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UNIVERSIDAD YACAMBÚ

VICERRECTORADO ACADÉMICO
FACULTAD DE CIENCIAS JURÍDICAS Y POLÍTICAS
ESCUELA DE DERECHO
Derecho Procesal Laboral y Simulación de Audiencia (TJT-0864)
Sección ED01D0T 2021-2

U-I AUDIENCIA PRELIMINAR -CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA

Rosant Agüero D
v-26379596 Cjp-14300193v

jun 2021

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CONTENIDOS

INTRODUCCIÓN………………………………………………………………………. 3
AUDIENCIA PRELIMINAR: OPORTUNIDAD. FORMA…………………………… 4
EFECTO DE LA NO COMPARECENCIA A LA AUDIENCIA PRELIMINAR……… 5
MEDIACIÓN Y CONCILIACIÓN EN LA AUDIENCIA PRELIMINAR…………….. 5
CUESTIONES PREVIAS EN EL PROCESO LABORAL: OPORTUNIDAD………….. 7
OPOSICIÓN. PLAZOS. EFECTOS……………………………………………………… 8
CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA: FORMALIDADES EN MATERIA
LABORAL………………………………………………………………………………… 9
FORMAS DE CONTESTAR LA 10
DEMANDA…………………………………………… 11
OPORTUNIDAD PARA LA CONTESTACIÓN………………………………………… 11
PROCEDIMIENTO DE JUICIO: AUDIENCIA DE JUICIO……………………………. 12
OPORTUNIDAD, PROCEDIMIENTO………………………………………………….. 13
EFECTOS LAPSO PROBATORIO: MEDIOS DE PRUEBA…………………………… 14
CARGA DE LA PRUEBA……………………………………………………………….. 15
ADMISIÓN Y EVACUACIÓN DE LA PRUEBA LABORAL…………………………. 16
VALORACIÓN DE LA 17
PRUEBA………………………………………………………... 17
OPOSICIÓN………………………………………………………………………………. 21
LA SENTENCIA: TÉRMINO PARA DICTARLA………………………………………. 32
REQUISITOS -FORMALIDADES. LA INDEXACIÓN JUDICIAL……………………. 32
EXPERTICIA COMPLEMENTARIA DEL 33
FALLO……………………………………... 34
NULIDAD DE LA 35
SENTENCIA………………………………………………………….
REVISIÓN DE JURISPRUDENCIAS Y EXPEDIENTES DE TRIBUNALES………….
CONCLUSIÓN…………………………………………………………………………….
REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA………………………………………………………..

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INTRODUCCIÓN

La Ley Orgánica Procesal del Trabajo, señala que el demandado deberá


comparecer a la hora que fije el Tribunal, de manera personal o por medio de
apoderado, a fin de que tenga lugar la audiencia preliminar al décimo día hábil
siguiente, posterior a la constancia en autos de su notificación o a la última de ellas,
en caso de que fueran varios los demandados.
En tal sentido, en el caso de litisconsorcio necesario activo, sino hubieran
comparecido todos los interesados, el Tribunal no dará curso a la demanda hasta tanto
no se cumpla con este requisito.
La misma facultad tendrá tratándose de litisconsorcio necesario pasivo,
mientras la parte actora no proporciones los datos necesarios para que todos los
litisconsortes puedan ser emplazados en forma legal.
La decisión del Tribunal Superior del Trabajo, se realizará en forma escrita y
contra la misma será admisible el recurso de casación, por ante la Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia.
Pero siempre y cuando si alcanzare la cuantía a que se refiere el artículo 167 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y se intenta dentro de los cinco (5) días hábiles
siguiente a la decisión del Tribunal Superior.
Cuando el demandado no comparezca a la audiencia preliminar, se presumirá la
admisión de los hechos alegados por el demandante y el Tribunal sentenciará en
forma oral conforme a dicha confesión, en cuanto no sea contraria a derecho la
petición del demandante, reduciendo la sentencia a un acta que elaborará el mismo
día, contra la cual, el demandado podrá apelar a dos efectos dentro del plazo de cinco
(5) días hábiles a partir de la publicación del fallo.

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AUDIENCIA PRELIMINAR: OPORTUNIDAD. FORMA.

Presupuestos de la audiencia preliminar:


Esta audiencia preliminar, será oral, privada y presidida personalmente por el
Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución.
Asimismo, es obligatoria la asistencia de las partes o de sus apoderados
judiciales.
Es de gran trascendencia, indicar que en la audiencia preliminar no se admiten
las cuestiones previas.
De la misma forma, es necesario manifestarles que cuando el Juez de
Sustanciación, Mediación y Ejecución este en presencia de un litisconsorcio activo o
pasivo, nombrará a un representante no mayor de tres personas por cada parte, con la
finalidad de mediar y conciliar las diferentes posiciones.
Para Zepeda (1990), la audiencia preliminar es un acto procesal concentrado,
que se desarrolla en forma oral y que tiene lugar una vez que se ha instruido la causa,
con la finalidad de depurar el proceso a los efectos del juicio oral o del logro de una
decisión compositiva anticipada.
Duración de la Audiencia Preliminar.
La Ley consagra cuatro (4) meses como tiempo máximo de duración de la
Audiencia Preliminar, por lo que tal y como lo señala Villasmil (2003:57), constituye
un estado y no un acto del proceso.
Esta duración de cuatro (4) meses, ha permitido en la práctica que en causas
que parecen irreconciliables, luego de tres (3) o cuatro (4) prolongaciones de la
audiencia, se logren bajar las tensiones, facilitando la concreción de un acuerdo que
ponga fin a la controversia.

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EFECTO DE LA NO COMPARECENCIA A LA AUDIENCIA
PRELIMINAR

Cuando el demandante, no comparezca a la audiencia preliminar, se considerará


desistido el respectivo procedimiento, terminando el proceso mediante una sentencia
oral la cual queda registrada en un acta.
Esta acta deberá publicarse en la misma fecha de la fijación de la audiencia
preliminar.
De la apelación cuando el demandante no comparezca a la audiencia
preliminar
Ahora bien, contra esa decisión el citado demandante podrá apelar a dos efectos
por ante el Tribunal Superior del Trabajo competente, dentro de los cinco (5) días
hábiles siguientes.
El desistimiento del procedimiento solamente extingue la instancia, pero el
demandante no podrá volver a proponer la demanda antes que transcurran 90 días
continuos.
Dentro de los 5 días hábiles siguientes al recibo del expediente, el Tribunal
Superior del Trabajo decidirá oral e inmediatamente la apelación, previa audiencia de
parte, pudiendo ordenar la realización de una nueva audiencia preliminar, cuando a su
juicio existan fundados y justificados motivos de la incomparecencia del demandante
por caso fortuito o de fuerza mayor, los cuales serán comprobados a criterio del
Tribunal Superior del Trabajo.

MEDIACIÓN Y CONCILIACIÓN EN LA AUDIENCIA PRELIMINAR.

Deben procurar celebrar la audiencia preliminar en mesas redondas y sentarse


en posición intermedia o equidistante de las partes. Este elemento desde el punto de
vista neurolingüístico permite que fluya de mejor manera la información entre las

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partes y que trabajador y empleador perciban al Juez instalado en una posición
neutral, es por ello, que la gran mayoría de los Tribunales de Sustanciación y
Mediación del Trabajo en el país, fueron dotados de mesas redondas para facilitar la
mediación.
No deben dar por entendido a que van las partes a la Audiencia Preliminar.
Este elemento se considera particularmente importante, cuando quienes asisten
a la Audiencia Preliminar, no son sólo los apoderados judiciales de las partes, sino los
trabajadores y empleadores quienes acuden al Tribunal acompañados por sus
abogados asistentes o sus apoderados judiciales.
La mediación en la Ley Orgánica Procesal del Trabajo
En Venezuela, la Constitución de 1999, consagró expresamente en su artículo
258, que la ley promoverá el arbitraje, la conciliación, la mediación y cualesquiera
otros medios alternativos para la resolución de conflictos.
Dentro de ese marco Constitucional, la Ley Orgánica Procesal del Trabajo
(LOPT) publicada en Gaceta Oficial N° 37.504 de fecha 13 de agosto de 2002,
establece y regula la mediación como estructura fundamental del nuevo proceso
laboral.
La LOPT fue redactada por laboralistas venezolanos, quienes aún cuando
tomaron instituciones importantes de otras normas procesales, innovaron con un
procedimiento que en la práctica ha sido efectivo en cuanto a elevados índices de
mediación y celeridad procesal se refiere.
El éxito de la LOPT en materia de mediación, no sólo se ha circunscrito al
diseño de una estructura procesal que ha facilitado las condiciones para lograr
acuerdos entre las partes, sino que ha requerido de la inversión de importantes
recursos materiales y humanos que se han articulado para una correcta ejecución de la
ley.
Desde el punto de vista procesal, la existencia de dos jueces en primera
instancia, la duración de la Audiencia Preliminar, la oportunidad preclusiva para
promover pruebas en la fase de mediación, la comparecencia obligatoria a dicha
audiencia y la existencia de la Institución del Despacho Saneador han sido

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fundamentales para el éxito de la ley, sin embargo, no se puede obviar que la labor de
los Jueces Mediadores y su empeño en facilitar a las partes lograr un acuerdo, es de
vital importancia para el funcionamiento del sistema.
CUESTIONES PREVIAS EN EL PROCESO LABORAL:
OPORTUNIDAD.

Las cuestiones previas son mecanismos de defensa que dispone el demandado


para exigir que se subsane algún vicio dentro del proceso o en su defecto se deseche
la demanda por existir algún impedimento de la ley para proseguir con la litis.
Son las cuestiones concretas que el demandado plantea frente a la pretensión
del actor, con el objeto de oponerse a la continuación del proceso, alegando que no se
han satisfecho los presupuestos procesales o las condiciones de la acción.
Concepto y Naturaleza Jurídica
En el Derecho Procesal, la Cuestión Previa es entendida, como todo aquello que
se ha de resolverse antes de lo principal, o que impide decidir sobre ello.
Las cuestiones previas se caracterizan por ser un acto facultativo del
demandado de naturaleza exclusivamente saneadora del proceso.
En lo respecta a su tramitación, según establece le Artículo 344 del Código de
Procedimiento Civil, una vez conste en autos la citación del demandado o del último
de ellos en caso de existir varios, comenzará a correr un lapso de veinte (20) días
hábiles para la comparecencia del demandado, quien podrá:
(i) contestar la demanda en los términos previstos en el Artículo 361 del Código
de Procedimiento Civil; o bien,
(ii) no contestar el fondo de la demanda, y en su lugar, oponer las cuestiones
previas a las que haya lugar establecidas en el Artículo 346 eiusdem.
Si el demandado opta por oponer cuestiones previas, la sustanciación y efectos
de la decisión de la incidencia dependerán necesariamente de la propia naturaleza de
la cuestión previa alegada.

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OPOSICIÓN. PLAZOS. EFECTOS.

El procedimiento se inicia mediante escrito o libelo de la demanda presentada


por el actor, el cual, si no está asistido por abogado, podrá presentar su demanda en
forma verbal ante el Juez del Trabajo, el cual la reducirá a escrito en forma de acta.
Cuando el trabajador demandante no esté asesorado por abogado, el Juez deberá
interrogarlo para completar la demanda si fuere necesario. La demanda debe contener
una serie de requisitos formales cuya omisión podría dar lugar a la oposición de
cuestiones previas por defecto de forma por parte del demandado.
Es de señalar que, alguna jurisprudencia de los tribunales del trabajo ha
decidido que en materia laboral el Juez no puede ser tan exigente en materia formal
como lo es el Juez Civil y que la omisión de algunos requisitos formales secundarios,
como por ejemplo los datos de registro de la empresa demandada, no deberían dar
lugar a la procedencia de una cuestión previa.
Informes de las Partes
Una vez concluido el término probatorio o si este hubiese sido renunciado por
las partes, comenzará a correr un lapso de tres días para que las partes presenten los
informes o alegatos que a bien tuvieren. En aplicación del nuevo C.P.C. algunos
tribunales establecen, dentro de los ocho días siguientes a los informes, una
oportunidad para que cada parte haga observaciones a los informes de la parte
contraria.
Decisión en Primera Instancia
El artículo 71 LOTPT dispone que la sentencia de primera instancia deberá
dictarse al segundo día hábil después de concluido el acto de informes. La sentencia
debe reunir los requisitos generales establecidos por el CPC. En la práctica tan breve
plazo no es cumplido.
Plazo de cinco días para sentenciar.

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Contestada la demanda, si el juicio se debe sentenciar sin pruebas o concluido
el acto oral de evacuación de pruebas, el Juez deberá sentenciar en un plazo no mayor
de cinco días.

CONTESTACIÓN DE LA DEMANDA: FORMALIDADES EN


MATERIA LABORAL.

Contestación de la demanda y sus requisitos.


Consta de los siguientes presupuestos:
Al concluir la audiencia preliminar, sin que haya sido posible la conciliación ni
el arbitraje, el demandado deberá contestar la demanda dentro de los cinco (5) días
hábiles siguientes.
Debiendo consignar por escrito la contestación de la demanda.
El demandado deberá contestarla determinando con mucha claridad los hechos
invocados y cuales admite.
De igual manera, deberá expresar los motivos de su rechazo de todo aquello
que considera que no sea pertinente contradictorio en los fundamentos de la demanda.
Asimismo, deberá la parte demandada señalar cuales admite como ciertos y
exponer todos los fundamentos que creyere conveniente alegar.
Hechos que sean admitidos por la parte demandada.
Se deben tener como admitidos aquellos hechos indicados en la demanda
correspondiente, de los cuales al contestar la demanda, no hubiere hecho la requerida
determinación.
Expuestos los motivos del rechazo, ni aparecieren desvirtuados por ninguno de
los elementos del proceso.
Cuando la parte demandada no conteste la demanda.
Cuando el demandado no diere contestación a la demanda en la oportunidad
legal, antes analizada, se tendrá como confeso, en cuanto no sea contraria a derecho la
petición del demandante.

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Cuando esto suceda, el Tribunal remitirá de inmediato el expediente al Tribunal
de Juicio, el cual procederá a sentenciar la causa.
Esta sentencia, se pronunciará dentro de los tres (3) días hábiles siguientes, al
recibo del expediente, ateniéndose a la confesión del demandado.
Duración máxima de la audiencia preliminar y la remisión del expediente.
El Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución al día siguiente de haber
transcurrido el lapso para la contestación de la demanda, procederá a remitir el
expediente al Tribunal de Juicio.
Esto con la finalidad de la decisión de la causa.
Es de gran importancia entender que la mediación y el esfuerzo que deba
realizar el Juez del Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución en la audiencia
preliminar en ningún caso podrán exceder de cuatro (4) meses.

FORMAS DE CONTESTAR LA DEMANDA

Cambio de jurisprudencia sobre el modo de contestar la demanda laboral


Con respecto al contenido del artículo 68 de la citada Ley, la casación
venezolana en sentencia del 13 de junio de 1960, dejó sentado lo siguiente.
“El Art. 68 de la Ley Orgánica de Tribunales y de Procedimiento del
Trabajo obliga al demandado a determinar con claridad, al contestar la
demanda, cuáles de los hechos invocados en el libelo admite como ciertos o
rechaza, con el único fin de aliviar la carga de la prueba que incumbe al actor,
pues si no fuera así se vería el trabajador enfrentado, casi siempre, a
poderosos intereses, en la ineludible circunstancia de soportar muchas veces
innecesariamente la carga de la prueba de cada uno de los hechos alegados en
el libelo.”

Posteriormente, se ha sostenido en la doctrina y jurisprudencia que el propósito


de la norma legal en cuestión es que en la contestación de la demanda no se utilice
pura y simplemente la frase “rechazo y contradigo la presente demanda en todas y
cada una de las partes”, sino que debe el demandado rechazar punto por punto cada
afirmación, sin la obligación del demandado de complementar o fundamentar el
rechazo o la negativa, porque tal requisito no lo exige la ley.

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En este sentido, se sostuvo que la disposición legal consagra un derecho para el
demandado de alegar los fundamentos de su defensa que considere convenientes,
derecho éste de ejercicio discrecional que la ley le otorga al litigante en su beneficio,
y en consecuencia, privarse de él no acarrea ningún resultado irreparable para el
demandado.
OPORTUNIDAD PARA LA CONTESTACIÓN

El artículo 68 establece: 'el demandado o quien ejerza su representación, deberá


al contestar la demanda, determinar con claridad cuáles de los hechos invocados en el
libelo admite como ciertos y cuáles niega o rechaza y expresar asimismo los hechos o
fundamentos de su defensa que creyere conveniente'.
Si la parte demandante subsana, la contestación de la demanda se realizará
dentro de los cinco días de despacho siguientes contados a partir de la subsanación,
sin necesidad de decisión del Tribunal; caso contrario, si la parte actora no subsana,
se sustancia y decide la incidencia.
Posteriormente, se ha sostenido en la doctrina y jurisprudencia que el propósito
de la norma legal en cuestión es que en la contestación de la demanda no se utilice
pura y simplemente la frase “rechazo y contradigo la presente demanda en todas y
cada una de las partes”, sino que debe el demandado rechazar punto por punto cada
afirmación, sin la obligación del demandado de complementar o fundamentar el
rechazo o la negativa, porque tal requisito no lo exige la ley.

