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DE LA CONFUSIÓN

Las obligaciones en derecho civil son de tres clases; obligaciones de dar, hacer y no
hacer, y estas obligaciones se pueden extinguir de diferentes formas.

Una de las formas de extinguir las obligaciones es la confusión.

Definición de confusión

El artículo 1724 del Código Civil, define la confusión como la concurrencia de las
calidades de deudor y acreedor en una misma persona, al ser imposible e ilógico
deberse o pagarse a sí mismo, opera a través de la confusión la extinción de la
obligación. Ejemplo: cuando un hermano hereda a otro, el cual le debía una suma
de dinero. Así se convierte en acreedor en sí mismo, extinguiéndose la obligación
por confusión.

De igual manera, la jurisprudencia ha establecido: “Para que se efectúe el fenómeno


de la confusión es indispensable que en una misma persona concurran a la vez las
calidades de acreedor y de deudor con relación a ella misma, no con relación a otra.
Cuando intervienen dos personas, el fenómeno es de compensación”

La confusión según el numeral 6° del artículo 1625 del Código Civil, se constituye
como un modo de extinción de las obligaciones, empero, eventualmente puede
presentarse como modo de extinción de derechos reales; el artículo 822 ibídem al
establecer las formas de extinción del fideicomiso, estipula como una de ellas, la
confusión de la calidad de único fideicomisario con la de único fiduciario; así mismo,
el artículo 942 establece como causal de extinción de las servidumbres, la confusión
o reunión perfecta e irrevocable de ambos predios en manos de un mismo dueño.

Pero en materia de obligaciones, la confusión debe versar sobre las calidades de los
sujetos que conforman el vínculo obligacional, es decir, acreedor y deudor.

La causa de la confusión en la sucesión jurídica, entendiendo por tal el traspaso del


derecho de la deuda, del acreedor o deudor, respectivamente a otra persona.

Elementos

1. Una relación de carácter obligatorio


2. Que las cualidades de acreedor y deudor se reúnan en una misma persona
3. Que ocurra entre el acreedor y el deudor principal

Clasificación
La confusión puede dividirse en 2 clasificaciones

*Confusión por acto entre vivos o por causa de muerte

Por causa de muerte:

Un heredero no adquiere los créditos ni las deudas de su causante, sino en el


momento en que le sean adjudicados individualmente. En consecuencia, la
confusión por causa de muerte solamente se puede configurar cuando se sabe con
certeza qué derechos, créditos o deudas relictos le corresponden al heredero.

A. Cuando el deudor hereda al acreedor o a la inversa


B. Cuando un tercero hereda al acreedor y al deudor
C. Si el acreedor lega el crédito de su deudor

Ha considerado la doctrina, que la principal fuente de confusión es la transmisión


mortis causa, ya que se produce cuando el acreedor sucede a título universal al
deudor o viceversa, o cuando un tercero sucede a título universal, al acreedor o
deudor. Pero para que pueda efectuarse la confusión en este caso, se requiere que
la aceptación de la herencia sea pura y simple, puesto que si esta es aceptada con
beneficio de inventario, el patrimonio del ausente y el del heredero al no adherirse
en uno sólo hace que haya inexistencia de la confusión, al no operar una confusión
entre los créditos y deudas del heredero con los créditos y deudas del hereditario
(Artículo 1728 C.C)

Por acto entre vivos:

A. Por la cesión del crédito hecha por el acreedor al deudor (es decir, el
acreedor a través de la sucesión de créditos cede su derecho al deudor)
B. Por la cesión del derecho de herencia en que se comprende el crédito

*Confusión total y parcial

Total: Si una misma persona es tanto el acreedor y deudor por la misma cantidad.

Parcial: Pese a reunirse en la misma persona la condición de acreedor y deudor en


la misma obligación, la obligación se extingue sólo en parte porque el crédito y/o la
deuda esta compartida con otros sujetos. Esta opera en las obligaciones
mancomunadas, donde cada quien responde por la parte pactada.

Efectos de la confusión
1. La confusión extingue la obligación operando total o parcialmente.

2. Opera de pleno derecho y produce los mismos efectos del pago

3. Se afirma que la obligación cumplió su vida jurídica y extingue todos


sus accesorios

El artículo 1726 del Código Civil estipula que la confusión que extingue la
obligación principal extingue la fianza; pero la confusión que extingue la
fianza no extingue la obligación, esto dado por el principio, de que lo
accesorio sigue a lo principal, y que lo principal puede continuar sin lo
accesorio. Aunque la norma sólo se refiera a esta institución, esta debe
extenderse a todos los privilegios, garantías y accesorios con los que pueda
ser caucionada una obligación.

4. En las obligaciones mancomunadas se extingue el crédito en la


proporción correspondiente al acreedor.

Y será parcial cuando siendo el deudor el causante llamado a recibir la


herencia de este junto con otros herederos, sólo se extinguirá la parte de la
obligación que quepa y cobije en el crédito que el causante ha transmitido a
su heredero deudor (art. 1726 C.C.).

5. En las obligaciones solidarias se llega a acuerdo entre acreedor y


deudor.

Así, sí se trata de una obligación adquirida solidariamente por el aspecto


pasivo, la extinción será total, pues siendo el deudor solidario quien debe
responder por la obligación entera, al adquirir la calidad de acreedor de la
misma el vínculo obligacional desaparece, sin perjuicio de los efectos
internos que se producen entre los codeudores, pues cada uno de ellos debe
responder por la parte de la deuda que le corresponda en el crédito (art. 1727
C.C.). Ejemplo: son codeudores Octavio, Sergio, Hugo y Carlos. El acreedor
es Ignacio por un crédito de 100. Octavio es heredero de Ignacio, por lo cual
ocurre una confusión. Esa confusión extingue la obligación que vincula a
Ignacio con sus codeudores. Pero, Octavio al subrogarse los derechos de
Ignacio, se vuelve su acreedor sustituto por un crédito de 75 pues deduce su
porción de 25.

Cuando se trata de una obligación solidaria por el aspecto activo (hay varios
coacreedores y un deudor), se extingue totalmente la obligación para el
deudor, y respecto a los coacreedores solidarios se reduce su crédito en la
parte que le correspondía al acreedor con quien se realizó la confusión, pues
éste deja de ser acreedor y se vuelve deudor, el cual deberá responder a los
coacreedores de la confusión.

Ejemplo: Son coacreedores Roberto, Juan, Luis y Francisco. El deudor es


Jorge, con una deuda de 100. Francisco es heredero de Jorge, dándose una
confusión entre Jorge y Francisco. Tal confusión extingue la obligación que
vincula a Jorge con los coacreedores, pero Francisco se vuelve el deudor
sustituto de Jorge, por lo que deberá responder por el importe de 75 ya que
deduce su porción de 25.

Cesación de la confusión

Una vez producida la confusión esta es definitiva, lo que significa que por causas
posteriores a su ocurrencia, generalmente, no puede revocarse. Pero en todo caso,
la obligación puede renacer.

La obligación puede renacer si las calidades de acreedor y deudor que habían


convergido en una sola persona vuelve a dividirse, lo cual plantea que no siempre
que se extinga una obligación por medio de la confusión será de carácter
permanente. El anterior hecho se presenta cuando la fuente de la confusión es
jurídicamente aniquilada, como por ejemplo en el caso de que el heredero habiendo
sido deudor del causante, y habiendo extinguido su obligación por medio de la
confusión, con posterioridad obtiene la rescisión de la aceptación de la herencia, lo
que provocaría que a fortiori, tanto el crédito como la deuda renacieran.

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