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RECURSOS DE REVISIÓN CIVIL

La revisión civil es una vía de recurso extraordinario mediante el cual se apodera a la


jurisdicción que ha dictado una sentencia en única o en última instancia, es decir, contra
asuntos que no pueden ser impugnados en apelación u oposición, a fin de hacerla retractar
sobre el fundamento de que el tribunal incurrió, de manera involuntaria, en un error de
magnitud a configurar alguna de las causales o vicios, limitativamente contempladas en los
artículos 480 y 481 del Código de Procedimiento Civil Dominicano (en lo adelante CPC).
En esas atenciones, conviene destacar que las causas taxativamente establecidas por el
legislador en el citado artículo 480 del CPC, son las siguientes: “1o. si ha habido dolo
personal; 2o. si las formalidades prescritas a pena de nulidad se han violado antes o al darse
las sentencias siempre que las nulidades no se hayan cubierto por las partes; 3o. si se ha
pronunciado sobre cosas no pedidas; 4o. si se ha otorgado más de lo que se hubiere pedido;
5o. si se ha omitido decidir sobre uno de los puntos principales de la demanda; 6o. si hay
contradicción de fallos en última instancia en los mismos tribunales o juzgados, entre los
mismos litigante y sobre los mismos medios; 7o. si en una misma instancia hay
disposiciones contrarias; 8o. si no se ha oído al fiscal; 9o. si se ha juzgado en virtud de
documentos que se hayan reconocido o se hayan declarado falsos después de pronunciada
la sentencia; 10o. si después de la sentencia se han recuperado documentos decisivos que se
hallaban retenidos por causa de la parte contraria”
El plazo para interponer el recurso de revisión civil es de dos meses, haciendo la salvedad,
que tomando en cuenta el criterio ya reiterado del Tribunal Constitucional y adoptado
también por la Suprema Corte de Justicia (en lo adelante SCJ), los plazos inician o tienen
como punto de partica desde el mismo momento en que partes toma conocimiento de la
decisión a recurrir, cuyo criterio ha sido enarbolado en el sentido siguiente: “i) En ese tenor,
si bien la ley establece que el plazo empieza a computarse a partir de la notificación, no
menos cierto es que su finalidad es que las partes puedan ejercer el derecho a los recursos
en los plazos establecidos en la ley. Es por ello por lo que si la parte demandante,
accionante o recurrente, toma conocimiento de la sentencia por cualquier otra vía y ejerce
su derecho a ejercer el recurso, el plazo para el cómputo empieza a correr desde el
momento de su ejercicio” (TC/0156/15, TC/0394/15, TC/0462/15, TC/0080/16,
TC/0332/18 y TC/0101/20).
Continuando con el párrafo anterior, la situación procesal que concierne a los plazos en que
deben ejercerse las vías de recursos constituye un aspecto de orden público que debe ser
asumido de oficio por los tribunales el medio de inadmisión que resulte de su
inobservancia, bajo las reglas del plazo prefijado como producto de haber operado la
preclusión, en virtud de las disposiciones consagradas en el artículo 47 de la Ley 834 de
1978.
Por otro lado, es de suma importancia establecer, que de la atenta lectura de los artículos
que reglamentan dicha vía de recurso (del 480 al 501), permiten advertir, desde un punto de
vista procesal lógico, que su trayectoria puede bifurcarse en dos fases o etapas, la primera
de ellas, que se ha denominado fase de lo rescíndete y la segunda, fase de lo rescisorio,
verificándose esta última fase procesal, únicamente, si el tribunal ha admitido el recurso en
la fase de lo rescíndete.
