Las estructuras del mundo de la vida y La

condición humana

Dayros Méndez, Camila Mafla y Miguel Cegarra

Universidad Central de Venezuela
Teoría Social
Prof. Diego Santano
16 de marzo de 2024
 Las estructuras del mundo de la vida

1) Mundo natural:

Es el ámbito de la realidad, en el cual el hombre participa continua, inevitable y

pautadamente mediante su faceta de organismo animado. En ella, el hombre es capaz de
intervenir y modificar dicha realidad.

2) Actitud natural:

Es la base indiscutible de lo experimentado, es el marco de referencia en el que se basan los

problemas que debemos resolver, es la forma en la que sé ve o entiende el mundo. Es el
mundo que se presupone y se considera evidentemente «real».

3) Actitud del sentido común:

Es la conducta que los seres humanos adoptamos sobre la realidad en que nos encontramos
y la cual consideramos correcta e incuestionable hasta que se demuestre lo contrario.

4) Estructura del pensar:

Es aquella que tiene lugar, usando como base la forma que presenta el mundo natural, en
el que se vive cotidianamente. Específicamente, son las presunciones que hallaremos en él
y las experiencias propias, o ajenas, que vivamos en el mismo, las que se encargaran,
funcionando como un conjunto, de influir en el nacimiento y formación de nuestros propios
juicios, ideas y percepciones.

La condición humana
1) Discurso:
Hannah Arendt enfatiza la raíz dual del discurso y la acción. La pluralidad humana,
caracterizada por igualdad y distinción, permite la comprensión, la planificación para el
futuro y la comunicación. El discurso es un vehículo para expresar nuestra singularidad y
compartirnos con los demás.
Una relación humana honorable implica refinar las verdades que podemos decirnos
mutuamente a través del discurso. Nuestras palabras son el medio, pero nuestras acciones
encarnan la verdad de quiénes somos mientras nos movemos por el mundo.
2) Trabajo:
El trabajo se refiere a las actividades necesarias para la supervivencia biológica. Está
directamente relacionado con nuestra naturaleza mortal. Sin embargo, una vida centrada
únicamente en el trabajo no sería plenamente humana.
3) Reproducción biológica:

Aunque Arendt no discute explícitamente la reproducción biológica en el contexto

de “reproducción biológica” es un aspecto esencial de la existencia humana. La
reproducción garantiza la continuidad de nuestra especie y contribuye a nuestra
supervivencia como seres biológicos.

En resumen, el modelo tripartito de Arendt divide la vida práctica en tres categorías:

trabajo, obra y acción. Aunque cada una es inevitable, una vida que incluye la
acción expresa plenamente nuestra humanidad. Su exploración del discurso, la
acción y la pluralidad paradójica de seres únicos proporcionan valiosas ideas sobre
nuestra existencia.