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Aparato Digestivo

Introducción:

Para comprender de mejor manera la ubicación de los órganos del aparato digestivo, es necesario
aprender el nombre, que para fines de estudio la parte de enfrente (anterior o ventral) está dividida
en 4 cuadrantes, que no tienen nombre especifico sino únicamente cuadrante superior derecho o
izquierdo y cuadrante inferior derecho o izquierdo o en 9 regiones, identificados de la parte superior
a la inferior y de lo proximal a lo distal

1. Región epigástrica
2. Región del hipocondrio derecho
3. Región del hipocondrio izquierdo
4. Región umbilical
5. Región lumbar derecha
6. Región lumbar izquierda
7. Región hipogástrica
8. Región inguinal derecha
9. Región inguinal izquierda
Sistema Digestivo

1. Definición.

El aparato digestivo está constituido por un conducto muscular, el tubo digestivo, y por varios
órganos accesorios. La cavidad oral (boca), la faringe, el esófago, el estómago, el intestino
delgado y el intestino grueso conforman el tubo digestivo. Por su parte, entre los órganos accesorios
se cuentan los dientes, la lengua y varios órganos glandulares, como las glándulas salivales, el
hígado y el páncreas, que secretan sustancias a los conductos del tubo digestivo. El alimento entra
en el tubo y atraviesa toda su longitud. En ese recorrido, las secreciones de los órganos glandulares,
que contienen agua, enzimas, sustancias tampón y otros componentes, ayuda a preparar los
nutrientes orgánicos e inorgánicos para su absorción a lo largo del epitelio del tubo digestivo. Este y
los órganos accesorios actúan de forma conjunta para desarrollar las siguientes funciones:

1. Ingestión: la ingestión se produce cuando los alimentos y líquidos entran en el tubo


digestivo a través de la boca.
2. Procesado mecánico: la mayor parte de los sólidos ingeridos se deben someter a un
procesamiento mecánico antes de ser tragados. Los procesos de aplastamiento con la lengua
o de fragmentación y trituración con los dientes son ejemplos de este tipo de
procesamiento, que se desarrolla antes de la deglución. Después de la misma, los
movimientos de mezclado, batido, giro y propulsión del tubo digestivo continúan
avanzando en este procesado mecánico.
3. Digestión: la digestión es la descomposición química y enzimática de los azúcares
complejos, los lípidos y las proteínas, que da lugar a la formación de pequeñas moléculas
que son absorbidas por el epitelio digestivo.
4. Secreción: generalmente la digestión comprende la intervención de ácidos, enzimas y
sustancias tampón, producidas por secreción activa. Algunas de tales secreciones tienen
lugar en el revestimiento del tubo digestivo, aunque mayoritariamente proceden de órganos
accesorios como el páncreas.
5. Absorción: la absorción es el movimiento de las moléculas orgánicas, los electrólitos, las
vitaminas y el agua a través del epitelio digestivo y dirigido al líquido intersticial del tubo
digestivo.
6. Excreción: los productos residuales son excretados al tubo digestivo, fundamentalmente por
acción de las glándulas accesorias (en especial, el hígado). Compactación: la compactación
es la deshidratación progresiva de los materiales no digeribles y de los residuos orgánicos
antes de su eliminación del cuerpo. El material compactado conforma las heces; la
defecación es la eliminación de heces del cuerpo.

El revestimiento del tubo digestivo también desempeña una función defensiva, al proteger los
tejidos adyacentes contra: 1) los efectos corrosivos de ácidos y enzimas digestivos; 2) las tensiones
mecánicas, como la abrasión, y 3) los agentes patógenos, ingeridos con los alimentos o que residen
en el interior del tubo digestivo.

En resumen, los órganos del aparato digestivo procesan mecánicamente y químicamente el alimento
que se introduce por la boca y que atraviesa el conducto digestivo. El objetivo de estas actividades
se centra en convertir los sólidos, de estructura química compleja, en pequeñas moléculas que
puedan ser absorbidas por el epitelio que reviste el tubo digestivo, para transferirlas a la sangre
circulante.
2. Proceso Digestivo

Nuestra exploración del tubo digestivo seguirá el recorrido del alimento de la boca al ano. La boca
se abre a la cavidad oral. Las funciones de esta cavidad incluyen: 1) el análisis del material antes de
deglutirlo; 2) el procesamiento mecánico mediante la acción de los dientes, la lengua y las
superficies palatinas; 3) la lubricación mediante mezcla con las secreciones mucosas y la salivales,
y 4) la digestión limitada de carbohidratos por efecto de una enzima de la saliva.

Proceso de la deglución

La deglución constituye un proceso complejo cuyo inicio es controlado de forma voluntaria, aunque
se convierte en involuntario una vez que ha comenzado. En él pueden diferenciarse las fases bucal,
faríngea y esofágica.

