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-CONCEPTO
Al establecer nuestra CN en su artículo 18 que nadie puede ser penado sin juicio previo fundado
en ley anterior al hecho, se entiende que la única fuente de producción del derecho penal es la ley,
la cual debe ser estricta, escrita y publica.
Aunque la política criminal pueda opinar acerca de las conductas que deberían constituir delitos,
no serán tales hasta tanto no se las consagre en una fórmula legal que precise que es lo prohibido
y con qué pena se amenaza su comisión.
Asimismo, no todo lo antijurídico es delito, solo será delito aquello que produciendo una lesión lo
haga de tal modo que llame a una respuesta, la pena, destinada a evitar su reiteración.
Las precisiones acerca de lo que es delito tiene que ser dadas únicamente por una ley, a través de
una formula descriptiva del hecho que conmina con la imposición de una pena. A esta fórmula o
descripción se la llama ¨tipo¨
Cuando el tipo describe una conducta realiza una descripción general del hecho prohibido, la
descripción que lleva a cabo, al ser abstracta y general, resulta apta para atrapar cualquier hecho
que tenga las características que detalla
-TIPICIDAD
Cuando una conducta humana realiza un tipo penal, esto es, cumple con todos los elementos que
configuran el tipo, se afirma la existencia de tipicidad.
La tipicidad se establece a través de un juicio de subsunción, mediante el cual quien aplica el
derecho comprueba si la conducta humana se adecua, o no, a la descripción típica. Este proceso
de subsunción requiere que el hecho cumpla con absolutamente todos los requerimientos del
tipo, ya que si alguno falla no habrá tipicidad, sino que se tratara de un hecho atípico.
-EVOLUCION
Se pensó en un primer momento que el tipo era absolutamente neutral y que nada decía respecto
de los demás elementos del delito ya que solamente contenía una descripción de un hecho sin
ninguna otra connotación.
Posteriormente se advirtió que esto no era así, que en verdad el tipo ya hace una valoración al
elegir qué es lo que describiría para ser castigado y además que opera como una especie de figura
rectora, sobre todas las demás categorías del delito, las que condiciona, dejándolas subordinadas
a sus expresiones.
Originariamente, el tipo nada contenía respecto a la subjetividad de la conducta del autor ya que
ello recién se trataba al considerar la categoría de culpabilidad, más el posterior reconocimiento
de que la voluntad debe contener la finalidad llevo a la admisión de que ya en el tipo debe estar
presenta esa finalidad, lo que llevo a la inclusión dentro de el al dolo y la culpa.
Se pretendió exigir del tipo el uso de palabras claras y precisas, de modo tal que su descripción del
hecho no necesitara de ningún complemento. Luego, sin embargo, se comprendió que esto era
imposible, ya que las palabras tienen diferentes acepciones y usos.
-FUNCIONES DEL TIPO
Todo delito debe producir una ofensa o lesión conforme el artículo 19 de la CN, pero las formas de
manifestar dicha lesión son distintas.
En los llamados delitos de resultado se debe producir una modificación del mundo exterior y en los
delitos de mera actividad no se produce ese cambio exterior, sino que la misma actividad importa
una lesión para el bien jurídico.
Los delitos de resultado pueden ser de resultado instantáneo o resultado permanente y también
de creación de estado (el resultado producido es permanente en el sentido de irreversible pero la
consumación se logró en un momento)
En los delitos de lesión, la ofensa se concreta en una efectiva afectación del bien jurídico, en tanto
en los de mero peligro la lesión u ofensa exigida por la CN se revela en el peligro que para el bien
jurídico se presenta y que afecta el derecho de todas las personas a la seguridad personal y a gozar
de sus bienes sin interferencias debidas.
Dentro de los delitos de peligro encontramos a los de peligro concreto y los de peligro abstracto,
que se diferencian en que los primeros producen un efectivo y cierto riesgo para el bien jurídico,
en tanto los segundos para su consumación no pretenden la comprobación de existencia de un
peligro cierto, sino que abstractamente el legislador a considerado que conforme al normal ocurrir
de las cosas el comportamiento llevará a la lesión del bien jurídico y por eso se adelanta la
punición creando una especie de presunción de que el mismo se producirá.
