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Análisis Documental

Estudiante
Abel Enrique Chaves Morales
Universidad Internacional San Isidro Labrador

Curso: Bas–16

Administración y Desarrollo Curricular

Profesora
Duran Sánchez Zahyra

Fecha de entrega
02 de octubre de 2023
Análisis

El docente tiene responsabilidad en las actividades educativa ya que ésta tiene por objeto
el saber y la práctica pedagógica. Este supuesto es aún más evidente cuando se postula que
el docente posee una mediación caracterizable según las actividades que definen los
contenidos curriculares correspondiente y que las prácticas pedagógicas, con frecuencia, no
trascienden el aula de clase.

Si el maestro toma su quehacer cotidiano como un objeto de reflexión y sistematización


y utiliza para ello herramientas propias de las actividades de mediación a la vez que asume
el carácter de su investigación como limitada, más no por esto menos validada, es posible
que el docente cualifique su cotidianidad. De esta manera el aula se convertirá en un espacio
de aprendizaje y no de rutina y la institución educativa se verá beneficiada por procesos de
innovación y transformación que repercutirán en la función educativa de la sociedad. Los
lineamientos generales consideran que las actividades y la evaluación, son las acciones del
docente que debe realizarse en tres momentos claves para el abordaje de sus contenidos,
correspondientes al inicio, desarrollo y cierre de la intervención didáctica en las aulas. La
primera dimensión corresponde al momento previo a la intervención didáctica, en la que se
consideran los procesos de pensamiento del maestro, la planeación de la clase y las
expectativas que tiene respecto de los resultados a alcanzar. La segunda dimensión
comprende la interacción maestro-alumnos al interior del aula, y la tercera dimensión
considera los resultados alcanzados, en el contexto de lo ocurrido en los dos momentos
previos.

Se observa en los lineamientos que es difícil cambiar la práctica educativa si no se


analizan las concepciones implícitas en ella y la naturaleza de los problemas concretos que
habitualmente nos plantea. No existe una única forma de enseñar existen diferentes enfoques
o modelos pedagógicos (tradicional, tecnológico y constructivista) que describen y explican
una realidad educativa, teniendo como fundamentos una concepción de hombre, una teoría
sobre escuela, un discurso, un estilo de vida y pensamiento, un método de enseñanza, una
formación de valores y nos muestran explícitamente la manera de intervenir en dicha realidad
para transformarla.
Un aspecto fundamental dentro de la cotidianidad de la vida profesional del maestro es
sobre el que hacer pedagógico y en la forma de hacer cada vez más efectiva la labor como
maestros, rompiendo con esquemas tradicionales y proponiendo nuevas alternativas de
enseñanza donde los estudiantes sean partícipes de la dinámica académica y protagonistas de
su propio conocimiento.

Estos enfoques pedagógicos influyen en la forma de planear, organizar, desarrollar y


evaluar el currículo educativo en sus diferentes componentes: propósitos, contenidos,
secuencia, métodos, recursos didácticos y evaluación. Cada enfoque tiene su forma particular
de abordar cada uno de los componentes del currículo y de dar respuesta a las preguntas:
¿para qué enseñar?, ¿qué enseñar?, ¿cuándo enseñar?, ¿con qué enseñar? y ¿cómo evaluar?,
lo cual hace característico un estilo de enseñanza-aprendizaje. Esta interrelación entre
lineamientos pedagógicos y currículo nos lleva a analizar la relación que existe entre teoría
y práctica, entre aportes de la ciencia de la educación y el conocimiento práctico de los
maestros, evitando el hecho de poseer un discurso teórico y no saber modificar la práctica, o
el hecho tan frecuente de pretender cambiar la práctica sin algún marco teórico de referencia.

La práctica educativa de los maestros es una actividad dinámica, reflexiva, que


comprende los acontecimientos ocurridos en la interacción entre maestros y alumnos. No se
limita al concepto de maestro, es decir, a los procesos educativos que tienen lugar dentro del
salón de clases, incluye la intervención pedagógica ocurrida antes y después de los procesos
interactivos en el aula. La labor pedagogía para la educación debe ser renovadora, activa,
liberadora, que fomente la iniciativa, la creatividad y el desarrollo de un proyecto de vida
personal y social. El educador debe ser un animador o estimulador y, además, debe trabajar
en equipo con sus alumnos para identificar y seleccionar los problemas, para que no
memoricen, sino que aprendan a utilizar todos los medios de información desde la biblioteca
y otros más.

La educación es como la respuesta pedagógica estratégica que hace de la educación


asunto de toda la vida y dota a los educadores de las herramientas intelectuales que les
brindan el mep y así que les permitirán adaptarse a las continuas transformaciones, a los
inconstantes requerimientos del mundo laboral.
El MEP posibilito actividades de mediación sugeridas que aparecen como apoyo para
los maestros de escuela e intelectuales de la educación al rededor del concepto del saber
pedagógico, como un campo de tensión entre: la separación de las ciencias de la educación
y la pedagogía, y la apuesta por un maestro intelectual y trabajador de la cultura. Los
estudiantes son el fin último de la educación, en la construcción de ciudadanos libres, críticos
y que respondan a la realidad de la cultura y la sociedad, procurando el mejoramiento en la
calidad de vida, ofreciendo una propuesta más humanista, integradora, que desarrolle una
cultura organizacional, holística, flexible y dinámica, siendo la educación el recurso que tiene
el ser humano para salir de las estructuras de miseria y de pobreza y logren ascender a
condiciones de vida de calidad y estables.