A fin de despejar la delgada frontera existente entre ambas etapas, se precisa señalar que en
la fase de lo rescíndete el tribunal comprueba que se ha dado cumplimiento a los requisitos
exigidos para la interposición de esta vía extraordinaria de retractación, encontrándose
dentro de los requerimientos inherentes de manera exclusiva a esta vía de recurso, y cuyo
cumplimiento debe comprobar el tribunal, de manera especial, que la causal en la que se
fundamenta el recurso se corresponda con alguno de los casos señalados de manera taxativa
en el artículo 480 del CPC (condición ineludible), lo cual, una vez evidenciado, se limitará
a establecer si dicha causal concurre o no en la sentencia cuya retractación se pretende, y
también, debe comprobar o verificar, que si se ha cumplido con la formalidad del artículo
495 del CPC (consulta positiva de tres abogados sobre la procedencia del recurso,
notificación de dicha consulta en cabeza del recurso, así como el depósito de la instancia en
el tribunal), estando vedado al tribunal en este primer estado del proceso a hacer méritos
relativos al fondo del referido recurso, pues esa valoración pertenece, de manera exclusiva,
al juicio de lo rescisorio.
Es necesario establecer, que, si bien se requiere la consulta de tres abogados sobre la
procedencia de dicho recurso para su admisión, en ninguna parte de los artículos que rige la
citada vía recursiva, se establece que luego de otorgada dicha consulta el tribunal
apoderado debe admitir automáticamente la misma limitándose a comprobar el
cumplimiento de las formalidades para la interposición del Recurso.
Si el resultado de la comprobación realizada arroja que dicha causal no se evidencia en la
sentencia objeto de la revisión, no admitirá el recurso, culminando su apoderamiento con la
decisión que a ese fin dictará, relegando, como consecuencia lógica, la segunda etapa o fase
de lo rescisorio, pero, por oposición indeclinable a lo expuesto, si considera que el fallo
impugnado comporta la causal alegada, lo admitirá y retractará la sentencia conforme lo
dispone el artículo 501 del CPC, perturbando así el acceso a la fase de lo rescisorio, en
ocasión de la cual instruirá en hecho y en derecho el fondo de la causa, conforme se estila
del artículo 502 del texto referido, a fin de enmendar los errores que invalidaron la
sentencia impugnada.
Es importante saber, que la decisión dictada en ocasión de un recurso de revisión civil solo
es impugnable mediante el recurso de casación, y no mediante el recurso de apelación.
Asimismo, ha sido juzgado que es posible el ejercicio simultáneo contra una misma
sentencia de los recursos de revisión civil y casación (CSJ, 1ra. Cám.,17 de junio de 2009,
núm. 42, B. J. 1183).
Asimismo, existen materias en que el recurso de revisión civil no procede, como es por
ejemplo, en materia penal; contra sentencias rendidas por la SCJ (TC/0121/13, TC/0332/18,
SCJ, abril 1972, BJ 737, Pág. 1022), ya que los artículos 480 y siguientes del CPC disponen
que para que una sentencia sea susceptible de revisión civil, es necesario que haya sido
dictada por los tribunales de primera instancia o de apelación; y tampoco es aplicable a la
materia de tierras.
Finalmente, tal y como sucede también con la tercería, el hecho de no estar prohibidos estos
recursos (tercería y revisión civil), expresamente por la Ley 108-05, sobre Registro
Inmobiliario, abre la posibilidad de incoarlos ante los tribunales inmobiliarios, es decir, que
debe reconocerse, por una interpretación constitucional de la cuestión, y a la luz tanto del
principio pro homine como del Derecho Fundamental al Recurso, previsto en los artículos
74.4, 149, párrafo III y 69.9 de nuestra Carta Magna respectivamente, los cuales provocan
la consideración favorable del interés que tengan las partes o terceros que se sientan
perjudicados por una decisión judicial de la que fueron o no parte, para impugnar la misma
mediante los citados recursos de revisión y de tercería, aplicable por el carácter supletorio
del derecho común
La ley exige que ese error tiene que versar necesariamente sobre cuestiones de
procedimiento y de carácter esencialmente técnico.
Ver artículo de mi autoría: “Derogación del principio “Nadie se excluye a sí mismo” por
parte del Tribunal Constitucional Dominicano”
La SCJ, mediante las sentencias Nº 104, Primera Sala, del 31 de enero de 2018, Exp. núm.
