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¿Qué es la DECLINACIÓN y para qué sirve?

La palabra declinación proviene del verbo latino ‘declino, declinas, declinavi, declinatum, declinare’ que a su vez tiene su vez
proviene del griego ‘κλινω’, que puede significar ‘inclinarse, doblarse’.
La declinación en gramática consiste en la modificación morfológica que sufren las palabras en su terminación. Por ejemplo,
en castellano las palabras sufren modificaciones: gato, gata, gatos, gatas. La palabra tiene una parte ‘gat-’, la cual no varía, y
una terminación que varía: -o, -a, -os, as. ¿Para qué sirven estas modificaciones? Para expresar aspectos propios de las cosas
que las hacen diversas dentro de su identidad. Un gato es un animal de una determinada especie, es un felino. Pero
gramaticalmente puedo referirme a un animal felino de sexo gramatical masculino o femenino, también puedo referirme a uno
solo de esos animales, singular, o varios de ellos, plural. La terminación -o indica el sexo gramatical masculino, la terminación
-a indica el sexo gramatical femenino, la terminación -os indica masculino-plural y la terminación -as indica femenino-plural.
Por tanto se trata de un mismo tipo o especie de animal, pero gramaticalmente expresado en forma diferente según el contenido
de la frase en la que se encuentra.
También los verbos en castellano sufren modificaciones morfológicas que tienen la función de indicar diversos aspectos de la
acción. La voz verbal ‘canto’ está compuesta de dos partes, cant- que contiene la idea general de ‘cantar’, -o que es la
terminación que indica la ‘primera persona singular del tiempo presente del modo indicativo de la voz activa’. Recordemos que
los llamados ‘cinco accidentes del verbo’ son: persona, número, tiempo, modo y voz. Las personas son: primera, segunda y
tercera. Los números en castellano son: singular y plural. Los tiempos pueden ser del presente, pasado o futuro. Los modos
pueden ser indicativo, subjuntivo, imperativo, infinitivo, participio, y clasificados dentro de dos grupos: modos definidos o
personales y modos indefinidos o impersonales. Los primeros indican en la misma palabra con la terminación la persona,
mientras que los indefinidos no indican la persona. En ‘cantas’ la terminación -as indica la segunda persona singular, mientras
que en ‘cantado’ la terminación -ado no indica la persona.
Por tanto declinar es poner una palabra con todas las terminaciones morfológicas que puede tener.
En gramática se usa la palabra ‘declinar’ preferentemente para los sustantivos, adjetivos y pronombres, mientras que se usa la
palabra ‘conjugar’ para la declinación de los verbos.

Cuando se conoce bien el funcionamiento de la declinación y conjugación se tiene una gran ventaja para entender un texto
latino o griego, o de otra lengua que sea flexiva [que se declina] como el alemán.
Recordemos que en latín hay declinación de los sustantivos, adjetivos y pronombres.