PROCEDIMIENTO DE JUICIO: AUDIENCIA DE JUICIO

Se desahogan las pruebas preparadas ante la presencia del Juzgador, quien tiene
facultades para moderar la intervención de las partes evitando dilaciones innecesarias.
El artículo 151 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo que prevé:
Artículo 151. En el día y la hora fijado para la realización de la audiencia de
juicio, deberán concurrir las partes o su apoderado, quienes expondrán oralmente los

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alegatos contenidos en la demanda y en su contestación, y no podrá ya admitirse la
alegación de nuevos hechos.
Si no compareciere la parte demandante se entenderá que desiste de la acción;
en este caso, el juez de juicio dictará un auto en forma oral, reduciéndolo a un acta
que se agregará al expediente. Contra esta decisión podrá el demandante apelar
ambos efectos por arte el Tribunal Superior del Trabajo competente, dentro de los
cinco (5) días hábiles siguientes.
La norma in commento establece el desistimiento de la acción, que es un
desistimiento tácito que resulta únicamente como consecuencia de la
incomparecencia de la parte actora a la audiencia de juicio en razón de la falta de
interés para sostener su pretensión.
La audiencia de Juicio es el elemento central del proceso; la cual constituye la
segunda fase del proceso en primera instancia, denominada fase de juzgamiento, la
cual tiene lugar una vez culminada la Audiencia preliminar. 36
El artículo 17 de la LOPTRA establece que la fase de juzgamiento corresponde
a los tribunales de juicio del trabajo. En dicha fase de juzgamiento se identifica varios
momentos: 1) La recepción del expediente; 2) El pronunciamiento sobre la
admisibilidad de las pruebas; 3) La fijación de la audiencia de juicio; 4) La
realización de la audiencia de juicio y 5) La sentencia.
Es de éstos componentes de la fase de juicio, que se considera que la audiencia
de juicio es el elemento central del proceso.
Así tenemos que en esta fase conocerá un juez de primera Instancia de Juicio
del Trabajo, el cuál admitirá las pruebas que hayan presentados las partes en la
Audiencia preliminar, quién además deberá fijar la oportunidad en que se celebrará la
Audiencia de Juicio, en la cual se evacuarán las pruebas promovidas por las partes y
que hayan sido admitidas, conforme lo establece el artículo 150 ejusdem.

OPORTUNIDAD, PROCEDIMIENTO

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Resulta la importancia y utilidad de la investigación; ya que el derecho de
probar se presupone en todo debido proceso, pues negar el derecho a probar es negar
el derecho al proceso mismo y siendo que el proceso laboral se encuentra enmarcado
dentro de la nueva concepción de “Derecho Social” y el Proceso se institucionaliza
como instrumento fundamental para la realización de justicia, la promoción y
evacuación de este tipo de prueba es procedente a la luz de la LOPTRA y la CRVB.
En este sentido y de los resultados de la investigación deben ser considerados
de especial relevancia que la Constitución, mientras se preserve la legalidad en la
obtención de la prueba y el derecho a la defensa, no exceptúa ni discrimina en modo
alguno la prueba sobrevenida y que la misma ya ha sido considerado por vía doctrinal
y jurisprudencial; determinándose y regulando las condiciones legales y
procedimentales a ser consideradas al momento de admitir o no este tipo de prueba.

EFECTOS LAPSO PROBATORIO: MEDIOS DE PRUEBA

El proceso laboral ha evolucionado conforme a las nuevas concepciones de


Estado social, ya que trata de minimizar las desigualdades legales para obtener un
equilibrio procesal, cuyo cometido es alcanzar la aplicación de la justicia social.
Así mismo Dentro de la evolución del derecho procesal tenemos la nueva
concepción de la prueba, en el que se concibe el derecho de probar como un
presupuesto del debido proceso, el derecho que tiene toda persona de acceder a las
pruebas y de disponer del tiempo y de los medios adecuados para ejercer su defensa;
de allí que su consagración se encuentra dentro de los postulados de éste.
De esta forma el derecho de probar se constitucionalizó en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela como una de las principales garantías del
justiciable de lograr la satisfacción y tutela de sus derechos e intereses a través del
proceso.
El derecho a probar se encuentra íntimamente relacionado con el postulado
constitucional establecido en el artículo 257 de la Constitución Nacional, que

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consagra al proceso como el instrumento fundamental para la realización de la
justicia.
Sin embargo, ha quedado sentado por reconocida doctrina que el derecho de
pruebas no es absoluto sino limitado, a pesar de tratarse de un derecho constitucional
y constituir unas de las garantías de la acción; las limitaciones en su ejercicio han sido
impuestas por la misma ley, en un orden natural y moral, en virtud de que el proceso
sólo puede verificarse dentro de una regla moral, que rige la actividad del juez y de
las partes.
De los Medios de Prueba, de su Promoción y Evacuación Artículo 69.
Los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los hechos expuestos
por las partes, producir certeza en el Juez respecto a los puntos controvertidos
y fundamentar sus decisiones. Artículo 70. Son medios de prueba admisibles
enjuicio aquellos que determina la presente Ley, el Código de Procedimiento
Civil, el Código Civil y otras leyes de la República; quedan excluidas las
pruebas de posiciones juradas y de juramento decisorio. Las partes pueden
también, valerse de cualquier otro medio de prueba no prohibido
expresamente por la ley y que consideren conducente a la demostración de
sus pretensiones. Estos medios se promoverán y evacuarán, de la forma
preceptuada en la presente Ley, en lo no previsto en esta se aplicarán, por
analogía, las disposiciones relativas a los medios de pruebas semejantes
contemplados en el Código de Procedimiento Civil, Código Civil o en su
defecto, en la forma que señale el Juez del Trabajo. Artículo 71. Cuando los
medios probatorios ofrecidos por las partes sean insuficientes para formar
convicción, el Juez en decisión motivada e inimpugnable, puede ordenar la
evacuación de medios probatorios adicionales, que considere convenientes. El
auto en que se ordenen estas diligencias fijará el término para cumplirlas y
contra él no se oirá recurso alguno.

CARGA DE LA PRUEBA

La LOPTRA invirtió el orden procesal tradicional de los procedimientos


ordinarios, que se inician con la activación del aparato jurisdiccional mediante la
interposición de una demanda; luego se concede un lapso al demandado para dar
contestación a dicha demanda (momento en el que se traba la litis) y posteriormente
se inicia la fase probatoria (promoción, admisión y evacuación).

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De acuerdo con esta Ley, el proceso se inicia con la interposición de la
demanda, luego de su admisión ambas partes deben presentar sus escritos de
promoción de pruebas ante el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución durante
la audiencia preliminar de instalación conforme al criterio sostenido por Sala de
Casación Social del Tribunal Supremo de Justicia en Sentencia N° 1451 de fecha
28/09/2006 (caso: Jorge Manuel Estrela de Brito contra Corporación Compusofts
2000 C.A.) y finalmente de no lograrse un acuerdo durante dicha audiencia, que le
coloque fin a la controversia, debe continuarse el procedimiento y en consecuencia
debe el demandado dar contestación a la demanda interpuesta en su contra.
La carga de la prueba
Forma parte de la teoría general de la prueba. Las pruebas son para demostrar
los hechos sobre el derecho existente. Si el pretendido derecho que se reclama no
existe, porque no está contemplado en la ley, es irrelevante la carga de la prueba.
La carga de la prueba tiene que ver fundamentalmente con la conducta asumida
por las partes en el juicio; así, rige el principio universal que establece que quien
alega prueba y quien se excepciona asume la carga. Los arts. 1354 CC y 506 CPC
hacen referencia expresa sobre la carga de la prueba.
Los abogados, por la carga de la prueba, nos convertimos en historiadores;
somos historiadores porque vamos a investigar el pasado, el cómo ocurrieron los
hechos, de manera de poder hacerlos del conocimiento del juez.
En una acción de condena –no por un proceso mero declarativo–, los abogados
no nos proponemos revisar el futuro, siempre se tratará de la evidencia del pasado; las
pruebas que debemos aportar al proceso son la demostración de hechos ocurridos.
También al juez le interesas los hechos ocurridos, no los que estén por suceder

ADMISIÓN Y EVACUACIÓN DE LA PRUEBA LABORAL

Por lo que se refiere a la carga de la prueba en materia laboral, la misma tiene


su origen en el artículo 1354 del Código Civil (C.C.)480, pasando luego –también
como antecedente– por los artículos 506 del Código de Procedimiento Civil

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(CPC)481 y 68 de la Ley Orgánica de Tribunales y Procedimiento del Trabajo
(LOTPT)482 –hoy abrogada–, para culminar en los artículos 72 y 135 de la LOPT.
La carga de la prueba tiene que ver fundamentalmente con la conducta asumida
por las partes en el juicio (el contenido de la demanda y la contestación; inasistencia a
los actos de la audiencia preliminar o de la audiencia de juicio; la conducta asumida
por las partes en el juicio). En la jurisdicción civil la carga de la prueba depende de la
forma de contestar la demanda.
El artículo 361 del CPC permite la negativa general o amplia, pudiendo quedar
la carga de la prueba solamente en el demandante. El artículo 362 del CPC se refiere
a la falta de contestación, quedando confeso si no fuere contrario a derecho y si nada
pudiere probar a su favor. En la jurisdicción laboral, nos regíamos, en un principio,
por el artículo 68 de la LOTPT, en concordancia con el artículo 361 del CPC, donde
el patrono podía negar pura y simplemente los hechos, los conceptos y montos
reclamados y el demandante, entonces, tenía la carga de demostrar todos los extremos
del escrito libelar. Así lo sostuvo la Corte Suprema de Justicia (CSJ), –hoy extinta– y
el TSJ hasta la vigencia de la LOPT

VALORACIÓN DE LA PRUEBA

El tema de la valoración de la prueba busca una respuesta a la pregunta: ¿Qué


eficacia tienen los diversos medios de prueba establecidos en el derecho positivo?, es
decir, ya no se trata de saber qué es en sí misma la prueba, ni sobre que debe recaer,
ni por quién o cómo debe ser producida; se trata de señalar con la mayor exactitud
posible, cómo gravitan y que influencia ejercen los diversos medios de prueba, sobre
la decisión que el juez debe pronunciar (Couture, 1981).
En relación con este punto, el legislador no ha dejado dudas sobre el sistema de
valoración que ha de adoptar el Juez Laboral en la apreciación de los medios
probatorios incorporados al proceso, así el artículo 10º la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, establece:

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“Los Jueces del Trabajo apreciarán las pruebas según las reglas de la sana
crítica; en caso de duda, preferirán la valoración más favorable al trabajador”, punto
éste que es ratificado igualmente en el artículo 9º ejusden, al señalar que: “En caso de
duda sobre la apreciación de los hechos o de las pruebas, se aplicará igualmente la
que más favorezca al trabajador”, incorporando así, el principio de indubio pro
operario a la actividad valorativa del operador de justicia.
Al respecto, la exposición de motivos de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
ha establecido que el principio de la sana crítica para valorar la prueba por el Juez, es
un principio de universal aceptación y de comprobada utilidad y eficacia en la
consecución de los fines de la justicia que persigue el proceso, por ello se ha
considerado necesario mantenerlo en la Ley y además, incluir también la facultad
para fundar su decisión en el conocimiento de hecho, que se encuentra comprendido
en la experiencia común.

OPOSICIÓN

Contradicción y Control de la Prueba legal y libre


El artículo 433 del Código de Procedimiento Civil venezolano, contempla el
medio de prueba de informes, sin establecer de forma expresa aspectos esenciales
para su control y contradicción El objetivo de la investigación es determinar el
control y contradicción del medio de prueba de informes en el proceso civil ordinario.
En un proceso civil el control resulta un tanto ineficaz si se toma en cuenta la
forma de evacuarse el medio de prueba, pero en cuanto a su contradicción (oposición
y la impugnación) existen formas procesales que garantizan el derecho a la defensa de
las partes.

LA SENTENCIA: TÉRMINO PARA DICTARLA

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La ejecución de sentencias forma parte del proceso judicial, la triada integrada
por “acción – proceso- jurisdicción”, por ende, se desarrolla en los principios
generales del Derecho Procesal y excepcionalmente por leyes especiales.
La ejecución tiene por finalidad llevar a puro y debido efecto los
pronunciamientos judiciales contenidos en la sentencia o resolución, por lo que debe
comprender todo a fin que el resultado sea la identidad entre lo ejecutado y lo
estatuido.
La ejecución de la sentencia constituye el desenvolvimiento final de la única
relación jurídica procesal  que se constituye entre las partes. Es importante porque

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tiene un tiempo de duración para ser ejercida por quien resultó vencedor. Además,
tiene naturaleza patrimonial porque va dirigido contra los bienes del deudor.
El juez laboral tiene las más amplias facultades para garantizar la ejecución de
la sentencia con todas las medidas que no sean contrarias a derecho. De nada vale la
pena el proceso si no es posible ejecutar lo decidido.
Lapso para la ejecución forzosa
Se da un plazo de tres (3) días hábiles para que la parte vencida cumpla
voluntariamente con el mandato de la sentencia o acto equivalente. Dice el artículo
180:
Cuando la sentencia o un acto equivalente a ella, haya quedado
definitivamente firme, la ejecución forzosa se llevará a cabo al cuarto (4°)
día hábil siguiente, si dentro de los tres (3) días hábiles que la preceden
no ha habido cumplimiento voluntario. Si la ejecución forzosa no se
llevara a cabo en la oportunidad señalada, el Tribunal fijará, por auto
expreso, una nueva oportunidad para su ejecución.

¿Qué tribunales son competentes para la ejecución de la sentencia?


Expresa la Ley (art. 181) que:
Los Tribunales del trabajo competentes de primera instancia, harán ejecutar las
sentencias definitivamente de primera instancia, harán ejecutar  las sentencias
definitivamente firmes y ejecutoriadas o cualquier otro acto que tenga fuerza de tal,
que hubieren dictado, así como los que dicten los Tribunales Superiores del Trabajo o
el Tribunal Supremo de Justicia, según sea el caso.
Esos tribunales son los de Sustanciación, Mediación y Ejecución, quienes
podrán, para cumplir con sus funciones, solicitar el auxilio de la fuerza pública.
Poderes del juez ejecutor
El juez ejecutor de la sentencia o demás actos asimilables a ella es el de
Sustanciación, Mediación y Ejecución. De acuerdo con la Ley Orgánica una vez que
la sentencia haya quedado definitivamente firme (agotados los recursos si los tiene) el
juez deberá dictar un auto ordenado su ejecución (sentencias condenatorias). Dejará
transcurrir, como se dijo, tres (3) días hábiles para que la parte vencida cumpla
voluntariamente. SI la ejecución forzosa no se llevara a efecto en la oportunidad

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señalada el tribunal fijara por auto expreso una nueva oportunidad para su ejecución.
Finalmente, vendrá la ejecución forzosa. El auto ejecutado de oficio o a solicitud de
la parte vencedora.
El Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución está facultado para disponer
de todas las medidas que considere pertinentes a los fine de garantizar la efectiva
ejecución del fallo, así como podrá dictar cualquier disposición complementaria para
asegurar la efectividad y resultado de la medida que hubiere decretado (embargos
ejecutivos, depósitos, prohibiciones de enajenar y grabar, actos de administración de
bienes, etc.). Como observamos, el juez laboral tiene las más amplias facultades para
garantizar la ejecución de la sentencia con todas las medidas que no sean contrarias a
derecho. Si en el juicio laboral resulta vencedor el patrono demandante, el juez no
podrá decretar el embargo del salario del ex trabajador, porque el mismo es
inembargable de acuerdo a la Constitución de 1999 (Art.91).
FUNDAMENTO LEGAL
(Ley Orgánica Procesal del Trabajo – Gaceta Oficial No. 37.504 del 13 de
agosto de 2.002)
Titulo VII
Capítulo VIII
Procedimiento de Ejecución
Artículo 180. Cuando la sentencia o un acto equivalente a ella, haya
quedado definitivamente firme, la ejecución forzosa se llevará a cabo al
cuarto (4°) día hábil siguiente, si dentro de los tres (3) días hábiles que la
preceden no ha habido cumplimiento voluntario. Si la ejecución forzosa no
se llevara a cabo en la oportunidad señalada, el Tribunal fijará, por auto
expreso, una nueva oportunidad para su ejecución.
Artículo 181. Los Tribunales del Trabajo competentes de primera
instancia, harán ejecutar las sentencias definitivamente firmes y
ejecutoriadas o cualquier otro acto que tenga fuerza de tal, que hubieren
dictado, así como los que dicten los Tribunales Superiores del Trabajo o el
Tribunal Supremo de Justicia, según sea el caso.
Artículo 182. Para la ejecución de las sentencias y demás decisiones
que legalmente se dictaren, los Tribunales del Trabajo podrán solicitar el
auxilio de la fuerza pública.
Artículo 183. En la ejecución de la sentencia, se observará lo
dispuesto en el Capítulo IV, Libro Segundo del Código de Procedimiento
Civil, en cuanto no se oponga a lo dispuesto en la presente Ley; pero se

20
anunciará el remate con la publicación de un solo cartel y el justiprecio de
los bienes a rematar los hará un solo perito designado por el Tribunal.
En ningún caso la aplicación supletoria prevista en el presente
artículo puede contrariar los principios de brevedad, oralidad, inmediación
y concentración establecidos en esta Ley.
Artículo 184. El juez de Ejecución está facultado para disponer de
todas las medidas que considere pertinentes, a fin de garantizar la efectiva
ejecución del fallo y que esta discusión no se haga ilusoria.
Podrá también el Juez dictar cualquier disposición complementaria
para asegurar la efectividad y resultado de la medida que hubiere
decretado.
Artículo 185. En caso de que el demandado no cumpliere
voluntariamente con la sentencia, procederá el pago de intereses de mora
sobre las cantidades condenadas, las cuales serán calculadas a la tasa de
mercado vigente, establecida por el Banco Central de Venezuela para los
intereses sobre prestaciones sociales y correrán desde la fecha del decreto
de ejecución, hasta la materialización de ésta, entendiéndose por esto
último, la oportunidad del pago efectivo, en el lapso establecido en la
presente Ley. Igualmente, procederá la indexación o corrección monetaria
sobre las cantidades condenadas, la cual debe ser calculada desde el
decreto de ejecución hasta su materialización, entendiéndose por esto
último la oportunidad de paga efectivo.
Artículo 186. Contra las decisiones del Juez, en la fase de ejecución,
se admitirá recurso de apelación a un solo efecto, dentro de los tres (3) días
hábiles siguientes, contados a partir del acto que se impugna, la misma
será decidida en toma oral e inmediata, previa audiencia de parte, dentro
de los cinco (5) días hábiles siguientes, por el Tribunal Superior del
Trabajo; contra dicho fallo no se admitirá recurso de casación.
La no comparecencia del recurrente a la audiencia se entenderá
como el desistimiento que el mismo hace de la apelación.

