Producto: Es una opción que permite que la oferta satisfaga la demanda para satisfacer las necesidades y deseos

mediante el uso o el consumo. Esta opción garantiza que la cantidad y variedad de productos o servicios disponibles
sean suficientes para cubrir las distintas demandas y preferencias de los consumidores. De esta manera, se asegura
que las necesidades y deseos de la población puedan ser atendidos de manera efectiva, proporcionando acceso a
bienes y servicios que contribuyan a mejorar su calidad de vida. Asimismo, esta dinámica fomenta la competencia
entre los proveedores, lo que puede resultar en una mayor innovación y mejora continua en la oferta de productos
y servicios, beneficiando tanto a los consumidores como a la economía en general.

Precio: Se define como la cantidad que un cliente está dispuesto a pagar para recibir los beneficios de un producto.
Este concepto encapsula la valoración subjetiva que un consumidor asigna a un producto o servicio en función de
los beneficios percibidos y su disposición a desembolsar una determinada cantidad de recursos, ya sea dinero,
tiempo o esfuerzo, para obtenerlo. Esta valoración puede estar influenciada por una variedad de factores, como la
calidad percibida del producto, su utilidad, la disponibilidad de alternativas similares en el mercado, las preferencias
personales del cliente, entre otros. Además, la disposición a pagar puede variar según el contexto económico, social
y cultural en el que se encuentre el consumidor. En última instancia, este concepto es fundamental para entender el
comportamiento del consumidor y establecer estrategias de fijación de precios que maximicen el valor percibido
por el cliente y la rentabilidad para el proveedor.

Promoción: Ayuda a difundir información sobre productos y servicios .se utiliza para mejorar su imagen pública.
Esta técnica de marketing atrae el interés de los clientes y también ayuda a mantenerlos como clientes frecuentes.
Esta técnica de marketing no se limita a la adquisición de nuevos clientes, sino que también desempeña un papel
crucial en la retención y fidelización de la base de clientes existente. Al mantener una presencia constante y
atractiva en los canales de comunicación, se refuerza el vínculo emocional entre la marca y los clientes, lo que les
hace más propensos a seguir prefiriendo y comprando los productos o servicios ofrecidos. En resumen, la difusión
de información y la gestión de la imagen pública son herramientas estratégicas fundamentales para cultivar
relaciones sólidas con los clientes y garantizar el éxito a largo plazo en el mercado.

Plaza: Es una ubicación física o virtual donde los clientes pueden encontrar y comprar lo que se tiene para ofrecer.
La tienda puede ser física, o en línea para que el cliente tenga esa segunda opción, representa el canal de
distribución mediante el cual los productos o servicios llegan a manos de los consumidores. Esta ubicación, ya sea
física o virtual, es crucial para facilitar el acceso de los clientes a lo que se tiene para ofrecer. En el caso de una
tienda física, la plaza puede abarcar desde establecimientos minoristas en calles concurridas hasta grandes
almacenes en centros comerciales, garantizando así una presencia física visible y accesible para los consumidores.