Dentro de los aportes que brinda los lineamientos es que contempla a la evaluación y
planeamiento dentro del desempeño docente que así logran fortalecer la idea de que la
evaluación del desempeño docente permite detectar necesidades en la formación a los
estudiantes, en el planeamiento prevenir problemas en el logro de los objetivos de formación
y preparación de estudiantes y, en general, obtener indicadores del desempeño docente. El
proceso de evaluación debe producir una síntesis de los indicadores del desempeño del
maestro. Por tanto, los actores involucrados en dicho proceso, se instruyen, aprenden del
mismo, incorporan una nueva experiencia de aprendizaje laboral. La evaluación en este
sentido, debe entenderse como procesos continuos de retroalimentación, la evaluación del
maestro, se ejerce desde el control, no como vigilancia y persecución administrativa.

En el planeamiento didácticos el docente selecciona la información que considere válida


en función de las decisiones que debemos tomar y así debemos realizar una adecuada
selección, la información obtenida tenemos y debemos analizar e interpretar para extraer las
conclusiones que orientarán en las futuras tareas del planeamiento. Aspiramos que el diseño
de las tareas contemple las acciones previstas en los objetivos, potenciar la interacción y el
intercambio entre maestros y estudiante. Responder a los desafíos actuales desde
metodologías, acciones, procesos, habilidades y competencias novedosas, brindando
respuestas nuevas a necesidades nuevas. Los esfuerzos que se realizan a fin de cumplir
objetivos y hacer realidad diversos propósitos se enmarcan dentro de un planeamiento.
Planificar es una tarea fundamental en la práctica docente porque de esta depende el
éxito o no de tu labor docente, además de que permite conjugar la teoría con la práctica
pedagógica. La educación tiene la finalidad de formar al ser humano como persona capaz de
actuar libre y responsablemente en la sociedad, por supuesto que esta tarea implica una serie
de actitudes, condiciones y capacidades, que conllevan a un compromiso personal de parte
del maestro. La importancia de planificar radica en la necesidad de organizar de manera
coherente lo que se quiere lograr con los estudiantes en el aula. Esto implica tomar decisiones
previas a la práctica sobre qué es lo que se aprenderá, para qué se hará y cómo se puede lograr
de la mejor manera.

La planificación de los procesos de enseñanza y aprendizaje en los diferentes niveles de


concreción está sustentada en dos elementos esenciales: las fuentes y los fundamentos del
currículo. Las fuentes del currículo son: el alumno, el contexto sociocultural y las áreas del
saber y los fundamentos del currículo brindan una serie de sustentos teóricos que así permiten
determinar en qué forma se incorporaran las necesidades, los intereses, las características de
los alumnos los aportes del saber y el contexto sociocultural. El planeamiento debe ser el
producto en que se resumen las acciones y decisiones previstas para el cumplimiento de las
competencias, los indicadores de logro y los contenidos. El buen desempeño del maestro no
depende solo de sus cualidades como: vocación, manejo de grupo, conocimientos de los
contenidos curriculares. Es necesario que articule su práctica docente a una planeación
fundamentada a partir de los lineamientos y labor pedagógica.

Es oportuno destacar que, no existen fórmulas mágicas para no perder de vista el rol del
maestro en un esquema rígido de estrategias definidas, pero sí es evidente que la docencia no
puede ser algo que se deje al azar, ni puede ser una labor improvisada. Con esta estrategia se
le permite al docente descubrir cuanto sabe el alumno del tema, la clase ideal y el rol del
docente es sin duda alguna un resultado de la formación del maestro en los fundamentos,
principios, estrategias y procedimientos con las metodologías didácticas o pedagógicas.

Integrar de manera lógica no sólo los tres aspectos de la enseñanza en el triángulo


pedagógico, maestro-contenido-alumno, debería ser un marco en donde las respuestas a las
preguntas importantes lleven también al estudiante a llenarse de habilidades y métodos para
resolverlas, aportando un sistema más favorable o constructivo, el maestro debe ir más allá,
siempre y cuando el alumno sea partícipe de su propia construcción de aprendizaje.

Argumentos

— Es de vital importancia construir, diseñar o adoptar el modelo pedagógico que más


se ajuste al logro de propósitos educativos, que faciliten procesos de aprendizajes y
resultados exitosos a los estudiantes.

— Hay que tener claro conceptualmente un modelo pedagógico, ya que esto orienta la
acción pedagógica del maestro en la enseñanza en cuanto a la selección de contenidos,
secuencias, metodologías, recursos didácticos y evaluaciones que se utilizan, así
como la importancia dada a los intereses, opiniones y a la acción del estudiante.

— En la práctica pedagógica no existen modelos pedagógicos puros, pues los maestros


los organizan tomando elementos significativos de cada uno de ellos y aportando sus
propias ideas en la construcción de los mismos.

— Los modelos pedagógicos, no solo describen y explican una realidad educativa, sino
que explican cómo intervenir en ella para transformarla, de tal manera que los
maestros pueden optar por aquel modelo que considere valido para el logro de los
propósitos educativos.
Referencias Bibliográficas

Se tomó como sustento teórico con el fin de realizar dicho análisis, las lecturas adjuntadas
por la profesora del curso.

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