Está en la página 1de 4

ISFD N°21 “Dr.

Ricardo Rojas”
Carrera:Profesorado de Lengua y Literatura
Cátedra: Lingüística y Gramática III
Estudiantes: Veiga Micaela
Comisión: 3°1°
Docente: Cristian Franco
Fecha de entrega: 03/11/2022
Ciclo Lectivo:2022
DNI: 40910332
Correo Electrónico: micaelabelenveiga@gmail.com

ANÁLISIS DEL DISCURSO DESDE LA TEORÍA DE LA ENUNCIACIÓN

CARTA DE LECTOR:

"Debemos despertar ya y salvar a los alumnos y la educación"


Todos sabemos que la educación argentina está en decadencia; y las últimas medidas del ministerio le han
dado el golpe de gracia. Ejemplifiquemos: Se eliminan las mesas de exámenes y las repitencias, no mejorando
las estrategias/calidad sino “aprobando por decreto”.
Si el alumno aprueba el último trimestre aprueba la asignatura completa, incluidos los años anteriores (si los
tuviese desaprobados). Si aprueba la mayoría de las áreas del trayecto curricular (asignaturas que el ministerio
ha agrupado a su criterio, por ejemplo: Lengua, Inglés, Educación Física, Música y Plástica), aprueba todas.
Los docentes deben ponerse en contacto con el alumno, prepararle los trabajos, motivarlo, recordarle,
reprogramarle; en definitiva, servirle el aprobado en bandeja. Es obligatorio usar los cuadernos pedagógicos
que brinda el ministerio. El docente no tiene derecho de elegir los materiales que considere apropiados.
La inclusión se convierte en sinónimo de nivelación para abajo instalando la mediocracia educativa.
Improvisación e imposición unilateral de las medidas, desde el año pasado, sin coherencia, atemporales
(enviadas con un día u horas de antelación) y con total falta de respeto al trabajo y la autoridad docente. Esta
normativa es un verdadero atropello a los derechos básicos: el derecho a la educación y el derecho de los
profesionales docentes a ejercer sus prácticas sin coacciones.
Atenta contra la dignidad de los estudiantes porque los denigra al considerarlos incapaces, al medirlos a todos
por igual, con una vara que apenas se eleva del zócalo del piso, al no capacitarlos ni en contenidos, ni en
habilidades, ni en competencias. Atenta contra valores que son pilares de la sociedad, como el trabajo, el
esfuerzo, la responsabilidad, la honradez y la honestidad. Atenta contra la ética docente porque éstos se ven
obligados a mentir, a engañar a sus alumnos tergiversando la realidad cada vez que los “aprueban sin
aprobar”.
Atenta contra la dignidad docente al desprestigiar su labor ya que no se tienen en cuenta sus planificaciones,
los procesos desarrollados, su capacidad de toma de decisión, su rol específico. Por todo esto, nos unimos
para levantar nuestras voces en favor de la educación. Debemos despertar del letargo. Esto es grave y
acuciante. Tenemos que frenarlo ya. Hay que evitar la desintegración del sistema educativo.
Promover a los estudiantes implica integrarlos, brindarles herramientas efectivas y responsabilizarlos. Se
pueden crear horas para acompañamiento pedagógico y gabinetes psicopedagógicos funcionales y
garantizados de manera efectiva y gratuita para todas las escuelas del país.
Hay mucho por hacer sin tener que caer en la aprobación compulsiva. Las nuevas generaciones merecen y
necesitan una Educación de calidad y con valores sólidos. Una formación que promueva sus capacidades y les
permita crecer y creer. La Patria lo amerita, hoy más que nunca.
Liana Pividori / pividoriliana@gmail.com

