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Instituciones de Banca múltiple A (Banca Comercial)

Las instituciones de banca múltiple en México se constituyen como sociedades


anónimas de capital fijo según la Ley General de Sociedades Mercantiles. Estas
entidades, como su nombre indica, son múltiples en función de la diversidad de
operaciones que pueden realizar, incluyendo operaciones activas, pasivas y de
servicios. La principal función de estas instituciones es la intermediación
financiera, destacándose en la captación de recursos del público en el mercado
nacional (operaciones pasivas) y su colocación en el mismo público (operaciones
activas). La banca múltiple tiene la flexibilidad de realizar una amplia variedad de
operaciones financieras, a diferencia de la banca especializada que predominaba
en épocas anteriores. La autorización y regulación de estas instituciones están
sujetas a los requisitos establecidos por las autoridades financieras y las leyes del
mercado.
Orden constitucional
La actividad de las instituciones de banca múltiple en México se fundamenta en
diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos
(CPEUM). Estos artículos proporcionan el marco legal para el ejercicio de la
libertad de trabajo en el sector financiero, el derecho de asociación para la
creación de organismos autorregulatorios bancarios, la rectoría del desarrollo
nacional y la competitividad, así como las limitaciones y regulaciones en la
propiedad de bienes raíces por parte de las instituciones bancarias.
 Articulo 5. Garantiza la libertad de trabajo, permitiendo que cualquier
persona se dedique a la profesión, industria, comercio o trabajo que
prefiera, siempre que sea lícito. Este artículo respalda la naturaleza
mercantil de la actividad bancaria y establece que la Ley de Instituciones de
Crédito (LIC) se aplica como fuente supletoria.
 Articulo 9. Reconoce el derecho de asociación, base legal para la
formación de organismos autorregulatorios en el sector financiero, como la
Asociación de Bancos de México, facilitando el diálogo entre las
instituciones financieras y las autoridades.
 Articulo 25. Establece la rectoría del desarrollo nacional, promoviendo la
competitividad y el crecimiento económico. Enfatiza la necesidad de una
distribución justa del ingreso y la riqueza. Las instituciones de banca
múltiple, como parte del sector privado, deben contribuir al desarrollo
económico nacional.
 Articulo 27, fracc V. Limita la propiedad de bienes raíces por parte de las
instituciones bancarias, permitiéndoles poseer solo los necesarios para su
actividad directa y evitando la concentración de propiedades.
 Articulo 73. fracc X. Faculta al Congreso de la Unión para legislar sobre
intermediación y servicios financieros, reconociendo que la actividad
bancaria es de competencia federal.
 Articulo 73, fracc XXIX, numeral 3. Da al Congreso la facultad de
establecer contribuciones sobre instituciones de crédito y sociedades de
seguros, permitiendo la regulación de las obligaciones fiscales de las
instituciones de banca múltiple.
Este marco constitucional refleja la importancia de las instituciones de banca
múltiple en el desarrollo económico de México y establece las bases para su
funcionamiento, regulación y contribución al bienestar social.
Marco legal
Las instituciones de crédito, incluyendo las instituciones de banca múltiple, están
regidas por un marco legal diverso y especializado. Al obtener autorización
discrecional de la autoridad financiera, estas entidades deben regular su
organización, funciones y operaciones mediante legislación emitida por el
Congreso de la Unión. El sector financiero, especialmente el subsistema bancario,
es complejo y está sujeto a una variedad de ordenamientos jurídicos y
disposiciones de carácter general.
A pesar de la complejidad, aquellos interesados en ingresar al sistema financiero
deben comprender que es esencial abordar esta materia en la era de la economía
globalizada. Aunque puede resultar desafiante, es necesario tener en cuenta que
existen diversas normas jurídicas aplicables a las instituciones de banca múltiple,
abarcando aspectos como su organización, operaciones, instrumentos financieros,
procedimientos de liquidación de obligaciones y el seguro de protección al ahorro
bancario. Este panorama legal contribuye a la comprensión y regulación adecuada
de las actividades financieras en el contexto actual de la economía mundial.
