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UNIVERSIDAD NACIONAL MICAELA BASTIDAS DE APURIMAC

FACULTAD DE INGENIERIA
ESCUELA ACADÉMICA PROFESIONAL DE INGENIERÍA AGROINDUSTRIAL

ALIMENTACIÓN Y NUTRICIÓN DE 1 - 3 AÑOS

ASIGNATURA: ALIMENTACION Y NUTRICION

DOCENTE: DR. CANDIDA LOPEZ LOAYZA

ESTUDIANTES
✓ AZURIN HUAMÁN MAYERLIN ROSARIO
✓ FLORES MOLINA LIZETH RUTH
✓ PALOMINO NAVIO ROXANA
✓ ROJAS GOMEZ ROSIO

SEMESTRE: 2022- I

ABANCAY – APURIMAC
I. INTRODUCCIÓN

Los tres primeros años de vida se presentan como una etapa de transición entre la fase de crecimiento
muy rápido, propia del lactante, y el periodo de crecimiento estable, que se extiende desde los tres
años hasta el comienzo de la pubertad. Éste es un periodo madurativo en el cual el niño realiza
avances importantes en la adquisición de funciones psicomotoras, al tiempo que sus funciones
digestivas y metabólicas van alcanzando un grado de madurez suficiente para aproximar su
alimentación a la del niño mayor.

La infancia se caracteriza por ser la etapa donde se produce un mayor crecimiento físico y desarrollo
psicomotor. Eso significa que la alimentación no sólo tiene que proporcionar energía para mantener
las funciones vitales, sino que además debe cubrir unas necesidades mayores relacionadas con el
crecimiento y la maduración. En este periodo es importante favorecer las condiciones que permitan
la adquisición progresiva de unos hábitos alimentarios saludables y una buena relación con la
comida.

En el caso de niñas y niños menores de tres años, la nutrición es de vital importancia no solo para
promover un buen crecimiento físico y desarrollo neurológico sino también para establecer patrones
de alimentación saludable que permitan prevenir la malnutrición en todas sus formas, sea
desnutrición crónica o anemia, sobrepeso u obesidad. La alimentación adecuada del niño a partir
del año de edad y hasta los 3 años se basará en una propuesta alimentaria variada, suficiente,
equilibrada e individualizada, de acuerdo con la constitución del niño y las indicaciones pediátricas,
con el fin de asegurar un crecimiento y desarrollo óptimos.

II .OBJETIVOS

● Conocer las cantidades adecuadas de nutrientes que deben consumir los niños de 1 y 3 años
en su alimentación.
● Conocer las recomendaciones dietéticas en la alimentación de niños de 1 y 3 años

III. MARCO TEÓRICO


3.1. Alimentación y nutrición de un niño de 1 año
En esta etapa es cuando se establecen de forma definitiva los hábitos alimentarios. El niño o la niña
se incorporarán poco a poco a la dieta familiar. Es importante que el momento de las comidas sea
compartido en un ambiente positivo, sirviendo a la familia de modelo a seguir. Este periodo se
caracteriza por ser una etapa de transición entre la fase de crecimiento muy rápido, propia del
lactante, y el periodo de crecimiento estable posterior, por lo que las necesidades de energía serán
muy variables y es recomendable respetar, en la medida de lo posible, la sensación de saciedad o de
hambre expresada por los propios niños o niñas.

3.1.1 Proceso:
En esta etapa la velocidad de crecimiento disminuye, lo que produce un descenso relativo de las
necesidades nutricionales, y una disminución fisiológica del apetito. La erupción dentaria y la
madurez de las funciones bucales, permiten que el niño(a) esté en condiciones de comer una
alimentación de mayor consistencia, primero molida con tenedor y luego picada y en trozos, blanda.
Solamente cuando el niño(a) tiene todos los molares (después de los 2 años) está en condiciones de
masticar adecuadamente alimentos enteros, los que deben ser incorporados paulatinamente. Es
recomendable a esta edad que el niño coma con sus propias manos y también es importante
enseñarle a beber de un vaso, para hacerse autosuficiente. En esta etapa se debe incorporar el uso
de cepillo de dientes, sin pasta dental, para el aseo bucal.

