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CONSTRUYENDO NUESTRO PROPIO DESTINO

Es importante saber qué somos, qué queremos, tener claro hacia dónde queremos
ir, qué es lo que queremos lograr y tener un objetivo. Pero para ello tenemos que
creernos que somos capaces, confiar en uno mismo y planificarnos bien. Es
bueno, de vez en cuando, replantear nuestros objetivos y tener una visión de
futuro, visualizarnos a nosotros mismos dentro de unos meses o de unos años.

Respecto a la planificación, tenemos que hacer una planificación personal para


tomar una dirección, para organizarnos y gestionar bien el tiempo, de modo que
tengamos la sensación de que hemos aprovechado bien el tiempo.

Hay que tener claro la diferencia entre metas y objetivos, un objetivo concreto
ayuda a que consigamos una meta final. Si lo logramos, tendremos más control
sobre nuestra propia vida y mayor satisfacción y bienestar. Lo que es esencial
para avanzar en la vida es pensar, planificar, decidir y actuar.

Como he mencionado antes, hay que tener claro nuestros objetivos


para planificarnos bien, tener clara nuestra visión de futuro, qué fortalezas
tenemos, es decir, nuestras competencias, conocimientos y habilidades, y qué
necesitamos y qué tenemos que hacer para alcanzar los objetivos.

En definitiva, hay que tener siempre claro quiénes somos, qué queremos y qué
tenemos que hacer para alcanzarlo, tener siempre una actitud positiva, y saber
que, si queremos cambiar el entorno, tenemos que empezar por cambiar desde
dentro.

MOTIVACIÓN

La motivación es especialmente importante en el proceso de coaching, y la


principal dificultad que se puede presentar está siempre en las propias personas.
Como ya sabemos, el coach no le dice al coachee lo que debe hacer, sino que le
ayuda a que él mismo encuentre el camino que tiene que seguir con el apoyo de
diferentes herramientas.

Motivación y coaching están fuertemente relacionados. Según los diccionarios


motivación es "Ensayo mental preparatorio de una acción para animar o animarse
a ejecutarla con interés y diligencia"; "Motivo, causa, razón que impulsa a una
acción"; "Estimulación para animar e interesar". Está claro que la motivación está
siempre relacionada con una necesidad y que nadie se mueve sin motivación.

Hay diferentes tipos de motivación.


 Intríseca: la persona actúa porque está estimulado por un objetivo.
 Extrínseca: la persona actúa porque está impulsado por premios o castigos
que conllevan conseguir o no los objetivos.
 Positiva: motivos por los que se quiere lograr una meta.
 Negativa: motivos por los que no se quiere lograr una meta.

Si falta un motivo y una acción no puede haber coaching, es decir, para que haya
un proceso de coaching tiene que haber motivación.

AUTOESTIMA

Según la Real Academia Española, autoestima es una "valoración generalmente


positiva de sí mismo". Nosotros valoramos nuestras propias cualidades, como la
capacidad de relacionarnos con las personas, nuestro físico, nuestro carácter, las
cosas que hemos conseguido y las cosas que tenemos. Es el amor que nos
tenemos hacia nosotros mismos y a los demás, respetar a uno mismo y a los
demás.

En el proceso de coaching, el coach lo que hará será desarrollar el conocimiento


del coachee acerca de sí mismo, y esto hará que tenga una mayor autoestima.

Cada persona tiene creada una imagen propia sobre cómo somos, quienes somos
y cuánto valemos, a veces esta idea no es real, pero lo sea o no, es una referencia
para establecer nuestros objetivos. esta imagen propia que tenemos sobre
nosotros influye siempre en nuestra vida, tanto en las relaciones personales como
en el trabajo.

Todos debemos buscar una autoestima positiva para tener una vida plena, pero
para ello tenemos que cumplir una serie de factores:
 Aceptarnos tal y como somos, nuestras virtudes y nuestros defectos.
 Establecer objetivos que sean realistas y alcanzables.
 Sacar tiempo para uno mismo, para pensar.
 Hacer aquellas cosas que nos gustan, que nos hacen sentir bien y felices.
 Pensar siempre que "puedo hacerlo".
 Respetarnos a nosotros mismos y estar orgullosos de nosotros mismos.
 Premiarnos a nosotros mismos cuando alcancemos un logro.
 Quererse uno mismo, aceptando tanto nuestras cosas buenas como malas,
y no olvidar que somos únicos.
 
