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MEDIACIÓN EN COLOMBIA

ALEJANDRO CALLEJA ACUÑA


YULEINI VICTORIA COHEN JIMENEZ
NATHALY DIAZ BRAVO
MAYRA ALEJANDRA ESCORCIA POLO
DANIELA PADILLA VASQUEZ
EDWAR DE JESÚS PETERSON ARMESTO

MECANISMOS ALTERNATIVOS DE SOLUCIÓN DE CONFLICTOS G2


UNIVERSIDAD DEL ATLÁNTICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS
PROGRAMA DE DERECHO
2022-2
INDICE
INTRODUCCIÓN

En el siguiente trabajo encontraremos la importancia que tiene la mediación en el


ámbito jurídico, planteada desde una perspectiva objetiva, donde se muestra como
un mecanismo alternativo de resolución de conflictos que brinda celeridad, donde
las partes son las encargadas de decidir si quieren darle un fin a su controversia por
mutuo acuerdo, abordaremos temas que nos ayudarán a conocer más afondo todo
aquello que nos puede brindar esta herramienta, como lo son: conocer su origen,
sus características, sus principios y sobre todo que se necesita para poder guiar
este proceso, es decir, los requisitos de los cuales se debe apropiar un mediador
para poder cumplir con su tarea.

Conocer de dicha importancia es esencial para las partes del proceso porque la
posibilidad de poder poner fin a una controversia por medio de la ayuda de un
tercero mediador de forma pacífica, es relevante para no llegar a la justicia ordinaria
y así descomplicar el flujo de procesos que lleguen a esta. Es un mecanismo que a
pesar de no contar con una ley propia que lo regule, se expande y abarca muchas
áreas del derecho en donde su utilidad es primordial. conlleva no solo aspectos
normativos sino también que se guía por las emociones y el poder manejarlas de
manera eficaz para llegar al mutuo acuerdo entre partes, desarrollando consigo
habilidades para negociar y logra sacar esa parte humana que en un proceso
judicial se necesita.
1.0. Origen de la mediación

La mediación ha sido un mecanismo utilizado para resolver conflictos en todas las


épocas y regiones del mundo. Por ello la solución de problemas y situaciones
críticas a través de figuras como la juntas de vecinos, comités populares y jefes de
familia patriarcales y matriarcales, han sido recursos empleados en muchos países,
entre ellos Colombia. En efecto, la figura de la mediación en nuestro medio llegó
mediante Ley de 13 de mayo de 1834 cuando se crearon por vez primera los
llamados “Jueces de Paz”, personas que sin pertenecer a la rama judicial, actuaban
como mediadores para resolver todo tipo de litigios. El agotamiento de esta etapa
operaba como requisito de procedibilidad para acceder a la justicia ordinaria y el
acuerdo logrado constituía una obligación pública para las partes. La exigibilidad y
su cumplimiento eran avalados por la comunidad y la sociedad mismas.

La tendencia nos muestra que la mediación toma auge debido a la celeridad de la


figura frente a los mecanismos jurisdiccionales para la resolución de conflictos y ello,
entre otras razones, por tratarse de un sistema de autocomposición, donde las
partes conocen a fondo su propia situación y su deseo mutuo de resolverla agiliza la
fijación de los hechos en litigio. Por ello la mediación es entendida como un
mecanismo "Alternativo" para la resolución de conflictos, sin que ello signifique que
deba descartarse el mecanismo jurisdiccional.

2.0. Definición del concepto de mediación

En Colombia la mediación no está regulada; actualmente no existe una ley concreta


que la soporte.

La mediación puede definirse como “el proceso mediante el cual los actores del
conflicto, junto con la asistencia de una persona o personas neutrales, aíslan
sistemáticamente los problemas en disputa con el objeto de encontrar opciones,
considerar alternativas y llegar a un acuerdo mutuo que se ajuste a sus
necesidades” (Robayo Castillo)

“La mediación pude ser definida como una intervención en un conflicto o en una
negociación por parte de una tercera persona aceptable a las partes, imparcial y
neutra, sin ningún poder de decisión y que pretende ayudarlas a que ellas mismas
desarrollen un acuerdo (una entente) viable, satisfactorio y capaz de responder a las
necesidades de todos los miembros”

La mediación, desde sus posibilidades, puede referirse a la reparación del daño, a la


restitución o resarcimiento de los perjuicios causados; a la realización o abstención
de determinada conducta, y a la prestación de servicios a la comunidad. Podría
decirse que toda mediación conlleva de una u otra forma un proceso de reparación.
Se da inicio a la mediación cuando las partes ya no creen que puedan resolver el
conflicto por sí mismos, y cuando el único recurso parece implicar la ayuda de un
tercero imparcial.