3.1.2 Leche materna


En esta etapa se puede continuar con la lactancia materna, complementada con alimentos sólidos.
La leche es un alimento muy importante para satisfacer las necesidades diarias de vitamina D de los
bebés, desde 1 año hasta los 3 años, las necesidades de calcio son muy elevadas y la leche es la
principal fuente de este calcio de la dieta diaria. A partir de los seis primeros meses, la leche materna
no satisface por completo las necesidades nutricionales del niño; por tal razón, es necesario
introducir alimentos diferentes a la leche materna en la dieta del bebé.
Se deben consumir de 3 a 4 raciones diarias (500-700 ml) de leche . Aparte de la leche, es importante
ofrecer una variedad de alimentos nuevos al bebé. Se debe vigilar la calidad de los alimentos y no
tanto las cantidades. Es importante que los bebés coman diariamente cereales, ya que le provee
hierro, coman 2 porciones de vegetales crudos o cocidos, una porción de fruta, 50 a 100 gr de carne,
y que se siente en la mesa con la familia, por lo menos una vez al día. (Flores-Huerta et al., 2006).

3.1.3 Presentación y texturas


Cuando al niño le salgan los primeros dientes, los alimentos pueden ser de mayor consistencia, pero
durante el primer año es mejor no añadir sal ni azúcar a ninguna comida, es preferible la preparación
de la fruta natural o las cocciones del alimento a introducir, sin adicionar otros alimentos Las
presentaciones más apropiadas son las jugosas y de fácil masticación (sopas, purés, guisos con poca
grasa, croquetas, tortillas). Para el primer año se recomienda, primero, dar la comida en forma de
purés, papillas, picados y trocitos Se deben utilizar técnicas culinarias suaves (cocido, vapor, ,
papillote, microondas y rehogados con poco aceite). Se pueden emplear con moderación
condimentos suaves (ajo, cebolla, hierbas aromáticas...). Evitar fritos y salsas complicadas o pre-
elaboradas. Se incluirán alimentos de textura más gruesa comenzando con alimentos aplastados con
el tenedor para ir cambiando a troceado pequeño. (Hernández-Aguilar, 2006).

3.1.3. Horarios:
Desde el año de edad, el niño(a) debe paulatinamente incorporarse a los hábitos y características de
la alimentación familiar, respetando sus necesidades de alimentación y ciclo sueño-vigilia. Este
momento debe constituir una experiencia de socialización positiva, sin reproches, castigos o
imposiciones; es importante evitar manifestaciones negativas ya que esto puede influenciar las
preferencias del niño(a). Es aconsejable incorporar cuatro tiempos de comida principales durante el
día, desayuno, almuerzo, y cena.

