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Ningún hecho, por antijurídico que sea, puede llegar a la categoría de delito si, al mismo
tiempo, no es típico, es decir, si no corresponde a la descripción contenida en una norma penal.
2. En el Concepto Neoclásico de delito se producen cambios en el tipo. Por una parte, junto a
quienes siguen defendiendo la tesis del tipo como meramente indiciario, surgen diversas
posiciones que sostienen que el tipo supone ya antijuridicidad.
Por otra parte, comienza a resquebrajarse la concepción de que el tipo sólo contiene
elementos objetivos, desde que se descubre que ciertos delitos contienen elementos
subjetivos del tipo o del injusto, es decir, especiales ánimos, móviles o finalidades, en muchos
casos distintos del dolo, que han de concurrir en el hecho no ya para que haya culpabilidad,
sino para que la conducta sea penalmente típica o que haya un tipo privilegiado.
Ej. El ánimo de lucro en el hurto, o el ánimo de descubrir los secretos o la intimidad de otro en
el descubrimiento y revelación de secretos.
3. El Finalismo sigue concibiendo el tipo como indiciario, pero en cambio incluye siempre una
parte subjetiva (de elementos internos) en el tipo, rompiendo así con la concepción del tipo
como puramente objetivo o al menos predominantemente objetivo (con la excepción de los
tipos con especiales elementos subjetivos del injusto). Concretamente se considera que el dolo
forma la parte subjetiva del tipo de los delitos dolosos, extrayéndolo pues de la culpabilidad
*Lo cierto es que la doctrina mayoritaria hoy, ciertamente incluye elementos subjetivos (en el
sentido de anímicos o internos) siempre en el contenido del tipo, y por tanto una parte
subjetiva en el tipo de injusto, pero sigue considerando que éste tiene carácter objetivo en el
sentido de general.
- El tipo cumple una función de llamada de atención. Al destacar que una conducta es
penalmente relevante, intenta alertar a los ciudadanos para que no incurran en
errores de tipo ni de prohibición.
- Por último, la parte positiva del tipo cumple una función definidora y delimitadora de
unos tipos frente a otros, precisando sus elementos característicos.
PARTE OBJETIVA
Habrá como mínimo los siguientes elementos: un sujeto activo, que requiere las condiciones
de la autoría, una acción o conducta, positiva u omisiva, e implícitamente un bien jurídico que
se ve lesionado o puesto en peligro por la acción, con su titular o sujeto pasivo, así como el
objeto material.
PARTE SUBJETIVA
Requiere siempre dolo o al menos imprudencia como forma menos grave de tipo de injusto, o
puede consistir en una combinación de dolo e imprudencia en los delitos cualificados por el
resultado; además podrán requerirse a veces especiales elementos subjetivos del injusto, o
solo alguna clase de dolo o de imprudencia grave. Por último, la parte negativa del tipo supone
la ausencia de causas de atipicidad y de causas de justificación, con sus requisitos esenciales e
in-esenciales, generalmente objetivos, pero a veces también subjetivos.
CLASES DE DELITOS SEGÚN LA ESTRUCTURA DEL TIPO
SEGÚN LOS ELEMENTOS DEL TIPO OBJETIVO
Por el Autor o Sujeto Activo
- Delitos uni-subjetivos y pluri-subjetivos. Por el número de sujetos los tipos pueden ser:
uni-subjetivos —son la mayoría—, que requieren un solo autor, aunque no importa
que en el caso concreto intervengan varios; o pluri-subjetivos, que conceptualmente
exigen la intervención de más de un autor.
- Delitos de autoría normal (por dominio del hecho) y “delitos de infracción de deber ”.
La doctrina mayoritaria actual exige para la autoría, es decir, para la auténtica
realización del hecho típico (frente a la simple participación en el mismo), aparte de
llevar a cabo todas las actividades ejecutivas en su caso previstas por el tipo, “dominio
del hecho”.
- Delitos de mera conducta. Sólo requiere una determinada conducta, activa o pasiva,
sin necesidad de un ulterior resultado distinto de aquélla.
- Delitos de propia mano. Frente a los que no lo requieren, en los delitos de propia
mano, que generalmente serán delitos de mera actividad, pero también pueden darse
en los de resultado con modalidades limitadas de acción, el tipo exige que la conducta
típica se realice personalmente, sin intermediarios.
En los tipos simples o delitos de un acto se describe una sola acción, como matar, lesionar o
calumniar.
Los tipos (o delitos) compuestos o delitos de varios actos requieren pluralidad de acciones sean
tipos de mera conducta o de resultado. A su vez pueden ser tipos complejos o meramente
compuestos.
Los tipos (delitos) complejos se forman por la unión de dos o más acciones, cada una de ellas
delictiva por sí sola, pero que desaparecen dentro del nuevo delito que absorbe el desvalor de
sus componentes. Por ejemplo, el robo en casa habitada que absorbe el allanamiento de
morada.
Los tipos meramente compuestos se integran por diversas acciones, pero no necesariamente
ha de ser cada una delictiva ni, en caso de que lo sean, quedan todas absorbidas en el delito
compuesto. Por ejemplo, en las reuniones o manifestaciones ilícitas donde el reunirse o
manifestarse no es en sí ilícito, pero solo la conjunción de varios elementos crea delito.
En los delitos mixtos el tipo contiene, bajo la misma conminación penal, diversas modalidades
de conducta, bastando que se realice una de ellas para que constituya el tipo. Así, en el
allanamiento de morada se establece entrar o mantenerse en morada ajena; o en el cohecho
se establece el funcionario que recibe o solicita el beneficio indebido.
