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Alonso Hurtado Gutiérrez

Historia de la Filosofía I
3 de noviembre de 2022

“Las cuatro causas de Aristóteles como precursoras de la realidad contemporánea”


El estudio del filósofo Aristóteles nos permite entender mejor el método científico y las preguntas
que, ayudado del pensamiento de su maestro Platón, hicieron posible el surgimiento de la filosofía
sistemática. En el presente ensayo busco plantear el aporte y la vigencia de las cuatro causas
aristotélicas en la tecnología y la ciencia moderna. Y como su planteamiento filosófico del principio
de causalidad, sumado a la herencia y aporte del conocimiento que se ha transmitido y
recuperado a lo largo de la historia de la humanidad, ha hecho posible la realidad actual y la
comprensión que tenemos de la misma.

Desde los inicios de la filosofía, se observó un deseo profundo del ser humano por poder explicar
la realidad a través de una herramienta que nos hace diferentes de los animales, la razón. Gracias
al desarrollo y búsqueda de respuestas a los eventos que los primeros filósofos iban cuestionando
se da el salto del pensamiento mitológico al pensamiento racional, que trataba de explicar la
naturaleza y el origen del todo. El surgimiento y acumulación de esos saberes pasó a formar parte
de ese terreno fértil que sería propicio para el nacimiento de filósofos tan importantes como lo fue
Aristóteles, quien decía que somos seres racionales que buscamos el conocimiento por el hecho
mismo de conocer.

Es importante saber la concepción que tenía Aristóteles de la ciencia. Beuchot (2004) lo plantea de
manera clara: “Aristóteles concibe la ciencia como el conocimiento de cada cosa por sus causas”.
Partiendo de este razonamiento para explicar la realidad subyace una pregunta: ¿Qué hace al ser
que sea? La respuesta que Aristóteles encontró, sintetizando y cuestionando los aportes de sus
precursores, fue la siguiente: cuatro causas que explican el principio del ser, en cuanto ser, la
causa material, formal, eficiente y final.

Aristóteles analiza lo que proponían los presocráticos como explicación de las cosas y su
permanencia, la causa material (Beuchot, 2004).Sin embargo, esta causa no era suficiente para
explicar el principio y corrupción de todo, es necesario buscar otro principio de dónde procede el
movimiento, una causa del cambio (Beuchot, 2004). Para clarificar esta idea de la causa material
podemos referirnos a la base física de lo que está hecho algo. Un ejemplo puede ser la madera de
la que está hecha una silla. Pero la madera en sí no hace a la silla ser silla, era necesario indagar
más para conocer que hace a la madera que sea una silla.

Ante esta cuestión, Aristóteles investigó a quienes planteaban la unicidad del sujeto material, que
lo declaraban inmóvil (Beuchot, 2004), pero esto no podía responder a la interrogante de lo que
hace al ser que sea. Por otra parte, los pluralistas exponían que existía una fuerza motriz, es decir,
los que proponían que la materia era movida por una fuerza (Beuchot, 2004). Con esto se podía
explicar una fuerza eficiente que hacía que las cosas pudieran ser. Retomando el ejemplo anterior,
la causa eficiente para que la silla llegue a ser silla, requiere de la fuerza motriz del carpintero que
la transformará para que sea un producto terminado. Aún con estas dos causas, no había
respuestas suficientes que explicaran lo que hace que el movimiento mueva la materia. Así pasó a
indagar otra causa, la causa final.

Para Aristóteles, Hermótimo y Anaxágoras, quienes afirmaban que lo que causaba el bien de los
entes era también la causa de su movimiento (Beuchot, 2004). Sin embargo, él encontraba que
fusionaban la causa eficiente y la causa final (Beuchot, 2004). Así, identificó que la causa final era
diferente de la eficiente, que proporcionaba la fuerza motriz de la materia. Aristóteles considera
que toda substancia tiene una finalidad, un objeto en la vida, una función que cumplir (Silva,
2020). De esta manera, definió una causa final, que en el ejemplo de la silla de madera sería para
poder sentarse en ella: ese fue el objetivo por el que fue hecha (Silva, 2020). La causa que
responde a la pregunta ¿Para qué?

Aún con estas causas, no era suficiente para definir la organización de la materia, la causa que le
daba la estructura, una esencia que lo hace ser lo que es (Silva, 2020). Los pitagóricos ponía como
naturaleza de los entes a los números (Beuchot, 2004). También Platón, quién intentó dar razón
de la causa formal con su teoría de las ideas, o formas, o especies separadas de las cosas sensibles.
Continuando con el ejemplo de la silla de madera, lo podemos relacionar como lo que hace una
cantidad de madera dispuesta de cierta forma sea una silla y no una mesa.

