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Taller Sentencia C-144/97

Daniel Alejandro López Sánchez

Hora de inicio: 1:55 p.m.

Tema principal tratado:

En esta sentencia se abarca principalmente la abolición de la pena de muerte en Colombia. Los


argumentos que se muestran respecto al tema se centran en el respeto al derecho a la vida que
tiene todo ser humano, incluyendo a los delincuentes. También defiende que la justicia busca
formas de corregir y reformar, respetando la integridad y voluntad, de quienes se equivoquen y
cometan delitos. Se pretende no aislarlo y marginarlo de la sociedad, sino más bien reintegrarlo a
la misma. Hace también referencia al artículo 3 de la Declaración Universal de Derechos Humanos
aprobado el 10 de diciembre de 1948 y el artículo 6º del Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos, aprobado el 16 de diciembre de 1966. Básicamente la sentencia va alrededor de la pena
de muerta y el por qué debía ser prohibido en Colombia.

Intervenciones:

El Ministerio de Relaciones Exteriores se pronunció en ese momento a través del ciudadano Assad
José Jater Peña. Argumenta que considerar dicha prohibición es una muestra de que Colombia se
comprometía con el respeto y defensa de los derechos humanos, no dejando de lado la
globalización de los conflictos y la aceptación de que los derechos humanos no son un asunto
exclusivo del orden interno, sino de interés internacional.

El Ministerio de Justicia y del Derecho, representado por Alvaro Namén Vargas, recordó la
ratificación del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos con la Ley 74 de 1968, que en el
artículo 6º dispuso la abolición de la pena de muerte, donde el sistema jurídico colombiano
defiende el principio del derecho a la vida como inalienable e inviolable.

Solución de la Corte:

El pronunciamiento final por parte de la corte fue: Declaró exequibles el "Segundo Protocolo
facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos destinado a abolir la pena de
muerte, adoptado por la Asamblea General de las Naciones Unidas el 15 de diciembre de 1989", y
la Ley 297 del 17 de julio de 1996, por medio de la cual se aprueba dicho Protocolo. Comunicó al
presidente de la República y al Ministerio de Relaciones Exteriores para los fines contemplados en
el artículo 241 numeral 10 de la Constitución Política y finalmente advirtió al Gobierno Nacional,
que de conformidad con el numeral 10 del artículo 241 de la Constitución Nacional, los tratados
internacionales y sus leyes aprobatorias deben ser remitidos a esta Corporación dentro de los seis
días siguientes a su sanción.

Relación con los temas previamente tratados:

A lo largo del semestre académico, se han tratado varios contextos en los que la justicia era
impartida de acuerdo con la época. En primer lugar, considero que el concepto de lusnaturalismo
puede verse reflejado en esta situación. Las normas y leyes provienen de la naturaleza humana
incluso antes de ser establecidas formalmente. El ser humano atravesó un largo proceso de
evolución, y aunque tuvo muchos tropiezos y equivocaciones en la impartición de justicia, jamás
ha estado en duda el respeto a la vida y al trabajo en conjunto para sobrevivir. Además, el ser
humano tiene la capacidad de razonar, de usar su consciencia para poder aprender de los errores
y ser capaces de perdonar. Esto se ve reflejado en la sentencia, donde se busca prohibir un castigo
definitivo como lo es la pena de muerte, y dar la oportunidad de reformar al delincuente, que sea
capaz de recapacitar y resarcir su error.

También lo relación con el Orden Universal, donde se cumplían a cabalidad las normas impartidas
por quien tuviera la autoridad para decretarlas, al punto que se llegaban a impartir castigos (hasta
la vida). Esto no es único de una época, ya que incluso hoy en día hay países y territorios donde la
pena de muerte es una realidad. Las modalidades de ejecución no son arcaicas ni triviales, pero
siguen terminando con la vida de un ser humano. En esta sentencia, se busca, para el territorio
colombiano, dejar de lado esas prácticas absolutistas y definitivas y dar paso a la denominada
evolución del derecho y dignificación de la vida humana por encima de los delitos.

De igual manera, uno de los principales ejemplos que vienen a colación fue el de las parteras
hebreas se oponen a matar a los varones. Se negaron a cumplir una orden del faraón. Protegieron
la vida por encima de la ley. Algo similar ocurre aquí donde se exige que se prohíba esta práctica
irreversible y se considere el derecho a la vida que todo hombre y mujer adquiere desde el
momento de su nacimiento.

Finalmente, uno de los argumentos dados para abolir la pena de muerte fue que “la justicia penal
no debe ser una venganza encubierta”. Esta afirmación me hace recordar al Código de
Hammurabi”, ya que el concepto de justicia estaba basado en infligir el mismo daño o realizar la
misma acción que fue puesta en mi contra, con la mentalidad de “quedar en igualdad de
condiciones”. En mi opinión, esta es una alternativa para referirse a la venganza en igualdad de
magnitud para sentir la “satisfacción” de que el otro sufrió lo que yo sufrí. Por lo tanto, dicho
argumento es muy acertado en referirse a la venganza, que en esta caso puede ser igual (si el
delito fue homicidio) o incluso menor (no hubo muerte), con tal de “recibir lo que se merece por lo
que hizo”.

Hora de finalización: 2:52 p.m.

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