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Sala Primera 

Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia 


Maracaibo, 20 de Abril de 2017 
207º y 158º 
ASUNTO PRINCIPAL : 7C-31.893-2016 
ASUNTO : VP03-R-2017-000188 
DECISIÓN Nº 150-2017. 
PONENCIA DEL JUEZ PROFESIONAL MANUEL ARAUJO GUTIERREZ

http://zulia.tsj.gob.ve/DECISIONES/2017/ABRIL/588-20-VP03-R-
2017-000188-150-17.HTML

Asimismo, de la lectura hecha a la decisión supra transcrita, observa esta Sala


de Alzada que, el Tribunal de Instancia deja constancia que admite las pruebas
presentada por la defensa en su escrito de descargo, así como señala que en
cuanto al capitulo que hace referencia a la contestación de fondo de la
acusación fiscal, no entra a conocer las pretensiones de la defensa en virtud de
encontrarse el proceso en la etapa intermedia, pues así lo prohíbe el artículo
312 del Código Orgánico Procesal Penal; cuando de la revisión realizada a las
actas procesales, se evidencia que no existe el referido escrito de contestación
a la acusación, por lo que no entiende esta Sala de Alzada a que escrito se
refiere la Jueza de Instancia cuando motiva su decisión sobre circunstancias
que no existen en actas, evidenciándose que la misma incurre en una flagrante
violación al derecho a la defensa, el debido proceso y la tutela judicial efectiva. 

Ahora bien, en atención que en actas se evidencia que la defensa no fue


debidamente notificada de la primera fijación de la audiencia preliminar, lo cual
le impidió presentar el escrito de contestación a la acusación, pues al no contar
con el tiempo suficiente para ejercer tal derecho, estima esta Alzada,
atendiendo al criterio vinculante plasmado en la decisión emanada de la Sala
Constitucional de fecha 13-07-2011, con ponencia del Magistrado FRANCISCO
A. CARRASQUERO LÓPEZ, que tal actuación jurisdiccional es violatoria del
debido proceso y el derecho a la defensa pues “…tal como se señaló
precedentemente, la accionante fue notificada de la celebración de esta
audiencia justamente el quinto día anterior a la misma, razón por la que no era
posible y, por tanto, no se le podía exigir, al menos si se quiere garantizar
cabalmente los derechos a la defensa y al debido proceso, que opusiera las
excepciones correspondientes, promoviera pruebas o, en fin, desplegara
cualquiera de las demás actuaciones previstas en el artículo 328 del Código
Orgánico Procesal Penal precisamente ese día…” 

Dentro de este orden de ideas, el artículo 311 del Código Orgánico Procesal
Penal dispone lo siguiente: 
“Facultades y cargas de las partes. Hasta cinco días antes del vencimiento del
plazo fijado para la celebración de la audiencia preliminar el fiscal, la víctima,
siempre que se haya querellado o haya presentado una acusación particular
propia, y el imputado, podrán realizar por escrito los actos siguientes: 
1. Oponer las excepciones previstas en este Código, cuando no hayan sido
planteadas con anterioridad o se funden en hechos nuevos; 
2. Pedir la imposición o revocación de una medida cautelar; 
3. Solicitar la aplicación del procedimiento por admisión de los hechos; 
4. Proponer acuerdos reparatorios; 
5. Solicitar la suspensión condicional del proceso; 
6. Proponer las pruebas que podrían ser objeto de estipulación entre las
partes; 
7. Promover las pruebas que producirán en el juicio oral, con indicación de su
pertinencia y necesidad; 
8. Ofrecer nuevas pruebas de las cuales hayan tenido conocimiento con
posterioridad a la presentación de la acusación fiscal” 

Respecto al contenido de la norma citada, estima esta Sala, que la referencia


temporal establecida en la misma, “hasta cinco días antes”, es indicativa de que
el lapso al que se contrae la norma en cuestión, vence el quinto día de
despacho anterior a la fecha fijada para la celebración de la audiencia
preliminar, (Vid. sentencia nº: 706, de la Sala Constitucional de fecha 12 de
mayo de 2011, caso: Henry Eduardo Bastidas)., por lo que radica la importancia
que las partes se encuentren debidamente notificadas y sus resultas reposen en
actas. 