Por último, los delitos (o tipos) de hábito o habituales exigen una habitualidad en la realización
de la conducta, repitiéndola constantemente a lo largo de un tiempo, así el acoso sexual o los
maltratos habituales a parientes.
- Los delitos de lesión suponen ya la efectiva lesión o menoscabo del bien jurídico. No
deben confundirse con los delitos de resultado: Pues, en primer lugar, los delitos de
lesión pueden ser tanto de resultado, material o ideal; y, en segundo lugar, como
luego veremos, puede haber delitos de resultado que sin embargo sean sólo tipos de
peligro, concreto o abstracto, para el bien jurídico.
- Los delitos de peligro se consuman sin necesidad de lesión, con el simple del bien
jurídico, suponiendo por tanto un adelantamiento de las barreras de protección a una
fase anterior a la lesión.
Ej. el honor en las injurias, mientras que los “pluri-ofensivos (o compuestos)” afectan a más de
un bien jurídico, como la acusación y denuncia falsas (del art. 456) a la Administración de
Justicia y al honor, el aborto no consentido (del 144) a la vida fetal y a los derechos de la
embarazada a la maternidad, libertad e integridad, o la extorsión (del art. 243) a la libertad y
la propiedad.
- Generalmente son coincidentes el sujeto pasivo del delito (titular del bien jurídico) y el
sujeto pasivo de la acción, pero hay tipos en que no coinciden, como sucedía en el art.
422 CP 1944 (sin paralelo en el CP 1995)
Automutilación para exención del servicio militar, cuyo sujeto pasivo era el Estado y la sociedad
como titulares de la defensa nacional, pero el sujeto pasivo de la acción era el mutilado, o
como puede suceder en algún caso de la llamada “estafa de seguro” si el autor se provoca
daños a sí mismo o a cosas suyas para cobrar la indemnización del seguro, siendo por ello
sujeto pasivo de la acción, mientras que el titular del bien jurídico patrimonial y por tanto
sujeto pasivo del delito es la entidad aseguradora.
- Según la clase o identidad del sujeto pasivo, se distinguen delitos contra la persona
(física o a veces también jurídica), contra la sociedad, comunidad o colectividad, contra
el Estado y contra la comunidad internacional.
1. En primer lugar los tipos pueden ser dolosos o imprudentes, pero también caben figuras
especiales con combinaciones dolo/imprudencia (o excepcionalmente dolo/dolo) como los
delitos cualificados por el resultado.
2. En segundo lugar, hay delitos con especiales elementos subjetivos del injusto o del tipo, así
como tipos que sólo admiten la comisión dolosa, pero no la imprudente. Algunos tipos incluso
sólo admiten el dolo directo y no se conforman con el dolo eventual (y por supuesto, menos
aún con la comisión imprudente)
TIPOS DE ELEMENTOS DEL TIPO
Los elementos objetivos del tipo (positivo, aunque lo mismo se puede decir del tipo negativo:
causa de justificación y de atipicidad) pueden ser descriptivos o normativos.
ELEMENTOS DESCRIPTIVOS
Elementos descriptivos del tipo son aquellos para cuyo conocimiento y comprensión
basta con el común saber empírico y lógico de los hombres sobre sí mismos y sobre las
realidades y fenómenos del mundo exterior, sin necesidad de recurrir a normas para
comprender su significado.
Así, por ejemplo, “matar” en el homicidio, víctima “menor de 16 años” en la violación o delitos
sexuales, “expender medicamentos”, “ofrecer en el mercado productos alimenticios” en
diversos delitos contra la salud pública, “violencia o intimidación” en múltiples delitos, el
carácter “falso de hechos”, documentos o atribuciones en delitos de falsedades o calumnias…
Frente a esto, los elementos normativos del tipo requieren para el conocimiento y
comprensión de su alcance y significado el conocimiento de alguna norma (jurídica, social,
ética…) a la que el elemento está remitiendo. No es exacto, en cambio, definir elementos
normativos del tipo como aquellos que suponen una valoración, pues si bien generalmente las
normas de remisión implicarán una valoración, a veces pueden limitarse a definir o regular un
hecho, persona, objeto…sin valorarlo.
ELEMENTOS NORMATIVOS
Los elementos normativos de los tipos, al igual que los descriptivos, son prácticamente
innumerables, por lo que citaré solo algún ejemplo concreto.
Así, la condición de “autoridad o funcionario” del sujeto activo de los delitos de funcionarios o
del sujeto pasivo directo en atentados y desacatos, que es un concepto jurídico-penal específico
definido en el art 24 del CP, y que desplaza al concepto administrativo de funcionario o
autoridad; la atribución de “un delito perseguible de oficio” que remite al concepto penal de
delito y al procesal penal de perseguibilidad de oficio; el “arma de fuego” en la tenencia ilegal
de armas, que remite a la normativa administrativa definidora de dichas armas; la condición
de “ajena” de una cosa en diversos delitos patrimoniales, o la actuación en perjuicio de “sus
acreedores” en el alzamiento de bienes, conceptos que remiten a normas de Derecho privado;
el promover la “corrupción” de menores, que remite a las normas ético-sociales
mayoritarias en el ámbito de la moral sexual; igualmente remite a normas y valoraciones
sociales de comportamiento la calificación de unas injurias como “tenidas en el concepto
público por graves”…