Maestría en Educación con acentuación en Tecnología Educativa

Impacto del Uso de la Tecnología en el Aprendizaje

Estudiante: Analuisa Guzmán Ipiña

No. de Matrícula: 73734
Bloque: Examen Parcial
Actividad: Primera parte del Trabajo Final
Tutora: Dra. Carmen Isabel López Delgado

Monterrey, N.L., abril 7 de 2024

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Índice

Introducción .................................................................................................................................. 2
I. Antecedentes .............................................................................................................................. 3
II. Planteamiento del problema ................................................................................................... 4
III. Marco Teórico ........................................................................................................................ 6
A. Tecnología .............................................................................................................................. 6
B. Tecnología educativa .............................................................................................................. 7
C. La tecnología en las aulas ....................................................................................................... 8
D. Enfoques para la selección y uso de la tecnología en las aulas .............................................. 9
E. El docente y la tecnología ..................................................................................................... 10
F. El alumno y su aprendizaje con apoyo tecnológico .............................................................. 11
Referencias bibliográficas ......................................................................................................... 12

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Introducción

El presente trabajo presenta la primera parte de una propuesta de utilización de la

tecnología educativa para apoyar el aprendizaje de los alumnos de nivel secundario, en la

asignatura de Biología.

Para fines organizativos, se presenta en primer lugar, los antecedentes en donde se analiza

cómo la tecnología ha ido ganando terreno en cada uno de los ámbitos de las personas en el

Siglo XXI. En segundo lugar, en el planteamiento del problema, se identifican los retos que

implica el uso de la tecnología hoy día en las aulas de la Nueva Escuela Mexicana, en donde

convergen las variables que el docente debe considerar antes de elaborar planeaciones en las

que se integren actividades que impliquen el uso de la tecnología al impartir la asignatura de

Biología en el nivel secundario.

Posteriormente, se presenta el marco teórico que sustenta la propuesta, en éste se definen

los conceptos de tecnología, tecnología educativa, tecnología en las aulas, enfoques para la

selección y uso de la tecnología educativa, el docente y la tecnología y por último el alumno y

su aprendizaje con apoyo tecnológico.

La importancia de la presente propuesta reside en orientar a los docentes sobre los

beneficios que pueden aportar las herramientas tecnológicas para motivar y lograr aprendizajes

significativos en sus estudiantes no sólo en una asignatura específica, sino que además, les

permita desarrollar las habilidades digitales necesarias para aprender a aprender para tener éxito

en una sociedad globalizada.

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I. Antecedentes

Es innegable que la tecnología se encuentra en todos los ámbitos de la vida en la sociedad

globalizada del siglo XXI, misma que se caracteriza por ser dinámica y cambiante, por lo que la

educación, en cualquiera de los niveles educativos, ha sido impactada por la integración de las

Tecnologías de la Información y la Comunicación TIC desde tres dimensiones interconectadas

entre sí, tal como las señala Claro (2010): el tipo de uso de las TIC, las condiciones escolares y

las características de los estudiantes.

En lo que se refiere a la primera de las dimensiones, el uso de herramientas tecnológicas,

tanto dentro como fuera de un centro educativo, para entretenimiento o como herramienta

educativa, permite el desarrollo de capacidades, entre ellas, el uso de buscadores, la resolución

de dudas procedimentales y de contenido al elaborar una tarea específica; y la capacidad de

trabajar colaborativamente de manera sincrónica y asincrónica.

En cuanto a la segunda de las dimensiones “Condiciones escolares”, es cada vez más

frecuente que los centros educativos cuenten con la infraestructura mínima (laboratorios,

conectividad, disponibilidad de dispositivos, etc.) que les permite, tanto a docentes como

estudiantes, desarrollar sus tareas de manera más sencilla y rápida.

La tercera de las dimensiones se refiere a las características de los estudiantes, es decir, a

las condiciones individuales, familiares, sociales, culturales y económicas, que se convierten en

variables importantes para el éxito en la integración de las tecnologías de manera positiva.

Hoy en día es imposible pensar en la educación sin la presencia de las Tecnologías de la

Información y la Comunicación, ya que es común su uso en cualquier nivel educativo con el

propósito de mejorar el aprendizaje en los alumnos.

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II. Planteamiento del problema

La aplicación de las tecnologías en la educación no garantiza per se un impacto positivo

en el aprendizaje, ya que implica el juego de múltiples factores a considerar, tales como el

contexto en el que se encuentra el centro educativo, además de las características sociales y

económicas de los estudiantes.

