El duelo y su relación con los estados maníaco depresivos

Durante la posición depresiva, el niño pasa por procesos mentales comparables al duelo en el adulto,
porque estos duelos tempranos se reviven posteriormente en la vida adulta. En cada duelo hay una
reactualización de esos objetos internos.

El objeto de duelo: es el pecho materno y todo lo que este es en la mente del niño: amor, bondad y
seguridad. El niño ha perdido todo esto y siente que es resultado de su incontrolable voracidad y sus
propias fantasías destructivas contra él. Es allí donde surge la ansiedad persecutoria, y luego los
sentimientos de culpa.

Hay dos grupos de ansiedades:

· Ansiedad persecutoria: caracterizada por temores relacionados con la destrucción del yo por
perseguidores internos. La defensa contra estos es la destrucción de los perseguidores.

· Ansiedad depresiva: refiere al penar por el objeto amado y el temor a perderlo.

Experiencias de gratificación: Todas las alegrías que el niño vive a través de su madre, son pruebas para
él de que los objetos amados no están dañados y no se transformarán en vengadores. El aumento de las
experiencias felices ayudan al niño a vencer la depresión y sentimiento de pérdida. En el desarrollo
temprano, cada paso en el desarrollo emocional, intelectual y físico es utilizado por el yo como medio de
vencer la posición depresiva. La habilidad creciente del niño aumentan su creencia en la realidad
psíquica de sus tendencias constructivas y en su capacidad de dominar y controlar sus impulsos hostiles
tanto como sus objetos malos.

Experiencias de frustración: las experiencias desagradables y la falta de experiencias gratas aumenta su

ambivalencia, disminuye su confianza y confirma sus ansiedades sobre la aniquilación interna y la
persecución externa. Sin embargo, la frustración también es importante para luego buscar nuevos
objetos.

Triunfo: el niño percibe que triunfó sobre el objeto. El triunfo asegura la culpa y retrasa la labor del
duelo.

Diferencia del duelo en:

Estructura Maníaco Depresiva

No se puede elaborar el duelo - pérdida del objeto interno.

No se introyectaron correctamente los objetos buenos en la infancia.

Consecuencias: relaciones paranoides. Se castiga el yo y merma el interés por el mundo exterior.

Duelo Normal
El individuo descubre poco a poco que la persona desaparece, y la libido va dirigida hacia un nuevo
objeto.

Reactiva la Posición Depresiva - el adulto restaura el objeto perdido sirviéndose de los contenidos
mentales positivos que en la infancia logró integrar a su yo.

Se recupera y se restaura el objeto perdido, la persona se sirve de los objetos buenos que ya se tiene
integrados al yo, de la representación interior de los buenos padres y de la persona que falta.

Doble confrontación respecto de los objetos del mundo interior y del mundo exterior.