Está en la página 1de 40

UNIDAD II PERITAJE

LA PRUEBA PERICIAL PSICOLOGICA EN ASUNTOS DE VIOLENCIA DE GÉNERO – Asensi Pérez

Conceptos de violencia

La OMS define la violencia como el “uso deliberado de la fuerza física o el poder, ya sea en grado de amenaza o
efectivo, contra uno mismo, otra persona, un grupo o comunidad, que cause o tenga muchas probabilidades de
causar lesiones, muerte, daño psicológico y trastorno del desarrollo o privaciones. “

En este marco se define la violencia familiar como un “comportamiento consciente e intencional que, por acción o
inhibición, causa a otro miembro de la familia un daño físico, psíquico, jurídico, económico, social, moral, sexual o
personal en general.”

Según la definición de la ONU la violencia de género es “cualquier acto o intención que origina daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico a las mujeres”

La violencia de género es conceptualizada por la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de


Protección Integral contra la Violencia de Género, como una “violencia que se dirige sobre mujeres por el hecho
mismo de serlo, por ser consideradas por sus agresores carentes de los derechos mínimos de libertad, respeto y
capacidad de decisión y que tiene como resultado un daño físico, sexual o psicológico. La violencia de género que
se refiere dicha ley comprende todo acto de violencia física y psicológica.

La violencia contra las mujeres, desde la perspectiva de género, y a diferencia de otros tipos de violencia, se
presenta como una agresión a los Derechos Humanos, cuya expresión practica y objetiva es el trato digno.

La violencia psicológica

Se consideran tres tipos de violencia que se interrelacionan dentro de las situaciones de malos tratos:

- El maltrato físico, el cual produce casi siempre consecuencias psicológicas.


- El maltrato psicológico.
- El maltrato sexual, cuya severidad y frecuencia varían de una situación a otra, pero el objetivo común es el
control de la víctima.

El ciclo de la violencia

- Estado de tensión, inmovilidad y culpabilidad en la mujer victima que refuerza todavía más el
comportamiento del agresor
- Fase de explosión violenta, de descarga de toda la tensión acumulada que provoca en la mujer un estado
de indefensión aprendida que le impide reaccionar
- Fase de arrepentimiento o “luna de miel”, que es un proceso de manipulación afectiva.
- Una vez conseguido el perdón, el maltratador se siente seguro y empezara de nuevo con las agresiones y
abusos, provocando cada vez mayor dependencia y falta de control en la mujer.

La violencia psicológica es más difícil de identificar. Es inherente a la violencia física o puede ser un anuncio de la
misma, o bien se puede dar independientemente de las agresiones. Se desvaloriza, se ignora y se atemoriza a una
persona a través de actitudes o palabras. La violencia psíquica se sustenta a fin de conseguir el control, minando la
autoestima de la víctima, produciendo un proceso de desvalorización y sufrimiento.
1
UNIDAD II PERITAJE

La violencia psicológica actúa desde la necesidad y la demostración del poder por parte del agresor. Puede causar
en la victima trastornos psicológicos, desestructuración psíquica, agravar enfermedades físicas, o provocar suicidio.

Se pueden clasificar diferentes conductas de violencia psicológica habituales en las situaciones de malos
tratos:

 Abuso verbal: Rebajar, insultar, ridiculizar, humillar, utilizar juegos mentales e ironías para confundir, poner
en tela de juicio la cordura de la víctima.

 Abuso económico: Control abusivo de finanzas, recompensas o castigos monetarios, impedirle trabajar
aunque sea necesario para el sostén de la familia, haciéndole pedir dinero, solicitando justificación de los
gastos, etc.

 Aislamiento: Control abusivo de la vida del otro, mediante vigilancia de sus actos y movimientos, escucha
de sus conversaciones, impedimento de cultivar amistades, etc.

 Intimidación: Asustar con miradas, gestos o gritos. Arrojar objetos o destrozar la propiedad, mostrar armas.
Cambios bruscos y desconcertantes de ánimo. El agresor se irrita con facilidad por cosas nimias,
manteniendo a la víctima en un estado de alerta constante.

 Amenazas: De herir, matar, suicidarse, llevarse a los niños, hacer daño a los animales domésticos,
amenazar con irse o echar a otro de la casa.

 Desprecio y abuso emocional: Tratar al otro como inferior, tomar las decisiones importantes sin consultar,
utilización de los hijos, prácticas de privilegios masculinos, se la denigra intelectualmente como madre,
como mujer y como persona.

 Negación, minimización y culpabilizacion.

El 81 % de las mujeres maltratadas ha intentado o ha pensado suicidarse, el 63 % intento suicidarse y requirió


asistencia médica para salvar su vida. El 18% pensó en la idea del suicidio como salida a la situación de violencia
que estaba viviendo.

Consecuencias psicológicas de la violencia

Consecuencias psicopatológicas más frecuentes de la violencia psicológica en situaciones de malos

- Trastorno por estrés postraumático


- Depresión
- Trastornos de ansiedad
- Trastornos de la alimentación
- Alteraciones del sueño
- Abuso y dependencia de sustancias
- Problemas psicosomáticos
- Baja autoestima
2
UNIDAD II PERITAJE

- Problemas crónicos de salud


- Inadaptación. Aislamiento
- Problemas de relación social/familiar/laboral
- Suicidio.

Cuadros sindromicos mas habituales en las víctimas de violencia de genero

Es preciso conocer los cuadros sindromicos mas habituales en las víctimas de violencia y sus efectos psicológicos,
a fin de poder explicar los cambios afectivos, psicológicas, cognitivos y conductuales que sufren las víctimas de la
violencia y el daño psíquico consecuente.

Tanto el síndrome de la mujer maltratada, la espiral de la violencia, el síndrome de adaptación paradójica a la


violencia domestica, así como el trastorno por estrés postraumático, explican tanto el mantenimiento de la mujer en
las situaciones de malos tratos y la incapacidad de las victimas para protegerse a sí mismas frente a la violencia de
género, como las secuelas psicologías que dichos malos tratos le provocan.

a) El TEPT y el TEPT complejo: El trastorno de estrés postraumático es una alteración psíquica que aparece,
según la definición de la OMS, cuando una persona ha sufrido una agresión física o una amenaza para la
vida propia o de otra persona, y cuando la reacción emocional experimentada implica una respuesta intensa
de miedo, horror o indefensión.
El TEPT complejo describiría perfectamente los problemas y efectos producidos por una exposición
prolongada y continuada a estresores traumáticos interpersonales, como puede ser la violencia en contextos
de malos tratos, capaces de provocar una afectación intensa en la personalidad de la mujer y de los niños
maltratados o expuestos a situaciones violentas.

Evaluación pericial psicológica en asuntos de malos tratos

Protocolo de evaluación: Un protocolo adecuado y fiable debe tener en cuenta tres aspectos o áreas de
valoración:

- Establecer que el maltrato y la violencia psicológica ha tenido lugar.


- Valorar las consecuencias psicológicas (lesión psíquica o secuelas) de dicho maltrato.
- Establecer y demostrar el nexo causal entre la situación de violencia y el daño psicológico (lesiones
psíquicas y secuelas emocionales).
- La credibilidad del testimonio.

Áreas de evaluación:

 Constatar la existencia de maltrato: Se considera que la victima ha estado sometida a una situación de
violencia cuando se verifica mediante entrevista clínico-forense y diversos cuestionarios, que ha vivido una
situación de malos tratos. Se evalúan las características demográficas, la historia de la victimización, las
circunstancias del maltrato, los trastornos psicopatológicos y la reacción del entorno.
Se valora si el testimonio ofrecido por la periciada es congruente con la información que conocemos sobre
los hechos. Se analizara asimismo, la vulnerabilidad y personalidad previa de la víctima, las relaciones
interpersonales con el maltratador, la existencia de hijos y la relación los mismos, antecedentes personales,

3
UNIDAD II PERITAJE

de salud, familiares, educacionales, sociales y laborales. Y se establecerá un análisis longitudinal del


funcionamiento de la víctima y sus vivencias.
Valorar si las conductas de las que se siente objeto se convierten en traumáticas y estresantes, también si
la mujer es madre estaremos ante más de una víctima de violencia psicológica, por lo que será necesario
evaluar también a los niños inmersos en situaciones de malos tratos.

 Consecuencias psicológicas. Daño psíquico y secuelas: Posteriormente el perito evaluara las


consecuencias psicológicas (y repercusiones sociales, familiares, laborales) que la víctima de violencia
domestica haya sufrido. Se verificara la existencia de una lesión psíquica como consecuencia de la agresión
física y/o psicológica, así como posibles secuelas. Para sostener enfermedad o trastorno mental en el
contexto legal es necesario que se detecte mediante los sistemas de medición utilizados: test psicométricos,
entrevistas, inventarios u otros. Se utilizan para evaluar la presencia y niveles de depresión, ideación
suicida, trastornos de ansiedad, alteración del sueño, trastornos de la alimentación, autoestima, trastornos
de personalidad, trastorno por estrés postraumático. También se evaluara sintomatología de orden
psicosomática asociada a altos niveles de ansiedad, como ataques de pánico, dolores musculares,
nerviosismo, dificultades respiratorias.

 El nexo causal: Si tras la constatación de episodios de violencia psicológica y de sintomatología compatible


con las secuelas características de maltrato y de concluir, que la mujer o los niños están inmersos en
situaciones de violencia padecen algún tipo de consecuencias psicológicas, se procederá a establecer el
nexo causal entre ambas.

La existencia de “daño psíquico” o lesión psíquica debe acreditarse utilizando la misma metodología
diagnostica que para cualquier otro cuadro psicopatológico.

Para establecer la relación de causalidad entre un suceso o vivencia y el resultado lesional originado,
deberán valorarse los siguientes criterios:
- El criterio etiológico, que se basa en conocer la realidad de la situación traumática.
- El criterio topográfico, que pretende establecer las consecuencias de la vivencia traumática.
- El criterio cronológico, que establece la relación temporal entre las agresiones y las consecuencias.
- El criterio cuantitativo que considera la intensidad del agente que se considera estresante y su relación con
la gravedad de las lesiones o secuelas originadas.
- El criterio de continuidad sintomática que se aplica en los casos en que las secuelas se manifiestan o siguen
manifestado cierto tiempo después o con bastante posterioridad al momento de la situación o vivencia
estresante.

Victimización secundaria

El daño psíquico padecido por las víctimas de malos tratos, mas la vulnerabilidad de tales victimas, lleva a que sea
fácil reforzar su victimización, haciéndoles revivir varias veces su sufrimiento en una relación asistencial (medica,
jurídica, psicológica, social, etc) generadora de una re-victimización, obligando a contar la historia de su trauma,
con el consiguiente riesgo de recaída en el daño o dolor parecidos. Aumentara la sintomatología y el daño psíquico
cuando la victima entre en el proceso judicial, produciéndose la victimización secundaria.

4
UNIDAD II PERITAJE

Valoración de la credibilidad del testimonio

La idea básica para valorar la credibilidad de un testimonio es que la memoria de lo percibido y lo imaginado, lo
realmente ocurrido y lo que no se ha vivenciado, presenta características diferentes. Se evaluara y analizara la
congruencia emocional, si su afecto es adecuado a lo relatado, la ausencia de estereotipos intelectualizados, si la
información ofrecida en la entrevista forense posee consistencia y coherencia lógica y psicológica.

Se tendrá en cuenta las escalas de control de la validez de las respuestas, sinceridad, distorsiones y otras escalas
de diversas pruebas e instrumentos psicométricos. También se valorara la presencia o ausencia de concordancia
inter-medidas.

Comentarios y dificultades de los dictámenes periciales sobre violencia psicológica

La psicología forense es la ciencia que enseña la aplicación de todas las ramas y saberes de la psicología ante las
preguntas de la Justicia, y coopera en todo momento con la administración actuando en el foro (tribunal) y
colaborando en un mejor ejercicio del Derecho. La función básica del Psicólogo Forense es la de ilustrar, asesorar,
aportar conocimientos al Juez o Tribunal, convirtiéndose en auxiliar o colaborador de la administración de justicia.

Una de las cuestiones más difíciles con la que se enfrenta el sistema judicial en los casos de violencia de género es
la prueba de los hechos que constituyen la misma, ya que en la mayoría de los casos solo se cuenta con la
declaración de la víctima como objeto de valoración. Él informa pericial se emite para constatar a través de una
valoración técnica, una realidad no perceptible, su fin es hacer visible lo invisible.

APLICACIÓN FORENSE DE LA AUTOPSIA PSICOLÓGICA EN MUERTES DE ALTA COMPLEJIDAD


FRANCISCO CEBALLOS-ESPINOZA

Ante el silencio de la víctima, la autopsia psicológica surge como una de las técnicas de evaluación psicológica
reconstructiva de mayor relevancia en el último tiempo. Litman se refirió a este instrumento como un método para
investigar retrospectivamente las características de la personalidad y las condiciones que en vida tuvo un individuo,
teniendo como objetivo acercarse a la comprensión de las circunstancias que rodearon su muerte.

Aunque su utilidad ha sido demostrada en diferentes áreas, mayoritariamente se ha empleado bajo un enfoque
cuantitativo en estudios epidemiológicos centrados en el suicidio, con objetivos claramente definidos, tales como la
obtención de perfiles de riesgo, la caracterización de la población suicida infantil y adolescente, la caracterización
de la población de ancianos, la diferenciación de la población suicida por método de muerte y los factores de riesgo
vinculados a la conducta suicida, tales como la presencia de trastornos mentales, los rasgos de personalidad, los
eventos vitales adversos o los factores psicosociales desfavorables.