En la mediación, el mediador no tiene ningún poder de decisión y debe quedar claro


desde el principio el poder absoluto que tienen las partes. El mediador, conduciendo
el proceso, debe ayudarles a solucionar el problema sin que lleguen a pelearse, o
sin que permanezcan en la pelea. La idea es que las partes puedan “canalizar” sus
energías hacia la solución del conflicto en lugar de hacia un tercero, o en contra del
otro.

Esta figura con el intento de poner fin a una diferencia a través de la participación
activa de un tercero que recibe el nombre de mediador, quien trabaja para encontrar
puntos de consenso y hacer que las partes en conflicto acuerden un resultado
favorable. En relación, con otras figuras de resolución de conflictos, como lo es el
arbitraje, encontramos diferencias claras, ya que el tercero en el caso del arbitraje
actúa como un Juez dentro de un Tribunal, y dentro de un ambiente formal mientras
que el mediador actúa dentro de una libertad de formalidades y aunque tiene una
participación activa en la discusión, no tiene bajo sus funciones la solución de la
disputa (Moore, 2010).Esta figura se utiliza en conflictos relacionados con demandas
civiles y contratos, eligiéndose también para disputas relacionadas con divorcio,
custodia de los niños y régimen de visitas.
Se define de manera generalizada como un procedimiento mediante el cual los
participantes asistidos por una o más personas neutrales, desarrollan formas de
manejo de las emociones liberadas en los conflictos, aislado los asuntos de la
diferencia y considerando alternativas para encontrar opciones que les permitan
llegar a un acuerdo que satisfaga los definidos intereses.
2.1. Diferencias entre mediación y conciliación

La mediación es un mecanismo autocompositivo de solución de conflictos, lo que


significa que la solución la encuentran y la proponen las mismas partes. Contrario a
esto, en la conciliación es el conciliador quien propone fórmulas de arreglo, puesto
que esta última es más intervencionista. Aunque en muchas ocasiones conciliación
y mediación son términos que se emplean indistintamente, se debe de recalcar que
el mediador no propone fórmulas de arreglo, sino que facilita el acercamiento entre
las partes, para que ellas mismas las encuentren.

Otra diferencia entre la conciliación y la mediación, es que la primera se rige por las
normas previamente establecidas por los legisladores, mientras que la mediación se
rige en mayor medida por las normas sociales, basándose en la noción que se tiene
de justicia; además, en la conciliación es una obligación del conciliador presentar
fórmulas de arreglo mientras que en la mediación se promueve el respeto por el
otro, la libertad del sujeto, la importancia del ser humano, y el mediador solo puede
dar una orientación sobre la manera en que se podría dar solución a los conflictos.

3.0. Caracteristicas de la mediación


- Una de las principales características de la mediación es que puede ser
llevada a cabo por un servidor público o por un particular.
- Es un procedimiento no adversario.
- Es pacífico.
- Es cooperativo de resolución de conflictos.
- Se logran un acuerdo rápido.
- No son necesarios altos costos en tiempo, dinero y esfuerzo.
- Es una instancia voluntaria a la que la parte puede o no asistir con su
abogado, no es impuesta.

4.0. Principios de la mediación

1. Voluntariedad: Voluntariedad y libre disposición, consiste fundamentalmente


en la capacidad tanto de las partes como de los mediadores, de participar en
el proceso por su propia voluntad y por tanto la capacidad de poder quedarse
o retirarse del mismo en cualquier momento.

