
último a su acreedor les es inoponible, resulta para ellos como si no hubiese
existido. Y ¿qué sucede si el tercero deudor se ve en la necesidad de pagar dos Hemos dicho ya anteriormente que 'el principio esencial en esta materia
veces? En tal caso, tiene derecho a reclamar de su acreedor la restitución de es que el deudor debe cumplir exacta y fielmente lo prometido, conforme a la
lo que le pagó (desde luego, en la medida de los respectivos créditos). Si no se regla de la buena fe. Esto significa: a) que el deudor está obligado no sólo a lo
admitiera esta solución, este acreedor se enriquecería indebidamente, toda vez que formalmente esté expresado en el título de la obligación sino también a
que, por un lado, habría percibido su crédito, y, por el otro, se vería liberado de todas las consecuencias virtualmente comprendidas en ella; b) que si bien el
su obligación, atento que el tercero deudor le pagó al acreedor embargante o deudor tiene el derecho a la prestación íntegra, no debe llevar su rigor a extre-
prendario. mos que resultan repugnantes a la buena fe o constituyan un verdadero abuso
del derecho.
352. Capacidad para recibir el pago Ahora bien: para que el pago sea exacto, debe ajustarse a los prcincipios
de identidad e integridad (art. 867). Añade esta norma que también debe reu-
No es válido el pago realizado a una persona incapaz, o con capacidad res- nir los requisitos de puntualidad y localización, pero estos dos recaudos no se
tringida no autorizada por el juez para recibir pagos (art. 885). Se trata de una relacionan tanto con el objeto como con el tiempo y el lugar de pago, que se
medi~a tuitiva; se procura evitar que el pago vaya a dar a manos de quien no verán más adelante. Como se ha dicho, aquéllos son requisitos sustanciales del
tiene discernimiento (los supuestos del art. 24) o cuya capacidad para recibir objeto; éstos son meramente circunstanciales (CoMPAGNUCCI DE CAso, Rubén
pagos ha sido restringida judicialmente (art. 32), con el consiguiente peligro H., en Código Civil y Comercial comentado, dir.: Jorge H. ALTERINI, t. IV, La
de que lo dado en pago sea invertido o usado desatinadamente. Cabe añadir a Ley, 2015, p. 380).
estos casos el de las personas sometidas a pena privativa de la libertad mayor a
tres años, quienes se encuentran en inferioridad de condiciones para adminis- a) Principio de identidad.- El acreedor no está obligado a recibir y el deudor no
tiene derecho a cumplir una prestación distinta a la debida, cualquiera sea su valor
trar sus bienes; desde luego, estas personas deben ser escuchadas, pues a pesar
(art. 868). Con otras palabras, si se trata de una obligación de dar, el deudor
de su inferioridad tienen pleno discernimiento.
debe entregar al acreedor la cosa que prometió, y éste no puede ser obligado a
En cambio, los inhabilitados no son incapaces y, por lo tanto, tienen apti- recibir una distinta, aunque sea de igual o mayor valor. Si la obligación fuere
tud para recibir el pago, a menos que el juez haya ordenado la asistencia de un de hacer, el acreedor tampoco podrá ser obligado a recibir en pago la ejecución
apoyo para realizar tal acto (art. 49). de otro hecho o la prestación de otro servicio que no sea el de la obligación,
aunque sea más valioso que el prometido. Pero, desde luego, el hecho de que
Finalmente, debe decirse que los pagos hechos violando el art. 885 pueden no esté obligado, no obsta a que el acreedor pueda aceptar otra cosa o dar por
tener cierta eficacia. Es que este mismo artículo dispone que el pago produce cumplida la obligación con la ejecución de un hecho o la prestación de un ser- "!>
efectos en la medida en que el acreedor se ha beneficiado. vicio distinto del debido. Es lo que se llama dación en pago, que veremos más
adelante (nro. 459).
Debe tenerse presente la importancia de la inscripción de la sentencia
b) Principio de integridad.- El pago debe ser íntegro; el acreedor no está
que decreta la incapacidad o fija los actos que no puede realizar de manera
obligado a recibir pagos parciales, excepto disposición legal o convencional en
exclusivamente personal quien se encuentra sujeto al régimen de capacidad
contrario (art. 869, 1a parte). Y si se debiese una suma de dinero con intere-
restringida. Los actos (como el pago) posteriores a esa inscripción son nu-
ses, el pago no se estimará íntegro sino pagándose todos los intereses con el
los. Los anteriores, en cambio, pueden ser declarados nulos, si perjudican a la
capital (art. 870). Es una solución lógica. El pago debe ser completo y hecho
persona incapaz o con capacidad restringida, y siempre que cumpla alguno de
en la oportunidad debida. Si el acreedor pudiera ser obligado a recibir pagos
los siguientes extremos: la enfermedad mental era ostensible a la época de la parciales, con frecuencia se vería perjudicado en sus intereses, ya que no se le
224 ALEJANDRO BORDA (DIR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 225
estaría pagando lo adeudado. En la práctica de los tribunales es frecuente que 0.- LUGAR DE PAGO
el ejecutado por una obligación se presente a juicio depositando una suma de
dinero que cubre parte de la deuda, para paralizar el procedimiento. El acree- 355. Dónde debe pagarse la obligación
dor tiene derecho a no aceptarla y a seguir la ejecución adelante para cobrarse
el monto total. Para precisar el lugar donde debe ser pagada la obligación es necesario
atenerse, ante todo, a la voluntad de las partes (art. 873). Si éstas hubieran
designado el lugar, la obligación deberá cumplirse allí. Esa designación puede
354. Casos en que se autorizan pagos parciales hacerse en forma expresa o tácita; ejemplo de esta última sería un contrato por
el cual una persona asume la administración de una estancia, de un estableci-
El principio de la integridad o indivisibilidad del pago, a que aludimos en miento comercial, etcétera. Es evidente que deberá cumplir sus obligaciones en
el número anterior y cuya consecuencia es que no se pueden autorizar pagos el lugar en que está situado el establecimiento.
parciales, tiene ~tlgunas excepciones.
El lugar de pago puede ser designado en el contrato o posteriormente. Por
a) Excepciones de carácter convencional.- A veces el pago parcial está au- último, aunque se hubiera designado un lugar determinado, el acreedor puede
torizado en el mismo título de la obligación. Por ejemplo, el pago en cuotas, aceptarlo en cualquier otro, si el deudor quisiera hacerlo allí, por tratarse de
por mensualidades. También autoriza el pago parcial la cláusula "pago a mejor preceptos no imperativos.
fortun_a"; el juez podría, según la situación. económica de éste, admitir el pago Si se hubiera fijado como lugar de pago el domicilio del acreedor, y éste
en esa forma. se mudare, el deudor podrá exigir realizar el pago en ·el domicilio acnial del
acreedor o en el anterior (art. 874, párr. 1°, in fine).
b) Excepciones de carácter legal.- El pago parcial resulta de la ley en los
siguientes casos: 1°) Si se ha operado la compensación parcial de los cré- Para el caso de que no hubiera lugar designado en el contrato, la ley fija el
lugar de pago, distinguiendo diversas hipótesis (art. 874):
ditos que tienen entre sí dos personas, el deudor· de la cantidad mayor sólo
e.s tará obligado a pagar el sobrante, lo que significa pago parcial. 2°) Si la a) Obligaciones de dar una cosa cierta.- El pago debe hacerse en el lugar en
deuda es en parte líquida y en parte ilíquida, el deudor puede pagar la parte que la cosa se encuentra habitualmente.
líquida (art. 869, in fine). 3°) El heredero con responsabilidad limitada, que '
b) Obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo.- El pago debe ha-
no ha renunciado a la herencia, cumplirá pagando la parte de las deudas del cerse en el lugar donde deba cumplirse la prestación principal.
causante que pueda cubrir con los bienes que aquél dejó (a~t. 2280, párr.
final). 4°) En caso de. quiebra, los acreedores quedan obligados a recibir la e) En las demás obligaciones;- El pago debe hacerse en el domicilio del
parte de su crédito que sea cubierta en la proporción debida con los bienes deudor al tiempo del nacimiento de la obligación. ¿Qyé ocurre si se muda? El
acreedor estará facultado para exigir el pago en el domicilio actual del deudor
liquidados. 5°) Si los cofiadores son varios y no existe solidaridad entre ellos,
o en el anterior.
cada uno responde por su parte alícuota (art. 1589), lo que significa que el
acreedor tendrá que aceptar de cada uno de ellos un pago parcial; 6°) Si la Esta última regla es aplicable, incluso, a los casos de obligaciones de dar
1<
deuda estuviera parcialmente prescripta, sería válido el pago de la parte no una cosa cierta o de obligaciones bilaterales de cumplimiento simultáneo, si no
prescripta. se puede probar el lugar en que la cosa se encuentra habitualmente o el lugar
en que debe cumplirse la prestación principal, respectivamente.
Naturalmente, el principio de la integridad o indivisibilidad sólo se aplica a
las deudas que tengan por origen un mismo título. Si, por ejempio, una persona 356. Efectos sobre la competencia judicial
tiene con otras varias deudas originadas en distintas causas o títulos, el deudor Cuando se trata de acciones personales la competencia judicial es determi-
puede pagar independientemente cada una de ellas, sin que el acreedor tenga nada, en primer término, por el lugar convenido para el cumplimiento de la
derecho de exigir el pago conjunto por más que todas sean sumas de dinero y obligación. A falta de éste, el actor puede elegir entre el juez del domicilio del
venzan en la misma fecha. deudor o el del lugar en que se celebró el contrato, siempre que el demandado
r
226 ALEJANDRO BORDA (O IR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 227
se encontrara en él, aunque fuera accidentalmente (art. 5°, inc. 3°, Cód. Proc. 361. Caso en que el plazo es indeterminado
Civ. y Com. de la Nación).
En este supuesto, el pago debe hacerse en el tiempo que fije el juez, a pedi-
Como puede apreciarse, el lugar de cumplimiento tiene una importancia do de cualquiera de las partes, mediante el procedimiento más breve que pre-
esencial en la determinación de la competencia judicial. vea la ley local (art. 871, inc. d]). Es el caso de la obligación, cuyo cumplimiento
ha quedado supeditado al mejoramiento de fortuna del deudor. Acreditada tal
357. Domicilio especial circunstancia, el juez deberá fijar la fecha de vencimiento de la obligación.
¿La fijación de un domicilio contractual significa designación implícita del 362. Pago anticipado
lugar de pago? La cuestión es dudosa y depende de los términos en que está
redactada la cláusula. Pero en principio la respuesta debe ser negativa. Una El deudor está facultado a pagár antes del vencimiento de la obligación,
cosa es el domicilio y otra el lugar de pago. Pero si éste debiera hacerse en el pero ello no le da derecho a exigir descuentos (art. 872). Desde luego, esta pre-
domicilio, rige el domicilio contractual si lo hubiere. rrogativa cede si del contrato resulta -expresa o tácitamente- que el plazo
fue convenido en beneficio de ambas partes (conf. Código francés, art. 1187;
italiano, art. 1184; alemán, art. 271; de las obligaciones suizo, art. 81; portu-
f.- ÉPOCA DEL PAGO
gués, art. 779; venezolano, arts. 1214). Tampoco podrá hacer el pago anticipa-
damente si el plazo beneficia de manera exclusiva al acreedor.
358. Caso de exigibilidad inmediata
Por otra parte, si el deudor hubiera pagado su obligación antes del venci-
Si la obligación es de exigibilidad inmediata, el pago debe hacerse en el miento, no tiene derecho a repetir lo pagado. Es que no se trata de un pago
momento de su nacimiento (art. 871, inc. a]). En efecto, estas obligaciones son indebido (art. 1796), sino meramente anticipado.
exigibles desde el momento mismo de su nacimiento y el deudor debe cumplir
cuando el acreedor lo pida. Es el caso del pagaré a la vista, en el que el deudor 363. Caducidad del plazo
debe pagar contra la presentación del referido título cambiario.
Es preciso agregar que existen algunas hipótesis de caducidad del plazo, en
359. Caso en que existe plazo determinado las cuales la obligación se hace exigible antes del término fijado.
Si el plazo está determinado, sea cierto o incierto, el pago debe hacerse el Por motivos diversos, la ley suele disponer la caducidad del plazo estable-
día de su vencimiento (art. 871, inc. b]). El plazo es cierto cuando fue fijado cido en los actos jurídicos, reconociendo al acreedor el derecho a ejecutar su
para terminar en determinado año, mes o día, o cuando comenzó a correr crédito, no obstante que el término no esté vencido. Las hipótesis más impor-
desde la fecha de la obligación o de otra fecha cierta; por ejemplo, cuando el tantes son las siguientes: a) si se ha declarado la quiebra del deudor, o si dismi-
vencimiento de la obligación se fija para el día 5 de febrero de 2020 o para den- nuye por un acto propio del deudor las garantías otorgadas al acreedor para el
tro de los 60 días de celebrado el contrato. En cambio, es incierto cuando fue cumplimiento de la obligación, o si no ha constituido las garantías prometidas
fijado con relación a un hecho futuro necesario, o para terminar el día que ese (art. 353); b) si el deudor que ha constituido una garantía real realiza actos que
hecho necesario se realice. Es el caso de que se fije como fecha de vencimiento disminuyen el valor de esa garantía (art. 2195); e) si el bien gravado con una
el día de la muerte de determinada persona. garantía real es subastado por un tercero antes del cumplimiento del plazo, el
acreedor tiene derecho a dar por caduco el plazo y a cobrar con la preferencia
360. Caso en que el plazo es tácito correspondiente (art. 2197); d) el incumplimiento de los deberes impuestos
al acreedor anticresista por el art. 2216 (como, por ejemplo, el deber de no
Si el plazo es tácito, el pago debe hacerse en el tiempo en que, según la na- modificar el destino del bien, o el de no realizar cambio alguno que impida
turaleza y circunstancias de la obligación, debe cumplirse (art. 871, inc. e]). El al deudor -después de pagada la deuda- explotar la cosa de la manera que
plazo es tácito cuando el cumplimiento de la obligación requiere de un cierto antes lo hacía) extingue la garantía recibida y está obligado a restituir la cosa al
tiempo. Así, por ejemplo, si una de las partes se obliga a trasladar una cosa titular actual legitimado (art. 2216, párr. final); e) si el acreedor ha recibido en
desde Córdoba a Comodoro Rivadavia, es necesario un tiempo razonable para prenda una cosa ajena que creía del deudor y la restituye al dueño que la recla-
poder hacer la entrega en el lugar de destino. ma, podrá exigir que se le entregue otra prenda de igual valor; y si el deudor no
228 ALEJANDRO BORDA (DI R.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 229
lo hace, podrá pedir el cumplimiento de la obligación principal, aunque haya gratuito. Es justo que en estos casos los gastos ocasionados al mandatario o
plazo pendiente para el pago (art. 2224). depositario por el cumplimiento de sus obligaciones corran por cuenta del
mandante o depositante. Así lo disponen los arts. 1328, inc. a), y 1357.
En cambio, la disminución notable de la solvencia del deudor, posterior al
acto y anterior al vencimiento del término, no justifica la caducidad del plazo, Demás está decir que las partes podrían acordar otra cosa en sus contratos.
pero sí permite al acreedor pedir trabar embargo preventivo (art. 209, inc. 5°, Estas reglas son simplemente supletorias (art.962).
Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación).
G.- EFECTOS DEL PAGO
364. Suspensión o diferimiento del plazo
366. Efectos necesarios
Es posible suspender el cumplimiento de la propia obligación, si sus de-
rechos sufren una grave amenaza de daño porque la otra parte ha sufrido un El efecto fundamental del pago, siempre que satisfaga el interés del acree-
menoscabo significativo en su aptitud para cumplir, o en su solvencia. Sin em- dor, es la liberación del deudor (art. 880); se extingue no sólo la deuda principal,
bargo, la suspensión queda sin efecto cuando la otra parte cumple o da segur~: sino también los accesorios: prendas, hipotecas, fianzas, intereses, etcétera. El
dades suficientes de que el cumplimiento será realizado (art. 1032). deudor tendrá, en consecuencia, los siguientes derechos: a) los que surgen de
la misma liberación: levantamiento de la hipoteca, devolución de la cosa dada
Han existido casos, además, en que la ley ha diferido el momento del pago.
en prenda, de los títulos entregados en caución; b) el de repeler las acciones
No es esta una posibilidad que quepa dentro del régimen normal de las obli-
del acreedor.
gaciones; pero a veces una aguda crisis económica obliga al Estado a salir al
amparo de los deudores. Tal fue el caso de la ley 25.561, que reestructuró di- El pago es, además, irrevocable; hecho en legal forma, no permite una re-
ferentes tipos de deudas, como las que tenían las entidades financieras con los petición ulterior, salvo que se trate de un pago de lo indebido (arts. 1796 y ss.).
depositantes de dinero a plazo fijo, las que sufrieron -entre otras cosas- una Por su parte el que lo recibe no puede pretender que lo pagado no se ajusta
extensa prórroga en el plazo para el pago. Si bien la solución fue proclamada a lo debido, si lo ha recibido sin salvedades ni reservas. Es el llamado efecto
como excepcional, no es posible omitir que las declaraciones de emergencia se cancelatorio del pago. .
han tornado habituales en nuestro país, lo que evidentemente conspira contra
la necesaria seguridad jurídica que debe existir. 367. Liberación forzada
Finalmente, cabe señalar que nuestro Código no admite el plazo de gra- Es obvio que si el acreedor se niega a liberar a su deudor, oponiéndose, por
cia, interesante institución del derecho romano (adoptada por el Código Civil ejemplo, a la cancelación de una hipoteca o a la restitución de la cosa dada en
francés, art. 1244-1), que reconocía al juez la facultad de conceder al deudor prenda, o al levantamiento de embargos o inhibicion:es, el deudor tiene dere-
un nuevo plazo, en situaciones de excepción y cuando esa solución apareciera cho a reclamar la liberación judicialmente. El mandato judicial se cumplirá
impuesta por razones de buena fe, equidad y humanidad. bien sea librando oficio al Registro de la Propiedad (caso de hipotecas, embar-
gos, etc.) o bien disponiendo el secuestro de la cosa dada en prenda.
f.- GASTOS DEL PAGO
368. Efectos accidentales
365. Regla general Pero a veces, el pago tiene otros efectos accidentales muy importantes:
Los gastos del pago deben ser soportados por el deudor, puesto que el a) El pago importa el reconocimiento tácito de una obligación preexisten-
acreedor debe recibir íntegramente lo debido, sin disminución alguna. te (art. 733) y tiene un efecto interruptivo de la prescripción (art. 2545); esta
última consecuencia tiene importancia primordial cuando se trata de pagos
En los contratos bilaterales en que ambas partes tienen obligaciones a su parciales.
cargo, el principio general es que cada parte debe cargar con los gastos inhe-
rentes al cumplimiento de sus propias obligaciones. Hay contratos, sin embar- b) Puede tener efectos de confirmación o convalidación de un acto que ado-
go, en que una de las partes asume obligaciones exclusivas o principalmente en lece de nulidad relativa, si ha sido cumplido por quien hubiera podido alegar
interés de la otra parte. Así ocurre, por ejemplo, en el mandato o en el depósito la nulidad (art. 388); en efecto, el pago implica ejecutar el contrato, siendo por
'1'..,.,
tanto de aplicación el art. 394. Se entiende que para que este efecto se produz- la mora. Recuérdese que la atribución de un daño puede basarse en factores
ca es menester que haya desaparecido el vicio que invalidaba el acto (artículo objetivos o subjetivos de responsabilidad (art. 1721): la culpa y el dolo son
citado). factores subjetivos de atribución (art. 1724); en cambio, el factor de atribución
e) En los contratos de compraventa celebrados con seña penitencial (esto es, es objetivo cuando la culpa del agente es irrelevante a los efectos de atribuir
cuando el comprador y el vendedor tienen derecho a arrepentirse perdiendo el la responsabilidad, responsabilidad de la que solo se puede liberar -como
primero la seña pagada, y, el segundo, devolviéndola con otro tanto su valor) el regla- demostrando la causa ajena (art. 1722). Por lo tanto, puede decirse
pago del resto del precio o de una parte de él impide en adelante el arrepenti- que hay mora imputable y otra -a la que suele denominarse como demora o
miento. El contrato queda definitivamente consolidado. retardo-- que no lo es por ser provocada por una causa ajena.
11
370. Concepto y elementos deudor, no resulta simpático un requerimiento formal: cumplido el plazo, los 1<
... '
1
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 233
232 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
interpelación. El Código Civil y Comercial ha seguido esta línea legislativa art. 888, in fine, que hace recaer la labor de acreditación de la falta de imputa-
(arts. 886 y 887). · bilidad sobre el deudor, cualquier sea el lugar de pago de la obligación.
373. Supuestos de obligaciones a plazo cierto que requieren interpelación a) Forma. El requerimiento no está sujeto a forma alguna; puede ser escrito
o verbal. Claro está que no es aconsejable utilizar esta última forma por la di-
No obstante lo previsto en el primer párrafo del art. 886, será necesaria la ficultad de la prueba. La forma habitual es la carta documento o el telegrama,
interpelación en las obligaciones a plazo: colacionado o no. También se le ha reconocido virtualidad para colocar en
mora al deudor al reclamo extrajudicial-instrumentado mediante nota en la
a) Si así se pactó en la obligación, pues esta disposición es supletoria y que consta el sello de recepción de la demandada- que contenga un requeri-
puede ser modificada por convenio de partes. miento categórico de pago, de cumplimiento factible y apropiado en cuanto al
objeto, modo y tiempo.
b) Si la obligación contiene la cláusula "cuando el acreedor quiera" u otras
similares, que dejan librado a la expresión de la voluntad del acreedor el plazo b) Cómo debe hacerse la interpelación. La interpelación no requiere términos
de vencimiento de la obligación (por ej., las obligaciones a la vista; la del depo- formales, precisos o solemnes, ni está sujeta a fórmulas estrictas; pero, eso sí, "lo
sitario de devolver la cosa cuando el depositante lo exija -art. 1358-, si no debe contener una exigencia clara y concreta del pago; así, se ha decidido que
hay plazo fijado; la del comodatario de devolver la cosa cuando el comodante no constituye interpelación el telegrama que reza: "A fin de escriturar, ruégole
lo pida -art. 1536, inc. e]-, cuando no hay plazo fijado ni surge de la finali- indicarme día y hora para hacerlo", pues no hay una exigencia concreta de
dad del contrato; etc.). cumplimiento; tampoco constituye interpelación el simple envío de una cuenta
vencida, ni el telegrama en el que se anuncia el propósito de demandar la resci-
e) Si una ley especial, tomando en cuenta las características de la obliga- sión del contrato o declararlo rescindido, ni la demanda por resolución, porque
11 ción, exige la interpelación; como ocurre en elleasing inmobiliario, cuando el en ninguno de estos casos hay reclamo de pago.
tomador ha pagado más de un cuarto de~, canon total convenido (art. 1248,
incs. b] y e]; no obstante la calificación de rhora automática que la propia e) Interpelación bajo plazo o condición. Ninguna duda hay que la intimación
norma hace). puede hacerse bajo plazo; esto no sólo es frecuente sino también, en algunos
_.6.
llo..
236 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 237
casos, necesario. Así, por ejemplo, no podría in timarse el cumplimiento sin dar ¡ 378. Efectos de la mora
un plazo razonable para que el deudor pueda cumplir. En cambio, se discute
si puede ser hecho bajo la condición suspensiva, aunque la opinión predo- Desde el momento en que el deudor queda constituido en mora y siempre
minante, a la que adherimos, se manifiesta por la afirmativa. Si el objeto del que ella le sea imputable, se producen las siguientes consecuencias jurídicas:
requerimiento es poner de manifiesto la voluntad de cobrar, es obvio que a esos
efectos basta con una declaración hecha bajo condición. a) El deudor está obligado a indemnizar al acreedor todos los daños que la
mora le ocasione; desde ese momento correrán los intereses por las sumas que
d) Sumas ilíquidas. No impide la constitución en mora la circunstancia de le adeude (art. 1748). .
que la obligación no tenga suma líquida.
b) El deudor es responsable por los daños que con posterioridad a ese mo-
e) Oportunidad. La interpelación debe hacerse una vez vencido el plazo de mento sufra la cosa debida, aunque éllos se hayan producido por caso fortuito;
que goza el deudor, pues no hay mora si la deuda no es exigible. Sin embargo, a menos que tal estado sea indiferente, es decir que la cosa se hubiera dañado
no hay inconveniente en que la interpelación se haga antes del vencimiento o hubiere perecido igualmente aunque hubiese estado en poder del acreedor
si se requiere el pago para después de operado dicho vencimien~o. Así, por (art. 1733, inc. e]).
ejemplo, si la deuda vence el día 31 de diciembre, sería válido el requerimiento
e) El acreedor puede reclamar la resolución del contrato, siguiendo el pro-
hecho el 20 de diciembre para pagar el 2 de enero.
i cedimiento fijado en los arts. 1087 y 1088.
1
Además, debe otorgarse al deudor el tiempo indispensable (calculadora- d) El deudor no puede alegar la teoría de la imprevisión (CoMPAGNUCCI
zonablemente) para cumplir; una interpelación intempestiva o de mala fe, es DE CAso, Rubén H., Derecho de las Obligaciones, p. 187; Ed. La Ley, 2018) re-
inefica~, pues deben evitarse sorpresas o emboscadas contrarias a la lealtad. gulada en el art. 1091. ·
f) Colaboración del acreedor. Si el cumplimiento de la obligación requiere la e) El acreedor puede ejer~er la cláusula penal (arts. 790 y 792).
colaboración del acreedor, no habrá mora mientras éste no la preste; así, por
ejemplo, en el contrato de obra, el dueño no puede requerir la iniciación de los 379. Extinción de la mora
trabajos mientras no ponga a disposición del empresario el inmueble en que
ha de hacerse. La mora del deudor cesa por cumplimiento de la obligación, por haberse
'0
hecho imposible el cumplimiento de la obligación y por renulJ.cia del acreedor
g) Capacidad y personería. El acreedor que haga la interpelación debe ser a los beneficios y efectos de la mora. El principio general es que la cesación
capaz; en principio, la ~apacidad debe ser la misma que se requiere para cele- de la mora ·no deja sin efecto las consecuencias que ella había ya producido y
brar el contrato cuyo cumplimiento se reclama. que sólo impide que éstas se sigan produciendo en el futuro. Sin embargo, esto
requiere algunas precisiones.
La interpelación puede hacerse por intermedio de apoderado; no se re-
quieren poderes especiales. La intimación hecha por quien no ostenta poder a) El cumplimiento tardío no exime al deudor de la obligación de pagar los
suficiente es ineficaz. daños consiguientes a la demora (art. 174 7); más aún, el acreedor pue& negar-
se a recibir la prestación principal si no está acompañada del pago de los daños.
h) Gastos. Los gastos de la interpelación son a cargo del acreedor. "
b) Si la obligación se ha hecho de cumplimiento imposible después de la
377. Mora en las obligaciones recíprocas mora, el deudor debe los daños consiguientes, por más que la imposibilidad
haya derivado de una fuerza mayor, salvo que demuestre que la cosa se hubiere
En las obligaciones recíprocas, uno de' los obligados no incurre en mora si perdido igualmente en poder del acreedor (art. 1733, inc. e]). Pero ya no segui"'
el otro no cumple o no se allana a cumplir sus propias obligaciones. Así lo dis- rán corriendo intereses moratorias.
ponía expresamente el art. 510 del Código Civil de VÉLEZ. Si bien esta norma
e) La extensión de los efectos de la renuncia depende de los términos en
no ha sido replicada en el Código Civil y Comercial, es una consecuencia del
que haya sido formulada. Naturalmente, no habrá problemas si la misma re-
mismo principio que informa la exceptio non adimpleti contractus, prevista en el
nuncia establece su alcance; ellos se presentan generalmente acerca de ciertos
art. 1031, por lo que aquella norma debe considerársela subsistente.
actos que importan o pueden importar una renuncia tácita.
238 ALEJANDRO BORDA (DIR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 239
La recepción del pago sin protesta alguna hace presumir la renuncia total diciones de cumplir; e) la injustificada negativa o demora en aceptarla por el
a los restantes efectos de la mora, en particular a los intereses moratorios, salvo acreedor.
que de las circunstancias del caso se desprenda una intención distinta.
382. Efectos
La recepción de intereses adelantados importa conceder un nuevo plazo
por todo el término cubierto por dichos intereses. La concesión de nuevo plazo Los efectos de la mora del acreedor son los siguientes:
importa renuncia temporaria a exigir el pago de la prestación principal, pero no
a reclamar los intereses moratorios. a) El acreedor debe pagar al deudor los mayores gastos que haya debido
hacer éste con motivo de la mora; por ejemplo, los gastos de conservación y
d) Cabe resaltar que la mora no impide al deudor recurrir al procedimiento
cuidado de la cosa, los honorarios y gastos del juicio de consignación.
de consignación judicial de pago (art. 908), claro está que deberá añadir los
accésorios devengados hasta el día de la consignación. b) Todos los riesgos por pérdida de la cosa quedan por cuenta del acreedor,
salvo, claro está, que ellos sean debidos a culpa o dolo del deudor; pero esta
2.- Mora del acreedor culpabilidad no se presume, de modo que el acreedor que la invoque debe
probarla.
380.Noción
e) El curso de los intereses queda interrumpido desde la fecha de la mora.
Con frecuencia el cumplimiento de las obligaciones exige la colaboración
del acreedor, aunque no sea más que la aceptación y recibo de la prestación. d) Impide constituir en mora al deudor.
Ahora bien: puede ocurrir que el acreedor se demore o se niegue a recibirla.
¿~é efectos jurídicos tiene el ofrecimiento. de pago? e) Habilita al deudor a consignar el pago (art. 904, inc. a).
.
J.- PAGO A MEJOR FORTUNA hasta de lo más indispensable para su subsistencia. Para evitarle tan penosa si-
tuación, se le concede el llamado benificio de competencia, cuyos antecedentes se
384. Facultad de pagar cuando el deudor pueda remontan al derecho romano. El art. 892 lo define como el derecho que se otorga
a ciertos deudores, pará que paguen lo que buenamente puedan, según las circunstan-
Suele ocurrir con alguna relativa frecuencia que el acreedor deje supeditado · cias, y hasta que mejoren de fortuna.
el cumplimiento de las obligaciones del deudor para cuando éste pueda, o mejore
de fortuna. O, con otras palabras, el pago (que no es necesariamente la entrega No se trata, pues, de bienes inembargables, respecto de los cuales no hay
de una suma dineraria, sino el cumplimiento de cualquier tipo de prestación) problema, ya que los acreedores 'no podrían apoderarse de ellos; se trata de un
queda postergado hasta que el deudor mejore sus posibilidades de pago o las concepto algo más elástico, vinculado con lo indispensable para una subsis-
circunstancias personales le permitan cumplir. En este supuesto se aplicarán las tencia modesta (como lo preveía expresamente el art. 799 del Código Civil de
reglas de las obligaciones a plazo indeterminado (art. 889). VÉLEZ), más cercano al concepto de alimentos. Empero, se diferencia netamen-
te de éstos en que el que recibe el beneficio de competencia tiene la obligación
Debe recordarse que cuando se trata de obllgaciones de plazo indetermi-
de devolver los bienes recibidos si mejora de fortuna, obligación que no tiene
nado, el juez debe fijar el tiempo de cumplimiento, a solicitud de cualquiera
el alimentario.
de las partes, mediante el procedimiento más breve que la ley local prevea
(art. 871, inc. d]). En este caso, será el acreedor el que pida al juez la fijación de
un plazo para que el deudor cumpla; sin embargo, el deudor está facultado para 386. Casos en que ~rocede
demostrar que su estado patrimonial le impide pagar (art. 890). Si así fuera,
Según el art. 893, el acreedor debe conceder este benificio:
el juez no podrá fijar el plazo para el cumplimiento, y rechazará el pedido del
acreedor. a) A sus ascendientes, descendientes y colaterales hasta el segundo grado, si no han
incurrido en alguna causal de indignidad para suceder.
Por otra parte, se presume que la cláusula de pago a mejor fortuna ha sido
establecida en beneficio exclusivo del deudor; por lo tanto, si la deuda se trans- b) A su cónyuge o conviviente.
mite a sus herederos, como consecuencia del fallecimiento del sujeto pasivo,
ella se transmite como obligación pura y simple (art. 891). e) Al donante en cuanto a hacerle cumplir la donación. Es irrazonable obligar
al donante a cumplir su obligación si ello lo conduce a un estado de indigencia
Si el deudor ha caído en quiebra, es claro que no podrá cumplir (estamos
ante una hipótesis en la que no hay mejoramiento sino empeoramiento de for- Esta enumeración de casos, algo más limitada que la que preveía el art. 800
tuna) pero el acreedor estará legitimado para verificar su crédito en el proceso del Código Civil de VÉLEZ, resulta taxativa. Se trata de un beneficio de carácter
concursa!. excepcional, que sólo puede ser invocado por aquellas personas a quienes la ley
expresamente se lo otorga. Pero se ha reconocido el derecho de beneficio de
Cabe añadir que el juez está facultado, en caso de condenar al deudor a
competencia a la viuda e hijos del deudor. Esta debe considerarse una solución
cumplir su obligación, a imponer que el pago se haga en cuotas (art. 890, in fine).
excepcional, admitida en favor del núcleo familiar del deudor; por lo demás, se
Por último, cabe señalar que se ha decidido que el compromiso de cumplir trata de un derecho personalísimo que no pasa a los herederos.
una obligación lo más pronto posible, cuando el deudor perciba fondos de una
sucesión, cuando cancele una hipoteca, son plazos y no condiciones, porque 387. Condiciones de ejercicio del derecho al beneficio
en todos estos s~puestos es evidente que el acreedor no ha querido dejar en la
incertidumbre su derecho, sino simplemente conceder una dilación al deudor. Para que proceda la acción para reclamar este beneficio, es necesario que se
llenen las siguientes condiciones:
K.- PAGO CON BENEFICIO DE COMPETENCIA a) Qye el deudor obre de buena fe. Qyien ha procedido con malicia no
puede merecer la protección de los jueces. Por lo demás, no ha de olvidarse que
385. Concepto y fundamento todos los derechos deben ser ejercidos de buena fe (art. 9°).
Cuando el deudor es de buena fe y el cumplimiento de sus obligaciones lo b) Qye el deudor carezca de bienes suficientes para una modesta subsis-
pone en condición de desamparo económico, parece demasiado duro privarlo tencia. Si los tiene, el beneficio es improcedente; las mismas circunstancias a
242 ALEJANDRO BORDA (O IR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 243
las que se refiere el art. 892 -supuesto de cierta solvencia- impiden conceder deudor cumple absteniéndose y es por ello que el acreedor deberá acreditar el
el beneficio. hecho positivo de que tal abstención ha sido violada.
El deudor que más tarde mejora de fortuna, tiene obligación de entregar La misma razón de seguridad jurídica que nos mueve a sostener la severi-
a sus acreedores lo que dejó de pagarles (art. 892). Esta obligación está, pues, dad en la apreciación de la prueba del pago, ha inducido al legislador a exigir
sujeta a la condición suspensiva del mejoramiento de fortuna, es decir, de su que dicha prueba sea documentada para hacer viable la excepción del pago en
situación económica. el juicio ejecutivo (art. 544, inc. 6°, Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación).
392. El recibo
L.- PRUEBA DEL PAGO
...
El recibo es un instrumento público o privado en el que el acreedor reco-
390. Carga de la prueba noce haber recibido la prestación debida (art. 896). Este es el medio normal de
prueba del pago; el deudor tiene, por tanto, derecho a exigirlo para munirse de
La prueba del pago, sea la obligación de dar, sea la obligación de hacer, la prueba de que ha cumplido con sus obligaciones (art. 897, 1a parte). Y si el
corresponde a quien lo invoca (art. 894, inc. a]); no es ésta sino la aplicación acreedor no lo quisiere dar, o pretendiera introducir en el texto constancias que
del principio general en materia de prueba. En consecuencia, será el deudor afecten el cumplimiento del deudor, éste podrá no pagar y constituirlo en mora
quien deberá acreditarlo. (art. 886, párr. 2°) y consignar el pago (art. 904).
Pero si se trata de una obligación de no hacer, pesa sobre el acreedor la El Código Civil y Comercial otorga al acreedor, a su vez, un derecho: el de
prueba del incumplimiento (art. 894, inc. b]); es una solución lógica pues el exigir un contrarecibo que pruebe la recepción del recibo que él ha otorgado
244 ALEJANDRO BORDA (D!R.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 245
(art. 897, 2a parte). Es una práctica que, en ciertos casos, se ha tornado obliga- d) Recibos en caso de prestaciones periódicas.- Tratándose de prestaciones
toria, tal como ocurre con los recibos de sueldos. periódicas (sea el supuesto de una prestación única de ejecución diferida cuyo
Veamos ahora algunas cuestiones vinculadas con el recibo. cumplimiento se realiza mediante pagos parciales, sea el caso de prestaciones
sucesivas que nacen por el transcurso del tiempo), el recibo de un período
a) Forma y contenido.- El recibo carece de toda exigencia formal, como hace presumir -salvo prueba en contrario- el pago de todos los anteriores
no sea la firma del acreedor o su representante, pero es de su esencia que sea (art. 899, inc. b]). Así ocurre con el pago de alquileres, de intereses con venci-
escrito por cuanto es un instrumento público o privado. Además conviene que mientos periódicos, de amortizaciones de capital de una suma dineraria recibi-
especifique con la mayor claridad posible no sólo la suma o cosa pagada, sino da en préstamo, sueldos, etcétera.
también la deuda que se paga (lo que es de gran importancia cuando el deudor
ha asumidb diferentes obligaciones a favor del mismo acreedor), quién paga, en Esta regla, sin embargo, no rige respecto del pago de impuestos o tasas
qué carácter lo hace, la fecha de pago y la firma del acreedor. fiscales, en cuyo caso el recibo de un período no hace presumir el pago de los
anteriores. Son, sobre todo, razones prácticas las que han impuesto esa solu-
b) Valor probatorio.- Entre las partes, el recibo tiene pleno valor, sea hecho ción; si el recibo del pago del último período supusiera la presunción de pago
por instrumento público o privado. La circunstancia de encontrarse el recibo de los anteriores, el error de cualquier empleado de las oficinas perceptoras,
en poder del deudor, de su apoderado o nuncio (también llamado mensajero) explicable por la extraordinaria acumulación de trabajo que suelen padecer en
o de un tercero a quien el acreedor lo entregó, hace presumir la realización del las épocas de vencimiento, podría traducirse en enormes pérdidas para el Fisco.
pago. El acreedor que sostenga que, no obstante ello, el pago no se ha hecho Sin perjuicio de lo expresado, es importante señalar que las empresas presta-
efectivo (por ej., porque el recibo le fue sustraído o arrancado con violencia o tarias de servicios públicos domiciliarios deben consignar en cada factura si
fraude), debe probarlo. existen deudas pendientes, considerándose su omisión como presunción de
que no las hay (art. 30 bis, ley 24.240, ref. por ley 24.787).
¿El recibo prueba la verdad de la fecha respecto de terceros?
Como principio pensamos que debe hacerse la siguiente distinción: si los e) Recibo por elpago de la prestación principal.- Si se extiende recibo por el
terceros actúan en ejercicio de la acción de su deudor (por ej., acreedores. de pago de la prestación principal, sin hacer reserva de los accesorios del crédito
quienes a su vez son acreedores del deudor, que ejercen la acción subrogatoria), (como, por ejemplo, los intereses), éstos quedan extinguidos, salvo prueba en
la fe~ha cierta no es necesaria para que el deudor pueda oponerles la validez contrario (art. 899, inc. e]).
del pago. En cambio, si actúan en ejercicio de un derecho propio, ella sería f) Daño moratoria.- Si se debe daño moratoria, y el acreedor no hace re-
necesaria. Pero no creemos que esta regla pueda aplicarse rígidamente, pues, serva de él cuando recibe el pago, la deuda por ese daño queda extinguida; salvo
en ciertos casos, puede resultar excesivamente rigurosa y hasta injusta aplicada prueba en contrario (art. 899, inc. d]).
respecto de ciertos deudores que con toda normalidad han satisfecho su deuda
y tienen documentado el pago en instrumento sin fecha cierta, por tratarse de g) Reservas.- El deudor está facultado para incluir reservas de derechos
deudas en las que es costumbre unánime extender un comprobante simple, en el recibo. En este caso, el acreedor debe consígnarlas, pero cabe aclarar que
que no siempre se protocoliza ni registra. Así, por ejemplo, 'los proveedores de tal manifestación no perjudica sus derechos (art. 898). La norma alude a reser-
materiales tienen acción directa contra el dueño de la obra por cobro de sus vas, pero -en verdad- son más aclaraciones o precisiones que el deudor quiere
créditos, pero sólo hasta la concurrencia de la suma debida por el dueño al em- dar con relación al pago hecho. ·
'f
presario (art. 1071, inc. b]); según la solución predominante, que por nuestra
parte compartimos, los recibos sin fecha cierta suscriptos por el empresario 393. Límites al valor probatorio del recibo
pueden ser opuestos a los contratistas.
En el número anterior hemos hecho referencia al valor probatorio del re-
En suma, la exigencia de fecha cierta como condición de validez del recibo cibo, tanto entre las partes como respecto de terceros. La cuestión no generaba
respecto de terceros debe apreciarse con criterio eminentemente circunstancial. más controversia que la vinculada con la prueba de la verdad de la fecha, como
ya se ha dicho.
e) Recibo por saldo.- Cuando se extiende recibo por saldo, se entiende que
han quedado canceladas todas las deudas correspondientes a la obligación por Ahora bien, en el año 2000, en los orígenes de la severa crisis que estalló en
la cual fue otorgado, a menos que el acreedor pruebe que quedan prestaciones nuestro país en diciembre de 2001, se dictó la ley 25.345 (luego reformada por
pendientes (art. 899, inc. a]). la ley 25.413 y el dec. 363/2002) que dispuso que no surtirán efectos entre partes
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 247
246 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
que parece razonable aplicar la misma regla, esto es, que el pago se impute a la 401. Casos en que procede
deuda rriás onerosa para el deud<;>r.
· Según el art. 904, el pago por consignación procede cuando: 1°) El acreedor
El art. 903 resuelve un supuesto particular: si el pago se hace a cuenta de fue constituido en mora, tema al que nos hemos referido con anterioridad (nros.
capital e intereses y no se estableció ninguna precisión, se imputa la cantidad 380 y ss.). 2°) Existe incertidumbre sobre la persona del acreedor, como ocurre
entregada a cancelar intereses, a menos que el acreedor haya emitido un recibo cuando varias personas pretenden tener derecho a cobrar el crédito. Para el
a cuenta de capital. Lógicamente, en este últi~o caso, se imputa la suma dada deudor que quiere pagar, éste es un problema que no le interesa y que debe
en concepto de capital. _; dilucidarse entre los distintos pretendidos acreedores, pero no con el deudor
que quiere pagar; éste se libera haciendo la consignación. 3°) El deudor no pue-
398. Modificación de la imputación
de realizar un pago seguro y válido por causa que no le es imputable. Así ocurre
Una vez hecha la imputación, ella no puede ser modificada por voluntad cuando se ha perdido el título de la deuda y el deudor no sabe, por tanto, quién
unilateral del que la h~biere hecho, sea el acreedor o el deudor. Pero podrán reclamará o quién tendrá derecho al crédito; él se desobliga consignando.
hacerlo de común acuerdo. Sin embargo, esta facultad de modificar de común
Si bien la enumeración del art. 904 se presenta como taxativa, la amplitud
acuerdo la imputación tiene algunas limitaciÓnes, como los siguientes ejem-
del último supuesto permite afirmar, de manera general, que el deudor tiene
plos: a) si como efecto de la imputación realizada hubiera quedado extinguida
derecho a consignar toda vez que no pueda hacer un pago directo y válido.
una deuda con fianza, ésta quedará extinguida, por más que las partes modifi-
quen la imputación, pues el fiador ya ha sido liberado; b) si la modificación ha
sido hecha para defraudar a terceros acreedores, éstos pueden ejercer la acción 402. Requisitos de validez
pauliana: la modificación de la imputación no les será oponible, vale decir no ·
Dispone el art. 905 que elpago por consignación está sujeto a los mismos requi-
tendrá efectos respecto de ellos. ·
sitos del pago. Estos requisitos son los de identidad e integridad, puntualidad y
localización (art. 867). Con otras palabras, son todos los elementos necesarios
N.- PAGO POR CONSIGNACIÓN que deben concurrir y ser cumplidos, y que se refieren a las personas, al objeto
y al tiempo de pago. Sin ellos, el pago no puede ser válido y el acreedor no está
399. Introducción obligado a aceptar el ofrecimiento del pago.
Puede ocurrir que el acreedor no quiera (por ej., por pretender que el deu- Veamos estos elementos.
dor le debe más de lo que le pretende pagar) o no pueda (por estar ausente o
ser incapaz) recibir el pago que el deudor quiere hacer. En tal caso, la ley ha a) En cuanto a las personas.- Pueden consignar el deudor y, en general,
establecido un procedimiento especial que le permite al deudor liberarse: es el todos los que tengan un interés legítimo en el cumplimiento de la obligación
llamado pago por consignaCión, el cual puede ser judicial o extrajudicial. Los (garantes, fiadores, etc.). Debe admitirse, asimismo, el derecho de cualquier
analizaremos seguidamente. otro tercero ·a consignar, puesto que la ley les reconoce la facultad de pagar la
deuda de otro. Pero sólo puede admitirse su consignación si la hacen como
1.- Consignación judicial tales, es decir, como terceros; si, en cambio, pretenden ostentar una calidad de
deudor que el demandado les niega y que ellos no demuestran, la consignación ~
Toda consignación judicial importa un juicio en el que debe darse inter- El consignante debe ser persona con capacidad para el acto; el acreedor no
vención al acreedor demandado; si éste acepta el pago, el pleito queda allí cpn- puede ser obligado a recibir un pago que luego podría ser impugnado.
cluido; pero si lo rechaza, el juez debe decidir si el pago está bien o mal hecho.
La demanda de consignación debe dirigirse contra el acreedor o contra
Estos pleitos son frecuentes y suelen esconder otro conflicto de intereses mu-
cualquiera de las personas que -según el art. 883- tiene derecho a recibir
cho más importante que el pago en sí mismo; así, por ejemplo, la persona que
pagos.
sin haber firmado con el propietario un contrato de locación, consigna alquile-
res, está interesada en que se acepte dicha consignación, pues con ello quedará b) En cuanto al objeto.- El pago debe ser completo, abarcando los intereses
reconocido su derecho de inquilino. y las costas, si las hubiera.
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 251
250 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
con la conformidad expresa del acreedor, en cuyo caso, se producirá esta otra
e) En cuanto al tiempo.- La consignación debe ser hecha en tiempo opor-
consecuencia: el acreedor perderá la acción que tenía contra los codeudores,
tuno. Debe rechazarse aquella que fuera realizada antes del vencimiento de
garantes y fiadores (art. 909, 2a parte).
la obligación o después que el deudor fuera puesto en mora. Sin embargo, el
deudor moroso puede consignar la prestación debida si añade los accesorios
405. Riesgos de la cosa
devengados (es decir, los daños moratorios) hasta el día de la misma consig-
nación (art. 908). Supongamos ahora que la cosa se haya perdido antes de la aceptación del
acreedor o la aprobación judicial. Como hasta este momento no hay transmi-
403. Efectos: momento desde el cual se producen sión de la propiedad, parecería que los riesgos deben pesar sobre el consignan-
te. Sin embargo, por razón del efecto retroactivo de la sentencia que se dicta
La consignación no impugnada por el acreedor o declarada válida por el en el juicio de consignación, habrá que esperar el resultado del juicio: si de él
juez por reunir los requisitos del pago, produce todos los efectos del pago y resulta el rechazo de la consignación, la cosa se pierde para el consignatario; si
extingue la deuda desde el día siguiente en que se notifica la demanda (art. 907, la demanda es acogida, la cosa se perderá para el acreedor demandado ..
párr.1°).
En ambos casos, el deudor ha corrido traslado de la demanda promovida 406. Intereses
por consignación al acreedor. En el primer caso, el acreedor se allanó o no se
La consignación hace cesar el curso de los intereses desde el momento de
presentó en el pleito; en el segundo, se opuso y se obtuvo sentencia judicial la notificación de la demanda. Si la consignación resultó defectuosa, y luego es
favorable a la consignación. En los dos casos, los efectos liberatorios de la con- subsanada por el deudor, cesan los intereses a partir de la fecha de notificación
signación corren a partir del día siguiente de la notificación de la demanda; por de la sentencia que la admite (arg. art. 907, in fine).
lo tanto, se le reconoce efectos retroactivos a la sentencia judicial.
¿Qyé sucede si el acreedor controvierte el derecho del deudor a consignar 407. Gastos y costas judiciales
pero pide, de todos modos, la entrega de lo consignado? Parece razonable ad-
Los gastos y costas judiciales deben ser impuestos al vencido, tal como lo
mitir que el juez pueda disponer la entrega y continuar el juicio para determi-
dispone la generalidad de los códigos procesales provinciales y el Código Pro-
nar la procedencia o no de la demanda y la consiguiente imposición de costas.
cesal Civil y Comercial de la Nación (art. 68). Empero, debe tenerse presente
Ello es así, pues la sentencia que se dicte en el cas~ de que se hiciera lugar a la que esos mismos códigos autorizan al magistrado a eximirlos de ellos cuando
demanda, tiene efectos retroactivos al día siguiente de la notificación del tras- así lo aconsejen razones de equidad. No está de más recordar que, con la misma
lado de la demanda, por lo que resultaría irrazonable impedirle al actor gozar idea conceptual, el Código Civil de VÉLEZ disponía que tales gastos y costas
de lo consignado. eran a cargo del acreedor. a) si no impugnase la consignación; b) si habiéndola
En cambio, si la consignación es defectuosa, pero el deudor subsana pos- impugnado, fuere declarada procedente; y que, por su parte, eran a cargo del
deudor. a) cuando retirase el depósito; b) cuando la consignación fuere declara-
teriormente sus defectos, la extinción de la deuda se produce desde la fecha de
da improcedente (art. 760).
notificación de la sentencia que la admite (art. 907, párr. 2°).
Hasta aquí hemos supuesto el caso común de las obligaciones de dar sumas ~
Mientras el acreedor no acepte la consignación o no haya recaído sen-
de.dinero; el depósito se hará a la orden del juez interviniente, en el banco que
tencia declarándola válida, el deudor podrá desistir de la consignación hecha
dispongan las normas procesales (art. 906, inc. a]), añadiendo por nuestra parte
(art. 909, 1a parte), por lo que podrá retirar la cosa o cantidad consignada. Por
que debe indicarse que pertenece al juicio de consignación que se sigue.
el contrario, si el acreedor la aceptó o si habiéndola rechazado, el juez la declaró
válida, la consignación adquiere el carácter de pago y, como tal, es irrevocable. Pero supongamos ahora que se trata de una cosa cierta: un caballo, un au-
El deudor tampoco puede desistir de ·la consignación ni, consiguientemente, tomóvil, un cargamento de hierro, trigo~ etcétera. Esto no ha sido regulado por
retirar lo pagado si se ha trabado embargo sobre lo consignado. el Código Civil y Comercial, pero sí lo hacían los arts. 764 y 765 del Código
Civil de VÉLEZ, que pueden ser invocados como usos, prácticas y costumbres
Naturalmente, aun después de la aceptación del acreedor o de la sentencia
en los términos del art. 1o de aquel Código.
que declara válida la consignación, el desistimiento será posible si se cuenta
252 ALEJANDRO BORDA (DI R.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 253
Así, debe entenderse que si la deuda fuere de dar cuerpo cierto que debe 2.- Consignación extrajudicial
ser entregado en el lugar en que se encuentra, el deudor debe hacer intimación
judicial al acreedor para que lo reciba; y desde entonces la intimación surte to- 412. Procedencia y trámite
dos los efectos de la consignación. Si el acreedor no lo recibe, el deudor podrá,
o bien conservarlo en su poder como depositario, o bien depositarlo en otro El Código Civil y Comercial regula la figura de la consignación extrajudi-
lugar con autorización judicial. En cualqúier caso, los gastos del depósito, así cial, lo que constituye una novedad pues no estaba prevista en el Código Civil
como los riesgos de la cosa, corren por cuenta del acreedor. de VÉLEZ. Con todo, debe señalarse que la ausencia de normativa expresa no
impidió que se discutiera en doctrina sobre la viabilidad de consignar extraju-
En cambio, si la cosa se halla en otro lugar que aquel en que debe ser en- dicialmente; empero, aun quienes la aceptaban, reconocían que solamente una
tregada, los gastos del traslado son a cargo del deudor; y recién entonces podrá
sentencia favorable en el proceso de consignación permitía la extinción de la
hacer la intimación al acreedor para que la reciba.
obligación.
409. Reglas relativas a las obligaciones de dar cosa indeterminada Más allá de la siempre vigente vía de la consignación judicial, el art. 910
dispone que, si se trata exclusivamente de una obligación de dar sumas de
Si la cosa debida fuese indeterminada y a elección del acreedor, ;y éste es dinero, el deudor cuenta también con la opción del trámite de consignación
moroso en hacer la elección, el deudor debe intimado judicialmente para que extrajudicial. Para ello, debe depositar la suma adeudada ante un escribano
haga la elección. Una vez vencido el plazo dado en el emplazamiento judicial, de registro -que debe tener competencia en el lugar de cumplimiento- y a
el juez autorizará al deudor a realizarla (art. 906, inc. b ]). nombre y a disposición del acreedor. '
Naturalmente, si la elección estaba a cargo del deudor, ningún problema La norma añade otros recaudos. En primer lugar, el deudor debe notificar
hay, pues él la hace y la obligación queda convertida en una de dar cosa cierta. previamente al acreedor, en forma fehaciente, del día, la hora y el lugar en que
será efectuado el depósito (art. 910, inc. a]); se trata de un recaudo superfluo,
410. Cosas perecederas o de costosa custodia que con razón es eliminado en el Anteproyecto de Reformas al Código Civil
y Comercial de 2018. En segundo lugar, el deudor debe efectuar el depósito
Si las cosas debidas no pueden ser conservadas (esto' es, cosas perecederas de la suma debida con más los intereses devengados hasta el día del depósito
que se extinguen por su uso o por el paso del tiempo) o su custodia origina (art. 910, inc. b]). En tercer lugar, dentro de las cuarenta y ocho horas de rea-
gastos excesivos, el juez puede autorizar la venta en subasta -se entiende, pe-
lizado el depósito, el escribano debe notificar fehacientemente al acreedor; y
dida por el deudor-, y ordenar el depósito del precio que se obtenga (art. 906,
si fuera imposible practicar la notificación, el deudor debe consignar judicial-
inc. e]), siguiéndose así lo normado para la consignación de sumas de dinero.
mente (art. 910, inc. b]).
411. Obligaciones de hacer y no hacer Cabe señalar que la imposibilidad de notificar al acreedor no se agota en el
hecho de no ubicarlo o de que éste haya cambiado de domicilio; abarca tam-
La consignación no se concibe sino cuando la obligación consiste en la bién, entre otras, la posibilidad de que el acreedor se niegue a ser notificado.
entrega de una cosa. Cuando el deudor ha prometido su trabajo y el acreedor Finalmente, cabe sostener que si bien la norma faculta de manera expresa al
se niega a recibirlo (por ej., el administrador de una estancia a quien el dueño deudor para consignar extrajudicialmente, no parece posible negar tal derecho
le impide la entrada al establecimiento, el abogado que es sustituido por otro al tercero legitimado, ya que si éste puede demandar al acreedor para cumplir ...
en el patrocinio de un juicio, etc.), el deudor no tiene otro medio de liberarse también tiene que estarlo para hacer esta consignación.
de su responsabilidad eventual que demandando al acreedor por cumplimiento
de contrato, ofreciendo cumplir por su parte sus obligaciones.
413. Derechos del acreedor
Es claro que cuando la obligación de hacer se traduce en la realización de
Una vez notificado del depósito, se le abren al acreedor cuatro opciones
una cosa (retrato, escultura, pintura, etc.), el autor podrá consignar la cosa que
que debe ejercer dentro del quinto día hábil de notificado (art. 911). Ellas son:
se comprometió a hacer.
(i) aceptar el procedimiento y retirar el depósito (art. 911, inc. a]), (ii) rechazar
En cuanto a las obligaciones de no hacer, no hay cuestión posible de consig- el procedimiento y retirar el depósito (art. 911, inc. b]); (iii) rechazar el proce-
nación, desde que el deudor cumple con una simple abstención. dimiento y el depósito (art. 911, inc. e]); y (iv) no expedirse (art. 911, inc. e]).
254 ALEJANDRO BORDA (OIR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 255
La norma prevé ciertas consecuencias según la opción que el acreedor elija. 415. Impedimentos para consignar extrajudicialmente
En la primera opción, el pago de los gastos y honorarios del escribano queda a
El deudor no puede acudir al procedimiento de la consignación extrajudi-
cargo del deudor (solucion que, por regla, no se justifica, pues casi siempre se
cial, si antes de hacer el depósito, el acreedor optó por la resolución del contra-
consigna ante la mora del acreedor; por lo que si éste acepta el procedimiento y
to o demandó el cumplimiento de la obligación (art. 913). 1.
retira el depósito, es razonable que cargue con los gastos ·pertinentes), mientras
que en la segunda queda a cargo del acreedor. En las dos últimas, se faculta al Como se advierte, son dos los obstáculos previstos por la ley para consig-
deudor a disponer de la suma depositada para consignarla judicialmente. nar extrajudicialmente. El primero, que el acreedor haya optado por resolver
el contrato antes de que se haga el depósito; la resolución puede ser judicial o
Veamos algo más estas opciones. extrajudicial (art. 1078, inc. b]). El segundo, que el acreedor haya demandado
el cumplimiento de la obligación antes de que hubiera sido hecho el depósito;
Lo que se dispone en el primer caso es -como regla- razonable, pues el debe entenderse que la norma se refiere a la demanda judicial.
deudor debe hacerse cargo del camino elegido para hacer el pago; sin embar-
go, deja de serlo si el acreedor está en mora. Si esto ocurre, lo lógico es que el
acreedor soporte los costos de haberse rehusado a recibir el pago. Ñ.- PAGO CON SUBRO(.iACIÓN
La segunda opción, que debe ser leída junto con el art. 912 (véase número 416. Concepto
siguiente) prevé la posibilidad de rechazar el procedimiento pero retirar lo
depositado. Ello ocurre, por ejemplo, cuando la suma depositada no es la ínte- La palabra subrogación significa en Derecho sustitución. Cuando una cosa
sustituye a otra en el patrimonio de una persona, hay subrogación real; cuando
gramente dt::bida. ,
lo que se sustituye es el acreedor o el deudor de una obligación, hay subroga-
Eri las dos últimas, el rechazo completo del acreedor acarrea la conse- ción personal.
cuencia de que el deudor debe hacerse cargo de los gastos y honorarios del Hay pago con subrogación cuando lo realiza un tercero y no el verdadero
escribano, aunque ellos pueden ser reclamados en la consignación judicial que deudor, o cuando lo realiza el deudor pero con fondos de terceros; ese tercero
prevé la propia norma. No está de más indicar que el último supuesto encierra sustituye en la relación jurídica al primitivo acreedor, de tal modo que tiene
otra característica singular: la ley le da un significado determinado al silencio todos los derechos, acciones y garantías que tenía aquél. Es lógico, en efecto,
guardado por el acreedor (de acuerdo con una d~ las excepciones previstas en que cuando una persona paga lo que debe otra, tenga derecho a reclamar del
el art. 263) que es el de rechazar el depósito y el procedimiento. verdadero deudor la repetición de lo pagado y que ese crédito suyo tenga por lo
menos iguales garantías y privilegios que los que tenía la obligación primitiva.
414. Derechos del acreedor que retira el depósito En nada se perjudica el deudor con ello, pues solamente se ha producido una
sustitución de acreedor.
Si el acreedor retiralo depositado y rechaza el pago (opción prevista en el
art. 911, inc. b]), puede reclamar judicialmente al deudor un importe mayor El efecto principal del pago con s:ubrogación es el de transmitir al tercero
o considerarlo insuficiente o exigirle la repetición de lo pagado por gastos y que paga todos los derechos y acciones del acreedor (art. 914).
honorarios al escribano por considerar que no se encontraba en mora, o ambas Si bien el Código Civil y Comercial se refiere al pago por subrogación hemos
cosas (art. 912, 1a parte). preferido mantener la expresión clásica de pago con subrogación. Es que no se "
trata de que la subrogación sea una forma de pago sino que el pago hecho por
La misma norma dispone que para que pueda promover la demanda antes un tercero permite a éste subrogarse en los derechos del acreedor y ejercerlos.
mencionada, es imprescindible que deje constancia en el recibo de que hace
reserva del derecho que invocará para fundamentarla. Si ello no ocurre, se con- 417. Naturaleza jurídica
sidera que el pago es liberatorio desde el día del depósito. Incluso, aún en el
caso de que hubiera hecho tal reserva, debe demandar dentro del término de Se ha discutido la verdadera naturaleza jurídica del pago con subrogación.
caducidad de treinta días, computados a partir del otorgamiento del recibo. Por La dificultad consiste en que si el pago es un medio de extinción de las obliga-
lo tanto, transcurrido dicho plazo, se extingue el derecho del acreedor a hacer el ciones, parece ilógico que esa obligación subsista aunque con diferente acree-
reclamo -por la caducidad operada- y el deudor queda liberado (art. 2566). dor. Para explicar esa aparente contradicción se han sostenido distintas teorías:
256 ALEJANDRO BORDA (DI R.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 257
a) Según algunos autores (MARCADÉ), el crédito originario queda defi- a) Del que paga una deuda a la que estaba obligado con otros o por otros. Deu-
nitivamente extinguido con el pago y lo que se transmite al pagador son los das con otros son las solidarias o las simplemente mancomunadas de objeto
accesorios del crédito (hipotecas, fianzas, privilegios); la acción por la cual el indivisible, pero no las simplemente mancomunadas divisibles, en cuyo caso
tercero reclama del deudor lo pagado es una acción de mandato o de gestión de no hay subrogación legal, pues en estas últimas, el deudor no es ~bligado con
negocios, pero no la que tenía el acreedor primitivo. Esta tesis es inaplicable en los demás deudores, sino que sólo lo es de su parte en la deuda. Deuda por otros
nuestro derecho desde que el art. 918 expresamente reconoce que el pago con es la fianza.
subrogación transmite al tercero todos los derechos y acciones del acreedor.
b) Del tercero, interesado o no, que paga con asentimiento del deudor o en su
b) Según otra opinión, habría una cesión de derechos, operada en virtud de la ignorancia. Sólo en caso de que medie oposición del deudor no se operará la
ley. Esta tesis tampoco puede ser invocada en n~estro derecho, pues en la ce- subrogación. Cabe advertir que en todos los restantes casos enumerados en el
sión de derechos se transmite el derecho mismo, íntegramente; en cambio, en art. 915, la subrogación se opera aun cuando mediare dicha oposición. Es que
el pago con subrogación, el subrogado sólo puede ejercer el derecho transferido en todos ellos existe un interés del pagador en realizar el pago y no es atendible
hasta el valor de lo pagado (art. 919, inc. a]). una injusta oposición del deudor; pero cuando se trata de un tercero sin interés
alguno en el cumplimiento, es razonable reconocer al deudor el derecho de
e) Para otros autores (PoTHIER, AuBRY y RAu, BAUDRY-LACANTINÉRIE), oposición, ya que con ello ningún perjuicio resulta para quien quiere hacer el
la subrogación sería una ficción jurídica, que consiste en suponer existente una pago.
obligación en verdad extinguida con el pago. Ésta fue sin duda la opinión de
Vélez Sarsfield, según se desprende de la nota aÍ art. 767 de su Código Civil, en e) Del tercero interesado que paga aun con la oposición del deudor. La solución
donde dice expresamente que es una ficción establecida en la ley. es lógica pues, como se dijo antes, existe un interés del solvens en realizar el
pago, no es atendible una injusta oposición del deudor.
d) Para otros, a quien adherimos, no hay tal ficción, sino una sustitución
o sucesión a título singular, que se opera porque la ley lo establece fundada en d) Del heredero con responsabilidad limitada que paga con fondos propios una
. una razón de justicia. Lo que a nuestro entender ha dificultado la inteligen- deuda del causante. Es que el heredero con responsabilidad limitada no está
cia del problema es ver en el pago nada más que un medio de extinción de la obligado a pagar sino con los bienes del sucesorio; si lo hace con los suyos
obligación. Sin duda lo es, pero a condición de que sea realizado por el propio propios queda subrogado en los derechos del acreedor y ,puede reclamar la
deudor. Porque en esencia, más que un medio de extinción, el pago es el modo repetición de la masa sucesoria.
típico de cumplimiento de las obligaciones. Si, pues, quien la cumple es un ter-
cero, la obligación no se extingue: subsiste, pero en favor de quien pagó. Una 420. Subrogación convencional
elemental razón de justicia apoya esta solución, a la que la ley ha dado fuerza
La subrogación convencional puede resultar de un acto del acreedor o del
jurídica.
deudor.
418. Distintas especies a) Subrogación por el acreedor. Tiene lugar cuando el acreedor, al reeibir el
pago, le transmite al pagador todos sus derechos respecto de la deuda (art. 916).
La subrogación puede ser legal, es decir, dispuesta por la misrpa ley, o con- Esta forma de subrogación tiene especial importancia cuando el deudor se ha
vencional, esto es, derivada del acuerdo de las partes (art. 914, in.fine). A su vez, opuesto al pago que pretende hacer el tercero no interesado, pues mediando ...
esta última puede derivar de un acto del acreedor o del deudor. Nos ocupare- tal oposición no tiene lugar la subrogación legal, es decir, de pleno derecho
mos de ellas en los párrafos siguientes. (art. 915, inc. e]), pero, en cambio, no impide que el primitivo acreedor le ceda
o trasmita sus derechos al pagador.
419. Subrogación legal: distintos casos
La subrogación debe hacerse antes del pago o en el momento de efectuarse
Hay subrogación legal cuando el pagador sustituye al acreedor pagado en éste. Una subrogación ulterior sería extemporánea, porque lo que se ha extin-
todos sus derechos y acciones, por la sola disposición de la ley y sin necesidad guido con el pago (acciones, privilegios, garantías) no puede hacerse revivir por
de conformidad del acreedor o del deudor. acto posterior. La subrogación debe ser expresa porque si no se lo afirma con
términos positivos debe considerarse que el pago hecho extingue la obligación
Según el art. 915, la subrogación legal tiene lugar a favor: y concluye la relación (a no ser que pueda ser considerado como un supuesto
258 ALEJANDRO BORDA (DIR..)
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 259
de subrogación legal). Debe hacerse por escrito y en algunos casos por escri-
tura pública, según la forma que se exija a los efectos probatorios (arts. 1019 e) La subrogación convencional puede quedar limitada a ciertos derechos
y 1020). y acciones. Este inciso permite que las partes (acreedor y tercero pagador, o
deudor y prestamista), de común acuerdo, restrinjan los efectos previstos en la
b) Subrogación por el deudor. La subrogación puede resultar también de la ley. Estamos en presencia de normas supletorias, cuyo alcance puede ser limi-
voluntad del deudor, cuando paga la deuda con fondos de terceros. En tal
tado por la voluntad de las partes. Por tal razón, estimamos posible, también,
caso subroga al prestamista en los derechos y acciones del acreedor primitivo
su aplicación a los supuestos de subrogación legal, pues nada parece obstar a
(art. 917).
que el tercero renuncie a prevalecerse de ciertos derechos del antiguo acreedor,
' Nuestra ley ha establecido algunos requisitas para que se produzcan los favoreciendo así la situación del deudor (ALTERINI, Atilio A ., AMEAL, Osear
efectos de la subrogación. Ellos son: a) que tanto el préstamo como el pago J. y LóPEZ CABANA, Roberto, Derecho de Obligaciones Civiles y Comerciales, nro.
consten en instrumentos con fecha cierta anterior, porque si fuera de fecha 1428, Abeledo-Perrot, 2000).
posterior no podría oponerse la subrogación a terceros; b) que en el recibo
conste que los fondos pertenecen al subrogado; y e) que en el instrumento del Debe señalarse, finalmente, que también se transmiten al tercero las limi-
préstamo conste que con ese dinero se cumplirá la obligación del deudor. Se taciones que tenía el acreedor; en efecto, el deudor podrá oponer al tercero to-
trata de vincular el préstamo con el cumplimiento de la obligación. das las defensas que él tenía contra el referido acreedor (GAGLIARDO, Mariano,
Tratado de las Obligaciones, t. 2, ps. 250 y 279, Ed. Zavalía, 2015).
421. Efectos de la subrogación: principio general y limitaciones
422. Caso de pago parcial
El principio general es que la subrogación traspasa al nuevo acreedor (ter-
cero) todos los derechos y acciones del acreedor y los accesorios del crédito.
El art. 920 dispone que si el pago es parcial, el tercero y el acreedor con-
De esta manera, el tercero subrogante mantiene las acciones contra los coo-
curren frente al deudor de manera proporcional. La norma prevé la siguiente
bligados, fiadores y garantes personales y reales, los privilegios y el derecho de
retención si lo hay (art. 918). situación: supongamos que el tercero ha hecho un pago parcial y, por lo tanto,
• se ha subrogado parcialmente en los derechos 9el acreedor. En lo restante de
Esta regla, sin embargo, no es absoluta y está sujeta a algunas limitaciones la deuda, éste conserva sus derechos originarios, de tal suerte que ambos re-
(art. 919): sultan ser coacreedores del mismo deudor. Si más tarde los bienes de éste no
alcanzasen a pagar ambas deudas, subrogante y subrogado concurrirán con
a) El subrogado sólo puede ejercer el derecho transferido hasta el valor de
igual derecho por la p~rte que se les debe. Ejemplo: A debe$ 100.000 a B; C
lo pagado realmente para liberar al deudor. Poi: el contrario, en la cesión de de-
rechos, el cesionario ejerce íntegramente los derechos del cedente, cualquiera paga $ 50.000 y se subroga en los derechos de B por esa suma, como resultado
fuere la suma que hubiera pagado. El límite que impone el art. 919, inc. a), no de lo cual By C tienen cada uno un crédito de $ 50.000 contra A. Hecha la
impide el reclamo por el subrogado de los intereses compensatorios y morato- ejecución de los bienes de éste, resulta que sólo tiene $ 20.000 para afrontar
dos que se hubieran devengado, que son accesorios del crédito. las deudas. By C recibirán cada uno$ 10.000, sin que ninguno pueda alegar
derecho preferente sobre el otro. Es la solución justa.
b) El codeudor de una obligación de sujeto plural solamente puede recla-
mar a los demás codeudores la parte que a cada uno de ellos le corresponde "'
cumplir. Con otras palabras, el codeudor de una obligación de sujeto plural no § 2.- CoMPENSACióN
puede ejercer los derechos y las acciones del acreedor contra los coobligados,
sino hasta la concurrencia de la parte por la cual cada uno de estos últimos es-
taba obligado a contribuir para el pago de la deuda. Ejemplo: A, B y C debían 423. Concepto
a D solidariamente $ 90.000; si A paga la deuda, se subroga en los derechos
de D contra B y C, pero sólo por la cantidad en que éstos estaban obligados Hay compensación cuando dos personas, por derecho propio, reúnen la calidad
a contribuir al pago de la deuda, o sea que sólo puede reclamar a cada uno de de acreedor y deudor recíprocamente, cualesquiera que sean las causas de una y otra
ellos $ 30.000. De ahí una diferencia importante con la situación del acreedor deuda. La compensación extingue con fuerza de pago las dos deudas, hasta el mon-
primitivo que podría dirigirse por el total contra cada uno de los codeudores. to de la menor, desde el tiempo en que ambas obligaciones empezaron a coexistir en
condiciones de ser compensables (art. 921).
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 261
260 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
Es un medio de extinción de las obligaciones de gran importancia práctica, a) Qye ambas partes sean deudoras de prestaciones de dar. En otras pala-
porque contribuye a liquidar deudas recíprocas y evita la necesidad de reclamos bras, cada una debe ser a la vez acreedora y deudora de la otra, y debe tratarse
judiciales o extrajudiciales. siempre de obligaciones de dar.
d) Compensación judicial es la decretada por el juez, a pedido de parte, en No son compensables (art. 930):
razón de que, por efecto de la sentencia, han quedado convertidas en líquidas a) Las deudas por alimentos. La imposibilidad de compensar la deuda de
y exigibles ambas obligaciones. Así, por ejemplo, la sentencia reconoce que, alimentos queda limitada a los alimentos futuros. Los alimentos devengados y
por distintas causas, A debe $ 100.000 a B; y que por otras, B debe $ 150.000
no percibidos pueden compensarse (art. 540).
a A; el juez declara compensadas ambas deudas hasta el límite de la menor y
condena aBa pagarle a A$ 50.000. b) Las obligaciones de hacer o no hacer. Es inimaginable que se deban recípro-
camente dos hechos o dos abstenciones idénticas; por tanto, siempre faltaría el
De todos estos casos resulta innecesario referirse a la compensación con-
requisito de homogeneidad o fungibilidad entre tales hechos o abstenciones.
vencional, porque se trata de un simple contrato, que se rige por las reglas ...
relativas a éstos. e) La obligación de pagar daños e intereses por no poderse restituir la cosa de
que el propietario o poseedor legítimo fue de~pojado. La no~ma procura evitar que
En cambio, merece una atención preferente la compensación legal, que es
-en el caso que el deudor no pueda pagar los daños causados- el acreedor
la más importante de todas en la vida del derecho.
pretenda apropiarse de algún bien del deudor, convertirse en su deudor y luego
pretender compensar para satisfacer así su crédito.
A.- CoMPENSACióN LEGAL
d) Las deudas que el legatario tenga con el causante si los bienes de la herencia
son inszificientes para satisfacer las obligaciones y los legados restantes. Se evita así
425. Requisitos
que el legatario pretenda favorecerse cuando los bienes del sucesorio no satis-
Para que tenga lugar la compensación legal (art. 923) es preciso: facen la totalidad de las deudas y legados impuestos por el causante.
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 263
262 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
g) La deuda del obligado a restituir un depósito irregular. Así, por ejemplo, El fiador puede oponer la compensación de lo que el acreedor le deba a
A, deudor de $ 100.000 de B, entrega a éste un depósito de $ 50.000. B no él o al deudor principal (art. 925). Ejemplo: A y B son acreedores y deudores
podría invocar compensación, pues faltaría a la confianza, que es la esencia del recíprocos; C es fiador de A en la deuda que éste tiene con B. Si B pretende
depósito. hacer efectivo su crédito contra el fiador e, éste puede oponerle la compensa-
ción de lo que B debe a A. Ahora supongamos que A es deudor de B y que su
A estos casos, cabe añadir el supuesto de exclusión convencional, esto es, deuda ha sido afianzada por C, quien a su vez es acreedor de B. En este caso, si
cuando las partes han excluido por acuerdo de partes la posibilidad de com- B pretende hacer efectivo contra el fiador C, el crédito que tiene contra A, C
pensar sus respectivos créditos (art. 929). Desde luego, la compensación es podrá oponerle la compensación de lo que B le debe a él personalmente.
renunciable. Si la renuncia es anterior al hecho de la compensación, estamos
ante un supuesto de exclusión convencional. Pero la renuncia puede ser tam- En cambio el deudor no puede oponer al acreedor la compensación de su
bién posterior a la compensación ya verificada. Y en este caso puede ser expresa deuda con la deuda del acreedor al fiador (art. 925), solución perfectamente lógica.
o tácita. La renuncia tácita resulta de pagar una deuda sin oponer la compen-
sación al crédito que se tenía contra la otra parte. Después de realizado este 429. Imputación de la compensación
pago, el pagador no podría reclamar su restitución aduciendo que pagó lo que
no debía; su única acción es la de reclamar el pago de su crédito. Puede ocurrir que el acreedor y deudor recíprocos tengan entre sí varios
créditos. ¿A cuál de ellos se imputará la cornpensación? O, para decirlo en
427. Ef~ctos de la compensación: cómo se opera >
otras palabras, ¿cuál de las deudas se considerará extinguida por compensa-
ción? Dispone el art. 926 que si el deudor tiene varias deudas compensables con
Los efectos de la compensación son los siguientes: ' el mismo acreedor, se aplican las reglas de la imputación de pago, por lo tanto, son
aplicables los arts. 900 a 903, que hemos estudiado antes (nros. 395 y ss.). <.
Pero cabe preguntarse si ella produce sus efectos desde el momento en En el Código Civil de VÉLEZ se establecía que la confusión podía cesar
que las deudas coexisten y son exigibles, o a partir de la traba de la litis o de por un acontecimiento posterior, y ello volvía a separar la calidad de acreedor
la sentencia. A nuestro juicio, es preferible la primera solución, pues respeta y deudor, por lo que la obligación primitiva revivía con todos sus accesorios
la hipótesis de que una de las obligaciones esté sujeta a un plazo o condición. (art. 867). Esta norma ha desaparecido en el Código Civil y Comercial, por lo
Pero desde que ambas son exigibles, debe admitirse la compensación, aunque que parece claro que no hay posibilidad alguna de que renazca la obligación
se necesite el dictado de la sentencia que así la imponga. primitiva; en definitiva si se separan nuevamente la calidad de acreedor y deu-
dor, ello será en el contexto de una nueva obligación.
La compensación facultativa existe cuando una sola de las partes puede a) De una transmisión a título universal; así ocurriría en los siguientes ca-
oponer la compensación, no así la otra, por el tipo de derecho de que se trata. sos: 1°) si el acreedor o deudor de una persona lo hereda (ejemplo dado en el
Como lo establece el art. 927, ella actúa por la voluntad de una sola de las número anterior); 2°) si una persona resulta heredera del acreedor y del deudor
partes cuando renuncia a un requisito faltante para la compensación legal que (A debe a B una suma de dinero y C hereda a ambos).
juega a favor suyo. Es el caso del acreedor que es a su vez recíproco deudor de b) De una transmisión a título singular, por ejemplo, si el que tiene una
una obligación sujeta a condición o plazo, que renuncia a esa condición o plazo. deuda con una ·firma comercial adquiere después ese fondo de comercio; o el
Otro supuesto es el del acreedor de un crédito líquido, que a su vez es deudor depositario que adquiere el dominio de la cosa recibida en depósito.
de un crédito ilíquido, y que admite que se suspenda su reclamo hasta que se
liquide el crédito opuesto y se produzca la compensación.
434. Especies
También en este caso se producen iguales efectos que en la compensación
legal. Pero ellos sólo se operan a partir del momento en que la parte que puede La confusión puede . ser total o parcial, según que la deuda quede total
acogerse a la compensación ha manifestado su voluntad en ese sentido a la otra o parcialmente extinguida. Cuando la confusión es parcial, la obligación se
...
(art. 927, in fine), y no desde que las deudas coexistieron, pues no hay ninguna extingue en proporción a la parte de la deuda en que se produce la confusión
disposición que establezca que los efectos se operan ipso jure, por lo que ellos (art. 932). Ejemplo de confusión parcial es el caso del deudor del causante que
deben correr desde que la otra parte recibe la comunic.ación. luego lo hereda junto con otros parientes; la deuda queda extinguida sólo en
proporción a la porción hereditaria de ese deudor.
11
§ 3.- CoNFUSióN
435. Derechos que pueden constituir su objeto 11
432. Concepto y naturaleza La confusión puede tener por objeto no solamente derechos personales u
Hay confUsión cuando se reúnen en una misma persona y en un mismo obligaciones, sino también derechos reales. Así, por ejemplo, la hipoteca, la pren-
patrimonio la calidad de acreedor y deudor (art. 931). Ejemplo: A debe a su da, las servidumbres, el usufructo, el uso y la habitación se extinguen cuando
1"
~
•
266 ALEJANDRO BORDA (DIR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 267
el titular de alguno de tales derechos adquiere la propiedad sobre la cosa sobre e) La confusión causa la extinción de la obligación (art. 931) y, consiguien-
la cual se ejerce. Generalmente el Código Civil y Comercial se refiere a tales temente, extingue también las obligaciones accesorias. Así, por ejemplo, se extin-
situaciones en el Libro Cuarto con el nombre de consolidación. gue la obligación del fiador, y ella no renace aunque más tarde se restablezca la
separación de las calidades ele acreedor y deudor por un acontecimiento pos-
436. Efectos de la confusión terior, como ocurriría si la persona que reúne ambas calidades cede el derecho
que se había garantizado.
Según ya hemos dicho, el efecto de la confusión es la extinción de la obli-
gación (art. 931). Para cerrar este parágrafo, es necesario señalar que en la primera edición
sostuvimos que el legado del crédito (art. 2505) al deudor extinguía la obligación
Veamos ahora algunos casos particulares: de éste por confusión. Una nueva reflexión de este tema nos hace cambiar de
idea. En el Código Civil y Comercial, el legado del crédito parece más bien un
a) En caso de obligaciones solidarias y de obligaciones concurrentes, la con- supuesto de remisión de la deuda, que veremos más adelante (número 475).
fusión entre el acreedor y uno de los deudores solidarios o concurrentes, sólo
extingue la obligación correspondiente a ese deudor, y no las partes que per-
tenecen a los otros codeudores (arts. 835, inc. e] y 851, inc. d]). Igualmente,
§ 4.- NovACióN
debe admitirse la misma solución cuando estamos ante acreedores solidarios y
un solo deudor (art. 846, inc. e]). Como se ve, aun en caso de solidaridad o de
obligaciones concurrentes, la confusión tiene efectos estrictamente limitados a
la porción en que el crédito y la deuda han quedado qmfundidos en una sola
A.- CoNCEPTOS GENERALES
persona.
437. Concepto y especies
b) En las obligaciones simplemente mancomunadas de objeto divisible, la con-
fusión de un codeudor y un coacreedor extingue la obligación en proporción a La novación es la extinción de una obligación por la creación de otra nueva,
lo que les corresponde dar o recibir. Y si el objeto fuese indivisible, la solución destinada a reemplazarla (art. 933). Con otras palabras, la novación es un acto
se mantiene pues, por caso, si el acreedor se confunde con uno de los deudores, jurídico bilateral que extingue una obligación y hace nacer otra nueva. Así ocu-
la obligación de este último se extingue, aunque el resto de los deudores siga rre, por ejemplo, cuando acreedor y deudor dan por extinguida una obligaciÓn
obligado por el total hacia el nuevo acreedor (conf. CoMPAGNUCCI DE CAso, anterior y convienen en la creación de una nueva obligación; tal sería el caso
Rubén H., Derecho de las Obligaciones, no 382, Ed. La Ley, 2018). de que Pedro adeudara $ 150.000 a Diego, y por mutuo acuerdo sustituyen esa
e) Los títulos a la orden quedan extinguidos cuando han sido cedidos al obligación por la de entregar un automóvil. Esta nueva obligación nacida de la
librador. novación es la condición de la extinción de la anterior; y, a la vez, esta última
es la causa de la primera.
d) La adquisición de la propiedad de la cosa gravada con hipoteca, prenda,
servidumbre, usufructo, uso y habitación y anticresis por el titular de alguno de Hay dos especies o clases de novación: la objetiva, en la cual lo que cambia
'!<
esos derechos, los extingue (es el fenómeno de la llamada consolidación); sin es el objeto de la obligación pero los sujetos permanecen los mismos (caso del
perjuicio, naturalmente, de la subsistencia del crédito que estaba garantizado ejemplo dado antes); y la subjetiva, en la cual la cosa debida permanece inva-
con hipoteca, prenda o anticresis. El ejemplo más frecuente es el del acreedor riable y lo que cambia es el sujeto, ya sea el acreedor o el deudor.
hipotecario que adquiere el inmueble gravado en la subasta provocada judicial-
mente por la ejecución de su propio crédito; es obvio que no puede mantenerse 438. Elementos de la novación
el derecho de hipoteca, porque se han confundido o consolidado en una misma
persona la calidad de propietario y titular del derecho de hipoteca; pero si el Para que haya novación es necesario que estén reunidos los siguientes ele-
precio pagado no alcanzara a satisfacer la totalidad de la deuda, ésta subsiste mentos: una obligación anterior, una nueva obligación que extingue la anterior,
por el saldo, no ya en carácter de crédito hipotecario, sino simplemente quiro- capacidad de novar e intención de hacerlo (animus novandi). Nos ocuparemos
grafario. de ellos a continuación.
268 ALEJANDRO BORDA (OIR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 269
La novación supone siempre una obligación anterior que le sirva de causa. Por último, es preciso la intención de novar. Esa intención no se presume.
Va de suyo que esa obligación debe existir y ser válida. Si la obligación anterior Por ello, el art. 934 dispone que en caso de duda, se presume que la nueva obli-
está extinguida o afectada de nulidad absoluta, no hay posibilidad de novar; gación contraída para cumplir la anterior no causa su extinción; por lo tanto, las
pero si esa obligación anterior está afectada de una nulidad relativa, la nova- dos obligaciones existen. La prueba de que hay novación corresponde a quien
ción vale si al mismo tiempo se la confirma (art. 938, inc. a]). Desde luego, la la invoca. Sin embargo, no es indispensable que se pacte expresamente, aunque
confirmación en este último caso será válida en la medida de que haya cesado ello es lo normal; puede resultar también tácitamente de la circunstancia de que
el vicio que invalidaba el acto y sea hecha por quien tenía interés en la nulidad. la nueva obligación sea incompatible con la anterior, incompatibilidad que será
objeto de interpretación judicial. Es necesario destacar que la incompatibilidad
Tampoco existe novación si la obligación anterior estaba sujeta a condición
resulta una cuestión trascendente, pues· si ella no existiera, habría dos obliga-
suspensiva, y después de la novación, el hecho condicionante fracasa; o con
ciones en cabeza del mismo deudor.
otras palabras, para que haya novación es necesario que el hecho condicionan-
te se cumpla para que el acto se torne plenamente eficaz. Asimismo, [lO hay
novación cuando la obligación anterior estaba sujeta a condición resolutoria 443. Diferencia con el reconocimiento de deuda, la confirmación y la re-
retroactiva y el hecho condicionante se cumple, lo cual extingue la obligación nuncia
con efectos retroactivos a la fecha de su nacimiento. En ambos casos, la nueva
La novación tiene puntos de contacto con el reconocimiento de deuda, la
obligación produce los efectos que, como tal, le corresponden, pero no sustitu-
confirmación y la renuncia, pero no puede confundirse con ellos.
ye a la obligación anterior (art. 938, inc. b]).
a) En el reconocimiento puro y simple, no hay sino la entrega de la prueba
Desde luego, y dentro del amplio campo de la autonomía de la voluntad,
de una obligación y, cuanto más, hace revivir acciones que estaban extinguidas
nada impide que una obligación sujeta a condición sea novada como una obli-
o en vías de extinguirse (por ej., obligaciones prescriptas); la novación importa
gación pura y simple, si así las partes lo acuerdan, y sin importar el cumpli-
la creación de una nueva obligación distinta de la anterior.
miento o el fracaso de la primitiva condición.
b) La confirmación importa la convalidación de un acto que adolecía de un
440. b) Creación de una nueva obligación vicio de nulidad relativa; la novación implica a veces la confirmación, pero pro-
duce efectos más completos: extingue esa obligación y hace nacer una nueva.
Simultáneamente con la extinción de la anterior obligación debe nacer
una nueva obligación. Por ello, si la nueva obligación adolece de nulidad (sea e) La renuncia importa la extinción de un derecho, sin que nada lo reem-
absoluta, sea relativa y no se la confirme ulteriormente, art. 939, inc. a), no hay place; en la novación, esa extinción está acompañada del nacimiento de un
novación y la obligación anterior no queda extinguida. nuevo derecho.
ello que la institución se mantiene en los restantes códigos, entre ellos, los de C.- NovACióN suBJETIVA
Brasil, España, Venezuela, México, Perú, etcétera. El Código Civil y Comer-
cial, obviamente, ha adoptado esta última postura. 447. Concepto y casos
o personales; 3) la modificación del importe de la deuda (por ej., si el acreedor Debe señalarse que la expromisión no está regulada en el Código Civil y
hace una quita al deudor); 4) la litis contestatio (es decir, la traba de la litis, que Comercial; empero, ello no impide reconocer su existencia. Ante todo, porque
claramente no cambia la causa del vínculo anterior) y la sentencia judicial (pues lo que hacen el acreedor y el tercero que asume la deuda es un contrato, y las
no es más que la consecuencia de la obligación demandada y presenta un ca- partes son libres para determinar su contenido, dentro de los límites impues-
rácter declarativo); 5) el cambio del título de la deuda (por ej., si se cambiare un tos por la ley, el orden público, la moral y las buenas costumbres (art. 958), y
instrumento que no tiene fuerza ejecutiva por otro que la posee); 6) el previsto estos límites no quedan sobrepasados. Asimismo, cabe recordar que la expro-
expresamente por la primera parte del art. 935, esto es, la entrega de documentos misión estaba receptada en el Código Civil de VÉLEZ (art. 815), y ello permite
suscriptos por el deudor en pago de la deuda, tal como ocurre cuando libra y entre- considerarla un uso o práctica en los términos del artículo 1o del Código Civil
ga al acreedor un cheque, una letra de cambio o un pagaré. y Comercial, los cuales son vinculantes en situaciones no regladas legalmen-
272 ALEJANDRO BORDA (DlR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 273
te, siempre que no sean contrarias a derecho, y no hay norma alguna que la D.- EFECTOS
prohíba.
453. Efectos de la novación
451. e) Novación contra la voluntad del deudor
Los efectos fundamentales de la novación son, ya lo dijimos, la extinción
Puede ocurrir que el pacto entre el acreedor y el nuevo deudor se realice de la obligación anterior y el nacimiento de una nueva. Algunas situaciones
aun en contra de la voluntad del deudor originario. Ello no impide la validez peculiares pueden prestarse a duda, por lo que conviene precisar las soluciones.
del pacto así celebrado, ni la extinción de la obligación anterior, siempre, claro
está, que esa extinción no haya sido expresamente pactada. Pero la oposición
454. a) Extinción de los accesorios de la obligación originaria
del deudor primitivo tiene esta importante consecuencia: que la persona que
asumió la deuda no tendrá ya contra él una acción derivada de la gestión de Ante todo, la obligación principal se extingue con todos sus accesorios
negocios, que le permitiría recobrar todo lo que gastó, más los intereses desde (art. 940, párr. 1°): intereses, garantías reales (prenda, hipoteca) o personales
el día en que el gasto fue hecho, más los daños que por causa ajena a su res-
(fianzas), privilegios, cláusulas penales.
ponsabilidad haya sufrido, más la liberación de las obligaciones contraídas a
causa de la gestión, y siempre que la gestión hubiera sido útilmente conducida Sin embargo, en lo que atañe a las garantías reales y personales del antiguo
(art. 1785), sino solamente una acción de empleo útil: el nuevo deudor sólo crédito, no hay inconveniente en que subsistan, si así se conviene entre las
podrá reclamar del originario la restitución de los gastos hechos por él, más partes (art. 940); pues interviniendo en el acto tanto el acreedor como el nuevo
los intereses desde el día en que el gasto fue hecho, y ello en tanto esos gastos deudor, no hay obstáculo legal en que ellos convengan que la nueva obligación
hayan resultado útiles (art. 1791). gozará de iguales garantías y privilegios que la anterior. Igual solución cabe
predicar cuando el acreedor procede hacer reserva sobre ellas. Sin embargo, las
452. Novación por cambio de acreedor, diferencia con la cesión de créditos garantías pasan a la nueva obligación solamente si quien las constituyó -y acá
importa considerar al tercero que se constituye garante, como podría ser el pro-
Hay novación cuando el acreedor originario es sustituido por otro con el pietario no deudor de un inmueble hipotecado- participa en el acuerdo nova-
consentimiento del deudor. Este consentimiento es esencial para que el acto se torio (art. 949, in fine); por 'lo tanto, si los garantes no participan en el acuerdo
repute novación: si faltare, estaríamos en presencia de una cesión de créditos
novatorio, sólo quedarán obligados en los términos de la obligación original.
(art. 937). La diferencia es importante: es verdad que en ambos casos un acree-
Así se evita la posibilidad de que la situación del garante se vea comprometida
dor es sustituido por otro y que para que este resultado se produzca es indi-
por el cambio de un deudor solvente por uno insolvente.
ferente que medie o no el consentimiento del deudor. Pero entre la novación
por cambio de acreedor y la cesión de créditos hay estas diferencias: a) en la
primera, la obligación primitiva se extingue y da nacimiento a una nueva; en 455. b) Pluralidad de acreedores
la segunda, es la misma obligación que cambia ,de titular; b) de allí se despren-
La novación entre uno de los acreedores solidarios y el deudor -y siempre
de una consecuencia fundamental: en el primer caso se extinguen todos los
que este último no hubiese sido demandado al pago por otro coacreedor-
accesorios, garantías y privilegios de la obligación primitiva, salvo el supuesto
extingue la obligación de éste para con los restantes acreedores (art. 846, inc.
de reserva; en el segundo, se mantienen todos ellos; e) la cesión de créditos
b]). En cambio, la novación hecha por uno de los acreedores de una obliga-
es un acto formal: debe hacerse, como regla, por escrito y en algunos casos es
ción indivisible no extingue el crédito de los demás, ya que los acreedores de
necesario el instrumento público o el acta judicial; la novación no está sujeta a
tales obligaciones no pueden hacer quita o remisión de deuda ni transada; si
ninguna formalidad; d) en la cesión de créditos hay garantía de evicción, lo que
no ocurre en la novación. se admitiera que la novación produce efectos respecto de los coacreedores, se
tendría el camino para hacer, por vía indirecta, una quita parcial o una transac-
Es necesario señalar que el Código Civil y Comercial, a diferencia del ción que afectaría el derecho de los coacreedores. Sin perjuicio, naturalmente,
Código Civil de VÉLEZ, no regula la cesión de créditos, pero es claro que deben de que esa novaCión es válida respecto del acreedor que la hizo. En base a tal
aplicarse las normas relativas a la cesión de derechos que sí se legislan en los orden de ideas, el art. 818 requiere la unanimidad de los acreedores para con-
arts. 1614 y ss. siderar extinguida la obligación indivisible por novación.
