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los beneficios y minimizar los costos. En esa instancia, los contratos asociativos, se han
convertido en una herramienta de empresarios y empresas para adaptarse a las nuevas
competencias, logrando así mayor competitividad y poder de negociación, permitiendo el
acceso a mercados y recursos hasta ahora vedados para empresas pequeñas o de mediana
escala.
La ley 26.994 traslada atinadamente los contratos asociativos al cuerpo principal del nuevo
código que estaban hasta ese momento en la ley de sociedades y en la ley 26005. Este cambio
fue celebrado por la doctrina porque precisamente se trata de contratos y no de sociedades.
Asimismo, elimina del vocabulario cualquier referencia a los términos sociedades y empresas.
También se reforma el art 30 de la Ley 19950 que en su anterior redacción determinaba que
las sociedades anónimas y sociedades en comandita por acciones solo podían formar parte de
sociedades por acciones. La existencia de esta prohibición generó una incertidumbre en la
celebración de los contratos de colaboración empresaria, por la posibilidad de que algún
tribunal entendiera que ese contrato era una sociedad comercial y le aplicara el riguroso
régimen consagrado para las sociedades no constituidas regularmente o el régimen
establecido para la sociedad atípica. El art 30 de la ley de sociedades en su actual redacción
establece expresamente que las sociedades anónimas y en comandita por acciones podrán ser
parte de cualquier contrato asociativo.
El Código Civil y Comercial en su capítulo 16, libro tercero, título IV trata los contratos de
colaboración asociativa fijando en su primer sección las reglas generales que imponen una
unidad de criterio en los denominados negocios de colaboración, organización o participación.
Y luego en sus posteriores secciones trata individualmente los negocios en participación, las
agrupaciones de colaboración, las uniones transitorias y los consorcios de cooperación.
Dentro de las normas generales no se incluye una definición de contrato asociativo lo cual fue
criticado por la doctrina.
Podemos decir que hay contrato asociativo cuando las partes unen sus esfuerzos y
prestaciones para alcanzar el fin común que determina la celebración del contrato.
A los fines de definir los contratos asociativos es pertinente considerar las siguientes
características
A) No hay obligaciones correlativas como en los contratos bilaterales sino que cada parte
adquiere derechos y obligaciones respecto de todos los demás
C) las prestaciones pueden ser de diferente valor, es decir no rige el concepto de equivalencia
F) cada una de las partes adopta una posición independiente respecto de los demás en cuanto
al contenido de sus derechos y obligaciones
G) existe un interés común que los lleva a cooperar entre si a fin de satisfacerlo, pero no a
través de la contraprestación del otro participante sino a través de la actividad de
colaboración.
J) el vicio que afecta el vínculo de una de las partes no afecta a las demás.
B) A estos contratos no se les aplican las normas sobre sociedad, no son, ni por medio de
ellos se constituyen, personas jurídicas, sociedades ni sujetos de derecho.
“ Habrá sociedad si una o más personas, en forma organizada conforme a uno de los tipos
previstos en esta ley, se obligan a realizar aportes para aplicarlos a la producción o intercambio
de bienes o servicios, participando de los beneficios y soportando las pérdidas”
Siguiendo a Manovil podemos decir que los elementos diferenciadores entre una sociedad y
un contrato asociativo son los siguientes:
A) En las sociedades las relaciones sinalagmáticas no se establecen entre las partes sino
entre cada una de ellas y el sujeto sociedad, destinatario de las prestaciones comprometidas
por aquellos. En cambio, en los contratos asociativos, al no surgir sujeto alguno, la relación
sinalagmática se da entre las partes.
a) Manifestación externa
c) La durabilidad
Por último, es admisible que las partes eligen una forma societaria para estructurar un
contrato asociativo, la inversa es ilegítima.
En conclusión, si las partes organizan actividades empresarias comunes, con riesgo y gestión
común, estarían estructurando un vínculo jurídico que por su esencia es una sociedad, más allá
de que se denomine contrato asociativo.
Si las partes son más de dos, la nulidad del contrato respecto de una de las partes no produce
la nulidad entre las demás y el incumplimiento de una no excusa el de las otras, excepto que la
prestación de aquella que ha incumplido o respecto de la cual el contrato es nulo sea necesaria
para la realización del objeto del contrato.
El articulo consagra la autonomía del vinculo individual que liga a una de las partes respecto de
la subsistencia y valides del contrato para los restantes contratantes en tanto y en cuanto se
trate de negocios con mas de dos signatarios. De tal modo. La invalidez del contrato respecto
de una no afecta a las otras, provocando una extinción parcial subjetiva.
