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I.

INTRODUCCION
II. OBJETIVOS
III. BASES TEORICAS
IV. MARCO TEORICO

3.1. Alimentación y nutrición de un niño de 1 año


En esta etapa es cuando se establecen de forma definitiva los hábitos alimentarios. El
niño o la niña se incorporarán poco a poco a la dieta familiar. Es importante que el
momento de las comidas sea compartido en un ambiente positivo, sirviendo la familia
de modelo a seguir. Este periodo se caracteriza por ser una etapa de transición entre la
fase de crecimiento muy rápido, propia del lactante, y el periodo de crecimiento estable
posterior, por lo que las necesidades de energía serán muy variables y es recomendable
respetar, en la medida de lo posible, la sensación de saciedad o de hambre expresada por
los propios niños o niñas.
3.1.1Proceso:
En esta etapa la velocidad de crecimiento disminuye, lo que produce un descenso
relativo de las necesidades nutricionales, y una disminución fisiológica del apetito. La
erupción dentaria y la madurez de las funciones bucales, permiten que el niño(a) esté en
condiciones de comer una alimentación de mayor consistencia, primero molida con
tenedor y luego picada y en trozos, blanda. Solamente cuando el niño(a) tiene todos los
molares (después de los 2 años) está en condiciones de masticar adecuadamente
alimentos enteros, los que deben ser incorporados paulatinamente. Es recomendable a
esta edad que el niño(a) coma con sus propias manos y también es importante enseñarle
a beber de un vaso, para hacerse autosuficiente. En esta etapa se debe incorporar el uso
de cepillo de dientes, sin pasta dental, para el aseo bucal.
3.1.2 Leche materna
En esta etapa se puede continuar con lactancia materna, complementándola con
alimentos sólidos. La leche es un alimento muy importante para satisfacer las
necesidades diarias de vitamina D de los bebés, desde 1 año hasta los 3 años, las
necesidades de calcio son muy elevadas y la leche es la principal fuente de este calcio
de la dieta diaria. A partir de los seis primeros meses, la leche materna no satisface por
completo las necesidades nutricionales del niño; por tal razón, es necesario introducir
alimentos diferentes a la leche materna en la dieta del bebé.
Se deben consumir de 3 a 4 raciones diarias (500-700 ml) de leche . Aparte de la leche,
es importante ofrecer una variedad de alimentos nuevos al bebé. Se debe vigilar la
calidad de los alimentos y no tanto las cantidades. Es importante que los bebés coman
diariamente cereales, ya que le provee hierro, coman 2 porciones de vegetales crudos o
cocidos, una porción de fruta, 50 a 100 gr de carne, y que se siente en la mesa con la
familia, por lo menos una vez al día. (Flores-Huerta et al., 2006).

3.1.3 Presentación y texturas


Cuando al niño le salgan los primeros dientes, los alimentos pueden ser de mayor
consistencia, pero durante el primer año es mejor no añadir sal ni azúcar a ninguna
comida, es preferible la preparación de la fruta natural o las cocciones del alimento a
introducir, sin adicionar otros alimentos Las presentaciones más apropiadas son las
jugosas y de fácil masticación (sopas, purés, guisos con poca grasa, croquetas, tortillas).
Para el primer año se recomienda, primero, dar la comida en forma de purés, papillas,
picados y trocitos Se deben utilizar técnicas culinarias suaves (cocido, vapor, , papillote,
microondas y rehogados con poco aceite). Se pueden emplear con moderación
condimentos suaves (ajo, cebolla, hierbas aromáticas...). Evitar fritos y salsas
complicadas o pre-elaboradas. Se incluirán alimentos de textura más gruesa
comenzando con alimentos aplastados con el tenedor para ir cambiando a troceado
pequeño. (Hernández-Aguilar, 2006).

3.1.3. Horarios:
Desde el año de edad, el niño(a) debe paulatinamente incorporarse a los hábitos y
características de la alimentación familiar, respetando sus necesidades de alimentación y
ciclo sueño-vigilia. Este momento debe constituir una experiencia de socialización
positiva, sin reproches, castigos o imposiciones; es importante evitar manifestaciones
negativas ya que esto puede influenciar las preferencias del niño(a). Es aconsejable
incorporar cuatro tiempos de comida principales durante el día, desayuno, almuerzo, y
cena.
3.1.4 Alimentación sólida
Se recomienda por ejemplo ofrecer ensalada de verduras en los tiempos de almuerzo y
cena desde los 12 meses, preferir el agua para la sed, ofrecer pescado al menos 1 vez a
la semana e incorporar legumbres dos veces a la semana, fomentando una alimentación
saludable y evitando las golosinas dulces y saladas azúcares, grasas saturadas o calorías
(energía) ya que estos alimentos generan rechazo de las comidas regulares y se asocian
a obesidad, , desarrollo de enfermedades no transmisibles, y caries dentarias, entre otros