2000-519, 25 de enero de 2017, Sentencia 143, No. 1336, 28 de junio del 2017 y 29 de
enero del 2020, marcada con el No. 0138/2020 “En esta última se estableció que el plazo
inicia incluso cuando ha sido realizada a una persona que no ha sido parte en la instancia,
ya que constituye una prueba fehaciente de la fecha en que tuvo conocimiento de la senten-
cia, con lo que se agota la finalidad de su notificación y su cometido” (Suprema Corte
reafirma criterio, Matías Modesto Del Rosario Hijo, Listín Diario, 11 de Junio 2020).
En las consultas, los abogados declararán que son de opinión de que es procedente la
revisión civil y enunciarán los medios en que la funden; de lo contrario, la revisión civil no
será admitida (Artículo 495 del CPC).
“Durante el conocimiento de un recurso de revisión civil, es extemporánea la solicitud de
revisar documentos realizada por los recurrentes en la primera fase del examen del recurso
(fase de lo rescíndete), donde el tribunal está limitado a comprobar si la sentencia incurrió
en alguno de los errores involuntarios indicados de manera limitativa por los arts. 480 y 481
del C.Pr. Civ. Solo cuando el tribunal identifica la comisión de uno de estos errores, es que
se da paso a la segunda fase del recurso (fase de lo rescisorio), donde puede examinarse el
fondo y con él todos los documentos y medios que lo justifican” No. 43, Pr., Dic. 2012, B.J.
1225.
El Art. 501 del Código de Procedimiento Civil, que señala: “Cuando se admita la revisión
civil, se retractará la sentencia impugnada y se repondrá a las partes en el estado en que
respectivamente se hallaban antes de dicha sentencia […]”, de donde se colige que la fase
de lo rescisorio solo tiene lugar si se ha admitido el recurso de revisión, de conformidad a la
terminología conceptual indicada en el artículo precedentemente copiado (Sentencia del 6
de febrero de 2013).
No. 26, Pr., Oct. 2012, B.J. 1223.
Sin embargo, se podría intentar la revisión penal, Art. 305 del C. Pr. Cr. No. 1, Seg., Ago.
1998, B.J. 1053.
No. 1, Pl., Jul. 1998, B. J. 1052. 10 de enero de 2007, No. 11, BJ 1152, pp. 165-184.
No. 23, Ter., Abr. 2003, B.J. 1109 y 3ra. Cám., 16 de abril de 2003, núm. 23, B. J. 1109, PP.
771.
Ver artículo de mi autoría: “El Recurso de tercería en materia inmobiliaria y contenciosa
administrativa. Dicotomía Jurisprudencial”.

RECURSO DE OPOSICIÓN
Al recurso de oposición también se le llama recurso de “reconsideración”, ya que mediante
su presentación se le pide al juez o tribunal que reexamine de nuevo lo ya decidido. De
igual forma, también se le llama “recurso de revocatoria”, en virtud del cual la parte que
hace uso del mismo busca revocar la decisión ya tomada y anunciada por el juez o tribunal,
y con la finalidad de que no se ejecute la decisión. En definitiva, este recurso tiene por
objeto lograr del juez o tribunal el reexamen de la decisión ya tomada, y que, la parte
recurrente entiende que es pertinente que se deje sin efecto. La decisión final que dicte el
juez o tribunal no puede ser impugnada por ningún medio, sobre todo que la decisión
ejecutoria de manera inmediata, ‘en el acto’, expresa el Art.409 del CPP, el cual trataremos
más adelante.
La primera parte del citado artículo 407 establece “El recurso de oposición procede
solamente contra las decisiones que resuelven un trámite o incidente del procedimiento.
Como se observa, que la exigencia que se deriva del texto indicado es que para interponer
el recurso de que se trata, es que la decisión a impugnar tiene que ser una decisión que
resuelva un trámite o incidente.