DECLINACIÓN DE LOS SUSTANTIVOS


La declinación de los sustantivos nos muestra todas las modificaciones que pueden sufrir los sustantivos en latín.
Cada forma contiene una información que tenemos que aprender a captar con precisión, para lo cual a veces se necesitará
también un trabajo de interpretación. Entendemos aquí por interpretación la acción de la mente por la que ‘entre [inter] los
diversos elementos nos ayuda a encontrar lo que estamos buscando, el significado o la traducción exacta que una palabra tiene
en un determinado contexto gramatical, es decir, en una proposición, oración o frase, como la queramos llamar.
¿Qué es un sustantivo?
La palabra sustantivo viene de ‘substancia’, sub- debajo, stantia = la cosa que está o permanece de pie, que se sostiene.
En cuaresma o en Semana Santa cantamos el himno a la Virgen dolorosa: Stabat Mater dolorosa iuxta crucem lacrimosa dum
pendebat Filius. Esta primera estrofa comienza con la palabra ‘stabat’ que proviene del verbo ‘sto’=estoy de pie. Stabat=estaba
de pie, permanecía de pie.
Un sustantivo representa una realidad que se sostiene por sí misma porque tiene o es un fundamento. En este sentido en
gramática los sustantivos representan ‘persona, animal o cosa’ en general. Los sustantivos también representan aquellos ‘entes
de razón’ o ideas que solo existen en cuanto están en algún modo presenten en la mente. También un sustantivo puede
representar un ser que existe o puede existir sin estar unido a la materia, como Dios, un ángel, el alma humana, etc.
Unos sustantivos son llamados ‘concretos’, los que sirven para indicar una realidad individual concreta, por ejemplo: gato,
Pedro, María, templo, río, silla, etc; otros sustantivos son usados para indicar esas mismas cosas consideradas como en un
conjunto de ellas pero que, aunque no exista en la realidad, es como existiera, y son llamados sustantivos abstractos, porque no
hacen relación inmediata a una realidad individual concreta. Con los sustantivos concretos podemos indicar siempre una
realidad concreta, mientras que con los sustantivos abstractos no. Ejemplo: hombre. Yo puedo decir ‘este hombre, aquel
hombre, un hombre, etc.’, el substantivo correspondiente abstracto es ‘humanidad’, la humanidad es el conjunto de los hombres
y mujeres en cuanto son seres humanos, pero ‘la humanidad’ en cuanto tal, como algo singular concreto, no existe. Algunos
términos sirven para los dos casos: ‘vegetal’ = un vegetal concreto, la lechuga, o ‘vegetal’ como un tipo de planta
independientemente de que sea este o aquel vegetal específico y concreto.
En gramática la declinación de los sustantivos, adjetivos y pronombres es llamada ‘declinación nominal’.
Cuando hagamos referencia a la declinación de estos tres tipos de palabras en general utilizaremos la expresión ‘declinación
nominal’ y cuando se trate de la declinación de los verbos la llamaremos directamente ‘conjugación’.

La declinación nominal latina tiene los llamados ‘casos de la declinación’ que son seis (6): Nominativo, Vocativo, Genitivo,
Acusativo, Dativo y Ablativo.
En griego hay propiamente cuatro (4) casos: Nominativo, Genitivo, Acusativo y Dativo. El genitivo griego sirve para expresar
muchas relaciones gramaticales que en latín son expresadas por el ablativo. El Nominativo griego representa morfológicamente
también al Vocativo. El alemán tiene también cuatro casos: Nominativo, Genitivo, Acusativo y Dativo. El polaco tiene, según
algunos gramáticos, hasta diez (10) casos.
Para mejor entender los casos y su funcionamiento leamos la siguiente explicación.
En castellano no tenemos, en el mismo sentido del latín y de cualquier otra lengua flexiva, propiamente los casos
morfológicamente hablando.
En castellano tomamos un sustantivo, por ejemplo: casa.
Veamos las siguientes frases:
Juan es inteligente.
¡Oh Juan, eres muy inteligente!
El cabello de Juan es negro.
María vió a Juan.
Le llevé comida a Juan.
En Juan se encuentran muchas virtudes.

En la primera proposición el sustantivo ‘Juan’ cumple la función de Sujeto.


En la segunda proposición el sustantivo ‘Juan’ cumple la función de Complemento de llama o Vocativo.
En la tercera proposición el sustantivo ‘Juan’ cumple la función de Complemento especificativo.
En la cuarta proposición el sustantivo ‘Juan’ cumple la función de Objeto o Complemento directo.
En la quinta proposición el sustantivo ‘Juan’ cumple la función de Objeto o Complemento indirecto.
En la sexta proposición el sustantivo ‘Juan’ cumple la función de Complemento de lugar.