3.1.4 Alimentación sólida


Se recomienda por ejemplo ofrecer ensalada de verduras en los tiempos de almuerzo y cena desde
los 12 meses, preferir el agua para la sed, ofrecer pescado al menos 1 vez a la semana e incorporar
legumbres dos veces a la semana, fomentando una alimentación saludable y evitando las golosinas
dulces y saladas azúcares, grasas saturadas o calorías (energía) ya que estos alimentos generan
rechazo de las comidas regulares y se asocia a la obesidad, , desarrollo de enfermedades no
transmisibles, y caries dentarias, entre otros
⮚ 3.1.4.1 Carnes: En esta etapa, las necesidades de hierro son elevadas para el desarrollo
intelectual y las carnes aportan hierro de fácil absorción. La carne aporta proteínas de calidad
y zinc necesarias para el crecimiento de los tejidos; además de vitamina B12, necesaria para
la formación de las células de la sangre y para el desarrollo del sistema nervioso. En esta
edad lo ideal son carnes de sabor suave como pollo, pavo, cerdo, conejo o ternera. Se
recomienda limitar el consumo de embutidos y eliminar la piel de las aves y la grasa visible.
Se recomienda consumir carne de tres a cuatro veces a la semana (raciones de 40-60 gr).
Cuando se introduzca por primera vez, a los 6 meses, conviene empezar con 10 o 15 gr y
aumentar de forma progresiva hasta los 40 gr al año de edad.
⮚ 3.1.4.2 Pescado. El pescado es también fuente de proteínas de calidad. Destaca su aporte
en vitaminas solubles en grasa como las vitaminas A y D, que se concentran en las partes
más grasas (músculos e hígado) y vitamina B12, entre las vitaminas hidrosolubles. Aporta
además yodo, fósforo, hierro, magnesio y selenio. Tiene especial importancia por ser la
principal fuente de ácidos grasos poliinsaturados Omega 3, que son lípidos estructurales
necesarios para el desarrollo del sistema nervioso central y de la retina. Se recomienda
consumir más pescado que carne, tomando cuatro raciones a la semana y preferiblemente
pescados magros como lenguado, merluza, pescadilla, gallo... El pescado no debe
introducirse antes del año de edad y las raciones deben ser de 50 a 70 gr, aumentando 10 gr
por año. Es muy importante ofrecer pescado siempre libre de espinas.
⮚ 3.1.4.3 Grasas vegetales. Aunque todos los tipos de grasas son necesarias para el correcto
funcionamiento del organismo, debe priorizarse el consumo de grasas monoinsaturadas
como las que provienen de aceites vegetales. La mejor es el aceite de oliva, aunque son
adecuadas todas las grasas vegetales, excepto las de coco y palma.
⮚ 3.1.4.4 Huevo. La proteína de la clara del huevo, además de ser fácil de digerir, contiene
todos los aminoácidos esenciales que el organismo necesita y en la proporción óptima, lo
que la sitúa como la proteína de mayor valor biológico, esto es, la que mejor se adapta a
nuestras necesidades nutricionales. El huevo aporta además vitaminas del grupo B,
y vitaminas A, D, E y K. Además, aporta hierro, fósforo, zinc, yodo, manganeso y selenio.
Se recomienda un consumo de 3 huevos a la semana, preparado en tortilla, pasado por agua
o cocido.
⮚ 3.1.4.5 Frutas y verduras. Esta etapa es un buen momento para acostumbrar a los niños al
consumo diario de frutas y verduras. La verdura puede tomarla tanto cruda como cocida. Lo
ideal es jugar con las texturas y colores de estos alimentos para llamar su atención y que
aprendan a comerlos. Las frutas y verduras son fuente importante de potasio o magnesio, de
vitaminas como la C, la A o la B y de fibra. Se recomienda consumir 2 ó 3 piezas pequeñas
de fruta cada día, eligiendo las maduras, ya que son más fáciles de digerir. En cuanto a la
verdura el consumo recomendado es de 2 ó 3 raciones diarias.
⮚ 3.1.4.6 Legumbres. Son ricas en vitaminas y minerales, aportan hidratos de carbono de
absorción lenta, no tienen grasa, son baratas, ricas, variadas y permiten la elaboración de
una gran variedad de platos. Mezclándolas en puré con carne, pescado o arroz se obtienen
platos muy nutritivos y completos para los niños y que, además, son fáciles de comer. Se
recomienda consumir legumbres de 2 a 3 veces a la semana, en raciones de 30 o 40 gr si van
como plato principal o de 20 gr si van como guarnición.
⮚ 3.1.4.7 Cereales y pastas. Aportan gran cantidad de energía por la cantidad de hidratos de
carbono que contienen. Son ricos en proteínas, vitaminas del grupo B y fibra. Por ello, son
considerados los alimentos más completos después de la leche. Deben formar parte de la
alimentación diaria de los niños. Dar los cereales en papilla es una buena opción. Se
recomienda consumir entre 4 y 6 raciones diarias.

Imagen N° 1: Ejemplo de menú diario

Desayuno Media Comida Merienda Cena


mañana

Media taza Un yogur Media taza de 30 gr de Media taza


de leche de ensalada de queso fresco de pasta con
vaca zanahoria cocida queso
entera y tomate con rallado
aceite de oliva

60 - 120 Media 80 - 100 gr. de Media taza Tortilla


gr. de rebanada pollo a la de pera francesa
cereales de pan plancha cortada en de un huevo
sin azúcar integral cubitos

Media taza Media taza Media taza de Media 60 - 100 gr.


de de pera arroz con rebanada de
manzana cortada en calabacín a la de pan espinacas
cortada en cubitos plancha integral rehogadas
cubitos con aceite

3.1.5 Ejercicio físico


● Se debe promover la realización de actividades que impliquen movimiento de grandes
grupos musculares.
● Llevar a los niños a lugares seguros que faciliten la actividad física, procurando que no
permanezcan inactivos por periodos prolongados.
● Los menores de 2 años no deben ver la televisión y, los mayores no deberían hacerlo más de
2
● horas al día. Deben dormir a esta edad al menos 11 horas al día
3.1.6. Requerimientos nutricionales
● Energía: 900 kcal/ día
● Proteínas: 10 - 15 %
● Carbohidratos: 50 - 55 %
● Grasas:30 - 35%
3.1.6.1. Minerales
● Calcio: 500 mg/día
● Hierro: 10 mg/ día
● Cinc:10 mg/ día
● Fósforo: 460 mg/ día