Al respecto, es conveniente establecer, siempre de acuerdo con la normativa procesal penal,
qué debe entenderse por trámite o incidente del procedimiento. Un incidente es toda
solicitud que, con anterioridad al conocimiento del fondo del asunto pretende modificar las
pretensiones de la otra parte con el propósito de influir en la decisión final del asunto; en
todo caso, dicho recurso se plantea por ante el mismo juez que dictó la decisión impugnada,
lo cual pone de manifiesto que el referido recurso mantiene su concepción clásica de vía de
retractación en tanto que, se persigue con su interposición, como se ha dicho, que el juez
que dictó la decisión recurrida examine nueva vez la cuestión, modificando, revocando o
ratificando lo impugnado.
De manera general se ha juzgado qué debe entenderse por incidente, en el sentido del
Código Procesal Penal, toda demanda accesoria que se incoa en el curso de un proceso por
una de las partes, que de manera general tiende a modificar las pretensiones de la otra parte
o a obtener que se ordene una medida conservatoria o provisional, que eventualmente
puede influir en la decisión final del caso (SCJ, 2da. Cám. núm. 22, 19 marzo 2008, B. J.
1168). Debe considerarse como tal, una decisión que sobreviene en el curso de un proceso
antes de fallar el fondo, que tiene o puede tener influencias sobre éste, pero emitido antes
de la decisión final (SCJ, 2da. Sala núm. 34, 30 marzo 2011, B. J. 1204).
El pleno de la Suprema Corte de Justicia en su resolución núm. 00235/2020, de fecha 20 de
febrero de 2020, estableció lo siguiente: que al no prever la norma procesal que las
decisiones que resuelven incidentes sobre competencia son susceptibles de apelación, las
mismas entran dentro del amparo general del recurso de oposición; que, en consecuencia,
verificada la naturaleza incidental de la resolución atacada por la PGR, procede declarar
admisible el presente recurso de oposición interpuesto fuera de audiencia por escrito
motivado.
En definitiva, la teoría general del proceso estima que constituyen incidentes todas las
contestaciones originadas en el curso de un proceso ya iniciado, que se hacen valer
accesoriamente con la finalidad de ejercer una influencia sobre su marcha o sobre su
desenlace, es decir, alterando su normal desarrollo y el de sus respectivos ciclos procesales.
Por otro lado, el artículo 408 de la misma normativa procesal establece que: “Oposición en
audiencia. En el transcurso de las audiencias, la oposición es el único recurso admisible, el
cual se presenta verbalmente, y es resuelto de inmediato sin que se suspenda la audiencia”.
Este recurso de retractación tiene dos modalidades de presentación: en audiencia o fuera de
audiencia. Será en audiencia cuando el mismo se interponga contra una decisión –de
trámite o de incidente− tal y como hemos adelantado, dictada en el transcurso de una
audiencia que continuará su celebración no obstante la decisión adoptada, por lo que dicho
recurso se interpone verbalmente y es resuelto de inmediato sin que se suspenda la
audiencia, según se desprende del texto del citado artículo 408.
La oposición en audiencia o fuera de audiencia, tal y como hemos dicho, persigue que el
juez o tribunal reexamine la decisión tomada y con la finalidad de buscar la retractación
inmediata. En audiencia, el juez o tribunal la resuelve, inmediatamente la cuestión
planteada, enmendando, revocando, reconsiderando su propia decisión que, por lo regular,
es de carácter incidental o procesal, de ahí que no se recurren en apelación estas decisiones,
no sólo porque está limitada la apelación a las sentencias que son de descargo o de
condena, sino porque el juez o tribunal tiene la obligación de resolver la cuestión planteada
en la misma audiencia y en presencia de las partes.
Es importante saber, que el artículo 326 del CPP, tiene una parte que señala que, “las partes
pueden presentar oposición a las decisiones del presidente que limiten el interrogatorio, u
objetar las preguntas que se formulen”, en este caso se trata de una oposición en audiencia,
que busca impedir la limitación al derecho de preguntar al deponente o declarante, de igual
forma ejercer el derecho de objetar la pregunta que por lo regular está haciendo la parte
contraria al testigo que ha presentado la otra parte.
