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Objetivo:

Reflexionar acerca de la conciencia de uno mismo.

Valor de la Verdad

Introducción:

¿Qué es la Verdad?

Es la correspondencia entre lo que pensamos o sabemos con la realidad. La


palabra, como tal, proviene del latín verĭtas, veritātis. En este sentido, la
verdad supone la concordancia entre aquello que afirmamos con lo que se
sabe, se siente o se piensa.

Objetivo:

Reflexionar acerca de la verdad como valor.

Competencia personal y social (Autocontrol y

empatía)

Introducción:

¿Qué es la competencia personal y social?

Están constituidas por un conjunto de conductas, capacidades y


estrategias, que permiten a la persona construir su propia identidad, actuar
competentemente, relacionarse satisfactoriamente con otras personas,
afrontar los retos y las dificultades de la vida y valorarse a sí mismo,
pudiendo de este modo adaptarse a su medio, obtener un bienestar personal
e interpersonal y vivir una vida más plena y satisfactoria.
Tema #1

Objetivo:

Que el alumno conozca la relación entre el mundo actual y la religiosidad

Conciencia de uno mismo

Introducción:

En el siguiente tema se expondrá porque es fundamental el conocerse a sí


mismo para lograr alcanzar una vida plena y satisfactoria.

Objetivo:

Que el alumno analice que tanto se conoce a sí mismo y que pueda ponerlo
en práctica para su futuro.
El alumno logrará entender la importancia de tener conciencia de uno mismo
y logrará comprender que es necesario para conseguir la autorrealización y la
maduración personal.

Resource #1

Autoconocimiento: aprende a conocerte mejor

El autoconocimiento consiste en conocernos profundamente a nosotros


mismos, sabiendo entender nuestras emociones, defectos, cualidades y
problemas en cualquier contexto. El autoconocimiento es muy importante
para el desarrollo personal, para regular las emociones, relacionarnos con los
demás y conseguir los objetivos que nos propongamos. Si quieres asesorar y
ayudar a profesionales a gestionar sus emociones, no te pierdas el máster
online en coaching psicológico.
Sigue leyendo porque te contamos cuál es la importancia del
autoconocimiento y cómo mejorarlo a través de unos consejos. ¡Vamos allá!

¿Por qué es importante el autoconocimiento?


Como podrás imaginarte, el autoconocimiento es clave para el bienestar
psicológico. Conocerse uno mismo permitesaber lo que queremos en la vida, ya sea
en grandes proyectos o en el día a día. También permite sabergestionar mejor
nuestras emociones incluso en las situaciones más difíciles. Además, el
autoconocimiento está muy relacionado con la inteligencia emocional, ya que
saber interpretar nuestra emociones está relacionado con la autorreflexión y
la mejora de la salud mental.
Por otro lado, conocerse a uno mismo también es muy importante para
el desarrollo personal. Esto nos ayuda a ponernos unas metas realistas y saber
identificar en qué trayectoria de nuestra vida nos encontramos. Por este
motivo es esencial en algunas etapas de la vida donde nos surgen muchas
dudas. En definitiva, mejorar el autoconocimiento servirá para cuidar nuestro
bienestar general.
Cómo potenciar el autoconocimiento
Autoconocerse no es fácil, ya que requiere motivación, voluntad y tiempo. Si
quieres mejorar tu bienestar y llegar a conocerte en profundidad, aquí te
dejamos algunos consejos para que puedas conseguirlo.

Escribe un diario
Escribir un diario nos ayuda a conocernos mejor. Es bueno porque pensamos
en lo que hemos hecho durante el día cómo nos hemos sentido. Además,
volver a leerlo nos aportará unfeedbackde cómo somos. Solo tienes que
dedicarle 10 minutos antes de irte a dormir.
Apunta tus virtudes, pasiones y defectos
Muchas personas nunca han reflexionado antes sobre sus virtudes y
defectos. Para ello, ve colocando en una lista todas las virtudes y defectos que
vayas descubriendo. Con ello, pensarás en quién eres y cuáles son tus
cualidades. Haz lo mismo con tus aficiones. Ello te ayudará a mejorar tu
automotivación y felicidad.
Pídele a alguien que te describa
Para tu mejor autoconocimiento, pídele algún amigo que te describa tal y
como te ve. Podrás hacer una idea de la imagen que proyectas.
Asiste a un taller de Inteligencia Emocional
La inteligencia emocional ayuda a gestionar las emociones para intervenir sobre
el rendimiento y éxito en la vida. Por ello, para mejorar el autoconocimiento
puedes asistir a un curso de inteligencia emocional. Este te aportará las
herramientas necesarias para conocerte mejor.
Practica Mindfulness
El mindfulness mejora la autoconciencia y permite aprender a estar en el presente con
una mentalidad de aceptación y compasión.

Escoge un coaching
Otra alternativa para mejorar tu autoconocimiento es con la ayuda de un coach.
Este psicólogo especializado te acompañará en el proceso de descubrimiento
personal, consiguiendo una visión más realista de tus emociones y tu vida.

Resource #2

La importancia del autoconocimiento

Autoconocimiento y Salud Mental: La importancia de conocerse a uno


mismo
“El conocimiento de uno mismo es el primer paso para toda
sabiduría”. Aristóteles
; es el acto de encontrarnos a nosotros mismos y conocernos en
profundidad, así como a nuestras emociones, nuestros defectos y
cualidades, nuestros problemas y el contexto en el que nos hallamos. No se
trata solo de ir almacenando información sobre el día a día, sino de prestar
atención a nuestro estado emocional y psicológico, así como a nuestro
contexto, para poder analizarlo todo a fondo y de manera holística.

¿Por qué es importante conocernos a nosotros mismos?

El autoconocimiento es clave para sentirnos en paz con nuestra propia


realidad, para seguir creciendo y creando buenas relaciones a nuestro
alrededor. Conocernos a nosotros mismos nos aleja de las frustraciones y el
estado de decepción y hace más plenas nuestras vidas.

Aunque parece un concepto fácil, no lo es. Si preguntas a alguien si se


conoce a sí mismo, probablemente te dirá que sí; podría responder algo
como “soy una persona activa y alegre” o “me gustan cierto tipo de comidas”,
pero el autoconocimiento va mucho más allá de almacenar recuerdos y
conceptos que nos caracterizan, se trata más bien de llegar a un estado
de análisis profundo y autoaceptación. Es la búsqueda de nuestra
verdadera naturaleza, de nuestros deseos y emociones, que muchas veces
quedan escondidos bajo las expectativas de otras personas o situaciones con
las que vivimos.

¿Por qué puede ser difícil conocernos a nosotros mismos?

Como decíamos antes, llegar al autoconocimiento no es tan fácil como


pensamos. Aunque creemos conocernos, a veces hacemos cosas que están
en contra de lo que sentimos y escondemos deseos y emociones para tratar
de adaptarnos a lo que nos rodea.

Muchas veces, hacemos las cosas en nuestro día a día por pura inercia, sin
plantearnos por qué las hacemos. Otras veces actuamos por impulso y
esto hace mucho más difícil para nosotros poder llegar a ese punto de
autoconciencia, ya que no hacemos una reflexión profunda sobre nuestros
actos.

Además, enfrentarnos a una visión de nosotros mismos que no nos produce


placer, puede ser duro y tendemos a resistirnos a ello. A veces preferimos la
calma que a corto plazo nos da el no afrontar una realidad que no es acorde
a nuestros ideales, antes que tomar los beneficios que a largo plazo nos
produciría este tipo de auto reflexión.

No es fácil enfrentarnos al temor que nos invade el saber que algunas


facetas de nuestra vida no se corresponden con lo que verdaderamente
somos y podemos tender a acomodarnos en la superficie. Esto no es extraño
en una sociedad que premia las apariencias y el éxito inmediato más que la
introspección y la estabilidad personal, lo cual, suele tener consecuencias
negativas, ya que hace que incluso aquellos que más éxito parecen tener, en
ocasiones no se sientan realmente felices.

Como podemos llegar al autoconocimiento

Llegar al autoconocimiento, como explicábamos, es una tarea que requiere


esfuerzo, tiempo y una gran motivación. Algunas prácticas que pueden
llevarnos a este estado de autoconciencia son trabajar la meditación,
la aceptación y la toma de responsabilidad. Hace falta un ejercicio consciente
y sostenido para poder reflexionar sobre quiénes somos y quiénes queremos
ser. Escribir sobre nuestro pasado, sobre cómo nos sentimos y qué
esperamos del futuro, puede ser también una gran herramienta de
autoconocimiento.

Existen algunas preguntas que podemos hacernos para guiarnos más


fácilmente hacia el camino del autoconocimiento, como, por ejemplo:

 Cómo me siento con respecto a mi pasado


 Cómo me siento en el presente
 Cuáles son las cualidades que más me gustan de mí
 Cómo me siento junto a las personas que tengo alrededor
 Cómo suelo reaccionar ante el estrés
 Cuáles son las cosas que más me decepcionan
 En qué cosas siento que debería mejorar
 Cuáles son las cosas que realmente me gustan y me motivan
 Qué es lo que espero en el futuro
 Cómo me gustaría que fuera mi vida
 Qué podría hacer o cambiar para que mi vida actual se asemejara, de
forma realista, a aquello que me gustaría vivir.
Estas y otras preguntas pueden ser claves como guías en la reflexión sobre
nosotros mismos, para poder avanzar y olvidar nuestras limitaciones
contextuales. Ya sea por escrito o a través de nuestra propia habla interna,
contestar a estas preguntas nos hará acercarnos un poco más al
autoconocimiento.

Cuando alguien se ha enfrentado a sus temores y ha llegado al estado total


de autoconocimiento, suele identificarse como una persona más segura,
capaz de crear cambios positivos en su vida, con menor tendencia a la
frustración y sentimientos asociados como la envidia o la ansiedad, así como
con mayor responsabilidad en sus acciones y mayor empatía por los demás.
Citando a Sócrates, el filósofo ateniense: “conócete a ti mismo”. Quizás ese
es el verdadero camino hacia la plenitud.

La relación del autoconocimiento con la salud mental


El autoconocimiento no solo nos permite entender mejor nuestras emociones
y comportamientos, sino que también juega un papel crucial en nuestra salud
mental. Conocerse a uno mismo puede ayudarnos a identificar y manejar
mejor nuestras reacciones emocionales, reducir el estrés y la ansiedad, y
mejorar nuestras relaciones con los demás.

1. Manejo de las emociones

Al tener un mejor entendimiento de nuestras emociones y cómo


reaccionamos ante ciertas situaciones, podemos aprender a manejar
nuestras emociones de manera más efectiva. Esto nos ayuda a evitar
comportamientos dañinos o autodestructivos y a fomentar respuestas más
saludables.

2. Reducción del estrés y la ansiedad

El autoconocimiento también puede ser una herramienta poderosa para


reducir el estrés y la ansiedad. Al entender qué situaciones o pensamientos
desencadenan estos sentimientos, podemos trabajar para evitarlos o
manejarlos mejor.

3. Mejora de las relaciones interpersonales

Cuando nos conocemos a nosotros mismos, somos capaces de entender


mejor a los demás. Esto puede ayudarnos a comunicarnos de manera más
efectiva, a comprender las emociones y comportamientos de los demás, y a
construir relaciones más saludables y satisfactorias.

4. Prevención de problemas de salud mental

Finalmente, el autoconocimiento puede ser una herramienta importante en la


prevención de problemas de salud mental. Al tener una mayor conciencia de
nuestros pensamientos, sentimientos y comportamientos, podemos identificar
los signos tempranos de problemas de salud mental y buscar ayuda cuando
sea necesario.

Conclusiones
El autoconocimiento es una herramienta imprescindible en nuestra vida
diaria. No solo nos permite comprendernos a nosotros mismos en un nivel
más profundo, sino que también tiene implicaciones significativas en
nuestra salud mental y relaciones interpersonales.

La capacidad para manejar nuestras emociones de manera efectiva, reducir


el estrés y la ansiedad, y mejorar nuestras relaciones con los demás, son
solo algunas de las ventajas que el autoconocimiento puede brindarnos.
Además, el autoconocimiento puede ser una herramienta importante en
la prevención de problemas de salud mental.

En definitiva, el autoconocimiento no solo nos permite crecer como individuos


y alcanzar nuestras metas, sino que también contribuye a nuestro bienestar
general. Por lo tanto, invertir tiempo y esfuerzo en mejorar nuestro
autoconocimiento es, sin duda, una inversión en nuestra salud y felicidad.

Resource #3

Autoconocimiento: el arte de conocerte a ti mismo

Yo te pregunto: ¿crees que te conoces en profundidad? Si la respuesta es


afirmativa, enhorabuena por ello, pero estoy segura de que puedes ahondar
aún un poquito más para conocerte muchísimo mejor.

En cambio si la respuesta a mi pregunta es negativa, a continuación te vamos


a dejar ciertas estrategias que te van ayudar en el camino del
autoconocimiento. Vamos a ello

¿Qué es el Autoconocimiento?

El autoconocimiento personal es conocerse a uno mismo de verdad, de forma


sincera, honesta y realista, se trata de un concepto fundamental para la
mejora del bienestar emocional, siendo uno de los puntos fuertes de la
inteligencia emocional y es clave para el desarrollo personal.
Conoce mucho más sobre Inteligencia Emocional y cómo desarrollarla,
escuchando nuestro podcast #6

Ejercicios para generar conciencia y mejorar el autoconocimiento

Practica Mindfulness

Ya os hemos hablado en varias ocasiones de qué es el Mindfulness y los


inmensos beneficios de la práctica del Mindfulness.

De nuevo aquí te animamos a que lo practiques y es que de verdad que es


muy útil para mejorar la autoconciencia, la capacidad atencional y te va a
permitir aprender a estar en el presente con una mentalidad de aceptación,
compasión y de apertura a la experiencia.

Descubre cómo incorporar la atención plena a tu día a día con


estos ejercicios de Mindfulness, y para ser un verdadero experto en
Mindfulness con nuestro Título Online de Mindfulness, Psicología Positiva
y Gestión Emocional lo lograrás y podrás dedicarte a ello de manera
profesional.

La línea de la vida

Este ejercicio muy utilizado en desarrollo personal para el propio


autoconocimiento personal y consiste en crear una línea horizontal que
represente tu vida.