EXTINCIÓ N DE LAS OBLIGACIONES 275
274 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
El art. 941 cierra la sección estableciendo que las disposiciones precedentes a) Para algunos, no es sino una forma peculiar del pago, un modo supletorio
se aplican supletoriamente cuando la novación se ·produce por disposición de de cumplimiento. Pero este punto de vista se hace pasible de serias objeciones:
la ley. el pago supone entregar exactamente lo que se prometió, en tanto que en la
dación se entrega una cosa distinta; el pago puede hacerse contra la voluntad
Esta novación legal se prevé en el concurso preventivo. En efecto, el art. 55 del acreedor, mediante la consignación, mientras que la dación requiere inevi-
de la ley 24.522 dispone que el acuerdo homologatorio alc,anzado en un con- tablemente la conformidad de aquél.
curso preventivo de acreedores, importa la novación de todas las obligaciones
con origen o causa anterior al concurso, pero no extingue la obligación del b) Para otros lo que hay es una novación seguida de cumplimiento inme-
fiador ni del codeudor solidario. En tal caso, se aplican supletoriamente las diato. Se admite que hay pago, pero de la nueva obligación. La circunstancia
normas analizadas anteriormente. de que la novación y el cumplimiento de la nueva obligación se produzcan en
el mismo instante, no elimina la realidad del proceso jurídico. ...
e) Por nuestra parte, creemos que esta última teoría, si bien no ofrece in-
§ 5.- DACIÓN EN PAGO
convenientes prácticos, los tiene en el plano teórico. Resulta excesivamente
complicado y, a nuestro juicio, falso, ver en la esencia de la dación en pago una
459. Concepto novación. La voluntad de las partes no está dirigida a novar (es decir, a susti-
tuir una obligación por otra) sino a extinguir una obligación preexistente. Nos
El pago supone la entrega al acreedor de la misma cosa o prestación a que parece más simple y exacto hablar de una convención liberatoria de caracteres
el deudor se obligó. Es el cumplimiento exacto de lo debido. Pero puede ocu- propios, que no puede ser identificada ni con el pago propiamente dicho ni
rrir que interese a ambas partes la entrega de una cosa distinta de la prometida. con la novación.
Ningún inconveniente hay en que el acreedor acepte una prestación diferente,
276 ALEJANDRO BORDA (DIR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 277
462. Capacidad La regla es, entonces, que la dación en pago extingue la deuda principal y,
consiguientemente, sus accesorios. La norma citada hace la salvedad del pacto
La dación en pago puede ser aceptada por todas las personas que ten- expreso en contrario y sin perjuicio de terceros. La facultad conferida a acree-
gan capacidad para contratar. Respecto de los representantes legales, el Código dor y deudor de que pacten que la dación no extingue la deuda original si
Civil de VÉLEZ disponía que no podían aceptar pago por ·entrega de bienes ocurren ciertas contingencias entra dentro del amplio marco de la autonomía
(art. 782). Esta regla, que estaba destinada a evitar que el representado pudiera de la voluntad (art. 962), y no genera inconvenientes.
verse perjudicado por una dación de menor valor económico que la prestación
prometida, ha sido suprimida en el Código Civil y Comercial, de lo que se des- En cuanto a la situación de los terceros, la norma admite dos lecturas. Por
prende que los representantes legales están autorizados a aceptar una dación un lado, que la dación en pago no puede afectar a los subadquirentes a título
en pago, por constituir un acto de administración (art. 690). En cuanto a los oneroso y de buena fe, de los objetos que fueran pasibles de saneamiento (evic-
representántes voluntarios que sólo tenga~ poderes generales de administración ción y vicios redhibitorios). Por otro lado, que la dación en pago libera a los
o · disposición de bienes, la cuestión es dudosa. Por un lado, la posición do- terceros garantes (personales o reales) de la responsabilidad asumida. En este
minante (GAGLIARDO, CoMPAGNUCCI DE CAso, OssoLA) sostiene que al no último caso, la única manera de mantener viva la garantía a pesar de la dación
tratarse la dación en pago de un acto usual en la vida de relación, es necesario en pago hecha es que tales terceros intervengan en ella y consientan el pacto
el apoderamiento especial; pero, por otro lado, cabe considerar que el kt. 375 realizado en este sentido por acreedor y deudor. De no darse este supuesto, si el
no exige facultades expresas para la dación en pago, lo que implicaría que basta que recibió la cosa ha sido vencido por un tercero en el juicio de reivindicación,
un poder general para realizar tal acto jurídico. no podrá ya pretender que reviva la garantía.
La dación en pago se rige por las dispoSiciones aplicables al contrato con el que
tenga mayor cifinidad (art. 943). De ello se desprende que si lo que se da en pago 466. Noción y derechos que pueden ser objeto de ella
es un crédito, la dación se rige por las normas de la cesión de derechos; en cambio,
si se da en pago una cosa, la dación se regirá por las normas de la compraventa La renuncia es la declaración de voluntad por la cual una persona abando-
o de la permuta. na un derecho y lo da por extinguido.
La regla es que toda persona puede renunciar a los derechos conferidos por la
464. Evicción y vicios redhibitorios de lo dado en pago
ley cuando la renuncia no está prohzbida y sólo afecta intereses privados (art. 944).
Puede ocurrir que la cosa dada en pago no pertenezca al solvens y que el
Por ello, en principio, pueden renunciarse todos los derechos patrimonia-
verdadero propietario la reivindique luego de que el acreedor la hubiera reci-
les, sean reales, personales o intelectuales. Por excepción, hay algunos que no
. bido; o que la cosa tenga vicios ocultos al tiempo de la entrega. Si tales cosas
pueden renunciarse: el derecho a una herencia futura (art. 2286), a alimentos
ocurrieren, el acreedor vencidp en juicio tendrá derecho a ser indemnizado
futuros (arts. 539 y 540), a la mayor parte de los beneficios establecidos en el
por el deudor, en el prin:er caso (art. 1040), y en el segundo, tendrá derecho a
derecho laboral (indemnización de los accidentes del trabajo, por maternidad,
resolver el contrato o a exigir la reparación de daños, según el caso (arts. 1056
por despido y preaviso, etc.), a invocar la prescripción cuyo plazo no ha vencido
y 1057). Por ello, el art. 943 dispone que el deudor responde por la evicción y los
(art. 2535).
vicios redhibitorios de lo entregado.
En cambio, los derechos de familia son, en principio, irrenunciables, pues ·
465. Efectos tales derechos han sido otorgados más bien por una razón .de orden público
que en atención a un interés privado. Por excepción pueden renunciarse la
Más allá de la evicción y de los vicios redhibitorios analizados precedente- tutela y la curatela, pero no libremente, pues debe ser aceptada por el juez que
mente, el mismo art. 943 establece que estos efectos no hacen renacer la obligación interviene en la tutela o en la curatela (arts.135, inc. b],y 138).
primitiva, excepto pacto expreso y sin perjuicio de terceros. Por lo tanto, cabe con-
cluir que la dación en pago extingue definitivamente la deuda primitiva, salvo Además, no se admite la renuncia anticipada de las defensas que puedan hacerse
pacto en contrario. . valer en juicio (art. 944, in fine). Esta regla, sin embargo, admite excepciones,
278 ALEJANDRO BORDA (DI R.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 279
tales como la de prórroga de la competencia en razón del lugar o la materia b) No está sujeta aformas especiales, aun cuando se refiera a derechos que constan
que -en ciertos casos- puede ser objeto de convenio entre las partes. en un instrumento público (art. 949). Nos referimos a esta cuestión más adelante
(nro. 470).
467. Especies
e) La voluntad de renunciar no se presume y la interpretación de los actos que
permiten inducirla es restrictiva (art. 948). Nos remitim<?s a los nros. 470 y 471.
La renuncia puede ser gratuita u onerosa; en el primer caso se trata de una
liberalidad; en el segundo, la renuncia se hace a cambio de un precio o de una d) Es abdicativa de derechos, a tenor de lo cual nunca los puede transmitir.
ventaja cualquiera -una contraprestación con valor económico- que ofrece
o da el otro contratante; y es regida por los principios de los contratos onerosos 469. Capacidad
(art. 945).
Hay que distinguir si se trata de un acto gratuito u oneroso. En el primer
También puede hacerse por actos entre vivos (vale decir, por contrato o por caso se requiere capacidad para donar (art. 945, in fine); en cambio, para ser be-
declaración unilateral de voluntad) o por acto de última voluntad (esto es, por neficiario de la renuncia bastará ter1er capacidad para contratar. En el segundo,
testamento). la capacidad se rige por las reglas relativas a los contratos onerosos (art. 945, 1a
parte). Si fuera hecha por testamento, bastará que el renunciante sea mayor de
468. Caracteres edad al tiempo del acto (art. 2464).
La renuncia tiene los siguientes caracteres: La renuncia se puede expresar a través de representante voluntario, pero
este deberá tener poder especial a su favor para ello (art. 375, inc. i).
a) Puede ser un acto unilateral o bilateral. Es indiscutiblemente unilateral
si ha sido hecho por testamento; es evidentemente bilateral si es oneroso. Si se 470. Forma y prueba
trata de la renuncia gratuita por actos entre vivos habrá que diferenciar según se
trate de derechos personales o reales. En el primer caso, para que la renuncia Hemos dicho que la renuncia no está sujeta a formas especiales, aun cuan-
quede perfeccionada parece necesaria la aceptación del beneficiario, pues sólo do se refiera a derechos que consten en escritura pública (art. 949). Ello signi-
tal aceptación causa la extinción del derecho (art. 946). Ahora, si se trata de la fica que puede hacerse aun tácitamente. Sin embargo, hay casos en que la ley
renuncia de un derecho real, acá no se exige la aceptación de nadie. Un buen exige el cumplimiento de ciertas formas o el carácter expreso. Así, por ejemplo,
sostén de esto último lo da el art. 1907 que prevé como un medio de extinción la renuncia relativa a derechos reales sobre bienes inmuebles, debe hacerse por
de los derechos reales el de su abandono. Hay que tener presente que una de escritura pública pues constituye un requisito para extinguir eficazmente tal
las características más importantes de los derechos reales resulta ser la relación derecho (art.1017, inc. a]); si se trata de la renuncia a los derechos hereditarios,
directa de su titular con la cosa, sin que se torne necesaria la presencia de un ella debe hacerse por escritura pública o acta judicial que debe agregarse al
intermediario. Si su titular renuncia, el derecho real en cuestión se extingue. expediente sucesorio (art. 2299).
a algo a cambio de otra cosa que recibe. En tal hipótesis, la duda no tiene por y uno de ellos fuere liberado, el otro seguirá siendo responsable, pero sólo por
qué favorecer al renunciante, sino que debe resolverse en el sentido de la mayor la mitad de la deuda.
reciprocidad de intereses. Esta es la solución del Anteproyecto de Reforma del
Código Civil y Comercial de 2018 (art. 948). 473. Retractación
Ejemplo: si existiese duda sobre si es parcial o total la renuncia de los
La renuncia puede ser retractada mientras no haya sido aceptada por la
derechos hereditarios hecha por un heredero a favor de otro y resultare que el
persona a cuyo favor se hace (art. 947). Esta norma, que permite arrepentirse al
precio pagado por esa renuncia excede notoriamente el valor de los bienes que
renunciante hasta el momento de la aceptación, requiere dos observaciones: a)
correspondían al renunciante, la duda debe resolverse en el sentido de que la
Ante todo, ella es aplicable únicamente a la renuncia a título gratuito y por actos
renuncia era total.
entre vivos. En efecto, la renuncia onerosa es irrevocable desde que se ha for-
malizado el acuerdo de voluntades; y la renuncia por testamento es irrevocable
472. Efectos
desde el fallecimiento del causante. b) Producida la retractación, ella no puede
El efecto fundamental de la renuncia es la extinción del derecho (art. 946), perjudicar a los terceros que hubieren adquirido derechos a consecuencia de
con todos sus accesorios; tratándose de derechos reales, el derecho queda per- la renuncia, por ello los derechos adquiridos por los terceros quedan a salvo
dido para el renunciante. (art. 947). Ejemplo: el beneficiario de un derecho renunciado por su anterior
titular lo transmite a un tercero; luego, el renunciante se retracta. Esta retracta-
En caso de que exista pluralidad de acreedores o deudores, se aplican las
ción no tiene efectos contra el tercero, porque la renuncia produce sus efectos
siguientes soluciones: a) si la deuda es simplemente mancomunada divisible, la
desde su realización.
renuncia sólo favorece en la porción correspondiente al acreedor renunciante y
al deudor cuya parte en la deuda se renuncia; b) en cambio, si fuere solidaria, la
renuncia hecha por cualquiera de los acreedores (siempre que otro coacreedor 474. Diferencias con la donación
solidario no haya demandado el pago antes) y con cualquiera de los deudores
El problema de la semejanza de la renuncia con la donación sólo se plan-
extingue toda la obligación (arts. 835, inc. b ], y 846, inc. b ]); e) finalmente, si es
tea, desde luego, cuando aquélla ha sido realizada a título gratuito y por actos
simplemente mancomunada indivisible, se plantean dos posibilidades: (i) que
entre vivos.
se trate de varios acreedores y un solo deudor, en cuyo caso aunque uno de los
acreedores renuncie a su derecho, los demás lo conservan, y (ii) que se trate de Aun en esa hipótesis, hay entre ambas instituciones una diferencia sustan-
un solo acreedor y varios deudores, en cuyo caso el acreedor, aunque libere a cial: la donación supone la transmisión de la propiedad de una cosa (art. 1542),
uno de los deudores, conserva su derecho contra los restantes. El art. 818 in- en tanto que la renuncia importa el abandono de un derecho, de cualquier
dica que se requiriere la unanimidad de todos los acreedores para extinguir la naturaleza. Es claro que en algunos casos la diferencia se hace sutil y confusa.
obligación por remisión de la deuda, solución que puede postularse de manera
Veamos los casos más importantes:
general para la renuncia de un derecho (conf. OssoLA, Federico A., Código
Civil y Comercial de la Nación, Dir.: Alberto J. BuERES, t. 3, p. 514, Ed. Ham- a) Ante todo, cuando se trata de la renuncia al derecho de exigir la entrega
murabi, 2017). de la propiedad de una cosa, parece indiscutible que hay donación. En efecto,
La renuncia de la obligación principal extingue la fianza, que es un acceso- no se ve diferencia sustancial entre quien entrega gratuitamente una suma de
rio de aquélla; pero la renuncia de la fianza no extingue la obligación principal. dinero (supuesto típico de donación' y quien habiendo prestado una suma de '1-
En el caso de que el fiador hubiere obtenido su liberación, pagando parcial- dinero a un amigo, renuncia al derecho de pedir el reintegro. En ambos casos
mente la deuda, la ulterior renuncia hecha por el acreedor a su deudor no ha mediado transferencia de la propiedad de una cosa al beneficiario, hecha
autoriza al fiador a repetir lo pagado (arg. art. 953). con animus donandi.
Si hubiera variosfiadores y uno de ellosfuera liberado, ello no aprovecha a los b) En materia de obligaciones de hacer, es claro que la renuncia a exigir la
cofiadores (arg. art. 952), pero la norma debe ser bien entendida. En efecto, lo prestación de un servicio no es donación, pues no hay transferencia de una cosa
que ella significa es que los fiadores no quedan absolutamente liberados, pero (art. 1542); sin embargo, si el servicio prometido hubiera sido ya remunerado
sí se aprovecharán de esa renuncia en la medida en la cual el fiador favorecido por quien luego renunció,· hay donación porque en este caso habría entrega
hubiera debido afrontar la obligación. Así, por ejemplo, si hubiere dos fiadores gratuita de una suma de dinero.
282 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 283
e) Tampoco hay donación cuando se renuncia;¡. una fianza, hipoteca, pren- Para que la extinción de la deuda tenga efecto es necesario: 1°) que el docu-
da o anticresis, pues no se transfiere una cosa (art.1542). Pero la renuncia a un mento sea el original; si se trata de una simple copia, aunque fuera certificada
derecho real de usufructo, uso y habitación o servidumbre parece configurar por escribano público, no funciona la presunción legal; que -si el documento
donación indirecta, porque si bien no hay transferencia del dominio, en cambio es un instrumento protocolizado y su testimonio o copia se halla en poder del
la hay de elementos o derechos que son integrantes de él. deudor sin anotación del pago o remisión, y tampoco consta el pago o la remi-
d) La renuncia a la prescripción ganada no es donación; en el fondo no es sión en el documento original- el deudor pruebe que el acreedor le entregó el
otra cosa que el reconocimiento de una obligación natural, en lo que no hay testimonio de la copia como remisión de la deuda (art. 950); en cambio, si en
liberalidad, como no la hay en pagar tales obligaciones. tal testimonio o cppia obra la anotación del pago o remisión, debe considerarse
directamente quci~hay remisión de deuda; 2°) que la entrega sea voluntaria; si
Sin embargo, y más allá de las distinciones hechas, no se podrá dejar de el que lo entregó demuestra que lo hizo forzado por la violencia o inducido
tener presente que las normas de la donación se aplican subsidiariamente a por el dolo del deudor, no hay remisión; pero la posesión del documento por el
todos los actos jurídicos a título gratuito (art.1543). Y que si se tratara de actos deudor hace presumir que la entrega fue voluntaria, corriendo por cuenta del
mixtos -en parte onerosos y en parte gratuitos- debe aplicarse la forma de acreedor la prueba de que no fue así; 3°) que la entrega haya sido hecha por el
las donaciones; y en cuanto a su contenido, la parte gratuita también ,se regirá acreedor al deudor o a Sl!J.~i~epresentante legal o convencional; si fuere entregado
por las normas de la donación (art. 1544). a una tercera persona, n'ó-~ay remisión.
"~i
Es que entre donación propiamente dicha y renuncia hay una identidad Cabe notar que la remisión de la deuda produce los efectos del pago
que es la transferencia de un bien (sea cosa o derecho) a favor de otra persona, (art. 952, 1a parte). Por lo tanto, se libera el deudor tanto de la obligación prin-
hecha con ánimo liberal. No parecen haber razones suficientes para aplicar a cipal como de sus accesorios.
dos instituciones esencialmente iguales regímenes distintos.
Debe señalarse que la remisión de deuda es gratUita, por lo que cabe aplicar
las normas de la donación (art. 1543); por ello, estamos ante una libenilidad,
§ 7.- REMISIÓN DE DEUDA sujeta a revocación por ingratitud del deudor. En la anterior edición sostuvi-
mos que también estaba sujeta a colación; empero, una nueva reflexión nos
hace modificar esa idea. Es que debe advertirse que el artículo 1543 establece
475. Concepto y naturaleza
que las normas del capítulo de la donación se aplican subsidiariamente a los
La remisión de deuda no es otra cosa que la renuncia de una obligación. En demás actos jurídicos a título gratuito. Ello implica que sólo aquellos aspectos
suma, es un concepto más circunscripto que la renuncia; mientras ésta se refie- regulados en ese capítulo de la donación (tales como reversión o revocación)
re a toda clase de derechos, la remisión se vincula exclusivamente con las obli- son aplicables. En cambio, otros temas regulados fuera de ese capítulo (como
gaciones. Hay una relación de género a especie. Por ello las disposiciones sobre la reducción por inoficiosidad o colación) no lo son.
renuncia se aplican a la remisión de la deuda hecha a favor del acreedor (art. 951). No puede haber remisión de deuda onerosa, pues (i) si el acreedor recibe
la prestación debida, hay pago, (ii) si el deudor entrega otra cosa, habrá dación
476.Formas en pago o novación, y (iii) si con la contraprestación dada por el deudor se
extingue un crédito discutible, habrá transacción.
La remisión de deuda puede hacerse en forma expresa o tácita.
...
a) Habrá remisión expresa cuando el acreedor exteriorice por escrito, ver- 477. Efectos; caso de fianza
balmente o por signos inequívocos, su voluntad de remitir su derecho, de ma-
Hemos dicho ya que la remisión de deudas no es otra cosa que la renuncia
nera total o parcial. La ley no exige ninguna formalidad especial para hacer
de una obligación; en lo que atañe a sus efectos, se aplicará, pues, lo dicho sobre
una remisión expresa, aunque la deuda original conste en instrumento público
la renuncia. Aquí nos ocuparemos solamente de-un problema que es específico
(art. 951 y remisión al art. 949).
de la remisión de deudas y que se refiere a la fianza.
b) Habrá remisión tácita, salvo prueba en contrario, cuando el acreedor en-
La remisión hecha al deudor principal extingue la fianza, que es un acceso-
tregue voluntariamente al deudor el documento original en que conste la deu-
rio de aquélla; pero la renuncia de la fianza no extingue la obligación principal
da (art. 950) . Es ésta una forma típica y muy frecuente de desobligar al deudor.
(art. 952).
284 ALEJANDRO BORDA (DIR..) EXTINCI Ó N DE LAS OBLIGACIONES 285
La remisión hecha a favor de uno de los fiadores no aprovecha a los demás La imposibilidad puede derivar de un acontecimiento físico, que puede con-
fiadores (art. 952, in fine). Pero como hemos dicho antes (nro. 472), lo que la sistir en un caso fortuito o fuerza mayor (por ej. , un rayo que destruye la cosa
norma significa es que los fiadores no quedan absolutamente liberados, pero prometida en venta, una enfermedad que priva de la vista al escultor que debía
sí se aprovecharán de esa remisión en la medida en la cual el fiador favorecido realizar un trabajo) o en un hecho del propio acreedor o de un tercero (por ej.,
hubiera debido afrontar la obligación. Así, por ejemplo, si hubiera dos fiadores si alguien roba la cosa que debía ser entregada). O puede también derivar de
y uno de ellos fuere liberado, el otro seguirá siendo responsable, pero sólo por una razón legal; así, por ejemplo, si el Estado expropia la casa que había sido
la mitad de la deuda. El caso al que nos estamos refiriendo es el de la fianza so- prometida en venta; o si se prohíbe la exportación de.la mercadería vendida al
lidaria, porque en la mancomunada cada fiador está obligado sólo por su parte, exterior.
de tal modo que si uno de ellos es liberado, no puede decirse que los otros se
beneficien en la parte de aquél. 481. Requisitos para que se opere la extinción
478. Pago parcial del fiador Para que se opere la extinción es menester:
Si el fiador hubiese pagado una parte de la deuda antes de la remisión 1°) Que el cwnplimiento de la prestación se haya hecho imposible. No basta
hecha al deudor, no puede repetir lo pagado contra el ~creedor (art~ 953). Una una simple dificultad para cumplir, ni importa tampoco que la obligación se
cosa es clara en esta disposición: el fiador no puede dirigir su acción de repe- haya hecho más grave para el obligado (supuesto que quedaría aprehendido
tición contra el acreedor. La ley presume, muy razonablemente, que si después en la excesiva onerosidad sobreviniente, art. 1091). Es necesaria una verdadera
de recibir un pago parcial el acreedor hace remisión . de la deuda, entiende imposibilidad, material o jurídica. Por ese motivo, no parece posible que pueda
remitir sólo lo restante. existir tal imposibilidad si lo prometido es una cosa fungible, que fácilmente
pueda ser reemplazada por otra de su misma especie.
479. Devolución de la cosa dada en prenda
2°) Que la imposibilidad se haya producido sin causa imputable al deudor, vale
La devolución voluntaria qué hiciere el deudor de la cosa dada en prenda decir que derive de un caso fortuito o fuerza mayor o del hecho del príncipe (es
sólo causa la remisión del derecho de prenda, pero no la remisión de la deuda decir, de una disposición legal o administrativa) o del hecho de un tercero. Si,
(art. 954). La existencia de la cosa en poder del deudor, hace presumir su entre- en cambio, el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento sobreviene por
ga voluntaria, salvo el derecho del acreedor de probar lo contrario. culpa del deudor, éste es responsable (art. 1733, inc. d]).
Es natural que la devolución de la cosa extinga sólo el derecho de prenda 3°) Que el deudor no sea responsable (!el caso fortuito o de fuerza mayor. Pues,
y no la obligación, puesto que aquella garantía es un accesorio de la obligación en efecto, el deudor puede haber tomado a su cargo el caso fortuito, en cuya
principal, de tal modo que su extinción no tiene por qué causar la extinción hipótesis no estará exento de responsabilidad (art. 1733, inc. a]). También res-
de éstá. ponde el deudor si: (i) de una disposición legal resulta que no se libera por caso
fortuito o por imposibilidad de cumplimiento; (ii) está en mora, a no ser que
ésta sea indiferente para la producción del caso fortuito o de la imposibilidad
§ 8.- IMPOSIBILIDAD DE CUMPLIMIENTO
de cumplimiento; (iii) el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de cum-
plimiento que de él resulta, constituyen una contingencia propia del riesgo de
480. Concepto la cosa o la actividad (art.1733, incs. b], e] y e]). ...
Puede ocurrir que la obligación contraída se vuelva de cumplimiento im- 4°) Que la imposibilidad de cumplir la prestación sea sobrevenida a la obliga-
posible. En tal caso hay que hacer la siguiente distinción: a) si se ha hecho ción (art. 955). Si la imposibilidad fuese anterior o contemporánea al nacimien-
imposible por causa imputable al deudor o si éste hubiera tomado sobre sí el caso to de la obligación, estaríamos ante un supuesto de ineficacia (nulidad).
fortuito ofuerza mayor, la obligación cambia su objeto y se convierte en otra de
pagar una indemnización por los daños causados; b) si se ha hecho imposible 5°) Que la imposibilidad de cumplir la prestación sea objetiva, absoluta y de-
sin causa atribuible al deudor, la obligación se extingue y sin responsabilidad finitiva (art. 955). El carácter objetivo de la imposibilidad apunta a que nadie
(art. 955). En este último caso es, por tanto, un hecho extintivo de las obliga- -en condiciones y situación similares- puede cumplir, y no sólo el deudor.
ciones. El carácter absoluto tiene en mira que no existe posibilidad de cumplir, sin
286 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 287
importar el mayor o menor costo que ello puede traer aparejado. El carácter
482. Efectos de la imposibilidad de pago
definitivo refiere a que nunca más podrá cumplirse.
La imposibilidad física o legal de cumplir lo prometido extingue la obli-
El Código Civil y Comercial prevé también el supuesto de imposibilidad
gación con todos sus accesorios; y las partes deberán restituirse todo lo que
temporaria. En este caso, como regla, no existe imposibilidad de cumplimiento
hubieran recibido con motivo de la obligación extinguida.
que acarree la extinción·de la obligación, pues en algún momento cesará el obs-
táculo y cuando e~o ocurra, la prestación será exigible por el acreedor. Mientras
dura la imposibilidad, no se generan daños moratorios. Sin embargo, hay casos 483. Transformación de la obligación en otra de indemnizar los daños cau-
en que la imposibilidad temporaria causa la extinción de la obligación, y ello sados
ocurre en los casos de plazo esencial (el vestido de la novia que debe estar lis-
to el día del casamiento) y de frustración irreversible del interés del acreedor La obligación no se extingue no obstante la imposibilidad de pagarla si esa
(la frustración de la finalidad perseguida). Por ello, el art. 956 dispone que la imposibilidad deriva: a) de una causa imputable al deudor; b) de un caso for-
imposibilidad sobrevenida,. objetiva, absoluta y temporaria de la prestación tiene tuito o fuerza mayor que el deudor ha tomado a su cargo o que la ley ha puesto
efecto extintivo cuando el plazo es esencial, o cuando s.u duración frustra el interés a su cargo; e) de la mora en que se encuentra el deudor, aun cuando no hubiera
del acreedor de modo irreversible. tomado sobre sí el caso fortuito. En todos estos casos la obligación de dar,
hacer o no hacer se transforma en la de reparar los daños que sufra el acreedor
Veamos algunos casos que mencionaba el Código Civil de VÉLEZ, que por el incumplimiento (art. 955). ,
permiten aclarar algunas ideas: a) Tratándose de una obligación de entregar
una cosa cierta se la tendrá por perdida solamente cuando se haya destruido
completamente (p. ej., por incendio) o haya sido puesta fuera del comercio o 484. Desaparición del interés de la obligación
haya desaparecido de modo que no se sepa su existencia (p. ej., por robo). b) Si
se tratase de una obligación sólo determinada por su especie y cantidad (obliga- La obligación debe considerarse extinguida, como hemos dicho, si desa-
parece el interés del acreedor. Puesto que la obligación presupone un interés
ciones de género), el pago nunca se juzgará imposible. e) Si la obligación tiene
digno de protección jurídica, desaparecido éste, se extingue la obligación. EN-
por objeto la entrega de una cosa incierta dentro de un número de cosas ciertas
NECCERUS y LEHMANN brindan un ejemplo ilustrativo: un fabricante estipula
de la misma especie (género limitado), la obligación se considerará extinguida
con su capataz que no podrá éste aceptar durante un lapso de tres años ningún
solamente si se extinguen todas las cosas comprendidas dentro de la limitación
empleo de ninguna compañía competidora; es obvio que la obligación de no
fijada. hacer del capataz. cesa si el fabricante se retira del negocio y cierra su fábrica
antes de aquel lapso.
Lo que el Código Civil y Comercial ha omitido regular es el supuesto
de imposibilidad parcial de cumplimiento. Siguiendo las pautas estableci-
das en el Código Civil de Vélez (arts. 580 y 581) -que resultan aplicables § 9.- TRANSACCIÓN .
pues pueden ser consideradas usos y costumbres vinculantes en los términos
del artículo 1o del Código vigente, en tanto regulan una situación no regla-
da legalmente (y que han sido recogidas por el Anteproyecto de Reforma A.- CUESTIONES-GENERALES ~
del Código Civil y Comercial de 2018, art. 955 ter)- puede reconocerse al
acreedor el derecho a optar entre (i) disolver la ~bligación, (ii) reclamar el 485. Concepto
cumplimiento de la prestación en la parte que sea posible, con disminución
proporcional del precio si estuviese fijado, (iii) reclamar el valor del bien de- La transacción es un contrato por el cual las partes, para evitar un litigio, o
bido, y (iv) reclamar un bien equivalente, si el debido es fungible. En cuanto ponerle .fin, haciéndose concesiones recíprocas, extinguen obligaciones dudosas o li-
a la posibilidad de reclamar los daños sufridos por el incumplimiento, habrá tigiosas (art. 1641). He aquí un ejemplo: un médico demanda a su cliente por
que estar a las normas establecidas en el Capítulo 1 del Título V del Código pago de$ 40.000; el demandado sostiene deber solamente$ 10.000; durante
Civil y Comercial. el trámite del pleito llegan a una transacción por la cual se fijan los honorarios
en $ 25.000. El médico ha cedido parte de los honorarios a que se creía con
288 ALEJANDRO BORDA (0IR.) EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 289
derecho para asegurarse el pago de$ 25.000; el cliente paga más de lo que cree transacción extingue obligaciones, no se limita sólo a ello pues también tiene
adeudar para no verse en el riesgo de ser condenado a una suma mayor. por finalidad que se reconozcan las obligaciones y se cumplan. Casi todos los
códigos modernos comparten la opinión de que es un contrato.
De la definición dada por la norma legal, pueden extraerse dos cuestiones; ·
por un lado, la transacción es calificada como un contrato, por otro lado, tiene 488. Caracteres
como fin extinguir obligaciones dudosas o litigiosas.
La transacción tiene los siguientes caracteres:
Por esta última razón, tradicionalmente la transacción ha sido estudiada
dentro de los modos de extinción de las obligaciones y por ello la trataremos a) Es un contrato (art. 1641) bilateral, consensual, oneroso, conmutativo,
a continuación. formal y nominado.
Sin perjuicio de ello, como integra la parte especial de los contratos, tam- b) Es de interpretación restrictiva (art. 1642). El fundamento de esta nor-
bién nos hemos referido a la transacción en otro lugar (BoRDA, Alejandro, ma es que la transacción importa siempre una renuncia y las renuncias son de
Derecho Civil. Contratos, cap. XLIV, La Ley, 2a edición). interpretación restrictiva (art. 948). La idea, con todo, debe ser tomada con
cuidado. Está bien que la renuncia sea de interpretación restrictiva cuando es
486. Requisitos unilateral; pero cuando es bilateral-como ocurre en la transacción-, parece
más razonable resolver la duda en el sentido de la mayor reciprocidad de intereses.
Para que la transacción esté configurada es preciso: a) que haya acuerdo de
voluntades; b) que las partes hagan concesiones recíprocas, es decir que cedan e) Es declarativa y no constitutiva de derechos, aunque el Código Civil y
parte de sus pretensiones a cambio de que se les asegure el carácter definitivo Comercial no haga mención a ello. En efecto, la transacción no tiene por ob-
de las restantes; e) que por esas concesiones se extingan obligaciones litigiosas jeto crear o transmitir nuevos derechos a las partes, sino simplemente reconocer
o dudosas. los existentes.
Obligación litigiosa es la que está sujeta a juicio. No tan preciso, en cambio, Finalmente, debe señalarse que durante la vigencia del Código Civil de
es el concepto de obligación dudosa. Se acepta que debe considerarse tal toda VÉLEZ, la transacción constituía un acto indivisible, de tal modo que si una
obligación sobre cuya legitimidad y exigibilidad exista duda en el espíritu de ' nulo todo el acto (art. 834). La
de las cláusulas de la transacción era nula, era
las partes, quizá profanas en Derecho, aunque la duda no fuera posible entre cuestión ha cambiado sustancialmente en el Código Civil y Comercial pues la
peritos o especialistas. La duda puede resultar no solamente de la legitimidad nulidad de una disposición no cifecta a las otras disposiciones válidas, si son separa-
misma del pretendido crédito, sino de la dificultad para probar el título de la bles; más aún, solamente si no son separables porque el acto no puede subsistir sin
deuda, el monto de los daños sufridos, etcétera. Incluso, puede afirmarse que cumplir su finalidad, se declara la nulidad total (art. 389, párr. 2°). Ampliaremos
es una cuestión dudosa aquella que todavía no ha sido sometida a juicio, pues este tema más adelante (nro. 496).
no existe certeza de la solución final ni constituye aun una cuestión litigiosa.
Solamente no pueden transarse aquellas obligaciones cuya existencia y monto 489. Capacidad
no son discutidos por el deudor.
La capacidad se rige por las reglas generales que hemos analizado en otro
lugar (BoRDA, Alejandro, Derecho Civil. Contratos, nro. 84 y ss., La Ley, 2a edi-
487. Naturaleza jurídica
ción) y allí nos remitimos. ...
¿Es la transacción un contrato? Ésta fue una cuestión debatida antes de la
Sin embargo, debe señalarse que el Código Civil y Comercial establece,
sanción del Código Civil y Comercial, pues un sector lo negaba aduciendo que de manera expresa, tres prohibiciones (art. 1646). En efecto, no pueden hacer
se trata de un acto jurídico extintivo de las obligaciones, en tanto que el efecto transacciones:
propio de los contratos es que las partes contraigan obligaciones, no que las
extingan. El Código ha seguido la doctrina mayoritaria que reconoce el carác- a) Las personas que no puedan enajenar el derecho respectivo. Hemos dicho
ter contractual, pues hay contrato no solamente cuando las partes se ponen de antes, que la transacción es declarativa y no constitutiva de derechos, por lo
acuerdo para crear, regular, transferir o módificar relaciones jurídicas patrimo- que no puede haber en ella una verdadera enajenación. Ent¿nces, ¿cómo se
~ '•' niales, sino también cuando se proponen extinguirlas (art. 957). Por ello es que explica la norma? Es que, a la vez de reconocerse un derecho preexistente, en la
el art. 1641 define a la transacción como un contrato. Por lo demás, si bien la transacción también se hace abandono de una pretensión o de un derecho que
290 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 291
se creía tener. En este sentido, hay una disposición; y de allí que se exija para
En materia de derechos patrimoniales la regla es que todos ellos pueden
transigir capacidad para disponer del derecho transado.
ser objeto de transacción, sean personales, reales o intelectuales. Por excep-
b) Los padres, tutores, o curadores respecto de las cuentas de su gestión, ni siquie- ción, no puede transarse: a) sobre los eventuales derechos a una sucesión futura
ra con autorización judicial. La norma amplía las prohibiciones impuestas a los (art. 1010, párr. 1°); b) sobre la obligación de pasar alimentos (art. 539), bien
padres (art. 689, párr. 2°) y a los tutores y curadores (arts. 120 y 138). entendido que la prohibición legal se refiere a las mensualidades futuras; pero
respecto de las ya vencidas o devengadas la transacción es posible; e) sobre lá
e) Los albaceas, en cuanto a los derechos y obligaciones que corifiere el testamento, indemnización por accidentes del trabajo, la de despido y preaviso, si no contaren
sin la autorización de/juez de la sucesión. Esta prohibición se justifica en el hecho con la intervención de la autoridad judicial o administrativa, y mediare reso-
de que la función del albacea es ejecutar las disposiciones testamentarias, dan- lución fundada de cualquiera de éstas que acredite que mediante tales actos se
do cumplimiento a la voluntad del testador, lo que no se aviene con la noción ha alcanzado una justa composición de los derechos e intereses de las partes
de la transacción. De todos modos, la norma deja abierta la posibilidad de que (art. 247, ley 20.744, ref. por leyes 25.250 y 25.345).
el juez la autorice, cuando así convenga.
En materia de derechos extrapatrimoniales y particularmente de fomilia,
490. Representación convencional la regla es que no pueden transarse (art. 1644); tal es el caso de las acciones re-
lativas a las cuestiones de estado (reconocimiento o contestación de la filiación,
Para transigir en nombre de otra persona se requiere poder especial, es decir de la condición de cónyuge, pariente), a las cuestiones sobre validez y nulidad
que haya recibido facultades expresas para hacerlo (art. 375, inc. i]). Los pode- del matrimonio, a no ser que se trate de un supuesto de nulidad relativa y la
res generales no bastan. transacción sea en favor de la validez (arg. art. 425). En cambio, no hay incon-
veniente en transar las acciones patrimoniales derivadas de cuestiones de estado.
Ejemplo: muerta una persona y abierta su sucesión, se presenta alguien accio-
8.- ÜBJETO DE LA TRANSACCIÓN
nando por reconocimiento de la filiación extramatrimonial y petición de he-
rencia. Ambas acciones están íntimamente vinculadas, puesto que los derechos
491. Derechos que pueden ser objeto de transacción hereditarios dependen de la filiación. Sobre la existencia del vínculo no podrá
transarse; pero sí sobre los derechos patrimoniales contenidos en la sucesión.
El objeto de la transacción no escapa a las normas 'generales que el Có-
digo Civil y Comercial prevé. Con otras palabras, el objeto debe ser lícito, Tampoco pueden transarse las acciones penales derivadas de delitos. Cierto
posible, determinado o determinable, susceptible de valoración económica y es que esta prohibición, que estaba prevista expresamente en el art. 842 del
corresponder a un interés de las partes, aun cuando éste no sea patrimonial Código Civil de VÉLEZ, no aparece en el ordenamiento vigente. Sin embargo,
(art. 1003). ella queda incluida en el art. 1644, pues la acción penal, al involucrar el interés
público, compromete el orden público. En cambio, sí puede transarse la acción
Además, habrá que tener presente que la transacción -como contrato que civil por indemnización de los daños provocados por el propio delito, pues se
es- no podrá tener como objeto (i) hechos que sean imposibles, o estén pro- trata de un derecho patrimonial derivado de él (art. 1644, párr. 2°). También
hibidos por la ley, sean contrarios a la moral, a las buenas costumbres, al orden pueden transarse las acciones penales derivadas de delitos de acción privada, es
público, a la dignidad de la persona humana o lesivos a los derechos ajenos; ni decir, de aquellos delitos cuya investigación y castigo dependen exclusivamente
(ii) bienes que por un motivo especial se prohíbe que lo sean (arts.1004 y 279). de la actividad y voluntad del ofendido.
En particular, el art. 1644 dispone que no puede transigirse sobre derechos en
los que está comprometido el orden público, ni sobre derechos irrenunciables; y que C.- fORMA Y PRUEBA
tampoco pueden ser objeto de transacción los derechos sobre las relaciones de familia o
el estado de las personas, excepto que se trate de derechos patrimoniales derivados de
492. Reglas generales
aquéllos, o de otros derechos sobre los que, expresamente, este Código admite pactar.
En lo que atañe a la forma, el art. 1643 dispone que la transacción debe ser
De lo expuésto, puede decirse, de manera general, que todos los derechos
hecha por escrito. Sin embargo, no es posible olvidar que el art. 1017 exige algo
que están en el comercio pueden transarse. Pero resulta necesario hacer algunas
más cuando se trata de derechos dudosos o litigiosos sobre inmuebles: en este
aclaraciones.
caso se requiere escritura pública.
292 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
EXTINCIÓN DE LAS OBLIGACIONES 293
Incluso, debe diferenciarse entre transacciones de derechos litigiosos y las que regla los derechos y obligaciones de las partes: no pone fin a un pleito,
que versan sobre derechos simplemente dudosos. En el primer caso, la tran- carece de autenticidad formal.
sacción sólo es ificaz a partir de la presentación del instrumento firmado por los ¿Tiene la transacción fuerza ejecutiva? Indudablemente sí, pues el art.1642
interesados ante el juez en que tramita la causa (art. 1643). Más aún, la norma establece que produce los efectos de la cosa juzgada. Con todo, y más allá de
añade que mientras el instrumento no sea presentado, las partes pueden desistir de que la norma dispone que no se necesita la homologación judicial, pensamos
ella. Pero si los derechos fueran simplemente dudosos, y no involucrara inmue- que sólo la transacción judicial goza de fuerza ejecutiva; la extrajudicial carece
bles, bastará con que la transacción sea hecha por escrito. El'Anteproyecto de de ella, a menos que la tenga el instrumento en el cual ha sido documentada,
Reforma del Código Civil y Comercial de 2018 ha considertdo innecesario el pues no ha de olvidarse que es un simple contrato.
requisito de presentación judicial, por lo cual lo elimina.
495. Limitaciones de los efectos de la transacción: entre quiénes se pro-
La prueba se rige por las disposiciones generales (art. 1019), lo que hemos
ducen
analizado otro lugar (BoRDA, Alejandro, Derecho Civil. Contratos, nro.184 y ss.,
La Ley, 2a edición) y allí nos remitimos. Los efectos de la transacción, como de los contratos en general, se limitan
a las partes y a sus sucesores universales; y no los tiene con respecto a terceros,
D.- EFECTOS
excepto en los casos previstos por la ley (arts. 1021 y 1024).
e) Si (la transacción) versa sobre .un pleito ya resuelto por sentenciafirme, siem-
pre que la parte que la impugna lo haya ignorado (art. 1647, inc. e]). La solución l. PRESCRIPCIÓN
es lógica, porque no habría ya acciones litigiosas o dudosas. Bien entendido
que para que la nulidad funcione es preciso: a) que no exista ya recurso contra
la sentencia, pues mientras los hubiere la transacción es posible; son frecuentí- § 1.- GENERALIDADES
simas las transacciones celebradas después de dictada la sentencia de primera
instancia y cuando ella se encuentra en apelación; b) que la parte interesada en 497. Idea general de la prescripción: sus dos clases
la nulidad haya ignorado la sentencia que había concluido el pleito; porque si
La ley protege los derechos individuales, pero no ampara la desidia, la ne-
la conocía, el contrato posterior será válido ya no como transacción (pues no
gligencia, el abandono. Los derechos no pueden mantener su vigencia inde-
hay derechos litigiosos o dudosos) sino como renuncia de derechos, remisión
finidamente en el tiempo, no obstante el desinterés del titular, porque ello
parcial de deudas, novación, etcétera.
conspira contra el orden y la seguridad. Transcurridos ciertos plazos legales,
En cambio, los errores aritméticos en que hubieran incurrido las partes no mediando petición de parte interesada, la ley declara prescriptos los derechos
obstan a la validez de la transacción, pero las partes tienen derecho a obtener no ejercidos.
la rectificación correspondiente (art. 1648). r
Hay dos clases de prescripción: a) la adquisitiva, llamada con mayor pro-
Finalmente, hay que señalar que es necesario diferenciar si la nulidad que piedad usucapión, consiste en la adquisición de·un derecho por haberlo poseído
afecta a la transacción es absoluta o relativa. En efecto, si la obligación transada durante el término fijado por la ley. Así, la propiedad de un inmueble se ad-
adolece de un vicio que causa su nulidad absoluta, la transacción es inválida. Si, quiere por su posesión durante diez años de buena fe y con justo título, o por
en cambio, es de nulidad relativa, y las partes conocen el vicio y tratan sobre la su posesión durante veinte años si no hay justo título o buena fe, es decir, para
nulidad, la transacción es válida (art.1645), porque en definitiva es un supuesto los poseedores de mala fe (arts. 1898 y 1899); b) la liberatoria, o prescripción
de confirmación. propiamente dicha, que consiste en la pérdida de un derecho por el abandono.
Esta última es la que será objeto de nuestro estudio en este libro. Sin embargo,
'lo
es pertinente señalar que lo que se diga en este subcapítulo y en el siguiente
dedicado a la suspensión, interrupción y dispensa del plazo de la prescripción
es aplicable también a la usucapión, en ausencia de disposiciones específicas,
pues así lo dispone el art. 2532.
La prescripción requiere, por lo tanto, estos dos elementos·: a) la inacción 501. Vías procesales
del titular; b) el transcurso del tiempo. La prescripción pues ser articulada por vía de acción o excepción (art. 2551 ).
Ciertamente, las más de las veces, la prescripción se opondrá como excepción
499. Metodología del Código ante la demanda promovida por el acreedor para el pago de la deuda. Sin
embargo, ningún obstáculo existe en que pueda ser invocada como acción de-
El Código trata la prescripción en el Título I del Libro Sexto dedicado a
clarativa de certeza. En efecto, muchas veces el deudor puede necesitar dejar
las disposiciones comunes a los derechos personales y reales. Ese Título está dividi-
en claro que su deuda no es eXigible o remover un obstáculo para el ejercicio
do, a su vez, en cuatro capítulos dedicados respectivamente a las disposiciones
de un derecho. Múltiples ejemplos pueden darse. Uno de ellos es el del deudor,
comunes a la prescripción liberatoria y adquisitiva, a la prescripción liberatoria,
con deuda prescripta, que aparece en los sistemas de información crediticia;
a la prescripción adquisitiva (aunque existen normas propias referidas a esta
es claro que en tal situación le resultará sumamente difícil obtener un crédito
prescripción en el Libro Cuarto, arts. 1897 a 1905), y a la· caducidad de los
o celebrar algún contrato bancario, por lo que debe reconocerse su derecho a
derechos.
accionar. Otro caso es el de la imposibilidad de enajenar un inmueble por ha-
En nuestros planes de estudio ha sido tradicional tratar la prescripción llarse impagos los impuestos; si éstos están prescriptos, el propietario vendedor
liberatoria en el curso de Obligaciones. Es un método muy discutible, pues puede iniciar demanda contra el Fisco para que se lo declare así, con lo cual
éste no es un hecho extintivo de la obligación en sí misma, sino de las acciones queda en libertad de escriturar. De lo contrario, el Fisco vendría a tener en sus
derivadas de ella; y, por otra parte, no se aplica solamente a las obligaciones, manos el recurso para obligar a pagar una deuda prescripta, en contra de las
sino también a otros derechos. Debió, pues, ser tratado en la Parte General, disposiciones de la ley.
como lo hacen los códigos alemán, italiano y suizo.
502. Utilidad y fundamento
500. Naturaleza jurídica
La prescripción liberatoria desempeña un papel de primer orden en el
Cabe preguntarse qué es lo que hiere la prescripción, si el derecho en sí mantenimiento de la seguridad jurídica. El abandono prolongado de los dere-
mismo o sólo la acción que de él nace. chos crea la incertidumbre, la inestabilidad, la falta de certeza en las relaciones
entre los hombres. El transcurso del tiempo hace perder muchas veces la prue-
Tradicionalmente, y con fundamento en el art. 515, inc. 2° del Código Ci-
ba de las excepciones que podría hacer valer el deudor. La prescripción tiene,
vil de VÉLEZ, se ha sostenido que prescripta una obligación civil, perdura entre
pues, una manifiesta utilidad: oblfga a los titulares de los derechos a no ser
las partes un vínculo jurídico, para algunos, atenuado, llamado obligación natu-
negligentes en su ejercicio y pone claridad y precisión en las relaciones jurídi-
ral. De ello se seguía que la obligación civil simplemente había sido herida sólo
cas. En interés del orden público y de la paz social conviene liquidar el pasado
en su acción, pero no quedaba herido el derecho en sí mismo, pues permanecía
y evitar litigios sobre contratos o hechos cuyos títulos se han perdido y cuyo
como obligación natural. Esta obligación natural es exactamente la misma que
recuerdo se ha borrado.
su predecesora en sus alcances, efectos, modalidades, vicios, etcétera.
;No debe creerse, por lo tanto, que la institución se inspira en el propósito
Es cierto que la cuestión puede merecer una diferente lectura desde la
de proteger al deudor contra su acreedor; su fundamento es, como se ha indica-
sanción del Código Civil y Comercial, pues este cuerpo lt~gal no regula la obli-
gación natural. Pero ya hemos dicho que, sin perjuicio del debate doctrina-
do, de orden social. Insistimos, apunta a la seguridad y a la paz en las relaciones ..
jurídicas, procurándose poner un límite en el tiempo a la litigiosidad.
rio que se ha suscitado, la ausencia de regulación no importa su desaparición
(véase nro. 192). E, incluso, más allá de lo expuesto que lleva a reafirmar que Este fundamento en el orden público explica, además, que los contratantes
la prescripción sólo hiere la acción pero no el derecho, debe destacarse que el no puedan renunciar por anticipado a los plazos de prescripción ni extenderlos
art. 2538 establece que el pago espontáneo de una obligación prescripta no más allá de lo que señala la ley (art. 2533); porque juega aquí más un interés
es repetible. Y es claro que si lo que la prescripción afectara fuera el derecho público que individual. Todo acortamiento o prolongación de plazos afecta el
en sí mismo, ese pago sería sin causa y por lo tanto tendría que ser repetible equilibrio del sistema y dehe ser repudiado. Y debe destacarse que la hipótesis
(art. 1796). de abreviación de los plazos resulta particularmente peligrosa en los contratos
de adhesión, en los ,que una de las partes impone todas las condiciones del
Concluimos, pues, con que la prescripción no afecta radicalmente el dere-
contrato, que la otra debe aceptar o rechazar en bloque; de ahí puede derivar
cho, sino sólo la acción que lo protege.
298 ALEJANDRO BORDA (DIR.) PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 299
una abreviación abusiva de prescripción. Sin embargo, debemos destacar que solución legal se funda en el hecho de que las defensas del demandado en un
no ocurre lo mismo en materia de caducidad. · pleito deben plantearse lealmente y desde el comienzo, para que ambas partes
sepan a qué atenerse. Aceptar que la excepción de prescripción pueda ser inter-
Estos mismos fundamentos son los que se dieron para sostener la idea
puesta tardíamente provocaría un inadmisible dispendio de tiempo y dinero.
de que la prescripción es una materia atinente a los códigos de fondo o, con
otras palabras, una cuestión delegada por las provincias al gobierno federal, También están facultados para oponer la excepción los terceros interesados
cuya regulación es atribución del Congreso de la Nación. Esta postura, se- que comparecen al juicio; si se presentan una vez vencidos los términos apli-
guida con claridad por la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN, cables a las partes, deben oponer la prescripción en su primera presentación
30Í912003, "Filcrosa SN', ED 205-207), ha sido conmovida con el párrafo (art. 2553, párr. 2°). ¿Qyiénes son estos terceros interesados? Son aquellos que
final del art. 2532 que dispone que las legislaciones locales podrán regular esta no han sido demandados pero que pueden responder por estar vinculados -de
última (se refiere a la prescripción liberatoria) en cuanto al plazo de tributos. La alguna manera- con los hechos alegados en el pleito. Es el caso del accidente
cuestión ha generado una amplia discusión doctrina, incluso cuestionando su de tránsito; el autor del daño que es demandado por el damnificado, a su vez
constitucionalidad. A nuestro juicio, la norma debe ser interpretada en el senti- citará como tercero interesado a la compañía aseguradora, quien eventualmen-
do de que las provincias pueden fijar plazos de prescripción para la percepción te responderá con fundamento en el contrato de seguro que lo une con su
de los impuestos, pero tales plazos jamás pueden exceder los establecidos por asegurado.
el Código Civil y Comercial. De esta manera, entendemos, damos validez a la
norma, sin que avance sobre la Constitución Nacional. Por lo demás, es im- d) Es irrenunciable la prescripción futura, lo que es natural, pues se trata de
portante destacar que el art. 2532 sólo deja a las legislaciones provinciales la una institución de orden público; pero puede renunciarse la prescripción ya
regulación de los plazos en materia de tributos; los demás plazos y el resto de cumplida (art.2535,párr.l 0 ). Es que nada se opone a que una persona renuncie
las cuestiones atinentes a la prescripción, quedan exclusivamente gobernados a oponer la prescripción pasada o, más aún, pague una deuda prescripta. Está
por el Código Civil y Comercial. en sus atribuciones hacerlo, y para muchos será incluso un deber de conciencia
o un supuesto de obligación natural. Pero lo que no puede hacer es renunciar
503. Caracteres a oponer la prescripción futura; es que si se permitiesen tales renuncias, ven-
drían a ser de estilo en los contratos, con lo que se burlaría el fundamento de
La prescripción tiene los siguientes caracteres: la institución. Desde luego, solamente la persona que goce de capacidad para
disponer del derecho está facultada a renunciar a la prescripción ganada. La
a) Puede ser alegada como excepción, y como acción (art. 2551), pero siem-
pre es una defensa de carácter sustancial, pues se funda en las normas del norma añade (párr. 2°) que la prescripción ya cumplida, renunciada por uno de
Código Civil y Comercial. los codeudores (en la prescripción liberatoria) o uno de los coposeedores (en la
prescripción adquisitiva) no surte efectos respecto de los demás. La solución es
b) No opera de pleno derecho, siendo menester que el interesado la invoque. absolutamente razonable pues no es posible que una persona pierda el derecho
Por ello es que no puede ser declarada de oficio por el juez (art. 2552): Dos que tiene por la liberalidad hecha por otra. Por ello, y como el propio artículo
motivos esenciales explican esta solución: en primer lugar, el mero transcurso lo establece, el deudor renunciante, que cumple la obligación, no puede ejercer
del plazo no es prueba suficiente de que la prescripción se haya operado, pues la a¡::ción de regreso contra los demás codeudores que han quedado liberados
pueden haber mediado causas de suspensión o interrupción (que veremos más por el cumplimiento del plazo de la prescripción.
adelante) que el juez no tiene forma de conocer sino a través de los hechos 1-
invocados por las partes y de la prueba por ellas producida; en segundo lugar, e) Es de interpretación restrictiva; en la duda debe estarse por la subsisten-
porque hacer valer la prescripción es muchas veces un problema de conciencia cia del derecho y por el plazo de prescripción más dilatado.
cuya decisión debe quedar librada al propio interesado. De modo que el juez
no puede suplir a la parte en la invocación de la prescripción; empero si fue ar- 504. Naturaleza jurídica de la renuncia a la prescripción ,
ticulada, tiene la facultad de pronunciarse sobre su aplicación e interpretación.
Nuestro Código habla de renuncia de la prescripción ya ganada, utilizando
e) Si se opone como excepción, debe ser deducida dentro del plazo para con- una terminología generalizada en la legislación y la doctrina. Es, a nuestro
testar la demanda en los procesos de conocimiento, y dentro del plazo para juicio, una terminología imprecisa. No se trata de la renuncia a un derecho
oponer excepciones en los procesos de ejecución (art. 2553, párr.l 0 ). Ejemplos adquirido, incorporado ya al patrimonio del deudor, porque la obligación no
de procesos de ejecución son el juicio ejecutivo y la ejecución hipotecaria. La puede considerarse prescripta mientras la prescripción no se haya alegado. Se
300 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 301
trata más bien de una decisión de no hacer valer esa defensa. No hay propia-
más arriba (nro. 192) que, a nuestro juicio, ello no ha ocurrido, y esto se ve con
mente un derecho que se renuncia; hay una facultad que se extingue como
claridad en materia de prescripción.
consecuencia de actos que revelan la voluntad de no ejercerla.
El art. 728, sin
,. mencionar a las obligaciones naturales, dispone que lo en-
La cuestión no es meramente terminológica. Si se tratara de una verdadera
tregado en cumplimiento de deberes morales o de conciencia es irrepetible.
renuncia, sería aplicable el art. 947, según el cual la renuncia puede ser retracta-
Pero la idea resulta tan insuficiente que en materia de prescripción se decidió
da mientras no haya sido aceptada. Pero no es así. Se acepta algo que se ofrece.
añadir una norma que establece que el pago espontáneo de una obligación pres-
Aquí nadie ofrece nada. El deudor no hace otra cosa que conducirse como
cripta no es repetib(e (art. 2538). Y la única razón que puede fundar tal irrepeti-
quien está dispuesto a pagar lo que debe. Y desde el instante que realiza actos
bilidad es la existencia de una obligación natural. Si sólo se tratara de un deber
que ponen de manifiesto esa intención, se extingue su facultad de oponer la
moral, no habría en verdad una obligación, y el pago 'hecho carecería de causa,
prescripción. Tampoco el acreedor acepta nada. Se limita a comportarse como
titular de un derecho y a ejercer ese derecho. habría sido hecho indebidamente y, por tanto, tendría que ser susceptible de
repetición (art. 1796, iric. a]).
505. Renuncia a la prescripción por representante
507. <l.!Uénes pueden prescribir y contra quiénes
Para que el apoderado pueda renunciar a la prescripción ya ganada por su
poderdante, se requieren facultades expresas. En el Código Civil de VÉLEZ la La prescripción opera a favor y en contra de todas las personas, excepto
cuestión era clara, pues expresamente se preveía que se necesitaban poderes es- disposición legal en contrario (art. 2534, párr. 1°). Por lo tanto, a menos que
peciales para renunciar a prescripciones adquiridas (art. 1881, inc. 3°). La falta exista un supuesto de excepción legal (tal sería el caso de las acciones civiles
de mención expresa en el Código Civil y Comercial no modifica esa solución derivadas de delitos de lesa humanidad, que son imprescriptibles, art. 2561),
pues el art. 375, inc. i), exige facultades expresas para renunciar derechos, lo que toda persona, jurídica o humana, de derecho público o privado, está sujeta a la
resulta aplicable al caso. prescripción de sus derechos y puede oponerla.
Tampoco existe mención expresa respecto de la actuación de los repre- Incluso, el derecho a oponer la prescripción no se limita al deudor; también
sentantes legales. Entendemos, a pesar del silencio, que no pueden renunciar pueden oponerla el acreedor del deudor y cualquier otro tercero interesado,
a la prescripción, ni aun con autorización judicial. Es que la renuncia a una aun en el caso de que el deudor no la invoque o la renuncie (art. 2534, párr. 2°).
prescrrpción ganada, si fuera hecha por los padres de la persona menor de edad, Es que la negligencia o liberalidad del deudor no puede perjudicar al tercero
importaría un acto de administración que bien puede ser calificado de ruinoso interesado (por ejemplo, el, fiador del deudor) o a su acreedor; a este último le
en los términos del art. 694, lo que excede los límites de la administración interesa que el patrimonio de su deudor sea lo más solvente posible para poder
(art. 690). Y si esto es así respecto de los padres, idéntica solución cabe para cobrar su crédito, a aquél (el fiador) le importa que el deudor oponga la pres-
tutores y curadores, pues éstos no pueden tener facultades más amplias que cripción para evitar un daño a sí mismo.
aquéllos.
Debe hacerse notar, empero, que el curso de la prescripción queda suspen-
506. Pago espontáneo y obligación natural dido en algunos casos excepcionales previstos en el art. 2543.
"!>
Es clásica la idea en nuestra doctrina de que la prescripción liberatoria · 508. Derechos y acciones que prescriben
constituye un medio de extinción de la acción para reclamar un derecho, cau-
sada por la inacción de las partes interesadas durante el tiempo que haya fijado Dispone el art. 2536: la prescripción puede ser invocada en todos los casos, con
la ley, pero que subsiste como obligación natural. Con otras palabras, no se excepción de los supuestos previstos por la ley.
extingue verdaderamente una obligación, pues sobrevive como obligación na-
tural; simplemente estamos frente a una obligación que no es exigible, debido La regla es, entonces, que todas las acciones son prescriptibles. Sin em-
a la consideración que la ley hace del paso del tiempo. bargo, muchas acciones son imprescriptibles e, incluso, hay materias en que
la imprescriptibilidad es la regla. Por ello conviene ordenar la exposición de
Ahora bien, el hecho de que el Código Civil y Comercial no regule las
este tema, distinguiendo distintas materias en que la prescriptibilidad juega de
obligaciones naturales ¿significa que ellas hayan desaparecido? Hemos dicho
modo diverso.
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 303
302 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
el día 1o de enero de 2011; en tal caso, debe aplicarse el Código Civil y Co- parental, la tutela, la curatela o la medida de apoyo (art. 2543, inc. e]); d) entre
mercial y la acción prescribirá el día 1° de agosto de 2020, pues de aplicarse el las personas jurídicas y sus administradores o integrantes de sus órganos de
Código de VÉLEZ, prescribiría el día 1° de enero de 2021, esto es más tarde. Y fiscalización, mientras continúan en el ejercicio del cargo; e) a favor y en contra
debe recordarse que el plazo de prescripción, según la norma comentada, queda del heredero con responsabilidad limitada, respecto de los reclamos que tienen
cumplido una vez que transcurra el tiempo designado por la nueva ley, contado desde por causa la defensa de derechos sobre bienes del acervo hereditario (art. 2543,
el día de su vigencia. inc. e]); f) cuando el deudor ha sido interpelado por el acreedor en forma
fehaciente (art. 25;41); y g) cuando se ha formuladoun pedido de mediación
En cambio, si la obligación se hubiera hecho exigible el día 1° de enero de
(art. 2452). .
2009, debe aplicarse el Código Civil de VÉLEZ, pues resulta un supuesto en el
que el plazo fijado por la ley antigua finaliza antes que el nuevo plazo contado a Nos ocuparemos de todos estos casos en los párrafos que siguen.
partir de la vigencia de la nueva ley, por lo que se mantiene el plazo de la ley an- 1 /---
terior. En efecto, según el Código de VÉLEZ, el plazo de prescripción habría 515. Suspensión entre cónyuges
vencido a los diez años, el día 1° de enero de 2019; mientras que si se aplicara
el plazo del Código Civil y Comercial, vencería el1 ° de agosto de 2020. Como · El curso de la prescripciónse suspende entre cónyuges, durante elmatrimonio
se observa, el resto del lapso de prescripción del Código Civil de'VÉL:Ez com- (art. 2543, inc. a]). El matrimonio existe desde su celebración hasta que se
putado a partir de11 o de agosto de 2015 es más breve que el genérico de cinco produzca alguna de las causales de disolución previstas en el art. 435 (muerte
años del art. 2560 del Código Civil y Comercial. de uno de los cónyuges, sentencia firme de ausenCia con presunción de falle-
cimiento y divorcio declarado judicialmente). ¿Qyé sucede si el matrimonio
es nulo? Deberá determinarse si hay o no buena fe de los cónyuges. Para los
§ 2.- SUSPENSIÓN, INTERRUPCIÓN Y DISPENSA DEL TÉRMINO DE LA PRESCRIPCIÓN cónyuges de buena fe, sean los dos o uno de ellos, el matrimonio produce todos
sus efectos hasta que quede firme la sentencia de nulidad (arts. 428 y 429); por
A.- SusPENSióN lo tanto, el curso de la prescripción se suspende. Para los cónyuges de mala fe,
el matrimonio no produce efecto alguno (arts. 429 y 430); por lo tanto, el curso
513. Concepto y efectos de la prescripción no se suspende para ellos. ¿Y si están separados de hecho?
Como no hay divorcio, el plazo sigue suspendido.
La prescripción se suspende cuando en virtud de una causa legal el térmi-
Si bien la norma no lo aclara, la suspensión no alcanza a las acciones deri-
no deja de correr; pero cesada la causa de suspensión, el término se reanuda,
vadas de las relaciones de familia. Por el contrario, las acciones de nulidad del
computándose el tiempo anterior. Con otras palabras, la suspensión de la pres-
matrimoO:io, tienen plazos de caducidad y prescripción que corren durante el
cripción detiene el cómputo del tiempo por el lapso que dura pero aprovecha e/período
matrimonio (art. 425). Algo similar ocurre con el reclamo de alimentos entre
transcurrido hasta que ella comenzó (art. 2539). He aquí, por ejemplo, una pres-
cónyuges no divorciados: como el alimento está fundado en una razón de ne-
cripción de cinco años; han corrido dos cuando acreedor y deudor contraen
cesidad (art. 433, párr. final), se estima que si no se reclaman es porque no se
matrimonio; tiempo más tarde los cónyuges se divorcian, y el plazo se reanuda
los necesita y por ello el curso de la prescripción comienza a correr desde el
contándose los dos años anteriores, de tal modo que transcí'Irridos otros tres, la
vencimiento de cada período. En cuanto a ia acción de divorcio, ella es impres-
prescripción queda operada.
criptible.
Es importante destacar que las únicas causales de suspensión son aquellas i>
La suspensión de las acciones patrimoniales está plenamente justificada,
dispuestas por la ley; por lo tanto, las partes no pueden crear causales de sus-
pues se desea evitar inadmisibles pleitos entre cónyuges. Sin embargo, que el
pensión.
plazo de prescripción esté suspendido no significa que el cónyuge esté obli-
gado a no demandar al otro mientras dure el matrimonio. Con otras palabras,
514. Causas legales
nada impide que se promuevan acciones judiciales entre cónyuges ni existe
La suspensión de la prescripción tiene lugar: a) entre cónyuges, durante norma alguna que las vede (BELLUSCIO, Augusto C., ''Acciones judiciales entre
el matrimonio (art. 2543 inc. a]); b) entre convivientes, durante la unión con- cónyuges", LL 2007-C-382).
vivencia! (art. 2543, inc. b]); e) entre tas personas incapaces y con capacidad El propósito de evitar toda contienda entre cónyuges indujo a VÉLEZ
restringida y sus padres, tutores, curadores o apoyos, durante la responsabilidad SARSFIELD a establecer la suspensión de la prescripción aun en las relaciones
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 307
306 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
perjuicio de la sucesión que administra. Esta última solución tiene en mira trámite previo y obligatorio a la promoción de toda acción judicial, salvo para
castigar la mala fe del heredero. determinados procesos fijados taxativamente por el art. 5° de la propia ley.
520. Suspensión por interpelación fehaciente al deudor · Esta última ley prevé tres tipos de mediación: a} por acuerdo de partes, cuan-
do las partes eligen al mediador por convenio escrito; b) por sorteo, cuando el
El curso de la prescripción se suspende, por una sola vez, por la interpelación reclamante formalice el requerimiento ante la mesa de entradas del fuero ante
fehaciente hecha por el titular del derecho contra el deudor oposeedor. Esta suspensión el cual correspondería promover la demanda y con los requisitos que establezca
sólo tiene efecto durante seis meses o el plazo menor que corresponda a la prescripción la autoridad judicial; y e} por propuesta del requirente al requerido, a los efectos de
de la acción. (art. 2541). que éste seleccione un mediador de un listado cuyo contenido y demás recau-
dos deberán ser establecidos por vía reglamentaria (art. 16).
Ocurre muchas veces que el deudor suele prolongar durante largo tiempo
las conversaciones con el acreedor, con promesas de pago o nuevas propuestas Ahora bien, de acuerdo con lo que dispone el Código Civil y Comercial,
hasta lograr que se opere la prescripción. Ya sobre la fecha, al ~creedor le resulta la mediación suspende el plazo de prescripción desde la expedición por me-
difícil reunir todos los antecedentes necesarios para entablár el pleito, encar- dio fehaciente de la comunicación de la fecha de la audiencia de mediación
garle el asunto a un abogado y presentar la demanda en término. El problema o desde su celebración, lo que ocurra primero. La ley 26.589 prevé idéntica
ha quedado contemplado con la norma que se comenta. Para impedir que se solución para los supuestos de mediación por acuerdo de partes y de mediación
opere la prescripción basta que el acreedor reclame el pago al deudor en forma a propuesta del requirente. En cambio, cuando se trata de una mediación por
fehaciente. sorteo, la ley dispone que la suspensión comienza en la fecha de adjudicación
No basta que el reclamo se haga verbalmente y luego se pretenda probarlo del mediador por la autoridad judicial. Esta disposición especial, insistimos
por testigos, pues si ello fuera posible, sería fácil urdir la prueba de que se hizo prevista en una ley federal aunque ignorada en el Código Civil y Comercial,
la intimación cuando en realidad ello no ocurrió. Por ello es que la norma exige debe aplicarse en el ámbito nacional y federal.
que se intime de forma fehaciente, esto es de una manera tal que permita pre-
¿Contra quiénes se suspende el curso de la prescripción? De acuerdo con
cisar el contenido de la diligencia y la fecha en que se hizo, lo que se logra por
lo que dispone la ley 26.589, en las mediaciones por acuerdo de partes y por
intermedio del acta notarial levantada por un escribano o bien por telegrama
sorteo, la suspensión opera contra todas las partes; en la mediación propuesta
colacionado o por carta documento. Es cierto que la norma dice textualmente
del requirente al requerido, la suspensión opera únicamente contra aquél a
"interpelación fehaciente" y no "intimación fehaciente", pero interpelar signi-
quien se dirige la notificación (art. 18).
fica constituir en mora a la contraparte, mora que como regla se produce por
el mero vencimiento del plazo (art. 886). Por lo dicho, lo que se requiere es la El Código Civil y Comercial, al igual que el art.18 de la ley 26.589, dispo-
intimación o requerimiento fehaciente. ne que en todos los casos, el plazo de prescripción se reanudará a partir de los
El art. 2541 hace referencia a que la intimación sea hecha por el titular del veinte días contados desde el mqmento que el acta de cierre del procedimiento
derecho. Esto no puede ser interpretado de manera estricta, pues entendemos de mediación prejudicial obligatoria se encuentre a disposición de las partes.
que también puede practicar la intimación un tercero en ejercicio de la acción
Se trata de una causal atípica de suspensión de la prescripción, que se fun-
subrogatoria o como gestor de negocios ajenos.
da en la imposibilidad fáctica de accionar si no se inicia la mediación obliga-
t
toria, en aquellas jurisdicciones que la exigen. Las normativas locales deberán
521. Suspensión por pedido de mediación
adecuarse al respecto: v.gr., no podrán fijar que la mediación sea una causal de
El curso de la prescripción se suspende desde la expedición por medio fehaciente interrupción.
de la comunicación de la fecha de la audiencia de mediación o desde su celebración,
lo que ocurra primero. El plazo de prescripción se reanuda a partir de los veinte días
contados desde el momento en que el acta de cierre del procedimiento de mediación se 522. Supresión de la suspensión por querella de la víctima de un hecho ilícito
encuentre a disposición de las partes (art. 2542).
El Código Civil de VÉLEZ, luego de la reforma de la ley 17.711, disponía
Conviene señalar ante todo que la ley 26.589, aplicable en el ámbito de que si la víctima de un acto ilícito hubiere deducido querella criminal contra los res-
la justicia nacional y federal, estableció el procedimiento de mediación como ponsables del hecho, su ejercicio suspende el término de prescripción de la acción civil,
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUC IDAD 311
310 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
dor (art. 2546); e) por solicitud de arbitraje (art. 2548); y, d) por ejercicio del 528. Petición judicial
derecho de retención mientras ello ocurra (art. 2592, inc. e]).
Dispone el art. 2546 que el curso de la prescripción se interrumpe por toda
527. Reconocimiento petición del titular del derecho ante autoridadjudicial que traduce la intención de no
abandonarlo, contra el poseedor su representante en la posesión, o el deudor, aunque
El curso de la prescripción se interrumpe por el reconocimiento que el deudor o sea defectuosa, realizada por persona incapaz, ante tribunal incompetente, o en el
poseedor efectúa del derecho de aquél contra quien prescribe (art. 2545). El recono- plazo de gracia previsto en el ordenamiento procesal.
cimiento es un acto unilateral, que no necesita de la aceptación del acreedor, lo
que lo distingue claramente de la renuncia. · La aplicación de este precepto plantea diversos problemas que estudiare-
mos a continuación:
El reconocimiento puede ser expreso o tácito (art. 733). Ejemplo de este
último es el cumplimiento parcial de la obligación o de sus intereses, o el pedi- a) Concepto de petición judicial.- El Código Civil de VÉLEZ disponía que
do de una prórroga -vencido el plazo pactado- para efectuar el pago. la prescripción se interrumpía por demanda (art. 3986). Pero, ¿qué se entiende
por demanda? Ante todo, la doctrina y la jurisprudencia entendieron que debía
Para que sea válido el reconocimiento, debe ser hecho por persona capaz de tratarse de una demanda judicial; con otras palabras, un reclamo privado -trá-
disponer del derecho al que se refiere el reconocimiento. tese de requerimientos, notificaciones, protestas, etcétera- era insuficiente.
¿Es eficaz el reconocimiento hecho luego de vencido el plazo de la pres- A su vez, se aceptó que el alcance de la palabra demanda no se agotaba
cripción? Según una opinión muy generalizada, el reconocimiento, como hecho únicamente en la acción formalmente entablada, sino que abarcaba también a
interruptivo de la prescripción, no puede tener lugar sino antes del vencimien- todo acto procesal, a toda petición judicial en los términos del vigente art. 2546,
to del plazo legal, pues no se concibe que pueda interrumpirse una prescrip- que demuestre en forma .auténtica que el acreedor no ha abandonado su cré-
ción ya cumplida; sin perjuicio, se agrega, de que diCho reconocimiento podría dito y que tiene el propósito de hacerlo valer. La Corte Suprema ya había
eventualmente tener el significado de una renuncia a la prescripción ya ganada, resuelto que por demanda debe entenderse toda presentación judicial que
si las circunstancias del caso demuestran que se trata de renuncia. traduzca la intención de mantener vivo el derecho de que se trate (sentencia
del día 7/11/1989, "García c. Provincia de Formosa", Fallos 312:2134). Basta,
Nos parece que esta opinión paga un tributo excesivo a la lógica formal. pues, para interrumpir la prescripción, entre otras, el pedido de verificación
Estrictamente parecería un contrasentido hablar de interrupción de una pres- de créditos hecho en el concurso o quiebra, el pedido de quiebra, el pedido de
cripción ya cumplida; pero hay que cons.iderar que la prescripción no se opera medidas cautelares, las medidas preparatorias de la demanda, las medidas de
de pleno derecho por el solo vencimiento de los plazos. En v~rdad, el cumpli- prueba anticipada, la preparación de la vía ejecutiva, la acción de hábeas data.
miento de éstos tiene solamente el efecto de poner al deudor en condiciones En cambio, y si bien existen criterios contrapuestos respecto de la incidencia
de accionar o de .opon~rse a la demanda. Pero mientras . no lo hace, no hay del beneficio de litigar sin gastos sobre el reclamo principal, entendemos .q ue
prescripción definitivamente ganada. Y si el deudor,lejos de oponer oportu.., ese incidente no interrumpe el plazo de pr~scripción pues no existe obstáculo
namente la prescripciqn, reconoce, por el contrario, 1\l deu.da, es obvio que se para promover la demanda, que se la puede iniciar sin más;·e, incluso, el objeto
confiesa d~udor, con lo que basta para interrumpir el curso de la prescripción. del beneficio es liberarse de afrontar los gastos causídicos, objeto que difiere
' del reclamo principal. ~
vía judicial. Lamentablemente esta solución fue eliminada del texto del Códi- efecto de interrumpir la prescripción provoca efectos interruptivos siempre
go vigente. que mencione la cosa demandada con exactitud y contenga una petición en
términos claros y concretos. Además, si bien se puede ampliar la demanda con
A pesar de la supresión de la norma proyectada, entendemos que es nece- posterioridad, no se puede modificar el derecho invocado y reclamado. Tal es
sario distinguir entre simples gestiones y un reclamo administrativo, y, a su vez, la práctica en el foro judicial.
diferenciar si es obligatorio presentar el reclamo para agotar la vía administra-
tiva de manera previa o no. Una simple gestión administrativa no configura un e) Eficacia de la petición judicial no notificada.- La sola petición judicial,
reclamo ni denota una petición judicial; por lo tanto no interrumpe el curso de aunque no esté notificada, interrumpe el curso de la prescripción porque basta
la prescripción. En cambio, el reclamo administrativo previo, cuando es exigi- con aquella a!=tuación para indicar el propósito del acreedor de no abandonar
do por la ley como recaudo imprescindible para iniciar la demanda, presenta sus derechos. ',
efectos interruptivos; ello es así, pues si bien tal reclamo no es propiamente una
d) Contra quién debe dirigirse la petición judicial.- La petición judicial debe
petición judicial, existe una imposibilidad jurídica de promover la demanda si
dirigirse contra el deudor (art. 2546); la entablada contra un tercero, sea o no
no se ha agotado la vía administrativa previa. ¿Y si el reclamo administrativo
por error, no interrumpe la prescripción.
no es exigido P~or la ley? Resulta claro que no puede tener efectos interruptivos
del curso de la prescripción, pero entendemos que importa un requerimiento e) Extinción del efecto interruptivo de la petición judicial.- La interrupción
fehaciente en los términos del art. 2541 que provoca la suspensión del curso de del curso de la prescripción, causada por la petición judicial realizada, se tendrá
la prescripción por el plazo de seis meses o el menor que corresponda. por no sucedida si quien la hizo desiste del proceso o se decreta la caducidad
de la instancia o si deviene firme la resolución que pone fin a la cuestión con
Debe agregarse que la prescripción de las acciones derivadas de las relacio- autoridad de cosa juzgada formal (art. 2547).
nes laborales se interrumpe por la reclamación ante la autoridad administrativa
del trabajo, mientras dura el trámite, pero en ningún caso por más de seis me- Desistida la petición judicial, entonces, desaparece la interrupción. Sin
ses (art. 257, ley 20.744). Sin perjuicio de ello, determinó la Cámara Nacio- embargo, este principio no es absoluto. Si es evidente que la acción se desiste
nal del Trabajo, en pleno (in re "Martínez, Alberto c. YPF SA'', 6/6/2006, LL por inconvenientes procesales insalvables y con el propósito de reiniciar de
Online, 35003504), como doctrina obligatoria, que la citación para el trámite inmediato y correctamente la acción, la interrupción subsiste. Así ocurre si el
conciliatorio ante el SECLO, no surte los efectos de la interpelación prevista actor se allana a la excepción de incompetencia de jurisdicción para reiniciar
en el art. 3986, párr. 2°, del Código Civil de VÉLEZ, norma que es análoga al de inmediato la demanda ante juez competente o si se allana a una excepción
vigente art. 2541. de defecto legal para promover de inmediato una nueva demanda o si desiste
de un juicio ejecutivo para iniciar el ordinario.
b) Eficacia de la petición judicial viciada.- La petición judicial produce
efecto interruptivo del curso de la prescripción aunque sea hecha ante tribunal La caducidad de la instancia también extingue la interrupción, que queda
incompetente y aunque sea defectuosa -es decir, que tenga defectos formales como no sucedida. Y, con mayor razón desde luego, el rechazo de la demanda
o procesales- y aunque sea hecha por persona incapaz (art. 2546). Es lógico por sentencia definitiva la extingue también.
que así sea, porque la interrupción no se deriva de la eficacia legal del proceso, f) Demanda presentada al día siguiente del vencimiento del plazo de prescrip-
sino de la voluntad judicialmente manifestada de hacer valer los derechos. ción.- Conforme los ordenamientos procesales que rigen en las diferentes
jurisdicciones del país, los e~critos pueden presentarse en el plazo de gracia ...
¿Es válida la demanda interpuesta al solo efecto de interrumpir la prescrip-
que ellos establecen, que corre durante las primeras horas del primer día hábil
ción? Se ha resuelto -mientras regía el Código Civil de VÉLEz, pero perfec-
siguiente al del vencimiento del término (en la mayoría de los casos, el plazo de
tamente aplicable al Código vigente- que la interposición de una demanda al
gracia se extingue al vencer las dos primeras horas hábiles). ¿Esta disposición
sólo efecto de interrumpir la prescripción es inadmisible, pues constituye una
convalida también la interrupción de la prescripción por una demanda presen-
práctica sin fundamento normativo sustancial o ritual, en tanto el art. 3986 del
tada al día siguiente del vencimiento y dentro del plazo de gracia?
derogado Código, al otorgar efectos interruptivos a la demanda aun cuando
fuera defectuosa, no se refiere a una pretensión autónoma que ciña su objeto La cuestión dio lugar a una jurisprudencia vacilante. Algunos tribunales se
a provocar dicha interrupción, a sabiendas de su defectuosidad (CNTrab., sala inclinaron por afirmar que interrumpe el curso de la prescripción la demanda
VIII, 31/3/2010, "Rubesa c. Met Life Seguros", DJ nro. 48/2010, p. 14). No presentada dentro del referido plazo de gracia; otros, en cambio, consideraron
compartimos este criterio. A nuestro juicio, la demanda interpuesta al solo que se producía la interrupción sólo en el caso de que el día del vencimiento
316 ALEJANDRO BORDA (DI R.) PR.ESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 317
del término fuera inhábil para iniciar la demanda, pues siendo así existió im- acreedor ejerce el derecho de retención es porque mantiene viva su pretensión
posibilidad de hecho para ejercer la acción en tiempo propio; y, finalmente, de exigir la satisfacción de su derecho.
otros resolvieron que ni aun en el supuesto de que el día del vencimiento fuera
inhábil para demandar, puede admitirse el efecto interruptivo de una demanda 2.-Efectos
interpuesta después de vencido el término, pues los plazos de prescripción son
plazos de la legislación de fondo, que no deben confundirse con los plazos 531. Desde cuándo comienza a correr nuevamente la prescripción
procesales.
Hemos dicho ya que interrumpida la prescripción, queda borrado el tiem-
El art. 2546 resolvió definitivamente la cuestión: la presentación de la po transcurrido anteriormente y la prescripción empieza a correr de nuevo
petición judicial en el plazo de gracia previsto en el ordenamiento procesal (art. 2544). Pero cabe preguntarse en qué momento comienza a computarse el
aplicable, interrumpe el curso de la prescripción. Es la buena solución por dos nuevo plazo. ·
motivos: primero, porque los plazos se cuentan por día completo y los tribuna-
a) Si se trata de la interrupción producida por un reconocimiento, la pres-
les no funcionan hasta las doce de la noche; y, segundo, porque en caso de duda
cripción empieza a correr inmediatamente después de dicho acto.
habrá de estarse a la supervivencia del derecho y no a su pérdida.
b) Si se trata de una petición judicial, el curso de la nueva prescripción
529. Solicitud de arbitraje empieza a correr desde el momento en que se dictó la sentencia que acoge la
pretensión. Si la demanda ha sido rechazada por incompetencia de jurisdic-
El curso de la prescripción se interrumpe por la solicitud de arbitraje (art. 2548, ción o por defectos formales o por incapacidad del actor, la nueva prescripción
1a parte). Aunque la ley habla sólo de arbitraje, deben considerarse compren- empieza a correr desde la sentencia que rechaza la demanda. Es importante
didos en la disposición tanto cuando intervienen árbitros propiamente dichos destacar que los supuestos señalados no deben ser confundidos con el rechazo
(arts. 736 y ss., Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación), como cuando lo hacen de la demanda por motivos de fondo, pues la interrupción en este caso debe
arbitradores o amigables componedores (arts. 766 y ss., Cód. citado). entenderse como no ocurrida.
El Código Civil de VÉLEZ hacía referencia al compromiso hecho en es- e) Finalmente, si se trata de una solicitud de arbitraje, rige la misma solu-
critura pública, a fin de que sea procedente el juicio de árbitros (art. 3988). El ción que en el caso anterior en cuanto sea aplicable (art. 2548, 2a parte) . Con
Código Civil y Comercial se ha apartado de esta directiva y no exige forma otras palabras, la prescripción empieza a correr nuevamente a partir del laudo
alguna para pedir el arbitraje, por lo que bien puede formularse por instrumen- arbitral firme. ¿O!Ié ocurre si se decreta la nulidad del laudo arbitral? El efecto
to privado. Si el procedimiento arbitral ha sido previsto por la ley, el pedido interruptivo de la solicitud arbitral no desaparece, comenzando a correr un
de arbitraje deberá ajustarse a las pautas legales. Y si fue convenido contrac- nuevo plazo de prescripción a partir de la notificación de la sentencia nulifica-
tualmente, habrá que diferenciar si fue pactado en el mismo contrato (la lla- dora del laudo.
mada cláusula compromisoria) o en un acto posterior. En el primer caso, será
necesario impulsar el procedimiento previsto para interrumpir el curso de la 532. Quién puede interru~pir y contra quiénes
prescripción; en el segundo, el mer~ acuerdo lo interrumpe.
La interrupción de la prescripción no se extiende a favor ni en contra de los
interesados, excepto que se trate de obligaciones solidarias o indivisibles (art. 2549).
Como regla, la solicitud de arbitraje debe hacerse antes de que haya ven- ...
Por lo tanto, cuando estamos ante una obligación simplemente mancomunada
cido el plazo de prescripción, pues si es tardío, el deudor podrá alegada como
divisible, la interrupción favorece o perjudica exclusivamente a las personas
excepción. Pero decimos como regla, porque si el arbitraje fuere acordado por
que se encuentran en la causal respectiva, no propagándose hacia los demás in-
las partes con posterioridad al vencimiento del plazo prescriptivo, tal acuerdo
teresados en la prescripción. Ello no obsta a que pueda favorecer o perjudicar a
impide al deudor pretender invocar la prescripción ocurrida.
los sucesores universales de las partes y que pueda ser invocada por el acreedor
de cualquiera de ellas en ejercicio de la acción subrogatoria.
530. Derecho de retención
Pero si se trata de una obligación solidaria o simplemente mancomuna-
El art. 2592 establece que la facultad de retención: ... e) mientras subsiste, in- da indivisible, la interrupción afecta a todos los interesados. La solución se
terrumpe el curso de la prescripéión extintiva del crédito al que accede. Es que si el justifica por las siguientes razones. Si se trata de una obligación indivisible,
318 ALEJANDRO BORDA (DIR..)
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 319
las características propias de la indivisibilidad -esto es que la prestación no
aplicación abusiva del adagio quod dicet de uno, negat de altero. Si una imposi-
puede ser cumplida sino por entero (art. 813)- hacen que la interrupción de
bilidad de hecho basta para permitir la dispensa de la prescripción, con cuánta
la prescripción beneficie y afecte a los demás coacreedores y codeudores.
mayor razón debe autorizarlo la imposibilidad jurídica, que es un obstáculo
Si se trata de una obligación solidaria, como puede ser reclamada por cual- aún más invencible. Ejemplo de una imposibilidad de derecho es el caso de
quiera de los acreedores solidarios contra cualquiera de los deudores solidarios reclamar el .pago de una indemnización por la muerte de una persona, que
(art. 833), es claro que la interrupción afecta a todos ellos. requiere primero la acreditación del vínculo familiar, pudiendo ocurrir que re-
sulte necesario primero emplazarse en el estado de hijo.
Y, finalmente, no se propagan los efectos de la interrupción en las obliga-
ciones concurrentes (art. 851, inc. e]). Tal razón obedece a que los deudores Se ha declarado que autorizan la dispensa de prescripción: las revoluciones,
deben cumplir la prestación debida por diversas causas. guerras, cuarentenas, inundaciones; la clausura de los tribunales; la internación
del actor en un hospicio con diagnóstico de alienación mental.
C.- DISPENSA En cuanto a las maniobras dolosas, es razonable admitir que ellas pueden
ser llevadas a cabo no sólo por el deudor, sino también por un tercero. Lo que
533. Dispensa de la prescripción corrida: imposibilidad de obrar importa, en definitiva, es que se obstaculice al acreedor el ejercicio del derecho.
Dispone el art. 2550, párr.1 °, que eljuez puede dispensar de 'la prescripción ya La carga de la prueba de los hechos que autorizan .la dispensa y de la fecha
cumplida al titular de la acción, si dificultades de hecho o maniobras dolosas le obs- en que cesó la imposibilidad, corren por cuenta del acreedor. Debe tenerse en
taculiúm temporalmente el ejercicio de la acción, y el titular hace valer sus derechos cuenta que la dispensa es de interpretación restrictiva porque, en principio,
dentro de los seis meses siguientes a la cesación de los obstáculos. debe respetarse la inalterabilidad de la prescripción cumplida.
Se trata de un supuesto, en la práctica muy importante, de dispensa de la e) Momento en que debe hacerse valer la acción.- La demanda debe iniciarse
prescripción cumplida. Veamos cuáles son los problemas que esta institución dentro del plazo de seis meses siguientes a la cesación de los obstáculos, sean
suscita. dificultades de hecho, sean maniobras dolosas (art. 2550, párr. 1°).
a) Naturaleza.- Ante todo, es preciso hacer notar que no estamos en pre- Si se trata de personas incapaces sin representante, el plazo es el mismo
sencia de una suspensión de la prescripción: a) porque la suspensión se opera pero se lo computa desde la cesación de la incapacidad o la aceptación del car-
ipso jure por una causa legal, rígida, cuya existencia el juez se limita a comprobar; go por el representante (art. 2550, párr. 2°).
en tanto que la dispensa la concede el juez en virtud de una imposibilidad cuya \
gravedad aprecia soberanamente; b) porque la imposibilidad de obrar no de- La norma añade un supuesto más: las sucesiones que permanecen vacantes
tiene el curso de la prescripción, que, por hipótesis, está ya cumplida, sino que (es decir, sin que existan herederos) sin tener curador designado. En tal caso,
prolonga la vida de la acción más allá del término de prescripción. procede la dispensa si el curador que se designe hace valer los derechos dentro
de los seis meses de haber aceptado el cargo (art. 2550, párr. 3°).
b) Casos en que procede la dispensa.- Según una doctrina muy generalizada,
la imposibilidad de hecho debe consistir en un obstáculo grave, de carácter
general o colectivo, tal como una inundación, una guerra, una peste, etcétera; § 3.- COMIENZO DEL CÓMPUTO Y PLAZOS DE PRESCRIPCIÓN
t
pero la jurisprudencia, procediendo con laudable flexibilidad, ha decidido en
numerosas oportUnidades que también la imposibilidad individual es causa A.-/NtCIACIÓN
de dispensa. Esta interpretación encuentra un sustento fundamental en dos
casos previstos por el propio art. 2550: el de los incapaces sin representante y 534. Desde cuándo comienza a correr el término: regla general
el de la víctima de maniobras dolosas, siempre que tales maniobras se probaran
debidamente. La prescripción comienza a correr desde el momento en que la prestación
es exigible (art. 2554). Es evidente que antes de ese momento no puede em-
Es necesario hacer notar también que el texto habla de dificultades de he-
pezar a correr el término, desde que la prescripción se funda en la inacción del
cho. ¿Esto quiere decir que los obstáculos de derecl¿o son inhábiles para conceder
acreedor y no hay inacción si ha mediado imposibilidad de accionar judicial-
la dispensa de la prescripción? Ésta sería una conclusión falsa, fundada en una
mente.
320 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 321
Por ello, si estamos ante un derecho eventual, esto es, un derecho que no norma se aplica a todos los representantes, sean legales, sean voluntarios, sean
tiene existencia ni siquiera como condicional (y por lo tanto no está incorpo- orgánicos. El momento en que el representante debe rendir cuentas puede
rado al patrimonio de una persona ni genera acciones conservatorias) porque surgir (i) de la ley (como ocurre con el tutor que debe realizarlas al término de
su existencia depende de un hecho vinculado a alguno de sus elementos cons- cada año, si el juez no dispone rendiciones más abreviadas, art.130; o como su-
titutivos, hecho que todavía no ha acaecido (por ejemplo, los derechos a una cede en los negocios de ejecución continuada, en los que la rendición de cuen-
herencia futura), pero que puede llegar a existir, la prescripción sólo empezará tas debe practicarse al concluir cada uno de los períodos o al final de cada año
a correr desde que el derecho eventual adquiere existencia real y pasa a formar calendario, art. 861, inc. b]), (ii) del acto jurídico (por ejemplo, en el mandato
parte del patrimonio de su titular. representativo, cuando las partes pactaron rendiciones ·periódicas), o (iii) del
Aunque el principio es en sí mismo claro, su aplicación práctica suele dar estatuto social (que no puede prever plazos más amplios que los dispuestos en
lugar a dificultades. A ello se debe que el Código Civil y Comercial haya in- la ley pertinente). Además de estas rendiciones periódicas, en todos los casos
cluido algunas normas referidas a ciertos casos concretos y a que los tribunales el representante deberá practicar una rendición de cuentas final, al terminar su
hayan debido decidir, desde antaño, numerosas situaciones en las que la solu- gestión. De más está decir que si existen períodos rendidos, ellos no deben ser
ción distaba de ser pacífica. Nos referiremos a ellas en los párrafos que siguen. contemplados en la rendición de cuentas final.
a) Acciones personales en general.- Las acciones personales no sujetas a pla- La acción para reclamar la rendición de cuentas no debe confundirse con la
zo o condición, lleven o no intereses, comienzan a prescribir -como antes que se tiene para reclamar el resultado líquido de esa rendición de cuentas: esta
hemos dicho- desde que la prestación es exigible. Qyedan así comprendidas última empkza a prescribir desde el día en que hubo acue~do entre las partes
todas las obligaciones, estén documentadas o no, tengan su causa en un con- (acuerdo que podrá ser expreso o resultar de manera táctica de conformidad
trato o en cualquier otro hecho del que pueda nacer la acción. con las pautas fijadas en el artículo 862) sobre el resultado o en que éste fue
fijado por decisión judicial pasada en autoridad de cosa juzgada (art. 2555, 2a
b) Derechos sujetos a condición o plazo.- El principio es que la prescrip- parte).
ción comienza sólo después del cumplimiento del plazo o la condición, lo que
es lógico, pues hasta entonces la prestación no es exigible (arts. 343 y 350). d) Prestaciones periódicas.- El plazo de prescripción para reclamar la con-
Naturalmente, nos estamos refiriendo al plazo suspensivo y a la condición sus- traprestación por servicios o suministros periódicos, comienza a correr desde
pensiva, únicos que posponen el nacimiento de la acción; por el contrario, el que cada retribución se torna exigible (art. 2556). Por lo tanto, el prestador del
plazo resolutorio y la condición resolutoria pactadas no obstan a la exigibilidad servicio o el suministrante deberá exigir el pago de la contraprestación debida
inmediata de la prestación, pero la obligación se extinguirá al vencer el plazo cuando cada una de ellas sea exigible, sin importar el tiempo en que ejecutó
convenido o producirse la condición prevista (arts. citados). el servicio o realizó el suministro. Más allá de la letra expresa de la ley, resul-
ta razonable extender esta solución a todo tipo de prestación periódica, tales
El Código se ha referido en especial al supuesto del crédito sujeto a pla- como el pago de alquileres o del canon delleasing, de la cuota alimentaria, de
zo indeterminado (que incluye también al denominado pago a mejor fortuna, servicios públicos domiciliarios, de rentas vitalicias o de las expensas comunes
pues el art. 889 dispone para este supuesto la aplicación de las normas de las en la propiedad horizontal.
obligaciones a plazo indeterminado); esto es, aquel crédito cuyo plazo para
ser satisfecho necesita que el juez ~a pedido de parte- lo fije, mediante el e) Prestaciones a intermediarios.- El plazo de prescripción para reclamar la
procedimiento más breve que la ley local prevea (art. 887, inc. b ]). En este caso, retribución por servicios de corredores, comisionistas y otros intermediarios se
el crédito es exigible desde la determinación -judicial- del plazo (art. 2559, cuenta, si no existe plazo convenido para el pago, desde que concluye la acti- ..
1a parte). Pero, ¿desde cuándo comienza a correr el término de la prescripción vidad (art. 2557) . Con otras palabras, el plazo de prescripción de la acción del
para la fijación judicial del plazo? Su cómputo se inicia desde la celebración intermediario para exigir el pago de los servicios prestados comienza a correr
del acto (art. 2559, 2a parte). Y si prescribe la acción para la fijación judi- desde la fecha en que se convino tal pago; y, si nada se hubiera estipulado, el
cial del plazo de cumplimiento, prescribe también la acción de cumplimiento cómputo del plazo se inicia desde que finalizó su actividad.