Mientras que el artículo 409 del mismo código establece que: “Oposición fuera de
audiencia. Fuera de la audiencia, la oposición procede solamente contra las decisiones que
no son susceptibles del recurso de apelación. Se presenta por escrito motivado, dentro de
los tres días que siguen a la notificación de la decisión. El tribunal resuelve dentro del plazo
de tres días, mediante decisión que es ejecutoria en el acto. La oposición procede también
para acreditar la justa causa que justifica la ausencia de una de las partes de un acto
procesal en que era obligatoria su presencia o representación”.
La Oposición fuera de audiencia se presenta cuando el recurrente, habiendo estado en la
audiencia en la cual se tomó una decisión sobre un trámite o incidente y que, a su entender,
no es pertinente y que le afecta en sus pretensiones, siendo necesario que se deposite escrito
contentivo de dicho recurso con los fundamentos que permitan al juez o tribunal conocer
sobre el mismo y decidir al respecto. A quien durante el inicio del procedimiento
preparatorio se le rechaza una constitución en parte civil, por faltade ciertas formalidades
no substanciales que pueden ser cubiertas, puede recurrir en oposición, así se prevé en el
artículo 122CPP, el cual establece que: “Una vez admitida la constitución en actor civil,
esta no puede ser discutida nuevamente, a no ser que la oposición se funde en motivos
distintos o elementos nuevos”. En el juicio se presentan cuestiones incidentales, en virtud
del Art. 305 del CPP, la decisión del juez, apropósito de lo planteado por una de las partes,
puede ser recurrida en oposición, bien sea en la audiencia o fuera de ella.
Con la modificación introducida a la Ley No. 76-02, del 19 de julio de 2002, con la ley 10-
15, fue que se agregó la última parte al citado artículo 409, la cual reza: “La oposición
procede también para acreditar la justa causa que justifica la ausencia de una de las partes
de un acto procesal en que era obligatoria su presencia o representación”
De conformidad con lo dispuesto en el artículo 409 del Código Procesal Penal, el recurso
de oposición se presenta por escrito motivado dentro de los tres días siguientes a la
notificación de la decisión que resuelva un trámite o incidente, lo que implica, que se trata
de la diligencia formal de tipo procedimental que tiende a viabilizar su curso o desarrollo.
Las decisiones impugnadas en oposición fuera de audiencia por lo general tienen las
siguientes características: 1.-)Que son dictadas en ocasión de un proceso penal, por lo que
aplican las disposiciones del CPP; 2.-)Que resuelven un trámite o incidente de
procedimiento (una competencia o declinatoria por ejemplo); y, 3.-)Que no necesariamente
son dictadas en el transcurso de una audiencia habilitada para conocer del proceso, sino que
la misma pueden ser dictaminadas en cámara de consejo, sin distinguirse si fue o no con
contradicción entre las partes, como son por ejemplo, las decisiones que resuelven la
declinatoria por causa de sospecha legítima o por causa de seguridad pública, las cuales son
consideradas como un incidente en el proceso. Las decisiones con estas características no
son susceptibles de apelación, pero sí pueden ser impugnadas por la vía de la oposición
fuera de audiencia, para cuya interposición el mentado art. 409 del CPP solo exige un
escrito motivado presentado dentro de los tres días que siguen a la notificación de la
decisión.
También es susceptible del recurso de oposición y no de apelación o casación, una decisión
que resuelve un trámite del proceso sobre una excepción constitucional planteada por el
imputado, declarándola inadmisible y manteniéndose el juez apoderado de la cuestión
principal.
