Introducción

Las prácticas pedagógicas pueden ser utilizadas como una herramienta que

fomente la construcción de un futuro mejor, ya que se liga a mejorar los

procesos académicos y por esta razón se vuelven una estrategia donde las

experiencias se aplican en estos procesos.

Son reconocidas como diferentes acciones que los docentes pueden ejecutar

para permitir los procesos de formación integral de los estudiantes. Como

principales acciones ejecutadas esta la socialización, la comunicación, la

reflexión y la evaluación de estos procesos.

De esta manera, se entiende que pueden ser planteadas desde la pedagogía y

desde el que hacer educativo. Organizando los diferentes procesos de

enseñanza y aprendizaje. Por esto deben ser repensadas por los educadores

con un amplio sentido de responsabilidad y trazando también su plan de

estudios.

Se busca con estas prácticas generar espacios lúdicos, es decir, un

aprendizaje dinámico, activo y creativo; y que de manera pedagógica se creen

espacios que permitan potenciar los diferentes recursos.

Así mismo se pretende invitar a los docentes y directivos a innovar en las

estrategias pedagógicas a partir de experiencias disruptivas que potencien las

buenas prácticas educativas, para los procesos de formación integral.

 Fundamentación teórica:

Cabe aclarar, que las practicas pedagogías surgen como una necesidad,

que se asocia no solo con la idea de una buena educación, sino de un

desarrollo tanto individual como colectivo, sino que además pretender

transformar la realidad de los procesos educativos. Se busca ante todo actuar

sobre la realidad para lograr una transformación de la misma, una

transformación llamada a generar un equilibrio y bienestar educativo en el cual

se satisfagan diversas necesidades para los estudiantes y los docentes; en

donde todos por igual sean partícipes de los procesos. Es justamente a partir

de esta idea y concepción de transformación que desde el campo de las

prácticas pedagogías se articula como proceso, pero también como prioridad

para los procesos de formación integral.

La educación y especialmente las que se dedican a la formación, debe

contener pilares de carácter humanizador que logren articular fuertemente el

compromiso del ser.

Los principios epistemológicos que fundamentan y dan base a el proceso de

educación; se justifican justamente de cara a la conjunción entre la teoría y la

buena praxis de los educadores y en donde además, es posible afirmar que

solo se llega a un trabajo acertado de desarrollo y cumplimiento de los planes

de estudio.
Referencias Bibliográficas:

Duque, P. A., Vallejo, S. L., & Rodríguez, J. C. (2013). PRÁCTICAS

PEDAGÓGICAS Y SU RELACIÓN CON EL DESEMPEÑO

ACADÉMICO. http://biblioteca.clacso.edu.ar/Colombia/alianza-cinde-

umz/20140805022434/paulaandreaduque.pdf.

Paulo Freire: Una educación para la liberación. Disponible en:

https://www.mecd.gob.es/dctm/revista-de-educacion/1976242/re24206.p

df?documentId=0901e72b8181e396