Ley de Instituciones de Crédito
La Ley de Instituciones de Crédito (LIC) constituye el marco normativo principal
para las instituciones de banca múltiple en México. Su propósito es regular el
servicio de banca y crédito, así como la organización y funcionamiento de estas
instituciones. La LIC abarca las actividades y operaciones que las instituciones de
crédito pueden llevar a cabo, asegurando su desarrollo equilibrado, la protección
de los intereses públicos y la participación del Estado en la rectoría financiera del
sistema bancario mexicano, en concordancia con el artículo 25 de la Constitución.
Según el artículo 20 de la LIC, se define el servicio de banca y crédito como la
captación de recursos del público en el mercado nacional para su colocación en el
público. Esto implica actos causantes de pasivo directo o contingente, con la
obligación por parte de la institución de banca múltiple de cubrir el principal y, en
su caso, los accesorios financieros de los recursos captados.
La actividad de intermediación de los bancos facilita la conexión entre ahorradores
e inversionistas con excedentes de capital y aquellos que necesitan acceder al
crédito. La LIC, con 281 artículos y transitorios, aborda todas las normas jurídicas
que deben aplicar las instituciones de banca múltiple en el sistema bancario
mexicano. También menciona los organismos bancarios autorregulatorios, que
buscan implementar estándares de conducta y operación entre sus miembros para
contribuir al desarrollo saludable de las instituciones de crédito. Además, la LIC se
aplica a las oficinas de representación de los bancos comerciales en naciones con
las que México tiene tratados internacionales, como el T-MEC.
Tratados, acuerdos y convenios internacionales de la banca mexicana (T-
MEC, prevención del lavado de dinero y financiamiento al terrorismo)
1. Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC)
2. Foro de Cooperación Económica Asia-Pacifico (APEC)
3. Tratado de Libre Comercio entre México y la Unión Europea (TLCUEM)
4. Tratado de Libre Comercio de América del Norte (únicamente con
Centroamérica)
5. Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica
Regulación y desregulación bancaria
La regulación bancaria en México se refiere al conjunto de normas que gobiernan
la actividad bancaria, tanto para instituciones de banca múltiple como para
instituciones de banca de desarrollo. El Estado, según el artículo 25 de la
Constitución, tiene la rectoría económica para regular la participación de
particulares en la economía y garantizar la estabilidad y crecimiento económico.
El marco legal en esta área es extenso, incluyendo disposiciones generales
emitidas por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para regular
diversas operaciones bancarias y las funciones de otros intermediarios financieros.
El proceso de globalización ha llevado a la desregulación bancaria, donde ciertas
actividades se confían a organismos autorregulatorios, como la Asociación de
Bancos de México (ABM), para supervisar a sus miembros y cumplir estándares
internacionales.
La desregulación no implica la retirada total del Estado, sino más bien la
eliminación de trámites obsoletos y la autorregulación por parte de organismos.
Surgió en la década de 1970 con el modelo neoliberal, buscando eficiencia del
mercado al reducir la intervención estatal. Sin embargo, esta desregulación ha
llevado a problemas financieros, como la crisis de 2008, destacando la necesidad
de un equilibrio adecuado entre regulación y libertad del mercado.
La desregulación financiera se ha vuelto controvertida, ya que puede afectar a los
sectores más pobres y provocar la extranjerización del sistema bancario. Se
señala que la influencia del Consenso de Washington contribuyó a estos cambios,
promoviendo la apertura de cuentas de capital, eliminación de depósitos
obligatorios, prohibición de financiamiento del déficit público por el banco central,
entre otros. La privatización acelerada de los bancos nacionalizados en 1982
también fue parte de estas transformaciones.
Constitución, disolución y liquidación de una institución bancaria
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) es la entidad encargada de
otorgar autorizaciones para la constitución, fusión, escisión y liquidación de
entidades financieras, previo acuerdo de su junta de gobierno y con la opinión
favorable del Banco de México.
Según el artículo 186 de la Ley de Instituciones de Crédito (LIC), el Instituto para
la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) puede determinar la constitución,
organización y operación de una institución de banca múltiple con el propósito de
transferir activos y pasivos de una institución de banca múltiple en liquidación.