El Tribunal Constitucional Dominicano, tuvo a bien establecer mediante sentencia
TC/0082/17, lo siguiente: “que para contraponerse a los efectos allanamiento de un trámite
de procedimiento auxilio judicial previo, toda persona física o jurídica que se considere
afectada cuenta con los mecanismos necesarios para hacer valer la protección de sus
derechos fundamentales afectados en un contexto similar al que nos encontramos, como es
el recurso de oposición fuera de audiencia en los términos de los artículos 407 y 409 del
Código Procesal Penal. En ese tenor, es forzoso concluir que corresponde al juez o tribunal,
en atribuciones penales ordinarias, no al de amparo, dirimir tales situaciones”.
Mientras que NO son impugnables en oposición, de manera enunciativa, no limitativa: a.)
La decisión de archivo de la querella ya que pone fin al proceso; b.) La incompetencia
debido a la materia, por constituir una cuestión de fondo que resulta ser definitiva; c.) La
decisión de declaratoria de extinción de la acción penal d.) Las sentencias que deciden el
fondo del asunto no pueden ser atacadas mediante la oposición.
En definitiva, el recurso de oposición constituye el remedio procesal tendiente a obtener
que, en la misma instancia en la cual fue dictada una resolución se subsanen, por el mismo
juez o tribunal que la dictó, los errores que le afecten y los agravios que pudiere haber
causado. En tal sentido, el agraviado por la decisión impugnada intenta por esta vía la
reposición o retractación, es decir, pone en causa su pretensión de volver las cosas a su
situación o posición anterior. Procura que el juzgador reconsidere nuevamente el asunto
fallado, con el objeto de que deje sin efecto la decisión impugnada y en su reemplazo dicte
otra que la modifique o la revoque, o en caso de rechazar el recurso la ratifique.

RECURSO DE APELACIÓN
El recurso de apelación es un medio de impugnación que pueden utilizar las partes de un
proceso cuando no están de acuerdo con una resolución judicial. De esta forma, se recurre
al órgano jurisdiccional superior para que revise la sentencia.
¿Qué es el recurso de apelación en el Derecho Penal?
El recurso de apelación en el ámbito penal es un recurso ordinario para que se vuelvan a
valorar las pruebas practicadas y las normas aplicadas en un procedimiento ya juzgado.
Este recurso se ha de interponer ante el órgano judicial que dictó la sentencia que se quiere
recurrir y se resuelve por el órgano jurisdiccional superior.
El recurso de apelación en el procedimiento ordinario se regula en los artículos 222 a 232
de la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Por otro lado, el recurso de apelación en el
procedimiento abreviado se recoge en el artículo 766, mientras que el recurso de apelación
en el procedimiento para el enjuiciamiento rápido de determinados delitos y en el juicio por
delitos leves se establece en los artículos 790 a 792.
¿En qué tipo de procedimientos penales se puede interponer un recurso de apelación?
La apelación es un recurso ordinario, por lo que se admite como regla general contra todo
tipo de resoluciones. No obstante, la Ley de Enjuiciamiento Criminal indica los
procedimientos en los que cabe la interposición de un recurso de apelación:
Procedimientos ordinarios.
Procedimientos abreviados.
Para el enjuiciamiento rápido de determinados delitos (juicios rápidos).
Delitos leves.
Sentencias dictadas en primera instancia por la Audiencia Provincial.
Procedimientos ante el tribunal del jurado.
Los plazos del recurso de apelación penal
Para interponer un recurso de apelación penal es necesaria la asistencia de abogado y
procurador y se debe realizar a través de un escrito, entregando copias para todas las partes.
Solo puede interponerse después o a la vez que el recurso de reforma.
El recurso de apelación no podrá interponerse sino después de haberse ejercitado el de
reforma; pero podrán interponerse ambos en un mismo escrito, en cuyo caso el de apelación
se propondrá subsidiariamente, por si fuere desestimado el de reforma.
Artículo 222 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
El juez tiene que resolver el recurso al segundo día desde la entrega del escrito. No
obstante, los plazos de presentación difieren en función del tipo de procedimiento:
Procedimientos ordinarios. El plazo es de 5 días desde la última notificación.
Enjuiciamiento de delitos leves. Se puede interponer el recurso hasta 5 días después de la
emisión de la sentencia.