REQUISITOS -FORMALIDADES. LA INDEXACIÓN JUDICIAL.

SCS 29-10-2009
Ponencia del Magistrado Alfonso Valbuena Cordero. Exp.  08-1913, dec. 1638:
Ajuste por inflación: diferentes criterios aplicables según la fecha de la
sentencia
 
Ahora bien, esta Sala de Casación Social con relación al artículo
185 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, mediante fallo sentencia Nº
630 de fecha 16 de junio del año 2005 (caso: José

21
Cristóbal  Isea Gómez contra C.A. Electricidad de Occidente), estableció
lo siguiente:
 
(…) la Ley Procesal Laboral, contempla la indexación sólo en fase
de ejecución cuando existiere incumplimiento voluntario del condenado,
la cual de conformidad con la norma anteriormente transcrita [artículo
185 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo] operará desde el decreto
de ejecución hasta su cumplimiento efectivo.
 
Ahora bien, este criterio debe ser aplicado para aquellos casos en
los cuales la causa se haya ventilado bajo los parámetros de la vigencia
de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, de lo contrario, es decir, si se
tratare (…) de una causa que ha sido arrastrada desde el derogado
procedimiento laboral, debe aplicarse, en obsequio a la justicia, el criterio
mantenido por esta Sala previo a la entrada en vigencia de la Ley
Adjetiva mencionada, en cuanto a la indexación.
 
Del extracto jurisprudencial transcrito se desprende que, en el
régimen de la vigente Ley Orgánica Procesal del Trabajo, la indexación o
corrección monetaria se ordenará pagar sólo en el supuesto de que el
patrono condenado mediante sentencia, no cumpla voluntariamente con
los pagos señalados, esto es, en el supuesto de la ejecución forzosa de la
sentencia, de conformidad con el artículo 185 eiusdem.
 
El caso sub examine se inició bajo la vigencia de la Ley
Orgánica Procesal del Trabajo, ya que la demanda se interpuso en fecha
18 de febrero del año 2005, por tanto, lo correcto es el cálculo de la
corrección monetaria en caso de incumplimiento voluntario de la
sentencia por parte del condenado y no desde la admisión o notificación
de la demanda, como correspondía en las causas iniciadas bajo el imperio
de la legislación anterior, hoy derogada.
 
En este orden de ideas, observa esta Sala que resulta ajustada a la
jurisprudencia de la Sala la corrección monetaria acordada en la
sentencia recurrida (en el supuesto de la ejecución forzosa).
 
A mayor abundamiento, cabe destacar sentencia de esta Sala Nº
1841 de fecha 11 de noviembre del año 2008 (caso: José Soledad
Surita  Corralez contra Maldifassi & Cia, C.A.), en la que se indicó lo
siguiente:
 
Ahora bien, a criterio de esta Sala, y en cumplimiento de la labor
pedagógica que ésta ha asumido, es propicia la oportunidad para hacer
algunas precisiones de carácter normativo y jurisprudencial, relacionadas
con los intereses moratorios y con la corrección monetaria de las

22
cantidades que una vez concluida la relación laboral queda a deber el
patrono al trabajador, su génesis normativa, su evolución, y algunas
propuestas sobre la interpretación que a éstos debe dársele bajo la óptica
de nuestro derecho positivo.
(Omissis)
En lo que se refiere a la corrección monetaria, ratifica esta Sala
la fundamentación ideológica que jurisprudencialmente se le ha dado a la
misma y para ello asume como suyo el criterio sostenido por la Sala
Constitucional en decisión Nº 2191 de fecha 06 de diciembre de 2006
cuando dejó establecido que la indexación -o ajuste inflacionario- opera
en virtud del incumplimiento o retardo en el que incurre una de las partes
que se ha comprometido en una obligación, de modo que la indexación
comporta una justa indemnización capaz de reparar la pérdida material
sufrida y compensar el daño soportado, con la finalidad de que la
tardanza en el cumplimiento no comporte una disminución en el
patrimonio del acreedor.
 
Dispone también este máximo órgano jurisdiccional que en
consecuencia, y salvo que la ley diga lo contrario, quien pretenda cobrar
una acreencia y no reciba el pago al momento del vencimiento de la
obligación, tiene derecho a recibir el pago en proporción al poder
adquisitivo que tiene la moneda para la fecha efectiva del mismo, y que
sólo así, recupera lo que le correspondía recibir cuando se venció la
obligación y ella se hizo exigible. (S/C 20-03-06 Nº 576).
 
Por otra parte, ratifica esta Sala de Casación Social, el discurrir
histórico de esta institución dentro de la jurisprudencia patria, y a tal
efecto reproduce, las consideraciones formuladas en tal sentido, en
decisión Nº 595 de fecha 22 de marzo de 2007, que a su vez, ratifica la
sentencia Nº 111 de fecha 11 de marzo de 2005, en la cual se dispuso que
la corrección monetaria en los juicios laborales que tengan por objeto la
cancelación de las prestaciones sociales de los trabajadores, es declarada
materia de orden público social, esto, según lo estimado por la Sala de
Casación Civil de la extinta Corte Suprema de Justicia, en sentencia de
fecha 17 de marzo de 1993 (Camillius Lamorell contra Machinery Care y
otro), en la cual se apuntó que el ajuste monetario podía ser acordado de
oficio por el Juez, aun sin haber sido solicitado por el interesado, con
fundamento en la noción de irrenunciabilidad de las disposiciones y
normas que favorezcan a los trabajadores, y basado en que la restitución
del valor de las obligaciones de dinero al que poseía para la fecha de la
demanda, no es conceder más de lo pedido, sino conceder exactamente lo
solicitado, teniendo en cuenta que el trabajador tiene el derecho
irrenunciable a la prestación no disminuida por la depreciación
cambiaria.
 

23
(Omissis).
 
Debe agregarse aquí otro razonamiento jurisprudencial de esta Sala
de Casación Social, y es que cuando el trabajador demanda asume por
hecho que, de tener la razón, recibirá nominal y materialmente el monto
que se le adeuda, por lo que cuando no se respeta el verdadero valor
monetario de la controversia se transgrede el principio de protección de
la confianza legítima, arraigado en otro principio cardinal para el Estado
de Derecho: el de seguridad jurídica, y se favorece el enriquecimiento sin
causa del patrono.
 
Posteriormente, la Sala de Casación Civil, en sentencia Nº 414 de
fecha 28 de noviembre de 1996 (Mario Sánchez contra Viajes
Venezuela, C.A.), precisó que en aquellos juicios laborales que tuvieran
por objeto el pago de prestaciones sociales, el riesgo de la demora
judicial no podía recaer en el trabajador victorioso, sino sobre el patrono
que no tuvo razones para incumplir su obligación y que siempre pudo
poner fin al proceso en todo estado y grado de la causa, clarificando así
que en sucesivos fallos debía excluirse del período computable para el
cálculo inflacionario, la demora procesal por hechos fortuitos o causas de
fuerza mayor; por huelgas de los trabajadores tribunalicios, de jueces,
etc., y el aplazamiento voluntario del proceso por manifestación de las
partes (Parágrafo. 2º del artículo 202 del Código de Procedimiento Civil).
 
Ahora bien, en relación con la evolución de la corrección
monetaria en materia laboral, el criterio sostenido en forma pacífica
y reiterada por esta Sala de Casación Social con respecto a su
cálculo, es que el mismo debe computarse desde la fecha de la
notificación de la parte demandada hasta que la sentencia quede
definitivamente firme, excluyendo el lapso en que el proceso haya
estado suspendido por acuerdo de las partes, y aquellos períodos en
los cuales la causa estuviere paralizada por motivos no imputables a
ellas, es decir, hechos fortuitos o fuerza mayor, criterio éste
ratificado por este alto tribunal, según sentencia de fecha 12 de abril
del año 2005. (Decisión Nº 1176/22-09-2005).
 
Dándole continuación a las consideraciones sobre
el premencionado (sic) artículo 92, debe mencionarse que la Sala
Constitucional, en la decisión citada anteriormente, al referirse al
contenido del mismo también dejó consagrado: (omissis).
 
Así las cosas, partiendo de un análisis gramático-contextual
tenemos que dicha norma del cuerpo adjetivo laboral prevé dos sanciones
pecuniarias que paralelamente van consustanciadas con la condena en los
juicios de naturaleza laboral.

24
 
En primer término, el artículo 185 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo consagra, el pago de intereses moratorios que se generan a raíz
de la condena judicial…(omissis).
 
Consagra entonces, la norma sub análisis también la procedencia
de la indexación o corrección monetaria desde el decreto de ejecución de
la sentencia hasta la oportunidad efectiva del pago, es decir, que conteste
con la norma ut supra transcrita, en el vigente proceso laboral la
corrección monetaria o indexación procede en aquellos casos en que, una
vez cuantificada la condena, el perdidoso no cumpliere voluntariamente
con la misma, a partir de la ejecutoriedad del fallo, y no desde la
admisión o notificación de la demanda como sucedía bajo el régimen
procesal laboral anterior. En este orden de ideas, esta Sala ha sostenido lo
siguiente: (omissis).
 
Con fundamento en los criterios expuestos y en las normas
parcialmente transcritas, la Sala en ejercicio de su labor
interpretativa, fundamentada en la justicia y la equidad, en su
incansable esfuerzo de humanizar el proceso, y teniendo en cuenta
que la nueva concepción que del Estado propugna nuestra Carta
Magna exige una visión del derecho compenetrada con todos los
sectores de la sociedad, a fin de minimizar en lo posible y mediante la
interpretación jurídica, los desajustes que en ella puedan coexistir, lo
que implica que la interpretación y aplicación del derecho tenga en
cuenta la realidad social a fin de no agravar más la condición de
vulnerabilidad en que se encuentran algunos de sus sectores en
relación a otros, o a su calidad de vida, tomando en cuenta que el
incumplimiento del pago de las acreencias del trabajador trastoca el
interés social, lo que exige una participación del Juez para que el
postulado constitucional de Estado Social de Derecho y de justicia
alcance concreción práctica (Vid. Sent. S. C. N° 576 del 20 de marzo
de 2006), y después de una profunda revisión de los criterios
anteriormente expuestos, esta Sala estima conveniente hacer las
siguientes consideraciones:
 
La citada norma adjetiva laboral (artículo 185), tal como lo
señala la Exposición de Motivos de dicha Ley “plasma como derecho
positivo, la inveterada jurisprudencia del Tribunal Supremo de Justicia,
sobre la corrección monetaria del objeto de la pretensión (…)”.
 
Efectivamente, ya esta Sala de Casación Social se había
pronunciado respecto de la indexación por la pérdida de valor de la
moneda durante la fase de ejecución del proceso, específicamente en la
ejecución forzosa del fallo; en este sentido, entre otras, en decisión N° 12

25
del 6 de febrero de 2001 (caso: José Benjamín Gallardo González
contra  Andy de Venezuela, C.A.) se sostuvo: (omissis).
 
Como se observa, la Ley Orgánica Procesal del Trabajo recogió la
jurisprudencia de esta Sala, que ya le atribuía al patrono que hubiese sido
condenado al pago, la pérdida del poder adquisitivo de la moneda como
consecuencia de la inflación, durante la ejecución forzosa de la sentencia,
máxime cuando tal demora le es imputable porque pudo darle
cumplimiento voluntario al fallo y satisfacer así su deuda con el
trabajador.
 
No obstante, esta Sala aprecia que, limitar la corrección monetaria
al lapso de ejecución forzosa, implica una ruptura con los avances que en
materia se habían logrado por vía jurisprudencial al desnaturalizar dicha
figura jurídica. (Omissis).
 
Cuando el trabajador, ante el incumplimiento culposo por parte del
deudor de la obligación, activa los órganos de administración de justicia,
deberá esperar el tiempo que necesariamente requiere la culminación del
proceso –pese a que el nuevo proceso laboral destaca frente al anterior
por haber acortado significativamente su duración, al inspirarse en
principios de brevedad, celeridad y concentración, constituye una
actividad dinámica que se desarrolla en el tiempo– para obtener un
pronunciamiento judicial. Así, la fase de cognición de la causa podría
implicar una demora en el cumplimiento del patrono, y, ante la
improcedencia de la corrección monetaria durante ese lapso, es el
trabajador quien soporta la pérdida del valor adquisitivo de la moneda en
razón de la inflación –lo cual constituye una máxima de experiencia
conteste con la consolidada jurisprudencia de este máximo Tribunal–,
porque en definitiva recibe una cantidad inferior a la que se le adeudaba,
desde el punto de vista de su poder adquisitivo y no nominal.
 
En consecuencia, a fin de permitir que el trabajador obtenga una
cantidad igual a la que se le debía para el momento de poner en mora al
empleador, es indispensable que esa suma sea actualizada a través del
mecanismo de la indexación, lo que debe realizarse incluso en aquellas
causas que hayan comenzado bajo el régimen procesal laboral vigente.
 
En este orden de ideas, la Sala precisó en fallos anteriores que el
cómputo de la corrección monetaria debe hacerse a partir de la fecha en
que haya sido notificada la parte demandada -y no desde la admisión de
la demanda-, porque sólo entonces ésta tiene conocimiento del ejercicio
del derecho de crédito por parte de su titular, quien exige el
cumplimiento de la obligación.
 

26
Conteste con lo anterior, esta Sala de Casación Social establece
en la presente decisión algunas parámetros que deberán ser tomados
en cuenta por los jurisdicentes al momento de hacer la condena de
los intereses moratorios e indexación previstos constitucional y
legalmente, y que constituyen la nueva doctrina jurisprudencial de
esta Sala, en el sentido infra detallado, a ser aplicada tanto en los
procedimientos iniciados bajo el iter procesal consagrado en la Ley
Orgánica de Tribunales y de Procedimientos del Trabajo, como en
los iniciados o que se inicien en lo sucesivo bajo el vigente régimen
adjetivo laboral.
 
En tercer lugar, y en lo que respecta al período a indexar de los
otros conceptos derivados de la relación laboral, su inicio será la fecha de
notificación de la demandada en el nuevo proceso y de citación en el
procedimiento derogado, por las razones y fundamentos anteriormente
explanados hasta que la sentencia quede definitivamente firme,
excluyendo de dicho cálculo los lapsos sobre los cuales la causa se haya
paralizado por acuerdo entre las partes, por hechos fortuitos o de fuerza
mayor, tales como la implementación de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo y por vacaciones judiciales.
 
(Omissis)
 
 
                   En efecto, aun cuando con posterioridad a la fecha en
que fue dictada la sentencia recurrida (23-10-08), esta Sala estableció un
nuevo criterio jurisprudencial en relación con la indexación o corrección
monetaria, resulta de imposible aplicación al caso sub iudice, por cuanto,
no es procedente aplicar nuevas orientaciones jurisprudenciales hacia el
pasado, pues esto atentaría también contra los principios de seguridad
jurídica, tal como se refirió esta Sala en la propia sentencia que contiene
el cambio jurisprudencial, en los siguientes términos:
 
Es necesario destacar que esta nueva orientación jurisprudencial
únicamente podrá aplicarse hacia el futuro, a partir del dispositivo oral
del fallo proferido por la Sala, a fin de evitar una aplicación retroactiva
de un viraje jurisprudencial, la cual iría en contra de la seguridad jurídica
que debe procurarse en un Estado de Derecho, tal como lo ha afirmado la
Sala Constitucional de este alto Tribunal.
 
Con fundamento en estas consideraciones, se determina que la
recurrida aplicó el artículo 177 de la Ley Orgánica  Procesal del Trabajo
denunciado como infringido por el formalizante, dándole su correcta
interpretación, en tanto que empleó el criterio jurisprudencial dictado por
esta Sala para los casos sustanciados y decididos bajo la vigencia de la

27
actual ley procesal laboral, el cual era el imperante al momento de
producirse la decisión recurrida.
 