2. Confidencialidad: el mediador debe favorecer que las partes puedan hablar


libremente, desenvueltamente y exponer, explicar todas aquellas cuestiones
que sean necesarias para avanzar en la consecución de sus acuerdo o
arreglos incluida su propia visión del conflicto y la expresión de sentimientos,
que muy a menudo son parte de ese conflicto o problema ; y ello con la
garantía de que todo cuanto se diga en esas sesiones no puede y nunca será
utilizado fuera de la mediación, y que tampoco pueden ser llamados los
mediadores como testigos o declarantes en el caso de que hubiera un
proceso judicial posterior. Esta confidencialidad afecta a todo el proceso de
Mediación, tanto si se trata de reuniones conjuntas con las partes, o
individuales del mediador y cada una de ellas.

3. Imparcialidad: lo esencial es que el mediador nunca debe tomar partido o


diviso por ninguna de las partes, ya que el equilibrio o ponderación entre
ambas es fundamental para el éxito del proceso o pleito , y también que,
como hemos dicho con anterioridad, el mediador nunca juzga, asesora,
aconseja ni convence a las partes sobre lo que dicen, hacen o cual es o
puede ser la mejor solución o salida ; y ello es así, para poder garantizar que
el acuerdo final responderá al esfuerzo y las decisiones o providencias de las
partes y a sus propios intereses y necesidades y por ello lo asumirán como
propio y no como impuesto, lo cual finalmente le dota de mayor efectividad y
confianza en relación con el cumplimiento o acatamiento posterior del mismo.

4. Auto responsabilidad de las partes: son las partes las auténticas


protagonistas del proceso y deberán esforzarse y trabajar para buscar la
mejor solución y responsabilizarse así del cumplimiento de la misma. Este
principio supone que la mediación sea mutuamente el sistema que ostenta un
mayor porcentaje de cumplimiento voluntario de acuerdos, y ello es sobre
todo porque son las partes con su propio esfuerzo e implicación, y no un
tercero ajeno a ellas quienes buscan y decide la mejor opción para resolver
su conflicto. A diferencia de otros sistemas, como asesoramiento, arbitraje o
vía judicial, en que siempre es un tercero el que decide e impone la solución,
que a su criterio mejor se ajusta al conflicto existente, en mediación es
importante que desde el principio las partes sientan que aunque con ayuda
de los mediadores son ellas las que deciden cual es el acuerdo que mejor se
ajusta a la situación a la que se enfrenta, teniendo en cuenta sus propios
intereses, sentimientos y cualquier otra cuestión o circunstancia, que por
motivos evidentes no pueden ser tenidos en cuenta en esos otros sistemas
de resolución de conflictos.

5. Flexibilidad del proceso: En mediación, las partes pueden hablar de


cuantas cuestiones crean necesarias e importantes, en el momento en que
así lo entiendan. No existen, pues que se trata de resolver el conflicto
teniendo en cuenta todas las circunstancias que lo componen, y son las
partes las que deben exponer, desde su punto de vista, cuales son. El
proceso se adapta a las partes en ese sentido, e incluso puede suceder que
avanza la mediación, surjan nuevas cuestiones o temas que sean necesario
o importante debatir y se propongan por las partes para llegar también, en su
caso, a los acuerdos necesarios para solventarlas. Es en ese sentido, en que
el proceso es tan flexible. Los mediadores que son los que dirigen, permiten a
las partes expresar sus preocupaciones, necesidades e intereses según
estas las sienten o se encuentren, preparadas para expresarlas, pudiéndose
iniciar el dialogo sobre las posibles soluciones en cualquier momento del
proceso.

5.0. El mediador

Los limites y la competencia para el mediador los fijan las partes en conflicto, son
ellos quienes determinan quien puede ser el mediador, qué labores va a
desempeñar en la negociación, cuáles son sus atribuciones, hasta donde puede
actuar, cuales sus derechos y obligaciones, tanto que las partes pueden en
cualquier momento desistir de la ayuda del mediador y afrontar directamente la
solución del conflicto o reemplazarlo cuantas veces quieran.