 3.1.4.1 Carnes. En esta etapa, las necesidades de hierro son elevadas para el
desarrollo intelectual y las carnes aportan hierro de fácil absorción. La carne
aporta proteínas de calidad y cinc necesario para el crecimiento de los tejidos;
además de vitamina B12, necesaria para la formación de las células de la sangre
y para el desarrollo del sistema nervioso. En esta edade lo ideal son carnes de
sabor suave como pollo, pavo, cerdo, conejo o ternera. Se recomienda limitar el
consumo de embutidos y eliminar la piel de las aves y la grasa visible. Se
recomienda consumir carne de tres a cuatro veces a la semana (raciones de 40-
60 gr). Cuando se introduzca por primera vez, a los 6 meses, conviene empezar
con 10 o 15 gr y aumentar de forma progresiva hasta los 40 gr al año de edad.
 3.1.4.2 Pescado. El pescado es también fuente de proteínas de calidad. Destaca
su aporte en vitaminas solubles en grasa como las vitaminas A y D, que se
concentran en las partes más grasas (músculos e hígado) y vitamina B12, entre
las vitaminas hidrosolubles. Aporta además yodo, fósforo, hierro, magnesio y
selenio. Tiene especial importancia por ser la principal fuente de ácidos grasos
poliinsaturados Omega 3, que son lípidos estructurales necesarios para el
desarrollo del sistema nervioso central y de la retina. Se recomienda consumir
más pescado que carne, tomando cuatro raciones a la semana y preferiblemente
pescados magros como lenguado, merluza, pescadilla, gallo... El pescado no
debe introducirse antes del año de edad y las raciones deben ser de 50 a 70 gr,
aumentando 10 gr por año. Es muy importante ofrecer el pescado siempre libre
de espinas.
 3.1.4.3 Grasas vegetales. Aunque todos los tipos de grasas son necesarias para
el correcto funcionamiento del organismo, debe priorizarse el consumo de grasas
monoinsaturadas como las que provienen de aceites vegetales. La mejor es el
aceite de oliva, aunque son adecuadas todas las grasas vegetales, excepto las de
coco y palma.
 3.1.4.4 Huevo. La proteína de la clara del huevo, además de ser fácil de
digerir, contiene todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita y
en la proporción óptima, lo que la sitúa como la proteína de mayor valor
biológico, esto es, la que mejor se adapta a nuestras necesidades nutricionales.
El huevo aporta además vitaminas del grupo B, y vitaminas A, D, E y K.
Además, aporta hierro, fósforo, cinc, yodo, manganeso y selenio. Se recomienda
un consumo de 3 huevos a la semana, preparado en tortilla, pasado por agua o
cocido.
 3.1.4.5 Frutas y verduras. Esta etapa es un buen momento para acostumbrar a
los niños al consumo diarios de frutas y verduras. La verdura puede tomarla
tanto cruda como cocida. Lo ideal es jugar con las texturas y colores de estos
alimentos para llamar su atención y que aprendan a comerlos. Las frutas y
verduras son fuente importante potasio o magnesio, de vitaminas como la C, la
A o la B y de fibra. Se recomienda consumir 2 ó 3 piezas pequeñas de fruta cada
día, eligiéndolas maduras, ya que son más fáciles de digerir. En cuanto a la
verdura el consumo recomendado es de 2 ó 3 raciones diarias.
 3.1.4.6 Legumbres. Son ricas en vitaminas y minerales, aportan hidratos de
carbono de absorción lenta, no tienen grasa, son baratas, ricas, variadas y
permiten la elaboración de una gran variedad de platos. Mezclándolas en puré
con carne, pescado o arroz se obtiene platos muy nutritivos y completos para los
niños y que, además, son fáciles de comer. Se recomienda consumir legumbres
de 2 a 3 veces a la semana, en raciones de 30 o 40 gr si van como plato principal
o de 20 gr si van como guarnición.
 3.1.4.7 Cereales y pastas. Aportan gran cantidad de energía por la cantidad de
hidratos de carbono que contienen. Son ricos en proteínas, vitaminas del grupo
B y fibra. Por ello, son considerados los alimentos más completos después de la
leche. Deben formar parte de la alimentación diaria de los niños. Dar los
cereales en papilla es una buena opción. Se recomienda consumir entre 4 y 6
raciones diarias.
Imagen n1 Ejemplo de menú diario

desayuno Media mañana Comida Merienda Cena

Media taza de Un yogur Media taza de 30 gr de queso Media taza de pasta


leche ensalada fresco con queso rallado
de vaca entera de zanahoria
cocida
y tomate con aceite
de oliva

60 - 120 gr. de Media rebanada 80 - 100 gr. de Media taza de pera Tortilla francesa
cereales de pan integral pollo cortada en cubitos de un huevo
sin azúcar a la plancha

Media taza de Media taza de Media taza de Media rebanada 60 - 100 gr. de
manzana pera arroz de pan integral espinacas
cortada en cortada en cubitos con calabacín rehogadas con
cubitos a la plancha aceite

3.1.5 Ejercicio físico


- Se debe promover la realización de actividades que impliquen movimiento de grandes
grupos musculares.
- Llevar a los niños a lugares seguros que faciliten la actividad física, procurando que
no permanezcan inactivos por periodos prolongados.
- Los menores de 2 años no deben ver la televisión y, los mayores no deberían hacerlo
más de 2 horas al día.
- Deben dormir a esta edad al menos 11 horas al día

3.2. Alimentación y nutrición de un niño de 2 años


se encuentra en una etapa en la que su crecimiento y desarrollo de huesos, dientes y
músculos es constante, y es por eso que la energía de los alimentos deberá ser suficiente
para asegurar su sano crecimiento. Tu pequeño en esta fase necesita una leche diseñada
para proporcionar una cantidad más equilibrada de grasas, sobre todo de DHA.