Y no caer en algunos errores como:
 Alabar siempre por sistema a la persona independientemente del
comportamiento.
 Nuca culpabilizarlos de nada para que no se sientan mal.
 No cuestionar nunca su comportamiento para que no se enfades.
 No exigirles nada y tolerarles todo.
La persona que tenga una alta autoestima sentirá que vale para todo lo que le
pase en la vida, mientras que quien tenga una baja autoestima se sentirá inútil por
su forma de afrontar la vida.

Además, la personas con alta autoestima se respetan a sí mismas y a los demás,


las relaciones personales serán más positivas, y serán más creativas. En general,
tendrán una vida más plena.

AUTOCONFIANZA

Adquirir confianza en uno mismo no es algo fácil de lograr, y no se podrá fomentar


hasta que no se ponga en práctica. Es algo que lleva su tiempo y que mientras
construyas esa autoconfianza irás cometiendo errores que serán los que te hagan
aprender.

Para alimentar la autoconfianza hay que proponerse metas y objetivos y tener en


mente que se pueden conseguir.
 
Existen algunos principios clave sobre la autoconfianza que son de utilidad
para quienes quieren fomentarla:
 Las emociones positivas: la autoconfianza hace que tengas emociones
positivas, y esto hace que estés más relajado, activo y decidido. Intenta
siempre ver el lado positivo de las cosas, aunque tengas la sensación de
que todo es negativo.
 La motivación: es fomentada por la autoconfianza, si haces las cosas bien
tendrás tu recompensa y conseguirás lo que quieres.
 La concentración: la autoconfianza facilita la concentración, y esto hace que
ganes seguridad a la hora de hacer las cosas.
 Los objetivos: cuanto mayor autoconfianza tengamos, más altos serás los
objetivos que nos planteemos y que logremos. La persona que está segura
de sí misma se marca objetivos atractivos y se esfuerza por conseguirlo.
 El esfuerzo: la autoconfianza fomenta el esfuerzo. La persona
perseverante, tenaz y que no se rinde se esfuerza al máximo para
conseguir lo que quiere.
 Eliminar los miedos: el miedo es el peor enemigo para avanzar en positivo,
hay que eliminarlo y enfrentarse a él.

CREATIVIDAD

La creatividad es la facultad de crear, producir, idear, construir e inventar; y es


algo que todos tenemos en mayor o menor medida y que podemos entrenar y
desarrollar. Si nos lo proponemos, podemos ser creativos en todos los aspectos
de la vida, y eso nos dará la oportunidad de reinventarla.
A través de la creatividad transmitimos nuestras motivaciones, nos da fuerza y
energía para renovarnos. A veces, siendo jóvenes, iniciamos una forma de vida
sin tener del todo claro hacia dónde vamos, y cuando ha pasado el tiempo nos
damos cuenta de que no estamos viviendo realmente lo que queríamos, ni ese
trabajo, ni esa pareja, ni esa ciudad eran las que soñábamos. Es ahora cuando
usamos nuestra creatividad para salir de esa rutina que nos hace perder la
motivación, porque la mejor forma de salir de esa inercia es la creatividad.

Para desarrollar la creatividad hay que creer uno mismo, hacer frente a las
dificultades de forma diferente a lo que estamos acostumbrados. Hay que hacer
frente también a los miedos, esto solo frena la creatividad, el miedo al fracaso, al
ridículo, al rechazo, a ser juzgados, etc. solo hacen que no avancemos en la
creatividad.

Vivir de forma creativa hará que veamos las cosas de forma diferente, cambiemos
nuestra actitud, nuestra forma de pensar, nuestros valores y tendremos nuevos
sentimientos, en resumen, vivir de forma creativa nos renueva y nos reinventa.

Existe una cuestión clave que es importante plantearse: Si no tuvieras miedo a


nada, ¿qué harías?

Que los proyectos no se vean frenados por los miedos.