3.2. Alimentación y nutrición de un niño de 2 a 3 años


Los niños de esa edad se encuentran en una etapa en la que su crecimiento y desarrollo de huesos,
dientes y músculos es constante, y es por eso que la energía de los alimentos deberá ser suficiente
para asegurar su sano crecimiento. Tu pequeño en esta fase necesita una leche diseñada para
proporcionar una cantidad más equilibrada de grasas, sobre todo de DHA.
Los bebés de 24 a 36 meses ya quieren hacerlo casi todos solos. Se sienten independientes, forman
oraciones con sujeto y predicado y hacen preguntas sobre todo lo que ven. Aprovecha los momentos
con él para preguntarle lo que ve y lo que siente.
A partir de los 2 años de edad el niño hace 4 comidas al día (desayuno, comida, merienda y cena) y
en algunos casos puede tomar un suplemento lácteo en forma de leche con galletas antes de
acostarse.
3.2.1. Características de esta etapa
• Cambio negativo en el apetito y en el interés por los alimentos.
• Pueden realizar un gran ingreso energético en unas comidas en detrimento de otras, con un
consumo calórico global normal.
• Período madurativo: rápido aprendizaje del lenguaje,jkj de la marcha y de la socialización.
• A los 2-3 años, madurez de la mayoría de los órganos y sistemas, similar al adulto.
• Necesidades calóricas bajas por desaceleración del crecimiento.
• Aumento de las necesidades proteicas, por el crecimiento de los músculos y otros tejidos.
• Aumento de peso entre 2 a 2,5 kg por año.