Uno de los retos más difíciles de sortear para aplicar el uso de la tecnología en la

educación es la falta de capacitación, preparación o actualización de los docentes en el uso y

aplicación de la tecnología, ya que de esto depende en gran medida la postura que tome ante ella,

pues es comprensible temer a lo que no se conoce.

Otro de los retos importantes a considerar, es la creación de ambientes de aprendizaje

apropiados y esto conlleva a, como bien señala Díaz Barriga (2008), al cambio de los paradigmas

que tradicionalmente han estado presentes en el ámbito educativo, en los que los estudiantes

tienen un papel pasivo, ya que no sirve de nada la planeación de proyectos que conlleven el uso

de la tecnología, cuando no se modifican la forma de enseñar y aprender, es decir, que se vaya

más allá de simples lecturas y presentación de exámenes que sólo verifiquen la recuperación de

información contenida en ellas y para que esto se lleve a cabo es imprescindible que los docentes

comprendan que la tecnología puede ser un gran aliado en la preparación de los estudiantes para

enfrentar la era del conocimiento, es decir, para ser competentes en aprender a aprender y no sólo

a ser un receptor de conocimientos, que seguramente, serán obsoletos en un par de años.

El tercer reto, pero no menos importante, es lograr que los estudiantes interactúen

apropiadamente con la tecnología al realizar actividades escolares, ya que, como señala Claro

(2010) las características cognitivas, culturales y sociodemográficas de los estudiantes

determinan en gran medida el beneficio que puedan obtener de ella.

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 Los retos anteriormente expuestos, permiten plantear la siguiente pregunta:

¿Qué recursos de tecnología educativa pueden aplicarse para apoyar el aprendizaje de los

estudiantes de primer grado en la asignatura de Biología perteneciente al campo formativo de

Saberes y Pensamiento científico que se imparte en la fase 6 (nivel secundario) de educación

básica?

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III. Marco Teórico

A. Tecnología

El concepto de tecnología es familiar para casi todos hoy en día, sobre todo porque nos

encontramos rodeados de ella, ya sea para comunicarnos, para cuidar nuestra salud y por

supuesto para aprender, sin embargo, es preciso comprender que el término se refiere a todo

aquel recurso que es utilizado para solucionar un problema o para satisfacer una necesidad

específica, por lo que se puede considerar que ésta es tan antigua como la misma humanidad.

Tal es el impacto que la tecnología ha tenido en el desarrollo de las sociedades, que ha

intervenido en la economía, política, formas de vida, cultura y comunicación de la comunidad

global. Es así, que como afirma Área (2009), las tecnologías digitales permiten y facilitan una

mayor comunicación entre las personas independientemente de su situación geográfica o

temporal.

La educación no ha sido excluida de ser impactada por la tecnología, pues como señala

Claro (2010) la incorporación de las TIC en la educación de América Latina y el mundo se

acompañan de tres expectativas fundamentales, las escuelas desarrollan las habilidades

funcionales para el manejo de las tecnologías, es decir, se encargan de la alfabetización digital,

las escuelas disminuyen la brecha digital al ofrecer acceso a internet y a dispositivos

tecnológicos y por último, el uso de la tecnología mejora el rendimiento escolar de los

estudiantes.

Es importante considerar que para que cada uno de los elementos antes mencionados

permitan el desarrollo de habilidades digitales y aporten para lograr aprendizajes significativos y

profundos en los estudiantes, es necesario que se analicen los aspectos cognitivos, sociales y

económicos del contexto en el que se encuentran inmersas las escuelas y los estudiantes.

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B. Tecnología educativa

La tecnología educativa se originó bajo un enfoque conductista, ya que los programas

instruccionales se basaban en el logro de objetivos específicos y concretos de aprendizaje y la

evaluación de los mismos requerían de una medición precisa a través de pruebas estandarizadas.

Es a comienzos del siglo XXI, bajo la necesidad de nuevos paradigmas educativos que

permitieran la inclusión de las Tecnologías de la Información y Comunicación TIC, que la

tecnología educativa es concebida como un espacio de conocimiento pedagógico sobre medios,

la cultura y la educación en el que se involucran distintas disciplinas de las ciencias sociales; y

como una disciplina que estudia los procesos de enseñanza y transmisión de la cultura a través de

la tecnología en distintos contextos educativos.

Otro de los aspectos que se deben reflexionar sobre la aplicación de la tecnología

educativa es que el conocimiento a transmitir siempre tendrá un trasfondo político y social, por

lo que su aplicación debe partir de un contexto social, cultural e ideológico.

