La Iglesia: Madre y Maestra, y promotora de paz

Pbro. Jhonny Alberto Zambrano Montoya

En los tres artículos anteriores presentaba los antecedentes e inicios de la DSI

anteriores al Concilio Vaticano II (CVII), dónde cada Papa iluminó la Cuestión Social
de su época con los principios del Evangelio y la Tradición. En este artículo
reflexionaremos sobre san Juan XXIII, un Papa hijo de campesinos de quien heredó
su bondad y optimismo, para vivir con naturalidad la realidad y llevarla a un plano
transcendente, expresándola de manera sencilla, esto se nota al leer sus Encíclicas.
San Juan XXIII planteó de forma original algunos problemas de su época en la
década de los 60. Como parte de la DSI se asumen dos de sus Cartas Encíclicas:
MATER ET MAGISTRA (MM 15 mayo 1961) a los 70 años de la RN y PACEM IN
TERRIS (PT 11 abril 1963), escrita un Jueves Santo dos meses antes de su muerte,
entre la I y II sesión de CVII.

La MATER ET MAGISTRA habla de la preocupación de la Iglesia por el bien

temporal de los pueblos, hace una revisión histórica del Magisterio Social, desde
León XIII con la RN y su evolución hasta el Radio Mensaje en 1941 de Pío XII. Esta
Encíclica afronta la PROBLEMÁTICA ECONÓMICA de modo renovado.

¿QUÉ ESTABA SUCEDIENDO EN EL MUNDO?

El mundo en los años 60 presentaba algunos cambios (Cfr. MM 46-49): un cambio
científico, técnico y económico con el uso de la energía atómica, la 3ra. Revolución
industrial, la expansión de la TV, la modernización de la agricultura, la reducción de
distancias entre pueblos e inicio de la carrera espacial. Entre los cambios sociales,
la seguridad social, la responsabilidad sindical, mejores niveles de vida y de
instrucción, nuevas tecnologías en el mundo laboral y algunos desequilibrios. En la
política el acceso al poder de las clases sociales, la creciente intervención del
Estado en la vida nacional, la independencia de las colonias de Asia y de África, el
crecimiento en número y prestigio de las organizaciones internacionales. Estos
cambios acrecentaron un optimismo en el ambiente con el auge económico y la
Iglesia vio la necesidad de contribuir siendo Madre y Maestra.

¿QUÉ TEMAS TRATÓ?

LA ECONOMÍA es obra ante todo de la iniciativa privada y tiene como objeto el bien
de la persona humana, necesitando la intervención del poder público a través del
principio de subsidiaridad. La propiedad privada permite el desarrollo de la persona
y es necesaria para la democracia, ya que posee una función social.
LA SOCIALIZACIÓN expresa como el ser humano despliega su vida en relación con
las instituciones sociales que configuran su forma de ser y capacidad de desarrollo.
Los cuerpos intermedios forjan la socialización desde su efectiva autonomía para el
desarrollo social y el bien común. Así, socialización y subsidiariedad van de la mano.

Frente al TRABAJO ofrece criterios reguladores del salario, indicando que el

desarrollo económico y el progreso social deben avanzar juntos, donde la empresa
demande una participación activa de los trabajadores y estos tienen el derecho de
un salario en orden al reconocimiento de su dignidad humana. El Papa apoya las
asociaciones y los sindicatos cristianos.

¿QUÉ CUESTIÓN SOCIAL PROFUNDIZÓ?

A LOS AGRICULTORES les invitó a ser protagonistas de la sociedad y la economía,

cultivando un espíritu de solidaridad y colaboración centrado en el bien común con
la nobleza de su trabajo. Al Estado le recuerda la necesidad de una política agraria
que regule el área fiscal, inversión de capitales, seguridad social, tutela de precios
y desarrollo de los servicios públicos.

Motivó a crear una POLÍTICA EQUILIBRADA entre la iniciativa privada y la

intervención del Estado que permita una mejor relación entre zonas de desigual
desarrollo, donde la solidaridad y cooperación científica, permanente y financiera
evite errores del pasado; respetando la cultura y moral de cada pueblo. La cuestión
social es mundial, y así como se habla de personas pobres, se puede hablar de
naciones pobres.