(art. 2559, 3a parte). f) Honorarios.- El art. 2558 dispone que cuando se trate del cobro de ho-
e) Rendición de cuentas.- El plazo de prescripción para reclamar la ren- norarios devengados en procedimientos judiciales, arbitrales o de mediación,
dición de cuentas empieza a correr el día en que el obligado debe rendirlas o, el plazo de prescripción para reclamarlos corre desde que:
en su defecto, cuando cesa en la función respectiva (art. 2555, 1a parte). Esta (i) Vence el plazo para su pago, fijado en resolución firme que los regula.
322 ALEJANDRO BORDA (DIR.) PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 323
(ii) La resolución que regula los honorarios quede firme, si ella no ha de- sistema tan complicado, que sólo podía ser conocido por los especialistas. Y
terminado un plazo para su pago. quizás ninguna materia como ésta debe ser puesta al alcance de los profanos.
Es que los regímenes legales -y particularmente cuando está en juego la pér-
(iii) ~ede firme la resolución que pone fin al proceso, si los honorarios no
han sido regulados. dida de un derecho- deben ser, en lo posible, simples y claros, de tal modo
que las personas sujetas a la ley no puedan ser sorprendidas por una norma que
(iv) Cuando el acreedor toma conocimiento de que su servicio profesional las priva de sus derechos.
ha concluido, y ello antes de la resolución que pone fin al proceso (p. ej. notifi-
cación de revocación de poder). En esta línea de simplificación brilla el Código alemán, que admite sólo
tres plazos: uno, el ordinario, de tres años, otro de diez años para las preten-
Debe destacarse que la norma no se refiere a los honorarios extrajudiciales. siones de transmisión de la propiedad inmueble y de constitución, transmisión
Entendemos que en éste caso el plazo de prescripción comienza a correr desde o cancelación de derechos sobre ella, y el último de treinta años para casos
que venza el plazo acordado por las partes para realizar el pago, y si nada se excepcionales vinculados a pretensiones (i) de restitución por derechos de pro-
hubiera acordado, el plazo empezará a correr desde que el profesional termine piedad y otros derechos reales, (ii) sobre derechos familiares y hereditarios, (iii)
su tarea, y si no lo 'hubiera terminado, desde que se aparta o fuera .apartado por que tengan calificación de cosa juzgada, (iv) que dimanen de una transacción
el cliente (conf. E EN AVENTE, María 1., Código Civil y Comercial de la Nación, ejecutiva o de un título ejecutivo, y (v) que hayan causado ejecutoria mediante
Dir.: Alberto]. BuERES, t. 6, p. 92, Ed. Hammurabi, 2017). declaración recaída en un procedimiento de insolvencia (arts. 195-197).
g) Acción de saneamiento en caso de evicción.- El plazo de prescripción de la El Código Civil y Comercial ha procurado simplificar los plazos de pres-
acción de saneamiento no empieza a correr desde el día en que tuvieron lugar cripción. Sin embargo, dos cuestiones introducidas conspiran contra esta pre-
los actos o reclamos que turbaron el derecho adquirido, sino desde el momento misa. Por un lado, la previsión de que es admisible que las legislaciones locales
que la evicción queda consumada por laudo firme o sentencia pasada en auto- determinen otros plazos diferentes (art. 2560); por el otro, la aparición de un
ridad de cosa juzgada, pues recién en ese momento la garantía de evicción es plazo particular de tres años para el reclamo de la indemnización de daños de-
exigible (arg. art. 2554). rivados de la responsabilidad civil (art. 2561, párr. 2°), que genera importantes
inconvenientes como se verá más adelante.
8.- PLAZOS
537. El supuesto de imprescriptibilidad
535. Idea general del sistema del Código El Código Civil y Comercial prevé un supuesto de imprescriptibilidad de
la acción. En efecto, dispone q!J.e las acciones civiles derivadas de delitos de lesa
Como principio general, la ley establece que el plazo de prescripción es humanidad son imprescriptibles (art. 2561, párr. final).
de cinco años, excepto que esté previsto uno diferente en la legislación local
(art. 2560). Pero a continuación determina una serie de casos particulares en Se considera crimen de lesa humanidad a la persecución de un grupo o
los que tales plazos sé abrevian, a veces de modo notable. Es que muchas veces colectividad con identidad propia fundada en motivos políticos, raciales, na-
se siente urgencia de dar firmeza a ciertas situaciones o relaciones jurídicas; es cionales, étnicos, culturales, religiosos o de género, u 'otras razones universal-
bueno que si el acreedor ha de ejercer sus derechos lo haga en un término breve mente reconocidas como inaceptables con arreglo al derecho internacional
de modo que el deudor sepa a qué atenerse. (conf. Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional, art. 7.1, inc. h]). En t
la Argentina, debe recordarse el dictamen del Procurador gener:J, que la Corte
También establece el Código plazos mayores que el ordinario; ellos co- Suprema hizo suyo en el fallo del día 11/9/2007, en los autos "Derecho, René"
rresponden a supuestos de prescripción adquisitiva, pero también a casos de (Fallos 330:3074), en el que se dijo que el requisito más relevante para que un
prescripción liberatoria. Además, debe señalarse que existen casos de impres- hecho pueda ser estimado como un delito de lesa humanidad es que haya sido
criptibilidad.
llevado a cabo como parte de un ataque que sea a la vez sistémico o genera-
lizado, requiriéndose que el hecho inhumano sea cometido según un plan o
536. Importancia de un sistema ~implificado de plazos política preconcebida, dirigidos a una multiplicidad de víctimas.
El sistema del Código de VÉLEZ se resentía de una extraordinaria diversi- Es conveniente destacar que la imprescriptibilidad prevista en el.mentado
dad de plazos, que perjudicaba la claridad del régimen legal. Se trataba de un art. 2561 no está referida a la cuestión penal propiamente dicha (que debe ser
1
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tratada en el ordenamiento pertinente) sino que versa acerca de las acciones Se advierte así, en los códigos más modernos, una tendencia a reducir los
civiles derivadas de tales delitos, entre las que se destaca la de reparación de plazos demasiado largos del derecho antiguo. El dinamismo en el tráfico jurí-
daños. dico que caracteriza a la sociedad contemporánea exige no prolongar demasia-
do la incertidumbre que se cierne sobre los derechos no ejercidos. Ponderando
1.- Prescripción ordinaria tales circunstancias, el Código Civil y Comercial ha reducido a la mitad el
plazo ordinario de diez años que preveían el Código Civil de VÉLEZ (art. 4023)
y el Código de Comercio (art. 846).
538. El art. 2560
540. Algunos ejemplos
Establece esta norma que el plazo de prescripción es de cinco aiíos, excepto que
esté previsto uno diferente en la .legislación local. Conviene señalar algunos ejemplos que quedan incluidos en el plazo de
prescripción ordinario, por cuanto -en ciertos casos- tenían plazos especia-
Éste es, pues, el plazo ordinario, que se aplica a toda acción a la que la ley les en el Código Civil de VÉLEZ o en el Código de Comercio.
no atribuya uno diferente. Y siendo éste el principio general, las normas rela-
tivas a plazos de prescripción más abreviados son de interpretación restrictiva. Así, cabe mencionar el plazo de prescripción para el reclamo de deudas
justificadas por cuentas de venta aceptadas, liquidadas o que se presumen li-
El texto legal transcripto dispone que la legislación local puede fijar un pla- quidadas, o para promover la acción de reducción hereditaria.
zo diferente. Pero ¿realmente la legislación local puede establecer un plazo de
Otro caso es el del reclamo de los honorarios profesionales (de abogados,
prescripción diferente? Hemos dicho más arriba (nro. 502) que la prescripción
procuradores, escribanos, médicos, dentistas, masajistas, parteras, enfermeros,
es una materia atinente a los códigos de fondo o, con otras palabras, una cues-
psicólogos, veterinarios, intermediarios, arquitectos, ingenierqs, agrimensores,
tión delegada por las provincias al gobierno federal, cuya regulación resulta
. contadores, martilleros, etcétera). Lo mismo acaece con los peritos, adminis-
atribución del Congreso de la Nación, por lo que está vedada a la legislación
tradores, interventores, depositarios y veedores designados en los procesos ju-
local su tratamiento. Esta postura ha sido consagrada, desde tiempo atrás, por
diciales o arbitrales, y con los árbitros y los mediadores. En cambio, para los
la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN, 30/9/2003, "Filcrosa SA'',
jueces integrantes del Poder Judicial, funcionarios y empleados judiciales, toda
ED 205:207). Obedeciendo a tal motivo, se ha cuestionado con razón, la cons-
vez que sus retribuciones son pagadas por el Estado y no por los particulares,
titucionalidad de la norma. No nos enfrentamos ante un supuesto limitado a
resulta inaplicable el art. 2560.
los tributos (previsto en el art. 2532) en los que hemos admitido la competen-
cia de las legislaciones locales a determinar otros plazos de prescripción, siem- El punto inicial del plazo de prescripción para reclamar honorarios por
pre que sean menores a los de la legislación de fondo, pues -en definitiva- es servicios prestados en procedimientos judiciales, arbitrales o de mediación,
el estado local el que renuncia a un derecho que tiene (véase nro. 502). Acá está fijado en el art. 2558, que ha sido tratado en el nro. 534, y allí nos remiti-
estamos ante la generalidad de los plazos de prescripción que gobiernan las mos. Sin perjuicio de lo que la indicada norma dispone, resulta necesario que
relaciones entre particulares, relaciones que son objeto de regulación por parte el estado del proceso permita la regulación de los honorarios; si ello no ocurre
del Código Civil y Comercial, y que no pueden ser modificadas localmente. -como cuando no se hubiera establecido el monto del juicio g, en los procesos
sucesorios, el patrimonio del causante- no puede comenzar a correr el plazo
539. El plazo de prescripción ordinario en la legislación comparada de prescripción. ·
"
En los demás casos de reclamo de honorarios, el plazo de prescripción co-
La legislación comparada ofrece un panorama absolutamente dispar en lo
mienza a correr desde que sea exigible la contraprestación, lo que normalmente
que se refiere al plazo de la prescripción liberatoria. Algunos códigos lo fijan
coincide con la finalización de la propia prestación profesional. Es lo que se
en veinte años (portugués, art. 309; uruguayo, art. 1216). Diez años es el fijado
prevé subsidiariamente para la retribución de los servicios del intermediario
por los Códigos italiano (art. 2946), venezolano (art. 1977), de las obligacio-
(art. 2557).
nes suizo (art. 127), mexicano (art. 1159), paraguayo (art. 659), ecuatoriano
(art. 2415), peruano (art. 2001) y brasileño (art. 205); cinco años es el que Finalmente, hay que tener presente que si el profesional se encuentra en
prevén los Códigos chileno (art. 2515), español (art. 1964), francés (art. 2224) una relación de dependencia con su principal, que le paga su r~tribución por
y cubano (art. 114); y tres años por el Código alemán (art. 195). períodos fijos (por lo general, mensualmente), en verdad percibe un salario,
326 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 327
por lo que el plazo de prescripción resulta ser de dos años (art. 256, ley 20.744, El segundo requisito es que lapersona dañada sea incapaz. Dentro de la inca-
véase nro. 558). pácidad entran todas las personas que no sean plenamente capaces. Con otras
palabras, quedan incluidas las personas menores de edad, los emancipados, las
2.- Plazos mayores personas declaradas incapaces, las personas cuya capacidad se ha restringido y
los inhabilitados.
541. Plazos referidos a derechos reales
Las diferentes incapacidades gravitan sobre el comienzo del cómputo del
El art. 2565 dispone que los derechos reales principales se pueden adquirir por plazo de prescripción, pues si bien en todos los casos el plazo comienza a correr
prescripción en los términos de los arts. 1897 y ss. desde que ella cesa (art. 2561, párr. 1°, 2a parte), la incapacidad de las perso-
nas menores de edad y de los emancipados finaliza automáticamente cuando
En t:¡]es normas se regu!an dos tipos de prescripción í!-dquisitiva (breve y
cumplen dieciocho años (art. 25); en cambio, en los demás casos se requiere del
larga), que a su vez distinguen según la cosa que se pretende usucapir.
dictado de la sentencia judicial que disponga el cese de la incapacidád o de la
Para adquirir por prescripción derechos reales sobre un inmueble; y si se restricción o de la inhabilitación (arts. 47 y 50).
tiene justo título y buena fe, es necesario poseer la cosa durante diez años. En
cambio, en el mismo caso -esto es, que se tenga justo título y buena fe- la 3.- Plazo de tres años
prescripción adquisitiva de derecho~ reales sobre una cosa mueble, hurtada o
perdida, requiere de la posesión de dos años, plazo que se cuenta desde que 543. Acción de reparación de daños derivados de la responsabilidad civil
o,
se tenga la posesión efectiva de la cosa si se trata de muebles registrables, el
cómputo de la posesión útil comienza desde la registración del justo título, que El reclamo de la indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil
puede tener carácter oneroso o gratuito. Ambos supuestos conforman los casos prescribe a los tres años (art. 2561, párr. 2°).
de prescripción adquisitiva breve (art. 1898).
La norma genera confusión. En efecto, una primera lectura lleva a afirmar
Si, en cambio, se trata de adquirir por prescripción derechos reales, y se que la reparación de cualquier daño derivado de la responsabilidad civil pres-
carece de justo título o buena fe, se torna menester poseer la cosa durante cribe a los tres años. Esta afirmación, incluso, se ve robustecida por la idea que
veinte años. Este plazo es aplicable a la prescripción adquisitiva respecto de gobierna el Código Civil y Comercial acerca de la unificación de los regímenes
cualquier cosa, excepto que se trate de una cosa mueble registrable, no hurtada de la responsabilidad civil, sea contractual, sea extracontractual.
ni perdida; en este supuesto, y siempre que el poseedor hubiera recibido la cosa
de manos del titular registralo de su cesionario sucesivo, y que -además-los Sin embargo, también debe considerarse que la referida interpretación li-
elementos identificatorios que se prevean en el respectivo régimen especial neal de la norma rompe la simplicidad que se ha procurado alcanzar en el
sean coincidentes, el plazo es de diez años. Tales resultan ser los supuestos de régimen legal, en atención a la eventual superposición con el plazo prescriptivo
prescripción adquisitiva larga (art. 1899). ordinario de cinco años, que puede surgir.ante un supuesto de incumplimiento
contractual. Así, por ejemplo, la omisión por parte del locatario de devolver la
Conviene tratar estas cuestiones en profundidad en el curso referido a los cosa al terminar el plazo contractual (art. 1210), tendría un plazo de prescrip-
derechos reales y allí nos remitimos. ción de cinco años; sin embargo, el lapso de prescripción para que el locador
reclame por el daño sufrido a raíz de ese incumplimiento (v.gr., por no poder '!>
542. El resarcimiento de daños por agresiones sexuales disponer de la cosa) se vería reducido a tres años. Ejemplos similares se dan en
todos los contratos que se extingan por incumplimiento de una de las partes,
El reclamo del resarcimiento de daños por agresiones sexuales irifligidas a perso- incumplimiento éste que cause un daño a la otra. Una solución así resulta cla-
nas incapaces prescribe a los diez años (art. 2561, párr. 1 o, 1a parte). ramente inconveniente.
La norma plantea un supuesto de excepción respecto del plazo de prescrip- Por otra parte, más allá de la loable pretensión de unificar la responsabi-
ción del reclamo del resarcimiento común de daños. En efecto, la aplicación de lidad contractual y extracontractual, lo cierto es que existen diferencias en el
este mayor plazo exige que se reúnan dqs requisitos. El primero, que se trate régimen vigente, tales como que en materia contractual se responde por las
de agresiones ,sexuales, lo que excluye otro tipo de agresiones. Parece claro, que consecuencias que las partes previeron o pudieron haber previsto al momento
se ha tenido particularmente en cuenta los supuestos de violencia de género. de su celebración (art. 1728), consecuencias que el autor no necesita prever al
328 ALEJANDRO BORDA (DIR.) PRESCRIPCIÓN LIBERATORlA Y CADUCIDAD 329
tiempo del hecho ilícito, para de todas maneras responder por el daño causado. las consecuencias dañosas (CSJN, "Carlos Wiater c. Ministerio de Economía",
Tal distinción obedece a que en el plano contractual el margen de la causalidad 1997, Fallos 320:2289, LL 1998-A-281).
se torna más estrecho. No está de más recordar que la norma citada dispone
También resulta menester distinguir entre daño futuro y daño sobrevi-
que cuando existe dolo del deudor (que existe cuando el daño es intencional
niente. En el primer caso, estamos ante un daño cierto que puede estimarse
o se lo produce con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos, art. 1724)
desde el momento mismo del acto ilícito, pero que no se ha verificado a la
la responsabilidad se fija tomando en cuenta las consecuencias previstas o que
época de dictarse sentencia (es el supuesto del accidente que obliga al dam-
pudieron preverse también al momento del incumplimiento.
nificado a hacerse una cirugía estética tiempo más tarde). Es claro que desde
Por último, es necesario recordar que la prescripción liberatoria debe ser el momento en que sufrió el accidente sabía que debía someterse a esa cirugía
interpretada con criterio restrictivo (véase nro. 503), por lo que en la duda ha- aunque ella se lleve a cabo después. Por el contrario, si como consecuencia de
brá que estar al plazo más amplio. ese accidente, tiempo más tarde comienza a sufrir cefaleas, nos enfrentamos
ante un daño sobreviniente que no pudo valorarse al momento del accidente.
Todos estos argumentos nos convencen de que el plazo de prescripción
de tres años, previsto en el art. 2561, solamente es aplicable a los supuestos
545. La Ley de Defensa del Consumidor
de daños derivados de la responsabilidad civil extracontractual. En los casos
de responsabilidad contractual, aunque la conducta del responsable configure La Ley de Defensa del Consumidor disponía que las acciones judiciales
también un hecho ilícito, la acción del damnificado prescribirá en el plazo -tales como las de cumplimiento e integración del contrato-, las adminis-
ordinario de cinco años. trativas y las sanciones emergentes de la Ley de Defensa del Consumidor,
prescribían en el término de tres años (art. 50, ley 24.240, ref. por ley 26.361).
544. Comienzo del cómputo del plazo Esta norma era de especial importancia pues modificaba plazos establecidos
por los propios códigos, tal como ocurría en materia de vicios redhibitorios.
El Código Civil y Comercial no aclara desde cuando comienza correr el
Además, la norma aplicaba de manera concreta el principio favor consumidor,
plazo de prescripción. De todos modos, es clásica la solución de que él empieza
de orden constitucional, en tanto disponía que cuando por otras leyes, genera-
a correr a partir del momento en que se sufrió .el daño que, en general, coincide
les o especiales, se fijaren plazos de prescripción distintos del establecido por el
con el del hecho ilícito. Pero hay hipótesis en que esta regla general debe ceder.
propio art. 50 se estaría al más favorable al consumidor o usuario.
Es el caso de los llamados daños tardíos, es decir, aquellos daños que se
hacen visibles tiempo después del hecho que los ha generado. Si bien, en prin- Esta disposición fue acotada sustancialmente por la ley 26.994, que san-
cipio, el plazo de prescripción comienza a correr desde la fecha del hecho, ex- cionó el Código Civil y Comercial, pues su texto vigente se limita a establecer
cepcionalmente se admite que lo sea a partir del momento en que se conozca que las sanciones emergentes de la propia ley de Defensa del Consumidor
el daño, y siempre y cuando la demora en conocer el daño no obedezca a un su- prescriben en el término de tres años. Por lo tanto, el plazo de prescripción
puesto de negligencia del damnificado. Incluso, podría admitirse que el plazo de las acciones judiciales y administrativas resulta ser el que corresponde a las
de prescripción se inicia luego de conocido el daño si se ignoraba la causa que normas generales.
lo habría provocado; en tal supuesto, recién cuando se conoce la causa empieza
a correr el plazo de prescripción. 4.- Plazo de dos años
Así debe contarse el plazo, por ejemplo, cuando el daño sufrido, que apa- ..
546. El art. 2562
rece tardíamente, ha sido provocado por un componente de un producto ela-
borado. Es claro que el lapso transcurrido entre la fecha del hecho y el conoci- Dispone el art. 2562 que prescriben a los dos años:
miento de que el daño sufrido era atribuible a ese hecho no se torna útil para
accionar. Así se ha resuelto, si bien con carácter excepcional, para los daños que a. el pedido de declaración de nulidad relativa y de revisión de actos jurídicos;
demoran en manifestarse, o ditectamente no se producen sino tiempo después b. el reclamo de derecho común de daños derivados de accidentes y enfermedades
de ocurrido el suceso dañoso, que el hito temporal a partir del cual comienza del trabajo;
a correr el plazo de la prescripción liberatoria, es el momento de la producción
efectiva del daño. Es decir, que cuando el perjuicio ocurre con posterioridad, c. el reclamo de todo lo que se devenga por años o plazos periódicos más cortos,
entonces empieza el curso de la prescripción a partir del instante que suceden excepto que se trate del reintegro de un capital en cuotas;
330 ALEJANDRO BORDA (DI R.) PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 331
d. el reclamo de los daños derivados del contrato de transporte de personas o cosas; mejor que la situación se defina dentro de un plazo breve para no mantener la
incertidumbre sobre la suerte del negocio.
e. el pedido de revocación de fa donación por ingratitud o del legado por indig-
nidad; El plazo de prescripción empieza a correr desde que el error o el dolo fue-
f el pedido de declaración de inoponibifidad nacido delfraude. •' ' ron conocidos o pudieron serlo, y desde que cesó la violencia (art. 2563, inc. a]).
La carga de la prueba recae sobre la víctima. Esto implica que cabe presumir
Como se advierte, se han unificado en el plazo de dos años la prescripción que el plazo de prescripción comienza a computarse desde la fecha del acto, a
de diversas acciones, que no tienen entre ellas puntos en común necesariamen- menos que la víctima del engaño ac~edite que sólo conoció el dolo o el error, o
te. Por ello, las analizaremos por separado. pudo conocerlos, posteriormente. Lo mismo ocurre en el supuesto de violen-
cia: quien sostenga que la violencia ha perdurado por algún tiempo posterior a
a) Acción de nulidad relativa y de revisión de actos jurídicos la celebración del acto, debe probárlo.
El Código Civil y Comercial establece un plazo de prescripción de dos Hemos dicho antes (nro. 547) que la acción de nulidad por simulación del
años para el pedido de declaración de nulidad relativa (art. 2562, inc. a]). Éste acto prescribe a 1os dos años. Si bien el Código Civil y Comercial no diferencia
es, entonces, el plazo de prescripción que gobierna las acciones de nulidad por de manera expresa entre simulación absoluta (cuando el negocio celebrado es
vicios del consentimiento (error, dolo y violencia), por vicios del acto jurídico absolutamente ficticio) y relativa (cuando el negocio celebrado encubre otro
(simulación, fraude y lesión) y por incapacidad del celebrante del acto jurídico neg~cio) como lo hacía el Código Civil de VÉLEZ, se entiende implícita esta
(se trate de una incapacidad por la menor edad del celebrante, de una incapa- clasificación en los arts. 333 y 334 (conf ToBÍAS, José W., en Código Civil y
cidad absoluta, de una restricción de la capacidad, e, incluso, de una inhabili- Comercial comentado, dir. Jorge H. ALTERINI, t. II, La Ley, 2015, p. 743). De
tación). todas maneras, cualq~iera que sea el caso, el plazo de prescripción es el mismo.
Los supuestos enunciados constituyen casos de nulidad relativa, puesto Lo que sí distingue "el Código es el momento en que comienza a correr
que -debe recordarse- la acción nacida de una nulidad absoluta es impres- el plazo de prescripción, y tal distinción se hace según quién ejerza la acción.
criptible (art. 387). Entre las partes, el plazo de prescripción no empieza a computarse desde la
celebración del acto si~o desde que, requerida una de ellas, ésta se niega a dejar
El mismo plazo de prescripción se prevé para el pedido de revisión de actos
sin efecto el negocio simulado (art. 2563, inc. b]). En cambio, si la acción de
jurídicos (art. 2562, in c. a]). Es el caso de la acción por reajuste equitativo de lo
simulación es ejercida por un tercero, el plazo de prescripción empieza a correr
acordado, afectado por el vicio de lesión (art. 332), o de la acción de adecuación
desde que conoció o pudo conocer el vicio del acto jurídico (art. 2563, inc. e]).
del contrato por aplicación de la teoría de la imprevisión (art. 1091), o de los
En este último caso, como puede advertirse, no importa cuándo el tercero co-
supuestos de integración del contrato con motivo de la declaración de nulidad
noció o pudo conocer la existencia del acto, sino que lo que importa es cuándo
parcial por cláusula abusiva -siempre que fuese imprescindible tal integra-
ción- en las hipótesis de contratos por adhesión y de consumo (arts. 989 y conoció o pudo conocer que el acto era simulado.
1122, inc. e]).
550. Nulidad por lesión
1-
548. Nulidad por error, dolo o violencia
También prescribe a los dos años la acción derivada del vicio de lesión
Hemos dicho en el número anterior que la acción de nulidad por los vicios (véase nro. 547). Se ha discutido mucho en nuestra doctrina respecto de cuán-
de error, dolo o violencia prescribe a los d9s años. do debe empezar a correr el plazo de prescripción de este vicio del consenti-
miento. Buéna prueba de ello han sido las XVUJornadas Nacionales de Dere-
Es natural que tratándose de estos vicios, la ley fije un término breve de cho Civil que si bien propusieron por unanimidad fijar el plazo de prescripción
prescripción, pues conocido ef dolo o el error, o cesada la violencia, no se jus- en dos años (recomendación 9a), produjeron cinco diferentes despachos para
tifica que la víctima no ejerza su acción de inmediato. Como en definitiva determinar la fecha en que debía iniciar el computo: a) a partir de la celebra-
depende de su actitud la suerte del acto (puesto que ella puede confirmar el ción del acto; b) desde que la obligación resultó exigible; e) desde la fecha de
· ·.
acto si -no obstante el vicio-le conviene, o bien puede pedir la nulidad), es cumplimiento de la obligación; d) desde que la obligación resultó exigible o
332 ALEJANDRO BORDA (DI R.) PRESCRIPC IÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 333
desde que desaparezca la situación de inferioridad, lo que acontezca primero; 553. Revisión de los actos jurídicos
y, finalmente, e) desde que la situación de inferioridad haya cesado o haya sido
advertida, aplicándose como plazo máximo el de diez años de celebrado el acto. Finalmente prescribe a los dos años la acción de revisión de los actos ju-
El Código ha consagrado la segunda de las opciones: en la lesión, el plazo de rídicos. Como hemos dicho antes (véase nro. 547), estamos ante los supues-
prescripción empieza a correr desde la fecha en que la obligación a cargo del tos de acción por reajuste eql,litativo de lo acordado, afectado por el vicio de
lesión (art. 332), o de acción de adecuación del contrato por apJicación de la
lesionado deba ser cumplida (art. 2563, inc. e]).
teoría de la imprevisión (art. 1091), o de integracion del contrato con motivo
de la declaración de nulidad parcial por cláusula abusiva -siempre que fuese
551. Declaración de inoponibilidad por fraude imprescindible tal integración- en los casos de contratos por adhesión y de
consumo (arts. 989 y 1122, inc. e]).
También prescribe a los dos años la acción del acreedor para solicitar la
declaración de inoponihilidad de los actos celebrados por su deudor en fraude El plazo de prescripción comienza a correr desde que se conoció o se pudo
de sus derechos (véase nro. 547). conocer la causa de revisión (art. 2563, inc. g]), lo que ocurrirá cuando se pro-
dujo el hecho imprevisible o se pudo advertir la abusividad de la cláusula. Du-
El plazo de prescripción empieza a correr desde el día en que el acreedor doso es, en cambio, cuando nos enfrentamos a un supuesto de lesión. Resulta
conoció o pudo conocer el vicio del acto (art. 2563, inc. f]), es decir, su efecto cierto que la norma antes referida afirma que el plazo de prescripción se inicia
defraudatorio. En verdad, a falta de toda otra prueba, el plazo de prescripción desde que se conoció o se pudo conocer la causa de revisión, lo que conduce
se inicia desde la fecha del acto, pero el accionan te tiene el derecho de acreditar a exigir que el supuesto de inferioridad - elemento imprescindible de la le-
que tuvo un conocimiento posterior del acto, o pudo conocer después su efecto sión- existiera al tiempo de la celebración del acto jurídico. Tal interpretación
defraudatorio, en cuyo caso la prescripción corre desde entonces. importaría aseverar que el plazo referido comenzaría a correr desde ese mo-
mento. Pero entendemos que esta es una solución disvaliosa, que desconoce lo
No necesariamente se aplica esta regla cuando se trate de la hipótesis de que la propia norma regla de manera particular para la lesión, estableciendo
fraude a la ley prevista en el art. 12, párr. 2°. Debe tenerse en cuenta que se que el plazo de prescripción comenzará a correr desde la fecha en que el le-
torna posible que la sanción que aplique el ordenamiento jurídico por eludir a sionado debía cumplir su obligación (art. 2563, inc. e]). Existiendo una norma
la norma imperativa a través de una norma de cobertura sea la nulidad (TAN- especial, debe aplicarse ésta, máxime si se considera que el hecho lesivo es el
ZI, Silvia y FossACECA, Carlos Alberto [h], "Fraude a la ley: estudio de una mismo, sea que se promueva la nulidad del acto o su revisión.
novedosa figura receptada en el Código Civil y Comercial", LL Online, AR/
DOC/4241/2015). b) Acción por daños derivados de accidentes y enfermedades de trabajo
La ley ha juzgado, muy razonablemente, que cuando se trata de obliga- nuestro criterio- a los cinco años (véase nro. 543 y, especialmente, la interpre-
ciones de vencimiento periódico, es mayor la negligencia del que abandona el tación restrictiva que allí hacemos del art. 2561, párr. 2°).
ejercicio de su derecho; no se trata ya de una sola obligación vencida, sino de
una serie de obligaciones con vencimiento suce,sivo. La inercia del acreedor se El plazo de dos años comienza a correr desde que el alquiler o arrenda-
torna en este caso más significativa. Y por ello, no se aplica el plazo ordinario miento es exigible (art. 2554).
de cinco años, sino que se lo reduce a dos años.
558. Otras prestaciones periódicas
En cambio, el reintegro de un capital en cuotas prescribe a los cinco
años, conforme el plazo ordinario del art. 2560. Entre el capital que se Los principales supuestos son los siguientes:
paga en cuotas y los intereses de ese capital hay una diferencia esencial:
los intereses tienden a renovarse en cada período previsto, en tanto que el a) Los intereses correspondientes a un capital prescriben a los dos años,
capital se agota con los pagos parciales convenidos. Por otra parte, no se ve sean compensatorios o moratorias, estén o no garantizados por hipoteca, co-
por qué la forma de pago ha de influir tan sustancialmente en el plazo de rrespondan ellos a un mutuo o un saldo de precio.
prescripción, pues en uno u otro caso, lo que está en juego es la devolución
b) Prescriben igualmente en el plazo de dos años las multas periódicas.
del capital.
e) Los impuestos y tasas sanitarias prescriben en el plazo de dos años, pero
556. Deudas alimentarias es necesario tener presente lo dicho más arriba (nro. 502) respecto de la parte
final del art. 2532. Por otra parte, cuando se persigue la repetición de sumas
El alimentado que no ejerce durante dos años el derecho a cobrar la cuota pagadas a una provincia o a un municipio por impuestos que se tachan de
alimentaria fijada por sentencia o convenio, se hace pasible del decaimiento de inconstitucionales, es de aplicación el plazo quinquenal de prescripción esta-
su acción para cobrar las cuotas vencidas (pero no de las futuras porque desde blecido por el art. 2560.
que aún no son exigibles, no puede empezar a correr el plazo de prescripción).
Qyizás la reducción del plazo ordinario de cinco años a dos años se justifica en d) Las rentas vitalicias prescriben a los dos años de cada vencimiento.
este caso más que en ningún otro. Porque es evidente que cuando la persona
alimentada deja transcurrir tanto tiempo sin accionar por el cobro de su pen- e) Las prestaciones de los contratos de servicios o su~inistros periódicos que
se rigen por lo que dispone el art. 2556, prescriben a los dos años de que cada
sión, es porque no la necesita. Por ello, durante la vigencia del Código Civil de
retribución se torna exigible.
VÉLEZ (que fijaba un plazo de prescripción de cinco años), los tribunales avan-
zaron más allá de ese plazo prescriptivo y resolvieron -con un criterio por f) Los reclamos por el pago de los servicios de hotelería prescriben a los
demás opinable- que la inactividad procesal prolongada del alimentado que dos años.
no urge los trámites del juicio o no reclama los alimentos ya fijados, provoca la
caducidad de las cuotas vencidas. g) Los reclamos por el pago de los servicios educativos prescriben a los dos
años. Qyedan comprendidos en este punto la retribución propiamente dicha
557. AlquUeres de la enseñanza, pero también los costos de alimentación y alojamiento (si
hubieran sido convenidos) y los gastos por útiles de colegio.
Ta~bién
prescribe a los dos años el reclamo por el pago de los alquileres o .
arrendamientos, sea la finca rural o urbana. h) Los sueldos y salarios. Cabe señalar en este caso que el mismo plazo está
fijado expresamente en el art. 256 de la ley 20.744. Esta norma dispone que
Dentro de esta prescripción caen no sólo los arrendamientos o alquileres prescriben a los dos años las acciones relativas a créditos provenientes de las relacio-
propiamente dichos, sino también aquellas prestaciones que el locatario asume nes individuales de trabajo y, en general, de disposiciones de convenios colectivos,
y que se pagan también periódicamente, como ocurriría si toma a su cargo laudos con eficacia de convenios colectivos y disposiciones legales o reglamentarias
el pago de los impuestos a la finca o el pago de las expensas comunes de un del derecho del trabajo. Comprende, pues, las acciones por cobro de sueldos y
departamento. En cambio, no están comprendidos otros pagos no periódicos salarios, despido, preaviso, etcétera. Desde luego, la norma tiene carácter de
que eventualmente esté obligado a hacer el arrendatario, como podrían ser las orden público y, por lo tanto, el plazo no puede ser modificado por acuerdo de
. sumas debidas por deterioros causados en la finca, que prescriben -según las partes .
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 337
336 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
del transporte o desde que la persona sea declarada ausente con presunción de
Debe tenerse en cuenta que las jubilaciones y pensiones, a pesar de ser pres-
fallecimiento.
taciones periódicas, no prescriben. Es que las prestaciones jubilatorias son
-como regla- imprescriptibles (art. 14, inc. 5°, ley 24.241).
e) Acción de revocación de la donación por ingratitud
o de/legado por indignidad
559. Otros supuestos de prescripción bienal
La Ley de Navegación 20.094 dispone que prescriben a los dos años las 561. La acción de revocación
acciones (i) emergentes de un abordaje entre naves, contado desde la fecha del
h~cho (art. 370), (ii) derivadas de la asistencia o salvamento (art. 385), y (iii) La acción de revocación de un legado por indignidad o de una dona-
ción por causa de ingratitud del beneficiario, prescribe en el plazo dos años
derivadas del hallazgo de efectos náufragos (art. 402).
(art. 2562, inc. e]).
d) Acción por daños derivados del contrato de transporte Se explica el término breve de prescripción (aunque más amplio que el que
preveía el Có&go Civil de VÉLEZ que era de un año), pues una inacción prolonga-
560. La disposición da de quien tiene derecho a reclamar la revocación indica la voluntad de perdonar.
Las acciones en las que se reclaman los daños derivados del contrato de El término de la prescripción empieza a correr desde el día en que el acto
transporte de personas o cosas prescriben a los dos años (art. 2562, inc. d]). que revela la ingratitud del donatario se hizo o que llegó a conocimiento del
La norma abarca a cualquier tipo de transporte terrestre que se realice dentro donante, y desde el momento en que el legatario realizó el acto que encuadra
de las fronteras de nuestro país. Si se tratara de un transporte internacional, como causal de indignidad (art. 2281) o que los herederos del testador cono-
el plazo de prescripción será el que fije la ley que se aplica al fondo del litigio cieron ese acto. Resulta convincente entender que el accionan te que pretende
que el hecho llegó a su conocimiento tiempo después de haber acaecido, debe
(art. 2671).
probarlo; a falta de esta prueba, el plazo empieza a correr desde el suceso.
En cambio, si fuera un transporte multimodal, deberá aplicarse la ley espe-
cial (art. 1281). En el caso de transporte naval de carga, el plazo de prescrip- Es necesario destacar que en el caso de la acción de revocación de una
ción es de un año (art. 293, ley 20.094). La acción de indemnización por daños donación por causa de ingratitud del donatario, se superponen un plazo de
causados a los pasajeros, equipajes o mercancías transportadas en el transporte prescripción con otro de caducidad, imposibles de compatibilizar. En efecto, el
aéreo prescribe también al año (art. 228, Código Aeronáutico). párrafo final del art. 1573 establece que la acción (de revocación de la donación)
se extingue si el donante, con conocimiento de causa ... no la promueve dentro delplazo
El plazo de prescripción comenzará a correr desde que la prestación es de caducidad de un año de haber sabido del háho tipijicador de la ingratitud. Adviér-
exigible (art. 2554); es decir, a partir (i) de la fecha de la entrega de la cosa tase que este plazo de caducidad y el de prescripción del art. 2562 comparten
transportada, en los casos de pérdida parcial o avería o retardo; (ii) de la fecha similar punto de inicio dado que comienzan a correr el mismo día. Por ello, una
en que debió haberse verificado la entrega de la cosa, en los supuestos de pér- de las dos normas es inaplicable y, entendemos, con fundamento en el principio
dida total; y (iii) del día en que concluyó o debió concluir el viaje, en los casos de que, en caso de duda, habd. que inclinarse por la mayor vigencia del derecho,
de transporte de personas. que la norma inaplicable resulta ser el art.1573. Similar orden de ideas nos con-
duce a sostener de legeferenda la eliminación de alguno de los dos lapsos en una ...
El art. 293 de la Ley de Navegación indica como término inicial la termi- futura reforma del Código Civil y Comercial. El Anteproyecto de Reforma del
nación de la descarga o de la fecha en que debieron ser descargadas cuando no Código Civil y Comerci~ de 2018 decidió suprimir el inciso e) del art. 2562.
hayan llegado a destino. Si las cosas no son embarcadas, el lapso de un año se
contará desde la fecha en que el buque zarpó o debió zarpar. S.- Plazo de un año
Por su parte el art. 228 del Código Aeronáutico determina los puntos de
inicio del cómputo de la prescripción liberatoria de un año. El más importan- 562. Supuestos
te, la acción de indemnización por daños causados a los pasajeros, equipajes o
mercancías transportadas (inc. a]) empieza desde la llegada al punto de destino Establece el art. 2564 que prescriben al año: a) el reclamo por vicios redhibito-
o desde el día en que la aeronave debiese haber llegado o desde la detención rios; b) las acciones posesorias; e) el reclamo contra el constructor por responsabilidad
ALEJANDRO BORDA (DIR.)
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 339
338
por ruina total oparcial, sea por vicio de construcción, del suelo o de mala calidad de Las acciones que la norma prevé son, entonces, dos: la de mantenimiento
los materiales, siempre que se trate de obras destinadas a larga duración. El plazo se de la tenencia o posesión que se ha visto turbada, y la de despojo que procura
cuenta desde que se produjo la ruina; d} los reclamos procedentes de cualquier docu- recuperar la tenencia o posesión de la cosa (arts. 2242 y 2241, respectivamen-
mento endosable o al portador, cuyo plazo comienza a correr desde el día del venci- te). En ambos supuestos la prescripción resulta anual.
miento de la obligación; e} los reclamos a los otros obligados por repetición de lo pa- El plazo de la prescripción empieza a correr desde el momento que ocurre
gado en concepto de alimentos;/} la acción autónoma de revisión de la cosa juzgada. la turbación o despojo. Aunque este es el principio, el despojado puede probar
que tuvo conocimiento de él en un momento posterior, por ejemplo por haber
563. El reclamo por vicios redhibitorios dado en arrendamiento un inmueble, en cuxo caso el plazo empezará a correr
desde entonces.
Ante todo conviene recordar qué son los vicios redhibitorios. El Código
Civil y Comercial considera tales a los defectos que hacen a la cosa impropia para
565. El reclamo contra el constructor
su destino por razones estructurales o funcionales, o disminuyen su utilidad a tal
extremo que, de haberlos conocido, el adquirente no la habría adquirido, o su contra- El reclamo contra el constructor por responsabilidad por ruina total o par-
prestación hubiese sido significativamente menor (art. 1051, inc. b]). cial, sea por vicio de construcción, del suelo o de mala calidad de los materiales·,
siempre que se trate de obras destinadas a larga duración, prescribe al año
El reclamo por vicios redhibitorios prescribe al año (art. 2564, inc. a]). En
(art. 2564, inc. e]).
verdad, existen dos reclamos posibles: (i) el derecho a declarar la resolución del
contrato celebrado a título oneroso, por la existencia de un vicio redhibitorio; La disposición no se aplica a todo contrato de obra sino sólo a aquellas
y (ii) el derecho a reclamar la reparación del daño cuando el defecto sea subsa- obras destinadas por su naturaleza a larga duración. Es que el constructor debe
nable (arts. 1056 y 1057). En ambos casos, el plazo de prescripción es anual y garantizar la inexistencia de daños que comprometan la solidez de la obra o
empieza a correr desde que el defecto fue descubierto o se ha hecho aparente. la hagan impropia para su destino (art. 1273). Esta norma añade que el cons-
tructor se libera si prueba la incidencia de una causa ajena, pero, con criterio
Pensamos, sin embargo, que si el contratante ha ocultado dolosamente el
restrictivo, añade que no debe entenderse como causa ajena el vicio del suelo
vicio, la acción por nulidad 'Y daños (o solamente por daños, si el dolo fuera
_:_aunque el terreno pertenezca al comitente o a un tercero- ni el vicio de los
incidental) prescribe recién a los dos años (arg. art. 2562, inc. a]). Sin perjuicio
materiales -aunque nq hubieran sido provistos por el contratista-.
de ello, el acreedor podrá recurrir al instituto de la dispensa (árt. 2550).
El plazo de prescripción se cuenta desde que se produjo la ruina (art. 2564,
Finalmente, no hay que olvidar que los vicios redhibitorios están afectados
inc. e], in.fine). Pero debe recordarse que también existe un plazo de caducidad:
por un plazo de caducidad. En efecto, la responsabilidad por defectos ocultos
el daño debe ocurrir dentro de los diez años de aceptada la obra (art. 1275);
caduca (i) si la cosa es inmueble, cuando transcurren tres años desde que fue
por lo tanto, transcurrido este último plazo, ya nada se puede reclamar por la
recibida; y (ii) si la cosa es mueble, cuando transcurren seis meses desde que la
ruina total o parcial de la obra.
cosa fue recibida o puesta en funcionamiento (art. 1055). Por lo tanto, transcu-
rridos estos plazos, ya nada se puede reclamar por vicios redhibitorios. Finalmente, entendemos que más allá de que la norma solo hace referencia
a la responsabilidad del constructor, ella se extiende a otros sujetos, de manera
564. Acciones posesorias concurrente. Ellos son: (i) toda persona que vende una obra que ella ha cons-
truido o ha hecho construir si hace de esa actividad su profesión habitual; (ii) "'!ic
Prescriben al año las acciones posesorip.s (art. 2564, inc. b]). toda persona que, aunque actuando en calidad de mandatario del dueño de la
Las acciones posesorias tienen por finalidad mantener o recuperar el obje- obra, cumple una misión semejante a la de un contratista; y, (iii) según la cau-
to sobre el que se tiene"una relación de poder (esto es, posesión o tenencia), se- sa del daño, el subcontratista, el proyectista, el director de la obra y cualquier
gún haya habido una turbación o un desapoderamiento. Hay turbación cuando otro profesional ligado al comitente por un contrato de obra de construcción
de los actos no resulta una exclusión absoluta del poseedor o del tenedor; hay referido a la obra dañada o a cualquiera de sus partes (art. 1274). Siguiendo
desapoderamiento cuando los actos ocasionan el efecto de excluir absoluta- esta línea de pensamiento, el Anteproyecto de Reforma de Código Civil y Co-
mente al poseedor o al tenedor. Estas acciones se otorgan ante actos materiales, mercial de 2018 suprimió del texto del art. 2564, inc. e, la expresión "contra el
producidos o de inminente producción, ejecutados con la intención de tomar la constructor", de modo tal que queda claro que el plazo de prescripción alcanza
posesión, contra la voluntad del poseedor o tenedor (art. 2238, párrs. 1o y 2°). a todas las personas mencionadas en el art. 1274.
PRESCRIPCIÓN LIBERATORIA Y CADUCIDAD 341
340 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
en el cual se ha dado seña penitencial, caduca cuando una de las partes realiza (art. 2538). El pago de una obligación caduca, por haberse extinguido el dere-
actos que significan principio de ejecución. En este supuesto, no juega el trans- cho, habilita la repetición.
curso del tiempo, sino solamente la conducta del interesado.
h) En cambio, entendemos que la caducidad, al igual que la prescripción,
e) El término de prescripción resulta siempre de la ley, en tanto que el de puede ser alegada como acción o como excepción.
caducidad puede ser fijado también por contrato o por disposición de última
voluntad. Además, los plazos de prescripción son generalmente más amplios i) Asimismo, pueden convivir plazos de caducidad con los de prescrip-
que los de caducidad. . ción. Así, en materia de vicios redhibitorios, a la par de que existen plazos de
caducidad de la garantía por defectos ocultos (tres años desde que se recibió
d) La prescripción puede ser renunciada y debe ser alegada por la parte el bien inmueble; seis meses desde que se recibió la cosa mueble o se la hizo
interesada; en cambio, la caducidad establecida en materia sustraída a la dispo- funcionar), existe el plazo de prescripción de un año para el reclamo del vicio
nibilidad de las partes resulta irrenunciable (art. 2571) y debe -además- ser (arts. 1055 y 2564, inc. a], respectivamente).
aplicada de oficio cuando esté establecida por la ley (art. 2572), como cuando
en el problema se ve involucrado un interés de orden público. Cabe aclarar que 570. Nulidad de la cláusula de caducidad
si estamos ante una materia no sustraída a la disponibilidad de las partes, éstas
pueden modificar los plazos de caducidad e, incluso, pueden renunciar a ella; Es nula la cláusula que establece un plazo de caducidad que hace excesivamente
sin embargo, esta renuncia a la caducidad de derechos disponibles no impide difícil a una de las partes el cumplimiento del acto requerido_para el mantenimiento
la aplicación de las normas relativas a la prescripción (art. 2571, in fine). Por del derecho o que implica un fraude a las disposiciones legales relativas a la prescrip-
último, conviene insistir en que la declaración de oficio de la caducidad solo se ción (art. 2568). '
dictará si se trata de materia sustraída a la pisponibilidad de las partes y tenga
origen legal (art. 2572); si fuera materia disponible o tenga origen convencio- La idea del Código es clara: recordando que los plazos de caducidad pro-
nal, debe ser alegada por las partes. vienen no sólo de la ley sino también de la voluntad de las partes, resulta im-
prescindible en este último caso, y sin que tenga relevancia alguna que se trate
e) A diferencia de lo que ocurre con la prescripción, la caducidad no se de un contrato paritario, por adhesión a cláusulas predispuestas o de consumo,
suspende ni se interrumpe. Solamente se suspende o se interrumpe si existe (i) evitar situaciones concretas de abuso del derecho, como sería la de fijar
una disposición legal que así lo establezca (art. 2567). Ejemplo de suspensión convencionalmente un plazo de cumplimiento excesivamente exiguo que - de
se encuentra en el art. 16 de la ley 24.240, por el cual, cuando la cosa adquirida hecho- no permitiera realizar la prestación debida, y (ii) impedir que por vía
por el consumidor deba ser reparada, no correrá el plazo de caducidad mientras contractual se eludan los plazos de prescripción, cometiéndose un verdadero
la cosa no esté en su poder. ¿Se puede dispensar el plazo de caducidad? Aunque fraude del derecho.
se trata de una cuestión dudosa, debe destacarse que el art. 2567 solamente dis-
pone que, como regla, la caducidad no se interrumpe ni se suspende. El silencio La invalidez sólo alcanza a la cláusula abusiva, quedando incólume el resto
que se guarda respecto de la dispensa, permite inferir la posibilidad de invo- del contrato. Es un supuesto dernulidad parcial (con( MÁRQUEz,José Fernan-
carla. Por ello, entendemos que, como la imposibilidad de obrar constituye un do y CALDERÓN, Maximiliano Rafael, "Prescripción y caducidad en el Código
aspecto siempre a considerar, el acreedor podría recurrir de manera analógica Civil y Comercial", LL 2015-C-743).
a la dispensa del art. 2550 en materia de caducidad, si acredita la circunstancia
apuntada. 571. Actos que impiden la caducidad ~
f) La caducidad tiene por objeto consolidar ciertos derechos o situaciones El cumplimiento del acto previsto por la ley o por el acto jurídico, impide
legales que la ley mira con simpatía y que está interesada en amparar; de ahí la caducidad (art. 2569, inc. a]). La solución es clara: no puede haber caducidad
que los plazos de caducidad -como se dijo antes- sean generalmente breves. del derecho desde que se cumple el acto previsto. Un ejemplo radica en ia venta
En cambio, al fijar un plazo para la prescripción liberatoria el legislador guarda de cosas que se entregan en fardos o bajo cubierta; en este caso, el vendedor
una situación neutral; no se propone proteger al deudor en perjuicio del acree- puede exigir que el comprador haga en el acto de entrega el reconocimiento
dor, sino simplemente poner en orden sus relaciones jurídicas. íntegro de la cantidad y de la adecuación de las cosas entregadas respecto de lo
g) El pago espontáneo de una obligación prescripta habilita al acreedor pactado en el contrato, y si no lo hace, no caben reclamos después de recibida
(art. 1155).
a retener lo percibido mientras que el deudor no puede repetir lo pagado
1'!""
..
346 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDAD CIVIL 347
en el Código Civil y Comercial. Sin perjuicio de que, insistimos, existe una 575. La prelación normativa
clara idea unificadora, veremos a lo largo de este capítulo que tal unificación
no es plena y que existen campos en los que necesariamente deben aplicarse En una disposición idéntica a la establecida por el art. 963 en materia de
criterios diferenciadores. contratos, pero en este caso limitada a la responsabilidad civil, el Código Civil
y Comercial dispone que en los casos en que concurran sus disposiciones y las
de alguna ley especial, son aplicables, en el siguiente orden de prelación, (i)
Tal es el camino recorrido en nuestro país que ha desembocado en el mo-
las normas indisponibles de este Código y de la ley especial; (ii) la autonomía
derno derecho de daños.
de la voluntad; (iii) las normas ·supletor,ias de la ley especial; y (iv) las normas
supletorias de este Código (art. 1709).
574. Las funciones de la responsabilidad
El artículo referido requiere algunas precisiones.
La función principal de la responsabilidad civil es la de reparar o resarcir Ante todo, las normas indisponibles mencionadas, también llamadas im-
el daño sufrido, y a.ello hemos de dedicar la mayor parte de nuestro estudio. perativas, son aquellas cuyo contenido las partes no pueden modificar. Y si lo
hacen, las normas convenidas carecen de valor y deben ser sustituidas por las
que tienen carácter imperativo.
Lo que importa destacar en este momento es que el Código Civil y Co-
mercial introduce una novedad relevante, que ya había sido recomendada por Por otra parte, y a pesar de que en el primer inciso se pone en un mismo
las XXIII Jornadas Nacionales de Derecho Civil, celebradas en Tucumán en el nivel las normas del Código y de la ley especial, es claro que deben prevale-
año 2011: más allá de su función reparadora o resarcitoria, la responsabilidad cer estas últimas sobre las primeras. Ello es así por dos razones. La primera,
civil tiene una función preventiva (art. 1708); esto es, que debe procurar evitar porque por regla la ley especial prevalece sobre la general; la segunda, porque
la causación del daño y/o su agravamiento. la propia norma, al ref~rirse a las supletorias en sus dos últimos incisos, hace
prevalecer las de la ley especial sobre las del Código, y no existe razón alguna
No está de más señalar que, a la par de esta función preventiva, se ha ido para modificar el criterio cuando se trata de normas indisponibles.
desarrollando el denominado principio de precaución, el cual-debe resaltar-
Finalmente, la mención a la autonomía de la voluntad, sólo desplazada
se- no está contenido en aquella función preventiva, más allá de los puntos de
por las normas imperativas, pone de relieve que la punición del daño puede
contacto que pueden existir. Es que mientras la prevención tiende a evitar un
ser convenida. Es lo que ocurre, por ejemplo, cuando las partes convienen el
daño futuro, pero cierto y mensurable, por lo que opera sobre la certidumbre,
interés moratorio o el interés punitorio (arts. 768, 769 y 790).
la precaución carece de certidumbre, por lo que procura evitar la creación de
un riesgo cuyos efectos son desconocidos. Es oportuno señalar que el principio
de precaución ha sido receptado de manera expresa en el artículo 4 de la Ley
11. lA FUNCIÓN PREVENTIVA
de Derecho Ambiental.
Finalmente, cabe recordar que antes de la sanción del Código Civil y Co- 576.Noción
mercial existía una corriente jurisprudencia! -de ninguna manera pacífica- Como hemos señalado antes (nro. 574), la responsabilidad civil no se agota
que asignaba a la responsabilidad civil otra función más: la de punir o sancio- en su función reparadora o resarcitoria del daño sufrido, sino que persigue otro
"
nar al autor del daño. Cierto es que existen en la legislación vigente ciertas objetivo fundamental: el de procurar prevenir el daño y, si ya se hubiese pro-
normas que parecen apuntar a esa función punitiva, como la referencia que se ducido, morigerado. Incluso, si el daño se sigue produciendo, debe procurarse
hace en el art. 1714 del Código vigente a las condenaciones pecuniarias civiles, hacerlo cesar.
o el daño punitivo previsto en la Ley de Defensa del Consumidor (art. 52 bis,
ley 24.240) . Pero parece claro que tal función sancionatoria ha sido descartada Los orígenes de esta función preventiva de la responsabilidad civil se en-
como regla general, no sólo porque no está prevista en el art. 1708 que venimos cuentran en la preservación de los bienes ~olectivos, materia propia del derecho
comentando, y que fija cuáles son las funciones de la responsabilidad civil, sino ambiental, expandiéndose también a la protección de los derechos de los con-
porque han desaparecido las sanciones pecuniarias disuasivas que se preveían sumidores. Pero el Código Civil y Comercial plantea un objetivo más amplio:
en el Anteproyecto que dio origen al Código vigente. la imposición en cabeza de toda persona, humana o jurídica, del deber de evitar
RESPONSABILIDAD CIVIL 349
348 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
un daño (art. 1710, inc. a]), sea de origen contractual, sea de origen extracon- nización en ciertos supuestos; tal como ocurre con el sujeto que heroicamente
tractual, siempre -desde luego- que esté en condiciones de impedirlo. ingresa a una vivienda -que se está incendiando a raíz de la caída de un rayo-
a rescatar a un niño, y sufre graves quemaduras.
Esta obligación se ve particularmente eficaz cuando se trata de la protec-
ción de los derechos personalísimos, tales como el derecho al honor, a la vida, En el deber de prevención del daño se excluye el daño justificado. En efec-
a la dignidad humana y a la identidad. to, hay situaciones en que la acción o la omisión que causa el daño puede estar
justificada (por ejemplo, el causado en legítima defensa) y no es exigible en tal
577. El deber de prevención. El daño justificado e injustificado caso evitar el daño, pues evitarlo sería tanto como sufrirlo. Sólo si la acción u
omisión que provoca el daño es injustificada, ella es antijurídica.
El deber de prevención no se agota en esa función de evitar causar un daño
sino que -como ya se ha dicho- abarca también la hipótesis del daño causa-
do, imponiéndole -tanto a quien causa el daño como a quien lo padece- el 578. La acción preventiva
deber de aminorado, de no agravarlo (art. 1710, inc. e]). Un claro ejemplo de En los números anteriores hemos visto que existe una obligación de pre-
esta última situación se da cuando la víctima de un daño físico no cumple las venir el daño o de aminorado si se hubiese producido. Este deber se impone
instrucciones médicas que procuran su rehabilitación plena, lo que puede pro- sin necesidad de requerimiento de ningún tipo, y recae sobre toda persona en
vocarle incapacidades definitivas.
cuanto de ella dependa.
Por tal motivo, tanto quien está en situación de provocar un daño como
En virtud de ello, toda persona está obligada a tomar las medidas nece-
quien lo puede sufrir, deben adoptar las medidas razonables para evitar que se
sarias para contener los riesgos o evitar los peligros, sin necesidad de contar
produzca ese daño, o para disminuir su magnitud. Desde luego, tales medidas
con una autorización especial, sea_administrativa, sea judicial. Así por ejemplo,
deben ser tomadas de buena fe, lealmente, y serán exigibles de acuerdo con las
quien abre un pozo está obligado a cerrarlo o a tomar las medid3:s necesarias
circunstancias que rodean la situación (art. 1710, inc. b], la parte), lo que im-
para evitar que alguien pueda caer en él.
plica que tomar esas medidas sea fáctica y jurídicamente posible.
Además de tal deber de prevención, el Código Civil y Comercial prevé la
Este deber de prevención se extiende a todo sujeto, aunque no sea quien
llamada acción preventiva, cuyo objeto es lograr, por vía judiciai, que el juez
cause el daño o quien lo sufra. La idea sigue siendo la misma: evitar el daño o
tome las medidas necesarias que neutralicen cualquier acción u omisión an-
procurar aminorado, morigerado. Ahora bien, si esta circunstancia se produce,
tijurídica que haga previsible la producción d~ un daño, su continuación o su
y la misma víctima o un tercero toman medidas que evitan o disminuyen la
magnitud de un daño, éstos están facultados á reclamar de quien sería respon- agravamiento (art. 1711, 1a parte). Se entiende que existen dos tipos de accio-
sable de su producción, el reembolso del valor de los gastos en que incurrió, nes preventivas miradas desde una perspectiva prbcesal. Una es de tipo cautelar
conforme a las reglas del enriquecimiento sin causa (art.1710, inc. b],2a parte). y requiere de la promoción de un proceso principal del cual es accesoria. Otra
es una acción autónoma, que no necesita de un proceso principal y que se agota
El texto puede generar alguna inquietud en el caso de que el demandado en su dictado. Dentro de las primeras encontramos a las medidas cautelares y a
adujera que los perjuicios jamás habrían ocurrido y que, por tanto, los gastos la tutela anticipada de pretensiones urgentes, y entre las segundas a la medida
fueron innecesarios. En tal caso, bien se ha dicho que el deber de prevención autosatisfactiva y a los denominados procesos urgentes autónomos.
debe valorarse en abstracto conforme al criterio de causalidad adecuada; esto
"
obliga a considerar el caso en concreto y, a partir de ello, establecer la existencia Es importante señalar que la referencia que hace la norma indicada a una
o no del riesgo, el deber de prevención que recaía sobre el demandado, y si las acción u omisión antijurídica, no puede ser asimilada sin más a la antijuridi-
medidas tomadas eran aptas para evitar o disminuir los daños, considerando lo cidad prevista en el art. 1717, a la cual haremos mención más adelante (nro.
que acontece según el curso natural de las cosas (CossARI, Maximiliano N.G., 583). Por el momento, nos limitaremos a señalar que la antijuridicidad de este
Prevención y punición en la responsabilidad civil, p. 66, Ed. El Derecho, 2017). último artículo abarca cualquier acción u omisión que ca~se un daño no justifi-
cado, y que da pie a su resarcimiento. En cambio, el daño no pudo haberse pro-
Sin perjuicio de lo que se ha explicado, es conveniente destacar que el
ducido si estamos hablando de la función preventiva de la responsabilidad. Es
Anteproyecto de Reforma del Código Civil y Comercial de 2018 propone re-
que si ya se produjo el daño, sólo queda resarcirlo, pero no podrá ser prevenido;
emplazar la pauta del enriquecimiento sin causa y establecer una reparación de
equidad, entendiendo que el primer parámetro priva injustamente de indem- sin perjuicio, de poder pretenderse la disminución del menoscabo ocasionado.
350 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
RESPONSABILIDAD CIVIL 351
Por otra parte, cuando estamos ante la función resarcitoria de la respon- bién pueden serlo quienes tienen a su cargo un deber de prevención específico
sabilidad civil, habrá que determinar cuál es el factor de atribución del daño impuesto por el ordenamiento jurídico. Asimismo, pueden ser demandados
(ya veremos que existen factores subjetivos y objetivos) . En cambio, cuando quienes permiten o coadyuvan a la producción del daño - aunque no hubiesen
estamos ante la función preventiva de la responsabilidad civil, expresamente sido ellos los productores- mediante colaboración, permisividad,·negligencia
se dispone que no es exigible la concurrencia de ningún factor de atribución o incumplimiento de su obligación de prevenir.
(art. 1711, in fine). Lo qu!! importa es que pueda provocarse un daño futuro
que no beneficia a ningún interés legítimo. Es que, no habiéndose producido el La sentencia que admite la acción preventiva debe disponer obligaciones
daño todavía, no existe una acción u omisión injustificada productora del daño. de dar, hacer o no hacer, según corresponda, que permitan evitar el daño, o
aminorado si ya se ha producido (art. 1713, 1a parte) . Desde luego, para poder
La antijuridicidad se da, en el caso de la función preventiva, en el hecho dar una respuesta adecuada al daño que se presenta como inminente o que ya
de no tomar las medidas necesarias para evitar el daño, que constituye en sí se hubiese producido pero se procura su morigeración, la acción deberá trami-
mismo una violación al deber genérico de prevención del daño que la propia tar por la vía más abreviada que la legislación procesal prevea.
norma prevé. Toda conducta que previsiblemente pueda causar un daño no
justificado debe entenderse. antijurídica. Es que la ley impone a toda persona Es importante resaltar dos cuestiones. La primera de ellas, que el juez
puede tomar las medidas que quien promovió la acción haya pedido, pero no
un deber de previsión respecto de las consecuencias potencialmente dañosas
está obligado a ello, sino que puede tomar otras diferentes, más idóneas, que
que pueden provocar sus acciones u omisiones, y ello más allá de que se cuente
persigan el mismo objetivo de evitar el daño o aminorado. La segunda, que
con una autorización administrativa.
tales medidas pueden tener carácter definitivo o provisorio, lo cual facilita el
Finalmente, si el daño ya se produjo, lo que debe procurarse es su ami- debate sobre si las acciones cuestionadas son o no causantes de un daño, o si
noramiento. Pero, claro está, la antijuridicidad ya no puede referirse al deber efectivamente permiten aminorar o no el daño ya causado. Las medidas de
genérico de prevenir el daño; ahora la antijuridicidad se vincula con la acción carácter definitivo sólo pueden ~er tomadas luego de un debate exhaustivo y
u omisión que ha causado un daño no justificado en el ejercicio regular de un con una amplia producción de prueba. En cambio, las medidas provisorias se
derecho, en la legítima defensa o en la evitación de un daño mayor (art. 1718). ajustan a procesos más abreviados (amparo, medidas autosatisfactivas, tutela
inhibitoria), con limitada producción de prueba, que permiten ft:enar los daños
Además de la antijuridicidad, el art. 1711 pone en claro otros requisitos que pueden producirse~ atendiendo sobre todo al peligro que la demora puede
necesarios para entablar la acción preventiva. Ello son (i) la amenaza de un daño generar, dejando la solución definitiva a las resultas del proceso principal.
injusto o el perjuicio amenazante, lo que importa una premonición de daño, que
aparece con temor fundado; (ii) el perjuicio como una consecuencia previsible Para la toma de estas decisiones, el juez debe poner en práctica aquellas
y no meramente remota, esto es que la actividad antijurídica debe ser idónea medidas que provoquen la menor restricción posible de los derechos en juego
para causar o continuar causando un determinado daño, con criterios de previ- y que constituyan el medio más idóneo para asegurar la eficacia en la obtención
sibilidad objetiva; (üi) la posibilidad material de detener la conducta. de la finalidad (art. 1713, in fine). La solución es lógica porque no es posible
evitar todo daño; en efecto, existen riesgos que la sociedad asume para mejorar
su calidad de vida. Es el caso de los automotores que, sin lugar a dudas, son
579. Cuestiones procesales
potencialmente productores de daños, pero que no pueden ser suprimidos con
Están legitimados para iniciar la acción preventiva y, consiguientemente, el argumento de que es necesario evitar tales probables daños. '!-
hacer el reclamo tendiente a evitar el daño o aminorar el ya producido, quienes
acrediten un interés razonable en la prevención del daño (art. 1712). Entre los 580. La punición excesiva
legitimados están no sólo aquellas personas que tienen un interés razonable en
la prevención del daño a sí mismos o a sus bienes, sino que también lo están Si las leyes permitieran la aplicación de condenas o sanciones pecuniarias
aquellas otras que procuran evitar un daño a un derecho de incidencia colecti- de carácter administrativo, penal o civil, impuestas por la autoridad adminis-
va, en tanto acrediten el interés afectado, y entre las que cabe incluir a las aso- trativa o por el juez, según sea el caso, y tales sanciones provocan una punición
ciaciones de consumidores, al defensor del pueblo y a los propios perjudicados. irrazonable o excesiva, el juez está facultado para computar el monto de la
condena pecuniaria a los fines de fijar prudencialmente su monto, e, incluso,
Pueden ser demandados todos los que podrían ser encontrados respon- está facultado para dejar sin efecto total o parcialmente la medida (arts. 1714
sables civilmente de ocurrir el daño, de acuerdo con las normas legales. Tam- y 1715). Esa última facultad de dejar sin efecto la condena decretada se puede
T
RESPONSABILIDAD CIVIL 353
352 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
que reconocer que las diferencias existen, y a ellas aludiremos más adelante
ejercer particularmente cuando quién violó el deber de prevenir el daño, luego
(nros. 661 y 662).
lo ha cumplido.
La función resarcitoria de la responsabilidad civil atiende, entonces, a la
No habiéndose previsto en el Código Civil y Comercial la sanción pecu-
idea de reparar el daño causado. Desde luego, que importará sobre todo el daño
niaria disuasiva (sí contemplada en su Anteproyecto), la sanción civil prevista
que pueda causarse a la persona, que tiene una jerarquía superior a los derechos
en el art. 1714 parece quedar limitada a los daños punitivos de la Ley de De-
sobre los bienes (buena prueba de ello es que los derechos personalísimos son
fensa de Consumidor (art. 52 bis, ley 24.240), y a cualquier otra sanción que
en principio irrenunciables, mientras que lo~ derechos sobre los bienes, lo son),
la ley pueda prever, como pueden ser los casos de multas civiles o intereses
pero también éstos están protegidos, y si se les causa un daño, nacerá el derecho
punitorios.
a reclamar el correspondiente resarcimiento.
... _..A..
354 ALEJANDRO BORDA (O IR.) RESPONSABILIDAD CIVIL 355
un concepto único en todo el derecho y lo cruza de par en par, sin distinción La operación que le sigue consiste en encuadrar el acto o la omisión según
de sus ramas. la ponderación ya efectuada en abstracto y con carácter general por el legislador.
La antijuridicidad se produce ante el incumplimiento de aquellas reglas de Dicho estudio tiene naturaleza objetiva y primaria, pues no se nutre de la
conducta que comúnmente se encuentran sistematizadas en un ordenamiento indagación subjetiva referida a· la voluntariedad del sujeto. Por ello, con este
positivo. Pero también se produce ante el incumplimiento de las obligaciones alcance, cabe afirmar que los actos involuntarios pueden resultar objetivamente
contractuales. Es que procede ilícitamente tanto quien comete un hecho ilícito ilícitos.
como quien incumple deberes asumidos por contrato.
El menor de edad o quien sufre una grave alteración mental pueden causar
La juridicidad, en cambio, y al menos en principio, obsta al nacimiento daños y comprometer su responsabilidad directa (art. 1750), lo que implica que
de responsabilidad civil. Si alguien mata a otro en legítima defensa actúa de pueden obrar de manera antijurídica, aunque no les sea imputable a título de
manera lícita, el daño que causa no puede reputarse "injustamente sufrido". dolo o culpa por carecer de tal capacidad.
Tradicionalmente, se ha distinguido entre una antijuridicidad formal, que Desde luego, los jueces no pueden "crear" deberes jurídicos, o condenar a
requiere la violación expresa de un precepto, y otra antijuridicidad material. La resarcir daños justificados o en supuestos no previstos legalmente. Por el con-
comprensión de esta última resulta ser más amplia: se pondera la trasgresión trario, estarán obligados a identificar el deber jurídico infringido por el sujeto
considerando todo el ordenamiento jurídico como una unidad, incluyéndose y las normas de las que surjan las pautas ordenadoras de conducta, lo que per-
los principios y sin limitarse a los artículos. Esta última es propia de la respon- mitirá determinar si se produjo un daño que debe ser reparado.
sabilidad extracontractual, que se nutre en el deber de no dañar (alterum non
laedere); en cambio, y aunque existen criterios diversos, prevalece la opinión En suma, la injusticia del daño es lo primordial y su reparación no requiere
de que la antijuridicidad contemplada en el campo contractual es la formal de la existencia previa de antijuridicidad en la conducta del agente.
(dictamen de mayoría, XXVI Jornadas Nacionales de Derecho Civil, La Plata,
2017, Comisión no 4). 586. La antijuridicidad en el Código Civil y Comercial
Los límites demarcatorios entre lo lícito y lo ilícito son absolutamente re- Establece el art. 1717 que cualquier acción u omisión que causa un daño a otro "'
levantes para la determinación de la responsabilidad, el texto normativo marca es antijurídica si no está justificada.
allí el "umbral" que divide lo jurídico de lo antijurídico y por su intermedio se
La norma parece mantener la tradicional calificación de la antijuridicidad
determina el "interés protegible".
como presupuesto de la responsabilidad civil. Sin embargo, puede advertirse
que, de alguna manera, también se la vacía de contenido.
584. Licitud e ilicitud de la acción u omisión
En efecto, obsérvese que no existe una antijuridicidad per se, pues recurre al
La determinación de un acto (u omisión) como lícito o ilícito se practica ingrediente daño, al que se "ata" o subsume. La misma idea, incluso, se reitera
en función de los parámetros de justicia preestablecidos por el legislador, es de- más adelante cuando se dispone que es responsable directo quien incumple una
cir, en base a un juicio de valor efectuado por éste y cristalizado en una norma. obligación u ocasiona un daño injustificado por acción u omisión (art. 1749).
RESPONSABILIDAD CIVIL 357
356 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
Ahora bien, admitido que no todos los daños resarcibles están expresa-
Por otra parte, lo que se resuelve a través de las "causas de justificación'' tra-
mente reconocidos, puede ser arduo determinar cuándo existe un interés no
dicionalmente enmarcadas en la antijuridicidad, debe leerse en clave de "daño
reprobado por el ordenamiento digno de tutela.
justificado", tal como se desarrollará más adelante (nros. 627 y ss.).
En suma, si se acepta que lo que debe repararse es el daño "sufrido injus- Es posible afirmar que debe tutelarse el interés que resulta "lícito y serio", y
tamente", la antijuridicidad se desvanece o diluye, pues no es menester que se que ello es suficiente para fundamentar el resarcimiento que exigen la equidad
trate de un daño "inferido ilícitamente": como afirmaba Atilio A. ALTERINI, y la solidaridad social. Así por ejemplo, cabe reconocer derecho a reparación
el epicentro del sistema, al haberse desplazado al daño mismo, prescinde .del del daño patrimonial que sufre el sujeto ante la muerte de quien le brindaba
requisito de la antijuridicidad. alimentos a pesar de no estar obligado legalmente.
se procura cerrar las puertas a pretendidas terceras categorías en nuestro siste- lógico, o las micro-lesiones propias del derecho del consumidor). Pero aún en
ma, diferentes del daño patrimonial y del daño moral. estos casos, en el ámbito resarcitorio, es mertester que quien pretenda la repa-
ración del daño sufrido colectivamente con otros, acredite el carácter personal
588. Requisitos legales del perjuicio.
Para la procedencia de la indemnización debe existir un perjuicio directo o indi- e} Subsistencia: El daño debe subsistir para conferir derecho a su resarci-
recto, actual o.foturo, cierto y subsistente (art. 1739, 1a parte). Como se advierte, la miento. No se puede reclamar si ya ha sido reparado por el propio responsable
norma establece distintos requisitos que debe reunir el daño, a los que "ata" la pues la obligación misma se extinguió. El daño ya no existe. Por el contrario,
procedencia de la indemnización. Veamos: si el perjuicio es reparado por quien lo sufre, puede reclamar lo que invirtió;
y, si lo hace un tercero, cuenta con la acción subrogatoria en los derechos del
a} Certeza: Un daño es cierto cuando su existencia resulta comprobable. Se perjudicado para reclamar el valor de lo indemnizado. ¿Qyé ocurre si la cosa
le opone el daño "incierto" que es el meramente hipotético o conjetural, que dañada desaparece luego por circunstancias ajenas al dañador? Se trata de un
puede producirse o no, por lo que no es objeto de tutela. supuesto dudoso; sin embargo, parece razonable sostener que el dañador debe
El daño puede ser cierto aunque aún no haya tenido lugar. En efecto, el indemnizar el daño causado, pues más allá de la sobreviniente desaparición de
daño es actual cuando ya se ha producido, pero es posible hablar de un daño la cosa, aquel daño no ha sido reparado, por lo que permanece la afectación
futuro, esto es, aquel daño que todavía no se ha producido al momento en el del derecho o interés de la víctima (conf. CoMPAGNUCCI DE CAso, Rubén H.,
que se dicta la sentencia o celebra el acuerdo transaccional, pero su acaecimien- Derecho de las Obligaciones, no 488.e, Ed. La Ley, 2018).
to es objetivamente probable. Es el caso del peatón embestido por un vehículo, De lo dicho hasta acá se desprende que, más allá de algunas figuras da-
quien tiene derecho a ser resarcido -entre otros rubros- de los gastos de ñosas expresamente contempladas, tales como las que afectan la integridad
atención médica que afrontó con su patrimonio (p. ej., compra de medicamen- corporal, la salud psicofísica, la afección espiritual legítima -daño moral-,
tos) y de los que desembolsará en el trascurso del tiempo (v.gr., honorarios por o la interferencia en el proyecto de vida (art. 1738), nuestra ley tiene una con-
atención psicoterapéutica). ceptualización abierta del daño, que exige solo el cumplimiento de ciertos re-
caudos para permitir su reparación, y que obliga al trabajo mancomunado de
b) Personalidad: El daño debe ser "personal" del reclamante y no ajeno, pues
la doctrina y la jurisprudencia para contemplar adecuadamente sus múltiples y
desde luego no se concibe que se indemnice lo que corresponde a un tercero.
heterogéneas manifestaciones, tanto las previstas específicamente como las que
Pero que daño sea personal, no impide que él se pueda manifestar de ma- no lo están. La consagración legal de un listado completo de daños, en verdad,
nera directa o indirecta. En el primer caso, el daño afecta derechamente, sin frustraría el reconocimiento de otros perjuicios injustos. Es lo que la doctrina
interferencias, a la propia persona del damnificado -persona humana o jurí- ha dado en llamar atipicidad del daño.
dica- o a sus bienes (p. ej ., el que sufre el dueño de un rodado ante su des-
Esta labor encuentra como única barrera el rigor científico para evitar las
trucción); en el segundo caso, el sujeto sufre perjuicios "de rebote" por la lesión
duplicaciones indemnizatorias que, enmascaradas bajo distintas denominacio-
padecida por un tercero, y reclama a título propio (es el caso del hijo menor
nes, contemplan exactamente el mismo perjuicio, enriqueciendo indebidamen-
que padece una gran discapacidad como consecuencia de una lesi~n sufrida;
te a unos en perjuicio de otros, alentando a su vez la triste industria del juicio.
los padres reclaman en nombre de éste -a quien representan- lo que le co-
rresponda en concepto de reparación por incapacidad psicofísica y daño espi-
589. Daño al patrimonio "
ritual-daño directo_:_, y a título propio lo que les corresponde a ellos mismos
por daño espiritual, por el sufrimiento de ver sufrir, y por gastos de atención El daño al patrimonio es el detrimento que se produce en los bienes y de-
médica ___:daño indirecto-). rechos que componen el patrimonio de la persona (arts. 15 y 16). Lo integran,
por ejemplo, la propiedad, el trabajo, la capacidad laboral, las objetivas proba-
Si del hecho se derivan daños a varias personas, cada damnificado tiene
bilidades de obtener un lucro, los derechos resultantes de los contratos, etcétera.
derecho a reclamar la reparación del daño sufrido personalmente.
Puede manifestarse por distintas vías. El daño emergente es la pérdida o
Cuando estamos ante un daño a un derecho de incidencia colectiva, debe disminución de valores económicos ya existentes, que produce el empobreci-
considerarse que puede alcanzar a miles de personas, incluso a seres aún inexis- miento del sujeto, como por ejemplo la destrucción de su rodado a raíz de un
tentes (piénsese en los daños causados por productos elaborados, el daño eco- siniestro de tránsito. El lucro cesante es la frustración de ventajas económicas
360 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDAD CIVIL 361
altamente probables, que representan una pérdida de enriquecimiento, como "género" abarcador de todas las posibilidades no patrimoniales del sujeto para
ocurre con el dinero que deja de ganar el taxímetro por no poder trabajar con realizar en plenitud su vida, salvaguardándose eficazmente la intangibilidad de
el rodado dañado. la persona.
Mientras el daño emergente es susceptible de una cuantificación exacta o Ahora bien, más allá. del cambio terminológico que impone el referido
muy aproximada (p. ej., se prueba a través de facturas), el lucro cesante no, pues Código, al referirse al "daño a la persona", entendemos que no se abandona
se trata de ganancias razonablemente frustradas. el binomio "daño patrimonial-daño extrapatrimonial", aunque sí se amplían
los confines reparatorios de este último que es· redimensionado bajo tal rótulo.
El Código Civil y Comercial también admite la indemnización de la lla-
mada pérdida de chance, en la medida en que su contingencia sea razonable y guarde Las consecuencias de este cambio son importantes y más allá de la opinión
una adecuada relación de causalidad con el hecho generador (art. 173 9, 2a parte). que nos merezca, no puede asimilarse "daño a la persona'' con daño moral, este
último representa sólo una especie de aquél género. Una interpretación con-
La chance es la oportunidad o posibilidad de conseguir algo, cierta expec- traria resulta atentatoria de la previsión legal. El Anteproyecto de Reforma del
tativa que se tiene en torno a determinado acontecimiento futuro. Para su aná- Código Civil y Comercial de 2018 -hemos visto antes (nro. 588)- vuelve al
lisis se ingresa en la "dimensión de lo futuro", de lo que aún no ha acontecido, clásico binomio daño patrimonial 1 daño moral, pero entendemos que ello no
se transita desde lo seguro a lo hipotético. Ejemplos de chances perdidas son: implica una restricción a la concepción amplia de daño moral -bajo la expre-
(i) la de ayuda futura que se produce por la muerte de un hijo menor de edad, sión "daño a la persona''- que venimos sosteniendo.
que aún no está en condiciones de colaborar económicamente con sus padres
(art. 1745, inc. e]); o (ii) la de obtener un buen resultado en un pleito cuando Nos parece importante señalar que el Código Civil y Comercial ha desta-
el abogado no apela la sentencia adversa. cado la necesaria protección de la persona humana, y en tal sentido dispone la
reparación de las consecuencias de la violación de los derechos personalísimos de la
A los fines resarcitorios, el análisis que se practica es complejo, debiéndose víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones espirituales y
ponderar las mayores o menores probabilidades o chances de éxito en función las que resulten de la interferencia en su proyecto de vida (art.1738). La norma re-
de parámetros objetivos de persona, tiempo y lugar. Lo que se resarce es la salta la protección de los derechos personalísimos (la vida, la libertad, la salud,
chance misma, la "oportunidad", que se frustra, no el beneficio en sí que se la integridad, el honor, la imagen, entre otros), que son inalienables, indispo-
esperaba lograr (esto se enmarca en el lucro cesante). nibles e inenajenables, y que cuando son vulnerados deben ser indemnizados.
Similar orden de ideas se observa en los arts. 51 y siguientes del mentado plexo
Según GAMARRA, se "pesa" a la chance para establecer la consistencia de
legislativo.
la probabilidad, y se aplican dos reglas generales o principios orientadores: 1)
la probabilidad es mayor cuanto más próximo se encuentra el evento dañoso
591. Clases o especies de daños
de la situación terminal de ganancia esperada; 2) cuantos mayores son las con-
tingencias, menor es el valor de la chance perdida (GAMARRA, Jorge, Tratado Más allá de algunas clases o especies de daños que ya hemos visto en los
de Derecho Civil uruguayo, t. III, Fondo de Cultura universitaria, 2012, p. 272). números anteriores (al patrimonio y a la persona, emergente y lucro cesante,
actual y futuro, directo e indirecto), pueden mencionarse estas otras:
Debe tratarse de una expectativa legítima. Por ello, el art. 1739 habla de
una contingencia razonable que guarde una adecuada relación de causalidad con el a) Evitable, resarcible y punible: El daño es evitable cuando aún no ha suce- ...
hecho generador. Por el contrario, si lo que se pierde es una chance meramente dido pero es de probable ocurrencia, por lo que impone la adopción de medidas
genérica, difusa o vaga, constituye un daflo puramente hipotético o eventual, y eficaces para impedir su acaecimiento. El daño es resarcible cuando es cierto y
por no tener la suficiente verosimilitud, no cabe repararlo; es el caso del atleta debe ser indemnizado. Finalmente, el daño es punible cuando se castiga -con
que sufre daños que le impiden participar de una maratón en la que se premia una finalidad disuasoria- la conducta que lo generó; son los llamados daños
al ganador, pero que su récord lo ubica cómodamente en el pelotón del fondo. punitivos, previstos por el art. 52 bis de la ley de Defensa del Consumidor
(ley 24.240).
590. Daño a la persona
b) Común y propio: El daño es común si lo hubiera sufrido cualquier acree-
Hasta la sanción del Código Civil y Comercial, se había considerado que el dor, mientras que es propio si únicamente lo puede experimentar un acreedor
significado del daño moral resulta omnicomprensivo pues conforma per se un determinado. Es el caso del préstamo de un libro que el deudor pierde; éste,
....... ~
como regla, deberá su valor (lo que representa un daño común), pero si se ha- Civil y Comercial de la Nación. Sin perjuicio de la regla precedentemente in-
llaba autografiado y tenía un significado especial para el acreedor, estamos ante formada y de las excepciones establecidas, el propio Código faculta a los jueces
un daño propio. a apartarse de dicha regla y distribuir la carga de la prueba ponderando cuál de
las partes se halla en mejor situación para aportarla (art. 1735). Es lo que se ha
En principio sólo se indemnizan los daños comunes, a menos que el deu-
dado en llamar las "cargas probatorias dinámicas".
dor conociera o debiera conocer el carácter propio del daño que experimenta
su acreedor (arts. 1725, 1726 y 1728). También responde como daño propio, el Respecto a los medios probatorios admisibles, todos los contemplados por
deudor que actúa con dolo, por la agravación de su responsabilidad establecida el Código Procesal (testimonial; pericial, documental, informativa) son válidos,
en el art. 1728 in fine. sin perjuicio del diferente criterio de apreciación judicial.
e) Moratoria y compensatorio: El daño moratoria es el que se deriva de la Demostrada la existencia del daño; aun cuando sea razonablemente difícil
mora del deudor, por lo que supone la posibilidad de cumplimiento tardío de determinar su monto o éste no estuviere justificado, el juez debe fijar en la
la prestación que al acreedor aún le resulta útil, y se acumula a la prestación o sentencia su reparación. Así lo prevé de manera genérica el art. 165, párr. 3°
a la indemnización que la reemplaza. El daño compensatorio -que de ningún del Código Procesal mencionado, y de manera específica para ciertos daños el
modo puede ser confundido con el interés compensatorio al que nos hemos art. 1746 del Código Civil y Comercial (por ejemplo, los gastos médicos y de
referido antes (nro. 229)- se configura ante un incumplimiento definitivo, por transporte que resulten razonables en caso de lesiones).
lo que el pago de daños sufridos sustituye o reemplaza a la prestación, y así el
interés del acreedor se satisface por equivalente . . En ciertos casos el daño es presumido por la ley iure et de iure, por lo que no
requieren de acreditación, casos en los que promedia una presunción de cau-
d) Inmediato y mediato: El daño inmediato es el que registra la máxima salidad a nivel adecuación. Así, por ejemplo, en el supuesto de fallecimiento, el
proximidad causal lógica con el hecho generador; el daño mediato es el que art. 174 5 presume los gastos para la asistencia y posterior funeral de la víctima,
tiene lugar solamente de la conexión de tal daño con un acontecimiento dis- y lo necesario para alimentos del cónyuge; o, en el de incapacidad permanente,
tinto. La distinción no se basa en un orden cronológico-temporal sino lógico física y psíquica, el art. 1746 presume los gastos médicos, farmacéuticos y por
(por ejemplo, la muerte derivada de un accidente violento es una consecuencia transporte razonables en función de la índole de las lesiones o incapacidad.
inmediata aunque transcurra un cierto tiempo entre el suceso y el resultado). En otros casos la ley imputa el daño; así ocurre en materia de seña penitencial,
Esta clasificación se identifica con el concepto de consecuencias inmediatas la cual no requiere que las partes deban acreditar el daño sufrido, sino que se
y mediatas reparables (art. 1727), por lo que se desarrolla en el marco de la establece, lisa y llanamente, que quien se arrepiente perderá la seña entregada o
"relación de causalidad". deberá devolverla doblada, según quien lo haga (art. 1059). Sobre este último
tema nos remitimos a lo que se ha expresado en otro lugar (BoRDA, Alejandro,
e) Individual y colectivo: Ambos son daños personales. El primero es el que
Derecho Civil y Comercial. Contratos, nro. 231 y sigs., Ed. La Ley, 2a edición).
afecta el patrimonio o la persona misma y puede ser reclamado a título indivi-
dual, se haya manifestado de manera directa o.indirecta. El daño colectivo, en Por último diremos que la "notoriedad" del daño se relaciona con cada tipo
cambio, recae sobre un derecho de incidencia colectiva y en general afecta a la de daño, así por ejemplo, en materia de daño moral puede llegar a surgir in re
comunidad (art. 14), por ejemplo al medio ambiente sano o a la libre compe- ipsa, como en el caso del sujeto que padece severos daños físicos minusvalidan-
tencia en el mercado. tes (amputación de una pierna).
...
592. Carga de la prueba. Daños presumidos y notorios
C.- RELACIÓN DE CAUSALIDAD
Un daño fáctico o de hecho que no se demuestra, jurídicamente no existe.
En el proceso se trata de "probar o sucumbir". 593. Concepto
En principio, la carga de la prueba acerca de su existencia, naturaleza y La relación causal consiste en el enlace material o físico que existe entre un
alcance corresponde a quien lo alega, es decir, el pretendido acreedor. Por ello, hecho-antecedente (acción u omisión) y un hecho-consecuente (el resultado
el art. 1744 establece que el daño debe ser acreditado por quien lo invoca, excepto dañoso). Por ello, estará obligado a reparados perjuicios quien los causó con
que la ley lo impute opresuma, o que sU1ja notorio de los propios hechos, solución que su hecho, o mediante la intervención de personas situadas bajo su ámbito de
encuentra sustento en el principio normado por el art. 377 del Código Procesal autoridad o control, o por cosas de las que es dueño o guardián.
..... _.l
364 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
RESPONSABILIDAD CIVIL 365
El Código Civil y Comercial no define a la relación causal, sino que es- que los daños suelen originarse a veces en causas múltiples: ¿a cuál de ellas
tablece pautas y límites para orientar su análisis, las que surgen del núcleo de imputar la consecuencia dañosa?
disposiciones contempladas en los arts. 1725 a 1736.
El problema ha sido largamente debatido y ha dado lugar a que se sosten-
594. Diferencias entre condición, causa y ocasión gan distintas teorías:
a) Teoría de la condictio sine causa. Según esta teoría, un hecho puede consi-
Por condición se entiende la situación o circunstancia indispensable para
derarse causa de otro posterior cuando si hubiese faltado el hecho precedente,
la existencia de otra, por lo que toda condición constituye un antecedente del
el posterior no se hubiere producido~ Cualquier antecedente que responda a
daño, pero no significa que revista entidad suficiente para generarlo por sí
estas condiciones debe ser considerado causa del daño; si existen .varios hechos
misma.
antecedentes, no hay razón para preferir unÓ y excluir a otro, cuando la falta
Si un efecto es producto de múltiples condiciones que interactúan, entre de cualquiera de ellos hubiera imposibilitado la prod~cción del daí)o. Por ello
ellas debe distinguirse a la "causa" del daño de la que constituye mera condición se la llama también teoría de la equivalencia de las condiciones. Ha sido justa-
u ocasión, para ~signar a cada uha el rol que cumple, su precisa relevancia jurí- mente criticada porque extiende la relación causal hasta el infinito, incluyendo
dica. El análisis de la causalidad jurídica es un "análisis jerarquizador". las llamadas precondicione~ o causas de las causas. Así, por ejemplo, un auto-
movilista hiere levemente a un peatón; éste es llevado a una sala de primeros
Entre condición y causa existe una relación de género a especie: si bien auxilios donde contrae una enfermedad contagiosa y muere. ¿El automovilista
la causa es siempre una condición (antecedente) del daño, no toda condición será responsable de la muerte?
alcanza jerarquía de causa.
b) Teoría de la causa próxima. La propagación indefinida de la relación de
La causa es una condición pero que asume especial entidad pues el derecho causalidad, propia de la teoría que acabamos de exponer, condujo de la mano
le confiere mayor relevancia, la reputa "adecuada" para la producción de deter- a esta 9tra: sólo la causa más próxima es relevante y excluye de por sí a las
minado resultado. más remotas. Pero esta teoría se hace pasible de una seria crítica: no siempre
la última condición es la verdadera causante del daño. Ejemplo: una persona
La ocasión es la oportunidad que se ofrece para ejecutar o conseguir algo, hiere a otra de una puñalada; un tercero se ofrece a llevar a la .víctima hasta el
y si bien también es trascendente, tiene menor entidad pues sólo favorece la hospital sin reparar que su automóvil carece de nafta suficiente para llegar a
actuación de la causa del daño, facilita o potencia la aptitud originadora de destino, como consecuencia de lo cual aquélla muere por hemorragia. Aunque
ésta. Es el caso de quien -conduciendo un vehículo- pincha un neumático sea indudable que llegando a tiempo hubiera podido pararse la hemorragia y
porque está en mal estado de conservación, se detiene en la banquina de la au- salvar la vida de la .víctima, es obvio que la muerte de ésta no puede imputarse
topista y resulta embestido por otro rodado. El vicio del neumático no es causa al conductor del automóvil (por más que hubiera culpa en ofrecerse debiendo
del siniestro sino solamente una condición u ocasión si el vehículo se encuen- saber que no podría llegar a destino), sino al autor de las lesiones.
tra correctamente detenido y señalizado; la causalidad la aporta únicamente el
conductor del automotor embestidor. Como regla no se responde por el mero e) Teoría de la causa ificiente. Estas dificultades han pretendido salvarse sos-
hecho de haber facilitado la producción del daño. teniéndose que debe considerarse causa a aquella de mayor eficiencia en la
producción del daño. Pero no se gana mucho con esta teoría, porque no hace
sino trasladar la dificultad: ¿en base a qué criterio se distinguirá entre las dis-
~95. El problema de la causalidad 'lo
tintas causas y se decidirá que una es más eficiente que la otra? Se distingue
El principio de que debe haber una relación de causa a efecto entre el una corriente de orden cuantitativo y otra cualitativa.
hecho y el daño es clarísimo e indiscutible. Las dificultades surgen a veces, en d) Te~ría de la causación adecuada. Predomina hoy la teoría de la causación
la práctica, para d~terminar hasta qué punto un hecho puede ser ocasionado adecuada. Todo el problema consiste en determinar si la acción u omisión a la
por otro. El encadenamiento de los hechos que acontecen en el universo llega que se le atribuye el daño, era normalmente capaz de producirlo; vale decir, el
a veces al infinito. El autor de un hecho no podría ser responsable de todas, problema debe plantearse en abstracto, teniendo en consideración lo que or-
absolutamente todas, las derivaciones de aquél. Es necesario cortar en algún dinariamente sucede, en virtud de un juicio de probabilidad que, si bien debe
punto ese encadenamiento causal, estableciendo la responsabilidad hasta ese realizarse luego del hecho, debe preguntarse si un hombre medio puesto en el
límite y no más allá. Qyizás más grave que esta dificultad es la que resulta de momento de ese hecho pudo haber previsto que la acción u omisión del pre-
366 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
RESPONSABILIDAD CIVIL 367
1
sunto responsable era o no capaz de causar ese daño. Como puede advertirse El Código Civil y Comercial dispone que son reparables las consecuencias
se trata de fijar un criterio de imputación objetivo de la responsabilidad. Es el dañosas que tienen nexo adecuado de causalidad con el hecho productor del daño.
caso de la persona levemente herida en un siniestro de tránsito que fallece al Excepto disposición legal en contrario, se indemnizan las consecuencias inmediatas y
incendiarse el hospital al que había sido trasladada; es claro que el responsable las mediatas previsibles (art. 1726).
de las heridas no aporta la causalidad adecuada de este último efecto, pues Puede afirmarse, entonces, que el criterio de previsibilidad es el eje central
aunque sea una derivación de aquél acontecimiento no se encuentra habitual- de la causalidad jurídica pues en ella anida su fundamento: permite discernir la
mente asociado a él. Esta teoría brinda, como puede apreciarse, sólo una pauta causa a partir de lo anticipable o esperable, operatoria que en justicia permite
general a la que debe ajustar su labor el juez, teniendo en cuenta las circuns- identificar al autor del daño y fijar el alcance de la reparación. .
tancias peculiares de cada caso. Y hay que reconocer que en ello reside uno de
sus principales méritos. Porque en definitiva, son los tribunales los que han de No se toma en cuenta el punto de vista del propio autor del hecho, lo que
resolver las cuestiones derivadas del nexo causal guiándose más que en teorías éste conocía o podía conocer (revelador de culpabilidad), pues el estudio de
abstractas, por el criterio que en cada caso concreto pueda conducir a la solu- probabilidad se practica en abstracto, con un criterio objetivo, prescindien-
ción justa. do de lo que efectivamente ocurre en el caso concreto: el parámetro es el del
"hombre promedio", o mejor aún, el "hombre razonable".