 
6-2-01
No se excluyen huelgas y retardos
SENTENCIA SCS 6-2-01. PONENCIA DEL MAGISTRADO
DOCTOR JUAN RAFAEL PERDOMO. JOSÉ BENJAMÍN
GALLARDO GONZÁLEZ contra ANDY DE VENEZUELA, C.A.. Exp.
Nº 99-515, sentencia Nº 12:
Profundizando en el criterio sostenido por la Sala de Casación Civil
de la Corte Suprema de Justicia en fecha 28 de noviembre de 1996 y
acogiendo el criterio expuesto por la doctrina patria, según el cual:
“…La indexación tiene su base en la reparación total del daño y si
por vía judicial se establece la responsabilidad del demandado, éste ha de
satisfacer plenamente la deuda.”
“En efecto, si bien el problema de la lentitud de la administración
de justicia no debería recaer sobre el deudor, pues con mayor razón no
debe pesar sobre el acreedor. Y este último es quien resulta perjudicado
con esta nueva tendencia de la jurisprudencia. Excluir de la corrección
monetaria los períodos de inactividad procesal imputables a la lenta
administración de justicia, tales como las huelgas o el período de
sentencia el cual puede durar años, resulta a todas luces incompatible con
las ideas que inspiran la indexación; esta no es una sanción susceptible de
ser excluida según las circunstancias, es simplemente un ajuste por
inflación que debe tener lugar si la sentencia definitiva declara con lugar
el pago de la deuda. Desde el punto de vista sustancial, el deudor está
devolviendo la misma cantidad a la que estaba obligado inicialmente.”
(DOMÍNGUEZ G., María C. Consideraciones procesales sobre la
indexación laboral. Revista de la Facultad de Ciencias Jurídicas y
Políticas, Nro. 117, UCV, Caracas, 2000, pp. 246-247).
Es el caso que, reconocida la pertinencia de ordenar la indexación
judicial de las cantidades reclamadas por el trabajador y acordadas en el
fallo, considera la Sala que la misma debe calcularse desde la fecha de
admisión de la demanda, pues es imputable al trabajador la tardanza en
ejercer el derecho a reclamar por vía judicial.
Por otra parte, reconociendo la Sala que en muchas oportunidades
el pronunciamiento de la sentencia se dilata por causas ajenas a la
voluntad de las partes, inclusive por causas de fuerza mayor o por hechos
fortuitos, se presenta la circunstancia que el patrono sigue teniendo en su
patrimonio un dinero que le corresponde al trabajador, por lo que no es a
este último al que le corresponde cargar con las consecuencias de la
pérdida del valor de la moneda, según lo ya expuesto.
Por tal razón establece esta Sala que lo pertinente es que la
indexación debe ser calculada desde la admisión de la demanda hasta la

28
fecha de la ejecución de la sentencia, entendiéndose por esto último la
oportunidad del pago efectivo y no el mero auto mediante el cual el
Tribunal decreta la ejecución de la sentencia, pues entre ambos
momentos puede transcurrir un período considerable que redundaría en
perjuicio del trabajador. Únicamente pueden ser excluidos del
cálculo indexatorio los períodos en los cuales la causa se encuentra
suspendida por acuerdo de ambas partes, pues en dicha suspensión sí
tiene responsabilidad el trabajador.
A fin de asegurar lo anterior, una vez que la sentencia definitiva
haya quedado firme y liquidado e indexado como sea el monto de la
condena, el Tribunal, a petición de parte interesada, decretará la
ejecución y fijará el lapso para el cumplimiento voluntario del fallo, en
conformidad con lo establecido en el artículo 524 del Código de
Procedimiento Civil. Si el ejecutado no cumple voluntariamente con la
decisión, el Tribunal ordenará la ejecución forzada y, a petición de parte,
decretará medida ejecutiva de embargo sobre bienes determinados o
librará el respectivo mandamiento de ejecución, para que sea practicada
la medida sobre bienes del deudor, hasta por el doble del monto de la
condena más las costas procesales por las cuales se siga ejecución, en
conformidad con lo dispuesto en los artículos 526 y 527 eiusdem.
Una vez cobrado el monto inicialmente ordenado por el Tribunal,
tendrá derecho el trabajador a solicitar que el Tribunal de la ejecución, es
decir aquél que fue el Tribunal de la causa, calcule la pérdida de valor de
la moneda durante el procedimiento de ejecución forzosa de lo decidido y
ordene pagar la suma adicional que resulte, la cual asimismo será objeto
de ejecución forzosa en caso de falta de cumplimiento voluntario, pues
sólo así puede el proceso alcanzar su finalidad de garantizar una tutela
jurídica efectiva.
De igual manera se procederá en cualquier procedimiento de índole
laboral, que implique el pago de cantidades de dinero, cada vez que el
patrono no dé cumplimiento voluntario a la decisión judicial.
El criterio expresado en este fallo halla su más alta fundamentación
en el artículo 92 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, que establece la exigibilidad inmediata de los créditos
laborales y expresamente los considera deudas de valor.

18-12-00
Carácter alimentario de las prestaciones
Son obligaciones de valor
Orden de oficio no es ultrapetita
No es necesario probar el daño sufrido por la depreciación
SENTENCIA SCS 18-12-00. PONENCIA DEL MAGISTRADO
DOCTOR JUAN RAFAEL PERDOMO. JOSÉ RAFAEL FERNÁNDEZ

29
ALFONZO contra I.B.M. DE VENEZUELA S.A. Exp. Nº 99-398,
sentencia Nº 542:
Argumenta la recurrente que la indexación o corrección monetaria
es contraria a derecho, no existiendo norma alguna que rectamente
interpretada permita que las obligaciones nominales se conviertan en
obligaciones de valor, no siendo posible que ello se desprenda de la
interpretación a contrario del artículo 1.737 del Código Civil.
Ahora bien, es un hecho aceptado por la doctrina y establecido en
forma expresa por la jurisprudencia (sentencia del 17 de marzo de
1993, Lamorel contra Machinery Care y otro.) que las prestaciones que
percibe el trabajador como resultado de su labor tienen carácter
alimentario, pues la remuneración, acreencia legal del trabajador, son el
sustento indispensable para su vida y bienestar y el de su familia.
También es un hecho aceptado por la doctrina y establecido por la
desaparecida Corte Suprema de Justicia en la sentencia supra citada, que
las obligaciones alimentarias, tanto de carácter familiar como de
naturaleza laboral, son obligaciones de valor; es decir, que sólo se
cumplen fielmente cuando el deudor satisface las necesidades que esa
obligación está dirigida a cubrir: mantener, educar, e instruir al
alimentado, independientemente que la suma de dinero indispensable
para tal fin se haya incrementado por efecto de la disminución del
cambio de la moneda. “Sus características serían la fijeza de su objeto
(un hacer necesario para asegurar la vida de otro), y la variabilidad de su
expresión monetaria (que exige ajustar la pensión al valor real expresado
por su poder de compra) (MELICH ORSINI, J. El incumplimiento de las
obligaciones pecuniarias en el Derecho Venezolano, Revista de Derecho
Mercantil. Año II, Nro. 4, 1987, p 102).
Con base en dichos razonamientos, la Sala de Casación Civil de la
Corte Suprema de Justicia estableció que las cantidades de dinero que se
ordenen pagar en un fallo judicial recaído en el proceso en el que se
reclama el pago de prestaciones sociales y otros conceptos derivados de
la relación de trabajo, deben ser indexadas calculando la pérdida del
poder adquisitivo del dinero, desde la fecha en que se admitió la demanda
hasta la ejecución del fallo, es decir hasta la total y definitiva cancelación
de la deuda y que ello obedece a que, el retardo en el pago oportuno de
las cantidades que debieron ser canceladas al culminar la relación laboral
representa para el deudor moroso en época de inflación y de pérdida del
valor real de la moneda, una ventaja que la razón y la moral rechazan,
tanto más, cuando como en caso del trabajo subordinado, la vida, la salud
y el bienestar del trabajador titular de la acreencia, dependen del
tempestivo cumplimiento del patrono de las prestaciones legalmente
debida.
Entonces, debe reiterar la Sala en esta oportunidad que, dado el
carácter alimentario de las acreencias de las cuales es titular el trabajador
como resultado de la prestación de servicios, las mismas son deudas de

30
valor desde su nacimiento y por tanto la procedencia del ajuste por
inflación del monto que se debe pagar de las mismas cuando el patrono
se retarda en su cumplimiento es procedente y no resulta de una
interpretación a contrario del artículo 1.737 del Código Civil como alega
la recurrente.
La orden de practicar de oficio la indexación judicial de las
cantidades que se ordena pagar no constituye ultrapetita, por cuanto al
tratarse de obligaciones de valor se paga al trabajador exactamente lo
solicitado en la demanda y acordado en la sentencia.
En cuanto al argumento de falta de aplicación del artículo 1.277 del
Código Civil que es la norma que regula la sanción al deudor por su
retardo en el cumplimiento de una obligación pecuniaria, este Supremo
Tribunal considera que la misma no es aplicable en los casos de la mora
del patrono en el cumplimiento de las obligaciones derivadas de la
relación de trabajo, pues como ya se ha expuesto éstas no son
obligaciones pecuniaria o de dinero sino de valor; por tanto, la reparación
del daño que ocasiona la mora no se resarce con el pago de intereses, ya
sean convencionales o legales, sino mediante el restablecimiento a
plenitud del patrimonio del acreedor dañado por el incumplimiento,
teniendo en cuenta que el trabajador tiene el derecho irrenunciable una
prestación no disminuida por la depreciación cambiaria.
   En cuanto al planteamiento formulado por la recurrente sobre la
necesidad de probar el daño sufrido por la pérdida del valor de la
moneda, debe la Sala acotar que ello es inoficioso pues el daño sufrido
por el retardo en el pago, que puede inferir el Juez mediante la aplicación
de una máxima de experiencia, es producto de la inflación acaecida, y
como ya lo ha determinado la jurisprudencia, la inflación es un hecho
notorio exento de prueba, según dispone el artículo 506 del Código de
Procedimiento Civil.
El criterio expresado en este fallo halla su mas alta fundamentación
en el artículo 92 de la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, que establece la exigibilidad inmediata de los créditos
laborales y expresamente los considera deudas de valor.

27-7-00
Cálculo de la corrección monetaria debe hacerlo el Juez de la
ejecución
SENTENCIA SCS 27-7-00. PONENCIA DEL MAGISTRADO
DOCTOR JUAN RAFAEL PERDOMO. DARÍO SALAZAR GARCÍA
contra OLYMPIA DE VENEZUELA, C.A. Exp. Nº 99-1054, sentencia
Nº 301:
Si el Juez de la recurrida ordenó que el cálculo de la corrección
monetaria la hiciera el Juez a quo, no es porque fuera incapaz de hacer él
mismo tal cálculo o encontrara dificultades para ello; sino que, como ya

31
se expuso, procediendo el ajuste por inflación de las cantidades que se
ordenan pagar, desde la fecha de la demanda hasta la fecha de la
ejecución, únicamente después de decretada la ejecución es que es
posible hacer tal cálculo, es cuando se sabe hasta qué momento concreto
debe calcularse la corrección monetaria, requiriendo únicamente la
información sobre la inflación acaecida en el país y la cual debe
solicitarla el propio juez al Banco Central de Venezuela, lo cual no es
nada extraordinario, porque lo mismo hacen los expertos en los casos en
los que se les designa para hacer la corrección monetaria.
Además, tal cálculo debe hacerlo precisamente el Juez de Primera
Instancia y no la Alzada, por corresponderle al Juzgado a quo la
ejecución de la sentencia y consecuentemente las diligencias para la
liquidación de la deuda, de conformidad con lo previsto en los artículos
523 y 527 del Código de Procedimiento Civil.
 

EXPERTICIA COMPLEMENTARIA DEL FALLO.

El Tribunal le otorga un lapso de cinco (5) días hábiles para la práctica de la


experticia, de conformidad con los artículos 11 y 65 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo
Que “la Ley Orgánica Procesal del Trabajo (LOPTRA) prevé que para la
‘prueba de experticia’ es al Tribunal a quien corresponde el nombramiento del (o los)
perito(s), según el artículo 94 de dicho texto legal, también es cierto que, en materia
de experticia complementaria del fallo –distinta a la experticia como medio
probatorio- nada dispone la LOPTRA específicamente, en cuyo caso, de conformidad
con el artículo 11 de la LOPTRA, el Juez del Trabajo estaría habilitado para aplicar,
analógicamente, disposiciones procesales establecidas en el ordenamiento jurídico,
sin embargo, en el capítulo VIII; del Título VII de la LOPTRA, se regula el
‘Procedimiento de Ejecución’”.
Que, “de las normas precedentemente transcritas (artículos 183 de la L.O.P.T.,
527 y 249 del C.P.C.), se colige que: 1) De acuerdo a la LOPTRA, para la ejecución
de la sentencia, se debe aplicar lo dispuesto en el Título IV del Libro Segundo del
CPC; 2) Que, de conformidad con el artículo 527 CPC, Si no fuere líquida la deuda,

32
el juez debe disponer lo conveniente para que se practique la liquidación con arreglo
a lo establecido en el artículo 249; 3) Que, si el Juez no pudiere estimarla según las
pruebas, dispondrá que esta estimación la hagan los peritos; y 4) Que, en estos casos
la experticia se tendrá como complemento del fallo ejecutoriado; pero las partes
podrán reclamar contra la decisión de los expertos, alegando que esta se encuentra
fuera de los límites del fallo, o que es inaceptable la estimación por excesiva o por
mínima”.

NULIDAD DE LA SENTENCIA.

Los tribunales del trabajo competentes no le darán curso alguno a los recursos
contenciosos administrativos de nulidad, hasta tanto la autoridad administrativa del
trabajo no certifique el cumplimiento efectivo de la orden de reenganche y la
restitución de la situación jurídica infringida.
Artículo 513 LOTTT. Procedimiento para atender reclamos de trabajadores y
trabajadoras. El trabajador, trabajadora, o grupo de trabajadores y trabajadoras,
podrán introducir reclamos sobre condiciones de trabajo, por ante la Inspectoría del
Trabajo de su jurisdicción. Los reclamos interpuestos serán atendidos por la
Inspectoría del Trabajo de acuerdo al siguiente procedimiento.

REVISIÓN DE JURISPRUDENCIAS Y EXPEDIENTES DE


TRIBUNALES.

Los Tribunales del Trabajo competentes de primera instancia harán ejecutar las
sentencias definitivamente firmes y ejecutoriadas o cualquier otro acto que tenga
fuerza de tal, que hubieren dictado, así como los que dicten los Tribunales Superiores
del Trabajo o el Tribunal Supremo de Justicia, según sea el caso (…)’. De igual
forma, prescribe el artículo 17 de la Ley in commento: ‘(…) La fase de sustanciación,
mediación y ejecución estará a cargo de un Tribunal unipersonal que se denominará

33
Tribunal de Sustanciación, Mediación y Ejecución del Trabajo. La fase de
juzgamiento corresponderá a los Tribunales de Juicio del Trabajo (…)’.
De la normativa parcialmente transcrita se colige, que según el nuevo sistema
procesal del trabajo, el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución, es el
competente para ejecutar el fallo y no el Juez de Juicio, quien se pronuncia sobre el
fondo o resuelve el mérito de la causa. Siendo ello así, en el caso sub iudice, el
Juzgado Segundo Transitorio de Primera Instancia de Sustanciación, Mediación y
Ejecución del Trabajo de esta Circunscripción Judicial, actuó ajustado a los límites de
su competencia cuando procedió a practicar la experticia complementaria del fallo
que fuere precedentemente ordenada por el Tribunal de Juicio mediante sentencia
definitivamente firme, aunado a que en el presente caso no están dados ninguno de
los elementos de incompetencia por razón de la materia, territorio o cuantía que haga
procedente la declaratoria solicitada, debiendo en consecuencia, desestimarse la
denuncia esgrimida en tal sentido por la representación judicial apelante y así se deja
establecido.
A continuación, Sala Constitucional expone los criterios y lapsos de decisión,
formalidades y demás:
Jurisprudencia  
Ponencia de la Magistrada doctora CARMEN ELVIGIA PORRAS DE
ROA
 
En el procedimiento por cobro de diferencia de prestaciones sociales,
seguido por el ciudadano RAFAEL ENRIQUE GORDILLO DELGADO,
titular de la cédula de identidad Nº V-8.871.267, representado judicialmente
por los abogados Celia del Valle Figuera, Rosalía García Contreras y Vicky
Lee de Gordillo, contra la sociedad mercantil VENEZOLANA DE
PRERREDUCIDOS CARONÍ C.A., (VENPRECAR) representada
judicialmente por los abogados Justo Rafael Castillo Martínez, Maximiliano
Hernández, Sibeles del Nogal, Joaquín Montoya, Flavia Zarins Wilding,
Sara Cristina Padovan Pío, Reinaldo Guilarte Lamuño, Marinella Rendón
Delepiani, María Esther Ortigosa Beltrán, Daniel Crincoli, Alejandro Tovar
Cadenas, Ada María Millán Castro, Maragaret del Valle Vásquez, Fabiola
González Valladares Alfred Hung Rivero y María Gabriela Reingruber
Estevez; el Tribunal Superior Tercero del Trabajo de la Circunscripción
Judicial del Estado Bolívar, mediante decisión de fecha 25 de julio de 2007,
declaró sin lugar los recursos de apelación interpuestos por la parte

34
demandante y demandada, y confirmó el fallo proferido por el Juzgado
Primero de Transición de Primera Instancia de Juicio del Trabajo de la
referida Circunscripción Judicial, en fecha 28 de octubre de 2004, que
declaró parcialmente con lugar la demanda.
Contra la sentencia de alzada, el 6 de marzo de 2008, la representación
judicial de la parte actora anunció recurso de casación, admitido y
formalizado en el término legal. Hubo impugnación.
 
Recibido el expediente en esta Sala de Casación Social, el 10 de abril de
2008 se dio cuenta del asunto y se designó ponente a la Magistrada doctora
CARMEN ELVIGIA PORRAS DE ROA, quien con tal carácter suscribe la
decisión.
 