Hoy en día la tecnología educativa debe entenderse tal como lo indica Area (2009) ese

espacio intelectual pedagógico cuyo objeto de estudio son los medios y las tecnologías de la

información y comunicación en cuanto formas de representación, difusión y acceso al

conocimiento y a la cultura en los distintos contextos educativos. Esta definición se complementa

con lo señalado por Escamilla (1999) cuando afirma que la tecnología educativa debe entenderse

como los medios de comunicación artificiales (tecnologías tangibles), medios de comunicación

naturales y métodos de instrucción (tecnologías intangibles) que pueden ser usados para educar”

(p. 15)

Por último, es importante señalar que la tecnología educativa permite a los estudiantes

desarrollar las habilidades digitales necesarias para tener éxito en la sociedad actual.

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C. La tecnología en las aulas

Actualmente el uso que actualmente se hace de la tecnología en las aulas dista mucho de

ser el idóneo, debido a que intervienen múltiples factores, entre ellos el apoyo de las autoridades

educativas, la infraestructura y conectividad física con la que se cuente, los dispositivos a los que

se tiene acceso, la postura educativa o enfoque educativo de cada docente, así como el contexto

social, económico y cultural de los estudiantes.

Una de las dificultades de la aplicación de las tecnologías en las aulas es la falta de

equipos disponibles para los docentes y aunque se disponga de ellos, es frecuente que las

autoridades educativas no preparen a los equipos docentes en su uso y manejo como herramienta

pedagógica, ante lo cual, los docentes prefieren impartir sus clases de forma tradicional. Por tal

motivo el nivel de uso de las tecnologías en las aulas de clase depende, como señala Hermosa del

Vasto (2015), de la sensibilidad, habilidades y actitudes del profesorado ante estas.

Otro de los retos a los que se enfrenta la introducción de la tecnología en las aulas es la

falta de capacitación profesional de los docentes para adecuar y/o diseñar actividades que

impliquen el uso de la tecnología en el desarrollo de actividades de aprendizaje de los

estudiantes, por lo que es muy frecuente que la aplicación y/o uso de la tecnología en las aulas no

se encuentre alineada con las competencias que se deben desarrollar según lo establecido en la

malla curricular del programa de estudios correspondiente.

Por otra parte, la ausencia de la tecnología en las aulas, implica el uso exclusivo del libro

de texto, ya que como lo afirma Area (2009) el problema no estriba en la presencia o ausencia de

este medio en las aulas, sino en las consecuencias curriculares que supone un modelo de

enseñanza basado en el uso casi exclusivo o predominante del texto escolar. Es entonces muy

común la desactualización del conocimiento y la falta de motivación de los alumnos.

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D. Enfoques para la selección y uso de la tecnología en las aulas

Existen diversos enfoques que los docentes pueden tomar con respecto a la forma de

impartir sus clases, y la forma en la que integran la tecnología en las aulas, cada uno de estos

enfoques representa una manera de darle sentido a la educación, ahora bien, cada docente tiene la

oportunidad de personalizar su propio enfoque, así cada uno trata de actuar siendo consistente

con ella, tal como lo afirma Escamilla (1999). Entre esta variedad de enfoques se encuentran el

constructivismo, el epistemológico, el cognoscitivismo y el conductismo.

Ahora bien, la realidad del mundo en el que vivimos, cuyas características principales son

el cambio, la incertidumbre y la innovación constante, es que los docentes han tenido que adaptar

su enfoque personal sobre la enseñanza, quieran o no, al uso de la tecnología, sobre todo después

de la pandemia, en la que las clases tuvieron que emigrar a la virtualidad, lo cual convirtió aún

más estresante su labor, ya que no contaban con las competencias digitales necesarias para usar

la tecnología de manera adecuada.

En otras palabras, la actitud que los docentes adopten ante la necesidad de implementar la

tecnología en las aulas no tiene por qué estar limitada por su edad (aunque sí puede influir), más

bien está relacionada a la adaptación y flexibilidad que realicen a su enfoque educativo, por

ejemplo el enfoque constructivista, en el que se considera a la tecnología no sólo como

instrumento para transmitir información, sino una herramienta con la que se pueda construir

conocimiento y con la cual los estudiantes puedan trabajar colaborativamente.

Por lo anterior, puede afirmarse que, aunque las autoridades educativas elaboren e

impongan políticas sobre el uso de la tecnología en las aulas, el nivel de uso de las tecnologías en

las aulas de clase depende de la sensibilidad, habilidades y actitudes del profesorado ante estas,

tal como lo afirma Hermosa del Vasto (2015).

