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PACIENTE POLITRAUMATIZADO
Dr. Omar Tineo Carrasco
Definición de Trauma
Según la OMS, el trauma se define como un daño intencional o no intencional, causado al
organismo por su brusca exposición a fuentes o concentraciones de energía (mecánica, química,
térmica o radiante) que sobrepasan su margen de tolerancia, o factores que interfieren con
intercambios de energía en el organismo (deprivación de elementos esenciales para la vida como
calor, comida u oxígeno).
Epidemiología
De acuerdo con la información más reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS),
más de nueve personas mueren cada minuto de lesiones o violencia, y 5,8 millones de personas de
todas las edades y grupos económicos mueren cada año a partir de las lesiones no intencionales y
violencia. La carga de la lesión es aún más significativa, representando el 18% de las enfermedades
totales del mundo. Los accidentes de tránsito son la principal causa de trauma.
En los países más desarrollados, el trauma sigue siendo la causa principal de muerte en
personas de 1 a 44 años de edad. De manera significativa, más del 90% de los accidentes
automovilísticos ocurren en el mundo en desarrollo
ATLS
El Soporte Vital Avanzado para Traumatismos (ATLS) se desarrolló en 1976 después de un
accidente aéreo en el que varios niños resultaron gravemente heridos. Recibieron atención de
lesiones, pero no se disponía de los recursos ni la experiencia que necesitaban.
El concepto detrás del curso ATLS sigue siendo simple; históricamente, el enfoque para
tratar a los pacientes lesionados, tal como se enseñaba en las escuelas de medicina, era el mismo que
el de los pacientes con una afección médica no diagnosticada previamente: una historia extensa que
incluía antecedentes médicos, un examen físico que comenzaba en la parte superior de la cabeza y
progresaba hacia abajo en el cuerpo, el desarrollo de un diagnóstico diferencial y un plan de trabajo
para confirmar el diagnóstico. El enfoque para paciente con trauma es diferente. Tres conceptos
básicos contemplan el Programa ATLS:
1. Trate primero la mayor amenaza a la vida.
2. Nunca permitir que la falta de un diagnóstico definitivo impida la aplicación de un
tratamiento indicado.
3. Una historia detallada no es esencial para comenzar la evaluación de un paciente con
lesiones agudas.
Sangrado
Identifique la fuente de sangrado como externa o interna. La hemorragia externa se identifica
y controla durante la revisión primaria. La pérdida rápida de sangre externa se gestiona mediante
presión manual directa sobre la herida. Los torniquetes son eficaces en la exanguinación masiva de
una extremidad, pero conllevan un riesgo de lesión isquémica en esa extremidad. Use un torniquete
solo cuando la presión directa no sea efectiva y la vida del paciente esté amenazada.
Las principales áreas de hemorragia interna son el tórax, el abdomen, el retroperitoneo, la
pelvis y los huesos largos. Por lo general, el origen de la hemorragia se identifica mediante un examen
físico y un diagnóstico por imágenes (p. ej., radiografía de tórax, radiografía pélvica, evaluación
focalizada con ecografía para traumatismo [FAST] o lavado peritoneal de diagnóstico [DPL]).
El control definitivo de la hemorragia es esencial, junto con la reposición adecuada del
volumen intravascular. Se debe establecer el acceso vascular; Por lo general, se colocan dos catéteres
venosos periféricos de gran calibre para administrar líquido, sangre y plasma. Se obtienen muestras
de sangre para estudios hematológicos basales, incluida una prueba de embarazo para todas las
mujeres en edad fértil y tipo de sangre, y pruebas cruzadas. Cuando no se puede acceder a los sitios
periféricos, se puede utilizar la infusión intraósea, el acceso venoso central o flebotomia, según las
lesiones del paciente y el nivel de habilidad del médico.
La reanimación agresiva y continuada con volumen no sustituye el control definitivo de la
hemorragia. El shock asociado a la lesión suele ser de origen hipovolémico. En tales casos, inicie la
fluidoterapia intravenosa con cristaloides. Todas las soluciones intravenosas deben calentarse
almacenándolas en un ambiente cálido (es decir, de 37 °C a 40 °C) o administradas a través de
dispositivos de calentamiento de fluidos. Puede ser necesario un bolo de 1 L de una solución isotónica
para lograr una respuesta adecuada en un paciente adulto. Si un paciente no responde a la terapia
inicial con cristaloides, debe recibir una transfusión de sangre. Los líquidos se administran con
prudencia, ya que se ha demostrado que la reanimación agresiva antes del control de la hemorragia
aumenta la mortalidad y la morbilidad.