Concluida la sustanciación del recurso, las partes comparecen a la
audiencia oral, pública y contradictoria celebrada en fecha veintitrés (23) de
abril de 2009, y se dictó fallo oral e inmediato, a tenor de lo previsto en el
artículo 174 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
 
En esta oportunidad, pasa la Sala a publicar la sentencia, de conformidad
con lo establecido en la citada disposición legal, previa advertencia de que
por razones de estricta metodología, se alterará el orden enunciado en las
denuncias, en los siguientes términos:
 
DEL RECURSO DE CASACIÓN
CAPÍTULO I
QUEBRANTAMIENTOS DE FORMAS PROCESALES
-I -
De conformidad con el artículo 168, numeral 1 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, delata infracción de los artículos 4 y 5 de la Ley
adjetiva laboral, 26, 49 y 257 de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela, por violación del debido proceso.
 
Sostiene el formalizante:
 
En la oportunidad legal, la ciudadana juez de Primera Instancia negó al
demandante, la admisión de la prueba de informe solicitadas en los literales
C del escrito de pruebas del demandante referida a la labor activa o no del
Médico RAFAEL CHAVERO y requerida a la DRA. YNDIRA
CORDOLIANI, sobre la paralización del procedimiento de incapacidad del
Demandante por ante el Instituto Venezolano de los Seguros Sociales, en lo
sucesivo (IVSS) por inconducentes sin motivación alguna. Igualmente negó
la admisión de la prueba de experticia y la Inspección judicial por
impertinente; También sin motivación alguna, negó la admisión de la prueba
libre por ilegal. Dicho auto fue recurrido en Apelación, siendo confirmada la
decisión de primera instancia. Con tal negativa se negó al demandante el

35
derecho a probar, violándose el debido proceso referido a la garantía de
interpretación justificada y razonable de la norma más favorable al derecho
a la defensa, pues como ha sostenido nuestra Sala Constitucional, el juez
puede en la sentencia definitiva evaluar la utilidad, pertinencia y licitud de
los medios aportados por las partes. El vicio es determinante para el
dispositivo porque el demandado no pudo probar que el Dr. Rafael Chavero
ya no ejercía como médico legista de la zona y por ende no se encontraba en
la sede de la Inspectoría del Trabajo para que indicara el fundamento
científico de los informes de capacidad suscritos por el (sic); las razones por
las que la Dra. Yndira Cordoliani, no pudo tramitar oportunamente la
incapacidad laboral del Trabajador por ante el IVSS; con la inadmisión de la
prueba de experticia se impidió probar el daño sufrido en la humanidad del
trabajador, el carácter profesional así como las consecuencias de las mismas
y con la inadmisión (…) de la Prueba Libre se impidió obtener el informe
sobre Condiciones de Riesgo de la empresa. Es por ello que se solicita la
nulidad de todo el proceso y consecuente reposición al estado de admitir
dichas pruebas.
 
Para decidir, la Sala observa:
 
Del contexto de la denuncia, se colige que lo pretendido por el actor es
atacar la infracción del artículo 291 del Código de Procedimiento Civil,
relativa al ejercicio del recurso de apelación contra la sentencia
interlocutoria dictada por el Juzgado Primero de Transición de Primera
Instancia de Juicio del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado
Bolívar, en fecha 6 de julio de 2004, que negó la admisión de las pruebas de
experticia médica, informe requerido a los galenos Yndira Cordoliani y
Rafael Chavero, inspección judicial promovidas con el objeto de demostrar
el origen ocupacional de la enfermedad, las causas de suspensión del
procedimiento de incapacidad ante el Instituto Venezolano de los Seguros
Sociales (IVSS) el tipo de labor, condiciones y factores de riesgo en la
prestación del servicio.
En este sentido, el artículo 291 del Código de Procedimiento Civil,
establece:
Artículo 291.-La apelación de la sentencia interlocutoria se oirá
solamente en el efecto devolutivo, salvo disposición especial en contrario.
 
Cuando oída la apelación, ésta no fuere decidida antes de la sentencia
definitiva, podrá hacérsela valer nuevamente junto con la apelación de la
sentencia definitiva, a la cual se acumulará aquélla.
 
En todo caso, la falta de apelación de la sentencia definitiva, producirá la
extinción de las apelaciones de las interlocutorias no decididas.
 

36
La norma transcrita prevé que de la sentencia interlocutoria se debe oír
apelación en un solo efecto; dispone además que el recurso oído, no
decidido antes de la sentencia definitiva puede ser acumulado junto con la
apelación de la sentencia definitiva, y de faltar éste último recurso, se debe
tener como extinguidas la apelación de las interlocutorias no decididas.
 
Respecto del carácter obligatorio de acumulación de sentencias
interlocutorias, esta Sala, en sentencia Nº 1248 de fecha 29 de septiembre de
2005 (caso: Wajih Salim Moucharrafie contra la sociedad
mercantil Schlumberger de Venezuela, C.A.), estableció:
 
Observa el Tribunal que en el expediente la parte demandada opuso la
cuestión previa de cosa juzgada, la cual fue declarada sin lugar por el a-quo,
decisión contra la cual las partes ejercieron recurso de apelación que fue
oído en un solo efecto.
 
Verifica el Tribunal que no constan en el expediente las resultas del
referido recurso, y a tal efecto, la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia (28 de junio de 2002), ha interpretado el contenido del artículo
291 del Código de Procedimiento Civil, y al efecto ha establecido que la
acumulación prevista en la referida norma resulta obligatoria sólo en
aquellos casos en los que el apelante, cuando se alza contra la sentencia
definitiva, hace valer de nuevo el recurso de apelación pendiente contra la
interlocutoria, y siempre que se trate de asuntos que se sustancien en un
mismo cuaderno.
 
En l caso de autos, observa este Tribunal que el asunto relacionado con la
apelación interpuesta contra la decisión que declaró sin lugar la defensa de
cosa juzgada, aún se encuentra pendiente de decisión y las partes no
hicieron valer dicha apelación en la improcedencia acumular ambos asuntos
o no dictar la sentencia de fondo por estar pendiente la interlocutoria.
 
De lo anteriormente transcrito, observa la Sala que la recurrida no
incurrió en la infracción del artículo 291 del Código de Procedimiento Civil
por falta de aplicación, por cuanto al referirse al punto en específico
estableció, que al no hacer valer las partes la apelación contra la decisión
que declaró sin lugar la defensa de cosa juzgada, en la oportunidad en que
fue dictada la sentencia de mérito, resulta improcedente acumular ambos
asuntos o no dictar la sentencia de fondo por estar pendiente la
interlocutoria.
 
Del pasaje jurisprudencial, transcrito se desprende que sólo resulta
obligatoria la acumulación de la apelaciones de sentencias interlocutorias
con la sentencia definitiva, en aquellos casos en los que el apelante, se alza
contra la sentencia definitiva, haciendo valer de nuevo el recurso de

37
apelación pendiente contra el fallo interlocutorio, siempre que se trate de
asuntos que se sustancien en un mismo cuaderno.
 
De la afirmación que precede, deviene la necesidad de verificar los
términos en que el actor ejerció su medio de gravamen contra la sentencia
definitiva, es decir, sí en el anuncio del recurso de apelación sobre la
definitiva, acumuló la apelación de la sentencia interlocutoria que negó las
pruebas de experticia médica, informes e inspección judicial.
 
En ese sentido, la parte actora en la formalización del recurso de
apelación, arguyó:
 
Del acta de fecha 24 de enero de 2005, que corre inserto a los folios 176
al 178, que resume la celebración de la Audiencia Oral y Pública de
Apelación en la presente causa, se desprenden los fundamentos de las
apelaciones interpuestas por los recurrentes, de conformidad a lo siguiente:
 
La representación judicial de la parte demandante recurrente adujo que el
recurso interpuesto deviene de la certeza que tiene en la procedencia del
derecho que asiste a sus representados, toda vez que -según su decir- se
fundamenta en: -Violación del debido proceso- .No se grabó audiencia de
juicio.- El proceso esta viciado de nulidad absoluta. -Vicio de la sentencia,
no se apega a lo alegado y probado en autos. -Yerra el Juez A Quo en la
valoración de las pruebas. -Si se probaron extremos del hecho ilícito. -La
empresa admite que el trabajador fue intervenido quirúrgicamente.
-Conforme sentencia de 17/05/2000 se pueden reclamar conjuntamente
diferentes indemnizaciones. -No se consideró incidencia de conceptos
pagados al trabajador. -Hay error contable en cálculo de liquidación. -La
Empresa no permitió gozar de vacaciones al trabajador. -Declare con lugar
la apelación.
 
De la reproducción efectuada, se desprende que la representación judicial
de la parte demandante, en la oportunidad de formalizar el recurso de
apelación de la sentencia definitiva, se limitó a establecer su disconformidad
con la sentencia de fondo, empero, no contra con el fallo interlocutorio que
negó la admisión de la pruebas reseñadas ut supra, por lo que, los límites
del ad quem quedaron circunscritos a los términos en que se ejerció el
medio de gravamen, en consecuencia, no resulta obligatorio para el ad
quem pronunciarse sobre aspectos no sometidos a su jurisdicción, por ende,
no recurribles en sede casacional, toda vez que la no ratificación de la
apelación contra el fallo que inadmitió las pruebas, se traduce en una
sentencia interlocutora definitivamente firme.
 
En mérito de las anteriores consideraciones, se declara sin lugar la
denuncia. Así se decide.

38
-II-
 
Con fundamento en el artículo 168, numeral 1 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, delata infracción de los artículos 11y 162 de la Le
adjetiva laboral, por incurrir el sentenciador de segunda instancia en
reposición no decretada, en consecuencia, violación del debido proceso.
 
Esgrime el formalizante:
 
(…) en fecha 21-10-2004 el demandante solicitó al tribunal de Primera
Instancia, estricto cumplimiento al mandato contenido en el artículo 162
LOPTRA, vale decir, reproducción audiovisual de la Audiencia de Juicio
oral y público se observa que el tribunal negó por impertinente e
inconducente el petitorio demandado. De los folios 129 al 130 de la referida
pieza del expediente, riela Escrito de Observaciones al Acta de Audiencia de
Juicio, de donde se evidencia que la apoderada demandante fue obligada a
participar en la audiencia con presidencia (sic) de la reproducción de la
misma y en cuya acta no se reflejó lo verbalmente ocurrido y debatido. Ello
se corrobora además por la ausencia de pronunciamiento judicial a dichas
observaciones. Cuando se celebró la audiencia oral del recurso de Apelación
(ver folios 176 al 178 de la misma pieza) el demandante alegó entre otras
cosas, violación al debido proceso en virtud de la no reproducción
audiovisual de la audiencia por consiguiente se le privó del control de la
fuente de convicción y de la manera de ocurrencia del juicio oral y público.
En tal sentido el demandante se encuentra imposibilitado para demostrar los
nuevos hechos que alegó el demandado durante el debate, las revelaciones
inesperadas en que incurrió, la solicitud y necesidad del demandante sobre
la evacuación de nuevas pruebas en virtud de las dudas surgidas, las
amenazas y limitaciones que recibió la apoderada del demandante; por parte
de la ciudadana Juez de primera instancia ante inobservancias que rayaban
en transcendentales para la solución de las controversias, las interrogantes
planteadas por el actor y que el demandado no respondió ni aclaró en la
audiencia, ni la ciudadana juez quiso instar a que respondiera. El juzgado
Superior debió  declarar y no lo hizo, la unidad de la sentencia de primera
instancia y ordenar la reposición de la causa al estado de celebrarse
nuevamente la Audiencia de Juicio Oral y Pública, toda vez que no se fijó
adecuadamente el controvertido y ello constituye una deficiencia concreta
que afecta el proceso, pues impide al demandante denunciar hechos
ocurridos en la primera instancia pero que no quedaron fijados mediante
algún medio audiovisual que permita al superior y a esta digna Sala del
Tribunal Supremo de Justicia, determinar la certeza de lo alegado (…),
violentándose el derecho a la defensa del demandante pues se limitó el
ejercicio de un medio de control exigido por ley y consecuentemente el
alcance subjetivo de la cosa juzgada quebrantando el derecho del
demandante a una justa resolución de la controversia pues entre otras cosas,

39
éste solicitó evacuación de una inspección judicial en el sitio laboral bajo el
esquema de nueva prueba, cuya negativa por parte de la juez de la primera
instancia fue determinante para la suerte de los alegatos del demandante
(…)
 
Para decidir, se observa:
 
El contenido de la denuncia, se contrae a la infracción del artículo 162 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, toda vez que a decir del recurrente el
juzgado a quo incumplió con la reproducción audiovisual de la audiencia
oral y pública de la audiencia de Juicio, lo cual resultó determinante en el
dispositivo del fallo, en virtud de los “nuevos hechos alegados y admitidos
por la parte demandada”.
 
En ese sentido, la norma delatada como infringida establece:
 
Artículo 162. La audiencia deberá ser reproducida en forma audiovisual,
debiendo, el Juez de Juicio, reemitir, junto con el expediente y en sobre
sellado, la cinta o medio electrónico de reproducción, para el conocimiento
del Tribunal Superior del Trabajo o la Sala de Casación Social del Tribunal
Supremo de Justicia. En casos excepcionales y ante la imposibilidad
manifiesta de la reproducción audiovisual de la audiencia, ésta podrá
realizarse sin estos medios, dejando el Juez constancia de esta circunstancia
en la reproducción de la sentencia.
 
El articulado transcrito, establece el deber de reproducir en forma
audiovisual la audiencia de jucio, a efectos de ser remitida junto con el
expediente para el Tribunal Superior del Trabajo, a esta Sala de Casación
Social; asimismo, podrá el jurisdiscente realizar la referida audiencia sin
estos medios, en casos excepcionales o de imposibilidad manifiesta de
reproducción, previa advertencia de dicha circunstancia en el texto de la
sentencia.
 
Así las cosas, del escudriñamiento de las actas procesales,
específicamente de la sentencia del tribunal a quo -folio 136. 3era pieza-
observa esta Sala que el jurisdiscente estableció que no da cumplimiento a la
obligación contenida en el artículo 162 de la ley Orgánica Procesal del
Trabajo, “de reproducir en forma audiovisual la audiencia de juicio, en
virtud de no contar con los medios requeridos para ello”.
 
No obstante lo anterior, la parte actora en la audiencia de apelación, entre
uno de los motivos en que fundamentó su apelación, arguyó la violación del
derecho a la defensa, toda vez que el a quo incumplió con el deber de
reproducir audiovisualmente la audiencia de juicio, por lo que solicitó la
reposición de la causa.

40
 
Al respecto, esta Sala en sentencia Nº 349 de fecha 1º de abril de 2008
(caso: Larry Dwight Coe, contra la empresa Supercable Alk Internacional,
C.A.,) estableció:
(…) cabe señalar que la legislación ha querido que la reposición de los
juicios ocurra excepcionalmente en base a los principios de estabilidad y
economía procesal. Es por ello, que la Sala deberá considerar el fundamento
de lo decidido por la Alzada, para determinar si la denuncia que se formula
es capaz de alterarlo o si impide por omisión de pronunciamiento o de
fundamentos el control de la legalidad, y antes de declarar la nulidad del
fallo por defectos como el que se denuncia en el presente caso, será
necesario determinar si el mismo, a pesar de la deficiencia alcanzó el fin el
cual no es otro que resolver la controversia con fuerza de cosa juzgada,
posibilidad de ejecución y suficiente garantía para las partes.
 
Del extracto jurisprudencial transcrito, se colige que antes de declarar la
nulidad del fallo y ordenar la reposición de la causa, resulta necesario
establecer si el acto impugnado alcanzó su fin, es decir, resolvió la
controversia con fuerza de cosa juzgada y la posibilidad de ejecución con
garantías suficientes para las partes.
 
En este orden de ideas, advierte la Sala que de la lectura íntegra de la
sentencia recurrida, se observa que el ad quem no se pronunció sobre “la
violación del derecho a la defensa, en virtud del incumplimiento del a quo
de reproducir audiovisualmente la audiencia de juicio”; sin embargo, dicha
omisión no resulta determinante en el dispositivo del fallo, toda vez que el a
quo en cumplimiento del artículo 162 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, estableció en el texto de la sentencia definitiva la imposibilidad de
la reproducción audiovisual de la audiencia de juicio, por no contar con los
medios para ello, por lo que mal podía el ad quem, declarar procedente la
reposición solicitada, toda vez que el acto atacado de nulidad había
alcanzado su fin, máxime cuando lo pretendido por el actor, según sus
dichos en sede casacional, “era la promoción de otros medios de prueba
ante los nuevos hechos alegados por la demandada”, pretensión excluyente
con la oportunidad preclusiva para la promoción de pruebas en el marco del
nuevo proceso laboral, por lo que se declara sin lugar la denuncia. Así se
decide.
 
CAPÍTULO II
INFRACCIÓN DE LEY
-I-
Bajo el amparo del numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, en concordancia con el artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil, denuncia error en la valoración de las pruebas,

41
infracción de los artículos 70, 78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo y
1383 del Código Civil, por falta de aplicación.
 
Refiere el formalizante:
 
(…) la sentencia recurrida, desecha los documentales contentivos de los
Movimientos de la Cuenta Nómina  nro 0108-0060-97010007236 anexos a
la demanda como marcados 1 y 2 A.1.A, 2. A, 3. A, A.4 y A.5 en virtud de
que los mismos no reúnen los requisitos establecidos en éste último artículo
78 LOPTRA. Al analizar el contenido de dichas normas se observa que
regula la valoración de los instrumentos privados emanados de la parte
contraria y dado que se trata de un documento emitido por el Banco
Provincial, no puede atribuírsele tal carácter sino el establecido en artículo
1383 C.C. El vicio delatado es determinante en el dispositivo del fallo, toda
vez que de no haberse desechado dichas documentales el demandante
hubiere probado objetivamente el ingreso mensual en su cuenta nómina y
por ende, la cancelación de conceptos laborales no reflejados en los recibos
de pago, como prueba evidente de ocultamiento de la naturaleza salarial que
de los mimos hizo la demandada.
 