La fase bucal se inicia con la compresión del bolo contra el paladar duro. La posterior
retracción de la lengua impulsa a continuación el bolo hacia la faringe y contribuye a la
elevación del paladar blando por acción de los músculos palatinos, aislando así la
nasofaringe. La fase bucal es estrictamente voluntaria. Sin embargo, una vez que el bolo
entra en la orofaringe, se inician los reflejos involuntarios y el bolo es impulsado hacia el
estómago.
La fase faríngea se inicia en el momento en que el bolo entra en contacto con los arcos
palatinos, la pared faríngea posterior o ambos. La elevación de la laringe, por acción de los
músculos palatofaríngeo y estilofaríngeo, y el pliegue de la epiglotis, impulsan el bolo por
detrás de la glotis cerrada. En menos de un segundo, los músculos constrictores faríngeos
han impulsado el bolo hasta el esófago. Durante el tiempo en el que el bolo pasa a la faringe
y al esófago, los centros respiratorios se mantienen inhibidos y la respiración cesa.
La fase esofágica de la deglución se inicia con la abertura del esfínter esofágico superior.
Después de pasar por el esfínter abierto, el bolo es impulsado a lo largo del esófago por las
ondas peristálticas. La aproximación del bolo hace que se abra el esfínter esofágico
inferior, más débil, que a da paso al estómago.
3. Características del tubo digestivo.

Organización histológica del tubo digestivo

Las principales capas del tubo digestivo son: 1) la mucosa; 2) la submucosa; 3) la muscular propia,
y 4) la serosa. A lo largo de la estructura del conducto digestivo se registran variaciones en la
estructura de estas cuatro capas. Tales variaciones se relacionan con las funciones específicas de
cada órgano y región.

a) La mucosa: El revestimiento interno, o mucosa, del tubo digestivo. El epitelio mucoso


puede ser estratificado o simple, en función de su localización y de las tensiones a las que
se vea sometido. Por ejemplo, la cavidad oral y el esófago están revestidos por un epitelio
escamoso estratificado que puede resistir importantes tensiones y fuerzas de abrasión,
mientras que el estómago, el intestino delgado y casi todo el intestino grueso presentan un
epitelio cilíndrico simple especializado en la secreción y la absorción.

b) Submucosa La submucosa es una capa de tejido conjuntivo, denso e irregular, que rodea la
muscular de la mucosa. En esta capa se hallan grandes vasos sanguíneos y linfáticos y, en
algunas áreas de la misma, también es posible encontrar glándulas exócrinas que secretan
sustancias tampón y enzimas a la luz del tubo. En su margen externo, la submucosa
contiene una red de fibras nerviosas y cuerpos celulares neuronales dispersos. Este plexo
submucoso (plexo de Meissner), que inerva la mucosa, contiene neuronas sensoriales,
ganglios parasimpáticos y fibras posganglionares simpáticas

c) Muscular propia. La muscular propia, que rodea la submucosa, es un área dominada por
fibras de músculo liso, estructuradas en capas circulares (internas) y longitudinales
(externas). Dichas capas desempeñan un papel fundamental en el procesado mecánico y la
propulsión de materiales a lo largo del tubo digestivo. Estos movimientos están coordinados
fundamentalmente por neuronas del plexo mientérico, o plexo de Auerbach. La red,
constituida por ganglios parasimpáticos y fibras posganglionares simpáticas, queda
comprendida entre las capas musculares circular y longitudinal. La estimulación
parasimpática aumenta el tono muscular y favorece las contracciones, en tanto que la
simpática fomenta la inhibición de la actividad y la relajación musculares.

Por otra parte, en localizaciones específicas del tubo digestivo, la muscular propia forma
esfínteres, o válvulas, que ayudan a evitar que la materia ingerida se desplace a lo largo del
tubo en momentos inadecuados o en dirección equivocada.

a) Serosa. Como la mayor parte de las áreas del tubo digestivo comprendidas en el interior de
la cavidad peritoneal, la muscular propia está revestida por una membrana serosa, conocida
simplemente como serosa. No obstante, esta membrana no está presente en la muscular
propia de la cavidad oral, la faringe, el esófago y el recto. En ellos, está envuelta por una
densa red de fibras de colágeno que fija firmemente el tubo digestivo a las estructuras
adyacentes. Está cubierta fibrosa se denomina adventicia.
El tubo digestivo contiene tejido muscular liso visceral.

Dos tipos de movimiento, el peristaltismo y la segmentación. Estas contracciones ondulatorias se


expanden a lo largo de la lámina muscular y facilitan la propulsión y la mezcla del contenido del
tubo digestivo.

Peristaltismo: La muscular propia impulsa la materia de una región del tubo digestivo a otra por
medio de las contracciones que conforman el peristaltismo. Este fenómeno consiste en una
sucesión de ondas de contracción muscular que inducen desplazamiento de un bolo (pequeña masa
ovoide de alimento) a lo largo del tubo digestivo. En una onda peristáltica, los músculos
circulares se contraen por detrás del contenido digestivo. Los músculos longitudinales se
contraen a su vez, aproximando los segmentos adyacentes. Una onda de contracción en los
músculos circulares impulsa seguidamente a los materiales en la dirección deseada

Segmentación: La mayor parte de las áreas del intestino delgado y algunas del intestino grueso
experimentan contracciones que producen segmentación. Los desplazamientos de este tipo, que
agitan y fragmentan los materiales digestivos combinándolos con las secreciones intestinales, no
generan movimiento neto en dirección alguna.