El delito de peligro abstracto se transforma en el momento de su aplicación en delito de peligro
concreto. Los delitos de peligro abstracto más frecuentemente consagrados son los delitos de
tenencia
En el delito básico se encuentran los elementos esenciales para la configuración del hecho que se
considera merecedor de pena, en tanto los agravados o atenuados, también llamados calificados,
se registran ciertas circunstancias objetivas o personales que adjetivan el tipo básico, produciendo
en la pena un incremento una disminución.
Delito común es aquel que no requiere en el sujeto activo la presencia de ninguna circunstancia
calificante en particular, puede ser cometido por cualquiera.
Delito especial o delito propio es aquel en que el sujeto activo debe necesariamente tener las
cualidades exigidas en el tipo o bien actuar en una situación jurídica exigida por el tipo
Delito de propia mano es el que exige que la acción sea cometida directa y corporalmente por el
mismo sujeto activo sin intermediarios como el autor mediato
En los delitos simples la consumación con la realización de una única acción descripta en el tipo, en
los compuestos o plurisubsistentes, en cambio, deben desarrollarse dos o más acciones contenidas
en el tipo, las que pueden ser acumulativas o alternativas.
El tipo penal abierto necesita ser complementado por el intérprete al momento de su aplicación.
El tipo penal cerrado contiene en su fórmula todos los elementos necesarios para aplicarlo
El tipo penal en blanco únicamente contiene la sanción, pero no el precepto, que debe ser buscado
en otra ley penal
Se diferencian en que el delito doloso requiere precisamente dolo (conocimiento y/o intención) en
el accionar del sujeto, mientras que el culposo se basa en que el incumplimiento de normas de
cuidado produce un resultado desvalioso.
PUNTO 3: LA COSTRUCCION COMPLEJA DEL TIPO PENAL
A) TIPO OBJETIVO:
LOS SUJETOS,
LA ACCION TIPICA (ELEMENTOS: NUCLEO/ELEMENTOS DESRIPTIVOS/ELEMENTOS
NORMATIVOS)
LESION
RELACION DE CAUSALIDAD E IMPUTACION OBJETIVA: RELACION DE CAUSALIDAD
(TEORIAS: TEORIA DE LA EQUIVALENCIA DE CONDICIONES Y TEORIA DE LA CAUSALIDAD
ADECUADA)-LA IMPUTACION OBJETIVA (REQUISITOS INDISPENSABLES PARA IMPUTA
OBJETIVAMENTE UN HECHO/CASOS DE EXCLUSION)
El finalismo logro que se impusiera la sistemática que utilizo para analizar las categorías del delito
y es así como en la dogmática actual generalmente se ubican dentro del tipo no solo datos
objetivos sino también datos subjetivos, cuales son el dolo y la culpa
-TIPO OBJETIVO
El tipo objetivo considera los sujetos, los elementos de la acción típica y la lesión. Dentro del tipo
objetivo también está incluido el vínculo que debe existir entre la acción y el resultado y la
imputación objetiva del hecho.
1. LOS SUJETOS
Sujeto activo es el que realiza u omite la acción descripta en el tipo penal, en la mayoría de los
casos los sujetos activos pueden ser cualquier persona, pero en algunos casos ese sujeto activo
debe ser calificado, ya que debe presentar determinadas características o cualidades.
Sujeto pasivo es el titular del bien jurídico que lesiona la acción típica
2. LA ACCION TIPICA-ELEMENTOS
La lesión es la necesaria afectación al bien jurídico que comprende afectaciones por acciones u
omisiones, por actos de efectiva lesión o de peligro y por actos de mera actividad. Si no hay lesión,
no habrá constitucionalmente delito.
El resultado, en cambio, es una lesión, pero no sobre el bien jurídico sino sobre el objeto de
protección, que produce una modificación en el mundo exterior.
Para hablar de un delito de resultado no bastaba con afirmar la existencia de alguna modificación
en el mundo exterior, sino que además debía comprobarse la de un vínculo o nexo entre la acción
y la modificación a la que provisoriamente se consideraba como su consecuencia, de modo tal de
no incurrir en la arbitrariedad.
Doctrinariamente este tema primero se abordó desde la perspectiva de la causalidad,
elaborándose las llamadas ¨teorías de la causalidad¨ pero luego se agregó su consideración desde
una visión normativa, bajo la denominada ¨teoría de la imputación objetiva¨.