Sobre la línea marcarás un punto medio que será el “aquí y ahora”, es decir,
el momento presente, a la izquierda de ese punto has de marcar eventos y
momentos importantes de tu pasado, esto es, situaciones y experiencias
vividas que te hayan dejado huella, que te hayan marcado y realmente
relevantes en tu vida (enfermedades importantes, pérdidas cercanas,
cambios laborales, premios obtenidos, llegada de un bebé…) y a la derecha
del punto medio anotar lo que desearías para tu futuro, señalando tus
objetivos a lograr más cercanos y también los más alejados en el tiempo.
Una vez lista tu línea de la vida es el momento de reflexionar acerca de los
objetivos planteados y de las estrategias a llevar a cabo para conseguirlos.

Quién soy

Este ejercicio te va a ayudar a visualizar de manera realista quién eres en el


momento actual, quién quieres llegar a ser en u futuro y cómo vas a
conseguir llegar a ser la persona que deseas ser.

Para realizar este ejercicio vas a necesitar dividir un folio en 3 columnas, en


la primera anotarás quién eres en el momento presente, en la segunda has
de apuntar quién deseas llegar a ser y en la tercera columna escribe cómo
puedes lograrlo.

La rueda de la vida

Herramienta muy popular y muy empleada en procesos de coaching que


ayuda a visualizar de una forma inmediata y muy gráfica las distintas parcelas
de tu vida, para así tener una visión clara y general de qué es lo que está
ocurriendo y qué es lo que te gustaría mejorar.

Aprende las diferencias entre el coaching y la psicología, AQUÍ.

Para hacer “la rueda de la vida” deberás dibujar un círculo grade y dividirlo en
tantas porciones cómo quieras. Imagínate un “queso” y los “quesitos” del
Trivial o una pizza redonda, donde cada una de las porciones en las que se
divide sea una de esas parcelas o áreas de tu vida.

No hay un número establecido de áreas, tú eres el que tienes que determinar


cuáles son las parcelas que tienen más importancia en tu vida, lo habitual
suele ser ente 8 y 12: salud, amistad, trabajo, familia, pareja, economía, ocio
y diversión, etc.

Una vez que hayas elegido estas parcelas que consideras fundamentales,
deberás asignarles un número del 0 al 10 dependiendo de cómo te sientes de
satisfech@ con esa área de tu vida.
El 0 estaría en el centro del círculo y significaría nada satisfecho y el 10 lo
ubicaríamos en la parte externa y significaría muy satisfecho.

Una vez que hayas anotado la puntuación en cada una de las áreas, hay que
unirlas con una línea y el resultado será una especie de círculo. Las áreas
sobre las que más deberíamos trabajar son las que obtengan la puntuación
más baja, pero dependiendo del momento en el que te encuentres y de lo
que necesites a corto plazo, quizás decidas trabajar por ejemplo antes sobre
un área con una puntuación de seis, que en otra que tenga un cuatro.

Escribe un diario de emociones

¿Eras de esos niñ@s que escribías un diario y lo guardabas con candado


bajo llave y bien escondido para que absolutamente nadie pudiera leer lo que
habías escrito? ¡Qué maravilla! 😉 Te confieso que yo si era una de ellas, ya
me gustaba y disfrutaba escribiendo desde bien pequeñita 😉

Desde aquí te animo a que recuperes esa costumbre o te inicies en ella si


nunca antes lo has hecho y es que escribir un diario es muy beneficioso
como técnica para el autoconocimiento.

Escribirlo te hará pensar en lo que has hecho durante el día, ayudarte


a entender cómo te has sentido y releerlo de vez en cuando te
aportará feedback sobre cómo eres.

En esta ocasión se trata de un “diario emocional” que está destinado a


mejorar el autoconocimiento personal y el autoconocimiento de tus
emociones.

¿Cómo lo hago? Te preguntarás. Es muy sencillo, durante 10 minutos, justo


antes de acostarte, escribe cómo te has sentido a lo largo de la jornada, es
necesario reflexionar sobre tus sentimientos y emociones.

Conoce nuestras emociones básicas AQUÍ.


Iníciate en el coaching

Antes ya he comentado que en los procesos de coaching es habitual hacer


ejercicios como el de la rueda de la vida que un poquito más arriba te detallo.

Y es que el coaching también es muy eficaz y te puede ayudar a mejorar el


autoconocimiento.

Tu coach te acompañará en el proceso de descubrimiento personal. Primero


revisaréis tu situación actual, veréis que elementos te preocupan y qué cosas
te gustaría modificar. Después marcareis unos objetivos y explorareis junt@s
como llegar a ellos. Estableceréis un plan de acción con los pasos a seguir
para conseguirlos.

Aprende más acerca del Coaching de Fortalezas, AQUÍ.

La técnica del árbol

Esta técnica es un ejercicio excelente de introspección y de visión de futuro


para planear nuevas “flores y frutos” convertidas en proyectos y propósitos.
Me consta que en ciertas ocasiones se utiliza en procesos de selección.

Descubre leyendo nuestro artículo: cómo prepararse para una entrevista de


trabajo, qué es importante tener en cuenta al enfrentarse a ese momento.

Para este ejercicio necesitarás un folio en blanco, un lápiz y pinturas de


varios colores.

Has de dibujar un árbol, el árbol de tu vida; en ese árbol tu pasado estará


representado por las raíces y el inicio del tronco, tu presente será el tronco y
las ramas principales y tu futuro otras ramificaciones, hojas, frutos y/o flores.

Dibuja tu árbol, dale la forma que quieras, la textura y el color que consideres
más acorde con tu vida, con tu pasado, presente, con las ideas y propósitos
que tengas de futuro.

Cuando termines de dibujarlo, observa muy bien tu árbol y después


piensa qué sensaciones te transmite, ¿te gusta?, ¿no te gusta? Quizá haya
cosas del tronco o de las ramas y frutos que te gustaría cambiar.
En caso que desees realizar cambios, piensa en cómo las raíces pueden
ayudarte; obsérvalas, piensa en cómo te han hecho madurar y la sabiduría y
la experiencia que te han aportado para ser la persona que eres hoy.

Parece claro que una vez visto esto quien no trabaja en el autoconocimiento
personal no es por falta de ideas.

Diferencias entre Psicología y Coaching

Lo primero de todo, recordarte que ya hemos hablado en el blog acerca

de qué es el coaching y de sus beneficios.

Pero aún así, este tema es algo que mucha gente sigue dudando y que en el
IEPP much@s de nuestros alumn@s y pacientes nos siguen preguntando a
diario.

Para contestar a todas las preguntas que puedan surgir, aclarar tus dudas y
poner luz sobre esta cuestión, escribo el artículo de hoy.

Diferencias

 La psicología es una ciencia, mientras que el coaching es una


metodología o enfoque centrado en el desarrollo personal que se
basa en técnicas y teorías de la psicología. El coaching no es una
ciencia.
 El coach no tiene por qué ser psicólogo y no todos los
psicólog@s son coachees… esto es, son dos conceptos y
profesiones diferentes e independientes. Ahora bien, esto no significa
que una única persona, con ambas titulaciones sí pueda ejercer de
psicólogo y también de coach.

 Un psicólog@ interviene, trabaja en procesos de terapia en los que


introduce ciertos cambios en pacientes con patologías, sintomatología
y con cierto malestar: ansiedad, estrés, depresión… Por lo tanto,
la psicología pretende ayudar a las personas a superar problemas
o trastornos psicológicos. A diferencia de esto, en coaching no se
interviene, el coach enseña, entrena o guía a las personas con las
que trabaja (que no se llaman pacientes sino clientes o coachees) y
en la mayoría de las ocasiones no se encuentran mal. Según esto, el
coaching casi siempre está centrado en la consecución de objetivos y
en ningún caso en un proceso de coaching se deberían abordar
cuestiones sanitarias.

 En los procesos de terapia psicológica se puede abordar el momento


presente y trabajar también hacia atrás, esto es, con el pasado del
paciente. Sin embargo en un proceso de coaching, el pasado no se
toca, habitualmente se trabaja desde el presente hacia el futuro.

 La psicología se encuentra regulada por la ley. En España


contamos con el Colegio Oficial de la Psicología (COP) que es la
institución que se ocupa de mantener ciertos estándares y regular de
manera específica lo que se ha de cumplir, con ciertas normas bien
establecidas. Por el contrario, en relación al coaching, aunque sí
existen ya diversas instituciones de referencia, por el momento no hay
una única de regulación explícita.

Formación de un psicólogo

La formación básica y por supuesto obligatoria para un psicólogo/a se pueda


identificar como psicólog@ es la licenciatura o el grado en psicología. Esto
son 4 ó 5 años de formación y sí se trata de una carrera universitaria. Es una
formación mucho más amplia que la del coach en la que aprenden de manera
profunda los principios de la conducta humana y los procesos mentales de
las personas.

Una vez terminada la carrera, el/la psicólog@ podrá especializarse a


posteriori según la rama en la que quiera trabajar y ejercer.

 Clínico y de la salud. En la actualidad es obligatorio para ejercer como


psicólogo clínico hacer el Máster en Psicología General Sanitaria.
Máster que dura 1 año y medio.

 Educativo.

 Organizacional o del trabajo.

Eso sí, cuanto más se especialice un psicólogo, mejor formado estará y esto
sumará conocimientos a su mochila de profesional.

En el mercado hay muchísimos cursos y formaciones privadas para


profundizar en cualquiera de las ramas anteriores: máster, cursos de
expertos, títulos superiores, jornadas, seminarios, congresos, etc.

Por ejemplo, si te interesa la Psicología Positiva y el campo de las fortalezas


personales, en el IEPP tenemos varias formaciones online basadas en la
psicología positiva enfocadas para el desarrollo en distintos sectores
profesionales.

Formación de un coach

El coaching, al tratarse de una profesión relativamente nueva, está mucho


menos desarrollada y en ocasiones parece más difusa y menos concreta que
la Psicología. De hecho, el coach no necesita tantas horas, y no está
preparado para hacer ni ejercer de terapeuta.

Por esto mismo es importante que a la hora de buscar un coach, la persona


se informe bien de dónde se formó y comprobar que cuenta con la
experiencia necesaria, ya que a veces nos encontramos con cierto intrusismo
en este campo que no beneficia a nadie.

El punto más importante y que no se puede pasar por alto es que la


Asociación Española de Coaching (ASESCO) establece como requisito
imprescindible hacer una formación en coaching acreditada. El centro
en el que formarse y la cantidad final de horas será una decisión
personalizada de cada un@ y podrá ser a través de cursos y posgrados
que tienen una duración mucho más limitada que la formación para el/la
psicólog@. Con estas formaciones se adquieren conocimientos concretos,
sin la base amplia y sólida del profesional de la psicología.

En el IEPP, donde llevamos más de 10 años formando a un montón de


profesionales del sector, contamos con una formación específica online
centrada en el Coaching de Fortalezas.

Y ya por último y para terminar el artículo, si además quieres saber y conocer


mucho más de sobre el coaching de fortalezas que enseñamos en el IEPP,
también puedes ver y escuchar un podcast completo en el que nos
centramos en ello, su título es ¿puedo confiar en el coaching? Toma nota 😉

Emociones básicas: adaptativas y necesarias

El ser humano es fundamentalmente emocional. Charles Darwin, en 1872, ya


señalaba que las emociones constituyen un lenguaje. La emoción es un
poderoso instrumento de comunicación utilizado por casi todas las especies,
de hecho, el lenguaje emocional es el mas primitivo, utiliza el cuerpo como
vehículo de expresión, es el que avisa del peligro, de la lucha inútil, del
hambre… es el lenguaje de la supervivencia.

Existen tantas emociones como formas de sentirse, es importante ponerles


un nombre porque, identificar una emoción ayudará a trabajar en ella de una
mejor forma, puedes sentirte arrepentido por decir una palabra o hacer algo
que no debías, sentirte alegre porque acabas de recibir una buena noticia,
estar enfadado porque alguien te ha fallado, pero, también puedes sentirte de
diferentes formas a la vez, porque las emociones no son independientes,
todas están conectadas.

Para qué Sirven las Emociones Básicas

Es importante señalar que todas las emociones tienen su función, si bien es


cierto que la intensidad, duración y contexto serán determinantes ya que nos
hará percibir la situación como más o menos agradable y/o funcional para
nosotros y el entorno. Concretamente nos pueden servir para :

 Búsqueda de seguridad ante amenazas

 Crear energía cuando algo bloquea los objetivos

 Nos apega a nuestros cuidadores

 Crean distancia de lo tóxico

 Evocan consuelo cuando estamos tristes

Por tanto las emociones están ahí para ayudarnos a sobrevivir y es muy
importante recordarlo.

Las 6 Emociones Básicas

Depende del autor al que acudamos, por ejemplo Mowrer hablaba de dolor y
placer, tan sencillo como esto. Goleman habla de Ira, tristeza,
alegría, amor, sorpresa, aversión y vergüenza.

Personalmente me quedaría con la de Paul Ekman en 1970, que identificó 6


emociones básicas, esenciales, que son innatas e intuitivas y están presentes
desde que nacemos: el miedo, la tristeza, la alegría, la ira, la sorpresa y el
asco.
Son experiencias universales y existen en todas las culturas además no son
solo propias del ser humano, por ejemplo según un estudio de la Universidad
de Colorado (EE UU) el ganso silvestre que ha perdido a su pareja muestra
todos los síntomas de la tristeza: los ojos se hunden profundamente en sus
cuencas y tiene una experiencia general de caída, literalmente, dejando que
la cabeza le cuelgue, al igual que en un perro podemos reconocer la alegría
cuando ve a su dueño, al mover la cola o ladrar.

Tristeza

La primera emoción básica de la que te hablo es fácil de sentir y a veces,


difícil de dejar de sentirla porque provoca adicción, cuando es profunda te
puede conducir a la depresión, la sentimos cuando alguien nos decepciona o
en un proceso de duelo y cuando observamos a alguien que está sintiendo
esta emoción normalmente le acompaña la cabeza caída, se desinfla la
presión torácica, el pecho se colapsa y desaparece la esperanza, se inhiben
sensaciones de garganta y boca, y domina la derrota, la debilidad y la falta
de autoestima, es normal y necesario sentirla porque sin ella nunca
podríamos reconocer la alegría, ¿ya sabes de cual te estoy hablando?,
efectivamente, es la Tristeza. La tristeza nunca ha estado bien vista
socialmente, ha costado mucho llegar a aceptarla y permitirse estar triste,
cuando no la aceptamos puede volver más tarde de una forma más intensa.