La autopsia psicológica como herramienta de investigación criminal

Pese al debate existente en torno a la eficacia de la autopsia psicológica como técnica de evaluación mental
indirecta, algunos modelos han demostrado ser de gran utilidad en el campo de la investigación criminal. Dentro de
ellos es factible mencionar la guía propuesta por Gelles, traducida y adaptada en Chile por Torres y Manzo, de
actual uso por parte del Instituto de Criminología de la Policía de Investigaciones de Chile.

5
UNIDAD II PERITAJE

Otro modelo de interés para el campo de la investigación criminal lo constituye la entrevista semi-estructurada para
autopsia psicológica (Semi-Structured Interview for Psychological Autopsy - SSIPA) de Werlang y Botega,
herramienta constituida por 69 ítems divididos en 4 módulos: precipitantes y estresores, motivación, letalidad e
intencionalidad.

Finalmente, otra metodología de gran uso en Latinoamérica resulta el Modelo de Autopsia Psicológica Integrado
(MAPI) de García-Pérez, el cual se compone de una pauta de entrevista estructurada y con respuestas cerradas, lo
que permite disminuir al mínimo el sesgo subjetivo de cualquier argumentación adicional y las propias
interpretaciones del explorador. La autopsia psicológica pertenece al espectro de herramientas forenses en salud
mental denominadas evaluaciones psicológicas reconstructivas.

Este protocolo permite arribar a una comprensión psicológica respecto de quién era el sujeto, por qué algunas
situaciones se presentaron en su vida y, en general, qué papel jugaron sus rasgos de personalidad en las
circunstancias de su muerte.

La autopsia psicológica frente a muertes complejas

La muerte violenta se define como aquel deceso que tiene su origen en un mecanismo accidental, suicida u
homicida, donde concurre la existencia de un componente exógeno que ha puesto en marcha el proceso de
fallecimiento y, en consecuencia, puede derivar en responsabilidad de la persona o las personas que lo han
originado.

Suicidio vs accidente

Los motivos que inducen a una persona a enmascarar un suicidio simulando una muerte accidental pueden ser
variados y responder a intereses personales o sociales, o bien a motivaciones de tipos legales o económicos. Uno
de los escenarios que origina mayor confusión resulta el diagnóstico diferencial de aquellas muertes que
aparentemente refieren la ocurrencia de un accidente y que, además, presentan elementos de interés criminalístico
que orientan a los investigadores a pensar en un posible suicidio. Para Borges, existen tres circunstancias que
plantean mayores problemas a la hora de realizar este diagnóstico:

a. los politraumatismos de tránsito calificados automáticamente de accidentes de tránsito, sin considerar que
existen aquellas situaciones en las cuales la magnitud de la imprudencia demostrada por la víctima hace
que, desde el punto de vista médico legal, tal imprudencia constituya una conducta para suicida;
b. las intoxicaciones, cuyo principal problema diagnóstico está en determinar la intencionalidad y voluntariedad
del consumo con fines autolesivos;
c. el problema de la con causalidad, suscitado en aquellos casos en que la muerte se produce como efecto
indirecto de una conducta suicida, circunstancias que dificultan aún más la calificación del modo de muerte
puesto que, para el diagnóstico de suicidio, la causa directa de la muerte tiene que ser el resultado o
consecuencia del acto consciente de quitarse o privarse de la vida.

Frente a ello, algunos autores asumen que todos los accidentes de tránsito suicidas ocurren bajo un proceso
inconsciente y sostienen que el automóvil constituye un método de elección de autodestrucción ideal,
particularmente en aquellas personas que intentan ocultar su motivación suicida. En otras ocasiones las víctimas
suelen utilizar el accidente automovilístico como mecanismo suicida para evitar el estigma social que conlleva el

6
UNIDAD II PERITAJE

suicidio, por asuntos de herencia familiar, cuestiones pendientes con la justicia o con el propósito de simular una
muerte accidental para la obtención de la indemnización de los correspondientes seguros.

Muertes atípicas

Otro de los escenarios criminológicos de gran dificultad para llevar a cabo una autopsia psicológica lo constituyen
los casos de muerte autoprovocada atípica. Para Toro y Pollak resulta fundamental diferenciar los suicidios
complejos de los suicidios complicados. En los primeros la muerte involucra dos o más métodos letales, ya sea en
forma simultánea o consecutiva, en tanto que los suicidios complicados se caracterizan por una traumatización
secundaria no intencionada según el método original del suicidio.

En estas circunstancias, sin duda que el trabajo policial a desarrollar en el sitio de suceso resulta fundamental para
el éxito de la investigación. Para García-Pérez la concurrencia a la escena de los hechos por parte del equipo
investigador–y del psicólogo forense en particular–resulta de gran relevancia, pues es necesario un trabajo en
conjunto e interdisciplinario en estrecha colaboración con todos los participantes en la investigación criminal, ya que
cada uno aporta elementos desde su especialidad, que pueden ser decisivos para conformar la autopsia
psicológica ante la particular interpretación de la evidencia–forense y conductual–factible de encontrar en el lugar.

Escenificación y otras alteraciones involuntarias del sitio del suceso

Uno de los pilares fundamentales de la autopsia psicológica lo constituye la escena del delito, por ello, el objetivo
del psicólogo forense en la escena del crimen es interpretar correctamente los hechos, reconstruir lo ocurrido y
comprender lo que sucedió, de modo que todo trabajo en el sitio de suceso debe llevarse a cabo de manera
rigurosa, procurando preservar la escena tal cual se presenta a los investigadores. Sin embargo, ello no siempre es
factible, pues la posibilidad de alteración del sitio de suceso–intencional o involuntaria–siempre está presente.

Dentro de las alteraciones de mayor complejidad para el equipo investigador se encuentra la escenificación o
montaje. Esta manipulación del sitio de suceso hace referencia a toda aquella modificación deliberada de la escena
del crimen efectuada por el autor, cómplice o encubridor, posterior a la comisión del delito y previo al arribo de la
policía. En este acto, el sujeto remueve o elimina evidencias, limpia el lugar del hecho, altera la apariencia de las
cosas–o de la víctima–para simular un delito diferente o simplemente destruye el sitio del suceso mediante la
provocación de un incendio o la inundación del lugar.

Por esas razones, Torres señala que ante cualquier sospecha de alteración en el sitio del suceso resulta necesario
considerar las características propias del hecho que se investiga, así como la posibilidad de que la probable
manipulación responda a la intención de:

1. ocultar o alterar evidencias,


2. evitar la identificación del autor,
3. confundir a la policía desviando la atención del verdadero móvil,
4. por incidencias emocionales o psicopatológicas en alteraciones post mortem o
5. para proteger la reputación de la víctima o su familia.

Junto a esta manipulación dolosa del sitio de suceso dirigida a desviar la atención del investigador forense, es
posible encontrar alteraciones involuntarias.

7
UNIDAD II PERITAJE

Una autopsia psicológica en un contexto criminógeno como éste–donde se persigue simular un suicidio o un
accidente–debe considerar, junto a la inspección exhaustiva de la escena del crimen, un completo estudio
criminalístico de la víctima al objeto de determinar el estado mental del sujeto al momento del deceso y establecer
las circunstancias que rodearon su muerte. Para Geberth este examen victimológico debe ser llevado a cabo desde
una doble perspectiva criminológica: estudio del sitio de suceso y estudio de la víctima. Esto implica, por un lado, el
análisis de la evidencia forense con la inclusión de los antecedentes obtenidos en la escena del crimen y, por otra
parte, el examen victimológico junto al informe de la autopsia médico legal y la valoración de las lesiones que
presenta la víctima. De esta forma se debe determinar si la lesión–o lesiones–que presenta la víctima resultan o no
compatibles con el sitio de suceso y con el aparente móvil del hecho.

La evidencia conductual en el campo forense

Independiente del modelo de autopsia psicológica y del tipo o la complejidad de la muerte, su metodología de base
se rige por los principios que guían el análisis conductual forense. Por lo mismo, requiere de la revisión de las
técnicas de análisis y reconstrucción de la escena del crimen, análisis de comportamiento y de los demás
antecedentes contenidos en los informes policiales, judiciales y de cualquier perito forense que intervenga en un
caso.

Una de las mayores complicaciones a la hora de aplicar una autopsia psicológica surge a partir de la interpretación
criminalística de la evidencia encontrada en el sitio de suceso y dentro de ella la evidencia conductual constituye el
mayor de los problemas, dada la carga subjetiva factible de encontrar en las inferencias del psicólogo forense
producto de su interpretación particular de los hechos.

Para Galvis-Castaneda, a diferencia de la investigación convencional que puede llegar a resolver las preguntas de
qué, cuándo y cómo sucedió un hecho criminal, el análisis conductual forense–basado en la huella conductual y la
evidencia–permite acercarse de manera más refinada a las respuestas de quién hizo qué, por qué lo hizo y para
qué lo hizo; en otras palabras, permite reducir el universo de sospechosos, establecer la interacción presente
durante el hecho, determinar el tipo de relación entre perpetradores y víctimas, establecer sus roles y definir las
probables razones y motivaciones para cometer el acto.

La evidencia conductual, a diferencia de la evidencia física, se detecta mediante la observación y la inferencia, por
lo que implica un proceso mental regido por reglas lógicas o contextos referenciales previamente establecidos.
Chisum define este procedimiento inferencial e interpretativo como la extensión lógica de la evidencia: la
reconstrucción del crimen. La principal ventaja de este tipo de evidencia es su carácter permanente en el tiempo, ya
que no depende del sujeto, y mientras la evidencia física puede –intencional o accidentalmente– eliminarse o
alterarse, la evidencia conductual no. De esta forma, todo acto–positivo o negativo–que el sujeto realice conlleva la
transmisión de información factible de interpretar, pues interaccionalmente todo es conducta y a su vez toda
conducta tiene el valor de un mensaje, de modo que este intercambio en el ser humano adquiere significado
relacional; por lo mismo, cualquier acto llevado a cabo por la víctima o victimario necesariamente comunica y
transmite información que debe ser develada por el psicólogo forense. Sin embargo, pese al fundamento teórico
que respalda la evidencia conductual, es necesario considerar que este elemento criminalístico constituye, hoy en
día, una herramienta de investigación más que un medio de prueba judicial, por cuanto su peso probatorio ha sido
expuesto con dificultad en el contexto forense, ante la falta de formación criminalística de los psicólogos que
defienden su metodología y validez frente a tribunales.

8
UNIDAD II PERITAJE

Criterios operacionales y consideraciones metodológicas frente a la praxis forense

La autopsia psicológica ha sido ampliamente criticada por la falta de estandarización de su procedimiento y por el
hecho que se efectúa con la ausencia del sujeto.

La evaluación y análisis de la información recopilada durante este proceso, en discusión con los demás integrantes
del equipo investigador, permitirá establecer los rasgos de personalidad que presentaba el sujeto y la posible
existencia de alguna patología mental que tuviese incidencia en las circunstancias de su fallecimiento. De esta
forma, la autopsia psicológica permite determinar hasta qué punto el occiso pudo provocar–o evitar–las
circunstancias en las que falleció, estableciendo con ello, en definitiva, cuál fue la participación que el sujeto tuvo en
su propia muerte. Luego, el conocimiento de estos elementos conductuales y circunstanciales podría, en
determinados casos, llevar a la recalificación jurídica de un tipo de muerte determinado.

El informe de autopsia psicológica en el contexto jurídico

Vázquez-Rojas señala que la cientificidad no asegura la fiabilidad de los conocimientos presentados frente al
tribunal, puesto que una cosa es identificar a las ciencias y otra es el grado de fiabilidad de las afirmaciones
científicas; por lo mismo, resulta urgente e indispensable–en el ámbito jurídico probatorio–desmitificar a la ciencia y
desterrar la actitud cientificista en su tratamiento judicial.

De todas formas, el informe de autopsia psicológica debe tener un sustento sólido y responder a estándares
metodológicamente rigurosos. Independiente del modelo aplicado, cada hallazgo reportado frente al juez debe estar
basado en la evidencia encontrada (evidencia física tangible, material y evidencia demostrativa; aunque no es un
objeto material, lo simboliza). Estos hallazgos no siempre resultan evidentes, razón por la cual el psicólogo forense
debe contar con la formación y experticia necesaria para realizar un procedimiento de tal complejidad, pues la
autopsia psicológica como informe pericial constituye un medio de carácter científico el cual, expuesto por el
psicólogo forense en calidad de perito, pretende lograr que el juez pueda apreciar y valorar hechos que ya han sido
aportados al proceso por otros medios probatorios.

EL PAPEL DEL PSICÓLOGO EN CASOS DE SEPARACIÓN O DIVORCIO – FARIÑA Y ARCE

Cuando una o ambas partes de la pareja deciden cesar su convivencia se abre entre ellos desde una perspectiva
legal dos posibilidades: en la primera los conyugues pactan las condiciones de la separación, pero cuando no
existe acuerdo es el Juez quien toma la decisión que considere oportuna cuando existan menores siempre
siguiendo el mejor interés de estos. En este contexto la intervención del psicólogo ha de estar encaminada a
reorganizar la vida familiar para minimizar las consecuencias negativas que la ruptura puede implicar.

