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EXPEDIENTE: 2300668/36 - CENTRO VECINAL PLAYAS DE

ORO c/ ASOCIACION O ENTIDAD CIVIL DENOMINADA CENTRO


VECINAL DE PLAYAS DE ORO - RECURSO APELACIÓN
EXPED.INTERIOR (Civil)

SENTENCIA NÚMERO: 133

En la ciudad de Córdoba, a los 1 días de noviembre de dos


mil doce, se reúnen en acuerdo público los señores vocales de la Cámara
Novena de Apelaciones en lo Civil y Comercial de Córdoba, la Dra. María
Mónica Puga de Juncos y el Dr. Jorge Eduardo Arrambide, a los fines de dictar
sentencia en estos autos caratulados "CENTRO VECINAL PLAYAS DE
OROS C/ ASOCIACION O ENTIDAD CIVIL DENOMINADA CENTRO
VECINAL DE PLAYAS DE ORO – Recurso de Apelación Exped. Interior
(Civil) (Expte. N° 2300668/36)", venidos en razón del recurso de apelación
interpuesto por la demandada en contra de la Sentencia número trescientos
noventa y ocho de fecha catorce de diciembre de dos mil once (fs. 462/468)
dictada por el señor juez del Juzgado Civil, Comercial, Conciliación y Familia
de Carlos Paz, Dr. Daniel Strasorier, que en su parte dispositiva textualmente
dice: "I) Acoger la demanda de reivindicación articulada por el Centro Vecinal
de Playas de Oro y en consecuencia condenar al accionado Asociación o
Entidad Civil denominada Centro Vecinal Playas de Oro a restituir en el
término de diez días los inmuebles identificados como lote 1 de la manzana 4
inscripto a la matrícula 417.080 (23-04) y lote 12 de la manzana 23 inscripto a
la matrícula 489.807 (23). II) costas a cargo del demandado. III) Regular
provisoriamente los honorarios del letrado Dr. José Ernesto Magnetti en la
suma de dos mil trescientos veintiséis con sesenta centavos ($ 2.326,60),
equivalentes a veinte Jus. Protocolícese, hágase saber y dese
copia. --------------------------------------------------------------------------

El Tribunal fija las siguientes cuestiones a


resolver:-------------------

Primero: ¿Es procedente el recurso interpuesto en contra de la


sentencia?------------------------------------------------------------------------------------
-

Segundo: ¿Qué resolución corresponde


dictar?.------------------------

Practicado el sorteo de ley, se determina que los votos se deben


emitir en el siguiente orden: Dra. María Mónica Puga de Juncos y Dr. Jorge
Eduardo
Arrambide.-------------------------------------------------------------------------

