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UNIVERSIDAD VERACRUZANA

Dirección General de Desarrollo Académico


e Innovación Educativa

Actividad 11:
Mi credo pedagógico

E.E. El aprendizaje socioemocional del


académico universitario

Andrea Margarita Velazco Salas


Introducción
Los seres humanos nos encontramos en constante cambio y evolución, pues somos un
conjunto de experiencias, valores, creencias y entornos que influyen entre sí para conformar todo
lo que somos. Es por ello por lo que, en la práctica docente es inevitable para el profesor
proyectar dentro de sus clases, parte de todo aquello que lo conforma como individuo.
Por consiguiente, el presente ensayo tiene como finalidad realizar una reflexión acerca de
la importancia del autoconocimiento para evaluar nuestro comportamiento y desempeño dentro
de la labor docente, manteniendo nuestra identidad e integridad.

Mi credo pedagógico
El credo pedagógico, es el conjunto de principios y creencias que cada docente conforma
con base a sus propias experiencias personales, valores, entorno, cultura, entre otros; este resulta
fundamental pues será la guía de nuestra práctica educativa y va a orientar la manera en que
nosotros impartimos la enseñanza.
Asimismo, dentro del credo pedagógico se derivan aspectos como la crianza desde el
poder o desde la autoridad; y es que, como docentes, debemos reconocer que la enseñanza desde
el poder tiende a ser impositiva, con una extrema dominación y control; mientras que la
enseñanza desde la autoridad se centra en el liderazgo con base en la experiencia, conocimientos
y habilidades, pero, sobre todo, priorizando el respeto mutuo.
Al recordar mis experiencias dentro de mi práctica docente, he notado que la enseñanza
desde la autoridad propicia un mejor ambiente de aprendizaje, donde los estudiantes tienen una
mayor confianza con el docente, lo cual también impulsa a que el profesor se convierta en un
modelo a seguir para sus estudiantes, y que además se puedan establecer normas y límites de
manera positiva, lo cual va de la mano con una mejora en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
Por el contrario, he notado que el enseñar desde el poder, hace que el ambiente en el aula se
vuelva hostil, los alumnos se vuelvan renuentes a participar en clase, lo cual deriva en un gran
obstáculo para mi práctica docente.
Relacionado a lo anterior, la enseñanza desde la autoridad me ha permitido experimentar
momentos de plenitud en el aula, pues nos es posible crear un ambiente de aprendizaje en el que
yo y mis alumnos nos sentimos comprometidos, motivados y satisfechos con el curso de la clase;
inclusive, rescatando las experiencias de mis alumnos, ellos han manifestado que perciben un
mejor aprendizaje durante estos momentos de plenitud.
Otro aspecto primordial dentro del credo pedagógico es la integridad y perseverancia del
docente, pues no solo fortalece la calidad de la enseñanza, sino que también influye directamente
en el desarrollo integral del alumnado.
Por consiguiente, considero que para conciliar los enfoques de integridad y perseverancia
dentro del aula, es necesario contar con una ética profesional y transparencia en nuestro labor
docente, así como la resiliencia para superar desafíos complejos, buscar desarrollarnos
continuamente tanto en el ámbito profesional como personal, comprometernos firmemente con la
enseñanza, y ser conscientes de que somos el modelo a seguir de nuestros alumnos, y por lo
tanto, tenemos la responsabilidad de mantener un comportamiento digno y que los motive a
esforzarse, persistir y alcanzar sus metas.
Finalmente, con esto reitero que el credo psicológico es un elemento primordial de la
práctica docente, y que, a su vez, nos abre un amplio campo de trabajo para mejorar nuestra labor
como profesores. De esta manera, algunas ideas que considero precisas implementar para
mejorar mi práctica docente son desarrollar estrategias que fomenten la colaboración y el respeto
entre el alumnado, evaluar y retroalimentar a mis estudiantes de manera coherente con mi credo
pedagógico y propiciar la disciplina positiva dentro del aula.

Conclusión
En conclusión, considero que el credo pedagógico desempeña un papel fundamental
dentro de la práctica docente, al establecer los principios y valores que van a guiar la enseñanza.
Además, debemos tomar en cuenta que, al integrar estos fundamentos en el diseño de las clases,
la evaluación, el ambiente de aprendizaje y la comunicación, los docentes serán capaces de
consolidar una base coherente para el desarrollo socioeducativo de los estudiantes.

Por consiguiente, la conexión entre creencias pedagógicas y práctica docente no solo


promueve un aprendizaje más significativo, sino que también facilita la reflexión continua y la
adaptabilidad, contribuyendo así al crecimiento personal y académico de los estudiantes.
Referencias

Dewey, J. (1987). Mi credo pedagógico. The School Journal, 104(3).

Ortíz, C. (2014). Mi credo pedagógico: una aproximación a la filosofía educativa en el primer


Dewey. Escritos, 22(49), 415-429.

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