5.1. Obligaciones del mediador

Aunque no existe un manual de funciones aprobado legal o reglamentariamente


para el mediador, como sí para el juez o el conciliador, podemos decir que las
principales obligaciones del mediador se sintetizan en los siguientes puntos:

● Aceptar la designación realizada por las partes


● Estar dispuesto a prestar su colaboración en el proceso de negociación y
actuar en forma imparcial ante las partes, determinando los alcances de su
intervención de acuerdo a sus conocimientos.
● Fijar las reglas y condiciones para adelantar el proceso de negociación,
respetando siempre la voluntad de las partes.
● Facilitar y garantizar la comunicación entre las partes, permitiendo de esta
forma, el diálogo y la proposición de fórmulas por las partes, tendientes a
solucionar el conflicto.
● Mantener absoluta reserva respecto de la información recibida por las partes.
● Elaborar el documento que contenga el acuerdo celebrado por las partes y
ponerlo a disposición de éstas para que lo firmen.
● En caso de fracaso de la mediación indicar a las partes el procedimiento que
han de seguir para la solución de su conflicto.

6.0. Condiciones de acceso a la mediación

Para acudir a la mediación como mecanismo de solución de conflictos, se requiere:

● Que exista un determinado conflicto de intereses jurídica o socialmente


relevante para las partes enfrentadas.
● Que dicho conflicto sea susceptible de solucionar mediante transacción,
desistimiento o conciliación, es decir, que se trate de derechos renunciables o
que no esté prohibida a los particulares su disposición.
● Que las partes en conflicto sean plenamente capaces y hábiles para negociar
o que estén debidamente representadas.
● Que las partes de mutuo acuerdo se sometan al trámite de la mediación,
designen o acepten al mediador y le fijen sus atribuciones.
● Que el mediador sea una persona hábil y debidamente capacitada para
asumir la función de facilitador de la negociación y que no se encuentre
impedido para desempeñar su función.
● Que las partes no hayan acudido a otro medio de solución de conflictos, es
decir, que no se esté ventilando en otro sitio el mismo conflicto.

6.1. Asuntos que pueden resolverse a través de la mediación

- Mediación familiar: se refiere a los conflictos que se plantean dentro de la


familia que puede incluir padres, hijos, abuelos, parejas, o familias más
extensas. Trata asuntos como divorcio, visitas, custodia compartida.
- Mediación civil: conflictos acerca de arrendamiento, incumplimiento de
contratos, posesión de bienes inmuebles.
- Mediación laboral: se utiliza en los conflictos que surgen en el ámbito
laboral empresarial, con la finalidad de que se preserven las relaciones
previamente establecidas o acordadas.
- Mediación penal: se utiliza para la resolución de conflictos entre víctima y
victimario, para permitir tanto a la victima como al imputado intercambiar
opiniones para reparar, restituir o resarcir los daños causados, la realizaión o
abstención de una conducta, o el pedir disculpas o perdon. Se encuentra
regulado en la Ley 906 del 2003.
6.2. Casos en los que no se puede recurrir a la mediación.
No todos los conflictos pueden ser llevado a mediación, por lo cual no se puede
plantear en los siguientes casos:
- Cuando hay que denunciar lo que está sucediendo.
- Cuando hay violación a los derechos humanos
- Cuando no hay voluntad de una de las partes.

7.0 Procedimiento.

En materia de mediación es claro que en Colombia no existe un procedimiento


reglado, es decir, que por la misma naturaleza de la figura, esta no requiere de un
rito específico que le otorgue eficacia para el cumplimiento de sus fines: Lo
importante es el acuerdo de las partes. El acercamiento que se logra gracias a la
labor del mediador constituye eje del éxito en el manejo del conflicto y por ello el
procedimiento utilizado, si bien es importante, no constituye su elemento
fundamental.

No pretendemos significar con lo anterior que debamos aplicar la teoría finalista


según la cual “El fin justifica los medios” y que por ende en materia de mediación
todo resulte válido y admisible. No. La ausencia de un ritual propio para la figura,
lejos de constituir una puerta abierta a la arbitrariedad y menos aún a la ilegalidad,
significa un reconocimiento a la autonomía de la voluntad de las partes, al sentido
común y al mutuo deseo de resolver un conflicto por las vías pacíficas. Nada más
nocivo que una actuación arbitraria o ilegal ejercida por quien reviste la condición de
tercero neutral. Menos aún podremos pensar que en materia de mediación “todo lo
que no está prohibido, está permitido”, pues ello sería tanto como legitimar
caprichosas situaciones de hecho cuya presencia podría por el contrario, precipitar
el conflicto a una situación más aguda.