Después de la investigación y reflexión acerca de las causas de los entes, Aristóteles encuentra un
esquema causal completo al que todas las causas adicionales pueden reducirse a alguno de los
cuatro géneros de causas que él propone (Beuchot, 2004). Con estas reflexiones que analizó en el
pensamiento de los precursores de la filosofía, Aristóteles abre las posibilidades para el desarrollo
de la ciencia moderna y otros avances de las humanidades de las que gozamos actualmente.
Gracias a estos antecedentes podemos abordar, desde nuestra realidad, temas que se reducen a
un principio de causalidad.

Pero ¿Cómo influyen estas causas en la actualizad?, el desarrollo de la ciencia y causas como lo
plantea Aristóteles ha sido el sustrato que no ayudó comprender de lo que están hechas las cosas,
su estructura, sus objetivos y finalidad de las cosas. Sin las preguntas de las causas aristotélicas, no
se habría podido desarrollar temas complejos y constitutivos de la materia como los elementos
químicos, o las células de plantas y animales, la ciencia y tecnología en todas sus vertientes, sólo
por mencionar algunos temas. Claramente estos descubrimientos e inventos rebasan y se hacen
más complejos que lo que pudo haber encontrado Aristóteles en sus causas. Sin embargo, en el
fondo, la estructura y complejidad de estos temas, radica en sus razones o causas constitutivas.

Actualmente, sabemos la complejidad constitutiva del ser humano, un aglomerado de células


diferentes que funcionan como un sistema orgánico. Esto a primera luz pudiera parecer lejano a la
sencillez que plantea Aristóteles en su planteamiento filosófico que buscaba entender lo que hace
ser al ser, sin embargo, es el principio básico que nos ayudó a entender lo que compone los entes
y, gracias a ello, desarrollar desde un medicamento, hasta la tecnología mas avanzada de la que
disponemos actualmente. Sin un principio de causalidad, como él lo propone, no tendríamos una
estructura o sistema organizado que nos ayudara a entender ya no solo la materia, sino también
los eventos de la naturaleza, el cosmos y el medio ambiente.

¿Qué causa un fenómeno de la naturaleza?, ¿Cuál es el origen del cáncer?, ¿Por qué los niños
crecen con problemas de aprendizaje?, ¿Cuáles son los factores que determinan la violencia en
México?, ¿Qué materiales resisten las altas y bajas temperaturas para la construcción de cápsulas
espaciales que nos ayuden a conocer nuevos mundos?, ¿Por qué la corrupción afecta los países?,
¿Cómo programar un algoritmo para el procesamiento de metadatos?, y podríamos continuar con
una larga lista de preguntas en las que subyace el deseo por conocer el principio de causalidad. Y
que no suficiente con ello, se descubren e inventan soluciones para la resolución de los problemas
y la mejora del bienestar humano.

Así, poco a poco y a través del pensamiento y la observación se fue desarrollando y enriqueciendo
el conocimiento que ha hecho posible que sigamos buscando respuestas para solucionar los
problemas que adolecemos actualmente como humanidad. Con esta pequeña premisa, podemos
reconocer que el conocimiento, la ciencia, tecnología, sistemas políticos y sociales y demás
estructuras de pensamiento que son vigentes actualmente, tienen una raíz de la filosofía social
que se gestó en Jonia hace aproximadamente 2500 años. Y, que es posible gracias a la
sistematización del pensamiento filosófico y científico de Aristóteles, un pensador incansable que
buscó entender el origen del todo y que, en el proceso, marcó el inicio para la comprensión del
mundo que tenemos y que aún seguimos mejorando.

Con estos esfuerzos escuetos por significar las causas aristotélicas, también me atrevo a
complementar lo que proponía Aristóteles acerca del ser humano: “En lo profundo, no somos solo
seres racionales que buscamos el conocimiento por el hecho mismo de conocer, somos seres
humanos que buscamos servirnos del conocimiento para el desarrollo, bienestar y trascendencia
de la humanidad”.

Bibliografía
Beuchot, M. (2004). Ensayos Marginales sobre Aristóteles. México: Instituto de
Investigaciones Filológicas.
Silva, A. (2020). Historia de la Filosofía para principiantes, De Tales al siglo XXI.
Independently Published.
Strathern, P. (1996). Aristóteles en 90 minutos. Madrid: Siglo XXI de España Editores.

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