Por otro lado, es preciso indicar que, entre las facultades y cargas que el
artículo 311 del Código Adjetivo Penal confiere a las partes intervinientes en la
fase intermedia, se encuentra la posibilidad de promover las pruebas que han
de producirse en el juicio oral y público, lo que constituye una de las fases de la
actividad probatoria y, por ende, “una clara proyección del derecho a la prueba.
El contenido de este último se integra en el poder jurídico de las partes de
provocar la actividad procesal necesaria para lograr la convicción del Juez sobre
la existencia o inexistencia de los hechos relevantes para la decisión del
conflicto objeto del proceso”. Así el derecho al ejercicio de la actividad
probatoria, en esta fase intermedia, se traduce en la posibilidad del
ofrecimiento de los medios de demostración de los alegatos de las partes y en
el examen preliminar de la legalidad, utilidad, tempestividad y pertinencia de
los mismos, que, finalmente, dan lugar al pronunciamiento del juez, al culminar
la audiencia preliminar, sobre su admisibilidad o no. Todo lo cual, configura el
contradictorio del legajo probatorio en esta fase, no pudiendo aquél en forma
alguna desconocer u obstaculizar el contenido esencial de tal derecho, que no
es más que una extensión del derecho a la defensa. En consecuencia, el
ofrecimiento de pruebas y la oposición de excepciones de la defensa debe ser
realizado, tal como se le exige a las demás partes en el proceso penal, dentro
del lapso que dispone el artículo 311 del Texto Adjetivo Penal, a saber, hasta
cinco días hábiles antes del vencimiento del plazo fijado para la celebración de
la audiencia preliminar; puesto que en la fase intermedia, el Juez de Control
debe asegurar el cabal ejercicio del control de la prueba, lo cual resulta esencial
para que las partes puedan preparar adecuadamente sus propias defensas (Ver
sentencia la Sala Constitucional N° 707 del 2 de junio de 2009, caso: “Marisela
Castro Gilly”). 

En tal sentido, resulta necesario recordar que, el proceso penal está sujeto a
términos preclusivos, por razones no sólo de certeza y de seguridad jurídica,
sino, también, como modo del establecimiento de una necesaria organización
del proceso, que sea capaz de asegurar, en beneficio de todas las partes, que
el mismo sea seguido de manera debida, sin dilaciones ni entorpecimientos
injustificables, en obsequio de la justicia, así como la efectiva vigencia de sus
derechos fundamentales a la igualdad jurídica y a la defensa. 

De manera que, el uso de estas cargas y facultades que se establecen en la


norma comentada, fuera del lapso previsto en la misma, a saber, cinco días
hábiles antes de la oportunidad fijada para llevarse a cabo la audiencia
preliminar, contados en forma regresiva debe entenderse extemporáneo, y así
debe ser declarado. No obstante ello, para el adecuado ejercicio de tales cargas
y facultades, es imperioso que, el órgano judicial materialice la convocatoria de
todas las partes al acto de la audiencia preliminar, con las formalidades
establecidas en la ley adjetiva, contenidas en el Código Orgánico Procesal
Penal, referida a las citaciones y notificaciones. 

Así las cosas, la convocatoria a las partes a la audiencia en cuestión, de modo


alguno debe hacerse en un lapso inferior al de cinco (05) días hábiles,
establecido en el artículo 311 ejusdem, de manera tal que, las partes puedan
ejercer sus cargas y facultades, de manera holgada y dentro del plazo que se
les otorga. (Ver sent. 21094/2011, del 13 de julio; caso: “Marisol Chiquinquirá
Jiménez”). Sin embargo, allí no se agota tal actividad jurisdiccional, pues,
deben los jueces de esta fase intermedia asegurar la materialización de las
notificaciones libradas a las partes, convocándolas a la audiencia preliminar, así
como verificar las resultas de las mismas, como una garantía del efectivo
ejercicio de sus derechos y garantías constitucionales en el proceso penal. 

Ello así, acierta la apelante al denunciar la violación al debido proceso, la tutela


judicial efectiva y el derecho a la defensa, por no haber sido notificada
efectivamente por el Tribunal de instancia, con el tiempo necesario para
presentar oportunamente el escrito de contestación a la acusación fiscal, lo cual
a su juicio causó indefensión a sus patrocinados. 

De manera pues que, con fundamento en los criterios jurisprudenciales citados,


este Órgano de Alzada al observar las actuaciones que conforman la presente
causa, determinó una infracción de ley, puesto que se vulneraron los principios
del debido proceso y la tutela judicial efectiva, consagrados en los artículos 49 y
26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en el caso sub
examine la infracción verificada, es subsumible en uno de los supuestos
establecidos en el artículo 175 del Código Orgánico Procesal Penal, por implicar
inobservancia de las formas y condiciones previstas en el citado texto legal, ya
que el acto realizado por el Juzgado Séptimo de Primera Instancia en Funciones
de Control del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, se encuentra viciado, por
tanto no se ajusta a derecho, y tal aseveración se comprueba precisamente del
recorrido procesal plasmado en el presente fallo, donde se verificó, que la
Jurisdicente no constató la debida notificación de la defensa y sus respectivas
resultas, para dar cumplimiento a lo establecido en el artículo 311 del Código
Orgánico Procesal Penal, aunado al hecho que en la decisión recurrida se
pronuncio sobre circunstancias que no reposan en la causa, por lo tanto, esta
Alzada determina que en el caso de marras, procede la nulidad absoluta del
acto impugnado, de conformidad con los artículo 25 y 26 de la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia con los artículos 174,
175 y 179 del Código Orgánico Procesal Penal. ASÍ SE DECIDE. 