3.2.2. Factores condicionantes de la alimentación de la edad preescolar


En la etapa preescolar, los niños inician el control de sí mismos y del ambiente, empiezan a
interesarse por los alimentos, a preferir algunos de ellos, a ser caprichosos con las comidas, a tener
poco apetito, a ser monótonos.
En la elección de alimentos, influyen factores genéticos, aunque tiene mayor importancia los
procesos de observación e imitación. Además de la familia, adquiere cada vez mayor importancia
la influencia ejercida por los comedores de los centros educativos. La incorporación a la escuela
conlleva, además, la independencia de los padres, la influencia de los educadores y de otros niños
en todos los ámbitos, incluido el de la alimentación, especialmente, en aquellos que acuden al
comedor escolar. Con el aumento de la edad, el apetito se recupera y tienden a desaparecer las
apetencias caprichosas.
En el apetito influyen otros factores, como la disminución de las necesidades energéticas, debido al
menor gasto en el metabolismo basal y a un crecimiento más lento. A esta edad, los niños son
capaces de responder a señales internas de apetito y saciedad, y no a señales externas (horario de
comidas, “lo que se debe comer en cada momento”). El niño tiene una gran capacidad para ajustar
su ingestión en respuesta a la densidad energética de los alimentos administrados.
Existen evidencias de que cuando los padres controlan excesivamente la alimentación de sus hijos,
estos tienen una peor regulación de su ingesta calórica, por lo que el control familiar rígido,
coercitivo o estricto de la dieta de los niños es un factor negativo para su respuesta a la densidad
calórica. Por tanto, el sistema de premios y recompensas para que el niño coma, podría actuar
negativamente sobre la regulación de la ingesta energética.
Por ello, es recomendable un ambiente familiar no represivo con el fin de conseguir una adecuación
de la ingesta a las necesidades. Una conducta positiva y proactiva por parte de los padres (por
ejemplo, preparando la comida juntos) en estas edades se asocia al establecimiento de hábitos de
vida saludables.
Los objetivos de la alimentación del niño en edad preescolar son asegurar un crecimiento y
desarrollo adecuados, teniendo en cuenta su actividad física y promover hábitos alimentarios
saludables para prevenir enfermedades nutricionales a corto y largo plazo (Villares, J. et al, 2015)
Una malnutrición, ya sea por escaso aporte o por aumento de necesidades, puede suponer un pobre
crecimiento del niño.
3.2.3. Requerimientos nutricionales
Las necesidades de energía y nutrientes están condicionadas por sus necesidades basales y el grado
de actividad física, muy variable a partir de esta edad.
Los patrones de alimentación y las necesidades de nutrientes durante la niñez van a estar
condicionados por las necesidades metabólicas basales, así como por el ritmo de crecimiento
y el grado de actividad física, junto al desarrollo psicológico.
3.2.3.1. Energía
Las necesidades calóricas bajan, pero las proteicas, sin embargo, aumentan por el crecimiento de
los músculos y otros tejidos. Es preciso tener en cuenta que las recomendaciones se basan en
estimaciones donde la edad es la principal variable aglutinadora, pero existen otras variables como
las antropométricas, además del entorno sociocultural en que nos encontremos, y que no son
tomadas en cuenta.
Por ello, las necesidades energéticas serán individualizadas y dependen del gasto calórico
demandado por el crecimiento, el metabolismo basal de las funciones fisiológicas y la actividad
física. Incidiendo en que esta es una etapa de crecimiento, donde la fase de anabolismo es
trascendental, y se demanda una gran cantidad de energía.
Siguiendo las indicaciones del Comité de Nutrición de la Asociación Española de Pediatría
recogidas en el Manual Práctico de Nutrición Pediátrica, podemos indicar que las Recomendaciones
Diarias de Administración (RDA) para un niño de 2 a 3 años se estiman desde 1.000 Kcal si es
sedentario a 1.400 Kcal si es activo.
En la ingesta energética intervienen principalmente 2 factores: el volumen alimentario y la densidad
energética de la dieta. La capacidad de acomodar la dieta a las necesidades energéticas mediante
cambios en el volumen alimentario y, sobre todo, en la densidad energética, es ya constatable en el
niño desde edades tempranas.
3.2.3.2. Proteínas
Las proteínas cumplen principalmente un papel en el crecimiento y en el mantenimiento de la
estructura corporal. Los requerimientos de proteínas en esta etapa de preescolar son de entre 10-15
% de las calorías (4 Kcal/ g de proteína). Inicialmente de los 1 a 3 años esta debe de ser de 1,1
g/kg/día (13 g/día), disminuyendo a 0,95 g/kg/día hasta la adolescencia (34 g/día).
Respecto a las proteínas de origen animal indicar que la albúmina de huevo es el alimento de mayor
calidad proteica seguida de la caseína de la leche, ya que contienen la mayor cantidad y calidad de
aminoácidos esenciales; treonina, metionina, lisina, valina, leucina, isoleucina y fenilalanina, sin
olvidar el valioso triptófano. Además del aminoácido histidina que para esta etapa de desarrollo está
considerado como aminoácido esencial.
Respecto a las proteínas de origen vegetal (cereales y legumbres) indicar que son de menor calidad
proteica que las de origen animal pero son ricas, respectivamente, en metionina (precursor de la
cisteína) y lisina.
3.2.3.3. Grasas
La grasa es una fuente importante de energía, soporte para transportar vitaminas liposolubles y
proveedor de ácidos grasos esenciales (a-linolénico omega 3, y linoleico-omega 6). La ingesta total
de grasa debe estar entre el 30-35% de la ingesta de energía para niños de 2 a 3. Los ácidos grasos
esenciales deberían constituir el 3% del total de la ingesta de energía diaria y las grasas saturadas
menos del 10% del total. El consumo de colesterol debe ser menor de 300 mg/día y la ingesta de
grasas trans debe ser lo más baja posible.
A partir de los 2 años de vida (nunca antes) se recomienda reducir la ingesta total de grasas hasta
un mínimo de 30% del total de calorías, ya que dietas con muy bajo contenido en grasas están
asociadas a un retraso en el crecimiento.
Aparte de energía (9 kcal/g), las grasas también nos van aportar vitaminas liposolubles, ácidos
grasos esenciales y colesterol.
La distribución debe ser un 10% para grasas saturadas (de origen animal; mantecas y de origen
vegetal: margarinas y mantequillas, que sin son de origen animal tendrá un potencial aterogénico,
por ello no se sobrepasará el porcentaje mencionado. Pero no podemos olvidar, que también nos
aportará el valioso colesterol, (aporte máximo <300 mg/día), precursor de hormonas esteroídeas,