Miedo

Es necesario sentir miedo, gracias a él sobrevivimos. Si no lo tuviésemos


iríamos a toda velocidad en una carretera, nos tiraríamos de un precipicio o
nos acercaríamos a un león para intentar acariciarlo. Es igual de común en
los animales que en los humanos, es lo que ha permitido que muchas
especies sobrevivan y es esencial en el desarrollo de cualquier persona. El
problema es cuando el peligro no es real, sino que imaginamos una situación
que nos produce temor, miedo o inseguridad, pues el cerebro no hace
distinciones entre la emoción real y lo imaginado y reacciona desatando la
misma defensa, esto entre otras cosas, recibe el nombre de fobia. Cuando
sentimos miedo, todo son respuestas de alerta y/o defensa: el corazón late
fuerte para bombear toda la sangre posible y hacer trabajar al organismo
para aportar oxígeno, los ojos se abren, las pupilas se dilatan para favorecer
la visión, en general el cuerpo se prepara para hacer frente a la amenaza.

Alegría

Algo tan simple como llegar a casa, el éxito profesional, un buen libro, una
buena película, un viaje, una buena conversación, el amor correspondido y/o
el amor en todas sus formas pueden ser causas de alegría, esta emoción se
define como agradable, quizás una de las más efímeras de todas las
emociones, con ella liberamos hormonas de la felicidad como las endorfinas,
la serotonina o la dopamina, y casi siempre tiene que ver con algún
acontecimiento, aunque a veces es provocada por nosotros mismos, por el
deporte o por lo que comes, siempre andamos buscándola y además es
contagiosa. ¿Qué nos pasa cuando la sentimos? Los ojos se hacen mas
pequeños y los pómulos se levantan, hay mayor volumen inspirado y
expirado, la actividad cardiovascular aumenta acelerándose la frecuencia
cardíaca y se pierde el control de esfínter uretral.

Ira

Representa la rabia, con ella, apretamos los dientes y juntamos los ojos, es lo
que sentimos con una traición, con una mala noticia o en cualquier pelea,
existen trastornos que tienen que ver con la falta de autocontrol. La ira, a su
vez, es imprescindible para la supervivencia ya que prepara al cuerpo
literalmente ante situaciones desagradables. Con ella aumenta la tensión
muscular, la frecuencia de la respiración y de la adrenalina que nos hace
estar en estado de alerta. La ira, como todas las emociones, tiene un justo
medio entre exceso y defecto. Realizar mindfulness, escuchar música
relajante, hacer deporte o escribir los pensamientos son técnicas que
ayudaran a manejar esta emoción.

Sorpresa

Es una reacción emocional espontánea provocada por algún acontecimiento


imprevisto, extraño o nuevo. Es una emoción neutra que puede desembocar
en otra emoción positiva o negativa según sea el estímulo que la
desencadena. Es la emoción que se expresa de una forma más breve
también desaparece con mayor rapidez. A veces dura unos segundos y se
convierte rápidamente en otra emoción relacionada con la situación que la ha
desencadenado (ira, alegría, miedo, tristeza…) Cuando sucede algo que no
estaba en nuestros planes o que no esperábamos sentimos algo,
experimentamos la sorpresa , se ha incluido dentro de las emociones básicas
porque los gestos son muy instintivos, se acompaña de una respiración
profunda y de cara de asombro. Es seguramente, la emoción más fugaz.

A medida que crecemos nuestras emociones también lo hacen por eso, una
estudio reciente de la Universidad de Berkeley (California) dividió las
emociones en 27 categorías: Admiración, adoración, aprecio estético,
diversión, ansiedad, asombro, incomodidad, aburrimiento, calma, confusión,
anhelo, aversión, dolor empático, embelesamiento, envidia, emoción, miedo,
horror, interés, alegría, nostalgia, romance, tristeza, satisfacción, deseo
sexual, simpatía y triunfo.

Asco

Si no sintiésemos asco, nos moriríamos contaminados por cualquier alimento


en mal estado, no podríamos reconocer su olor ni su gusto y no
sobreviviríamos, por eso es una emoción básica, cuando sentimos esta
emoción elevamos el labio superior y arrugamos la nariz. Darwin (1872/1967)
dice que, la repugnancia, “en su acepción más sencilla, se aplica a toda
sensación que ofenda al sentido del gusto”. Respecto a la adquisición de la
emoción en los niños, todavía no está claro cómo se desarrolla. En lo que sí
coinciden todos los autores es en que requiere de un aprendizaje para ser
modelada. La sociedad, por tanto, influye enormemente en la forma y
dirección que toma la repugnancia, es decir, a la hora de determinar los
elementos que nos parecerán repugnantes. El asco no es una simple
reacción fisiológica pues está invadida de moralidad, política y en general,
aspectos sociales.

El Universo de las Emociones Básicas


Esta clasificación es sencilla para comenzar cuando uno empieza a trabajar
con emociones. Si luego queremos dar un pasito más recomiendo la
clasificación de Punset que es muy completa, por ejemplo en el caso de la
Alegría llega a desgranarla en 20 categorías más, sí 20 sólo para la alegría,
por ejemplo, Eduard Punset habla de la Paz interior, la tranquilidad, la
plenitud, la serenidad, la dicha, las ubica en una estructura de tipo mapa
mental y vienen asociadas a una intensidad.

El Universo de las Emociones por Eduard Punset


Si quieres convertirte en un experto del manejo de emociones complejas,
ahora lo podrás lograr con nuestro Título Experto en Psicología Positiva.
Solicita información sin compromiso y responderemos todas las preguntas
que puedas tener.

Coaching: ¿Realmente funciona?

Si pensamos de aquí a unos años atrás, ponle 10 años, casi nadie sabía
exactamente que era el “coaching” y sonaba a una técnica cercana al
deporte, de entrenamientos y poco más.

Poco a poco, este término fue ganando importancia y muchísima presencia,


hasta tal punto que un día empezó a ser parte habitual entre nosotros y se
empezó a utilizar en las empresas, en los programas de televisión, a nivel
grupal, a nivel individual y con una connotación siempre muy positiva.

Qué es el coaching

Cuando una persona empieza un proceso de coaching es fundamental que


sepa que no es un proceso de intervención, ni de tratamiento de ningún
tipo. No se utiliza para aliviar dolor, ni rebajar malestar. Ese no es el objetivo.
El coaching se trata de una técnica que viene de EE.UU, es un proceso
guiado de entrenamiento para que la persona sea consciente de ciertas
variables y sea capaz de alcanzar uno o varios objetivos concretos.

El entrenador o coach ayuda al pupilo o coachee a que entienda ciertas


cosas, elevando su nivel de conciencia y su responsabilidad, para ir
moviendo fichas, de cara al objetivo a alcanzar.

Las sesiones de coaching se pueden hacer de manera presencial, por video


llamada o incluso por teléfono y/o por e-mail.

En cada sesión, el cliente decide el tema de conversación, mientras el coach


le escucha atentamente y contribuye con observaciones y preguntas.

Según la International Coaching Federation-ICF, este método interactivo crea


transparencia y motiva al cliente para actuar. El coaching acelera el avance
de los objetivos del cliente, al proporcionar mayor enfoque y conciencia de
sus posibilidades de elección.

Para qué sirve

 Sirve para que la persona alcance ciertos objetivos y metas.

 Ayuda a que la persona consiga lo mejor y lo máximo de sí mism@


de cara a lo que desea.

 Es útil para obtener mejores rendimientos en aspectos tanto


personales, como profesionales.

 Ayuda a pensar diferente, a mejorar la manera de comunicar y a


profundizar en uno mismo.

 Genera nuevas posibilidades para la acción y permite resultados


extraordinarios en el desempeño.

 Promueve que se encuentren las respuestas adecuadas para uno


mismo.
Descubre todos los BENEFICIOS DEL COACHING, leyendo nuestro artículo
sobre ello.

Diferencias entre coaching y terapia psicológica

Es lo primero que he comentado al inicio, un proceso de coaching y


un proceso terapéutico con un psicólogo o terapeuta son cosas muy
diferentes. Por lo tanto, en ambos procesos se emplean técnicas y recursos
diferentes.

 La terapia únicamente la puede realizar un psicólogo clínico


especializado, el terapeuta.

 En coaching no se exige la carrera de psicología, el coach.

 En terapia sí se interviene, se trabaja con personas con


sintomatología. marcada o patologías, tales como ansiedad,
estrés, depresión…

 En coaching se acompaña a personas sin un malestar marcado.

 En terapia se habla de pacientes.

 En coaching se habla de clientes, coachees o pupilos

 En terapia se pautan objetivos terapéuticos para aliviar dolor, reducir


malestar, mejorar calidad de vida y profundizar en ciertos aspectos de
la vida, personalidad, forma de pensar…

 En coaching se marcan metas a alcanzar.

 En terapia se pueden trabajan aspectos del pasado.

 En coaching se centra en el presente y futuro.

 En terapia se trabaja de forma más pausada.


 En coaching se avanza de forma más rápida, dinámica y son procesos
más cortos.

Puede que el coaching sea para ti si…

 Quieres conocer cuáles son tus fortalezas para sacarles el máximo


partido.

 Tienes un objetivo claro y no sabes cómo conseguirlo.

 Te sientes desorientado/a o sin un objetivo claro.

 Tienes una nueva responsabilidad, o un cambio en tu vida y quieres


prepararte bien para afrontarlo con éxito.

 Te cuesta conseguir lo que te propones, parece que las cosas


ocurren de forma que no consigues tus metas.

 Te cuesta mucho desconectar del trabajo y crees que tu vida no


tiene un ocio de calidad con el que disfrutas de una vida plena.

 Quieres conocerte mejor para desarrollarte también mejor de manera


personal o profesional.

No sientes un equilibrio en tu vida. Si llevas tiempo pensándolo, pero


todavía no te has atrevido y tras leer este artículo te has dado cuenta de que
de verdad quieres empezar un proceso de coaching, en el IEPP tenemos
psicólogos preparados y expertos en ello.

Puedes solicitar lo primero una cita online de orientación en la que nos


detallarás durante media hora cuáles son esos objetivos concretos que te
gustaría lograr y nosotros te daremos más datos y detalles de cómo serían
las sesiones.

¿Quieres aprender una metodología con base científica que se focaliza en


la identificación y uso de las fortalezas personales para ponerlo al
servicio del proceso de coaching? Descubre nuestro Título de Experto en
Coaching de Fortalezas Online.

Vamos, ¡hazlo posible!

Tema #2

El valor de la verdad

Ninguna sentencia mejor que esta del Doctor Angélico para encarecer el
valor sumo de la verdad. El valor del fin es muy superior al de los medios; y el
del fin último, mucho más excelente que el de los fines próximos; finalmente,
el valor del fin universal -de todo el univers- rebasa y supera el de
cualesquiera fines particulares. Por donde el valor más grande es el del fin
último universal, y éste es el valor de la verdad, según Santo Tomás de
Aquino. La verdad, en sí misma, es lo más valioso y excelente que existe. Y
respecto a nosotros es tan necesaria que, sin la verdad, desaparece toda
vida propiamente humana, que es la vida racional. Ya señaló Aristóteles que
quien rechazara toda verdad se vería constreñido a la condición de una
planta (1). Y Diego h4ás escribe: ((Nadie hay tan ajeno a la verdad que no
alcance a comprender cuántos y cuán ubérrimos frutos nos depara el estudio
de ella. Sin la verdad, nada puede describirse, ni expresarse, ni enseñarse. Si
se suprime la verdad, se desvanecen todas las disciplinas, perecen todas las
ciencias y nada queda sino densísimas tinieblas y profunf'ísima oscuridad
mentales.

Por eso mismo es tan grata al hombre la posesión de la verdad. San Agustín,
que tan bellamente escribió sobre el amor y el gozo de la verdad. asegura
que ((no es posible hallar deleite superior al que resulta en el corazón del
hombre de la luz de la verdad y del océano de la sabiduría)) (3). Pero no
ponderemos tanto lo que todavía no conocemos bien. Antes de seguir
encareciendo el valor de la verdad, detengámonos a considerar la naturaleza
de la misma.

1. Definición de la verdad
Puestos a la caza de la definición de la verdad, dos caminos o
procedimientos se nos ofrecen: el inductivo que, partiendo de
los varios sentidos particulares de la verdad, nos conduzca a su
acepción más amplia y omnicomprensiva, y el deductivo que,
arrancando del concepto más extenso y universal de todos, que
es el del ser, nos lleve, por medio de una división adecuada, al
concepto de la verdad, comprendido en aquél.

a) Procedimiento inductivo

Comencemos por el procedimiento inductivo. Los


múltiples y variados sentidos en que suele tomarse la
verdad fácilmente se reducen a tres fundamentales:
como propiedad de las cosas, como perfección del
conocimiento y como prerrogativa del lenguaje. En el
primer sentido, llamamos verdaderas a las cosas que no
son falsas ni aparentes, sino genuinas y auténticas,
como cuando decimos de tal hombre que es un
((verdadero sabio)) o de tal infusión que es ((verdadero
café)). Lo que tratamos en estos casos de expresar es la
realidad misma de las cosas en cuanto están
acomodadas a sus ideas ejemplares. En este sentido
toma San Agustín la verdad cuando la define diciendo:
((verdadero es aquello que es» (4). Y en el mismo la
toma Avicena cuando escribe: ((la verdad es el ser propio
de cada cosa tal como ha sido establecido para ella por
la Naturaleza))

La verdad como perfección del conocimiento no es otra cosa que la


acomodación o conformidad de nuestra mente con la realidad, y se da
cuando juzgamos en nuestro interior que una cosa es como realmente es
fuera de nosotros o que no es como verdaderamente no es. A este sentido de
la verdad se refiere Aristóteles cuando la define como ((la rectitud de la
opinión)) o del juicio (6), y San Anselmo al decir que ((la verdad es la rectitud
que sólo la mente puede percibir)) (7), pues esta rectitud es precisamente la
conformidad con la cosa. Por último, la verdad de las palabras o del lenguaje
es la adecuación de lo que exteriormente se dice con lo que internamente se
piensa. Esta verdad se opone a la mentira, como -aunque no queda dich- la
verdad del conocimiento se opone al error, y la de las cosas, a la falsa
apariencia. A la verdad del lenguaje se refiere. sin duda, San Agustín cuando
la define diciendo: «la verdad es lo que manifiesta lo que es» (8). Estos tres
sentidos de la verdad son, como $F ve, bastante diferentes, pero conservan
cierto parentesco o comunidad. En los tres casos, en efecto, se; trata de una
conformidad o adecuación: sea de la cosa con su idea ejemplar, sea del
entendimiento con la cosa, sea de las palabras con el entendimiento. En los
tres casos se halla también que uno de los términos de esa adecuación es el
entendimiento o algo contenido en él, como las ideas o los juicios.
Finalmente, el otro término fácilmente se puede reducir a la unida2 bajo el
concepto general de cosa, pues las palabras también son ciertas cosas. Por
donde la noción común de verdad, comprensiva de sus tres diferentes
sentidos, será ésta: adecuación del entendimiento y la cosa (adaequatio
intellectus et rei), que es la definición clásica de la verdad, cuya paternidad es
comúnmente atribuída a Isaac Israeli (9). Más adelante trataremos de
penetrar en la riqueza inteligible que esta definición contiene. Ahora,
concluído ya el proceso inductivo. sigamos el debuctivo, que habrá de
llevarnos al mismo resultado.