Estas instituciones temporales tienen una duración de hasta seis meses,
prorrogable por una sola vez y por el mismo plazo, mediante acuerdo de la
asamblea de accionistas. Este enfoque efímero se utiliza para sanear las cuentas
de un "banco malo" en liquidación mediante la organización de un "banco bueno",
asegurando una resolución ordenada de las obligaciones bancarias sin afectar la
estabilidad del sistema bancario.
Tipos de créditos otorgados por la banca
Las operaciones activas en el ámbito bancario implican movimientos de recursos
que salen de la institución de crédito para ser destinados a personas físicas o
morales, conocidas como clientes. Estos clientes utilizan estos fondos para
proyectos o actividades productivas y, en un período acordado, devuelven el
capital principal más los intereses acordados. La competencia en el mercado
bancario tiende a estandarizar tasas y cuotas, y se aboga por un ejercicio de
democratización para beneficiar a los usuarios mediante una competencia real.
El Banco de México destaca la responsabilidad social de las instituciones de
crédito al canalizar el crédito hacia actividades productivas y al mismo tiempo
cobrar tasas de interés justas y equitativas, alineándose con los estándares de los
países de origen de estas instituciones. En 2007, el banco central emitió reglas
que las instituciones de crédito deben seguir con respecto a las cuentas básicas
de nómina y para el público en general, según lo establecido en el artículo 48 Bis 2
de la Ley de Instituciones de Crédito.
Operaciones activas, pasivas y de servicios
Las instituciones de crédito llevan a cabo tres tipos de operaciones: activas,
pasivas y de servicio o neutras. Las operaciones activas involucran préstamos a
clientes o inversiones con el objetivo de obtener rendimientos. Las operaciones
pasivas implican la captación de fondos de clientes y representan una fuente de
financiación para las entidades bancarias. Las operaciones neutras o de servicio
son asistencias prestadas a los clientes que mantienen depósitos en el banco,
generalmente con una contraprestación en forma de comisión.
Desde el punto de vista jurídico, las operaciones bancarias se consideran
negocios jurídicos, es decir, contratos realizados por el banco en el ejercicio de su
actividad profesional para alcanzar sus fines económicos. El contrato bancario es
el marco jurídico de la operación bancaria, conceptualizado como cualquier
acuerdo que regule la constitución, regulación o extinción de una relación
relacionada con una operación bancaria.
En cuanto al término "crédito", se refiere a la cantidad de dinero u otro medio de
pago prestado por una persona o entidad, especialmente bancaria, a otra bajo
condiciones específicas de devolución. El crédito abarca una variedad de
significados relacionados con la realización de operaciones, incluyendo préstamos
de diferentes tipos. En un sentido estricto, el crédito implica la transferencia de
bienes, servicios o dinero, con el compromiso de recibir bienes, servicios o dinero
en el futuro.
Garantías bancarias
La garantía bancaria es un documento mediante el cual un banco respalda las
obligaciones de un cliente, comprometiéndose a responder en caso de
incumplimiento. Este respaldo suele aplicarse a promesas de pago, especialmente
en operaciones de compraventa internacionales.
Los participantes en una garantía bancaria son el garante (banco), el cliente que
asume una deuda, y el beneficiario (generalmente un acreedor). Existen dos tipos
de garantías: no solidaria, donde el banco responde si el cliente no cumple, y
solidaria, donde el beneficiario puede exigir el pago directo al banco. Además de
respaldar deudas, las garantías bancarias se aplican en concursos públicos, con
garantías de seriedad de la oferta y de fiel cumplimiento. Los bancos también
exigen garantías cuando otorgan créditos, utilizando bienes inmuebles o muebles,
y evaluando la solvencia del cliente mediante el buró de crédito y la propiedad de
bienes.
Aunque los accionistas aportan el capital social, la mayoría de los recursos de los
bancos provienen de depósitos del público. Las garantías pueden recaer en
bienes inmuebles, muebles o derechos personales, asegurando el cumplimiento
de obligaciones financieras y otorgando al banco un respaldo tangible en caso de
incumplimiento.
Tipos de servicios bancarios
Las operaciones neutras o de servicios son actividades accesorias a las
operaciones principales de las instituciones de crédito. Estas actividades,
calificadas como bancarias debido a que son realizadas por instituciones de
crédito de manera profesional, incluyen contratos de prestación de servicios,
mandato, mediación o comisión.