vitaminas y ácidos biliares, sin olvidar que también aporta plasticidad a todas las membranas
celulares.
Otro 10% será para las valiosas grasas monoinsaturadas, como es el caso del ácido oleico, presente
en nuestro aceite de oliva, base de la saludable dieta mediterránea (Comidas a base de vegetales,
con sólo pequeñas cantidades de carne de res y pollo)
El 10% restante será para las grasas poliinsaturadas, ambos grupos son fuente de los famosos ácidos
grasos de cadena larga (precursores de prostaglandinas, tromboxanos y leucotrienos, partículas que
previenen enfermedades cardiovasculares) como es el caso del linoleico, presentes en huevos y
aceites vegetales cuyo aporte recomendado es de 1 a 2 %.
3.2.3.4. Hidratos de carbono y fibra
Los hidratos de carbono son una importante fuente de energía y soporte para el transporte de
vitaminas, minerales y elementos traza. Una ingesta adecuada de carbohidratos contribuye a una
ingesta suficiente de fibra, hierro, tiamina, niacina, riboflavina y ácido fólico.
Su aporte, en esta etapa de crecimiento, debe aumentar en torno al 50-55% como base energética (4
kcal/ g), en decremento de las grasas. Sus necesidades, para ambos sexos, serán por tanto 130 g/día.
Es conveniente que los azúcares simples mono y disacáridos (glucosa, fructosa y sacarosa) no
superen el 10%. El 90% restante de los carbohidratos serán complejos y por lo tanto de absorción
lenta (almidón y fibra dietética) aumentado por ello el consumo de cereales, legumbres, verduras,
hortalizas y frutas. Está comprobado científicamente que una temprana y regulada ingesta de todos
estos últimos alimentos servirá para disminuir el índice glucémico sanguíneo, previniendo con ello
enfermedades crónicas en la etapa de madurez como son: diabetes, obesidad, hipertensión, cáncer
de colón, enfermedades cardiovasculares.
Dentro de este grupo, se encuentra la fibra dietética, de gran importancia para el funcionamiento del
tubo digestivo, pero también para regular los niveles de glucemia y reducir la absorción del
colesterol de la dieta. La ingesta óptima de fibra en mayores de 2 años sería el equivalente a la edad,
en años, más 5 a 10 g por día (máximo 30 g por día).
3.2.3.5. Vitaminas
Como fuente de Vitaminas Liposolubles (K, A, D, E) se debe fomentar el consumo de germen de
cereales, hortalizas y verduras de hoja verde, los aceites de origen vegetal, los productos lácteos no
desnatados y yema de huevo en particular para la vitamina E.
Respecto a las Vitaminas Hidrosolubles (Complejos B y C) las encontramos principalmente en el
germen de cereales e hígado. Así como en particular en la yema de huevo para la vitamina B7 y en
los cítricos para la, antioxidante, vitamina C.
3.2.3.6. Minerales
Divididos en dos tipos: Macroelementos y oligoelementos.
A) Macroelementos
● Calcio: las recomendaciones diarias hasta los 3 años de vida corresponden a 500 mg, y de
los 3 a los 8 años los requerimientos diarios se incrementan hasta 800 mg. Será
principalmente a través de una ingesta de 500 ml de leche o sus derivados, el alimento que
nos aportará este mineral necesario para cubrir el crecimiento óseo.
● Fósforo: sus necesidades diarias serán similares a las del calcio, de 450-500 mg/día.
● Electrolitos: Sodio el estudio de los aportes en el Proyecto STRIP [13], indican una
valoración a los 3 años de edad de 1.900 mg ± 527 mg, indicando que a medida que iba
aumentado la edad había aumentado el consumo de sal de mesa. En cuanto al Magnesio las
RDA entre 1 y 3 años sería de 80 mg/día.
B) Microelementos
● Hierro: sus requerimientos rondan entre 7-10 mg/día. Como alimentos recomendados
fuente de este mineral se aconseja la ingesta de carne, huevo, legumbres y cereales. Hay que
indicar que el hierro de cereales y legumbres se absorbe peor y esta absorción puede mejorar
si conjuntamente se ingiere vitamina C.
● Zinc: las recomendaciones diarias en esta etapa de crecimiento rondan los 10 mg. Dicho
mineral es necesario para el anabolismo muscular lo encontramos principalmente en carne
roja.
● Flúor: sus requerimientos están entre 0,9 y 1 mg/día, su aporte vendrá a través del agua.
● Cobre: las recomendaciones diarias serán superiores a 0,1 mg. Esencial para la
mineralización del esqueleto, sistema nervioso, inmune, coagulación y metabolismo de la
glucosa y el colesterol.
C) Oligoelementos
Selenio: Los requerimientos diarios serán de 20 g.
Yodo: Los requerimientos diarios serán de 200 g.
3.2.4. Características de una dieta saludable
Los objetivos de una dieta saludable son: cubrir las necesidades que permitan un correcto
crecimiento y desarrollo e instaurar hábitos alimentarios saludables que eviten la aparición de
enfermedades crónicas en la edad adulta.
Una dieta saludable es aquella que tiene una proporción de alimentos que se ajusta a la distribución
contemplada en la dieta equilibrada en término de nutrientes. Además, los alimentos que la integran
son aptos para el consumo desde el punto de vista de la higiene y la seguridad alimentaria y su forma
de preparación y presentación es respetuosa con la cultura, la tradición y otras características de
quien la consume.
3.2.5. Recomendaciones dietéticas generales
Se debe incluir a diario alimentos de todos los grupos:
A) Leche y derivados
• Ingesta de 500-1.000 ml / día.
B) Carnes, pescados, huevos y legumbres
• Preferiblemente las carnes y pescados magros.
• Evitar la grasa visible, la piel de las aves de corral y los sesos por su alto contenido graso.
• Se aconseja el consumo de pescado frente a la carne por su menor contenido energético
y su mejor perfil graso.
• Limitar el consumo de embutidos (ricos en grasa saturada, colesterol y sal).
• Huevos no más de uno al día y de tres a la semana.
• Promover el consumo de legumbres.
C) Cereales
• Se incluyen en este grupo los cereales fortificados o integrales (más aconsejables),
el gofio, el pan y las pastas.
• Base de la pirámide de los grupos de alimentos en una dieta equilibrada.
• Altamente recomendables en la alimentación diaria de los niños.
D) Frutas, verduras y hortalizas
• Incluir cada día frutas maduras (2-3 piezas) y verduras frescas si es posible.
• Almacenar las verduras donde no les den la luz ni el aire (refrigerador o bodega).
• Se aconseja ser lavadas enteras sin dejarlas en remojo, para evitar la difusión de nutrientes al agua
de lavado.
• Deben pelarse para evitar contaminantes.
• La cocción se realizará con el mínimo de agua o bien al vapor, en el menor tiempo posible y sin
luz ni aire (recipiente con tapadera u olla a presión).
IV. MATERIALES
● Tabla de requerimientos nutricionales
● Tabla de composición de alimentos
● Tabla de composición de alimentos industrializados
● Formato de recolección de datos
V. METODOLOGÍA