VIDEO: https://youtu.be/IXdj_0Xphyw

DUELO Y CAMBIO
Muchas veces se nos presentan cambios en la vida que no elegimos, y muchos de
ellos los tomamos como negativos, como problemas de salud, perder a un ser
querido, perder un puesto de trabajo, una casa, etc. Estas situaciones, en mayor o
menor medida, nos provocan un periodo de duelo, que tiene una serie
de fases según la psiquiatra Elizabeth Kübler-Ross:
 Fase de negación: negamos lo sucedido y no lo podemos creer.
 Fase de ira o enfado: sentimos injusticia, irritación, indignación e incluso,
resentimiento hacia la vida o hacia alguien.
 Fase de negociación: intentamos hacer algo para que cambie la situación.
Sentimos incertidumbre y dudas.
 Fase de tristeza: cuando la negociación no funciona, llegamos a ser
conscientes de la realidad y sentimos frustración y nostalgia.
 Fase de aceptación: empezamos a aceptar la situación y a sentirnos más
tranquilos.

Después de esto viene la integración y la esperanza y aprender de lo que hemos


vivido.

Hay que destacar que, Según Kübler-Ross, no todas las personas experimentan
todas estas fases, pueden suceder en diferente orden y pasar por la misma fase
varias veces.
En un proceso de coaching, el coachee se encuentra con resistencias al cambio,
que pueden estar en las primeras fases del proceso de duelo, y forman parte del
proceso, pero no hay que quedarse ahí porque de lo contrario habrá mayor dolor y
será más difícil lograr el cambio. El coach ayudará a que el coachee gane
confianza para enfrentarse a la nueva situación.

LIDERAZGO

Según la Real Academia Española, un líder se define como la "persona a la que


un grupo sigue, reconociéndola como jefe u orientadora". El coaching es un estilo
de liderazgo, donde el líder, que es el coach, es quien tiene el deber de
transformar a las personas y poder incorporar un nuevo sistema de aprendizaje a
través de un feedback directo y constante.
Un buen líder-coach tiene una serie de características:
 Concibe los objetivos como un reto para demostrar la valía.
 Hace que el coachee sean más autoexigente y se replantee su
responsabilidad. Cada uno se autoevalúa para tomar medidas correctoras
si fuera conveniente.
 Promueve inquietud y aporta los recursos necesarios para que cada uno
tenga presente sus metas y evalúe si los pasos que está dando le ayuda a
obtener los resultados deseados.
 Ve el error como una oportunidad para aprender, hace que el coachee
reconozca el error que ha cometido, se disculpe y, a la
vez, saque conclusiones que le favorezcan en un futuro.
 Confía en los coachees, creen que pueden conseguir sus objetivos.
 Hace que el coachee sea el responsable de sus acciones, que sea quien
planifique, decida y actúe como crean conveniente, siendo él mismo el
protagonista.
 Fomenta la creatividad del individuo, lo que hará que sean más maduros a
la hora de tomar sus propias decisiones.
 Busca que el coachee dé lo mejor de sí mismo y llegue a lo máximo a lo
que puede llegar.

En conclusión, el liderazgo en el coaching consiste en que el líder-coach es


capaz de motivar al coachee para que participe y tenga su propio criterio en lugar
de imponer el coach su criterio.

CÓDIGO DEONTOLÓGICO DEL COACH

Un código deontológico es un documento en el que quedan registrados los


criterios, reglas, valores y principios éticos que aceptan las personas que realizan
de forma correcta una actividad profesional. Estos códigos son regulados por los
colegios profesionales (de psicólogos, médicos, etc.) y en el caso del coaching,
que no cuenta con colegios profesionales, es la ICF (International Federation
Coaching) la que se ha encargado de redactar este código, con el objetivo de que
el trabajo se realice de forma ética y correcta.

En este enlace se pueden ver las normas del código deontológico de ICF: Código
Deontológico ICF
 
El coach es consciente del compromiso, respeto y responsabilidad que se
requiere, toma decisiones éticas guiadas por el código deontológico y se
compromete a aplicar los principios éticos de forma responsable.

Las normas que forman parte del código deontológico han sido acordadas por un
grupo de profesionales que las consideran como básicas para practicar
correctamente la profesión de coach, siendo este competente para tomar
decisiones éticas.

Este código ético es independiente del tipo de coaching que se realice (ejecutivo,
personal, empresarial, etc.) y de las escuelas a la que pertenezca el coach
(ontológico, sistémico, etc.).