596. La solución del Código Civil y Comercial
En síntesis, (i) las consecuencias inmediatas de los hechos libres son im-
Para establecer la relación de causalidad entre un hecho y su consecuencia, 'putables al autor de ellos, pues estas consecuencias importan una conexión de
el Código distingue entre consecuencias inmediatas, mediatas y casuales. primer grado con el hecho antecedente, y ocurre con regularidad, es normal;
(ii) las consecuencias mediatas, en cambio, no tienen por qué ocurrir según el
a) Consecuencias inmediatas de un hecho son aquellas que acostumbran su- curso natural de los sucesos y por ello solo son atribuibles en tanto y en cuanto
ceder según el curso natural y ordinario de las cosas (art. 1727, la parte); el tales consecuencias fueran previsibles; y, finalmente, (iii) si las consecuencias
autor del hecho es responsable de ellas. Este criterio de definición de las con- mediatas son imprevisibles se juzgan casuales (ALTERINI, Atilio A., Responsa-
secue.ncias inmediatas, se aviene sin dificultad con el concepto de la causación bilidad civil, nros. 279,282 y 283, Abeledo Perrot, 1987).
adecuada.
b) Consecuencias mediatas son las que resultan de la conexión de un hecho 597. Vías de manifestación causal
con un acontecimiento distinto (art. 1727, 2a parte). Aquí la relación de cau-
El daño puede ser causado por acción o por omisión (arts. 1717 y 1749).
salidad es más remota; no se trata de una concatenación natural y ordinaria.
La conducta dañosa se desenvuelve por vía de acción cuando se lleva a cabo
De estas consecuencias se responde solamente cuando el autor del hecho las
por medio de un acto positivo (por ejemplo, golpear, embestir con un auto-
hubiere previsto y cuando, empleando la debida atención y conocimiento de
móvil, difamar o calumniar). Y se desenvuelve por vía de omisión cuando se
la cosa, haya podido preverlas. Así, por ejemplo, si un estanciero vende a otro
produce por no hacer lo que impone el derecho, debiendo distinguirse entre
un lote de vacunos enfermos de aftosa, y como consecuencia de ello se enfer-
la "comisión por omisión'' (p. ej., no amamantar al hijo y provocar su muerte)
ma el resto de la hacienda, es responsable no sólo de los daños derivados de
y la "omisión pura" (v.gr., no auxiliar a otro sin riesgo para la propia persona).
la muerte de los animales vendidos (consecuencias inmediatas), sino también
de la propagación de la enfermedad (consecuencias mediatas), pues este daño Asimismo, debe señalarse que el resultado dañoso puede obedecer a una ...
pudo razonablemente preverse. causa o a dos o más que interactúan.
e) Consecuencias casuales son las consecuencias mediatas que no pueden Estos son los supuestos de "co-causación" que se distinguen por la dife-
preverse (art. 1727, 3a parte). Es decir, se trata de consecuencias tan remotas, rente modalidad que las causas asumen en su operatoria: (i) en la causalidad
que no podían preverse ni aun usando toda la diligencia que el caso requería. conjunta o común, dos o más personas aportan las causas relevantes (es el caso
Como se puede advertir, la previsibilidad es lo que diferencia a las conse- de dos sujetos que golpean a otro); (ii) en la causalidad acumulativa, la acción
cuencias mediatas de las casuales. Por ello, si el autor tuvo en mira una deter- dañosa de dos o más sujetos es independiente entre sí, pero con una sola el re-
minada consecuencia y ella se produjo, ella revela que no es casual ni remota, sultado se habría producido igualmente (es el caso de dos fabricantes que vier-
pues éstas se caracterizan porque no pueden preverse; se tratará, entonces, de ten al río aguas contaminadas en tal cantidad que cualquiera de los derrames es
una consecuencia mediata . suficiente para destruir la pesca); (iii) en la causalidad disyunta o alternativa, el
......
368 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
RESPONSABILIDAD CIVIL 369
daño se produce como efecto de una acción proveniente de dos o más personas
sin que sea posible individualizar quién de todos fue el efectivo autor (es el caso que concretamente significa que más allá de ése límite el propio perjudicado
de autor anónimo de un grupo determinado). debe soportar los daños que sufre.
Diferente de la co-causación son las llamadas concausas, esto es, las causas ¿Con qué medida o alcance se debe responder? Se acude a parámetros
extrañas que actúan independientemente de la condición puesta por el agente, objetivos establecidos por la ley y elaborados desde una perspectiva de justicia,
por lo que la relación de causalidad a su respecto no alcanza a configurarse total para impedir la elongación excesiva de los perjuicios imputables al responsable,
o parcialmente. La causa material del menoscabo se desplaza hacia otro centro y evitar el consiguiente en~iquecimiento del damnificado.
de imputación material concurrente, causando una interferencia causal que se
refleja en la procedencia o en el alcance de la reparación. Por ello, comprende 599.Autoría
los tradicionales supuestos de fractura del nexo causal, que ánalizaremos más
Este análisis se orienta a la individualización del agente causante de daños.
adelante (nros. 637 y ss.).
El análisis de autoría (como hemos adelantado en el número anterior) reve-
Finalmente, cabe distinguir las causas temporalmente, es decir, según ac- la una doble causalidad, material (concepto restringido) y jurídica (concepto
túen de manera preexistente, concomitante o sobreviniente respecto al hecho amplio).
que desencadena el resultado. Las causas "preexistentes" son anteriores al he-
La autoría material constituye el primer análisis. Su objeto es la conducta
cho del agente, como el sujeto que padece una afección cardíaca y que, al ser
que provocó los daños: por su intermedio se identifica al agente que aportó la
asustado por una broma, muere. Las causas "concomitantes" actúan producien-
causalidad física o material (imputatio facti) .
do el resultado dañoso al operar simultáneamente, como el caso en que una
persona sujeta con fuerza a otra para que alguien más la golpee. En las causas La autoría jurídica constituye un segundo estadio, que requiere que antes
"sobrevinientes", el hecho que contribuye concausalmente aparece con poste- se resuelva el problema de identificación anterior. Decide quién o quiénes son
rioridad al del agente, como la persona que resbala en el piso mojado de la casa considerados autores jurídicos del "daño" en sí mismo para responsabilizarlos
de un amigo, y camino a la farmacia para comprar un analgésico es herida de (imputatio iuris).
muerte por un delincuente.
La categoría autoría jurídica es una construcción cuyo concepto se elabo-
598. Funciones de la relación de causalidad ra sobre la base de la justicia y la equidad, diferente a la autoría material que
responde a las reglas de la causalidad física. La autoría material no conduce
·La importancia de la relación de causalidad se evidencia a través de la uti- necesariamente a la jurídica, pues esta última "contrae", "dilata" o "prescinde"
lidad que cumple, que se da en dos planos diferentes: 1) en el de la autoría, que de aquélla.
permite individualizar al responsable, a quién pagará (función inmediata); 2)
La contrae al operar un supuesto de daño justificado (legítima defensa,
en el de la extensión del resarcimiento, que permite establecer qué consecuen-
estado de necesidad, etc.) que excluye o limita la responsabilidad. La dilata en
cias dañosas se deben reparar, cuánto se pagará (función mediata). ·
los casos de responsabilidad refleja (principal por el obrar dependientes, padres
Sobre la primera función, en la causalidad a nivel autoría se distingue una por el de los hijos), y en los casos de daños causados por la cosa qe la que se
doble causalidad: la "material" respecto de la conducta, y la "jurídica" respec- es dueño o guardián, o producidos en el desarrollo de actividades riesgosas. Y
to del daño en sí mismo. Por ejemplo, el chofer de un ómnibus que por una prescinde de la autoría material en los casos de causalidad en la omisión (pura), '!-
brusca maniobra lesiona a pasajeros y peatones, es autor material de la con- como son los supuestos de responsabilidad colectiva y anónima (p. ej., activi-
ducta dañosa y autor jurídico del daño, mientras que el principal (la empresa dad peligrosa de un grupo).
de transporte) sólo autor jurídico del daño (responsables directo e indirecto
Por otra parte, es preciso no confundir la relación de causalidad con la
respectivamente).
imputabilidad del acto. La primera es una cuestión de orden físico, material,
Acerca de la segunda función (extensión de la reparación), razones de jus- más que jurídica; se trata de saber si un daño es consecuencia de un hecho
ticia impiden que la obligación del responsable se prolongue hasta el infinito, anterior, sin hacer un juicio de valor sobre la mayor o menor reprochabilidad
que sea absoluta, que alcance de manera indiscriminada a todos y cada uno de en la ejecución del acto. La imputabilidad es un concepto esencialmente ju-
los efectos perjudiciales de su actuar. En algún punto es necesario "cortar", lo rídico: se trata de saber si la ley imputa a una persona la obligación de pagar
ciertos daños provocados por determinados actos. Así se explica que pueda
370 ALEJANDRO BORDA (DI R.) RESPONSABILIDAD CIVIL 371
haber causalidad sin imputabilidad, como ocurre en nuestro derecho con los el agente resulta extraño o ajeno, al que permanece inerte o pasivo, no actúa,
daños ocasionados por un menor de 10 años, más allá del deber de responder debiendo hacerlo. Debido a dicha preexistencia de causalidad, el omitente no
por razones de equidad (art. 1750). es quien "aporta" la causa material del perjuicio, por lo que la c;ausa adecuada
Qurídica) únicamente puede ser "normativa'', es decir, sólo la ley puede deter-
600. Particularidades de la causalidad omisiva minar la imputación de esa causalidad.
Es necesario distinguir entre la comisión por omisión y la omisión pura. 601. Particularidades de la causalidad contractual
En la comisión por omisión, una persona, como consecuencia de un acto La problemática de la causalidad sólo se verifica en su plenitud en la di-
suyo (aquí la clave), crea un riesgo del que se derivan daños que pueden evitarse mensión aquiliana, no en la contractual donde sus funciones o utilidades se
ejecutando un acto que se omite; es el caso del médico que en una operación ven menguadas: la identificación del sujeto que habrá de responder, es decir,
corta una arteria y al no ligarla deja que el paciente muera, o de la madre que la pesquisa en torno a la autoría (material de la conducta y jurídica del daño)
no amamanta al hijo y provoca su muerte. en principio no resulta necesaria ya que el causante es el propio contratante
incumplidor.
En la omisión pura, el daño se produce por obra de circunstancias total-
mente ajenas a quien, pudiendo intervenir para evitarlo, se abstiene y no hace En efecto, los contratantes construyen la causalidad del contrato al "mol-
nada, como sucede cuando no se auxilia a otro sin riesgo para la propia persona. dear" la relación obligacional conforme a sus respectivos intereses: negocian y
Aquí hay una causalidad preexistente respecto de la cual el agente es ajeno. fijan un camino a seguir ("plan prestacional"), prevén contingencias, se antici-
Las omisiones que no encuadran en una de las categorías señaladas son pan, acuerdan un régimen de consecuencias aplicable para el caso de eventual
intrascendentes para el derecho de la responsabilidad civil, por ello la omisión incumplimiento, etcétera. Campean aquí los principios de autodeterminación
considerada en sí misma no es relevante (a contrario de lo que sucede en el y autorresponsabilidad dentro del amplio marco de libertad negocial (art. 958).
derecho penal con los delitos en grado de tentativa y los de peligro). Se espera del deudor que cumpla con la prestación a su cargo, por lo que
Entonces, ¿cuándo existe concretamente el deber de actuar? Ante todo, la previsibilidad de las contingencias dañosas adquiere otra dimensión, que
cabe señalar que en la vida en sociedad el derecho de abstenerse se encuentra repercute en la extensión del resarcimiento (véase nro. 603).
lejos de ser absoluto. No se puede premiar el egoísmo, lo que no significa que
Los parámetros contractuales son útiles para precisar (i) los contornos del
deba aceptarse una tesis amplia pues se corre el riesgo de esperar del sujeto una
objeto obligacional, que constituye el interés del acreedor, extremo que permite
ilimitada -e inexigible- disponibilidad al sacrificio.
discernir si el deudor compromete diligencia o más aun resultados (sobre esta
En el ámbito de la causalidad omisiva, el alterum non laedere adquiere una previsibilidad se apoya la clasificación que distingue a las obligaciones como de
particular configuración. La virtud de la prudencia es la que fija límites para su medios y de resultado); y, (ii) el alcance de los daños indemnizables (extensión
demarcación pues una obligación genérica e indeterminada que obligue a todo del resarcimiento).
sujeto a prevenir o evitar la producción de un perjuicio a otro, sería franca-
mente insostenible, una carga excesiva con afectación de la libertad individual; 602. Valoración de la conducta
pero, a su vez, la formulación opuesta que confiere relevancia jurídica a las con- .,.
ductas omisivas según las concretas y específicas hipótesis tipificadas, implica El art. 1725 brinda coordenadas para la valoración de la conducta del suje-
to que son válidas para ambas órbitas de la responsabilidad. Veamos:
una inmovilidad del sistema para aprehender nuevas modalidades lesivas, y la
imposibilidad de resolver con justicia la protección de intereses merecedores a) Cuanto mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las
de tutela. cosas, mayor es la diligencia exigible al agente y la valoración de la previsibilidad de
las consecuencias (art. 1725, párr. 1°).
El análisis de las consecuencias que produce la omisión de cierta conducta
nos introduce inevitablemente en el terreno de la causalidad, y de lo conjetural El deber legal de previsión pesa invariablemente sobre todo sujeto, se trate
o hipotético: si el sujeto hubiera actuado, ¿habría evitado el daño? de génesis obligacional (contractual) o aquiliana (extracontractual), pues siem-
En la omisión pura el omitente se abstiene de realizar una conducta que le pre se debe actuar con cuidado para poder anticiparse a las probables conse-
exige el ordenamiento, pero respecto de un proceso causal preexistente al que cuencias dañosas.
372 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
RESPONSABILIDAD CIVIL
373
Se consagra aquí un estándar de la previsibilidad exigible al agente que
cuenta con conocimientos específicos, como los profesionales universitarios, El mentado art.1728 determina otros parámetros para determinar las con-
especialistas, técnicos, científicos, proveedores profesionales de bienes y servi- secuencias resarcibles: En los contratos se responde por las consecuencias que las
cios en el ámbito de las relaciones de consumo, etcétera. partes previeron o pudieron haber previsto al momento de su celebración. Cuando
existe dolo del deudor, la responsabilidad se fija tomando en cuenta estas consecuen-
Es justo que, ante el mayor grado de previsibilidad que tiene el agente cias también al momento del incumplimiento.
acerca de las consecuencias que se derivan del curso normal y ordinario de las
cosas (art. 1727), sea más rigurosa la valoración de su conducta desde el plano Aquí la norma se aparta del criterio de responsabilidad aquiliana -esto
abstracto y objetivo de la causalidad y concreto de la culpabilidad. es, que deberán repararse las consecuencias previsibles en abstracto para un
hombre medio, en conocimiento de las circunstancias del caso- y lisa y lla-
Se trata de un supuesto de responsabilidad agravada, y confiere sustento namente se obliga a responder por las consecuencias que las partes previeron
a la llamada obligación de medios "reforzada". Y decimos que se trata de un o pudieron prever al momento de celebrar el contrato. E, incluso, de manera
supuesto de responsabilidad agravada pues la teoría de la causalidad adecuada acertada previó un tratamiento agravado para el incumplidor contractual do-
que recoge nuestro Código (nro. 595) se asienta en la previsibilidad del hom- loso, pues debe considerarse lo previsible tanto al tiempo de la celebración del
bre medio y con un criterio abstracto, que es un estándar menor o más laxo que contrato como al momento del incumplimiento. Es pertinente recordar que el
el que establece el art. 1725, párr. 1o. dolo no es el incumplimiento deliberado, sino que requiere producir un daño
de manera intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos
b) Cuando existe una confianza especial, se debe tener en cuenta la naturaleza (art. 1724, in fine).
del acto y las condiciones particulares de las personas (art.1725; párr. 2°).
604.Prueba
Cuando existe una "confianza especial" se toman en cuenta -además de
la naturaleza del acto- factores individuales del agente como su desarrollo La carga de la prueba de la relación de causalidad corresponde a quien la alega,
intelectual, su cualificación, grado de conocimiento, etcétera. excepto que la ley la impute o la presuma. La carga de la prueba de la causa ajena,
o de la imposibilidad de incumplimiento, recae sobre quien la invoca (art. 1736).
e) Para valorar la conducta no se toma en cuenta la condición especial, o la fa-
cultad intelectual de una persona determinada, a no ser en los contratos que suponen Dich~ solución es aplicable tanto en el terreno contractual como en el
una confianza espectal entre las partes. En estos casos, se estima el grado de responsa- aquiliano, lo que resulta consistente con el principio que rige en materia pro-
bilidad, por la condición especial del agente ( art. 1725, párr. 3°). cesal (art. 377, Cód. Proc. Civ. y Com. de la Nación).
Si bien es notoria la oscuridad de su redacción, no contradice el párrafo an- Ahora bien, conviene aportar algunas reflexiones sobre el referido art.1736.
terior sino que lo repite innecesariamente: en resumen, la condición "especial" La norma parece tener a la vista la responsabilidad extracontractual. En ella,
o "particular" y la "facultad intelectual" de la persona (párr. 3°) son paráme- quien reclama debe probar la relación de causalidad entre el hecho del agente
tros que sólo se aplican en los contratos que suponen una "confianza especial" y el daño sufrido y, además, que el resultado dañoso usualmente se deriva de
(párr. 2°). ese hecho conforme el juicio de probabilidad realizado. Pero en materia con-
tractual, quien reclama deberá acreditar que las partes previeron o pudieron
603. Extension del resarcimiento prever la consecuencia perjudicial causada por el incumplimiento al momento
de celebrar el contrato (art. 1728). En otro orden de cosas, la norma impone '!;
Hemos dicho antes (nro. 595) que deben indemnizarse las consecuencias al demandado que pruebe la causa ajena o la imposibilidad de cumplimiento.
inmediatas y las mediatas previsibles, a menos que exista una disposición le- Ello implica, por un lado, que si el demandado alega eximentes que rompan
gal en contrario (art. 1726, 2a parte). Ésta es en principio la medida de toda el nexo causal, debe él probarlas; pero, por otro lado, si el demandado niega
reparación. haber tenido participación en el hecho dañoso, la carga de la prueba recae en
quien reclama pues deberá acreditar la relación de causalidad (conf. FIORENZA,
Siri embargo, corresponde distinguir entre la responsabilidad por incum- Alejandro Alberto, La función resarcitoria de la responsabilidad civil, p. 105, Ed.
plimiento obligacional y la responsabilidad aquiliana. En la primera, se agrava El Derecho, 2018).
la situación del deudor que incumple con dolo (art. 1728); en la segunda, no se
produce tal agravamiento. En cuanto a la señalada "presunción de causalidad", que constituye una no-
vedad, por nuestra parte consideramos que no existe tal presunción: si se trata
RESPONSABILIDAD CIVIL 375
374 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
606. Los factores subjetivos La culpa comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o
profesión (art. 1724, 2a parte). Ellas son, por tanto, manifestaciones o expresio-
Hemos señalado antes que la culpa y el dolo integran los factores subje- nes de concreción de la culpa.
tivos de atribución de la responsabilidad (art. 1724, 1a parte). Corresponde,
Cuando el sujeto actúa de manera ttegligente, no tiene el cuidado que ha-
ahora, analizarlos.
bría evitado el resultado dañoso; por ejemplo,-el profesional contratado para
un casamiento, que no puede registrar la ceremonia-religiosa por no haber re-
607. La culpa. Concepto visado previamente el adecuado funcionamiento de su equipo de audio y video.
La culpa consiste en la omisión de la diligencia debida según la naturaleza de Cuando el sujeto actúa imprudentemente, obra de manera precipitada o
la· obligación y las circunstancias de las personas, el tiempo y el lugar (art. 1724, apresurada, sin prever las consecuencias posibles; por ejemplo, el futbolista que
la parte). al disputar un balón, levanta su pierna a la altura de la cabeza del contrario.
Para determinar con precisión su contenido exacto, corresponde perfilar Por último, la impericia en el arte o profesión significa que el sujeto no sabe
los deberes de diligencia impuestos por la ley cuya violación fundamenta la o no hace lo que debería saber o hacer en razón de su oficio o profesión. Esta
imputación. vertiente es muy importante para fundamentar la llamada "culpa profesional".
Es el caso del médico que, sin contar con el resultado de los estudios necesa-
Por diligencia se entiende el cuidado y actividad en ejecutar algo, el poner rios, diagnostica una dolencia ignorando los principios científicos aplicables.
todos los medios para conseguir un fin. La persona diligente es la cuidadosa,
exacta y activa. 609. La culpa contractual y extracontractual
El que actúa con culpa omite la conducta debida -sea ésta positiva o ne- En el marco de la unificación de la responsabilidad civil contractual y ex-
gativa- en materia de previsión de un daño. No actúa de manera tal que evite tracontractual, es posible afirmar que la culpa consiste en una idea unívoca que
razonablemente la causación de daños. se aplica con el mismo sentido en ambos campos de la responsabilidad civil.
Siempre hay una obligación preexistente: sea por vía del incumplimiento pres-
Integran la culpa dos elementos negativos: (i) la ausencia de la diligencia tacional acordado (pacta sunt servanda) o a través de la comisión de un hecho
debida; y (ii) la ausencia de malicia o intensión dañosa( que es propia del dolo). ilícito que violenta directamente el principio cardinal de no dañar (alterum non
laedere).
Desde luego, la imputación con basamento en la culpa requiere una aptitud
o cualidad en el sujeto, cierta capacidad de entender o de querer. Es lo que se Con todo, puede puntualizarse que el deudor contractual debe adoptar las
conoce como uso de la razón o discernimiento. diligencias del caso para cumplir, su actuación tiene siempre que encaminarse
a la consecución de la finalidad acordada (no significa necesariamente que se
Es menester que el sujeto actúe "voluntariamente", y los hechos se juz- comprometa a alcanzarla), y en caso que no practique dichos cuidados (hace
gan voluntarios si son ejecutados con discernimiento, intención y libertad de menos, de más o algo diferente de lo convenido) y cause daños, su conducta
(art. 260). En cambio, se reputa involuntario el acto de quien al momento merece reproche y debe resarcir.
de realizarlo está privado de la razón, o el acto ilícito de la persona menor de
edad que no cumplió diez años, o el acto lícito de quien no cumplió trece años En la esfera aquiliana también existe siempre un deber de conducta, se
(art. 261), entre otros. trata del deber genérico y difuso de actuar de manera de no causar perjuicios a
terceros, por lo que se lo incumple en caso de omisión de la debida diligencia
Aunque el sujeto no quiera el daño, hay voluntad porque quiere el acto -o (arts. 1710, inc. a], y 1716).
la omisión- que lo causó. El resultado del acto es previsible y no lo prevé, lo
que viola el genérico deber de diligencia. Al promediar voluntad del medio 610. Clasificación y graduación de la culpa
aunque no del fin (resultado), para el derecho es suficiente a los efectos de
Todas las culpas no son iguales: hay máximas desaprensiones, groseros in-
imputar responsabilidad.
cumplimientos que traducen una desconsideración por el otro rayana con el
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378 ALEJANDRO BORDA (DI R.) RESPONSABILIDAD CIVIL 379
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dolo, y a la par, meras desatenciones, descuidos, también reveladoras de omi- 611. Valoración de la conducta
sión de la diligencia debida.
Ninguna conducta es culposa en sí misma, es decir, sin que se la relacione
El derecho romano distinguía entre culpa grave (lata), leve (levis) y levísi- con otra, con la que resultaba exigible en el caso concreto, por lo que para su
ma (levissima). dilucidación es menester ingresar en el terreno de la causalidad. No puede
decirse que el médico sea culpable de la muerte de su paciente sin más, como
La culpa grave es la omisión de los cuidados más elementales, principales o
tampoco el abogado lo es por el hecho que la demanda que presentó sea re-
básicos, que como son los mínimos no se espera que nadie incumpla. Estamos
chazada.
ante un supuesto en el que no se advierte lo que cualquiera hubiera advertido.
Por tales razones, los efectos del obrar gravemente culposo son los mismos que En efecto, en el procedimiento que se sigue para determinar si promedia
los de la actuación dolosa (conf. CoMPAGNUCCI DE CAso, Rubén H., Derecho o no culpa del sujeto, se compara la conducta obrada con el estándar exigible,
de las Obligaciones, no 504.a.1, Ed. La Ley, 2018). que surge del propio concepto legal de culpa: la omisión de la diligencia debida
(art. 1724). El análisis de la culpa invariablemente debe pasar por el tamiz de
La culpa leve es la ausencia de una diligencia calificable como normal, re-
la causalidad, y tal estándar puede provenir directamente de la ley o de la obli-
gular o mediana. Ella debía analizarse de dos maneras muy diferentes: (i) en
gación (p. ej., contrato).
"abstracto", comparando la conducta del deudor con la de un buen padre de
familia, figura arquetípica tomada como patrón de referencia o ejemplo; y (ii) El análisis de culpabilidad es subjetivo, se practica estrictamente en el pla-
en '-'concreto", comparando el obrar del deudor con su propia conducta ante- no concreto, lo que sucede en el caso específico. Es que el citado art. 1724
rior, siendo culpable sólo en caso que no prestara en el cuidado de lo ajeno la establece que la omisión de la diligencia debida debe valorarse según las circuns-
misma diligencia que con las propias. La comparación en abstracto constituye tancias de las personas, el tiempo y el lugar.
un sistema riguroso, mientras que la comparación en concreto es benévolo,
porque precisamente persigue el propósito de beneficiar a ciertos deudores. Sin embargo, el análisis subjetivo es insuficiente para determinar si la con-
ducta es o no culposa. Es menester otro estudio, ahora desde el plano abstracto, rl
La culpa levísima consiste en la omisión de la diligencia que hubiera tenido · en el que se encuentra la naturaleza de la obligación, propia de la materia causal.
el muy buen padre de familia.
Este discernimiento requiere de dos pasos: 1) una variable concreta, en la
El Código Civil y Comercial no erige a esta tradicional clasificación como que se investiga la conducta del sujeto en el caso específico, lo que hizo y cómo
herramienta central de ponderación y determinación de regímenes diferen- lo hizo, en captación desprovista de valoración; y 2) una variable abstracta, en
tes, pero ocasionalmente acude a estos valiosos parámetros como, por ejemplo, la que se identifica la naturaleza del deber violado ("no dañar a otro") o de
cuando dispone que en los daños causados por una acusación calumniosa sólo se la obligación incumplida (p. ej., el contrato y sus particularidades objetivas),
responde por dolo o culpa grave (art. 1771); o cuando en el contrato de franquicia encarnados en todo caso con un modelo de conducta impuesto, como -por
dispone que el franquiciante responde por los defectos de diseño del sistema, que ejemplo- el del buen padre de familia, o del buen hombre de negocios, o del
causan daños probados alfranquiciado, no ocasionados por la negligencia grave o el hombre común diligente. Del confronte de ambas variables se arribará a la
dolo delfranquiciado (art. 1521). conclusión de si el sujeto hizo o no lo que se esperaba y debía.
Fuera del código, y a mero título ejemplificativo, la Ley de Seguros 17.418 En materia contractual, si la causalidad del caso impone al sujeto un actuar
establece que el asegurador queda liberado si el tomador o el beneficiario provoca el diligente, el deudor c~mple desplegando su obrar comprometido aunque no
siniestro dolosamente opor culpa grave (art. 70), y que el asegurado no tiene derecho alcance el resultado perseguido, pues en las obligaciones de medios no se com-
a ser indemnizado cuando provoque dolosamente o por culpa grave el hecho del que promete a tanto; por ello, cuando el sujeto incumple esa obligación, nace su
nace su responsabilidad (art. 114). responsabilidad. Es el caso del médico que debe actuar su prestación, orientada
sin duda a satisfacer un interés (objeto), pero no se obliga a lograr la sanación.
Como se puede advertir, y más allá de que se sostiene generalmente que Lo contrario sucede con las obligaciones de resultado (art. 1723), en las que
su utilidad es relativa en términos de valoración de conducta, lo cierto es que al acreedor no le interesará si su deudor obró diligente o negligentemente; le
ocasionalmente esta clasificación permite distinguir una culpa de otra y aplicar alcanzará para responsabilizarlo el solo incumplimiento que le impide alcanzar
soluciones diferentes. el resultado prometido .
....
RESPONSABILIDAD CIVIL 381
380 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
612. Prueba de la culpa Pero, cabe aclarar que, en cualquier caso, el damnificado puede renunciar a
la acción ya nacida a su favor (art. 944).
Como principio, la carga de la prueba de la culpa recae sobre quien la alega,
a menos que exista una norma legal en contrario (art. 1734), y, como regla, la
614. El dolo. Concepto
culpa no puede ser presumida, a menos que tal presunción haya sido prevista
por la ley. Es el caso de los delegados en el ejercicio de la responsabilídad pa-
La palabra dolo tiene diversas acepciones en derecho: El dolo para el de-
rental, quienes responden como los padres por el daño causado por quienes
recho penal es la voluntad deliberada de cometer un delito a sabiendas de su
están a su cargo; sin embargo, se pueden liberar si acreditan que les ha sido
ilicitud, o, con otras palabras, es la voluntad consciente que se tiene de perpe-
imposible evitar el daño, siempre que tal imposibilidad no resulte de la mera
trar un acto que la ley califica como delito. En el campo del derecho civil tiene
circunstancia de haber sucedido el hecho fuera de su presencia (art. 1756).
diferentes significados: a) cuando constituye un vicio de los actos jurídicos
A su vez, y sin renegar del principio general de que la culpa debe ser pro- (remitimos sobre esta cuestión a BoRDA, Alejandro, Derecho Civil Contratos,
bada por quien la alega, cierto es también que el juez está facultado a modificar nros.110 y ss., La Ley, 2a edición), b) cuando constituye un factor subjetivo de
tal criterio e imponer la carga de esa prueba en cabeza de quien esté en mejo- la responsabilidad, el que se configura por la producción de un daño de manera
res condiciones para hacerlo, teniendo en cuenta las circunstancias del caso y intencional o con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos (art. 1724),
previa comunicación a las partes (art. 1735). Es lo que se ha dado en llamar la lo que puede acaecer tanto en el campo contractual como aquiliano. Éste es el
teoría de las "cargas probatorias dinámicas". significado del que nos ocuparemos seguidamente.
La solución es obvia, pues no se puede consagrar de manera anticipada la 618. Dilución de las diferencias entre dolo y culpa
irresponsabilidad del deudor en caso de que éste incumpla intencionalmente
las obligaciones contraídas, y lo propio sucede si su conducta traduce una ma- La distinción conceptual entre dolo y culpa, y las diferencias expresamente
nifiesta indiferencia por los intereses ajenos. marcadas en el número anterior, no se traducen en la regulación de dos regí-
menes muy disímiles entre sí. .
617. Diferencias entre la culpa y el dolo
El Código Civil y Comercial hace foco en el daño injustamente sufrido
por la víctima más que en la modalidad de causación del agente responsable,
Tanto la culpa como el dolo requieren una aptitud o capacidad de enten-
lo que se advierte rápidamente pues no se le dedica una norma autónoma sino
der o de querer, es decir, el sujeto actúa voluntariamente; empero en el dolo el
que se lo regula junto con la culpa en el mismo art. 1724.
384 ALEJANDRO BORDA (DI R.) RESPONSABILIDAD CIVIL 385
Incluso, puede señalarse que cuando el Código ser refiere a la prueba de . exime de responsabilidad (art. 1730). Pero debe quedar claro que el sindicado
los factores de atribuciÓn, dispone que, a menos que exista disposición legal como responsable no puede liberarse acreditando solamente su _falta de culpa.
específica, la carga de tal prueba corresponde a quien los alega (art. 1734).
Asimismo conviene añadir que cuando ~e las circunstancias de la obligación, o
Como consecuencia de ello, el dolo nunca se presume, por lo que la carga de lo convenido por las partes, surge que el deudor d~be obtener un resultado determi-
de su demostración incumbe a quien lo alega como fundamento de su preten- nado, su responsabilidad es objetiva (art. 1723). A esta cuestión nos referiremos
sión. más adelante (nro. 623).
La culpa tampoco se presume, a menos que tal presunción haya sido pre- 620. Riesgo creado. Concepto
vista por la ley (véase nro. 612). Por ello, en el terreno .contractual, si el deudor
compromete diligencia (obligación de medios), pesa sobre el pretendido acree- Riesgo significa contingencia o proximidad de un daño.
dor (damnificado) la carga de demostrar la culpa del agente a quien le imputa La vida en sociedad es aceptar que se comparten ciertos peligros. Es una
responsabilidad; por ejemplo, en el caso de una mala praxis médica, el paciente exposición permanente - a veces inconsciente- a numerosos riesgos; basta
tiene que probar que la impericia del galeno le produjo daños resarcibles. Y en con salir a la calle para enfrentar esa latente posibilidad. Frecuentemente re-
materia de obligaciones que nacen directamente de la violación del alterum non sultan consecuencia inevitable del desarrollo de las grandes urbes. El peligro
laedere, la culpa tiene que ser probada por el damnificado, quien pretende ser que conllevan es asumido como "costo", potenciado por una sociedad que se
acreedor de un resarcimiento. caracteriza por un consumismo desmedido.
Con todo, no debe olvidarse que eljuez puede distribuir la carga de la prue- A lo largo del siglo veinte se produjo un enorme incremento en la posibi-
ba de la culpa o de haber actuado con la diligencia debida, ponderando cuál de las lidad de sufrir daños, como, por ejemplo, los que se verifican en materia de ac-
partes se halla en mejor,situación para aportarla. Si así lo considera, durante el cidentes automovilísticos (Argentina prácticamente encabeza los rankings de
proceso debe comunicar a las partes que aplicará este criterio, de modo de permitir a mortandad universal), los aeronáuticos, los nucle~res, los daños masivos pro-
los litigantes ofrecer y producir los elementos de convicción que hagan a su defensa venientes de productos alimenticios y medicinales, sin olvidar los que se pro-
(art. 1735). ducen por la contaminación del agua, del suelo y del aire, entre muchos otros.
2.- Factores objetivos El derecho pone el acento en el peligro o riesgo de ciertas cosas o activida-
des lícitas que escapan del completo control del sujeto, pero que el legislador
no prohíbe por razones de interés general.
619. Noción. Límites de la ~esponsabilidad
Por ello, el fundamento del deber de responder se asienta sobre una apre-
Hemos señalado antes que el factor es objetivo cuando la culpa del agente ciación o consideración estrictamente objetiva, se ponderan parámetros ma-
es irrelevante a los efectos de atribuir responsabilidad (art. 1722, 1a parte). En- teriales y prácticos. El eje del problema no reside en la culpabilidad del autor
tre ellos se destaca el llamado "riesgo creado", al que le dedicaremos particular (se prescinde de ello) sino en la causalidad, o sea, la determinación del hecho
atención, pero también corresponde referirnos a otros factores , como los son la materialmente causante del daño. ·
equidad, la seguridad, la garantía y la solidaridad.
Aunque decir que "la mera causación del daño genera la obligación de ...
Antes de ingresar en el análisis particular de estos factores objetivos de res- indemnizarlo" es simplificar demasiado las cosas, es cierto que, comparativa-
ponsabilidad, es importante recordar que no siempre existe tal responsabilidad mente con la culpa, el fundamento en el riesgo creado privilegia la situación de
por la mera presencia de un factor objetivo. En efecto, el responsable se libera la víctima pues no le impone buscar y probar culpa alguna para que nazca su
demostrando la causa ajena, excepto disposición en contrario (art. 1722, 2a parte). crédito resarcitorio. Incluso, cabe señalar que una observación desde la praxis
Con otras palabras, si no existe una disposición en contrario, el responsable se - siempre tan importante- revela que frecuentemente la demostración de
libera demostrando la interrupción del nexo causal provocada por la incidencia la culpa del agente causante del daño es harto difícil y termina por frustrar la
del hecho del damnificado en la producción del daño, o por el hecho de un acción indemnizatoria, beneficiando al causante del perjuicio.
tercero por el que no deba responder, en tanto reúna los caracteres del caso
fortuito (arts. 1729 y 1731). Naturalmente, y a menos que exista una disposi- La doctrina del riesgo creado, por tanto, tiene un hondo contenido "so-
ción en contrario, el caso fortuito o fuerza mayor, que son sinónimos, también lidarista", ya que beneficia a numerosas víctimas, por ejemplo al presumir la
RESPONSABILIDAD CIVIL 387
386 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
621. La recepción legal En definitiva, ambos criterios de imputación resultan fundamentos concu-
rrentes o confluyentes, absolutamente imprescindibles.
La denominada teoría del riesgo creado ingresa en nuestro sistema jurí- El Código Civil y Comercial ha ratificado y profundizado este camino. En
dico con la reforma de la ley 17.711 al Código Civil de VÉLEZ, al establecerse el plano cualitativo la culpa y el riesgo tienen similar jerarquía, y ambas son
que si el daño se hubiese producido por el riesgo o vicio de la cosa, el dueño o necesarias, pero -debe reconocerse- en la práctica del derecho vivo sin duda
guardián sólo se eximirá total o parcialmente de la responsabilidad acreditando resulta más importante el factor objetivo de atribución.
la culpa de la víctima o de un tercero por quien no debe responder (art. 1113,
párr. 2°, parte final). Como puede advertirse, la responsabilidad surgía de los La culpa hace largas décadas dejó de ser epicentro del sistema, pasando a
daños causados "por el riesgo ci vicio de la cosa", por lo que la teoría fue incor- serlo de manera paulatina el "daño injusto". La razón de ello es contundente:
porada al cuerpo normativo de una manera amplia, no circunscripta a determi- la funcion del derecho de la responsabilidad civil no es sancionatoria, sino
nada área ni tampoco a casos específicos. preventiva y reparatoria.
La misma línea sigue el Código Civil y Comercial, aunque le confiere al 623. Especies de riesgos
riesgo creado un marco fáctico aún más extenso pues también comprende
-ahora de manera expresa- a las actividades riesg.osas o peligrosas. La doctrina ha procurado precisar el factor que permite imputar el riesgo
a una persona. Así se habla de:
En efecto, el Código no sólo dispone que toda persona responde por el daño a) Riesgo creado: es el que hemos visto de manera general en el número
causado por el riesgo o vicio de las cosas, sino que también expresamente alcanza anterior y hace recaer el resarcimiento sobre el sujeto que originó o suscitó
a las actividades que sean riesgosas o peligrosas por su naturaleza, por los medios la contingencia del perjuicio. Es el caso típico del conductor de un vehículo
empleados o por las circunstancias de su realización (art. 1757). que debe responder por el daño causado en razón de que el automóvil es una
cosa riesgosa, cuyo uso incrementa las posibilidades de daños, como ocurriría
Por lo tanto, resulta suficiente con que se introduzca en el medio social un cuando atropella a un peatón.
o
factor elemento generador de riesgo para terceros para que deba responderse
objetivamente,· se beneficie o no el sujeto. La responsabilidad se sostiene por b) Riesgo provecho: acá se trata de afinar el criterio de imputación objetivo
a tenor del mayor auge del tráfico comercial y las ventajas económicas que se ...
la misma generación del riesgo, no por el eventual beneficio que se derive de
ella. Incluso, es importante añadir que la responsabilidad por el daño causado obtienen con la comercialización de cosas peligrosas. Como consecuencia de
no se exonera por la existencia de una autorización administrativa ni por el ello, se amplía el espectro de legitimados pasivos dado que se incluyen a aqué-
cumplimiento de medidas de prevención (art. 1757, párr. 2°). llos que obtienen beneficios pecuniarios con la producción de la cosa riesgosa.
La influencia de esta concepción se verifica en cierta manera en la redacción
Más aún, en ciertas ocasiones puntuales alcanza el hecho de haber intro- del artículo 40 de la ley 24.240, cuando responsabiliza a otros sujetos más allá
ducido la cosa sin conservarse siquiera su dominio o guarda, como con el fabri- de quien enajenó la cosa.
cante de un producto que responde por los perjuicios causados por el mismo, e) Riesgo empresariql: en este caso se generaliza el análisis teniendo en
aun cuando ya no sea su dueño, pues lo es el consumidor jurídico o material cuenta todos los elementos que componen a una empresa, como por ejemplo,
(arts. 5° y 40, ley 22.240).
ALEJANDRO BORDA (OIR.) RESPONSABILIDAD CIVIL 389
388
los recursos humanos y el uso de bienes de capital. Se lleva a cabo un juicio ¿quién tiene semejante "control" o "dominio de la causalidad" para afrontar un
de valor más amplío, que ha impulsado a considerar a las actividades riesgosas compromiso semejante? ·
como una categoría independiente de las cosas riesgosas o viciosas. Ello sucede si así lo determina el sistema normativo por razones de política
legislativa (conveniencia general), imponiendo el alea (contingencia) sobre el
624. Equidad deudor por las posibilidades que éste tiene en orden a la <;lebida ejecución de su
"plan prestacional", solución justa en función de los intereses comprometidos.
La equidad constituye una herramienta correctiva de la dureza del sistema
normativo. Específicamente en el área del derecho de la responsabilidad civil Si una persona es asaltada en una plaza pública o en cuaiquier esquina,
sirve para poder discriminar lo común de lo extraordinario, lo típico de lo atí- podría pensarse que promedia incumplimiento por parte del Estado del deber
pico, y brinda una solución de justicia en "caso's difíciles". de seguridad, pero en el ancho terreno aquiliano no se cuenta con el señalado
"dominio causal" en grado tal que autorice la imputación, lo que sí acontece en
Es un criterio objetivo que tiene un marco de aplicación bien específico y materia contractual con ciertos deudores. ·
determinado: fundamenta la imputación en materia de daños "involuntarios"
(art. 261), como sucede por ejemplo con el menor de diez años, o con quien Hay supuestos en los que se exige que la conducta desplegada por el deu-
su(re alteraciones mentales permanentes o prolongadas (art. 1750). dor se adecue a las rigurosas 'coordenadas del art. 1723, única manera de alcan-
zar una satisfactoria tutela del crédito resarcitorio. Sólo para dar un ejemplo, el
Esta norma (párr. 1°) establece que el autor de un daño causado por un acto escribano está precisado a realizar un "estudio de títulos" que permita celebrar
involuntario responde por razones de equidad. Se aplica lo dispuesto en el art. 1742. el negocio económico jurídico; su servicio profesional debe proveer seguridad
A su vez, esta última determina que eljuez, alfijar la indemnización, puede ate- jurídica.
nuarla si es equitativo en función del patrimonio del deudor, la situación personal de
la víctima y las circunstancias del hecho. En suma, cuando el deudor se encuentra obligado a alcanzar resultados
o fines, los "asegura", por lo que se eleva el rigor (estándar) de conducta es-
La solución es necesariamente objetiva para superar el escollo represen- perable. Para ello se prescinde de consideraciones subjetivas, la diligencia no
tado por la falta de voluntad en el obrar del agente, a quien no se le puede alcanza para ser reputada pago, los parámetros son objetivos, encuadre que
reprochar conducta por carecer de capacidad de culpa. beneficia a la víctima.
Otro supuesto de aplicación de la equidad como factor de atribución es el Por último, será menester distinguir las obligaciones de resultado "ordina-
establecido por el art. 1718, inc. e: quien causa un daño para evitar otro mayor, rias" de las "agravadas", pues en estas últimas el sistema es aún más exigente ya
siempre que el peligro no se hubiese originado en un hecho suyo, tiene derecho que el caso fortuito interno a la actividad no exime.
a ser indemnizado en la medida en que el juez lo considere equitativo.
626. Garantía
625. Seguridad
Para un sector de la doctrina, constituye un criterio objetivo de imputación
Ya hemos dicho que el art. 1723 establece que cuando de las circunstancias que tiene virtualidad en relevantes sectores específicos de ambas órbitas de
de la obligación, o de lo convenido por las parte's, surge que el deudor debe obtener un responsabilidad.
resultado determinado, su responsabilidad es objetiva.
Eri efecto, cabe preguntarse ¿puede el deudor asumir una obligación de Sr bien el razonamiento es acertado, la explicación no termina de ser con-
asegurar o garantizar a su acreedor que alcanzará determinado resultado?, vincente. Es que la ley no impone deberes jurídicos a las personas sin razones
390 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
RESPONSABILIDAD CIVIL 391
justificadas, por lo que la garantía legal viene a ser un "cómodo expediente" al chos- a descontado de sus impuestos (el fallo ha sido comentado por ALTE-
que se echa mano para cimentar responsabilidades de un sujeto por los actos de RINI, Atilio A., "Suplemento de Derecho Constitucional", La Ley, 2002, p. 7).
otro, pero en el fondo necesita nutrirse de un contenido que valide el afianza-
miento que ella supone. No obstante, resulta un argumento "a mayor abunda-
miento", pues refuerza las bases objetivas en la que se apoya la responsabilidad
§3.- l.As EXIMENTES
por hecho de terceros.
El valor solidaridad se destaca como un fundamento axiológico que jus- El Código Civil y Comercial contempla a las eximentes Cle la responsabi-
tifica la reparación de ciertos daños en ámbitos específicos, casos en los que se lidad en dos tándems separados: por un ladó, las "causas de justificación'' que
manifiesta especialmente una finalidad "redistributiva" o de "socialización'' de enervan la antijuridicidad (ejercicio regular de un derecho, legítima defensa,
perjuicios para alcanzar el bien común. estado de necesidad, asunción de riesgos y consentimiento del damnificado;
arts. 17i8 a 1720); y, por el otro, los supuestos integrantes del casus que alteran
Más que un criterio de imputación de responsabilidad, la solidaridad cons-
el nexo de causalidad (hecho del damnificado, del tercero extraño y caso for-
tituye una herramienta o mecanismo que utiliza el Estado orientado al cum-
tuito o fuerza mayor; arts. 1729 a 1733).
plimiento de los señalados propósitos en numerosos supuestos de naturaleza.
muy diversa, como se deduce del par de ejemplos a los que seguidamente ha- Metodológicamente, hubiera correspondido un tratamiento conjunto, pues
remos referencia de manera sintética. en definitiva todos son eximentes, y así es como procederemos en esta obra.
En caso de incapacidad absoluta d.el trabajador, son fundamentos de "segu- Asimismo, y de manera preliminar, conviene recordar que, a Il).enos que
ridad social" los que operan en materia laboral, pues en tal caso sin que importe exista una disposición legal en contrario, la carga de la prueba de las circuns-
el origen de la minusvalía, el trabajador tiene derecho a una indemnización de tancias eximentes corresponde a quien las alega (art. 1734).
los daños sufridos (arts. 212,254 y eones. de la Ley de Contrato de Trabajo).
Por último, no está de más señalar que, si bien no son propiamente exi-
En el caso de víctimas del terrorismo de Estado, distintas leyes confieren in- mentes de responsabilidad, existen otras circunstancias que impiden o, a veces,
demnizaciones y subsidios a su favor (leyes 20.007, 23.466, 24.411, entre otras). limitan esa responsabilidad. Así, por ejemplo, quienes no hayan cumplido diez
años de edad no responden por los actos ilícitos (art. 261, inc. b), más allá de la
En suma, como se desprende del sintético detalle precedente, todas estas
que les quepa a sus padres y tutores (arts. 1754 y 1756) y de la posibilidad que
medidas legales no en~arnan necesariamente el cumplimiento de una obliga-
tiene la víctima de reclamar la reparación del daño al propio menor fundado en
ción indemnizatoria en cabeza del Estado, y desde luego el remedio que repre-
la equidad (art. 1750), o quienes han sido coercionados de manera grave, irre-
sentan no impide a los damnificados la formulación del reclamo reparatorio
sistible e injusta para realizar un acto jurídico contra su voluntad y que causa
judicial en caso de corresponder.
un daño a otra persona, sin perjuicio de la responsabilidad que le cabe al autor
Fundamentos de tipo solidarios fueron los que se aplicaron para resolver de la fuerza irresistible (arts. 276 y 277).
un caso totalmente atípico, complejo y revelador de un cuadro de necesidad
desesperante, que se dio en la Ciudad de Paraná, Entre Ríos, en el año 2001
A.- EL DAÑÓ JUSTIFICADO
(época de la peor crisis económica nacional) (caso "Ortega"): tres niños morían
de hambre, sus jóvenes padres eran indigentes y no podían alimentarlos. El de-
fensor de menores presentó un amparo ante la justicia para que el juez rápida- 629. Generalidades
mente ordenara al Estado provincial su incorporación a un "plan alimentario" Hay supuestos en los que el sujeto produce daños que le son enteramente
que evitara el fatídico desenlace. El juez con competencia en lo civil hizo lugar imputables desde el plano material-causal, pero igualmente la obligacion de
al pedido, pero además -y aquí lo relevante del caso- como medida cautelar resarcir no nace porque no son injustamente sufridos por .el damnificado, o
de cumplimiento inmediato ordenó a un supermercado de la zona que prove- '
bien operan razone§ de equidad que conducen a una reparación que puede ser
yera de alimentos a los niños por un valor mensual determinado, habilitando al parcial. Son los casos del sujeto que hiere a otro al defenderse de una agresión
supermercado -tercero que no tenía absolutamente nada que ver con los he- ilegítima, o del policía que mata a un delincuente en ocasión de reprimir un
RESPONSABILIDAD CIVIL 393
392 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
Está claro que no existe un "derecho a dañar", todo daño como menoscabo
delito, o el de la persona que rompe la vidriera de una farmacia para poder so-
de un bien ajeno y lesión a un interés no reprobado en principio es injusto, y
correr de urgencia a quien se encuentra herido de gravedad en la calle.
una excepción está dada por los casos de daño justificado.
Se trata de conductas permitidas, lícitas, pues en definitiva traducen el
Precisamente el legislador ha siqo el que definió que el eje sistémico radi-
ejercicio regular de derechos o el cumplimiento de deberes, o bien son hechos
cara en el daño injusto, y la determinación de sus confines se canaliza a través
no reprobados por el ordenamiento.
de las previsiones legales que consagra' como eximentes. _
Así como no existe un "derecho a dañar", en ocasiones la causación de
perjuicios no significa la violación de la regla alterum non laedere. Es que hay 8.- SUPUESTOS ESPECÍFICOS DE DAÑO JUSTIFICADO
conductas que aparejan daños, pero no hay fundamento alguno para responsa-
bilizar al sujeto que aporta la causalidad material.
631. Enunciación
En verdad, el autor del daño en estos casos, no obra de manera antijurídica Los arts. 1718 a 1720 justifican a los "hechos" que causan daños en las
sino conforme a derecho. Mientras en el acto ilícito hay antijuridicidad en la siguientes circunstancias: (i) el ejercicio regular de un derecho; (ii) la legítima
conducta e injusticia en el daño, aquí la conducta es lícita y por tanto el daño defensa propia o de terceros; (iii) el estado de necesidad; (iv) la asunción de
también lo es. Con otras palabras, existen determinadas circunstancias -de- riesgos; y, (v) el consentimiento informado del damnificado. Seguidamente
nominadas "causas de justificación''- que cuentan con virtualidad suficiente veremos estos supuestos, a excepción de la asunción de riesgos que, por razones
para redimir la ilicitud a un acto dañoso. metodológi~as, la analizaremos junto con el hecho del damnificado más adelante
Por ello es que se le niega acción reparatoria al sujeto agresor que sufre (nro. 644).
perjuicios por parte de quien se limita a defenderse, a los familiares del delin-
cuente abatido por el policía, mientras que al dueño de la farmacia sólo se le 1.- Ejercicio regular de un derecho
reconoce derecho a una reparación que puede ser parcial y, como se verá más
adelante, fundada en razones de equidad. 632.Noción
Dispone el Código Civil y Comercial que está justificado el hecho que causa
630. La importancia del daño injusto
un daño en ejercicio regular de un derecho (art. 1718, inc. a]).
Del análisis del articulado en su conjunto del Código Civil y Comercial ~ien ejercita sus derechos dentro de los límites previstos por la ley, actúa
se desprende que el tándem "licitud-ilicitud" ha perdido centralidad, ya no es en cumplimiento de la regla alterum non laedere. Los perjuicios que pueda oca-
el prisma a través del cual se mide la conducta (acción u omisión: causa) que sionar no serán injustamente causados ni tampoco pueden considerarse injus-
aporta el agente ni tampoco del perjuicio que sufre el damnificado. No hay allí tamente sufridos, por lo que no nace la obligación de repararlos.
una suerte de "filtro" para reputar injusto un daño, el "umbral" no está en el
carácter lícito o ilícito de la conducta del sindicado responsable. La noción de Debe tenerse presente que es frecuente que los sujetos perjudiquen con su
daño injusto no puede ser derivada, de manera refleja, de la conducta injusta, obrar: en los negocios alguien gana y otro pierde, en el mercado quien aumenta
pues no se trata excusar el antecedente que es el hecho que ocasiona los perjui- su clientela lo hace a expensas de otro, etcétera.
cios, sino en todo caso el consecuente que son los mismos daños. Compete a los jueces determinar el marco dentro del cual el ejercicio de "lo
La clave de nuestro sistema jurídico pasa por la determinación de la injus- un derecho es "regular", lo que pone de manifiesto su carácter relativo ante la
ticia del daño sufrido, por lo que si promedia una causa que lo justifique, no existencia de límites que deben ser respetados (arts. 14 y 28, CN).
nacerá la responsabilidad, por eso hablamos de "daño justificado". ~ien excede los límites de su derecho, o sea, quien abusa de él, distorsiona
el sentido o el espíritu de la norma, incursiona en el campo de la ilicitud y a su
En el supuesto de afectarse un interés digno de tutela, la determinación de
vez -más importante aún-los daños ocasionados son injustamente sufridos .
. su protección no puede depender de una previa calificación, para que sólo si
Por ello, cuando el ejercicio del derecho es abusivo, esto es, cuando contraría
la conducta resulta ilícita se deriven consecuencias jurídicas. En todo caso, si
los fines del 'o rdenamiento jurídico o excede los límites impuestos por la buena
la conducta es lícita o ilícita se presumirá que su consecuente, el daño, sigue la
fe, la moral y las buenas costumbres, el juez deberá ordenar lo necesario para
misma suerte.
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394 ALEJANDRO BORDA (DI R.) RESPONSABILIDAD CIVIL 395
evitar sus efectos y procurar reponer al estado de hecho anterior e, incluso, fijar 2) Que se trate de una agresión actual o inminente. No es necesario que el
una indemnización (art. 10). ataque haya comenzado, pues acertadamente se contempla el estadio inme-
diato previo (la "inminencia"). Pero el recaudo de la inminencia impide alegar
Es el caso del derecho de huelga, de raigambre constitucional (art. 14 bis), legítima defensa ante la amenaza de un daño futuro, para lo que será necesario
que si es ejercido "regularmente", no genera responsabilidad por los daños que recurrir a la autoridad pública.
se ocasionen, pero tal responsabilidad existirá si li huelga es declarada ilegal, o
si fue realizada con el manifiesto propósito de dañar. Algo similar ocurre con 3) Que la agresión sea ilícita. Qyien teme sufrir daños pero en el marco del
los daños causados en competencias deportivas. En efecto, un boxeador no es ejercicio de un deber legal o de la ejecución de un derecho por parte de otro,
Yesponsable por los daños causados por sus golpes reglamentarios; en cambio, no está autorizado a repeler la agresión.
lo es si los golpes son antirreglamentarios, pues se causarían daños injustamen-
te sufridos. 635. El caso del tercero que sufre peljuicios
Consagra el Código Civil y Comercial que el tercero que no fue agresor ilegí-
2.- Legítima defensa timo y sufre daños como consecuencia de un hecho realizado en legítima defensa tiene
derecho a obtener una reparación plena (art. 171.8, in c. b ], 2a parte).
633. Concepto
Si una tercera persona resulta afectada, los perjuicios que sufre son injustos,
y por tal razón se le reconoce derecho a reparación.
Establece el Código Civil y Comercial que está justificado el hecho que cau-
sa un daño en legítima defensa propia o de terceros, por un medio racionalmen- Se trata del sujeto ajeno al hecho, no es agresor ni tampoco quien se de-
te proporcionado, frente a una agresión actual o inminente, ilícita y no provocada fiende, pero sufre daños porque ocasionalmente se encuentra en el lugar en que
(art. 1718, inc. b], 1a parte). se producen los hechos, o porque bienes de su pertenencia allí se encuentran.
La defensa es legítima si el sujeto la ejerce con medios racionales y causa Así por ejemplo, ante la agresión que sufre una persona en la vía pública
11 daños a su agresor a los fines de detener un ataque ilícito, actual o inminente, con motivo de un intento de asalto, si quien al defenderse empuja a una per-
contra su misma persona o un tercero. sona adulta que cae y se fractura la cadera, y/o le daña sus pertenencias (reloj,
celular, joyas), estará obligado al pago de una indemnización.
No se ampara por tanto a quien lanza o acepta un desafío a pelear, pues en
La reparación a la que tiene derecho el tercero es plena pues así lo dispone
este caso el sujeto se coloca voluntariamente en dicha situación. Debe tratarse
expresamente el nuevo código, solución que resulta criticable. Es que no resul-
de un verdadero acto de protección ante un ataque injustificado.
ta igual que el reclamo se haga al agresor que al sujeto que se defiende. En el
primer caso, la reparación plena se impone con fundamento en dolo, pero en el
634. Requisitos segundo, lo más razonable es una indemnización de equidad.
Para que la defensa se considere legítima, es menester el cumplimiento de
3.- Estado de necesidad
tres requisitos:
1) Que el medio empleado sea racionalmente proporcionado. Por tanto, deberá 636. Concepto. Requisitos
...
tenerse en cuenta el medio empleado y la gravedad o peligrosidad del mal que
Dispone el Código Civil y Comerci:i.l que está justificado el hecho que causa
procura evitarse, ponderándose las características psicofísicas y socioculturales
un daño para evitar un mal, actual o inminente, de otro modo inevitable, que ame-
de los sujetos intervinientes (sexo, edad), lugar de ocurrencia, etcétera. Así, si
naza al agente o a un tercero, si el peligro no se origina en un hecho suyo; el hecho se
un niño procura hurtar la billetera de un adulto en el subte, no es un medio ra-
halla justificado únicamente si el mal que se evita es mayor que el que se causa. En
cionalmente proporcionado para repeler tal hecho que le dispare con un arma
este caso, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la medida en que eljuez
de fuego. Con todo, pensamos que la racionalidad del medio empleado debe
lo considere equitativo (art. 1718, inc. e]).
apreciarse con criterio amplio y que en la duda cabe justificar el daño inferido
(conf. CoMPAGNUCCI DE CAso, Rubén H., Derecho de las Obligaciones,'no 509.b, El estado de necesidad es la situación en que se halla una persona que, para
Ed. La Ley, 2018) . apartar de sí o de otra un peligro inminente que amenaza sus bienes personales
....
396 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDAD CIVIL 397
o patrimoniales, causa legítimamente un mal menor a un tercero, que no es 4.- Consentimiento informado del damnificado
autor del peligro. Es el caso de quien rompe la vidriera de una farmacia para
poder socorrer de urgencia a quien se encuentra herido de gravedad en la calle. 638.Noción
De la norma transcripta se desprenden los siguientes requisitos: (i) debe El Código Civil y Comercial establece que sin perjuicio de disposiciones es-
tratarse de un mal actual o inminente, por lo que se aplican similares conside- peciales, el consentimiento libre e informadÓ, del damnificado, en la medida que no
raciones a las efectuadas en el marco de la legítima defensa; (ii) el mal no debe constituya una cláusula abusiva, libera de la responsabilidad por los dáños derivados
originarse en un hecho ~uyo; (iii) el mal no debe ser posible de evitar por otro de la lesión de bienes disponibles (art. 1720). La propia redacción de la norma
medio, esto es que debe tratarse de la única salida o camino para conseguir el revela que tiene una función residual, es decir, que primero deben aplicarse las
propósito perseguido; (iv) la amenaza puede pesar sobre el propio agente que reglas que se hubiesen establecido en la legislación especial sobre el consenti-
causa el perjuicio, o sobre un tercero, si el peligro no se origina en un hecho miento informado.
suyo; y (v) el mal que se evita debe ser mayor al que se causa, lo que supone un
"balance de intereses". El llamado principio de "autodeterminación'' pone en un primer plano a
la voluntad de cada individuo, y valida -en principio- las decisiones que
adopte conscientemente en lo referente a la disposición de sus propios dere-
637. La equidad como fundamento de solución chos. En materia patrimonial, esa consecuencia resulta asimismo del art. 14
de la Constitución Nacional, que consagra el derecho de usar y disponer de su
Como hemos visto, el damnificado tiene derecho a ser indemnizado en la me- propiedad. En el derecho civil esos postulados se traducen, entre otras cosas,
dida en que eljuez lo considere equitativo (art. 1718, inc. e], in.fine). en el principio de la autonomía de la voluntad y en la facultad de cada sujeto
de disponer -con ciertos límites- de sus derechos personalísimos. Por eso es
¿Es justa la solución legal? Consideramos que sí, por las siguientes razones.
lógico que la voluntad libre del damnificado constituya -en principio- una
causa de justificación del daño que pueda experimentar (PicAsso, Sebastián,
Ante la existencia de intereses que se encuentran en tensión, se comparan
"La antijuridicidad", en Corte Suprema de justicia de la Nación. Máximos pre-
dos bienes, y si bien ambos merecen tutela, como uno es mayor que el otro se
cedentes. Responsabilidad civil Parte general, t. II, La Ley, 2013, ps. 250-251).
protege el más importante, el que prevalece.
El consentimiento libre e informado del propio damnificado -y, añadi-
Ahora bien, socorrido el necesitado, salvado el bien mayor (o no), quedan mos, inequívoco- puede actuar como justificación del daño que sufre, por lo
los perjuicios que fueron causados con aquél fin, los que se deben en justicia que su efecto será la liberación de responsabilidad si los perjuicios surgen de la
administrar, concretamente decidir qué bolsillo afectará finalmente. lesión a intereses ligados a bienes disponibles. Desde luego, no debe tratarse de
una cláusula abusiva. El consentimiento dado siempre es revocable, sin perjui-
Si bien desde la óptica de quien ha sufrido el daño sin merecerlo sería
cio de la responsabilidad que pueda generar tal circunstancia.
justo reconocerle derecho a una reparación plena, no lo es responsabilizar con
tamaño alcance al necesitado que causa daños por un hecho que no le resulta Es el caso del paciente que autoriza a su médico a que le efectúe deter-
imputable, y menos aún si los daños los produce otro sujeto que interviene minado tratamiento, o a que lo intervenga quirúrgicamente (art. 19, inc. 3°,
solidariamente para socorrer a un necesitado. ley 17.132; arts. 5/6, ley 26.529), pues de lo contrario cometería el delito de
lesiones. "
No está de más recordar que la conducta del sujeto que ocasiona perjuicios
para salvar un bien mayor no merece reproche, no puede considerarse culpable.
Y particularmente delicada ·es la situación de quien provocó daños en favor c.- LA CAUSA AJENA
de otro (quien socorre), más que la del propio necesitado que, en definitiva, es
quien se beneficia con el acto de aquél (el socorrido). 639. Planteo
Por lo demás, como no existen criterios fijos y seguros sobre la proporción La causa ajena -casus- es el hecho o acontecimiento extraño al sindicado
en que los daños deben ser soportados, es razonable que la norma legal delegue como responsable que altera -suprime o desvía- el nexo causal, que lo exo-
la determinación de la indemnización en la prudencia del juez. nera o atenúa su responsabilidad.
RESPONSABILIDAD CIVIL 399
398 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
Estamos ante el supuesto de que la conducta del damnificado origina los Sin perjuicio de lo expuesto en el número anterior respecto de la incidencia
daños que sufre, al ser autor material de sus propios perjuicios. Por tal motivo, del hecho del damnificado en la producción del daño, el Código prevé, como
en principio, debe soportarlos, pues no existe posibilidad de responsabilizar a excepción, que la ley o el contrato dispongan ~~ue debe tratarse de su culpa, de su
otro sujeto. Es lo que sucede con quien cruza el paso a nivel ferroviario a pesar dolo, o de cualquier otra circunstancia especial (axt. 1729, in fine).
encontrarse la barrera baja y la chicharra sonando; es claro que la empresa Así, por ejemplo, al obrero que por una acción negligente o imprudente
ferroviaria no ha aportado la causa adecuada de los perjuicios. No son daños se corta un dedo mientras está operando una máquina que pertenece a su
injustamente sufridos, son "auto-daños". empleador, se le confiere derecho a reclamar reparación, la que pierde sólo en
caso de dolo o fuerza mayor extraña al trabajp (art. 6°, inc. 3° "a", ley 24.557).
No obstante, es menester detenerse en las circunstancias fácticas en las que
se originan los perjuicios, pues es posible que promedien razones válidas para Inciden en esta decisión distintas variables socioeconómicas que se ponde-
endosarlos a otros, justificándose una imputación. Ello puede suceder en tanto ran en la dimensión político-jurídica, pues ert definitiva se trata de administrar
y en cuanto el sujeto a quien se responsabiliza haya aportado "cierta" causali- los riesgos de una manera justa y eficiente, c:olocándolo sobre las espaldas de
dad, basamento para practicar la señalada traslación de daños. Siguiendo con el uno u otro según los intereses en juego. "'
ejemplo dado, si el conductor decide cruzar las vías del tren porque esa barrera
y chicharra funcionan siempre mal, se produce una interrupción parcial por el 643. Vicisitudes causales
hecho de la víctima.
Veamos tres diferentes circunstancias que operan en la mecánica causal,
641. Importancia de la causalidad cada una de las cuales conduce a resultados diferentes en materia de imputa-
ción.
El hecho del damnificado opera como una causa extraña a la que aporta
La primera es si el hecho del damnificado resulta imputable al demanda-
el sindicado autor, pues suprime o desvía el curso de los sucesos y genera una do. ·En este caso, este último es quien -por su acción u omisión- provoca
relación causal propia.
400 ALEJANDRO BORDA (DIIt) RESPONSABILIDAD CIVIL 401
el hecho del damnificado. Por tanto, este hecho debe considerarse como una 644. Asunción de riesgos
mera consecuencia o derivación de aquella acción u omisión, por lo que resulta
inepto para liberar al sindicado como responsable. La exposición voluntaria por parte de la víctima a una situación de peligro no
justifica el hecho dañoso ni exime de responsabilidad a menos que, por las circuns-
tancias del caso, ella pueda calificarse como un hecho del damnificado que interrumpe
Es el caso del daño sufrido peor los pasajeros ferroviarios cuando son forza-
total o parcialmente el nexo causal (art. 1719, párr. 1°). · .,
dos a viajar de manera peligrosa (por ejemplo, en condiciones de hacinamiento
y con puertas parcialmente abiertas), pues la falta de adopción de medidas de La norma regula la denominada "asunción de riesgos", la cual abarca los
seguridad puede reputarse demm:trativa de una causalidad que fundamenta la casos en los que el damnificado, de manera plenamente consciente, se expone
imputación de responsabilidad a 1a empresa. a situaciones de extremo peligro. En tales supuestos, de sufrir daños, carece
de acción para reclamar reparación si su conducta alcanza entidad (si califica)
La segunda está dada por el origen de los daños, según que opere una sola como "hecho del damnificado" pues interrumpe total o parcialmente el nexo
causa o existan varias concausas. causal.
El hecho de un tercero, causante de un daño, puede provocar o no, según el Para considerar fracturada la relación causal, aquí la ley es severa pues sólo
caso, la responsabilidad de otra persona. En efecto, el Código Civil y Comer- libera al sindicado responsable si el hecho del tercero resulta imprevisible, in-
cial dispone que para eximir de responsabilidad, total o parcialmente, el hecho de evitable y ajeno al demandado.
un tercero por quien no se debe responder, debe reunir los caracteres del caso fortuito
Aquí el código practica una diferencia respecto al régimen asignado al he-
(art. 1731). cho de la víctima, pues para esta última no se impone que reúna los requisitos
Como se advierte, la ley distingue entre el tercero por el que se debe res- propios del caso fortuito (art.1729).
ponder y el tercero por el que no se debe responder.
Puede advertirse que el Código parte de la base de fomentar la prevención, '!oc
Se responde por el hecho del tercero en los casos en que el sistema ju- por lo que pone la obligación en cabeza de quien puede evitar los daños de la
rídico, por motivos de orden protectorio, impone a una persona afrontar las mejor manera o al menor costo. Si cualquier hecho del damnificado, sea o no
consecuencias dañosas que otras producen, con fundamento en el riesgo, la se- culposo, hace que este pierda su crédito indemnizatorio, es claro que elevará su
guridad u otro criterio de imputación. En estos casos, garantizan la reparación nivel de prudencia.
de los perjuicios que se ocasionan, sin perjuicio a su vez de la responsabilidad
El criterio del Código vigente es claro. Sin embargo, la solución no es
personal del causante material. Así, el principal responde por los daños causa-
aceptada pacíficamente. En efecto, al exigir la norma que el hecho del tercero
dos por su dependiente cuando actúa en ejercicio u ocasión de sus funciones
reúna los caracteres del caso fortuito, la eximente del art. 1731 pierde toda
(art.1753), o los padres por los daños producidos por sus hijos que se encuen-
autonomía, convirtiéndose en una mera aplicación del caso fortuito. Por ello,
tren bajo su responsabilidad parental y habitan con ellos (art. 1754).
el Anteproyecto de Reforma del Código Civil y Comercial de 2018 omite la
404 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
RESPONSABILIDAD CIVIL 405
referencia al caso fortuito y establece que el hecho del tercero por quien no se tiene lugar sin que promedien señales que autoricen a considerar su ocurrencia
debe responder exime de responsabilidad cuando es causa exclusiva del daño. como factible o probable.
652. Efectos
irrumpir desde afuera y no del interior). En caso de tratarse de una contingen-
cia propia de la actividad que se desarrolla, la causalidad jurídica se dilata o El caso fortuito o fuerza mayor exime de responsabilidad, excepto disposi-
expande para alcanzar su respom:abilidad. Así, la empresa ferroviaria responde ción en contrario (art. 1730, párr. 1°, in fine).
por los daños sufridos por un pasajero a raíz del incendio de un vagón del tren,
producto del cortocircuito de un fusible, pero no responde si el incendio obe- La solución legal obedece a que se destruye el nb;co de causalidad. Como
dece a la caída de un rayo. los daños no resultan imputables a ningún título (subjetivo u objetivo), deben
ser soportados por quien los sufre.
d} Sobreviniente. Si el hecho existía en la etapa conformación del acuerdo, El caso fortuito y la fuerza mayor inciden en la determinación de la autoría
los sujetos ya lo conocían o bien, obrando con diligencia, estaba a su alcance jurídica de los daños, son factores relevantes que si intervienen en la produc-
conocerlo. Por tanto, no puede s,er reputado fortuito o casual, no es imprevi- ción de daños conducen a la exoneración del sujeto, a quien no se le puede
sible. imputar perjuicios que no causó.
Cuando esto sucede, la contingencia debe ser considerada como un ele- Si estamos ante un supuesto de responsabilidad extracontractual, el nexo
mento más, una variable que las partes han tenido en cuenta y ponderádo para causal se enlaza sin la afectación del sujeto que no es su autor, por lo que no
arribar a determinado acuerdo negocial, pues quien asume riesgos cuenta con nace responsabilidad.
un elemento de negoc~ación que puede incidir en la fijación del precio.
En el campo de la responsabilidad contractual, el caso f.ortuito provoca la
extinción de la obligación por imposibilidad de pago del deudor.
Así por ejemplo, si a pesar de la inminencia de una guerra se decide igual-
mente celebrar un contrato cuya ejecución se posterga en el tiempo, la efectiva No está de más reco~dar que el deudor de una obligación queda eximido del
ocurrencia del enfrentamiento armado no puede considerarse distorsiva de la cumplimiento, y no es responsable, si la obligación se ha extinguido por imposibilidad
economía interna y justicia del acuerdo, por lo que el alza en el precio de los de cumplimiento objetiva y absoluta no imputable al obligado. La existencia de esa
insumas utilizados no sustenta una causal de resolución contractual, no exime imposibilidad debe apreciarse teniendo en cuenta las exigencias de la buena fe y la
al deudor por fuerza mayor. prohibición del ejercicio abusivo de los derechos (art. 1732).
-..
408 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDAD CIVIL 409
hechos absolutamente desacostumbrados y que racionalmente no pueden pre- caso del pianista destacado que pierde una mano; cualquier indemnización que
verse, como ocurriría con un terremoto en la ciudad de Buenos Aíres. se fije no podrá reparar plenamente el daño sufrido.
b. Si de una disposición legal resulta que no se libera por caso fortuito opor impo- La plenitud de la reparación debe ser considerada jurídicamente y no en
sibilidad de cumplimiento. Por ejemplo, según la ley sobre accidentes nucleares, el plano material. Lo que se procura es que sea lo más completa posible, que
el explotador no se exime de los daños generados por una catástrofe natural de alcance la mayor adecuación entre el efectivo perjuicio sufrido y lo recibido a
carácter excepcional, solamente si se deben directamente a conflicto armado, título resarcitorio.
hostilidades, guerra civil o insurrección (ley 17.048, art. IV, ap. 3° "a" y "b").
Por ello, el Código Civil y Comercial dispone que consiste en la restitución
c. Si está en mora, a no ser que ésta sea indiferente para la producción del caso
de la situación del damnificado al estado anterior alhecho dañoso, sea por el pago en
fortuito o de la imposibilidad de cumplimiento. La mora del deudor produce el
dinero o en especie (art. 1740, 2a parte).
fenómeno de la traslación de los riesgos; así, por ejemplo, si el locatario no
restituye en plazo la tenencia de la cosa mueble y ésta luego resulta destruida Es en especie, cuando tiene por objeto hacer volver las cosas al estado
como consecuencia de un bombardeo que afecta el lugar donde la tenía. anterior al menoscabo; por ejemplo, reparar un guardabarros destruido; es en
d. Si el caso fortuito o la imposibilidad de cumplimiento sobrevienen por su cul- dinero, cuando consiste en el pago de una suma monetaria suficiente (equiva-
pa. La culpa del deudor desplaza los efectos del caso fortuito. lente) para restaurar los valores afectados.
e. Si el caso fortuito y, en su caso, la imposibilidad de cumplimiento que de él El perjudicado tiene la facultad de optar por el reintegro espec(jico, es decir
resulta, constituyen una contingencia propia del riesgo de la cosa o la actividad. El por la restitución en especie, cuando resulta posible.-El reintegro específico,
evento tampoco resulta extraño al sujeto, y por razones de política legislativa empero, está descartado cuando sea parcial o totalmente imposible, excesivamente
se decide cargar sus consecuencias disvaliosas en el deudor (principio favor oneroso o abusivo, en cuyo caso se debefijar en dinero (art. 1740, 3a parte). La solu-
victimae); es el caso del colectivo cuya barra de dirección se rompe y por ello ción se aparta de la que preveía el Código Civil de VÉLEZ, luego de la reforma
embiste a un peatón (arts. 1757/8). de la ley 17.771, que establecía como regla la reposición de las cosas a su estado
anterior -es decir, la reposición en especie-, a menos que fuera imposible, en
f Si está obligado a restituir como consecuencia de un hecho ilícito. Por ejemplo, cuyo caso la indemnización debía fijarse en dinero. Y se añadía que el dam-
el ladrón no puede alegar ¿aso fortuito consistente en la pérdida o destrucción
nificado tenía el derecho a optar por la indemnización en especie (art. 1083).
inculpable de la cosa que robó. Nos parece una solución superior. En efecto, aunque siempre el derecho debe
A los supuestos del art. 1733 cabe añadir el que prevé el art. 1936, párr. 2°. ser ejercido de modo regular y que es inadmisible su ejercicio abusivo (art. 10,
En efecto, el poseedor de mala fe vicioso no puede invocar el caso fortuito pues CCyC; art. 1071, Cód. Civil según ley 17.711), parece claro que la víctima
responde de la destrucción total o parcial de la cosa, aunque se hubiera pro- tiene un derecho primario a ser repuesto en la situación original y que resulta
ducido, igualmente de estar en poder de quien tiene derecho a su restitución. inconveniente que se pueda amparar de alguna manera lo que se ha dado en
llamar el incumplimiento eficiente, que no es otra cosa que admitir una suerte
de legitimación de causar el daño, pagando.
---._/
_,/ §4.- lA REPARACIÓN INDEMNIZATORIA
Más allá de lo expuesto, lo cierto es que lo más común es que se indemnice ..
el daño sufrido mediante la entrega de una suma de dinero, modalidad repa-
653. La reparación plena
ratoria que ofrece notorias ventajas, y de allí que en la praxis es lo que el dam-
La reparación del daño debe ser plena (art. 1740, P parte). También se dice nificado acostumbra reclamar directamente, sea cual fuere el daño que padece.
que la reparación debe ser íntegra o integral. Todas esas expresiones deben
Es que, considerando que el dinero es la "medida común de los valores",
entenderse como sinónimos en su significado jurídico (conf. CSJN, voto del
nadie mejor que la víctima para decidir su destino una vez que la indemniza-
Dr. Lorenzetti, 10/8/2017, "Ontiveros, Stella Maris c/Prevención ART S.A. y
ción ingresa a su patrimonio. Añádase a ello que la indemnización dineraria
otros", Fallos 340:1038).
evita la contingencia que representa la producción de nuevos daños y la suce-
La norma no puede ser interpretada de manera literal porque es claro que sión de conflictos por la utilización de elementos de mala calidad en la realiza-
en muchos casos el daño no puede ser plenamente resarcido. Piénsese en el ción de los arreglos efectuados por el deudor.
' 410 ALEJANDRO BORDA (OIR.) RESPONSABILIDAD CIVIL 411
Cabe añadir que en el caso de daños derivados de la lesión del honor, la inti- valor indemnizable (conf. CSJN, 12/4/2001, "Baeza c. Provincia de Buenos
midad o la identidad personal, más allá de la indemnización dineraria que co- Aires", Fallos 334:376).
rresponda, el juez puede, a pedido de parte, ordenar la publicación de la sentencia, El daño a las afecciones espirituales legítimas es el daño moral. Pero que
o de sus partes pertinentes, a costa del responsable (art. 1740, in .fine). Es que la quede claro que el daño moral no es sólo el sufrimiento o el dolor, es más que
retractación del ofensor o la publicación de la sentencia resultan instrumentos ello. Adviértase que existen otras conmociones espirituales, como la preocupa-
idóneos para paliar, al menos, los efectos disvaliosos sufridos por el ofendido. ción intensa o la aguda irritación vivencia!, que pueden herir razonablemente
Finalmente, no está de más decir que el principio de la reparación plena el equilibrio espiritual. Por tanto, el daño moral es la afectación de los derechos
tiene algunas limitaciones legales, tales como las que prevén los arts. 1742 y personalísimos, propios de la dignidad humana. Es la persona misma, en su in-
1743. La primera, faculta al juez a disminuir el monto de la indemnización en tegridad, la que está en juego. Es a ella a quien hay que proteger y, en la medida
función del patrimonio del deudor, la situación personal de la víctima y las cir- de lo posible, compensar y satisfacer añte la agresión injustificada.
cunstancias del hecho, a menos que el responsable haya obrado dolosamente. Por último, el daño al proyecto de vida (cuya autoría intelectual pertenece
La segunda, da validez a las cláusulas de.liberación anticipada de la responsa- al maestro peruano Carlos FERNÁNDEZ SESSAREGO) se refiere a la afectación
bilidad, siempre que el obrar del deudor no sea doloso. del ideal por alcanzar que tiene una persona, en la medida que cuente con las
capacidades y potencialidades que se lo permitan. Es el caso del promisorio
654. Lo que debe indemnizarse jugador de rutbol, que se destaca entre sus pares, y que sufre la pérdida de una
pierna; es claro que esa situación es diferente de la que puede vivir un abogado
El Código Civil y Comercial dispone que la indemnización comprende la ante la misma mutilación.
pérdida o disminución del patrimonio de la víctima, el lucro cesante en el beneficio
económico esperado de acuerdo a la probabilidad objetiva de su obtención y la pérdi- 655. Indemnización por fallecimiento
da de chances. Incluye especialmente las consecuencias de la violación de los derechos
personalísimos de la víctima, de su integridadpersonal, su salud psicofísica, sus cifec- Dispone el art.l745 que en caso de muerte, la indemnización debe consistir en:
ciones espirituales legítimas y las que resultan de la interferencia en su proyecto de
a. Los gastos necesarios para asistencia y posteriorfuneral de la víctima. El de-
vida (art. 1738).
recho a repetirlos incumbe a quien los paga, aunque sea en razón de una obligación
A la pérdida o disminución del patrimonio (daño emergente), al lucro ce- legal Nace, así, en cabeza de las empresas de medicina prepaga y obras sociales
sante y a la pérdida de chances nos hemos referido más arriba (nro. 589). y empresas de seguros, la posibilidad de reclamar al responsable el reintegro de
lo gastado. No está de más señalar que en el concepto "asistencia" se incluyen
La norma dispone, en su parte final, que también deben indemnizarse las los gastos médicos y de enfermería, y el costo de los remedios, entre otros.
consecuencias patrimoniales de daños que son extrapatrimoniales. La enume-
ración que se hace es meramente enunciativa. De todos modos, haremos una b. Lo necesario para alimentos del cónyuge, del conviviente, de los hijos meno-
breve mención a cada una. res de veintiún años de edad con derecho"alimentario, de los hijos incapaces o con
capacidad restringida, aunque no hayan sido declarados tales judicialmente; esta
Son derechos personalísimos, entre otros, el derecho a la vida, a la libertad, indemnización procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al dam-
al honor, a la privacidad, a la no discriminación, a la imagen. Estos derechos nificado indirecto; el juez, para fijar la reparación, debe tener en cuenta el tiempo
son inalienables, indisponibles e inenajenables. Pero si ellos son vulnerados, la probable de vida de la víctima, sus condiciones personales y las de los reclamantes.
víctima está legitimada para reclamar su resarcimiento. Y ello se traduce en una El deber alimentario comprende lo necesario para la subsistencia, habitación,
compensación patrimonial. vestuario y asistencia médica, teniendo en cuenta las condiciones y necesidades
La integridad personal es otro derecho personalísimo que se traduce en del alimentado y las posibilidades económicas del alimentante (art. 541). Esta
la indemnidad de todos los derechos que cuya titularidad puede ostentar una obligación que recae sobre el responsable de la muerte prevalece sobre el deber
persona. Esa integridad personal está compuesta por la salud física y psíquica, alimentario que la ley pudo haber impuesto a otra persona. Finalmente, en el
que el propio Código también enuncia. La disminución de las aptitudes físicas monto del alimento fijado, el juez debe considerar el tiempo probable de vida
o psíquicas de manera permanente, causa por un obrar dañoso, debe ser repa- de la víctima y sus condiciones personales, a fin de procurar que la obligación
rada, al margen de que la persona tenga o no una actividad productiva, pues alimentaria que se impone sea equivalente a la que habría podido prestar la
de lo que se trata es de reconocer que la integridad física tiene en sí mismo ',ln víctima.
412 ALEJANDRO BORDA (DI R.) RESPONSABILIDAD CIVIL 413
c. La pérd_ida de chance de ayuda futura como consecuencia de la muerte de los índole de las lesiones o la incapacidad. En otras palabras, deben indemnizarse
hijos; este derecho también compete a quien tenga la guarda del menor fallecido. La los gastos que sean razonables con relación a la índole de la incapacidad o
norma está pensada para amparar la vejez de los padres. A los efectos de valorar lesión, sin necesidad de aportar prueba directa de ellos. Es que en estos casos,
la chance perdida, habrá que tener en cuenta el tiempo probable de vida de la justamente por la situación que se está viviendo, muchas veces se extravían
víctima y las condiciones personales de esta última y de quienes reclaman. En los comprobantes de pago o, lisa y llanamente, no se los ha guardado. Pero no
un caso, se otorgó a los padres de una criatura que falleció cuando sólo tenía 36 puede caber duda de que tales gastos han sido hechos pues han sido necesarios
horas de vida una indemnización por pérdida de chance, considerándose que para atender el daño sufrido. Claro está, se trata de una presunción iuris tantum
existía una posibilidad de futura ayuda y sostén, que era legítima y verosímil que admite prueba en contrario de la accionada.
según el curso ordinario de las cosas particularmente en medios familiares de Por último, en el supuesto de incapacidad permanente se debe indemnizar el
condición humilde (CSJN, 17/3/1998, "Peón, Juan Domingo y otra c/Centro daño aunque el damnificado continúe ejerciendo una tarea remunerada. Esta in-
Médico del Sud. S.A.", Fallos, 321:487). demnización procede aun cuando otra persona deba prestar alimentos al damnifi-
cado (art. 1746, parte final). Es que el daño puede ser superior a la ganancia
656. Indemnización por lesiones o incapacidad física o psíquica
que pueda obtenerse de la tarea remunerada. Por lo demás, es lógico que la
Para establecer la indemnización que corresponde fijar por las lesiones o indemnización proceda en el caso de que exista un obligado alimentario, pues
incapacidad física o psíquica que sufre una persona humana, el Código Civil y el deber alimentario existe ante la necesidad del alimentado, y tal necesidad no
Comercial introduce una fórmula de matemática financiera, que considera la existiría de no habérsele causado el daño incapacitante.
actividad del damnificado y el tiempo razonable durante el cual puede realizar Es atinente señalar, en consideración a lo expresado en el párrafo prece-
actividades productivas o e'conómicas valorables. dente, que la Corte Nacional ha resuelto que la indemnización integral por
En efecto, el art. 1746, primera parte, dispone que en caso de lesiones o in- lesiones o incapacidad física o psíquica derivadas de un accidente de trabajo
capacidad permanente, física o psíquica, total o parcial, la indemnización debe ser debe reparar la disminución permanente de la aptitud del damnificado para
evaluada mediante la determinación de un capital, de tal modo que sus rentas cubran realizar actividades productivas o económicamente valorables, daño específi-
la disminución de la aptitud del damnificado para realizar actividades productivas co que se debe indemnizar aunque el damnificado continúe ejerciendo una
o económicamente valorables, y que se agote al término del plazo en que razonable- tareá remunerada, pues la disminución indudablemente influye sobre las po-
mente pudo continuar realizando tales actividades. sibilidades que tendría la víctima para reinsertarse en el mercado laboral en el
caso de que tuviera que abandonar las tareas que venía desempeñando (CSJN,
La fórmula matemática procura evitar la existencia de indemnizaciones 10/8/2017, "Ontiveros, Stella Maris c/Prevención ART S.A. y otros", Fallos,
muy diferentes frente a situaciones similares, lo que -lamentablemente- es 340:1038).
común que suceda. Para la configuración de la fórmula será necesario con-
siderar los ingresos de la víctima (sueldos para quienes trabajan en relación 657. Legitimación para reclamar la indemnización de las consecuencias no
de dependencia, declaraciones juradas de ganancias para los autónomos), y el patrimoniales
contenido patrimonial de labores que no se cobran (como la a,ctividad del ama
de casa) o de actividades sociales que dejará de realizar por la propia lesión o Es necesario diferenciar entre damnificados directos e indirectos.
incapacidad. El damnificado directo, quien sufre en su persona el daño, está legitimado
Asimismo, deberá considerar el tiempo durante el cual pudo hacer la ac- para reclamar la indemnización de las consecuencias no patrimoniales (art. 1741,
tividad productiva, para lo cual podrá considerarse la edad necesaria para ob- párr. 1°, 1a parte). Cabe recordar que tales consecuencias no patrimoniales in-
tener la jubilación o la edad promedio de vida. Esta última es más alta pero demnizables son las que se derivan de la violación de los derechos personalísi-
también parece más razonable desde que la actividad de la persona humana mos de la víctima, de su integridad personal, su salud psicofísica, sus afecciones
suele extenderse más allá de la jubilación. También deberá tenerse en cuenta espirituales legítimas y las que resulten de la interferencia en su proyecto de
el grado y tipo de incapacidad, recordando que los porcentajes de incapacidad vida (art. 1738).
física y psíquica no se suman sino que deben armonizarse. El damnificado indirecto (que abarca a ascendientes, descendientes, cón-
Por otra parte, el art. 1746, segunda parte, presume la realización de gastos yuge y quienes convivían con la víctima recibiendo trato familiar ostensible)
médicos, farmacéuticos y por transporte que resultan razonables en fonción de la está legitimado a título personal para reclamar la indemnización de las con-
414 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
RESPONSABILIDAD CIVIL 415
secuencias no patrimoniales si del hecho resulta la muerte de la víctima o ésta
sufre gran discapacidad (art. 1741, párr. 1°, 2a parte). las situaciones personales de víctima y responsable, entre las que se destaca la
posición económica de ambos.
La muerte de la víctima, y la lógica irpposibilidad de que este accione,
Esta facultad, sin embargo, no es aplicable en caso de dolo del responsable
dispara la legitimación del damnificado indírecto. En cuanto a la gran disca-
(art. 1742, in .fine), esto es, cuando ha tenido la intención de causar el daño o
pacidad -que debe ser total, permanente, irreversible y declarada judicial-
ha obrado con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos.
mente-, ella genera dos damnificados que pueden accionar a. título personal:
la propia víctima, que lo hará por sí o por su representante legal, y las personas
659. Rubros de la cuenta indemnizatoria
mencionadas como damnificados indirectos que padecen daños personales de-
rivados de la atención, cuidado y convivencia con quien ha sufrido la gran La indemnización está integrada portres conceptos -capital, intereses y
discapacidad. costas- que son necesarios para que lá reparación pueda considerarse plena
(art. 1740).
La acción que tiene el damnificado directo es transmisible a sus sucesores
universales, siempre que aquélla hubiese interpuesto (art. 1741, párr. 2°). Ello El capital al que tiene derecho la víctima es la cantidad de dinero total
es así, pues resulta una potestad de la víctima iniciar o no la-acción de repara- que resulta de la sumatoria de los distintos daños resarcibles que padece (tam-
ción del daño sufrido. Y si no la quiso iniciar, los herederos no pueden hacerlo. bién llamados conceptos, partidas o renglones indemnizatorios). Ellos son, por
Entendemos, sin embargo, que la norma debe ser interpretada teniendo en ejemplo, daño emergente, lucro cesante, pérdida de la chance, daño espiritual,
cuenta la situación del damnificado. Con esto queremos decir que no basta interferencia en el proyecto de vida, incapacidad física y psíquica, daños por
con que el damnificado no hubiese iniciado la acción para que los sucesores fallecimiento.
universales estén impedidos de promoverla, sino que -para que se produzca la
Los intereses son los aumentos paulatinos que experimentan las deudas
consecuencia apuntada- tiene que haber una verdadera posibilidad en cabeza
que se afrontan o cancelan en dinero. Los intereses se calculan sobre el monto
de la víctima para iniciarla. Con otras palabras, si el damnificado no pudo
del capital.
iniciar el reclamo a raíz, por ejemplo, de haber perdido el conocimiento desde
que se produjo el daño hasta su muerte, ocurrida tiempo después, o que sin Los intereses pueden ser clasificados en compensatorios, moratorias y pu-
haber perdido su lucidez ha estado internado luchando por su vida durante un nitorios (arts. 767/769). Ya nos hemos referidos a ellos antes (nros. 228 y ss.),
tiempo determinado al cabo del cual murió, parece claro que existió una clara y allí nos remitimos. Lo que importa destacar ahora es que el resarcimiento del
imposibilidad de accionar que no obsta a que ese derecho pueda ser ejercido daño moratoria es acumulable al del daño compensatorio o al valor de la prestación
por sus sucesores universales. y, en su caso, a la cláusula penal compensatoria (art.1747, la parte).
Finalmente, el monto de la indemnización debe fijarse ponderando las satis- Ahora bien, ¿cuándo comienza a correr el curso de los intereses? Será ne-
focciones sustitutivas y compensatorias que pueden procurar las sumas reconocidas cesario diferenciar el régimen de las obligaciones de fuente aquiliana de las que
(art. 1741, párr. 3°). Es claro que la indemnización no puede ser exactamente se originan en el incumplimiento obligacional (contractual):
equivalente al daño sufrido. Basta pensar en una persona que queda paraplé- En materia extracontractual, el art. 1748 dispone que el curso de los intereses
jica: ninguna suma dineraria podrá reparar exactamente ese daño, pero lo que comienza desde que se produce cada perjuicio, solución acertada pues permite dis-
deberá procurarse es brindarle satisfacciones sustitutivas y compensatorias que tinguir las partidas o conceptos si los daños se producen en diferentes momen-
permitan al menos mitigar la minusvalía. tos. Así, por ejemplo, si fruto de graves lesiones físicas incapacitantes, un año
después la víctima es sometida a una costosa intervención quirúrgica, recién a
658. Atenuación de la responsabilidad partir de allí correrán los intereses correspondientes a dicho gasto.
El juez está facultado a fijar la indemnización. Incluso, puede atenuarla si En cambio, en materia de incumplimiento obligacional rige lo dispuesto
es equitativo en función del patrimonio del deudor, la situación personal de la vícti- por los arts. 886 y 887 que establecen el principio de la mora automática, y se
ma y las circunstancias del hecho (art. 1742, la parte). Como se advierte, con un prevén como casos de excepción a las obligaciones que están sujetas a plazo
carácter excepcional pues se está favoreciendo al causante del daño, se prevé la tácito, las que tienen plazo indeterminado propiamente dicho, y las que no
posibilidad de atenuar la indemnización que correspondería fijar atendiendo a tienen plazo. Nos hemos referido al principio de la mora automática y sus
excepciones antes (nro. 372 y sigs.) y allí nos remitimos.
416 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDAD CIVIL 417
Es importante señalar que el juez está facultado para morigerar la acu- §5.- RESPONSABILIDAD CONTRACTUAL Y EXTRACONTRACTUAL
mulación del resarcimiento del daño moratorio cuando ella resultare abusiva
(art. 1747). 661. La cuestión
Por último, las costas son los gastos que demanda el desarrollo del proceso, Hemos señalado más arriba (nro. 573) que existe una firme tendencia a la
como ser tasa judicial, honorarios de los profesionales intervinientes (aboga- unificación de la responsabilidad contractual y extracontractual, y así se lee en
dos, peritos), etcétera. los Fundamentos del Anteproyecto que dio origen al Código vigente.
En principio los afronta quien pierde el juicio, y ello no como una san- Pero tal tendencia unificadora no significa homogeneidad. Lo que se re-
ción sino simplemente como resarcimiento al vencedor de los desembolsos conoce es la unidad del fenómeno de la ilkitud, lo que acarrea una pretensión
que tuvo que efectuar para obtener el reconocimiento de su derecho en juicio. de someter a la misma regulación tanto la responsabilidad contractual como la
Adviértase que si las debiera pagar quien ganó, se retacearía la integridad de su extracontractual. Sin embargo, ello no implica desconocer las diferencias que el
crédito indemnizatorio que no sería pleno.
propio Código revela, y que son lógicas por las causas diferentes del daño, una
derivada del incumplimiento obligacional, la otra de la violación del deber de
660. Valuación del daño
no dañar. De hecho, los citados Fundamentos señalan que "la tesis que se adopta
Valorar un daño significa medirlo, cuantificarlo. Se trata del valor de los es la unidad delfenómeno de la ilicitud, lo cual no implica la homogeneidad, ya que
perjuicios sufridos, para restituir a la víctima al estado anterior al hecho dañoso hay diferencias que subsisten". A lo largo de este capítulo hemos puntualizado
(en la medida de las posibilidades). En términos llanos, consiste en ponerle algunas de estas diferencias, como las que acaece en la relación de causalidad,
precio al perjuicio. cuya problemática es más compleja en el campo de la responsabilidad extra-
contractual (nro. 601), o en la extensión del resarcimiento ante el supuesto de
La valuación de la indemnización de daños puede tener lugar por vía con- dolo (nro. 603), o en el concepto de culpa (nro. 609), o en la valoración de la
vencional, legal, judicial o arbitral: conducta (nro. 611), o en el régimen de intereses (nro. 659). En otra parte de
En la valuación convencional, las mismas partes contratantes -tenien- esta obra nos hemos referido a las diferentes posiciones que pueden existir
do en cuenta que se trata de un derecho disponible, art. 962- acuerdan el respecto del plazo de prescripción para reclamar la indemnización de daños
quantum, con fundamento en el art. 958. El acuerdo puede realizarse antes de derivados de la responsabilidad civil (nro. 543). Sin embargo, nos parece útil
acaecidos los perjuicios (por ej., la cláusula penal) o luego de ocurridos (v.gr., hacer una exposición ordenada de las diferencias indicadas y de otras más que
la transacción). deben sumarse a ellas.