Los bebés de 24 a 36 meses ya quieren hacer casi todos solos. Se sienten independiente,
forman oraciones con sujeto y predicado y hacen preguntas sobre todo lo que ven.
Aprovecha los momentos con él para preguntarle lo que ve y lo que siente.
A partir de los 2 años de edad el niño hace 4 comidas al día (desayuno, comida,
merienda y cena) y en algunos casos puede tomar un suplemento lácteo en forma de
leche con galletas antes de acostarse.

Niños de 2 a 3 años
1000 kcal basales - Puede ser necesario aumentar en hasta 200-350 Kcal esta
recomendación en función de que el niño realice una actividad física leve (1200 Kcal),
moderada (1250Kcal) o alta (1350 Kcal).

3.2.1 Dieta adecuada para niños de 2 años


Entre los 2 y los 3 años de edad, los niños empiezan a tener la capacidad de morder y
masticar, gracias a que les salen los segundos molares de su dentadura de leche. En esta
etapa, ya se puede añadir algunos trocitos de carne, de verduras o de frutas a sus papillas
y purés. Es importante que los niños aprendan a masticar para que adquieran buenos
hábitos alimenticios.

A estas edades, es muy normal que algunos niños deseen imitar a sus padres intentando
comer con los cubiertos. Al principio les será difícil con lo que necesitarán los dedos de
las manos para agarrar los alimentos.

La dieta de un niño de 2 años, suele incluir carne, cereales, legumbres, huevo, pescado,
leche y derivados, etc. Se recomienda el consumo de medio litro de leche al día, que su
desayuno sea completo, es decir, con leche, pan y fruta, y que se eviten alimentos
azucarados, grasos y calóricos, como forma de prevenir la obesidad infantil.

En cuanto a los hábitos de alimentación, a estas edades, se debe compartir mesa y


comida con ellos. Es importante que el momento de la comida o la cena, sea un
encuentro familiar de comunicación. También es recomendable que se fomente la
higiene de los dientes, con un cepillado tras las comidas principales. Los padres deben
dar el ejemplo.
3.2.2 porcentaje de calorías por día
Desayuno 25% del aporte calórico del día
Comida 30% del aporte calórico del día
Merienda 15% del aporte calórico del día
Cena 30% del aporte calórico del día

Hay que estar atento para evitar a que el niño no adquiera conductas alimenticias
caprichosas y monótonas con preferencia para unos alimentos y aversión a otros. Eso
puede provocar una alimentación carencial en sustancia nutritiva. Una dieta equilibrada,
variada y completa aporta al niño lo que él necesita.
3.2.3 Necesidades nutricionales diarias
Calorías.......................... 1.300-1.400 Kcal/día
Proteínas........................ 30-40 grs/día
Hidratos de carbono....... 130-180 grs/día
Grasa.............................. 45-55 grs/día
3.2.4 Requerimientos nutricionales
En esta etapa de vida la cantidad de energía y nutrientes que necesita nuestro organismo
son importantes para conseguir y mantener un adecuado estado nutricional, asegurar un
crecimiento y desarrollo adecuado, además de prevenir la aparición de enfermedades.
Los requerimientos son variables en cada individuo, de acuerdo a su edad, sexo, talla,
peso, nivel de actividad y estado fisiológico.
Energía
Las necesidades calóricas bajan, pero las proteicas, sin embargo, aumentan por el
crecimiento de los músculos y otros tejidos. Es preciso tener en cuenta que las
recomendaciones se basan en estimaciones donde la edad es la principal variable
aglutinadora, pero existen otros variables como las antropométricas, además del entorno
sociocultural en que nos encontremos, y que no son tomadas en cuenta.
Por ello, las necesidades energéticas serán individualizadas y dependerán del gasto
calórico demandado por el crecimiento, el metabolismo basal de las funciones
fisiológicas y la actividad física. Incidiendo en que esta es una etapa de crecimiento,
donde la fase de anabolismo es trascendental, y se demanda una gran cantidad de
energía.
Siguiendo las indicaciones del Comité de Nutrición de la Asociación Española de
Pediatría recogidas en el Manual Práctico de Nutrición Pediátrica podemos indicar que
las Recomendaciones Diarias de Administración (RDA) para un niño de 2 a 3 años se
estiman desde 1.000 Kcal/ dia si es sedentario a 1.400kcl / dia
Carbohidratos
Su aporte, en esta etapa de crecimiento, debe aumentan entorno al 50-55% como base
energética (4 kcal/ g), en decremento de las grasas. Sus necesidades, para ambos sexos,
serán por tanto 130 g/día.
Es conveniente que los azúcares simples mono y disacáridos (glucosa, fructosa y
sacarosa) no superen el 10%. El 90% restante de los carbohidratos serán complejos y
por lo tanto de absorción lenta (almidón y fibra dietética) aumentado por ello el
consumo de cereales, legumbres, verduras, hortalizas y frutas. Está comprobado
científicamente que una temprana y regulada ingesta de todos estos últimos alimentos
servirá para disminuir el índice glicémico sanguíneo, previniendo con ello
enfermedades crónicas en la etapa madurez como son: diabetes, obesidad, hipertensión,
cáncer de colon, enfermedades cardiovasculares.
Proteínas
Los requerimientos para este macronutriente en la etapa de preescolar son de entre 10-
15 % de las calorías (4 Kcal/ g de proteína). Inicialmente de los 1 a 3 años esta debe de
ser de 1,1 g/kg/día (13 g/día), disminuyendo a 0,95 g/kg/día hasta la adolescencia (34
g/día).
Respecto a las proteínas de origen animal indicar que la albúmina de huevo es el
alimento de mayor calidad proteica seguida de la caseína de la leche, ya que contienen
la mayor cantidad y calidad de aminoácidos esenciales; treonina, metionina, lisina,
valina, leucina, isoleucina y fenilalanina, sin olvidar el valioso triptófano. Además del
aminoácido histidina que para esta etapa de desarrollo está considerado como
aminoácido esencial.
Respecto a las proteínas de origen vegetal (cereales y legumbres) indicar que son de
menor calidad proteica que las de origen animal, pero son ricas, respectivamente, en
metionina (precursor de la cisteína) y lisina.
Grasas
A partir de los 2 años de vida (nunca antes) se recomienda reducir la ingesta total de
grasas hasta un mínimo de 30% del total de calorías, ya que dietas con muy bajo
contenido en grasas están asociadas a un retraso en el crecimiento. Aparte de energía (9
kcal/g), las grasas también nos van aportar vitaminas liposolubles, ácidos grasos
esenciales y colesterol.
La distribución debe ser un 10% para grasas saturadas (de origen animal; mantecas y de
origen vegetal: margarinas y mantequillas, que sin son de origen animal tendrá un
potencial aterogénico, por ello no se sobrepasará el porcentaje mencionado. Pero no
podemos olvidar, que también nos aportará el valioso colesterol, (aporte máximo <300
mg/día), precursor de hormonas esteroideas, vitaminas y ácidos biliares, sin olvidar que
también aporta plasticidad a todas las membranas celulares.
Otro 10% será para las valiosas grasas monoinsaturadas, como es el caso del ácido
oleico, presente en nuestro aceite de oliva, base de la saludable dieta mediterránea.El
10% restante será para las grasas poliinsaturadas (PUFA), ambos grupos son fuente de
los famosos ácidos grasos de cadena larga (precursores de prostaglandinas,
tromboxanos y leucotrienos, partículas que previenen enfermedades cardiovasculares)
como es el caso dellinoléico presente en huevos y aceites vegetales cuyo aporte
recomendado es de entre1-2%, y por último el linolénico presentes en el pescado azul,
aunque no podemos olvidar que dicho contenido de linolénico depende de la estación de
año, en que sea realizada la captura para la sardina, atún, caballa, salmón.
Vitaminas
Como fuente de Vitaminas Liposolubles (K, A, D, E) se debe fomentar el consumo de
germen de cereales, hortalizas y verduras de hoja verde, los aceites de origen vegetal,
los productos lácteos no desnatados y yema de huevo en particular para la vitamina E.