1
Educación, deterioro y acción

El presente trabajo se propone analizar y explicitar, en líneas generales debido a las pautas de
entrega, el modo en que diversas marcas lingüísticas presentes en la carta de lector que
Liana Pividori escribió para Diario Clarín, “Debemos despertar ya y salvar a los alumnos y
la educación”, evidencian la presencia de la subjetividad del enunciador y posibilitan la
construcción de su posicionamiento ideológico en el discurso.
Para llevar a cabo este análisis, se han tomado, como marco de referencia, los desarrollos
teóricos de Calsamiglia, Orecchioni y Maingueneau sobre las marcas de subjetividad en el
discurso (Deícticos, Subjetivemas y Modalizadores).
Para comenzar el análisis resulta pertinente observar las distintas figuras discursivas que se
construyen en este discurso. En primer lugar, respecto a la figura de enunciador, este texto se
caracteriza por presentar una oscilación constante de inscripción y borramiento de las huellas
del enunciador ya que por momentos exhibe marcas claras de dicha figura; y,
simultáneamente, presenta múltiples afirmaciones sin sujeto modal (se volverá sobre esto
último más tarde). Algunos de los casos más claros de la inscripción del enunciador son los
siguientes deícticos de persona: en el título el verbo debemos conjugado en primera persona
plural “Debemos despertar ya (...) ”; en el primer párrafo el pronombre indefinido todos
conjugado en primera persona plural con el verbo sabemos “Todos sabemos que la
educación argentina (...)” al igual que el verbo ejemplifiquemos “Ejemplifiquemos: se
eliminan las mesas (...)”; en el séptimo párrafo, el pronombre personal Nos junto con el
verbo, conjugado en primera persona plural, Unimos “(...) nos unimos para despertar (...)”,
y el verbo (igualmente conjugado) tenemos “Tenemos que frenarlo ya (...) ”. En todos los
casos señalados se observa la utilización del pronombre personal “Nosotros” de extensión
máxima que le permite a quien enuncia englobarse dentro de un grupo que le otorga
legitimidad a su enunciado.
Cabe destacar, respecto al grado de extensión del pronombre “nosotros”, que aparenta ser de
extensión máxima ya que en ningún momento el enunciador define los límites de ese grupo.
Las únicas limitaciones del mismo se presentan, por oposición, a partir de la construcción de
tres grupos enunciados en tercera persona: en primer lugar el “Ministerio” que funciona
como el agente que, a través de sus medidas, “da el golpe de gracia” a la educación y que

2
atenta, coacciona, atropella los derechos de docentes y estudiantes. “(...) las últimas medidas
del ministerio le han dado el golpe de gracia” o “(...) Materias que el ministerio ha
agrupado a su criterio (...)”; en segundo lugar, los “Alumnos- Estudiantes” que funcionan
como uno de los pacientes de las acciones llevadas a cabo por el ministerio, por ejemplo en el
caso del verbo atentar cuando plantea“atenta contra la dignidad de los estudiantes porque
los denigra al considerarlos incapaces (...)” ; por último, los “Docentes” que también
funcionan como pacientes de las acciones del Ministerio, por ejemplo el momento en que
afirma “Atenta contra la ética docente porque estos se ven obligados a mentir (...)” .
Es, entonces, a partir de la designación de estos colectivos en tercera persona, que se pueden
delimitar algunas de las características del grupo en que se incluye el enunciador. Podemos
concluir que no forma parte del ministerio, de los alumnos o docentes, porque estos son
referidos con otra persona gramatical.
Otra de las cuestiones que definen el posicionamiento ideológico del enunciador en esta carta
son las distintas modalidades de enunciación que presenta. En la mayor parte del texto se
observa una modalidad aseverativa sin sujeto modal. Es decir, afirmaciones con borramiento
de la figura de enunciación que buscan generar un mayor efecto de veracidad y objetividad
sobre el enunciado. Por ejemplo cuando afirma “ La inclusión se convierte en sinónimo de
nivelación para abajo instalando la mediocracia educativa”.
No obstante, también se observa la siguiente construcción “Ejemplifiquemos: Se eliminan las
mesas de exámenes (...)” .Por su conjugación en primera persona plural, el verbo
ejemplifiquemos indica la acción llevada a cabo por el enunciador del discurso, junto al
colectivo en el que se incluye, en modalidad de enunciación aseverativa.
Por otra parte, es posible identificar, además, varios enunciados con modalidad imperativa.
En ellos el enunciador engloba al enunciatario dentro de su colectivo y le ordena llevar a cabo
distintas acciones como “debemos despertar y salvar a los alumnos” “Debemos despertar
del letargo” o “Tenemos que frenarlo ya”.
Otro de los elementos que contribuye a la construcción de la postura ideológica del
enunciador en el discurso, es el uso recurrente de comillas para enfatizar ciertos enunciados.
Tal es el caso de las construcciones “aprobando por decreto” y “aprueban por aprobar”
que buscan enfatizar el supuesto deterioro de la educación argentina propuesto por el
enunciador al inicio de la carta.
Finalmente, resulta indispensable destacar el modo en que la selección de un léxico formal
contribuye a la intención del enunciador de generar el efecto de impersonalidad y veracidad
sobre su planteo. Al analizar construcciones del discurso como “Si aprueba la mayoría de

3
las áreas del trayecto curricular (...)”, resulta evidente la selección de un léxico propio del
ámbito formal. Distinto sería si expresara por ejemplo “si aprueba unas cuantas materias”.
Por todo lo mencionado, es posible concluir que el posicionamiento ideológico del
enunciador de esta carta de lector es el de una ciudadana que valora negativamente las
condiciones de la educación argentina y que intenta convocar a su enunciatario, los
ciudadanos argentinos, a accionar al respecto.
En conclusión, las marcas lingüísticas más relevantes para analizar el posicionamiento
ideológico de esta carta han sido los deícticos de persona ( pronombres tanto de 1° como 3°
persona) para la construcción de las figuras discursivas; las modalidades de enunciación para
la construcción de una posición socialmente legítima para enunciar; y la selección léxica
acorde a un registro de ámbito formal.

También podría gustarte