 Implicaciones del proceso de separación y divorcio en la familia: La separación de la pareja conlleva a un


desequilibrio en la familia, durante este periodo todos los miembros manifiestan una serie de efectos
característicos.
 Implicaciones de los progenitores: La separación produce en la mayoría de los adultos dos tipos de
problemas: el ajuste personal al divorcio y la adaptación al nuevo y diferente papel de padre divorciado. El
ajuste personal supone superar las repercusiones psicoemocionales asociadas a este evento estresante,
así como adaptarse a las nuevas condiciones socioeconómicas. El síndrome de padre destruido se produce
9
UNIDAD II PERITAJE

como consecuencia de la limitación, sino suspensión de los derechos paternales provocando en el


progenitor un enorme sufrimiento psicológico.
 Implicaciones en los hijos: Los hijos no suelen aceptar ni entender la separación de sus padres reacciona de
forma negativa tanto psicológicamente como conductualmente. Se ha demostrado que los menores de
familias divorciadas presentaban peores resultados académicos, auto concepto más bajo, problemas con
compañeros y mayor oposición a los padres. En los varones se traducían en conductas agresivas, en
cambio en las mujeres, afecta factores psicoemocionales estados emocionales tales como culpa, abandono
rechazo, ansiedad depresión, inseguridad, entre los principales.

Tipos de custodias

Podemos establecer dos tipos de custodias: solitario y compartida. Estas a su vez se subdividen en guarda y
custodia exclusiva o simple y partida cuando se da en solitario y repetida y conjunta cuando es compartida.

 La custodia simple en solitario es aquella en la que uno de los progenitores se hace cargo de los hijos y el
otro o sea el no custodio dispone de un régimen de visitas.
 La custodia compartida parte de que los dos progenitores van a responsabilizarse de igual modo de sus
hijos y ambos son padres custodios, esta modalidad es la forma ideal para los menores y padres, la
custodia conjunta, si la planificación se realiza de manera correcta permite superar los problemas que
presenta la repartida.

Si bien es cierto que la custodia compartida y en especial la conjunta es la mejor solución algunas variables
mediatizan los resultados y otras impiden que sea factibles: el compromiso, y deseo sincero de ambos progenitores
de ser custodios, el nivel de apego de los menores a ambos padres la salud psicológica, comunicación y
cooperación, la distancia geográfica de ambos hogares y el cumplimiento de las obligaciones económicas.

Establecimiento del régimen de visitas

El régimen de visitas está en buena medida determinado por el tipo de custodia que se va a abordar. En todo caso
el objetivo será la planificación de la convivencia de los hijos con ambos progenitores, pero cuando la custodia que
se establece es en solitario entonces debe ir con un régimen de visitas, en nuestro sistema judicial se define por un
patrón de visitas 11/3 esto es, se toma como base 14 días permaneciendo el menor 11 con el padre custodio y 3
con el no custodio. Se ha diseñado directrices orientativas:

-niños desde el nacimiento hasta los 18 meses: el progenitor no custodio debería estar con su hijo si puede ser
diariamente.

-niños entre 18 meses y 3 años: las visitas deberían seguir siendo frecuentes y consistentes.

-de 3 a 6 años: estos niños están capacitados para visitas de hasta 5 días.

-entre 6 a 12 años: el plan de visitas para estas edades puede ser desestructurado.

-adolescencia: para los adolescentes el régimen de visitas a de ser lo más flexible posible.

Actuación del psicólogo jurídico en casos de separación y divorcio:

10
UNIDAD II PERITAJE

Cowell puntualiza que el papel del psicólogo en caso de asignación de custodia o establecimiento de régimen de
visitas debe dirigirse a la consecución de tres objetivos: a- informar al tribunal sobre los derechos de los hijos de
acuerdo con la convención de las Naciones Unidas sobre los derechos del niño, b- señalar las necesidades de los
niños identificadas por la psicología evolutiva, y c- promover la custodia conjunta centrada en los menores y en la
reorganización de la familia en lugar de la disolución familiar.

La mediación familiar

La mediación familiar se ha mostrado como la técnica más eficaz para la resolución de conflictos matrimoniales
porque minimiza el trauma que se genera en los procesos contenciosos y facilita la cooperación entre los
progenitores. Barea y Ballesteros, han precisado las ventajas de la mediación:

 Economía de tiempo y dinero, por tratarse de un procedimiento rápido y barato.


 Posibilita que los padres se centren en las necesidades de sus hijos.
 La pareja es la verdadera protagonista, son los dos quienes resuelven la situación conflictiva.
 Puede iniciarse en cualquier etapa del procedimiento.

En este contexto de mediación proponemos un modelo de intervención que se desarrolla en base a 5 etapas:

1. En la primera el mediador en presencia de los dos progenitores a de aclarar a las partes cual es el objetivo
de la intervención.
2. La segunda etapa se centra en la recogida de datos de la historia de la pareja sin obviar ningún momento.
3. En la tercera etapa las partes comienzan definiendo cuales son los problemas que la mediación debe
resolver diferenciando las posiciones legales y reales.
4. En la cuarta etapa se han de generar alternativas viables para resolver el conflicto, si los padres no generan
soluciones el mediador puede ayudarles.
5. En la quinta y última etapa el experto a de evaluar las propuestas realizadas, comenzando por consensuar
aquellos puntos donde las posiciones sean más consientes hasta alcanzar un acuerdo completo en al
menos uno de los puntos del convenio regulador.

Peritaje de familia

Para la intervención en evaluación de custodias guiadas a su vez por los principios éticos de los psicólogos y el
código de conducta, en concreto han propuesto 16 directrices que se agrupan en tres factores:

 Orientativas, versan sobre el objeto de una evaluación de custodia.


 Generales, que determinan en qué condiciones se llevaran a cabo tales evaluaciones.
 Procedimentales, que señalan como debe ser el procedimiento por seguir.

Respecto a las necesidades de los niños que se han de evaluar son:

 Necesidades de carácter físico –biológico, tales como alimentación, temperatura corporal, higiene, sueño,
actividad física, entre las principales.
 Necesidades cognitivas, tales como estimulación sensorial, exploración y comprensión de la realidad física y
social adquisición de un sistema de valores y normas.

11
UNIDAD II PERITAJE

 Necesidades emocionales, y sociales, tales como, necesidad social y relaciones con el entorno físico,
(seguridad emocional, identidad personal, y autoestima, red de relaciones sociales, actividad lúdica,
establecimiento de límites y necesidad de desarrollo psicosexual.

Una vez establecidas las necesidades de los menores se deben comprobar las destrezas parentales, los factores
que hay que evaluar en los adultos:

 Motivación real para la guarda y custodia.


 los recursos disponibles.
 El tiempo que cada padre dedica a su hijo.
 El estilo educativo.
 Capacidad para ofrecer estabilidad.
 Actitud hacia el otro progenitor.
 La capacidad intelectual.
 Evaluación clínica de la personalidad.

Se ha diseñado un protocolo para la actuación pericial del psicólogo jurídico en estos procedimientos, el cual consta
de 11 pasos:

1. lectura y análisis del expediente del caso.


2. contacto con cada parte.
3. entrevista conjunta, esta entrevista tiene como objeto: ofrecer información acerca del riesgo que tienen los
hijos de presentar problemas como consecuencia de la separación de sus padres. Informe sobre la
neutralidad e imparcialidad con respecto a las partes. Eliminar o amortiguar los desacuerdos y mal
entendidos entre los padres. Y proponer si cabe un proceso de mediación.
4. entrevista individual con cada progenitor.
5. evaluación individual aplicando test psicológicos.
6. entrevista con los menores, resulta eficiente emplear herramientas de acercamiento entre niños y el
evaluador.
7. evaluación de los menores, atreves de instrumentos de medida psicológica.
8. observación de la interacción materno/paterno filial. Cada progenitor a de interaccionar al menos dos
ocasiones con cada hijo en el despacho y hogar.
9. visita a los hogares de los progenitores. Estas visitas permiten ver las condiciones de vida de cada
progenitor.
10. entrevistas colaterales, ya que es importante la información proporcionada por los abuelos, empleados del
hogar, profesores, psicólogos, médicos, vecinos, etc.
11. realización del informe, que se realiza en base a toda la información recogida.

Programas de intervención con familias separadas

El objetivo general de estos programas es proporcionar herramientas cognitivas para afrontar los estados de
ansiedad y estrés, resolver problemas de forma eficaz, y ayudar a la integración familiar, esto es para que la ruptura
de la pareja no suponga una separación familiar. Para diseñar un programa siguiendo a Kirby es preciso tener en
mente cuatro recomendaciones básicas:

12
UNIDAD II PERITAJE

a. priorizar los contenidos.


b. determinar el tipo de intervención.
c. adecuada temporalización de los contenidos.
d. aplicación de estrategias de aprendizaje efectivas.

En el caso de los adultos estos deben aprender y practicar al menos las destrezas siguientes: Practicas de crianza
adecuada, técnica sobre como tomar decisiones y resolver problemas, técnicas y estrategias de supervisión, de
autocontrol, y de relajación.

En cuanto a la intervención con menores los programas deben ofrecer además de apoyo emocional la posibilidad
de adquirir y desarrollar destrezas que le permitan ser más eficaces: expresión adecuada de sentimientos, técnicas
de comunicación, de autocontrol, y de relajación.

Al igual que los programas para adultos los expertos han de adaptar la intervención a las necesidades del grupo. Es
preciso que aborden los siguientes contenidos: comprensión de la separación, exposición de las reacciones más
comunes, ilusión de reconciliación, aceptación de la nueva situación, previsión de cambios, (nuevas parejas o
matrimonios de los padres).

Los padres que han cursado un programa, a- ofrecen a sus hijos respuestas más efectivas, b- controlan mejor sus
reacciones hacia el otro progenitor, y c- observan un cambio en sus sentimientos acerca de la separación, d-
comprenden la importancia de la cooperación parental, e- son conscientes que deben incrementar sus esfuerzos
para trabajar con el otro padre, f- desjudicializan la relación.

ESTRATEGIAS Y MODALIDADES DE INTERVENCION EN ABUSO SEXUAL INFANTIL INTRAFAMILIAR –


INTEBI

Capítulo 1: definiciones y conceptos básicos acerca del abuso sexual infantil

Se considera abuso sexual infantil (ASI) a involucrar a un niño/a en actividades sexuales que no llega a comprender
totalmente, a las cuales no está en condiciones de dar consentimiento informado, o para las cuales está
evolutivamente inmaduro/a y tampoco puede dar consentimiento, o en actividades sexuales que trasgreden las
leyes o las restricciones sociales.

El abuso sexual infantil se manifiesta en actividades entre un/a niño/a y un/a adulto/a, o entre un/a niño/a y otra
persona que, por su edad o por su desarrollo, se encuentra en posición de responsabilidad, confianza o poder.
Estas actividades -cuyo fin es gratificar o satisfacer las necesidades de la otra persona- abarcan, pero no se limitan
a: la inducción a que un/a niño/a se involucre en cualquier tipo de actividad sexual ilegal, la explotación de niños/as
a través de la prostitución o de otras formas de prácticas sexuales ilegales y la explotación de niños/as en la
producción de materiales y exhibiciones pornográficas”.

Definiciones y conceptos asociados a las agresiones sexuales a niños/as y adolescentes

1.Definición de los Servicios de Protección Infantil

13
UNIDAD II PERITAJE

Esta definición considera a los abusos sexuales como una situación ante la cual se debe preservar y defender a
los/as niños/as por tratarse de una forma de maltrato o desprotección infantil.

El Manual de Actuación en Situaciones de Desprotección Infantil en la Comunidad Autónoma de Cantabria (2006)


define al abuso sexual como: “Cualquier clase de contacto e interacción sexual entre un adulto y un niño, niña o
adolescente, en la que el adulto (que por definición posee una posición de poder o autoridad) usa a éste para su
propia estimulación sexual, la del menor o la de otra persona. El abuso sexual también puede ser cometido por una
persona menor de 18 años, cuando ésta es significativamente mayor que el menor-víctima, o cuando está en una
posición de poder o control sobre el menor.”

2. Definición de la Justicia Penal

Esta definición apunta a la prohibición de determinados comportamientos sexuales y a establecer los castigos en
caso de que dicha prohibición no sea respetada. El abuso sexual a niños/as suele estar comprendido en la
legislación relativa a delitos sexuales.

El Código Penal español establece criterios diferentes para las agresiones sexuales y para el abuso sexual.
Considera a las agresiones sexuales como atentados, con violencia e intimidación, contra la libertad sexual de una
persona y las sanciona con pena de prisión de 1 a 4 años. Si la agresión sexual consiste en el acceso carnal, la
introducción de objetos o la penetración bucal o anal, la pena de prisión será de 6 a 12 años, que se incrementará
hasta 15 años si concurre alguna de las siguientes circunstancias:

• La violencia o intimidación se ejerce de modo degradante.

• En la agresión intervienen dos o más personas.

• La víctima es especialmente vulnerable, por su edad, enfermedad o situación, y en todo caso, si es menor
de 13 años.

• Si el autor del delito ha hecho valer contra la víctima una relación de superioridad o parentesco (por ser
ascendiente, descendiente o hermano)

• Si el autor hace uso de armas o medios especialmente peligrosos que puedan producir la muerte o lesiones
tales como la pérdida o inutilidad de un órgano o miembro sean o no principal, de un sentido, la impotencia, la
esterilidad, una grave deformidad, o una grave enfermedad somática o psíquica.

En el delito de abusos sexuales no interviene la violencia ni la intimidación. La persona que lo comete realiza actos
que atentan contra la libertad sexual de la víctima sin que ésta preste su consentimiento. Se consideran abusos
sexuales no consentidos los que se ejerzan sobre menores de 13 años, sobre personas con trastorno mental o
privadas de sentido. También es constitutivo de delito si el agresor/a obtiene el consentimiento de la víctima
haciendo valer una situación de superioridad sobre la misma que coarte su libertad.