7.1 La citación.

Si la parte a citar desea solucionar su conflicto, bastará entregarla por el medio más
idóneo sobre el objeto de la audiencia, su fecha y hora y ello será suficiente. A
diferencia de la conciliación, el no acudir a la audiencia no genera efectos en
eventuales procesos judiciales, ni se requiere certificación como requisito de
procedibilidad en actuaciones posteriores. Esto descarta de plano una excesiva
ritualidad en el documento de invitación, pero no por ello podemos afirmar que sea
innecesario
La citación deberá indicar la fecha de expedición, el nombre preciso del citado, si es
posible con su identificación; el nombre del citante y genéricamente el asunto de
que se trata, indicando simplemente la naturaleza del mismo (familiar, laboral, civil,
etc); y la fecha y hora prevista para la audiencia o reunión. Pese a que como antes
se dijo, la no comparecencia no tendrá efectos legales, este hecho no es necesario
describirlo en la citación.

7.2 La audiencia.

Esta deberá ser estructurada de la siguiente manera:

- Identificación de las partes: identificación previa de las partes con el


documento idóneo y un factor adicional cual es el de verificar de la mejor
manera posible, que el portador de ese documento coincida con su titular.

- Presentación y descripción de objetivos: una vez reunidos las partes en


conflicto y el mediador, se requiere que este asuma la dirección de la
audiencia para lo cual deberá iniciar haciendo una breve pero clara y
concreta presentación suya, de su condición y de los objetivos perseguidos.

- Advertencias y descripción de procedimientos: agotada la etapa anterior,


conviene hacer un rápido esbozo del desarrollo de la reunión, aclarando que
cada parte El no acudir a la audiencia no genera efectos en procesos
judiciales eventuales, ni se requiere como requisito de procedibilidad en
actuaciones posteriores.

- Intervenciones y dirección de la audiencia: la audiencia se iniciará con


una síntesis que hará este de lo expuesto por el citante. Una vez obtenido por
lo menos el consentimiento gestual del citante sobre la “vocería” que acaba
de terminar, le concederá el uso de la palabra al citado.
El mediador deberá graduar el tiempo para cada uno de ellos y exigir la
mayor síntesis posible en sus intervenciones, pero tomando nota de aspectos
que parezcan secundarios pero que son los que en últimas determinan el
núcleo del conflicto. La verdadera dirección de la audiencia se deriva de la
oportunidad y pertinencia de los temas tratados.

- Determinación y sustanciación del conflicto: Una vez escuchadas las


posiciones de las partes corresponderá al mediador poner a prueba su
capacidad de síntesis para recoger las principales ideas, ensamblar un solo
discurso y plasmarlo en un breve planteamiento, o a lo sumo dos, que a
manera de resumen se convertirá en el fundamento de hecho a resolver.

- Propuestas y control de legalidad: Con los anteriores elementos ya


podemos afirmar que tenemos suficiente ilustración sobre el caso concreto y
debemos verificar si hasta este punto las partes han ideado algún tipo de
propuesta viable ya que de no ser así, corresponderá al mediador formular
alternativas.

7.3 El acta de mediación.

No existen imposiciones legales para la audiencia ni para la redacción del acta. No


obstante y en aras de la eficacia del mecanismo, se requiere la aportación de unas
memorias de lo acordado que constituyan base probatoria para hacerlo cumplir si
alguna de las partes decide ignorarlo. No olvidemos que la mediación no es un fin
sino simplemente el inicio del cumplimiento de unos acuerdos. La suscripción del
acta es solo su punto de ignición, pero su verdadera efectividad radica en el
acatamiento al compromiso suscrito, lo que resalta la importancia de la suscripción
del acta como elemento esencial de la figura.

El acta debe ser un documento claro, conciso y sencillo que permita a quien la lea
entender perfectamente lo que las partes firmantes acordaron. Deberá contener el
lugar, fecha y hora de celebración de la audiencia; el nombre de las partes
comparecientes, sin importar quién citó a quién; la identificación del mediador
designado y una descripción sucinta del objeto de la audiencia, para lo cual bastará
indicar la naturaleza del asunto, según se trate de un conflicto de naturaleza familiar,
civil, comercial, policiva, comunal etc.