En la valuación legal, la propia ley establece el quantum o fija una suma 662. Las diferencias
máxima, como ocurre con el Código Aeronáutico que prevé el pago de sumas
indemnizatorias que reconocen un límite máximo (por ej., ante el extravío Veamos las diferencias que existen entre la responsabilidad contractual y
de mercancías o equipaje, art. 145). En otros casos, fija parámetros a tener en extracontractual:
cuenta como los del art.1746 que ya hemos visto antes (nro. 656).
a) El parámetro de la previsibilidad. Si bien ambos tipos de responsabilidad
En la valuación judicial, el juez la realiza para el caso concreto sometido a hacen hincapié en las consecuencias que eran previsibles, en la responsabilidad
"!-
su examen y decisión, y se basa en el resultado de las pruebas producidas. extracontractual se tiene en cuenta la previsibilidad de un hombre prudente o
razonable, parámetro que se evalúa en abstracto; en cambio, en la responsa-
En la valuación arbitral, el árbitro la practica el árbitro conforme las pautas bilidad contractual, se centra en lo que las partes previeron o pudieron prever
señaladas precedentemente. al momento de celebrar el contrato, existiendo entonces una apreciación en
A los efectos de realizar una correcta valuación del daño será necesario concreto para ese caso. Se ha seleccionado, en este caso, un modelo subjetivo
discriminar diferentes variables que impactan en la reparación del daño, tales dado que en los contratos paritarios, a diferencia de los contratos de consumo,
como el sexo, la edad, el estado civil, los estudios realizados, la profesión y/o las partes pergeñan un esquema de riesgos y beneficios. Más aun, ellas mismas
empleo, la composición del núcleo familiar, etcétera, a lo que debe sumarse pueden determinar lo previsible, pudiendo fijar la extensión del resarcimiento
el dato clave consistente en el porcentaje de incapacidad física y/o psíquica para el supuesto de inejecución. Sólo en el caso de que las partes nada hubieran
sufrida por el sujeto. pactado, responderán por las consecuencias previsibl'es.
~. ......... ...........
........
RESPONSABILIDAD CIVIL 421
420 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
dispensable que exista esa duplicidad de sujetos pasivos (directo/indirecto), Sin embargo, razones de equidad pueden modificar la solución dada. En
porque precisamente lo que ocurre es que estamos ante situaciones en las que efecto, el art. 1750, primer párrafo, establece que el autor de un daño causado por
aquellos presupuestos funcionan de manera particularizada, por diferentes cir- un acto involuntario responde por razones de equidad. A tal efecto, y a los fines
cunstancias que se analizarán en cada caso. No obstante, en algunas hipótesis de fijar el monto indemnizatorio, la propia norma remite a las pautas estable-
los límites son difusos o directamente concurren ambas categorías, como la cidas en el art. 1742, es decir, a la necesaria contemplación del patrimonio del
impropiamente denominada "responsabilidad de los establecimientos educa- deudor, de la situación personal de la víctima y de las circunstancias del caso.
tivos" (art. 1767), ubicada dentro de la Sección 9a como un supuesto especial,
fundamentalmente por el ámbito en el que se desarrolla y restantes especifici- Tampoco hay responsabilidad del autor del daño, cuando realiza el acto a
dades como las derivadas de la acotada eximente (caso fortuito), pero en la que raíz de estar sufriendo una fuerza irresistible (art. 1750, párr. 2°). Es que quien
también existe una responsabilidad refleja del titular del establecimiento, por el actúa bajo los efectos de una fuerza que no puede contrarrestar, ni física ni
daño causado o sufrido por un alumno. Las responsabilidades especiales serán legalmente, actúa como un simple instrumento de la voluntad ajena. Sin per-
tratadas en el capítulo siguiente. juicio de ello, la víctima del daño puede accionar contra quien haya forzado de
manera irresistible al autor del acto (art. 1750, in fine).
664. El sujeto responsable Si varias personas participan en la producción del daño que tiene una causa
única, se aplican las reglas de las obligaciones solidarias. Si la pluralidad deriva de
Es responsable directo quien incumple una obligación u ocasiona un daño injus-
causas distintas, se aplican las reglas de las pbligaciones concurrentes ( art. 1751). A
tificado por acción u omisión (art.1749).
estas obligaciones nos hemos referido c~n anterioridad (nros. 288 y ss.), y allí
nos remitimos.
La disposición recepta una regla clara: toda persona es responsable de los
daños que causen sus propios actos o sus omisiones. Como hemos dicho más
arriba (nros. 586 y 596), la conducta dañosa se desenvuelve por vía de acción La mención que hace la norma al hecho de que varias personas participen
cuando se lleva a cabo por medio de un acto positivo (por ejemplo, golpear, en la producción del daño importa que abarca no sólo al autor y a los posibles
embestir con un automóvil, difamar o calumniar), y se desenvuelve por vía de coautores sino, además, a todos aquellos que intervienen decisivamente en el
omisió~ cuando se produce por no hacer lo que impone el derecho. Por eso, hecho dañoso, tales como los cómplices e instigadores. O!Iedan afuera de la
cualquier acción u omisión que causa uri daño a otro es antijurídica si no está norma los encubridores, a los que haremos referencia en el parágrafo siguiente.
justificada (art.1717); lo que sanciona es, en definitiva, el daño injusto causado.
667. Encubrimiento
Para que una persona pueda ser imputada como autor del daño, se requiere
que haya realizado de manera consciente el hecho dañoso, que haya actuado
con discernimiento, intención y libertad. Lo expuesto no obsta a que si se trata El delito cde encubrimiento ti~ne lugar cuando, tras la comisión de un de-
de un supuesto de responsabilidad objetiva, solamente importe el incumpli- lito ejecutado por otro, en el que no ha participado: (i) ayuda a alguien a eludir
miento de la obligación (art. 1723). las investigaciones de la autoridad o a sustraerse a la acción de ésta; (ii) oculta,
altera o hace desaparecer rastros, pruebas o instrumentos del delito, o ayuda al
De más está decir que la responsabilidad directa en la producción del daño autor o partícipe a ocultarlos, alterarlos o hacerlos desaparecer; (iii) adquiere,
se verifica tanto en el campo contractual como extracontractual. recibe u oculta dinero, cosas o efectos provenientes de un delito; (iv) no denun-
cia la perpetración de un delito o no individualiza al autor o partícipe de un
665. Los daños causados por actos involuntarios delito ya conocido, cuando estuviere obligado a promover la persecución penal
de un delito de esa índole; y, (v) asegura o ayuda al autor o partícipe a asegurar
La idea primaria es que no hay responsabilidad cuando se causa un daño el producto o provecho del delito (art. 277, Cód. Penal).
de manera involuntaria, esto es, cuando el autor carece de discernimiento, in-
tención o libertad. El encubridor responde en cuanto su cooperación ha causado daño (art.l752).
426 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDAD DIRECTA E INDIRECTA 427
§ 2.- RESPONSA!JILIDAD INDIRECTA con base en ese factor subjetivo y la responsabilidad era inexcusable ante la
acreditación de los presupuestos, lo que demostraba en forma palmaria que no
A.- RESPONSABILIDAD POR EL HECHO DE TERCERO era la culpa el fundamento de su responsabilidad.
Debía recurrirse a las teorías objetivas y allí los autores más destacados se
1.- La responsabilidad del principal por el hecho del dependiente encolumnaron en las dos grandes vertientes de esta imputación: la 'noción de
garantía' (TRIGO REPRESAS, KEMELMAJER DE CARLUCCI, PizARRO, GHERSI,
668. Las nociones de principal y dependiente en el Código de VÉLEZ ATILIO ALTERINI) o el 'riesgo creado' (ZAVALA DE GoNzÁLEz, Guillermo A.
BoRDA), afirmándose en esta última expresión, que aquella primera idea con
Entre las pocas normas que consagraban una responsabilidad indirecta en ser exacta (se trata de brindarle la seguridad al tercero de que el daño que ha
el Código Civil de VÉLEZ, se encontraba eÍ art. 1113, que establecía que la obli- sufrido le será indemnizado), no explicaba los motivos por los que el principal
gación del que ha causado un daño se extiende a los daños que causaren los que están se transformaba en garante del perjuicio causado por el dependiente. Por ello,
bajo su dependencia (primer párrafo). Es cierto que "la ley es muy escueta" (PI- consideramos que ese fundamento no es otro que el 'riesgo creado' por la de-
ZARRO, Ramón D. y VALLESPINOS, Carlos G, Instituciones de Derecho Privado.
legación de funciones en un tercero: quien introduce el riesgo debe ~sumir la
Obligaciones, t. 4, Hammurabi, 2008, p. 442), que no presentaba restricciones reparación de los daños ocasionados.
de ninguna índole y que seguramente esa 'parquedad' fue la causa de notables
esfuerzos doctrinarios y jurisprudenciales para precisar los límites de esta pa- Por último, ante la ausencia de previsión normativa, la doctrina también
radigmática hipótesis de responsabilidad indirecta; pero indudablemente en la elaboró los presupuestos de la responsabilidad, que sólo nos limitaremos a
época de la sanción del Código velezano, fue un gran desafío asignar responsa- mencionarlos, porque nos anticipamos a señalar que el sistema vigente los
bilidad a un sujeto que no era el autor del daño, y ello provocó una ruptura en contempla: a) que exista una relación de dependencia entre el responsable y el
el paradigma reinante en los Códigos decimonónicos de la imputación basada autor del daño, y b) que el daño haya sido cometido con motivo del trabajo, lo
exclusivamente en una culpa personal. que presupone que sea el dependiente el que causó el perjuicio resarcible y que
exista una razonable relación entre las funciones y ese daño.
Por ello, como lo anticipábamos, la dogmática jurídica debió no sólo ela-
borar los fundamentos y construir los presupuestos para que proceda la repa- Las discusiones sobre la inexcusabilidad de la responsabilidad del princi-
ración, sino cumplir con la primera de las tareas que era definir un concepto pal, cuando concurren esos requisitos, parecen superadas a partir de la posición
de 'principal' que estuviera más allá de la noción de 'empleador laboral'. Era mayoritaria de la doctrina (LLAMBÍAS, AGUIAR, S PoTA, SALVAT, Guillermo A.
prioritario aclarar que la dependencia era civil y no necesariamente coinciden- BoRDA), que justifica esa responsabilidad desde la irrelevancia que tiene -en
te con la que regula el Derecho Laboral, que aquélla es más amplia y excede a ese caso- la prueba de la diligencia del principal, y que no existe posibilidad
esta última. Entonces, empezaron a aparecer nociones como la del 'comiten- de eximirse con la demostración de la falta de culpa.
te', en el sentido de aquel que encarga a otro una actividad en interés propio,
en directa ligazón con la expresión 'dependencia funcional'. Podía sostenerse, 670. Acciones que tenía la víctima
aunque no lo consignara la norma, que el término 'dependiente' aparecía dis-
tendido, que su significado moderno comprendía relaciones de subordinación El Código Civil de VÉLEZ, habilitaba dos acciones a la víctima del daño
gratuita y hasta ocasional. causado por el dependiente, una contra el propio autor del hecho ilícito (con-
forme al principio sentado en el art. 1109) y otra contra el principal (confor- ...
669. Fundamentos y presupuestos de la responsabilidad del principal en el me el citado art. 1113); podía demandar a cualquiera de ellos o en conjunto
Código de VÉLEZ dirigir la acción contra los dos, que era lo habitual. Así se permitía que los
damnificados puedan perseguir directamente a los que son civilmente respon-
Por los motivos expuestos con anterio[idad, al comprometer la responsa- sables del daño, sin estar obligados a llevar a juicio a los autores del hecho
bilidad de quien no era autor del daño, resultaba imprescindible desentrañar (art. 1122), contemplando una acción de regreso del principal contra su de-
los fundamentos de la responsabilidad del principal. La idea clásica de que su pendiente (art.1123), que tenía derecho a demandar a éste, por ser él autor del
responsabilidad se funda en su culpa, ya sea in eligiendo (PoTHIER y el Código hecho, todo lo que le haya tenido que pagar al tercero en concepto de daños y
Civil de Francia) o in vigilando, no resiste el análisis, y cedió no sólo por la fic- perjuicios. Aunque estas normas contenían algunas imprecisiones terminoló-
ción que representaba, sino principalmente porque se descartaba la eximición gicas y sólo referían a los dependientes y domésticos, estaba claro que debían
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RESPONSABILIDAD DIRECTA E INDIRECTA 429
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pensamos que los padres tienen el deber de vigilar y educar a sus hijos, obliga-
del hijo con sus padres. Las vicisitudes que presentaban estos presupuestos
ción que no sólo existe en las relaciones paterno-filiales sino también respecto
eran numerosas y algunas de ellas serán consideradas en forma específica por
de terceros, frente a los cuales los padres son responsables de toda omisión en
su aplicación al nuevo sistema de fondo. A ellas se sumaban dos eximentes
el cabal desempeño de la patria potestad. desarrolladas en normas consecutivas, porque se permitían la exclusión de la
En base a ello, comenzó a desarrollarse una nueva tendencia, apoyada en responsabilidad de los progenitores con la prueba de la transmisión de la guar-
parámetros objetivos por la autoridad emergente de esa patria potestad que da en un establecimiento de cualquier clase de manera permanente o de la
ejercían los padres y que los transformaba en garantes de los daños causados imposibilidad de impedir el daño mediante la vigilancia activa (arts. 1115 y
por sus hijos menores. También se afirmaba que dicha garantía tenía un sus- 1116, respectivamente, Cód. Civil de VÉLEZ).
trato de riesgo y así se sostuvo que el padre tiene siempre algo que ver con el
obrar dañoso y antijurídico de su hijo, lo haya vigilado activamente o no, lo 675. Responsabilidad solidaria de los padres
haya educado o no. Los padres tienen un conjunto de deberes que emanan del
Con unas pocas variantes, el Código Civil y Comercial inicia el tratamiento
ejercicio de la patria potestad y deben responder objetivamente porque en el
estableciendo que los padres son solidariamente responsables por los daños causados
actuar del menor hay un riesgo de dañosidad, no pudiendo excusarse con la
por los hijos menores que se encuentran bajo su responsabilidad parental (art. 1754).
prueba de la diligencia. Sin embargo, como lo aclaraba la doctrina, mientras
Esta última expresión aparece definida en el mismo cuerpo normativo como el
estuviera vigente el art. 1116 del Código Civil de VÉLEZ (que disponía que los
conjunto de deberes y derechos que corresponden a los progenitores sobre la persona y
padres no eran responsables de los daños causados por los hechos de los hijos, si proba-
bienes del hijo... (art. 638) y sustituye la institución de la patria potestad.
ren que les ha sido imposible impedirlos, aunque se añadía que esta imposibilidad
no resultará de la mera circunstancia de haber sucedido el hechoJuera de su presencia, Aunque la norma de la sección de la responsabilidad civil no lo enuncia de
si apareciese que ellos no habían tenido una vigilancia activa sobre sus hijos), la sola modo expreso, como sí lo hacía el Código Civil de VÉLEZ, la responsabilidad
existencia de esa autoridad paterna no explicaba la responsabilidad, porque la de los progenitores se limita a los daños causados por sus hijos menores y que
ley permitía que los progenitores se eximieran probando que ejercieron una no estuviesen emancipados, porque el límite temporal de la vigencia de la res-
vigilancia activa y que les fue imposible evitar el daño (ZAVALA DE GoNZÁLEZ, ponsabilidad parental es precisamente ese (arts. 638 y 699, incs. e] y d]). Aquel
Matilde, Resarcimiento de daños, t. 4; p. 660, Hammurabi, 2008), produciéndose art. 1754 también impone, como lo hacía su antecedente, que los hijos habi-
una fractura entre el Derecho vigente en esos tiempos y el reclamo mayoritario ten con sus padres, convivencia que aparece reforzada a tenor de la redacción
de la doctrina de su modificación de lege ferenda. de la disposición siguiente. Al final, destaca que esa responsabilidad indirecta
opera sin perjuicio de la responsabilidad personal y concurrente que pueda caber
Como en los otros supuestos de responsabilidad refleja, se construyeron lós a los hijos, advertencia que no sólo confirma el funcionamiento de un nuevo
presupuestos de procedencia del resarcimiento, comenzando por la minoridad caso de pluralidad subje~iva pasiva con diversidad de causas y por ·ello remite
del hijo que daña al momento del hecho, porque los padres no respondían por a la aplicación del régimen de las obligaciones concurrentes, sino que también
los perjuicios causados por sus hijos mayores o emancipados. El análisis del impone un específico análisis de las hipótesis de actos involuntarios por falta
sistema del Código Civil de VÉLEZ, permitía distinguir tres hipótesis según de discernimiento.
la edad del hijo, porque hasta sus diez años, por carecer de discernimiento, en
principio y más allá de alguna alternativa emanada de los hechos involuntarios 676. Presupuestos de la responsabilidad de los padres en el Código Civil y
(arts. 921 y 907), sólo respondían los padres. Cumplidos los 10 años y hasta Comercial "!-
los 21 (luego reducidos a los 18, cuando se fijó en esta edad el ingreso a la ca-
tegoría de mayores), existía una responsabilidad concurrente de padres e hijos Las normas expuestas permiten identificar presupuestos análogos a los
causantes del daño. Superada la minoridad, los padres ya no respondían, ni existentes en el marco del Código Civil de VÉLEZ. Continúa siendo necesaria
tampoco lo hacen actualmente, por los hechos de sus descendientes. la causación por el hijo de un daño resarcible a un tercero y la minoridad del
mismo, aunque no lo indique expresamente el art. 1754. Esta exigencia surge
Los otros requisitos eran la causación de un daño por el menor (la presun-
de las normas que regulan la responsabilidad parental, cuyo ejercicio por parte
ción de culpa de los padres no funcionaba por los daños sufridos por el hijo,
del responsable constituye otro. de los presupuestos para la reparación. Ello
habilitando una indispensable distinción entre el menor dañino y el menor
ratifica nuestra postura de que no existe responsabÜidad de los padres por
dañado), el ejercicio de la patria potestad por parte del responsable (con dis-
daños causados por hijos mayores, ni siquiera ante la circunstancia que vivan o
tintas variantes según el vínculo existente entre los padres) y la convivencia
dependan económicamente de ellos.
pr¡
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436 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
RESPONSABILIDAD DIRECTA E INDIRECTA 437
El art. 1755 cierra con la enunciación de tres hipótesis en las que los pa- La sección de la responsabilidad por el hecho de terceros culmina con una
dres no responden. La primera ·de ellas refiere a los daños causados por sus hijos
norma titulada "Otras personas encargadas" (art. 1756), como un género que
en tareas inherentes al ejercicio de su profesión y puede integrarse con la habili-
incluye a los tutores Ycuradores, pero también a la novedosa categoría de los
tación contenida en el art. 30, que autoriza el desarrollo de una profesión por
delegados en el ejercicio de la responsabilidad parental. A estos responsables
cuenta propia de los menores de edad con título profesional, sin necesidad de
previa autorización de sus progenitores. Por ello, como también tienen la ad- reflejos, el Código les impone una responsabilidad por el daño causado por
ministración y disposición de los bienes qu~ adquieren con el producto de esa quienes están a su cargo equivalente a la de los padres, pero sólo en princi-
actividad y pueden estar en juicio por cuestiones vinculadas a ella, no resulta- pio, porque les permite una liberación derivada de la imposibilidad de evitar
ría razonable mantener la responsabilidad paterna en estos casos. Constituyen el daño, en una terminología equivalente al derogado art. 1116 del Código
situaciones similares a la expuesta las dos restantes hipótesis previstas en el Civil de VÉLEZ. Por ello, la responsabilidad de los sujetos enunciados en el
párrafo final del art.1753: (i) las que se producen con las funciones subordinadas art. 1756 no es objetiva sino que existe una presunción de culpa iuris tantum
encomendadas por terceros, donde incluso puede aparecer un nuevo responsable (con( CoMPAGNUCCI DE CAsO, Rubén H., Derecho de las Obligaciones, no 520,
indirecto (el principal, a tenor del comentado art. 1753) que sustituye a los Ed. La Ley, 2018) y como corolario pueden eximirse demostrando su conducta
padre~, y (ii) los daños derivados del incumplimiento de obligaciones contractua-
diligente y la indicada imposibilidad. Como quedó expuesto, en el marco del
les válidamente contraídas por sus hijos, referencia que impone un análisis de la
fundamento de la responsabilidad de los padres, estos no pueden liberarse con
capacidad negocia! de los menores en el seno del Código vigente (arts. 26, 27
la prueba de esta eximente, por lo que la reforma sólo tiñó de un tinte objetivo
y eones.), lo que revela que en este caso los padres sólo responden en supuestos
de responsabilidad extracontractual. la imputación de responsabilidad de los progenitores, pero no la de los tutores,
curadores o delegados.
6 78. Acción regresiva contra la persona menor de edad
El padre que ha pagado el daño ¿tiene acción regresiva contra su hijo? Es 680. La responsabilidad de los establecimientos que tienen a su cargo per-
necesario formular la siguiente distinción: sonas internadas '
681. Planteo de la cuestión También correspondía desechar la distinción entre el daño hecho "con'' la
cosa y "por" la cosa, pues la separación entre el hecho de las cosas y el hecho
En la sección 7a que se desarrolla bajo este epígrafe, el Código Civil y del hombre era contraria a los textos normativos, pero además era impropio
Comercial agrupa la regulación de lo que se consideraban hechos de las cosas hablar de "hecho de la cosa", porque las que son inanimadas no obran ni pro-
animadas e inanimadas, a los que se adiciona la novedosa incorporación de di- ducen hechos, es el hombre quien les da movimiento, quien pone en ellas la
versos supuestos de actividades riesgosas. Ese dispositivo también es aplicable fuerza. La intervención de la persona se manifiesta tanto cuando una caldera
por remisión, como ocurre por la referencia expresa que se realiza al regular explota, cuando un neumático estalla, como cuando un automóvil mal dirigido
la responsabilidad derivada de daños causados por la circulación de vehículos embiste a un peatón (MAZEAUD); es ese individuo el que ha puesto la caldera
(art.1769) o por el transporte (art. 1286). bajo presión, el que ha inflado el neumático, porque sin su intervención, más
Por cualquiera de esas vías que se conduzca hacia la aplicación de los tres o menos lejana, una cosa inanimada no puede causar daño. Pensamos que las
artículos que integran la sección citada, lo cierto es que la misma se utilizará dos impugnaciones que realizamos, se encuentran respaldadas por el régimen
como fundamento normativo de la mayoría de los procesos resarcitorios de fijado por el Código Civil y Comercial, que ya no incluye ninguna referencia
daños, porque en su origen aparece -de ordinario-la intervención de cosas específica a las cosas que no son peligrosas, en las que el demandado podía exi-
o el desarrollo de ciertas actividades. El siempre presente art. 1113 del Código mirse de responsabilidad con la prueba de su conducta diligente. En síntesis,
Civil de VÉLEz, ahora se segmenta en dos normas (arts. 1757 y 1758), que el Código Civil y Comercial tiene disposiciones generales sobre atribución de
además incorporan expresamente a las citadas actividades riesgosas, por lo que responsabilidad (arts. 1721 y ss.) y una sección específica en la que se establece
esas disposiciones legislativas serán frecuentemente invocadas y aplicadas por la responsabilidad objetiva del dueño o guardián por el daño causado por el
los diversos operadores jurídicos. riesgo o vicio de las cosas o por las actividades riesgosas o peligrosas, que ana-
lizaremos a continuación.
Aun cuando no modificó la estructura de cosa animada e inanimada, el
cambio que introdujo la reforma operada por ley 17.711 en ese art. 1113 de
682. Hecho de las cosas y actividades riesgosas
Código Civil de VÉLEZ fue trascendente, porque incorporó "la teoría del riesgo
creado" en nuestro sistema ae responsabilidad, cuyo fundamento dominante,
al igual que el de la mayoría de la codificación inspirada en el sistema francés, En primer lugar, el art. 1757 del Código Civil y Comercial, ya no utiliza
era la culpa. Las profundas transformaciones sociales, culturales y económicas, aquella distinción entre el daño "con'' y "por" las cosas, que se observaba den-
determinaban la necesidad de actualizar la legislación en esta materia. En ese tro del segundo párrafo del art. 1113 del Código Civil de VÉLEZ. La redacción
marco, se establecía que si la cosa era riesgosa o tenía vicios, el propietario o actual establece que toda persona responde por el daño causado por el riesgo o
guardián sólo se podían eximir total o parcialmente de responsabilidad de- vicio de las cosas; sin embargo, en realidad, los que responden son los sujetos
mostrando que hubo 'culpa de la víctima o de un tercero por el cual no debían mencionados en la norma inmediata posterior (art. 1758), es decir, el dueño
responder. Si la cosa no era peligrosa ni tenía vicios, esos legitimados pasivos se y el guardián. Ese "riesgo" -es decir, la eventualidad de que una cosa llegue
podían eximir de responsabilidad demostrando que de su parte no hubo culpa. a causar un daño- potencia la posibilidad que resulten perjuicios, concep-
Asimismo, se resolvía que si la cosa hubiese sido utilizada contra la voluntad tualmente importa una probabilidad que torna anticipadamente previsible
del dueño o guardián, no existía responsabilidad. la ocurrencia de sucesos lesivos, una previsibilidad abstracta y genérica que
debe visibilizarse antes y por ello determina la imputación objetiva de esos
Las cosas por cuyo daño se respondía en el marco del citado art.1113, eran legitimados pasivos. Asimismo, pervive la noción de "vicio" -esto es, el de-
todas aquellas que no sean animales, porqúe éstos tenían un régimen jurídico fecto de fabricación o funcionamiento que hace a la cosa impropia para su
propio. En esta clasificación, el originario art. 1133 del Código Civil de VÉLEZ destino normal-; aun cuando la mayoría de la doctrina la consideraba inútil
hablaba de cosas inanimadas. Dentro de esta especie, cabía impugnar la dis- y superflua, porque se la subsumía dentro del omnicomprensivo concepto de
tinción entre las cosas inertes y activas, en primer lugar, porque no estaba en la
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"riesgo", el codificador optó por respetar la tradición jurídica manteniendo El Código Civil y Comercial es contundente para fijar el factor objetivo
ambos términos: riesgo o vicio. ante el riesgo creado de las cosas o de esas actividades y también para limitar
La primera gran novedad que trae el Código Civil y Comercial es la re- las eximentes. Al optar por esa imputación, el responsable sólo se libera con
cepción expresa de la responsabilidad objetiva por actividades que sean riesgosas la prueba de la causa ajena (art. 1722), es decir, deberá demostrar el hecho
o peligrosas por su naturaleza, por los medios empleados o por las circunstancias de del damnificado (art. 1729), el de un tercero que reúna los caracteres propios
su realización (art. 1757, párr. 1°), haciéndose eco de la propuesta de parte de del caso fortuito (art. 1731) o el caso fortuito o fuerza mayor ajeno al riesgo
la doctrina y de la interpretación extensiva del art. 1113 del Código deroga- o vicio de la cosa (arts. 1730, 1733'y eones.). Para no dejar ninguna duda, los
do que debió realizar la jurisprudencia. En esta corriente, se sostenía que la redactores del Código indicaron cuáles no son eximentes, citando - entre las
ley 17.711 había operado un cambio profundo en el espíritu del Código Civil, excluidas- a la autorización administrativa para el uso de la cosa o la realiza-
pero que produjo una "modernización parcial" (PIZARRa, Ramón D. y VALLE- ción de la actividad y al cumplimiento de las técnicas de prevención (art.1757,
SPINOS, Carlos G., Instituciones de Derecho Privado. Obligaciones, t. 4, p. 596, in fine). Por la primera de ellas, se minimiza definitivamente la importancia de
Hammurabi, 2008) precisamente porque se omitieron aspectos vinculados a la antijuridicidad en su versión clásica, como presupuesto de la responsabilidad
las actividades riesgosas, que sí fueron contemplados en los sucesivos proyectos civil, en concordancia con lo establecido en los arts. 1717 y ss. Por la segunda,
de reforma. se trazan las fronteras de las dos tutelas que reconoce el Código (art. 1708),
fijando límites precisos entre ellas, por lo que la adopción de medidas preven-
En el Derecho comparado la referencia obligada es el Código italiano del tivas no libera de responsabilidad cuando el daño se produce de todos modos.
año 1942, que plasmó una cláusula general sobre actividades riesgosas por su
naturaleza o por los medios empleados, estableciendo la responsabilidad con 683. Eximentes
la salvedad de la prueba de la adopción de medidas idóneas para evitar el daño
(en la práctica, el art. 2050 del referido Código fijaba una inversión de la carga Como contrapartida, se ratifica la vigencia de la cuestionada eximente del
de la prueba de la culpa). Asimismo, entre los modernos Códigos latinoa- "u,so de la cosa contra la voluntad expresa o presunta" del dueño o guardián
mericanos (Perú y Paraguay) se contemplan esas dos hipótesis de actividades (art.1758, párr.1°, in.fine), opción que mantienen vivas a las discusiones respec-
riesgosas (por su naturaleza o los medios), sin llegar al llamado "riesgo circuns- to de la necesidad de la prueba del desapoderamiento o de la simple transmi-
tancial" en el que se inscribe nuestro país con una consecuente responsabilidad sión voluntaria. Por nuestra parte, siempre pensamos que la eximente permitía
amplia, abarcativa de los más diversos supuestos. la subsunción de casos frecuentes: si el ladrón del coche embiste con él a un
transeúnte, lesionándolo, el más elemental sentido de justicia impone eximir
Por ello, nuestro sistema acepta las actividades riesgosas o peligrosas "por
de responsabilidad al propietario, que también ha sido víctima de la conducta
su naturaleza", es decir conforme sus características propias (por ejemplo, la
del delincuente. La solución es adecuada a la noción de riesgo creado, porque
explotación de la energía nuclear) y las que reciben esos calificativos "por los
si se lleva un automóvil a un taller o a un garaje, se lo coloca en situación de no
medios empleados" (como sucede con una fábrica que usa máquinas cuyo fun-
poder ocasionar un daño a terceros, por cuanto si se lo usa, el que crea el riesgo
cionamiento provoca la contaminación del aire y, consiguientemente, daña a la
es el garajista o tallerista, que contrariando las instrucciones expresas o tácitas
población), debiendo operar en ambas hipótesis una significativa probabilidad
1t del dueño, lo puso en circulación. Una solución diferente debe darse cuando el
de daño para terceros. Esta ponderación en abstracto, similar a la que debe
guardián recibe la autorización del dueño; a modo de ejemplo, si el choque se
realizarse en la intervención de cosas, también se aplica al "riesgo circunstan-
produjo mientras el automóvil entregado al tallerista era sometido a pruebas
cial" de las actividades, es decir, aquel que se produce por las "circunstancias de 1"
necesarias o era conducido a la casa del cliente, como le estaba ordenado.
su realización'' (ZAVALA DE GoNZÁLEZ, Matilde, Resarcimiento de daños, t. 4,
p. 610, Hammurabi, 2008), entendidas como aquellas particularidades extrín-
684. Sujetos responsables
secas derivadas de las personas, del tiempo o del lugar. Tal sería el caso de la
empresa que alquila cuatriciclos en la playa y no delimita las zonas de peligro. El art. 1758 regula la específica legitimación pasiva que se impone para los
Como lo advierte la doctrina citada, no puede partirse de la simplista concep- daños causados por la intervención de cosas o el desarrollo de actividades ríes-
ción de que toda actividad que causa un daño sea riesgosa; no adquiere este gasas. En estos sujetos responsables no se observa una novedad respecto del
carácter si no lo tenía inicialmente, por lo que el análisis del riesgo es un prius, antecedente normativo (art. 1113, Cód. Civil de VÉLEZ), por cuanto se ratifica
que no puede hacerse a posteriori ni transformarse por la exclusiva eventualidad que "dueño y guardián son responsables concurrentes del daño causado por las
de la producción de un perjuicio. cosas". Al no existir controversias conceptuales sobre la figura del dueño, no se
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442 ALEJANDRO BORDA (DI R.) RESPONSABILIDAD DIRECTA E INDIRECTA 443
desarrolla una definición del mismo dentro del texto del art. 1758, por cuanto las actividades, incluso respecto de las ejecutadas por terceros, sumándose la
está claro que es el titular de un derecho real de dominio. lógica imputación a quien las desarrolla o las realiza materialmente.
Como contrapartida, los alcances del término "guardián'' generaron his- 685.Algunos casos específicos. Accidentes en ascensores
tóricos debates y posiciones encontradas. Para una primera posición, enrola-
da en una noción "jurídica'', refiere a la persona que tiene un poder legítimo El criterio jurisprudencia! imperante durante la vigencia del Código Civil
e independiente de dirección y contralor de la cosa (CoLOMBO, JossERAND, de VÉLEZ fue la aplicación del art. 1113, posición que compartimos porque se
MAZEAUD). Otros, en cambio, privilegian la idea de guarda como "tenencia trata de un caso típico de daños ocasionados por una cosa. En ese contexto,
material" (CAPITANT). Finalmente, para otra corriente autoral, lo decisivo para se resolvió la responsabilidad del dueño o guardián por los accidentes origina-
configurar al guardián es el "aprovechamiento económico" de la cosa (SPOTA, dos en el mal funcionamiento del ascensor, por la caída de la cabina al vacío,
SALAS, DEMOGUE), la posibilidad de servirse de ella. Asimismo, existen postu- por la falta de protección suficiente del ascensor (en los supuestos en que no
ras que se califican de "eclécticas". Por nuestra parte pensamos que esta última tuviera puertas o paredes) o defectos en los mecanismos de seguridad, entre
pauta de "aprovechamiento" es decisiva para la determinación de este sujeto, otras hipótesis. Corolario de lo expuesto, es que consideramos que los legiti-
pero también creemos que no es posible prescindir de la noción de "poder ju- mados pasivos citados no se liberan de responsabilidad por colocar, como es
rídico de dirección y contralor", porque brinda además un elemento de juicio costumbre, un cartel en el que se indica que, habiendo escaleras a disposición
importante al juzgador. del público, no se hacen responsables por los accidentes que pudiera ocasionar
el uso del ascensor.
En definitiva, está claro que caracterizar al guardián no es una tarea senci-
lla, una disquisición meramente teórica o de gabinete, sino que hay que anali- El Código Civil y Comercial ratifica las posturas reseñadas. En primer
zar el sistema jurídico, ya que no es posible un concepto abstracto que prescin- término, porque los arts. 1757 y ss. resultarán de aplicación a los daños vincu-
da del Derecho positivo. Por ello, nos parece acertada la postura que se plasma lados a la utilización de ascensores, no sólo por el riesgo o vicio de estas cosas,
en el Código Civil y Comercial, por cuanto considera guardián a quien ejerce sino porque pueden encuadrarse en un supuesto de actividades riesgosas o
por sí o por terceros, el uso, la dirección y el control de la cosa, o a quien obtiene un peligrosas por los medios empleados o por las circunstancias de realización. En
provecho de ella (art. 1758, párr. 1°, 2a parte). En definitiva, el Código adhiere este ámbito, podrán dirigirse las demandas contra el dueño del ascensor, pero
a la tesis ecléctica que incluye nociones jurídicas y económicas, en las que nos también contra quienes' los dirijan, los controlen u obtengan un provecho de
enrolamos ya durante la vigencia del sistema anterior. ellos, dentro del concepto amplio de guardián que consagra el art. 1758.
Definiciones como las citadas esclarecen controversias y clausuran deba- Respecto de aquellos letreros colocados con una aspiración exonerativa por
tes dogmáticos, con el consecuente beneficio que aporta al operador jurídi- los eventuales legitimados pasivos, algunos artículos de este cuerpo normati-
co. Porque así como puede ocurrir que el propietario sea al mismo tiempo el vo ratifican su inaplicabilidad. En primer término, corresponde analizar si la
guardián, también es posible que esas calidades aparezcan disociadas, por lo información que brindan sobre la peligrosidad del ascensor resulta suficiente
que resultaba importante conceptualizar al segundo de los sujetos pasivamente y adecuada, fundamentalmente si se produce en el marco de una relación de
legitimados. La responsabilidad de los mencionados es concurrente y la vícti- consumo (arts. 1092, 1100 y conc.). Aun así, la decisión de la víctima de uti-
ma puede dirigir la acción contra cualquiera de estos legitimados por el total lizar el ascensor no puede considerarse una hipótesis de asunción de riesgos
...
de los daños, con la alternativa de posteriores acciones recursorias entre ellos, que justifique el daño ni exima de responsabilidad al dueño o guardián del
según la causa del daño. ascensor, con excepción de la hipótesis en que exista un hecho del damnificado
que interrumpa total o parcialmente el nexo causal (art.1719). En esta última
Por último, el art. 1758 no se limita a la individualización de los sujetos posibilidad de concurrencia, podría ubicarse la conducta de la víctima que no
responsables por la intervención de cosas, sino que consagra una específica verifica si el ascensor se encuentra o no en el piso, fuerza la puerta y ante la
legitimación pasiva para los casos de actividad riesgosa o peligrosa, indicando falla de los mecanismos de seguridad, se produce su caída. Consideramos que
que responde quien la realiza, se sirve u obtiene un provecho de ella, por sí o por tampoco existe una hipótesis de consentimiento del damnificado, y una cláu-
terceros, pero esta imputación será subsidiaria de lo dispuesto poruna eventual sula que indique anticipadamente que los legitimados pasivos se eximen de
legislación especial. La idea del aprovechamiento económico continúa en una responsabilidad por los daños que se produzcan por la utilización del ascensor,
posición de privilegio para atribuir responsabilidad también en el desarrollo de puede calificarse de abusiva (art. 1720).
ALEJANDRO BORDA (DIR.)
RESPONSABILIDAD DIRECTA E INDIRECTA 445
444
2.- Daños causados por animales
686. Supuestos de copropiedad o guarda compartida
El dueño y guardián son responsables concurrentes en el Código Civil y 687. El sistema del Código Civil de VÉLEZ
Comercial del daño causado por las cosas (art. 1758, párr. 1°), la cuestión se
torna compleja cuando exista pluralidad en alguna de esas calidades. Por ello, Durante siglos la responsabilidad por el hecho de las cosas tuvo como
un tema clásico de debate es la posibilidad de que la cosa que ha ocasionado el paradigma los daños causados .por animales. Con el transcurso del tiempo, su
daño pertenezca a varios condóminos o que se halle sujeta a la guarda simul- importancia fue decreciendo y el epicentro se trasladó a los daños causados
tánea de varias personas, como ocurriría si hubiera pluralidad de locatarios, por otras cosas (que se califican de inanimadas), que adqui[ieron protagonismo
comodatarios o usufructuarios, entre otros. La pregunta es si la responsabilidad por el progreso industrial y técnico. Por ello, se justifica que el Código Civil de
será solidaria, concurrente o en proporción al interés de cada uno en la cosa. VÉLEZ haya contenido una extensa y compleja regulación para la materia del
epígrafe, lo que generaba interminables debates y una profunda preocupación
En el sistema del Código Civil de VÉLE~ la respuesta era clara por apli- de los juristas, porque - además- es un capítulo de la responsabilidad civil
cación del art. 1121, que disponía que la responsabilidad de aquéllos no era que cuenta con antecedentes históricos remotos, variedad de posiciones en el
solidaria sino en proporción de la parte que cada uno tuviera, solución aplica- Derecho Comparado y hasta con una terminología específica (la clasificación
ble también para el caso de la copropiedad de un edificio en ruinas (art. 1135, de animales y de los daños que éstos provocan según la especie, la alternativa
Código Civil de VÉLEZ). Se presumía, salvo prueba en contrario, que todos los del abandono noxal, variedad de legitimados y eximentes, entre otras particu-
condóminos tenían un interés igual en la cosa. La opción que adoptaba este laridades) .
Código era aplicable al supuesto de daños causados por cosas inanimadas, no
existía razón para aplicar una solución diferente. La conclusión expuesta no era El sistema del Código Civil de VÉLEZ contemplaba las dos categorías de
incompatible con el principio de solidaridad entre los coautores de un delito, animales domésticos y feroces (art. 1124), pero a estos últimos los subclasifi-
porque de lo que se trata es de fijar la responsabilidad cuando la propiedad o caba (art. 1129), según que reporten o no utilidad para la guarda o servicio del
guarda es compartida. predio, asignando - para esta última hipótesis- una vanguardista responsa-
bilidad objetiva que no resultaba habitual en los códigos decimonónicos. En
En este tema el Código Civil y Comercial introdujo una importante modi- este supuesto, se consideraba que existía responsabilidad aunque "el animal se
ficación dentro de la sección referida a la responsabilidad colectiva y anónima, hubiese soltado sin culpa", es decir, exigía la prueba de la causa ajena, limitando
integrada por tres supuestos regulados en normas sucesivas. El primero de ellos el eximente de la prueba de la diligencia para los casos de animales domésticos
refiere a la responsabilidad por los daños causados por una cosa suspendida que y los feroces que reportaran utilidad. Es decir, sólo en estos dos casos, el dueño
cae o resulta arrojada desde un edificio. A diferencia de su precedente, se esta- o guardián podía eximirse demostrando que el animal se soltó o extravió sin
blece que los dueños u ocupantes de dicha parte responden solidariamente (ya culpa, consagrando así una pres~nción de la existencia de este factor de atribu-
no es en proporción a la parte, como lo disponía el art. 1121 del Código Civil ción subjetivo. Como puede observarse, los fundamentos de la responsabilidad
de VÉLEZ). La norma cierra su redacción con una específica causal de libera- variaban.
ción, ya que sólo habilita la eximición de responsabilidad, más allá de las espe-
cíficas causales del régimen de atribución objetiva (arts. 1722, 1757 y eones.), El corpus normativo redactado por Dalmacio VÉLEZ SARSFIELD, también
con la prueba de la no participación en la producción del daño resultante de la se inscribió en la postura que no distinguía entre los daños por los que se res-
cosa que cae o es arrojada desde un edificio (art.1760). En la sección también pondía, incluyendo a los habituales pero también a los extraños de la especie
se consagra la responsabilidad objetiva para la autoría anónima, derivada de (art. 1126, párr. 2°), es decir, secundum y contra natura. En esta opción, seguía
la causación de un daño que proviene de un miembro no identificado de un el sistema español. También regulaba el "daño causado por un animal a otro"
grupo determinado; sus integrantes sólo se liberan con la prueba de no haber (art. 1130), con un sorpresivo criterio que aludía al animal ofen sor y al que pro-
contribuido a su producción (art. 1761). Por último, también existe responsa- vocó el incidente, que era el parámetro dirimente de la responsabilidad y que
bilidad solidaria entre los integrantes de un grupo que realizan una actividad generaba problemas en aquellas hipótesis en las que no se podía determinar
peligrosa, quienes sólo se liberan demostrando que no integraban el grupo esa calidad. No concluían en esta controversia las dificultades, porque también
(art. 1762), previsión que deberá analizarse comparativamente con la respon- existía una variedad de legitimados pasivos (entre ellos, "el tercero que excitó
sabilidad emergente de las actividades riesgosas o peligrosas (arts. 1757 y ss.) . al animal", art. 1125) y causales de eximición genéricas (fuerza mayor, culpa
Estos temas se desarrollan en otro lugar, al que remitimos (nro. 691 y sigs.). de la víctima, hecho de un tercero) pero también específicas (cuando el animal
1 446 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
1
del modelo del derecho romano y de la antigua legislación española, descartan- porque el Código Civil de VÉLEZ -como lo anticipamos- contenía específi-
do que el propietario del animal pueda sustraerse de la obligación de reparar cas eximentes que no están previstas en el Código Civil y Comercial, que sólo
el daño con el "abandono noxal" (art. 1131). Esta úÍtima era una disposición habilita las genéricas de la responsabilidad objetiva, cualquiera sea la especie de
superflua, pues con el abandono del animal, aunque sea en favor de la víctima, animal. Sin embargo, podemos reflexionar sobre la operatoria de aquellas ante
no se repara el daño sufrido, que puede ser muy superior al valor del animal, la vigencia del nuevo sistema: a) animal excitado por un tercero: para que libere
pero el codificador consideró prudente establecerlo expresamente por el apar- de responsabilidad al dueño o guardián del mismo, ese hecho debe reunir los
tamiento del criterio plasmado en las fuentes del derecho comparado citado. caracteres del caso fortuito (conf. art. 1731), es decir, constituir un aconteci-
miento que no ha podido ser previsto o que, habiendo sido previsto, no ha
688. La responsabilidad por daños causados por animales en el Código podido ser evitado (conf. art.1730); b) animal soltado o extraviado sin culpa de
Civil y Comercial la persona encargada de guardarlo: ya no será suficiente para eximir la respon-
sabilidad de los legitimados pasivos citados, ante la contundente imputación
El1759 del Có-digo Civil y Comercial simplifica la cuestión por remisión
objetiva que establece el art. 1759 y en el marco de las acotadas eximentes que
al art.1757, que es el que regula -como lo indicamos- el daño causado por
fija el art. 1757; e) animales sueltos en la ruta: la evoluciónjurisprudencial re-
el hecho de las cosas y actividades riesgosas. Agregamos que también resulta-
sulta interesante, porque -en un comienzo-los tribunales establecieron que
rá aplicable la regla inmediata posterior respecto de los sujetos responsables
el único responsable era el dueño del animal, propiedad que resulta de la marca
(art. 1758), porque ambas resultan inescindibles. En mérito a esta última, se
grabada. Se sostenía que no podía endilgarse responsabilidad alguna al Estado,
ratifica nuestra posición de que la responsabilidad del dueño y guardián es
pues éste no responde por este tipo de daños, en tanto no existe una responsa-
conjunta, como resultaba del art. 1124 del Código de VÉLEZ SARSFIELD, que
bilidad general de las consecuencias dañosas derivadas de hechos extraños a su
en este punto se apartaba del criterio de los juristas franceses plasmado en el
intervención directa. Por otra parte, también se negaba la posibilidad de una
Código NAPOLEÓN, del que se desprendía que la responsabilidad de esos suje-
responsabilidad conjunta con el concesionario -en las rutas operadas bajo el
tos era disyuntiva o alternativa. sistema de peaje- por dos razones: la primera, que la obligación del concesio-
La norma del art. 1759 es contundente, porque aplica la imputación ob- nario es la de facilitar la circulación, lo que se relaciona con el mantenimiento
jetiva "cualquiera sea la especie" de animal, contando con el antecedente del del corredor vial, pero no con el hec4o de que el propietario abra las tranqueras
art. 1670 del Proyecto del año 1998 e inscribiéndose en la tendencia más mo- o conserve en mal estado los alambrados; la segunda, que los concesionarios no
derna que basa la responsabilidad en el "riesgo". Puede resultar interesante re- pueden tener obligaciones mayores que el Estado concedente, y ya se ha dicho
flexionar si todas las especies de animales puedan calificarse de cosas riesgosas, que el Estado no es responsable de los daños mencionados.
al extremo que tornen anticipadamente previsible la causación de daños, pero
lo concreto es que el Código así lo declara e impone una responsabilidad ob- Pero, a partir del año 2006, el más Alto Tribunal (autos "Pereyra de Bian-
jetiva que le impide al obligado eximirse de responsabilidad con la sola prueba chi" y "Ferreyra") cambia su criterio sustancialmente y responsabiliza a los
concesionarios viales por el daño causado por animales que invaden las rutas.
de la conducta diligencia o no culpa.
Afirma que entre los concesionarios y los usuarios hay una relación de consu-
No obstante, subsisten algunas cuestiones que corresponde analizar, por mo, relación que es diferente de la que tiene el concesionario vial con el Estado.
cuanto el Código Civil y Comercial, con la remisión que realiza, ya no las Añade que el mantenimiento de la ruta -obligación nuclear del concesio-
contempla particularizándolas, como lo hacía su antecedente. En primer tér- nario- incluye el deber de seguridad que, a su vez, contempla el paso de los
mino, señalamos que desaparece la específica previsión sobre acción de regreso animales, y concluye sosteniendo que el peaje importa un verdadero contrato y
del guardián contra el dueño (art. 1124, in fine, Código Civil de VÉLEZ). Al no una contribución impositiva.
verificarse un supuesto de responsabilidad concurrente de ellos, consideramos
aplicable el art. 851, inc. h) del Código_vigente, que establece que las acciones 689. Las causales de eximición de responsabilidad
de contribución entre estos deudores se rigen por las relaciones causales que
originan la concurrencia. Por analogía con el art. 841 de este cuerpo normati- Ante la falta de eximentes específicas en el Código Civil y Comercial, se
vo, deberá estarse a lo pactado entre el dueño y el guardián del animal,
1
como puede especular sobre el funcionamiento de las causales genéricas de eximición
también a la causa de la responsabilidad y a las demás circunstancias en las que de responsabilidad. En primer término, el hecho del damnificado (art. 1729)
se produjo el daño. puede funcionar para excluir o limitar la responsabilidad del dueño o guardián
i'f
del animal, como ocurre en las hipótesis de imprudencias irrazonables de las dad e inevitabiliqad. A ello debe agregarse que no sea una contingencia propia
víctimas. Sin embargo, también es pertinente analizar la hipótesis de los actos del riesgo del ánimal, por lo que pensamos que en aquellas especies o razas
de arrojo, como el ejemplo en el que una persona quiere detener un caballo consideradas peligrosas, la imputación de responsabilidad será prácticamente
desbocado y resulta herida, o se interpone para evitar que un perro muerda inexcusable. La solución es similar a la que ordenaba el art. 1729 del Código
a un tercero, con el mismo resultado. Siempre pensamos que en estos casos Civil de VÉLEz, que negaba la posibilidad de invocar la fuerza mayor para
el propietario del animal no queda exento de responsabilidad porque debía excusar la responsabilidad del propietario del animal feroz, habilitando sólo
protegerse la conducta social y moralmente valiosa. En este sentido, quien se la defensa de la culpa de la víctima, por aplicación de los principios generales.
ha expuesto deliberadamente al peligro, ha querido evitar a terceros (quizá al
propio dueño) un daño mayor, y si le ha resultado un daño personal, es por la 690. El daño causado por un animal a otro
naturaleza peligrosa del animal. El propietario debe responder, conclusión que
se encuentra reforzada en el Código Civil y Comercial, que impone el débito Por último, resta analizar la responsabilidad por el daño causado por un
indemnizatorio a quien creó la situación de peligro o al beneficiado por el acto animal a otro. Como lo adelantamos, el Código de VÉLEZ regulaba expresa-
de abnegación, en este último caso, la reparación procede únicamente en la mente la situación, disponiendo que el daño será "indemnizado por el dueño
medida del enriquecimiento por él obtenido (art. 1719, párr. 2°). del animal ofensor si éste provocó al animal ofendido. Si el animal ofendido
provocó al ofensor, el dueño de aquel no tendrá derecho a indemnización al-
En el Código Civil y Comercial el hecho del tercero debe reunir los ca- guna'' (art. 1130). El criterio dirimente era controvertido e imponía la dificul-
racteres del caso fortuito (art. 1731), por lo que aquella específica causal que tosa identificación del animal provocador. En la búsqueda casuística, pensamos
mencionamos aparecía en el art. 1125 del Código Civil de VÉLEZ, exonerando que si el animal herido invadía el predio donde habitaba el otro, podía consi-
al propietario y en simultáneo imponiendo la responsabilidad del tercero que derárselo provocador, aunque el ataque haya provenido del ofensor, tal como
ocurriría si un perro guardián hiere a otro que penetra en la casa que habita.
l
excitaba al animal causante del daño, en la actualidad debe integrarse con las
:r; notas de imprevisibilidad e inevitabilidad propias del caso fortuito, por lo que El Código Civil y Comercial no regula en modo particular esta situación que
' '
1r el campo de aplicación de la eximente queda sustancialmente reducido. Natu- puede verificarse con cierta frecuencia, por lo que consideramos que no existe
ralmente, el dueño no queda exento de responsabilidad si quien excitó al ani- motivo para apartarse de las normas generales, ya que el Código no distingue
1
mal fue un dependiente suyo, pues en ese caso juega la responsabilidad refleja. si el daño causado por un animal se produce por un suceso lesivo que afecta a la
persona, a otro animal, o a una cosa inanimada. El factor de atribución es siem-
Asimismo, el caso fortuito o la fuerza mayor (con&iderados sinónimos en el pre objetivo, por lo que acreditado el daño que sufrió un animal provocado por
Código Civil y Comercial), no sólo impone para el funcionamiento de la exi- otro, el dueño o guardián de este último, sólo podrá eximir su responsabilidad
mente qu~ se trate de un "hecho que no ha podido ser previsto o que, habiendo con la prueba de la causa ajena, con los alcances desarrollados en este apartado.
sido previsto, no ha podido ser evitado" (art. 1731), sino que se incorpora un
listado de hipótesis que no eximen, no obstante verificarse aquellas notas tra-
dicionales (art. 1733), por lo que su operatoria también es limitada. Entre estas § 3.- RESPONSABILIDAD COLECTIVA Y ANÓNIMA
causales, nos interesa destacar para esta materia, que el caso fortuito no exime
cuando "constituye una contingencia propia del riesgo de la cosa o la actividad" 1.- Cosa suspendida o arrojada
(art.1733, inc. e]). En mérito a ello, dentro de un contexto de imputación obje- "!o
tiva indiscriminada para todas las especies de animales, con causales de eximi-
691. La disposición legal
ción limitadas, subsistirá la responsabilidad de los legitimados pasivos no sólo
por ruidos propios del tránsito que asusten a un animal, sino también cuando Si de una parte de un edificio cae una cosa; o si ésta es arrojada, los dueños y ocu-
éste se suelta o extravía sin culpa de la persona encargada de guardarlo. Para pantes de dicha parte responden solidariamente por el daño que cause. Sólo se libera
este último caso, que el Código Civil de VÉLEZ contemplaba expresamente, el quien demuestre que no participó en su producción (art. 1760). El texto legal debe
Código Civil y Comercial descarta b posibilidad de exonerarse con la prueba ser leído cuidadosamente.
de los cuidados ordinarios o las precauciont¡s necesarias para evitar que el ani-
mal se escape y cause un daño. Para eximirse no será suficiente la acreditación Lo primero que debe señalarse es que la norma procura reparar el daño que
de la conducta diligente, sino que será indispensable demostrar la intervención ha sido ocasionado por un autor no identificado, pero que integra un grupo de
de un tercero o el caso fortuito, en ambos casos, con las notas de imprevisibili- personas que se individualiza por su ubicación geográfica (dueños y ocupantes
/
....tll1
450 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDAD DIRECTA E INDIRECTA 451
de una parte de un edificio). Por tanto, si está identificado el autor o la unidad Por último, el factor de atribución de esta responsabilidad es objetivo. Es
desde la que provino el hecho que causó el daño, sólo el autor o, en su caso, el que resulta irrelevante la culpa del autor del daño; sólo se libera quien acredite
dueño u ocupante de la unidad, responderá. Lo segundo, que esta responsabi- que no participó en la producción del daño.
lidad cubre los daños ocasionados tanto por cosas caídas (sin la intervención
· del hecho del hombre), como podría ocurrir con una maceta que se cae de un 2.- Daño causado por una persona no identificada, integrante de un grupo
balcón, como arrojadas (por una persona).
693. Aclaración preliminar
692. Quiénes responden. El factor de atribución
Los arts. 1761 y 1762 regulan el supuesto de causación de un daño que
proviene de un miembro no identificado de un grupo determinado. En otras
Hemos visto que el art. 1760 dispone la responsabilidad solidaria de los
palabras, se sabe que el daño ha sido causado por urio de los miembros del
dueños y ocupantes del edificio. Sin embargo, es necesario hacer varias preci-
grupo, pero no se sabe cuál de los miembros fue el que lo causó. Es importante
siones.
destacar, ante todo, qué se entiende por grupo. No se trata de cualquier tipo de
unión o agrupación, sino de aquella que exhiba una pertenencia conformada
En primer lugar, se consagra una presunción de responsabilidad de dueños
por un lazo de cohesión más o menos definido. Por ello, ese grupo reconoce la
y ocupantes, con lo que se incluyen a locatarios, sublocatarios, comodatarios, existencia de causas o motivos en su origen que cohesionan a sus miembros, ta-
usufructuarios, meros poseedores, depositarios o tenederos precarios.
les como la realización de una tarea común, o la pertenencia a una agrupación
política o religiosa. Sin embargo, lo expuesto no implica que la cohesión entre
En segundo lugar, decimos que se consagra una presunción de respon- los miembros del grupo deba trascender en el tiempo, pues puede tratarse de
sabilidad, pues la propia norma libera a quien pruebe que no participó en la una unión accidental, circunstancial u ocasional.
producción del daño. Así, por ejemplo, el propietario que ha dado en locación
el inmueble, podrá probar con la presentación del contrato respectivo, la im- Pero, además, la mera integración de un grupo determinado no acarrea
posibilidad de haber sido él el causante del daño. Con todo, debe señalarse que inexorablemente la responsabilidad de todos sus miembros por el daño que se
también se ha sostenido que como la primera parte de la norma establece la hubiese causado. Las normas mencionadas exigen, para ser aplicables, que la
responsabilidad solidaria entre dueños y ocupantes, la prueba de no participa:- persona autora del daño no esté identificada, pues si lo estuviera, el reclamo
ción en la producción del daño consiste en demostrar que la cosa que causó solo podría ser dirigido contra ella. Con otras palabras, el causante del daño no
el daño estaba instalada o fue arrojada de un lugar distinto que del edificio está identificado, pero sí se tiene acreditado que el daño fue causado por alguno
(FIORENZA, Alejandro Alberto, Lafunción resarcitoria de la responsabilidad civil, de los integrantes de ese grupo determinado. Qyien debe probar que el daño
p. 246, Ed. El Derecho, 2018). fue causado por un integrante del grupo es el damnificado.
En tercer lugar, la responsabilidad no se extiende a todos los propietarios y Los mencionados arts. 1761 y 1762 regulan dos situaciones diferentes, se-
ocupantes del edificio. La norma se refiere a los dueños y ocupantes de la parte gún que la actividad que desarrolla el grupo sea o no peligrosa, como veremos
desde donde cae una cosa o desde donde fue arrojada. Parece claro que si el seguidamente.
daño, por ejemplo, se produce por la caída de una maceta a la calle, los ocupan-
tes o dueños de los departamentos interiores no pueden ser responsabilizados; 694. Actividad no peligrosa
o si se trata de la caída de una marquesina, sólo deberá responder el propietario
Un grupo determinado puede realizar actividades no peligrosas o riesgo-
que la colocó.
sas. Así ocurre por ejemplo, con las personas que participan en una procesión
religiosa o en un mitin político, o con los integrantes de un equipo de servicios
En cuarto lugar, todos los dueños y ocupantes que no puedan probar su
médicos. La actividad desplegada por tales grupos no es, en sí misma, peligrosa
ausencia de responsabilidad, responderán solidariamente, por lo que quien hu-
o riesgosa; sin embargo, pueden causar daños, manteniéndose en el anonimato
biese pagado sólo podrá repetir contra cada uno de los codeudores la parte que
al autor.
le corresponde del total (arts. 840,841, in fine, y 842), a menos que haya podido
ser individualizado el autor, en cuyo caso podrá repetir el cien por ciento de lo En este caso, la regla es que si el daño proviene de un miembro no iden-
pagado contra este último. tificado de un grupo determinado responden solidariamente todos sus integrantes
452 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
La prioridad del que circula por la derecha sólo juega cuando ambos ve- Algunas dudas subsisten y emanan de la propia redacción del artículo que
hículos se han presentado en el cruce ~n forma simultánea o casi simultánea. comentamos, en virtud de que la atribución es objetiva para los daños causados
Tampoco juega en el caso de que el otro vehículo sea una ambulancia, un ve- "por la circulación de vehículos" (art. 1769, in fine) . Nos preguntamos si esta
hículo de la policía o de bomberos, que siempre tienen prioridad (art. 41, inc. referencia i¡;J.cluye a los automóviles estacionados y si el riesgo puede verificarse
e], ley 24.449). en estas cosas inertes. Una respuesta negativa subsumiría la cuestión del daño
en el que interviene un vehículo antirreglamentaria y peligrosamente estacio-
e) Detención de vehículos en la vía pública.- Está prohibido detener un ve- nado, en el régimen de atribución basado en la culpa (art. 1721, in .fine). No
hículo por propia voluntad en medio de la calzada, aun cuando sea para tomar obstante, impugnamos esa distinción (véase nro. 681) por cuanto pensamos
o dejar pasajeros o cargas. que la asociación fatal entre el movimiento y el riesgo no es adecuada, y que
pueden existir cosas inertes que geqeran un anticipado peligro de daño y que,
f) Otras presunciones.- Al igual que en el caso del peatón víctima de un por ello, la responsabilidad es objetiva. Un ejemplo es precisamente un auto-
accidente, se presume la culpa del conductor que marcha a contramano; o que móvil antirreglamentariamente estacionado y cuya peligrosa ubicación genera
dio marcha atrás; o si carece de ,registro habilitante; o que embiste otro auto- anticipadamente un riesgo que resulta causalmente relevante para la produc-
móvil que está estacionado; entre otros casos. ción de un siniestro. Insistimos, en este contexto fáctico, resulta aplicable la
teoría del riesgo creado y no advertimos motivos que justifiquen su aparta-
Las presunciones legales de culpa no tienen carácter absoluto, sino iuris miento a partir de la distinción entre automóviles en circulación y detenidos
tantum, de modo que pueden ser destruidas por prueba en contrario que de-
en modo peligroso.
muestre la culpa concurrente o exclusiva del damnificado.
Existen también presunciones hominis de culpabilidad, como la construida 700. Presunciones en accidentes de que son víctimas los peatones
por la jurisprudencia sobre aquel automovilista que conduce el vehículo em-
bistiente. Los automovilistas crean un riesgo constante para los peatones, y es ente-
ramente justo que si ellos gozan y aprovechan económicamente de la máquina
que conducen, respondan luego por los daños derivados de la cosa peligrosa
699. Tesis de los riesgos recíprocos
que ponen en circulación.
Otro aspecto que nos interesa destacar es la consolidación de la vigencia A las normas establecidas por el Código Civil y Comercial para fundamen-
de la tesis de los riesgos recíprocos por accidentes de tránsito en los que par- tar la responsabilidad por los daños causados por la circulación de vehículos
ticipan dos vehículos. La discusión doctrinaria sobre si debía mantenerse la (que ya hemos analizado, nro. 697), deben añadirse una serie de presunciones,
teoría del riesgo en estas hipótesis o si cuando colisionaban dos automóviles algunas legales, otras pretorianas, que estudiaremos a continuación:
esos riesgos se compensaban o neutralizaban, por lo que resultaba procedente
resolver la cuestión a la luz de la culpa de los conductores, entendemos que se a) Cruce de calles.- El peatón tiene en las zonas urbanas prioridad de paso
encuentra superada. Como lo sostuvo la Corte Nacional, la existencia de esos cuando cruza lícitamente la calzad~ por la senda peatonal o en zona peligrosa
accidentes obedece a los riesgos de los vehículos, lo que conduce lógicamente señalizada como tal; debiendo el conductor detener el vehículo si pone en peli-
gro 'al peatón (art. 41, ley 24.449). En todo accidente producido en dicha zona
a un doble análisis del riesgo y no a una ausencia de responsabilidades (CSJN,
22/12/1987, "Empresa Nacional de Telecomunicaciones c. Provincia de Bue- se presume la culpa del conductor. "!<
nos Aires", LL 1998-D-296). En sentido similar, la doctrina sostiene que el La prioridad de paso del peatón cesa si los vehículos tienen vía libre por
criterio de la neutralización priva a la teoría del riesgo de su auténtico valor, indicación del agente de tránsito o de los aparatos mecánicos de señales.
por cuanto si la culpa se ha individualizado, la cuestión debe resolverse sobre
sus pautas; ningún auxilio ofrece las presunciones para resolver el litigio. Sin ¿Qy.é ocUrre si el peatón cruza la calle a mitad de cuadra, o, mejor dicho,
embargo, la verdadera trascendencia de la concepción objetiva de la respon- fuera de la zona que le está reservada para el cruce? Sin duda hay culpa de su
sabilidad aparece cuando el factor subjetivo no puede ser probado. Por ello, parte, pues no se sujetó a la reglamentación que prescribe el cruce por las es-
la teoría del riesgo recíproco determinará, en ~esta hipótesis, la procedencia de quinas. Pero la jurisprudencia se inclina a considerar que también media culpa
las demandas contra cada dueño o guardián por el daño causado al otro, por concurrente del conductor del automóvil que lo embistió, pues éste, a su vez, ha
cuanto la culpa, que funciona como eximente, no pudo demostrarse. omitido su obligación de tener en todo momento el contralor de su vehículo.
....,
RESPONSABILIDADES ESPE C IALES 459
458 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
b) Velocidad.- La ley 24.449, art. 51, fija diferentes velocidades máximas contra el responsable, y en el que la compañía aseguradora ·debe ser citada en
según el lugar (calles, avenidas, autopistas) y el tipo de vehículo que se trate garantía (art.118, ley 17.418). El problema que se viene planteando es respecto
(automóviles, motocicletas, ómnibus, camiones). de la extensión de la responsabilidad de la compañía aseguradora, cuando en
el contrato de seguro fue fijada una suma de dinero en concepto de franquicia,
Pero la observancia de los límites legales no exime de responsabilidad al esto es, que hasta el monto pactado, solo responde el tomador del seguro. La
conductor, pues la jurisprudencia ha resuelto que en los accidentes de que son Cámara Nacional en lo Civil viene sosteniendo que esa franquicia es inoponi-
víctimas los peatones, la velocidad debe considerarse excesiva cuando no ha ble a la víctima (fallo plenario "Obarrio" -L.L. 2007-A-168-, al que se han
permitido detener oportunamente el vehículo. ajustado otros fallos posteriores del mismo tribunal) pero la Corte Suprema de
Justicia de la Nación lo dejó sin efecto (L.L. 2008-B-402) y ha ratificado que
La velocidad (aunque siempre dentro de límites razonables) no es causa
la franquicia es oponible a la víctima (fallos "Villarreal" y "Nieto", L. L. 2008-
de imputación si se trata de una ambulancia o bomba de incendio, siempre
que haga las señales sonoras características y vaya a prestar servicio y no sea de B-273, L. L. 2011-E-214).
vuelta de él.
§ 2.- RESPONSABILIDAD POR ACCIDENTES EN OCASIÓN DEL TRANSPORTE
e) Otras presunciones.- Los tribunales han resuelto, entre otros supuestos,
que se presume la culpa del conductor que marcha a contramano, o que dio
marcha atrás, pues se trata de una maniobra generalmente imprevisible, o si 702. El art. 184 de Código de Colllercio y la necesidad de su aplicación ex-
carece de registro habilitante, pues ello constituye un fuerte indicio de que no tensiva a todo medio de transporte
tiene la destreza o la experiencia necesaria para sortear las dificultades de un
Esta solitaria norma establecía una responsabilidad objetiva de la empresa
tránsito intenso.
de transporte ferrocarril por los daños causados en caso de muerte o lesión de
Un caso singular se da cuando el peatón resulta lesionado como conse- un pasajero, con fundamento en la obligación contractual del transportador de
cuencia de la colisión de dos vehículos, uno de los cuales se ha desplazado hi- llevarlo sano y salvo a su lugar de destino; por consiguiente, si el pasajero sufría
riéndolo. En este caso, la demanda puede dirigirse contra ambos, que respon- algún daño, la empresa debía repararlo a menos que pudiera probar que el daño
den solidariamente, pues la víctima no tierie por qué investigar la manera como ocurrió por fuerza mayor, culpa de un tercero por el que no debía responder o
se produjo el accidente para establecer quién ha sido el verdadero culpable. El de la propia víctima. Por analogía, se aplicaba a cualquier medio de transporte
conductor que sostiene que la culpa exclusiva del hecho le corresponde al otro colectivo, sea ómnibus o subterráneos, entre otros, aunque con la exclusión de
debe probarlo. aquellos regulados de modo específico, como la materia aeronáutica (arts.139,
142 y eones., Cód. Aeronáutico) .
701. Daños resarcibles. Seguro obligatorio
Otra importante disposición que contenía aquella norma era la que pro-
Más allá de los típicos daños que deben resarcirse previstos en el art. 1738 hibía todo pacto en contrario, lo que consideramos justo, porque el transporte
(daño emergente, lucro cesante, pérdida de chance, daños a la persona y daño es generalmente un contrato de adhesión, que los pasajeros deben aceptar tal
moral), se reconoce que debe repararse la privación de uso del vehículo y la pér- como se les ofrece. Por ello, de ser válidas esas cláusulas que dispensan la res-
dida de su valor venal. La indemnización por la privación de uso procura cubrir ponsabilidad al transportador, todos los contratos de transporte la incluirían,
los gastos realizados por el uso de medios de transporte sustitutivos. Por su dejando inerme al pasajero. 1:>
parte, la pérdida del valor venal refleja la diferencia entre el valor del vehículo El pasajero que era víctima de un accidente tenía así dos acciones: una
reparado y el que tiene uno idéntico, de igual modelo y estado de conservación, derivada del art. 184 del Código de Comercio; y otra nacida del hecho ilícito
antes del siniestro, pues el choque puede dejar consecuencias dañosas más allá (arts. 1109 y 1113, Cód. Civil de VÉLEZ). La primera contenía dos plazos de
del arreglo hecho. prescripción, al año o a los dos años, según se tratara de un transporte en el
La ley de Seguros no 17.418 regula -entre otros- el seguro de respon- interior de la República o que conecte con otro país (art. 855, Cód. Com.); la
sabilidad civil, el cual procura proteger a las víctimas de accidentes de tránsi- segunda a los dos años (art. 4037, Cód. Civil de VÉLEZ). Cabe destacar que an-
to, garantizándoles la reparación de los daños sufridos. Por su parte, la ley no tes de la sanción de la l~y 17.711, la acción contractual tenía una .gran ventaja
24.449 dispuso que ese seguro es de contratación obligatoria (art. 68). Ahora sobre la extracontractual, porque la víctima no debía probar la culpa del daña-
bien, la vía procesal para lograr tal reparación es el juicio que debe pro moverse dor, en tanto que sí debía hacerlo quien intentaba esta última. A partir de esa
.... ........_
~
......1111
462 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDADES ESPECIALES 463
cambio, es claro que los empleados de la empresa que viajan en cumplimiento VÉLEZ, correspondía la indemnización del daño moral, problema que antes de
de sus funciones, no son pasajeros y no pueden invocar la norma que estamos la ley 17.711 había dado lugar a divergencias doctrinales y jurisprudenciales.
J
analizando. En la unicidad del sistema de la responsabilidad vigente, en reemplazo de
En los términos de la disposición citada, puede sostenerse que el transpor- la dualidad de esferas (contractual y aquiliana) reconocidas en el Código Civil
tista es responsable por los daños sufridos durante el transporte, pero también de VÉLEZ, aquella específica previsión contenida en el art. 184 del Código de
con ocasión del ascenso y descenso de pasajeros, porque aquéllos están obli- Comercio pierde sentido ante la consagración expresa del principio general
gados a asegurar que tanto el acceso a los vehículos como el egreso de ellos se de la "reparación plena" en el Código Civil y Comercial (art. 1740). No obs- ·
haga en condiciones suficientes de seguridad. Sin embargo, la Corte Suprema tante, para el 1caso de daños en ocasión del transporte, se consideró necesario
ha resuelto que el deber de seguridad no alcanza para responsabilizar a la em- especificar esta regla de la reparación integral en lo referente a la extensión
presa por los delitos en que puedan incurrir los viajeros. Tampoco hay respon- del resarcimiento, indicando que además de la responsabilidad por incumpli-
sabilidad de la empresa si el pasajero incurrió en culpa grave al pretender subir miento del contrato o retraso en su ejecución, el transportista responde por los
a un colectivo en movimiento. siniestros que afecten a la persona del pasajero y por la avería o pérdida de sus cosas
(art. 1291). Más interesante aún, resulta la norma que sigue a continuación,
Se ha llegado a responsabilizar a la empresa de ferrocarril por los daños en cuanto prescribe un contundente rechazo de las cláusulas limitativas de
ocasionados a un pasajero por un proyectil arrojado durante el trayecto y desde responsabilidad del transportista de personas por muerte o daños corporales,
fuera del ámbito ferroviario. Es un caso de compleja solución. Por un lado, con las que se tendrán "por nó escritas" (art. 1292). Nos parece una solución justa,
fundamento en el art. 1731 del Cód. Civ. y Com., no correspondería respon- pero que no incluye los daños sufridos en las cosas transportadas, a las que se
sabilizar a la empresa por el hecho de un tercero que ella no tiene posibilidad les aplicarán las reglas generales de cláusulas abusivas y dispensa anticipada de
de impedir. Pero, por otro lado, también parece exigible que la empresa tome responsabilidad (art. 1743), más aún cuando se consignen en el marco de una
los recaudos necesarios para impedir tales hechos que lamentablemente son relación de consumo.
frecuentes, como lo serían la instalación de ventanas de material irrompible o
con rejas. 706. Accidentes acaecidos con ocasión del transporte benévolo
Por último, el Código Civil y Comercial regula la responsabilidad en el Desde lo conceptual, el transporte benévolo es aquel que se realiza por
transporte sucesivo o combinado ejecutado por varios transportistas. Esta frecuente amistad, cortesía o buena voluntad, por lo que es, por su propia naturaleza,
modalidad, que nos enfrenta con una hipótesis de responsabilidad colectiva, esencialmente gratuito, aunque estas características no bastan para considerar-
es resuelta por el art. 1287 estableciendo, en principio, que cada uno de ellos lo benévolo. Además, es preciso que sea desin~eresado, por lo que se excluyen
responde por los daños producidos durante su propio recorrido. No obstante, hipótesis de transportes como: a) el que la empresa realiza gratuitamente por
puede existir unidad· de causa, es decir, cuando el transporte es asumido por imponerlo así la concesión (por ej. la policía en medios de transportes públi-
varios transportistas pero en un único contrato, entonces el Código se aparta cos), b) el transporte con pase libre con que la empresa suele beneficiar a sus
de aquella regla y fija la responsabilidad solidaria, solución aplicable también empleados, porque ésta debe considerarse como una de la contraprestaciones
para la eventualidad en que no se pueda determinar donde ocurrió el daño que forman parte del contrato de trabajo, e) el transporte de niños menores o
(art. 1287, párr. 2°). boleto sin cargo otorgado a familias que adquieren un determinado número
de pasajes, porque se trata de incentivos que la empresa ofrece para inducir a '!o
705. La extensión de la reparación los viajeros a ocupar sus servicios, y d) todo otro transporte en el que exista
interés del transportador, como ocurre en el caso de la persona que lleva en su
El art. 184 del Código de Comercio disponía que el transportador esta- automóvil al médico para atender a un pariente.
ba obligado al pleno resarcimiento del daño. La disposición tenía importancia
porque en materia contractual la extensión del resarcimiento se limitaba, por La calificación de 'benévolo' se utiliza en orden al análisis de la eventual
responsabilidad del transportador por ' los daños sufridos por el pasajero con
regla, a los daños directos o inmediatos, frente a lo que la norma citada exigía
la aplicación del principio de la reparación integral, que era propio de los he- ocasión del accidente, pero para ello, resultaba prioritario encuadrarlo en algu-
chos ilícitos, pero que se justificaba porque en el contr~to de transporte está de nas de las -esferas de responsabilidad que se encontraban vigentes en el siste-
por medio la integridad física de los viajeros y la severidad de la ley buscaba ma anterior. Para algunos autores existe un contrato, pues hay un acuerdo de
resguardarla. Incluso, después de la reforma del art. 522 del Código Civil de voluntades por el cual una persona se compromete a conducir a otra a cierto
RESPONSABILIDADES ESPECIALES 465
464 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
lugar, están dados sus elementos y la circunstancia que sea gratuito deviene pero como principio consideramos procedente la defensa por el hecho del pro-
irrelevante, ante numerosos contratos que tienen ese carácter. Esta tesis no pio damnificado (art. 1729) y consecuentemente su acción, por regla, debería
resiste la crítica. Como dice JossERAND, todo contrato implica la intención de rechazarse al er_lcontrarse fundada en hechos que son inseparables del fraude
ligarse, el animus negoii contrahendi, la voluntad de hacer un negocio. A tenor que ha cometido.
de la definición de acto jurídico orientado a un fin inmediato de producir efec-
tos jurídicos, en el transporte benévolo no hay siquiera vestigios de ese propó-
§ 3.- RESPONSABILIDAD DE LOS PROFESIONALES LIBERALES
sito de contraer derechos y obligaciones. Todo lo que hay es un acto altruista,
un servicio que responde a un sentimiento de amistad o solidaridad humana,
nadie piensa en .c ontratar sino en prestar una ayuda. Por ello, la opinión que 707. Un tema controvertido y polémico
prevaleció en nuestro derecho es que la relación entre el transportador y el
El abordaje de esta responsabilidad especial impone la necesidad de inda-
transportado no es contractual, sino que si se producen daños, se dan en el
contexto de una responsabilidad aquiliana. gaciones conceptuales previas y la descripción de las diferentes posturas que
existen sobre la materia. La discusión empieza con los alcances de la expresión
Formulado este encuadre, la duda que se planteaba era si esa responsabili- "profesional liberal", como sujeto pasivo que habilita un régimen particulari-
dad del transportador benévolo debía apreciarse con el mismo rigor con el que zado. La normativa de fondo carece de una definición uniforme, sin embargo,
se aprecia, por ejemplo, la del automovilista que embiste y lesiona a un peatón. por vía de la exclusión del art. 2° de la Ley de Defensa de los Consumidores
Si analizamos la legislación comparada, advertimos que pocos países regularon 24.240, se podría afirmar que a las tradicionales notas de intelectualidad y au-
los daños en el transporte benévolo. Entre ellos, el art.141 del Código del Ca- tonomía, pueden agregarse las exigencias del título universitario y la matrícu-
mino portugués consagra la irresponsabilidad del transportador benévolo. En la. Para algunos autores (LoRENZETTI, Ricardo Luis, Contratos. Parte especial,
los Estados Unidos la legislación difiere según los distintos Estados, algunos t. II, ps. 35-36, Rubinzal-Culzoni, 2003), estos requisitos llevaban a una visión
exigen la comisión de una falta grave para responsabilizar al transportador, en estricta y que en el derecho comparado resul,ta suficiente para considerar que
tanto que otros lo eximen por completo de responsabilidad. E n Francia, con la existe "profesionalidad" la imposición de una "habilitación previa" para el ejer-
ley Badinter, se fijó un régimen protector de la víctima. En Alemania, donde cicio de una actividad cuyo ejercicio se encuentra "reglamentado".
no hay ley especial, la jurisprudencia ha decidido que la responsabilidad es
extracontractual. Individualizado el sujeto pasivo, los debates se trasladan a los alcances de
su eventual responsabilidad. La visión tradicional se sostiene en una defensa
En nuestro país, el transporte a título gratuito no está regido -como irrestricta del profesional, pareciera que el mismo calificativo "liberal" excluye
regla- por las normas del contrato de transporte (art. 1282), por 1o que el la posibilidad de controles y en este criterio, se descarta que puedan ser someti-
transporte benévolo, que es gratuito, se rige por las normas generales de la dos a un proceso civil para juzgar sus errores en el desarrollo de su práctica. La
responsabilidad civil. vigencia de esta postura explica que los repertorios jurisprudenciales de unas
Formulada esta aclaración, coincidimos con la doctrina universal que está décadas atrás, no contengan 'más que unas pocas sentencias de condena 'por
de acuerdo en aceptar que la situación del transportador benévolo merece un mala praxis. La posibilidad de que un médico o un abogado deban sentarse en
tratamiento peculiar y la necesidad de reconocer la situación de quien ha sido el banquillo de los acusados generaba una sensación de rechazo y justificaba
autor de un servicio altruista. No creemos que sea necesario llegar a exonerarlo también que esta responsabilidad especial no estuviera regulada en el Código
totalmente de responsabilidad, como lo disponen algunas legislaciones, ni que Civil de VÉLEZ. Eran casos infrecuentes. El estado de cosas sufrió un cambio
...
tampoco deba justificarse la culpa o el dolo del transportador. La jurispru- drástico y hoy son habituales las demandas contra los más diversos profesio-
dencia se muestra oscilante en oportunidad de juzgar con idéntico o diverso nales liberales.
alcance a la responsabilidad del transportista, según sea oneroso o benévolo. En este contexto, pueden advertirse dos sectores antagónicos: a) los que
No obstante, también existen algunas alternativas subsidiarias para atenuar la tratan con "severidad" a los profesionales liberales, fundamentalmente por la
indemnización en este último caso, fundamentalmente porque las circunstan- importancia que tiene su título universitario, la ejemplaridad y la confianza
cias del hecho lo ameritan, a tenor del art. 1742 del Código Civil y Comercial. especial que emanaba como pauta en el art. 902 del Código Civil de VÉLEZ
Diferente es la situación en el transporte clandestino, en cuyo traslado el (similar al art. 1725 del Código Civil y Comercial); y b) los que le dispensan
viajero resulta lesionado o fallecido. En cada caso habrá que analizar las cir:- un trato "benévolo", apoyados en que los médicos y abogados no profesan una
cunstancias de la producción de los daños, aquellas que enuncia el art. 1742, ciencia exacta y tienen libertad en la elección de los medios, por lo que, muchas
466 ALEJAND RO BORDA (DIR.) RE SPONSABILIDADES ESPECIALES 467
veces, a la causa de los fracasos hay que buscarlas en los propios pacientes y darios de conducta", como la confidencialidad, la seguridad, entre otros. Este
clientes, respectivamente. contrato especial no se encuentra previsto de manera expresa en el Código Ci-
vil y Comercial, pero sí existe una referencia genérica respecto de que resultan
En esta última corriente podemos ubicar al Proyecto de Código Civil y aplicables a los servicios las normas de las obligaciones de hacer (art. 1278). Al
Comercial del año 1998, que contenía una disposición que era tan novedosa regular la prestación del servicio, como objeto de las obligaciones de hacer, el
como cuestionable, ya que permitía la atenuación de la responsabilidad de los mismo Código enumera tres hipótesis que tendrán incidencia sobre el régimen
profesionales por los daños causados por su mala praxis, en virtud de la modes- de la responsabilidad (art. 774), ya que aquel puede consistir en (a) la reali-
tia en la cuantía de la remuneración percibida. Antes y tal vez ideológicamente zación de cierta actividad, con la diligencia apropiada, independientemente de su
ubicado en el otro sector, el Proyecto del año 1987 establecía expresamente, éxito, (b) en procurar al acreedor un cierto resultado concreto, con independencia de
respecto de esta temática, lo siguiente: "En caso de controversia queda a cargo su eficacia, o (e) la mayor imposición que deriva de la obligación de asegurar el
del profesional la prueba de haber obrado sin culpa", es decir, le imponía la resultado eficaz prometido. La norma mencionada concluye estableciendo que si
carga probatoria de su propia diligencia como regla, sin perjuicio que también el resultado de la actividad del deudor consiste en una cosa, para su entrega se aplican
contemplaba la posibilidad de establecer una imputación de tipo objetiva, ba- las reglas de las obligaciones de dar cosas ciertas para constituir derechos reales.
sada en el riesgo o vicio de la cosa.
Indudablemente estamos ante un complejo entramado de alternativas que,
Es necesario añadir que si bien los servicios de los profesionales liberales analizadas a la luz de la obligación asumida por el profesional liberal en con-
han quedado fuera del ámbito de aplicación de la Ley de Defensa del Consu- creto, determinarán diferentes argumentos de imputación, con cargas probato-
midor (como se dijera al comienzo de este parágrafo), en cambio, la publicidad rias que también serán distintas, fundamentalmente en orden a 1a acreditación
que se haga del ofrecimiento de tales servicios, sí queda comprendida en la ley de las eximentes. Estas normas de la obligaciones de hacer, se deberán integrar
referida (art. 2, ley 24.240), por lo que las precisiones formuladas en la publi- con las que dictan las Provincias en los códigos de ética profesionales y en las
cidad obligan al profesional frente al cliente que contrata sus servicios (art. 8, leyes arancelarias, siempre en el marco de las cláusulas convencionales que pac-
ley 24.240). ten las partes del contrato de servicios profesionales, las que indudablemente
deberán ser iluminadas por principios rectores como la buena fe (arts. 9° y
1061) y regulaciones específicas sobre el deber de información y pactos limita-
708. La expresa regulación de la responsabilidad de los profesionales en el
tivos de responsabilidad, entre otros aspectos centrales de este tipo de acuerdo
Código Civil y Comercial
negocial.
El Código Civil y Comercial regula en el art. 1768 la responsabilidad de 2) La regla de la responsabilidad subjetiva y la excepción emergente del compro-
los profesionales liberales. Analizaremos a continuación esta norma, que puede miso de resultado concreto. El principio que invoca el Código Civil y Comercial,
segmentarse en cuatro partes: 1) la vigencia de las normas de las obligaciones coherente con la responsabilidad del profesional emergente de un hecho perso-
de hacer, 2) la responsabilidad subjetiva como regla y 1a excepción emergente nal, determina que los factores de atribución sean la culpa o el dolo (art. 1724,
del compromiso de resultado concreto, 3) la inaplicabilidad de las normas de 1a parte) y nos impone la necesidad de referirnos a ellos, en el contexto de esta
responsabilidad por actividades riesgosas, y 4) la exclusión de la responsabi- particular responsabilidad.
lidad objetiva cuando intervienen cosas (salvo el daño derivado de su vicio). .
La culpa es definida por este Código en término casi idénticos a los uti-
1) Las normas de las obligaciones de hacer. La primera frase del art. 1768 co- lizados en el destacado art. 512 del Código Civil de VÉLEZ. Sólo se pulie-
mienza con una expresión contundente pero que exige algunas explicaciones: ron algunas imperfecciones que denunciaba la doctrina, que no opacaban el
La actividad del profesional/ibera/ está sujeta a las reglas de las obligaciones de ha- , brillo de esa norma, como el detalle estilístico de la repetición de la palabra
cer. En la doctrina existía un cierto consenso respecto de que las obligaciones "obligaciones" o la utilización del plural en las "diligencias" exigidas. Con estas
que asumen los profesionales como deudores son esencialmente "obligaciones salvedades, se obtuvo un concepto preciso de .culpa, consistente en la omisión
de hacer" y que el contrato que le sirve de fuentes es el de servicios, llama- de la diligencia debida según la naturaleza de la obligación y las circunstancias de
do durante el Código Civil de VÉLEZ "locación de servicios". LoRENZETTI las personas, el tiempo y el lugar. Como novedad, a continuación se enuncian las
lo especifica aún más y lo tipifica como un "contrato de locación de servicios tres especies de culpa, sobre las que también existe consenso en la doctrina: la
profesionales", en el cual el experto tiene una ,obligación nuclear "de hacer" imprudencia, la negligencia y la impericia en el arte o profesión. Indudable-
(LoRENZETTI, Ricardo Luis, Contratos. Parte especial, t. II, Rubinzal-Culzoni, mente, esta última manifestación será de frecuente utilización en los casos de
2003, p. 37), de realizar un servicio, además de una serie de "deberes secun- responsabilidad profesional, aunque tampoco se descartan las dos primeras.
ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABI U DAD ES ESPECIALES 469
468
Respecto a la definición del dolo, existe una valiosa incorporación, por este criterio y determina su imputación objetiva cuando existe un "compromiso
cuanto es configurado por la producción del daño, no sólo de manera intencio- de resultado concreto" (art. 1768).
nal (hasta aquí, similar al ,enunciado del art.1072 del Código Civil de VÉLEz),
No desconocemos que la clasificación es polémica, no sólo por los debates
sino también con manifiesta indiferencia por los intereses ajenos (art. 1724, in
que se suscitaron sobre su origen (en general, se acepta como primitivo ante-
fine). cedente la obra de DEMOGUE, publicada en el año 1925), sino también sobre
En la valoración de la conducta del profesional, el Código Civil y Comer- la misma deno~inación, que recibió destacadas críticas, como la de los herma-
cial les dio continuidad a los arts. 902 y 909 del Código Civil de VÉLEZ, que nos MAZEAUD que la tildaron de ambigua y propusieron sustituirla por la de
eran recurrentemente utilizados en la argumentación de la responsabilidad de "obligaciones determinadas" y "obligaciones de prudencia y diligencia". En el
estos particulares sujetos. En mérito a esta directiva, se establece que cuanto nacimiento de aquella distinción, se buscó la finalidad didáctica de explicar la
mayor sea el deber de obrar con prudencia y pleno conocimiento de las cosas, mayor es distribución de la carga de la prueba. En la actualidad, la clasificación ha calado
la diligencia exigible al agente y la valoración de la previsibilidad de las consecuen- hondo, no sólo en el Derecho nacional, sino en la jurisprudencia europea que
cias (art. 1725). Indudablemente, en la mayoría de los casos en los que existe
la utiliza para los casos de mala praxis médica.
una relación con el profesional, ella se apoya en la "confianza especial" que se Entre nuestros autores, se le otorgó un nuevo lustre a la clasificación, con-
deposita en el especialista, por lo cual también se considerarán la naturaleza dicionando los medios debidos a los que resultan aptos para satisfacer el interés
del acto y las condiciones particulares de las partes (art. 1725, párr. 2°). En este y destacando, en concordancia con la normativa del Código Civil y Comercial
sentido, en el análisis del grado de responsabilidad del profesional liberal se citada, que si en las obligaciones de resultado se persigue un fin preciso y deter-
ponderarán criterios vinculados a su condición especial, como son los deriva- minando, si no hay posibilidad de eximirse demostrando la falta de culpa, in-
dos de su facultad intelectual y capacitación para el acto en el que se le atribuye dudablemente estaremos en presencia de una imputación objetiva de respon-
culpabilidad. sabilidad y la única alternativa eximitoria de responsabilidad del profesional
que se compromete a un resultado será la prueba de la causa ajena (art.1722, in
Asimismo, resulta interesante bosquejar la estructura del Código Civil y
fine) . Por ello, se afirma que la importancia de tal distingo se proyecta muy es-
Comercial para regular la prueba de los factores de atribución y de las exi-
pecialmente sobre el régimen probatorio. (TRIGO REPRESAS, Félix A. y LóPEZ
mentes, un tema arduamente debatido en doctrina y controvertido en orden
MEsA, Marcelo M ., Tratado de responsabilidad civil, t. 11, La Ley, 2004, p. 287).
a las soluciones que la jurisprudencia utilizó. El art. 1734 recepta el principio
general que impone la prueba a cargo de quien alega, salvo disposición en En definitiva, podríamos afirmar que la prueba de la carga de la prueba de
contrario. No obstante, la novedad llega con el artículo que sigue por cuanto, la culpa del profesional liberal pesa sobre el requirente del servicio (paciente,
bajo el epígrafe "facultades judiciales", habilita la aplicación de la doctriha de cliente, etc.), pero este principio se relativiza no sólo por la imputación ob-
las "cargas probatorias dinámicas". En tal teoría, el Juez puede distribuir la jetiva emergente del compromiso de resultado concreto, sino también por la
prueba de la culpa de la diligencia, ponderando cuál de las partes se halla en expresa consagración de facultades judiciales que habilitan la distribución de
mejor situación para aportarla (art. 1735). La norma establece la necesidad de esa carga y su imposición a la parte que se halla en mejor situación para apor-
comunicar esta decisión para la hipótesis que el magistrado resuc:;lva aplicar el tarla (usualmente, el profesional) . Por ello, compartimos el criterio del Código
criterio señalado, a los efectos de que las partes puedan ejercer su legítimo de- Civil y Comercial de fijar una regla de responsabilidad subjetiva, considerando
recho de defensa en juicio, ofreciendo y produciendo las pruebas que permitan que la obligación del profesional liberal es de medios, porque ni el abogado se
formar la convicción de aquél, lo que obliga a readecuar muchos de los códigos obliga a ganar un juicio, ni el médico a curar un paciente; empero, también es
procesales vigentes que prevén que ·la prueba sea ofrecida con los escritos in- cierto que deben repensarse los alcances de la expresión, porque no se trata de
troductorios del pleito. cualquier medio, sino que debe reunir ciertos requisitos, como la idoneidad, la
adecuación y la actualización, entre otros.
Al señalar la excepción al factor de atribución subjetivo, el Código Civil y
Comercial ratifica la utilización de la tradicional clasificación de las obligacio- 3) La actividad del profesional no está comprendida en la responsabilidad por
nes de medio y de resultado. Ya en el art. 1723 utiliza esta terminología y fija la actividades riesgosas. Con la finalidad de acotar las hipótesis de responsabili-
responsabilidad objetiva del deudor cuando, de las circunstancias de la obliga- dad objetiva a la indicada en la propia norma que analizamos (el compromiso
ción o de lo convenido por las partes, surge que debe obtener "un resultado de- de resultado concreto del art. 1768), el Código Civil y Comercial descarta dos
terminado". En lo específico de la responsabilidad de los profesionales reitera posibilidades por las que se podría llegar, vía remisión, a esa misma imputación
RESPONSABILIDADES ESPECIALES 471
470 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
contramos una definición de vicio (aunque referida a los redhibitorios, puede resultado cuando se trata de redactar un contrato o elaborar un estatuto socie-
aportar un haz de luz en esta materia) como los "defectos que hacen a la cosa tario a pedido del cliente.
impropia para su destino por razones estructurales o funcionales" (art. 1051,
Tampoco responde de un consejo que luego se demuestra erróneo (por .
inc. b]). No obstante, la doctrina (especialmente en el ámbito del derecho de
resultar que el cliente pudo seguir otro camino más ventajoso a sus intereses
los consumidores) ha desarrollado aquella noción, incluyendo otras clases de
o porque se perdió el pleito que se aconsejó. seguir), pues ya se ha dicho que
"defectos", como los emergentes de la fabricaéión, diseño, conservación o in-
el derecho no es una ciencia matemática, sino que es una materia opinable.
formación. Por ello, pensamos que será un campo fértil para el trabajo de la
Pero habrá responsabilidad si el consejo revela una gruesa ignorancia o ligereza
doctrina, que deberá establecer supuestos en los que el daño causado por un
profesional liberal encuentra su origen en un vicio de la cosa, ya que el interés inexcusable en la apreciación del problema jurídico.