COACHING Y APRENDIZAJE

A veces, en el terreno personal y en el laboral nos encontramos con obstáculos


que nos impiden avanzar y que hacen que no podamos realizar las actividades
que queremos llevar a cabo. A veces, estas barreras son invisibles, es decir, no
logramos ver qué es lo que nos impide avanzar, pero lo que sabemos es que nos
está entorpeciendo en el camino. Cuando nos pasa esto, intentamos evitar esta
barrera, pero muchas veces no obtenemos el resultado esperado y no sabemos
qué hacer para conseguir avanzar.

En este caso, una alternativa para seguir avanzando en el camino es pedir ayuda,
y aquí entra en acción la figura del coach, la más indicada para el aprendizaje y
cambio del individuo.

El coach descubre las áreas de dificultad y esos obstáculos que impiden crecer,
facilita el desarrollo de los potenciales del individuo y ayuda a superar esos
obstáculos.

El coaching facilita el aprendizaje, promueve el cambio para conseguir las metas


propuestas y facilita el desarrollo de las personas en cuanto a la evolución
profesional, la carrera laboral, la consecución de objetivos, romper las barreras
que impiden el crecimiento personal y tratar de mejorar el nivel de rendimiento.

El coaching no enseña, sino que ayuda a aprender. El coach no dice al coachee lo


que tiene que hacer ni da consejos ni impone sus ideas, sino que hace que el
coachee analice el problema, hace que reflexiona, los estimula a que recapaciten,
a que pongan en cuestión las creencias y a que reflexionen sobre las distintas
situaciones buscando nuevos puntos de vista.

El coaching se basa en que sea la persona la que asuma su responsabilidad por


sus acciones y por los resultados alcanzados. Hay casos en los que conviene
romper con el problema en lugar de resolver el problema, y si además tratamos de
ver las cosas desde otro punto de vista esto hará que desaparezca el problema.

NIVELES DE APRENDIZAJE

Hemos visto en el capítulo anterior que el coaching es un proceso de aprendizaje,


pero este proceso de aprendizaje tiene tres niveles y unos resultados diferentes
según el nivel.
 El aprendizaje de primer nivel se basa en el plano de la acción, el individuo
se plantea qué es lo que debe hacer para llegar a un resultado.
 El aprendizaje de segundo nivel se basa en el plano del observador, es
decir, para cambiar las acciones hay que cambiar en primer lugar el tipo de
observador.
 El aprendizaje de tercer nivel se basa en actuar directamente en el núcleo
del observador.
 
Para el coaching los niveles de aprendizaje quedan encuadrados en sus propias
complejidades y en sistema donde interactúa, lo que hace que sea imprescindible
una observación amplia y multidimensional. Para ello se usan algunos modelos:
 La dinámica espiral de D. Beck y C. Cowan: examina las distintas formas de
pensar de las personas teniendo en cuenta la gran variedad de ideas y
formas de existir, identificando patrones comunes. Este modelo es una muy
buena herramienta de aprendizaje, permite entender desde qué forma de
pensamiento, valores y creencias se observa el mundo y a los demás.
 Los niveles lógicos de G. Bateson y los niveles neurológicos de R.Dilts: los
niveles de Bateson son entorno, comportamiento, capacidad, valores y
creencias, e identidad. Más tarde, Dilts añadió un nivel superior,
espiritualidad y propósito.

COACHING, ¿HERRAMIENTA O PROCESO?

El coaching es una herramienta para el desarrollo de las personas y de las


organizaciones que nos ayuda a descubrir nuevos caminos, otras formas de
enfrentarnos a los problemas y conseguir nuestros objetivos. El coaching como
herramienta implica una ayuda en un momento concreto.

Por otro lado, podemos considerar el coaching no solo como


herramienta, también como proceso, pero eso implica que el coaching es una
ayuda continuada.
El inicio de un proceso de coaching comienza estableciendo un objetivo, que es lo
que se quiere conseguir, y finaliza cuando el objetivo ha sido logrado. Mientras
esto se cumpla, un coach puede realizar varios procesos de coaching.

Por tanto, visto desde esta perspectiva, las herramientas hacen que se alcance la
meta final, ya que el proceso de coaching termina cuando se consigue el objetivo.
Estas herramientas son, por ejemplo, el análisis DAFO, la psicología positiva, la
ontología del lenguaje, las terapias de movimiento corporal y las técnicas de
respiración, entre otras.
 