Cuando el abuso sexual consiste en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de objetos por
alguna de las dos primeras vías, el responsable es castigado con pena de prisión de 4 a 10 años. Si se abusa
sexualmente de una persona mayor de 13 años y menor de 16 años utilizando el engaño, también el agresor/a es
castigado con penas de prisión o multa.

14
UNIDAD II PERITAJE

Otros delitos sexuales que involucran a niños/as y adolescentes son la prostitución y la corrupción. La persona que
induzca a un menor de edad a la prostitución, o que la promueva, favorezca o facilite, podrá ser castigado con pena
de prisión y multa, que se incrementa si le induce a ejercer la prostitución o mantenerse en ella, empleando
violencia, intimidación o engaño, o abusando de una situación de superioridad o si esa persona abusa de su
condición de autoridad, agente o funcionario público. Penas similares se aplican a la persona que de forma directa
o indirecta favorezca la entrada, estancia o salida del territorio español de menores o incapaces, con la finalidad de
explotarlos sexualmente.

Asimismo, se castiga con pena de prisión a la persona que utilice a niños/as y adolescentes en espectáculos
exhibicionistas o pornográficos, tanto públicos como privados, o para elaborar cualquier clase de material
pornográfico o financie cualquiera de estas actividades.

3. Definición clínica

Si bien tiene relación con la definición legal, está enfocada al impacto traumático de las experiencias en el niño/a o
adolescente. Es importante señalar que no todos los comportamientos sexuales de los que pudieran haber sido
objeto las víctimas producirán efectos traumáticos. Éstos dependerán de la comprensión y del significado que ellas
les atribuyan a los comportamientos.

Diferencias entre comportamientos sexuales abusivos y no abusivos

Ya se ha mencionado los elementos que caracterizan los comportamientos abusivos y la diferencia de aquellos
comportamientos no abusivos:

• Las diferencias de poder que conllevan posibilidad de controlar a la víctima física o emocionalmente;

• Las diferencias de conocimientos que implican que la víctima no pueda comprender cabalmente el
significado y las consecuencias potenciales de la actividad sexual; y

• La diferencia en las necesidades satisfechas: el agresor/a busca satisfacer sus propios impulsos sexuales

1- Desequilibrio de poder

El desequilibrio de poder implica que el agresor/a controla a la víctima y que el encuentro sexual no ha sido
planeado ni realizado de manera consensuada. Este desequilibrio puede deberse a relaciones de parentesco,
vínculos jerárquicos y de autoridad, a la diferencia de estatura, tamaño corporal y/o fuerza física que permite que el
agresor/a pueda manipular al niño/a o adolescente mediante la intimidación y/o la coerción física y/o emocional,
mediante sobornos, promesas o engaños.

2- Diferencias de conocimientos

Si una de las partes implicadas (el agresor/a) tiene conocimientos más avanzados acerca del significado y los
alcances del comportamiento sexual, se pueden considerar abusivos los hechos investigados. El mayor grado de
conocimiento puede deberse a que tiene más edad, a que evolutivamente está más desarrollado o a que es más
inteligente que su víctima.

3- Diferencia en las necesidades satisfechas


15
UNIDAD II PERITAJE

Es sabido que en los casos de abusos sexuales a niños/as o adolescentes el objetivo de los comportamientos no
es la gratificación sexual mutua. Lo habitual es que el agresor/a esté satisfaciendo exclusivamente sus propias
necesidades sexuales. Esta gratificación diferencial ocurre más allá de que el agresor/a consiga excitar
sexualmente a la víctima.

Tipos de comportamientos sexuales

 Comportamientos sexuales sin contacto físico

Comentarios sexualizados hacia el niño/a (lo más frecuente es que se realicen en su presencia; sin
embargo, el agresor/a puede realizar comentarios obscenos por teléfono, notas o cartas)

Exhibición de genitales frente al niño/a llegando, a veces, incluso a masturbarse delante de él o ella.

Voyerismo (espiar la intimidad del niño/a o adolescente)

Exhibición de materiales pornográficos al niño/a o adolescente (libros, revistas, películas, videos, DVD)

Inducción a que el niño/a o adolescente se desnude o se masturbe delante del agresor/a.

 Comportamientos con contacto sexual (por encima o por debajo de la ropa)

• Tocamientos en las partes íntimas (genitales, glúteos, pechos)

• Inducción a que el niño/a o adolescente realice tocamientos al agresor/a

• Frotamiento de los genitales del agresor/a contra el cuerpo o la vestimenta del niño/a o adolescente

 Penetración digital o con objetos

Agresor/a introduce su dedo en vagina y/o en ano

Agresor/a induce al niño/a o adolescente a introducir su(s) propio(s) dedo(s) en vagina y/o en ano

Agresor/a introduce algún elemento en vagina y/o en ano

Agresor/a induce al niño/a o adolescente a introducir algún elemento en vagina y/o en ano

 Sexo oral (niño/a practica sexo oral a agresor/a o agresor/a lo realiza con el niño/a o las dos modalidades)

• Besos de lengua

• Succionar, besar, lamer o morder pechos

• Cunnilingus (lamer, besar, chupar o morder la vagina o colocar la lengua en el orificio vaginal)

• Felaciones (lamer, besar, chupar o morder el pene)

• Anilingus (lamer, besar el orificio anal)

16
UNIDAD II PERITAJE

 Penetración peneana

Coito vaginal, Coito anal y/o Coito con animales

Contexto en el que ocurren los abusos sexuales

 Abusos sexuales en un contexto diádico: es el contexto en el que los abusos ocurren con mayor frecuencia
consta de dos personas: víctima y agresor/a.
 Sexo grupal: consiste en que a) varias víctimas son agredidas por una sola persona; b) varias personas
agreden a una víctima; o c) varias personas agreden a varias víctimas. Estos comportamientos pueden
ocurrir en contextos familiares o extrafamiliares.
 Rondas de sexo: es una forma de sexo grupal, por lo general organizada por pedófilos con el fin de contar
con fácil acceso a niños/ as para utilizarles sexualmente y, a veces, para obtener beneficios. Las víctimas
pueden ser reclutadas por el pedófilo o por otros miembros de la “ronda”. Pueden tener estructuras muy
simples o ser altamente sofisticadas.
 Explotación sexual: consiste en la utilización de niños/as o adolescentes para pornografía o para
prostituirles.
 Pornografía infantil: puede ser producida por familiares, personas conocidas o por profesionales para uso
personal, la comercialización o la venta a pequeña o a gran escala. Puede utilizarse para chantajear a las
víctimas. La producción puede ser nacional, internacional o local. La comercialización de pornografía es
muy lucrativa y no requiere de inversiones muy costosas para elaborar los materiales. Además, es muy
difícil de rastrear. Puede involucrar a un/a solo/a niño/a o a varios/as en poses provocativas o realizando
actos sexuales entre ellos/as y/o con personas adultas.
 Prostitución infantil: promovida por los padres, parientes, conocidos/as o personas que ganan dinero
explotando a los/as niños/as. Adolescentes fugados/as de sus hogares y/o abusados/as previamente
pueden prostituirse sin depender de ningún adulto/a. Los adolescentes varones suelen prostituirse de
manera independiente mientras que las chicas se implican en situaciones en las que otras personas
controlan sus contactos con los clientes.
 Abuso ritual: es una situación recientemente identificada y bastante polémica. Resulta muy difícil de
comprobar y algunos/as profesionales dudan de su existencia. Ocurre en contextos donde el sistema de
creencias (con distinto grado de complejidad y/o justificación), entre otras cosas, promueve el contacto
sexual con niños/as generalmente como parte de los rituales. Al haber pocas confesiones al respecto, la
motivación subyacente es bastante incierta.

El síndrome de acomodación al abuso sexual infantil

El psiquiatra estadounidense Roland Summit acuñó este término en los años ‘80. Si bien en la actualidad se
reconoce que no constituye un síndrome en el sentido médico de la expresión, resulta una valiosa descripción del
proceso que suelen atravesar los/as niños/as o adolescentes victimizados/as.

La manera más frecuente de comienzo de las agresiones sexuales es a través de un proceso de “seducción” previo
en el que el agresor/a consigue acercarse a la víctima y ganar su confianza. Durante este proceso se sexualizan
gradualmente vínculos y formas de relacionarse que, al principio, parecían no sexualizadas (tanto así que el
agresor/a puede plantear estas conductas como, por ejemplo, enseñanza de pautas de higiene o de educación

17
UNIDAD II PERITAJE

sexual). Este proceso de acercamiento, seducción y sexualización suele ser planeado por el agresor/a, quien
elabora complejas estrategias para atraer al niño/a, obtener su cooperación y evitar que cuente lo que está
sucediendo.

Summit describe cinco elementos, dos de los cuales definen la vulnerabilidad básica de los niños/as mientras los
otros tres son secuelas contingentes de la agresión sexual. Estos son: 1) el secreto; 2) la desprotección; 3) el
atrapamiento y la adaptación; 4) la revelación tardía y poco convincente y 5) la retractación.

1. El secreto: Es el componente que facilita el comienzo de las agresiones sexuales, favorece la intimidación y
provoca la estigmatización, el aislamiento y los sentimientos de vulnerabilidad y de culpa en los/as niños/as. Los
abusos sexuales ocurren exclusivamente cuando el agresor y su víctima se encuentran a solas.

2. La desprotección: Debido a la subordinación básica y a la indefensión en que se encuentran los niños/as dentro
de vínculos autoritarios es muy difícil que puedan protegerse a sí mismos/as y revelen los abusos de inmediato.
Variados prejuicios sociales sostienen esta desprotección:

La suposición de que la víctima que no se queja está consintiendo la relación: se espera que los/as niños/as
y adolescentes reaccionen igual que las víctimas adultas de una violación, resistiéndose a las agresiones utilizando
la fuerza física, pidiendo ayuda a los gritos o intentando escapar. La mayoría no hace nada de esto. Por el
contrario, disimulan, fingen seguir durmiendo, cambian de posición en la cama, se cubren con las sábanas, intentan
esconderse. Lo que lleva a que, según sea su edad, se piense que estuvieron de acuerdo o que consintieron las
conductas abusivas.

La suposición de que las adolescentes seducen a los hombres: aun cuando puedan ser sexualmente
atractivas, seductoras o deliberadamente provocativas, los/as niños/as no tienen el mismo poder para negarse a los
pedidos de una figura parental o de un/a adulto/a ni para prever las consecuencias de acercamientos sexuales. La
ética más elemental señala que ante tales equívocos, la responsabilidad de evitar toda actividad sexual con una
persona menor recae en el adulto/a.

3. El atrapamiento y la acomodación: La única posibilidad que hay para detener una situación abusiva es que la
víctima busque protección o que se produzca una intervención en forma inmediata. En caso de que nada de esto
suceda, la opción saludable que queda es aprender a aceptar la situación y sobrevivir.

Un niño/a sano/a, normal y emocionalmente flexible aprenderá a acomodarse a la realidad del abuso sexual
continuado afrontando el desafío de acomodarse a los requerimientos sexuales intrusivos a la vez que toma
conciencia acerca de la traición y de haberse convertido en un mero objeto para una persona que, en los casos de
abusos intrafamiliares, suele estar idealizada como figura protectora, altruista y afectuosa.

4. La revelación tardía, conflictiva y poco convincente: La mayor parte de los casos de abuso sexual no se conocen
jamás, al menos fuera del núcleo familiar. Los casos tratados, informados o investigados constituyen la excepción y
no la norma. La revelación suele producirse por un descubrimiento accidental o como consecuencia de un conflicto
familiar serio. Cuando el factor que desencadena la revelación es un conflicto familiar, habitualmente significa que
el abuso sexual ha ocurrido durante años.

5. La retractación: Summit afirma que todos/as los/as niños/as son capaces de desdecir cualquier afirmación que
hayan hecho sobre abusos sexuales. Debajo de la rabia que motoriza la revelación impulsiva, persiste la
18
UNIDAD II PERITAJE

ambivalencia que se origina en la culpa y, en los casos de abusos intrafamiliares, en la martirizante obligación de
preservar a la familia. Frente a las caóticas consecuencias de la revelación, las víctimas descubren que los temores
y amenazas que les forzaban a mantener el secreto, se vuelven realidad.

A menos que se les brinde un apoyo especial y se produzca una intervención inmediata para obtener la admisión
de responsabilidad por parte de los/as agresores/as, las víctimas proseguirán la evolución “normal” y se retractarán.
Admitirán que “inventaron” sus testimonios.

Aclaraciones importantes

Abuso sexual infantil no es sinónimo de violación: Raramente el agresor/a utiliza la fuerza física para
concretar la agresión. Por el contrario, suele establecer o preexistir un vínculo de confianza, de autoridad o de
poder del que se abusa. La victimización consiste en un proceso gradual de sexualización de vínculos
preestablecidos que comienza sin previo aviso. A diferencia de la violación de personas adultas que suele
presentarse como un episodio único, que ocurre de manera brusca, impredecible, con características propias de un
hecho accidental, el abuso sexual de niños/as y adolescentes ocurre de manera crónica, repetida, a partir de un
proceso de intromisión gradual en la intimidad del menor siguiendo pautas de planificación previas del agresor/a.