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Finalmente, se ha resuelto que no responde por la mala praxis incurrida en 713. Responsabilidad de los profesionales de ciencias económicas
la tramitación del pleito el abogado que, aunque fue designado apoderado, no
tuvo intervención efectiva en el juicio, el cual fue conducido por otro profesio- La actividad de los profesionales de ciencias económicas es variada. Pue-
nal, también apoderado en la misma escritura. ' den prestar servicios contables, financieros, de auditoría o trabajar como aseso-
res o síndicos. Entre sus actividades, dependiendo de las diferentes profesiones,
711. Responsabilidad de los escribanos pueden enumerarse -entre otras-la elaboración de presupuestos, la liquida-
ción de impuestos, o la realización de estados contables. ·
A los escribanos también se les aplican las ideas expresadas en los nros. 707 <2!Iien se Jdesempeña como asesor se limitará a aconsejar sobre diversos te-
y 708. No está de más, sin embargo, señalar que ellos tienen una responsabi-
mas financieros, contables, tributarios, etc. El auditor, por su parte, debe emitir
lidad administrativa, por incumplimiento de las obligaciones que las leyes fis-
una opinión o dictamen debidamente fundado sobre los estados contables de
cales ponen a su cargo (art. 29, ley 12.990); una responsabilidad penal si asen-
una persona determinada. El contador generalmente se dedica al asesoramien-
taran una falsedad, violaran un secreto profesional, etcétera, contribuyendo al
to impositivo y a la liquidación de impuestos. El síndico, finalmente, deberá
engaño del cliente (art. 31, ley 12.990); una responsabilidad profesional, si no
ejercer un control interno de las sociedades en que intervenga, revisando y
guardaran las reglas de la ética notarial, en cuanto esas transgresiones afectan la
controlando sus cuentas.
institución del notariado, los servicios que le son propios o el decoro del cuer-
po (art. 32, ley 12.990); tienen, en fin, una responsabilidad civil por los daños Entre las obligaciones que tienen, y por cuyo incumplimiento responden,
ocasionados a sus clientes o a terceros, por incumplimiento de sus obligaciones se destacan los deberes de confidencialidad, fidelidad y honestidad, de infor-
(art. 31, ley, 12.990). Sólo nos hemos de referir brevemente a esta última. mación y diligencia, de actualización y perfeccionamiento profesional y de
reducción de riesgos del cliente (conf. CoMPAGNUCCI DE CAso, Rubén H.,
La responsabilidad civil del escribano puede ser hecha efectiva no sólo por Derecho de las Obligaciones, no 528, Ed. La_Ley, 2018).
el cliente, sino por terceros que pueden sufrir perjuicio como consecuencia de
una actuación culposa o dolosa del escribano.
§ 4.- RESPONSABILIDAD DE LAS PERSONAS JURIDICAS
La responsabilidad del escribano titular de un registro puede extenderse
a los actos de su adscripto. Como se ha resuelto, aquél responde genérica y
objetivamente por las incorrecciones o errores provocados por la culpa del es- 714. Las dificultades emergentes del art. 43, Código Civil de VÉLEZ
cribano adscripto sólo cuando sean susceptibles de su apreciación y cuidado,
mas no cuando se trata de actos que no puede verificar ni controlar, como lo El pensamiento del codificador fue expuesto claramente en esta norma:
es la prestación de la fe de conocimiento, en cualquiera de sus variantes, que es las personas jurídicas carecen de responsabilidad civil o criminal por delitos o
una afirmación personal del adscripto. cuasidelitos. Así lo aplicó la jurisprudencia en los primeros años de vigencia del
Código. Pero los hechos fueron presionando sobre los tribunales. La solución
del art. 43, aunque mala, era tolerable en una época en que no había automóvi-
712. Responsabilidad de los ingenieros, arquitectos y constructores les ni empresas de servicios públicos, pero actualmente ¿cómo admitir que una
compañía de ómnibus no responda por la culpa de su conductor? La doctrina
Finalmente, es pertinente indicar que en las relaciones entre el cliente y
y la jurisprudencia realizaron un esfuerzo para reducir en lo posible el campo
el ingeniero, arquitecto o constructor, la responsabilidad de éstos deriva del de aplicación del art. 43, y finalmente los tribunales concluyeron prescindiendo "!<
contrato de obra celebrado entre las partes. ~& '
Los mentados profesionales también responden respecto de terceros que Algunos autores opinaban que el art. 43 sólo debía aplicarse a los delitos,
sufren un daño como consecuencia de la culpa (en sus tres manifestaciones) o pero no a los cuasidelitos, que estarían regidos por el art. 1113 y concordantes
dolo de estos profesionales (daños a las propiedades linderas, lesiones causadas del Código Civil; vale decir, las personas jurídicas sólo carecían de responsa-
a los transeúntes como consecuencia de derrumbamiento o caída de materia- bilidad en el caso de los delitos. Esta opinión se funda en un "descubrimiento"
les, herramientas, etc.), y respecto de la administración pública por la inobser- hecho por el doctor Rodolfo RIVAROLA, quien advirtió que el texto de FREITAS,
vancia de leyes y reglamentos. Nos hemos referido a estos temas en BoRDA, del cual había sido tomado el art. 43, dice sendo que, que no significa aunque
Alejandro, Derecho Civil. Contratos, nros. 757 a 771 y 790, La Ley, 2a edición, (como lo tradujo VÉLEZ SARSFIELD) sino cuando. Si se sustituye la palabra
y allí nos remitimos.
aunque por cuando, la esfera normativa de dicho artículo quedaba circunscripta
474 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDADES ESPECIALES 475
a los delitos. En lo que atañe a los cuasidelitos (que es la hipótesis de verdadera Concord~ntemente, el art. 1720 fue sustituido por el siguiente: En el caso
trascendencia práctica en lo que se refiere a las personas jurídicas), conservaba de los daños causados por los administradores son aplicables a las sociedades las dis-
todo su imperio el sistema general del art. 1113: las personas jurídicas debían posiciones del título ''De las personas jurídicas", vale decir, era aplicable el citado
reputarse responsables. artículo en su versión reformada por la ley 17. 711.
Pero los tribunales declararon la responsabilidad de las personas jurídicas 717. La responsabilidad de las personas jurídicas en el Código Civil y
no sólo en el caso de cuasidelitos, sino también en el de delitos. En la práctica, Comercial
el art. 43 se _convirtió en letra muerta. Para llegar a ese resultado se consi-
deró que los arts. 1113 y 1133 y concordantes establecían la responsabilidad El art. 1763, norma con la que se inicia la sección 9a del capítulo de la "res-
del principal, del guardián y del propietario, sin consignar ninguna distinción ponsabilidad civil", conserva la primera oración del art. 43 del Código Civil de
entre personas jurídicas y personas de existencia visible. En la colisión entre VÉLEZ, según ley 17.711, en una redacción prácticamente idéntica. En mérito
estas normas que establecían la responsabilidad y el art. 43 que la excluía, los a ello, se ratifica la responsabilidad de las personas jurídicas por los daños que
jueces optaron, con toda razón, por prescindir del último, cuya solución en el causen los sujetos que las dirigen o administren, siempre que exista una rela-
momento actual resulta intolerable. ción funcional, es decir, que lo sean en ejercicio o con ocasión de las funciones.
Debe quedar claro que la persona jurídica responde por los daños que causen
715. Simples sociedades, civij.es o comerciales sus directores y administradores, pero que su responsabilidad no se extiende a
los daños que puedan causar otros órganos societarios como lo son la asamblea,
En el caso de estas sociedades, VÉLEZ insistió en la solución del art. 43. el síndico o la comisión revisora de cuentas.
De acuerdo con el art. 1720, la sociedad no respondía por los daños causados
por los administradores en el ejercicio de sus funciones, a menos que de ellos , Además, la responsabilidad por los daños causados por sus directores y
hubiesen obtenido algún provecho. administradores existirá en la medida de que estos últimos los hayan causado
cuando actuaban en ejercicio o en ocasión de las funciones. Se entiende que
En nuestro derecho, estas entidades gozaban de personería jurídica, sin el director o el administrador actúa en ejercicio de las funciones cuando desa-
necesidad de autorización del Estado, como la requerían las legisladas en el rrolla los actos que son de su competencia, conforme los estatutos sociales y la
art. 33 del Código Civil. Y también con relación a ellas los tribunales conclu- ley. En cambio, la actuaciótt con ocasión de las funciones, implica la realización
yeron por admitir su plena responsabilidad cuando se trata de daños causados de actos que, en verdad, son ajenos a la función pero que solamente pueden
por dependientes o cosas de las cuales se sirven o son de su propiedad, es decir, ser ejecutados por la calidad (de director o administrador) que se ostenta. Por
en los casos regidos por los arts. 1113 y 1133. lo tanto, si el director o el administrador ha actuado fuera de estas dos situa-
ciones, realizando actos que son extraños al objeto social, no ha obrado como
716. La reforma de la ley 17.711 órgano de la persona jurídica y, por tanto, la responsabilidad será propia de él.
Si bien la jurisprudencia había concluido por prescindir de los arts. 43 y El art. 1763 permite lograr un régimen coherente con el art. 1753, que es la
1720, lo cierto es que tal solución importaba un verdadero escándalo jurídico: norma general sobre responsabilidad del principal por los daños causados por
una norma derogada por la jurisprudencia. Era indispensable, en homenaje al los dependientes y utiliza la misma fórmula para imponer el vínculo que debe
prestigio de la ley, concluir con esa situación irregular, derogando estas normas existir con la función. A esta última es a la que debe remitirse para la regula-
anacrónicas. Fue lo que hizo la ley 17.711. ción de los daños que causen los dependientes de la persona jurídica, en razón
de la supresión que se realizó en el Código Civil y Comercial, de la segunda
El art. 43 fue sustituido por el siguiente: Las personas jurídicas responden oración que contenía el citado art. 43. Asimismo, ante la eliminación de la refe-
por los daños que causen quienes las dirijan o administren, en ejercicio o con ocasión rencia a los daños que causen las cosas de la persona jurídica, resultará aplicable
de sus funciones. Responden también por los daños que causen sus dependientes o las la sección 7a del mismo capítulo (arts. 1757 y 1758), en cuanto se verifiquen los
cosas, en las condiciones establecidas en el 'título "De las obligaciones que nacen de presupuestos consignados en estas normas, esto es, el riesgo o vicio de la cosa.
los hechos ilícitos que no son delitos". En otras palabras: la responsabilidad de las
personas jurídicas comenzó a regirse por los mismos principios que las de las También resulta necesario aclarar que el art. 1763 no resulta aplicable al
personas humanas. daño que se causa como consecuencia de un incumplimiento contractual, pues
T
en este caso habrá que estar a las reglas específicas del propio código según se no Nacional"). El Tribunal mantenía, sin embargo, la tesis de que el Estado no
trate de supuestos de responsabilidad objetiva o subjetiva (arts. 1723 y 1724). era responsable cuando actuaba como poder público.
El art.1763, norma específica sobre responsabilidad de las personas jurídi-
e) Esta distinción entre actuación del Estado como persona jurídica y
cas, deberá integrarse con otras generales ubicadas en el Título II del Libro I
como poder público quedó eliminada en 1938, en que acogió una demanda
del Código Civil y Comercial, en el que se regulan diferentes cuestiones. En-
por daños y perjuicios contra la Provincia de Buenos Aires, originados en un
tre ellas, podemos citar la de la personalidad diferenciada de la persona jurídica
informe erróneo del Registro de la Propiedad.
respecto de sus miembros, la que conduce a consagrar la irresponsabilidad de
los miembros por las obligaciones de la persona jurídica, a menos que exista d) Finalmente, la evolución de la jurisprudencia de la Corte quedó com-
una disposición especial que la prevea (art. 143). Sin embargo, por otro lado, pletada y consumada en 1941, cuando admitió una demanda por indemniza-
la actuación destinada a la consecución de fines ajenos a la persona jurídica, o ción por la muerte de una persona provocada por un agente de la policía, que
que resulten violatorios de la ley, el orden público o la buena fe, o frustren de- se la ocasionó excediendo los medios racionales y legítimos para su captura.
rechos de cualquier persona, determina la responsabilidad solidaria e ilimitada En este caso no sólo se trataba de la actuación del Estado por medio de uno de
de los socios, asociados, miembros o controlantes, a quienes se les imputen esos sus agentes como poder público, sino de un delito de derecho criminal y civil:
actos (art.144). Asimismo, debe tenerse presente la expresa consagración de la contra la disposición expresa del art. 43, hizo lugar a la demanda.
responsabilidad de los administradores por los daños causados por su culpa en
el ejercicio o en ocasión de sus funciones, por acción u omisión, no sólo frente La reforma introducida, en su momento, al art. 43, consolidó esta audaz e
' a la persona jurídica y sus miembros, sino también frente a terceros (art. 160). inteligente jurisprudencia. En efecto, esta norma, como lo hemos visto en el
Esta última norma dispone que la responsabilidad es ilimitada y solidaria, por nro. 716, fijó la responsabilidad amplia de las personas jurídicas (y el Estado es
lo que la persona jurídica podrá reclamar al director o administrador la cuota la primera y más importante persona jurídica) por los daños provocados por los
de contribución correspondiente (arts. 840 y 841). hechos ilícitos de sus funcionarios y dependientes, en ejercicio o con ocasión
Finalmente, debe señalarse que si bien el art. 1763 se refiere a las personas de sus funciones. Pero hay más todavía: el Estado debe responder no sólo por
jurídicas, no todas ellas quedan comprendidas por la norma. En efecto, debe las consecuencias de los hechos ilícitos de sus funcionarios y dependientes,
recordarse que las personas jurídicas pueden ser públicas o privadas (arts. 146 sino también por los hechos lícitos de sus funcionarios, cuando ellos ocasionen
y 148). Ahora bien, entre las personas jurídicas públicas cabe mencionar al un ~año injusto a un particular. Ejemplo típico de ello, es la expropiación. El
Estado Nacional, las Provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los Estado tiene derecho a expropiar los bienes de propiedad particular por causa
municipios (art. 146, inc. a), cuya responsabilidad se rige - y más allá de lo que de utilidad pública. Pero si lo hace, tiene obligación de indemnizar al expro-
diremos en el lugar pertinente (nro. 718 y sigs.)- por las normas y principios piado por todos los daños que éste ha sufrido al verse privado de su propiedad.
del derecho administrativo nacional o local según corresponda (art. 1765).
Otro de las hipótesis discutibles de responsabilidad del Estado que se ana-
lizaba, era la que derivaba de una prisión preventiva seguida de absolución. Suele
§ 5.- RESPONSABILIDAD DEL ESTADO ocurrir que en una causa penal, se dicte la prisión preventiva del encausado y
que luego, en la sentencia definitiva se lo absuelva. La pregunta que cabe for-
718. Evolución de la jurisprudencia mularse es la siguiente: ¿es responsable el Estado por los daños patrimoniales
y morales sufridos por quien en definitiva, fue víctima de un error judicial? La
De la completa irresponsabilidad del Éstado, la jurisprudencia de la Corte
"'
cuestión inquieta a legisladores y juristas nacionales y extranjeros; pero nues-
Suprema Nacional ha pasado a admitir una responsabilidad cada vez más com- tra Corte Suprema ha mantenido firmemente la irresponsabilidad del Estado,
pleta. Las principales etapas de esta evolución son las siguient~s : fundada en que así lo impone una razón de seguridad social, de tal modo que
mientras se esté en presencia de una medida tomada dentro de un proceso
a) Durante muchos años aplicó cerradamente el art. 43, declarando la
judicial regular, los damnificados deben soportar ((1 daño, que es el costo inevi-
irresponsabilidad del Estado sea por delitos o cuasidelitos.
table de una adecuada administración de justicia. Parece razonable mantener
b) En el año 1933 hizo lugar a una demanda por reparación de los daños como principio la doctrina de nuestra Corte. Pero suele ocurrir que, por distin-
ocasionados por empleados de la Nación, cuya negligencia al reparar una línea tas razones, la prisión preventiva se prolongue por largo tiempo, a veces años.
telegráfica había provocado el incendio de un campo (caso "Devoto c. Gobier- En estos casos, negar el derecho a la reparación repugna a la idea de justicia.
~
719. La sustracción de la responsabilidad del Estado del sistema fijado por En esta línea crítica a las disposiciones vigentes, el Anteproyecto de Re-
el Código Civil y Comercial forma del Código Civil y Comercial de 2018 propicia restablecer el texto del
art. 1764 (según el Anteproyecto de 2012), transcripto precedentemente, de-
La discriminatoria exclusión se plasmó con la intervención del Poder Eje- rogar la ley 26.944 y prever la responsabilidad del Estado por la actividad
cutivo que modificó el sistema de responsabilidad civil del Estado, sustrayendo lícita, cuando sacrifiquen intereses de los particulares con desigual reparto de
esta materia de toda la teoría general consagrada Capítulo I del Título V, de- las cargas públicas (art, 1766).
clarando su inaplicabilidad a los casos de responsabilidad directa o subsidiaria
del Estado (art. 1764). La norma se completa con la que sigue a continuación,
que difiere la regulación a las normas y principios del derecho administrati- § 6.- RESPONSABILIDAD DE LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS
vo nacional o local, según corresponda (art. 1765). Idéntica remisión se for-
muló respecto de la responsabilidad de los funcionarios y empleados públicos 720. Diferentes responsabilidades que pesan sobre un funcionario público
(art. 1766), que analizaremos en el apartado siguiente. El sistema se comple-
mentó con la sanción de la ley 26.944 que regula muy deficientemente la res- La responsabilidad de los funcionarios públicos es múltiple. Tienen, ante
ponsabilidad del Estado Nacional y de los funcionarios y empleados públicos. todo, una responsabilidad política, en cuya virtud pueden ser sometidos a juicio
político si no cumpliesen adecuadamente con la confianza pública deposita-
Es una solución desafortunada. Por ello, adherimos al despacho unánime da en ellos, con el mandato popular que les fue conferido, si se apartasen del
1
de la Comisión nro. 3 de las XXV Jornadas Nacionales de Derecho Civil, rea- cumplimiento de la Constitución Nacional y las leyes; una responsabilidad
1'
lizadas en Bahía Blanca en el año 2015, que dispuso: 1) La responsabilidad administrativa, que surge del incumplimiento de los deberes específicos de su
del Estado por daños tiene su fundamento en la Constitución Nacional, en los función; una responsabilidad penal, derivada de delitos tales como el cohecho,
Tratados internacionales y en la jurisprudencia de la Corte Suprema de Justicia el prevaricato, el abuso de autoridad, la malversación de caudales públicos, las
de la Nación. 2) La responsabilidad del Estado por daños surge de la existencia negociaciones incompatibles con el ejercicio de la función pública, las exac-
de un sistema jurídico y político del estado de derecho, caracterizado por su ciones ilegales, la denegación y retardo de justicia, etcétera; y, finalmente, una
indispensable sujeción a un régimen normado y al control de los jueces. 3) La responsabilidad civil, de la cual nos ocuparemos en los párrafos que siguen.
responsabilidad del Estado por daños debe estar reglada dentro del derecho
común en su significación constitucional, por ser una fuente de la obligi~ión 721. La responsa~ilidad civil de los funcionarios públicos que consagraba el
de resarcir (arts. 75, inc. 12 y 126, CN). 4) La responsabilidad del Estado por art. 1112 del Código Civil de VÉLEZ
daños se basa sustancialmente en las normas del derecho civil, que pertenecen Esta norma establecía que los hechos y las omisiones de los foncionarios pú-
a la teoría general del derecho, sin perjuicio de que deben considerarse también blicos, én el Ejercicio de sus fonciones, por no cumplir sino de una manera irregular
las características propias de la actividad estatal y los principios y normas del las obligaciones que les están impuestas, son comprendidas en las disposiciones de este
derecho público que la rigen. título, vale decir, originaban la obligación de indemnizar todo daño que por su
ri, culpa o negligencia se origine a otra persona (art.1109, Cód. Civil de VÉLEz).
En ese marco, el despacho unánime de legeferenda, consignó que la respon-
sabilidad del Estado por hechos ilícitos, debe regirse por el art. 1764 del An- Por funcionario público, en el sentido que tenía esta disposición legal y que
teproyecto de la Comisión de Reformas del Código Civil y Comercial del año le asigna actualmente la normativa de fondo, debe entenderse toda persona -j.
2012, que dispone: "El Estado responde objetivamente, por los daños causados que desempeña una función pública, cualquiera sea su jerarquía.
por el ejercicio irregular de sus funciones, sin que sea necesario identificar a su
Debía tratarse del cumplimiento irregular de las obligaciones legales, idéntica
autor. Para tales fines, se debe apreciar la naturaleza de la actividad, los medios
fórmula descriptiva de la conducta que utiliza el Código Civil y Comercial,
de que dispone el servicio, el lazo que une a la víctima con el servicio y el grado
como lo indicaremos más abajo. En ese marco, no se incluía la actuación que
de previsibilidad del daño" (apart. 4°). Corolario de ello, se concluyó que "la
se ajustaba a las disposiciones de leyes y reglamentos, aunque más tarde esas
supresión de las normas que rigen la responsabilidad del Estado por daños en leyes fueran declaradas inconstitucionales. Así, por ejemplo, el funcionario de
el derecho común, es inconstitucional, en cuanto agravia la garantía de la igual- la Dirección General de Impositiva que ha cobrado un impuesto, luego decla-
dad, el derecho a la reparación, el derecho de acceso a la justicia, y el derecho rado inconstitucional, no es responsable del daño que pueda haber ocasionado
de propiedad (arts.16, 17,18 y 19, CN). al contribuyente .
..... ......
480 ALEJANDRO BORDA (DIR,) RESPONSABILIDADES ESPECIALES 481
Ese incumplimiento irregular podía consistir en un hecho o una omisión. maliciosamente o que ha mediado cohecho, en cuyo caso la acción de daños
No era indispensable que existiera dolo, es decir, incumplimiento deliberado. sería procedente.
Resultaba suficiente la culpa para desencadenar responsabilidad, conforme los
principios generales que regulaban la responsabilidad aquiliana. Finalmente, Pero puede darse el caso del que el daño haya derivado de la sentencia de
el funcionario no podía excusar su responsabilidad alegando ignorancia de sus un juez inferior (en base a la cual, por ejemplo, se ha decretado el embargo que
obligaciones, desde que el error de derecho o la ignorancia de la ley en ningún ha resu1tado perjudicial), que luego ha sido revocada por el Tribunal Superior.
caso excusa la responsabilidad por actos ilícitos. La revocación demuestra que el derecho ha sido mal aplicado, lo que parecería
indicar la viabilidad de una acción de daños. Empero, la improcedencia de
722. Dos aclaraciones que eran necesarias en el sistema del Código Civil de tal acción, no mediando dolo del juez, es evidente. La solución de los litigios,
VÉLEZ la valoración de la prueba, la interpretación de la ley, son todas materias opi-
nables. No se podría hacer responsables a los magistrados de una decisión
En primer término, era necesario distinguir dos categorías de funcionarios: razonablemente fundada (aunque el Superior en definitiva la haya considerado
aquellos que sólo pueden ser removidos de sus cargos por juicio político u otro errónea y, por ello, revocado) sin grave daño para la serenidad de las decisiones
procedimiento similar y los restantes funcionarios y empleados. En cuanto a y la independencia de juicio de los magistrados.
los primeros, no era posible intentar contra ellos la acción por daños, si previa-
En suma, la responsabilidad de los jueces debería reposar sobre las siguien-
mente no han cesado en sus cargos, sea por haber sido removidos conforme el
procedimiento legal, sea por haber renunciado o terminado en sus funciones. tes bases: a) Ellos son responsables si se trata de actos irregulares hechos con
dolo. b) Por el contrario, si se trata de simples errores subsanables por los re..:
En segundo lugar, la circunstancia de que el empleado o funcionario hu- cursos que la ley establece, deben ser remediados por esa vía; cuando ésta no
biera obrado en cumplimiento de órdenes superiores, no excusaba, en prin:ci- ha sido intentada, ello significa que el que se dice damnificado ha consentido
pio, su responsabilidad, pues cuando dichas órdenes hubieran sido dadas en la resolución que lo agravia y no tiene de qué quejarse; y, si lo ha intentado
violación de la ley, no obligaban al subordinado. Pero este principio no recibía infructuosamente, porque el Superior ha confirmado la resolución o sentencia
aplicación en el supuesto de empleados dependientes, desprovistos de facu1ta- impugnada, ello quiere decir que no hay en ella error del punto de vista legal.
des para apreciar la legitimidad de las Órdenes recibidas.
Cabe agregar que según el art. 273 del Código Penal, será reprimido con
inhabilitación absoluta de uno a cuatro años el juez que se negare a juzgar so
723. La controvertida responsabilidad de los jueces
pretexto de oscuridad, insuficiencia o silencio de la ley, y el que retarde mali-
En su carácter de funcionarios públicos, resu1taban aplicables a los jueces ciosamente la administración de justicia después de requerido por las partes y
las consideraciones vertidas. No obstante, los perjuicios producidos a particu- de vencido los términos legales. Obvio resulta decir que, condenado el magis-
lares por su actuación irregular o contraria a la ley, presenta algunos problemas trado, podrá también ser responsable por la indemnización de los perjuicios
que es preciso considerar. sufridos por el litigante.
El primero y quizás más delicado, es la eventual responsabilidad que pue- 724. El injustificado privilegio de remitir la responsabilidad del funcionario
de derivar de una aplicación errónea de la ley. Ante todo, debemos decir que
público al Derecho Administrativo
este problema no se presenta frente a una sentencia definitiva, es decir, frente
a una sentencia dictada por un tribunal de cuyo pronunciamiento no cabe ya En la misma línea de criterio que el fijado para la responsabilidad del Esta- "
recurso de apelación. Ningún litigante podría aducir, más tarde, que el tribunal do, el Código Civil y Comercial establece que los daños derivados del ejercicio
hizo una errónea aplicación de la ley, para reclamar de los jueces que firmaron irregular de las obligaciones impuestas a funcionarios y empleados públicos se
la sentencia una indemnización de los daños sufridos. Y ello por una razón van a regir por las normas y principios del derecho público nacional o local,
muy simple: los jueces son los encargados de aplicar e interpretar la ley. De tal según corresponda (art. 1766). La postura implica una arbitraria discrimina-
modo que, declarado por sentencia definitiva que los alcances de la ley en el ción en el análisis comparativo del daño causado por un funcionario y el que
caso concreto, no puede luego pretenderse que esa interpretación es errónea y puede provocar cualquier otro ciudadano y un retroceso respecto del art. 1112
que en realidad dispone algo distinto, más aún cuando el litigante no utilizó del Código Civil de VÉLEZ que regulaba la misma cuestión, sometiéndola al
los recursos legales o las instancias de revisión confirmaron esa sentencia. Sólo régimen de la normativa sustancial común. Coherente con ello, en las XXV
cabe exceptuar el supuesto de que se demostrara que el tribuna! ha obrado Jornadas Nacionales de Derecho Civil, ya citadas, se concluyó por unanimi-
482 ALEJANDRO BORDA (DI R.) RESPONSABILIDADES ESPECIALES 483
dad que "la responsabilidad civil de los funcionarios públicos está claramente Pero este punto de vista puede considerarse superado en nuestros días. Hay
perfilada en el art. 1112 del Código Civil" (Comisión 3, Bahía Blanca, 2015). un consenso general acerca de la legitimidad del deporte; y más aún, de que
En este encuentro de juristas, la propuesta también unánime, de lege ferenda, debe estimulárselo, porque no obstante sus ocasionales riesgos, es saludable
es que la responsabilidad civil por hechos ilícitos del funcionario o empleado tanto desde el punto de vista físico como del moral. Hasta el mismo deporte-
público, se regule por el art. 1765 del Anteproyecto de la Comisión de Refor- espectáculo se juzga conveniente, puesto que aleja a las masas de otras aficiones
mas del Código Civil y Comercial del año 2012, que dispone: Elfuncionario o menos saludables (como, por ejemplo, las carreras de caballos). Esta valoración
empleado público es responsable por los daños causados a los particulares por acciones moral y legal del deporte, no es compatible con la incriminación de responsa-
u omisiones que implican el ejercicio irregular de su cargo. La responsabilidad del bilidad civil o penal por el acto deportivo que se ajusta a las reglas del juego.
funcionario o empleado público y del Estado son concurrentes. También el Antepro- Como argumentos coadyuvantes para afirmar esa irresponsabilidad, cabe notar
yecto de Reforma del Código Civil y Comercial de 2018 propicia restablecer que los deportistas se exponen voluntariamente al riesgo y que esa actividad
el texto transcripto. está permitida, tutelada y estimulada por el Estado.
725. Importancia del tema' Es necesario, pues, afirmar el principio de que los deportistas no son res-
ponsables de los daños ocasionados a los competidores mientras se hayan res-
La notable afición del hombre moderno por el deporte ha hecho decir a petado las reglas del juego; en cambio, si ellas se han violado, el principio debe
un autor (BREBBIA) que éste constituye uno de los signos característicos de ser la responsabilidad del autor del hecho, a menos que demuestre que su acto
nuestro tiempo, al lado de la máquina y de la desintegración atómica. El paso fue involuntario o inevitable, tal como ocurrir.ía si en un match de box se da un
de los años aumentó la importancia de la cuestión, al extremo de que el de- golpe prohibi<Jo sin culpa, sea por el ardor del combate o como consecuencia
porte, como juego, como profesión, como espectáculo, forma parte esencial de un movimiento defensivo del adversario. Esto último constituiría una sim-
de la vida contemporánea. Una de las características de esta actividad, son los ple infracción deportiva; empero, si el daño ha sido causado deliberadamente,
riesgos que genera, que son frecuentísimos y heterogéneos. Nos preguntamos: con dolo, hay responsabilidad civil.
¿hay responsabilidad como consecuencia dé los daños ocasionados por actos
deportivos?; y si la hay, ¿cuál es su naturaleza? Son estos los temas que hemos Hemos señalado más arriba (nro. 573) que existe una firme tendencia a la
de considerar en los párrafos que siguen. unificación de la responsabilidad contractual y extracontractual, y así se lee en
los Fundamentos del Anteproyecto que dio origen al Código Civil y Comer-
726. Distintos supuestos a considerar cial. Pero tal tendencia unificadora no significa homogeneidad. Ya hemos visto
las diferencias que subsisten (nros. 661 y 662). Por lo tanto, no está de más
El problema de la responsabilidad por accidentes deportivos debe conside- preguntamos ¿cuál es la naturaleza de esta responsabilidad deportiva?
rarse en relación con cuatro hipótesis que es preciso estudiar separadamente:
a) en las relaciones entre los deportistas que participan en el juego; b) en las Si se trata de una competencia deportiva entre aficionados, no cabe duda
relaciones entre los deportistas y los espectadores o terceros; e) en las relaciones que la responsabilidad es extracontractual, porque quienes se ponen de acuerdo
entre las empresas organizadoras del espectáculo y los deportistas; y, finalmen- para jugar un partido no celebran un contrato, desde que ese acto carece de un '!<
te, d) en las relaciones entre las empresas y los espectadores. fin jurídico.
tras los daños sean la consecuencia de los riesgos normales del deporte, no hay del equipo de fútbol visitante sufrió severas lesiones debido al desprendimiento
por regla responsabilidad; pero si la conducta del boxeador ha sido antirregla- de un vidrio mientras estaba en el vestuario del club local y como consecuencia
mentaria, dolosa o gravemente culpable, será responsable del daño que cause, del estallido de una bomba de estruendo que fue colocada por simpatizantes
no obstante cualquier pacto en contrario, a tenor de la última norma citada y del club local en una dependencia en desuso, cercana al vestuario. El tribu-
disposiciones concordantes. nal resolvió condenar al club local con fundamento en los arts. 1109 y 1113,
primera parte, del Código Civil de VÉLEZ, en tanto consideró que existía una
Cuando el contrato se concierta entre los clubes a los cuales pertenecen
responsabilidad extracontractual; con arreglo a los principios generales, ya sea
los jugadores (caso de fútbol profesional), la responsabilidad de los jugadores
en función de la propiedad o guarda de las cosas productoras del daño, o de su
por sus hechos dañosos debe reputarse extracontractual, puesto que ellos no
responsabilidad directa, o de la culpa en que incurrieron sus empleados. Y aña-
contratan.
dió que existió una manifiesta negligencia en el cumplimiento de los controles
de la seguridad que les son impuestos a los organizadores de acontecimientos
728. b) Relaciones entre los deportistas y los espectadores o terceros deportivos.
Supongamos ahora que el daño haya sido sufrido por un espectador, como Qpeda todavía por considerar el caso de que el lesionado sea el jugador
ocurriría si el automóvil que está compitiendo sale de la pista y embiste al dependiente del club o empresa. ¿Responde ésta? La solución depende, natu-
público. Pensamos que no hay responsabilidad del automovilista, en principio, ralmente del contrato; generalmente, la indemnización asume la forma de que
porque el hecho es una contingencia propia del deporte que practica, ello sin los sueldos sigan corriendo no obstante la inactividad forzada del herido, a lo
perjuicio de la del empresario que tiene a su cargo la organización y la adop- que debe añadirse la indemnización que corresponda en el ámbito laboral.
ción de las medidas de seguridad.
También pueden surgir daños a bienes de terceros; por ejemplo, un auto- 730. d) Relaciones entre la empresa y los espectadores
móvil sale de la carretera y embiste una propiedad particular, ocasionándole
daños. En tal supuesto, los riesgos propios del automovilismo no tienen por Las entidades o asociaciones que organizan un espectáculo deportivo
qué pesar sobre un tercero ajeno a la competencia; el conductor debe repu- son solidariamente responsables de los daños que se generen en los estadios
tarse culpable conforme a los principios comunes de la responsabilidad civil y (art. 51, ley 24.192). Se entiende que la culpa de un tercero por quien no se
también considerarse la del organizador, entre otros legitimados pasivos cuya debe responder, no exime de responsabilidad a la entidad, no sólo porque ésta
responsabilidad emerge de los arts. 1757, 1758 y concordantes del Código al organizar el espectáculo ha asumido el deber de seguridad, sino porque estas
Civil y Comercial. eximentes clásicas redujeron sensiblemente su operatividad en el marco del
Código Civil y Comercial (arts.1731, 1730, 1733 y eones.).
729. e) Relaciones entre la empresa organizadora ylos deportistas Distinta puede ser la solución si el daño se ha producido fuera de las insta-
laciones y de la posibilidad de contralor de la entidad organizadora. Suponga-
La empresa organizadora del espectáculo, ¿responde por los daños ocasio- mos que en una carrera automovilística, el público se haya apostado a lo largo
nados por un deportista a otro? En principio, el problema sólo se plantea en del camino; la empresa no sería responsable por un accidente a consecuen-
los supuestos en que hay responsabilidad del jugador que ha cometido el daño cia del cual uno de los automóviles se haya desviado de la ruta, embistiendo
y se proyecta por vía refleja. No obstante, pensamos que la introducción de a los espectadores. En estos casos, puede operar un hecho del damnificado
responsabilidad por actividades riesgosas en el Código Civil y Comercial, en (art. 1729) causalmente relevante que exima de responsabilidad al organiza-
sus diferentes variantes (art. 1757), puede involucrar como legitimado pasivo dor, especialmente porque esos riesgos de la competencia son conocidos por
a quien la realiza, se sirve u obtiene un provecho de ella, por sí o por terce- el público.
ros (art. 1758), por lo que el organizador de 'la competencia puede resultar
responsable en forma autónoma al deportista, que puede ser considerado su Sin embargo, el día 6/3/2007la Corte Suprema (autos "Mosca c/Provincia
dependiente o no. de Buenos Aires", L.L. 2007-B-261) estableció la responsabilidad del club
organizador y de la Asociación del Fútbol Argentino por las lesiones sufridas
La Corte Suprema debió resolver el 28/4/1998 un doloroso caso (autos por una persona fuera del estadio. El lastimado era chofer de una empresa
"Zacarías c/Provincia de Córdoba'', L.L. 1998-C-322) en donde un jugador periodística y había conducido a un grupo de periodistas y fotógrafos hasta el
~ ......
.....,
referido estadio, en donde se llevó a cabo un encuentro de fútbol. El chofer no de los daños, determinan que el análisis de esta responsabilidad especial, que
asistió al espectáculo ni entró al estadio, sino que permaneció en las inmedia- también es indirecta, adquiera especial importancia en los tiempos que corren.
ciones; de hecho se encontraba en la vía pública, cuando fue alcanzado por un
La regulación que tenía el Código Civil de VÉLEZ, inspirada en el modelo
elemento contundente en el rostro a la altura del ojo izquierdo, el que habría
francés, con la consagración de una presunción de culpa de los directores o
provenido desde dentro del estadio y como consecuencia de una fenomenal
maestros artesanos por los daños causados por el educando (alumno o apren-
gresca entre simpatizantes, que dio lugar a la promoción de acciones penales.
diz) a otn;>s alumnos o a terceros, era una norma adecuada a la época en que
La responsabilidad del club se fundó i) en el deber de seguridad (receptado se dictó ese Código, en la que las escuelas tenían muy pocos alumnos y exis-
en las leyes 23.184 y 24.192), en tanto se consideró que los daños ocurridos tían maestros artesanos. Pero en nuestros tiempos, no sólo que casi no existen
han sido "con ocasión'' del evento, toda vez que si éste no se hubiera celebra- maestros artesanos, sino que los colegios suelen ser multitudinarios y no parece
do, los daños no habrían tenido lugar, y ii) en considerar la existencia de una justo hacer caer la responsabilidad sobre los directores por los hechos de cada
relación de consumo (art. 42, CN) que abarca no sólo los contratos, sino a los uno de sus discípulos. Mucho más justo parece hacerlas recaer sobre los pro-
actos unilaterales como la oferta a sujetos indeterminados, como sería el caso pietarios de dichos institutos, que se benefician con los aranceles escolares y
resuelto. La responsabilidad de la AFA derivó del control que esa asociación que desde el punto de vista de la víctima, son mucho más solventes. Ello expli-
ejerce sobre la organización, la prestación y los beneficios de un espectáéulo ca que se generara una jurisprudencia correctora de la ley, que declaró respon-
que produce riesgos para los asistentes, considerándose irrazonable que parti- sables no sólo a los directores (como lo decía el texto legal) sino también a los
cipe en los beneficios y pretenda trasladar las pérdidas. propietarios de los colegios y, más aún, no sólo por los daños ocasionados por
los alumnos a terceros, sino también por los sufridos por ellos, cualquiera fuera
Es importante señalar que la reforma introducida por la ley 26.358 al
el autor del hecho dañoso. Esta jurisprudencia se fundó en que los institutos
art. 1o de la ley 23.184, ha ampliado todavía más la responsabilidad, en cuanto
de enseñanza, al recibir un alumno en su seno, asumen un deber de seguridad
la extiende a las inmediaciones de los estadios, antes, durante y después del
que los obliga a responder por todos esos daños.
evento, y a los traslados de las parcialidades.
En definitiva, era necesario repensar aquella norma a la luz de una nueva
Se trata de una responsabilidad objetiva: la empresa no puede alegar su
época, en la que la legitimación pasiva debía alcanzar a otros sujetos. Por lo
falta de culpa y respecto de las eximentes queda limitada al hecho del dam-
demás, era inadmisible -en el ámbito de los hechos comprendidos- que es-
nificado (art. 1729), por cuanto el hecho del tercero debe reunir las notas del
tuvieran excluidas de la norma hipótesis como la de los daños sufridos por un
caso fortuito (arts.1731 y 1730) y ambos quedan descartadas como eximente
alumno, causados por quien no lo era o por causas desconocidas.
cuando, entre otras hipótesis, derivan de una contingencia propia del riesgo de
la cosa o de la actividad (art. 1733, inc. e]), que es lo que ocurre en la mayoría
732. El cambio paradigmático producido por la reforma de la ley 24.830 en
de los supuestos que estamos analizando.
el art. 1117 del Código Civil de VÉLEZ
Adviértase que la ley se limita a establecer una respónsabilidad civil de
En el año 1997 se produce esta modificación legislativa que recibe aquella
la empresa, excluyendo, por tanto, la regulación de la penal. Ello no obsta a
jurisprudencia evolutiva y coloca a nuestro país en el camino de la tenden-
que los dirigentes, miembros de comisiones directivas o subcomisiones, los
cia moderna sobre responsabilidad objetiva por daños causados o sufridos por
empleados o demás dependientes de las entidades deportivas o contratados
alumnos en los establecimientos educativos. Ésta fue la primera modificación,
por cualquier título por estas últimas, puedan ser condenados penalmente si '!<
ya que se fijó un ámbito de aplicación amplio, abarcativo de todos los sucesos
consintieren que se guarde en el estadio de concurrencia pública o en sus de-
lesivos que puedan involucrar a educandos menores, sea como autores o vícti-
pendencias armas de fuego o artefactos explosivos (arts. 4° y 11, ley 23.184).
mas, por las más diversas causas. Los responsables que indica ese artículo del
Código velezano ya no son los directores o maestros artesanos (que pueden
§ 8.- RESPONSABILIDAD DE LOS ESTABLECIMIENTOS EDUCATIVOS responder, pero por otros fundamentos) sino el propietario del establecimiento
"¡
educativo, y el factor de atribución se desplaza desde la culpa a una respon-
sabilidad objetiva agravada (PIZARRa, Ramón Daniel, R esponsabilidad civil
731. Actualidad de la cuestión
por riesgo creado y de empresa, Parte especial, t. III, La Ley, 2006, p. 422), con
La frecuencia y gravedad de sucesos lesivos que involucran a alumnos de la única eximente del caso fortuito. En oportunidad de individualizar a este
institutos de enseñanza, como víctimas pero también como agentes causantes nuevo legitimado pasivo, los autores indicaban que eran los titulares de una
-
488 ALEJANDRO BORDA (OIR.) RESPONSABILIDADES ESPECIALES 489
organización o empresa de aprendizaje bajo supervisión docente (ZAVALA DE de las defensas basadas en el hecho del damnificado (art. 1729) y en el de
GoNZÁLEZ, Matilde, ResaTcimiento de daños, t. 4, Hammurabi, 1990, p. 680). un tercero (art. 1731) y a la luz de las exclusiones contenidas en el art. 1733,
transforma a la responsabilidad del titular del establecimiento educativo en
El art. 1117 (según ley 24.830) del Código Civil de VÉLEZ también impo-
la más gravosa del sistema, porque las posibilidades prácticas de eludirla son
nía como requisitos la minoridad del alumno dañador o dañado (al momento
verdaderamente excepcionales.
deUiecho), sin distinguir entre menor o mayor de 10 años (como lo hacía el
texto original), por lo que todos los menores pasaron a estar comprendidos en
734. Colofón sobre la responsabilidad del titular del establecimiento
sus disposiciones. La responsabilidad de los propietarios de los institutos no se
educativo
limitaba a los hechos ocurridos cuando los alumnos se encontraban en el cole-
gio, sino también cuando estuvieran bajo el control de la autoridad educativa, A modo de síntesis, los ejes del nuevo sistema de responsabilidad que ema-
por ejemplo, cuando realizaban una excursión o un recreo bajo la vigilancia de nan del art. 1767, son los siguientes:
un maestro, preceptor, etcétera. La norma se completaba con alguna exclusión,
como la de los establecimientos educativos terciarios y universitarios, como a) La legitimación pasiva es del titular del establecimiento educativo, figura
también la imposición de un sistema de seguro obligatorio de responsabilidad que describimos antes y que no excluye la aparición de otros sujetos responsa-
bles (directores, maestros, preceptores, etc.) pero con diferente fundamento de
civil tendiente a dotar de eficacia al sistema y bajo las medidas que disponga
imputación. Si bien resulta discutible, sobre todo teniendo en cuenta la limi-
las autoridades jurisdiccionales.
tación de la responsabilidad del Estado que impone el art. 1765, entendemos
733. La consolidación de la responsabilidad objetiva agravada y la correc- que el art. 1767 es aplicable a todo establecimiento educativo, tanto privado,
ción de algunos detalles en el art. 176 7 del Código Civil y Comercial como público. Es que resulta inadmisible que el mismo hecho dañoso traiga
consecuencias reparatorias diferentes en uno y en otro caso.
El Código Civil y Comercial ha tomado como base el art. 1117 del Código
b) L~ responsabilidad es objetiva y en el factor de atribución convergen
Civil, en su versión plasmada por la ley 24.830, pero ha pulido su redacción
el riesgo de la actividad que se desarrolla y la garantía de indemnidad, como
a partir de algunas observaciones que se habían formulado. En primer lugar,
deber que pesa sobre los indicados responsables.
se reemplazó la denominación "propietario del establecimiento educativo" por
la de "titular". El motivo, tal vez, fue alguna confusión que se creaba con el e) El ámbito de aplicación es amplio y abarca toda especie de daño causado
propietario del edificio en el que se desarrolla la actividad educativa y que no o sufrido por alumnos menores de edad. Aquí se incluyen los patrimoniales y
necesariamente coincide con el titular de la institución, que es el legitimado personales, incluso, aquellos derivados de la muerte del educando y' que colo-
pasivo que debe responder por los daños que se producen en ese ámbito. Asi- ca como damnificados directos a sus padres y demás sujetos habilitados por
mismo es procedente la sustitución de "las autoridades jurisdiccionales" por "la el sistema del Código Civil y Comercial (arts. 1741, 1745 y eones.). Bien se
autoridad en materia aseguradora", que es la que fija los requisitos del seguro ha dicho que la norma abarca tres diferentes hipótesis. La primera, los daños
de responsabilidad civil que debe contratarse. causados por alumnos menores a otro alumno, a un dependiente del estable-
cimiento o a un tercero ajeno a la institución. -La segunda, los daños sufridos
El Código Civil y Comercial también contiene dos aclaraciones que re-
por alumnos menores, por el hecho de otro estudiante, de un dependiente del
fuerzan la imputación objetiva del indicado titular, al punto de transformar
establecimiento, de un tercero ajeno, del riesgo o vicio de las cosas empleadas
su responsabilidad en prácticamente inexcusable. Ante todo, se aclara que res-
durante la actividad educativa, del riesgo o vicio de las instalaciones, o de acti-
ponderá por el daño causado o sufrido por sus alumnos menores de edad cuan-
vidades riesgosas desarrolladas como parte de actividades educativas o recrea-
do se hallen o deban hallane bajo el control de la autoridad educativa, sin importar
tivas. La tercera, los daños que el alumno menor se causa a sí mismo, provenga
si el hecho dañoso ocurrió dentro o fuera del establecimiento educativo. El
el daño de un hecho culposo o no (GALDós,Jorge M. y VALICENTI, Ezequiel,
argumento de la aclaración es que la responsabilidad opera no sólo cuando el
Daños causados y sufridos por alumnos menores de edad durante la actividad edu-
alumno se encuentre bajo el control, sino también y con mayor razón, cuando
cativa, L.L. 2016-E-727).
se pruebe la ausencia de vigilancia prestada, sea por personal docente, sea por
personal no docente. La segunda aclaración despeja dudas sobre la imposibi- d) La comisión del hecho lesivo debe verificarse mientras el alumno se
lidad de invocar otras eximentes de responsabilidad típicas del factor objetivo, hallaba o debía hallarse bajo el control de la autoridad educativa, concepto
fuera del caso fortuito, porque la norma destaca que sólo esa causa ajena per- dilatado en lo espacial y temporal, ya que no se limita a los daños provocados
mite excluir la imputación. El adverbio agregado descarta así la operatividad en horarios escolares y dentro del establecimiento.
490 ALEJANDRO BORDA (0IR.) RESPONSABILIDADES ESPECIALES 491
e) La única eximente que habilita el sistema es el caso fortuito, lo que cons- 736. El impacto de la sanción del Código Civil y Comercial en el microsis-
tituye un agravamiento extremo de la responsabilidad de los titulares, que no tema del Derecho de los cou'sumidores. El método del "diálogo de fuentes"
podrán eludirla en la mayoría de los casos. Por las propias notas que tiene esa
causal (arts. 1730 y 1733), no constituyen acontecimientos extraños, imprevi- Como lo anticipábamos, el Derecho de los consumidores se encuentra
sibles e inevitables, las siguientes hipótesis: secuestros de alumnos o maltratos . constitucionalizado y también regulado por la ley 24.240 que, con algunas
por terceros mientras los menores están bajo el control del establecimiento, reformas, constituye el estatuto general de protección. A diferencia de otros
peleas entre aquéllos, daños causados en viajes de estudio o sufridos en el esta- países, esta ley fue anterior al re,conocimiento constitucional operado por la
blecimiento por causas desconocidas o en el marco de competencias deportivas reforma del año 1994. La dificultad es que, entre ambas fuentes (la legal y la
escolares, aun fuera de la escuela y del horario escolar habitual. supra legal), la regulación de la responsabilidad civil por daños a los consumi-
dores sólo tiene una norma específica (art. 40, ley 24.240) que no permite una
f) La norma no se aplica a establecimientos de enseñanza superior o uni- regulación integral de la materia.
versitaria, incluso si asisten a ellos alumnos menores de edad. Por lo tanto, se
aplica a los establecimientos de educación inicial, primaria y secundaria. En Por ello, es necesario analizar el impacto que provoca la existencia de una
cambio, debemos señalar que la norma no resulta clara -y la doctrina confron- teoría general de la responsabilidad dentro del Código Civil y Comercial y si
ta en este tema- respecto de si es o no aplicable a otros establecimientos en los sus normas pueden aplicarse al microsistema de los consumidores, siempre
que se enseñe la práctica de deportes o d~ actividades intelectuales o artísticas. respetando los principios propios de éste. En este análisis es importante recor-
dar que el Código sólo incorporó y regula aspectos vinculados a la protección
g) Mantiene su vigencia la obligación que tienen estos sujetos de contratar contractual de los consumidores, pero no tiene un capítulo específico sobre los
un seguro de responsabilidad civil. Parece claro que el seguro contratado debe daños que éstos pueden sufrir. ·
dar una cobertura suficiente que permita reparar los daños que razonablemen-
te puedan producirse como consecuencia de la actividad educativa. El punto de partida es el reconocimiento de esa pluralidad de fuentes
que conviven y que es necesario que "dialoguen" para la búsqueda de la mejor
solución para un conflicto de consumo, metodología que no sólo se despren-
§ 9.- RESPONSABILIDAD POR DAÑOS EN LAS RELACIONES DE CONSUMO de del art. 1094 del Código Civil y Comercial, sino de los Fundamentos de
su Anteproyecto, en las que existe referencia expresa a este procedimiento
alternativo. Sin embargo, la "exportación" que puede realizarse desde las nor-
735. Importancia de la cuestión
mas de la teoría general de la responsabilidad civil al microsistema de los
El fenómeno económico de la producción en masa de bienes y servicios, consumidores, como lo señala ese artículo citado, debe respetar el principio
como los complejos sistemas modernos de producción y consumo, hacen que de protección del consumidor y el del acceso al consumo sustentable (art. 1094). De
no siempre sea posible un perfecto y completo control de calidad, entre otros esta forma, las normas macrosistémicas aportarán la base conceptual de un
defectos y vicios de productos que ocasionan daños a los consumidores. Es microsistema "incompleto", desarrollando la regulación de los presupuestos
decir, en esa "sociedad de consumo", en la que la producción se encuentra tec- (entre ellos, los alcances de la causalidad adecuada), que se beneficiará por
nificada y masificada, se verifica una estandarización y despersonalización de el reconocimiento de nuevas funciones de la responsabilidad civil -como la
las condiciones de comercialización de bienes y servicios, los consumidores y preventiva-, nuevos daños y legitimados, pautas adicionales de responsabi-
usuarios se encuentran en una situación de debilidad y vulnerabilidad, funda- lidad objetiva, la consagración de actividades riesgosas y la regulación de las
mentalmente ante la amenaza de nuevos daños particularizados (en general, eximentes.
son masivos y de escasa cuantía individual).
• 737. Quiénes son responsables
En ese contexto, aparece el Derecho del consumiqs>r como conjunto de
principios y reglas, de orden público y fuente constitucional, con carácter Hoy se pretende la reparación lo más amplia posible de esos daños, el
esencialmente protectorio de esa parte débil y vulnerable, que denominamos problema es construir una responsabilidad civil especial, a partir de una plu-
consumidor o usuario. La cuestión ha adquirido proyecciones sociales trascen- ralidad de normas ubicadas en diferentes fuentes, que permitan determinar,
dentes, que explican el rango constitucional de la protección del consumidor entre otros aspectos, quién o quiénes deben reparar esos daños. Precisamente,
(art. 42, CN). en el marco del régimen fijado por la ley 24.240 (ref. por ley 24.999) , existe
492 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDADES ESPECIALES 493
responsabilidad solidaria de toda la cadena de comercialización del producto, a tribunales extranjeros (el del domicilio del fabricante) para obtener la re-
a saber:
paración.
1°) En primer término, el productor y el fabricante, sea que haga la venta
3°) Responde el que pone su marca en el producto. O!tien lo hace asume
directamente, sea que la haga por intermediarios, caso este último que es el que
una obligación de seguridad y el consumidor confía en el prestigio de la marca
tiene verdadera trascendencia social. La responsabilidad del productor y del fa-
bricante nace en el momento de poner en circulación el producto, de tal modo para adquirirlo. Es razonable que responda.
que si no lo hubiera puesto en circulación y el producto hubiera sido sustraído
4°) El proveedor o distribuidor está también obligado en forma concu-
y vendido por un tercero, no responde.
rrente con el fabricante (art. 40, ley 24.240, ref. por ley 24.999). Por nuestra
Cabe preguntarse si el productor o el fabricante son responsables cuando parte, juzgamos injusto colocar a ambos en un pie de igualdad. En verdad, el
la dañosidad del producto se conoce después de haberlo puesto en circulación, intermediario no tiene culpa alguna por los defectos de la cosa, ni ha creado
como puede ocurrir principalmente en el caso de productos farmacéuticos. ningún riesgo. Creemos razonable la solución dada al caso por la Directiva de
Puede suceder - y en realidad ha sucedido- que el progreso de la medicina la Comunidad Europea del25 de julio de 1985, que dispone que si el produc-
demuestre que un producto que se consideraba inocuo, se revele luego dañoso. tor del bien no puede ser identificado, cualquier proveedor será considerado
Se discute si en ese caso responde o no el fabricante. Es lo que se ha dado en como productor o como importador, a menos que él indique a la víctima, en
llamar "el riesgo del desarrollo". ·
un plazo razonable, la identidad de éstos.
Se trata de una cuestión sumamente compleja.
5°) En cuanto al vendedor no fabricante, se discute si es siempre respon-
Por un lado, parece poco razonable responsabilizar a quien ha elaborado sable o si lo es solamente en algunos casos concretos en que media culpa de
un producto que según la ciencia y la técnica imperantes en el momento de su parte. Las VII Jornadas Nacionales de Derecho Civil sostuvieron que: "El
ponerlo en circulación era bueno y conveniente para la salud del consumidor. vendedor no fabricante se libera si se reúnen los siguientes requisitos: el vicio
Se trata de un daño que acaece tiempo más tarde y que, por tanto, resultaba es de fabricación, el vendedor no tenía ni debía tener conocimiento del defecto
imprevisible al momento de poner la cosa en circulación. Por lo demás, se tra-
en razón de su arte o profesión, le era imposible controlar la calidad del pro-
taría de un riesgo atípico que no permite adoptar medidas preventivas. Incluso,
ducto y no asumió personalmente la garantía''.
se puede añadir que un criterio que responsabilice en estos casos al productor
conspira seriamente contra el avance de la ciencia, pues desalentaría la inves- Sin embargo, la ley 24.240 adhirió al criterio de un sector mayoritario de
tigación científica, y, por último, se encarecerían los costos de producción que la doctrina (BusTAMANTE ALsiNA, ALTERINI - LóPEZ CABANA) que sostiene
finalmente recaerían en los consumidores.
la existencia de un caso de responsabilidad objetiva, nacida de la obligación de
Sin embargo, por otro lado, resulta poco aceptable que las víctimas sean seguridad, por lo que se responsabiliza al vendedor por los daños ocasionados
sacrificadas en aras del avance de la ciencia, pues quedarían violados dere- por el vicio o riesgo de la cosa o de la prestación del servicio.
chos esenciales, como el de la integridad de la persona humana, el resguardo
de la calidad de vida y el acceso al consumo sustentable. Añádase que pare- 738. Acciones recursorias
ce razonable que el empresario que introduce un producto en el Mercado .,.
(con el lucro que ello importa) responda por las consecuencias dañosas que Dispone el art. 40, párr. 2°, de la ley 24.240, que la responsabilidad entre
ocasione. En definitiva, quien crea un riesgo debe hacerse responsable por el productor, fabricante, importador, distribuidor, proveedor, vendedor de los
la actividad que desempeña, debiendo obrar con precaución, lo cual no debe ~ productos de consumo y quien le ha puesto su marca es solidaria; sin embar-
implicar un cese en el avance tecnológico, sino el aprovechamiento de los
go, cada uno de ellos tendrá la acción de repetición que corresponda. Sólo se
recursos que la tecnología aporta de la manera más segura para los consu-
midores. liberará total o parcialmente quien demuestre que la causa del daño le ha sido
ajena (art. 40, párr. 2°, ley 24.240). Por ello, en pureza técnica y a la luz del
2°) También responde el importador; él pone en circulación el producto Código Civil y Comercial, consideramos que no se trata de un supuesto de res-
en el país, y por lo tanto debe responder por los daños ocasionados por sus ponsabilidad solidaria sino concurrente, a la que le resulta aplicable el régimen
vicios o defectos. Por lo demás, no sería razonable obligar al dañado a acudir de los arts. 850 a 852 y sus normas concordantes.
P'"f ' .......
§ 10.- RESPONSABILIDAD POR ACCIDENTES DE TRABAJO a) Cuando el accidente hubiera sido causado dolosamente por la víctima
(art. 6°, inc. 3.a], ley 24.557), como ocurriría si el obrero, en un acto de sabotaje,
pretende destruir una máquina que estalla y lo hiere.
739. Doctrina del riesgo profesional
b) Cuando se haya originado en una fuerza mayor extraña al trabajo
El tema de los accidentes del trabajo es propio del Derecho Laboral y ex- (art, 6°, inc. 3.a], ley 24.557); si por el contrario, se trata de una fuerza mayor
traño, por lo tanto, a nuestro estudio. Aquí sólo nos interesa puntualizar cuál inherente al trabajo, hay responsabilidad. En este requisito de la extraneidad,
es la naturaleza y fundamento de la responsabilidad del empleador por estos observamos alguna identificación con la incorporación de igual recaudo en el
accidentes. Código Civil y Comercial (art. 1733, inc. e]). Así, por ejemplo, el patrón está
exento de responsabilidad si el daño se produce como consecuencia de un te-
Antiguamente, este problema jurídico se resolvía sobre la base del derecho rremoto, una inundación, etcétera. Pero si un rayo (que es un acontecimiento
común; es decir, el obrero que pretendía que el patrón lo indemnizara, debía imprevisible) cae sobre el cable én el cual está trabajando un obrero y transmite
probar la culpa de aquél o que el daño había sido hecho por un dependiente descarga eléctrica, matándolo, se trata de una fuerza mayor inherente al trabajo
suyo o, en fin, que lo había provocado una cosa de propiedad del patrón. La y, por lo tanto, indemnizable.
culpa del obrero, aunque fuera leve, excluía la responsabilidad patronal. La
solución ~ra injusta, porque lo cierto es que la vecindad de la máquina, el acos- 7 40. El sistema indemnizatorio de la ley 24.557
tumbramiento con el peligro, originan un aflojamiento de las precauciones
que normalmente suelen adoptarse. En otras palabras, los accidentes son la La Ley de Riesgos de Trabajo introdujo un novedoso régimen que reem-
consecuencia de una actividad peligrosa. Y es lógico, por lo tanto, que cargue plazó el sistema de indemnizaciones por muerte o incapacidad que debían pa-
con ese riesgo, no el obrero, sino el patrón que lo ha creado con su industria y garse en un solo acto, por otro de prestaciones periódicas, con el claro objetivo
que se beneficia con esa actividad peligrosa. de reducir los denominados costos laborales. La ley distingue las incapacidades
laborales entre temporaria y permanente; esta última, a su vez, puede ser par-
Esta doctrina del riesgo profesional fue incorporada a nuestra legislación dal o total. Se incorpora, además, el concepto de gran invalidez, y por separado
por la ley 9688 dictada en el año 1915. De acuerdo con ella, los patrones, sean se regulan las consecuencias de la muerte del damnificado.
personas físicas o jurídicas, son responsables por los accidentes ocurridos por
el hecho y ocasión del trabajo (redacción introducida por la ley 12.631, pues la Si se trata de una incapacidad laboral temporaria, el damnificado percibi-
ley 9688 decía: con motivo y en Ejercicio del trabajo). En principio, es necesario rá una prestación de pago periódico equivalente al valor mensual del ingreso
que el accidente se produzca en el lugar del trabajo; pero ya lajurisprudencia, base multiplicado por el porcentaje de incapacidad, además de las asignaciones
con un criterio tuitivo del trabajador, había admitido la indemnización de los familiares correspondientes, hasta la declaración del carácter definitivo de la
accidentes ocurridos in itinere, y la ley 15.448 admitió expresamente esa solu- incapacidad (art.14, inc. 1°, ley 24.557).
ción al disponer que el empleador será igualmente responsable del accidente cuando Si se trata de una incapacidad permanente parcial, la ley distingue según
el hecho generador ocurra al trabajador en el trayecto entre su lugar de trabajo y su el grado de incapacidad. Si ella es igual o inferior al cincuenta por ciento, se
domicilio o viceversa, siempre que el recorrido no haya sido interrumpido en interés dispone una indemnización de pago único; en cambio, si es superior a ese
particular del trabajador o por cualquier razón extraña al trabajo (art. 2°). porcentaje y hasta el sesenta y seis por ciento, se establece el pago de una renta
periódica más una compensación adicional de pago único (arts.14, incs. 2.a] y
La legislación vigente, sancionada en el año 1995 y llamada de riesgos del
2.b], y 11, inc. 4.a], ley 24.557).
trabajo (ley 24.557), a la par de crear la figura de las Administradoras de Ries-
gos de Trabajo (ART) e imponer un sistema de seguro obligatorio, ha ratifica- Si la incapacidad permanente fuere total, el damnificado percibirá las pres-
do esos principios (art. 6°). Basta, pues, con que el accidente haya ocurrido en taciones que por retiro definitivo por invalidez establezca el régimen previsio-
el lugar de trabajo o in itinere, para desencadenar la responsabilidad del patrón. nal, una prestación mensual complementaria y una compensación dineraria
No es necesario probar su culpa, ni que el daño fue hecho por un empleado adicional de pago único (arts. 15, inc. 2°, y 11, inc. 4.b], ley 24.557) .
. suyo o con una cosa de la cual se servía o era de su propiedad. Es suficiente la
prueba del daño ocurrido en dichas circunstancias. Cuando se tratare de un supuesto de gran invalidez, la ART deberá pa-
gar al damnificado, además, otra prestación de pago mensual (art. 17, inc. 2°,
En consecuencia, el patrón sólo deja de ser responsable: ley 24.557).
- ,_
En caso de muerte del damnificado, sus derechohabientes accederán a la En octubre de 2012 este sistema especial de reparación de los accidentes y
pensión por fallecimiento prevista en el régimen previsional al que el fallecido enfermedades laborales tuvo un nuevo reajuste. Concretamente, la ley 26.773
estuviera afiliado y a las prestaciones correspondientes al supuesto de incapa- dispuso que aquellos importes debían actualizarse a valores de octubre de
cidad permanente total (art. 18, inc. 1°, ley 24.557). 2012, tomando en cuenta la variación del índice RIPTE (Remuneraciones
Imponibles Promedio de los Trabajadores Estables), publicado por la Secreta-
Sin embargo, es importante destacar que este sistema ha quedado severa- ría de Seguridad Social del Ministerio de Trabajo, que es un índice de medi-
mente afectado a raíz de dos fallos dictados por la Corte Suprema de Justicia ción d~l incremento de los salarios. La ley también estableció que, a partir de
de la Nación durante el año 2004, en los autos ''Aquino" y "Milone". En el octubre de 2012, los importes en cuestión (piso mínimo e indemnización fija
primero de ellos se declaró la inconstitucionalidad del art. 39 de la ley 24.557 adicional) se actualizarían por el índice RIPTE cada seis meses. El art. 17.5
(norma que, luego, fue parcialmente derogada por la ley 26.773), con funda- de esa ley 26.773 estableció que las nuevas disposiciones de esta ley en materia
mento en que el hecho de que los menoscabos a la integridad psíquica, física y de indemnizaciones regirían para el futuro, pues solamente se aplicarían a los
moral del trabajador deban ser indemnizados sólo en los términos de lamen- accidentes y enfermedades laborales cuya primera manifestación invalidante
se prod{.¡jera a partir de la fecha en la que la nueva ley fue publicada en el Bo-
cionada ley, vuelve al citado art. 39 contrario a la dignidad humana (valor que
letín Oficial (26 de octubre de 2012) . Sin embargo, un sector importante de
también aparece expresamente reconocido en los arts. 51,52 y eones. del Códi-
la jurisprudencia resolvió aplicar las disposiciones de la ley 26.773 a casos de
go Civil y Comercial), ya que ello entraña una suerte de pretensión de cosificar
accidentes o enfermedades que eran anteriores a la fecha mencionada.
a la persona, por vía de considerarla sólo un factor de la producción, un objeto
del mercado de trabaj o. En el segundo fallo se dispuso que cuando se tratare de Ante los recursos deducidos por las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo
una incapacidad transitoria, si bien como regla resulta admisible que la repara- (ART), la Corte Suprema de Justicia de la Nación se pronunció en la cau-
ción dineraria sea satisfecha mediante una renta periódica, resulta reprochable sa "Espósito", estableciendo que el criterio de actualizar mediante el índice
constitucionalmente la circunstancia de que no se prevea excepción alguna a RIPTE la indemnización legal correspondiente a un accidente que había ocu-
tal regla, lo cual resulta discriminatorio e incompatible con el principio protec- rrido en marzo de 2009 no se compadece con el claro texto de la ley 26.773,
torio del trabajador y los requerimientos de condiciones equitativas de labor. por lo que resolvió que el reajuste de las indemnizaciones legales dispuesto
por esta norma no puede aplicarse a la reparación de daños provocados por
A la luz de los mencionados fallos parece necesario admitir que el trabaja- accidentes laborales ocurridos con anterioridad, sino sólo a las contingencias
dor cuenta, ahora, con dos tipos de acciones, excluyentes una de otra: el primer futuras; más precisamente, a los accidentes que ocurrieran y a las enfermeda-
tipo de acciones integrado por las admitidas en la ley 24.557 que se reseñaran des que se manifestaran con posterioridad a su publicación (CSJN, "Espósito,
en este número; y el segundo constituido por la acción civil ordinaria, que pro- Dardo Luis c. Provincia ART SA s/accidente -ley especial").
cura una indemnización integral.
El sistema de reparación de los accidentes de trabajo y enfermedades labo- § 11.- RESPONSABILIDAD POR DAÑOS AL AMBIENTE
rales, fijado por la ley 24.557, fue objeto de posteriores modificaciones legisla-
tivas. En primer lugar, debe recordarse que el pago de las prestaciones se en- 741. Nuevos riesgos que provocan un cambio paradigmático
cuentra a cargo de esas aseguradoras contratadas por el empleador, que deben
abonarle al trabajador una indemnización en la que se consideran cuestiones El desarrollo de la ciencia y la tecnología y las nuevas modalidades de
como la edad de la víctima, los haberes y la entidad de la incapacidad. En el año producción y consumo, entre otras, trajeron beneficios a la humanidad, pero
2000, a la indemnización así calculada se le añadió el pago de una suma fija que en paralelo, la expusieron a nuevos y heterogéneos peligros, al punto que al-
podía ser de$ 30.000, $ 40.000 o$ 50.000, de acuerdo con el mayor o menor gunos autores comenzaron a hablar, desde la sociología, de la vigencia de una
grado de la incapacidad sufrida por el trabajador. A fines de 2009, la indem- "sociedad de riesgos" (BECK, U1rich, La sociedad del riesgo, 1998; La sociedad del
nización adicional de suma fija fue elevada a $ 80.000, $ 100.000 y$ 120.000, riesgo global, 2002). Este nuevo modelo y la creciente preocupación por la pro-
respectivamente; y para la indemnización variable se fijó un piso mínimo que, blemática ambiental que se comenzó a desarrollar en la década del sesenta, del
por ejemplo, para los casos de incapacidad total o muerte ascendía a$ 180.000, pasado siglo, provocaron verdaderos cambios paradigmáticos a los que no pudo
es decir, que la aseguradora jamás podía pagar menos de ese importe aunque el escapar la ciencia jurídica, que debió adaptarse a esta auténtica revolución y
sueldo de la víctima hubiera sido muy bajo. revisar sus postulados. En primer término, superada la moda del pensamiento
..... ......
........ ........
498 ALEJANDRO BO RDA (DI R.) RESPONSABILIDADES ESPECIALES 499
"verde", se produjo una explosión normativa, no sólo de documentos interna- 742. La revisión de los presupuestos clásicos
cionales, sino que los Estados reconocieron en sus constituciones el derecho a
un ambiente sano y sancionaron leyes para protegerlo. En ese contexto de cambios paradigmáticos y en la búsqueda de un análisis
de la función resarcitoria de los daños ecológicos, que se integre no sólo por el
En este escenario mundial, nuestro país incluyó dentro de los nuevos de- mandato constitucional de su prioritaria recomposición, sino también por las
rechos reconocidos en la reforma constitucional del año 1994, el que corres- previsiones de la ley 25.675 y la teoría general de la responsabilidad civil conte-
ponde al ambiente sano, con el correlativo deber de preservación (art. 41, CN). nida en el Código, advertimos que, aunque los presupuestos de la responsabili-
Los dos primeros párrafos de la norma constitucional disponen: Todos los ha- dad por daño ambiental no escapan de las reglas generales, en el caso presentan
bitantes gozan del derecho a un ambiente sano, equilibrado, apto para el desarrollo particularidades derivadas de la complejidad de siniestros contaminantes que
humano y para que las actividades productivas satisfagan las necesidades presentes no reconocen límites temporales ni espaciales.
sin comprometer las de las generaciones futuras; y tienen el deber de preservarlo. En tal sentido, la existencia de una autorización administrativa que anu-
E l daño ambiental generará prioritariamente la obligación de recomponer, según lo laría el requisito de antijuridicidad, no es relevante para eximir de responsa-
establez ca la ley.- Las autoridades proveerán a la protección de este derecho, a la uti- bilidad (arts. 1717, 1757 y eones.), porque la ilicitud se configura con la mera
lización racional de los recursos nat urales, a la p reservación del patrimonio naturaly afectación de ese bien expresamente reconocido por el art. 41 de la Constitu-
cultural y de la diversidad biológica, y a la información y educación ambientales. Es ción Nacional. Claramente no existe un derecho a contaminar, ni a contaminar
importante destacar -en lo que hace a nuestra materia- lo que esta cláusula y pagar. Lo que sí existe es una prohibición de contaminar y la asunción por
constitucional consagra: el daño ambiental generará prioritariamente la obliga- quien contamina de todas las consecuencias d(tñosas.
ción de recomponer, según lo establezca la ley.
No quedan dudas de que el factor de atribución de la responsabilidad am-
A este reconocimiento supra legal, debemos agregar a las leyes de presu- biental, en la labor integrativa de normas que indicamos, debe ser de tinte
puestos mínimos de protección ambiental, dictadas al amparo de la previsión objetivo (arts. 28 y 29, Ley General del Ambiente, arts. 1757 y eones. del Cód.
Civ. y Com.). El daño será una consecuencia del riesgo de la cosa o de la acti-
contenida en el mismo artículo, entre las que destacamos, la Ley General del
vidad, por lo que la culpa deviene irrelevante (art. 1722). Al analizar las normas
Ambiente 25.675, que contiene un capítulo específico sobre responsabilidad
específicas que citamos de la ley 25.675, advertimos que el art. 28 en forma
por daños ambientales. Por último, pensamos que el marco normativo de esta
expresa impone el factor de atribución objetivo y aunque la técnica del artículo
materia deberá integrarse con el Código Civil y Comercial, que tiene valiosas
~~ disposiciones aplicables (entre ellas, arts. 14,240,241, 1737).
siguiente puede cuestionarse, fundamentalmente desde que refiere a "la adop-
ción de medidas destinadas a evitarlo" (al daño) y a la inapropiada referencia de
la "concurrencia de culpas", estamos convencidos que debe interpretarse como
En términos análogos a los indicados en el nro. 736, el intérprete jurídico
una responsabilidad objetiva "reforzada", que se inicia en el adverbio utilizado
deberá convivir con esta pluralidad de fuentes e intentar relaciones normati-
en aquel art. 28 (objetivamente) y continúa con la imposición de ese plus de
vas que permitan alcanzar soluciones justas para la problemática de los daños diligencia que consagra el art. 29, junto con la mención de las dos eximentes
ambientales, para la que será importante no sólo la función resarcitoria regu- tradicionales, a la que agregamos una nueva versión del caso fortuito en la
lada en el Código, sino fundamentalmente y a partir de las particularidades teoría general.
de esos daños (masividad, irreversibilidad), una adecuada aplicación de las tu-
telas preventiva y precautoria. No está de más señalar que mediante la tutela El daño ambiental es un perjuicio especial y ambivalente. Por sus caracte-
preventiva se procura pre~enir un daño ambiental cierto, mientras que con la rísticas, no es un daño común. Partimos del soporte conceptual normativo de
la Ley General del Ambiente, que lo define como toda alteración relevante que
tutela precautoria se preteñde un resguardo ante la creación de un riesgo con
modifique negativamente el ambiente, sus recursos, el equilibrio de los ecosistemas, o
efectos desconocidos y por tanto imprevisibles (CSJN, 23/2/2016, "Cruz, Feli-
los bienes o valores colectivos (art. i7). La relevancia se vincula con la imposibi-
pa y otros c/Minera Alumbrera Limited y otro", Fallos 339:142). Estas tutelas
lidad del ambiente de regenerar lo destruido o degradado, con un menoscabo
procuran, por un lado, disminuir las asimetrías estructurales en los diferentes
significativo, con una "alteración negativa adjetivada" (CAFFERATTA, Néstor
sectores sociales de la población en lo que hace a la calidad de vida; y, por otro A., "Teoría general de la responsabilidad civil ambiental", en Derecho ambiental
lado, fomentar un desarrollo sustentable que permita satisfacer las necesidades y daño, dir.: Ricardo Luis LoRENZETTI, La Ley, 2009, p. 19). La definición
presentes pero sin comprometer las de las generaciones futuras. expuesta de este especial perjuicio adquiere ribetes de extrema complejidad
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RESPONSABILIDADES ESPECIALES 501
500 ALEJANDRO BORDA (DIIl)
cuando se la vincula con la naturaleza ambivalente de la expresión daño am- 1: § 12.- RESPONSABILIDAD POR AFECTACIÓN DE DERECHOS PERSONALÍSIMOS
biental, porque la misma designa no sólo al daño colectivo que opera ante una
A.- INTROMISIÓN EN LA VIDA PRIVADA
alteración relevante del ambiente como consecuencia disvaliosa que compro-
mete a un bien específico (art. 1737 y arts. 27 y sigs., ley 25.6 75), sino también
743. Protección a la vida privada:
al que "de rebote" afecta esferas individuales como la vida, la salud y la pro-
piedad de las personas y es lo que se conoce como daño ambiental indirecto La Declaración Universal de los Derechos Humanos, de jerarquía cons-
(arts.1737, 1738 y 1741), que sin embargo mantiene un estrecho vínculo con titucional (art. 75, inc. 22, CN) consagra el derecho que toda persona tiene al
aquel perjuicio ecológico puro. resguardo de su vida privada, lo que se traduce en el otorgamiento de acciones
legales que procuren evitar toda injerencia arbitraria, no sólo en su vida, sino
Conviene señalar que mientras el beneficiario de la indemnización tambiép en su familia, su domicilio, su correspondencia, y toda agresión a su
del daño ambiental colectivo es el Fondo de Compensación Ambiental honra o a su reputación.
(ley 25.675), el del daño individual es el damnificado particular. Además,
Con otras palabras, el Código Civil y Comercial dispone que el que arbitra-
debe recordarse que el legitimado activo en el primer caso es el afectado, el
riamente se entromete en la vida ajena y publica retratos, difunde correspondencia,
Defensor del Pueblo, las asociaciones no gubernamentales de defensa am-
mortifica a otros en sus costumbres o sentimientos, o perturba de cualquier modo su
biental y el Estado (nacional, provincial o municipal), en el seg~ndo caso solo intimidad, debe ser obligado a cesar en tales actividades, si antes no cesaron, y a
lo es la persona directamente damnificada por el hecho dañoso (art. 43, C.N., pagar una indemnización que debe fijar el juez, de acuerdo con las circunstancias
y art. 30, ley 25.675). (art. 1770, 1a parte).
A partir de lo expuesto, uno de los temas más complejos es el de la relación No importa que lo que se publique o difunda sea verdadero. Tampoco es
de causalidad ambiental. En nuestro sistema se ratificó la vigencia de la causa- necesario que se den precisamente los supuestos -ejemplificativos- que la
lidad adecuada (art. 1726), pero por las características reseñadas y la incerti- norma enuncia, pues ella se encarga de resaltar que lo que se castiga es la per-
dumbre reinante, aquel vínculo es refractario a tesis que se apoyan en criterios turbación de cualquier modo de la intimidad. De lo que se trata es, entonces, de
resguardar la intimidad personal o familiar, su imagen, su identidad y, en defi-
de previsibilidad. En las dos funciones que tiene este presupuesto (autoría y
nitiva, su dignidad,personal que no puede ser menoscabada (conf. art. 52). Hay
régimen de consecuencias) observamos dificultades para aplicar el molde clá-
aspectos de la vida privada que deben ser protegidos, tales como cuestiones de
sico a la relación de causalidad ambiental, porque estos daños soh de ordinario
salud, creencias religiosas e ideológicas, preferencias sexuales, etc. Nadie tiene
manifestaciones que operan después del transcurso ele un largo período de derecho -por regla- a invadir esa esfera íntima. Pero, desde luego, si quien re-
tiempo, que puede reconocer varias causas, las que también pueden ubicarse vela el hecho que vulnera su intimidad es el propio afectado, o si se trata de un
a una notable distancia de los efectos. En ese cont~xto, se descarta un vínculo acontecimiento ocurrido en un lugar público o se trata de un hecho de interés
lineal y se lo reemplaza por una causalidad circular, porque idénticas c~usas público, desaparece la nota de la arbitrariedad que es la que desencadena las
pueden producir efectos diferentes y causas distintas pueden producir iguales consecuencias previs-tas en el art. 1770.
consecuencias, entre otras conclusiones que destierran a la previsibilidad como
Por lo tanto, el Código prevé dos consecuencias ante el entrometimiento
nota constitutiva de la relación de causalidad ambiental e imponen una amplia ~
arbitrario eri la vida ajena. Por un lado, el cese de la actividad, que se entronca
convocatoria de otras ciencias que puedan acudir en auxilio de la prueba de en el deber genérico de,prevenir el daño previsto por el art. 1710; por el otro,
este complejo vínculo. el pago de una indemnización que no parece estar limitada a la reparación del
daño moral (o afecciones espirituales legítimas' en los términos del art. 1738),
En síntesis, desde la visión polifuncional que se desprende de la plura- sino que se extiende a cualquier daño sufrido, de acuerdo con las circunstancias.
lidad de fuentes que citamos, queda claro el derecho de to_do hombre a vivir
en un ambiente no contaminado ni degradado y consiguientemente el de La norma añade que, a pedido del agraviado, puede ordenarse la publicación
exigir no sólo el resarcimiento de los daños sufridos sino también la facultad de la sentencia en un diario o periódico de/lugar, si esta medida es procedente para
de ejercer acciones tendientes a evitar la producción o continuación de tales una adecuada reparación (art. 1770, parte final). Es que de esta manera se puede
dar una adecuada reparación, toda vez que la publicación en los diarios locales
efectos.
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502 ALEJANDRO BORDA (DIR.) RESPONSABILIDADES ESPECIALES 503
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o nacionales, según el caso, pueden satisfacer a la víctima teniendo en cuenta la 8.- PUBLICACIONES PERIODISTICAS
popularidad que ostentase.
744. Cuestiones preliminares
Hoy en día, uno de los medios más usados para este entrometimiento ar-
bitrario es internet. La circunstancia de que en determinadas páginas web se Cuando se plantea el tema de la responsabilidad por las publicaciones pe-
incluya información que pueda resultar dañosa, acarreará la responsabilidad riodísticas, entran a jugar diversos principios constitucionales, lo cual pone en
del autor de la nota y del dueño del sitio, en la medida de que se den o no de- evidencia su dificultad.
terminadas pautas que veremos en el nro. 746.
En efecto, por una parte, aparece la libertad de prensa que no sólo constitu-
Pero, además de ello, debe destacarse que se plantean otros interrogantes ye un pilar fundamental del sistema de~ocrático, sino que ampara el derecho
vinculados con la manera de llegar a esa información; esto es, qué responsa- a publicar las ideas sin censura previa (art. 14, CN). Por otra parte, no resulta
bilidad les cabe a los denominados buscadores. CoMPAGNUCCI DE CAso ex- admisible que esa libertad de prensa sea ejercida irresponsablemente, sin medir
plica que hay tres tesis. La primera, para la cual los buscadores no responden los daños ,que se puedan causar, máxime desde que el principio alterum non
por daños derivados de información o imágenes indebidamente publicadas, . laedere ha ganado jerarquía constitucional (arts. 19 y 43, CN). En este análisis,
por cuanto no son generadores de los contenidos, sino meros intermediarios. es necesario tener en cuenta las diferentes maneras de transmisión de la noti-
Esta tesis añade que para los buscadores es imposible controlar el contenido cia, según sea una publicación en un medio gráfico, a través de programas de
de millones de páginas web, que ello encarecería el sistema, y que implicaría televisión o radio que, a su vez, pueden ser transmitidos en vivo o haber sido
grabados con anterioridad, o por medio de internet.
arrogarse la facultad de censurar la inform:ación (cuestión esta última que será
tratada en el nro. 744). La tesis opuesta pregona, en cambio, la responsabilidad
objetiva de los buscadores por el riesgo o peligrosidad de la actividad que de- 7 45. La doctrina de la real malicia
sarrollan. Añadimos, por nuestra parte, que debe tenerse en cuenta que se trata
La Corte Suprema ha tomado nota de la tensión referida en el número
de una actividad claramente lucrativa. Finalmente, existe una tesis intermedia,
anterior, y a través de diversos fallos ha procurado establecer las vías por las que
la cual pregona que los buscadores no son asimilables a los diarios y revistas, deben ejercerse ambos derechos.
pues no controlan ni modifican los contenidos de la información, pero deben
adoptar ciertos deberes de cuidado, cuya infracción puede generar responsa- Para ello, ha incorporado a nuestro régimen jurídico el estándar de la real
bilidad con base en algún factor subjetivo. Y es por esa razón, que si son no- malicia y ha prescindido del llamado test de la verdad, como adecuada protec-
tificados de los daños producidos por un contenido determinado y no actúan ción de la libertad de expresión.
con diligencia para bloquear el acceso a esos contenidos, son responsables por
El principio de la real malicia, a diferencia del test de la veracidad, no opera
culpa (CoMPAGNUCCI DE CAso, Rubén H., Derecho de las Obligaciones, no 346,
en función de la verdad o falsedad objetiva de las expresiones publicadas, pues
Ed. La Ley, 2018).
entra en acción cuando ya está aceptado que se trata de manifestaciones cuya
La Corte Suprema de Justicia se enrola en esta última posición. En efec- verdad no ha podido ser acreditada, son erróneas o incluso falsas. Todo ello
to, ha resuelto que los motores de búsqueda son intermediarios y no produc- implica que !a materia de discusión o prueba es el conocimiento que el perio- ...
dista o medio periodístico tuvo -o debió tener- de esa falsedad o posible
tores de contenidos, que su responsabilidad no debe ser juzgada conforme las
falsedad, lo que obliga al tribunal a limitarse a verificar la efectiva prueba del
normas de la responsabilidad objetiva, prescindiendo de la idea de culpa; por
conocimiento de la falsedad de los hechos expresados.
el contrario, su responsabilidad sólo puede juzgarse por un factor de atribu-
ción subjetivo, cuando se trata de manifiestas y groseras ilicitudes, o supues- El Alto Tribunal ha señalado que la aplicación de la "real malicia" depende,
tos que importen violaciones graves a la intimidad, o cuando en los casos entonces, de la comprobación de circunstancias de hecho consistentes en la
dudosos media una notificación judicial o administrativa previa y la empresa existencia de un elemento subjetivo de conocimiento o al menos de despreo-
no adopta las diligencias necesarias para impedir o hacer cesar el daño de- cupación respecto de la falsedad de los hechos, presupuestos cuya prueba recae
nunciado (CSJN, 28/10/2014, "R., M.B. c/Google Inc. s/daños y perjuicios", sobre quien se considera agraviado. Si se comprueban tales circunstancias, la
E.D.260-176). responsabilidad del medio periodístico es innegable .
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....,..
e) El tiempo verbal Se ha establecido que la difusión de noticias que puedan 748. Factor de atribución. Prueba. Daño reparable
afectar la reputación de las personas no resulta jurídicamente objetable cuando
se ha utilizado el modo potencial, absteniéndose de efectuar consideraciones Dispone el art. 1771, primer párrafo, que en los daños causados por una acu-
de tipo asertivo. Esto significa que el sentido completo del discurso debe ser sación calumniosa sólo se responde por dolo o culpa grave. El dolo debe ser inter-
conjetural y no asertivo, sin que sea suficiente el uso del mencionado modo pretado en los términos del art. 1724, esto es, como la intención de dañar o la
verbal, pues este exclusivo señalamiento desatiende la auténtica finalidad de manifiesta indiferencia por los intereses ajenos.
dicha doctrina, que estriba en otorgar protección a quien se ha referido a lo que
La culpa grave, en el caso que estamos analizando, es el extremo descuido
puede ser o no ser, descartando toda afirmación.
o la excesiva negligencia en la imputación realizada, que cualquier persona
d) La retractación del medio periodístico. La retractación efectuada por el pudo o podía prever. En otras palabras, quien ha acusado, no tenía razones jus-
medio periodístico respecto de lo anteriormente informado, no lo libera de tificables para creer que ese acusado estaba implicado. Pero debe quedar claro
que no es necesario que el denunciante tenga acabadas pruebas del delito que
su responsabilidad. Por ello, el ofendido tiene abierta la acción indemniza-
se denuncia y de sus autores, pues, en verdad, esto último queda en manos del
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toria en sede civil, quedando -además- relevado de producir la prueba del
hecho. Estado que debe impulsar la investigación.
e) La iriformación transmitida por interne!: Hemos dicho antes (nro. 743) Por ello, el denunciante o querellante responde por los daños derivados de la
que el daño causado por publicaciones hechas en sitios web responsabiliza al falsedad de la denuncia o de la querella si se prueba que no tenía razones justifi-
autor de la nota y al sitio en la que aparece, de modo análogo a lo que ocurre cables para creer que el damnificado estaba implicado (art. 1771, párr. 2°). Qyien
cuando se publica una nota que causa un daño en un periódico. Pero el tema debe cargar con esta prueba es la víctima. Es cierto que será muy difícil obte-
que se viene debatiendo es si existe o no responsabilidad de los motores de ner prueba directa de que quien acusó no tenía motivo para sospechar que el
búsqueda. Sobre esta cuestión nos hemos dedicado en el número indicado y damnificado estuviese implicado en el delito; por ello, habrá que recurrir a los
allí remitimos. hechos indiciarios que permitan revelar que la acusación ha sido calumniosa.
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506 ALEJANDRO BORDA (DI R.) RESPONSABILIDADES ESPECIALES 507
El daño reparable es tanto el extrapatrimonial o moral, como el patrimonial de máxima categoría, entraría en la regla del valor normal; pero la misma suma
que se haya sufrido. Así, por ejemplo, una acusación calumniosa que ,deriva en introducida por un mochilero en un hostel, lo obligaría a declararla. En todo
la detención del imputado, puede generar una severa aflicción espiritual (daño caso, el juez deberá valorar cada caso concreto, siguiendo como pautas la con-
moral), pero también daño emergente (los gastos de defensa) y lucro cesante (las dición del viajero y el tipo de establecimiento.
ganancias no obtenidas justamente por la imposibilidad de trabajar a raíz de la
Entendemos que esta norma debe complementarse con el art. 4° de la
detención).
ley 24.240 (de Defensa del Consumidor), en tanto el hotelero, como provee-
dor, deberá informar al viajero-consumidor, de su obligaCión de declarar los
§ 13.- lA RESPONSABILIDAD DE LOS HOTELEROS Y ESTABLECIMIENTOS ANÁLOGOS bienes de elevado valor, por cuanto en caso de no hacerlo, no podrá invocar la
falta de declaración como eximente de responsabilidad.
749. Concepto de hotelero y viajero La omisión del pasajero de dar cumplimiento a la norma traerá aparejada
como consecuencia la pérdida del derecho a reclamar por el robo o hurto sufrido.
Se entiende por hotelero a todo aquel cuyo negocio consista en dar aloja-
miento a viajeros. El viajero es estrictamente quien se aloja en el hotel, por lo A su vez, si los valores declarados son excesivos en relación con el tipo de
que no comprende a quien se encuentre accidentalmente en el lugar. Los daños establecimiento, o si su cuidado causa molestias excesivas, el hotelero tiene el
que pueda sufrir este último se regirán por las normas de derecho común. derecho de negarse a recibirlos (art. 1373).
El árt. 1375 extiende la aplicación del régimen de responsabilidad del ho- La responsabilidad del hotelero surge tan pronto como las cosas han sido
telero a hospitales, sanatorios, casas de salud y deporte, restaurantes, garajes, lugares introducidas en el hotel, sea por sus empleados o por el propio viajero; y aun
y playas de estacionamiento y otros establecimientos similares que prestan sus servi- antes, si las cosas fueron entregadas al empleado del hotel para que las intro-
cios a título oneroso. dujera. No cesa su responsabilidad por la circunstancia de que el viajero tenga
la llave de su habitación (art. 1369).
751. Objetos por los cuales responde el hotelero
754. Personas de cuyos hechos responde el hotelero
El hotelero responde por los daños o pérdidas sufridas en ,todos los efectos
introducidos en los hoteles, inclusive los vehículos de cualquier clase dejados El hotelero responde ante todo de sus propios hechos y de los de sus de-
en las dependencias del hotel (art. 1370, incs. a] y b]). Sin embargo está exi- pendientes, lo que no es sino una aplicación del régimen general de la respon-
mido de responder por los bienes del pasajero dejados dentro del vehículo sabilidad; empero responde también de los hechos de terceros, sea otro viajero o
(art. 1371, párr. 2°), lo que constituye una solución muy discutible, sobre todo cualquier persona extraña, pues en definitiva el factor de atribución es objetivo.
si se dejan cosas de moderado valor (por ejemplo, valijas que contienen ropa y La responsabilidad se extiende a los daños sufridos por el viajero (en su persona o
enseres personales). sus bienes), lo que abarca obviamente la desaparición de los objetos introducidos.
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CAPÍTULO X
1:
ACCIONES EN EL MARCO DE LA FUNCIÓN RESARCITORIA r:
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DE LA RESPONSABILIDAD CIVIL Y CUESTIONES DE DERECHO ;r
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INTERNACIONAL PRIVADO
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§ 1.- EJERCICIO DE LAS ACCIONES DE RESPONSABILIDAD '
A) LEGITIMACIÓN ACTIVA
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760. Qpiénes pueden ejercer la acción de daños
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512 ALEJANDRO BORDA (DIR.) ACCIONES EN EL MARCO DE LA FUNCIÓN RESARCITORJA... 513
b) A los sucesores universales de la víctima. En el campo contractual, Ante todo, conviene partir de lo que dispone el Código Civil y Comercial:
claramente se establece la regla -que admite ciertas excepciones- de que los hay daño cuando se lesiona un derecho o un interés no reprobado por el or-
efectos del contrato se extienden, activa y pasivamente, a los sucesores univer- denamiento jurídico (art. 1737). No cualquier daño es resarcible; es necesario
sales (art. 1024). La misma regla rige en el supuesto de hechos ilícitos en lo que se afecte un derecho o un interés que no sea ilícito. Con todo, parece claro
que se refiere a la reparación de las consecuencias patrimoniales, pues desde que nuestra legislación procura reparar todo daño, siempre y cuando el interés
la muerte del causante, los herederos tienen todos los derechos y acciones de protegido no sea contrario al ordenamiento jurídico. Pero cabe añadir algo 11¡;11
aquél de manera indivisa, con excepción de los que no son transmisibles por más: en nuestro sistema jurídico parece importar, más que el hecho dañoso,
sucesión (art. 2280, párr. 1°). Justamente por ello, los sucesores universales no las consecuencias dañosas de ese hecho, que repercuten sobre el damnificado, '11''11!
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están legitimados para reclamar las consecuencias no patrimoniales derivadas consecuencias dañosas que podrán ser de orden patrimonial o extrapatrimo-
del hecho, a menos que el causante la hubiese iniciado antes de morir o que nial, que ofrezcan una relación de causalidad adecuada con el hecho dañoso, y
del hecho resulte la muerte de la víctima (art. 1741, párrs. 1°, 2a parte, y 2°). que es lo que deben indemnizarse.
Por lo tanto, cuando se trata de un supuesto de daño extrapatrimonial sólo
tiene legitimación la víctima, llamada damnificado directo (art. 1741, párr. 1°). Asimismo, no puede dejarse de contemplar que lo indemnizable no son
Un ejemplo se da en el supuesto de acusación calumniosa: d~da la naturaleza todas las consecuencias, sino aquellas que son inmediatas o mediatas previsi-
personalísima del derecho afectado, no se concibe que pueda reclamar una bles, por lo que quedan fuera del marco de responsabilidad las consecuencias 11!1
reparación otra persona que no sea la propia víctima. Pero si la víctima había casuales (arts. 1727 y 1728), es decir, aquellas consecuencias que no pueden ser
iniciado la acción antes de morir, las cosas cambian: queda ya de manifiesto no razonablemente previstas por una persona diligente. La conexión del hecho
sólo la existencia del daño, sino el propósito de la víctima de hacerlo valer en ilícito con el daño debe ser más o menos próxima; en otras palabras, debe haber
justicia; en esas condiciones, se justifica que los herederos puedan continuar entre ambos una causación adecuada, causalidad esta que comprende las con-
secuencias inmediatas y las mediatas previsibles (ya nos hemos referido a esta
la acción.
cuestión más arriba, nro. 593 y sigs.). Supongamos el supuesto de una persona
e) A los acreedores de la víctima, en ejercicio de la acción subrogatoria que habitualmente hace donaciones a una entidad de bien público o, sin obli-
(art. 739); salvo el ca~o del daño moral que no puede dar lugar al ejercicio de la gación legal alguna, le pasa una suma dineraria mensual a otra persona. Ante el
acción subrogatoria dado su carácter personalísimo (art. 741, inc. a). supuesto de muerte del benefactor, ¿podrá la persona beneficiaria o la entidad
de bien público reclamar a quien causó la muerte la reparación del daño que
d) A los cesionarios de la acción de daños (arg. art.1614), ~n la medida que sufrirán por no recibir más esas prestaciones? Nos parece claro que no, pues si
tal acción sea cesible. bieri se trata de un interés no contrario al ordenamiento jurídico, se trataría de
una consecuencia claramente casual. Por lo demás, si el accionante no podía,
e) A toda otra persona que, aun sin ser pariente, recibiera del muerto una en vida de la víctima, exigirle en justicia el pago de los beneficios recibidos, no
pensión de alimentos fundada en un derecho nacido"de la ley o de un contrato, puede reconocérsele acción contra el autor de la muerte del benefactor para
como podría ser el caso del beneficiario de la renta vitalicia ante la muerte del que le pague una indemnización que viene a ser el sustitutivo de aquellos be-
deudor de ella, cuando la vida contemplada para la duración del contrato sea neficios a los que no tenía derecho.
justamente la del deudor. '11
saba una pensión de alimentos a su madre, etcétera. Todas estas personas son te de la víctima se le reconoce al conviviente el derecho a reclamar lo necesario
perjudicadas indirectas; pero es evidente que no todas ellas pueden reclamar la para alimentos (art. 1745, inc. b). El segundo, porque nuestra jurisprudencia
reparación de los daños al autor del hecho dañoso, pues las irradiaciones de un desde hace tiempo comenzó a reconocer esta legitimación, la que se vio conso-
daño pueden ser infinitas. lidada cuando se resolvió durante la vigencia del Código Civil de VÉLEZ que se
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ACCIONES EN EL MARCO DE LA FUNCIÓN RESARCITORIA.. . 515
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514 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
En cuanto a los hermanos, si no conviven con la víctima, no tienen legiti-
encuentran legitimados los concubinarios para reclamar la indemnización del mación para reclamar los daños extrapatrimoniales. Es que no son herederos
daño patrimonial ocasionado por la muerte de uno de ellos como consecuencia forzosos (ni ascendientes ni descendientes); y, por ello, sólo tendrían legitima-
de un hecho ilícito, en tanto no medie impedimento de ligamen (CNCiv., en ción para reclamar si acreditan haber convivido con la víctima y haber recibido
pleno, 4/4/1995, "F., M.C. c/El Puente"). El nuevo régimen instaurado por el de ella ostensible trato familiar.