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E. El docente y la tecnología

Sin duda una de las mayores responsabilidades de los docentes hoy en día es la preparar a

sus estudiantes para tener una actitud crítica ante el uso indiscriminado y sin sentido de la

tecnología, es decir, un pensamiento crítico que les permita alcanzar aprendizajes significativos,

así como también evitar cerrarse totalmente al uso de las mismas, tal como lo señala Area

(2009). Esto debido a que el mundo actual se sustenta en la producción y distribución del

conocimiento, en el que los principales recursos son la creatividad, la innovación y la

colaboración, mismas que son propiciadas en gran medida por la tecnología.

Teniendo en cuenta lo anterior y siguiendo el orden de ideas de Marcelo (2013) el reto

consiste en hacer que las instituciones educativas creadas y equipadas (aunque sea de forma

básica) para alumnos del siglo XXI, cuenten con docentes con las competencias necesarias para

brindar dicha educación y no se limiten sólo a la transmisión de conocimientos, como

tradicionalmente se ha hecho, mismos que tengan que ser medidos y/o evaluados por medio de la

aplicación de exámenes.

Ahora bien, se debe comprender que la postura de los docentes frente al uso de la

tecnología se debe, según un estudio realizado en el 2012 por la Universidad de Oberta de

Cataluya (UOC) en colaboración con Telefónica citado por Marcelo (2013) a que consideran no

poseer las competencias TIC necesarias, a percibir que no es útil para la asignatura que imparten

y, no ser de prioridad para su centro educativo.

Por tal motivo, se requiere que los docentes cuenten con apoyo y acompañamiento

profesional continuo que les permita comprender y aprovechar las ventajas que ofrece la

tecnología tanto para su trabajo y el de sus estudiantes al implementar estrategias pedagógicas

adecuadas según las necesidades y contexto escolar en el que de desempeñen.

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F. El alumno y su aprendizaje con apoyo tecnológico

Una vez que los docentes estén capacitados y dispuestos a tener una actitud abierta y

flexible para aprovechar las ventajas del uso de la tecnología en el aula en beneficio del proceso

de enseñanza aprendizaje, es necesario que consideren las características cognitivas, sociales y

culturales de sus estudiantes; entre los factores que se deben considerar, siguiendo el orden de

ideas de Escamilla (1999), se encuentran: la edad, desarrollo, madurez y nivel escolar; sus

conocimientos; sus estilos de aprendizaje, su nivel socioeconómico, su cultura y, por supuesto, el

acceso que puedan tener a la tecnología.

Por lo tanto, es posible entender que no existen recetas mágicas que garanticen el éxito de

un estudiante al hacer uso de la tecnología, pero sí existen herramientas pedagógicas, tales como

la planeación, que permiten analizar y considerar las características especiales de un grupo de

estudiantes para ajustar los tiempos, tareas o actividades que impliquen el uso de la tecnología y

el abordaje de los contenidos incluidos en los planes y programas establecidos por las

autoridades educativas, ya que como señala Area (2009) las actividades en las que se usa la

tecnología tienen que estar integradas y ser coherentes con los objetivos y contenidos

curriculares que se están enseñando.

Por último, cabe señalar que existe una necesidad imperante de orientar a los estudiantes

a utilizar la tecnología como herramienta y no sólo para actividades recreativas y de

comunicación. Es aquí donde es importante considerar lo que Sukel (2010) señala al afirmar que

las habilidades desarrolladas por los estudiantes al usar la tecnología van más allá de los

contenidos en una asignatura específica, por ejemplo, el manejo, organización y evaluación de

información.

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Referencias bibliográficas

Area Moreira, M. (2009). Introducción a la Tecnología Educativa. Didáctica, innovación y

multimedia, (19), 0001-78

https://ddd.uab.cat/pub/dim/16993748n19/16993748n19a16.pdf

Claro, M. (2010). Impacto de las TIC en los aprendizajes de los estudiantes: estado del arte.

RePEc: Research Papers in Economics.

http://repositorio.cepal.org/bitstream/11362/3781/1/lcw339.pdf

Díaz Barriga, F. (2008) Educación y nuevas tecnologías de la información: ¿hacia un

paradigma educativo innovador? https://rei.iteso.mx/handle/11117/6774

Escamilla de los Santos, J. (1999). Selección y uso de la tecnología educativa. México:

Editorial Trillas.

García, C. M. (2013). Las tecnologías para la innovación y la práctica docente. Revista

Brasileira De Educação (Impresso), 18(52), 25–47. https://doi.org/10.1590/s1413-

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Hermosa Del vasto, P.M, (2015). Influencia de las tecnologías de información y

comunicación (TIC) en el proceso de enseñanza-aprendizaje: una mejora de las

competencias digitales. Revista Científica General José María Córdova , 13 (16),

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Sunkel, G., & Trucco, D. (2010). TIC para la educación en América Latina. Riesgos y

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