b) Procedimiento deductivo El primero y más universal de todos nuestros


conceptos es el del ser. Todos los demás lo incluyen de algún modo y son
concreciones o determinaciones suyas. Partamos, pues, del ser para llegar
por deducción a la verdad. Al ser podemos considerarlo en sí mismo o en
relación a otro. Si lo consideramos en sí mismo, o bien lo hacemos
positivamente o bien negativamente. El ser considerado en sí mismo de
modo positivo es la cosa, concepto idéntico al del ser. Considerado ea sí
mismo pera de modo negativo es la indivisión o la unidad, pues lo mismo es,
decir que el ser es uno que decir que no está dividido. Si ahora consideramos
al ser en relación con otro, esto otro o será la nada, radicalmente opuesta al
ser, o será algún ser que esté ordenado, por su propia*naturaleza, a convenir
con todo ser o con el ser en toda su amplitud. Este ser no es otro que el
espíritu, que está dotado de la capacidad esencial de abrirse a todos los
seres por el conocimiento y el amor. Pues bien, considerando al ser en
relación a la nada, nos aparece como opuesto a ella, como otro que ella, o
sea como algo (aliud quid); y considerándolo en relación al espíritu y, más
concretamente, en relación al entendimiento y a la voluntad, el ser nos
aparece como adecuado al entendimie~to, de lo que resulta la verdad, y
como conveniente a la voluntad, de lo que resulta el bien (10). Así, por esta
división adecuada, surge la verdad a partir del ser: la verdad es la relación de
conformidad que guardan entre sí el entendimiento y el ser o la cosa; bien
sea que la cosa se acomode o ajuste al entendimiento (o a alguna idea o
juicio del entendimiento), bien sea que el entendimiento se conforme o
adecúe a la cosa. Venimos a parar a la misma definición encontrada al
término del procediiniento inductivo : la verdad es la adecuación del
entendimiento y la cosa.

2. Analogía de la verdad Siguiendo el doble procedimiento inductivo y


deductivo hemos venido a dar en la precedente definición general y
omnicomprensiva de la verdad. Pero esa definición no es unívoca, o de
sentido único e invariable, sino que es análoga a plurivalente. La adecuación
entre el entendimiento y la cosa puede entenderse, en efecto, de varias
maneras. Primeramente porque atendiendo a los términos de la adecuación,
urlas veces será la cosa la que se adecúe al entendimiento y otras será el
entendimiento el que se acomode o ajuste a la cosa; y en segundo lugar
porque, atendiendo a la adecuación misma, unas veces se tratará de un
aiustamiento completo e incluso de una perfecta identidad y otras de una
acomodación incompleta o de alguna especie, aunque sea remota, de
semejanza.

verdad está propiamente m el entendimiento

Atendiendo a los términos de la adecuación y según se comporten entre sí, la


verdad tiene dos sentidos muy diferentes: la verdad ontoMgica

o entitativa, en la mal la cosa se comporta pasivamente frente al


entendimiento o a la idea ejemplar, de la que depende -así la verdad de las

cosas artificiales respecto a las ideas de los artífices, y de las cosas naturales
respecto a las ideas divinas (1 l)-; y la verdad lógzca o cognoscitiva,

en la cual el entendimiento se comporta pasivamente frente a la cosa

-y ésta es la verdad de los juicios acomodados a la realidad-. Dos sentidos


muy distintos: la verdad como adecuación de la cosa al entendimiento y la
verdad como adecuación del entendimiento a la cosa. Y nos

podemos preguntar: <cuál de estos dos sentidos es el más propio y formal?


Para responder a esta pregunta debe tenerse en cuenta el doble sentido en
que aquí se toma la palabra ((entendimiento)). Cuando decimos

que la verdad de la cosa radica en la adecuación de ésta al entendimiento, es


evidente que no tomamos al entendimiento en su función exclusivamente
cognoscitiva, sino también en su función productiva o causal.

Por eso decimos mejor : adecuación de la cosa a su idea ejemplar, pues el

entendimiento no se hace productivo o no adquiere razón de causa sino

por la presencia en él de ideas ejemplares, así como por su unión con la

voluntad. En cambio, cuando decimos que la verdad del entendimiento

estriba en su conformidad con la cosa, tomamos al entendimiento en su

función puramente cognoscitiva, pues conocer es precisamente hacerse

otro en cuanto otro, o sea, adquirir la forma de otra cosa en cuanto es de

otra cosa.

Pero ¿cuál es la función más formal y propia del entendimiento : la

de causar o la de conocer? Sin duda, que la de conocer. Esto es lo específico


del entendimiento, el cual se define como la facultad del conocimiento
superior. En cambio, la función de causar no es propia del entendimient~,
sino que es común a todos los seres en virtud de la mayor

o menor actualidad que poseen.

Y como el sentido más o menos propio de una expresión compleja

depende de la mayor o menor propiedad con que se tomen los términos

que la integran, aquella acepción de la verdad en que el término


«entendimiento)) se tome más propiamente será, sin duda, la más propia. Y
por eso, en su sentido más propio y formal, la verdad está en el entendi-
miento y consiste en la adecuacidn de éste con la realidad. Es lo que enseñ6
constantemente Santo Tomás, siguiendo a Aristóteles: ((La verdad

propiamente no está más que en el entendimiento)) (12).

Esta conclusión es firme en si misma y no puede ser puesta en tela de

juicio sino negando que la verdad consista en todo caso en una adecuación
entre el entendimiento y la realidad. Si esta definición es válida, resulta
iiicuestionable que la verdad se encuentra propiamente en el entendimiento
acomodado a la realidad y sólo impropiamente en la cosa causada por el
entendimiento y acomodada a él. Pero supongamos -podría

objetar alguno- una cosa que no sea causada por el entendimiento. sino

sólo conocida por él; la verdad de esta cosa no podría consistir ni en la

adecuación de ella al entendimiento, pues no depende de él, ni en la

acomodación del entendimiento a ella, pues esta sería la verdad del


entendimiento, pero no de la cosa. Se trataría de una verdad anterior a la

del entendimiento y causa de ésta, una verdad no expresable en términos

de adecuación, sino de ofrecimiento y fundamento: la cosa estaría dispuesta


a ser conocida con verdad y causaría o fundaría la verdad de ese

conocimiento, pero nada más.

Estas reflexiones, propuestas aquí como objeción posible, han sido de

hecho formuladas y mantenidas en nuestros días por el existencialista

alemán MnrtZn Heidegger. Puesto a determinar el concepto de la verdad,

parte este autor del sentido etimológico de la palabra con que se la designa
en griego: $kzjOela ; y halla que, con arreglo a ese sentido y, según

él, a una recta y objetiva interpretación de los hechos, la verdad no es


adecuación, sino revelación o desvelamiento, sacar a luz lo que está
escondido. El razonamiento de Heidegger es en el fondo miy sencillo.

Para la filosofía tradicional la verdad consiste en la adecuación o conformidad


del entendimiento y la cosa. Mas, para que esa adecuación pueda

darse, es necesario que la cosa se muestre como es, se ofrezca sin tapujo~,
y además que el entendimiento se abra a esa mostración y la acepte.

Por eso, la verdad debe consistir, ante todo, en una mostración u


ofrecimiento, mostración que ha de rimar con una radical apertura del
entendimiento humano, pronto siempre a aceptar el mensaje de la cosa. Y

yendo todavía más allá Heidegger pone el fundamento de esa apertura

en la libertad del ser humano: ((La esencia de la verdad es la libertad)),

escribe (1 3).

La importancia de la verdad: análisis de siete obras recientes sobre la verdad

En determinadas ocasiones los diferentes autores yj las editoriales parece


que se pongan de acuerdo en los temas que intetesan. Si los primeros afios
del milenio fueron prddigos en investigaciones y en la publicacidn de libros
sobre el escepticismo', en torno a este ultimo afio han visto la luz o se han
traducido al castellano varios libros exceientes que pueden aunarse bajo el
tema de la verdad. Parece que el escepticismo no da mds de sf y es el
momento de detenernos en el valor e importancia efectiva que la verdad tiene
en la vida de los hombres, tambien afectivamente. La siiplica emocionada de
Juan Pablo II en la encfclica Fides et ratio para adentrarse con la razdn en las
profundidades metaffsicas de la verdad parece, a estas alturas, sencillamente
profdtica. j Los hombres no nos conformamos con cualquier eosa. Y menos
cuando uno tiene el atrevimiento y la osadi'a de dedicarse a la filosoffa.
«Queremos que la filosoffa sea mds interesante y mejor que simplemente
correcta: no sdlo rigurosa, sino tambien existencialmente relevante,
inspiradora, hermosa y espldndidamente verdadera» ^ Por eso, encontrar
esta declaracidn: «Este libro es una exploracidn y una defensa filosdfica de la
idea de que la veirdad importa» \ puede considerarse como un estallido de
audacia que confirma'la confianza en la humana razdn. En estas pdginas sdlo
se pretende subrayar alguno de los hitos mds gozosos que estas
investigaciones pueden proporcionar a cualquier lector atento.