El sistema nervioso entérico tiene aproximadamente la misma cantidad de neuronas y


neurotransmisores que la médula espinal.

Peritoneo: La serosa, o peritoneo visceral, forma una continuidad con el peritoneo parietal que
reviste las superficies internas de la pared del cuerpo. Con frecuencia, de los órganos de la cavidad
abdominal se dice que están dispuestos en las cavidades abdominal y peritoneal. En realidad, los
órganos abdominales presentan una o más de las siguientes relaciones con las membranas
peritoneales:
Los órganos intraperitoneales se sitúan en el interior de la cavidad peritoneal, dentro de la
cual quedan cubiertos por el peritoneo visceral por todos sus lados. Ejemplos de ello son
estómago, hígado e íleon.
Los órganos retroperitoneales están cubiertos por el peritoneo visceral sólo por su parte
anterior; en este caso, el órgano se sitúa fuera de la cavidad peritoneal. Es característico el
hecho de que estos órganos no se desarrollan a partir del intestino embrionario. Entre ellos
se cuentan riñones, uréteres y aorta abdominal.
Los órganos retroperitoneales secundarios son órganos digestivos que se forman
intraperitonealmente, pero que luego se hacen retroperitoneales. El cambio se produce
durante el desarrollo embrionario, cuando una porción del peritoneo visceral asociado se
funde con el peritoneo parietal opuesto. Ejemplos de órganos retroperitoneales secundarios
son el páncreas y la mayor parte del duodeno. (REVISEN LAS REGIONES O LOS
CUADRANTES PARA UBICARLOS CORRECTAMENTE)

Mesenterios: En el interior de la cavidad peritoneal, la mayor parte de las áreas del tubo digestivo
son soportadas por láminas de membrana serosa que conectan el peritoneo parietal con el visceral

Epiplón menor: ubicado en posición ventral del estómago, entre el estómago y el hígado y entre el
hígado y la pared abdominal anterior y el diafragma.

Epiplón mayor: El mesenterio dorsal del estómago se hace más grande y forma una bolsa que se
extiende en sentido inferior entre la pared del cuerpo y la superficie anterior del intestino delgado

Excepto en sus 25 primeros centímetros, todo el intestino delgado es sostenido por una capa
mesentérica, llamada simplemente mesenterio o mesenterio propio, que aporta estabilidad,
aunque permite cierto grado de movimiento independiente La cavidad oral o bucal está revestida
por la mucosa oral, que presenta un epitelio escamoso estratificado que protege la boca de la
abrasión durante la ingestión de alimento
Componentes del Sistema Digestivo

4. Boca –

La cavidad oral o bucal está revestida por la mucosa oral, que presenta un epitelio escamoso
estratificado que protege la boca de la abrasión durante la ingestión de alimento

El techo de la cavidad oral está formado por los paladares duro y blando, mientras que la lengua
ocupa su suelo. El paladar duro separa la cavidad oral de la nasal, mientras que el blando separa la
citada cavidad de la nasofaringe y la cierra durante la deglución. La úvula, protuberancia
digitiforme que cuelga en el centro del borde posterior del paladar blando, ayuda a evitar que el
alimento pase a la faringe prematuramente. Por debajo de la lengua, el suelo de la boca recibe un
soporte adicional del músculo milohioideo. El paladar duro está formado por la apófisis palatina del
maxilar y el hueso palatino. Por su parte, el paladar blando se sitúa detrás del duro. En el borde
posterior del paladar blando se disponen la úvula, péndula, y dos pares de arcos faríngeos
musculares.

Lengua

La lengua manipula el material que hay en el interior de la boca y, en ocasiones, se emplea para
introducir en ella ciertos alimentos. Las principales funciones de la lengua son: 1) procesamiento
mecánico por compresión, abrasión y distorsión; 2) manipulación para ayudar a la masticación y
para preparar el alimento para la deglución; 3) análisis sensorial por medio de los receptores
táctiles, térmicos y gustativos, y 4) secreción de mucinas y de una enzima que ayuda a digerir las
grasas.

En la lengua pueden diferenciarse un cuerpo anterior, o porción oral, y una raíz posterior, o
porción faríngea. Su superficie superior, o dorso del cuerpo, contiene numerosas pequeñas
proyecciones denominadas papilas.

La enzima lipasa lingual. Esta lipasa inicia la descomposición enzimática de los lípidos y,
específicamente, de los triglicéridos.

El frenillo de la lengua, conecta el cuerpo lingual a la mucosa del suelo de la boca. A cada uno de
los lados el frenillo, son visibles al abrirse los conductos de las glándulas salivales.