Respecto a las Vitaminas Hidrosolubles (Complejos B y C) las encontramos


principalmente en el germen de cereales e hígado. Así como en particular en la yema de
huevo para la vitamina B7 y en los cítricos para la, antioxidante, vitamina C.
Minerales
Divididos en dos tipos: Macroelementos y Elementos trazas.
Macroelementos
Calcio: El calcio es un mineral que el cuerpo necesita para formar y mantener huesos
fuertes y llevar a cabo muchas funciones importantes. El calcio es el mineral más
abundante en el organismo. Casi todo el calcio se almacena en los huesos y los dientes,
lo que les da estructura y rigidez. La cantidad diaria de calcio que necesita dependerá de
su edad y sexo Niños de 1 a 3 años requieren 500 - 700 mg de calcio
Fósforo: sus necesidades diarias serán similares a las del calcio, de 450-500 mg/día.
Electrolitos: Sodio el estudio de los aportes en el Proyecto STRIP, indican una
valoración a los 2- 3 años de edad de 1.900 mg ± 527 mg, indicando que a medida que
iba aumentado la edad había aumentado el consumo de sal de mesa. En cuanto al
Magnesiolas RDA entre 1 y 3 años sería de 80 mg/día, alimentos ricos en magnesio son
las legumbres, chocolate, y cereales.
Elementos traza
Divididos, a su vez, en otros dos tipos: Microelementos (RDA: mg/día) y Elementos
trazas (RDA: ⟨g/día).
Microelementos
Hierro: sus requerimientos rondan entre 7-10 mg/día. Como alimentos recomendados
fuente de este mineral se aconseja la ingesta de carne, huevo, legumbres y cereales.
Indicar que el hierro de cereales y legumbres se absorbe peor y esta absorción puede
mejorar si conjuntamente se ingiere vitamina C.
Zinc: las recomendaciones diarias en esta etapa de crecimiento rondan los 10 mg. Dicho
mineral es necesario para el anabolismo muscular lo encontramos principalmente en
carne roja.
Flúor: sus requerimientos están entre 0,9 y 1 mg/día, su aporte vendrá a través del agua.
Sus depósitos serán esmalte y hueso.
Cobre: las recomendaciones diarias serán superiores a 0,1 mg. Esencial para
mineralización del esqueleto, sistema nervioso, inmune, coagulación y metabolismo de
la glucosa y el colesterol.
Oligoelementos

Yodo: los requerimientos diarios serán de 200 ⟨g de 1-3 años, y de 300 ⟨g de 4-8años.
Su aporte se realizará a través de la sal común yodada.

