Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
VENTAJAS DE LA MEDIACIÓN
Al ser un proceso más breve, como consecuencia lógica será su costo inferior al
juicio, tanto en su aspecto monetario como anímico y psicológico.
.1. Voluntariedad: Dado que los involucrados en el conflicto son libres para decidir
si inician o no el proceso de mediación respecto del problema que les afecta y, una
vez iniciado, son igualmente libres para abandonarlo en cualquier momento que
decidan; por cierto, el mediador también puede dar por terminado el proceso
cuando estime que no es posible seguir adelante con el mismo, o considere que no
es conveniente para los intereses de los involucrados o, cuando decida que ese
conflicto en particular amerita otro tipo de solución.
La voluntariedad es un elemento de la esencia de la mediación y por ello mucho se
ha discutido, y hasta resistido, la obligatoriedad de la mediación que para ciertos
casos establecen las leyes. Pero se trata de una obligatoriedad legal bien particular
(muy distinta a lo que ocurre, por ejemplo, con el arbitraje forzoso), pues aquí la
obligación que pesa sobre los involucrados es para “asistir a una reunión de
mediación conjunta con el otro interesado”, con la finalidad de que puedan
conversar, intercambiar ideas y llegar a un arreglo, si es posible, todo ello a
instancias de un tercero neutral. Es lo que sucede en Argentina con la Ley 24.573,
que estableció la mediación como una fase obligatoria y previa al proceso judicial
para ciertos casos que no se encuentren excluidos expresamente (causas penales,
materias de acción de separación personal y divorcio, nulidad de matrimonio,
filiación y patria potestad; procesos de declaración de incapacidad y de
rehabilitación; causas en que sea parte el fisco o sus entidades descentralizadas;
amparo, hábeas corpus e interdictos; medidas cautelares; diligencias preliminares y
prueba anticipada; juicios sucesorios y voluntarios; concursos preventivos y
quiebra, y causas del trabajo, mediación conocida en ese país como “prejudicial”. Es
importante resaltar que el hecho de no concurrir cualquiera de los involucrados a
posteriores sesiones o reuniones de mediación, no trae aparejada sanción alguna
para el reacio al proceso, pues de ser así entonces sí que se estaría contrariando la
voluntariedad de la mediación.
2. Es confidencial: Al igual que la voluntariedad, la confidencialidad más que una
característica es un principio de la mediación. Recordemos que uno de los objetivos
de la mediación es develar lo que las partes realmente quieren, vale decir, descubrir
cuáles son los reales intereses que tienen los participantes del proceso. Para ello se
establece como principio fundamental la confidencialidad, pues la mediación
descansa justamente en la confianza que los interesados tengan en el sistema y en la
persona del mediador. También debemos tener en cuenta que el mediador es sólo
un facilitador de la comunicación entre las partes y que carece de imperium para
imponerle sus criterios de solución. Los participantes voluntariamente llegan al
proceso de mediación y es esa misma voluntad la que los hace permanecer en él
hasta su conclusión o abandonarlo a medio camino, sin que el mediador pueda
obligarlos a nada en lo absoluto. Es ahí el rol fundamental que juegan la buena fe, la
confianza y la credibilidad en el sistema en general y en el mediador, en particular,
durante el proceso de mediación. De este modo, si y sólo si las partes confían
sinceramente en el mediador, se abrirán en forma espontánea y franca a revelar sus
intenciones y reales intereses. Es muy común que durante el proceso de mediación
afloren y se descubran cosas que los involucrados en el conflicto ignoraban
completamente respecto del otro y que ahora, con la confianza que les inspira el
mediador, se sienten en condiciones de ventilar. Con el fin de cautelar la
confidencialidad del proceso y prevenir posibles filtraciones hacia el exterior de las
materias e informaciones intercambiadas, es muy común que los interesados, junto
con el mediador, sus abogados y toda persona que participe de cualquier manera en
el proceso, suscriban un convenio de confidencialidad antes de dar inicio al proceso,
cuyo tenor reza mas o menos así: “El proceso de mediación y las sesiones que lo
integran son confidenciales y, por consiguiente, los participantes acuerdan no
divulgar la información que se obtenga en las mismas, por lo que se destruirán todas
las notas de apoyo, con excepción de los acuerdos redactados”. Las sesiones de
mediación son básicamente orales, no se deja constancia escrita de nada de lo tratado
en ellas. Los únicos documentos escritos son los borradores y notas que lleva el
mediador para apoyar su labor, los cuales se destruyen al final del proceso, salvo el
acuerdo final al que se llegue, si es que lo hay. El mediador no debe guardar secretos
con ninguno de los intervinientes (salvo las materias tratadas en sesiones privadas
y separadas con alguno de los participantes, pues en este caso el mediador tiene la
obligación de guardar secreto acerca de lo que uno de ellos le ha confidenciado, a no
ser que éste le autorice en forma expresa a revelárselo al otro participante).
¿Qué pasa con los medios de prueba legal (establecidos en la ley sustantiva) que
utiliza una parte dentro de un juicio, pero logrados a costa de una prueba
ilícitamente obtenida?; por ejemplo, una carta o fotografía escrita a su reverso en que
el presunto padre de una menor confiesa de su puño y letra ser efectivamente su
progenitor y que le es hurtada desde su domicilio por la demandante. Digamos
brevemente que la doctrina del Derecho Procesal la repudia y la ha denominado
justamente prueba ilícita, pues estaría prohibida ya que, como su nombre lo indica,
es obtenida por medios ilícitos (hurto, robo, espionaje, etcétera), se puede prestar
para abusos y, por último, porque hay importantes garantías constitucionales de por
medio que serían vulneradas (privacidad, propiedad, etc.). En el ejemplo citado, la
doctrina procesal ha señalado que lo que corresponde es que, si el juez de la causa
llega a saber (dentro del proceso naturalmente) que tal hecho se encuentra
acreditado a través de un medio de prueba obtenido en forma ilícita, no puede dictar
sentencia ponderándolo como tal para establecer los hechos de la causa y está
obligado a excluirlo de su fallo, dejando constancia si fuese necesario.