Para decidir, se observa:
 
Del escudriñamiento del escrito recursivo, se desprende que el actor
delata el error de juzgamiento en que incurrió del ad quem en la valoración
de las documentales contentivas de movimientos de cuentas nómina
emitidas por el Banco Provincial, en virtud de ser calificadas como un
instrumento privado -artículo 78 Ley Orgánica Procesal del Trabajo-, por lo
que, a su decir, su valoración correcta es la prevista en el artículo 1383 del
Código Civil, relativo a las tarjas, lo que resultó determinante en el
dispositivo, toda vez que del contenido de las referidas documentales se
desprende el quantum de sus salarios, así como de otros conceptos laborales
que percibió durante el vínculo laboral.
Así las cosas, las normas delatadas como infringidas establecen:
 
Artículo 70. Son medios de prueba admisibles en juicio aquellos que
determina la presente Ley, el Código de Procedimiento Civil, el Código
Civil y otras leyes de la República; quedan excluidas las pruebas de
posiciones juradas y de juramento decisorio.
 
Las partes pueden también, valerse de cualquier otro medio de prueba no
prohibido expresamente por la ley y que consideren conducente a la
demostración de sus pretensiones. Estos medios se promoverán y evacuarán,
de la forma preceptuada en la presente Ley, en lo no previsto en esta se
aplicarán, por analogía, las disposiciones relativas a los medios de pruebas

42
semejantes contemplados en el Código de Procedimiento Civil, Código
Civil o en su defecto, en la forma que señale el Juez del Trabajo.
 
Artículo 78. Los instrumentos privados, cartas o telegramas,
provenientes de la parte contraria, podrán producirse en el proceso en
originales. Estos instrumentos podrán también producirse e copias o
reproducciones fotostáticas o por cualquier otro medio mecánico,
claramente inteligible, pero los mismos carecerán de valor probatorio, si la
parte contra quien obre los impugnase y su certeza no pudiese constatarse
con la presentación de los originales o con auxilio de otro medio de prueba
que demuestre su existencia.
 
Artículo 1.383.- Las tarjas que corresponden con sus patrones hacen fe
entre las personas que acostumbran comprobar con ellas las provisiones que
hacen o reciben en detal.
 
El articulado transcrito, establece que constituyen medios de prueba
aquellos que determina la Ley adjetiva laboral, el Código de Procedimiento
Civil, el Código Civil y otras leyes, que resultan excluidas las pruebas de
posiciones juradas y el juramento decisorio; asimismo, que las partes
pueden valerse de cualquier medio de prueba no prohibido expresamente
por la ley, conducente a la demostración de sus pretensiones; que los
instrumentos privados, cartas o telegramas emanados de la parte contraria
podrán producirse en juicio en originales, empero, carecerán de valor
probatorio si la aparte contraria ejerciera el medio de impugnación y el
promovente no presentare su original.
 
Del escudriñamiento de las actas procesales, se observa que el actor
acompañó al escrito libelar, original de movimientos de su cuenta nómina en
la Institución Financiera Banco Provincial bajo el Nº 0108-0060-97-
0100072316, marcados con las letras y números A.1, A.2, A.3, A.4 y A.5.
 
A tal efecto, advierte la Sala que dichas instrumentales no están suscritas
por la parte a quien se le opone, por lo que de conformidad con el artículo
78 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, debe ser desestimada su
valoración.
 
En armonía con lo expuesto, observa la Sala que el ad quem con
fundamento en el artículo 78 eiusdem desechó la valoración de las referidas
instrumentales, por lo que se establece que la sentencia recurrida no está
incursa en el vicio delatado. Así se decide.
 
-II-
 

43
Bajo el amparo del numeral 2 del artículo 168 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, en concordancia con el artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil, denuncia infracción de los artículos 10, 69, 78 y 86 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por falta de aplicación.
 
Aduce el recurrente:
 
(…) la recurrida desechó sin motivación alguna legajo de 47 recibos de
pago que, en original y marcadas del 5 al 46 consignó el demandante a los
fines de probar entre otros  los ingresos y descuento así como la cuota de
caja de ahorro que le descontaban y percibía como aporte empresarial,
desconociendo la recurrida que los medios de pruebas debidamente
promovidos acreditan hechos, que producen certeza del controvertido y
fundamentan decisiones; además desconoció que dichos instrumentos se
promovieron como provenientes de la parte demandada y que al no
desconocerlos ni impugnarlos conforme a ley debió otorgársele valor
probatorio. El vicio delatado es determinante en el dispositivo del fallo, toda
vez que de no haberse desechado tales documentales, el demandante hubiere
probado objetivamente que la demandada jamás reflejó en los recibos de
pago ni la salarización del 28% del salario básico del trabajador para cada
época de aumento ni excluyó el 20% del salario. Sin embargo al relacionar
estas documentales con los movimientos de la cuenta nómina del trabajador;
observaremos que específica y referencialmente, para el mes de julio de
2001, el trabajador recibió como salario, por la primera quincena: Bs.
239.989,60; por la segunda Bs. 434.876,85; por concepto de Política RI-031
recibió Bs. 949.400, 14 y un cuarto abono a la cuenta nómina de Bs.
375.000,00 que corresponde al 48% del sueldo básico mensual que la
empresa ofreció como porción del Aporte Empresarial al Fondo de Ahorros
que formaría parte del salario básico del trabajador para todos los efectos
legales. Por aplicación de sana crítica, se evidencia que el salario para el
cálculo de todos los conceptos laborales cancelados al demandante no se
corresponde con el ingreso real que recibía mensualmente, pues recibía un
incremento salarial como aporte de caja de ahorro y otro por política RI-
031.
 
Para decidir, la Sala observa:
 
Constituye criterio reiterado que la falta de aplicación de una norma
existe cuando el sentenciador niega la aplicación de una disposición legal
que esté vigente.
 
Del escrito recursivo, se desprende que el actor ataca la valoración dada
por el ad quem al legajo de recibos de nómina, de cuyo contenido a decir del
recurrente, se desprende el quantum del salario percibido a lo largo del

44
vínculo laboral y de los aportes de la caja de ahorro, los cuales debieron ser
valorados, toda vez que la parte demandada no ejerció impugnación.
 
Por su parte, los artículos 10, 69, 78 y 86 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, establecen:
 
Artículo 10. Los Jueces del Trabajo apreciarán las pruebas según las
reglas de la sana crítica; en caso de duda, preferirán la valoración más
favorable al trabajador.
 
Artículo 69. Los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los
hechos expuestos por las partes, producir certeza en el Juez respecto a los
puntos controvertidos y fundamentar sus decisiones.
 
Artículo 78. Los instrumentos privados, cartas o telegramas,
provenientes de la parte contraria, podrán producirse en el proceso en
originales. Estos instrumentos podrán también producirse e copias o
reproducciones fotostáticas o por cualquier otro medio mecánico,
claramente inteligible, pero los mismos carecerán de valor probatorio, si la
parte contra quien obre los impugnase y su certeza no pudiese constatarse
con la presentación de los originales o con auxilio de otro medio de prueba
que demuestre su existencia.
 
Artículo 86. La parte contra quien se produzca en la audiencia preliminar
instrumento privado, como emanado de ella o de algún causante suyo,
deberá manifestar formalmente, en la audiencia de juicio si lo reconoce o lo
niega. El silencio de la parte a este respecto dará por reconocido el
instrumento.
 
Las normas transcritas, establecen la sana crítica como sistema de
valoración de las pruebas, la finalidad de los medios de prueba, el valor
probatorio de los instrumentos privados y el procedimiento para su
reconocimiento.
 
Respecto, a los recibos de pago promovidos por el actor, la sentencia
recurrida estableció:
 
Legajo de 47 recibos de pago en original, marcados del “5 al 5-46”, los
hechos que se pretenden demostrar con las referidas instrumentales no
forman parte de los hechos controvertidos, por lo que son desechados por
esta juzgadora. ASI SE ESTABLECE
 
De la reproducción efectuada, se observa que el ad quem desestimó el
valor probatorio de los recibos de pago, con fundamento en que los hechos
contenidos no constituyen parte del contradictorio.

45
 
Ahora bien, del escudriñamiento del acta de audiencia de apelación, se
observa que el actor, arguyó:
 
(…) que el recurso interpuesto deviene de la certeza que tiene en la
procedencia del derecho que asiste a sus representados, toda vez que -según
su decir- se fundamenta en: - Violación del debido proceso. - No se grabó
audiencia de juicio. - El proceso está viciado de nulidad absoluta. - Vicio de
la sentencia, no se apega a lo alegado y probado en autos. - Yerra el Juez A
Quo en la valoración de las pruebas. - Sí se probaron extremos del hecho
ilícito. -La empresa admite que el trabajador fue intervenido
quirúrgicamente. - Conforme sentencia de 17/05/2000 se pueden reclamar
conjuntamente diferentes indemnizaciones. -No se consideró incidencia de
conceptos pagados al trabajador-. Hay error contable en cálculo de
liquidación. - La Empresa no permitió gozar de vacaciones al trabajador. -
Declare con lugar la apelación.
 
De la lectura íntegra de la sentencia recurrida, se observa que el ad
quem se pronunció sobre el salario percibido por el actor, en los siguientes
términos:
 
Considera oportuno quien suscribe la presente sentencia citar lo
preceptuado en el artículo 133, parágrafo primero, de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, la cual establece:
 
‘Las convenciones colectivas y, en las empresas donde no hubiere
trabajadores sindicalizados, los acuerdos colectivos, o los contratos
individuales de trabajo podrán establecer que hasta un veinte por ciento
(20%), del salario se excluya de la base de cálculo de los beneficios,
prestaciones o indemnizaciones que surjan de la relación de trabajo, fuere de
fuente legal o convencional. El salario mínimo deberá ser considerado en su
totalidad como base de cálculo de dichos beneficios, prestaciones o
indemnizaciones’.
 
Al respecto esta alzada acoge el criterio expuesto por el a quo en la
decisión recurrida, la cual se ajusta a lo establecido por el legislador en
cuanto a la aplicación del salario de eficacia atípica, el cual tal y como se
desprende de la norma comentada el mismo puede ser acordado por las
partes y no de forma unilateral tal y como lo hizo en el presente caso la
demandada de autos, es por lo que es improcedente la exclusión pretendida
por la recurrente demandada y en consecuencia proceden las diferencias de
prestaciones sociales acordadas por la recurrida. La cantidad de UN
MILLON QUINIENTOS SESENTA Y TRES MIL CIENTO OCHENTA Y
CUATRO BOLÍVARES CON OCHENTA CÉNTIMOS (Bs.
1.563.184,80); por concepto de indemnización Sustitutiva del Preaviso,

46
correspondiente a 90 días de preaviso calculados a razón de
(Bs.47.368,729), salario integrado del demandante así como se evidencia de
la documental de liquidación de prestaciones sociales realizado por parte de
la demandada de autos; lo que da como resultado la cantidad de (Bs.
4.263.184,80), a la cual le fue restado (Bs. 2.700.000), por anticipo de este
concepto pagado por la empresa según consta en la documental marcada A-
1, que corre inserta al folio trece (13), de la segunda pieza del expediente. Y
ASI SE DECIDE.-
 
Ahora bien por concepto de Diferencia de Política RI -031 del paquete de
beneficio socioeconómico, debido a que tenía derecho a la cantidad de (Bs.
21.157.612,74), de conformidad a la documental A -7, inserta al folio 27 de
la primera pieza, y visto que le fue anticipado al trabajador la cantidad de
(Bs. 13.768.407,23), según consta al folio trece (13) de la segunda pieza; se
le adeuda al trabajador la cantidad de SIETE MILLONES TRESCIENTOS
OCHENTA Y NUEVE MIL DOSCIENTOS CINCO BOLÍVARES CON
CINCUENTA Y UN CÉNTIMOS (Bs. 7.389.205,51). Y ASÍ SE DECIDE.
 
Por concepto de vacaciones correspondientes al periodo 1.999-2.000. La
cantidad de NOVECIENTOS CUARENTA Y CUATRO MIL
NOVECIENTOS OCHENTA Y TRES BOLÍVARES CON VEINTICINCO
CENTIMOS (Bs. 944.983,25). Y ASÍ SE DECIDE.
 
De la reproducción efectuada, se observa que el ad quem acogió la
motivación dada por el juzgado a quo, relativa a la inclusión de los
beneficios percibidos mensualmente por el actor para formar su salario
integral, entre ellos, el aporte de caja de ahorro, por lo que se colige que el
hecho controvertido estribó en el carácter salarial del referido concepto y no
su quantum.
 
En ese sentido, del escudriñamiento de los recibos de pago de nómina
mensual, se desprende el desglose de los conceptos recibidos por el actor
mensualmente, empero, no el carácter salarial del aporte de caja de ahorro, y
dado que la sociedad mercantil accionada alegó el acuerdo de partes de
establecer un veinte (20) por ciento como salario de eficacia atípica, lo cual
no fue no demostró, y dado que resultó un hecho admitido por el actor que
su última remuneración fue la cantidad de quinientos treinta y tres mil
trescientos ocho bolívares mensuales (Bs. 533.308,00), el jurisdiscente al
establecer el carácter salarial del citado beneficio ordenó adicionar al salario
base ut supra referido el cincuenta (50%) por ciento mensual, para arribar a
un salario de setecientos noventa y nueve mil novecientos sesenta y dos
bolívares (Bs. 799.962,00), en consecuencia, la sentencia recurrida no está
incursa en el vicio que le imputa la formalización. Así se decide.
 
-III-

47
 
De conformidad con el artículo 168, numeral 2 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, en concordancia con el artículo 320 del Código de
Procedimiento Civil, denuncia falso supuesto y violación del artículo 5 de la
Ley Orgánica Procesal del Trabajo.
Esgrime el formalizante, que la sentencia impugnada incurre en el vicio
de falso supuesto, y atribuyó a las actas del expediente menciones que no
contiene, toda vez que analizó y desestimó la valoración de la evaluación
médico legal -folios 19, 20 y 21- realizada por el galeno Rafael Chavero, en
fecha 18 de octubre de 2001, de cuyo contenido se desprende la incapacidad
parcial y permanente en “la columna vertebral, en los pulmones y los
oídos”; no obstante, el ad quem de “manera peregrina” estableció que dicha
evaluación médica tiene sustento en informes emanados de otros médicos y
no por exámenes realizados directamente por el organismo competente.
 
En ese sentido, arguye que el vicio delatado es determinante en el
dispositivo del fallo, en virtud de que dichas documentales constituyen la
prueba del “origen ocupacional” de la enfermedad a efectos de ser
descarada con lugar las indemnizaciones por responsabilidad objetiva
reclamadas.
 
Para decidir, la Sala observa:
 
El artículo 5 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, establece que los
jueces del trabajo tendrán por norte de sus actos la verdad, por lo que están
obligados a inquirirla por todos los medios a su alcance, garantizando la
irrenunciabilidad de los derechos laborales y el carácter tutelar del Derecho
del Trabajo.
 
Respecto, al falso supuesto, esta Sala, en sentencia Nº 356 del 17 de
diciembre de 2001 (caso: Ivón Margarita Morales Peña, contra Unidad
Educativa Nuestra Señora del Carmen), estableció:
 
Para que la Sala pueda examinar la denuncia de falso supuesto es
necesario que el recurrente exprese claramente a cuál de los tres casos de tal
error se refiere: atribuir a actas o instrumentos del expediente menciones
que no contiene; dar por demostrado un hecho con pruebas que no aparecen
en autos; o cuya inexactitud resulte de actas o instrumentos del expediente
mismo; expresar cuál es el hecho falso o inexacto establecido por el juez;
señalar el acta o instrumento cuya lectura patentice la falsa suposición;
indicar y denunciar el texto o los textos aplicados falsamente, porque el juez
da por cierto un hecho valiéndose de una suposición falsa; y, por último
demostrar la incidencia del error en el dispositivo del fallo.
 

48
Del pasaje jurisprudencial trascrito, se desprenden los supuestos de
procedencia para denunciar el vicio por falso supuesto, consistente en
atribuir a un acta del expediente menciones que no contiene, dar por
demostrado un hecho con elementos de prueba inexistentes en autos, o cuya
inexactitud derive de las propias actas del expediente.
 
Respecto a la documental consistente en el informe médico emanado del
médico legista de la Inspectoría del Trabajo, la sentencia recurrida,
estableció:
 
Verifica quien suscribe el presente fallo, que de las documentales
aportadas al proceso que rielan insertas en el expediente marcadas ‘19, 20 y
21’, suscritas por el Médico Legista del Trabajo en la Zona del Hierro de
Puerto Ordaz, el Dr. RAFAEL CHAVERO, de fechas 18 de octubre de
2.001, 04 de octubre de 2001 y 8 de octubre de 2001, respectivamente, estas
documentales no son suficientes para demostrar el hecho ilícito del patrono,
pues de ellas se desprende el grado de incapacidad física del actor con
motivo de la lesión en la columna vertebral, lesión pulmonar y lesión
auditiva, las cuales tal y como lo expresó la Juez de Primera Instancia
constituyen documentos administrativos que poseen veracidad, autenticidad
y fueron correctamente valoradas no constituyendo plena prueba, debido a
que no logran demostrar por sí solas el hecho ilícito del patrono, es decir
que no revelan que las lesiones padecidas se deban a la conducta negligente
o imprudente del patrono. ASI SE RESUELVE.
 