Selenio: los requerimientos diarios serán de 20 ⟨g de 1-3 años, y de 30 ⟨g de 4-8años,


con función antioxidante y que se puede encontrar en las carnes rojas

3.3. Alimentación y nutrición de un niño de 3 años

3.3.1. Características de esta etapa


• Cambio negativo en el apetito y en el interés por los alimentos.
• Pueden realizar un gran ingreso energético en unas comidas en detrimento de otras, con un
consumo calórico global normal.
• Período madurativo: rápido aprendizaje del lenguaje, de la marcha y de la socialización.
• A los 3 años, madurez de la mayoría de los órganos y sistemas, similar al adulto.
• Necesidades calóricas bajas por desaceleración del crecimiento.
• Aumento de las necesidades proteicas, por el crecimiento de los músculos y otros tejidos.
• Aumento de peso entre 2 a 2,5 kg por año.

3.3.2. Factores condicionantes de la alimentación de la edad preescolar

En la etapa preescolar, los niños inician el control de sí mismos y del ambiente, empiezan a
interesarse por os alimentos, a preferir algunos de ellos, a ser caprichosos con las comidas, a
tener poco apetito, a ser monótonos.
En la elección de alimentos, influyen factores genéticos, aunque tiene mayor importancia los
procesos de observación e imitación. Además de la familia, adquiere cada vez mayor
importancia la influencia ejercida por los comedores de los centros educativos. La
incorporación a la escuela conlleva, además, la independencia de los padres, la influencia de los
educadores y de otros niños en todos los ámbitos, incluido el de la alimentación, especialmente,
en aquellos que acuden al comedor escolar. Con el aumento de la edad, el apetito se recupera y
tienden a desaparecer las apetencias caprichosas.
En el apetito influyen otros factores, como la disminución de las necesidades energéticas, debido
al menor gasto en el metabolismo basal y a un crecimiento más lento. A esta edad, los niños son
capaces de responder a señales internas de apetito y saciedad, y no a señales externas (horario de
comidas, “lo que se debe comer en cada momento”). El niño tiene una gran capacidad para
ajustar su ingestión en respuesta a la densidad energética de los alimentos administrados.
Existen evidencias de que cuando los padres controlan excesivamente la alimentación de sus
hijos, estos tienen una peor regulación de su ingesta calórica, por lo que el control familiar
rígido, coercitivo o estricto de la dieta de los niños es un factor negativo para su respuesta a la
densidad calórica. Por tanto, el sistema de premios y recompensas para que el niño coma, podría
actuar negativamente sobre la regulación de la ingesta energética.
Por ello, es recomendable un ambiente familiar no represivo con el fin de conseguir una
adecuación de la ingesta a las necesidades. Una conducta positiva y proactiva por parte de los
padres (por ejemplo, preparando la comida juntos) en estas edades se asocia al establecimiento
de hábitos de vida saludables.
Los objetivos de la alimentación del niño en edad preescolar son asegurar un crecimiento y
desarrollo adecuados, teniendo en cuenta su actividad física y promover hábitos alimentarios
saludables para prevenir enfermedades nutricionales a corto y largo plazo (Villares, J. et al,
2015)
Una malnutrición, ya sea por escaso aporte o por aumento de necesidades, puede suponer un
pobre crecimiento del niño.
3.3.3. Requerimientos nutricionales
Las necesidades de energía y nutrientes están condicionadas por sus necesidades basales y el
grado de actividad física, muy variable a partir de esta edad.
Los patrones de alimentación y las necesidades de nutrientes durante la niñez van a estar
condicionados por las necesidades metabólicas basales, así como por el ritmo de crecimiento
y el grado de actividad física, junto al desarrollo psicológico.
3.3.3.1. Energía
Las necesidades calóricas bajan, pero las proteicas, sin embargo, aumentan por el crecimiento de
los músculos y otros tejidos. Es preciso tener en cuenta que las recomendaciones se basan en
estimaciones donde la edad es la principal variable aglutinadora, pero existen otros variables
como las antropométricas, además del entorno sociocultural en que nos encontremos, y que no
son tomadas en cuenta.
Por ello, las necesidades energéticas serán individualizadas y dependerán del gasto calórico
demandado por el crecimiento, el metabolismo basal de las funciones fisiológicas y la actividad
física. Incidiendo en que esta es una etapa de crecimiento, donde la fase de anabolismo es
trascendental, y se demanda una gran cantidad de energía.
Siguiendo las indicaciones del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría
recogidas en el Manual Práctico de Nutrición Pediátrica, podemos indicar que las
Recomendaciones Diarias de Administración (RDA) para un niño de 2 a 3 años se estiman desde
1.000 Kcal si es sedentario a 1.400 Kcal si es activo.
En la ingesta energética intervienen principalmente 2 factores: el volumen alimentario y la
densidad energética de la dieta. La capacidad de acomodar la dieta a las necesidades energéticas
mediante cambios en el volumen alimentario y, sobre todo, en la densidad energética, es ya
constatable en el niño desde edades tempranas.
3.3.3.2. Proteínas
Las proteínas cumplen principalmente un papel en el crecimiento y en el mantenimiento de la
estructura corporal. Los requerimientos de proteínas en esta etapa de preescolar son de entre 10-
15 % de las calorías (4 Kcal/ g de proteína). Inicialmente de los 1 a 3 años esta debe de ser de 1,1
g/kg/día (13 g/día), disminuyendo a 0,95 g/kg/día hasta la adolescencia (34 g/día).
Respecto a las proteínas de origen animal indicar que la albúmina de huevo es el alimento de
mayor calidad proteica seguida de la caseína de la leche, ya que contienen la mayor cantidad y
calidad de aminoácidos esenciales; treonina, metionina, lisina, valina, leucina, isoleucina y
fenilalanina, sin olvidar el valioso triptófano. Además del aminoácido histidina que para esta
etapa de desarrollo está considerado como aminoácido esencial.
Respecto a las proteínas de origen vegetal (cereales y legumbres) indicar que son de menor
calidad proteica que las de origen animal pero son ricas, respectivamente, en metionina
(precursor de la cisteína) y lisina.
3.3.3.3. Grasas
La grasa en una fuente importante de energía, soporte para trasportar vitaminas liposolubles y
proveedor de ácidos grasos esenciales (a-linolénicoomega 3, y linoleico-omega 6). La ingesta
total de grasa debe estar entre el 30-35% de la ingesta de energía para niños de 2 a 3. Los ácidos
grasos esenciales deberían constituir el 3% del total de la ingesta de energía diaria y las grasas
saturadas menos del 10% del total. El consumo de colesterol debe ser menor de 300 mg/día y la
ingesta de grasas trans debe ser lo más baja posible.
A partir de los 2 años de vida (nunca antes) se recomienda reducir la ingesta total de grasas hasta
un mínimo de 30% del total de calorías, ya que dietas con muy bajo contenido en grasas están
asociadas a un retraso en el crecimiento.
Aparte de energía (9 kcal/g), las grasas también nos van aportar vitaminas liposolubles, ácidos
grasos esenciales y colesterol.
La distribución debe ser un 10% para grasas saturadas (de origen animal; mantecas y de origen
vegetal: margarinas y mantequillas, que sin son de origen animal tendrá un potencial
aterogénico, por ello no se sobrepasará el porcentaje mencionado. Pero no podemos olvidar, que
también nos aportará el valioso colesterol, (aporte máximo <300 mg/día), precursor de hormonas
esteroídeas, vitaminas y ácidos biliares, sin olvidar que también aporta plasticidad a todas las
membranas celulares.
Otro 10% será para las valiosas grasas monoinsaturadas, como es el caso del ácido oleico,
presente en nuestro aceite de oliva, base de la saludable dieta mediterránea (Comidas a base de
vegetales, con sólo pequeñas cantidades de carne de res y pollo)
El 10% restante será para las grasas poliinsaturadas, ambos grupos son fuente de los famosos
ácidos grasos de cadena larga (precursores de protaglandinas, tromboxanos y leucotrienos,
partículas que previenen enfermedades cardiovasculares) como es el caso del linoico, presentes
en huevos y aceites vegetales cuyo aporte recomendado es de 1 a 2 %.
3.3.3.4. Hidratos de carbono y fibra
Los hidratos de carbono son una importante fuente de energía y soporte para el transporte de
vitaminas, minerales y elementos traza. Una ingesta adecuada de carbohidratos contribuye a una
ingesta suficiente de fibra, hierro, tiamina, niacina, riboflavina y ácido fólico.
Su aporte, en esta etapa de crecimiento, debe aumentan entorno al 50-55% como base energética
(4 kcal/ g), en decremento de las grasas. Sus necesidades, para ambos sexos, serán por tanto 130
g/día. Es conveniente que los azúcares simples mono y disacáridos (glucosa, fructosa y sacarosa)
no superen el 10%. El 90% restante de los carbohidratos serán complejos y por lo tanto de
absorción lenta (almidón y fibra dietética) aumentado por ello el consumo de cereales,
legumbres, verduras, hortalizas y frutas. Está comprobado científicamente que una temprana y
regulada ingesta de todos estos últimos alimentos servirá para disminuir el índice glicémico
sanguíneo, previniendo con ello enfermedades crónicas en la etapa madurez como son: diabetes,
obesidad, hipertensión, cáncer de colón, enfermedades cardiovasculares.