Abuso sexual infantil no es sinónimo de incesto: Existen abusos perpetrados por personas de la familia
(intrafamiliares) y por personas ajenas a la familia (extrafamiliares). Se denominan incestuosos a aquellos actos
abusivos que ocurren entre familiares que, por las pautas socioculturales y las leyes de un determinado grupo
social, no tienen permitidas las relaciones sexuales ni los vínculos de pareja. Ejemplos de este tipo de vínculos
serían el del padre y la hija, el padre y el hijo, la madre y la hija, la madre y el hijo, abuelos/as y nietos/as, tíos/as y
sobrinos/as y hermanos/as entre sí.

Abuso sexual infantil no es sinónimo de penetración genital: El abuso sexual engloba una amplia gama de
actividades sexuales con y sin contacto físico.

Abuso sexual infantil no ocurre únicamente entre un niño/a o adolescente y un adulto/a: El abuso sexual
intrafamiliar perpetrado por familiares adultos suele predominar en los casos del sistema de protección infantil y de
los programas de intervención.

Abuso sexual infantil no es algo que cometan sólo los varones: Las mujeres agreden sexualmente a
niños/as y adolescentes en porcentajes que oscilan entre un 10-15% de los casos notificados.

Indicadores de abuso sexual infantil

Indicadores físicos específicos: Si bien la presencia de estos indicadores certifica que los abusos sexuales han
ocurrido, están ausentes en la mayoría de los casos. La ausencia de indicadores físicos específicos no descarta la
posibilidad de que haya ocurrido un abuso sexual.

Lesiones en zonas genital y/o anal

 Desgarros recientes o cicatrízales del himen


 Diámetro del himen mayor que 1 cm
 Desgarro de la mucosa vaginal
19
UNIDAD II PERITAJE

 Dilatación anal y esfínter anal hipotónico


 Sangrado por vagina y/o ano

Infecciones genitales o de transmisión sexual:

 Sífilis
 Blenorragia
 SIDA no preexistente al momento del nacimiento
 Condilomas acuminados (conocidos como verrugas genitales)
 Flujo vaginal infeccioso con presencia de gérmenes no habituales (clamidia, tricomonas) en la flora normal
del niño/a
 Embarazo: Informe médico que confirma existencia del abuso sexual o indica sospechas importantes de que
está ocurriendo.

Indicadores físicos inespecíficos: Estos trastornos orgánicos no tienen una relación causal con el abuso y pueden
aparecer sin que éste exista, pero dado que están estrechamente vinculados a situaciones de estrés elevado, su
presencia es indicadora de sospecha:

 Ciertos trastornos psicosomáticos como los dolores abdominales recurrentes y los dolores de cabeza sin
causa orgánica.
 Trastornos de la alimentación (bulimia y anorexia nerviosa, en especial cuando se asocian)
 Fenómenos regresivos como la enuresis (emisión involuntaria e inconsciente de orina, generalmente
nocturna) y encopresis (incontinencia de materia fecal) en niños/as que ya habían logrado el control de
esfínteres.
 Infecciones urinarias repetidas sin causa orgánica o externa identificable
 Inflamaciones, enrojecimiento y lesiones por rascado en zona genital no asociadas a otras lesiones
descritas en el apartado de INDICADORES ALTAMENTE ESPECÍFICOS

Indicadores conductuales específicos

Altamente específicos: la revelación por parte del niño/a o adolescente de haber sido objeto de abusos sexuales

Compatibles con probable abuso:

o Conductas hipersexualizadas y/o autoeróticas infrecuentes en niños/as y adolescentes:


o Masturbación compulsiva
o Conductas sexualmente inapropiadas para cualquier edad
o Variantes peculiares de los juegos de “médicos”, “los novios” o “el papá y la mamá”
o Utilización de la fuerza física o la coerción psicológica para conseguir la participación de otros niños/as o
adolescentes en los juegos sexuales
o Sexualización precoz: juegos sexuales tempranos acompañados de un grado de curiosidad sexual inusual
para la edad
o Juegos sexuales con otros niños/as o adolescentes mucho menores o que están en un momento evolutivo
distinto.

20
UNIDAD II PERITAJE

o Acercamientos peculiares a los/as adultos/as: Tratar de tocar u oler los genitales del adulto, aproximarse por
detrás a una persona agachada y, desde esa posición, realizar movimientos copulatorios, acomodarse
sobre un adulto/a en la cama y simular movimientos de coito, o pedir que le introduzcan o tratar de introducir
la lengua al besar, promiscuidad sexual, prostitución o excesiva inhibición sexual (en adolescentes)
o EL NIÑO/A O ADOLESCENTE MUESTRA CONOCIMIENTOS SEXUALES INUSUALES PARA LA EDAD

Indicadores conductuales inespecíficos: Comportamientos llamativos y/o inadecuados para el nivel madurativo del
niño/a o del adolescente que no están asociados exclusivamente con abusos sexuales, sino que pueden
observarse como reacciones ante diversas situaciones de estrés y suelen poner de manifiesto los intentos por
defenderse y adaptarse a variadas experiencias de traumatización aguda y crónica.

INFANCIA TEMPRANA (<3 años)

Retraimiento social

Alteraciones en el nivel de actividad junto con conductas agresivas o regresivas

Temores inexplicables ante personas o situaciones determinadas

Alteraciones en el ritmo de sueño

PREESCOLARES

Síndrome de estrés post-traumático

Hiperactividad

Conductas regresivas

Trastornos del sueño (pesadillas, terrores nocturnos)

Fobias y/o temores intensos

Fenómenos disociativos

ESCOLARES Y PRE-ADOLESCENTES

Cualquiera de los trastornos observables en etapas anteriores

Dificultades de aprendizaje o alteraciones en el rendimiento, de aparición brusca e inexplicable

Fugas del hogar

Retraimiento llamativo o, por el contrario, hostilidad y agresividad exacerbada en el hogar, y/o con sus
amigos/as y compañeros/as de estudios

Sobre adaptación, pseudomadurez

21
UNIDAD II PERITAJE

Conflictos con las figuras de autoridad, junto con una marcada desconfianza hacia los/as adultos/as
significativos/as

Pequeños robos

Mentiras frecuentes

Sentimientos de desesperanza y tristeza

Tendencia a permanecer en la escuela fuera del horario habitual

ADOLESCENTES

Conductas violentas de riesgo para su integridad física

Retraimiento, sobre adaptación

Fugas del hogar

Consumo de drogas

Delincuencia

Automutilaciones y otras conductas agresivas

Intentos de suicidio

Trastornos disociativos

Trastornos de la conducta alimentaria (anorexia, bulimia)

Capítulo 2 definiciones y conceptos básicos acerca del maltrato infantil

Definiciones y conceptos básicos

Riesgo de desprotección: Niños/as en riesgo de desprotección son aquellos/as que viven y se desenvuelven en
entornos familiares o sociales cuyas condiciones pueden provocar un daño significativo a corto, medio y/o largo
plazo en su bienestar y desarrollo. Diversas situaciones pueden colocar a una persona menor en riesgo de
desprotección:

a) Riesgo de cuidado inadecuado: es el que existe cuando se detecta una situación de crisis o problemas en la
familia (por ejemplo, alto nivel de estrés, consumo de drogas o alcohol de los padres, maternidad/ paternidad
adolescente, aislamiento social) que se prevé pueden afectar negativamente o limitar de forma significativa a la
capacidad de las figuras parentales para proporcionar un cuidado y atención adecuada al niño, niña o adolescente
y provocar la aparición de situaciones de desprotección en un futuro próximo.

22
UNIDAD II PERITAJE

b) Cuidados parentales inadecuados (no desprotección): ocurre cuando las figuras parentales o las personas
adultas que conviven en la familia no proporcionan al niño, niña o adolescente un trato o cuidado óptimo, pero:

- esta situación no ha provocado ni se prevé que vaya a provocar a corto plazo un daño (a nivel físico,
psicológico, cognitivo y/o social), o

- sí ha producido un daño, no es significativo (es decir, no afecta de manera relevante al desarrollo del niño,
niña o adolescente) ni se prevé que vaya a hacerlo a corto plazo.

c) Otras situaciones en el entorno familiar o social que pueden influir negativamente en el desarrollo del niño,
niña o adolescente: entornos sociales con imágenes identificatorias no deseables, falta de servicios, alto índice de
delincuencia, marginación o violencia en el vecindario, etc.

Desprotección: La situación de desprotección ocurre cuando las personas menores tienen sus necesidades básicas
sin cubrir durante un período de tiempo suficientemente amplio como para provocar un daño significativo en su
salud y desarrollo o colocarle en riesgo de sufrirlo. Puede deberse a circunstancias familiares y/o al comportamiento
de sus padres, responsables legales o adultos que conviven en la familia o a problemas o circunstancias externas
fuera del control de los padres o responsables legales.

Necesidades infantiles: Son aquellas necesidades que los/as niños/as y adolescentes deben tener satisfechas para
asegurar un óptimo desarrollo bio- psico-social. Debido a su inmadurez, dependerán de los/as adultos/as del
entorno cercano para su satisfacción.

Necesidades físicas: Alimentación, Temperatura, Higiene, Salud, Sueño.

Necesidades de seguridad: Protección ante condiciones del entorno que suponen un riesgo para la integridad física
del menor, Protección ante otros adultos/menores que hacen o pueden hacer daño al menor, Protección ante el
daño que el menor puede hacerse a sí mismo.

Necesidades sociales: Disposición de orientación y límites a la conducta, Aprendizaje de control de las emociones y
conductas apropiadas para la participación social y el establecimiento de relaciones adecuadas con otras personas,
Red de relaciones sociales, Interacción lúdica.

Necesidades cognitivas: Estimulación sensorial: Disposición de experiencias de exploración y de aprendizaje,


Exploración física y social, Comprensión de la realidad física y social

Necesidades emocionales: Seguridad emocional: Disposición de relaciones seguras, estables y afectivas con
adultos significativos, Sensibilidad y responsabilidad a las necesidades del niño, Contacto físico apropiado,
Recepción de afecto y refuerzo positivo, entre otros.

Conceptos:

 Maltrato infantil: abarca todas las formas de maltrato físico y/o emocional, abuso sexual, negligencia o trato
negligente, o a cualquier tipo de explotación comercial o de cualquier otra índole, que ocurren en el contexto
de relaciones de responsabilidad, confianza o poder, y que resulten en daño real o potencial para la salud,
la supervivencia, el desarrollo o la dignidad de los niños (OMS, 1999).

23
UNIDAD II PERITAJE

 Maltrato físico: Aquella forma de maltrato infantil que origina daño físico real o potencial a partir de algún tipo
de interacción ubicable dentro de los márgenes razonables de control de uno o ambos progenitores, o de
alguna persona en posición de responsabilidad, confianza o poder. Los incidentes pueden ser únicos o
múltiples. (OMS, 2001)
 Negligencia: Se considera negligencia a la omisión, por parte del adulto/a cuidador/a, de proveer aquello
que el niño/a necesita para su desarrollo en cualquiera de las áreas: salud, educación, desarrollo emocional,
alimentación, vivienda y condiciones seguras de vida. Esta omisión se puede encuadrar como negligencia
cuando tiene una alta probabilidad de producir daños en la salud o el desarrollo psicofísico, mental,
espiritual, moral o social del niño/a, siempre que esté dentro del contexto de recursos disponibles para la
familia o los cuidadores. La negligencia incluye la falta de supervisión y de protección adecuadas ante las
posibilidades de que el niño/a padezca algún daño. (OMS, 2001). Algunas de las formas de negligencia son:

o Falta de supervisión apropiada que provoca daño físico o facilita abusos sexuales

o Negligencia física, educacional, médica, emocional

o Consentimiento e inducción de conductas delictivas en los/as niños/as

o Abandono parcial

o Exposición de los/as niños/as a episodios de violencia conyugal

 Maltrato y negligencia emocional: Implica la ausencia de un entorno evolutivamente adecuado que ofrezca
resguardo y comprensión, así como la falta de alguna figura de apego primario que le permita al niño/a
desarrollar capacidades emocionales y sociales estables y complejas con relación a su potencial propio,
dentro del contexto social en el que vive. Comprende aquellas interacciones que tienen alta probabilidad de
causar daños a la salud del niño/a (o a su desarrollo físico, mental, espiritual, moral o social) debido a que
son evolutivamente inadecuadas, insuficientes o incoherentes para él/ella. Estas interacciones deben haber
estado bajo la posibilidad de control razonable por parte de los padres/cuidadores o de las personas en
posición de responsabilidad, confianza o poder.

Es la tipología de maltrato infantil más difícil de diagnosticar ya que los indicadores y/o los síntomas que presenta el
niño/a no se diferencian de las manifestaciones que acompañan a diversas patologías psicológicas-conductuales.
Las modalidades en que se expresa el maltrato emocional son:

el rechazo hostil de manera verbal y no verbal

la desvalorización constante verbal y no verbal

la denigración y la ridiculización crónica verbal y no verbal

entre otras

 Abandono emocional: Falta persistente de respuesta a las señales, expresiones emocionales y conductas
procuradoras de proximidad e interacción iniciadas por el niño, niña o adolescente, y falta de iniciativa de
interacción y contacto, por parte de una figura adulta estable.

24
UNIDAD II PERITAJE

 Testigos de violencia doméstica: Son aquellos niños/as y adolescentes que, sin ser objeto de violencia
física, conviven y están al cuidado de una pareja parental donde ocurren episodios de violencia doméstica.
Los/as niños/as y adolescentes que presencian violencia doméstica, son testigos de: Estrategias de
coerción entre los adultos, Amenazas de daño físico, Agresiones sexuales, etc. La gravedad de la
exposición dependerá de:
a. Las características de los episodios de violencia
b. La frecuencia con la que ocurren
c. Si la exposición ha sido directa (ver y/o escuchar) o indirecta (tener conocimiento de) a la violencia
d. La función que cumple el/la niño/a durante el episodio violento.