A diferencia de las operaciones activas o pasivas, las operaciones de servicios no
se reflejan en los balances del banco como activos o pasivos. Humberto Ruiz
Torres las identifica como atípicas, ya que no generan activos o pasivos para la
institución. Estas operaciones se definen como contratos bilaterales en los cuales
la institución bancaria proporciona asistencia a un cliente que mantiene depósitos,
cobrando una comisión. A diferencia de las operaciones activas, no implica la
concesión de crédito por ninguna de las partes involucradas. Los bancos ofrecen
una variedad de servicios para atraer y retener clientes, siendo crucial el trato que
brindan para ganar clientela en un contexto de globalización económica. La
calidad de servicio proporcionada se traduce en un aumento en la cantidad de
clientes, conocido como "aviamiento in crescendo".
Oficinas de representación
La globalización económica, impulsada por grandes empresas capitalistas y
multinacionales, ha llevado a instituciones financieras a establecer presencia en
distintos países. Las oficinas de representación (RO) son una forma ágil y de bajo
riesgo para empresas extranjeras establecerse legalmente en otro país,
permitiéndoles comprender el mercado local y las regulaciones antes de operar a
gran escala.
Las RO actúan como enlaces directos entre la matriz y los clientes en una región
geográfica específica. Están prohibidas de realizar operaciones bancarias y se
centran en preparar, promover o facilitar transferencias de bienes o servicios de la
firma extranjera que representan. La Secretaría de Hacienda y Crédito Público
(SHCP) en México tiene la facultad de autorizar el establecimiento de estas
oficinas, que deben cumplir con regulaciones y orientaciones establecidas por la
SHCP y el Banco de México. Las RO no pueden realizar actividades de
intermediación financiera que requieran autorización del gobierno mexicano ni
participar en la captación de recursos del público. Sin embargo, pueden
proporcionar información sobre las operaciones de las entidades financieras que
representan en su país de origen, pero no pueden difundir publicidad general
sobre operaciones pasivas.
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) puede autorizar el
establecimiento de estas oficinas, y la notificación y publicación de la autorización
y cualquier modificación se rige por reglas específicas. Las entidades financieras
del exterior tienen un plazo de seis meses para iniciar actividades con al menos
una oficina después de la notificación de la autorización.
En resumen, las RO son un paso inicial para que las empresas extranjeras se
integren en un nuevo mercado, permitiéndoles adaptarse y comprender las
dinámicas locales antes de una expansión a mayor escala.
Controladoras, filiales y establecimientos transfronterizos
Las sociedades controladoras o holdings en México, reguladas por la Ley para
Regular las Agrupaciones Financieras (LRAF), son entidades que poseen más del
50% de las acciones de todas las entidades financieras dentro de un grupo
financiero (GF). Esto les otorga el control sobre estas entidades, permitiéndoles
definir su dirección y nombrar a directivos clave. La evolución de las agrupaciones
financieras en México ha sido gradual, surgiendo de la necesidad de ofrecer al
público una gama integrada de productos y servicios financieros que la banca
especializada no proporcionaba. La LRAF, promulgada en 2014, regula la
organización de las sociedades controladoras y el funcionamiento de los GF,
buscando proteger los intereses de quienes realizan operaciones con las
entidades financieras dentro de dichos grupos.
La historia bancaria en México ha pasado por tres etapas: banca especializada,
banca múltiple y grupos financieros. Desde la década de 1990, los grupos
financieros han permitido a las sociedades controladoras integrar una variedad de
servicios financieros, como instituciones de banca múltiple, casas de bolsa,
empresas de factoraje financiero, seguros, y más.
Los grupos financieros tienen la responsabilidad legal de fomentar la prestación de
servicios integrados, promover el ahorro interno y su canalización hacia
actividades productivas, así como contribuir al sano crecimiento de la economía
nacional. Buscan, además, ahorrar costos al ofrecer servicios integrados a sus
clientes, permitiéndoles realizar operaciones en cualquier entidad financiera del
grupo. En cuanto a los establecimientos transfronterizos u offshore, estos
representan una extensión de las operaciones de una entidad financiera más allá
de las fronteras nacionales. La existencia y operación de estos establecimientos
dependen de tratados o acuerdos internacionales entre países. Su objetivo
principal es facilitar trámites relacionados con operaciones activas, pasivas o de
servicios que la matriz realiza con clientes fuera del territorio nacional.