Código Civil y Comercial está en la misma línea desde que establece que uno
de los requisitos para reconocerle efectos jurídicos a las uniones convivenciales 763. Acciones que tienen los herederos con motivo de la muerte de una per-
es que no haya impedimento de ligamen (art. 510, inc. d), aunque añade otro sona
más: que la convivencia exista por un período no menor a dos años (art. 510,
inc. e). Reunidos estos recaudos, entendemos que el o la conviviente tiene de- De lo expuesto en los parágrafos anteriores resulta que los herederos (como
recho a reclamar los daños sufridos por la muerte de su pareja. todo otro perjudicado que pruebe los daños sufridos) tienen derecho a recla-
mar la indemnización de los perjuicios que les ha producido la muerte de una
En el caso de que se trate de reparar las consecuencias rio patrimoniales,
persona. Es una acción que les corresponde jure proprio, como damnificados
causadas por la muerte de la víctima e, incluso, frente a su gran discapacidad,
personales, independiente de todo título hereditario. Pero cabe preguntarse
los legitimados activos son los ascendientes, los descendientes, el cónyuge y
si también tienen otra acción jure hereditatis, es decir, nacida de su calidad de
quienes convivían con la víctima recibiendo ostensible trato familiar (art. 1741,
herederos.
párr. 1°, 2a parte).
Por lo tanto, pueden reclamar la reparación por los daños extrapatrimonia- Desde luego, hay daños respecto de los cuales no cabe discusión: si entre
les los padres de la víctima y los demás ascendientes, aunque la víctima fuese el momento del hecho ilícito y el de la muerte, la víctima ha realizado gastos
de corta edad, que en el momento de la muerte sólo originaba gastos, o aun (médicos, sanatorio, remedios, etc.) o ha dejado de ganar dinero por razón de
encontrarse imposibilitada para trabajar como consecuencia de las lesiones,
no hubiese nacido. También pueden reclamar la reparación los hijos, sea que
es indudable que ese daño sufrido por la víctima en su patrimonio puede ser
la filiación tenga lugar -conforme lo establece el art. 558- por naturaleza, por
reclamado por sus herederos en su carácter de tales. En lo que atañe al daño
adopción o mediante una técnica de reproducción humana asistida, sin impor-
moral sufrido en ese tiempo por la víctima (padecimientos, dolores, temor a
tar sin son mayores o menores de edad.
la muerte), la acción no se transmite a los herederos a menos que haya sido
En cuanto al derecho del cónyuge, es incuestionable cuando se mantienen iniciada en vida por el causante (art. 1741, párr. 2°).
unidos. Si se han divorciado, el derecho desaparece pues también se ha extin-
guido el vínculo al disolverse el matrimonio (art. 435, iné. e). El problema más Pero la cuestión más delicada es la de si la muerte en sí misma hace na-
arduo se plantea cuando los cónyuges están separados de hecho. Por un lado, cer o no una acción jure hereditatis. Es necesario decir que no se trata de una
el matrimonio no se ha disuelto, lo que daría fundamento para legitimar el cuestión meramente académica, sino que tiene un evidente interés práctico: a)
reclamo del cónyuge sobreviviente; sin embargo, pensamos que lo que resulta Si los herederos tuvieran dos acciones, una jure hereditatis y otrajure proprio,
dirimente es si había o no voluntad de unirse, cuestión que debe ser probada. podrían reclamar una doble indemnización: la primera, por el perjuicio que el
Nos parece claro que si no había voluntad de unirse, lo que permite a cual- homicidio ha causado a la víctima; la segunda, por el perjuicio que los herede-
quiera de los cónyuges solicitar la separación judicial de bienes (art. 477, inc. ros han sufrido personalmente; b) O!Iienes intentan la acción jure hereditatis
...
e), existe una ruptura del matrimonio que le quita legitimación para demandar. no necesitan probar el daño, puesto que éste consiste en la misma muerte; en
tanto que los que invocan un daño personal, necesitan, en principio, probarlo.
Finalmente, la norma legitima a quienes convivían con la víctima reci-
biendo ostensible trato familiar. Esta expresión, claro está, abarca a la persona Sentado así cuál es el interés de la cuestión, veamos si debe admitirse que la
que tenía una unión convivencia! con la víctima. No está de más señalar que muerte, en sí misma, hace nacer una acción jure hereditatis. La opinión afirma- ~
la unión convivencia! es la unión basada en relaciones afectivas de carácter tiva se funda en razones no despreciables. La vida es el supremo bien humano,
singular, pública, notoria, estable y permanente de dos personas que conviven como que sin ella no puede gozarse de ningún otro. La pérdida de ese bien
y comparten un proyecto de vida común (art. 509). Pero, claramente, la expre- es, por lo tanto, indemnizable, y si lo es, debe admitirse la transmisibilidad de
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sión abarca otros supuestos de personas que conviven y reciben un ostensible la acción a los herederos. Se ha hecho notar, con razón, que no cabe formular
trato familiar, como podría ser un amigo, o una hermana u otro pariente con el ninguna distinción fundada en la circunstancia de que la muerte haya sido o
que conviven con ese trato familiar.
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no instantánea, pues siempre el hecho ilícito precede a la muerte y basta ese artista- o que la transmisión fuera incompatible con la naturaleza de la obli-
instante para que el derecho quede adquirido por la víctima. gación o estuviese prohibida por una cláusula contractual o legal (art. 1024).
Sin embargo, la cuestión debe ser analizada desde otra óptica. En efecto, Por su parte, la acción de daños derivada de un hecho ilícito puede inten-
lo que importa determinar es si la muerte hace nacer una acción en favor de la tarse:
víctima, que luego pueda transmitir a sus herederos. Y es acá donde se advierte
que no puede existir tal acción porque no puede nacer un derecho en favor de a) Contra el autor del hecho (art. 1749), a menos que carezca de discerni-
un muerto. Este deja de ser persona en el mismo momento que se produce el miento (art. 261), lo que genera un supuesto de daño causado por acto invo-
daño. Por consiguiente, la muerte en sí misma no da lugar al nacimiento de una luntario. Sin embargo, el autor del hecho, aunque carezca de discernimiento,
acción en cabeza del muerto que luego se transmita a sus herederos; éstos sólo responderá en los supuestos de responsabilidad objetiva o por razones de equi-
pueden accionar jure proprio, en razón del perjuicio que a ellos personalmente dad (art. 1750).
les ha producido aquel infortunio.
b) Contra los cómplices del autor del daño. El Código Civil y Comercial
Aunque negamos que el hecho de la muerte en sí misma pueda generar distingue según que la participación de las diferentes personas en la produc-
una acción jure hereditatis en favor de la víctima, hemos dicho ya que tal acción ción del daño tenga una única causa o causas distintas. En el primer caso
existe con relación a todos los perjuicios que la víctima hubiera podido recla- responden como obligados solidarios; y, en el segundo, como obligados concu-
mar en vida; además, los herederos cuentan con la acción nacida del perjuicio rrentes (art. 1751).
que personalmente les ha causado la muerte.
e) Contra el encubridor, en cuanto su cooperación ha causado daño
La distinción entre una y otra acción tiene importancia. Veamos: (art. 1752). Por lo tanto, si el encubrimiento no causase ningún perjuicio al
accionante, no hay responsabilidad, precisamente porque no hay daño; pero
a) La renuncia o transacción hecha por la víctima con el autor del hecho si del en.c ubrimiento resultase algún perjuicio, el encubridor es responsable;
ilícito, tiene plenos efectos respecto de sus herederos en relación a la acción así ocurrirá, por ejemplo, si el encubridor guardara, escondiera o vendiera la
jure hereditatis; en cambio, no afecta en lo más mínimo a la acción jure proprio. cosa sustraída, dificultando la recuperación material por su dueño. En otras
palabras: el encubridor no responde por las consecuencias del acto ilícito origi-
b) La circunstancia de que en el juicio por daños seguido por la víctima nario, sino por las de su propio acto ilícito, que es encubrir.
haya recaído sentencia fijando el monto de los daños, no afecta el derecho de
los herederos de reclamar del autor del hecho la reparación de los perjuicios d) Contra el que lucró con los efectos de un delito, hasta la cuantía de lo
que personalmente les ha producido la muerte, en tanto que aquella sentencia que hubiera recibido (art. 32, Cód. Penal).
hace cosa juzgada respecto de la acción jure hereditatis.
e) Contra las personas que responden pOr el hecho de otro, como son los
e) Q})ien demanda jure hereditatis debe comprobar su carácter de heredero, casos del principal, de los padres, de los delegados en el ejercicio de la res-
lo que no tiene razón de hacer quien demanda jure proprio. ponsabilidad parental, de los tutores y curadores, de los establecimientos que
tienen a su cargo personas ~nternadas (arts. 1753 a 1756), y de los estableci-
mientos educativos (art. 1767).
8) LEGITIMACIÓN PASIVA
f) Contra t;l dueño y el guardián que responden por los daños ocasionados
por el riesgo o vicio de las cosas y de los animales que son de su propiedad o
764. Contra quiénes puede intentarse la acción de daños
están bajo su guarda (art. 1757 a 1759).
La acción de daños puede legítimamente interponerse contra el responsable
g) Contra quien realiza una actividad riesgosa o peligrosa, o se sirve u
directo y el responsab1e indirecto, de manera conjunta o separada (art. 1773).
obtiene provecho de ella, que responde por los daños causados (arts. 1757 y
La acción de daños derivada de un incumplimiento contractual debe in- 1758).
tentarse contra el cocontratante y contra sus sucesores universales, a menos que h) Contra los dueños y ocupantes de una parte de un edificio, desde la cual
las obligaciones nacidas del contrato fuesen inherentes a la persona del cocon- cae o es arrojada una cosa, quienes responden por el daño que se cause, contra
tratante -tal como la realización de una pintura por parte de un renombrado todos los integrantes de un grupo determinado que responden por el daño
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518 ALEJANDRO BORDA (DI R.) ACCIONES EN EL MARCO DE LA FUNCIÓN RESARCITORIA. .. 519
causado por uno de sus miembros no identificado y contra todos los integran- o el estado de las personas o que estén expresamente admitidos por el propio
tes de un grupo que realiza una actividad peligrosa para terceros que responden Código.
por el daño causado por uno o más de sus miembros (arts. 1760 a 1762).
e) Por prescripción. El art. 2561, párr. 2°, dispone que el reclamo de la
i) Contra los sucesores universales de las personas enumeradas anterior- indemnización de daños derivados de la responsabilidad civil prescribe a los
mente, pero su responsabilidad queda limitada al valor de los bienes heredita- tn;s años. Si bien la nórma no hace distinción alguna entre responsabilidad
rios recibidos (art. 2317) a menos que deba responder con los bienes propios contractual y extracontractual, pensamos que ese plazo solamente se aplica a
por haber realizado u omitido realizar los actos previstos en el art. 2321 (por este último supuesto, mientras que si se trata de la responsabilidad contractual,
ej., no hacer el inventario de los bienes dentro del plazo de tres meses desde el plazo de prescripción es el genérico de cinco años (art. 2560). Sobre el tema
que fue intimado judicialmente a hacerlo). Los sucesores singulares, en cam- nos hemos referido antes (nro. 543).
bio, no son responsables.
765. La víctima de un hecho Uícito, ¿tiene acción directa de reparación § 2.- lAS ACCIONES CIVIL Y PENAL
.... .....,¡j
520 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
ACCIONES EN EL MARCO DE LA FUNCIÓN RESARCITORIA. .. 521
de que los jueces del crimen tengan atribuciones para entender también en la
Después de establecer la regla de que el proceso penal obliga a suspender
acción civil: que ambas acciones sean independientes no se opone a que un
la sentencia en el juicio civil, lo que se denomina "principio de la prejudicia-
mismo juez entienda en ellas. En nuestro país, la doctrina penalista pugnó
lidad penal", y que significa también que el proceso civil se puede desarrollar
insistentemente para que se reconociera a los jueces penales jurisdicción sobre
íntegramente pero no puede dictarse sentencia hasta tanto concluya el proceso
la cuestión civil, y tal esfuerzo se cristalizó finalmente en la disposición del ar-
penal, el art. 1775 establece tres excepciones:
tículo 29 del Código Penal (ref. por ley 25.188), según el cual la sentencia con-
denatoria podrá ordenar la indemnización del daño material y moral causado a 1°) Si median causas de extinción de la acción penal (inc. a). Entre ellas, pue-
la víctima, a su familia o a un tercero, fijándose el monto prudencialmente por den citarse la muerte del imputado, la amnistía, la renuncia del agraviado res-
el juez en defecto de plena prueba. Este criterio es recogido por el art. 1774, pecto de los delitos de acción privada, la prescripción de la acción penal, la
2a parte, desde que se reconoce que la acción civil puede interponerse ante los aplicación de un criterio de oportunidad de conformidad con lo previsto en
jueces penales cuando el hecho dañoso configure al mismo tiempo un delito las leyes procesales correspondientes, o el pago voluntario del mínimo de la
de derecho criminal, conforme a las disposiciones de los códigos procesales o multa correspondiente -cuando el delito estuviese reprimido con multa- más
las leyes especiales. la rep~ración del daño causado por el delito (arts. 59 y 64, Cód. Penal).
Pero este sistema no carece de inconvenientes. Por lo pronto, el criterio con
que el juez penal aprecia la culpa del autor de un acto ilícito, es distinto del que Entendemos que no se podrá dictar sentencia civil si ha ocurrido la conci-
tienen los jueces civiles. Además, el proceso penal no ofrece a las partes todas liación o reparación integral del perjuicio, de conformidad con lo previsto en
las garantías y oportunidades que brinda el proceso civil, bien sea para producir las leyes procesales correspondientes, que indica el art'. 59, inc. 6, del Código
una prueba cabal del daño o para demostrar la inexistencia de los pretendidos Penal, y el beneficiario resulta ser quien interpuso la acción civil resarcitoria.
daños alegados por la víctima. A su vez, la responsabilidad civil puede ser más
2o) Si la dilación del procedimiento penalprovoca, en los hechos, unafrustración
amplia que la penal desde que se extiende a otros sujetos que no son los autores
efectiva del derecho a ser indemnizado (inc. b). Es que una dilación excesiva aca-
del delito criminal. En suma, la fijación del daño por los jueces penales sólo pa-
rrea una verdadera denegación de justicia y una violación del derecho de defen-
reciera conveniente cuando se trata de indemnización del daño moral, que no
sa en juicio, con agravio a la Constitución Nacional (conf. CSJN, 11/7/2007,
exige prueba y que siempre debe ser determinado prudencialmente por el juez.
''Atano.r S.A. c/Dirección General de Fabricaciones Militares", L. L. t. 2007-E,
Por ello es que quizás el art. 1774 solamente plantea la opción de iniciar p. 13). Esta dilación puede darse tanto porque el proceso penal se paraliza sine
la acción civil ante el juez penal que interviene en la investigación del delito die por ausencia del imputado o porque se suspende el juicio a prueba en los
criminal, pero no obliga. En efecto, no existe ningún inconveniente en que la términos del art. 76 bis, ter y qua ter del Código Penal.
pretensión indemnizatoria y la pretensión punitiva tramiten en juzgados dife-
rentes con competencia en cada cuestión. 3°) Si la acción civil por reparación del daño está fundada en un factor obje-
tivo de responsabilidad (inc. e) . Así se facilitará, por ejemplo, el dictado de las
769. La acción civil pendiente del proceso penal sentencias en los casos en que el daño ha sido producido por el vicio o riesgo
de la cosa o por actividades que sean riesgosas o peligrosas por su naturáleza,
Si la acción penal precede a la acción civil, o es intentada durante su curso, por lo medios empleados o por las circunstancias de su realización, y también
el dictado de la sentencia definitiva debe suspenderse en el proceso civil hasta por animales (arts. 1757, 1758 y 1759) y por el que responden el dueño y el
la conclusión del proceso penal (art. 1775, 1a parte). Por lo demás, esta regla se guardián de la cosa y quien realiza, se sirve u obtiene provecho de la activi-
explica porque, como ha de verse, la sentencia criminal tiene influencia sobre dad. La excepción se explica desde que el juez penal debe aplicar un factor de
la civil; es, pues, conveniente que la primera preceda a la segunda, para evitar atribución subjetivo, en tanto analiza el dolo o culpa del imputado, lo cual no
discordancias y contradicciones en el juzgamiento de un mismo hecho, como obsta a que el responsable por un factor objetivo sea condenado a pagar una
lo sería que la sentencia penal reconociera la existencia del hecho delictivo y indemnización en el marco del proceso civil.
la sentencia civil la negare, lo que provocaría un verdadero escándalo jurídico.
Claro está que si, cuando el juicio criminal se inicia, ya existía sentencia defi-
770. Influencia de la sentencia criminal sobre la civil
nitiva en el proceso civil, esta sentencia queda firme por efecto de la autoridad
de la cosa juzgada; sin que pueda influir en ella el resultado ulterior del juicio
Deben diferenciarse dos supuestos, según que el procesado haya sido con-
penal.
denado o absuelto. Veamos el primero.
522 ALEJANDRO BORDA (O IR.) ACCIONES EN EL MARCO DE LA FUNCIÓN RESARCITORIA... 523
La sentencia penal condenatoria produce efectos de cosa juzgada en el proceso producción de ese hecho. Es que una cosa es la culpa penal (que debe ser ana-
civil respecto de la existencia del hecho principal que constituya el delito y de la culpa lizada con criterio riguroso, inclinándose, en caso de duda, en el sentido de que
del condenado (art. 1776). no la hubo: in dubio pro reo), y otra la culpa civil o, mejor, la responsabilidad
civil, que en la medida que se cumplan los presupuestos de la responsabilidad
De acuerdo con el precepto transcripto, la sentencia condenatoria hace resarcitoria, dará lugar a la reparación de la víctima. Por lo demás, nunca debe
cosa juzgada respecto de dos cuestiones esenciales: a) la existencia del hecho olvidarse que los factores de atribución objetivos y la indemnización por equi-
principal que constituya el delito; lo que significa que si el juez penal ha con- dad de los actos involuntarios (art. 1750), propios de la acción civil resarcitoria,
siderado ,probado -por ejemplo- el robo, el daño a la persona o su propiedad, no proyectan su influencia en la acción penal.
este hecho no puede luego discutirse en sede civil; y tampoco puede discutirse
la calificación -dolosa o culposa- de la conducta del autor del delito hecha por Por otra parte, cuando se decide que un hecho no constituye delito penal,
el juez penal; b) la culpa del condenado; por consiguiente, no podrá ya alegarse o que existe una causa de justificación o inimputabilidad, podrá plantearse en
en lo civil la falta de culpa, pero ello no obsta a que el juez civil valore la con- sede civil si ese hecho es o no generador de responsabilidad civil. Ello es así .
ducta de la víctima en función de la incidencia que ella tenga en la producción pues la apreciación de la culpa es más amplia en sede civil que en sede penal,
del daño (lo que se llama concausa), tanto más si se considera que el juez penal por lo que la absolución penal no obsta a que en sede civil pueda volver a va-
solo juzga el comportamiento del victimario. lorarse la reprochabilidad de la conducta del sindicado como responsable, o
bien, deba juzgarse en sede civil por tratarse de un supuesto de responsabilidad
En efecto, si bien el autor del acto ilícito no puede pretender que no fue
objetiva.
culpable, en cambio nada se opone a que alegue y pruebe la culpa concurrente
de la víctima o la incidencia de su conducta, con lo que los daños no deberán El sobreseimiento definitivo decretado en el proceso penal, ¿es equivalente
ser soportados exclusivamente por el autor del hecho ilícito, sino que también_ a la absolución del acusado? Pensamos que no es posible equiparar el sobre-
la víctima cargará con parte de ellos, según la proporción que la sentencia fije. seimiento y la absolución, pues mientras la absolución se dicta después de un
La condena criminal del autor del hecho no sólo hace cosa juzgada respec- proceso en el que las partes han tenido oportunidad de alegar y probar todo
to de él, sino también respecto de los terceros que responden por él, en virtud lo que hace a la defensa de sus derechos, el sobreseimiento se decreta antes de
de lo dispuesto en el art. 1753, es decir, el principal respecto de los hechos de su que la causa llegue a juicio oral, lo que significa que el damnificado no ha te-
dependiente. Es natural que así sea, porque la suya es una responsabilidad re- nido oportunidad de ejercer su derecho de defensa. Por ello, el sobreseimiento
fleja, que depende de la del autor del hecho; si éste es culpable, ellos responden. definitivo carece totalmente de infl~encia sobre la acción civil.
Pasemos al segundo supuesto, que abarca más que la sola absolución del Ahora bien, si el sobreseimiento definitivo carece de todo efecto sobre la
procesado. acción civil, con tanta mayor razón no la tiene el sobreseimiento provisional.
El segundo supuesto es cuando el presunto damnificado, tratándose de e) En otros casos previstos por la ley. Si bien hasta el momento no existen
un delito contra la vida, ha sido coautor o cómplice del hecho o no lo impidió otros casos previstos por la ley, la norma deja abierta la posibilidad que en el
pudiendo hacerlo (inc. b). En otras palabras, cuando el presunto damnificado futuro se los establezca.
ha intervenido de alguna manera en el delito contra la vida de la víctima, no
puede reclamar indemnización alguna. Una razón de estricto orden moral jus- 774. Influencia de la sentencia civil sobre la criminal
tifica la solución. Con todo, pensamos que hubiese sido conveniente establecer
una norma más amplia, que también impidiera el reclamo indemnizatorio a En principio, la sentencia dictada en el juicio civil no ejerce la menor in-
toda persona que de alguna u otra forma hubiese intervenido en otro tipo de fluencia sobre la que recae en el proceso penal. En efecto, entendemos que el
delitos, como los de lesiones, abusos sexuales o atentados contra la integridad único caso en el que la sentencia civil puede tener influencia en la penal es si se
de las personas. configura un supuesto de cuestión prejudicial previa.
Ahora bien, recuérdese, como dijimos más arriba (nro. 769), que si, cuando
773. Sentencia criminal posterior a la sentencia civil. Efectos el juicio criminal se inicia, ya existía sentencia definitiva en el proceso civil,
esta sentencia queda firme -en principio- por efecto de la autoridad de la cosa
En principio, la sentencia penal posterior a la sentencia civil, no produce
juzgada; sin que pueda influir en ella el resultado ulterior del juicio penal. Por
ningún efecto sobre ella (art. 1780) Por tanto, se mantienen los efectos de la
lo tanto, se puede promover el juicio penal que no estará condicionado por la
cosa juzgáda de la sentencia civil.
sentencia civil pero que, a su vez, no tendrá efectos sobre esta última.
Sin embargo, la norma incorpora una excepción: la revisión de la sentencia
Por otra par:te, si la acción penal precede a la acción civil, o es intentada
civil, la cual procede exclusivamente, y a petición de parte interesada, en los
durante su curso, el dictado de la sentencia definitiva debe suspenderse en el
siguientes supuestos:
proceso civil hasta la conclusión del proceso penal (art.1775, la parte). Y si la
a) Si la sentencia civil asigna alcances de cosa juzgada a cuestiones resueltas por sentencia civil se hubiese dictado, pues se daba alguna de las excepciones pre-
la sentencia penal y ésta es revisada respecto de esas cuestiones, excepto que derive vistas por el propio art. 1775, ella podría ser revisada en los casos del art. 1780.
de un cambio en la legislación (inc. a). En este caso, la sentencia civil debe ser Como se ve, la sentencia civil dictada no condiciona la futura sentencia penal.
adecuada como consecuencia de las modificaciones que afectan a la sentencia
Se explica la solución informada porque la acción penal tutela intereses
penal en la cual se basó, resultado del recurso de revisión interpuesto. Verbi-
públicos; la investigación del delito no puede depender de la suerte de una
gracia, la aparición de nuevos hechos que demuestren la inexistencia del hecho
acción privada, como es la intentada ante la justicia civil. De lo contrario po-
principal en sede penal importará un nuevo pronunciamiento sobre ello en
dría ocurrir que, sea por negligencia del damnificado o de sus letrados, sea por
sede civil. La excepción del cambio legislativo se explica fácilmente obede-
...... D
526 ALEJANDRO BORDA (DI R.) ACC IONES EN EL MA RCO DE LA FUNC IÓN RESARC !TORIA. .. 527
colusión de aquél con el autor del hecho, no se produzcan en el juicio civil las art. 2595 permite resolver este tan delicado problema del derecho internacio-
pruebas necesarias para obtener la condenación del demandado; sería inadmi- nal privado.
sible que esa sentencia pudiera tener efectos de cosa juzgada sobre la acción
Sin perjuicio de remitir a las obras especializadas, conviene explicar breve-
criminal, privando a la sociedad de la posibilidad de perseguir al delincuente.
mente la estructura de la norma indirecta.
Claro está que aludimos solamente a la acción penal; pero la sentencia civil Se distingue dentro de ella el tipo legal y la consecuencia jurídica. De
hace cosa juzgada en relación a la reparación del damnificado, de tal modo, ambas se predican características positivas, condiciones sine qua non para su
que rechazada la acción en lo civil, no podría reclamarse en lo penal la fijación operatividad, y negativas, que impiden el desenvolvimiento del Derecho In-
de una reparación ni siquiera en el caso de que haya condena criminal. Y, por ternacional Privado.
cierto, tampoco podría reclamarse una indemnización mayor sobre la base de
nuevas pruebas que no se aportaron en lo civil. La diferencia entre sendas figuras consiste en que mientras el tipo hace
mención del ámbito a disciplinar, la consecuencia jurídica contiene su regla-
mentación.
§ 3.- NORMAS DE DERECHO INTERNACIONAL PRIVADO
El aspecto positivo del tipo legal radica en la causa y en los hechos subya-
centes a los puntos de conexión.
775. Nociones previas
La faz negativa del tipo legal se encuentra en el fraude a la ley, esto es,
eludir un derecho aplicable a través de una norma de cobertura. Con otras pa-
Hay situaciones de índole internacional que requieren la determinación de
labras, se intenta obtener soluciones jurídicas prohibidas en un ordenamiento
una jurisdicción para resolver una pretensión o la selección de un derecho que
jurídico de un país con la aplicación de la legislación de otro que lo permite.
resulte aplicable. Estamos en presencia de los llamados casos multinacionales,
Como no podía ser de otra manera, el art. 2598 se encarga de su regulación:
como consecuencia de su vinculación con ordenamientos jurídicos de diversos
"Para la determinación del derecho aplicable en materias que involucran derechos
países.
no disponibles para las partes no se tienen en cuenta los hechos o actos realizados con
El derecho internacional privado, que procura resolver los referidos plan- el solo fin de eludir la aplicación del derecho designado por las normas de conflicto".
teas, ha sido definido, con cierto espíritu aristotélico tomista, como el sistema Enfocando la ponderación en la consecuencia jurídica, la característica po-
normativo destinado a realiz:it las soluciones justas de los casos jusprivativos sitiva reside en la conexión y en los puntos de conexión. La primera implica
multinacionales en el ámbito de una jurisdicción estatal, de una pluralidad de una determinación estable y nominativa, por ejemplo, aplicación del derecho
jurisdicciones estatales o de una jurisdicción internacional (BoGGIANO, Anto- del país A o del país B. En cambio, el segundo denota un método abstracto,
nino, Curso de Derecho Internacional Privado. Derecho de las relaciones privadas recurre a características generales que el caso particular individualiza. Debe
1: internacionales, p. 19, Lexis Nexis, 2004). De manera más abarcativa, pero no ser completado con el concepto de lo conectado, ¿qué sector del ordenamiento
menos completa, se ha afirmado, que el Derecho Internacional Privado es el jurídico se torna ~plicable? El Código Civil y Comercial brinda la solución en
conjunto de los casos jusprivativos con elementos extranjeros y de sus solucio- su art. 2596, adoptando la teoría del uso jurídico: Cuando un derecho extranjero
nes, descritos casos y soluciones por normas inspiradas en los métodos indirec- resulta aplicable a una relación jurídica también es aplicable el derecho internacional
tos, analíticos y sintetico-judicial, y basadas las soluciones y sus descripciones privado de ese país. Si el derecho extranjero aplicable reenvía al derecho argentino
11
en el respeto al elemento extranjero (GoLDSCHMIDT, Werner, Derecho Interna- resultan aplicables las normas del derecho interno argentino. Cuando, en una rela- :<.
cional Privado, p. 3, Lexis Nexis Depalma, 2003). ción jurídica, las partes eligen el derecho de un determinado país, se entiende elegido
el derecho interno de ese Estado, excepto referencia expresa en contrario.
Sus normas resultan indirectas: no dan la solución concreta del problema,
sino que remiten a las reglas del derecho material que resolverá las hipótesis Por otro lado, el orden público resulta ser la característica negativa de la
planteadas. Muchas veces, irrumpe en escena el problema de la calificación, consecuencia jurídica. Es decir, el derecho no se aplica si conculca principios
¿qué ordenamiento jurídico desempeñará el papel de definir los términos em- fundamentales del derecho internacional privado vigente. El Código Civil y
pleados por la norma indirecta? Verbigracia, si se hace referencia a la respon- Comercial, a través de su art. 2600, hace referencia a esta figura al impedir em-
sabilidad civil, cabe plantearse si se encuentra comprendida por las funciones plear soluciones incompatibles con los contenidos indisponibles que inspiran
preventiva y disuasoria, además de la resarcitoria. La aplicación armoniosa del al ordenamiento jurídico argentino.
-
ACCIONES EN EL MARCO DE LA FUNCIÓN RESARCITORIA. .. 529
528 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
Por primera vez en la historia del derecho argentino se ha erigido un con- Se han descartado como alternativas la prórroga de la jurisdicción ex post
junto de normas que forman un microsistema destinado a reglar los casos de Jacto, es decir aquélla que admite el demandado voluntariamente, y la posibi-
derecho internacional privado. Se ha dedicado los preceptos que integran el lidad que el actor entable la pretensión resarcitoria ante su propio domicilio.
Título IV del Libro Sexto del Código Civil y Comercial (arts. 2594 a 2671).
B.) Casos de responsabilidad en el ámbito de los contratos paritarios
Contiene dos artículos que versan sobre la materia que nos interesa, res-
ponsabilidad civil, que integran la Sección 13°, del Título individualizado pre- El art. 2650 faculta al actor a interponer la pretensión ante los jueces del
cedentemente: ellos reglan, de manera separada, la jurisdicción que entenderá domicilio o residencia habitual del demandado, del lugar de cumplimiento
en el asunto (art. 2656) y el derecho aplicable (art. 2657). de cualquiera de las obligaciones contractuales o donde se ubica una agencia,
sucursal o representación del demandado, siempre que ésta haya participado en
Cabe señalar, sin embargo, que las citadas normas operan siempre que no la negociación o celebración del contrato.
exista un Instrumento Internacional sobre la cuestión. Por ejemplo, el Trata-
do de Derecho Civil Internacional de Montevideo de 1940, aprobado por el Se le otorga cierta relevancia a la autonomía de la voluntad: resulta posible
Decreto Ley 7771/1956, disciplina los supuestos mencionados en sus artículos acordar en un convenio un foro en particular, siempre que no se conculquen
43 y 56. las características negativas del tipo y de la consecuencia jurídica de la norma
jusprivatista de derecho internacional (para un mayor desarrollo, remitimos a
Dada la estructura adoptada en el Código Civil y Comercial, se torna BoRDA, Alejandro, Derecho Civil y Comercial Contratos, n° 343, Ed. La Ley, 2a
aconsejable distinguir la jurisdicción y el derecho aplicables, lo que analizare- edición).
mos en los números siguientes.
C.) Casos de responsabilidad en el ámbito de los contratos de consumo
777. Jurisdicción aplicable
Delega el art. 2654 la facultad de opción al consumidor: le es permitido
Resulta pertinente diferenciar tres diferentes casos: recurrir a los jueces del lugar de celebración del contrato, del cumplimiento
de la prestación del servicio, de la entrega de bienes, del cumplimiento de la
A.) Casos de responsabilidad extracontractual
obligación de garantía, del domicilio del demandado o del lugar donde el con-
El art. 2656 establece tres puntos de conexión que posibilitarán a los ma- sumidor realiza actos necesarios para la celebración del contrato.
gistrados entender en el conflicto multinacional de delitos y cuasidelitos:
En el supuesto de poseer el demandado una sucursal, o una agencia, o
a) Domicilio del demandado: tal es la regla clásica de los códigos procesa- cualquier forma de representación comercial, podrá tramitar el proceso ante los
les para el derecho interno (vg., art. 5, inc. 4°, Código Procesal Civil y Comer- magistrados del domicilio de la sucursal, agencia o representación comercial,
cial de la Nación). Igual tesitura se adopta en el art. 56 del Tratado de Derecho siempre que hubiera intervenido en la celebración del contrato o fuera men- '!<
Civil Internacional de Montevideo de 1940. cionada a los efectos del cumplimiento de una garantía contractual.
b) Lugar en que se ha cometido el hecho generador del daño: alternativa Por el contrario, sólo le es posible al otro contratante interponer la acción
lógica ya que el juez tendrá mayor inmediación con los elementos del ilícito. ante los jueces del domicilio del consumidor. Se trata de esta manera de tutelar
a la parte más débil del contrato.
e) Lugar donde se producen los efectos dañosos directos: ofrece la ven-
taja de apreciar en forma más eficaz las consecuencias del perjuicio sufrido.
No resulta prorrogable la jurisdicción al no ser lícitos los acuerdos de selec-
Constituye la variante que permite desarrollar de modo más eficaz la función
ción de foro en materia del consumidor (para un mayor desarrollo, remitimos
preventiva del moderno derecho de daños, verbigracia, ante la presencia de la
a BoRDA, Alejandro, Derecho Civil y Comercial. Contratos, n° 345, Ed. La Ley,
contaminación transfronteriza (que es aquélla que se origina en un país, pero
2a edición).
que proyecta sus consecuencias en el territorio de otro).
r; l .
¡ j
CAPÍTULO XI
p
1
En la Roma clásica ya se había observado que ciertas obligaciones legales
tenían una estrecha analogía con otras de fuente contractual. Por tal motivo a
su respecto se decía que eran "como derivadas de contrato" (quasi ex contractu).
,1:
Sin embargo no se las llegó a reconocer como categoría hasta las Institutas de
Justiniano, las cuáles admitían cuatro fuentes: contratos, cuasicontratos, delitos
y cuas~delitos. En los cuasicontratos aparecían la gestión de negocios, el em- l :1
pleo útil, el pago de lo indebido. 1
- -
P!":'
- r-
§ 2.- CUESTIONES GENERALES DE LA GESTIÓN DE NEGOCIOS Contratos, citada en el número anterior (que por otra parte, resulta ser el lugar
tradici<>,nal donde ha sido analizada por la doctrina nacional).
780. Concepto
781. Gestión de negocios y mandato tácito
1
Hay gestión de negocios cuando una persona asume rjiciosamente la gestión de
En ciertos casos la distinción con el mandato es muy sutil; así ocur~e si se
un negocio ajeno por un motivo razonable, sin intención de hacer una liberalidad y
quiere diferenciar la gestión de negocios del mandato tácito. En efecto, si bien
sin estar autorizada ni obligada, convencional o legalmente (art. 1781).
lo habitual es que la gestión de negocios se realice sin conocimiento previo
Frente a esta figura cabe cuestionarse en qué medida merece ser protegida del dueño, éste no es un requisito indispensable que exija el art. 1781 pues
por la ley. Para brindar una respuesta adecuada es preciso tener en cuenta que es posibl~ que aquélla conozca, sin que por ello se convierta en un mandato
constituye un peligro alentar una conducta que significa inmiscuirse en los tácito. Ello pese a que el mandato tácito consiste en dejar obrar a quien está
:
negocios o los bienes de terceros. Por otro lado cabe ponderar que en general realizando algo en nombre del dueño.
esa intervención se encuentra inspirada por un propósito noble que es impedir
En la teoría la distinción es clara, pues el mandato es un contrato que su-
un daño al dueño del negocio o de los bienes. l
pone la entrega de instrucciones por parte del mandante, más allá de que no se
1
Como consecuencia de lo expresado, la regulación legal de la institución encuentren documentadas, atento la libertad formal que existe a su respecto.
comprende una doble preocupación: necesidad de evitar una intromisión mo-
En el caso de la gestión no hay una orden del dueño, sino que el gestor
lesta o dañosa en los negocios ajenos, resguardando la esfera de intimidad y
actúa por su propia iniciativa. Esta diferencia teórica es simple, pero en la prác-
libertad de toda persona; necesidad de no perjudicar a quien ha realizado una
tica puede resultar difícil establecer su distinción. En orden a cómo resolver la
gestión útil para otra persona.
cuestión caben diversas soluciones:
Dado que la gestión de negocios es una actuación unilateral del gestor,
a) Para algunos autores, si el dueño del negocio está enterado de la realiza-
que la asume por iniciativa propia, éste se encuentra en cierta inferioridad de
ción de la gestión desde su comienzo, hay mandato; si se entera luego de empe-
derechos respecto a un mandatario, pero le confiere más derechos que los que
zada, hay simple gestión de negocios (SALVAT, SEGOVIA, CoLOMBO). El criterio
surgirían del simple enriquecimiento sin causa (arts.1794 y 1795).
parece cuestionable porque la ratificación equivale al mandato (art. 1790, párr.
Tanto en la gestión de un negocio ajeno como en el caso del mandato, se 2°) y además tiene lugar con posterioridad a la iniciación de la gestión.
1;
actúa en beneficio de un interés de otra persona, el del dueño de la cosa; en
b) Para otros hay mandato tácito cuando el gestor ha obrado en nombre
el primer caso este último no ha dado ninguna orden para ello y lo contrario
de otro, e'n tanto que habrá gestión si se ha obrado para otro pero sin invocar
ocurre en el segundo supuesto, en donde existe un acto jurídico ya sea expreso l;
su nombre (AcuÑA ANZORENA). Este criterio nada aporta por cuanto tanto
o tácito.
el mandato como la gestión de negocios, pueden cumplirse en nombre propio
La existencia o no de orden por parte del dueño resulta de suma impor- o del dueño del negocio, por lo cual no hay posibilidad de diferenciación por
tancia, por lo cual las consecuencias no son idénticas, lo que hemos de ver más esta vía. _
adelante. Empero, en cualquiera de los dos casos quien gestiona realiza actos o
e) Compartimos la opinión por la cual el criterio de la distinción está en
gestiones por cuenta de un tercero y por ello está obligado a poner en su tarea ...
el art. 1319, tercera parte (similar al art. 1874 del Código Civil de VÉLEz;
la misma diligencia.
BoRDA, Guillermo A., Tratado de Derecho Civil. Contratos, t. II, nro. 1793, lOa
La similitud de ambos institutos, salvo en cuanto a la gestación, es muy ed. actualizada por Alejandro BoRDA, La Ley), según el cual habrá mandato
grande, a punto tal que las normas del mandato se aplican supletoriamente a tácito cuando el dueño del negocio, pudiendo impedir lo que otro está haciendo
la gestión de negocios (art. 1790). Además, si el dueño del negocio ratifica la por él, guarda silencio. Por el contrario, si lo sabe pero no puede impedirlo, hay
gestión, aunque el gestor crea hacer un negocio propio, se producen los efectos gestión. Resultan supuestos de gestión la situación en la cual se encuentran los
del mandato, entre partes y respecto de terceros, desde el día en que aquélla incapaces que -estando mentalmente dotados de comprensión- carecen de
comenzó. Todo esto nos lleva a tratar esta figura en dos lugares diferentes; aptitud legal para obrar, ante la acción de un tercero; o de las personas que por
una, en esta obra, conforme con el método del Código, y otra, a continuación cualquier motivo se encuentran en una imposibilidad de hecho de oponerse,
del contrato de mandato que hemos desarrollado en la obra Derecho Civil. como ocurriría con quien no puede actuar debido a que está sufriendo las
......
r1r r t, -
OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 537
536 ALEJANDRO BORDA (O IR.)
111111111
son impuestas por la ley. Esta última teoría parece describir con mayor realis-
amenazas o la violencia del gestor o de un tercero; o de quien se encuentra
mo la fuente jurídica de las obligaciones; y sólo cabe añadir que la ley impone
ausente y aunque avisado de la gestión, tiene dificultades para adoptar por sí
obligaciones al dueño del negocio por motivos de equidad y para estimular el
las medidas que convienen a la defensa de sus intereses, sea porque carece de
sano espíritu de solidaridad social que pone de manifiesto aquella persona que
elementos de juicio suficientes y no puede dar instrucciones a su apoderado,
se encarga espontáneamente y, como regla, sin retribución, de un negocio ajeno
sea porque la distancia le impide elegir una persona apta y de confianza para
con el deseo de evitar un daño al dueño.
encargarle el negocio.
En el esquema legislativo del Código Civil y Comercial, la gestión de ne-
782. Requisitos de la gestión de negocios gocios ajenos sin mandato se encuentra gobernada por sus propias normas,
constituyéndose en una fuente autónoma de obligaciones que proyecta efectos
Para que exista gestión de negocios, deben concurrir los siguientes requi-
propios. En los aspectos no regulados expresamente se aplican en forma suple-
sitos:
toria las disposiciones del mandato (art. 1790, párr. 1°).
a) Inexistencia de mandato, representación legal u obligación contractual
(art. 1781). 784. Capacidad
b) Actuación espontánea u oficiosa del gestor (art. 1781). El gestor de negocios debe tener capacidad para contratar, pues de lo con-
e) Actuación en negocio ajeno por un motivo razonable (art. 1781). trario no podría obligarse válidamente por las consecuencias de su gestión.
Ahora, si de todos modos la gestión es realizada por un incapaz y de ella le
d) Inexistencia de voluntad de hacer una liberalidad (art. 1781), en razón resultare al dueño algún beneficio, éste responderá en la medida de tal ventaja
de lo que dispone el art. 1785. recibida.
1
e) Qye se trate de un acto o de una serie de actos, jurídicos o simplemente La gestión de negocios efectuada por un incapaz de oblig:1,rse no le genera 11! ill1"'
materiales, a diferencia del mandato que sólo admite por objeto actos jurídicos. obligaciones, sino en la medida de su enriquecimiento.
Ello es así pues ninguna limitación impone el Código al regular la gestión de
negocios. En cuanto al dueño del negocio, no necesita capacidad para resultar obli- ¡¡,¡
f) Qye no medie oposición del dueño del negocio. En el caso que, pese a la miento sino que las obligaciones le son impuestas por ley. Será el gestor quien ',l
l!!,,,l!
11
oposición del titular, el gestor realizara el negocio, sólo cabe que invoque con- quede obligado personalmente frente a terceros (art.1784) y sólo se liberará de 1
1
tra aquélla acción por enriquecimiento sin causa. Sin embargo, aunque exista las~obligaciones en tanto el dueño ratifique la gestión o asuma las obligaciones, 11:11 1
la mentada oposición el gestor podrá continuar actuando, aunque bajo su res- siempre que con tal proceder no afecte a terceros de buena fe (art. citado).
ponsabilidad, cuando lo haga también por un interés propio (art. 1783, inc. a]).
.... ......
lrl .,.
538 ALEJANDRO BORDA (DIR.) OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD
539
Desde ya nada impide que esta intervención del dueño sea realizada a través de 790. e) Muerte del gestor
su representante legal, en caso de que lo tuviera, o de un mandatario.
Los herederos deben hacer los actos urgentes (arts. 1790 y 1333).
La finalidad de esta obligación es permitir que el gestionado (es decir, el
dueño del negocio) tome conocimiento de lo actuado por el gestor y resuelva
qué quiere hacer al respecto. Luego de ello el gestor debe esperar las instruc- § 4.- RESPONSABILIDAD DEL GESTOR
ciones que aquél le imparta; esto es así, a menos que la espera trajese un perjui-
cio a los intereses del dueño del negocio. El gestionado podrá dar instrucciones 791. Responsabilidad con relaCión al gestionado
o hacerse cargo de su negocio por sí o por medio de un representante.
, Se ha elegido aplicar un factor de atribución subjetivo. En consecuencia,
No le es posible al gestor abandonar la gestión asumida, sino que debe la responsabilidad del gestor debe considerarse con relación a la culpa, al caso
conducirla hasta su fin, excepto que el dueño se encuentre en condiciones de fortuito, a la delegación de la gestión, y al supuesto de pluralidad de gestores.
atenderla por sí mismo. Esta obligación cesa con la ratificación por el gestio-
nado o bien cuando le prohíba al gestor continuarla. 792. a) Responsabilidadpor culpa
787. b) Actuación en favor de la voluntad del dueño El gestor responde por su culpa en el ejercicio de la gestión (art. 1786).
Para su evaluación debe tenerse en cuenta la diligencia que haya puesto en lo
El gestor debe actuar confOrme a la conveniencia y a la intención, real o pre- actuado, la que debe ser apreciada tomando como referencia concreta la actua-
sunta, del dueño del negocio (art. 1782, inc. b]). El gestor debe actuar como lo ción que hubiese desplegado en los asuntos propios. Para ello han de consi-
haría el gestionado y según el interés de éste en el caso. No se trata de una va- derarse como pautas, entre otras, si se trata de una gestión urgente, si procura
loración en abstracto, sino "real" o "presunta"; esto último por cuanto el gestor librar al dueño del negocio de un perjuicio, y si actúa por motivos de amistad
puede, o bien, no conocer inicialmente al gestionado, o bien, conociéndolo, no o de afección. Se advierte por la expresión, entre otras, que las circunstancias
saber cuál es su pensamiento respecto al negocio en cuestión. indicadas son meramente enunciativas, por lo cual no cabe descartar otros pa-
rámetros que el juez pueda analizar al tiempo de resolver.
788. e) Información adecuada En consecuencia, el gestor será culpable cuando no haya obrado diligente-
mente, lo cual será juzgado considerando su actuación en los asuntos propios.
El gestor debe brindar al dueño del negocio infOrmación adecuada respecto de
Por lo tanto, a tenor de lo que dispone el art. 1786, aunque la conducta no haya
la gestión (art. 1782, inc. d]). La previsión resulta absolutamente lógica pues es
sido conforme a la esperable de una persona prudente o razonable, pero condi-
a aquél a quien interesa principalmente la gestión por ser el titular del interés
ce con la conducta habitual del gestor, éste queda eximido de responder por los
en juego. La información debe ser completa a efectos de que el dueño disponga
perjuicios causados. Es una previsión cuestionable pues no parece justificado
de los datos necesarios para adoptar las decisiones que mejor estime.
que quien se inmiscuyó en un negocio ajeno sin hacerlo con un patrón de con-
ducta esperable en esas circunstancias, adoptado por cualquier persona, se vea
789. d) Rendición de cuentas
liberado de responsabilidad, a pesar de la culpa incurrida.l"'al vez lo razonable
El gestor debe rendir cuentas al dueño a la finalización de la gestión sería qúe se viese exento si demostrase que los perjuicios habrían sido mayores
(art. 1782, in c. e]). Al igual que un mandatario, el gestor debe rendir cuentas si' su gestión no hubiera tenido lugar o aplicar directamente los conceptos que
brinda el art. 1724.
al gestionado por su desempeño y el resultado de la gestión, atendiendo a que
este último resulta ser el titular del negocio. En contrario se ha afirmado que en estos supuestos parece excesivo im-
poner al gestor, que ha obrado con un espíritu noblemente altruista, una di-
La cuenta consiste en una descripción de los antecedentes, hechos y resul-
ligencia mayor que la que utiliza en sus propios negocios (BoRDA, Guillermo
tados pecuniarios de un negocio, aunque se trate en un acto singular. Su rendi-
A., Tratado de Derecho Civil ~ontratos, t. II, nro. 1809, lOa ed. actualizada por
ción consiste en ponerlas en conocimiento de la persona interesada (art. 858), Alejandro BoRDA, La Ley).
que -en el caso que estamos ponderando- es el .gestionado. Finalmente, de-
bemos señalar que nada impide que el dueño del negocio libere al gestor de Sin perjuicio de las pautas que fija el art. 1786, la culpa debe encuadrarse en
esta obligación. lo previsto. por el art. 1724 según el cual consiste en "la omisión de la diligencia
.....
r:
540 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
,. OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD
1
541
debida según la naturaleza de la obligación y las circunstancias de las personas, el Se aprecia que en los supuestos enumerados media una grave imprudencia
tiempo, y el lugar. Comprende la imprudencia, la negligencia y la impericia en el del gestor, por lo cual es justo que la ley extreme la severidad con él. Pese a ello,
arte o profesión". aun en tales casos debe permitírsele ser eximido de responsabilidad por caso
fortuito, si prueba que el perjuicio habría ocurrido de todos modos, aunque 1
793. b) Caso fortuito no se hubiese realizado la gestión, situación que preveía de modo expreso el
art. 2295 del Código Civil de VÉLEZ y que si bien no resulta reproducida en el
El Código Civil y Comercial establece la responsabilidad del gestor ante Código Civil y Comercial, cabe aplicar similar solución, pues puede ser consi- •
el gestionado aún en el supuesto de caso fortuito, cuando se presentan los si- derada un uso o práctica en los términos del art. 1° del referido Código. Ocurre
guientes supuestos: que en ese supuesto nada puede exigírsele al gestor desde que no ha mediado
a) Si actúa contra su voluntad expresa (art. 1787, inc. a]). Esto aparece daño. En verdad es una derivación de los principios generales en materia de
justificado desde que es evidente que el dueño del negocio no deseó que la ges- responsabilidad por daño. Por otra parte, de no aceptarse la postura señalada,
tión se llevase adelante. Tampoco tendrá en tal caso derecho a remuneración o nos enfrentaríamos a un sistema de responsabilidad objetiva, totalmente ajeno
reintegro de gastos. a la idea de culpa recogida en el art. 1786.
-
b) Si emprende actividades arriesgadas, ajenas a las habituales del dueño 794. e) Delegación de la gestión
del negocio (art. 1787, inc. b]) . Es lógico pues atendiendo al modo de actuar
del gestionado, éste nunca habría encarado ese negocio y por tanto jamás ha-
bría ocurrido el daño derivado de la gestión.
El Código Civil de VÉLEZ contemplaba la responsabilidad del gestor por 1
los actos realizados por la persona a quien hubiera encomendado la gestión !
e) Si pospone el interés del dueño del negocio frente al suyo (art. 1787, inc. (art. 2292), disposición que no contiene el Código Civil y Comercial. pe todos
e]). En rigor de verdad se trata de una situación que no responde al instituto modos, no hay duda alguna de su responsabilidad, pues sin perjuicio de los
de la gestión de negocios ajenos, pues es propio de ésta que se actúe en favor de principios generales en materia de responsabilidad, al caso resulta aplicable lo
los intereses del dueño y no de los propios del gestor. contemplado por el art. 1327 para el contrato de mandato, por ser una norma
supletoria de la gestión de negocios (art. 1790). ~;
El art. 1789 enumera tres supuestos a través de los cuales el gestor quedará e) A reparar al gestor los daños que, por causas ajenas a su responsabili-
liberado y la obligación pesará sobre el gestionado. El primero consiste en la dad, haya sufrido en el ejercicio de la gestión (art. 1785, inc. e]). Se ha esti-
ratificación realizada por el dueño, quien acepta lo gestionado de tal modo. El mado prudente, dado el fundamento de solidaridad, equidad o altruismo que
segundo se da cuando el gestionado asume las obligaciones que pesaban en 11. impregna al instituto en análisis, dejar incólume al gestor por su actuación.
cabeza del gestor. Si el gestor actuó en nombre propio, entabla una relación Lógicamente, se exceptúa del resarcimiento aquellos daños que se originen
jurídica con el tercero; por ello, a fin de que sea desvinculado, es necesario por causas atribuibles a él. Se ha producido un cambio notable con respecto
que el gestionado asuma las respectivas obligaciones como propias (arts. 1785, al art. 2300 del Código Civil de VÉLEZ que prohibía la indemnización de los
inc. b], y 1789). Por último se contempla el caso en que la gestión haya sido perjuicios ocasionados al gestor.
conducida "útilmente", utilidad que -cabe recordar- debe ser valorada al t.. ..
comienzo de la gestión (art. 1785, párr. 1°). Nos referiremos a la utilidad en el , d) A remunerado, si la gestión corresponde al ejercicio de su actividad pro-
número siguiente. fesional, o si es equitativo en las circunstancias del caso (art. 1786, inc. d]) . Se
ha adoptado una postura contraria a la asentada en el Código Civil de VÉLEZ,
En cualquiera de los tres supuestos, las relaciones entre las partes quedan !1
¡
cuyo art. 2300 negaba cualquier tipo de remuneración.
regidas por las reglas del mandato, cualesquiera que sean las circunstancias en
que se hubiera emprendido la gestión (art. 1790) y los efectos son retroactivos Los alcances de estas obligaciones son similares a los de las que debe cum-
plir un mandante (arts.1789, 1790, 1328). Sin embargo la equiparación de las
al día en que ella se inició.
obligaciones del dueño del negocio con las del mandante, no es total. El gestor,
En ningún caso ello afecta el derecho de terceros de buena fe, por lo cual en principio, no tiene derecho a percibir una retribución salvo que sea profe-
ante éstos el gestor no se verá liberado en tanto tal exoneración los perjudique. sional y haya actuado como tal al realizar la gestión, o que resulte equitativo en
En tal hipótesis, consecuentemente, los terceros de buena fe tendrán acción las circunstancias del caso .(art. 1785, inc. d]).
tanto contra el dueño del negocio que ha ratificado la gestión o asumido la
También puede suceder que el dueño no se vea obligado a responder ante
1: obligación, como contra el gestor.
el gestor en cuanto su rol de titular del negocio y en virtud de la ratificación o
asunción de las obligaciones, sino atendiendo al principio enriquecimiento sin
§ 5.- ÜBLIGACIONES DEL DUEÑO DEL NEGOCIO causa (arts. 1794 y 1795); es decir, sólo en la medida del beneficio que le ha 11:
797. Enumeración En la hipótesis en que los dueños sean dos o más personas, y a diferencia
de lo que establecía el art. 2299 del Código Civil de VÉLEz, su responsabilidad
En principio, el dueño del negocio, en tanto ratifique la gestión o asuma es solidaria (art. 1788, inc. b ]).
las obligaciones del gestor, queda sometido a las obligaciones propias de un
mandante (arts. 1789 y 1790).
§ 6.- COMPARACIÓN CON OTRAS INSTITUCIONES
El Código requiere, en cuanto a la gestión, que sea "conducida útilmen-
te", aunque la ventaja que debía resultar no se haya producido o haya cesado -798. Con el mandato
(art. 1785). La utilidad alude a idoneidad en la forma de conducir el negocio.
En tal caso el gestionado se encuentra obligado: Tanto en un supuesto como en otro, una persona toma a su cargo la gestión
.
de negocios ajenos; en ambos el gestor o el mandatario, según sea el caso, tiene
a) A reembolsar al gestor el valor de los gastos necesarios y útiles, con los la obligación de obrar con diligencia y la de rendir cuentas. El dueño del nego-
intereses legales desde el día en que fueron hechos (art. 1785, inc. a]). Remiti- cio debe pagarle al gestor los gastos incurridos por la gestión, liberarlo de las
mos en cuanto a los intereses a lo explicado en el nro. 228 y ss. obligaciones contraídas en su provecho y, si no cumple, éste tiene en su favor el
b) A liberar al gestor de las obligaciones personales que haya contraído a derecho de retención (art. 2587), al igual que un mandatario.
causa de la gestión (art.1785, inc. b]). Se torna lógica la solución en la medida .Sin embargo, hay diferencias esenciales que derivan de la diversa natu-
de la utilidad de la gestión. No se justifica que el gestor se encuentre vinculado raleza jurídica de una y otra institución. Así el mandato supone un contrato,
por un asunto ajeno si su proceder ha sido útil al dueño del negocio. un acuerdo de voluntades; la gestión es un acto unilateral que no requiere el
.....
j
544 ALEJANDRO BORDA (DlR.) OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 545
consentimiento del dueño. Por consiguiente: a) el gestor está obligado a con- Además de estos dos supuestos, la gestión también concluye cuando el due-
tinuar su gestión hasta su fin o hasta que los interesados puedan proveer a ella ño del negocio asume por sí la actividad que desarrollaba el gestor (art. 1782,
(art. 1782, inc. e]), en tanto que el mandatario puede renunciar al mandato inc. e]).
(art. 1329, inc. d]); b) el gestor no tiene derecho a percibir retribución, salvo
el supuesto de actuación propia de su profesión o si es equitativo en las cir-
cunstancias del caso (art. 1785, inc. d]), en tanto que el mandatario sí lo tiene 11. EMPLEO ÚTIL
como regla pues se presume la onerosidad del mandato (art.1322); e) el gestor
no tiene derecho a que se le indemnicen los perjuicios sufridos, salvo aque-
llos que hayan tenido lugar con motivo de la gestión pero por causas ajenas 801. Concepto
a su responsabilidad (art. 1785, inc. e]), en tanto que sí los puede reclamar el
mandatario, a menos que le sean imputables a este último (art. 1328, inc. b]); Ubicado entre la gestión de negocios y el enriquecimiento sin causa -aun-
d) para que la gestión obligue al dueño debe ser útilmente conducida, es decir que sin duda más vecino a éste- el empleo útil existe cuando alguien, sin ser
con habilidad en el 'negocio (art. 1785), en tanto que el mandatario queda mandatario ni gestor de negocios, hiciese gastos en utilidad de otra persona
cubierto siempre que haya obrado dentro de los límites del mandato, sea o (art. 1791). Para precisar el concepto, conviene deslindarlo cuidadosamente de
no útil la gestión (art. 1324, inc. a]); e) el mandato. termina con la muerte del las instituciones antes aludidas.
mandante (ait. 1333), la gestión no finaliza con la muerte del dueño del ne-
gocio (art. 1783); g) finalmente, el mandato sólo puede tener por objeto actos
jurídicos, en tanto que la gestión también puede referirse a actos materiales. 802. a) Distinción con la gestión de negocios
800. Causales La institución de que ahora nos ocupamos tiene su aplicación más fre-
cuente e importante en materia de gastos funerarios. Dispone el art. 1792 que
entran en el concepto de empleo útil los gastos funerarios que tienen relación
El Código Civil y Comercial establece que la gestión concluye cuando el razonable con las circunstancias de la persona y los usos del lugar.
dueño le prohíbe al gestor continuar actuando. El gestor, sin embargo, puede
proseguirla, bajo su responsabilidad, en la medida en que lo haga por un interés Por consiguiente, es necesario considerar la fortuna del causante, su posi-
propio (art. 1783, inc. a]). También se extingue la gestión cuando el negocio ción sbcial, su actuación pública. Si se trata de un menor de edad, habrá que
concluye (art.1783, inc. b]). tener en cuenta la fortuna y posición-social de su familia.
546 ALEJANDRO BORDA (DI R.) OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 547
Qyien harealizado los gastos funerarios, debe dirigir su acción de rein- mos que nada se opone a que demande a ambos conjuntamente (hipótesis de
tegro contra los herederos del difunto (art. 1793, inc. b]); es claro que ellos litisconsorcio pasivo facultativo).
atenderán esta deuda en proporción a sus respectivas porciones hereditarias,
haya dejado o no bienes el causante.
111. ENRIQUECIMIENTO SIN CAUSA
805. Gastos en beneficio de la cosa de otro
Según el art. 1793, incs. a) y e), el acreedor tiene derecho a demandar el
reembolso: i) a quien recibe la utilidad; y ii) al tercero adquirente a título gratuito § 1.- DISPOSICIONES GENERALES
del bien que recibe la utilidad, pero sólo hasta el valor de ella al tiempo de la adquisi-
ción . .Cabe aclarar que al in c. b) del art. 1793 nos hemos referido en el número 806. Concepto. Los negocios abstractos ,
anterior. Los desplazamientos patrimoniales, el traspaso de bienes de una persona
Se trata de una mera aplicación del principio general del empleo útil. Sólo a otra, deben tener una justificación jurídica, una razón de ser, una causa. Re-
cabe agregar que el que realizó el gasto perdería su acción si la utilidad cesó sulta contrario a la equidad que una persona pueda enriquecerse a costa del
por su culpa. empobrecimiento de otra, sin ningún motivo legítimo. Cuando ello ocurre,
la ley confiere al empobrecido una acción de resarcimiento de su detrimento
El art. 1793, inc. e), establece que si la transmisión fue a título gratuito,
patrimonial llamada de enriquecimiento sin causa (o in rem verso), en defensa
podrá demandar el reembolso de los gastos del que tiene el bien, pero sólo
de su patrimonio que ha sufrido un desmedro injusto.
hasta su valor al tiempo de la adquisición, no influyendo al respecto las poste-
riores mejoras naturales o artificiales que recibiese la cbsa. Esto implica que si Pero una cosa es qu~ el beneficio carezca de causa, lo que da lugar a esta
los biene~ mejorados se encuentran en poder de un tercero, a quien se hubiera acción de enriquecimiento sin causa, y otra, bien diferente, que se trate de un
transmitido su dominio por título oneroso, el dueño del dinero empleado no supuesto de negocio abstracto. El negocio abstracto no carece de causa; lo que
tendrá acción contra el adquirente de esos bienes. La ley distingue así, con toda ocurre simplemente es que esta última está presumida, simulada o relegada a
lógica, entre la adquisición por título gratuito y por título oneroso. un segundo plano, lo que impide su planteo como defensa. Así, por ejemplo,
en los actos abstractos -como es el caso del pagaré- no es posible discutir
En el último caso, no hay acción contra el subadquirente, porque se supone
la causa (a menos que la ley expresamente lo autorice, art. 283) cuando se pre-
que si la cosa se benefició con el gasto, el subadquirente habrá pagado ese ma-
tende su cobro, lo que no obsta a su posterior planteo una vez hecho el pago.
yor valor al comprarla (supuesto de seguridad jurídica dinámica). En la primera
Algo similar sucede en las garantías unilaterales, como veremos más adelante
hipótesis, en cambio, es equitativo que el que recibe una liberalidad, pague el
(nros. 845 y ss.).
empleo útil que lo beneficia (hipótesis de seguridad jurídica estática); pero su
responsabilidad no puede ir más allá del valor que la cosa tenía en el momento
807. Antecedentes históricos y legislación comparada
de la transferencia del dominio.
Tan repugnante resulta al sentimiento de justicia y a la lógica la posibili-
Cabe preguntarse si el que realizó el gasto tiene acción también contra el
dad d~ que alguien pueda enriquecerse a costa del perjuicio de otro, sin causa
que transmitió el dominio. Si la transmisión fue a título oneroso, ninguna duda
legítima, que no es extraño que la acción tenga una vieja tradición jurídica. En
existe que sí la tiene; él era el dueño de la cosa en el momento de realizarse
el derecho romano, el principio aparece consagrado ya en un texto del juris-
el gasto, a él benefició el empleo útil y seguramente trasladó el mayor valor
consulto PoMPONIO:]ure naturae aequum est neminen cum alterius detrimento et
adquirido por la cosa al precio convenido. Más dudosa es la solución cuando
injuria .fieri locupletiorem (por derecho natural es equitativo que nadie se haga
la transmisión ha sido a título gratuito. Pensamos, sin embargo, que no puede
más rico con detrimento e injuria de otro). En aquel derecho se reconocieron
negarse al que realizó el gasto el derecho a dirigir su acción contra quien era
diversas condictio y otras acciones, particularmente la in rem verso, para obligar
dueño en el momento de realizarse el gasto. La acción derivada del empleo útil
al enriquecido a restituir. El principio fue adoptado por las Partidas: Ninguno
tiene carácter personal y no sería posible que el dueño de la cosa se eximiese
non deue enriqueszer tortizeramente con el daño de otro (Partida 7, tít. 34, ley 17).
de responsabilidad enajenando o destruyendo la cosa. En otras palabras: el que
ha empleado útilmente el dinero tiene un derecho de opción entre dirigir su En el derecho moderno, el principio de que nadie puede enriquecerse sin
demanda contra el enajenante o el adquirente por título gratuito; y aun pensa- causa a costa de otro es universal. Algunas legislaciones lo han consagrado
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1 O T RAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 549
548 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
en forma expresa (Cód. de las Obligaciones suizo, arts. 62 y ss.; Cód. Ci- 809. Naturaleza y fundamento de la acción
vil italiano, arts. 2041 y ss.; alemán, arts. 812 y ss.; portugués, arts. 473 y ss.; ¿Cuál es la naturaleza y fundamento jurídico de la acción derivada del
1, mexicano, arts. 1882 y ss.; venezolano, art. 1184; peruano, arts. 1954/1955; enriquecimiento sin causa? Numerosas son las opiniones vertidas sobre esta
paraguayo, arts. 1817 y ss.; brasileño, arts. 884/886; japonés, arts. 703 y ss.); cuestión; destacaremos sólo las que han tenido mayor eco:
otras, sin consagrarlo expresamente, han hecho numerosas aplicaciones de él,
de tal modo que debe admitirse que tiene el carácter de un principio general, a) Para algunos, el fundamento del enriquecimiento sin causa es el hecho
aplicable también a los casos no previstos. Ésta es la técnica legislativa del ilícito en que incurriría el enriquecido, al pretender quedarse con un bien a cos-
ta de otro y sin un motivo legítimo que justifique el traspaso. La idea no se sos-
Código Civil francés.
tiene, porque para cometer un hecho ilícito es necesario tener discernimiento y,
por consiguiente, no tienen capacidad para cometerlo los menores, ni las que al
808. La cuestión en el sistema jurídico argentino momento de realizarlo estén privados de la razón (art. 261) ni las personas que
se encuentren absolutamente imposibilitadas de interaccionar con su entorno
y expresar su voluntad (art. 32); en tanto que la acción por enriquecimiento sin
VÉLEZ SARSFIELD, siguiendo la técnica, por cierto deficiente, del Código causa es independiente de la voluntad y procede contra cualquier incapaz. Por
francés, no creyó necesario sentar el principio general de que nadie puede en- lo demás, en los hechos ilícitos la reparación es plena (art. 1740), en tanto que
riquecerse a costa de otro; sin embargo, en su Código se hacen numerosas apli- la reparación en el enriquecimiento sin causa está rigurosamente limitada al
caciones particulares del principio. Estas aplicaciones obedecen a una teoría enriquecimiento (o al empobrecimiento, si éste es menor).
general sobre el punto, que el propio VÉLEZ enunció en la nota al art. 784, en
b) Para otros habría una gestión de negocios impropia o anormal; pero no 1
la cual dice que "el principio de equidad, que siempre es principio en nuestro
hay tal, porque lo característico de la gestión de negocios es la intención de
derecho civil, no permite enriquecerse con lo ajeno".
administrar los negocios de otro, intención que no existe en la mayor parte de
los casos en el enriquecimiento sin causa; sin contar con que el gestor puede
Veamos las principales aplicaciones del enriquecimiento sin causa en el . repetir del dueño del negocio todos los gastos que la gestión le hubiere ocasio-
Código de VÉLEZ: a) el que paga sin causa o por una causa ilícita, es decir, el nado, con sus intereses (art. 1785, inc. a]), en tanto que la acción i'n rem verso
que paga lo que no debe, tiene derecho a demandar la restitución de lo pagado está limitada al monto del enriquecimiento.
(arts. 784 y ss.); igual fundamentación tiene el principio de que no hay obli-
e) A nuestro juicio, todas estas teorías pagan tributo a la tendencia, tan
gación sin causa (art. 499); b) el dueño del negocio tiene obligación de pagar
acentuada en los juristas, a asimilar las instituciones atípicas a otras ya cono-
al gestor los gastos realizados hasta la concurrencia de las ventajas que obtu-
cidas. Tal asimilación sólo tendría sentido si se tratara de aplicarles todo el
vo (arts. 2301 y 2302), pues de lo contrario mediaría un enriquecimiento sin
régimen legal de ésta; pero desde que tienen un régimen propio, toda preten-
causa; e) aunque el pago hecho a un incapaz es normalmente nulo y sin efectos dida identificación carece de sentido. El enriquecimiento sin causa es el enri-
(arts. 739, 1041 y 1042), valdrá en tanto hubiere resultado beneficioso para el quecimiento sin causa y nada más que eso. Y para fundarlo basta y sobra con
incapaz (arts. 734 y 1165); d) en materia de empleo útil, el art. 2306 autorizaba - ~ecurrir a la equidad: resulta repugnante a la justicia conmutativa que alguien
1
a quien incurrió en gastos a demandarlos a aquel en cuya utilidad se convirtie- pueda enriquecerse a costa de otro, sin motivo legítimo alguno; ello vulneraría
ron; esta solución es particularmente importante en materia de gastos hechos el principio que exige dar a cada uno lo suyo. ...
en mejoras necesarias o útiles (arts. 589,2440 y 2441).
En el Código Civil y Comercial constituye una fuente autónoma de las
obligaciones, regulada a la par de otras (como las ya vistas gestión de negocios
Sobre la base de estos preceptos (que dicho sea de paso, el concepto de y empleo útil) en el Capítulo 4, del Título V, del Libro Tercero.
muchos de ellos ha sido replicado por el Código Civil y Comercial -véanse
arts. 1796,726, 1000, 1791-) la doctrina y la jurisprudencia elaboraron una 810. Condiciones para que proceda la acción de restitución
teoría general del enriquecimiento sin causa, concediendo la acción de resti-
tución en todos los casos en que lo haya, teoría que ha sido consagrada por el Para que proceda la acción de restitución, es preciso que se encuentren re-
Código Civil y Comercial que regula esta figura en el Libro Tercero, Título unidos los siguientes requisitos: a) un enriquecimiento del dem~ndado; b) un
V -referido a otras fuentes de las obligaciones-, Capítulo 4 (arts. 1794 y ss.). empobrecimiento del actor; e) una relación de causalidad entre el enriquecí-
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111' ~1 1
suma de dinero), sea en la incorporación de cosas ajenas a las propias (p. ej., si de consolidar jurídicamente (SANTARELLI, Fulvio G., Código Civil y Comercial
el dueño de un inmueble, construye, siembra o planta con materiales ajenos, los comentado, dir.: Jorge H. ALTERINI, t. VIII, La Ley, 2015, p. 482). El problema
adquiere pero debe su valor -art. 1962-), sea en el aumento del valor de bie- es particularmente importante en lo que atañe a la prescripción, pues la acción
nes preexistentes (p. ej., la construcción de una obra en un inmueble), sea en la in rem verso prescribe en el plazo ord~pario de cinco años, en tanto que otras
extinción de una deuda o en el ahorro de un gasto (p. ej., el pago de una deuda muchas lo hacen en períodos más breves; si se pudiera utilizar la acción de
a un tercero, la realización de una mejora, el empleo útil, etc.). También cabe enriquecimiento cuando ha prescripto la específicamente regulada por la ley, se
dentro de este concepto la prestación de un servicio, puesto que éste produce estaría burlando el sistema legal (sería un supuesto de fraude a la ley).
un beneficio, tanto se mire el problema como un verdadero enriquecimiento o
como el ahorro del gasto que el demandado hubiera debido realizar contratan-
Debe señalarse, con todo, que a lo largo del Código Civil y Comercial,
do otros servicios análogos.
se mencionan casos concretos en los que cabe invocar el enriquecimiento sin
causa (arts. 337, 340, 992, 1000, etc.).
b) Empobrecimiento del demandante.- En lo que atañe a la institución que
nos ocupa, empobrecimiento significa toda disminución de patrimonio, sea
por pérdida efectiva de bienes (pago indebido, pago por otro, gastos hechos f) Buenaft del empobrecido.- Más allá de ciertas vacilaciones doctrinarias,
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en mejoras), o por su depreciación, o por pérdida de trabajos o tiempo. Pero entendemos que es improcedente la acción de enriquecimiento sin causa si el
es necesario destacar que en el empobrecimiento no puede haber un interés empobrecido ha obrado de manera culposa o dolosa. Por aplicación de esta
del empobrecido. En efecto, quien realiza inversiones o gastos en su propio idea, se ha resuelto que quien tiene abandonado un inmueble, ignorando su
beneficio, es claro que se está empobreciendo pero nada puede reclamar desde ocupación ostensible por un tercero, carece de acción para obtener la repetición
que está satisfaciendo su propio interés. Así ocurre, por ejemplo, en el contrato del beneficio obtenido por los ocupantes con la explotación gratuita de aquél.
de locación, en el que el locatario no puede reclamar al locador el pago de las No debe perderse de vista que el principio de buena fe ha sido consagrado
mejoras útiles, ni las de mero lujo o suntuarias que él hizo (art. 1211, párr. 2°). c~mo principio que impregna todo el ordenamiento jurídico (art. 9°).
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552 ALEJANDRO BORDA (DI R.) OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 553
811. Efectos, límites de la reparación no debe. Pero en todas las hipótesis el problema es idéntico: el pago realizado
sin una causa jurídica válida. Y, naturalmente, los efectos son iguales en todos
Producido el enriquecimiento sin causa, nace en favor del empobrecido los casos.
1'
una acción de reparación, quien deberá probar los hechos que constituyen el
enriquecimiento. Esa reparación tiene dos topes, que no puede pasar: a) en 815. Supuestos de pago indebído
primer lugar, no puede exceder del enriquecimiento; más allá sería injusta y
11 carecería de fundamento; b) en segundo lugar, no debe exceder del empo- El Código Civil y Comercial ha establecido los diferentes casos de pago
brecimiento, pues en lo que excediera, la pretensión carecería de un interés indebido, dando - en general- los mismos efectos. Veamos. El art. 1796 es-
legítimo y el empobrecido resultaría enriquecido sin causa. Si, pues, hay un tablece que el pago es repetible, si: a) la causa de deber no existe, o no subsiste,
enriquecimiento mayor que el empobrecimiento o viceversa, el límite de la re- porque no hay obligación válida; esa causa deja de existir; o es realizado en
paración estará dado siempre por la cantidad menor. Pero si el enriquecimiento consideración a una causa futura, que no se va a producir; b) paga quien no está
consistiera en la incorporación a su patrimonio de un bien determinado, el obligado, o no lo está en los alcances en que paga, a menos que lo haga como
1'
enriquecido debe restituirlo si subsiste en su poder al tiempo de la demanda tercero; e) recibe el pago quien no es acreedor, a menos que se entregue como
(art.1794, párr. 2°). Desde luego, el empobrecido tendrá derecho a reclamar los 1
liberalidad; d) la causa del pago es ilícita o inmoral; y, e) el pago es obtenido
intereses devengados a partir de la mora del enriquecido. por medios ilícitos. Las analizaremos seguidamente.
)
812. Prescripción 816. Pago sin causa
La acción in rem verso carece de plazo especial; en consecuencia, prescribe La hipótesis pura de pago sin causa, es decir, de pago realizado sin ninguna
en el plazo de cinco años, conforme a la regla general del art. 2560. motivación, es poco menos que imposible de concebir. Sería, dice con razón
CoLMER DE SANTERRE, un acto de locura. En la práctica, la falta de causa
§ 2.- PAGO INDEBIDO obedece siempre a dos razones: o que el que pagó se creía deudor y no lo era
(falta de causa por error) o que la causa era ilícita o contraria a las buenas cos-
tumbres. Pero, además de la hipótesis pura de pago sin causa, el Código prevé
1. - Conceptos generales
la posibilidad de que la causa de deber no subsista, porque no hay obligación
válida, porque esa causa deja de existir, o porque es realizado en consideración
813. Concepto y principios aplicables a una causa futura, que no se va a producir (art. 1796, inc. a]). Este último caso
· Cuando se paga algo que no se debe, la ley concede a quien pagó el dere- es el del pago de una obligación sujeta a condición suspensiva aún pendiente.
cho de repetir lo pagado. Es una solución de elemental equidad, fundada en
el principio más general de que nadie puede enriquecerse sin causa a costa de 817. Pago hecho por quien no está obligado
otro.
,El pago es repetible si paga quien no está obligado, o no lo está en los al-
El pago sin causa se rige por los principios generales relativos al enrique- cances en que paga, a menos que lo haga como tercero (art. 1796, inc. b]), en
cimiento sin causa, sin perjuicio de existir en el Código Civil y Comercial cuyo caso estaremos ante un supuesto de pago con subrogación. Los supuestos
preceptos propios que lo disciplinan. previstos en la primera parte de la norma son dos: (i) el pagador no esta-
ba obligado, por lo que es lógico que pueda repetir lo pagado porque no hay
814. Diferentes casos causa alguna que justifique el pago hecho; (ii) el pagador paga más de lo que
debía, exceso de pago que carece de causa y por ello también resulta repetible.
Los jurisconsultos romanos, aficionados a las sutilezas jurídicas, distin- Sin embargo, la restitución no procede si el acreedor, de buena fe, se priva de
guieron tres hipótesis de pago indebido: el pago por error, el pago sin causa y el su título, o renuncia a las garantías; en este caso, quien realizó el pago tiene
pago hecho por una causa ilícita o contraria a las buenas costumbres. subrogación legal en los derechos de aquél para dirigirse contra el deudor ori-
Esta distinción ha pasado sin mayor análisis a algunas legislaciones mo- ginal (art. 1799, in c. b]). La ley se inclina por proteger al acreedor de buena fe
dernas. Es, en verdad, enterament!! inútil. En el fondo, no es sino una clasifica- atendiendo a que se le dificulta la satisfacción de su interés al haberse privado
ción de los distintos motivos por los cuales una persona puede pagar algo que del tÍtulo o de las garantías que afianzaban su crédito.
OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 555
554 ALEJANDRO BORDA (OIR.)
Sin embargo, si hubiera torpeza por ambas partes, no habrá lugar a la repe- Un ejemplo demuestra lo dicho precedentemente. Supongamos que una
tición, sino que el crédito tendrá el mismo destino que las herencias vacantes persona tiene dos acreedores: Juan y Pedro, a cada uno de los cuales debe
(art. 1799, inc. e]), es decir, pasará a ser propiedad del Estado Argentino, de $ 20.000. Pero Juan tiene título ejecutivo, es un acreedor intolerante que ame-
la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o de la provincia donde esté situado naza con la ejecución o con el pedido de quiebra; Pedro, en cambio, es más
(art. 2648). Es una consecuencia del principio de que nadie puede invocar comprensivo y no urge el pago. Ante las exigencias de Juan, el deudor reúne
su propia torpeza o inmoralidad para accionar en derecho. En cambio, si una penosamente la cantidad debida y se la envía con un empleado; pero éste, por
sola de las partes actuó torpemente, la otra tendrá derecho a la restitución error, le paga a Pedro en vez de a Juan. El pago ha sido hecho por error; pero
(art.1799, inc. e]), siempre que sea de buena fe. si luego el deudor quisiera repetirlo de Pedro para pagarle a Juan (que es el
acreedor exigente y peligroso), no podría hacerlo porque el pago tiene causa.
820. Pago obtenido por medios ilícitos Esto explica también por qué el pago de una obligación natural, categoría
cuya existencia hemos admitido en el Código Civil y Comercial (ver nro.192), "!<
También será repetible el pago obtenido por medios ilícitos (art. 1796, inc. hecho por una persona en la creencia errónea de que le era exigible, no puede
e]). Ya no se trata aquí de un pago sin causa, pues, en verdad, el pagador debía ser repetido. Se ha pagado por error, pero se ha pagado una obligación que
lo que pagó; sino que es necesario evitar que las personas se hagan justicia por tiene causa. Basta con ello para hacerlo irrepetible.
su propia mano. Así, el acreedor no puede, mediante violencia (y ello, más allá
de la nulidad que afectaría al propio acto jurídico), obligar a su deudor a que 822. Hipótesis en las que procede la repetición del pago indebido
le pague; para ello tiene las vías legales. Si no las utiliza, si prefiere echar mano
de la violencia o del engaño, procede ilícitamente y debe devolver lo que se le El art. 790 del Código Civil de VÉLEZ enumeraba distintas hipótesis en
pagó. Sin perjuicio, naturalmente, de su derecho de accionar posteriormente que procedía la repetición del pago realizado. Si bien no han sido reproducidas
contra el deudor para reclamar el cumplimiento de la obligación contraída. en el Código Civil y Comercial -que ha desechado el casuismo y ha optado,
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556 ALEJANDRO BORDA (DI R.) OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 557 11111
con razón y como hemos visto, por establecer criterios generales- , son todos II, Capítulo 3. Por ello, hay que distinguir dos situaciones: que el que recibió el
supuestos en lo que procede la repetición. Ellas son: 1°) si la obligación fuese pago sea de buena o mala fe (arts. 193S y 1936).
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OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 559
558 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
trable o de una cosa -mueble o inmueble- registrable. En el primer caso, si IV. Asuso DEL DERECHO
el deudor hace, a título oneroso, tradición de ella a otra persona por transferen-
cia o constitución de prenda, el acreedor no tiene derecho contra esta última si 829. Concepto
es poseedora de buena fe, sino solamente cuando la cosa le fue robada o se ha
perdido. Es que, cabe recordar, el art. 1895 dispone que la posesión de buena fe Si bien es necesario afirmar enérgicamente la existencia de los derechos
del subadquirente de cosas muebles no registrables que no sean hurtadas o per- subjetivos, también lo es que debemos cuidarnos de los excesos en que se suele
didas, es suficiente para adquirir los derechos reales principales, a menos que se incurrir en el ejercicio de ellos. Porque si bien la ley los reconoce con un fin
pruebe que la adquisición fue gratuita. Empero, en todas las hipqtesis lo tiene útil y justo, suele ocurrir que las circunstancias los tornan injustos en algunas
contra los poseedores de mala fe (art. 760). En cambio, si la cosa es inmueble o de sus consecuencias, no previstas por el legislador. Y si es legítimo usar de los
mueble registrable, el acreedor tiene acción real contra terceros que sobre ella derechos que la ley concede, no lo es abusar de ellos.
aparentemente adquirieron derechos reales, o que la tengan en su posesión por
cualquier contrato hecho con el deudor (art. 761). La doctrina del abuso del derecho se ha abierto camino en el pensamiento
contemporáneo, no sin vencer serias resistencias. Los juristas liberales han mi-
~- rado con indisimulada desconfianza esta institución. Para ellos, las libertades
§ 3.- ÜBLIGACIONES PUTATIVAS humanas fincan en el respeto incondicional de los textos legales. Sólo la ley
puede y debe marcar el límite de las actividades del hombre; mientras las per-
sonas actúan dentro de aquellos límites, no hay por qué'investigar su intención
827. Concepto y disposiciones aplicables o preocuparse por el perjuicio sufrido por terceros. De lo contrario, no habría
derecho; todos estaríamos sometidos a la arbitrariedad de los poderes públicos,
Se llaman obligaciones putativas aquellas contraídas en la creencia falsa de la libertad y la seguridad quedarían perdidas, el espíritu de iniciativa ahogado.
ser deudor de una persona. Así, por ejemplo, creyéndome deudor de Pedro, le Es necesario que los hombres tengan algo seguro como base para desenvol-
documento la deuda firmándole un pagaré. ver sus ac!ividades; que sepan, de una manera clara y definida, que es lo que
pueden y lo que no pueden hacer. Y la única forma de fijar de un modo cierto
Resulta razonable afirmar que lo dispuesto respecto del pago indebido ese campo de acción es la ley. Ésta es una defensa, algo así como una barrera,
(que el pago es repetible si paga quien no está obligado, o no lo está en los al- dentro de la cual el individuo puede desenvolver sus actividades sin reatos y
a
cances en que paga, art. 1796, inc. b ]), es aplicable las obligaciones putativas; sin temores. Si de ello resulta un perjuicio para terceros, tanto peor para ellos:
y así, el que por error se constituyó acreedor de otro que también por error se dura !ex, sed !ex. Estos perjuicios ocasionales deben reputarse un sacrificio en
constituyó deudor, queda obligado a restituirle el respectivo instrumento de aras del bien social que resulta de la afirmación absoluta de los derechos indi-
crédito y a darle liberación por otro instrumento de la misma naturaleza. viduales. Inclusive se ha sostenido, con la altísima autoridad de PLANIOL, que
la expresión abuso del derecho implica una logomaquia: de un derecho se puede
Aquí no hay un pago sin causa, puesto que el pago todavía no se ha hecho usar, pero no abusar, pues el derecho cesa donde el abuso comienza. Abus~ e
efectivo; pero hay una obligación sin causa y por lo tanto ,nula. Es obvio el de- ilicitud deben considerarse sinónimos; en realidad, la expresión abuso del de-
recho del que se constituyó deudor de reclamar el título de la deuda. recho no hace sino cubrir la condenación de actos cometidos más allá de los
lír:nites de un derecho.
828. Liberación sin causa putativa. Principios aplicables
.
No obstante la fuerza lógica de estos argumentos, la teoría del abuso del
derecho se ha abierto paso con pie firme. Podrá discutirse el acierto lógico y
Así como puede pagarse sin causa, así también puede liberarse sin causa.
gramatical de la expresión abuso del derecho (que a pesar de los defectos puestos
Es el caso del acreedor no pagado, que cr.eyendo hecho el pago, libera al deudor.
de relieve por PLANIOL, tiene fuerza expresiva y ha sido incorporada definiti-
Es obvio que, demostrado que la deuda no se ha pagado, el acreedor con- vamente al léxico jurídico) pero lo que no cabe discutir ya, es que no se .p uede
serva todos sus derechos. Por consiguiente,.si la deuda estuviere vencida, podrá permitir el ejercicio de los derechos más allá de los límites de la buena fe, es-
demandar el pago; si no estuviere vencida, podrá demandarlo al deudor para pecialmente desde que el principio de buena fe ha sido recogido en el Título
que le otorgue un nuevo título de la deuda; y si el deudor se negase, servirá de Preliminar del Código Civil y Comercial (art. 9°). Los derechos no pueden
nuevo título la sentencia que se pronuncie en su favor. ser puestos al servicio de la malicia, de la voluntad de dañar al prójimo, de la
560 ALEJANDRO BORDA (OIR.) OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 561
mala fe; tiene un espíritu, que es la razón por la cual la ley los ha concedido; es una corriente subterránea y la echó con bombas a un arroyo cercano, impi-
evidentemente ilegítimo obrar en contra de los fines que inspiraron la ley. El diendo que pasara al terreno lindero. Se exige un comportamiento similar al
derecho no puede amparar ese proceder inmoral. del dolo, entendiéndose dolo como calificador de la acción de quien daña a un
tercero.
No creemos justificados los temores de quienes piensan que esta facultad
en manos de los jueces, pueda convertirse en un instrumento de inseguridad Bien pronto se vio claro que este criterio resultaba insuficiente. Los actos
jurídica y una manera de negar a los hombres los derechos que las leyes les re- realizados sin interés alguno son muy excepcionales; aun en los más repudia-
conocen. Aquéllos, por su formación en el culto del derecho, son naturalmente bles, hay generalmente un interés que está guiando al autor, pero no por ello el
respetuosos de la ley; su sistema de designación y su caráctér vitalicio, que los acto es más lícito. El usurero no practica su usura para perjudicar a la víctima,
aleja de la política, los aparta también de la tentación demagógica que más de sino para beneficiarse él; y, sin embargo, es indiscutible que existe abuso del
una vez impulsa al legislador a dictar leyes lesivas de los derechos individuales derecho. /
para halagar a su clientela política. Además, los jueces no pueden proceder ar-
b) De acuerdo con un criterio más comprensivo y de técnica jurídica más
bitrariamente; están unidos por la disciplina del cuerpo y por la jerarquía de su
depurada, habría abuso del derecho cuando éste se ha Ejercido en contra de losfines
organización. Y cuando los tribunales superiores niegan licitud a la conducta
de una persona que ha ejercido un derecho reconocido por la ley, declarando económicos y sociales que inspiraron la ley en la cual se le otorgó. Así, por ejemplo, el
derecho de huelga se ha reconocido con el propósito de dar a los trabajadores
que ha habido abuso, será porque su dignidad de magistrados y su sentido
moral les imponen necesariamente esa solución. Es muy elocuente la pruden- un medio de lucha por su bienestar; será, por lo tanto, legítima la huelga que
cia con que los jueces del mundo entero han usado de este poder; es precisq se declare con el objeto de conseguir un aumento de sueldos, un mejoramiento
dejar sentado que la experiencia práctica ha demostrado la inconsistencia de de las condiciones de trabajo, etcétera, pero si se declara con fines políticos,
los temores manifestados por los adversarios de esta teoría, que hoy se baten para desorganizar la producción o la economía del país, el derecho habrá sido
ejercido abusivamente. Este enfoque, llamado finalista ofuncional, es sostenido
en franca retirada.
por prestigiosos tratadistas y ha sido incorporado a la legislación positiva de
varios países.
830. Cuándo debe reputarse que un derecho ha sido ejercido abusivamente
e) Finalmente, habría abuso del derecho cuando se ha ejercido en contra de
La aplicación de la teoría del abuso del derecho, supone el ejercicio de un la moral y la buena fe. Sin negar la utilidad práctica del criterio finalista para
derecho dentro de los límites fijados por la ley que lo otorgó; porque si la ley orientar en muchos casos la decisión justa de la cuestión, creemos que el punto
hubiera fijado los límites y éstos se hubieran excedido, no habría abuso del de vista moral es el más decisivo y fecundo en la dilucidación de este problema.
derecho, simplemente porque no hay tampoco derecho. Si, por ejemplo, la ley Porque si la teoría del abuso del derecho se ha abierto camino, es por una razón
estableciera un límite del 10% a la tasa de interés en el mutuo y un usurero de orden moral. Todos los argumentos de prestigiosos maestros del derecho
pretendiera cobrar el30%, los tribunales no lo protegerían, porque no tiene de- en contra de su admisión, se han estrellado contra ese sentimiento de lo justo
recho; la hipótesis del abuso del derecho se plantea si, como ocurre en nuestra que anida en el corazón humano y que no podía admitir la justificación de lo
legislación, no existe límite legal alguno a los intereses: en este caso los jueces arbitrario, inmoral, dañino, a nombre del derecho. Si, pues, la moral ha sido el
niegan su amparo a quienes pretenden cobrar intereses excesivos, porque con- fundamento de esta institución, es evidente que ella debe dar la norma rectora
sideran que existe abuso del derecho. que permita distinguir el uso del abuso en el ejercicio de un derecho.
'j.
Cabe preguntarse, por consiguiente, cuál es el criterio que ha de permitir a
los jueces resolver que un derecho ha sido ejercido ·abusivamente, y cómo debe 831. La cuestión en nuestro derecho
fijarse el límite entre lo que es lícito y lo que es abusivo, puesto que constituye La recepción de la teoría del abuso del derecho, tenía en el Código Civil de
el tema central del instituto. VÉLEZ un obstáculo en el art.1071, que decía: El Ejercicio de un derecho propio, o
a) De acuerdo con un primer criterio, habría abuso del derecho cuando ha el cumplimiento de una obligación legal, no puede constituir como ilícito ningún acto.
sido ejercido sin interés alguno y con el solo propósito de perjudicar a terceros. No obstante los términos categóricos en que esta norma estaba concebi-
Éste fue el punto de partida desde el cual la teoría se abrió paso, tímidamente, da y que implicaba un repudio de la teoría del abuso del derecho, ésta se fue
en la jurisprudencia francesa. Se resolvió así que era ilegítimo el acto realizado abriendo paso en la jurisprudencia, bien que con suma lentitud y timidez. A
por un propietario que, para perjudicar al vecino, perforó un pozo para cortar pesar de dicho texto, no faltaba base legal para ello. Por lo pronto, el art. 953
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establecía que los contratos no pueden tener un objeto que sea contrario a las cho sólo constituía una aspiración ética; a partir de ese momento, la conducta
buenas costumbres. Había, además, en el Código Civil, diversas normas que abusiva importa un ilícito sui generis (conf. FERNÁNDEZ SESSAREGO, Carlos,
indican que VÉLEZ no aceptaba siempre el carácter absoluto de los derechos y Abuso del derecho, nro. J, 2a ed., Grijley, Lima). ¿~é se quiere decir con la
que intuyó que el ejercicio de ellos debía estar limitado por razones de conve- expresión ilícito sui generis? ~e lo que el abuso del derecho protege no son
niencia social, y de moral: en este sentido tenían interés los arts. 17J9, 1978, solamente aquellos intereses humanos que la ley reconoce expresamente a tra-
2441, párr. Jo, y las disposiciones sobre restricciones y límites al dominio. In- vés de derechos subjetivos perfectos, sino también aquellos otros intereses no
cluso, SEGOVIA, uno de los primeros comentaristas sostuvo textualmente que tutelados por norma jurídica específica. La teoría del abuso del derecho impli- '
"si el derecho se ejercita de una manera irregular ó agravante. y ·se causa un ca, por lo tanto, un límite impuesto al ejercicio anormal o irregular del derecho
daño en que interviene alguna culpa ó negligencia, habría que responder del subjetivo, en aras a tutelar intereses dignos de protección jurídica, que son los
de la comunidad.
perjuicio, á lo menos en la parte imputable" (SEGOVIA, Lisandro, Código Civil
de la República Argentina, t. I, La Facultad, 19JJ, p. J06).
Por otro lado, la ubicación metodológica dada en el Código Civil y Co-
Así fue que, por ejemplo, los tribunales resolvieron limitar los intereses mercial es relevante. Establecer el abuso del derecho en el Título Preliminar
que podían considerarse excesivos o usurarios; y se declaró inmoral el pacto importa disponer que se trata de una norma cuyos efectos se expanden a todo
comisorio (o cláusula resolutoria) si se lo pretendía hacer valer luego de haber el sistema regulado. Con otras palabras, no se trata sólo de una figura aplicable :1 11
pagado una parte sustancial del precio del inmueble. a algunas cuestiones civiles o comerciales, sino que se proyecta a todo el orde-
namiento jurídico y debe teñir todas las decisiones, sea cual sea la materia que
La reforma constitucional de 1949 consagró de .modo expreso el principio se discuta.
del abuso del derecho y los jueces comenzaron a hacer una aplicaCión fecunda 1
de él. La derogación de esa reforma constitucional no alteró mayormente este Es necesario insistir en que no siempre el ejercicio de un derecho está pro-
rumbo. Por lo tanto, la Corte Suprema de la Nación declaró que la teoría del tegido por la ley: debe tratarse de un ejercicio regular, es decir, justo, legítimo,
abuso del derecho tiene vigencia en nuestro derecho positivo con prescinden- normal. La idea queda explicitada claramente en el párr. Jo de la norma que
cia del precepto constitucional que lo consagraba (fallo del18 de abril de 1956, venimos analizando, en el que se sientan las pautas en base a las cuales debe
JA 1956-III-J66). Y los tribunales. siguieron aplicando el principio de que los apreciarse si un derecho ha sido ejercido de un modo abusivo. Se considera que 1111
derechos no pueden ejercerse abusivamente. Así, por ejemplo, se ha declarado hay abuso cuando el ejercicio del derecho contraríe los fines del ordenamiento
que incurre en abuso del derecho el acreedor que elige inútilmente la vía más jurídico, o exceda los límites impuestos por la buena fe, la moral y las buenas
gravosa para el ejecutado; o, si se pretende reivindicar una franja de pocos cen- costumbres.
tímetros sobre los cuales el vecino había edificado.