En cuanto a los restantes motivos de apelación del medio recursivo, interpuesto


por la defensa publica, esta Sala considera inoficioso pronunciarse respecto a
los mismos, toda vez que en el cuerpo del presente fallo, se declaró la nulidad
de la decisión impugnada, por existir violación de garantías constitucionales y
procesales previstas en el artículo 26 y 49 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela. ASÍ SE DECIDE. 
En torno a lo anterior, esta Alzada considera que lo procedente en este caso
específico es declarar PARCIALMENTE CON LUGAR el Recurso de Apelación de
Autos, interpuesto por la profesional del derecho PAOLA FIELD LOPEZ,
Defensora Pública Auxiliar Decimacuarta Penal Ordinaria, adscrita a la Unidad
de la defensa Pública del estado Zulia, en su carácter de defensora de los
acusados WILSON JOSÉ MARIN BARBOZA, titular de la cédula de identidad Nº
22.243.629 y LEONAL JOSÉ PAREDES ARAQUE, titular de la cédula de identidad
Nº 25.778.556, en consecuencia declara la NULIDAD ABSOLUTA de la decisión
Nº 207-2017 de fecha 30 de enero del 2017, dictada en el acto de audiencia
preliminar, por el Juzgado Séptimo de Primera Instancia en Funciones de Juicio
del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, de conformidad con los artículo 49 y
26 de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en concordancia
con los artículos 174, 175 y 179 del Código Orgánico Procesal Penal, ORDENAR
que un Juez distinto al que dictó la decisión recurrida, realice los
correspondientes actos de procedimientos, a fin que se celebre nuevamente la
audiencia preliminar prescindiendo de los vicios que la anulada adolece,
conforme a lo establecido en el artículo 425 ejusdem, y se mantiene la
privación judicial preventiva de libertad impuesta a los imputados de autos,
hasta tanto se realice el nuevo pronunciamiento.Y ASÍ SE DECIDE. 

DECISIÓN 
Por los fundamentos expuestos, esta Sala Tercera de la Corte de Apelaciones
del Circuito Judicial Penal del Estado Zulia, administrando Justicia en nombre de
la República y por autoridad de la ley, declara: 
PRIMERO: PARCIALEMNTE CON LUGAR el Recurso de Apelación de Autos,
interpuesto por la profesional del derecho PAOLA FIELD LOPEZ, Defensora
Pública Auxiliar Decimacuarta Penal Ordinaria, adscrita a la Unidad de la
defensa Pública del estado Zulia, en su carácter de defensora de los acusados
WILSON JOSÉ MARIN BARBOZA, titular de la cédula de identidad Nº
22.243.629 y LEONAL JOSÉ PAREDES ARAQUE, titular de la cédula de identidad
Nº 25.778.556. 
SEGUNDO: NULIDAD ABSOLUTA de la decisión Nº 207-2017 de fecha 30 de
enero del 2017, dictada por el Juzgado Séptimo de Primera Instancia en
Funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del estado Zulia, por franca
violación al debido proceso y el derecho a la tutela judicial efectiva, de
conformidad con lo establecido en los artículos 
49 y 26 del Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
concordancia con los artículos 174, 175 y 179 del Código Orgánico Procesal
Penal. 
TERCERO: ORDENA LA REPOSICIÓN DE LA CAUSA al estado que se celebre
nuevamente la audiencia preliminar por ante otro órgano sujetivo, con
prescindencia de los motivos que dieron lugar a la presente nulidad, de
conformidad con lo establecido en el artículo 425 del Código Orgánico Procesal
Penal. El presente fallo se dicto de conformidad con lo establecido en el artículo
442 ejusdem. 
CUARTO: Se mantiene la privación judicial preventiva de libertad impuesta a los
imputados de autos, hasta tanto se realice el nuevo pronunciamiento. 
Dada, firmada y sellada en la Sala de Audiencias de la Corte de Apelaciones,
Sala Primera, en Maracaibo, a los veinte (20) día del mes de Abril del año dos
mil diecisiete (2017). Años: 207° de la Independencia y 158° de la Federación. 

Regístrese, publíquese y remítase la presente causa en la oportunidad legal. 


JUECES PROFESIONALES 
Dra. MARIA CHOURIO DE NUÑEZ 
Presidenta de Sala 

Dra. MAURELYS VILCHEZ PRIETO Dr. MANUEL ARAUJO GUTIERREZ 


Ponente 

LA SECRETARIA 

YEISLY GINESCA MONTIEL ROA 

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