Algunos pacientes gravemente lesionados llegan con coagulopatía ya establecida, lo que ha
llevado a algunas jurisdicciones a administrar ácido tranexámico de forma preventiva en pacientes
gravemente lesionados. Los estudios demuestran una mejor supervivencia cuando se administra
ácido tranexámico dentro de las 3 horas posteriores a la lesión.
D --Discapacidad (Evaluación Neurológica)
Una evaluación neurológica rápida establece el nivel de conciencia del paciente y el tamaño
y la reacción pupilar; identifica la presencia de signos lateralizantes; y determina el nivel de lesión
de la médula espinal, si está presente.
El GCS es un método rápido, simple y objetivo para determinar el nivel de conciencia. La
puntuación motora del GCS se correlaciona con el resultado. Una disminución en el nivel de
conciencia de un paciente puede indicar una disminución de la oxigenación y/o perfusión cerebral, o
puede ser causada por una lesión cerebral directa. Un nivel alterado de conciencia indica la necesidad
de reevaluar inmediatamente el estado de oxigenación, ventilación y perfusión del paciente. La
hipoglucemia, el alcohol, los narcóticos y otras drogas también pueden alterar el nivel de conciencia
de un paciente. Hasta que se demuestre lo contrario, siempre suponga que los cambios en el nivel de
conciencia son el resultado de una lesión del sistema nervioso central. Recuerde que la intoxicación
por drogas o alcohol puede acompañar a una lesión cerebral traumática.
E -. Exposición Y Control Ambiental
Durante la inspección primaria, desvista completamente al paciente, generalmente cortando
sus prendas para facilitar un examen y una evaluación exhaustivos. Después de completar la
evaluación, cubra al paciente con mantas calientes o un dispositivo de calentamiento externo para
evitar que desarrolle hipotermia en el área receptora del trauma. Caliente los líquidos intravenosos
antes de infundirlos y mantenga un ambiente cálido. La hipotermia puede estar presente cuando llega
el paciente, o puede desarrollarse rápidamente en el servicio de urgencias si el paciente está
descubierto y se somete a una administración rápida de líquidos a temperatura ambiente o sangre
refrigerada. Evite la hipotermia, la temperatura corporal del paciente es una prioridad más alta que
la comodidad de los proveedores de atención médica, y la temperatura del área de reanimación debe
aumentarse para minimizar la pérdida de calor corporal. Se recomienda el uso de un calentador de
fluidos de alto flujo para calentar fluidos cristaloides a 39 °C., pero nunca se debe usar para calentar
productos sanguíneos.
Trauma penetrante
En el traumatismo penetrante, los factores que determinan el tipo y la extensión de la lesión
y el manejo posterior incluyen la región del cuerpo que se lesionó, los órganos en la trayectoria del
objeto penetrante y la velocidad del misil. Por lo tanto, en las víctimas de disparos, la velocidad, el
calibre, la presunta trayectoria de la bala y la distancia desde el peón hasta la herida pueden
proporcionar pistas importantes sobre el alcance de la lesión. (Véase Biomecánica de la lesión).
Lesión Térmica
Las quemaduras por lesiones térmicas son un tipo importante de trauma que puede ocurrir
solo o junto con un traumatismo contundente y/o penetrante resultante, por ejemplo, de un automóvil
en llamas, una explosión, la caída de escombros o el intento de un paciente de escapar de un incendio.
Las lesiones por inhalación y la intoxicación por monóxido de carbono a menudo complican las
lesiones por quemaduras. La hipotermia aguda o crónica sin la protección adecuada contra la pérdida
de calor produce lesiones por frío locales o generalizadas.
Entorno peligroso
Es importante obtener un historial de exposición a sustancias químicas, toxinas y radiación
por dos razones principales: Estos agentes pueden producir una variedad de disfunciones pulmonares,
cardíacas y de órganos internos en pacientes lesionados, y pueden representar un peligro para los
proveedores de atención médica. Con frecuencia, el único medio de preparación del médico para
tratar a un paciente con antecedentes de exposición a un ambiente peligroso es comprender los
principios generales del manejo de tales afecciones y establecer contacto inmediato con un Centro
Regional de Control de Envenenamientos.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
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Cevallos Esparragon, J., & Perez, D. D. (Edits.). (2017). Cirugia del paciente politraumatizado
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William C., W., Christopher M., G., & David B. , H. (Edits.). (2007). Trauma Emergency
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Mattox KL, Wall MJ, LeMaire SA. (2004) : Injury to the thoracic great vessels. In: Trauma. 5th
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