Observamos que la palabra ‘Juan’ no sufre ninguna modificación morfológica, se escribe siempre igual. Pero la función que
la palabra Juan cumple en cada proposición es diferente. Entonces, ¿cómo identificamos la función de la palabra ‘Juan’ en cada
proposición? En castellano será la ausencia o presencia de ciertos elementos morfológicos externos o palabras, o la ubicación
del término, los que nos indiquen la función de Juan en la proposición.
En cuanto a la ubicación:
La piedra sostiene la estatua. La estatua sostiene la piedra. Como podemos observar, la ubicación determina la función del
sustantivo. Piedra es sujeto en la primera proposición y objeto directo en la segunda. En la primera está antes del verbo y el la
segunda después del verbo. Estatua es objeto directo en la primera y sujeto en la segunda.
En cuanto a los otros elementos externos:
VOCATIVO
¡Oh Juan, eres muy inteligente! que también podría expresarse ¡Juan, eres muy inteligente!
La presencia del elemento morfológico externo ‘oh’ [exclamación] nos indica que Juan es un complemento de llamada [de
llamar=vocare (en latín)]. Se le llama vocativo porque el sentido de esta proposición es el de reclamar, llamar la atención del
complemento vocativo ‘Juan’. Cuando digo ¡Oh Juan…! estoy llamando la atención de Juan, como que le estoy diciendo que
preste atención a lo que digo.
GENITIVO:
La presencia del elemento ‘de, del, de la, de los, de las’ nos indica el caso Genitivo, que indica el origen o pertenencia.
El cabello de Juan. ¿De quién es el cabello? ¿A quién le pertenece el cabello?
ACUSATIVO:
En castellano el Objeto o Complemento directo de un verbo puede aparecer directamente unido al verbo o por medio de una
preposición. Según el verbo se puede o se exige que se exprese con o sin preposición. Si se trata de persona o animal, debe ir
la preposición ‘a’. Por ejemplo: Pedro vió a Juan o Pedro vió al [a el] gato correr. En cambio, Pedro vió la piedra, no se dice
Pedro vió a la piedra. Recordemos que la preposición ‘a’ se puede articular con el artículo ‘el’ y queda ‘al’.
El Acusativo en latín puede representar, además del Objeto Directo, otros Complementos de la oración, como, por ejemplo, el
Complemento de término del movimiento y otros que se estudiarán en su debido momento.
El Objeto directo es el elemento gramatical sobre el cual recae directamente la acción enunciada por el verbo.
En la frase Pedro dio un pan a Juan, Pedro es el sujeto, un pan es el objeto directo y a Juan es el objeto indirecto. La acción ‘da’
recae directamente sobre ‘un pan’ y luego llega hasta ‘el amigo’, por medio de ‘un pan’. Por eso ‘un pan’ es el objeto directo y
‘a Juan’ el objeto indirecto. En latín la frase es: Petrus dat panem amico. Las terminaciones -us, -em y -o representan los casos
nominativo (sujeto), acusativo (objeto directo) y dativo (objeto indirecto).
Son estas terminaciones las que nos ofrecen la información gramatical llamada ‘sintáctica’. Se llama ‘sintaxis’ a la relación que
existe entre los diversos elementos que componen la proposición u oración. Todos los elementos están relacionados con el
verbo, por eso el verbo es llamado ‘el sol de la oración’, porque todos los otros giran en torno al verbo.
Veamos el siguiente ejemplo:
Pedro da un pan al amigo en la mano, para que se sacie porque tiene hambre.

¿quién? ¿qué?
Sujeto Objeto directo
Nominativo Acusativo
Pedro un pan
¿a quién? da ¿dónde?
Objeto indirecto Complemento de lugar
Dativo Ablativo
al amigo en la mano

¿por qué? ¿para qué?


Complemento de causa Complemento de fin
Ablativo Dativo
porque tiene hambre para que se sacie