Las agrupaciones financieras y los establecimientos transfronterizos en México
reflejan la adaptación del sistema financiero a las demandas del mercado y la
globalización, permitiendo la integración de servicios financieros diversificados y
operaciones más allá de las fronteras nacionales.
Prohibiciones de la banca
La prohibición financiera, según la Real Academia Española, es la acción de vedar
o impedir el uso de algo, especialmente aquello regulado por leyes financieras. En
el contexto bancario mexicano, las prohibiciones son explícitamente detalladas en
la Ley de Instituciones de Crédito (LIC) para preservar la solvencia, estabilidad y
liquidez de las entidades financieras, protegiendo así los intereses del público
usuario y del sistema financiero.
La LIC establece diversas prohibiciones para las instituciones bancarias, entre las
que destacan:
1. Establecer condiciones de mercado, términos y políticas significativamente
diferentes a las condiciones prevalentes y a las prácticas bancarias (art.
106, fracc V).
2. Aceptar o pagar documentos o certificar cheques en descubierto, salvo en
casos de apertura de crédito (art. 106, fracc VII).
3. Contraer responsabilidades u obligaciones por cuenta de terceros no
contempladas por la ley (art. 106, fracc VIII).
4. Pagar anticipadamente obligaciones derivadas de emisión de bonos
bancarios o colocaciones subordinadas sin cumplir requisitos específicos
(art. 106, fracc XV Bis 1 y 2).
5. Adquirir títulos o valores sin autorización, especialmente aquellos emitidos
por ellas mismas o por otras entidades (art. 106, fracc XVII).
6. Celebrar operaciones con la propia institución, salvo autorización del Banco
de México (art. 106, fracc XXI).
7. Responder por incumplimientos de deudores o emisores a menos que sea
por su culpa (art. 106, fracc XXIV).
8. Administrar fincas rústicas, excepto bajo ciertas condiciones y plazos (art.
106, fracc XXV).
9. Proporcionar información de operaciones con clientes para la
comercialización sin su consentimiento expreso (art. 106, fracc XXVIII).
Estas prohibiciones buscan salvaguardar los recursos del público, evitar prácticas
riesgosas, preservar la estabilidad del sistema financiero y asegurar que las
instituciones bancarias centren sus actividades en su función principal de prestar
servicios de banca y crédito. Además, se enfatiza la protección del secreto
profesional al limitar la comercialización de información sin el consentimiento del
cliente.
Instituciones de Banca múltiple B
Delitos bancarios
Las definiciones de delito varían según distintas corrientes y enfoques. Luis
Jiménez de Asúa critica las definiciones tradicionales que considera redundantes,
mientras que Irma G. Amuchategui Requena destaca la diversidad de definiciones
según enfoques sociológicos, jurídicos y doctrinales.
En el contexto bancario, Alejandro Montaño Salazar define el delito bancario como
un acto antijurídico y culpable, imputable a servidores públicos, empleados
bancarios o personas físicas que contravengan las disposiciones jurídicas
bancarias. Se señala que la génesis del delito bancario también está en leyes
orgánicas de instituciones y en la Ley del Banco de México.
La clasificación de los delitos bancarios según la Ley de Instituciones de Crédito
aborda aspectos como la acción u omisión, el daño producido, la intencionalidad,
el número de sujetos participantes, el número de actos, la duración y la
procedibilidad. Se distinguen entre delitos bancarios de lesión y de peligro,
dolosos y culposos, simples y complejos, y se clasifican según su duración en
instantáneos, continuados y permanentes.
Destacan los delitos bancarios que afectan el patrimonio de personas físicas o
morales. Además, se menciona que son federales y se persiguen a petición de
parte, con la SHCP como entidad facultada. Se resalta la especialización de los
delitos bancarios, derivados de delitos básicos. El análisis legal de los delitos
bancarios abarca diversos aspectos, desde su conceptualización hasta su
clasificación según distintos criterios, proporcionando un marco para comprender y
abordar las infracciones en el ámbito financiero.