Si bien la teoría de la imputación objetiva se elaboró para explicar los delitos de resultado,
finalmente se convino en que sus principios son aplicables a todos los demás.
Los riesgos que una sociedad tolera porque los considera necesarios para su desarrollo no pueden
ser alcanzados por la tipicidad. Por ende, la acción que no supera los límites del riesgo permitido
no es típica.
En algunas ocasiones los riesgos permitidos tienen una legitimación tradicional, y no puede
asegurarse que sean beneficiosos socialmente. En otras ocasiones el riesgo permitido está
normativamente regulado constituyendo dichas regulaciones pautas para la ponderación de sus
límites. El juicio sobre el carácter permitido del riesgo debe practicarse ex-ante, esto es, en el
momento en que el autor emprende la acción riesgosa, y tiene carácter objetivo.
DISMINUCIÓN DEL RIESGO
Roxin aclara que no hay creación de riesgo si el autor del hecho modifica un curso causal de tal
manera que aminora o disminuye el peligro ya existente para la víctima, mejorando -por tanto- la
situación del objeto de la acción. Dice este autor que sería absurdo prohibir acciones que no
empeoran, sino que mejoran el estado de bien jurídico, concluyendo que en estos casos no hay
tipicidad. Debe quedar claro que se trata aquí de un único y mismo riesgo ya existente que se
disminuye, y no del reemplazo de un riesgo por otro menor, aunque muchas veces esto se difícil
de delimitar.
Se exige que el riesgo no permitido creado por la acción sea el que se concreta en el resultado.
La realización del riesgo no se daría en las siguientes situaciones:
Afirma Roxin que muchas veces, en casos concretos, pese a la realización de un peligro no cubierto
por el riesgo permitido, no puede verificarse la imputación al tipo objetivo. Y ello ocurre porque no
puede afirmarse que el “alcance del tipo”, también denominado “fin de protección de la norma
típica” (o sea, la prohibición de matar, lesionar, dañar, etc.) abarque resultados de la clase de los
producidos en esos casos concretos; o, en otras palabras, porque el tipo no está destinado a
impedir tales sucesos, sino otros.
Dentro del tipo subjetivo se hallan aspectos que refieren justamente a la subjetividad del autor, a
su fuero íntimo. La razón de esta separación explicativa de los delitos dolosos y culposos se
encuentra en su distinta estructura subjetiva.
Nuestro derecho penal admite exclusivamente la responsabilidad subjetiva, que pueda
presentarse bajo las formas principales de dolo y culpa.
Ambas modalidades de realización de los tipos concretan lesiones a los bienes, sin embargo,
socialmente no son igualmente desvaloradas las acciones realizadas con intención que las
realizadas por imprudencia, aunque produzcan el mismo resultado, y esta distinta valoración
encuentra su reflejo en las leyes penales que castigan más fuertemente al hecho doloso que al
hecho imprudente.
1. EL DOLO
La expresión dolo tiene un significado restringido, ya que trabaja exclusivamente con los que están
definidos en una ley previa a través de su tipificación, es decir los actos típicos, de lo que se sigue
que para nosotros el dolo es la conciencia de realizar el tipo objetivo propio de un delito.
La voluntad de realizar un hecho que, aunque sea muy dañoso no es típico, no es dolo para el
derecho penal, porque no habrá tipicidad objetiva ni por tanto tipicidad subjetiva.
El dolo, como cualquier elemento del tipo, no se presume, sino que debe demostrarse
2. LA CULPA
Como la expresión culpa es utilizada con distintos sentidos, se postula sustituir la expresión culpa
por la de imprudencia.
La culpa o imprudencia consiste en la realización de n tipo como consecuencia de la infracción de
un deber de cuidado. En su subjetividad el autor del delito imprudente no pretendió realizar el
resultado, pero como se atribuye el mismo a su objetiva falta de cuidado, se le imputa a su
persona.
El delito culposo o imprudente no existe intención de cometer un injusto.
Mientras en el delito doloso puede apreciarse la intención de dañar un bien jurídico, en el delito
imprudente se percibe una actitud subjetiva de menosprecio por los bienes jurídicos de los demás
(menosprecio revelado en la falta de cuidados).