n Facultad de Ciencias de la Salud

Escuela Profesional de Psicología

INTRODUCCIÓN A LA ENTREVISTA

DEFINICIÓN Y CONCEPTO
Hacen referencia a una amplia gama de procedimientos o estrategias a través de
las cuales se obtiene un tipo determinado de información.
Todas las entrevistas tienen un objetivo común y es el de obtener información de
una persona con un fin determinado.
La entrevista se considera como algo diferente a una simple conversación.
De hecho, una “entrevista” y una “conversación” defieren por numerosos
aspectos.
Entrevistas:
 Se realizan siempre con unos objetivos determinados suelen seguir unas
pautas concretas, giran en torno a temas establecidos que son relevantes para
los objetivos planteados.

 En la situación de entrevista se dan dos roles muy definidos: El de

entrevistador y el del entrevistado.

Conversación:

 Si bien ésta puede participar de todas o de algunas de las características

anteriores, ello no es necesario.

 Una conversación puede realizarse sin ningún objetivo prefijado, no hay

necesidad de definición de roles, puede darse en cualquier lugar, etc.

Mientras que, en la entrevista, el entrevistador debe tener control directo, así

como control de las interacciones que se establecen y hacer que ellas vayan
dirigidas a obtener el objetivo propuesto.
Muchos son los que afirman que la capacidad para realizar una buena entrevista
se educe a un problema de “habilidad” personal independiente del aprendizaje. Sin
embargo, no todos los investigadores están de acuerdo con este planteamiento.
Autores tales como Morganstern y Tellin (1981), Grreenspan (1981), Kanfer
Eyberg y Krahn (1982) y Bogels (1995) afirman que las habilidades necesarias
para entrevistar pueden aprenderse a través de conocimientos teóricos, la
observación y el modelado.

Ps. Wilfredo Portugal Maldonado

Cel.: 988964610
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En cuanto al éxito de una entrevista, parece depender del conjunto de

conocimientos y habilidades que posea quien la realiza. El entrevistador aprende
dichas habilidades y adquiere los conocimientos adecuados a través de un
entrenamiento sistemático.
Por lo tanto, el término entrevistador se utiliza para hacer referencia a un
profesional con pericia, conocimiento, habilidades y responsabilidad para conducir
una situación en la cual debe obtener una determinada información. El
entrevistador no es sólo entrevistador, sino que, por lo general, suele ser un
profesional en otra área (por ejemplo: psicólogo, periodista, trabajador social) en la
cual la entrevista es un medio más a utilizar.
Symonds, en 1932, la definió como un método utilizado para recoger información
en cuyo desarrollo se puede recurrir a procedimientos tales como la observación o
a escalas estimación y que comparte aspectos comunes con los cuestionarios. En
otras palabras, señala que durante la entrevista el entrevistador debe observar, no
interpretar y puede recurrirse a otros procedimientos como complemento con el fin
de evitar pérdidas de tiempo y disgregaciones.

Características que definen una entrevista:

 La entrevista es una reunión prefijada y determinada de antemano.

 Hay dos o más partes y una de ellas ejerce el control de la misma,
 Se hacen preguntas y se dan respuestas.

En definitiva, la entrevista es una reunión programada y no un mero encuentro

casual, aunque su desarrollo, en algunas ocasiones, aparentemente sea
espontaneo y natural. La entrevista siempre tiene un objetivo y el entrevistador
debe tener plena conciencia de ello, antes y durante su desarrollo. El éxito de
la entrevista depende en gran medida de la definición de los objetivos y de la
habilidad para controlar su evolución.
Es de interés señalar que en la realidad no siempre la entrevista se centra en
los objetivos prefijados, sino que es frecuente incluir opiniones, deseos,
emociones, etc. durante su desarrollo. Por ejm:

 ¿Siente Usted verdadero interés por…?

 Parece usted preocupado, ¿dejamos la entrevista para otro día?
 Por lo que me ha dicho, parece que a usted no le gusta….

No obstante, hay que ser cuidadoso para que la entrevista no derive en una simple
conversación espontánea e inestructurada.