Frente al INCREMENTO DEMOGRÁFICO y desnivel de medios de subsistencia, la

solución no puede ser contraria a la dignidad humana, debe buscarse un desarrollo
económico-social justo. Es necesario educar.

Con la INTERDEPENDENCIA MUNDIAL que iba creciendo, anima a contrarrestar

la violencia y la carrera armamentista a través del entendimiento. Sin Dios y sin
moral la humanidad puede llegar a aniquilarse, ya que hay un orden moral,
trascendente, igual y valedero para todos.

Denunció las IDEOLOGÍAS que no toman al hombre integralmente, olvidando su

ser religioso natural. Para ello, es importante conocer y aplicar la DSI, donde los
laicos son sus principales trasmisores desde la acción social en comunión con la
jerarquía, buscando renovar las relaciones de convivencia como sociedad y cuerpo
místico de Cristo.
¿QUÉ NOVEDADES APORTÓ?

PRIMERO, utilizó un novedoso lenguaje dando respuestas concretas y detalladas

a la Cuestión Social, desde los desequilibrios entre sectores económicos dentro de
un país y entre las naciones ricas y pobres, adquiriendo una dimensión planetaria.

SEGUNDO, san Juan XXIII presentó su posición, no solo desde el derecho natural,
la razón y la fe, sino desde lo empírico y sociológico, ofreciendo un aporte a la DSI.
TERCERO, remarcó la importancia del principio de subsidiariedad, formulado por
Pío XI en QA.

CUARTO, hace una propuesta educativa en el campo socioeconómico con el

método ver, juzgar y actuar, para afrontar los problemas sociales desde esta
formulación metodológica (Cfr. MM 217).

La PACEM IN TERRIS es considerada su testamento social. Escrita con mirada

universal teniendo como escenario la construcción del muro de Berlín (1961), el
incidente de los misiles de Cuba (1962) y la Guerra Fría.

Habla sobre LA CONVIVENCIA HUMANA exponiendo los Derechos naturales del

hombre a la vida digna, la educación, la familia, la libre iniciativa en lo económico,
el trabajo, el salario y la propiedad privada. Así como los Deberes de libertad de
conciencia, búsqueda de la verdad y bien común, reconocimiento del derecho de
ajeno.

Presenta LAS RELACIONES ENTRE LOS PODERES PÚBLICOS Y EL

CIUDADANO, donde la naturaleza de la autoridad política encuentra su dignidad en
la participación de la autoridad de Dios, actuando desde la razón y la moral, dando
paso a una legitima democracia basada en la división de poderes. El Estado es
garante de que los ciudadanos busquen y disfruten el bien común, el desarrollo
económico y el progreso social, evitando privilegios y promoviendo una solidad
formación en la Cuestión Social.

Las RELACIONES ENTRE LOS ESTADOS deben basarse en la verdad, justicia,

libertad y solidaridad sin caer en la opresión, sino promocionando el intercambio
entre los ciudadanos y los cuerpos intermedios, resolviendo el problema de los
prófugos políticos y tutelando el derecho a la emigración, al igual que proscribir las
armas nucleares y el armamentismo.
San Juan XXIII promovió una COMUNIDAD MUNDIAL con una autoridad política
mundial, que busque proteger a la persona humana, promocionar el bien común y
la subsidiariedad, dirigiendo las relaciones entre esta autoridad mundial y las
autoridades, alejando la violencia. Habla de la creación de la ONU y su finalidad.

Ofreció una RECOMENDACION PASTORAL: los católicos deben intervenir en la

vida pública, preparándose en diferentes roles y en la DSI, para ser coherentes
desde la fe en sus conductas, guiados por principios que permitan aplicar criterios
en la acción social, ya que no son lo saltos los que solucionan los problemas, sino
los procesos guiados por la paz.

Su NOVEDAD fue la sistematización de la Doctrina Política y Social sobre la

convivencia entre las personas y los pueblos, valorando el mundo contemporáneo
y la conciencia de una organización de la comunidad mundial con la admisión de
los principios políticos de los regímenes democráticos (división de poderes y la
Constitución).

Por tanto, su objetivo fue buscar la paz entre los pueblos, fundada sobre la Verdad,
regida por la Justicia, con clima de Libertad y movida por el Amor. El ser humano
debe tener paz interior para poder conseguir la paz social.