 Factores de riesgo: Es el conjunto de indicadores -físicos, conductuales y sociales- tanto del niño/a como de
los/as adultos/as y del grupo familiar que, sumados a las características del incidente y de las eventuales
lesiones e incluso la reacción frente a la detección y/o intervención, contribuye a elaborar una predicción
sobre: la probabilidad de que el niño/a sufra un daño y que se daño sea severo
 Factores de protección: Es el conjunto de indicadores -físicos, conductuales y sociales- tanto del niño/a
como de los/as adultos/as y del grupo familiar y de los recursos disponibles a nivel social y educativo que
contribuye a modificar y a mejorar las condiciones familiares de manera tal que se reduce o evita la
posibilidad de dañar a los/as niños/as.
La evaluación de la situación de riesgo en que se encuentra una persona menor se hará en función de la
presencia de factores de riesgo y de la neutralización- o no- que pueda producirse ante la presencia de
factores de protección.
 Intervención: Es la fase del proceso de actuación ante sospechas de desprotección infantil en el que se
procede a:

Garantizar la seguridad del niño/a, Reducir el riesgo de que ocurran los malos tratos

Abordar CON ÉXITO los efectos del maltrato sobre el niño/a y su familia

Lograr los objetivos y las tareas del plan de caso, Lograr resultados a nivel familiar

Los/as profesionales de los programas de intervención abordan las causas identificadas de los episodios de
violencia contra los/as niños/as y trabajan en la reparación de los efectos de la situación de violencia crónica. El
objetivo final de la intervención protectora es garantizar el bienestar de los niños/as y adolescentes, es decir,
garantizar la cobertura de sus necesidades básicas (físicas, de seguridad, emocionales, sociales y cognitivas).

 Efecto traumático: Es la consecuencia que producen en los individuos las situaciones de dolor -físico y/o
emocional- que no pueden calmar ni resolver con sus propios recursos internos. No constituye un indicador
de patología ni de desajuste. Es la reacción normal que cualquier persona tiene frente a situaciones que
superan su capacidad de tolerancia y elaboración emocional.
 Resiliencia: Es un fenómeno que manifiestan sujetos jóvenes que evolucionan favorablemente, aunque
hayan experimentado una forma de estrés que, en la población general, se estima que implica un grave
riesgo de consecuencias desfavorables. Es la capacidad de un sujeto para superar circunstancias de
especial dificultad, gracias a sus cualidades mentales, de conducta y adaptación.

25
UNIDAD II PERITAJE

Capítulo 3-competencias

Dada la complejidad que caracteriza tanto a las intervenciones ante casos de desprotección infantil en general
como a las intervenciones ante situaciones de abusos sexual, es de gran importancia que los/as profesionales que
trabajen con los/as niños/as y con las familias tengan claras:

- Las funciones que cada uno/a debe desempeñar en el proceso;

- Cuáles son las actividades mediante las que llevarán a cabo sus funciones;

- Cuáles son los objetivos generales de la intervención;

- Cuáles son los objetivos específicos de una fase determinada;

- Cuáles serán los indicadores que utilizarán para evaluar la evolución;

- Cómo se coordinarán con otros/as profesionales –tanto de su misma institución como de otras

Los problemas y las dificultades sobre las que deberán trabajar son tan numerosos y variados que requerirán
abordajes interdisciplinares, multimodales e intersectoriales o interinstitucionales para afrontarlas con éxito.

En casi todos los casos de malos tratos y de abuso sexual a niños/as y adolescentes los/as profesionales de los
servicios de protección tienen que interactuar con otros/as profesionales que están en contacto con las víctimas y
con sus familias (maestros/as, médicos/as, monitores/as, trabajadores/as sociales, etc.). De ahí que resulte de
suma utilidad poder aplicar un trabajo interinstitucional e intersectorial, que incluya acciones coordinadas con los
ámbitos sanitarios, educativos, sociales y judiciales si fuera necesario.

El proceso de intervención en casos de abusos sexuales

En los casos de abusos sexuales y de desprotección en general, la intervención se realiza mediante un conjunto de
pasos que deben sucederse de manera fluida y coordinada para garantizar su eficacia.

En este proceso, la primera etapa comienza cuando alguien cercano a los/as niños/as o adolescentes -un familiar o
un profesional- sospecha que podrían estar sufriendo una situación de abuso sexual (debido a indicadores físicos
y/o conductuales) (Fase de Detección).

Esta persona comunica la sospecha a los/as técnicos/as de los Servicios Sociales de Atención Primaria (SSAP) o
de los Servicios Sociales Especializados (SAIAF) (Fase de Notificación). Se inicia la investigación (Fase de
Investigación) si el SAIAF valora que existen elementos para considerar que los abusos sexuales están
confirmados o, si no lo están, que constituyen una situación de desprotección grave por tratarse de una situación
intrafamiliar o de una situación en la que el agresor/a (agresores/as) son personas ajenas a la familia, pero no se
tiene la seguridad de que hay un/a adulto/a protector/a. Es importante recordar que las agresiones sexuales a
personas menores constituyen un delito, con lo cual es necesario también notificar a Fiscalía.

La Fiscalía conducirá las investigaciones necesarias para cumplimentar los requisitos del proceso penal. Dichas
investigaciones podrán ser conducidas de manera coordinada con el SAIAF (opción que es la más aconsejable) o
de manera independiente.

26
UNIDAD II PERITAJE

En casos de sospecha de abusos sexuales a niños/as y adolescentes es bastante frecuente que los SSAP y el
SAIAF tengan que colaborar, compartir información y elaborar informes para profesionales de la Justicia y/o de la
policía.

Fases del proceso de intervención en casos de abusos sexuales

Detección

Notificación

Investigación

Evaluación

Toma de decisión

Intervención

Competencias de los Servicios Sociales de Atención Primaria (SSAP)

En los casos de sospechas de abusos sexuales hacia niños/as y/o adolescentes, el Manual de Actuación en
situaciones de desprotección infantil en la Comunidad Autónoma de Cantabria (2006) establece que los Servicios
Sociales de Atención Primaria (SSAP) intervienen en las fases de detección y notificación (fases a y b) e indica que
los casos de abusos sexuales intrafamiliares son considerados como de desprotección grave, derivándolos al
SAIAF que continuará con las fases siguientes del proceso a través de los Equipos Territoriales de Infancia y
Familia.

Los SSAP procederán de la misma manera ante las sospechas de abusos sexuales extrafamiliares en las que los
padres o responsables legales se muestren incapaces de proteger al niño/a o adolescente y en los casos de
explotación sexual.

Competencias del Servicio de Atención a la Infancia, Adolescencia y Familia (SAIAF)

El SAIAF es un servicio especializado que cuenta con varios equipos para intervenir en casos de desprotección
moderada y grave: los Equipos de Recepción y de Valoración y los Equipos Territoriales de Infancia y Familia e
intervendrán en fases muy específicas.

El procedimiento de intervención habitual ante la sospecha de que un niño/a o un/a adolescente estén sufriendo
abusos sexuales se desarrolla de la siguiente manera (Cuadro 1):

El proceso de recepción de los casos sospechados de abuso sexual comienza a través de los Equipos de
Recepción y de Valoración. Éstos investigan si se ha producido la situación de abuso sexual sospechada, cuál es la
magnitud del riesgo y si se requiere una medida de protección de urgencia. Es importante que, como máximo, entre
48-72 horas de producida una notificación de sospechas de abusos sexuales, se pueda contar con información
como para:

a) confirmar si la sospecha está justificada,

27
UNIDAD II PERITAJE

b) si existen factores de riesgo en la familia y/o en el niño, niña o adolescente que posibiliten la reiteración de
los abusos; y

c) si es necesario adoptar medidas de protección de urgencia.

Si se confirma la gravedad de la sospecha se procede a la apertura de expediente y a la derivación del caso a los
Equipos Territoriales de Infancia y Familia (ETIF) que iniciarán la fase siguiente (Evaluación). Los ETIF están
compuestos por:

los Equipos de Evaluación y Coordinación de Casos

los Programas de Intervención Familiar

Función de los Equipos de Evaluación y Coordinación de Casos

Habitualmente participan en:

a. la evaluación de casos con expediente abierto en el SAIAF; y

b. la coordinación de la ejecución de los planes de caso de los menores con expediente abierto en el SAIAF
(coordinación de casos)

Cuando se sospecha que un niño/a o adolescente ha sido víctima de abusos sexuales, su función es explorar a la
supuesta víctima y a su grupo familiar a través de entrevistas directas e información de fuentes secundarias con los
siguientes objetivos:

- valorar la sospecha de abuso sexual

- identificar los factores de riesgo que favorecen la situación de abuso sexual y/o de desprotección

- identificar los factores de protección que protegen de la situación abuso sexual y/o de desprotección

- determinar si la situación abusiva y/o de violencia crónica ha producido daños en el desarrollo de la persona
menor

- determinar las necesidades de tratamiento y apoyo a la persona menor

- determinar el pronóstico de los/as adultos/as convivientes para funcionar como protectores capacitación
parental

Función de los Programas de Intervención Familiar (PIF)

Son equipos multidisciplinares compuestos por trabajadores/as sociales, psicólogos/as y educadores/as. Las
competencias de los Programas de Intervención Familiar son:

a) Ejecución de planes de caso de menores con expediente abierto en el

b) SAIAF; y

28
UNIDAD II PERITAJE

c) Ejecución de planes de caso de menores atendidos en los SSAP

Los casos con expediente abierto de protección en el SAIAF en el que intervienen los PIF son aquellos en que se
detectan situaciones de desprotección grave (con riesgo de separación inminente o con medida de separación
temporal) cuyos Planes de Caso tengan como finalidad:

- Evaluación en intervención

- Preservación familiar: intervención en crisis

- Preservación familiar: capacitación parental

- Reunificación familiar

- Apoyo a la vida independiente

Principios básicos de la intervención

Se procederá a elaborar el Plan de Caso después de identificar cuáles son los daños que ha sufrido el niño/a o
adolescente; cuáles son los factores de riesgo (que facilitaron la victimización sexual y, eventualmente, los malos
tratos) y los de protección (que contribuirán a que no vuelvan a ocurrir); después de que se establezcan medidas
que garanticen que las agresiones sexuales no se han de repetir y que se obtenga información acerca de la actitud
de los/as adultos/as no agresores/as en cuanto a la credibilidad que le merece lo que el niño/a ha narrado y en
cuanto a la actitud protectora de estos/as adultos/as.

 Necesidades infantiles como referente básico de la intervención

El objetivo final de la intervención es la protección que consiste en garantizar el bienestar de los/as niños/as y
adolescentes, es decir, garantizar la cobertura de sus necesidades básicas (físicas, de seguridad, emocionales,
sociales y cognitivas).

En los casos de abuso sexual es de fundamental importancia asegurar que las agresiones sexuales han cesado al
momento de comenzar la intervención y de que otros/as niños/as o y/o adolescentes convivientes están también
protegidos ante agresiones parecidas.

 Las intervenciones serán interdisciplinares, multimodales e intersectoriales

Es necesario aplicar una amplia gama de recursos para disminuir el riesgo, favorecer los factores de protección y
reparar los daños que ya se han producido. Ese abanico de recursos necesariamente tendrá que contar con
profesionales y técnicos/as de distintas disciplinas (interdisciplinar) pertenecientes a distintos ámbitos e
instituciones (intersectorial) además, de aplicarse de manera simultánea (multimodal).

 La finalidad de la protección es lograr una familia adecuada para ese niño/a o adolescente

Es necesario trabajar tanto sobre los efectos que los abusos produjeron en los/as niños/as como en las dificultades
familiares que produjeron la desprotección y contribuyeron a que los abusos continuaran ocurriendo. De ahí que,
cuando una familia presenta problemas para ejercer sus funciones, los servicios especializados ofrecerán recursos
para intentar que recuperen -o que comiencen a- desempeñar su rol de cuidado y protección de manera adecuada.
29
UNIDAD II PERITAJE

 Interés superior del niño, niña o adolescente

Con bastante frecuencia, las intervenciones enfrentan discrepancias entre los intereses y necesidades de los/as
adultos/as - padres o responsables legales- y los de los/as niños/as y adolescentes. En esos casos, los/as
técnicos/as tomarán sus decisiones haciendo prevalecer los intereses de las personas menores a cualquier otro
interés legítimo que pudiera concurrir.

 Una alternativa mejor

Toda acción protectora debe suponer una alternativa mejor a la ausencia de protección que motivó la intervención
de los servicios especializados. Se debe ofrecer a las familias y a los niños/as y adolescentes todos los apoyos
disponibles, con la flexibilidad e intensidad necesaria de cara a mejorar sus condiciones de vida.

 Una alternativa definitiva

Todo niño, niña o adolescente con medida protectora tiene derecho a un plan de intervención definitiva cuyos
objetivos principales sean la continuidad de la atención y la estabilidad de su vida familiar. Dicho plan tendrá que
ser revisado de manera periódica para constatar si los objetivos propuestos se están cumpliendo o si hace falta
implementar modificaciones de recursos y/o de objetivos.

 Intervención mínima

Todo/a niño/a o adolescente protegido/a tiene derecho a que sea mínima la intromisión en su vida y en la de su
familia.

 Sopesar y controlar los riesgos

Todo/a niño/a o adolescente tiene derecho a que se sopesen previamente los riesgos y los beneficios de las
decisiones que se adopten y a que se adopten medidas preventivas respecto a los riesgos que entraña la opción
elegida.