De la reproducción que antecede, se desprende que el ad quem en
consideración a la naturaleza jurídica de los documentos públicos
administrativos, estableció que del contexto de los informes médicos
realizados por el Dr. Rafael Chavero, médico Legista de la Inspectoría del
Trabajo en la Zona del Hierro de la ciudad de Puerto Ordaz, se desprende la
existencia del daño y el grado de incapacidad física con ocasión de las
lesiones alojadas en la columna vertebral, pulmones y oídos del ciudadano
Rafael Enrique Gordillo Delgado; no obstante, no se demuestra el hecho
ilícito del patrono.
 
En ese te sentido observa esta Sala que el punto medular del caso sub
examine, deviene en determinar el origen ocupacional de la enfermedad, que
a decir del actor está plenamente comprobado en los informes médicos
realizados por el médico legista de la Inspectoría del Trabajo de la Zona del
Hierro de la Ciudad de Puerto Ordaz, de fechas 18 de octubre de 2.001, 4 de
octubre de 2001 y 8 de octubre de 2001de fecha de octubre de 2001, a
efectos de obtener la declaratoria de las indemnizaciones por
responsabilidad objetiva, prevista en la Ley Orgánica del Trabajo.
 

49
Así las cosas, de la lectura íntegra de los precitados informes, observa
esta Sala que de su contenido se desprende la existencia del daño, es decir,
la existencia de la enfermedad y el grado de la incapacidad declarada a favor
del actor, empero, no el origen ocupacional de la enfermedad, ni el hecho
ilícito del patrono, por lo que la sentencia recurrida, no está incursa en el
vicio que le imputa la formalización, en consecuencia, se declara sin lugar la
denuncia. Así se decide.
 
-IV-
 
Conforme al artículo 168, numeral 2 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, en concordancia con el artículo 320 del Código de Procedimiento
Civil, denuncia infracción de los artículos 77 y 78 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, por falsa y falta de aplicación.
 
Sostiene el recurrente, que el ad quem desestimó la valoración de las
documentales que cursan a los folios 27, 28, 29, de cuyo contenido se
desprende la tramitación de su incapacidad ante el Instituto Venezolano de
los Seguros Sociales (IVSS), la negativa de la parte demandada de
suministrar al Departamento de Medicina del Trabajo del referido instituto,
la evaluación sobre las condiciones y medio ambiente de trabajo y el
informe emitido por el médico ocupacional de la empresa, lo cual, a su
decir, le causó un gravamen, en virtud de que no obtuvo el beneficio de
incapacidad laboral conforme a lo previsto en el artículo 566 de la Ley
Orgánica del Trabajo.
En ese mismo sentido, aduce que de haber sido valorada la prueba
conforme a la ley, necesariamente el Juez de Alzada debió relacionarlas con
el hecho controvertido, a saber, “el desamparo a la salud de los
trabajadores, negado y probado por la demandada”, lo cual se traduce en
el hecho ilícito del patrono, en consecuencia, afirma que resultan
procedentes las indemnizaciones por responsabilidad subjetiva reclamadas.
 
Para decidir, se observa:
 
Constituye criterio reiterado que la falta de aplicación consiste en la
negativa de aplicar una norma vigente a una determinada relación jurídica
bajo su alcance, mientras que la falsa aplicación, consiste en una incorrecta
elección de la norma jurídica aplicable, lo cual se traduce normalmente en
una preterición y omisión de la norma jurídica que debió ser aplicada.
 
Por su parte, los artículos 77 y 78 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, establecen:
 
Artículo 77. Los instrumentos públicos y los privados, reconocidos o
tenidos legalmente por reconocidos, podrán producirse en el proceso en

50
originales. La copia certificada del documento público o del privado,
reconocido o tenido legalmente por reconocido, tendrá el mismo valor que
el original, si ha sido expedida en forma legal.
 
Artículo 78. Los instrumentos privados, cartas o telegramas,
provenientes de la parte contraria, podrán producirse en el proceso en
originales. Estos instrumentos podrán también producirse e copias o
reproducciones fotostáticas o por cualquier otro medio mecánico,
claramente inteligible, pero los mismos carecerán de valor probatorio, si la
parte contra quien obre los impugnase y su certeza no pudiese constatarse
con la presentación de los originales o con auxilio de otro medio de prueba
que demuestre su existencia.
 
Las normas enunciadas, regulan las reglas de promoción y valoración de
los instrumentos públicos, privados y los tenidos por legalmente
reconocidos.
 
Por su parte la sentencia objeto del recurso de casación, estableció:
Constancia suscrita por la ciudadana Yndra Cordoliani, de la Unidad de
Medicina del Trabajo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales
marcada con el número 27, información que no forma parte del
contradictorio por lo que es desechado. ASI SE ESTABLECE.
 
Marcado con el número 28, escrito de fecha 31 -03- 2003, información
que no forma parte del contradictorio por lo que es desechada. ASI SE
ESTABLECE.
 
Marcado con el número 29, escrito dirigido al Inspector del Trabajo de
Ciudad Guayana información que no forma parte del contradictorio por lo
que es desechado. ASI SE ESTABLECE.
 
Marcado con el número 29, escrito dirigido al Inspector del Trabajo de
Ciudad Guayana, información que no forma parte del contradictorio por lo
que es desechado. ASI SE ESTABLECE.
 
Marcada con el número 30, original de la tercera boleta de notificación
emitida por la unidad de medicina del Trabajo I.V.S.S, información que no
forma parte del contradictorio por lo que es desechado. ASI SE
ESTABLECE.
 
De la reproducción efectuada, observa la Sala que el ad quem desestimó
la valoración de las precitadas documentales, con fundamento en que las
mismas no evidencian hechos controvertidos en la presenta causa.
 

51
Así las cosas, del escudriñamiento de las actas procesales,
específicamente al folio 230 (2da pieza), cursa original de constancia
médica suscrita por la ciudadana Yndira Cordoliani, la cual sugiere
evaluación del ciudadano Rafael Enrique Gordillo Delgado, para efectos de
ser tramitada su incapacidad.
 
Dicha instrumental, emana de un tercero que no es parte en el juicio, por
lo que de conformidad con el artículo 79 de la Ley adjetiva laboral, debe ser
ratificado en juicio, y dado que el actor incumplió con esta carga probatoria,
se desestima su valoración, por lo que, advierte la Sala que aun cuando el ad
quem incurrió en la infracción de normas de valoración de los medios de
prueba, la misma no resultó determinante en el dispositivo del fallo, en
virtud de la naturaleza jurídica del instrumento. Así se decide.
 
Al folio 231 (2da pieza) cursa copia fotostática simple de notificación de
fecha 13 de noviembre de 2001, emanada de la Unidad de Medicina del
Trabajo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), recibida
por el Departamento Legal de la sociedad mercantil VENPRECAR en fecha
19 de noviembre de 2001, de cuyo contenido se desprende que se instó a la
referida sociedad mercantil a realizar la evaluación de las condiciones de
riesgo en el medio ambiente de trabajo, remitir el informe médico
ocupacional y la evaluación de ingreso y egreso para el procedimiento de
incapacidad del actor.
 
Asimismo, cursa a los folios 232 al 234 (2da pieza), original de informe
dirigido al Inspector del Trabajo de Ciudad Guayana, y copia fotostática
simple de la segunda y tercera boletas de notificación dirigida por la Unidad
de Medicina del Trabajo del Instituto Venezolano de los Seguros Sociales
(IVSS) a la demandada, a efectos de que remitiera la información relativa a
la evaluación de riesgos en el medio ambiente laboral, los exámenes pre-
empleo y post empleo y la evaluación médico ocupacional del actor, con el
objeto de tramitar su incapacidad.
 
Al respecto, advierte la Sala que dichas documentales per se no
demuestran el hecho ilícito del patrono, sino la solicitud de cumplir con la
remisión de la información requerida a efectos de tramitar el procedimiento
de incapacidad del ciudadano Rafael Enrique Gordillo Delgado, ante el
Instituto Venezolano de los Seguros Sociales (IVSS), hechos no
controvertidos, por lo que el ad quem en aplicación de la sana crítica,
desestimó su valoración, criterio que comparte esta Sala, por lo que se
declara sin lugar la denuncia. Así se decide.
 
-V-
 

52
A la luz del artículo 168, numeral 2 de la Ley Orgánica Procesal del
Trabajo, en concordancia con el artículo 320 del Código de Procedimiento
Civil, denuncia falso supuesto por violación de los artículos 10, 69 y 78 de
la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, por falta de aplicación.
 
Esgrime el recurrente, que la sentencia impugnada infringió las normas
de valoración de las pruebas, toda vez que desestimó las documentales que
promovió bajo los números 33, 34, 35, 36 y 37, “sin atenerse al objeto de la
prueba, ni a la aceptación que de su contenido realizó la demandada”,
máxime cuando en las cuatro (4) primeras la sociedad mercantil no ejerció
el medio de control, y en la última de las referidas, admitió que para la
prestación del servicio el actor empleaba, ente otros implementos, “pata e
cabra, mandarria, mangueras de aire”.
 
Refiere que del contenido de las referidas documentales, se desprende
que la sociedad mercantil accionada realizaba anualmente a sus trabajadores
la revisión médica, empero, “no les entregaba el resultado”, que en el área
de trabajo existían condiciones inseguras y riesgosas, que a su decir,
“determinan el incumplimiento” de las normas de higiene y seguridad, lo
cual se traduce en la demostración del hecho ilícito del patrono, en
consecuencia, son procedentes las reclamaciones formuladas por
responsabilidad subjetiva.
 
Para decidir, se observa:
 
Del escudriñamiento del escrito de promoción de la parte actora, se
observa que solicitó la prueba de exhibición de las documentales de fechas 7
de enero de 2002, dirigidas por el ciudadano Giovani Oropeza, en su
condición de Secretario de Reclamos de la organización sindical Sindicato
Único de Trabajadores de Venezolana de Prerreducidos Caroní C.A.,
(SUTRAVENPRECAR), y recibidas por los ciudadanos Williams Salazar,
Melvín Rosillón, Roger Rojas (representantes del patrono) a efectos de que
se sirviera informar sobre las evaluaciones médicas anuales practicadas a los
trabajadores afiliados a dicha organización sindical, -folios 241, 242, 243,
244, 245 y 246. 2da pieza-.
 
Respecto a las precitadas documentales, la sentencia objeto del recurso
de casación estableció:
 
La parte demandante promovió la prueba de exhibición de las siguientes
documentales:
 
Comunicación suscrita por el Secretario General de
SUTRAVENPRECAR, el ciudadano Héctor Fermín, cursante al folio 241
del presente expediente.

53
 
Comunicación de fecha 07-01-2002, suscrita por el ciudadano Giovanni
Oropeza.
 
Comunicación de fecha 07-01-2002, suscrita por el ciudadano Giovanni
Oropeza, el cual corre inserto en el folio 243.
 
Comunicación de fecha 07-01-2002, suscrita por el ciudadano Giovanni
Oropeza, riela al folio 245. Estas documentales en la oportunidad de la
audiencia de juicio oral fue solicitada su exhibición, las mismas no fueron
presentadas por la empresa, razón por la cual deben ser estimados como
exactos en su contenido, mas son desechadas por su insuficiencia probatoria
de los hechos controvertidos. ASI SE ESTABLECE
 
De la reproducción efectuada, observa esta Sala que dados los términos
en que fue promovido el medio probatorio -exhibición- y ante el
incumplimiento de la demandada, advierte que debe ser estimado como
exacto su contenido; no obstante, el Juez de Alzada desestimó su valoración.
 
En ese sentido, observa la Sala, que el contenido de las referidas
documentales, versa sobre la solicitud del representante de los trabajadores
-Secretario de Reclamo de VENPRECAR- de las resultas de los exámenes
médicos practicados anualmente a los trabajadores en general, lo cual, no
resulta un hecho controvertido, por lo que tales instrumentales deben ser
desestimadas.
 
Asimismo, cursa al folio 247 -2da pieza- documental privada consistente
en registro de funciones del cargo denominado Gerencia de Producción
“mantenimiento del by pass de producto” de cuyo contenido se desprenden
objetivos, personal autorizado, personal requerido -Inspector de
Briqueteadora-, materiales y herramientas, y las normas de seguridad e
instrucciones de trabajo.
 
En ese sentido, la sentencia recurrida, estableció:
Practicas operativas para el mantenimiento de las máquinas
Briqueteadoras, contenidas en el manual de gestión de calidad de dicho
departamento, la misma al no aportar elemento alguno de convicción es
desechada por esta sentenciadora. ASI SE ESTABLECE.-
 
De la documental en referencia, se desprende el personal requerido
-Inspector de Briqueteadora-, materiales y herramientas, normas de
seguridad e instrucciones de trabajo a cumplir en la Gerencia de Producción;
no obstante, dicha documental per se, no aporta ningún elemento probatorio
de la responsabilidad subjetiva del patrono, es decir, la culpa, negligencia,
imprudencia e inobservancia en las condiciones de higiene y seguridad en el

54
trabajo, por lo que acertadamente el ad quem en aplicación de la sana crítica
desestimó su valoración.
 
En mérito de las anteriores consideraciones se declara sin lugar la
denuncia. Así se decide.
-VI-
 
De conformidad con el artículo 168, numeral 2 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, denuncia falta de aplicación del artículo 177 eiusdem.
 
Arguye el formalizante, que el Juez de Alzada no acogió la doctrina
reiterada de esta Sala en casos análogos, toda vez que en su motiva
estableció que de conformidad con el artículo 560 de la Ley Orgánica del
trabajo, corresponde al actor demostrar el origen ocupacional de la
enfermedad, en consecuencia, ante el incumplimiento de dicho supuesto,
resultan improcedentes sin lugar las indemnizaciones reclamadas, toda vez
que no existe relación de causalidad, entre el daño y el hecho generador.
 
No obstante lo anterior, esta Sala en sentencias números 1210 de fecha 1º
de agosto de 2006 (caso: Hilario José Bravo Soto, contra la sociedad
mercantil Lubvenca de Occidente, C.A.), estableció que el patrono tiene la
carga de probar las conductas positivas que excluyan el hecho ilícito
alegado por el trabajador; en sentencia Nº 514 de fecha 16 de marzo de 2006
(caso: Luz Marina Guerra Velásquez, contra la sociedad mercantil Molinos
Nacionales, C.A. (Monaca), que en caso de duda en la valoración de las
pruebas, el juez debe decidir con base al principio in dubio pro operario; en
sentencia Nº 206 de fecha 14 de febrero 2007 (caso: Franklin Antonio
Duque Ponce, contra las sociedades mercantiles Consorcio Costa Norte-
Trime y otras), y en sentencia Nº 716 de fecha 10 de abril de 2007
(caso: Aura Cristina Flores de Sevilla, y otros contra la sociedad
mercantil Tropigas, C.A.), que procede el daño moral a pesar de no quedar
demostrado el hecho ilícito del patrono.
 
Finalmente arguye el carácter determinante de dicha infracción en el
dispositivo del fallo, toda vez que de haber establecido el Juez Superior que
corresponde a la parte demandada demostrar el cumplimiento de las normas
de seguridad en el trabajo, resultarían procedentes las indemnizaciones
reclamadas por responsabilidad subjetiva y objetiva.
 
Para decidir, se observa:
 
Constituye criterio reiterado de esta Sala de Casación Social, que
corresponde a la parte actora demostrar el hecho ilícito del patrono, es decir,
la culpa, imprudencia, negligencia e inobservancia de las normas de higiene
y seguridad industrial para que sean procedentes las reclamaciones por

55
responsabilidad subjetiva, es decir, las previstas en la Ley Orgánica de
Prevención, Condiciones y Medio Ambiente del Trabajo, y las establecidas
en el Derecho común -lucro cesante y daño emergente-, regidas por el
Código Civil.
 
También ha dicho la Sala, que en los casos de infortunios laborales, es
procedente a favor del actor el daño moral -con fundamento en la teoría de
la responsabilidad objetiva-, siempre y cuando el actor demuestre el daño
-enfermedad- y el hecho generador del daño para sí establecer la relación de
causalidad, entre la enfermedad acaecida y el origen ocupacional de la
enfermedad.
 
En sintonía con lo expuesto, observa la Sala que en el caso sub examine,
el actor incumplió con su carga probatoria de demostrar el origen
ocupacional de la enfermedad, es decir, que la misma fue acaecida con
ocasión a la prestación del servicio, toda vez que no cursa la experticia
médica que determine la data de la enfermedad, por lo que se declaran sin
lugar las indemnizaciones reclamadas por responsabilidad objetiva, entre
ellas las contenidas en la Ley Orgánica del Trabajo y el daño moral;
asimismo, dado que el actor no demostró el hecho ilícito del patrono,
resultan sin lugar las indemnizaciones por responsabilidad subjetiva
reclamada daño emergente y lucro cesante-, por lo que esta Sala declara sin
lugar la denuncia. Así se decide.
CAPÍTULO III
DEFECTOS DE ACTIVIDAD
-I-
De conformidad con el artículo 168, numeral 3 de la Ley Orgánica
Procesal del Trabajo, en concordancia con el artículo 160 eiusdem denuncia
infracción del artículo 159 de la Ley adjetiva laboral, 243 ordinal 3 del
Código de Procedimiento Civil, por indeterminación de la controversia.
 
Sostiene el recurrente, que la sentencia impugnada no determinó cuáles
hechos estaban probados y cuáles serían objeto de pruebas, toda vez que
alegó que a partir del año 1997, recibió incrementos salariales depositados a
su caja de ahorro, equivalentes al cincuenta por ciento (50%) del salario
básico; que recibía un beneficio denominado política RI-031; que solicitó el
pago adelantado de las vacaciones vencidas del período fiscal 1999-2000 a
efectos de su intervención quirúrgica en la columna vertebral, por lo que
solicitó el pago de dicho periodo vacacional vencido más no disfrutado; que
requería de fajas de contrapeso para la realización de la labor; el reembolso
de los gastos médicos; que sufrió una profunda crisis emocional, por lo que
demando el pago de diferencia de prestaciones sociales, lucro cesante, daño
emergente y daño moral.
 