La lengua contiene dos grupos musculares diferentes, los músculos linguales intrínsecos y los
extrínsecos. Ambos son regulados por el nervio hipogloso (XII).
Dientes

Los movimientos de la lengua son importantes para que el alimento pase por la superficie de los
dientes. Estos son los encargados de la masticación del alimento, que rompe el tejido conjuntivo
animal y las fibras vegetales de los alimentos y ayuda a saturar el material masticado con
secreciones salivales y enzimáticas.
Tipos de dientes

Los incisivos son dientes de borde cortante que se disponen en la parte frontal de la boca.
Son útiles para hendir o cortar, por ejemplo, al masticar una zanahoria cruda.
Los caninos (cúspides) tienen una forma cónica, con un borde agudo y terminación en
punta. Se utilizan para desgarrar o separar. Por ejemplo, un tallo de apio puede ser
ablandado por la acción cortante de los incisivos, pero suele tener que ser desgarrado por el
efecto de cizallamiento que generan los caninos. Tanto los incisivos como los caninos
presentan una sola raíz.
Los premolares (bicúspides) pueden presentar tanto una como dos raíces. Tienen una
corona con una parte superior aplanada, pero presentan prominentes crestas. Este tipo de
dientes se utilizan para machacar y triturar el alimento.
Los molares presentan superficies aplanadas mayores que los anteriores, con crestas
prominentes y con tres o más raíces. Tienen funciones similares a las de los premolares.

Cada diente está divido en corona cuello y raíz, los dientes pasan por dos etapas, la primera
denominada dientes temporales o dentición primaria y consta de 20 dientes, la segunda la dentición
fija que está formada por 32 dientes.
5. Faringe

La faringe actúa como vía de paso de alimento, líquidos y aire. El revestimiento epitelial y las
divisiones de la faringe,

6. Esófago –

El esófago es un tubo muscular hueco que trasporta el alimento y los líquidos al estómago.
Localizado detrás de la tráquea, pasa a lo largo de la pared dorsal del mediastino en la cavidad
torácica y entra en la cavidad peritoneal a través de una abertura en el diafragma, el hiato
esofágico, antes de desembocar en el estómago. El esófago mide aproximadamente 25 cm de largo
y unos 2 cm de diámetro. Se inicia a nivel del cartílago cricoides anterior a la sexta vértebra y
termina en posición anterior a la séptima vértebra torácica.

Ni la parte superior ni la inferior del esófago presentan un músculo esfinteriano bien definido,
comparable a los localizados en otros órganos del tubo digestivo. No obstante, para describir estas
áreas se utilizan los términos esfínter esofágico superior y esfínter esofágico inferior (escotadura
cardíaca), ya que son similares en su función a otros esfínteres.

La pared del esófago presenta capas mucosa, submucosa y muscular

7. Estomago

El estómago desarrolla tres funciones principales: 1) almacenamiento de alimentos; 2)


descomposición mecánica del alimento ingerido, y 3) digestión química del mismo mediante la
rotura de los enlaces químicos con ácidos y enzimas. Esta mezcla de las sustancias ingeridas con los
ácidos y las enzimas secretadas por las glándulas del estómago produce una sustancia de
consistencia viscosa y caldosa, fuertemente ácida, llamada quimo.

El estómago, que es un órgano intraperitoneal, presenta forma de J engrosada Ocupa las regiones
hipocondríaca izquierda, epigástrica y, en parte, umbilical y lumbar izquierda . Sus formas y
tamaños son variables de una persona a otra y entre una comida y la siguiente.

La bolsa en forma de J presenta una curvatura menor, pequeña y que constituye la superficie
medial del órgano, y una curvatura mayor, más larga que conforma su superficie lateral. En un
estómago medio, la curvatura menor presenta una longitud de unos 10 cm, mientras que la mayor
mide unos 40 cm. Las superficies anterior y posterior son uniformemente redondeadas. El
estómago se suele extender entre los niveles de las vértebras séptima dorsal y tercera lumbar. El
estómago está dividido en las cuatro regiones siguientes

El esófago entra en contacto con la superficie medial del estómago en el cardias, así
denominado por su proximidad al corazón. El cardias conforma la porción superior medial
del estómago y cubre un área de unos 3 cm, en la unión de este con el esófago. La luz
esofágica se abre al cardias en el orificio cardial.
La región del estómago situada por encima de la unión gastroesofágica es el fondo, que está
en contacto con las superficies inferior y posterior del diafragma.
El área comprendida entre el fondo y la curva de la J es el cuerpo del estómago. El cuerpo
es la región más extensa del estómago y funciona como un tanque de mezclado de los
alimentos ingeridos y las secreciones gástricas.
El píloro es la curva de la J. Se divide en antro pilórico, unido al cuerpo del estómago, y
conducto pilórico, conectado al duodeno, el segmento proximal del intestino delgado.
Mientras se producen los movimientos de mezclado durante la digestión, el píloro cambia a
menudo de forma. El esfínter pilórico regula la liberación de quimo a través del orificio
pilórico al duodeno.
En el fondo y en el cuerpo del estómago, cada fosita se comunica con diversas glándulas gástricas
que se extienden en estratos profundos de la lámina propia subyacente.