Igualmente, contendrá un acápite de antecedentes ya que el sólo texto del acuerdo


nada puede indicar si no se conoce cuál fue el origen del conflicto, estos, deben
estar debidamende enumerados e individualizados. Luego, se anotarán los hechos
concretos que dieron origen al conflicto y que son diferentes a los anteriores ya que
aquellos sólo describían las circunstancias de hecho sobre las cuales se originó el
mismo. Debe destacarse que si las partes lo solicitan, debe accederse a omitir
detalles y circunstancias propios de los hechos determinantes, por las razones de
protección constitucional antes expuestas. En tal caso sólo se mencionará
genéricamente la situación, o se aclarará que “por hechos que las partes
solicitan no incluir en la presente acta…”

Deberá contar con un acapite de síntesis, es decir, el resumen que en su momento


elaboró el mediador y que sirvió como base para la proposición de fórmulas.
Finalmente, contendrá el acuerdo al que se llego, en el cual se se describirán las
obligaciones de uno y otro, estipulando claramente a lo que se compromete cada
uno, tanto en acciones como en omisiones. Las estipulaciones deberán ser tan
claras que puedan hacerse exigibles directamente en caso de incumplimiento.

El acta será suscrita por las partes y por el mediador, anexando copia de las
autorizaciones respectivas e indicando claramente que sus efectos serán los de una
transacción. Del original se expedirán las copias para las partes y este quedará en
poder del mediador o del centro respectivo.

CONCLUSIÓN

En definitiva, la mediación es un mecanismo cuyo resultados son beneficios para las


partes que se encuentren en un determinado conflicto. El papel que tiene el
mediador dentro del proceso es primordial, toda vez, que este va a ser el encargado
de propiciar un acercamiento y un diálogo que se encuentre enmarcado siempre en
un limite de respeto entre las partes, siendo estas últimas, las grandes protagonistas
del proceso en cuánto llegar a un acuerdo beneficioso para ambas esta en la misma
voluntad de cooperación, ayuda y esfuerzo que estas tengan para decide un opción
viable de resolución de conflicto que entre ellas se ha presentado.

Incluso, en el desarrollo del trabajo se hizo evidente que aunque la mediación sea
un mecanismo que actualmente no se encuentra regulado ninguna norma en
Colombia, juega un papel importante a la hora de resolver conflictos pacificamente y
tomando en consideración el respeto, la libertad e importancia del ser humano.
Podemos afirmar que gracias a la mediación se han logrado grandes avances en
asuntos penales, bajo la noción de justicia restaurativa, ya que siendo un país
inmerso en escenarios de violencia, es importante tener la posibilidad de acudir a un
proceso de mediación para buscar una restauración del tejido social que ha sido
quebrantado por los delitos.

Para finalizar, nos atrevemos a decir que la mediación siempre va a ser un


mecanismo alternativo fundamental no solo descongestionar los despachos
judiciales, sino para ofrecerles a la ciudadanía que tenga un conflicto, una opción
viable para darle solución a sus controversias de forma pacifica, ágil y sobretodo
con un resultado que les ofrezca beneficios a ambos que más allá de ser onerosos,
también, les brinde una satisfacción en el plano emocional o de calidad de vida.

REFERENCIAS

Universidad externado de Colombia. (2002). Módulo 6. Los mecanismos alternativos


de solución de conflictos y el medidor comunitario.

Arboleda López, A. P. (2017). Conciliación, mediación y emociones: Una mirada


para la solución de los conflictos de familia. Civilizar: Ciencias Sociales Y Humanas,
17(33), 81–96.

Caycedo Guío, Rosa María, Carrillo Cruz, Yudy Andrea, Serrano Cadavid, Adriana
María, & Cardona Cuervo, Jimena. (2019). La conciliación y la mediación como
políticas públicas para la reintegración social en el posconflicto en Colombia.
Revista de la Facultad de Derecho, (47), e108. Epub 01 de diciembre de 2019.

Mazo Álvarez, H. M. (2013). La mediación como herramienta de la justicia


restaurativa. Opinión Jurídica, Vol. 12, N° 23, pp. 99-114 - ISSN 1692-2530.
Medellín, Colombia.
Castrillón García, E. D. (2018). La mediación en Colombia como escenario de
construcción de paz. Agencia Nacional de Defens Jurídica del Estado.

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