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La entrevista es un medio de comunicación con características propias en la

que hay que considerar lo siguiente:
1° Papel de entrevistador. El entrevistador debe mostrar interés y dar a conocer
al entrevistado el grado de confidencialidad que tendrá la información que
transmita durante la entrevista. No debe expresar emociones o problemas
personales, por lo que ha de recordar en todo momento que es él, el entrevistador,
el profesional especializado.

2° Delimitación del tema. El tema debe ser fijado de antemano por el

entrevistador, aunque previamente haya sido determinado por el entrevistado.

3° Interpretación del lenguaje verbal y no verbal. El entrevistador debe traducir

lo que expresa el entrevistado y referirlo a situaciones concretas y no dejarlo en
generalidades. Así, el entrevistado dice: “lo haré lo mejor posible”, hay que
indagar, aunque sea brevemente, qué significa y en qué se basa para realizar tal
afirmación, teniendo cuidado de no emitir juicios.

4° Conclusiones. Sirven para comprobar si los mensajes han sido entendidos de

forma correcta.

Por lo tanto, las variables que definen e influyen en una situación de entrevista son
muy variadas y están determinadas por la situación, las características del
entrevistador, las características del entrevistado, el nivel de expectativas, o la
motivación.

Craig (1989), partiendo de la distinción entre “interacción social vs interacción

clínica”, señala que la entrevista clínica tiene mucho en común con el concepto de
interacción social, pero que, sin embargo, existen diferencias fundamentales entre
ambas situaciones. En la entrevista clínica no se aplican la mayoría de las reglas
sociales: la conversación se centra en el cliente y es generalmente unidireccional,
pero no en sentido estricto, la relación es únicamente profesional; el tiempo está
limitado y la frecuencia de la interacción se hace de acuerdo con ambas partes; el
entrevistador guía el dialogo, especifica las metas y nivela las expectativas.

1° Flexibilidad, ya que, si bien hay un objetivo prefijado, su desarrollo puede

adaptarse a la situación, dado que hay una comunicación directa y personal
(micromedia).

2° Retroalimentación inmediata. Este punto está muy relacionado con el anterior

y se basa tanto en la comunicación verbal como en la no verbal. El
entrevistador

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observa las reacciones del entrevistado en cada momento, lo que facilita el

ajuste de su mensaje a las demandas del entrevistado.

3° Relación interpersonal. En este caso, las variables, tanto del entrevistador

como del entrevistado (edad, sexo, empatía etc.) influyen en la cantidad y
calidad de la información. Es necesario desarrollar la capacidad de comprender
el marco de referencia del cliente. Así, por ejemplo, si éste dice: “yo quiero
mucho a mi madre, pero no puedo vivir con ella”, el entrevistador puede dar una
respuesta similar a la siguiente: “Usted siente que son infructuosos sus
intentos…” Todo ello supone algo más que una habilidad, constituyendo un
conjunto de conocimientos y habilidades que deben aplicarse durante todo el
desarrollo de la entrevista (Glodstein, 1983; Egan, 1990).
Asimismo, no debe olvidarse los aspectos reforzantes implicados, tales como la
sonrisa, las pausas, etc.

¿Puede aprenderse a entrevistar?

Fear (1990) dice: “puesto que no es fácil obtener información en cierto modo
delicada y personal, el entrevistador debe ser un buen vendedor…Por esta razón
es sumamente importante que el entrevistador posa unas determinadas
características de personalidad que le permitan hacer buenas ventas...” Si el
entrevistador no consigue obtener toda la información necesaria, no tendrá una
buena base para la evaluación, por buena que sea sus cualidades como
interprete”. Señala que la eficacia de un buen entrevistador está influencia por
características tales como modo de ser cálido, ya que ello le ayuda a establecer
un buen rapport; sensibilidad a las situaciones sociales, nivel intelectual que debe
estar a la altura de los entrevistados; pensamiento analítico y juicio crítico;
capacidad de adaptación; y, por último, experiencia. Todas estas condiciones
ponen de manifiesto que, contrariamente a lo que se cree, no todos pueden llegar
a ser buenos entrevistadores.
Como indica Bingham y Moore (1973) y Morgan y Grogger (1977), aunque no
hay un acuerdo en cuanto a las características de personalidad del futuro
entrevistador es necesario que, mediante un aprendizaje adecuado, desarrolle una
serie de habilidades relacionados íntimamente con los aspectos básicos de la
comunicación para que pueda perfeccionarse como profesional. Por ello la
formación de un entrevistador no se centrará en el desarrollo de una característica
determinada, sino de un conjunto de hábitos, técnicas, destrezas y actitudes. Es
lógico que las condiciones personales no sean suficientes para llegar a ser un
buen entrevistador; esto no debe sorprender, puesto que es algo común a todas
las profesiones.