El estómago secretar unos 1.500 ml. de jugo gástrico al día.

Células parietales Las células que secretan factor intrínseco y ácido clorhídrico (HCl) se
denominan células parietales, u oxínticas. Son especialmente abundantes en las posiciones
proximales de cada una de las glándulas gástricas. El factor intrínseco facilita la absorción de
vitamina B12, necesaria para la eritropoyesis, a través del revestimiento intestinal. El ácido
clorhídrico reduce el pH del jugo gástrico, elimina microorganismos, produce la rotura de las
paredes celulares y de los tejidos conjuntivos de los alimentos y activa la secreción de células
principales.

Células principales Las células principales, o cimógenas, son las más abundantes cerca de la base
de las glándulas gástricas. Se encargan de la secreción de pepsinógeno, que es convertido por los
ácidos de la luz gástrica en una activa enzima proteolítica (de digestión de proteínas), la pepsina.
En el estómago de los lactantes (no así en el de los adultos) se producen también renina y lipasa
gástrica, importantes para la digestión de la leche. La renina induce coagulación de las proteínas
lácteas y la lipasa gástrica inicia la digestión de las grasas de la leche.

Células entero endocrinas Mezcladas entre las células parietales y las principales, se encuentran
las células entero endocrinas, que generan al menos siete secreciones diferentes. Las células G,
por ejemplo, son las células entero endocrinas más abundantes en las fositas gástricas de la región
pilórica. Secretan la hormona gastrina, liberada cuando el alimento entra en el estómago
estimulando la actividad secretora de las células parietales y principales. También hace que se
intensifique la actividad del músculo liso de la pared del estómago, lo que favorece el proceso de
mezcla.

El simple hecho de ver comida o de pensar en ella activa el nervio vago

6. Intestino Delgado

El intestino delgado desempeña el papel principal en la digestión y absorción de nutrientes. Se trata


de un órgano con una longitud media de 6 m (en un intervalo de entre 5 y 8,3 m) y un diámetro de
entre 4 cm junto al estómago, y 2,5 cm, en la unión con el intestino grueso. Ocupa todas las
regiones abdominales, excepto el hipocondrio izquierdo y el epigastrio

El 90% de la absorción de nutrientes se produce en el intestino delgado, correspondiendo la mayoría


del 10% restante a la porción proximal del intestino grueso.

Regiones del intestino delgado

El intestino delgado presenta tres subdivisiones anatómicas: el duodeno, el yeyuno y el íleon

Duodeno

El duodeno, es el segmento más corto y más ancho del intestino delgado. Mide aproximadamente
25 cm y está conectado al píloro del estómago; la unión con este queda protegida por el esfínter
pilórico. Desde su comienzo en dicho esfínter, el duodeno se curva formando una C que rodea el
páncreas. Los 2,5 cm proximales son intraperitoneales, mientras que el resto son secundariamente
retroperitoneales y se localizan entre las vértebras L1 y L4.

El duodeno es un «recipiente mezclador» que recibe quimo del estómago y secreciones digestivas
del páncreas y el hígado. Casi todas las enzimas digestivas esenciales proceden del páncreas.
Yeyuno

Un pliegue más bien abrupto, la flexura o ángulo duodenoyeyunal, marca la separación entre el
duodeno y el yeyuno. En este punto, el intestino delgado vuelve a entrar en la cavidad peritoneal,
pasando a ser intraperitoneal y a estar sostenido por una lámina de mesenterio. El yeyuno mide unos
2,5 m de largo. En su interior tiene lugar la mayor parte de la digestión química y de la absorción de
nutrientes.

Íleon

El íleon, también intraperitoneal, es el tercer y último segmento del intestino delgado. Es el más
largo, con unos 3,5 m. El íleon termina en un esfínter, la válvula ileocecal, que regula el flujo de
materia del íleon al ciego del intestino grueso.
La mucosa del intestino delgado forma una serie de proyecciones digitiformes, las vellosidades
intestinales

Entre las células del epitelio cilíndrico hay células caliciformes que secretan mucina en la superficie
intestinal.

Las secreciones del intestino delgado se denominan en conjunto jugos intestinales

7. Intestino Grueso

El intestino grueso, con forma de herradura, comienza al final del íleon y finaliza en el ano. Se
sitúa por debajo del estómago y el hígado y enmarca prácticamente en su totalidad el intestino
delgado.

La longitud media del intestino grueso es de 1,5 m y su diámetro promedio es de 7,5 cm. El órgano
de divide en tres partes: 1) el ciego, su segmento inicial, con forma de bolsa; 2) el colon, que es su
parte más larga, y 3) el recto, que forma los 15 cm terminales y constituye el final del tubo
digestivo.

Las principales funciones del intestino grueso son: 1) reabsorción de agua y electrólitos y la
compactación del contenido intestinal para formar las heces; 2) absorción de las importantes
vitaminas producidas por la acción de las bacterias, y 3) almacenamiento del material fecal antes de
la defecación.