Psicólogos/as:

Las funciones de los/as psicólogos/as de los PIF son las siguientes:

Antes de iniciar la intervención, analizarán la información disponible sobre la familia con los trabajadores/as
sociales de los PIF (en los casos derivados por los SSAP) o con el Coordinador/a de Caso en el SAIAF (en los
casos derivados por SAIAF) para acordar los recursos propios a utilizar con cada familia, su intensidad y los
objetivos específicos de cada uno de ellos, así como el profesional que ejercerá en su caso la función de
educador/a familiar

- Coordinarán la intervención del PIF con familias derivadas de los SSAP cuando el Plan de Caso tenga la finalidad
de:

• Evaluación en intervención

• Génesis de conciencia de problema y motivación de cambio

30
UNIDAD II PERITAJE

• Otras finalidades cuando se trate de familias donde haya adultos/ as o menores con problemas significativos
de salud mental y/o existan pautas relacionales altamente conflictivas o patológicas

Es posible que en algunos casos en que el psicólogo/a está proporcionando atención o apoyo psicológico a la
familia, esta tarea resulte incompatible o pueda entrar en conflicto con el ejercicio de coordinar la intervención del
PIF. En esos casos, será el trabajador/a social quien asuma esta función.

- Apoyarán a los miembros de su equipo y ejercerá las intervenciones propias de su disciplina profesional que sean
necesarias con los menores y con las familias atendidas, independientemente de la finalidad con la que se esté
trabajando. Esto incluye:

o La evaluación de (1) la situación emocional y el funcionamiento individual de los miembros de la familia y


sus necesidades de apoyo/ tratamiento especializado, (2) el nivel de desarrollo de los menores y sus necesidades
de apoyo/tratamiento especializado, y (3) las características de las relaciones familiares

o La provisión de atención psicoterapéutica o apoyo psicológico de carácter breve que se hayan evaluado
necesarios en las siguientes modalidades:

- Psicoterapia o apoyo psicológico individual para adultos

- Psicoterapia o apoyo psicológico individual a menores

- Terapia de pareja

- Terapia de familia

Estilos de atención de los PIF

La intervención con familias y niños/as y adolescentes que han sufrido agresiones sexuales implica dos tipos de
actividades:

- Atención directa: actividades en contacto con los miembros de la familia tales como visitas, sesiones, entrevistas,
etc. Los niveles de intervención de la atención directa de los PIF estarán dirigidos a:

1. Figuras parentales

2. Menores

3. Red de apoyo

Se combinarán el tipo y la intensidad de los recursos a utilizar según el peso diferente que tenga cada nivel en las
características y necesidades de cada caso

- Atención indirecta: actividades que tienen lugar con otros componentes de la intervención y que resultan
fundamentales para el adecuado desarrollo de esta. Consisten en:

• Tareas de análisis, planificación y programación previas a las actividades directas a desarrollar con la familia

31
UNIDAD II PERITAJE

• Coordinación con otros/as profesionales/servicios en contacto directo con la familia

• Elaboración de informes

• Desplazamientos

LA AUTOPSIA PSICOLOGICA COMO INSTRUMENTO DE INVESTIGACION - JIMENEZ ROJAS

Se define el concepto de autopsia psicológica desde su origen en los años cincuenta en California cuando empezó
a utilizarse buscando un acercamiento a la comprensión de las circunstancias que rodearon la muerte de un
individuo, investigando retrospectivamente sus características de personalidad y las condiciones que tuvo en vida.

Definición

Robert Litman denomino “autopsia psicológica” al método de investigar retrospectivamente las características de la
personalidad y las condiciones que en vida tuvo un individuo, teniendo como objetivo acercarse a la comprensión
de las circunstancias de su muerte. Es decir, la autopsia psicológica nació como una técnica de investigación
empleada para determinar la manera de muerte en casos dudosos.

La autopsia psicológica en esencia es la reconstrucción de los rasgos más sobresalientes de la vida de un individuo
para obtener una comprensión psicológica acerca de quién era, porque de algunas situaciones se presentaron en
su vida y en general que papel jugaron sus rasgos de personalidad en las circunstancias de su muerte.

Aplicaciones del método

En el campo forense nace la expresión y es allí donde se aplica en el análisis de las circunstancias de muerte de
una persona. En el caso de muertes violentas, la manera como ocurre la muerte puede corresponder a homicidio,
suicido o accidente. En estas opciones pueden surgir dudas que lleven la investigación a necesitar de datos
psicológicos del occiso para esclarecer la forma de su deceso. El método de la autopsia psicológica nació para ser
aplicado a casos en los que la manera de muerte resulta dudosa

También puede aplicarse en estudios de victimología, con una utilidad diversa; por ejemplo, para establecer hasta
qué punto el occiso pudo provocar las circunstancias en las que murió, colocándose en una situación que podría
haber evitado. En la investigación de muertes violentas, el análisis del funcionamiento mental de la víctima puede
arrojar datos relevantes para la prevención y predicción de estas. Finalmente, el estudio psicológico de una víctima
de suicidio y el esclarecimiento de sus circunstancias mentales al momento de su muerte pueden arrojar datos
terapéuticos para familiares y allegados, e incluso para la comunidad.

Durante el proceso de elaboración de la autopsia psicológica se pueden identificar familiares y allegados con
depresión o riesgo suicida y ubicarlos en un tratamiento.

Metodología

En algunos de los estudios realizados con el método de Autopsia Psicológica se utilizan instrumentos
predeterminados con preguntas diseñadas según el tipo de estudios algunos estructurados como encuestas que

32
UNIDAD II PERITAJE

pueden ser aplicadas por personas no expertas. Otros estudios utilizan entrevistas estructuradas similares a la de
una entrevista psiquiátrica, realizada por un experto y dirigida a evaluar puntos específicos, teniendo en cuenta que
el informante es una tercera persona. Algunos estudios han utilizado la entrevista telefónica como medio para
obtener la información.

Además de la recolección de información mediante un cuestionario o entrevista a los familiares y/o allegados de las
víctimas, la autopsia psicológica debe contar con información adicional como historias clínicas previas de la víctima,
proceso judicial si los hubiere, evidencias que este contenga, escritos, grabaciones, notas suicidas o cartas de la
víctima en los meses anteriores al evento que se investiga.

En cuanto al tiempo transcurrido desde la muerte de la víctima hasta la fecha de la investigación de allegados o
familiares, hay quienes consideran que se debe hacer inmediatamente y quienes sugieren que se debe esperar
entre dos y seis meses para realizar las entrevistas. El número de informantes depende de la complejidad del caso
y de la información buscada.

La conclusión del estudio de autopsia psicológica debe ser expresada en términos de probabilidades. Este
procedimiento no puede determinar con exactitud si la muerte fue suicidio, homicidio o accidente. El método es
parte del rompecabezas de la investigación y tiene utilidad solo como un elemento más en el contexto de esta.

El protocolo de la entrevista debe contener los datos sociodemográficos de la víctima como: fecha de muerte, edad
al morir, lugar de residencia, ocupación, estado civil, religión, etc. Una revisión de los hechos en que falleció desde
la perspectiva de las personas que son entrevista- das, incluyendo información de otras fuentes disponibles
(proceso penal, cartas, grabaciones, etc.). Además, se hace una reconstrucción de la vida de esa persona,
prestando especial atención a los períodos críticos del ciclo vital, como los enfrenta, las dificultades, alteraciones de
adaptación o síntomas que presenta, etc. Igualmente, una historia del núcleo Familiar, explorando los vínculos e
interacciones que tenía que con cada uno de los miembros. Se investigan antecedentes médicos, psiquiátricos y
judiciales. Con la información completa se debe establecer qué rasgos de personalidad presentaba y si alguna
patología mental tuvo incidencia en las circunstancias de su fallecimiento. Finalmente se hace una aproximación a
las circunstancias que determinaron su muerte y la posible participación de la víctima en las mismas.

EL PERITAJE PSICOLÓGICO EN EL ÁMBITO DEL DERECHO DE FAMILIA- RAMÍREZ

Peritajes en procedimientos matrimoniales

En el caso del matrimonio pueden ser solicitadas periciales psicológicas muy variadas: dictámenes sobre causas de
nulidad civil del matrimonio (Miedo, error in personam, etc.), dictámenes sobre causas de separación o divorcio
(Alcoholismo, toxicomanía o perturbación mental), evaluaciones en casos de consentimiento matrimonial de
menores, dictámenes sobre privación de la patria potestad, dictámenes sobre guarda y custodia de los hijos en
procesos de separación, divorcio o en procedimientos de menor cuantía cuando se trata de parejas no
matrimoniales e informes sobre régimen de visitas y comunicación de los hijos con el progenitor. Los dictámenes de
custodia y visita son los más demandados.

Modelos de evaluación en peritajes de custodia:

33
UNIDAD II PERITAJE

El primer modelo es el Modelo de evaluación conductual de Marafiote, que sugiere cinco áreas de evaluación:

1. La capacidad de los potenciales cuidadores del niño. Competencia parental definida en términos de
capacidad de respuesta efectiva a situaciones específicas de parentaje que son problemáticas, maximizando las
consecuencias positivas y minimizando las negativas.

2. El repertorio conductual del niño en relación con el ambiente que permita conocer el papel de cada padre en
la adquisición y mantenimiento de conductas específicas del hijo a través de análisis funcionales múltiples.

3. El papel de modelo para el niño que desempeñan los potenciales cuidadores.

4. Los potenciales ambientes post-divorcio, prediciendo la conducta del niño en función de cada ambiente
criterio.

5. La auto-predicción de potenciales cuidadores y niños bajo hipotéticas situaciones post-divorcio.

El segundo modelo es el Modelo comprensivo de Schutz, Dixon, Lindenberger y Ruther, caracterizado por el uso de
medidas múltiples obtenidas mediante la combinación de diversas técnicas, fundamentalmente observaciones
conductuales de la interacción parento-filial, entrevistas estructuradas con padres e hijos, test psicológicos,
recogida de información de fuentes colaterales (otros profesionales, cuidador de hijos etc.).

El tercer modelo es el desarrollado por Grisso, el cual defiende una evaluación de custodia como una evaluación de
la competencia parental, aunque no entendida de una forma estática sino de una óptica funcional contextualizada,
esto es atendiendo a la congruencia entre las habilidades funcionales de los padres y las necesidades individuales
de los hijos.

AUTOPSIA PSICOLÓGICA: UNA HERRAMIENTA ÚTIL PARA EL PERITAZGO PSICOLÓGICO RODRÍGUEZ

Una de las técnicas más importantes y utilizadas en la comprensión de los comportamientos criminales es la del
peritazgo psicológico. En el cual el psicólogo despliega todos sus conocimientos en el ámbito legal y psicológico.
Entre estos peritajes se encuentra la denominada Autopsia Psicológica.

Este procedimiento es considerado como un proceso de recolección de datos del occiso que permite reconstruir su
perfil psicológico y el estado mental antes del deceso. Para el desarrollo de dicho procedimiento, es necesario el
trabajo interdisciplinario entre médicos, abogados psiquiatras y psicólogos forenses.

La Autopsia Psicológica como técnica pericial surge en los EE. UU. como una necesidad administrativa de definir
la etiología médico legal en los casos de muertes dudosas donde no se contaba con los elementos suficientes para
afirmar si se trataba de un suicidio o un accidente.

Diversos autores plantean que para la realización del PAP se debe tener en cuenta varias categorías entres las
cuales menciona: el estilo de vida del occiso, historia de vida, problemas económicos o sociales, relaciones
interpersonales, rasgos de la personalidad, intentos anteriores de suicidio, posibles enemigos, entre otros. Según
Ebert, los principales objetivos de la Autopsia Psicológica se dividen en cuatro:

34
UNIDAD II PERITAJE

1. Primer Objetivo: Determinar la manera de la muerte en casos de equívocos que necesitan ser distinguidos.
Las maneras de muerte son: a) natural, b) accidental, c) suicidio y d) homicidio; este tipo de sistema es conocido
por la sigla NASH.

2. Segundo Objetivo: Averiguar el momento y el tiempo en el cual se produjo la muerte; para esto, el
investigador debe indagar acerca de diferentes situaciones de la vida del occiso y tratar de relacionarlas con el
hecho.

3. Tercer Objetivo: Obtener la información suficiente para evaluar los datos obtenidos de diversos intentos de
suicidio, con el fin de prevenir dichos intentos y la letalidad de estos.

4. Cuarto Objetivo: Según el mismo autor, es terapéutico para la familia y los amigos del occiso. La entrevista y
la investigación en general son mecanismos terapéuticos para estas personas, ya que permite comunicar
pensamientos y sentimientos sobre la persona fallecida, de igual forma, la percepción que cada uno tiene sobre la
muerte de aquella persona cercana, que por lo general es de culpa, dolor, vergüenza, resentimiento, entre otras.

De igual manera, la Autopsia Psicológica tiene como función ayudar a esclarecer los casos de muerte dudosa:
suicidio, homicidio y accidente, donde ni el médico legista, ni el investigador policial tienen suficientes elementos
para decidir, lo anterior se puede determinar:

1. Valorando los factores de riesgo suicida, de riesgo hetero agresivo o de riesgo de accidentalidad.

2. Valorando el estilo de vida del occiso.

3. Evaluando el estado mental en el momento de la muerte.

4. Estableciendo las áreas de conflicto y motivacionales.

5. Diseñando el perfil de personalidad del occiso.

6. Esclareciendo si existían señales de aviso presuicida.

7. Esclareciendo si existía un estado presuicida.

Ante un comportamiento o hecho que eventualmente no tienen una explicación clara, pero que podría llegar a
tenerla si se estudian minuciosamente lo hechos antecedentes y consecuentes a lo sucedido, se podría inferir
comportamientos o acciones llevadas a cabo bajo condiciones únicas y especiales que llevaron a la consecución de
los hechos, por lo cual la psicología y la psiquiatría tienen mucho que aportar.