A LA PRIMERA CUESTIÓN
PLANTEADA:----------------------

LA DRA. MARÍA MÓNICA PUGA DE JUNCOS,


DIJO:--------

I.- El Dr. José Luis González, apoderado de la demandada


Asociación civil denominada “Centro Vecinal Playas de Oro” (Resolución n° 2
“A” 2005 dictada por la Inspección de Personas Jurídicas de la Provincia de
Córdoba), se agravia de la resolución recurrida en cuanto dispone hacer lugar a
la acción de reivindicación deducida por la actora el “Centro Vecinal Playas de
Oro” ( Resolución n° 27 “A” de la “Municipalidad de Villa Carlos Paz”).
Fustiga la decisión que admite la pretensión a éste como titular registral del
inmueble objeto de reivindicación soslayando que la entidad que representa es
una asociación civil “continuadora” de la persona jurídica municipal, que en el
año 2005 adquiere un “nuevo ropaje jurídico” (la transcripción es textual) dada
la personería jurídica otorgada por la “Provincia de Córdoba”. Afirma que
“prontamente” luego de tal acto –se refiere al de otorgamiento de la personería
jurídica – siguió “detentando” como todo titular dominial la posesión de los
inmuebles reivindicados. Dice que si por un acto “posterior” en el año 2006 la
“Municipalidad de Carlos Paz” le “viene a reclamar los inmuebles” omite que
la actora acompaña fotocopias simples y que es su parte quien tiene los
primeros testimonios de la escrituras de adquisición. Admite que es cierto que
los mismos se encuentran inscriptos a nombre del “Centro Vecinal…” actor, no
obstante dice que el Juzgador omite considerar el “nuevo ropaje jurídico” de
este. Reclama que el a quo no ha definido la “continuidad” de la misma persona
demandada, que ha mediado “desatención de examen de un elemento
trascendental”. Afirma que hace más de siete años se ha transformado dicho
centro vecinal y refiere actas de asambleas y dichos testimoniales en torno a
hechos suscitados en el año 2007. Insiste en que se trata de los “mismos vecinos
a los que se les ha dado un nuevo traje jurídico”. En segundo lugar critica la
sentencia porque resuelve en forma dogmática que es la “Municipalidad de
Villa Carlos Paz” la que tiene facultades para otorgar personería jurídica a un
centro vecinal que nada dice de lo que ocurre con la situación que prevé la Ley
9420. Considera que no da razones para definir la representatividad de actor y
demandado. En tercer lugar dice que el juez con subjetivismo valora la prueba
testimonial cuando afirma que todos los vecinos acuerdan en que los inmuebles
deben ser entregados al Centro actor y en tal sentido señala dichos testimoniales
que a su juicio confutan tal afirmación de la sentencia. Vuelve otra vez sobre
los dichos testimoniales para criticar en cuarto agravio a la sentencia que indica
que debe reivindicar quien figura como titular sin reparar en la personería
jurídica otorgada por la “Provincia…”a su asociación civil. En quinto lugar dice
que la decisión es huérfana de fundamentos y que para dirimir las posiciones de
ambos centros lo hace con una suerte de “representódromo” (la transcripción es
textual) y otra vez dice que interpreta mal la Ley 9420. Argumenta nuevamente
que su parte es “continuadora” por cambio de “ropaje jurídico” pues ha sido
reconocida como “otro centro vecinal Playas de Oro” en septiembre de 2006. El
siguiente agravio (sexto) se endereza sobre la crítica al valor que da a la prueba
informativa que indica la titularidad registral de la actora, porque no repara
sobre el argumento de su posesión como “continuadora” de aquella persona
jurídica municipal por esta “persona jurídica provincial”. Por último se queja,
porque se le endilga no haber probado sus dichos enervando el derecho a poseer
de la actora cuando en autos existe gran cantidad de pruebas, demostrativas de
asambleas públicas de vecinos y una serie de otras que a su juicio demuestran
que tiene la posesión. Colige que no solamente es una asociación civil cuyo fin
es la realización de actividades deportivas, culturales y recreativas sino que
siguió siendo ella misma quien en búsqueda del bienestar del barrio colabora
con el Estado en la consecución del bien común. Considera acreditado la
posesión continuada de su parte del inmueble desde antes de 2005 y hasta la
fecha, y que en tal caso es continuadora de quien
adquiriera. .------------------------------------------------------------------------

II.- El “Centro Vecinal Playas de Oro” ( Resolución n° 27 “A”


de la “Municipalidad de Villa Carlos Paz”), actora apelada, contesta la
expresión de agravios en los términos que se leen a fojas 505 y siguientes
pidiendo el rechazo del recurso.
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III.- No cabe declarar desierta la presentación. El apelante


endereza agravios contra la resolución atacada que, si bien con un
importante esfuerzo de sistematización y orden, permiten conocer el motivo
y sus fundamentos. Hay un mínimo de suficiencia,razón por la cual no se
verifica el presupuesto de aplicación del art. 374,
C.P.C.C.----------------------------------------

IV.- Son cuestiones no discutidas por las partes y dirimentes


para definir la suerte de los agravios de apelación: a. que los inmuebles a
reivindicar están inscriptos a nombre de la actora “Centro Vecinal Playas de
Oro” ( Resolución n° 29 “A” 1992 – fojas 11- de la “Municipalidad de Villa
Carlos Paz”) en las Matrículas 489807 y 417080 dado que fueron adquiridos
por escrituras n° 99 1/XI/1995 Reg. 631 y n° 135 “A”13/XI/1997 Reg. 211
(ver fojas 20 y 21 y fojas 23/25 y 26/28); b. que la demandada Asociación
civil denominada “Centro Vecinal Playas de Oro” (Resolución n° 2 “A”
2005 dictada por la Inspección de Personas Jurídicas de la Provincia de
Córdoba) es una asociación civil con personería jurídica aprobada de modo
posterior a la existencia del primer centro actor mencionado con quien
comparte la misma e idéntica denominación; c. que quienes fueron
autoridades en el primer “Centro vecinal…” luego de vencido su mandato
son las que en definitiva defienden la creación del segundo y en algún caso
ejercen o han ejercido en este último cargos
electivos.---------------------------------------------------------------------------------
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V.- La Asociación Civil denominada “Centro…” vecinal