El intestino grueso recibe sangre de las ramas tributarias de las arterias mesentérica superior y
mesentérica inferior. La sangre venosa procedente del intestino grueso es recogida a través de las
venas mesentéricas superior e inferior.

Los materiales procedentes del íleon entran en primer lugar en una bolsa expandida denominada
ciego. El íleon se fija a la superficie medial del ciego y se abre en la papila ileal. Los músculos que
rodean la abertura forman la válvula ileocecal, que regula el paso de material al intestino grueso. El
ciego, que es intraperitoneal, recoge y almacena el material digestivo que llega a él y comienza el
proceso de compactación. El apéndice, o apéndice vermiforme, fino y hueco, está fijado al ciego en
su cara posteromedial. Dicho apéndice mide unos 9 cm de largo, aunque su forma y sus
dimensiones son muy variables. Una banda de mesenterio, el mesoapéndice, conecta el apéndice
con el íleon y con el ciego. La mucosa y la submucosa del apéndice están ocupadas principalmente
por nódulos linfáticos y su principal función está relacionada con el sistema linfático, de un modo
comparable a las amígdalas. La inflamación de este apéndice da lugar a síntomas de apendicitis.

Colon

El colon presenta un diámetro mayor y una pared más delgada que la del intestino delgado.

Regiones del colon

El colon se subdivide en cuatro regiones: colon ascendente, colon transverso, colon descendente y
colon sigmoide
Colon ascendente Comenzando en el borde superior del ciego y ascendiendo a lo largo de la pared
abdominal derecha lateral y posterior de la cavidad peritoneal hasta la superficie del hígado, se sitúa
el colon ascendente. Llegado a esa altura gira a la derecha formando la flexura cólica derecha o
flexura hepática. Este ángulo determina el final del colon ascendente y el inicio del colon
transverso. El colon ascendente es secundariamente retroperitoneal, al quedar sus superficies lateral
y anterior cubiertas por el peritoneo visceral

Colon transverso En el ángulo cólico derecho, el colon transverso se curva en sentido anterior y
atraviesa el abdomen de derecha a izquierda. A medida que cruza la cavidad abdominal, su relación
peritoneal cambia. El segmento inicial es intraperitoneal, quedando sostenido por el mesocolon
transverso y separado de la pared abdominal anterior por las capas del epiplón mayor. Cuando el
colon transverso alcanza el lado izquierdo, pasa por debajo de la curvatura mayor del estómago y se
transforma en retroperitoneal secundario. El ligamento gastrocólico fi ja el colon transverso a la
curvatura mayor del estómago. Cerca del bazo, el colon forma una curva hacia la derecha,
denominada flexura cólica izquierda, o flexura esplénica, y a continuación avanza en sentido
caudal.

Colon descendente El colon descendente avanza hacia abajo a lo largo del lado derecho del
abdomen. Como es secundariamente retroperitoneal, esta parte del colon está firmemente fijada a la
pared abdominal. En la fosa

ilíaca, el colon descendente forma un segmento en forma de S, el colon sigmoide.

Colon sigmoide El colon sigmoide (término derivado de la letra griega sigma, S) es un segmento
con forma de S del intestino grueso, de unos 15 cm de longitud. Se inicia en la flexura sigmoide, y
termina en el recto El colon sigmoide es intraperitoneal y, al curvarse por detrás de la vejiga
urinaria es sostenido por el mesocolon sigmoide

8. Recto

El colon sigmoide descarga los residuos fecales en el recto. El recto corresponde a un segmento
intestinal retroperitoneal secundario que forma los últimos 15 cm del tubo digestivo.

Se trata de un órgano dilatable, destinado al almacenamiento temporal de la materia fecal; el


desplazamiento de dicha materia al recto activa el impulso de defecación.

9. Ano

La última porción del recto, el conducto anal, contiene pequeños pliegues longitudinales, las
columnas anales. Los bordes distales de las columnas anales están unidos por pliegues transversos,
que delimitan la separación entre el epitelio cilíndrico del recto proximal y un epitelio escamoso
estratificado similar al de la cavidad oral. El conducto anal termina en el ano u orificio anal. Cerca
del ano, la epidermis se queratiniza y se hace idéntica a la superficie de la piel.

Las venas de la lámina propia y la submucosa del conducto anal en ocasiones se dilatan,
produciendo las denominadas hemorroides. La capa de músculo circular de la muscular propia en
esta área forma el esfínter interno del ano. Las fibras de músculo liso de dicho esfínter no actúan
por control voluntario. Por su parte, el esfínter externo del ano rodea la porción distal del conducto
anal. Este último esfínter, constituido por fibras de músculo estriado, sí es en cambio de control
voluntario.
Glándulas anexas

Los órganos glandulares accesorios del tubo digestivo incluyen las glándulas salivales, el hígado, la
vesícula biliar y el páncreas. Los órganos glandulares producen y almacenan las enzimas, así como
las sustancias tampón, que resultan esenciales para la función digestiva. Además de los papeles que
desarrollan en la digestión, las glándulas salivales, el hígado y el páncreas desempeñan funciones
exocrinas. Tanto el hígado como el páncreas tienen otros cometidos vitales para los procesos
vitales, además de los relacionados con los procesos digestivos.

