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EL ACTO PEDAGOGICO, UN ESPACIO DE REFLEXIÓN

El presente ensayo pretende dar una postura de cómo el mundo actual de


globalización exige tener personas competentes que estén en la capacidad de asumir retos
para transformar e innovar. Para ello es necesario que nos cualifiquemos para poder
descubrir, proponer y dar soluciones concretas ante diversas situaciones que se presenten
en la vida cotidiana.

Hoy por hoy el maestro como profesional de la educación está llamado a superarse
día a día, a investigar y a hacer parte activa del proceso enseñanza aprendizaje de sus
estudiantes para lograr transformar su realidad y fomentar en ellos valores, espíritu
investigativo y liderazgo.

El M.E.N. como ente encargado de orientar los procesos educativos en el país brinda
a los docentes y directivos docentes cursos de formación para reflexionar sobre su práctica
pedagógica, contribuyendo así a generar en él reflexión sobre su propia praxis. Cuyo
propósito es profundizar a partir de experiencias vividas en la evaluación docente, en el
conocimiento sobre la problemática de la construcción curricular desde la pedagogía.

En la actualidad, la educación está llamada a promover y evidenciar el respeto por los


derechos humanos, la diversidad y a la inclusión, es por eso que el docente debe estar en
constante dinamismo y cualificación para responder a los retos que nos impone la sociedad
actual. Desde el conocimiento mismo del contexto en que labora hasta estar empapado de
todo lo concerniente al proyecto educativo institucional, para así poder organizar, planear su
trabajo de tal manera que este responda a las necesidades de los educandos.

Todo acto educativo debe iniciar con una adecuada planeación siendo este un
ejercicio de establecer referentes para una acción docente que debe desenvolverse en una
realidad de imprevistos, en un currículo oculto en donde juegan también las decisiones
tácticas del momento.

En lo referente a la planeación y reflexión pedagógica se pueden suponer


diagnósticos desde la dificultad para relacionar la propuesta curricular institucional con la
práctica pedagógica, desarticulación en la selección de contenidos, propósito, nivel de
estudiantes y
PEI y no establecer una relación reflexiva entre pedagogía y saberes disciplinares los
cuales serán el punto de partida para hacer una crítica constructiva de su práctica

Por otro lado, se hace necesario el análisis de contenidos, organización y


planificación teniendo en cuenta el PEI institucional, dado que muchos docentes no articulan
los contenidos con los elementos planteados en el proyecto educativo institucional,
existiendo un divorcio entre lo que se enseña y lo planteado en el proyecto antes
mencionado.

Este componente invita a los docentes a hacer una reflexión y re significación de su


práctica y a re conceptualizar el currículo teniendo en cuenta la inclusión, políticas
educativas, rol de los miembros de la comunidad educativa.

De igual manera, reflexionar sobre la experiencia de la práctica pedagógica nos invita


a pensar en las acciones educadoras que se dan en los ambientes de aprendizaje.

Como docentes tenemos la responsabilidad de formar individuos que serán el futuro


del país y que de nuestra actividad en el aula dependerá el recurso humano que ha de
construir el país. En consecuencia el docente constituye un factor clave en la formación de
generaciones futuras y esto exige una mayor preparación, un constante dinamismo.

Así, la reflexión en torno a la práctica del maestro y a la pregunta a quien enseño que
enseño, donde enseño, porque el saber general cobra sentido cuando se vuelve pertinente y
debe ser un elemento necesario para rediseñar nuestro que- hacer pedagógico.

La práctica pedagógica, enmarca aspectos diversos que relacionan el contexto social,


cultural, político, económico y principalmente las acciones pedagógicas del docente que está
enfrentado a considerar como elementos del proceso pedagógico la evaluación, los
lineamientos curriculares, los procesos didácticos de enseñanza- aprendizaje, de poner a
prueba las interacciones pedagógicas y re direccionar dichas prácticas si es necesario.

La praxis pedagógica a su vez, es entendida a partir de las prácticas pedagógicas


abarcando no solo los aspectos individuales de la acción de cada docente sino el cúmulo de
experiencias de la profesión como colectivo y tiene como objeto de análisis las interacciones
pedagógicas y procesos didácticos para reinterpretar y reorientar dicha praxis
Por otra parte, la necesidad de reconocer en la praxis pedagógica de los docentes
una práctica reflexiva que implique formas de relación, comportamientos y valores que en
aras de una inclusividad por el reconocimiento a la “alteridad , el respeto, reconocimiento a
la práctica como una acción intencionada desde la formación integral” que pone al sujeto en
un sentido de patrimonio cultural de la humanidad, quien se proyecta y se renueva tras su
condición humana propendiendo al ejercicio de humanización; reconociendo en el otro la
dignidad como fortaleza para su desarrollo como persona humana.

Dada la oportunidad que nos brinda el ministerio de educación a través de las


universidades de cualificarnos para mejorar nuestra praxis pedagógica y con el propósito que
los educadores podamos reflexionar sobre nuestra práctica docente y subsanar falencias
para así mejorar nuestro desempeño en el acto educativo y contribuir a mejorar la calidad de
la educación en nuestro país.

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