demandado considera que no puede ser vencido en juicio de reivindicación
desde que a su criterio es continuador del “Centro …” vecinal actor que es el
titular registral. De modo que entiende es el legítimo tenedor – según títulos se
entiende – porque es el nuevo y “verdadero representante de los del grupo de
vecinos de Playa de Oro” y que por dicha razón esta posesión de los inmuebles
que tiene, la que debe ser respetaba.
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La postura es improcedente, solo importa insistir en cuestiones


planteadas en la instancia anterior (el aludido “nuevo ropaje jurídico del
“Centro Vecinal Playas de Oro”). No asume, menos aún confuta un argumento
central: el centro actor es titular dominial, tiene derecho a ejercer la posesión de
los inmuebles que no es reconocida por su parte que no es titular registral, por
fin porque lejos de ser continuadora del primero es una persona jurídica distinta
al mismo. Todo sin perjuicio de que existan otras disquisiciones en orden a la
prueba y opinión de los vecinos que no guardan correspondencia con la
cuestión de derecho patrimonial aquí
debatida.----------------------------------------------------

Veamos. La actora presenta un título suficiente para fundar


reivindicación. Ha quedado claro que es la persona jurídica que adquiere
acorde las escrituras, vale decir cumple los dos primeros requisitos del art.
2789, CC . Asimismo indica los otros dos restantes: la pérdida de la posesión
y que ésta se encuentra en poder del demandado, por fin que la cosa que se
reivindica es susceptible de ser poseída (Beatriz Arean comentado a Pothier en
“Código Civil y normas complementarias. Análisis doctrinario y
jurisprudencial” Bueres, Alberto J., dirección, Highton, Elena I., coordinación”,
Hammurabí, Bs.As. 1999,Tomo 5B, pág. 601 y siguientes).
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Nada de esto discute el apelante. Habla del “nuevo ropaje” y de


que su asociación es “continuadora” de la titular registral. Bien, entonces cabe
revisar la pertinencia de estas defensas que invoca. En ese contexto cabe
indicarle que luego de fijar el mentado art. 2789 CC las condiciones de
procedencia, las normas sustanciales articulan un sistema de presunciones (en
función de los arts.2789 al 2792). Dos de ellas, las primeras, prevén supuestos
en los que solo el reivindicante presenta título y el reivindicado invoca el hecho
de su posesión. Las dos siguientes refieren a la situación en que ambos
contendientes presentan títulos.
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En el caso la situación está definida en el primer grupo de normas


porque se advierte del Considerando IV) que está en juego un solo título ( las
escrituras y su reflejo en las matrículas porque están inscriptas). El demandado
pretende prevalerse en todo caso del mismo título del reivindicante. Dicho esto
cabe indicarle que no puede considerarse la asociación demandada “Centro
Vecinal…” que tenga título para tener los inmuebles. La pretendida continuidad
de la persona del “Centro ….” titular es un ostensible error de derecho que en
definitiva trasunta un conflicto político ajeno a esta sede. Esto porque no es
continuador. Aquí se trata de aplicar estrictamente los institutos de derecho que
con rigor establecen la relación de titularidad de una persona respecto de una
cosa (Título V, del Libro III del Código Civil) y por ende de reconocer si la
posesión derivada de ello puede ser reivindicada. Estas normas no pueden ser
libremente interpretadas por el apelante por determinadas contingencias
políticas. Así, la actora es una persona jurídica de derecho público (art. 183,
inc.5°, Constitución de la Provincia de Córdoba, concordante con el inciso 1,
del artículo 33 del Código Civil) que actualmente está en funcionamiento de
modo que elige sus autoridades que le representan (de hecho aquí ya por dos
veces se han legitimado sus funcionarios electos). Por su parte, el “Centro …”
demandado es una persona jurídica de derecho privado (art. 33 inc. 2, CC)
distinta, claramente distinta, a la primera de hecho ha sido constituida y le fue
dada su personería con posterioridad.
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La titular registral de los inmuebles a reivindicar es un sujeto de