1. HARRY FRANKFURT i Quizd convenga comenzar por el mds breve de


todos, que en sus pdginas finales hace un resumen magnffico de nuestra
situacidn filosdfica. Harry Frankfurt ha escrito una joya filosdfica —como
todas las joyas pequefia y breve pero sin desperdicio— sobre un tema
aparentemente menor: la charlatanerfa. En ella se lee: «la proliferacidn
contempotdnea de charlatanerfa tiene tambien rafces mds profundas en las
diversas formas de escepticismo que niegan que podamos tener acceso
seguro alguno a una realidad objetiva y que rechazan, por consiguiente, la
posibilidad de saber cdmo son realmente las cosas. Esas doctrinas
"antirrealistas" socavan la confianza en el valor de los esfuerzos
desinteresados por determinar qu^ es verdad y qu6 es falso, e incluso en la
inteligibilidad de la nocidn de indagacidn objetiva. Una respuesta a esta
perdida de confianza ha consistido en renunciar a la disciplina exigida por la
dedicacidn al ideal de la correccidn para refugiarse en un tipo de disciplina
muy diferente, impuesta por la persecucidn de un ideal alternativo de
sinceridadw''. Si el diagndstico no contiene ningiin atenuante, las
consecuencias en cambio se manifiestan con claridad: «Convencido de que
la realidad no posee naturaleza alguna inherente que uno pudiera confiar en
determinar como la verdad fiel de las cosas, se consagra a ser fiel a su propia
natutaleza individual. Es como si decidiera que no tiene sentido intentar ser
fiel a los hechos, por lo que, en vez de eso, ha de intentar ser fiel a sf mismo
[...] Como seres conscientes, existimos sdlo en respuesta a otras cosas y no
podemos conocernos en absoluto a nosotros mismos sin conocer aqudllas.
Mds aiin, no hay nada en la teorfa, y ciertamente nada en la experiencia, que
sustente el extraordinario juicio de que lo mds fdcil de conocer es la verdad
acerca de uno mismo. Los hechos que nos conciernen no son especialmente
sdlidos y resistentes a la disolucidn esc^ptica. Nuestras naturalezas son, en
realidad, huidizas e insustanciales [...] y siendo 6se el caso, la sinceridad
misma es charlatanerfa» (pp. 79-80). Se trata del andlisis de una situacidn
cultural que podrfa denominarse alarmante, a pesar de lo extendida en el
espacio y lo persistente en la historia que resulta. Pero estamos ciertamente
ante un andlisis que sdlo puede hacerse si en medio de la oscuridad alienta
todavfa la llama del fuego eterno que los hombres heredamos de los dioses.
2. BERNARD WILLIAMS El mds antiguo de los libros es el de Bernard
Williams, Verdady veracidad. Se trata de una exposicidn mayor del tema de
la verdad. Entre sus muchos aciertos, se encuentra la conexidn entre la
verdad y el sujeto que la busca, descubre y disfruta a traves de las virtudes
que se esmera en cultivar. «Mi pregunta es: [...] ^Es posible formular
intelectualmente las nociones de verdad y veracidad, de modo que lo que
entendemos por verdad y nuestras posibilidades de alcanzarla pueda
hacerse corresponder con nuestra necesidad de veracidad? Me parece que
esta cuestidn es bdsica para la filosoffa de hoy en dfa» \ Williams intenta una
explicacidn genealdgica reivindicativa de la verdad. La reconstruccidn
imaginativa de la vida de los primeros seres humanos permite desarrollar el
papel que la verdad y las virtudes propias de la verdad, que resumen en
veracidad y precisidn, jugarfan en su vida individual y comunitaria. No se trata
de fundar la verdad sino de iluminar su furicidn en el conjunto de la existencia
humana y de sus fines: considerar el concepto de verdad «como un concepto
que desempefia una funcidn —en concreto, una flincidn en relacidn con
necesidades muy bdsicas—, [porque] eso mismo ayuda a ver por qu^ tiene
los rasgos que tiene y puede evitarnos aproximaciones menos provechosas»
(p. 42). Se trata, claro estd, de una narracidn, que como todas las
narraciones no aspira a ser verdadera, sino sdlo a parecer suficientemente
verosfmil; pero es a la vez una narracidn que ilustra nuestra propia condicidn
de seres racionales que se manejan con creencias y a la vez establecen los
presupuestos de la investigacidn: «Estd implfcito en la petspectiva naturalista
de esta investigacidn el hecho de que debe considerarse como un ejercicio
de autocomprensidn humana [...] La investigacidn se ocupa entonces del
inter& humano en la verdad» (p. 69). Por eso aunque hay una historia de las
concepciones fiiosdficas sobre la verdad, «el concepto de verdad mismo —es
decir, el papel absolutamente bdsico que la verdad desempefia en relacidn
con el lenguaje, el significado y la creencia— no experimenta variaciones
culturales, sino que |es el mismo siempre y en todas partes. No podrfamos
comprender la propia diferencia cultural sin dar por supuesto ese papel» (p.
69). «Todo el mundo en todas partes tiene ya un concepto de verdad; es
mds, todos tienen el mismo concepto de verdad» (p. 163). Pero la unidad y,
en consecuencia, la universalidad de ese concepto no impide advertir sus
modulaciones, ni exige reducirlo a significado unfvoco. La discusidn del
escepticismo se sitiia al comienzo del libro, la del telativismo se desarrolla al
hilo de la explicacidn del saber histdrico! «La necesidad de dar sentido al
pasado se afirma a sf misma» (p. 251). Somos seres histdricos y sobre
nuestras espaldas descansa el peso de la tradicidn, o aun mejor: apoyados
en esa historia podemos seguir creando cultura. Pero, para eso es preciso
advertir que, en ese punto, como en cualquier otro, la historia no es todavfa
universal —«en varios sentidos no hay un "nosotros"» (p. 248) y «lo que
esperamos, como lo que tememos, depende de nuestras identificaciones [...]
Qui^n cuenta como "nosotros" depende de la naturaleza y de la magnitud del
peligro o el tiesgo de que las cosas no vayan bien» (pp. 254-255)—; ni
podemos advertir por adelantado su valor teleoldgico: ni sabemos ni
podemos saber ddnde llevan ni cudles son las acciones que conducirdn con
seguridad a un progreso histdrico. Por eso escribir histotia es tambien hacer
polftica. De este modo la historia adquiere una relatividad que no se opone en
absoluto a la objetividad, porque «lo que es relativo es el interes que
configura selectivamente una narracidn y da forma a una parte del pasado»
(p. 248). Y asf es posible el pluralismo de forma explfcira. Un pluralismo leal,
capaz de escuchar y aprender. «Una persona puede llegar a advertir, y
Regard a advertir de repente, que cierto curso de acontecimientos o que las
razones de alguien para la accidn tienen sentido para ella, pero esto Uega
como un descubtimiento» (p. 250). Por tanto, tiene sentido buscat la vetdad
con objetividad. Se trata, en consecuencia, de un pluralismo real porque es
cuestidn de razones y «no se puede violentar a nadie para que lo vea» (p.
252). Un pluralismo compatible con la dignidad humana y con la libertad del
hombre. De ese modo, se hace explfcito el objetivo de la busqueda, que
revela, ademds, el contexto intelectual de una buena parte de la filosoffa
actual: «Lo que necesitamos es alguna manera de comprender esos valores,
alguna explicacidn de sus relaciones con ottas cosas que sabemos que
necesitamos y valoramos, pero una manera de comprenderlos que no los
reduzca a algo meramente instrumental. Lo que necesitamos, una vez mds,
es una explicacidn sin reduccidn» (pp. 96-97). Y asf se manifiesta tambien la
proRjnda relacidn entre verdad y libertad. «Ser libre, en ese sentido mds
bdsico, tradicional e inteligible, es no estar sujeto a otra voluntad. No se trata
de ser libre de todos los obstdculos. Al contrario, la libertad sdlo tiene sentido
si alguien quiere hacer algo y si, ademds, no puede cambiar a su antojo ese
deseo de hacerlo por algiin otro deseo. Una forma bdsica de la libertad, pues,
es no estar sujeto a la voluntad de otro al luchar por algo que se considera
valioso» (pp. 146-147). Pero esa libertad nunca es soledad: «La libertad de
creer la verdad debe ser compartida» (p. 148). Es mds, «son la presencia y
las necesidades de ottas personas lo que nos ayuda a construir incluso
nuestras creencias facticas» (p. 190). Y asf se concluye que «para ser
alguien necesitamos al otro» (p. 195). En este sentido, la discusidn de
Williams sobre la supuesta virtud de la autenticidad tal como fue formulada
por Rousseau, puede constituir un modelo de examen crftico no
desenmascarador, sino realmente inventivo, verdadera mente «un avance
intelectual, [que] como muchas otras invenciones, capacita a las personas
para hacer cosas que antes de que se produiera no podfan concebir)> (p.
170). En concreto, asf se revela la conexidn entre verdad y sentido: «E1
problema personal, el de estabilizar el yo de una forma que en efecto se
ajuste con estas ideas polfticas y sociales, pero que permita al mismo tiempo
ctear una vida que se presente a un individuo reflexivo como una vida que
merece ser vivida; en particular, una vida que reinvente las seguridades que
se aceptaban en un tiempo anterior (o eso nos figuramos) como cuestiones
de necesidad en un mundo mds reflexivo y desmitificado.» (p. 196) i El libro
concluye insistiendo en la cuestidn del sentido en el dmbito comunitario: «La
esperanza no puede seguir siendo que la verdad, suficiente verdad, toda la
verdad, por sf misma nos haga libres. Pero que las virtudes de la verdad
resistan ya es mucho mds que una esperanza; de una forma u otra, estdn
obligadas a resistir, al menos mientras los seres humanos se comuniquen. La
esperanza es que resistirdn en las formas mds valientes. intransigentes y
socialmente efectivas que han adquirido a lo largo de su historia; que puedan
existir algunas instituciones que vayan tanto a respaldarlas como a
expresarlas; que las formas en que los seres humanos del fijturo van a dar
sentido a las cosas les permitirdn ver la verdad y no ser destruidos por ella»
(p. 257). El libro contiene muchas cosas valiosas: la disctisidn sobre el
naturalismo y el reduccionismo; el andlisis del descubrimiento del tiempo
histdrico por Tucfdides; la confrontacidn entre Rousseau y Diderot sobre la
autenticidad; el desarrollo tedrico de los fiandamentos de las explicaciones
histdricas y su relacidn con la accidn prdctica humana... Y un alien to
racional, lleno de sentido comiin y, en ocasiones, un humor inteligente. Esta
investigacidn en! las virtudes que nos ayudan a ser verdaderos, constituye
una novedad en la filosoffa moderna; como afirmaba Stanley Cavell resulta
sorprendente que los hombres siempre echemos la culpa de no encontrar la
verdad o atribuyamos la razdn de nuestras dudas al mundo y nunca a la
veracidad de las personas, a nuestras virtudes epist^micas, a veces
pequefias, en muchas ocasiones diffciles de vivir y tantas otras veces
atisentes
3. SIMON BLACKBURN I El libro de Simon Blackburn"^ sobre la verdady es
reconfortante en sus limitaciones. Se trata de un libro donde se pretende
tratar t^cnicamente las cuestiones esenciales que la epistemologfa
contempordnea ha debatido hasta el momento, especialmente la polemica
entre relativistas y absolutistas, en su multiforme desarrollo. En ocasiones
estas pdginas estdn escritas con unos toques de humor grueso y se aducen
algunos ejemplos que sdlo revelan que la filosoffa no tiene por que hacer mds
educados a los hombres. A este propdsito, cuando uno lee a autores con los
que no estd familiarizado, debe preguntarse ^cudl es el criterio que se usa
para aportar ejemplos? Y, en concreto, en este libro, me planteo: ^Puede
extraerse una creencia inextricablemente ligada a un conjunto coherente
(digamos: mds o menos) de afirmaciones de su contexto intelectual y vital y
confrontarla arbitrariamente con cualquier otra situacidn para determinar su
grado de plausibilidad, e incluso obtener conclusiones a base de suptiestas
semejanzas que no tienen nada que ver, de entrada, con el contexto original
de pensamiento? A mi entender, eso en castellano se llama insulto. En este
sentido el libro resulta decepcionante. El libro comienza con la descripcidn de
una batalla y el autor adopta la posicidn de un juez de paz. «E1 ptesente libro
trata [...] de una guerra de ideas y actitudes» (p. 11). Esta situacidn da lugar a
una retdrica singular, en la que todo parece resolverse a favor de la concordia
—«Por el camino encontraremos armas para desmantelar la poldmica» (p.
20)— pero en realidad se quiere decir poco. wSeri'a fabuloso que este libro
fuera una especie de exorcismo y que yo pudiera poner fin a todas las
objeciones con una orden, para demostrar que, intelectualmente, los
enemigos no eran mds que fantasmas invocados por nosotros mismos. Pero
no debemos olvidar que, en el mundo de las ideas, incluso los fantasmas
causan estragos» (p. 21). Quizd porque no se sabe mds, o —peor— porque
no se quiere mds'. La primera discusidn que afronta es significativa: la
discusidn entre Clifford y James sobre la creencia religiosa. Es una discusidn
que no se salda de ningiin modo. Blackburn afirma: «James se equivoca.
Negarse a creer algo no es una forma de fe» (p. 37). jDepende! Si creer tiene
un contenido proposicional, negarse a creerse hijo de su padre es una forma
terrible de fe. Negarse a creer es en cualquier ocasidn relevante tambien
negarse a actuar, siempre que entendamos por actuacidn una respuesta
racional. ^Acaso podemos vivir sin responder?

^Negarse a responder en esa situacidn no es lo mismo que negarse a vivir,


no serd abdicar de toda racionalidad? ^Qu6 racionalidad puede haber en
querer permanecer con los ojos cerrados para que no penetre ninguna luz, no
sea que pueda equivocarnos? La discusidn con el relativista es amplia y el
autor afronta cada uno de los argumentos que se han empleado en ella de
manera asequible. Digdmoslo con sus palabras: «Como suele suceder en
filosoffa cuando se polariza un conflicto, podrfamos pensar que las dos partes
estdn cometiendo el mismo error. El factor comiin que aquf salta a la vista es
la idea de que la verdad y sus subotdinadas son vesdduras, al margen de
que sean disfraces o ropajes oficiales. Pero ^y si no lo son? A un nivel menos
metafdrico, supongamos que en la idea de verdad, incluso en la idea de
verdad absoluta, no hay nada que pueda impugnarse. Supongamos que la
verdad es, por asf decirlo, demasiado poca cosa para soportar la batalla. Tal
es el principio, pero sdlo el principio de la primera tregua en las guerras por la
verdad o, si lo preferimos, el primer indicio de que, estuvi^ramos en el bando
en que estuvidramos, es posible que hayamos estado luchando contra
fantasmas» (p. 87). De este modo se Uega a la posicidn de los minimalistas o
quietistas, segiin los cuales la verdad no tiene ningiin contenido propio:
«Dime de qu^ se trata y yo te dird (aunque por entonces lo sabrds ya) en qu6
consiste la verdad de lo que estd en cuestidn» (pp. 92-93). Pero tampoco eso
es definitivo: «No hemos demosttado que el minimalismo lo abarque todo.
Quiero decir que no hemos demostrado que no haiya ningiin lugar desde el
que reflexionar» (p. 105). Y aiin mds: «no es tan radical repetir que sdlo
alcanzamos parte de la verdad o que siempre hay algo mdslque decir» (p.
126). Por eso, «precisamente por ser tan pequeiia y modesta, la jverdad no
estd preparada para su jubilacidn» (p. 216). Se trata ciertamente de
posiciones interesantes, pero uno tiene la impresidn que el autor no se atreve
a' obtener las conclusiones obvias. Asf, por ejemplo, se lee: «podemos
admitir la autoridad de la verdad sin suponer automdticamente que la
poseemos» (p. 55)i pero esta sugestiva propuesta no da lugar a nada, a
ningiin desarrollo filosdficamente serio. Pero el eje del libro, lo que lo hace
sintomdtiqo, es justamente la advertencia central: «Asf pues, el relativismo
suele ser sdlo una distraccidn, ^dsta es valiosa o peligrosa? Yo creo que
depende. A veces necesitamos recordar que hay otras formas de
pensamiento, otras prdcticas y formas de vida de las que podemos aprender
y que no tenemos motivos para condenar. Necesitamos valorar las
diferencias [...] Pero otras veces necesitamos recordar que es el momento de
trazar una raya y tomar posiciones, y que las formas alternativas de ver las
cosas podrfan reflejar corrupcidn, mala educacidn, supersticidn, interns,
ignorancia o simple maldad. Es una cuestidn moral, tanto si toleramos y
aprendemos como si lo sentimos y nos oponemos» (p. 100). En el fondo, el
relativismo «es pensar que [un hombre] puede ser "dirigido, o manipulado, o
curado, o adiestrado". Lo que deshumaniza ahora es el relativismo» (p. 103).
Ademds, realmente «hay problemas suficientemente inquietantes para que
pensemos que sdlo pueden descuidarse Bngiendo una pardlisis cerebral
absoluta» (p. 172). Justamente asf, puede enfrentarse a la argumentacidn de
Rorty, mediante un ejemplo, esta vez estupendo: «un mapa puede tener
rasgos distintivos que reflejen la curiosidad, precisidn, esfuerzo y cuidado que
se han puesto en su confeccidn. No son virtudes secretas ni imaginarias, sino
que estdn bien a la vista. Se venera a los grandes cartdgrafos porque las
ponen de manifiesto. Son virtudes que hay que cultivar cuando nos
preocupamos por la verdad y podemos percatarnos de su existencia y darnos
cuenta de que otros productos no las tienen. Tambien podemos advertir que
mejoran o temer que decaigan [...] Es cierto que ningiin mapa nos da toda la
verdad, entera, completa y definitiva. Hay nuevas cosas que cartografiar
porque nos interesamos por cosas nuevas. Pero muchos mapas nos dan
algunas verdades y unos mds que otros» (p. 215). Asf el mismo concepto de
verdad es «una hipdtesis explicativa, en el tnismo piano que otras
explicaciones tedticas ya corrientes en la ciencia. El re:ilismo pasa a ser, por
asf decirlo, la teorfa de la propia ciencia sobre sf misma, y con todas las
credenciales de una ciencia» (p. 234). Ambos tienen un rasgo comiin: son
capaces de explicar su propio ^xito. De ese modo, pueden ser instrumentos,
modelos e, incluso, ficciones. Lo que no hay, ni puede haber, es «una prueba
irrefutable para todas las mentes racionales de la eficacia inexorable de
nuestros metodos. O [...] un exorcismo en toda regla contra todas las
posiciones» (p. 258) contrarias. De ese modo, el propio autor encuentra un
modo de rehabilitar la posicidn de James criticada al comienzo: «^estamos
seguros de saber lo que es creer y distinguirlo de la simple aceptacidn de
algo en tanto que empfricamente adecuado? [...] ^Qu^ diferencia hay entre
entender bien la naturaleza y levantar un andamio de ficciones que nos den
sencillez y previsidn y en consecuencia nos capacite para caber frente a las
cosas?» (p. 248). «Estamos hablando de la creencia respetuosa y bien
educada. Del mismo modo podrfamos hablar de una forma respetuosa de
estar animados por una teorfa: una organizacidn funcional de la clase que
sea que coincide con la conciencia de un potencial para el cambio y la
mejora» (p. 251). Pero se trata de una posicidn que no consigue superar la
pregunta filosdfica decisiva: ^hay buenas razones para creer en la verdad y
para hacer el bien o todos son razones, educadas o no, pero sdlo razones, en
ultima instancia, arbitrarias? El ultimo capftulo del libro ttata sobre la verdad
de la historia y todo 6\ constituye un intento de rehabilitacidn de Hume como
historiador. No consigo entender lo que pretenden esas pdginas en un libto
de este tipo, casi un libro de texto sobre la verdad. No deja de ser llamativo
que se recurra a Hume, sin duda uno de los orfgenes de la logofohia del
pensamiento occidental, en un libro sobre la verdad. ; i En cualquier caso,
conviene anotar que tambi^ni Blackburn, como ya antes Williams, acaban
hablando de esperanza. Conviene reproducir su propia conclusidn: «pero
tambidn hemos encontrado razones para tener esperanzas. Hemos
averiguado que, cuando tenemos que decidir una cuestidn, ^sta se nos
presenta con sus propias normas. Una vez que entendemos que la cuestidn
es lo que estd en cuestidn, el relativismo se vuelve una distraccidn. [...] La
verdad es que no hemos encontrado ninguna razdn para diferenciar esto de
creer cualquier cosa que nuestras mejores teorfas digan que creamos. En
ciencias humanas hemos aprendido a respetar la diferencia de perspectiva
sin identificarla con la ilusidn y el error. [...] Tambidn hemos aprendido a
mantener una confianza ganada a pulso, sin cerrar la razdn que el futuro nos
depare. Por encima de todo, espero a las argumentaciones que hayamos
ganado seguridad en el uso de este vocabulario nuestro, de probada calidad,
sobre la explicacidn y la valoracidn. Podemos quitar las comillas
posmodernas de las cosas que deberfan importarnos: la verdad, la razdn, la
objetividad y la confianza. Son nada menos, sino mds que las virtudes que
deberfamos cultivar cuando nos esforzamos por entender el desconcertan'te
mundo que nos rodea* (pp. 289-290). I A propdsito de la esperanza
deberfamos anotar esta explicacidn de Habermas: «Adorno afirmd que el
secreto de la filosoffa kantiana estriba en que "la desesperacidn es
inconcebible" [...] Kant [fue] capaz de ver los abismos de una Ilustracidn que
se atiene obstinadamente a la'subjetividad»'. Acabar hablando de esperanza
resulta ciertamente poco esperanzador. Es posible en verdad hablar de
esperanza ante el vertigo que acompafia tantas veces nuestra mirada al ver
el horizonte real del pensamiento filosdfico. Quizd sea una desgracia
encontrarse ante la desesperacidn, pero en ningiin caso es inconcebible,
como muestra de manera aceptable el final de cada uno de estos libros. No
sdlo no es inconcebible, porque ^no han notado ustedes en ocasiones su
helado aliento cerca de sf? ^No es exactamente la cerrazdn que se percibe
frente a la verdad, la escasa simpatfa que despierta la pasidn por la verdad,
la misma cosa que la desesperacidn? ^De qu6 sirve, en definitiva, hablar de
esperanza sin mencionar siquiera la responsabilidad que a cada uno
incumbe?