10. Hígado

El hígado es el órgano visceral de mayor tamaño y uno de los más versátiles del organismo. La
mayor parte de su masa se asienta sobre las regiones hipocondríaca y epigástrica derechas. Pesa en
torno a 1,5 kg. Este órgano, grande, consistente y de color pardo-rojizo, desarrolla una serie de
funciones metabólicas y de síntesis que cubren las tres categorías siguientes: regulación
metabólica, regulación hematológica y producción de bilis.

Las células hepáticas, o hepatocitos, regulan los niveles circulantes de metabolitos y los ajustan a
las necesidades de cada momento.

Regulación metabólica: El hígado es un centro esencial de intercambio para la regulación


metabólica del cuerpo. Los niveles circulantes de carbohidratos, lípidos y aminoácidos son
controlados por él. Toda la sangre procedente de las superficies de absorción del tubo
digestivo entra en el sistema portal hepático y a través de él fluye al hígado. Esta
disposición permite a las células hepáticas extraer los nutrientes absorbidos o las toxinas de
la sangre, antes de que esta llegue a la circulación sistémica a través de las venas hepáticas.
Las células hepáticas, o hepatocitos, regulan los niveles circulantes de metabolitos y los
ajustan a las necesidades de cada momento. El exceso de nutrientes es eliminado y
almacenado y sus deficiencias son corregidas movilizando las reservas almacenadas o
poniendo en práctica las actividades de síntesis apropiadas. Las toxinas circulantes y los
productos metabólicos residuales también son eliminados para su posterior inactivación,
almacenamiento o excreción. Por último, las vitaminas liposolubles (A, D, K y E) son
absorbidas y almacenadas en el hígado.
Regulación hematológica: El hígado es el mayor reservorio de sangre del cuerpo y recibe
en torno al 25% del gasto cardíaco. A medida que la sangre va pasando por los sinusoides
hepáticos: 1) los fagocitos del hígado eliminan los eritrocitos viejos o dañados, los residuos
celulares y los agentes patógenos de la circulación, y 2) las células hepáticas sintetizan
proteínas que contribuyen a la concentración osmótica de la sangre y el transporte de
nutrientes, y establecen los sistemas de la coagulación y el complemento.
Síntesis y secreción de bilis: la bilis es sintetizada por las células del hígado, almacenada
en la vesícula biliar y excretada a la luz del duodeno. Está constituida básicamente por
agua, con cantidades menores de iones, bilirrubina (pigmento derivado de la hemoglobina),
y un conjunto de lípidos conocidos globalmente como sales biliares. El agua y los iones
ayudan a diluir y tamponar los ácidos del quimo cuando este entra en el intestino delgado.
Las sales biliares se asocian al quimo y hacen posible que las enzimas descompongan los
lípidos que las integran en ácidos grasos absorbibles.

Anatomía de hígado El hígado es el mayor de los órganos intraperitoneales. Dispuesto en un estrato


profundo de la capa peritoneal visceral, cuenta con una firme cápsula fibrosa. En la superficie
anterior, un mesenterio ventral, el ligamento falciforme, marca la división entre el lóbulo
izquierdo y el lóbulo derecho

del hígado. Un engrosamiento en el borde inferior del ligamento falciforme constituye el ligamento
redondo del hígado, o ligamentum teres, banda fibrosa que se corresponde con la vena umbilical
fetal degenerada. El hígado es sostenido en la superficie inferior del diafragma por el ligamento
coronario.

Tradicionalmente, en el hígado se han diferenciado cuatro lóbulos. La impresión dejada por la vena
cava inferior señala la división entre el lóbulo derecho y el pequeño lóbulo caudado. Bajo este se
sitúa el lóbulo cuadrado, comprendido entre el lóbulo izquierdo y la vesícula biliar.

Cada lóbulo hepático está dividido por tejido conjuntivo en unos 100.000 lobulillos hepáticos, que
constituyen las unidades funcionales básicas del hígado
11. Páncreas

Secreción y transporte de bilis La bilis es secretada a una red de estrechos canales entre las
membranas opuestas de los hepatocitos adyacentes. Estos pequeños pasos, denominados
canalículos biliares, que se extienden hacia el lobulillo lejos de la vena central. Los canalículos se
conectan finalmente con los pequeños conductillos biliares, que conducen la bilis a un conducto
biliar en el área portal más próxima. Los conductos hepáticos derecho e izquierdo recogen la bilis
procedente de los conductos biliares de los lóbulos del hígado. Estos conductos se unen para formar
el conducto hepático común que sale del hígado. A través de este con-

ducto la bilis puede: 1) fluir al conducto colédoco, que desemboca en el duodeno, o 2) entrar en el
conducto cístico, que comunica con la vesícula biliar.
Vesícula biliar

La vesícula biliar es un órgano muscular hueco, con forma de pera. Es un saco muscular que
almacena y concentra la bilis antes de su excreción al intestino delgado. Se localiza en un seno, o
fosa, en la superficie visceral del lóbulo derecho. Como el hígado, la vesícula biliar es
intraperitoneal.