La banca electrónica y su situación legal
La banca electrónica ha evolucionado significativamente, permitiendo a los
clientes realizar operaciones de manera autónoma y segura. El banco Wells
Fargo, pionero en banca electrónica por internet, ha avanzado hacia la banca
móvil, destacándose por innovaciones como el depósito de cheques mediante
autenticación biométrica. La pandemia de Covid-19 ha acelerado la necesidad de
innovación en el sector financiero. La banca online ha experimentado un
crecimiento significativo, con un fuerte declive en el número de oficinas físicas en
España entre 2008 y 2018, mientras que el número de usuarios de banca online
aumentaba notablemente.
A nivel global, se espera que los usuarios de banca online alcancen los 3 billones
en 2021. La transformación digital en el ámbito financiero es evidente, con
ejemplos como EVO Banco, reconocido por su innovación en banca móvil. La
publicidad de EVO Banco refleja la importancia de la tecnología en la
hiperpersonalización de servicios financieros.
Empresas tecnológicas como Google, Apple, Facebook y Amazon (GAFA) han
ingresado al sector financiero, ofreciendo servicios de pago. Estas empresas se
perfilan como competidores serios para la banca tradicional, planteando un
desafío para adaptarse a las nuevas reglas financieras o enfrentar la
obsolescencia. La billetera digital se ha vuelto ampliamente utilizada, ofreciendo
una forma segura de llevar información de tarjetas de crédito o débito en
dispositivos móviles. Wells Fargo, con 30.3 millones de clientes utilizando servicios
digitales, ha desarrollado aplicaciones para facilitar operaciones sin necesidad de
acudir a sucursales físicas, como transferencias, monitoreo de transacciones y
depósito de cheques mediante banca móvil.
La transformación digital en banca y finanzas es una necesidad imperante, con la
banca móvil, las billeteras digitales y la oferta de servicios por parte de empresas
tecnológicas, marcando el camino hacia un futuro financiero más digitalizado y
accesible.
Aspecto legal
La transformación digital en la banca mexicana está respaldada por la Ley para
Regular las Instituciones de Tecnología Financiera (Ley Fintech), promulgada en
marzo de 2018. Esta legislación surgió como respuesta a la adaptación progresiva
de la banca tradicional a los cambios impulsados por las economías desarrolladas.
La revolución digital se intensificó después de la pandemia de Covid-19, obligando
a las instituciones financieras a ofrecer servicios a distancia.
La Ley Fintech tiene como objetivo regular los servicios financieros
proporcionados por instituciones de tecnología financiera, como las grandes
empresas tecnológicas (GAFA), que facilitan transacciones financieras mediante
métodos de pago reconocidos por la Ley de Sistemas de Pagos. Un concepto
central abordado por la Ley Fintech es la inclusión e innovación financiera,
buscando bancarizar a la población y acercar servicios a áreas remotas. La banca
tradicional enfrenta desafíos para competir con el Banco de Bienestar y expandir
servicios a través de canales digitales.
Los principios fundamentales de la Ley Fintech incluyen la inclusión e innovación
financiera, la promoción de la competencia, la protección al consumidor, la
preservación de la estabilidad financiera, la prevención de operaciones ilícitas y la
neutralidad tecnológica. Las autoridades responsables de supervisar el
cumplimiento de la Ley Fintech son la Comisión Nacional Bancaria y de Valores
(CNBV) y el Banco de México, con otras entidades como la Comisión Nacional de
Seguros y Fianzas (CNSF), la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el
Retiro (Consar) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los
Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) que también tienen roles definidos.
La Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros
(LTOSF) regula comisiones, cuotas de intercambio y otros aspectos relacionados
con servicios financieros, aplicando a entidades financieras, incluyendo las
instituciones de tecnología financiera. La LTOSF se presenta como fuente
supletoria de la Ley Fintech. La transformación digital en la banca mexicana se
apoya en leyes específicas, como la Ley Fintech y la LTOSF, con el objetivo de
fomentar la inclusión financiera, la competencia y la protección al consumidor en el
panorama financiero del país.