4. MICHAEL P. LYNCH El siguiente libro que voy a comentar es de Michael


P. Lynch'. Se trata de un libro sencillo, profundo, breve y muy claro. El libro
que a los profesores nos gusta recomendar a nuestros alumnos porque
incluye toda la informacidn necesaria y aporta las distinciones y el horizonte
adecuado, entrelazado con detalles de actualidad y comentarios literarios
sobre autores que casi todos hemos lefdo, y, finalmente, revela la
trascendencia del tema que trata: «necesitamos superar nuestra confiisidn y
despojarnos de nuestro cinismo acerca del valor de la verdad. De lo contrario,
seremos incapaces de actuar con integridad, de vivir con autenticidad y de
decir la verdad al poder» (p. 18)'°. Entre las cualidades de estas pdginas se
encuentra tambidn ofrecer utiles resiimenes de sus explicaciones. El autor
resume asf las tesis del libro: «Especfficamente este libro puede concebirse
como una defensa de cuatro tesis: qtie la verdad es objetiva; que es bueno
creer lo que es verdadero; que vale la pena investigar la verdad y que merece
la pena preocuparse por la verdad en sf misma» (p. 18). «La objetividad de la
verdad no resulta poldmica, o al menos no deberfa serio [...] es una
consecuencia de aceptar lo que todo el mundo admite o deberfa admitir: no lo
sabemos todo y podemos cometer errores» (p. 25). Ademds, «la verdad es,
en parte, una propiedad profundamente normativa: es un valor» (p. 19). «La
verdad es digna de interns, pero no digna de veneracidn. Es sdlo un valor
entre otros, y ni siquiera es el valor mds importante [...] Si importa, debe
importarnos a nosotros» (p. 20). «La verdad es mds parecida al amor que al
dinero [...] La verdad es profundamente normativa; merece la pena
interesarse por ella como un fin en sf mismo» (p. 31) ". «La verdad, intentard
convencerte, es de urgente importancia a la vez para tu vida personal y para
la vida polftica)) (p. 9). I No falta la explicacidn y el enfrentamiento con el
lescepticismo: «E1 escepticismo es la cara de Jano de nuestra preocupacidn
por la verdad. El propio hecho de que la verdad objetiva constituya una meta
de nuestras investigaciones es lo que abre la puerta al escepticismo y
viceversa. La posibilidad de que podemos equivocarnos implica que la verdad
es independiente de nuestras creencias; y la objetividad de la verdad implica,
a su vez, que siempre podemos estar equivocados. En ultimo tdrmino, lo que
esto muestra es que, en la medida en que pensamos, la verdad es
responsabilidad nuestra, y hemos de contemplar tambien la posibilidad de no
encontrarla» (p. 46). | Y con el relativismo, que muchas veces es comodidad:
«Con suma frecuencia, la expresidn "es verdadero para mf pero no para ti" no
es sino una versidn abreviada de que "yo lo creo, tii no, asf que hablemos de
otra cosa". Andlogamente, la frase "es una cuestidn de opinidn" es un tapdn
conversacional, un modo de apearse de un debate en el que uno no quiere
participar» (p. 53). En estas pdginas podemos encontrar observaciones
sagaces que valen por toda una teorfa. Por ejemplo: «se constata una tajante
escisidn entre el punto de vista verificacionista adoptado a menudo por la
gente y lo que dsta hace en realidad. Si crey^ramos de veras que el
verificacionismo es la verdad sobre la verdad, serfa un completo misterio por
qud nos apasionan tanto los temas que mds nos apasionan. Lo temas que
realmente mueven a la gente, que la llevan a participar en piquetes, a
meterse en polftica y a lanzar bombas son' precisamente la clase de
cuestiones que jamds decidird la ciencia. Y, sin embargo,' son los temas en
los que somos mds ptopensos a posicionarnos con firmeza y a defender lo
que creemos verdadero» (pp. 107-108). O esta otra: «Los seres hurnanos
mentimos con la misma naturalidad con la que respiramos [...] La mentira es
un autdntico universal: se practica con destreza en el mundo entero» (pj 181).
Y es que la prdctica diaria y las virtudes forman parte de la reflexidn filosdfica
por derecho propio. A la vez se leen en este libro conclusiones tedricas
relevantes sobre temas decisivos: «Si la verdad importa, el naturalismo
reduccionista es falso» (p. 117), porque no puede explicar el valor de la
verdad. O, «no explicar algo no tiene nada de embarazoso cuando en
realidad no hay nada que explicar, [el deflacionismo, que explica que la
verdad no afiade nada a nuestras creencias] le saca las castafias del fuego al
naturalismo reduccionista» (p. Il36). Pero el minimalismo «no puede capturar
todos los hechos acerca de la verdad» (p. 138): la referencia a la verdad no
se puede suprimir sin perdida en todos los contextos. Pero una de las cosas
mds interesantes del libro es su invitacidn a vivir la filosoffa en primera
persona, a implicarse personalmente en nuestros propios pensamientos. En
este punto coincide la necesaria unidad de la verdad y la exigencia del
pluralismo: lo que hace verdadera a una verdad no es siempre lo mismo,
depende del contexto intelectual y vital al que se refiere. Es preciso tambidn
afiadir que la cuestidn estd planteada, pero todavfa lejos de recibir una
respuesta suficientemente satisfactoria'^ Aquf comparecen las
preocupaciones y tambien los intereses de la razdn, porque se aprecia un
concepto fuerte de voluntad, de un queter fortalecido por las virtudes que dan
lugar al propio cardcter, y asf el tono de la escritura resulta sugerente:
«Quetemos la verdad, queremos la relevancia, queremos saber hacer y
queremos comprender» (p. 75). «Una pregunta personal ^que le preocupa a
usted? [...] Cuando algo nos preocupa profundamente, nos preocupa por sf
mismo. Aquello que nos preocupa, y en qu6 grado, depende de quienes
seamos. [...] La verdad no es lo linico que nos interesa, ni siquiera aquello
que nos interesa mds proflindamente, pero nos interesa» (pp. 149-150). Y asf
se Uega al nucleo del mensaje del libro: «E1 motivo mds personal para
preocuparnos por la verdad: la preocupacidn por la verdad estd
profundamente conectada con la felicidad. Esto se debe a que nuestra vida
va mejor cuando la vivimos autenticamente y con integridad. Y tanto la
autenticidad como la integridad se hallan ligadas a la verdad de diferentes
formas [...] una razdn para interesamos por la verdad que tiene que ver no
sdlo con nuestra propia felicidad, sino tambien con la felicidad de los demds
[...] deberfamos interesarnos por la verdad porque posee asimismo valor
polftico» (p. 151). Una de esas formas es el autoconocimiento, sin el cual no
hay amor propio ni es posible la autenticidad. Otra es la virtud de la integridad
intelectual por la que nos abrimos a la verdad y la dejamos entrar en nuestras
vidas. Una tercera manera de estar relacionadas es la virtud de la sinceridad,
que por otro lado nos conecta con la argumentacidn comunitaria. Advi^rtase
en este aptetado resumen todo lo que el autor debe al libro de Williams, del
que se habld mds arriba. Por otro lado, en este contexto se entiende la
afitmacidn de raigambre aristot^lica que decide casi todo acerca del
pragmatismo: «Formar parte de algo bueno es crucialmente diferente de ser
un medio para ello. Un medio para un fin es ipso facto diferente del propio
fin» (p. 159)". Aquf se encuentra la explicacidn sin reduccidn

Busco la verdad (la verdad como valor)

. “Así, hay muchas cosas que son verdad aunque no se las vea. Hay gente
loca, por supuesto, y es la que dice que no es verdad sino lo que se ve con
los ojos. ¡Como si alguien viera el pensamiento, ni el cariño, ni lo que, allá
adentro de su cabeza canosa va hablándose el padre para cuando haya
trabajado mucho, y tenga con qué comprarle caballos como la seda o
velocípedos como la luz a su hijo!” J.Martí2 ¿Por qué el término verdad en el
devenir humano? ¿Por qué hombres, inmersos en diferentes formas de
sociabilidad y tipos históricos concretos, desde los indios antiguos seguidores
de los preceptos de los Vedas hasta científicos contemporáneos como Carl
Sagan, han coprotagonizado la búsqueda de la verdad? ¿Es la búsqueda de
la verdad algo intrínseco a la esencia humana o a las condiciones de su
existencia? ¿La verdad existe, lo admitamos o no? ¿Llegamos a ella por
nuestros propios esfuerzos o nos es revelada? ¿En qué medida es social o
individual? ¿Es resultado o proceso? ¿Es lo ya alcanzado o aspiración?
¿Determina o sirve a las acciones del hombre?