Dentro de este grupo, se encuentra la fibra dietética, de gran importancia para el funcionamiento
del tubo digestivo, pero también para regular los niveles de glucemia y reducir la absorción del
colesterol de la dieta. La ingesta óptima de fibra en mayores de 2 años sería el equivalente a la
edad, en años, más 5 a 10 g por día (máximo 30 g por día).
3.3.3.5. Vitaminas
Como fuente de Vitaminas Liposolubles (K, A, D, E) se debe fomentar el consumo de germen de
cereales, hortalizas y verduras de hoja verde, los aceites de origen vegetal, los productos lácteos
no desnatados y yema de huevo en particular para la vitamina E.
Respecto a las Vitaminas Hidrosolubles (Complejos B y C) las encontramos principalmente en el
germen de cereales e hígado. Así como en particular en la yema de huevo para la vitamina B7 y
en los cítricos para la, antioxidante, vitamina C.
3.3.3.6. Minerales
Divididos en dos tipos: Macroelementos y oligoelementos.
A) Macroelementos
 Calcio: las recomendaciones diarias hasta los 3 años de vida corresponden a 500 mg, y
de los 3 a los 8 años los requerimientos diarios se incrementan hasta 800 mg. Será
principalmente a través de una ingesta de 500 ml de leche o sus derivados, el alimento
que nos aportará este mineral necesario para cubrir el crecimiento óseo.
 Fósforo: sus necesidades diarias serán similares a las del calcio, de 450-500 mg/día.
 Electrolitos: Sodio el estudio de los aportes en el Proyecto STRIP [13], indican una
valoración a los 3 años de edad de 1.900 mg ± 527 mg, indicando que a medida que iba
aumentado la edad había aumentado el consumo de sal de mesa. En cuanto al Magnesio
las RDA entre 1 y 3 años sería de 80 mg/día.
B) Microelementos
 Hierro: sus requerimientos rondan entre 7-10 mg/día. Como alimentos recomendados
fuente de este mineral se aconseja la ingesta de carne, huevo, legumbres y cereales. Hay
que indicar que el hierro de cereales y legumbres se absorbe peor y esta absorción puede
mejorar si conjuntamente se ingiere vitamina C.
 Zinc: las recomendaciones diarias en esta etapa de crecimiento rondan los 10 mg. Dicho
mineral es necesario para el anabolismo muscular lo encontramos principalmente en
carne roja.
 Flúor: sus requerimientos están entre 0,9 y 1 mg/día, su aporte vendrá a través del agua.
 Cobre: las recomendaciones diarias serán superiores a 0,1 mg. Esencial para
mineralización del esqueleto, sistema nervioso, inmune, coagulación y metabolismo de la
glucosa y el colesterol.
C) Oligoelementos
Selenio: Los requerimientos diarios serán de 20 g.
Yodo: Los requerimientos diarios serán de 200 g.
3.3.4. Características de una dieta saludable
Los objetivos de una dieta saludable son: cubrir las necesidades que permitan un correcto
crecimiento y desarrollo e instaurar hábitos alimentarios saludables que eviten la aparición de
enfermedades crónicas en la edad adulta.
Una dieta saludable es aquella que tiene una proporción de alimentos que se ajusta a la
distribución contemplada en la dieta equilibrada en término de nutrientes. Además, los alimentos
que la integran son aptos para el consumo desde el punto de vista de la higiene y la seguridad
alimentaria y su forma de preparación y presentación es respetuosa con la cultura, la tradición y
otras características de quien la consume.
3.3.5. Recomendaciones dietéticas generales
Se debe incluir a diario alimentos de todos los grupos:
A) Leche y derivados
• Ingesta de 500-1.000 ml / día.
B) Carnes, pescados, huevos y legumbres
• Preferibles las carnes y pescados magros.
• Evitar la grasa visible, la piel de las aves de corral y los sesos por su alto contenido graso.
• Se aconseja el consumo de pescado frente a la carne por su menor contenido energético
y su mejor perfil graso.
• Limitar el consumo de embutidos (ricos en grasa saturada, colesterol y sal).
• Huevos no más de uno al día y de tres a la semana.
• Promover el consumo de legumbres.
C) Cereales
• Se incluyen en este grupo los cereales fortificados o integrales (más aconsejables),
el gofio, el pan y las pastas.
• Base de la pirámide de los grupos de alimentos en una dieta equilibrada.
• Altamente recomendables en la alimentación diaria de los niños.
D) Frutas, verduras y hortalizas
• Incluir cada día frutas maduras (2-3 piezas) y verduras frescas si es posible.
• Almacenar las verduras donde no les den la luz ni el aire (refrigerador o bodega).
• Se aconseja ser lavadas enteras sin dejarlas en remojo, para evitar la difusión de nutrientes al
agua de lavado.
• Deben pelarse para evitar contaminantes.
• La cocción se realizará con el mínimo de agua o bien al vapor, en el menor tiempo posible y
sin luz ni aire (recipiente con tapadera u olla a presión).
V. CONCLUSIONES
-Para finalizar podemos concluir, indicando que las Recomendaciones Diarias Alimenticias
(RDA) a partir de los 2 años son muy diferentes respecto a la etapa de lactante, el aporte se
balancea hacía los carbohidratos en un 50%, en decremento de grasas <30% y proteínas.
Además, la preparación e incorporación de nuevos ingredientes a los platos diarios es ya una
constante, obteniendo nuevas y atractivas características organolépticas, para conseguir una dieta