ALIMENTO BALANCEADO PARA UN NIÑO DE 1 AÑO


ALIMENTO BALANCEADO PARA UN NIÑO DE 2 - 3 AÑOS
VI. RESULTADOS
4.1. Alimento balanceado para un niño de 1 año

4.2. Alimento balanceado para un niño de 2 - 3 años

Los porcentajes de los requerimientos nutricionales son los recomendados para un niño de 1
a 3 años.

VI. CONCLUSIONES
● Se puede concluir que en caso de los niños de 1 a 3 años de edad para mantenerlos atentos a
la alimentación se recomienda dar porciones pequeñas y distribuidas en un plato y usar
alimentos con diferentes colores. Finalmente, debe recordarse que los niños a esta edad aún
no logran clasificar bien los alimentos, identificar si son frescos o no, así que hay que tener
cuidado con que consuman cosas que pueden creer son alimentos o que se intoxiquen por
consumir alimentos dañados o en descomposición, ellos están desarrollando también sus
habilidades cognoscitivas para reconocer los alimentos y generar sus preferencias

● -Para finalizar podemos concluir, indicando que las Recomendaciones Diarias Alimenticias
(RDA) a partir de los 2 - 3 años son muy diferentes respecto a la etapa de lactante, el aporte
se balancea hacía los carbohidratos en un 50%, en decremento de grasas <30% y proteínas.
Además, la preparación e incorporación de nuevos ingredientes a los platos diarios es ya una
constante, obteniendo nuevas y atractivas características organolépticas, para conseguir una
dieta equilibrada y saludable. Para ello, se seguirá una pauta de 3 comidas, con 2 intermedias
de menor cantidad, y donde el desayuno ya tendrá una merecida importancia.
● No hay ningún alimento que posea todos los nutrientes que necesita el organismo, excepto la
leche materna para los primeros meses de vida. No hay alimentos buenos y malos por sí
mismos, pero sí alimentos cuyo consumo recomendado sea más o menos frecuente o
esporádico. En función de su valor nutritivo, los grupos de alimentos se clasifican en
energéticos, plásticos y reguladores. Para cubrir las necesidades nutricionales es preciso
ingerir alimentos de todos los grupos y en las proporciones adecuadas
● el uso de las dietas balanceadas para estimar las distribuciones del consumo habitual de
nutrimentos en los niños menores de 1 a 3 años de edad es un método preciso y eficaz de
evaluación de los alimentos que consume el niño, el cual es útil ya que permite medir el
consumo calórico y la porción consumida según la frecuencia de consumo de grupos de
alimentos de un niño

