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“Nuestro ejercicio profesional tiene lugar en territorios cada vez más complejos,
en el que los distintos factores han contribuido a profundizar procesos de
desigualdades, aumentar la pobreza y la exclusión. Comprender estos escenarios para
poder generar intervenciones pertinentes, requiere de un pensamiento complejo, de
trascender las fronteras de lo disciplinar y aceptar siempre que sea posible el trabajo
en equipo interdisciplinario”.
Las autoras en el artículo pretenden generar un debate sobre la posibilidad de
pensar la práctica de Ts no sólo como compleja en sí misma, sino enfrentada a una
complejidad (que en las últimas décadas) ha exigido a la disciplina desarrollar una
mirada desde y hacia nuevas categorías y conceptos que permitan comprender,
explicar, operar una realidad cada vez más difícil de abordad desde los esquemas
tradicionales. De esta maneta el TS fue complejizando y ampliando su soporte de
herramientas teórico-prácticas, tratando de encontrar estrategias de intervención para
mejorar la efectividad y calidad de nuestra acción profesional, pero reconociendo cierta
incompleta profesional para comprender e intervenir en la realidad.
Es necesario reflexionar constantemente sobre la compleja trama de
interjuegos de atracción y rechazo, de permanencia, de resistencia y cambio, que se
dan en los territorios, para no correr el riesgo de confundir lo real con lo aparente.
Salirse de un campo previamente delimitado supone voluntad (producto de un
acto consiente) y luego un pensamiento orientado a pensar sin condicionamientos.
Esto exige un reposicionamiento frente a la realidad, explicar el lugar desde donde
miramos y cuál es su significado.
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y son atravesadas por ellas. •En el plano individual: la participación implica renuncias,
considerar la insuficiencia del propio saber y reconocer lo incompleto.
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La interdisciplinariedad proporciona interesantes motivaciones y
desafíos, construye una perspectiva insoslayable (que no puede evitarse o
esquivarse) y difícil, que permite la apertura de los campos disciplinares. Su
punto de partida son los problemas o las demandas sociales.
Morin señala que: “la interdisciplina es la clave para entender la complejidad
del mundo que nos toca vivir, que no admite explicaciones simplistas”, “otra forma
significativa de enfrentar la crisis de los tiempos actuales es reafirmar la significación
de la interdisciplinariedad, diálogos profundos que son fruto del encuentro
interpersonal y de apertura”.
La interdisciplina nos aporta una visión global e integral para s mejor
comprensión. Plantear la interdisciplina atenta contra la fragmentación del tema
abordar, implica considerar aportes de otros campos disciplinares, y el
intercambio y construcción de nuevos métodos. Se flexibilizan los límites entre las
disciplinas, por el continuo cambio de conocimientos. Esto requiere un proceso, una
continuidad, intencionalidad y corresponsabilidad.
Sin embargo, debemos tener en cuenta que el abordaje interdisciplinario es
un posicionamiento, no una teoría univoca. La actividad interdisciplinaria se
inscribe en la acción cooperativa de los sujetos. Requiere de apertura para la
construcción de nuevos métodos y técnicas de trabajo que dejen de lado actitudes
dogmáticas, y fundamentalmente tener siempre presente que la relación entre las
disciplinas debe ser provocada, no un mero encuentro fortuito.
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Diferentes definiciones de Territorio:
RAE: “terreno o lugar concreto donde vive determinado animal o grupo de
animales, relacionados por vínculos de familia y que es definido frente la
invasión de otros congéneres”
Ocampo Martin (sociólogo): “base o soporte natural sobre la cual se desarrollan
actividades de convivencia de una sociedad, de sustento económico y
relaciones sociales básicas, de organización y desarrollo comunitario,
institucional cultural y religioso”.
Restrepo: “El espacio no existe por sí mismo, sino a medida que se establecen
relaciones, cuando estas relaciones cambian, se trasforma el territorio y sus
posibilidades de representación”.
Ocampo Martin, refiriéndose a la territorialidad urbana, “el territorio es un
constructo social, una valoración, una fabricación, un producto, un espacio
tatuado por la historia y la cultura, que se construye a través de prácticas,
estrategias, percepciones y la manera de leerlo que tienen los miembros del
grupo que lo constituye”.
Cada territorio es un texto que hay que saber leer, pues si bien la globalización
tiende a uniformarlo todo, logra permanecer lo propio de cada lugar. El territorio es
unicidad y diversidad al mismo tiempo.
En el mundo globalizado, surge la diversidad, como cualidad sobresaliente de
nuevas subjetividades. Pero deben articulársele elementos que den cuenta tanto de la
diferencia como de la desigualdad y la desconexión, abriendo así la posibilidad de
abordar los procesos de globalización ampliando el espectro de análisis, al considerar
la incidencia de procesos políticos y económicos en la configuración de nuevas
identidades.
La temática del territorio, resulta imprescindible de considerar cuando se
interviene desde lo colectivo grupal y nos vincula con la noción de espacio barrial.
Lugar en el que se conjugan lógicas, fracturas y heterogeneidades con los
consecuentes conflictos y confrontaciones en su interior.