derecho público, el “Centro…” actor, mencionado en las escrituras y en las
matrículas que son puntuales al precisar quien adquirió. Que la entidad
demandada reconozca que retiene los primeros testimonios de estas escrituras
porque sus actuales responsables alguna vez ejercieron mandato en la primera
no es un argumento que sustente la “continuidad” de la persona pública como
sorprendentemente pretenden y se animan a invocar; menos aún sostiene este
hecho de retención de los primeros testimonios la legitimidad de la continuidad
en la posesión de ambos inmuebles. Es que lejos de ser ponderado el dato a su
favor indica una cuestión que no puede cohonestarse: las mencionadas
autoridades proclamadas por la nueva asociación civil admiten retener algo que
no es propio (títulos de propiedad del “Centro Vecinal Playas de Oro”,
Resolución n° 27 “A” de la “Municipalidad de Villa Carlos Paz”).---------------

Por fin, ningún argumento endereza a refutar el procedimiento


previsto por la Ley 9420. Se entiende primero que esta es una ley posterior a
aquel marco en que el Centro actor consigue el reconocimiento de la autoridad
municipal Cons. IV). Se le ha dicho por otra parte que no ha sido completado
por la demandada (fojas 466). Guarda silencio sobre este
aspecto.-------------------

Deslindada la primer situación, vale decir que el “Centro


Vecinal…” actor presenta títulos y el “Centro Vecinal…” demandado no puede
invocar las escrituras como “continuador” del adquirente porque debe asumir
que es un nuevo sujeto de derecho, la solución en principio está dada por el
régimen de fondo. El art. 2790 CC resuelve el conflicto suscitado cuando el
título presentado por el reivindicante es de fecha anterior a la posesión del
demandado de este modo “ Si presentare títulos de propiedad anterior a la
posesión y el demandado no presentare título alguno , se presume que el autor
del título era el poseedor y el propietario de la heredad que se
reivindica”. Aquí las escrituras son de fecha anterior al pretendido hecho de la
“posesión del año 2006” de la Asociación civil denominada “Centro vecinal…”.
La norma protege al “Centro Vecinal…” actor.
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Bien, aunque en el promiscuo planteo del apelante no se asuma


esta consecuencia, todavía es posible definir si la presunción de ella ha sido
enervada y entonces revisar si existe algún otro elemento que le permita resistir
como reivindicado. En esta tarea el remanente a ponderar es el hecho de la
posesión como tal. Ha valorado el a quo una prueba informativa y toda la
relativa al conflicto de ambos Centros que se disputan la posesión del inmueble
(fojas 466 y siguientes de la sentencia). Colige acerca del hecho de la posesión
que la propia Inspección de Sociedades Jurídicas ante la existencia de las dos
entidades vecinales comisiona a un inspector (fojas 429) quien dice que no
puede constatar la presencia del centro vecinal demandado que peticionaba
reconocimiento, valora asimismo pruebas testimoniales a las que el apelante
opone otras que considera de mayor jerarquía a la vez que trae documental de
peticiones de servicios y trámites a su juicio decisivos para refutar al a quo.
Pero nada dice de este tramo del razonamiento donde se han relevado los
bienes a reivindicar. -----

Por ello, nada enerva de la sentencia que considere el apelante


que posee los inmuebles porque es continuador desde 2006 y que lo tiene en el
plano de la “representatividad vecinal” o que considere que existen otras
pruebas que indicaría que si la ha ejercido.
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De tal modo, no se trata de “ropaje jurídico” como entiende el


apelante, tampoco de interpretar en esta sede el sentido y alcance de la Ley
Provincial 9420 que a su juicio les permitiría ser continuadores en el plano de la
representativo (tramite dijimos se le señaló no fenecido). --------------------------

Por fin, en la especie es ostensible un conflicto institucional en el


que se sostiene el Centro demandado que surge de un trámite ante la “Provincia
…” para que este grupo de personas que sin dudas ha tenido cargos electivos en
el anterior “Centro Vecinal …” para ser reconocidos como entidad civil y
convocar a elecciones y todo con posterioridad a aquella resolución de la
“Municipalidad de Carlos Paz” que ordena convocatoria de nuevas autoridades
en el “Centro Vecinal…” (fojas 16/17) que es el por ella reconocido mucho
antes que aquél reconocimiento provincial. Este no es un tema que corresponda
abordar a esta sede de apelación, tampoco corresponde a la competencia de la
justicia ordinaria de Córdoba en la materia civil y comercial. La discusión tiene
una sede y una vía que no son las defensas en este
juicio.-----------------------------

Todo el escrito de apelación – que es reiteración de las


defensas planteadas en primera instancia – importan traer a discusión este
conflicto que denomina de “representatividad”, “legitimidad” el que
perfectamente se entiende tienen ambos centros desde el año 2005. Por eso
es absolutamente inconducente para este juicio. Del mismo modo es también
estéril la prueba traída sobre cuya valoración se insiste al apelar ( las
testimoniales, documentales y notas de presentación ante autoridades que
suministran servicios) porque el conflicto de representatividad de dos sujetos
de derecho distintos en el plano de políticas públicas – que importa
determinar a cual de las dos personas jurídicas se le debe reconocer
capacidad para gestionar los intereses comunes de los vecinos de “Playas de
Oro” - en todo caso una cuestión extraña a la pretensión de reivindicación
aquí traída .------------------------------------------------------------

Lo debatido es un desgaste procesal inútil que parte de muchos


planteos promiscuos y muchas confusiones. Dos por lo menos. Ocurre en
primer lugar que la asociación civil demandada en realidad se sostiene
como “continuadora” en esa pretendida posesión, porque pretende
prevalerse de actos materiales cumplidos por personas individuales que
no lo hacían por su propio derecho sino en representación de un sujeto de
derecho público y por el mandato conferido para gestionar y administrar
el centro vecinal actor que al año en que comenzaron los conflictos estaba
vencido. En este juicio de derecho privado patrimonial quien adquiere es
la persona jurídica quien no debe ser confundida con el patrimonio, ni con
la persona individual de sus circunstanciales responsables electos, ni con
los pretendidos hechos posesorios invocados por quienes al vencer el
mandato dejaron de tener la cosa en nombre de la titular registral. No hay
modo de invocar “continuidad en la posesión” quedan entonces privados
de sustento real lo que invocan. Otra confusión es la relativa a la
competencia para dirimir este conflicto. En todo caso la discusión en
orden a quienes deben reconocerse como legitimados para la gestión y
administración de los bienes comunes del grupo de vecinos de Playas de
Oro con jurisdicción dentro de la comuna de Villa Carlos Paz es materia
absolutamente ajena a este juicio, que tiene una vía específica que es la
que deben o debieron intentar, no interesa a este sede si lo hicieron o no.
La prueba que acompañan pretendiendo exhibir gestión, esta Alzada no la
debe ponderar. ---------------------

VI.- En cuanto a la primera cuestión respondo entonces por la


negativa.-------------------------------------------------------------------------------------
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EL DR. JORGE EDUARDO ARRAMBIDE, DIJO:


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Que comparte las conclusiones expuestas por la Sra. Vocal preopinante, por
lo que adhiere a su voto. -----------------------------------------------

A LA SEGUNDA CUESTIÓN PLANTEADA:


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LA DRA. MARÍA MÓNICA PUGA DE JUNCOS,


DIJO:-----

Que corresponde: 1.- Rechazar el recurso de apelación


deducido por la parte demandada confirmándose la sentencia de primera
instancia en toda la materia que decide. 2. Costas a cargo de la demanda (art.
130 C.P.C.C.). 3. Fijar la regulación de honorarios del Dr. José E. Magnetti, en
el 45 % de dos puntos sobre el punto medio de la escala del art. 36, Ley 9459
sobre la base o valor de referencia que tuviere este juicio. No establecer en esta
oportunidad la regulación del Dr. José Luis González (art. 26,
CA).----------------------------------

EL DR. JORGE EDUARDO ARRAMBIDE, DIJO:


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Que está de acuerdo con la opinión de la Dra. Puga de Juncos, por lo que
vota por la misma solución que propicia. -----------------------------------

Por todo lo expuesto y normativa citada;


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SE RESUELVE: I).- Rechazar el recurso de apelación


deducido por la parte demandada confirmándose la sentencia de primera
instancia en toda la materia que decide.
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II).- Costas a cargo de la demanda (art. 130 C.P.C.C.).


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III).- Fijar la regulación de honorarios del Dr. José E.


Magnetti, en el 45 % de dos puntos sobre el punto medio de la escala del art.
36, Ley 9459 sobre la base o valor de referencia que tuviere este juicio. No
establecer en esta oportunidad la regulación del Dr. José Luis González (art.
26, CA). --------------

Protocolícese, hágase saber y dese copia. ---------------------------

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