Shneidman propone tres categorías para estudiar los casos de muerte dudosa: a) el qué, b) el cómo y c) el porqué,
en relación con la persona que cometió el suicidio; la causa actual de muerte con especial énfasis en el tiempo y la
determinación de la forma en que ocurrió.

La Autopsia Psicológica también logra establecer el círculo de sospechosos en los homicidios de autor
desconocido, al caracterizar a la víctima con sus conflictos, motivacionales y estilos de vida, se les ofrece a los
investigadores policiales elementos de probabilidad en cuanto a posibles autores. La Autopsia Psicológica se hace

35
UNIDAD II PERITAJE

de acuerdo con la legislación de cada país, cada equipo de trabajo decide la forma de proceder en la etapa de la
recolección de datos.

Annon y Young, plantean que uno de los serios problemas a los que se ve enfrentado el Protocolo de Autopsia
Psicológica (PAP) es la falta de estandarización, pues cada persona o equipo que lo aplica tiene un estilo diferente
y particular de realizarlo, lo cual afecta, según estos autores, notablemente los índices de validez del procedimiento.
Es decir, no existe un modelo estructurado y sistematizado que disminuya el margen de sesgo. Young, propone 15
categorías que se deben incluir al llevar a cabo dicha investigación:

• Identificar la información personal del occiso (nombre, apellidos, edad, sexo, estado civil, etc.).

• Detalles de la muerte.

• Historia de la familia (hermanos, esposa, enfermedades y tratamientos, intentos de suicidio, etc.).

• Tensiones recientes o problemas del pasado.

• Relaciones interpersonales.

• Cambios en los hábitos, aficiones, alimentación, patrones sexuales y otras rutinas ante de la muerte.

• entre otras.

Jack Annon propone otro de los modelos para llevar a cabo un proceso de AP, en el cual se plantean como pasos
a seguir los siguientes:

 Examen cuidadoso de la escena donde sucedieron los hechos, examen de fotos y grabaciones en video de
la escena.
 Estudio de los documentos disponibles, concernientes a la situación donde sucedieron los hechos, en el
cual se incluye el reporte policial, declaración de testigos, reporte de la autopsia médica y de toxicología.
 Documentos que informen sobre la vida de la víctima antes de la muerte, como notas del colegio, notas de
visitas previas al médico, notas sobre la salud mental, información laboral, etc.
 Entrevista con personas relevantes como testigos de la escena de los hechos, miembros de la familia,
amigos, compañeros de trabajo, etc.

Autores como Ramírez y Annon afirman que el tiempo óptimo para realizar la entrevista, es entre 1 y 6 meses
después de haber ocurrido el deceso, ya que durante estos meses aún se conserva la nitidez del recuerdo y la
información obtenida es confiable. De acuerdo con Ramírez se considera que los entrevistadores deben recibir un
entrenamiento preliminar en el manejo del instrumento y en el estilo de comunicación que se debe utilizar
dependiendo del modo de muerte de la víctima.

En relación con las fuentes de información se debe seleccionar, por lo menos, dos fuentes con el objetivo de cruzar
los datos ofrecidos en busca de confiabilidad. Se deben seleccionar parientes de primera línea, convivientes,
allegados o médicos de asistencia. Las condiciones para realizar la entrevista deben ser estrictas; cada fuente
deber ser entrevistada de forma individual y en privado, evitando que la opinión de una influya en la otra, lo cual

36
UNIDAD II PERITAJE

afectaría a la confiabilidad de la información. El tiempo promedio de la entrevista debe ser de dos horas, aunque en
ocasiones es necesario extenderse un poco más.

La misma autora también plantea que debe tenerse en cuenta la revisión de documentación adicional y disponible
tales como: historias clínicas, expedientes médico-legales, expedientes judiciales, así como, cartas, diarios, notas,
poemas, etc.

Uno de los países de habla hispana con mayor trayectoria en el tema de Autopsia Psicológica es Cuba. A partir de
múltiples revisiones de los modelos, escalas, guías y formularios encontrados han creado su propio modelo al cual
inicialmente denominaron MAP (Modelo de Autopsia Psicológica). El aspecto principal de la Autopsia Psicológica es
el proceso en sí mismo y el modo como se llevan a cabo las cosas. Dicho proceso parte desde el mismo lugar de
los hechos, en el cual no sólo se pueden levantar huellas objetivables por los peritos en criminalística, también se
pueden levantar las huellas psicológicas que quedan impresas en los lugares en que estuvo la víctima y en las
personas que interactuaron con ella. La función del psicólogo o del psiquiatra que realiza el peritazgo es decodificar
e interpretar las señales que emite la escena del crimen.

Dentro del contexto de la investigación criminal el proceso de la Autopsia Psicológica comienza desde el examen
de la propia escena de la muerte y no debe ser realizado por un solo perito. Por el contrario, se requiere de un
trabajo en equipo con los criminalistas, médicos legistas e investigadores policiales. Para implementar el
procedimiento de la autopsia psicológica es necesario un grupo interdisciplinario de expertos que aporten sus
conocimientos para conseguir un mejor análisis de las condiciones, relaciones, comportamientos y situaciones de
un ser humano muerto en condiciones dudosas.

En el campo de la Psicología Forense, específicamente en el procedimiento de la Autopsia Psicológica (AP), el


poder contar con la ayuda del cuerpo legal (abogados, fiscales, jueces, policías, grafólogos, etc.) es de suma
importancia para la investigación, ya que permite la recolección de la información.

Un segundo paso es la entrevista a personas que conocieron de cerca al occiso, preferiblemente familiares,
amigos, vecinos, compañeros de estudio, trabajo o religión, relaciones de pareja formales u ocasionales. Es
importante aclarar que la selección de las fuentes de información debe excluir a presuntos sospechosos de estar
involucrados en la muerte de la víctima, pues obviamente el riesgo de sesgo es muy elevado.

García plantea que una vez recogidos todos los elementos necesarios para conformar una caracterización del
occiso se realiza una discusión colectiva en la cual participan los peritos y los investigadores policiales y se ofrece
un informe pericial en términos probabilísticos, pues se trata de una evaluación indirecta y de conclusiones
inferenciales que cobran valor solo al sumarse el resto de los elementos criminalísticos, policiólogos y médicos
legales.

TAREA PERICIAL - ÁNGEL VALENZUELA

La pericia psicológica establece el espacio donde se operativiza la psicología jurídica. La psicología jurídica es un
saber que articula la psicología y el derecho; es un espacio donde se entrecruzan tres discursos: el jurídico, el
psicológico y el psiquiátrico forense.

37
UNIDAD II PERITAJE

El concepto de derecho que utilizamos hace referencia al conjunto de principios, preceptos y normas que regulan
las relaciones humanas en toda la sociedad. Dicha regulación es posible por la generación de un dispositivo de
poder que contiene en su seno el discurso del orden y el imaginario social, como instancias distintas pero
interdependientes.

La psicología y el derecho apuntan a la conducta humana en sociedad, es decir, en relación con el semejante y en
la articulación de lo que es capaz de producir lazo social. El derecho, por una parte, establece aquella ficción que
caracteriza a su discurso como un discurso sin sujeto; la psicología, por la otra, será capaz de ofrecer a la ficción
jurídica el sujeto de la acción- desde el lugar de la particularidad de la construcción de la serie del uno por uno.

Esta es la tarea primordial que compete a la intervención del perito en la producción de la “prueba pericial”. El
concepto jurídico de prueba, su valoración y sus alcances en la doctrina jurídica es definido por Devis Echandia
como “todo motivo o razón aportado al proceso por los medios y procedimientos aceptados por la ley para llevarle
al juez el convencimiento o la certeza sobre los hechos”.

La prueba pericial está formada por tres exigencias referidas a la existencia jurídica, a la validez y a la eficacia
probatoria del dictamen pericial, a saber:

a. Debe ser un acto procesal: consecuencia de un encargo judicial, debe versar sobre los hechos y debe
contener conceptos personales del perito
b. La ordenación de la prueba haya sido hecha en forma legal: que el perito posea capacidad jurídica para
desempeñar el cargo, que sea un acto consciente, libre, etc.
c. Debe ser un medio conducente respecto del hecho a probar; que el perito sea competente, imparcial y serio
en su trabajo, que el dictamen esté debidamente fundado, con conclusiones claras y firmes, etc.

El informe técnico pericial: aspectos legales de la práctica

La pericia puede ser requerida bajo diversas circunstancias: en cuestiones de responsabilidad civil o penal, el perito
puede ser consultado por el damnificado como por el autor del hecho. Las posibilidades de intervención del perito
son múltiples tanto en el ámbito público como en el privado. Un dictamen pericial debe ser fundamentalmente
aclaratorio, debe contar con la fundamentación teórica de todas sus expresiones, estar en el marco de los principios
deontológicos; el perito debe ser neutro e imparcial. El informe debe tener rigor científico y pronunciarse con la
verdad.

El dictamen pericial debe ajustarse a los puntos de pericia requeridos y se deben realizar la totalidad de
operaciones necesarias para dar cuenta de estos, con prescindencia de cualquier otra intervención que existiera en
las actuaciones con anterioridad.

Toda pericia tiene dos momentos: el primero que corresponde a la implementación de las técnicas elegidas para
indagar los puntos de pericia y; en segundo lugar, el posterior análisis y adecuación de los resultados de tales
operaciones para llegar a la elaboración del dictamen.

Cuestiones procedimentales

La actividad de peritos está regulada en el código de procedimientos de cada fuero y de cada territorio. Estimamos
necesario explayarnos sobre lo que expone el CPP de la Nación. En el libro II sobre la Instrucción, en el capítulo 5
38
UNIDAD II PERITAJE

del título III Medios de prueba trata de PERITOS y establece que el juez podrá ordenar las pericias siempre que
para conocer algún hecho o circunstancia perteneciente a la causa resulte necesario el aporte especial de alguna
ciencia. El designado como perito (art 257) tendrá el deber de aceptar y desempeñar fielmente el cargo. Los peritos
no oficiales aceptaran el cargo bajo juramento.

El juez dirigirá la pericia, formulara concretamente las cuestiones a elucidar, fijara el plazo en que ha de expedirse
el perito y si lo considera necesario asistirá a las operaciones contundentes. El dictamen pericial podrá expandirse
por informe escrito y comprenderá las descripciones de lugares, cosas y hechos en las condiciones que
correspondiera; la descripción de las operaciones realizadas y sus resultados, quedando al juez la valoración de la
pericia. Podrá volver a ser citado toda vez que sus dictámenes resultaran poco claros o insuficiente.

En relación con los honorarios (art 267) los peritos nombrados de oficio tendrán derecho a cobrar honorarios a
menos que tengan sueldos por cargos oficiales.

Resulta necesario preguntarse si desde una visión psiquiátrica forense ¿se puede equiparar el estudio de la
personalidad de un sujeto imputado de un delito con el examen físico? ¿Tienen ambos el mismo valor probatorio?
¿Es el examen psico psiquiátrico un medio conducente respecto del hecho a probar? Para responder a estos
interrogantes es necesario ver como el perito psicólogo se inserta dentro del poder penal y cuál es su función.

El examen pericial debería permitir realizar una división tajante y excluyente entre salud-que implicaría
responsabilidad- y enfermedad psíquica-que implicaría ausencia de delito (“no hay crimen ni delito cuando el
acusado se encuentra en estado de demencia en el momento de la acción, o cuando es obligado por fuerzas que
no puede resistir” Foucault). En nuestro país ha sido de relevancia la posición de Mariana Travacio quien sostiene
que la inserción del perito psicólogo en asuntos de orden penal gira en torno al concepto de imputabilidad.

Algunos autores sostienen que la practica psíquica en el fuero penal no solo tiene como objetivo expandirse
respecto de la inimputabilidad del acusado, sino también realizar un estudio profundo de la responsabilidad del
sujeto sometido al proceso judicial. Peritación psicológica que se lleva a cabo administrando un psicodiagnóstico
con entrevistas psicológicas, técnicas psicométricas y proyectivas que el profesional elige de acuerdo con las
características del entrevistado. Es decir, una peritación psicológica brinda elementos que permiten detectar el
funcionamiento del psiquismo de una persona, y esto es lo que se informa en los dictámenes periciales a los fines
de responder a la demanda judicial, realizándose la lectura de los antecedentes del caso, es decir, del expediente”

Podemos decir que, un poder, el penal, le demanda a otro, el psicólogo, que mediante el uso de los instrumentos
que le son propios, dictamine si existe:

• Alguna alteración, desviación en la esfera de la libido con el fin de corroborar de tal forma,

• Si su aspecto psicológico deviene compatible a la de una persona abusadora,

• Si presenta perfil compatible con los hechos que se ventilan en la presente causa,

• Si presenta trastornos en la esfera psicosexual,

• Determinar las características de la personalidad y en especial si existen elementos que lo hagan proclive a
conductas como la denunciada o a otras formas de violencia.

39
UNIDAD II PERITAJE

Como resultado de todo esto el perito debe preguntarse constantemente por “el efecto de la tarea pericial”.

40

También podría gustarte