El término de verdad ha sido identificado con lo cierto, lo verificado, lo


realmente existente, lo exacto, lo útil, lo duradero, lo apropiado, lo coherente,
lo acordado, lo esencial, lo auténtico y otras acepciones. Está estrechamente
relacionado a conceptos como conocimiento, saber, ciencia, error, mentira,
falsedad, experiencia, fe, razón, apariencia, realidad. Su origen ha sido
colocado tanto en lo objetivo como en la subjetividad. Se la ubica como fruto
del reflejo así como fruto de la construcción mental. Es abordada desde
límites que la constriñen matemáticamente, hasta un relativismo que casi
desdibuja estos límites. Esto, por sólo mencionar los extremos, ¿Qué decir de
las mediaciones y de los diferentes grados de cada posición? Hay quienes
defienden que las cosas no tienen que ser sólo verdaderas o falsas.
Diferentes pensadores han argumentado el carácter monolítico de la verdad;
otros, su pluralidad.3 En el Diccionario de la Lengua Española encontramos
que verdad es un término femenino, el error es masculino. Criterios como
“ejército móvil de metáforas” de Federico Nietzsche4 , “satisfacción por toda
secuencia de objetos y a las equivalencias de la forma” de Alfred Tarski 5 han
sido tomados como definiciones de verdad. Constantemente en nuestras
relaciones sociales, con nuestra familia, con nuestros compañeros de
estudio, en nuestras profesiones, apelamos al definitorio y tajante criterio de
la verdad. Desde pequeños incluso se nos exhorta a decir siempre la verdad
y se nos castiga ante la mentira. ¿Cuántas veces hemos confrontado criterios
o hemos asistido a una confrontación de ideas o conocimientos donde el juez
último es lo que se conceptualice como verdad? ¿Cómo es posible, entonces,
que algo cotidiano en nuestras vidas haya llegado a tener una importancia tal
que en ocasiones se ha convertido en secreto de estado, sentido de la vida
de individuos, objeto de estudio y reflexión de cientos de miles de pensadores
a lo largo de la Historia?6 El hombre, desde que nace, es un eterno buscador
de verdades en un amplio espectro de su actividad. Definir que algo es
verdadero es darle el sello de que describe las cosas como son. Esto hace
que se irradie como calificativo de acciones que se salen del marco del saber
hacer y están relacionadas con esferas disímiles, digamos por ejemplo lo
ético, lo estético, lo emocional. Apelamos al sentimiento verdadero, a los
principios verdaderos o a las actividades verdaderas. Partimos de un marco
conceptual donde los valores son analizados como los significados que
adquieren los objetos y procesos de la realidad para los individuos, grupos,
clases, naciones, humanidad. En este contexto de actividad práctica “el
camino del saber” y “el camino del mejoramiento humano” se entrelazan. El
hombre no sólo conoce sino valora: es la verdad como valor (su significado) y
el valor de la verdad (su finalidad). Es la respuesta entrelazada a dos
preguntas: ¿Qué conozco?, ¿Qué significa?. Son los procesos del saber y del
conocimiento en interrelación con los significados, sólo separables en la
abstracción. Se conoce lo que existe y a partir de ello se pronostica o se
realiza la prospectiva del futuro. Se aspira a un futuro (fin) a partir de los
significados de lo que existe que regulan la actividad. 6 “El concepto de
verdad es lLibros de gran impacto en el devenir humano le han dedicado
espacios en sus páginas para tratar el tema. La Santa Biblia sentencia: “No
hablarás contra tu prójimo falso testimonio”, “De palabra de mentira te
alejarás”.7 En el Popol Vuh, expresión de la tradición precolombina de
América Central se lee: “... que no se introduzca el engañador ni detrás ni
delante de ellos”.8 Newton, modestamente, consideró sus hallazgos
científicos como guijarros encontrados en la playa del océano de la verdad,
cuyas aguas no había tocado. El argentino Ernesto Sábato escribió: “Como
una especie de detective secular en una Gran Novela Policial, la inteligencia
persigue interminablemente a la verdad, buscándola hasta en los lugares
menos sospechosos, está alerta a todas las posibilidades y por eso debe
combatir a cada instante contra la rutina, el lugar común, el dogma y la
superstición, que pretenden en cada caso haber aclarado el enigma,
ignorando o queriendo ignorar que la verdad tiene infinitos cómplices e
infinitos lugares diferentes”.9 Para José Martí “... el que pone de lado, por
voluntad u olvido una parte de la verdad, cae a la larga por la verdad que le
falta”.10 “Es hermoso, asomarse a un colgadizo, y ver vivir al mundo: verlo
nacer, crecer, cambiar, mejorar y aprender en esa majestad continua el gusto
de la verdad, y el desdén de la riqueza y la soberbia a que se sacrifica; y lo
sacrifica todo, la gente inferior e inútil.”11 Carlos Marx, inmerso en debates
sobre el carácter, origen e implicaciones de la actividad, argumentó: “Es en la
práctica donde el hombre tiene que demostrar la verdad, es decir, la realidad
y el poderío, la terrenalidad de su pensamiento”12 . Oradores de la
“Conferencia Mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia
y las formas conexas de intolerancia”, realizada en Durban, Sudáfrica, en
septiembre del 2001, declararon frases como: ”llegar a la verdad supone la
supervivencia de la especie humana”, “Creo en la verdad”. Hasta aquí un
pequeño botón de muestra de diferentes momentos en que intereses,
necesidades, significaciones y deseos han apelado a la verdad o servido de
filtro mediático en su expresión; esto sin adentrarnos en cada individuo, cuya
subjetividad es insustituible e irrepetible cuando afirma: yo sé. ¿Por qué
tantos enfoques y aristas? ¿Qué sentido tienen? La historia de la humanidad,
la historia de la búsqueda de la verdad es, hasta nuestros días, la
aproximación continua a cada porción del Conocimiento, arrancada tanto a la
Naturaleza como al Hombre, su obra y sus relaciones. Pero es también,
subjetividad de por medio, y pecamos de ilusos si no lo tenemos en cuenta, la
lucha de individuos y diferentes grupos humanos por abrogarse el derecho de
monopolizar la prerrogativa de legitimizar y utilizar la verdad, la lucha por
apropiarse o construir la verdad en función de sus intereses, lucha donde ha
primado la imposición y la enajenación más que la coparticipación solidaria. A
la regularidad de la acumulación del conocimiento le han acompañado
procesos de exclusión social. Dos alternativas extremas han coexistido con
múltiples matices intermedios: por un lado, la utilización de los conocimientos
en función de la opresión, la exclusión y el mantenimiento de un orden. Por el
otro lado, la utilización del conocimiento en función de la liberación y la
transformación social En el conocimiento de la realidad, los hombres y
mujeres no reducen su acción a la búsqueda de proposiciones verdaderas,
además tienen en cuenta ¿qué necesidad satisface?, ¿qué utilidad tiene en
función de sus intereses?, ¿para qué?, ¿con qué fin?. ¿Cómo hemos llegado
hasta aquí?13 Aquellos individuos que han protagonizado a lo largo de la
historia la búsqueda de la verdad lo han hecho y lo hacen en el marco de un
condicionamiento sociohistórico y de pertenencia a un colectivo humano
determinado con un sistema de valores establecidos. Recorramos
brevemente ese camino para comprender el punto en que nos encontramos y
las posibles opciones que tenemos. Variables a utilizar podrían ser los
contenidos bases del saber y el conocimiento: su significado; el origen del
conocimiento identificado como verdadero, el significado más relevante de la
verdad para la época; el alcance de los hombres y mujeres a los significados
y finalidades de la verdad; la interrelación entre la búsqueda de la verdad y los
procesos de inclusión y exclusión social.
Tema #3

Competencias personales y sociales para el emprendimiento

El desempeño de cualquier profesión, oficio o puesto de trabajo, viene identificado por la


capacidad de la persona para ejercer adecuadamente el puesto al que se encuentra adscrito.
Este desempeño supone que la persona tiene una serie de conocimientos, y que sabe
desarrollarlos a través de la práctica de cara a la adquisición de determinados estándares
de desempeño. Dentro de los estándares de desempeño se encuentran todos aquellos que
tienen que ver con hacer las cosas conjuntamente, o para otras personas. Entendemos que
la mayoría de los empleos y trabajos tienen que ver, de una forma u otra, con establecer y
mantener relaciones con otras personas. A este tipo de capacidad se le denomina
competencia social. Se trata de capacidades imprescindibles para desempeñar un puesto de
trabajo con un mínimo de calidad y excelencia. Para los emprendedores y empresarios,
uno de los ejes sobre los que se articula la viabilidad y el potencial éxito de la iniciativa
empresarial, es la de su competencia social. Es una habilidad estratégica a la hora de
analizar los recursos con los que cuenta el emprendedor. La función esencial de un
emprendedor va a ser la de establecer relaciones. Establecer y, además, mantener estas
relaciones con: • Clientes • Inversores • Trabajadores colaboradores • Agentes
financieros • Etc. Capítulo 3. Competencias personales y sociales para el
emprendimiento Jovenes, talento y perfil emprendedor 47 Las relaciones nos sirven para
vender, crear alianzas o saber gestionar un equipo de trabajo. Sobre las relaciones
establecemos los elementos de comunicación que nos permitirán informar de lo que
somos, lo que hacemos, o cómo es nuestra forma de trabajar. Pero antes de establecer la
forma en la que nos relacionamos con los demás, debemos pararnos a identificar y ordenar
la primera relación esencial que como personas realizamos. Es decir, la relación con
nosotros mismos. Este tipo de relación es lo que Goleman identifica como la competencia
personal. Se trata de los factores que condicionan y determinan esta forma de
relacionar(nos). Este autor, clasifica esta competencia en tres grandes grupos: Conciencia
de uno mismo • Conciencia emocional • Valoración adecuado de uno mismo •
Confianza en uno mismo Autorregulación • Autocontrol • Confiabilidad • Integridad
• Adaptación • Innovación Motivación • Motivación por el logro • Compromiso •
Iniciativa • Optimismo
1. Conciencia de uno mismo. Se trata de la capacidad para saber reconocer los estados
personales en los que nos encontramos. En ellas, distinguimos las siguientes competencias:
• Conciencia emocional. Saber reconocer nuestras emociones, nuestros estados de ánimo.
• Valoración adecuada de uno mismo. Reconocer y saber valorar el conjunto de nuestras
destrezas, habilidades, así como también los factores y desempeños en lo que no tenemos
un nivel calificable como diestro. • Confianza en uno mismo. Se trata de la fiabilidad en
las valoraciones que realizamos acerca de nosotros mismos, sobre nuestras competencias,
habilidades o conocimientos que poseemos.

2. Autorregulación. Lo podemos definir como la capacidad de establecer un control sobre


nuestros estados, los impulsos, nuestras energías, así como de los recursos internos. La
desglosamos en cinco competencias diferenciadas: • Autocontrol. Saber manejar nuestras
emociones e impulsos dirigido hacia la consecución de los objetivos que perseguimos. Esta
competencia es especialmente significativa ante los conflictos en los que nos podemos
encontrar inmersos. Jovenes, talento y perfil emprendedor 48 • Confiabilidad. Se trata de
la coherencia y fidelidad a los criterios de sinceridad e integridad, a los valores y creencias
que condicionan nuestra acción y la conducta en la relación que establecemos con los
demás. • Integridad. Tiene que ver con la responsabilidad como valor en el desempeño
de nuestra actividad profesional. Significa saber aceptar los resultados de nuestra acción y
los efectos de la misma. • Adaptabilidad. Cómo nuestras acciones, conductas, formas de
analizar y pensar se guían bajo un modelo de flexibilidad para responder ante los cambios
de nuestro entorno. • Innovación. Identifica nuestra posición a la aceptación e integración
de las nuevas formas de hacer y pensar, en nuestro desempeño profesional y/o en nuestra
forma de responder en los distintos entornos.