Procedimientos abreviados. Las partes tienen un plazo de 5 o 10 días para presentar las
alegaciones pertinentes.
Procedimientos para el enjuiciamiento rápido de determinados delitos. El plazo es de 5
días.
Procedimientos ante el tribunal de jurado. Se debe interponer en los 10 días siguientes.
Resultado de la interposición del recurso de apelación penal
Según indica el artículo 223 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal, una vez interpuesto el
recurso de apelación el juez lo admitirá en uno o en ambos efectos (devolutivo y
suspensivo), según estime procedente.
Los resultados pueden ser:
Admisión por completo. El procedimiento continúa según las reglas de la regulación
procesal penal.
Admisión en un solo efecto, es decir, el devolutivo.
No se admite a trámite, por lo que se mantiene la sentencia que se pretendía recurrir.
Interpuesto el recurso de apelación, el Juez lo admitirá, en uno o en ambos efectos, según
sea procedente.
Artículo 223 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal
Contra el recurso de apelación penal solo cabe el recurso extraordinario de revisión o el
recurso de anulación.

EL RECURSO DE CASACIÓN
Por la brevedad de este trabajo cuya finalidad es la conmemoración del centenario de la
adopción del recurso de casación, tocaré sólo algunos aspectos del control ejercido por la
corte de casación sobre las decisiones que le son sometidas, control que constituye la
verdadera especificidad de la casación, por lo que omitiré referirme al elemento procesal y
a los diferentes casos de apertura del recurso.
Ante todo, permítaseme de entrada, ubicar en su original dimensión el objeto de este
instituto para decir, junto a un breve enfoque histórico, que la casación es una vía de
recurso mediante la cual se persigue ante una jurisdicción superior llamada Corte de
Casación, que entre nosotros es ejercida por la Suprema Corte de Justicia, la anulación de
las decisiones en última o única instancia dictadas en violación a la ley. Cuando se casa y
anula la sentencia atacada con este recurso, ésta no se sustituye por la que emite la Suprema
Corte que se limita a enviar a las partes a otro tribunal del mismo grado para que se discuta
de nuevo la causa, sin que pueda, en ningún caso, conocer el fondo del asunto. En otras
palabras, el recurso tiende a hacer censurar la no conformidad de la sentencia impugnada a
las reglas de derecho.
Lo expuesto responde, según Augusto Morello, a la descripción abstracta, general y teórica
del modelo puro de la casación y se aloja, en lo que se estima como la adecuada y completa
explicación de la función nomofiláctica del recurso.2 Esto es, al control de la legalidad.
Esa ha sido la tradicional posición de la casación dominicana. Sin embargo, hoy existe en
algunos países de Europa y especialmente en Latinoamérica, incluida la República
Dominicana, la tendencia, influida mayormente por el Derecho español, de prescindir del
reenvío para que en la misma sede de la casación se resuelva la controversia y allí, aparte
de la sentencia de casación, se pronuncie también la sentencia que sustituya la decisión
anulada. Argentina, siguiendo el modelo ibérico, es probablemente el país donde más se
conjuga, a nivel casacional, la cuestión de hecho con el examen sobre la correcta aplicación
del Derecho, con lo que admiten haber convertido la casación en una tercera instancia, no
solamente en cuanto a lo último, lo que siempre ha sido una constante en todos los
ordenamientos donde el instituto existe, sino también en la consideración de lo primero.
Sobre este propósito transformista de la casación, Abreu Burelli y Mejía Arnal, en su
exhaustivo y reciente trabajo sobre la materia, expresan que: “A pesar de la adopción por la
regulación legal de supuestos excepcionales de casación sin reenvío, el recurso
extraordinario se ha mantenido tradicionalmente apartado de la resolución de la
controversia sometida al conocimiento de la instancia, por lo cual, si bien no se puede
olvidar que el fin general del proceso consiste en hacer justicia, en la distribución de
atribuciones dirigidas a tal fin general, corresponde a la casación controlar la aplicación del
derecho por los jueces”.

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