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Rosalía Sikel cita la siguiente definición: “La familia es un sistema organizado cuyos
miembros, unidos por relaciones de alianza y/o consanguinidad, sustentan un modo peculiar y
compartido de leer y ordenar la realidad para lo cual utilizan información de adentro y afuera del
sistema y la experiencia actual-histórica de cada uno de los miembros”.
La familia es una asociación humana, donde seres humanos, hombres y mujeres, adultos y
niños conviven, se relacionan, se interpretan, se potencian en el intento de ser felices.
Como también, es un sistema social, un grupo emocional, afectivo, de intereses y objetivos
íntimos.
No hay familias mejores ni peores, pero si las hay muy diferentes unas de otras, en parte
porque se componen de distintas maneras. Pero en cada una de ellas se unen a través de la
educación e interrelación afectiva, los miembros del grupo (padres, hermanos) a través del clima
familiar y la vida cotidiana.
Todas las familias deben cumplir las mismas funciones para satisfacer las necesidades
básicas, emocionales, de protección, de pertenencia e individualidad, de formación cultural y
valórica; de sus integrantes.
En definitiva, debe cumplir una función protectora y de sostén, y una función iniciadora en
el mundo, para favorecer el buen desarrollo de un niño.
El sujeto desde que nace, tiene la necesidad de comunicarse y aprender. Esto lo hace por
imitación. Por esta razón la ayuda de otros, en este caso de la familia, es de suma importancia para
vivir, porque a partir de los dos años aproximadamente, como seres humanos se tiene una cierta
autonomía, se puede expresar verbalmente con los demás las necesidades, sentimientos,
frustraciones.
Desde el momento del nacimiento, se está expuesto a un montón de estímulos externos,
que entran a nuestro cuerpo a través de los distintos sentidos, como lo son: el olfato, el gusto, el
tacto, el oído, la vista, lo kinestésico y todas las experiencias, aprendizajes que aportará esa familia,
para potenciar, estimular y dar crecimiento a ese cerebro. A su vez le otorgará a ese sujeto una
alimentación saludable para que se desarrolle de forma plena, alcanzando el tamaño.
Estableciendo que en este proceso de enseñanza-aprendizaje, los primeros educadores
fundamentales, son la familia. Porque ellos acompañan en cada proceso de aprendizaje, influyendo,
pero no determinando, en el desenvolvimiento de las capacidades del niño para que pueda
desplegar sus actitudes.
La familia y la escuela, se dependen una de otra y son los sistemas más influyentes del niño,
ambos han sido los más conocidos, responsables en su desarrollo.
Según Eduardo Crespillo Álvarez, la escuela es “una comunidad educativa específica que se
encarga de la educación institucionalizada. Es el lugar donde se realiza, se cumple y se ordena la
educación”
Cabe mencionar que, en la Triada Pedagógica, compuesta por tres elementos: el alumno, el
docente y los saberes, los cuales son muy importantes en el aprendizaje y en la enseñanza. La
enseñanza se presenta como un desafío complejo porque el sistema educativo argentino la
garantiza desde la sala de 4 años hasta el último año del nivel secundario.
La mirada debe estar centrada en el alumno, siendo la prioridad dentro de la escuela.
El alumno, es el sujeto del aprendizaje, es quien tiene el derecho inalienable a la educación,
más allá de sus características propias, particulares o aquellas dificultades que pueda llegar a tener,
lo prioritario en una Institución educativa es el alumno y su derecho a la educación está garantizado
en la (LEN) Ley de Educación Nacional Nº 26.206, la que regula el ejercicio del derecho de enseñar
y aprender. Asegura una educación de calidad con igualdad de oportunidades y posibilidades, con
prioridad nacional, y se constituye en Política de Estado.
Por otro lado, los fines y objetivos de la política educativa nacional establecen que se debe
garantizar una formación integral, ya que se lo debe conducir en su proceso de educación y
aprendizajes, desde todos los puntos de vista de las distintas dimensiones de la persona humana.
Las cuales son, social, emocional y cognitiva. Asegurarle una educación de calidad con igualdad de
oportunidades y posibilidades. Garantizar la inclusión educativa a través de políticas universales,
estrategias pedagógicas y de asignación de recursos que otorguen prioridad a los sectores más
desfavorecidos de la sociedad.
Como así también la escuela tiene la función social de guiar, acompañar en sus trayectorias
educativas de los alumnos. Significa que cada uno de los alumnos aprende de una manera
diferente. Ya sea de forma visual, auditiva, kinestésica, con mayor acompañamiento del material
concreto o con textos más cortos, con explicación más exhaustiva, repetición de actividades para
poder retener u otros no.
Cada alumno tiene una trayectoria educativa diferente: “No todos aprenden lo mismo, en el
mismo momento y de la misma manera”
Cada contexto determina cómo se debe mover cada escuela en el proceso de enseñanza.
Cabe destacar, que ésta Triada Pedagógica se va a relacionar siempre, porque el docente
debe conocer los saberes de los que se va a apropiar el alumno y mantendrá una relación con él en
la mediación pedagógica y en los andamiajes propuestos
El docente debe tener en mente que, en el aula más que una transmisión de contenidos, se
trata de una transmisión de competencias formando alumnos activos y autónomos, que puedan
autorregularse y que conozcan los recursos que les pueden resultar más útiles dependiendo su
personalidad y características diferenciadoras.
No se puede esperar que “todos respondan por igual, frente a una actividad de
aprendizaje”, es por esto que el Diseño Universal de Aprendizaje (DUA), tiene como objetivo el
acceso universal a la educación, mediante un currículo flexible, abierto e inclusivo.
Al implementar el DUA se rompe la barrera entre alumno con discapacidad y sin
discapacidad, ya que el desafío es atender a la diversidad e individualidad de los estudiantes que
tienen distintas capacidades a desarrollar. Por lo cual, repensar las prácticas, estrategias
pedagógicas y acciones que ofrezcan distintas alternativas para permitir al aprendizaje, beneficia a
todos los estudiantes por igual, garantizando la igualdad de oportunidades y en consecuencia
mejorando la calidad educativa.
Según Ramón Pérez Juste, la calidad educativa se puede definir como: “la armonización
integradora de los diferentes elementos que la componen: eficacia en el logro de un servicio, bien u
objeto excelente, mediante procesos eficientes, satisfactorios tanto para los destinatarios, directos
e indirectos, como para el personal de la organización encargada de lograrlo”.
La escuela de calidad es aquella que promueve el progreso de los estudiantes en una amplia
gama de logros intelectuales, sociales, morales y emocionales, teniendo en cuenta su nivel
socioeconómico, su medio familiar y su aprendizaje previo. Un sistema escolar eficaz maximiza las
capacidades de las escuelas para alcanzar estos resultados. Lo que supone adoptar la noción de
valor añadido en la eficacia escolar”.
Son varias las cualidades que definirían un servicio educativo de calidad:
la equidad, la participación democrática, la corresponsabilidad, la inversión y uso eficaz de los
recursos, la utilidad y relevancia social.
Para finalizar se nombrarán los distintos factores que van a determinar mayor o menor
calidad en las Instituciones Educativas.
1. Liderazgo profesional.
2. Valores y objetivos.
3. Ambiente de aprendizaje.
4. Oferta formativa.
5. Niveles de exigencia.
6. Reconocimientos.
7. Seguimiento individualizado.
8. Autonomía del alumnado.
9. Utilidad de la enseñanza.
10. Formación continua.
11. Participación de las familias.
Área de Asesoramiento donde dentro del establecimiento educativo puede desempeñar la función
de: