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Introducción

Cabe destacar, que la Segunda República de la República


Dominicana empezó con la restauración del país en 1865 y culminó con la
intervención estadounidense en 1916.

Aunque muchas ciudades dominicanas y la agricultura en todo el país fueron


destruidas (a excepción del tabaco) durante la guerra, la Guerra de
Restauración trajo un nuevo nivel de orgullo nacional a la República
Dominicana.

Pimentel fue presidente durante sólo cinco meses antes de ser reemplazado
por José María Cabral. Cabral, a su vez fue derrocado por Buenaventura Báez
en diciembre de 1865, pero retomó la presidencia en mayo de 1866. Sus
negociaciones con los Estados Unidos sobre la posible venta de la tierra
alrededor de la Bahía de Samaná resultaron ser tan impopulares que Báez fue
capaz de recuperar la presidencia una vez más en 1868.
1869 Buenaventura Baez - tomo prestado a la casa inglesa HARMONT y dio
nacimiento a la deuda externa RD con países EUROPEOS

El contrato de préstamo con Harmont & Co.—empresa privada propiedad de


banqueros Ingleses—se hizo por 420,000 libras esterlinas a un 6% de interés anual por un
plazo de 25 años. Esto significó la inmediata hipoteca a favor de Edward Hartmont –el
financiero que facilitó el préstamo– de los ingresos aduanales, los bienes nacionales,
las minas de carbón, los bosques del Estado, y los depósitos de guano de la isla Alto
Velo.

En realidad, el Gobierno dominicano sólo recibió una parte del préstamo acordado,
aparte de que Hartmont autorizó a un banco inglés a emitir bonos sobre la deuda por
un valor superior en 337,700 libras al monto consignado en el contrato. Que la
compañía se comprometía a recaudar mediante la colocación de bonos soberanos
dominicanos en la Bolsa de Valores de Londres (LSE).

Del monto total de la colocación, Harmont & Co. debía transferir al gobierno
dominicano 320,000 libras esterlinas.

Las restantes 100,000 libras eran la comisión de Edward Harmont, Presidente de la


compañía. Aunque el Congreso Dominicano canceló el contrato por incumplimiento
de términos, Harmont & Co. listó el préstamo fraudulentamente en la LSE que vendio
los bonos por más del doble del monto inicial de 420 mil libras a inversionistas europeos
por lo que cada persona con un bono era un acreedor de la RD.

¨¨EN OTRAS PALABRAS ESO FUE UN ROBO DECLARAO¨¨


Gobierno de LILIS

LILIS y los prestamos con la firma Holandesa, Westendorp

Realizó dos préstamos adicionales en 1887- por 770,000


6% de interés anual por 30 años. El acreedor, la Westendorp y Cía., tenía derecho a
cobrar hasta un 30% de los ingresos aduanales, para lo cual nombró en el país varios
agentes fiscales encargados de retener en las aduanas el dinero correspondiente y
entregar el resto a las autoridades dominicanas.

En 1890 - 900,000 libras esterlinas


6% anual y por 50 años. Presentó como justificación la construcción de una vía de
ferrocarril entre Santiago y Puerto Plata, aunque en realidad buena parte del dinero
fue destinado al soborno y al pago de prebendas políticas.
El contrato firmado entre el gobierno dominicano y la compañía Holandesa
incluía una cláusula que establecía la creación de una receptoría general de aduanas
manejada por Westerndorp o quienquiera fuera su representante. Esta receptoría
estaba encargada del cobro de todos los ingresos generados en los puertos
dominicanos a través de impuestos a las importaciones y exportaciones
Lilis 1893 y la Santo Domingo Improvement of New York”, con la que Heureaux firmó
sendos contratos en 1893 para la construccion y explotación, por cincuenta años, de
la segunda sección de la línea del tren Puerto Plata y Santiago.

En 1897 una compañía de New Jersey, la Santo Domingo


Improvement, adquirió todos los intereses de la Westerndorp
en la República Dominicana7. Siguiendo la cláusula que creó
la caja receptora las aduanas dominicanas pasaron a manos
de un administrador privado norteamericano a principios del
siglo XX.
La Santo Domingo Improvement Company quedó en completo dominio de las
aduanas nacionales

Santo Domingo Improvement Company.


Una vez constituida esta compañía, el Gobierno dominicano requirió dos nuevos
préstamos por valor de 1,250,000 dólares y 2,035,000 libras esterlinas, con lo que el
monto total que adeudaba la República Dominicana ascendía en 1893 a 17 millones
de pesos.

Para el año 1900, la República Dominicana “debía” a la empresa norteamericana, y


con ello a tenedores de bonos que esa compañía había vendido en Francia, Bélgica,
Alemania, Italia e Inglaterra, la suma de 23,957,078 dólares; en tanto que la deuda
interna ascendía a 10,126,628 dólares.

1888
envió al General Generoso de Marchena a gestionar en Londres y Ámsterdam
un empréstito. 770,000 libras esterlinas se logró con la compañía holandesa
Westendorp. En garantía se otorgaron el 30% de los ingresos aduanales. Con el
dinero conseguido se procedió a saldar las cuentas pendientes de la deuda
interna y del empréstito Hartmont.

1889
Heureaux buscó el apoyo de Estados unidos solicitándoles arrendar la península
de Samaná a cambio de ayuda económica y militar
El intento de firmar un acuerdo de reciprocidad Estados Unidos fracasó debido
a la oposición de los representantes comerciales de los países europeos con los
se negociaba. Francia, Alemania y Holanda amenazaron al gobierno con
suspender sus compras. y productores cibaeños, principalmente los tabaqueros,
amenazados de perder sus mercados, se prepararon para iniciar una
revolución.

Nuevos endeudamientos
En 1890 se negoció un nuevo empréstito Westendorp, esta vez de 900 mil libras,
destinadosa la construccion de un ferrocarril

Lilís fue un político hábil, y además, fue un hombre con una gran inteligencia, aunque
con poquísima formación académica. Aún así fue capaz de gobernar la República
Dominicana con mano férrea, primero desde 1882 a 1884, y, luego agota un segundo
mandato de 1887 a 1889, para entonces recurrir al expediente de la reelección
indefinida, manteniendo absoluto control sobre el Estado hasta que se produjo el
tiranicidio acaecido en la ciudad de Moca el 26 de julio de 1899.

Uno de los elementos que le permitió al presidente Heureaux mantenerse en el poder


fue el cuantioso flujo de dinero obtenido durante sus gestiones de gobierno por medio
de los empréstitos, internos y externos, especialmente los últimos; y en menor medida
por el flujo de dinero proveniente de sus amigos prestamistas, quienes ponían en sus
macabras manos cuantiosas sumas de dinero a cambio de sus usuales favores:
protección personal, el otorgamiento de "facilidades" para la importación de
mercancías, la impunidad frente a la evasión de impuestos fiscales y aranceles
(contrabando), ciertas concesiones especiales, y hasta por facilitarles el uso restringido
y bien dirigido de la represión contra los deudores morosos de los financistas que
auspiciaban sus proyectos de dominación política.
Lilís también gastó muchos recursos monetarios disolviendo conjuras y disgregando
rebeliones, o para mantener la incondicionalidad de los beneficiarios de los contratos
de las obras públicas del estado, que eran por lo común, sus propios amigos, sus
generales y los caudillos subordinados al dictador negro.

Asimismo, invirtió cuantiosos recursos organizando un moderno aparato de inteligencia


y vigilancia, es decir, un servicio de caliesaje organizado a escala nacional.

Su otro resorte de poder fue la corrupción. Corrompió y engañó a los campesinos


haciéndose pasar por brujo; corrompió a los pueblitas o citadinos llenándoles el vientre
y ofreciéndoles inciertas y futuras prebendas; a los intelectuales los envileció con sus
exagerados elogios y los consideró "hombres de varita", es decir, simples maestros;
corrompió a las mujeres haciéndolas sus amantes y concubinas, prostituyéndolas, y
exhibiendo una concubina en cada población.

Sustento el quehacer político en las lealtades primordiales: los lazos de compadrazgo,


el amiguismo, distinguiendo al caudillo del paraje más recóndito de la geografía
nacional.

Acuerdos o tratados entre la República Dominicana y lo E.U.

El Protocolo 1903:

En 1903, siendo presidente Horacio Vásquez, se firmó con la Improvement un protocolo


por el que República Dominicana reconocía tener respecto a dicha empresa
obligaciones ascendentes a 4.5 millones de dólares, y se comprometía a saldar la
deuda de acuerdo a la forma de pago establecida por un arbitraje internacional
compuesto por un árbitro nombrado por la República Dominicana, otro por los Estados
Unidos y un tercero por acuerdo de ambos gobiernos, pero que, en su defecto, sería
un miembro de la Suprema Corte del poderoso país.

El Laudo Arbitral 1904:

El consiguiente laudo arbitral de junio de 1904 dispuso la especialización de los ingresos


de las aduanas de Montecristi, Puerto Plata, Samaná y Sánchez al pago de los valores
adeudados a la Improvement, al tiempo que consignó la incorporación de un agente
financiero de la compañía para encargarse de fiscalizar los ingresos aduanales y
autorizar los gastos del Estado dominicano.

Debido al rechazo de los tenedores de bonos europeos y de los acreedores


dominicanos, esta cláusula no fue aplicada.

Síntesis: EI país no podía hacer ningún gasto Sin él consentimiento de un agente


financiero de los estados Unidos.
El modus Vivendi 1905:

Luego de una serie de negociaciones llevadas a cabo entre el presidente de los


Estados Unidos, Theodore Roosvelt, y el de República Dominicana, Carlos Morales
Languasco, y de un acuerdo no ratificado por el Senado norteamericano en virtud de
que virtualmente implicaba el establecimiento de un protectorado sobre la República
Dominicana, se estableció el 31 de marzo de 1905 el arreglo provisional “Modus
Vivendi”.

Mediante este pacto, el presidente dominicano autorizó a su contraparte a nombrar


una persona encargada de percibir las rentas de las aduanas para ser distribuidas de
la siguiente manera:

45% del total de las entradas a ser entregadas al Gobierno dominicano a fin de
atender las necesidades de la administración pública nacional.

el 55% restante a ser utilizado por el Gobierno norteamericano para el pago de los
empleados de las aduanas y para crear un depósito en un banco de Nueva York “…a
beneficio de todos los acreedores de la República, tanto dominicanos como
extranjeros”. El contralor general de Aduanas designado por el Gobierno
estadounidense fue el coronel George R. Colton.

Este plan contribuyó a reducir el contrabando, aumentó la cantidad de ingresos que


recibía el Estado dominicano y contentó a los tenedores de bonos europeos, que
ahora veían que el propio Gobierno norteamericano, y no una empresa particular, se
ocupaba de garantizar el cobro de sus acreencias.

Quince meses después de haber iniciado la ejecución del arreglo se habían


depositado en el Banco Nacional de New York unos 2 millones de dólares.

Plan de ajuste

En el mismo año de 1905, el presidente Roosevelt envió un experto financiero para


determinar a cuánto exactamente ascendían las acreencias reclamadas a la
República Dominicana, y en qué proporción eran deudas legítimas o fraudulentas.

El señor Jacobo Hollander reportó que para la fecha el monto de las deudas
reclamadas, tanto en el plano interno como internacional, se situaba en cuarenta
millones de dólares, si bien esta suma podía ser reducida en más de la mitad, ya que
muchos de los reclamos carecían de legitimidad.
De ahí que entre los meses de marzo y septiembre de 1906, los dos gobiernos
trabajaran en conjunto verificando cada uno de los expedientes, y obligaran a los
acreedores a aceptar una reducción de sus demandas.

La deuda total de la República Dominicana quedó entonces fijada en diecisiete


millones de dólares.

Síntesis: mediante éste se creó la Receptoría General de Aduanas que administraría las
ganancias entregando el 55% para el pago de la deuda pública y el restante 45% al
gobierno dominicano.

La convención Dominico Americana 1907:

En vista de que uno de los objetivos de la política exterior de los Estados Unidos era
tener pleno dominio de las Antillas para así fortalecer su posición en el canal de
Panamá, al presidente Roosevelt le resultaba claro que República Dominicana no
debía tener acreedores europeos que pudieran atraer a la zona la influencia de sus
respectivos gobiernos.

Por eso propició que la firma Kuhn, Loeb & Company de New York prestara al país
veinte millones de dólares, los cuales serían destinados a la cancelación de todas las
deudas pendientes, mientras que los tres millones sobrantes se dedicarían en principio
a la realización de obras públicas y otras inversiones , pero en verdad fueron usados
discrecionalmente por el presidente Ramón Cáceres para consolidar su poder en la
Primera Magistratura de la República. Los técnicos del Banco de New York recibieron
una comisión de 800,000 dólares.

Acompañando a este préstamo, el Congreso aprobó el 3 de mayo de 1907 la


Convención Domínico-Americana, tratado por el que el gobierno dominicano
entregaba la administración y el control de sus aduanas al Gobierno de los Estados
Unidos hasta completar el pago de la nueva deuda, y por el que se comprometía a no
modificar su tarifa aduanera ni a aumentar su deuda pública sin el consentimiento
previo del presidente de los Estados Unidos.

Los ingresos aduanales serían repartidos en la misma forma establecida por el “Modus
Vivendi”: 45% para el Gobierno dominicano, 5% para el pago de los empleados de la
Receptoría General de Aduanas y el 50% para el saldo del empréstito.

El artículo segundo de la Convención consignaba que el receptor general de Aduanas


nombrado por el presidente de los Estados Unidos contaría con la protección del
Gobierno norteamericano en caso de que el dominicano se encontrare imposibilitado
de prestarla.
De esta forma se aseguró el dominio de los Estados Unidos sobre la República
Dominicana a principios del siglo XX.

En un alegato en contra de la aprobación de la Convención de 1907, el diputado


Alfredo Morales afirmó (extraído de la Enciclopedia Ilustrada de la República
Dominicana, Tomo VII, pág. 201):

“Los Tratados de protectorado o vasallaje, que siempre se realizan entre Estados


poderosos y Estados débiles o bárbaros, han tenido a menudo, como único objeto, lo
que se denomina en tiempos modernos conquista pacífica. Nunca un Estado fuerte
acude en ayuda de uno débil sino cuando le guían determinados intereses. Es bien
larga la lista de las usurpaciones cometidas por la gran República de América del
Norte bajo el pretexto de la doctrina de Monroe (…) si aprobamos las negociaciones
en curso, la República Dominicana no podrá en el porvenir tratar de igual a igual con
otra Nación; dejará de ser un Estado Independiente, de tener una personalidad
internacional.”

Las recaudaciones

Fruto de estos “acuerdos” las recaudaciones aduanales experimentaron un


incremento constante que se vio favorecido por el fomento, aumento y
diversificación de la producción agrícola, el alza de sus precios en el mercado
internacional y, a partir de 1910, por la disposición del presidente de los Estados
Unidos, William Howard Taft, de reducir en un 15% la tarifa aduanera de derechos
de importación y en un 50% la de exportación.

En enero de 1914, el gobierno provisional de José Bordas aceptó el nombramiento


por parte de los Estados Unidos de un contralor que tendría a su cargo la
supervisión de todos los gastos del Gobierno dominicano y de la ejecución del
presupuesto nacional. A cambio de ello, se avanzó al Gobierno dominicano un
adelanto de 40,000 dólares de los ingresos aduanales y se le permitió utilizar
1,200,000 dólares en bonos no vendidos del empréstito de 1907.

Plan Wilson, 1914

Ante el enfrentamiento de las fuerzas horacistas, jimenistas y de otras facciones


políticas (velazquistas y vitalistas) que querían impedir que José Bordas permaneciera
en el poder por medio de elecciones fraudulentas, los Estados Unidos enviaron al país
en julio de 1914 una comisión mediadora portadora de una propuesta redactada por
el presidente de los Estados Unidos, Woodrow Wilson. Bajo la amenaza de la infantería
norteamericana, el denominado “Plan Wilson” establecía:

• Deposición de las armas de todos los revolucionarios.


• Elección por acuerdo entre ellos de un presidente provisional. De lo contrario, el
Gobierno norteamericano lo elegiría y lo mantendría con su propia fuerza.

• Organización por parte del presidente provisional de elecciones supervisadas por los
Estados Unidos.

• Compromiso de todas las facciones a respetar el nuevo gobierno, el cual además


contaría con el apoyo del Gobierno estadounidense que no estaba dispuesto a tolerar
más revoluciones.

Juan Isidro Jimenes fue electo presidente en las elecciones celebradas en diciembre
de 1914.

Principales características del periodo histórico que comprende desde la


muerte de Ulises Heureaux hasta la ocupación militar del 1916.

El país a la muerte de Heureaux


Al momento de la muerte de Lilis el país se encontraba completamente arruinado en
materia financiera. Muchos prestamistas locales se arruinaron a causa del caos
financiero, tanto por las continuas emisiones de papel moneda como por los
préstamos al gobierno. Nuestra economía estaba hipotecada a la Improvement y el
gobierno no tenía fondos para actuar.

Durante los años de la dictadura de Heureaux se produjeron otros cambios


importantes. El tabaco cibaeño perdió su primacía para dar paso a nuevos renglones
productivos exitosos, como el cacao y el café. En el Sureste, el azúcar predominó,
definitivamente, sobre la ganadería y la producción maderera. >
En los finales del gobierno de Heureaux, la oposición estaba encabezaba por los
caudillos Horacio Vásquez y Ramón Cáceres. Inmediatamente se produjo el asesinato
de Heureaux éstos se alzaron en armas.

La presidencia la ocupó Wenceslao Figuereo. Dado que Heureaux había perdido toda
su popularidad, el nuevo presidente, lilisista al fin, fue rechazado ampliamente por la
población. El levantamiento de Horacio Vásquez pudo en poco tiempo derrocar el
gobierno de Figuereo instalándose en septiembre de 1899 un gobierno provisional
presidido por el propio Vásquez.

En el poco tiempo que duró su gobierno Vásquez realizó una serie de acciones
positivas:

• Restableció la libertad de expresión.


• Invitó a retornar a la gran cantidad de exiliados.
• Sacó de circulación las papeletas de Lilis.
• Fijó una tasa de cambio de cinco pesos de plata por un dólar.

El gobierno de Jiménez

Las elecciones se llevaron a cabo el 15 de noviembre de 1899, en ellas se presentó una


candidatura única formada por Juan Isidro Jiménez y Horacio Vásquez, presidente y
vicepresidente respectivamente. Jiménez era un comerciante de gran popularidad
por haberse opuesto a la dictadura de Lilis, encabezando un fracasado intento de
invasión a mediados de 1898.

Jiménez encontró las finanzas nacionales totalmente deshechas. La deuda nacional


sobrepasaba lo millones de dólares y las aduanas estaban bajo control de la Santo
Domingo Improvement Comp .

Esta compañía había vendido bonos de la deuda Francia, Bélgica, Alemania, Italia e
Inglaterra - les pagaba de lo que se recaudaba en las aduanas del país.
Para 1900 esos países exigieron al Estado Dominicano el pago de los intereses
atrasados, amenazando con utilizar la fuerza para conseguirlo. Jiménez entró en
negociaciones con la Improvement. Las discusiones duraron más de un año, pero al
final, el Gobierno dominicano logró recuperar las aduanas y garantizar a los tenedores
de bonos el inicio de los pagos de las deudas pendientes.

Las diferencias entre Jiménez y Vásquez empezar pronto a manifestarse. Los seguidores
de Lilis acercaron a Jiménez en un intento de reintegrarse .

El gobierno de Horacio Vásquez fue una prolongación de la Ocupación


Norteamericana. Todos los programas iniciado dicho gobierno se continuaron y se
concluyeron. También se iniciaron nuevos proyectos.
Su gobierno fue de gran respeto a las libertades ciudadanas. Horacio Vásquez fue el
primero en la historia dominicana que mantuvo el orden y libertades ciudadanas al
mismo tiempo. Este hecho es más evidente cuando se compara con los viejos tiempos
de las revoluciones o la dictadura militar de la ocupación norteamericana con su
censura y sus cortes militares de justicia, patrullas de caminos, procedimientos violentos
de requisamiento y torturas a los sospechosos o acusados de oponerse a la
ocupación.

En el inicio de su gobierno, le faltaba dinero para construcciones de los proyectos en


marcha. Horacio se encuentra en un aprieto por lo cual tiene que correr a pedir un
préstamo de 25 millones de dólares a los Estados Unidos para consolidar y pagar
deudas dejados por los gobiernos anteriores.
el año 1924 el gobierno dominicano y el de los Estados Unidos negociaron una nueva
convención Domínico-Americana que modificaba ligeramente el empréstito de 1907.
En estas negociaciones, E.E.U.U. se quedaba con la aduanas. Esta nueva convención
sirvió también para prolongar por 18 años más la intervención de los E.E.U.U. en la vida
financiera dominicana y para reajuste por el gobierno de la ocupación militar.

Vásquez pide un nuevo empréstito en el año 1926 aprobado por el Congreso, el cual
es aprobado. Con este dinero, construye el Acueducto de Santo Domingo. Con esto el
empieza la transformación de Santo Domingo (Capital) y también la modernización
que comenzó en la Ocupación Norteamericana se continúa en su gobierno

Cerca del 1929 el poder del gobierno de Vásquez se deterioró fuertemente y comenzó
a ser blanco de numerosos ataques de parte de sus opositores.
CONCLUSION

El proceso inicial de endeudamiento público de la República


Dominicana se fundamentó en la supuesta necesidad,
argumentada por los gobernantes de aquella época, de disponer
de recursos financieros frescos para mantener la guerra de
independencia contra los haitianos a partir de 1844.

Sin embargo, no conformes con la deuda interna contraída,


durante la cuarta administración de Buenaventura Báez se gestiona
un endeudamiento público externo por la suma de 420,000 libras
esterlinas ofreciendo en garantía las aduanas nacionales, dando
lugar a un colosal fraude financiero en perjuicio de los dominicanos.

Estas experiencias nos permiten concluir reflexionando sobre las


implicaciones que tiene el endeudamiento público, interno y
externo, sobre la sociedad en general, presente y futura, por lo cual,
entendemos que a la hora de asumir compromisos financieros de
esta índole se debe evitar obtener préstamos para destinarlos a la
voracidad de la corrupción administrativa de los funcionarios de los
gobiernos de turno.

El endeudamiento sería justificado para invertir los recursos en obras


públicas o en proyectos de desarrollo sostenibles que beneficien a
toda la comunidad nacional.

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