VII. RECOMENDACIONES
7.1. Recomendaciones en la alimentación de un niño de 1 años
● Ofrecer repetidas veces los nuevos alimentos antes de concluir que no les gustan. Está
demostrado que un niño o niña necesita entre 10-12 exposiciones a un alimento determinado
para observar un aumento de su aceptación (la familiaridad aumenta el consumo)
● Los niños de un año de edad necesitan nutrirse de los mismos grupos básicos de alimentos
que usted necesita. Si usted le ofrece a su niño una selección de cada uno de los grupos de
alimentos y deja que él o ella prueben una variedad de sabores, colores y texturas, su niño
posiblemente esté consumiendo una dieta equilibrada con suficientes vitaminas.
● Asegúrese que los alimentos no estén muy calientes para prevenir quemaduras en la boca.
Revise la temperatura usted misma ya que el niño no se detendrá antes de comer para medir
la temperatura.
● No le ofrezca alimentos que tengan muchos condimentos, que tengan demasiada sal o azúcar
o mucha mantequilla. Estos previenen que el niño disfrute el sabor natural de los alimentos y
pueden ser dañinos para la salud a largo plazo.
● El niño o niña se puede atragantar o asfixiar con trozos de alimentos. Los niños no aprenden
a masticar y triturar bien los alimentos hasta que cumplen cerca de cuatro años de edad.
Cerciórese de que cualquier alimento que le ofrezca al niño esté triturado o cortado en
pequeños trozos
7.2. Recomendaciones en la alimentación de un niño de 2 a 3 años

● Si el niño no está habituado a desayunar se comenzará al principio con un vaso de leche o un


yogur. Luego se incorporará algún tipo de cereal como tostadas, galletas maría o cereales para
desayuno y finalmente una fruta o zumo natural. En ocasiones podemos dividir el desayuno
en dos tomas, una al levantarnos con leche o yogur, cereales, pan o galletas, y la otra dos o
tres horas después donde podemos incorporar la fruta.
● Es recomendable que los niños consuman diariamente entre medio y un litro de leche u otros
lácteos.
● Iniciemos, progresivamente, en la dieta de los niños la valiosa norma de 5 raciones al día de
frutas y verduras.
● Moderar el consumo de carnes en los niños, especialmente procesadas y en embutidos y
reducir la ingesta de azúcares simples, dulces y bollería industrial, aumentando por ello su
ingesta en carbohidratos complejos: pan, pasta, legumbres, papas y cereales.
● Servir las raciones apropiadas en tamaño según edad y gasto energético.
● Enseñarlo a comer solo, dedicando el tiempo necesario, así como a colaborar en poner la
mesa.
Por último y no menos importantes:
● No permitir el juego ni ver la televisión mientras se come.
● Evitar el abuso de bollería industrial, golosinas y refrescos.
● Recordar que el niño es el que regula la cantidad de lo que come, según la sensación de hambre
o saciedad. No se debe forzar, ni amenazar y menos manifestar ansiedad en el momento de
las comidas.

VIII. REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


✔ Villares, J. M., & Segovia, M. G. (2015). Alimentación del niño preescolar, escolar y del
adolescente. Pedíatra Integral, 19(4), 268-276.
✔ Abellán, G. B., Hidalgo, J. D. L. T., Sotos, J. R., López, J. L. T., & Jiménez, C. L. V. (2016).
Alimentación saludable y autopercepción de salud.
✔ Nutrición y recomendaciones alimenticias para niños de 0 a 5 años 337 Asociados, C. (2007).
Primer consenso nacional sobre alimentación en el primer año de la vida. Acta Pediátrica de
México
✔ Ros Mar L y Ros Arnal I. Nutrición en la primera infancia: 0-3 años. An Pediatr Cont
Monogr. 2008
✔ Serrano M.I.. La educación para la Salud del Siglo XXI. Comunicación y Salud. 1997.
Madrid: Ediciones Díaz de Santos.

IX. ANEXOS
Anexo N° 1: Pirámide de la alimentación Saludable
Anexo N° 2: Alimentación de niños de 1 a 3 años

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