Lograr alcanzar el establecimiento de una escuela donde la flexibilidad no sea motivo
de abandono de su misión sino por el contrario adopte una nueva misión donde predomine el cumplimiento de su propósito y donde los niños sientan la suficiente confianza como para expresar su autonomía mediante el desarrollo personal de sus capacidades y talentos. Una escuela cuya gestión pedagógica sea proactiva y consiente de los límites impuestos dentro de su planificación con enfoque en la mejora continua de su contexto académico para el aprendizaje de los niños. Una escuela que mantenga su crecimiento con una correcta practica educativa bajo un modelo libre y autónomo digno de una educación integrada y de calidad. Mantener el respeto por la identidad de cada niño, su cultura, sus creencias, su visión, habilidades, destrezas, valores; y que cada uno de estos sumen a enriquecer la educación, mas no se reprima estos aspectos esenciales en la vida de cada ser humano. No tener que abandonar sus ideologías únicamente porque en el sistema educativo actual no se le permite ser ellos mismos y por el contrario se les impone ser quienes no son. Es necesario que, para logar una visión de una escuela libre, aquella escuela soñada; se cambien muchos estereotipos, políticas, planes, y que estos sean adaptados a una educación inclusiva y autónoma; cuya orientación sea el cambio y la transformación de las escuelas que soñamos. Esto se lograría a través de la participación de todos y todas quienes hacemos parte del sistema educativo. La educación mantiene un papel fundamental en el desarrollo sostenible cuyo propósito es el de garantizar una educación inclusiva y de calidad donde todos formemos parte de este gran cambio soñados, para que de esta manera se logre que los niños obtengan una educación libre, autónoma donde sus pensamientos, sentimientos, habilidades, destrezas sean tomadas en cuenta a la hora de planificar que es, o que se va a enseñar. La escuela que soñamos debe estar enmarcada dentro de los estándares de la calidad educativa y esta misma debe estar planteada bajo los criterios antes mencionados de una gestión escolar, administrativa, pedagógica, convivencia, participación escolar y cooperación, seguridad escolar, pero sobre todo una educación libre y autónoma, siempre enfocado en la mejora continua. En fin, una escuela donde me sienta satisfecho de ser un guia para aquellos niños cuyo desenvolvimiento sea libre y esporádico, nada obligado ni fingido de manera que exprese sus emociones y sentimientos, yo como docente ser quien le motiva y genera confianza para su desarrollo personal.