Cuando se interviene en proyectos colectivos, es necesario considerar al
territorio en el que se localiza la acción como espacio y tiempo con sentido, con
historicidad de la acción humana (territorialidad).
Las autoras resaltan que cuando hablan de territorialidad no refieren solo al
sector geográfico, sino ese espacio de encuentro de diferentes tipos de relaciones que
generan un campo de fuerzas, permitiendo constantes rupturas y creaciones de
nuevos espacios. En ese campo de fuerzas, se ubican vacíos o tensiones, que van
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más allá de o visible o aparente, que permiten la aparición de la duda, de la
ambigüedad.
Los territorios barriales trascienden la demarcación espacial, pues los
pobladores reconocen otro tipo de territorios generados por el uso más que por la
función.
Creemos que ese vínculo con las personas y su realidad sólo pueden darse a
través de un proceso de inserción en el que, el conocer y el hacer se imbrican y se
sostienen mutuamente, promoviendo la organización colectiva necesaria para resolver
problemas de diversos ordenes, además de adquirir estrategias de encuentro, de
confrontación y concentración, entre los participantes de acción colectiva (proceso).
La práctica profesional no constituye una actividad aislada, abstracta o
aséptica, sino más bien histórica y socialmente constituida e ideológicamente
determinada.
Para enfrentar los retos cotidianos el trabajador social tiene que tener, en
palabras de Netto, “densidad teórica que le permita comprender la dinámica de lo que
sucede; sumando clasificación teórica a la competencia interventiva; complementado
con una dimensión ético-política que le permite discriminar y elegir entre fines”.
La acción profesional parte del supuesto de que ella se conforme, en el
desarrollo de los proceso sociales reproducidos cotidianamente. Es un proceso de
construcción histórico-social que se genera en el desarrollo de la dinámica social de
los actores que interviene en el ejercicio profesional. Dicha dinámica social está
referida a la relación sujeto-necesidad como expresión particular de la cuestión social.
En la dinámica generad por esa relación se construye el objeto de intervención
profesional.
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Creemos en la configuración de espacios interdisciplinarios que conceptualicen
los problemas de forma compleja, no sometidos a fronteras de saberes parciales,
tratando de abandonar la naturalización del recorte que cada disciplina realiza,
persiguiendo el logro de una intervención que generen respuestas integrales.
Las autoras no desmerecen la capacidad de TS para promover procesos de
cambios, resolver situaciones problemáticas desarrollando una actitud creativa ante la
ausencia o carencia de dispositivos institucionales. Pero abrazan la idea de que “junto
a otros” emprender el desafío de construir nuevas identidades y capacidades.
Reflexión final:
Las autoras utilizan el concepto de territorio para describir el escenario de
intervención de TS. Sus características requieren para su abordaje de marcos teóricos
multireferenciales, que faciliten el conocer y explicar ese espacio de encuentro de
diferentes tipos de relaciones, de vacíos o tensiones, que van más allá de lo visible o
aparente.
Un saber experto para intervenir en las problemáticas sociales solo se alcanza
desde un pensamiento complejo, por medio del intercambio de saberes entre
disciplinas, por trabajar interdisciplinariamente.
El enfrentamiento a problemáticas sociales cada vez más complejas, obliga al
TS al desarrollo de una reflexión ética que implica revisar los marcos conceptuales
desde los que intervenimos y los esquemas de justificación.
El TS debe proporcionar la integración de diferentes saberes en su práctica
cotidiana y promover el trabajo interdisciplinario, pero es imprescindible reconocer la
incompletud de la propia disciplina para afrontar la mayoría de las problemáticas.
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Texto: Morin – “Epistemología de la complejidad”.
La epistemología de la complejidad:
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Hay un principio de incertidumbre en el examen de cada instancia constitutiva
del conocimiento. El problema de la epistemología es hacer comunicar esas instancias
separadas (hacer el cortocircuito).Esto no es una tarea individual, sino que necesita
del encuentro, el intercambio, de todos los investigadores y universitarios.
No implica que cada uno pierda su competencia, es que la desarrolle bastante
para articularla con otra competencias, las cueles encadenas forman un bucle
completo y dinámico, el bucle del conocimiento científico. Esta es la problemática de la
epistemología compleja.
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Preparase para nuestro mundo incierto es lo contrario de resignarse a un escepticismo
generalizado. Es volvernos capaces de elaborar y practicar estrategias y llevarlas a
cabo de manera consciente.
Existen tres caminos para esta incertidumbre: El primero es esforzarse por pensar
bien, volvernos capaces de elaborar prácticas y estrategias y llevarlas a cabo de
manera consciente. El segundo camino es la “estrategia”, que se establece para la
obtención de un objetivo y va a establecer guiones para la acción y a su vez modificar
esta acción en función de la información, este camino busca juntar información y
verificarla. Y el tercer camino es la “apuesta”, siendo consciente de la incertidumbre
que vamos a enfrentar la acción implica una apuesta, se debe ser totalmente
consciente de la apuesta para no caer en una falsa incertidumbre.