56
En ese sentido, destaca que la sociedad mercantil accionada, admitió el
ingreso como mecánico y luego ascendió a supervisor mecánico, admitió a
partir del año 1998 el incremento salarial del aporte de caja de ahorros
equivalente a un cuarenta y ocho por ciento (48%) del salario básico,
empero, adujo que un veinte por ciento (20%) de dicha remuneración se
regularía como salario de eficacia atípica, negó el último salario mensual de
setecientos noventa y nueve mil novecientos sesenta y dos bolívares (Bs.
799.962,00), arguyendo que efectúo la liquidación sobre la remuneración
mensual de novecientos treinta y ocho mil ciento nueve bolívares con cuatro
céntimos (Bs. 938.109,04); asimismo, admitió con variantes el aporte del
beneficio RI-031, negó el carácter profesional de la enfermedad y la
procedencia de los conceptos reclamados.
 
Bajo este contexto argumentativo, destaca:
 
(..) Todas estas omisiones causan indefensión para el demandante en
virtud de que no fueron fijados adecuadamente los límites de la controversia
y con ello se imposibilita el análisis, conducción y valoración de las pruebas
producidas en juicio. El establecimiento de los hechos negados o admitidos
con variantes por el demandado es lo que determina la carga de la prueba y
por ende una justa resolución de la controversia. De no haberse incurrido en
el vicio delatado el fallo sería distinto, pues se debió atender a ¿quién tenía
la facilidad y obligación de aportar el medio de prueba idóneo? y por
consiguiente la demandada venía obligada a probar que cumplió a cabalidad
con las Normas de Higiene y Seguridad Industrial ya que siendo un ente de
riesgo debió hacer lo suficiente, para proteger a sus trabajadores y además
venía obligada a demostrar que el demandante conforme al art. 564 Ley
Orgánica del Trabajo, en lo sucesivo LOT. Igualmente se limitó el
establecimiento acertado de las presunciones que obran a favor del
trabajador desechando pruebas que no formaban parte del contradictorio
pero que iban probando indicios a favor del trabajador. Por estas razones
solicita de esta Sala la nulidad de la sentencia recurrida (…).
 
Para decidir, se observa:
 
Denuncia la parte recurrente, la “indeterminación del contradictorio”,
toda vez que el juez no estableció los límites de la carga probatoria de las
partes, dado los términos en que quedó trabada la littis, toda vez que a su
decir, dada la admisión “con variantes” de los hechos alegados, corresponde
a la sociedad mercantil accionada su demostración; agrega, que de las
pruebas desechadas surgen a su favor “indicios”, lo que hace procedente la
reclamación de los conceptos.
 
En este sentido, advierte la Sala que lo pretendido por el actor, es atacar
la distribución de la carga de la prueba y la infracción “de la no valoración

57
de los indicios”, supuestos recurribles en casación bajo el amparo del
numeral 2 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, y no como
erróneamente lo formalizó la parte recurrente, carga procesal que no puede
ser asumida por esta Sala en aplicación del principio de igualdad de las
partes, sustento suficiente para declarar sin lugar la denuncia. Así se decide.
-II-
 
Bajo el artículo 168, numeral 3 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo,
denuncia infracción del artículo 69 eiusdem, 209 del Código de
Procedimiento Civil, por inmotivación por silencio de pruebas.
 
Sostiene el recurrente:
 
(…) al señalar como última prueba para analizar: la Inspección Judicial
practicada por la a quo, en la sede de la Inspectoría del trabajo dejando
constancia de la exhibición de las originales expedidas por el médico legista
pero no indica el valor probatorio que le merece dicha prueba. Tal omisión
es determinante para el dispositivo del fallo, porque ello demuestra la
certeza de expedición legal de dichas documentales y en consecuencia el
carácter ocupacional de las enfermedades que padece el actor, razón por la
cual se solicita la nulidad de la sentencia recurrida.
 
Para decidir, se observa:
 
De la precaria argumentación del actor, se desprende que delata
inmotivación por silencio de pruebas, en virtud de que el ad quem señala la
inspección judicial realizada en la sede de la Inspectoría del Trabajo, con el
objeto de dejar constancia de los informes médicos originales practicados
por el médico legista empero, omite su valoración.
 
Ha dicho esta Sala en innumerables sentencias, que el vicio de silencio de
pruebas se materializa cuando: a) el sentenciador señala el medio de prueba,
pero no establece su valoración; b) cuando omite mención y análisis; no
obstante, en ambos supuestos la omisión debe ser determinante en el
dispositivo del fallo, capaz de anularlo.
 
De la afirmación que precede, resulta menester la reproducción parcial de
la recurrida, respecto del citado medio de prueba:
 
Promueve la prueba de Inspección Judicial en la sede de la Inspectoría
del Trabajo. La cual fue practicada por el Tribunal A quo, la cual deja
constancia de la exhibición de las originales de los documentos expedidos
por el médico legista, y en virtud del pronunciamiento que ha efectuado
anteriormente esta juzgadora. ASI SE ESTABLECE.
 

58
En aplicación del criterio reiterado de esta Sala, se observa que
ciertamente el ad quem, señaló la promoción de la parte actora, de la
inspección judicial en la sede de la Inspectoría del Trabajo, en la cual dejó
constancia de los informes expedidos por el médico legista, empero, no
establece su valoración, es decir, su vinculación a la controversia; no
obstante, debe esta Sala precisar si tal omisión de análisis, resulta
determinante y capaz de anular el fallo recurrido.
 
Así las cosas, del escudriñamiento de las actas procesales,
específicamente al folio 62 y su vuelto (3era pieza), cursa original de acta de
inspección judicial, realizada por el Juzgado Primero de Transición de
Primera Instancia de Juicio del Trabajo, en fecha 12 de agosto de 2004, en la
sede de la Inspectoría del Trabajo de la Zona del Hierro del Estado Bolívar,
dejando constancia, entre otros puntos, que el Dr. Rafael Chavero,
dictaminó como médico legista en dicha Inspectoría del Trabajo, hasta el 30
de abril de 2003, que no existe archivo o registro contentivo de exámenes,
análisis y exploraciones médicas; pero sí un archivo contentivo de los
diagnósticos dictados por el referido galeno, específicamente los informes
médicos del ciudadano Rafael Enrique Gordillo Delgado.
 
No obstante, del escudriñamiento de los referidos informes, se desprende
el diagnóstico de la enfermedad: “hernia discal, obstrucción moderada de
las vías respiratorias, e hipoacusia oído izquierdo”; el grado de la
incapacidad laboral “parcial y permanente”; no obstante, no establece la
data de la enfermedad ni su origen ocupacional.
 
En armonía con lo expuesto, advierte la Sala, que a pesar de que el Juez
de Alzada incurrió en el vicio imputado -inmotivación por silencio de
pruebas- el mismo no resultó determinante en el dispositivo del fallo, toda
vez que de la referida inspección judicial no se desprende el origen
ocupacional de la enfermedad, por lo que se declara sin lugar la denuncia.
Así se decide.
 
-III-
 
Bajo el marco del artículo 168, numeral 3 de la Ley Orgánica Procesal
del Trabajo, en concordancia con el ordinal 4to del artículo 160 eiusdem,
denuncia la infracción del artículo 12 del Código de Procedimiento Civil,
por otorgar “la recurrida menos de lo que las partes pidieron, admitieron y
demostraron y no atenerse a lo alegado y probado en autos”.
 
Sostiene el recurrente:
 
(…) La demandante alegó y el a quo dió por probado que la demandada
otorgaba como beneficio laboral el 48% de incremento del salario básico

59
por concepto de Caja de Ahorros pero que el 28% de dicho monto no fue
salarizado como alegó la demandante ni excluido el 20%, lo que significa el
salario promedio del demandante para el cálculo de las diferencias salariales
reclamadas, se incrementa en un 48%. Si el anexo A2 de las pruebas del
demandante fue admitido y reconocido por la demandada, la recurrida debió
ordenar la diferencia reclamada sobre la base del 48% de incremento no
salarizado ni excluido por concepto de Caja de Ahorro, es decir: 1) Salario
promedio sería Bs. 938.109,04 (admitido por la demandante) Bs. 450.292,33
(48%) con lo que resulta un salario promedio básico de Bs. 1.388.401,37
dividido entre 30 días resulta Bs. 46.280,04 salario diario; 2) Para el
concepto de Bono Vacacional, igual debió calcularse el incremento del 48%
de incremento no salarizado, resultante Bs.4.256,24 (1/2 bono vacacional)
anexo A2 48% resultas Bs. 6.299,23 por este concepto; 3) Para el cálculo de
utilidades fraccionadas debió sumar: UTIL. FRACC. 2002-2001 Bs.
4.369.726,17 Utili Preaviso Bs. 1.120.519,13 +48% resultando un total de
Bs. 5.490.245,30 dividido entre 12 meses del año resulta Bs. 457.520,41
dividido entre 30 días que tiene un mes resulta Bs. 15.250,68+48% de
incremento no salarizado tenemos un total de Bs. 22.571 diarios por
concepto de 1/12 doceavo de utilidades.,(…) resulta un salario promedio de
Bs. 75.150,27 diarios, debiendo calcularse con este salario los conceptos de
Preaviso, bonificación por años de servicio, días adicionales, Art. 108,
utilidades fraccionadas, prestación de antigüedad en preaviso,
indemnización por despido art 125, política RI-031, igualmente las
vacaciones 1999-2000 debió calcularse con base al salario promedio básico,
es decir, Bs.1.380.401,37 y no de Bs. 944.983,25.(…).
 
Para decidir, se observa:
 
De la enrevesada denuncia del formalizante, se desprende que denuncia
incongruencia negativa, toda vez que el ad quem no se pronunció sobre lo
alegado y probado en autos.
 
En ese sentido, destaca esta Sala que del escudriñamiento de las actas
procesales, específicamente del escrito libelar, argumentó el actor que su
último salario base fue la suma de quinientos treinta y tres mil trescientos
ocho bolívares (Bs. 533.308,00), que sobre tal suma debe ser adicionada a
partir del año 1997 el cincuenta por ciento (50%) del salario base por
concepto de aporte de caja de ahorro, equivalente a la suma de doscientos
sesenta y seis mil seiscientos cincuenta y cuatro bolívares (Bs. 266.654,00),
para un total de salario normal de setecientos noventa y nueve mil
novecientos sesenta y dos bolívares (Bs. 799.962,00).
 
Por su parte la demandada en el escrito de contestación a la demanda,
admitió el salario básico alegado por el actor, equivalente a quinientos
treinta y tres mil trescientos ocho bolívares (Bs. 533.308,00), negó el

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carácter e incremento salarial a través del aporte de caja de ahorro a partir
del año 1997; agrega, que posteriormente, fue salarizado el referido aporte,
empero, adujo la existencia de un acuerdo entre las partes para establecer un
veinte por ciento (20%) del aporte de caja de ahorro bajo las reglas del
salario de eficacia atípica, en consecuencia, negó el salario normal de
setecientos noventa y nueve mil novecientos sesenta y dos bolívares (Bs.
799.962,00); agrega, que el salario utilizado para el cálculo y pago de la
liquidación de prestaciones sociales fue la cantidad de novecientos treinta y
ocho mil ciento nueve bolívares con cuatro céntimos (Bs. 938.109,04),
cantidad que supera los límites de la cantidad pretendida por el actor.
 
Por su parte, la sentencia objeto del recurso de casación, en su motiva
estableció:
 
Al respecto esta alzada acoge el criterio expuesto por el a quo en la
decisión recurrida, la cual se ajusta a lo establecido por el legislador en
cuanto a la aplicación del salario de eficacia atípica, el cual tal y como se
desprende de la norma comentada el mismo puede ser acordada por las
partes y no de forma unilateral tal y como lo hizo en el presente caso la
demandada de autos, es por lo que es improcedente la exclusión pretendida
por la recurrente demandada y en consecuencia proceden las diferencias de
prestaciones sociales acordadas por la recurrida. La cantidad de UN
MILLON QUINIENTOS SESENTA Y TRES MIL CIENTO OCHENTA Y
CUATRO BOLÍVARES CON OCHENTA CÉNTIMOS (Bs.
1.563.184,80); por concepto de indemnización Sustitutiva del Preaviso,
correspondiente a 90 días de preaviso calculados a razón de
(Bs.47.368,729), salario integrado del demandante así como se evidencia de
la documental de liquidación de prestaciones sociales realizado por parte de
la demandada de autos; lo que da como resultado la cantidad de (Bs.
4.263.184,80), a la cual le fue restado (Bs. 2.700.000), por anticipo de este
concepto pagado por la empresa según consta en la documental marcada A –
1, que corre inserta al folio trece (13), de la segunda pieza del expediente. Y
ASI SE DECIDE.
 
De la reproducción efectuada, se desprende que dados los términos en
que resultó trabada la littis, el ad quem estableció el carácter salarial del
aporte de la caja de ahorro, en virtud de que la sociedad mercantil
demandada incumplió con la carga probatoria de demostrar el acuerdo
celebrado por las partes para pactar un veinte por ciento (20%) del aporte de
caja de ahorro como salario de eficacia atípica, en consecuencia, quedó
establecido el salario normal alegado por el actor, es decir, la suma
de setecientos noventa y nueve mil novecientos sesenta y dos bolívares (Bs.
799.962,00), y sobre dicha base se ordenó el pago de las diferencias, por lo
que se colige que la sentencia impugnada no está incursa en el vicio

61
delatado, sustento suficiente para declarar sin lugar la denuncia. Así se
decide.
 
 
DECISIÓN
 
En mérito de las consideraciones anteriores, esta Sala de Casación Social
del Tribunal Supremo de Justicia, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la Ley, declara: 1) SIN LUGAR el recurso de
casación interpuesto por la representación legal de la parte actora Rafael
Enrique Gordillo Delgado, contra el fallo proferido por el Tribunal Superior
Tercero del Trabajo de la Circunscripción Judicial del Estado Bolívar, en
fecha 25 de julio de 2007; 2) CONFIRMA el fallo recurrido.
 
Publíquese, regístrese y remítase el expediente a la Unidad de Recepción
y Distribución de Documentos de la Circunscripción Judicial del Estado
Bolívar, a los fines de que sea enviado al Tribunal de Sustanciación,
Mediación y Ejecución competente. De conformidad con lo dispuesto en el
artículo 176 de la Ley Orgánica Procesal del Trabajo, particípese de esta
decisión al Tribunal Superior de origen de la referida Circunscripción
Judicial.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho de la Sala de Casación
Social del Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, a los treinta (30) días
del mes de abril  de dos mil nueve. Años: 199º de la Independencia y 150º
de la Federación.
 
El Presidente de la Sala,
 
____________________________
OMAR ALFREDO MORA DÍAZ
 
El Vicepresidente, Magistrado,
   
______________________ _______________________
__ __________
JUAN RAFAEL LUIS E. FRANCESCHI
PERDOMO GUTIÉRREZ
   
Magistrado, Magistrada Ponente,
   
______________________ _______________________
__________ ___________
ALFONSO VALBUENA CARMEN ELVIGIA
CORDERO PORRAS DE ROA
EL

62
Secretario,
 
_____________________________
JOSÉ E. RODRÍGUEZ NOGUERA
 
R.C. Nº AA60-S-2008-0683

CONCLUSIÓN

En cuanto a la apelación del demandado por su incomparecencia a la audiencia


preliminar. El Tribunal Superior del Trabajo competente decidirá en forma oral e
inmediatamente y previa audiencia de parte, dentro de los cinco (5) días hábiles
siguientes contados a partir del día del recibo del expediente, pudiendo confirmar la
sentencia de Primera Instancia o revocarla, cuando considere que existieron motivos
justificados para la incomparecencia del demandado por caso fortuito o de fuerza
mayor, los cuales sean comprobados por el respectivo Tribunal Superior.
La decisión se reducirá en forma escrita y contra la misma será admisible el
recurso de casación, si alcanza la cuantía de lo estipulado por el artículo 167 de esta
Ley anteriormente comentado y se hará dentro de los cinco (5) días hábiles siguientes
a dicha decisión.
El nuevo juicio del trabajo cuenta con dos instituciones:
a.- Audiencia Preliminar
b.- Audiencia de Juicio o de mérito
Ambas instituciones o actos procesales juegan un papel esencial en el desarrollo
del nuevo procedimiento previsto para la solución de conflictos derivados de la
relación laboral.
En el presente trabajo centraremos nuestra atención en las características,
fundamento y alcance de la Audiencia Preliminar, por ser este el momento procesal

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donde se pone de manifiesto la eliminación expresa de las incidencias sobre
cuestiones previas, tal y como lo señala el Artículo 129 de la LOPT:
“Artículo 129.-La audiencia preliminar será oral, privada y presidida
personalmente por el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución, con la
asistencia obligatoria de las partes o sus apoderados.
En la misma no se admitirá la oposición de cuestiones previas.
Parágrafo Único: Cuando el Juez de Sustanciación, Mediación y Ejecución
este en presencia de un litisconsorcio activo o pasivo, nombrará una
representación no mayor de tres (3) personas por cada parte, a los fines de
mediar y conciliar las posiciones de las mismas.”

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REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA

Ley Orgánica Procesal del Trabajo – Gaceta Oficial No. 37.504 del 13 de
agosto de 2.002

BRUZUAL BAEZ, Gilberto. (2.005). El Juicio Oral en la Justicia Laboral


Venezolana. Editorial CEC, SA. Caracas-Venezuela.

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