equilibrada y saludable. Para ello, se seguirá una pauta de 3 comidas, con 2 intermedias de
menor cantidad, y donde el desayuno ya tendrá una merecida importancia. Además debemos
indicar que el educador a través de la EpS debe trasmitir e inculcar, desde esta temprana edad,
hábitos de vida saludable a través de la alimentación infantil. Ya que esta dieta infantil será la
base de una etapa adulta saludable, pue es en la etapa infantil donde se fraguan futuras patologías
como diabetes, cáncer de colon e hipertensión.
Para finalizar podemos concluir, indicando que las Recomendaciones Diarias Alimenticias
(RDA) a partir de los 2 años son muy diferentes respecto a la etapa de lactante, el aporte se
balancea hacía los carbohidratos en un 50%, en decremento de grasas <30% y proteínas.
Además, la preparación e incorporación de nuevos ingredientes a los platos diarios es ya una
constante, obteniendo nuevas y atractivas características organolépticas, para conseguir una dieta
equilibrada y saludable. Para ello, se seguirá una pauta de 3 comidas, con 2 intermedias de
menor cantidad, y donde el desayuno ya tendrá una merecida importancia. Además debemos
indicar que el educador a través de la EpS debe trasmitir e inculcar, desde esta temprana edad,
hábitos de vida saludable a través de la alimentación infantil. Ya que esta dieta infantil será la
base de una etapa adulta saludable, pue es en la etapa infantil donde se fraguan futuras patologías
como diabetes, cáncer de colon e hipertensión.
VI. RECOMEND ACIONES
RECOMENDACIONES EN LA ALIMENTACION DE UN NIÑO DE 1 AÑOS
 Ofrecer repetidas veces los nuevos alimentos antes de concluir que no les gustan. Está
demostrado que un niño o niña necesita entre 10-12 exposiciones a un alimento
determinado para observar un aumento de su aceptación (la familiaridad aumenta el
consumo)
 .Los niños de un año de edad necesitan nutrirse de los mismos grupos básicos de
alimentos que usted necesita. Si usted le ofrece a su niño una selección de cada uno de
los grupos de alimentos y deja que él o ella prueben una variedad de sabores, colores y
texturas, su niño posiblemente esté consumiendo una dieta equilibrada con suficientes
vitaminas.
 Asegúrese que los alimentos no estén muy calientes para prevenir quemaduras en la boca.
Revise la temperatura usted misma ya que el niño no se detendrá antes de comer para
medir la temperatura.
 No le ofrezca alimentos que tengan muchos condimentos, que tengan demasiada sal o
azúcar o mucha mantequilla. Estos previenen que el niño disfrute el sabor natural de los
alimentos y pueden ser dañinos para la salud a largo plazo.
 El niño o niña se puede atragantar o asfixiar con trozos de alimentos. Los niños no
aprenden a masticar y triturar bien los alimentos hasta que cumplen cerca de cuatro años
de edad. Cerciórese de que cualquier alimento que le ofrezca al niño esté triturado
o cortado en pequeños trozos
RECOMENDACIONES EN LA ALIMENTACIÓN DE UN NIÑO DE 2 AÑOS
 Si el niño no está habituado a desayunar se comenzará al principio con un vaso de leche o
un yogur. Luego se incorporará algún tipo de cereal como tostadas, galletas maría o
cereales para desayuno y finalmente una fruta o zumo natural. En ocasiones podemos
dividir el desayuno en dos tomas, una al levantarnos con leche o yogur, cereales, pan o
galletas, y la otra dos o tres horas después donde podemos incorporar la fruta.
 Es recomendable que los niños consuman diariamente entre medio y un litro de leche u
otros lácteos.
 Iniciemos, progresivamente, en la dieta de los niños la valiosa norma de 5 raciones al día
de frutas y verduras.
 Moderar el consumo de carnes en los niños, especialmente procesadas y en embutidos y
reducir la ingesta de azucares simples, dulces y pollería industrial, aumentando por ello
su ingesta en carbohidratos complejos: pan, pasta, legumbres, papas y cereales.
 Servir las raciones apropiadas en tamaño según edad y gasto energético.
 Enseñarlo a comer solo, dedicando el tiempo necesario, así como a colaborar en poner la
mesa.
RECOMENDACIONES EN LA ALIMENTACIÓN DE UN NIÑO DE 3 AÑOS
Practicar un correcto desayuno: levantar al niño con tiempo suficiente para desayunar, con toda
la familia, de una forma tranquila y sosegada, es decir utilizar para ello el tiempo estimado (15-
20 minutos).
Si el niño no está habituado a desayunar se comenzará al principio con un vaso de leche o un
yogur. Luego se incorporará algún tipo de cereal como tostadas, galletas maría o cereales para
desayuno y finalmente una fruta o zumo natural. En ocasiones podemos dividir el desayuno en
dos tomas, una al levantarnos con leche o yogur, cereales, pan o galletas, y la otra dos o tres
horas después donde podemos incorporar la fruta.
Es recomendable que los niños consuman diariamente entre medio y un litro de leche u otros
lácteos.
Iniciemos, progresivamente, en la dieta de los niños la valiosa norma de 5 raciones al día de
frutas y verduras.
Moderar el consumo de carnes en los niños, especialmente procesadas y en embutidos y reducir
la ingesta de azucares simples, dulces y bollería industrial, aumentando por ello su ingesta en
carbohidratos complejos: pan, pasta, legumbres, patatas y cereales.