Análisis de la Ley de Instituciones de Crédito
Título Primero: De las disposiciones preliminares
La Ley de Instituciones de Crédito (LIC) de México abarca diversas disposiciones
que regulan el servicio de banca y crédito. A continuación, se destacan algunos
aspectos relevantes del texto: La LIC regula el servicio de banca y crédito a través
de instituciones de banca múltiple (IBM) y de banca de desarrollo (IBD).
Establece la integración del Sistema Bancario Mexicano (SBM), que incluye a
Banxico, IBM, IBD y fideicomisos públicos de fomento económico, bajo la rectoría
económica del Estado.
La Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) interpretará la LIC y podrá
consultar a diversas entidades, como Banxico, CNBV, Consar, CNSF y Condusef,
para optimizar sus funciones.
La autoridad tendrá 90 días para resolver asuntos, salvo especificaciones
diferentes en normas especiales. En caso de no respuesta, opera la negativa ficta.
Excepciones se aplican en casos de constitución, fusión, escisión y liquidación de
instituciones de crédito. En supervisión, inspección y vigilancia, se excluye el plazo
de 90 días, reconociendo que algunos asuntos relevantes requieren más tiempo
para resolverse adecuadamente.
La LIC se complementa con legislación mercantil, usos y prácticas mercantiles y
bancarios, legislación civil federal, Ley Federal de Procedimiento Administrativo
(LFPA) en materia recursal y el Código Fiscal de la Federación (CFF) para multas
y recargos. Las IBD se rigen por su ley orgánica, utilizando las mismas fuentes
supletorias.
Las OR de EFE en México no pueden realizar actividades de intermediación
financiera ni captar recursos del público. Están sujetas a disposiciones generales y
supervisión de SHCP, Banxico y CNBV para evitar eludir la supervisión.
Los OFA tienen capacidad para emitir regulaciones para sus agremiados,
colaborando con la autoridad financiera para lograr estándares internacionales y el
desarrollo equilibrado del mercado financiero. La CNBV autoriza el funcionamiento
de los OFA y tiene la facultad de vetar sus normas de autorregulación. Además,
los OFA pueden llevar a cabo certificaciones de capacidad técnica y evaluaciones
de cumplimiento normativo. La LIC busca establecer un marco normativo completo
que garantice la estabilidad y desarrollo adecuado del sistema financiero
mexicano, abordando procedimientos, plazos, fuentes supletorias, oficinas de
representación extranjeras y organismos autorregulatorios.

Título Segundo: De las instituciones de crédito


El artículo 8 al 45-T de la Ley de Instituciones de Crédito (LIC) de México aborda
varios aspectos relacionados con la autorización, organización y funcionamiento
de las Instituciones de Banca Múltiple (IBM). A continuación, se destacan los
puntos clave:
La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) tiene la responsabilidad de
autorizar a las IBM, con el acuerdo de su junta de gobierno y escuchando la
opinión de Banco de México (Banxico). La autorización es intransmisible y está
condicionada a la aprobación de operaciones específicas por parte de la CNBV.
La CNBV, al autorizar a la IBM, establece un plazo para la entrega de estatutos y
la inscripción en el Registro Público de Comercio. La autorización para operar
debe emitirse dentro de los 180 días a partir de la aprobación de estatutos. Las
autorizaciones se publican en el Diario Oficial de la Federación (DOF).
Las IBM se organizan como sociedades anónimas de capital fijo y no variable. El
capital social mínimo es de 90 millones de unidades de inversión (UDIs), con
acciones de la serie "O" y "L". La CNBV determina el monto del capital mínimo sin
derecho a retiro. Las acciones de la serie "L" tienen derecho de voto limitado y
otorgan un dividendo preferente.
Se establecen controles para la adquisición y transmisión de acciones de la serie
"O". Los gobiernos extranjeros no pueden participar en la suscripción de capital de
las IBM.
Se definen los inversionistas institucionales y se establecen controles sobre la
adquisición de acciones. La CNBV debe ser notificada sobre la adquisición o
transmisión de acciones superiores al 2% del capital social pagado.
Se requiere autorización de la CNBV, opinión favorable de Banxico y evaluación
antimonopolio para la fusión o escisión de IBM. Se otorgan 90 días para oponerse
a la fusión o escisión, pero no suspende la operación.