El proceso de coaching consiste en una serie de pasos:
 Fijar la relación entre el coach y el coachee, basada en la confianza y la
confidencialidad.
 Definir las necesidades del coachee, analizar de forma clara el problema e
identificar el objetivo.
 Desarrollar un plan de acción, establecer los pasos a seguir, la metodología
y la frecuencia de las sesiones.
 Fijar las bases del seguimiento, medir los resultados del plan de acción
para cerciorarnos de que nos acercamos a la meta final.
 Retroalimentación entre coaching y coachee, comentar los resultados,
corregir y mejorar.

El éxito del proceso de coaching no se puede garantizar porque no depende solo


del coach y de las herramientas utilizadas, también depende del coachee.

LA VOLUNTAD EN EL PROCESO DE COACHING

La voluntad es requisito fundamental en el proceso de coaching. El coach hace


que el coachee desarrolle y refuerce por sí mismo su voluntad.

La voluntad puede fortalecerse si se entrena, y si se deja de entrenar se debilita,


por tanto, cada situación en la que sea necesario un esfuerzo de voluntad es una
oportunidad para trabajarla y mantenerla, y esto se consigue con esfuerzo,
dedicación y perseverancia.

Para alcanzar un objetivo es necesaria una voluntad distinta según la fase del
proceso, porque en cada momento se requiere una voluntad diferente y el papel
del coach también es distinto:
 Voluntad inicial: tener voluntad cuando se empieza algo, romper con la
inercia y la rutina. Ponerse en marcha hacia nuestro objetivo tomando
consciencia de lo que queremos. Esta voluntad inicial se refuerza con la
ayuda del coach, que ayuda a que el coachee decida si quiere actuar de
forma proactiva en la toma de sus decisiones o si quiere dejar la
responsabilidad en una tercera persona.
 Voluntad perseverante: cuando se quiere mantener para lograr el
objetivo. Se necesita constancia, empeño y firmeza para conseguir el
objetivo y la voluntad se va fortaleciendo a medida que se repite el esfuerzo
para conseguirlo. El coach ayuda a fortalecer esta voluntad solo con su
presencia o con el seguimiento de los planes de acción en el proceso de
coaching.
 Voluntad para superar inconvenientes: en el camino pueden surgir
inconvenientes y obstáculos que dificulten el avance y la consecución de
nuestro objetivo. Es difícil seguir cuando nos encontramos con este
problema y a veces tiramos la toalla. El coach ayuda a que estemos más
motivados porque hace que veamos los objetivos de forma más clara.
 Voluntad para superar frustraciones: gracias al coach, el coachee elige
cómo hacer frente a las circunstancias y puede desarrollar las ganas de
superación y reforzar su resiliencia.
 Voluntad para terminar bien la tarea: terminar lo que se empezó. La
voluntad de logro requiere constancia y trabajo continuo. El papel del coach
consiste en aportar exigencia, eficacia y eficiencia para que el coachee
reconozca sus criterios de acción y la utilidad que tienen.

RIESGOS DEL PROCESO DE COACHING

En un proceso de coaching siempre hay una serie de riesgos que nacen de la


relación entre el coach y el coachee, y estos riesgos pueden desequilibrar el
entendimiento entre ambos durante el proceso.

El principal riesgo que surge es cuando el coachee, después de descubrir en qué


tiene que mejorar y qué técnicas tiene que llevar a cabo para mejorar, empieza a
pensar que está haciendo las cosas bien desde el principio sin necesitar la ayuda
del coach.

Para evitar que esto ocurra el coach tiene que comunicar claramente al coachee
el camino que tiene que recorrer en la evolución y el proceso de mejora, que
consta de las siguientes fases:
 Dependencia: el coachee acude a los servicios del coach para mejorar
aspectos de su vida enfocándolos desde otro punto de vista más amplio y
completo. Coach y coachee crean una relación de confianza.
 Antidependencia: cuando el proceso ha avanzado, el coachee puede
llegar a pensar que las competencias necesarias ya las tiene asimiladas, y
cree que puede conseguir sus objetivos por él mismo.
 Autonomía: las competencias requeridas se obtienen a través del trabajo
continuo, en esta fase el contacto con el coach es menor porque el coachee
ha ganado seguridad en sí mismo y confianza.
 