Importa remarcar que, según el Código vigente, el ejercicio del derecho es
Esta jurisprudencia tuvo plena consagración en la ley 17.711 que modifi- abusivo cuando contraríe los fines del ordenamiento jurídico. Existe acá una
có la redacción del citado art. 1071. El Código Civil y Comercial ha seguido diferencia importante con el art. 1071 del Código Civil de VÉLEZ, luego de la 1 11,1'
y profundizado esta línea. En efecto, ha previsto el abuso del derecho en el reforma de la ley 17.711, que establecía que había abuso cuando el ejercicio
art. 10, dentro del Título Preliminar, reiterando en buena medida la reforma del derecho contrariaba los fines que la ley tuvo en mira al reconocerlo. Como
introducida por la ley 17.711. Así dispone que El ejercicio regular de un derecho se explica en los Fundamentos del Anteproyecto de 2012 (base sustancial del
propio o el cumplimiento de una obligación legal no puede constituir como ilícito Código Civil y Comercial) la norma pretende destacar que el concepto del
ningún acto. La ley no ampara el ejercicio abusivo de los derechos. Se considera tal el ...
abuso del derecho no puede quedar vinculado con los fines que tuvo el legisla-
que contraría los fines del ordenamiento jurídico o el que excede los límites impuestos dor en su momento al reconocerlo, sino que debe tener en cuenta la evolución
por la buenafe, la moral y las buenas costumbres. El juez debe ordenar lo necesario interpretativa que el mismo derecho ha tenido.
para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de la situación jurídica abusiva y, si
correspondiere; procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indem- En su resolución, el magistrado debe tener en cuenta si existe: 1) intención
nización. de dañar; 2) ausencia de interés; J) si se ha elegido entre varias maneras de
ejercer el derecho, aquélla que es dañosa para otros; 4) si el perjuicio ocasiona-
Varias son las cuestiones que debemos destacar.
J Ante todo, hi consagración de la teoría del abuso del derecho como una
norma jurídica es de una importancia radical. Antes de ello, el abuso del dere-
do es anormal o excesivo; 5) si la conducta o manera de actuar es contraria a
las bjuenas costumbres; 6) si se ha actuado de manera no razonable, repugnante
a la lealtad y a la confianza recíproca.
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564 ALEJANDRO BORDA (DIR.) OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD
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Pero esto no es todo. El Código, además, añade algo que la legislación nociva para cualquiera de los condóminos o perjudicial a los intereses de ellos
anterior no contemplaba: El juez debe ordenar lo necesario para evitar los efectos o al aprovechamiento de la cosa (art. 2001), o -en el segundo- redunda en
del ejercicio abusivo o de la situación jurídica abusiva y, si correspondiere, procurar perjuicio del valor de los bienes indivisos (art. 2365).
~ la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización.
que lo sea a petición de parte. Si bien el tema resulta complejo, part_ce razo- El abuso del derecho debe ser tratado como el acto ilícito; en consecuencia,
nable inclinarse por la primera opción. Es que la norma no alude a la petición no se acordará la protección judicial a quien. pretenda abusar de su derecho; y
de parte, por un lado, y por el otro, dispone imperativamente que el juez si el abuso se hubiera ya producido, su autor es responsable por los daños oca-
1 debe ordenar lo necesario para evitar los efectos del ejercicio abusivo o de la sionados y debe ser intimado a cesar en él.
situación jurídica abusiva. A su vez, desde que el abuso del derecho se regula
1 Por lo demás, considerando que el juez debe ordenar lo necesario para evi-
en d título preliminar y que debe gobernar todas las relaciones jurídicas, no
tar los efectos de la situación jurídica abusiva (art. 10, párr. 3°), situación que
parece posible pregonar que el juez -cerrando sus ojos- permita el ejercicio
está dada por el ejercicio de varios derechos entrelazados o vinculados por una
abusivo de los derechos. Ello sería tanto como admitir el ejercicio del derecho
estrategia diseñada por el titular para desnaturalizar, obstaculizar o impedir el
de mala fe.
ejercicio de un derecho o una facultad de la otra parte (con( ToBÍAs, José W.,
Por último, y como consecuencia de lo expuesto, podemos afirmar que el Código Civil y Comercial comentado, dir. : Jorge H. ALTERINI, t. I, La Ley, 2015,
abuso del derecho es irrenunciable. Es que estamos ante una verdadera norma p. 71), es claro que estará habilitado a dictar las medidas cautelares necesarias
, de orden público, que no puede ser renunciada anticipadamente. a tales fines.
832. Derechos que pueden ejercerse discrecionalmente " A su vez, y conforme lo dispone la citada norma, el juez está facultado a
procurar la reposición al estado de hecho anterior y fijar una indemnización. Con
Hay, empero, algunos derechos que pueden ejercerse arbitrariamente, sin otras palabras, el Código faculta, por un lado, a decretar la invalidez del acto
que el sujeto deba rendir cuenta de su conducta o de los móviles justos o in- 11 abusivo (lo que retrotrae la situación al estado de hecho anterior), y, por el
justos que lo han guiado. Se trata de un pequeño número de derechos (cada otro, a reparar las consecuencias del acto abusivo dañoso, que en definitiva
vez menor) que escapan al concepto de abuso; como ejemplos, en los que hay constituye un acto ilícitQ, ciertamente solapado, en tanto contraría el principio
acuerdo prácticamente general, podemos .citar el de disponer por testamento constitucional de no dañar (alterum non laedere) .
de la porción que no corresponde a los herederos forzosos, el de retractar el
consentimiento dado para la donación de órganos, el de revocar las directivas
anticipadas, etcétera. Se los ha llamado derechos incausados, abstractos, abso- V. ÜBUGACIONES EX LEGE
lutos, soberanos, discrecionales.
¿Cómo se justifica que tales derechos, por excepcionales que sean, escapen 834. Concepto y caracteres
al principio de que nadie puede ejercer abusivamente de una facultad legal?
Lo que ocurre es que en ocasiones-y por motivos que varían según los casos, De una manera muy general, pueden clasificarse las obligaciones en dos '!-
los jueces sienten la necesidad de acordar a ciertos derechos algo así como un grandes categorías: aquellas que tienen su origen en la voluntad de las partes
privilegio de inmunidad, que permite su ejercicio con razón o sin ella. Pues (contratos y voluntad unilateral) y las que nacen de la ley. Dentro de estas
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puede ocurrir que haya un interés superior, socialmente hablando, en asegurar últimas, cabe distinguir las que surgen de hechos ilícitos (y, según nosotros lo
la aplicación automática del derecho, sin entrar a juzgar los móviles que inspi- pensamos, de hechos lícitos que ocasionan daños a terceros) y las que nacen
ran a los hombres. directa y meramente de la ley, sin ningún hecho o daño imputable al obligado;
son éstas las obligaciones llamadas ex lege.
Sin embargo, debemos insistir en que el número de derechos discrecio-
nales es cada vez menor. Así, por ejemplo, dos supuestos tradicionales, como Para precisar el contorno, por cierto muchas veces confuso, que separa las
el de pedir la división de un condominio o la partición de una herencia, hoy obligaciones ex lege de otras obligaciones nacidas también de la ley, hay que
pueden ser frenados o postergados si -en el primer caso- su realización es tener presente: 1) que no media un acto ilícito del obligado; 2) que no hay
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OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 567
566 ALEJANDRO BORDA (DIR.) 11111
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835. Diversos casos 836. Cuestión preliminar
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La promesa de pago de una obligación puede ser realizada de manera bi- La ubicación metodológica de esta norma confunde, pues hubiera sido
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lateral o unilateral. Es bilateral cuando estamos ante un contrato; tal el caso más apropiado tratarla junto con las garantías unilaterales, que se verán más
de la compraventa, en la que el comprador promete pagar una suma de dinero adelante (nros. 845 y ss.).
(art. 1123). En cambio, la promesa es unilateral cuando ella no nace de un
contrato sino de una declaración unilateral, declaración que hace presumir la
existencia de una fuente válida (art. 1801), esto es de una causa legítima. Se § 2.- PROMESA PÚBLICA DE RECOMPENSA
trata de una presunción iuris tantum, desde que la propia norma admite la ex-
cepción de prueba en contrario. 839.Noción
Si bien la promesa unilateral no nace de un contrato, ello no obsta a que Recompensar es dar una cosa o hacer un beneficio a una persona, como
esté conectada con un negocio jurídico. Pero lo que importa es que la obliga- premio por un servicio, o como reconocimiento por un mérito o una buena
ción resulta de la promesa en sí misma, con prescindencia de ese negocio. Es acción. Se trata, como se ve, de una prestación unilateral que debe realizarse
el caso del cheque, que puede haber sido librado como consecuencia de un cuando se dan las circunstancias y parámetros tenidos en cuenta.
contrato, pero que debe ser pagado sin e~trar a valorar ese contrato.
Ahora bien, si una persona, mediante anuncios públicos -avisos, publica-
La promesa de pago debe ser diferenciada del reconocimiento unilateral de ciones, carteles, redes sociales, etc.- promete recompensar, queda obligado por
deuda. Para este reconocimiento, el propio art. 1801 dispone la aplicación del esa promesa desde el momento en que ella llega a conocimiento del público
(art.1803). Por lo tanto, la promesa no es vinculante hasta tanto no llegue a co-
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art. 733. Esta última norma establece que el reconocimiento consiste en una
manifestación de voluntad, que puede ser expresa (exteriorizada por escrito, nocimiento del público; empero, adviértase que no requiere aceptación alguna,
signos inequívocos o por le ejecución de un hecho material) o tácita (cuando sino sólo que llegue a conocimiento del público. 111 ;!1111
resulta de actos por los cuales se puede conocer la voluntad con certidumbre), La norma citada aclara dos cuestiones. La primera, el objeto de la recom-
y por la cual el deudor admite estar obligado al cumplimiento de una presta- pensa: cumplir con una prestación pecuniaria prometida u otorgar una distin-
ción. Debe recordarse que el reconocimiento abstracto constituye una promesa ción. La segunda, el presupuesto o circunstancias que se exigen para recibir
autónoma de deuda (art. 734, in fine), cuya validez y eficacia se independiza de la recompensa: ejecutar determinado acto, cumplir determinados requisitos o
la obligación preexistente. encontrarse en cierta situación. Son ejemplos de tales circunstancias, respecti-
vamente, encontrar un animal, tener el mejor promedio universitario, atender 1
La carta de crédito es el instrumento particular emitido (o confirmado) La promesa de recompensa no constituye una oferta al público, pues no
por un banco o entidad financiera, mediante el cual autoriza a un beneficiario está dirigida a celebrar un contrato. Se trata simplemente de una obligación
a presentarse para cobrar el crédito o a librar letras de acuerdo con ciertos que se asume unilateralmente desde que se la hace pública, y que puede tener
términos, estipulándose en legal forma que se hará honor a todas esas letras. contenido patrimonial o no. Una distinción honorífica, por ejemplo, carece de
La carta de crédito garantiza el pago o aceptación de las letras si se cumplen contenido patrimonial.
las condiciones establecidas. Es un instrumento de garantía mediante el cual La promesa de recompensa hace hincapié en el sujeto pasivo (deudor) de la
el beneficiario, que es acreedor en otra relación jurídica que mantiene con un relación jurídica, quien establece el objeto de la recompensa y las condiciones i~ 1
tercero, se asegura el cobro de su crédito si ese tercero (su deudor) no cumple. para determinar el beneficiario de ella. Empero, ello no significa que no exista
un sujeto activo (acreedor) que tendrá derecho a la recompensa. Ocurre, sola-
Estas obligaciones que asume el emisor o confirmante de las cartas de
mente, que ese acreedor recién quedará individualizado cuando se cumplan los
crédito emitidas por bancos u otras entidades autorizadas son consideradas
recaudos fijados en la promesa.
declaraciones unilaterales de voluntad (art. 1802), pues están separadas o des-
1
vinculadas de la obligación principal al no presentar dependencia causal, cons-
840.,El plazo. Caducidad y revocación
tituyendo obligaciones autónomas. En efecto, salvo supuestos excepcionales, el
banco deberá cumplir la obligación asumida en la carta de crédito, sin posibi- La promesa pública de recompensa puede ser hecha dando un plazo para
lidad de alegar defensas fundadas en la relación original. que se cumpla con el presupuesto que permite recibirla. Ese plazo puede ser
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expreso o tácito. Es expreso cuando ha sido claramente determinado (v.gr., en- promesa. El problema se plantea cuando son varias las personas que demos-
contrar a mi perra bóxer antes del1 o de diciembre de 2017); es tácito cuando trasen tales extremos.
resulta de la naturaleza y circunstancias de la obligación (por ejemplo, escribir
1 una poesía dedicada a la Reina de la Vendimia que deberá ser entregada tres
El art. 1806 establece que en tal caso la recompensa corresponde a quien
días antes de que comience la Fiesta respectiva). Vencido el plazo otorgado sin
primero lo ha comunicado al promitente en forma fehaciente. Añade que
que nadie haya dado cumplimiento con el presupuesto exigido, se extingue la
si la notificación es simultánea, el promitente debe distribuir la recompensa
promesa de recompensa dada. -
en partes iguales; y si la prestación es indivisible, la debe atribuir por sorteo
¿C2!té sucede si la promesa fue formulada sin plazo, expreso ni tácito? (párrs. 1o y 2°). Solución lógica dado que ante la imposibilidad de fracciona-
En ese caso, la promesa caduca dentro del plazo de seis meses del últi'mo acto miento, debe recurrirse a la suerte para determinar al acreedor adjudicado.
de publicidad, si nadie comunica al promitente el acaecimiento del hecho o de
No resulta desconocido el empleo del azar: similar fenómeno se observa en
la situación prevista (art. 1804). No está de más recordar que la caducidad la asignación de lotes en las hijuelas hereditarias de igual monto (art. 2378,
párr. 1°).
extingue el derecho no ejercido (art. 2566). Establecer la fecha del último
acto de publicidad puede ser difícil en ciertos casos, como ocurre cuando l 1
se lo hace a través de folletos; en este supuesto, parece razonable exigir al Es conveniente resaltar algunos aspectos de la norma. La comunicación 11
1111: :!
que debe hacer quien aspira a la recompensa debe ser realizada por medio
1
promitente que pruebe cuando los retiró de circ:ulación (conf. AzAR, Aldo, 111
Código Civil y Comercial de la Nación, dir.: Alberto J. BuERES, t. 3F, p. 873, fehaciente (telegrama, carta documento, acta notarial, etc.). Por otra parte,
Hammurabi, 2018) . si la comunicación es simultánea, la recompensa debe distribuirse por partes
iguales; la simultaneidad debe considerarse de manera absoluta, en día y hora
Ahora bien, sin perjuicio de lo dicho precedentemente, cuando la promesa (arg. art. 1622). Y si hay simultaneidad en la notificación y la prestación de
de recompensa carece de plazo, ella puede ser retractada en todo tiempo por el la recompensa es indivisible (por ej., un pasaje aéreo a Santiago de Chile), la
promitente (art. 1805, 1a parte). En cambio, si lo tuvo, sólo puede revocarse antes atribución de ella debe ser hecha por sorteo.
del vencimiento, con justa causa (art. 1805, 2a parte). En otras palabras, en este
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último caso, la regla es que la promesa no puede revocarse, a menos que exista ¿C2!té ocurre si varias personas contribuyen a un mismo resultado? La re- 111·''
una justa causa; y existirá justa causa cuando los hechos perdieron relevancia, compensa deberá ser dada de la manera en que dichas personas han convenido
sea porque se obtuvo el fin buscado por otros medios, o en otro lugar que haga 1
y puesto en conocimiento del promitente por medio fehaciente. Ahora, si no se
perder sentido al mantenimiento de la promesa, etcétera (conf. SANTARELLI, notificara la existencia de un convenio unánime, el promitente debe entregar lo
Fulvio G., Código Civil y Comercial comentado, dir.: Jorge H. ALTERINI, t. VIII, prometido por partes iguales a todos. Y si la promesa fuera indivisible, deberá
p. 502, La Ley, 2015).
§ 3.- CoNcuRso Púsuco obra realizada como contraprestación de su explotación por parte del promi-
tente sino un estímulo que otorga graciosamente el convocante.
843.Noción
844. Decisión del jurado
El concurso público es una variante de la promesa pública de recompensa,
que limita a un cierto número de personas o aspirantes a la recompensa y que Ya hemos dicho que el dictamen del jurado obliga a los interesados. Pero,
delega en un jurado o tribunal su otorgamiento (aunque es una facultad que además, el Código le reconoce al jurado otras dos atribuciones. La primera, la
puede reservarse el promitente), quienes deberán apreciar los méritos, trabajos de decidir que todos o varios de los concursantes tienen el mismo mérito, en
o investigaciones de los concursantes. No basta, entonces, alcanzar el resultado cuyo caso, si el premio es divisible, debe ser distribuido en partes iguales entre
-propio de la promesa pública de recompensa-, sino que se exige una deci- 1 los designados; y, si es indivisible, debe adjudicarse por sorteo. La segunda, la
sión del jurado y, además, el cumplimiento por todos de las bases publicadas de declarar desierto cualquiera de los premios llamados a concurso (art. 1809),
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del concurso. cuando los concursantes no alcancen los méritos exigidos. !1
No está de más añadir que, como se dijo, muchas veces el concurso pue-
de ser limitado a algunas personas determinadas por ciertas calidades o que
reúnan cierta calificación, por ejemplo en un área del saber, que deben ser
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1
845. Noción y naturaleza jurídica
chrestien, París). Sería una estipulación a favor de tercero pues el beneficiario da por la ordenanza 2006-346), pero sí ha sido recogida por la jurisprudencia,
puede aceptar o rechazar la garantía ofrecida. tal como ha ocurrido en España, Italia y Bélgica. Añádanse los instrumentos
internacionales que la han regulado, tales como las Reglas Uniformes para 11111
La definición antes transcripta califica a las garantías a primer requeri- las Fianzas Contractuales (URCB en sus siglas en Inglés), las Reglas Uni-
miento como un contrato. Sin embargo, no es ésta la posición asumida en formes sobre la Garantía a Primera Demanda (URDG también por sus si-
el Código Civil y Comercial. En efecto, el Código no recepta esta garantía glas en inglés), ambas de la Cámara de Comercio Internacional y la Conven-
como un contrato sino como otra fuente de las obligaciones (Título V), y más ción sobre Garantías Independientes y Cartas de Crédito Contingentes de la
precisamente como un instituto que surge como consecuencia de una decla- UNCITRAL.
ración unilateral de voluntad (Capítulo 5), junto con la promesa pública de
recompensa y el concurso público. Más aún, tanto el art. 1810 como los Fun- 1 En nuestro derecho positivo tampoco estaba regulada e, incluso, se ha dis-
damentos del Anteproyecto que dieron origen al Código vigente señalan que cutido la conveniencia o no de su incorporación legislativa. Es que si bien
las garantías unilaterales constituyen una declaración unilateral de voluntad. por un lado la regulación legal permite unificar soluciones, por el otro lado,
La idea se funda en que la garantía vincula al garante con el beneficiario, con disciplinarlas normativamente trae como consecuencia cierta cristalización en
independencia de las relaciones que la generaron y con prescindencia del con- la evolución de la figura y una mayor dificultad para acompañar los usos y
trato base que une al ordenante con el beneficiario. costumbres que se desarrollen en el comercio internacional. Con todo, debe 1111
con la aceptación tácita del beneficiario (cuando requiere el pago al garante). cuanto a su validez. Es lo que ha venido a hacer el Código Civil y Comercial al
Por lo demás, no hay obstáculo alguno en que el beneficiario rechace la garan- consagrarla de manera expresa.
tía ofrecida, lo que implica rechazar la oferta; en cambio, si acepta la garantía,
está aceptando la oferta, constituyéndose y perfeccionando consiguientemente 847. Limitación alas excepciones. Carácter autónomo
el contrato.
En su origen, la característica fundamental de la garantía a primer requeri-
Se trata de un negocio de cobertura indemnizatoria, muy importante para miento era su independencia y autonomía del contrato principal para proceder 1'•
la actividad comercial porque procura dar una mayor seguridad y celeridad en a su ejecución, pues la obligación de pago asumida por el garante constituía
el pago, y que es comparable a una cláusula penal accesoria, pues (i) se puede una obligación distinta, autónoma e independiente, de las que nacen del con-
reclamar al tercero (el garante) la suma allí fijada, o la prestación pactada u otra trato base cuyo cumplimiento se garantiza. La idea era que bastara con que el
prestación, si el deudor incumple, (ii) se invierte la carga de la prueba, en tanto beneficiario le notifique al garante el incumplimiento del deudor (ordenante
al beneficiario le basta con requerir el pago y quedará a cargo del garante pro- de la garantía), presentando la reclamación (o statement, según la terminología
bar -limitadamente, como se verá más adelante- que no debe hacerlo, y (iii) anglosajona), para que el garante debiera efectuar el pago, no estando obligado
no se puede invocar que el beneficiario no ha sufrido daños como eximente. el beneficiario a demostrar el incumplimiento de la otra parte, con lo que se ,,
La intervención del garante consiste en la asunción de la obligación de pagar invertía la carga de la prueba, ya que correspoln<;lía al ordenante probar la eje-
una suma dineraria o cumplir la prestación debida u otra prestación, mediante cución indebida de la garantía por el beneficiario. Para el garante, la garantía a
la emisión de una promesa escrita de pagar, a simple requerimiento o previa primera demanda se presenta como una aplicación del principio so/ve et repete,
presentación de algún tipo de documento. Si bien la garantía unilateral denota en tanto debe pagar y luego reclamar o cuestionar el pago hecho. Opera desde
una relación obligatoria subyacente, no es accesoria de ella; ello impide hablar su perspectiva como si fuera una garantía abstracta.
de obligación principal y obligación accesoria, pues la garantía en sí misma
Hoy en día, en el derecho comparado puede observarse que se mantiene
constituye una obligación principal (desde este punto de vista, podría conside-
esta tendencia a afirmar que la garantía a primera demanda obliga al garan-
rarse como garantía abstracta).
te a pagar desde que el beneficiario se lo requiera, sin poder invocar -en
principio- ninguna excepción, pero se deja a salvo la posibilidad de plantear
846. Recepción legislativa
objeciones: a) referidas a la validez de la declaración de garantía dada por él
La garantía de cumplimiento a primer requerimiento o a primera deman- (hipótesis de fraude), b) que se deduzcan del documentq )mismo de garantía,
da ha tenido una tímida recepción legislativa en el derecho comparado (un e) que correspondan directamente contra el beneficiario de la garantía, o d)
ejemplo es el art. 2321 del Código Civil francés luego de la ~eforma introduci- fundadas en un abuso manifiesto del beneficiario.
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576 ALEJANDRO BORDA (DlR.)
El Código Civil y Comercial asume una postura aún más restrictiva, pues
no prevé, de manera expresa al menos, la posibilidad de oponer excepciones.
OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 577
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578 ALEJANDRO BORDA (DIR.) OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 579
exigir la exhibición de la documentación que debía acreditar que el beneficiario 850. Negocio abstracto
había cumplido cabalmente con su obligación).
La garantía a primer requerimiento es un negocio abstracto. No es que
849. Las diferencias entre la garantía unilateral y otras figuras jurídicas carezca de causa sino que ésta es irrelevante para la producción de sus efectos
propios. Como se ha dicho, los interesados cortan el lazo causal que natural-
a) Con la fianza. Tanto la garantía a primera demanda como la fianza son mente liga a la garantía con el contrato base, independizándola de los vicios,
garantías personales, pero existen entre ellas importantes diferencias. La más validez o invalidez de este último, para darle mayor seguridad al beneficiario.
notable está dada por el carácter accesorio de la fianza, que siempre -y no im-
Un tema complejo es el de si la modificación del contrato base incide o
porta que sea simple, solidaria o principal pagador- se encuentra subordinada
no sobre la garantía. La idea predominante es que las transformaciones sufri-
al contrato principal, y que nunca puede ser más onerosa que la obligación
das por el contrato base, no alteran la garantía. Pero la cuestión no es simple.
principal. La garantía a primera demanda es, en cambio, autónoma respecto
Veamos. Según el art. 1810, lo que la garantía unilateral garantiza es (i) el
del contrato garantizado, ajena por lo tanto a los caracteres de subsidiariedad y
cumplimiento de las obligaciones de otro y su pago, (ii) el pago de una suma de
accesoriedad en relación con la obligación garantizada, propios del contrato de
dinero, y (iii) el cumplimiento de otra prestación determinada. En los dos últi-
fianza, lo que obsta a que el deudor de una garantía a primera demanda pre-
mos casos, no parecen existir problemas; en efecto, el compromiso del garante
tenda invocar la nulidad de la obligación principal para reclamar la nulidad de
es el de pagar una suma de dinero o cumplir con cierta prestación, por lo que si
su propia obligación y oponer las defensas que el ordenante (deudor principal)
el contrato base se modificara, la obligación del garante sigue siendo la misma:
pudiera tener contra el beneficiario (acreedor común).
el pago de la suma de dinero o el cumplimiento de la prestación prometida.
Además, la garantía unilateral (i) tiene una formalidad diferente; y, (ii) es un Pero en el primer caso, la cuestión cambia. Adviértase que a lo que el garante
negocio jurídico abstracto, riacido de un acto que no celebra el acreedor, sino el se compromete es al cumplimiento de la obligación de otro (que es el orde-
deudor y el garante; en tanto que el contrato de fianza es celebrado justamente nante) y no resulta posible, más allá del carácter abstracto del negocio, que se le
por el acreedor con el fiador. Pero si se dudara sobre si se trata de una fianza o cambie el objeto de su obligación, que incluso puede acarrear un agravamiento.
de una garantía a primera demanda deberá optarse por la primera figura, pues
ésta última constituye una excepción a las normas reguladoras de la fianza y 851. Extinción
rompe el equilibrio contractual otorgando una clara ventaja al acreedor (conf.
La garantía a primera demanda puede extinguirse por razones relativas a
KEMELMAJER DE CARLUCCI, Aída R., Las garantías a primera demanda, Rev. de
sus propias condiciones de otorgamiento, y también por razones vinculadas al
Derecho Privado y Comunitario, nro. 2, nro. IX, Rubinzal-Culzoni, p. 93).
contrato celebrado entre ordenante y beneficiario, siempre y cuando el derecho
b) Con el aval cambiario. El aval sólo garantiza obligaciones cambiarias, aplicable expresamente lo permita o cuando aquél haya cumplido con su obli-
mientras que la garantía a primer requerimiento se vincula con otro tipo de gación en la relación subyacente.
prestaciones. Y si bien ambas son garantías autónomas y abstractas, difieren
en sus funciones; así el avalista se obliga en los mismos términos que el ava- 852. Aviso de pago
lado . (art. 34, dec.-ley 5965/1963), de manera total 'o parcial (art. 32, dec.-
ley 5965/1963), lo que no ocurre en el garante a primer requerimiento, que Nuestro Código no impone obligación alguna al garante de avisar al or-
...
puede obligarse a pagar una suma de dinero -que es el supuesto ordinario- u denante que ha pagado al beneficiario. La cuestión no genera inconveniente
otra prestación. si expresamente se establece tal obligación. Pero ¿qué ocurre si nada se ha
estipulado o si expresamente se dice que no existe tal obligación? Es un tema
e) Con el crédito documentario. Mientras el crédito documentario tiene una que genera dudas pues la falta de aviso puede traer como consecuencia un do-
mera función de pago contra la presentación de documentos, la garantía a pri- ble pago (uno hecho por el garante y otro por el ordenante). A nuestro juicio,
mer requerimiento presenta una función de verdadera garantía de pago ante deben considerarse los d7nominados deberes secundarios de conducta, todos
el incumplimiento de la obligación por parte del deudor (ordenante). Además, ellos derivados del principio general de la buena fe, entre los que cabe destacar,
el crédito documentado se contrata en operaciones cuya naturaleza permita la para este caso, a los deberes de colaboración, de información y de diligencia.
presentación de documentos que acrediten el cumplimiento de la prestación, Y con tal fundamento, parece indudable que el garante debe dar aviso al orde-
mientras que en la garantía unilateral no se exige esta presentación con carác- nante del pago hecho e, incluso, de que se le ha requerido el pago, a los efectos
ter general. -justamente- de evitar el doble pago.
580 ALEJANDRO BORDA (0IR.) OTRAS FUENTES DE RESPONSABILIDAD 581
853. Limitación respecto de los sujetos que pueden obligarse formalidad solemne absoluta. Por ello, es de aplicación el art. 969 que dispone
que cuando la forma requerida para los contratos, lo es sólo para que éstos produzcan
Existe un criterio claramente restrictivo sobre quién puede ser garante de sus efectos propios, sin sanción de nulidad, no quedan concluidos como tales mientras
estas garantías unilaterales, procurándose evitar que pueda asumir tal carácter no se ha otorgado el instrumento previsto, pero valen como contratos en los que las
una persona física. La razón de ello es que lo que se garantiza son negocios de partes se obligaron a cumplir con la expresada formalidad. Añádase que el art. 1018
alto riesgo financiero y de muy fuerte contenido económico y, que lógicamente establece que el otorgamiento pendiente de un instrumento previsto constituye una
sólo pueden ser contraídos por expertos, que tengan cabal conocimiento de los obligación de hacer si el.foturo contrato no requiere unaforma bajo sanción de nulidad.
riesgos que se asumen.
La garantía unilateral se redacta normalmente en un único ejemplar, el que
Este criterio restrictivo ha sido seguido por el Código Civil y Comercial, queda en poder del beneficiario, pues es a éste a quien le interesa para poder
en tanto dispone que estas garantías pueden ser emitidas por (i) las personas ejercer los derechos que nacen de tal declaración.
públicas, (ii) las personas jurídicas privadas en las que sus socios, fundadores o
La garantía a primera demanda carece de plazos legales mínimos o máximos
integrantes no responden ilimitadamente, y (iii) en cualquier caso, las entida-
de duración, aunque es usual que se fije un tiempo máximo para que el beneficiario
des financieras y compañías de seguros, y los importadores y exportadores por
haga el reclamo, vencido el cual la garantía caduca. Incluso, cuando no existe un
operaciones de comercio exterior, sean o no parte directa en ellas (art. 1811).
plazo determinado de extinción, cabe reconocerle al garante un derecho de receso,
Implícitamente, han quedado excluidas las personas flsicas, excepto los impor-
previo pedido al juez para que fije el plazo de vencimiento (arg. arts. 871 y 887).
tadores y exportadores por operaciones de comercio exterior, excepción que se
justifica por las características y envergadura económica de ese negocio. 855. La cesión del crédito
Cabe aclarar que la norma hace referencia como sujeto que puede asumir Como regla, los derechos del beneficiario emergentes de la garantía ·no
el carácter de garante a las personas públicas, sin ningún tipo de aclaración, lo pueden ser cedidos sin el contrato o relación que se garantiza, antes de que se
que permite afirmar que están comprendidas tanto las personas públicas esta- produzca el incumplimiento o se cumpla el plazo que habilita el reclamo contra
tales como las no estatales. el emisor de la garantía. Sin embargo se habilita el pacto en contrario (art. 1813,
párr. 1°). Producido el incumplimiento o cumplido el plazo que habilita el re-
854. Forma y plazos clamo, la ley autoriza la cesión por separado (art. 1813, párr. 2°, 1a parte).
La garantía a primer requerimiento es una garantía formal, pues debe cons- Si bien la norma plantea dos supuestos diferentes, lo cierto es que ambos
tar en instrumento público o privado. Esta formalidad pierde cierta rigidez si coinciden en una premisa: se ha convenido que el crédito puede ser cedido. La
el otorgante es una entidad financiera o una compañía de seguros, en cuyo caso diferencia está dada en que si se ha pactado la cesión simplemente, la cesión es in-
se puede asumir en cualquier clase de instrumento particular (art. 1812). En viable hasta que se produzca el incumplimiento o se cumpla el plazo que habilita
otras palabras, si el garante es una persona pública, ci si es una persona jurídica el reclamo contra el emisor de la garantía; si se ha pactado la cesión y se ha per-
privada en la que sus socios o fundadores o integrantes no responden ilimi- mitido que ella se haga aun antes de los hechos enunciados, la cesión será válida
tadamente, o si es un importador o exportador por operaciones de comercio en todo momento. Debemos volver a insistir que en este último supuesto el ce-
exterior, la garantía unilateral debe constituirse por instrumento público o pri- sionario podrá requerir el pago siempre se cumpla alguna de las dos condiciones
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vado. Si en cambio el garante es una entidad financiera o una compañía de se- antedichas: ocurrencia de incumplimiento o vencimiento del plazo que habilita al
guros, la garantía se puede asumir en cualquier instrumento particular. No está reclamo. El cesionario no puede encontrarse en mejor derecho que el beneficiario.
de más recordar que el Código Civil y Comercial aclara que los instrumentos
¿C21ré ocurre si el solicitante de la garantía y el beneficiario de ella, nada
particulares pueden estar firmados o no; se llaman instrumentos privados a los
han convenido respecto de si el crédito garantido es cesible? Parece lógico
que están firmados, y si no están firmados, se denominan instrumentos parti-
afirmar que, ante tal silencio, si no hay conformidad del garante con la cesión
culares no firmados, que comprenden impresos_, registros visuales o auditivos, y
del crédito garantido, la garantía se extingue. Ello es así pues sería absurdo que
registros de la palabra o de la información (art. 287).
el derecho que nace del crédito esté en cabeza de un tercero cesionario, mien-
La forma receptada es una forma solemne relativa. En efecto, la norma se li- tras que el derecho que nace de la garantía esté en la del beneficiario cedente.
mita a establecer la forma con que debe celebrarse la garantía unilateral, pero no Tal orden de ideas justifica adoptar una interpretación estricta y exigir que tal
dice que su incumplimiento acarree la invalidez, descartándose -por tanto-la cuestión sea aclarada en el contrato de emisión de la garantía.
., ¡:~
582 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
.,/
Finalmente, debe señalarse que, hecha la cesión, el cesionario queda vincu-
lado a las eventuales acciones de repetición que puedan corresponder contra el bene-
ficiario según la garantía (art. 1813, in fine). Resulta lógica la solución legal: el
1,1111
cesionario ocupa el lugar del beneficiario. Piénsese en los supuestos que hemos
desarrollado al analizar las acciones recursorias.
1.111
856.1rrevocabüüdad
1~'1!1 1 m
de percibir lo prometido.
§ 1.- CONCEPTOS GENERALES
Por otra parte, si bien el texto legal prevé la revocabilidad de la garantía
si ello se ha dispuesto en el acto de creación, parece conveniente que se esta-
blezcan taxativamente las causales que la autorizan. De lo contrario, la figura
858. Concepto
perdería todo interés para el eventual beneficiario pues estaría asumiendo un
riesgo evidente de que finalmente no perciba el beneficio. De legeferenda acon- Si bien en principio todos los acreedores deben ser tratados en un pie de
sejamos modificar en este aspecto el precepto ponderado. igualdad en lo que atañe a sus derechos sobre los bienes del deudor (arts. 743 y
2581), la ley admite ciertas causas de preferencias, en virtud de las cuales algu-
nos deben ser pagados antes que otros. Esas preferencias se llaman privilegios.
VIl.- TíTULOS VALORES
Un importante sector doctrinario sostiene que esa denominación debe re-
servarse a las preferencias nacidas exclusivamente de la ley, quedando exclui-
857. Noción y remisión das otras preferencias cuyo nacimiento depende de la voluntad de las partes,
como ocurre con las nacidas de los derechos reales de garantía. Otros autores,
Los títulos valores (también llamados títulos de crédito o títulos circu-
por el contrario, piensan que el concepto de privilegio abarca también a esas
latorios) son declaraciones unilaterales de voluntad que se caracterizan por
preferencias. Por nuestra parte, estamos persuadidos de que es preferible com-
representar por sí solos, el derecho que está escrito en ellos y legitimar a quien
prender dentro del concepto de privilegio a todas las preferencias legales. En el
los posee para ejercerlo, lo cual significa que quien tiene el título valor tiene el
fondo, se trata de una cuestión puramente terminológica, sin interés sustancial.
derecho y la legitimidad para usar y disponer de él (PISANI, Osvaldo, Código
Pero lo cierto es que ep nuestra legislación se denomina privilegio, también, a
Civil y Comercial, dir.: Lidia GARRIDO CoRDOBERA, Alejandro BoRDA y Pas-
las preferencias nacidas de los derechos reales de garantía (art. 2582, inc. e]) y
cual E. ALFERILLO, t. II, Astrea, 2015, p. 1154). O como se predica de ellos
que esa es la terminología usada generalmente en la práctica jurídica. '!o
en esta definición ampliamente conocida y seguida por la doctrina nacional:
un documento necesario para ejercer el derecho literal y autónomo que en él El art. 2573 define al privilegio como la calidad que corresponde a un crédito
se consigna (VIVANTE, Césare, Tratado de Derecho Mercantil, t. III, versión en de ser pagado con preferencia a otro.
español de la 5a ed. italiana, Reus, Madrid, '1936, p. 37).
Demás está decir que el problema de los privilegios presenta interés casi
Una de las especies de estos títulos valores son los títulos cambiados, tales exclusivamente en el caso de que los bienes del deudor no alcancen a cubrir
como la letra de cambio, el pagaré, el cheque diferido y la factura de crédito. La todas sus deudas. En ese caso se pagan ante todo los acreedores privilegiados,
importancia de estos títulos cambiados y su autonomía conceptual y pedagógi- según: el orden de sus preferencias y si queda algún saldo, se distribuye entre los
,ca, nos convencen de la conveniencia de tratar esta materia en forma conjunta, restantes acreedores (llamados comunes o quirografarios) a prorrata del monto
por lo que remitimos a las obras que se dedican a ellos específicamente. de sus respectivos créditos.
1
11
~
.584 ALEJANDRO BORDA (DIR.)
PRIVILEGIOS
585
859. Caracteres
f) Son renunciables (art. 2575): el acreedor puede renunciar a su privilegio.
Los privilegios tienen los siguientes caracteres: La norma añade que acreedor y deudor pueden convenir la postergación de
los derechos del acreedor respecto de otras deudas presentes o futuras, y que,
a) Nacen exclusivamente de la ley (art. 2574); la voluntad de las partes no en tal caso, los créditos subordinados se rigen por las cláusulas convenidas,
puede crearlos. Advirtamos que esto es aplicable aun al privilegio nacido de los siempre que no afecten derechos de terceros. Sin embargo, debe destacarse que
derechos reales de garantía. Lo que las partes hacen, cuando garantizan una el privilegio de los créditos laborales no puede ser renunciado ni postergado
qeuda con hipoteca o prenda, es constituir un derecho real al que la ley -no la (art. 2575, in.fine).
voluntad de las partes- reconoce una preferencia.
Debe acotarse que como regla general tampoco tienen el ius persequendi.
El Congreso de la Nación es la autoridad legislativa encargada de estable-
cer el orden de preferencia en el cobro de los créditos. 860. Antecedentes históricos
b) Son accesorios del crédito al cual se reconoce la preferencia. La vida del
La teoría de los privilegios tuvo su origen en Roma; allá se reconocieron
privilegio depende de la existencia de su crédito. Al extinguirse éste, desapa-
ciertas preferencias generales en favor del Fisco, los Municipios, los menores,
rece aquél. Por el contrario, puede ocurrir que cese el privilegio y el crédito
la dote de la cónyuge; otras veces se tenía en cuenta la calidad del crédito
mantenga su validez y eficacia.
(gastos funerarios, reparación de navíos, construcción, etc.). Algunos de estos
Además, puede tener repercusión en otras esferas. Verbigracia, el juez com- privilegios asumieron la forma de hipotecas legales, es decir, creadas por la ley
petente para conocer en el tema resultará el magistrado abocado a resolver la y no por la voluntad de las partes.
pretensión del crédito principal.
El número de preferencias aumentó en las legislaciones antiguas española
e) Son indivisibles (art. 2576, 1a parte): la preferencia existe hasta tanto el y francesa, convirtiéndose en un sistema complicado y confuso. Recién en el
crédito haya sido pagado íntegramente y no se extingue parcialmente por el derecho moderno se ha desarrollado una teoría general de los privilegios; pero
pago parcial. Así, por ejemplo, si el privilegio se refiere a una cosa mueble o hay que decir que no ha sido posible todavía llegar a soluciones simples, debido
inmueble, el pago de la mitad de la deuda no hace cesar el privilegio sobre la sin duda a la naturaleza de la materia misma, que no se presta a simplificacio-
mitad de la cosa, sino que toda ella permanece afectada hasta que la totalidad nes, pues hay una verdadera madeja de intereses contrapuestos que es necesario
de la deuda haya sido pagada. conciliar. Aun en nuestros días ésta sigue siendo una de las cuestiones más
confusas y discutidas del derecho civil. Con todo, debe señalarse que el Código
Su excepción debe estar expresamente prevista en la ley. Verbigracia, en Civil y Comercial ha logrado simplificarla significativamente.
el ámbito concursa!, los créditos con privilegio general sólo pueden afectar
la mitad del producto líquido de los bienes, una vez satisfechos los créditos 861. Naturaleza jurídica
con privilegio especial, los créditos derivados de los gastos de conservación de
los bienes y los irrogados por el trámite del concurso, y el capital emergente No se ha puesto de acuerdo la doctrina sobre su pertenencia:
de sueldos, salarios y remuneraciones mencionados en el inc. 1o del art. 246
(art. 247, ley 24.522). a) Para algunos autores se tratan de derechos reales pues los privilegios se
ejercen sobre las cosas en que recaen.
d) Son transmisibles (art. 2576, 2a parte): si se transfiere el crédito principal, '!'
el privilegio resulta ser adquirido por los sucesores. b) Para otra opinión son derechos personales: 1°) porque evidentemente no
se trata de una desmembración del dominio, ni confieren un derecho sobre la
e) Son excepcionales (art. 2577): no resulta posible aplicar extensivamente cosa en sí misma, puesto que no hay acción reipersecutoria; 2°) porque siendo
los preceptos legales; los privilegios constituyen una excepción al principio de los privilegios de carácter accesorio, su naturaleza está determinada por la del
igualdad de los acreedores (art. 743). crédito principal, que es de naturaleza personal.
Bajo este orden de ideas, el privilegio no comprende necesariamente a los
e) Por nuestra parte, pensamos, siguiendo a Julien BoNNECASE (Précis de
intereses, a las costas ni a los accesorios del crédito. Para incluir tales rubros la droit civil, t. II, nros. 880/893, París, 1939) y la dóctrina predominante, que los
ley debe disponerlo expresamente (art. 2577). El art. 242 de la ley 24.522 acoge privilegios no constituyen un derecho subjetivo contra el deudor, que, como
el mismo orden de ideas.
tal, pueda ser calificado como real o personal; son, en verdad, una cualidad de
586 ALEJANDRO BO RDA (DI R.) PRIVILEGIOS 587
ciertos derechos, en virtud de la cual éstos ostentan un rango de preferencia. dos de preferencia. Es decir, el bien ingresado a causa del detraído se convierte
Prueba de ello es que el privilegio no añade nada al crédito en las relaciones en- en el asiento del privilegio (art. 2584).
tre acreedor y deudor; no se dirige contra el deudor, ni recarga sus obligaciones;
se dirige contra los otros acreedores que concurren con sus créditos sobre el Es menester cumplir ciertos requisitos: a) Existencia de bienes individua-
patrimonio del mismo deudor y que son excluidos por el acreedor privilegiado. lizados en un patrimonio. b) Su pérdida o su enajenación. e) Ingreso de nuevos
que sean identificados por la misma causa que produjo la salida de los bienes
El art. 2573 ha recogido esta última postura al definirlo, no como un de- perdidos o enajenados. d) Lazo de filiación directo y seguro, entre el bien ena-
recho, sino como la calidad que corresponde a un crédito de ser pagado con jenado o desaparecido y aquel entrado en intercambio.
preferencia a otro.
866. Ubicación legislativa
862. Fundamento
Se siguió el método de VÉLEZ SARSFIELD quien abrevó en el jurista bra-
No obstante algunos esfuerzos aislados para encontrar una fundamenta- sileño FREITAs, al reglado en un libro distinto de los derechos personales y
ción unitaria de todos los privilegios, es hoy opinión prácticamente unánime reales en su Esbo<yo. En efecto, el Código Civil y Comercial regula el régimen
que no debe ni puede encontrarse una explicación única para todos ellos. En de los privilegios en el Libro Sexto, Título II, arts. 2573 al 2586. Consta de
cada caso, el legislador ha tenido en consideración razones peculiares. Algu- dos capítulos, el primero se refiere a Disposiciones Generales y el segundo a
nas veces son motivos de equidad; otras, razones de interés público (por ej., el los Privilegios Especiales.
privilegio reconocido al crédito por impuestos); otras, que el trabajo de uno de
los acreedores ha beneficiado a los restantes, permitiendo la conservación de la 86 7. Clasificación de los privilegios
cosa o la liquidación de los bienes, etcétera. 1 ¡
Los privilegios se clasifican en generales, que recaen sobre un conjunto o
masa de bienes, y especiales, que recaen sobre ciertos bienes particulares.
863. Asiento del privilegio
Esta clasificación entre privilegios generales y especiales tiene ·¡a mayor
El asiento del privilegio, a instancias de lo que dispone el art. 2573, lo importancia:
constituye la cosa afectada, rechazándose así la tesitura de que el asiento co-
rrespondía a la suma obtenida por la realización del bien. a) En principio, los primeros sólo pueden hacerse valer en los procesos
universales, verbigracia, concurso o quiebra del deudor o proceso sucesorio
La norma citada especifica que -en principio- la cosa debe estar en el (art. 2580). En cambio, los segundos caben que sean invocados en los procesos
patrimonio del deudor, salvo disposición legal en contrario. Si se desplazase a individuales.
otro, entraría a operar el fenómeno de la subrogación real.
b) Decretada la quiebra del deudor, los acreedores con privilegio general
tienen que esperar el resultado de la liquidación de la masa (que a veces lleva
864. Cómputo
un tiempo muy prolongado) para cobrar sus créditos. En cambio, los que tie-
Se consigna en el art. 2578 que si se concede un privilegio en relación con nen privilegio especial pueden hacer ejecución especial, es decir, la ejecución del
un determinado lapso, éste debe contarse en forma retroactiva a partir del re- bien sobre el cual recae el privilegio y cobrarse de inmediato con su producido, ...
clamo judicial, salvo disposición contraría. cualquiera sea la suerte o la demora del concurso general, previa reserva de ·
las sumas necesarias para atender a acreedores preferentes (arts. 126 y 209,
Lamentablemente, la norma no aclara si en la expresión reclamo judicial se ley 24.522).
involucra o no el pedido de instancia de mediación, lo que puede alterar sus-
tancialmente el período protegido. 868. Fuentes legales
865. Subrogación real Los privilegios están sistemáticamente tratados en el Código Civil y Co-
mercial y en la Ley de Concursos y Qyiebras. Nos ocuparemos de aquellos
El bien o suma de dinero que ingrese en un patrimonio en reemplazo de dos ordenamientos legales, haciendo referencia también a algunos privilegios
un objeto afectado por un privilegio responderá de acuerdo a los mismos gra- reconocidos por leyes esenciales.
- ".
~
§ 2.- L os PRIVILEGIOS EN EL CóDIGO CiviL v C oMERCIAL tanto privilegios como órdenes de prelación, tales como el derecho marítimo
y aeronáutico.
869. Clasificación
873. Privilegios eliminados
Ya hemos dicho que los privilegios se clasifican en generales y especiales.
Resultan suprimidos en el Código Civil y Comercial diferentes privilegios
A.- PRIVILEGIOS GENERALES consagrados en el Código de VÉLEZ a favor del locador, posadero, acarreador,
acreedor por sumas debidas por gastos de semilla y cosecha, vendedor de cosa
870. Ámbito de aplicación mueble, depositante, vendedor de cosa inmueble, prestamista·de fondos para la
adquisición de un inmueble, herederos o copartícipes y donante.
Dado que se encuentra involucrado un conjunto de bienes, es lógico que
solamente pueda ser aplicado en los procesos universales (art. 2580), como las El de conservación, el de los arquitectos y empresarios que han sido con-
hipótesis de la. quiebra o de las sucesion~s. tratados por el propietario para edificar, reconstruir o reparar edificios u otras '
El art. 2580 resulta un gran avance pues se elimina el sistema complicado obras, los laborales y los de los derechos reales de hipoteca y prenda subsisten,
pero dotados de reglas generales.
y confuso que había creadp VÉLEZ SARSFIELD.
En este sentido, resulta muy laudatorio haber abandonado el sistema ca-
871. Quid de los procesos universales
suístico adoptado por VÉLEZ SARSFIELD.
Son "aquellos procesos que versan sobre la totalidad de un patrimoni~, con miras
a su liquidación y distribución" (PALACIO, Lino E., Derecho Procesal Civil, t. IX, 1.- Privilegios de gastos de conservación, mejora y construcción (inc. a})
AbeledoPerrot online, 2009, Abeledo Perrot 9215/00142).
El art. 2579 delega en la ley correspondiente a los concursos, la regulación 874.Noción
de los privilegios generales. .
La última parte "exista o no cesación de pagos" del referido artículo se Gozan de privilegio especial los gastos hechos para la construcción, mejora
explica pues en la actualidad rige el principio de recuperación de la empresa o conservación de una cosa, sobre ésta. Se ha copiado, así, la primera parte del
ante las crisis económicas, no requiriéndose aquel presupuesto objetivo clásico art. 241, inc. a), de la ley 24.522; suprimiendo, de manera lógica, la parte que
dice "mientras exista en poder del concursado por cuya cuenta se hicieron los
de la quiebra. gastos".
Otra innovación que introduce el Código Civil y Comercial consiste en
¡,n que los privilegios del ámbito sucesorio se encontrarán regulados por la Ley Puede tratarse de cualquier obra, sea de construcción, reconstrucción o
de Concursos porque deberá respetarse el rango de preferencia de cada crédito reparación, trátese del ejido urbano o rural. Dentro del rubro conservación de
establecido en la mencionada ley (arts. 2357 y 2358). El juez deberá declarar la la cosa, cabe incluir los gastos de primas de seguros.
legitimidad de su pago (legítimo abono en terminología legal).
El asiento lo constituye la cosa sobre la cual se hayan hecho tales erogacio- "
nes. No debe olvidarse que el privilegio subsiste siempre que la cosa se man-
8.- PRIVILEGIOS ESPECIALES
tenga en el patrimonio del deudor. Si ella es transferida a un tercero de buena
fe, el privilegio se extingue (art. 2573).
872. Met odología adoptada
Ha enumerado el art. 2582 los diversos privilegios especiales, reduciendo Se ha incluido en este rubro al crédito de expensas comunes en la propie-
dad horizontal, opción que la doctrina y jurisprudencia había sugerido desde
de forma considerable los regulados por VÉLEZ SARSFIELD.
hacía tiempo y que había previsto el art. 17 de la derogada ley 13.512. Se esti-
No debe entenderse como un sistema cerrado pues el inc. f) del citado ar- ma recomendable incluir también en tal elenco al crédito de expensas, gastos y
tículo remite a otros sectores del ordenamiento jurídico que pueden establecer erogaciones comunes de los conjuntos inmobiliarios (art. 2081) .
.... -
590 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
PRIVILEGIOS 591
2.- Privilegios de créditos laborales (in c. b})
cionamiento. De igual modo, son ajenas al privilegio las mercaderías dadas en
consignación por terceros.
875. Nociones generales
Este privilegio se extiende a los intereses del crédito hasta dos años del
Las remuneraciones debidas al trabajador por seis meses y los provenientes
momento de la mora, pero no a los gastos y costas judiciales (art. 267).
de indemnizaciones por accidentes de trabajo, antigüedad o despido, falta de
preaviso y fondo de desempleo, gozan de privilegio especial. 878. Derecho de persecución
Por su parte, el asiento del privilegio se encuentra constituido por las mer-
caderías, materias primas y maquinarias que, siendo de propiedad del deudor, De acuerdo a la LCT, si las maquinarias o muebles sobre los cuales se
se encuentren en el establecimiento donde presta sus servicios o que sirven acuerda el privilegio hubieran sido sacados del establecimiento y estuvieren en
poder de terceros, el trabajador podrá p~rseguirlas durante un plazo no mayor
para su explotación.
de seis meses, aunque el tercero sea de buena fe (art. 269). Éste resulta ser un
Se indica expresamente que para la hipótesis de edificación, reconstrucción aspecto que colisiona con el Código Civil y Comercial pues és-te hace cesar
o reparación de inmuebles, el privilegio del crédito de los operarios contratados el privilegio cuando la cosa que constituye el asiento ha sido transferida del
por el propietario recae sobre el inmueble en el cual han prestado sus tareas. patrimonio del deudor (art. 2573).
876. ¿Subsisten los privilegios regulados en la Ley de Contrato de Trabajo? Nos encontramos antes posiciones totalmente contradictorias: mientras el
ordenamiento laboral brinda el ius persequendi a los créditos laborales que go-
La sanción del Código Civil y Comercial de la Nación no implicó la su- cen de privilegio especial, el derecho común no otorga tal ventaja.
presión directa de los arts. 261 a 274 de la ley 20.744. Dado el carácter del
microsistema del Título en estudio, es menester interrogarse si no han sido . Dado la especialidad del derecho laboral, cabe admitir su vigencia. No
obstante, cierto sector de la doctrina (MARIANI DE VmAL, Marina, "Sobre
derogados tácitamente.
los privilegios especiales en el Código Civil y Comercial", LL Online, AR/
El intérprete deberá tratar de conciliar los textos. Por ejemplo, el art. 269 DOC/518/2015) se ha inclinado por la solución contraria al observar un caso
de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) le otorga un ius persequendi al traba- de derogación tácita.
jador que no ha sido replicado en el inc. b) del artículo en ponderación.
Asentada nuestra postura, nos parece excesivo el derecho de persecución
A fin de evitar cualquier tipo de incertidumbre, se torna conveniente unifi- que permite el art. 269, LCT que viene a pesar sobre un tercero de buena fe,
car los criterios a emplearse por ambos ordenamientos. Por ello, se recomienda aunque en la práctica muy pocas veces podrá hacerse efectivo por la dificul-
de lege ferenda que sea el Código Civil y Comercial el encargado de definir su tad de ubicar estas maquinarias y muebles una vez que se han retirado del
alcance. establecimiento y por la brevedad del plazo en el cual caduca el derecho de
persecución. Por ello, consideramos conveniente su eliminación en una futura
877. Privilegios en la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) reforma legislativa.
Según el art. 268, ley 20.744 (t.o. dec. 390/1976), los créditos por remu-
879. Subrogación
neraciones debidos al trabajador por seis meses y los provenientes de indem- ...
nizaciones por accidentes del trabajo, antigüedad o despido, falta de preaviso y El privilegio especial establecido en favor del trabajador se traslada de ple-
fondo de desempleo, gozan de privilegio especial sobre las mercaderías, mate- no derecho a los importes que sustituyen a los bienes sobre los cuales recae
rias primas y maquinarias que integren el establecimiento donde haya prestado (art. 272, LCT). Ello concuerda con el art. 2584 del Código Civil y Comercial.
sus servicios. El mismo privilegio recae sobre el precio del fondo de comercio,
el dinero, títulos de créditos o depósitos en cuentas bancarias que sean el re- 3.- Privilegios por impuestos, tasas y contribuciones (inc. e})
sultado directo de la explotación, salvo que hubieren sido recibidos por orden
y cuenta de terceros. 880.Noción
Las cosas introducidas en el establecimiento por terceros no están afecta-
Siempre el Fisco ha gozado de privilegio en el cobro de sus créditos. Hay
das al privilegio, salvo que estuvieren permanentemente destinadas a su fun-
un interés público en asegurar la percepción impositiva indispensable para el
PRIVILEGIOS 593
ALEJANDRO BORDA (OIR.)
592 '
a} Anticresis.- Es el derecho real de garantía que recae sobre cosas re-
pago de los gastos públicos. El Estado, ya sea la Nación, las Provincias o los
gistrables individualizadas, inmuebles o muebles, cuya posesión se entrega al
Municipios debe gozar de recursos para administrar, a fin de emplearlos para
acreedor o a un tercero designado por las partes, a quien se autoriza a percibir
el bien común; concepto, siempre tan difícil de definir. los frutos para imputarlos a una deuda (art. 2212).
En el sistema del Código Civil de VÉLEZ, el privilegio que gozaba el Esta-
b} Hipoteca. - De acuerdo al art. 2205 es el derecho real de garantía que
do era general. El Código Civil y Comercial, en cambio, lo ha ubicado como
recae sobre uno o más inmuebles individualizados que continúan en poder
un privilegio especial que recae sobre el bien gravado con el impuesto, la tasa o
del constituyente y que otorga al acreedor, ante el incumplimiento del deudor,
la contribución por mejoras. las facultades de persecución y preferencia para cobrar sobre su producido el
Debe señalarse, finalmente, que no se encuentran comprendidos por la crédito garantizado.
norma las multas, ni los intereses punitorios. Los créditos del Fisco no prove- e} Prenda común.- Cabe definirlo, siguiendo la impronta del art. 2219
nientes de impuestos (en sentido lato) tampoco gozan de privilegio. como el derecho real de garantía sobre cosas muebles no registrables o créditos
instrumentados, constituido por el dueño o por la totalidad de los propietarios,
4.- Privilegio del retenedor (inc. d}) en instrumento público o privado, que requiere la realización de la tradición al
acreedor prendario o al tercero que haya sido designado al efecto.
881.Noción d) Prenda con registro. - A diferencia de la anterior, la cosa queda en poder
VÉLEZ SARSFIELD no había otorgado ninguna preferencia al derecho de re- del deudor. Se encuentra regulada en el dec.-ley 15.348/1946, ratificado por la
tención; cedía ante los créditos generales y especiales. La reforma del mentado ley 12.962, y ordenado por el dec. 897/1995.
cuerpo a través de la ley 17.711 modificó sensiblemente el panorama descripto.
e} U'arrant. - Resultan ser títulos creados en aras de hacer más accesible
Dando un giro copernicano, lo hizo prevalecer frente a los demás privilegios,
el otorgamiento del crédito al productor, ya sea agropecuario o industrial, o
siempre que se ejerciera antes de la constitución de éstos.
quien intervenga en la manufacturación de productos mineros o forestales. A
El texto vigente dispone que lo adeudado al retenedor por razón de la partir del dec.165/1995 se incluye a las operaciones de crédito mobiliario so-
cosa retenida goza de privilegio especial, y el asiento del privilegio es la cosa bre las mercaderías de origen extranjero que hayan sido libradas a plaza como
retenida o las sumas depositadas o seguridades constituidas de acuerdo a la consecuencia de un destino definitivo de importación para consumo. Resulta
posibilidad que le ofrece al deudor el art. 2589. disciplinado por la ley 9643.
o con el conjunto de bienes presentes y futuros de la sociedad que emite los los privilegios sobre el buque y el artefacto naval en construcción (arts. 490 a
debentures (modalidad flotante). 493), d) los privilegios sobre las cosas cargadas (arts. 494 a 498), e) la hipoteca
naval (arts. 499 a 514).
g) Obligaciones negociables.- Dado la escasa utilización de los debentures,
se recurrió a un sistema de financiación más ágil. Se concibió la figura de las 2) Código Aeronáutico
obligaciones negociables por medio de la sanción de la ley 23.576.
Se aplican en este ámbito los arts. 58 a 64 del Capítulo VII del Título IV.
Son títulos valores nominativos no endosables, cuyos cupones pueden ser
Por otro lado, la extensión de la hipoteca aeronáutica se encuentra señalada en
al portador o valores escriturales. el art. 54 del citado cuerpo legal.
Se torna posible afianzar su pago mediante la constitución de garantías
3) Código de Minería
reales (modalidad especial) o con el conjunto de bienes presentes y futuros de
la sociedad que emite las obligaciones negociables (modalidad flotante). Hacen referencia a las preferencias sus arts. 269 y ss. El aviador de una
mina tiene preferencia a ser pagado con antelación a todo otro acreedor. No
883. Asiento está de más señalar que el avío es el contrato por el cual una persona se obliga
La norma presenta la particularidad de no especificar los bienes sobre los a suministrar lo necesario para la explotación de una mina.
que se asienta el privilegio. 4) Ley de Entidades Financieras (ley 21.526)
En un primer orden de ideas, cabe afirmar que el asiento se encuentra
El tema de privilegios se encuentra regulado en los arts.13, 35 bis, 49 y 53.
constituido por el objeto de la garantía real. En la hipótesis de los debentures y
obligaciones negociables flotantes, abarcará todo la masa involucrada. El art. 13 determina que los acreedores de las sucursales de entidades ex-
Sin embargo, resulta posible encontrarse con ciertas disposiciones espe- tranjeras establecidas en el país gozan de privilegio sobre los bienes que éstas
ciales. Así, el art. 2192 establece: Extensión en cuanto al objeto. En la garantía posean dentro del territorial nacional.
quedan comprendidos todos los accesorios físicamente unidos a la cosa, las mejoras y El art. 35 bis aclara que ciertos acreedores privilegiados (créditos afianza-
las rentas debidas. Sin embargo, no están comprendidos en la garantía: a) los bie- dos con garantía real de hipoteca o prenda o surgido de relaciones laborales)
nes físicamente unidos a la cosa que están gravados con prenda constituida antes podrán ejercer sus derechos sobre los activos excluidos por el Banco Central
que la hipoteca o son de propiedad de terceros, aunque su utilización por el deudor para ser transferidos a fin de reestructurar una entidad financiera. Los acree-
esté autorizada por un vínculo contractual; b) los bienes que posteriormente se unen dores de la Entidad Financiera enajenante de los activos excluidos no tendrán
físicamente a la cosa, si al tiempo de esa unión éstán gravados con prenda o son de acción o derecho alguno contra los adquirentes de dichos activos, salvo que
propiedad de terceros, aun en las condiciones antes indicadas. tuvieren privilegios especiales que recaigan sobre bienes determinados.
6.- Privilegios especiales ajenos al Código Civil y Comercial (inc. f]) Se aplican las reglas generales conocidas en el art. 44: ante la revocación de
1
una entidad financiera deberá respetarse el orden de prelación respectivo y dis-
884. Los privilegios comprendidos tribuirse los fondos de que disponga la entidad a prorrata entre los acreedores
de igual rango, cuando fueren insuficientes.
Son aquellos que se encuentran disciplinados por una normativa particular.
"!-
En consecuencia, el Código Civil y Comercial remite a los respectivos ordena- El art. 49, inc. d), se ocupa de disciplinar el grado de prelación de pago de
mientos para establecer la extensión de tales preferencias. distintos créditos en el supuesto de ocurrir una liquidación judicial bancaria.
Ellos son: Sobresale, por último, por su importancia el art. 53 que versa sobre el orden
de preferencia en el cobro acerca de los fondos asignados por el Banco Central
1) Ley de Navegación
de la República Argentina y los pagos efectuados en virtud de convenios de
Hay que tener en cuenta el Capítulo IV del Libro Tercero de la ley 20.094. créditos recíprocos o por cualquiér otro concepto y sus intereses. La máxima
Se destacan en su articulado: a) las disposiciones generales (arts. 471 a 475), b) autoridad monetaria goza de preferencia absoluta para satisfacer su crédito,
los privilegios sobre el buque, el artefacto naval y el flete (arts. 476 a 489), e) salvo las excepciones allí establecidas.
596 ALEJANDRO BORDA (O IR.) PRIVILEGIOS 597
5) Ley de Seguros (ley 17.418) 890. Privilegios establecidos por una normativa especial (art. 2583, inc. d])
En este sentido, el art. 118 en su parte pertinente dispone: El crédito del
Resultan reglados por sus propios ordenamientos jurídicos.
damnificado tiene privilegio sobre la suma asegurada y sus accesorios, con preferencia
sobre el asegurado y cualquier acreedor de éste, aun en caso de quiebra o de concurso
civil. 891. Supuesto especial de la prenda con registro
Amerita especial atención el art. 43, inc. 5°, del dec.-ley 15.348/1946 (t.o.
C.- EXTENSIÓN DE LOS PRIVILEGIOS por dec. 897/1995), dada la delegación que practica el art. 2220.
885. Cuestión preliminar Determina el art. 43, inc. 5°, que el privilegio se extiende al capital e inte-
reses, sin fijar plazo temporal alguno con respecto a estos últimos. En virtud
Como se ha dicho anteriormente, se encuentra a cargo de la propia ley de que la ley especial puede armonizarse con los preceptos del derecho común,
indicar qué rubros se aspira a satisfacer a través del privilegio. El tema se en- debe entenderse que debe aplicarse en forma conjunta con el art. 2583, inc. b):
cuentra disciplinado por el art. 2583. gozan de privilegio los intereses correspondientes a los dos años anteriores a la
ejecución y los que corran durante el juicio.
886. Principio general
El privilegio comprende exclusivamente al capital; para extenderse a otros 0.- ÜRDEN DE LOS PRIVILEGIOS
rubros se requiere una disposición especial que así lo consagre (art. 2583, párr.
1°). Obedece al mismo orden de ideas recogido en el art. 2577.
892. Complejidad del problema
887. Intereses (art. 2583, incs. a] y b])
El problema del orden de los privilegios, es decir, de cuáles acreedores
Gozan de privilegio especial los intereses devengados: deben ser pagados en primer lugar, si concurren dos o más con preferencia
legal, es uno .de los más complejos del derecho civil. La ciencia jurídica rio ha
-por los créditos laborales previstos en el art. 2582, inc. b), por dos años dado todavía con un sistema que pueda considerarse satisfactorio; ello se debe
contados a partir de la mora. a que estas preferencias no tienen un fundamento unitario, sino que obedecen
-por los créditos muñidos de las garantías reales (art. 2582, inc. e]), co- a motivos de índole variada, que chocan entre sí. ~izás el mecanismo idóneo
rrespondientes a los dos años anteriores a la ejecución y los que corran durante radica en la publicidad de los privilegios.
el juicio.
893. Solución adoptada
888. Costas (art. 2583, inc. e])
El art. 2586 se ha encargado de resolver tan arduo problema. Asienta como
Los acreedores mencionados en el punto anterior gozan de preferencia en principio que la preferencia está dada por la p relación que resulta de los incisos
este rubro (acreedores laborales contemplados en el art. 2582, inc. b]), y aque- del art. 2582. '!-
llos que gozan de garantías reales citadas en el art. 2582, inc. e).
Aunque la estructura empleada resulta defectuosa, por no expresar con cla-
889. Créditos sin privilegio en cuanto a los intereses y costas ridad su significado, quiere decir que los privilegios especiales tienen la prela-
ción que resulta del orden de los incisos del art. 2582. Así lo expresa de manera
El privilegio de los acreedores de gastos hechos por construcción, mejora específica el art. 243 de la ley 24.522.
o conservación de una cosa, y por expensas comunes (art. 2582, inc. a]), de im-
puestos y tasas y contribuciones (art. 2582, inc. e]) y de gastos por la retención Sin perjuicio de ello, no resulta posible desconocer que las soluciones que
de la cosa (art. 2582, inc. e]), recae solamente sobre el capitaL Por lo tanto, no brindan los incs. b) al f) del art. 2586 obedecen a la idea de la preeminencia del
tienen privilegio por los intereses que pudieron devengarse ni por las costas privilegio anterior sobre el posterior. Regla contraria a las normas de la Ley de
judiciales. Navegación y del Código Aeronáutico,'en donde ocurre lo opuesto.
·,
598 ALEJANDRO BORDA (DIR.) PRIVILEGIOS 599
Se podría aseverar que dada la cantidad de las excepciones instauradas, el El empleo de la derogación tácita debe reservarse como último recurso. No
principio complementario radicaría en qui prior est tempore, potior est iure -quien resulta contradictorio que a pesar de las normas que contenga el Código Civil
es primero en el tiempo, es más fuerte en el derecho-. y Comercial en cuanto a privilegios, pueda aplicarse los preceptos propios de
una ley especial en este ámbito.
Se torna necesario indagar las hipótesis especiales previstas:
Nos inclinamos por la aplicación conjunta de ambos articulados. Las reglas
894. Hipótesis d.e l art. 2582, inc. f) (art. 2586, inc. a]) del Código Civil y Comercial gobiernan el orden de prelación del warrant, sal-
vo para los supuestos especiales del derechos del depósito especial, comisiones
Los diversos órdenes de prelación de los privilegios establecidos en la Ley
y gastos de venta y el impuesto al valor sobre las mercaderías (art. 22, ley 9643).
de Navegación, el Código Aeronáutico, la Ley de Entidades Financieras, la
Sin embargo, debemos señalar que se ha propiciado la derogación tácita de este
Ley de Seguros y el Código de Minería, se encuentran sujetos a los mismos
último artículo (MARIANI DE VmAL, Marina, "Sobre los privilegios especiales
ordenamientos que los crean.
en el Código Civil y Comercial", LL Online, AR/DOC/S18/201S, nro. IV. a).
895. Retenedor (art. 2586, inc. h]) De todos modos, proponemos de legeferenda la modificación del art. 22 de
la ley 9643, para que coincida con el cuerpo de derecho común.
El retenedor cobra antes que los demás acreedores que gocen de privilegio
especial, si la retención fue ejercida antes de que estos últimos nazcan. Recoge 898. Supuesto especial de prenda con registro
la tesitura del art. 3946, párr. 2°, del Código Civil de VÉLEZ.
Se ha delegado de manera expresa a través del art. 2220 la regulación de
896. Garantías reales (art. 2586, incs. e] y e]) este instituto en una reglamentación especial. Tal tarea resulta cumplida actual-
mente por el dec.-ley 1S.348/1946 (t.o. por dec. 897/199S), que no ha perdido
El privilegio de los créditos con garantía real goza de preeminencia sobre su vigencia con la sanción del Código Civil y Comercial (art. So, ley 26.994).
los créditos fiscales y de construcción, mejora o conservación, incluidos las
expensas comunes en la propiedad horizontal (los casos disciplinados en el Amerita su ponderación separada dado que el referido decreto contiene
art. 2S82, incs. e] y a], respectivamente), si su nacimiento resulta anterior a preceptos propios sobre el tema:
ellos.
a.) Prenda con registro y locación. Establece el art. 42, párr.1 o, que la pren-
Igual solución se predica para el conflicto entre créditos con garantía real y da no perjudica el privilegio del acreedor por alquileres de predios urbanos, por
créditos laborales (art. 2S82, inc. b ]); aquellos prevale,cen si éstos se devengaron el término de dos meses; ni al de predios rurales por un año de arrendamiento.
posteriormente. Se torna requisito insoslayable que la locación se encontrase inscripta antes de
la prenda en el Registro de Prenda, o que los créditos consten en el contrato
897. Supuesto especial de warrant de prenda.
La ley 9643 que regula al instituto de warrant no ha sido alterada por el Este artículo ha quedado vacío de contenido en razón de haber elimina-
Código Civil y Comercial de la Nación (art. So, ley 26.994). En consecuencia, do el Código Civil y Comercial el privilegio del locador. Tampoco la Ley de
...
sus preceptos mantienen su vigencia. Concursos y <2.1Iiebras lo contempla. Debe considerar en sendos ámbitos que
el crédito de locador es quirografario.
Determina el art. 22 que el acreedor del warrant goza de un privilegio
superior con respecto a cualquier otro crédito, que no sean los derechos del h.) Orden de prelación de la prenda con registro. Reza el art. 43: En el
depósito especial, las comisiones y gastos de venta y el impuesto establecido caso de venta de los bienes afectados, sea por mutuo convenio o ejecución judicial, su
por el art. 2S, referido al valor de las mercaderías. producto será liquidado en el orden y con las preferencias siguientes: 1) Pago de los
gastos de justicia y conservación de los bienes prendados, incluso sueldos y salarios,
El citado artículo hace prevalecer el cobro de los derechos del depósito es- de acuerdo con el Código Civil Inclúyese en los gastos de conservación el precio de
pecial, comisiones y gastos de venta y el impuesto al valor sobre las mercaderías locación necesario para la producción y mantenimiento del objeto prendado durante
sobre el crédito del acreedor del warrant. No condice de manera estricta con la vigencia de la prenda; 2) Pago de los impuestosfiscales que graven los bienes dados
las directivas establecidas en art. 2S86, incs. e) y e) (véase número al).terior). en prenda; 3) Pago del arrendamiento del predio, si el deudor no fuese propietario
600 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
PRIVILEGIOS
601
del mismo, en los términos del art. 42. Si el arrendamiento se hubiese estipulado
E.- RESERVA DE GASTOS
en especie, el locador tendrá derecho a que le sea entregado en esa forma; 4) Pago
del capital e intereses adeudados del préstamo garantizado; S) Pago de los salarios,
901.Noción
sueldos y gastos de recolección, trilla y desgranado que se adeuden con anterioridad al
contrato, siempre que el Código Civil/e reconozca privilegios. Los créditos del inc. 1°
La reserva de gastos se refiere a aquellas erogaciones que no se encuentran
gozan de igual privilegio y serán prorrateados en caso de inszificiencia del producto
vinculadas con el propio crédito, sino en el desenvolvimiento del juicio.
de la venta. Será nula cualquier estipulación incorporada al contrato prendario con
la finalidad de establecer que la cosa prendada pueda liquidarse en forma distinta De acuerdo al art. 2585 comprende los importes correspondientes a la con-
a la establecida en este decreto, sin pe?juicio de que, después de vencida la obligación servación, custodia, administración y realización del bien, como a los gastos y
prendaria, las partes acuerdan la forma de liquidación que más le convenga, salvo lo honorarios generados por las diligencias y tramitaciones llevadas a cabo sobre
dispuesto en el art. 39. ese 'bien y en interés del acreedor.
El supuesto de preferencia entre locación y prenda del inc. 3° ha devenido § 3.- Los PRIVILEGIOS EN LA LEY DE CoNCURSOS
inoperativo al carecer el primero de la cualidad de privilegio.
902. Distintas clases de privilegios
Por último, nuevamente, es posible aplicar de manera integral el inc. 4° con
el art. 2586, inc. e). La ley distingue entre los créditos nacidos en el propio concurso y los cré-
ditos que eran exigibles al deudor; y, entre estos últimos, diferencia privilegios
generales y especiales.
899. Créditos fiscales y de construcciones (art. 2586, inc. d])
903. Créditos nacidos en el concurso
Los créditos fiscales y los derivados de la construcción, mejora o conser- ~
vación, incluyéndose los créditos por expensas comunes en la propiedad ho- Los créditos causados en la conservación, administración y liquidación de
rizontal, gozan de preferencia sobre los créditos laborales que surjan después. los bienes del concursado y en el trámite del concurso deben ser pagados con
preferencia a los demás créditos que existan contra el deudor, salvo que éstos
tengan privilegio especial. El pago de estos créditos debe hacerse cuando resul-
900. Privilegios de un mismo rango que afecten idénticos bienes (art. 2586, ten exigibles y sin necesidad de verificación (art. 240, ley 24.522).
inc. f])
La norma comprende diferentes créditos tales como los honorarios tanto
del abogado del deudor en su concurso como del síndico, las costas judiciales
Aquellos créditos que compartan el grado de prelación y recaigan sobre el generadas por la actuación de este último y los gastos producidos por la conti-
mismo bien, se liquidan a prorrata. nuación de la actividad de la empresa, entre otros.
602 ALEJANDRO BORDA (DI R.)
PRIVILEGIOS
603
904. Créditos con privilegio especial
otro derivado de la relación laboral. Se incluyen los intereses por el plazo de
dos (2) años contados a partir de la mora, y las costas judiciales en su caso.
Según el art. 241 de la ley 24.522, tienen privilegio especial sobre el produ-
cido de los bienes que en cada caso se indica. 2°) El capital por prestaciones adeudadas en organismos de los sistemas
1°) Los gastos hechos para la construcción, mejora o conservación de una nacional, provincial o municipal de seguridad social, de subsidios familiares y
fondos de desempleo. ·
cosa, sobre ésta, mientras exista en poder del concursado por cuya cuenta se
hicieron los gastos. 3°) Si el concursado es persona física:
2°) Los créditos por remuneraciones debidas al trabajador por seis (6) me- a) Los gastos funerarios según el uso;
ses y los provenientes por indemnizaciones por accidentes de trabajo, antigüe-
dad o despido, falta de preaviso y fondo de desempleo, sobre las mercaderías, b) Los gastos de enfermedad durante los últimos seis (6) meses de vida;
materias primas y maquinarias que, siendo de propiedad del concursado, se
encuentren en el establecimiento donde haya prestado sus servicios o que sir- e) Los gastos de necesidad en alojamiento, alimentación y vestimenta del
van para su explotación. deudor y su familia durante los seis (6) meses anteriores a la presentación en
concurso o declaración de quiebra.
3°) Los impuestos y tasas que se aplican particularmente a determinados
bienes, sobre éstos. Si bien no se ha hecho mención a la contribución de mejo- 4°) El capital por impuestos y tasa~ adeudados al fisco nacional, provincial
ras, la jurisprudencia mayoritaria la incluye dentro de este inciso. o municipal.
4°) Los créditos garantizados con hipoteca, prenda, warrant y los corres- 5°) El capital por facturas de crédito aceptadas por hasta veinte mil pesos
pondÚ!ntes a debentures y obligaciones negociables con garantía especial o por cada vendedor o locador. A los fines del ejercicio de este derecho, sólo lo
flotante. . podrá ejercitar el librador de ellas incluso por reembolso a terceros, o cesiona-
rio de ese derecho del librador.
5°) Lo adecuado al retenedor por razón de la cosa retenida a la fecha de
la sentencia de quiebra. El privilegio se extiende a la garantía establecida en
906. Créditos comunes o quirografarios y créditos subordinados
el art. 3943 del Código Civil de VÉLEZ, que en la actualidad debe entenderse
referido al art. 2589 del Código Ciyil y Comercial). La Ley de Qyiebras (ley 24.522) prevé además otras dos categorías de
acreedores: los comunes o quirografarios y los subordinados.
6°) Los créditos indicados en el Título III del Capítulo IV de la Ley de
Navegación (ley 20.094), en el Título IV del Capítulo VII del Código Aero- Son créditos comunes o quirografarios aquellos a los que no se les reco-
náutico (ley 17.285), los del art. 53 de la ley 21.526, reformada-por la ley 24.627 nocen privilegios (art. 248). Estos acreedores deben esperar para satisfacer su
que alude al privilegio que goza el Banco Central de la República Argentina, y crédito que se pague previamente a los acreedores privilegiados con privilegio
los de los arts.118 y 160 de la Ley de Seguros (ley 17.418), que se refieren res- especial. También deben esperar a que se paguen los créditos causados en la
pectivamente a los privilegios del damnificado sobre el asegurado y del asegu- conservación, administración y liquidación de los bienes del concursado y en el
rado frente al reasegurador en caso de liquidación de la compañía aseguradora. trámite del concurso, y, finalmente, el capital emergente de sueldos, salarios y ~
remuneración mencionados en el inc. 1o del art. 246 de la ley 24.522 (art. 247,
905. Créditos con priVilegio general ley cit.).
Conforme con el texto vigente del art. 246, luego del agregado introducido Por otra parte, la ley establece un régimen particular para cuando concu-
por la ley 24.760, son créditos con privilegio general: rren acreedores comunes con aereedores que gozan de un privilegio general.
En este caso, debe tenerse en cuenta que los créditos con privilegio general
1°) Los créditos por remuneraciones y subsidios familiares debidos al tra-
sólo pueden afectar la mitad del producto líquido de los bienes. Ahora bien,
bajador por seis (6) meses y los provenientes por indemnizaciones de accidente
en lo que exceda de esa proporción los acreedores con privilegio general deben
de trabajo, por antigüedad o despido y por falta de preaviso, vacaciones y suel-
participar a prorrata con los quirografarios por la parte que no perciban como
do anual complementario, los importes por fondo .de desempleo y cualquier privilegiados (art. 247, ley 24.522).
PRIVILEGIOS 605
ALEJANDRO BORDA (DI R.)
604
Con respecto a esto último, es necesario indicar que la Corte Suprema de § 4.- EXTINCIÓN
b) Para otros es un derecho personal porque es un accesorio de un derecho En consecuencia, tanto el poseedor de buena fe como el de mala fe simple
creditorio, sin contar con que no confiere al titular un derecho de persecución. y el tenedor gozarán del ius retentionis por las mejoras que puedan repetir. Se
encuentra excluido el poseedor de mala fe viciosa, aquel que adquiera esta
e) Para otros es un derecho sui generis, que sin ser real, puede ser opuesto relación de poder mediante hurto, estafa o abuso de confianza, si es mueble, o
a terceros. violencia, clandestinidad o abuso de confianza, si es inmueble (art. 1921), de
Nos parece que estas teorías tienen un punto de partida erróneo. Se empe- acuerdo a lo determinado en el art. 2587, segundo párrafo.
ñan en asimilar el derecho de retención a los derechos reales o personales, sin La regla general del art. 1938 indica que se podrá exigir al propietario el
advertir que no se trata de un derecho sustancial que pueda ser ubicado dentro costo de las mejoras necesarias, excepto aquéllas originadas por la culpa del
de dichas categorías, sino de una excepción procesal que permite al acreedor poseedor de mala fe, y las útiles hasta el mayor valor adquirido por la cosa.
retener la cosa en tanto no haya sido pagado. Es verdad que el titular de un de-
recho de retención no está obligado a esperar pasivamente que el otro reclame 918. Tenencilt
la restitución para oponer su excepción; él puede también demandar el pago
de la deuda; pero esta acción la tiene como titular del crédito al cual accede el No obstante lo referido en el punto anterior, el citado art. 1938 resulta ser
derecho de retención. Éste no le da otro derecho que resistirse a la entrega de una disposición general que comprendería no sólo la posesión sino también la
la cosa en tanto no se le pague. tenencia. Hay que adicionar el art. 1940 que faculta al tenedor a reclamar del
poseedor el reintegro de los gastos de conservación que hubiese afrontado en
la medida de que estuviesen a cargo de este último.
A.- CASOS EN QUE ES EJERCIBLE
Sin embargo, existen hipótesis particulares:
915. Principio general
a) Comodato.- Se ha seguido la tesitura de VÉLEZ SARSFIELD quien en
Establece el primer párrafo del art. 2587 que Todo acreedor de una obliga- su art. 2278 se apartó de la solución recogida en las Partidas (Ley 9, título II,
ción cierta y exigible puede conservar en su poder la cosa que debe restituir.al deudor, Partida 5°). En la nota a su artículo expresaba que "sería en extremo duro que el
hasta el pago de lo que éste le adeude en razón de la cosa. comodante, después de beneficiar al comodatario, se viese privado de su cosa por gastos
más o menos ciertos ojustos".
No es necesario, por consiguiente, que el derecho de retención sea recono-
cido por una di¿posición legal expresa con relación a cada caso particular; basta Se torna determinante la redacción del nuevo art. 1538, segundo párrafo:
que se dé el supuesto general de esta norma, para que sea ejercible. El Código tampoco puede retenerla por lo que le deba el comodante, aunque sea en razón de
Civil de VÉLEZ, más allá de que había previsto una norma análoga (art. 3940), gastos extraordinarios de conservación, de lo que se concluye que el comodatario
había determinado de manera expresa, en algunos preceptos ·relacionados a no puede retener la cosa recibida en ningún caso.
ciertos contratos, la posibilidad de invocar este instituto. ,
b) Locación.- El art. 1226 permite al locatario, al ejercer el derecho de
retención, percibir los frutos naturales que la cosa produzca. Esta norma debe
916. Supuestos particulares
ser coordinada con el art. 2590, inc. e), que reitera la concesión de tal facultad,
Sin perjuicio del principio asentado en el punto anterior, conviene analizar pero cabe aclarar que el locatario no está obligado a retener. .,.
ciertas situaciones particulares.
Si las partes no establecen lo contrario, el locatario podrá invocar el ponde-
rado instituto cuando sufrague las mejoras necesarias, siempre que el contrato
917. Relaciones de poder
se resuelva sin su culpa, excepto que sea por destrucción de la cosa (art. 1202).
El Código Civil y Comercial, en el Título II del Libro IV, no contiene nor- Se encuentran a su cargo las mejoras de mero mantenimiento (art.1207).
mas similares a los arts. 2428 y 2440 surgidas de la pluma de VÉLEZ SARSFIELD,
que hagan mención específica al derecho de retención. Los valores de los frutos naturales se compensan con el crédito a favor del
locatario en el momento de la percepción.
Desempeñará un papel de relevante importancia el art. 2587 en cuanto
permite ejercer la mencionada facultad a quien ha obtenido la detentación por El mismo planteo se realizaba alrededor del art. 1580 del Código Civil
velezano. Permitía al locatario esgrimir como defensa contra la pretensión de
medios que no sean lícitos.
ALEJANDRO BORDA (DIR.)
PRIVILEGIOS 611
610
b} Percepción de canon por depósito (inc. b}}.- Se configura una relación de
cobro de alquileres las erogaciones a título de mejora o gastos que pudiera
depósito. Nacen facultades y obligaciones entre las partes a instancias de esta
compensar.
nueva situación jurídica, entre las que se encuentra exigir una suma de dinero
por la tarea de cuidado de la cosa retenida. Para ello, el acreedor debe intimar
919. Pago por subrogación
previamente al deudor para que cumpla su obligación y retire la cosa.
Constituye uno de los efectos accidentales del pago. Es cuando un tercero
realiza la prestación que hubiese debido cumplir el deudor; en consecuencia, e} Imputación de frutos o retención anticresista (inc. e}}.- Cabe la posibilidad
reemplaza al acreedor en la relación jurídica obligacional. Verbigracia, el pro- de que el acreedor pueda imputar los frutos naturales que produzca la cosa
pietario no deudor de una finca hipotecada que paga la deuda. retenida para cancelar su crédito. Doctrina calificada ha indicado que condice
con una mejor técnica legislativa referirse a provechos (LEIVA FERNÁNDEZ, Luis
Su virtualidad típica consiste en que transfiere al solvens, aquél que paga, F. P. "El derecho de retención en el Proyecto de Código. Avances y retrocesos",
todos los derechos y acciones del sujeto activo, incluyendo a los accesorios. El LL Online, AR/DOC/2481/2013, Punto XXIII). Previamente, deberá inti-
art. 918 hace expresa mención al derecho de retención, si lo hubiere, como mar a su deudor en tal sentido.
contenido de la transmisión.
Debe imputar los frutos primero a los intereses y el excedente al capital.
920. Aplicaciones jurisprudenciales del principio general
No se encuentra obligado el retenedor a hacerlo. Qyeda la decisión a su
Se ha reconocido el derecho de retención al constructor sobre el inmueble
arbitrio. En este sentido, se admite pacto en contrario.
en que realizó las obr~s, al que realiza una obra sobre la cosa de otro, aunque
no haya sido encargada por el dueño, al escribano sobre los títulos de propie-
dad, al arquitecto sobre los títulos de la finca que se le entregaron para hacer 922. Prescripción
los planos, a los abogados y procuradores sobre el crédito que hicieron efectivo
con su gestión. El retenedor no puede adquirir por prescripción la cosa, pues la retención
es un reconocimiento tácito de un mejor derecho en cabeza de otra persona, a
menos, claro está, que intervierta el carácter de su relación de poder.
8.- EFECTOS
A la inversa, el crédito en cuya virtud se ejerce la retención no prescribe
1. z- Derechos nunca, pues el ejercicio de este derecho es una manifestación enérgica de la
voluntad de no abandonarlo (art. 2592, inc. e]).
921. Atribuciones que puede invocar el retenedor
923. Situación frente a los acreedores privilegiados
Ha sido labor del art. 2590 prever tales situaciones:
a} Acciones y defensas que surgen de su título y acciones posesorias (inc. a}}.- El Para resolver el conflicto que puede plantearse entre un acreedor que ejerce
efecto esencial del derecho de retención es el poder del acreedor de mantenerse el derecho de retención y otro que es titular de un crédito privilegiado, será
en la posesión o tenencia de la cosa hasta tanto se le pague su crédito. Y si él necesario recurrir a los arts. 2582, inc. d], y 2586, inc. b ]).
fuera desposeído contra su voluntad por el propietario o por un tercero, puede ~
reclamar la restitución por las acciones posesorias o los interdictos. El primero indica que el asiento del privilegio del retenedor recae sobre la
cosa retenida o las sumas depositadas o seguridades constituidas para liberarla.
Sin embargo, el propietario o los terceros interesados pueden solicitar la
entrega de la cosa si ofrecen garantía suficiente del pago del crédito del rete- El segundo resuelve el conflicto de prelación: prevalece el privilegio por la
nedor (art. 2589, in .fine); en tal caso, su pretensión de continuar reteniendo la retención realizada sf su ejercicio resulta anterior al surgimiento de los demás
cosa sería abusiva. privilegios especiales.
Le es posible ejercer, también, los derechos que surgen de la relación ju-
Atañen a la ley 24.522 disciplinar la cuestión del instituto en ponderación
rídica obligacional que origina la retención; verbigracia, el cobro de suma de
con los privilegios generales del ámbito falencia!.
dinero por reparación de rodado.
612 ALEjANDRO BORDA (O!R.) PR!VllEGlOS 613
b) Conservación (inc. b}).- Debe el retenedor mantener en buen estado No ha sido dedicado en la hipótesis de concurso preventivo un precepto
la cosa de acuerdo a las condiciones del bien en el momento en que entró en sobre el tema. Se ha sugerido la aplicación del referido art.l31 de la ley 24.522,
contacto con ella. Debe desplegar, por tanto, un cuidado diligente. reconociendo, sin embargo, la existencia de una jurisprudencia negativa en este
punto. En cualquier caso, el juez podrá ordenar el otorgamiento de una ga-
También debe afrontar las mejoras necesarias, gozando de la facultad de rantía sustitutiva. Si posteriormente deviene la quiebra, el acreedor tendrá el "!-
repetirlas contra el propietario de la cosa. privilegio del citado art. 241, inc. So de la referida ley.
e) Restitución (inc. e}).- Como lógico corolario de la cancelación de la deu-
da, debe restituir la cosa. Es que, en tal caso, pierde su razón de ser el derecho D.- EXTINCIÓN
de retención.
d) Rendición de cuentas (inc. e}). - El retenedor debe rendir cuentas al deu- 929. Enumeración ejémplificativa
dor de cuanto hubiera percibido en concepto de frutos.
Las causales que invoca el art. 2593 no deben ser interpretadas como ta-
Se torna nec~sario determinar si el resultado de la imputación de los frutos xativas. Falta por ejemplo la referencia a la substitución por una garantía sufi-
consiste en un saldo positivo o negativo a favor del acreedor. ciente que permite el art. 2S89.
614 ALEJANDRO BORDA (DIR.) PRIVILEGIOS
615
930. Modalidades Renuncia (inc. e}).- Significa, a nuestro criterio, el acto jurídico escrito por
el cual el titular del derecho de retención abdica de su facultad, sin renunciar a
Dado el carácter accidental del derecho de retención, resulta apropiado la satisfacción del crédito principal.
discriminar en causas propias y reflejas.
Si no se le diese este contenido, se confundiría con las hipótesis de los incs.
Las primeras, propias, atañen al instituto en análisis. Las segundas, reflejas, a) o d) del art. 2593 (extinción del crédito, o, entrega y abandono, respectiva-
inciden sobre el derecho de retención por afectar el crédito garantizado. mente).
Todas ellas se encuentran previstas en el art. 2593. Se seguirá el orden de Entrega o abandono voluntario de la cosa (inc. d}).- Versa, a diferencia del
sus incisos. inc. e), sobre actos materiales.
a) Causales reftéjas (inc. a}).- Son aquellas que producen la extinción del Debe ser voluntario, pues de otra manera, el retenedor podrá invocar a su
crédito principal. Verbigracia: favor las acciones posesorias y los interdictos (art. 2590, inc. a]).
Pago.- Además del deudor, se torna posible que el solvens sea un tercero. Si la cosa es restituida a su dueño, no renace el derecho de retención.
Para ocasionar efecto cancelatorio, debe cumplirse con los principios de iden- Si a instancias del abandono, la cosa se destruye, el retenedor será respon-
tidad e integridad. El acreedor no se ve obligado a aceptar un pago parcial. sable de los perjuicios ocasionados.
e
Novación.- Extingue la obligación principal con sus accesorios, por ser El secuestro de la cosa por orden judicial para ser vendida no hace perder
reemplazada por una nueva. Desaparecería el derecho de retención, a menos el derecho de retención, sino que los derechos del retenedor sobre la cosa se
que el segundo crédito pudiera también dar base a éste. trasladan al precio (art. 2592, inc. d]).
Prescripción liberatoria.- Ocasiona la extinción de la acción del cobro del Confusión (inc. e}).- Coincidiendo la calidad de acreedor y deudor en la
crédito principal. El ejercicio del derecho de retención constituye una causal misma persona, pierde razón de ser el derecho de retención. Necesariamente
de interrupción de ella, como lo indica el art. 2592, inc. e). En consecuencia, no la cosa debe ser ajena. ·
desarrolla ~us consecuencias en dicho ámbito.
Tal confusión no produce su típica consecuencia si una norma dispone lo
contrario.
Demás hipótesis.- La transacción, remisión de la deuda, renuncia, e im-
posibilidad de pago, también, conllevan a la misma virtualidad de concluir la Incumplimiento de las obligaciones por parte del retenedor (inc.J}).- Si esté
retención por constituir modalidades de extinción del crédito principal. no lleva a cabo los deberes que se encuentran a su cargo, puede ser sancionado
con la pérdida de su derecho.
Afianzamiento del pago de la obligación con garantía suficiente.- A través de
la garantía suficiente dada, se tutela el derecho del retenedor. La seguridad en Se trata, principalmente, del uso prohibido de la cosa.
el pago hace innecesario el derecho de retención.
Abuso del derecho (inc.f}).- Cuando el retenedor adopta una actitud que
b) Medios directos (in cs. b] aJJ).- Se extingue ,directamente el derecho de contraríe los fines del ordenamiento jurídico o que exceda los límites impues-
retención: tos por la buena fe, la moral y buenas costumbres, el magistrado podrá decretar "'
la extinción de su derecho. ·
Pérdida de la cosa (inc. b}).- La desaparición del objeto de la retención
priva al instituto de eficacia. La hipótesis de destrucción se en~uentra com- Se transforma en un caso particular de aplicación del art. 10 del Código
prendida. Civil y Comercial.
Para que cese el derecho de retención, la pérdida debe ser completa (la
norma la califica de total). Si es parcial, se podrá ejercer sobre el resto que se
conservase.
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