El Instituto para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) puede organizar y operar
IBM temporalmente. Estos bancos temporales no están sujetos a ciertas
disposiciones legales y reglamentarias aplicables a las entidades de la
Administración Pública Federal.
Se establece la estructura del consejo de administración, comité de auditoría y
órgano de vigilancia de las IBM.
Los bancos intervenidos por el IPAB pueden seguir operando durante el proceso
de liquidación, sin estar sujetos a ciertas restricciones aplicables a otras
sociedades anónimas. Estos puntos reflejan las regulaciones detalladas que rigen
la autorización, estructura, operación y control de las Instituciones de Banca
Múltiple en México.
El secreto bancario en México
El secreto financiero implica la obligación de autoridades, intermediarios
financieros y funcionarios de mantener reserva sobre información financiera que
conocen debido a su empleo o profesión. Los bienes jurídicos protegidos son la
privacidad y seguridad de las personas, así como la preservación y confianza en el
sistema financiero. En el contexto del secreto bancario, las instituciones de crédito
tienen el deber de no divulgar información sobre fondos o valores en cuentas,
depósitos u otros conceptos, ni revelar datos confidenciales de sus clientes. Este
deber, respaldado por el artículo 142 de la Ley de Instituciones de Crédito (LIC),
protege la privacidad de los clientes en virtud de relaciones jurídicas privadas y
actividades profesionales.
El secreto bancario busca proteger el derecho a la intimidad de los usuarios de
servicios financieros. Aunque ha sido aprovechado en ocasiones para ocultar
operaciones fraudulentas, se considera necesario para resguardar a los usuarios y
prevenir posibles amenazas a la vida, libertad y patrimonio. A pesar de posibles
abusos, se argumenta que la existencia del secreto financiero es preferible para la
protección de los usuarios de servicios financieros.
Entre otra gama de autoridades facultadas para solicitar informes en relación con
el secreto financiero, se encuentran:
• IPAB
• Banco de México
• Condusef
• Instituciones de banca de desarrollo
• Fideicomisos públicos de fomento económico
• Autoridades financieras supervisoras del exterior
El artículo 211 del Código Penal Federal (CPF) establece sanciones, incluyendo
prisión, multa y suspensión de profesión, por la revelación punible de secretos,
especialmente cuando realizada por profesionales, funcionarios públicos o en
casos de secretos industriales.
Por otro lado, el artículo 112 Bis, fracción III, de la Ley de Instituciones de Crédito
(LIC) impone penas de prisión y multas considerables para aquellos que obtengan,
comercialicen o utilicen indebidamente información sobre clientes u operaciones
bancarias sin autorización. La pena se incrementa si la conducta la realiza un
consejero, funcionario o empleado de una institución de crédito. En el caso de
violación del secreto financiero, la LIC es considerada la ley especializada en la
materia, por lo que la sanción prevista en esta ley deberá ser la aplicable,
prevaleciendo sobre las disposiciones del CPF.
Cobranza judicial y extrajudicial
La cobranza judicial se inicia cuando una institución financiera presenta una
demanda en tribunales para recuperar una deuda líquida y exigible no pagada por
el cliente. Si el tribunal emite una sentencia favorable al demandante, se inicia la
cobranza judicial, obligando al deudor a saldar la deuda.
La Ley para Regular las Instituciones de Tecnología Financiera permite a las
instituciones de financiamiento colectivo realizar cobranzas extrajudiciales o
judiciales de créditos, así como renegociar términos y condiciones. Estas
instituciones deben registrarse y están sujetas a la supervisión de diversas
autoridades financieras.
La Ley para la Transparencia y Ordenamiento de los Servicios Financieros
establece que las entidades financieras, incluyendo las Instituciones de Banca
Múltiple (IBM), deben proporcionar datos de identificación de los despachos
externos que realizan cobranzas. Las entidades deben supervisar constantemente
las actividades de los despachos de cobranza, mantener información actualizada y
permitir a los clientes dar seguimiento a los reclamos.
La Condusef y la Profeco tienen la facultad de emitir disposiciones aplicables a las
entidades financieras en relación con los despachos de cobranza. Además, los
despachos de cobranza deben inscribirse en el Registro de Despachos de
Cobranza (Redeco) administrado por la Condusef.

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