A su vez el incumplimiento de las prestaciones a cargo de una de las partes no permite oponer
la exceptio non adimpleti contratus por las restantes ni hacer unos de pacto comisorio salvo
que la prestación de la parte incumplidora sea esencial para el cumplimiento del contrato
Los contratos a que se refiere este Capítulo no están sujetos a requisitos de forma, en
consonancia con el art 1015 que incorpora el principio de libertad de formas. Es decir, para su
creación no existe una forma impuesta de cuyo cumplimento dependa constitutivamente,
sustancialmente o solemnemente, el nacimiento del contrato de que se trate, sino es a los
efectos probatorios.
De todos modos, la expresión escrita, mediante instrumento público o privado con firmas
certificadas notarialmente es exigida para las uniones transitorias, las agrupaciones de
colaboración y los consorcios de cooperación. Tal formalidad ha sido impuesta meramente ad
probationem en virtud de la falta de sanción explícita de invalidez. En caso de que estos
contratos se celebrasen sin las formalidades prescriptas o sin las enunciaciones impuestas en
los artículos propios valdrán como contratos en el que las partes se obligaron a cumplir con la
requerida formalidad. Si bien en relación a los negocios en participación es dable pactarlos
verbalmente, debe advertirse que no es lo más habitual.
Otra cuestión trascendental que hace a la calificación notarial es la actuación de las partes en
un contrato asociativo.
El artículo 1445, dispone que cuando una parte trate con un tercero en nombre de todas las
partes o de la organización común establecida en el contrato asociativo, las otras partes no
devienen acreedores o deudores respecto del tercero sino de conformidad con las
disposiciones sobre representación, lo dispuesto en el contrato, o las normas de las secciones
pertinentes.
El art 1445 del código civil y comercial establece que la actuación de las partes puede ser a
nombre de la organización común o de todas las participes y que a tales fines se aplican las
normas sobre representación, lo dispuesto en el contrato, o normas de las secciones
siguientes.
En los contratos asociativos típicos los representantes no lo son del contrato sino de los
participes en negocios que tengan por causa la funcionalidad de los contratos,
Como ya fue advertido, los contratos asociativos no generan sociedades ni sujetos de
derechos, por lo tanto no resultan aplicables las reglas de la representación orgánica.
Según el tipo de contrato, la representación es voluntaria y se rige por las reglas del mandato y
por las disposiciones de representación
En el contrato de agrupación de colaboración aplica el art 1457, el que determina que son
aplicables las reglas de mandato a los directores y administradores designados en el contrato o
posteriormente debidamente inscripto.
El art 1445 se refiere a todas aquellas situaciones en las que no dandose la actuación del
administrador o representante designado en el contrato asociativo aparezca interviniendo una
parte integrante del contrato, actuando en nombre de los demás o de la organización común y
trate con un tercero generando créditos o débitos.
5) Libertad de contenidos
Esta amplia libertad persigue brindar las herramientas para una mejor organización de los
negocios y prácticas comerciales, en el marco de una realidad más compleja.
El artículo 1447 establece que aunque la inscripción esté prevista en las Secciones siguientes
de este Capítulo, los contratos no inscriptos producen efectos entre las partes.
El código exige la inscripción en el Registro Público de los contratos de agrupación en
colaboración, de unión transitoria y de consorcio de cooperación así como de los
administradores y representantes, no así del negocio en participación.
Dicha inscripción es necesaria para que el Registro Público ejerza un control de legalidad
respecto de los requisitos exigidos por el Código, control que debe ser flexible en la
interpretación de las cláusulas contractuales. Perez Lozano disiente de que dicho control de
legalidad sea necesario en los casos en los que acceden al Registro Público contratos
celebrados por escritura pública y solo se justificaría ese control cuando se celebren por
instrumento privado.
conclusión
Luego de analizar las normativa general de los contratos asociativos y particularmente cada
uno de ellos, queda claro que los mismos son una herramienta valiosa disponible para que
empresas, sociedades, asociaciones y personas humanas puedan dar respuestas a sus
necesidades y conveniencias en forma conjunta sin necesidad de constituir una sociedad ni
arriesgarse a ingresar al régimen de las sociedades del capítulo IV aún cuando el mismo haya
mitigado sus consecuencia
Dado el alto impacto que los mismos tienen en el mundo societario, la intervención del
notariado en la redacción de los contratos asociativo le aportara el valor agregado de la
instrumentación, conservación, confidencialidad y eficacia, en un campo en permanente
expansión y cambio