En latín los casos de la declinación contienen y expresan las funciones que las palabras o grupos de palabras (sintagmas)
cumplen dentro de la oración.
Petrus amat Mariam.
Petrus termina en -us, desinencia, en este caso, del nominativo singular del primer grupo de la segunda declinación, por tanto
en esta oración Petrus es el Sujeto. Mariam termina en -am; la terminación -am corresponde al acusativo singular de la Primera
declinación e indica el Objeto directo, aquello sobre lo cual recae la acción del verbo. Amat es la voz verbal predicativa, por lo
que se distingue de una voz verbal copulativa. ¿Cuál es la diferencia entre una voz verbal copulativa y otra predicativa?
Sencillamente la voz verbal predicativa constituye ya un predicado en sí mismo, Pedro amat, o simplemente amat. Amat es un
predicado porque se dice de Pedro que él ama. Es lo que estoy diciendo de Pedro, independiente de a quién ama. En cambio en
una voz verbal copulativa se necesita el otro término que haga de predicado. Pedro es bueno, ‘es’ en sentido copulativo espera
un término que complete su significado. Si yo digo en sentido copulativo Pedro es … la oración queda incompleta, me pregunto
¿es qué cosa?
Pero podría darse que el verbo copulativo latino ‘sum’ esté usado en sentido predicativo, como cuando traduce ‘existir, estar’.
In principio erat Verbum et Verbum erat apud Deum, En el principio existía el Verbo y el Verbo estaba junto a Dios. ‘erat’ es
la tercera persona singular del pretérito imperfecto indicativo del verbo ‘sum’ y traduce copulativamente ‘era’, pero siendo una
voz del verbo ‘sum’ podría estar siendo utilizada, como de hecho lo está en el ejemplo dado, con valor predicativo. Verbum
erat = El Verbo existía, Verbum erat, el Verbo estaba . Igualmente significando ‘hay’, Erat Verbum, había una Palabra, Verba
sunt, Hay palabras.
Petrus in domo est, Pertus domi est. Las dos frases traducen lo mismo. En la primera ‘domo’ está en ablativo precedido de la
preposición ‘in’, la cual es una preposición que rige dos casos, el acusativo y el ablativo. Basta darse cuenta de que ‘domo’ no
tiene una terminación de acusativo, -m para el singular y -s para el plural, en ninguna de las declinaciones. En cambio es fácil
presumir que la terminación -o precedida de la preposición -in sea un ablativo, y no un dativo, que también puede terminar en
-o. Por tanto ‘domo’ es ablativo singular de domus, -us, sustantivo de la cuarta declinación. Este sustantivo varía de la
declinación regular de cuarta declinación, por lo que siempre está explicado aparte. De hecho el ablativo singular de la cuarta
declinación es -u, pero en el sustantivo domus, -us el ablativo singular es en -o.
La proposición Petrus domi est, traduce también Pedro está en la casa. La forma ‘domi’ es una forma especial de domus, -us
llamada ‘caso locativo’, es decir, que expresan ‘lugar en’.
En las dos proposiciones la voz verbal ‘est’ tiene valor predicativo y no copulativo.
Filius Patri Iesus est. Esta oración puede traducirse de dos maneras: El Hijo del Padre es Jesus, o Jesús es el Hijo del Padre.
Independiente de ese hecho, lo que quiero explicar aquí es el caso genitivo. Patri es la forma del genitivo singular de Pater, -
tri, y traduce ‘del Padre’. Como podemos observar, no hay en latín en la frase una preposición que preceda la palabra ‘Patri’ y
que indique el caso genitivo, sino que directamente de la forma de la palabra sacamos la información. -i es la desinencia del
genitivo singular de los sustantivos de la segunda declinación en cualquiera de sus grupos [ver la hoja de los modelos de las
declinaciones]. Por tanto me indica que se trata de una especificación que en castellano se traduce con la preposición articulada
‘del’ [de+el=del]. Especifica de quién es el Hijo.
Servus servorum Dei. Esta expresión se aplica al Sumo Pontífice, al Papa. El es llamado El Siervo de los siervos de Dios. En
sí la expresión está significando que el Papa es, entre los siervos de Dios, el siervo por excelencia, es decir el primero, no en
honor o poder, sino el primero que está llamado, por eminencia, a servir a los demás siervos de Dios. No quiere decir,
ideológicamente, que el Papa sea un esclavo, en sentido peyorativo, de todo el mundo, como si tuviera que estar haciendo todo
lo que los demás le mandasen. Independientemente de esta clarificación, veamos la parte gramatical que nos haga entender
dicha clarificación.
Servus es el nominativo singular de ‘servus, -i’, de la segunda declinación = El siervo.
Servorum es el genitivo plural de la misma palabra latina ‘servus, -i’, de la segunda declinación.
Dei es el genitivo singular de ‘Deus, -i’, también de la segunda declinación.
El genitivo plural puede estar significando el Complemento especificativo como también puede estar significando que el
término al cual se refiere pertenece a un grupo específico, es uno de los elementos de ese grupo, y también puede significar
que, entre los miembros de ese grupo, a él se refiere de modo especial lo que se está afirmando.
El primer caso se llama ‘genitivo especificativo’ o también ‘genitivo objetivo’.
El segundo caso se llama ‘genitivo partitivo’ porque indica que el sujeto es una parte o forma parte de ese grupo.
El cuarto caso es llamado también ‘genitivo superlativo relativo’ porque indica el sujeto que en grado superlativo (máximo)
representa lo que pertenece a todos los miembros del grupo al cual pertenece. Servus servorum, servorum es el genitivo plural,
el siervo de los siervos, pero indicando que entre todos los siervos ese sujeto es el siervo por excelentia, el que es más siervo,
por tanto el que está llamado a servir en grado eminente.

Cuando se pueda, se les enviarán otras explicaciones.

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