Para evitar los riesgos en el proceso de coaching se necesita:
 Confianza: entre coach y coachee debe existir confianza mutua para que
haya progreso y desarrollo.
 Compromiso: a la hora de fijar objetivos cada vez más altos hay que
comprometerse con el proceso, y no quedarse solo en una simple relación.
 Sinceridad: la sinceridad es la base para una relación madura basada en la
confidencialidad.

ESCUCHA ACTIVA

La escucha activa es la habilidad para centrarse totalmente en lo que el cliente


dice y entender lo que desea, de forma que escucha sin prejuicios, asegurándose
de que entiende todo lo que le dice.

Mantener una conversación es fácil, a veces interrumpimos una conversación, nos


fijamos en otras cosas a la vez, pero lo difícil es estar escuchando totalmente y
demostrando que estamos escuchando. Esta es la competencia que tiene que
tener un buen coach.
 
Para desarrollar la escucha activa hay poner en práctica lo siguiente:
 No interrumpir a quien esté hablando.
 Responder con las mismas palabras que la otra persona te ha dicho, esto
demuestra entendimiento.
 Contestar a veces con preguntas que transmitan interés en lo que te están
contando, por ejemplo, ¿de verdad? ¿cómo lo has hecho?
 Intentar ponerse en la situación de la otra persona para entenderlo, hay
que ser empático.
 Mantener el contacto visual con la otra persona es importante, esto
transmite interés en lo que está contando.

El proceso de escucha activa consta de varias acciones: preparación, fijar la


posición y la mirada, hacer que el interlocutor sienta que lo estamos escuchando,
hacer hincapié en el lenguaje no verbal, obtener las principales ideas de lo que
nos cuentan y retroalimentar.

EMPATÍA

La empatía es la habilidad para entender los sentimientos, actitudes y


comportamientos de los demás y comprender qué circunstancias les afectan en
determinadas situaciones. Esto nos permite tener vínculos más fuertes con los
demás.

Todos tenemos nuestra propia visión de las cosas y, a veces, interpretamos las
actuaciones de los demás desde nuestro punto de vista sin pararnos a pensar qué
es lo que motiva a alguien a actuar de esa forma, sacamos conclusiones de forma
precipitada y poco objetiva. Aquí tiene importancia la empatía, que supone pensar
en los demás, prestar más atención a los detalles que aparentemente no tienen
importancia, pero puede ser importantes para una persona. Conforme se va
conociendo más a alguien será más fácil identificar sus estados de ánimo y
entender por qué están así y por qué reaccionan así antes determinadas
situaciones.

En el ámbito personal, la empatía influye positivamente en cualquier tipo de


relación favoreciendo el respeto, la sensibilidad, el compromiso y el afecto entre
las personas. en el ámbito profesional, ocurre lo mismo, también favorece el
respeto, el clima laboral, la motivación y el rendimiento en el trabajo. Y es muy
importante para las personas que tienen el rol de líder o que trabajan en equipo.

Para entender a los demás no solo basta con fijarnos en lo que dicen, también
tenemos que fijarnos en el lenguaje corporal. El cuerpo, la postura, la mirada, los
gestos, etc., transmiten mucho más que las palabras.

Pero tener empatía no significa que estemos de acuerdo siempre con la otra
persona en todo lo que hace y lo que dice, sino entenderlos y respetarlos sin
juzgarlos, aunque no estemos de acuerdo con sus actuaciones.
 
¿Cómo conseguir ser empático? Para mostrarnos empáticos debemos seguir una
serie de reglas como:
 Intentar entender el por qué los demás actúan así.
 Ser objetivo y neutro, sin prejuicios.
 Mirar a los ojos cuando hablas con alguien y sonreír.
 Escuchar de forma activa y mostrar interés.
 Prestar atención al lenguaje corporal para identificar sus sentimientos.
 Asegurarse de que entiendes bien lo que la otra persona te cuenta,
haciéndole preguntas abiertas, por ejemplo.
 Hacer ver a la otra persona que la entiendes.
 No adelantarte a dar consejos antes de que los demás te lo pidan.
 Dar tu opinión de forma constructiva y sin hacer daño a los demás.
 Transmitir positividad a la otra persona, terminar la conversación de forma
positiva.
VIDEO: https://youtu.be/Ae1lIzuoFCc

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