3. La motivación. Se encuentra relacionada con la manera bajo la cual las emociones


condicionan la movilización de nuestras energías hacia la consecución de los objetivos y
metas que perseguimos. Bajo este modelo, identificamos cuatro competencias clave
vinculadas a esta esfera competencial: • Motivación por el logro. Significa identificar la
excelencia como meta dentro de nuestro desempeño. Nos centramos en el logro del hacer,
de las acciones, los proyectos que abordamos de la mejor forma posible, con el criterio de
mejora y aprendizaje continuo. • Compromiso. Se trata de aceptar e integrar dentro de
nuestros esquemas personales los objetivos y metas de un equipo o grupo. Recordemos
que el compromiso fundamental de un emprendedorempresario es con él mismo y con el
proyecto que se encuentra diseñando y poniendo en marcha. • Iniciativa. Tiene que ver
con saber aprovechar la ocasión, el momento. Embarcarse en acciones cuando las
circunstancias en la que nos desenvolvemos lo requieren. • Optimismo. Supone una
actitud de fortaleza en las acciones encaminadas hacia la consecución de las metas que nos
proponemos, independientemente de las dificultades ante las que nos enfrentamos. Desde
esta perspectiva general, intentaré centrarme en aquellas competencias que son
esencialmente significativas en el desempeño de los emprendedores. Cada una de las
cuales tendrá espacios y escenarios específicos de aplicación a lo largo de la vida del
proceso emprendedor del empresario. Jovenes, talento y perfil emprendedor 49
Comencemos por la conciencia en uno mismo. Saber reconocer(nos), comprender(nos) y
abrir las opciones de mejora que favorezcan extender escenarios de mejora y aprendizaje,
lo que indudablemente se vincula con el proceso para el desarrollo de nuestro talento
emprendedor. Se ha identificado la adecuada valoración de uno mismo como factor
esencial competencial. Se trata de saber qué tenemos, qué podemos hacer y qué nos falta
por desarrollar o adquirir para el logro de nuestras metas. Hablamos de “lo que nos falta
desarrollar”, no de limitación en nuestra capacidad. Nuestra perspectiva de trabajo
implica la posibilidad de trabajar, de actuar para mitigar o neutralizar este límite. De cara a
poder identificar y catalogar esta competencia, las acciones o conductas que realizan las
personas con esta capacidad son las siguientes: • Son conscientes de los puntos fuertes y
de las debilidades que tienen. • Evalúan los efectos de sus acciones. Responden a un
modelo de aprendizaje activo, basado en conocer qué ha sucedido y las razones de estos
efectos. • Se ríen de sí mismos. Toman distancia sobre las consecuencias de sus actos,
distancia que les permite evaluar las consecuencias de sus acciones y aprender de ellas. La
siguiente de las capacidades vinculadas a la competencia personal tiene que ver con la
confianza en uno mismo. Es decir, saber que se cuenta con los recursos y que con su
movilización se alcanzarán los resultados pretendidos. Se puede llegar a ser consciente de
los recursos y de las áreas de mejora, pero sin tener la creencia personal de que se es capaz
de lograr algo, es muy difícil “lanzarse” al proceso emprendedor. A las personas con
confianza en sí mismas se las reconoce por los siguientes aspectos: • “Llenan” los
espacios. Manifiestan seguridad en sí mismas y lo trasladan a través de la comunicación
no verbal. • Manifiestan sus puntos de vista, aunque éstos supongan el quiebre de la
opinión o los juicios preponderantes. Defienden sus posturas y posiciones. • Emprenden.
Hacen aquello que pretenden en los distintos órdenes de su vida. Asumen las
consecuencias de sus actos y adoptan decisiones en escenarios de incertidumbre o crisis.
Nos pararemos en este punto. A mi juicio, nos encontramos con una de las claves de las
variables que definen el perfil del emprendedor. Esta confianza en uno mismo va más allá
de los juicios que realicemos acerca de las cuestiones que condicionan un proceso o idea
emprendedora. Hablamos Jovenes, talento y perfil emprendedor 50 del empoderamiento de
la persona. De la sensación, del sentimiento de poder realizar las cosas, los proyectos que
nos propongamos. Poder es realizar cosas, capacidad de acción. Y ésta capacidad de
acción descansa en la misma acción, en querer hacer, saber hacer y realizar la acción. Si
un emprendedor elige querer realizar una acción (un proyecto), sabe hacerlo (tiene los
conocimientos y saberes), sólo le queda ejecutar la acción. Y de la ejecución emana el
poder y de éste la confianza en uno mismo. Pensemos en la situación actual que nos ha
tocado vivir. Crisis, crisis, crisis. Es un contexto en donde las iniciativas se ven sometidas
a una erosión por el miedo que nos circunda. Sólo nuestras estrategias de abordaje de este
miedo, junto con la confianza en nosotros mismos (con todo lo que conlleva), nos
permitirá sacar adelante nuestros proyectos, y desde estos hacia la reversión de la
situación. Recordemos alguna idea que nos permite potenciar nuestro discurso: • No
sabemos cómo va a ser el futuro. Se pueden realizar previsiones sobre modelos, bajo
variables fijadas, pero en cuanto se modifique una de estas variables, el cuadro se
modifica. Las variables se modifican con acciones, con nuestro trabajo, transformando la
realidad que nos rodea. • Sabemos del peso, dentro de las ciencias sociales, de la Teoría
de la Profecía Autocumplida (self-fullfiling prophecy). Si decimos que va a pasar algo,
finalmente se cumple. Nuestras acciones van encaminadas a constatar esta realidad.
Transformemos lo que queremos alcanzar y hagamos que sea realidad. El proceso de
puesta en marcha de un proyecto empresarial o emprendedor, va a venir caracterizado por
la existencia de múltiples dificultades. Vamos a tener que saber sortear obstáculos. No
vamos a transitar por una autopista de cuatro carriles. Debemos adoptar una actitud de
confianza a la hora de afrontar estas situaciones y aceptarlas como algo normal y lógico
del proceso. Si no es así, nos veremos impedidos de aguantar y mantener nuestro estado de
motivación hacia la consecución de las metas que nos proponemos. La motivación, en un
proyecto emprendedor, es esencial. La motivación por emprender, por lograr crear algo.
Esta motivación descansa sobre un conjunto de capacidades que identifican la competencia
para la iniciativa emprendedora. Como hemos visto más arriba, una de las competencias
clave es la motivación por el logro, por los resultados que pretendemos obtener. El logro
no ha de dirigirse únicamente hacia la consecución de los resultados, sino que éstos se
consigan bajo la premisa de la mejor forma de lograrlos. En definitiva, los resultados
deben estar guiados por un criterio de excelencia en el hacer. Jovenes, talento y perfil
emprendedor 51 Los emprendedores con esta capacidad se caracterizan por mostrar
distintas formas de hacer, entre ellas: • Los resultados guían su acción. Poseen la
motivación necesaria para cumplir con sus objetivos, y satisfacen los compromisos de
logro de los mismos. Consiguen los objetivos de acuerdo con los estándares fijados y las
premisas y factores que describen la consecución de los objetivos. • Se marcan desafíos.
Resultados que hasta la fecha no se han alcanzado, bien por él mismo o bien por las
circunstancias. Desafíos que supongan traspasar los límites o las metas alcanzadas hasta
ese momento, pero sabiendo que es posible su realización y su logro. • Asume riesgos.
Riesgos calculados. Y los acepta como elementos sustanciales a su desempeño o su
actividad como empresarioemprendedor. En definitiva, sabiendo qué se va a perder en el
caso de no lograr los resultados esperados. • Adquieren información y conocimientos
sobre aquellas materias o cuestiones que son esenciales para poder desarrollar las acciones
encaminadas hacia el logro de los resultados. Buscan la mejor forma de hacer. •
Persiguen la excelencia, y por lo tanto, se encuentran en permanente proceso de mejora.
Aprenden de sus resultados. Buscan una retroalimentación de su entorno vinculado al
cómo se ha logrado su resultado. Están abiertos a la evaluación. Estar abierto a la crítica
(bien entendida ésta) y aceptarla, es una actitud que identifica a los líderes. No es fácil
saber admitir la crítica. Pero, desde esta posición podemos construir la mejora de nuestras
acciones. Podemos mejorar y buscar alternativas y respuestas más eficaces ante los
problemas o dificultades que nos vamos a encontrar en el proceso de emprender.
Escuchemos. La siguiente de las capacidades que se encuentran vinculadas a la
competencia personal del emprendedor es el compromiso. Saber comprometerse. El
compromiso, recordemos, para los empresarios y/o emprendedores es su proyecto, su idea,
un compromiso consigo mismo. Se trata de un contrato persona en el que existen
determinadas reglas. Derechos a ejercitar y deberes a cumplir. Debemos adaptarlos e
integrarlos dentro de nuestro desempeño. En definitiva los objetivos se encuentran
alineados con nosotros mismos. Veremos en el capítulo correspondiente cómo logramos
alinear estos objetivos con la persona emprendedora. Las personas que se encuentran
comprometidas con su proyecto emprendedor se caracterizan por: • Han decidido y
aceptado que se van a sacrificar, y que este sacrificio se encuentra dirigido hacia la
consecución de una meta. Un objetivo Jovenes, talento y perfil emprendedor 52 que en
definitiva es su proyecto empresarial o emprendedor. Sacrificarse implica “sufrir”.
Hablamos de un sufrimiento en el plano físico y/o emocional. Pero, atención, un
sufrimiento que tendrá una recompensa futura. • Proporcionan coherencia al sacrificio a
través del logro de la meta propuesta. En definitiva, han respondido a la pregunta de ¿para
qué? Otorgando prevalencia la objetivo final. • Se guían por sus valores e ideales a la
hora de adoptar decisiones. El compromiso con las metas se fundamenta y crece de
acuerdo a su relación con las emociones del emprendedor. Cuanto más densidad y carga
emocional tenga el objetivo, más posibilidad de mantenimiento de la motivación por el
logro de los resultados perseguidos habrá. La motivación se sustenta en dos actitudes, que,
a su vez, delimitan la tercera de las competencias: la iniciativa y el optimismo. La
iniciativa en el desarrollo de un plan empresarial emprendedor se desarrolla en torno a
mantener una predisposición a: • Saber aprovechar las oportunidades que se nos
presentan en el camino. Aprovechar las oportunidades implica varias acciones. En primer
lugar, saber qué es lo que se pretende, tener claras las metas que se persiguen.
Inmediatamente, debemos filtrar la información que resulte significativa para alcanzar
estas metas. Y, finalmente, adoptar decisiones. Abordaremos el tema de saber adoptar
decisiones más adelante. • Actuar para lograr los objetivos que nos hemos marcado.
Trabajar y perseguir nuestras metas. Y como empresarios emprendedores, debemos aceptar
que supone trabajar más allá de lo que en el entorno se considera. Supone superar los
límites de un desempeño que podemos calificar como medio o normal. • Capacidad de
organización flexible suficiente como para adaptarnos a distintas circunstancias, horarios y
formas de trabajo. Implica romper los esquemas de uso del tiempo y desarrollo de otras
funciones o compromisos adoptados en las distintas esferas personales. Este aspecto es
vital que sea trabajado por parte de los profesionales cuya experiencia laboral se haya
centrado en el empleo por cuenta ajena. Deberán modificar de manera significativa sus
formas de actuar, así como desarrollar capacidades vinculadas a la autodisciplina y la
autogestión de tiempos, tareas y espacios. • Capacidad de motivar a otras personas, en el
caso de que el emprendedor-empresario se haya embarcado en el proyecto junto a un
equipo de personas. Debe ser capaz de movilizarles, de motivarles hacia la consecución de
las metas. Esto se puede traducir en Jovenes, talento y perfil emprendedor 53
requerimiento de esfuerzos y desempeños que en muchas ocasiones supondrá salir de los
límites habituales de trabajo o desempeño. El optimismo es una actitud esencial a la hora
de movilizar los distintos recursos del emprendedor-empresario destinados al proyecto.
Cuando nos centramos en el optimismo, tratamos de localizar las creencias, o modelos
personales de conducta, en donde reside esta actitud. Por ello hablamos de personas que:
• Mantienen inalterable su perspectiva de logro de resultados, su idea de éxito, superando
aquellas dificultades que aparezcan en el camino. • Desarrollan su actividad desde una
perspectiva de logro del éxito. Tienen una forma de abordaje de la realidad situada en la
posición de éxito, más que en la postura de miedo al fracaso. Saben controlar la emoción
del miedo. • Suponen que las dificultades y problemas se deben a variables que pueden
controlar. Operan desde una posición de responsabilidad sobre las acciones ejercidas y
desarrolladas. Las personas con iniciativa desarrollan un proceso de gestión de sus
tiempos, espacios y funciones. Aquí entra en juego un factor importante en esta forma de
gestión. Las personas con iniciativa no deben entrar en el círculo de la procrastinación.
Este concepto, que a priori puede llevar a una cierta reacción de sorpresa, supone el efecto
contrario al que se refiere el sabio refrán castellano “no dejes para mañana lo que puedas
hacer hoy”. La procrastinación es aquello que nos aparta de lo que queremos y debemos
hacer. De acuerdo con el Dr. Piers Steel1 , procrastinar no se refiere únicamente a
posponer algo, “se trata de la acción/decisión que adoptamos cuando posponemos tareas
de forma voluntaria pese que nosotros mismos sabemos que nos perjudicará”. Cuando se
procrastina sabemos que actuamos en contra de aquello que nos conviene. El
emprendedor-empresario puede procrastinar, pero debe hacerlo de manera controlada y
reducida. El Dr. Steel, plantea una escala de valoración para identificar este tipo de
dificultad. Siguiendo la misma y guiándonos bajo el criterio de máxima sinceridad el
potencial emprendedor-empresario debe contestar(se) a preguntas como estas: •
¿Pospones aquello que debes hacer más de un límite razonable? • ¿Te lamentas de no
haber hecho antes lo que había que hacer? ¿Mucho, poco, nunca? 1 Steel, P. (2011).
Procrastinación ¿por qué dejamos para mañana, lo que podemos hacer hoy?. Editorial
Grijalbo. Jovenes, talento y perfil emprendedor 54 • ¿Pospones acciones de tal manera
que tu bienestar y/o eficiencia se resienten? • ¿Al final del día piensas de manera
recurrente que podrías haber aprovechado el tiempo de manera más eficaz? La actitud de
iniciativa o no, la procrastinación, si somos optimistas o no, son factores a evaluar
previamente antes de lanzarnos a desarrollar un proyecto emprendedor. Como se ha
comentado anteriormente, este conjunto de competencias se traducen en hábitos de acción
y en conductas. Hábitos que pueden ser reelaborados y reformulados en nuestro propio
beneficio y del proyecto de empresa. Sobre la competencia social La competencia social
del emprendedor-empresario es la base sobre la que se organiza la acción del proyecto
empresarial. Por lo tanto, deberemos prestar una especial atención a nuestras capacidades
como emprendedores-empresarios en este sentido. Y ¿qué entendemos por competencia
social? Siguiendo las aportaciones de Rafael Ballester y Mª Dolores Gil en su obra
Habilidades sociales2, podemos decir que la competencia social es lo que nos permite
alcanzar la satisfacción de nuestras necesidades a través del acceso a los recursos y
posibilidades que se encuentran en otras personas, en nuestro entorno y en nuestra
sociedad. La acción emprendedora nos genera necesidades y enfrentarnos a los problemas.
Por lo que deberemos demandar en muchos casos la ayuda de personas de nuestro entorno.
Tanto de las más cercanas, como de aquellas que nos puedan prestar un apoyo y/o
asesoramiento especializado y concreto.

Empatía y habilidades sociales

1.1 Empatía 1.1.1 Definición Moya (2014) define que es una amplitud fundamental para
aclarar de aspecto adecuado en la sociedad, permite comprender mejor a los demás y
apoya a obtener tanto el éxito personal en las vinculaciones con familiares y los amigos,
como el profesional, para beneficiar que sea más sensible a los menesteres y deseos con
quienes se trabaja. La gente más empática tiene mayor probabilidad de ser más feliz, es
certero que con tantos privilegios, como apoyar a otro grupo de personas, optimizar las
conexiones interpersonales, o sentirse satisfecho consigo mismo, la empatía es un asunto
poco analizado. Basándose en recientes estudios científicos, demuestra la trascendencia de
la empatía y ayuda a comprenderla, para poder así comprender a los demás para extender
los beneficios a la sociedad, de hecho la enseñanza en empatía es la mudanza hacia la no
violencia, porque ayuda a la tolerancia, al poder compartir, el respeto y la solidaridad, al
considerar de lo escasamente estudiado que es la empatía en cuestión de trabajo viene a ser
de importancia para poder discernir lo que experimenta la otra persona sin que se llegue a
tomar el lugar en que se halla la persona afectada, con el fin de poder brindar un apoyo
desinteresado, demostrar que se está ahí para ser oportunos y ser de consuelo por llamarlo
de alguna forma. Goleman (2008) indica que la empatía se deriva del término griego,
empatheia, es la amplitud para manifestar el área emocional con los demás, donde la
conciencia del mismo ofrece la cualidad de ser más humanista, tarea que se solicita en el
instante en que se labora con sujetos que no saben cómo manejar cierto tipo de conflictos
que puedan causarle algún dolor emocional. Al distinguir la experiencia peculiar de otras
personas, conduciéndose al observar las circunstancias experimentadas, es decir es una
disposición mental, en donde hay un reconocimiento y entendimiento de la actitud con el
ánimo para poder tener una perspectiva distinta de lo sentido por el otro, en donde la
persona que brinda apoyo emocional debe atender la propia personalidad y no vivir una
contratransferencia respecto a las propias emociones o sentimientos, en el instante en que
un individuo pretende brindar el sostenimiento a otro ser que pueda estar en una situación
dolorosa se debe comprender que no 8 es que se trata de reflejar el dolor propio ante el
padecimiento ajeno, es saber concebir y contribuir a encontrar una salida ante tal
momento. 1.1.2 Aumento de la empatía Carpena (2015) menciona que se aumenta en un
entorno en donde las necesidades emocionales de los más pequeños son entendidas y
atendidas, al mismo tiempo que se fomenta el vínculo emocional igualmente con otros y se
tienen ocasiones para practicar el entusiasmo compasivo. El alejamiento empático de quien
da formación educacional tiene un papel clave precisamente a que puede, o no, entregar
marcos indicados, además de generar un modelo empático, en el período de quien
transmite la vida interior incluso a los más pequeños facilita el interés por comprender la
interioridad de otros, la razón es que los niños en la etapa de crianza serán guiados en gran
parte por el ejemplo que reciban de los progenitores, y por ende educadores y educadoras
deben tener conciencia de los correspondientes sentimientos y saber comunicarlos. Es algo
que se va dar desde que el ser humano es pequeño para que en realidad exista la destreza
de ser empático, al instante que se llegue a una edad adulta la persona pueda haber
desplegado habilidades empáticas, para ser en sí mismo una persona capaz de afrontar los
propios conflictos. Al exteriorizar a los niños y jóvenes en una atmosfera de amor y
compasión, tanto en casa como donde se estudia, con padres y maestros que los entienden,
consideran y se intranquilizan por el bienestar, se genera un poderoso impacto educativo,
educar con los hechos más que con las palabras, dado que esta formación se desarrolla
desde que se es un bebé, es de aprovechar la oportunidad en que se provoca el llanto en los
pequeños, porque tienen expresiones de lenguaje no verbal y son atendidos, estos
desplegarán una capacidad de ser empáticos porque de una u otra manera ellos fueron
comprendidos en el aprendizaje; es necesario aludir que la función de las neuronas espejo
consiste en copiar los movimientos que observan en las otras y en imitar las acciones o al
menos tener el impulso de hacerlo. Es necesario explotar las cosas que se hacen a diario de
manera natural e inventar también momentos ocasionales para extender el talento de
empatía en los menores de edad, para poder orientar hacia el discernimiento y
asentimiento de lo complejo con el cometido de saber escuchar las diferentes perspectivas,
con la idea de proyectar otros panoramas.

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