Cuidar la preparación de los alimentos: higiene, textura y características organolépticas; color,


olor, sabor y flavor. Ya que plato bien elaborado estimula las ganas de comer y despierta el
interés del niño.

Servir las raciones apropiadas en tamaño según edad y gasto energético.


Establecer horarios regulares así como un ambiente agradable y distendido.

Enseñarlo a comer solo, dedicando el tiempo necesario, así como a colaborar en poner la mesa.
Complementar la cena con la comida del mediodía, sobre todo en los niños que usan comedores
escolares.
Por último y no menos importantes:
No permitir el juego ni ver la televisión mientras se come.
Evitar el abuso de bollería industrial, golosinas y refrescos.
Recordar que el niño es el que regula la cantidad de lo que come, según la sensación de hambre o
saciedad. No se debe forzar, ni amenazar y menos manifestar ansiedad en el momento de las
comidas.

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

 Villares, J. M., & Segovia, M. G. (2015). Alimentación del niño preescolar,


escolar y del adolescente. Pediatr Integral, 19(4), 268-276.
 Abellán, G. B., Hidalgo, J. D. L. T., Sotos, J. R., López, J. L. T., & Jiménez, C.
L. V. (2016). Alimentación saludable y autopercepción de salud.
 Nutrición y recomendaciones alimenticias para niños de 0 a 5 años 337
Asociados, C. (2007). Primer consenso nacional sobre alimentación en el primer
año de la vida. Acta Pediátrica de México
 Ros Mar L y Ros Arnal I. Nutrición en la primera infancia: 0-3 años. An Pediatr
Cont Monogr. 2008
 Serrano M.I.. La educación para la Salud del Siglo XXI. Comunicación y Salud.
1997. Madrid: Ediciones Díaz de Santos.

ANEXOS
Alimentación de niños de 1 a 3 años

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