La vesícula biliar está dividida en tres áreas: el fondo, el cuerpo, y el cuello. El conducto cístico
comunica la vesícula biliar y el porta hepático, donde el conducto hepático común y el conducto
cístico se unen para formar el conducto colédoco. n el duodeno, el esfínter de la ampolla
hepatopancreática, o esfínter de Oddi, muscular, rodea la luz del conducto colédoco y la ampolla
duodenal. La ampolla duodenal se abre dentro del

duodeno en la papila duodenal, una pequeña proyección elevada. La contracción de este esfínter
cierra la vía de paso y evita que la bilis entre en el intestino delgado.

La vesícula biliar tiene dos funciones, el almacenamiento y la modificación de la bilis. Cuando el


esfínter de la ampolla hepatopancreática está cerrado, la bilis entra en el conducto cístico. Mientras
la bilis no fluye a través del conducto colédoco, entra en el conducto cístico para almacenarse en la
vesícula biliar, dilatable. Cuando está llena, la vesícula contiene 40-70 mL de bilis. Si esta
permanece en la vesícula, su composición va cambiando. El agua de la bilis es absorbida y las sales
biliares y otros componentes aumentan su concentración.

La eyección de bilis se produce por estimulación de la hormona colecisticinina (CCC), que es


liberada al flujo sanguíneo en el duodeno, cuando llega a él el quimo conteniendo grandes
cantidades de lípidos y proteínas parcialmente digeridas. La CCC produce relajación del esfínter de
la ampolla hepatopancreática y contracción de la vesícula.

Páncreas

El páncreas se su sitúa detrás del estómago, extendiéndose lateralmente desde el duodeno hacia el
bazo. Es un órgano alargado, de color gris-rosado, de unos 15 cm de longitud y unos 80 g de peso.
La ancha cabeza del páncreas se dispone en el asa formada por el duodeno al salir del píloro. El
cuerpo, más delgado, se extiende transversalmente hacia el bazo, y la cola es corta y de punta roma
y redondeada. El páncreas es secundariamente retroperitoneal y se halla firmemente fijado a la
pared posterior de la cavidad abdominal.
12. Salivales

Son tres los pares de glándulas salivales que emiten sus secreciones a la cavidad oral Cada una de
estas glándulas está rodeada por una cápsula fibrosa. La saliva producida por las células secretoras
de las glándulas es transportada a través de una red de finos conductos hacia un único tubo de
drenaje mayor. Este conducto principal atraviesa la cápsula y se abre a la superficie de la cavidad
oral. Las glándulas salivales se describen en los términos siguientes:

Las glándulas salivales parótidas son las de mayor tamaño, con un peso medio de unos 20
g. Son de forma irregular y se extienden entre la superficie inferior del arco cigomático y el
borde anterior del músculo esternocleidomastoideo, y de la apófisis mastoides al hueso
temporal en sentido anterior, a través de la cara superficial del músculo masetero. Las
secreciones de cada glándula drenan por un conducto parotídeo, o conducto de Stensen,
que se abre en el vestíbulo, a nivel del segundo premolar superior.
Las glándulas salivales sublinguales están revestidas por la membrana mucosa del suelo
de la boca. Numerosos conductos sublinguales, o conductos de Rivinus, se abren a ambos
lados del frenillo de la lengua.
Las glándulas salivales submandibulares se localizan en el suelo de la boca, junto a las
superficies mediales de la mandíbula, por debajo de la línea milohioidea. Los conductos
submandibulares, o conductos de Wharton, se abren a ambos lados del frenillo,
inmediatamente por detrás de los dientes

Las parótidas producen la enzima digestiva amilasa salival, encargada de comenzar la


descomposición de los carbohidratos complejos.

Cualquier material que es introducido en la boca desencadena un reflejo salival, estimulando los
receptores que son controlados por el nervio trigémino, o bien estimulando los botones gustativos
que están inervados por los nervios VIII, IX o X.

Bibliografía
ANATOMÍA HU MANA
Frederic H. Martini, Michael J. Timmons, Robert B. Tallitsch
PEARSON EDUCACIÓN, S. A., Madrid, 2009
ISBN: 978-84-7829-099-4
Materia: Enfermería, 614
Formato: 266,7 _ 304,8 mm Páginas: 904

Páginas consultadas, 655 a 692


https://youtu.be/1SfHITH0-tE

https://www.youtube.com/watch?v=dXkLbnya1K4 ANATOMIA I
https://www.youtube.com/watch?v=_zad2c4VZiY ANATOMIA II
https://www.youtube.com/watch?v=p-gh36RuH-c ANATOMIA III

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