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Goodale (1988) dice “…entrevistar es una destreza que puede enseñarse”. Para
él dos son los aspectos fundamentales a desarrollar en un entrevistador y son
capacidad para delimitar el contenido der la entrevista y capacidad para dirigir la
entrevista; si faltan cualquiera de estos dos ingredientes, el entrevistador
fracasará”.
En cuanto al contenido, señala que: “La mayoría de las entrevistas fallan por su
contenido”. Aconseja una secuencia a seguir para planificar el contenido. En
concreto señala cinco etapas, que son lo siguiente:
1° Determinar el tipo de entrevista a realizar.
2° Fijar los objetivos, para lo cual hay que reunir información y saber qué tipo de
información puede transmitir.
3° Determinar el enfoque y el estilo, por ej., semiestructurada, adaptada a un
puesto de trabajo, flexible.
4° El formato; esta etapa se centra en la forma de establecer relación y en todo su
desarrollo.
5° Temas, relacionados con los objetivos.

En cuanto a la dirección de la entrevista:

“Es preciso que dominemos las destrezas y técnicas de comunicación necesarias
para transformar una entrevista cuidadosamente planificada y estructurada en una
conversación aparentemente no planificada ni estructurada…Como cualquier otra
destreza, dirigir una entrevista se basa en unos fundamentos que, si son
aprendidos y practicados, nos conducirán al éxito”.
La secuencia que plantea para dirigir las entrevistas son:
a) Iniciar, cuya finalidad es fijar los objetivos de la entrevista y hacer que
hable el entrevistador, para lo cual se recomienda la utilización de
preguntas abiertas.
b) Escuchar, ya que ello implica una buena preparación y una buena
concentración.
c) Enfocar; esto servirá para tratar los temas de la forma más eficaz utilizando
frases como usted mencionó… o estoy particularmente interesado en…
d) Sondear en los temas más importantes, para lo cual recomienda técnicas
no directivas.
e) Utilizar la información obtenida para evaluar, planificar y tomar decisiones.

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Así pues, es imprescindible que el entrevistador aprenda a tener abiertos todos

los canales de comunicación, manejando en cada momento las técnicas más
adecuadas.
En resumen, no es suficiente el deseo de ser un buen profesional de la
entrevista, es necesario poseer y desarrollar cualidades y, además, ejercitarse
en ellas. Sin embargo, no pueden fijarse con exactitud todos los tributos
necesarios, aunque sí que pueden enumerarse un buen número de ellos sin
los cuales no es posible llegar a ser un buen profesional. Así pues, la pericia
del entrevistador no dependerá de un único factor, sino de una variedad de
ellos y sobre todo del aprendizaje y de la práctica.

ASPECTOS FORMALES DE LA ENTREVISTA

Tipos de Entrevista

Teniendo en cuenta variables tales como el ambiente donde pueden llevarse a

cabo las entrevistas y la flexibilidad de este procedimiento, las entrevistas pueden
clasificarse en función de los aspectos formales, las preguntas, las respuestas, el
lugar donde se celebren, el entrevistado, la finalidad, el marco teórico y los
problemas u objetivos específicos que se pueden prefijar. Dentro de cada una de
estas categorías se establecen subcategorías más concretas que ayudan a definir
una entrevista concreta. Así, por ejemplo, si el entrevistado es un adolescente,
dependiendo del objetivo, podría optarse por una entrevista semiestructurada que
comenzase con preguntas abiertas, pasando posteriormente a preguntas
cerradas.

Clasificación de las entrevistas en función de algunas variables.

SEGÚN TIPO

 El aspecto formal:  Estructurada

 Semiestructurada
 Inestructurada

 Las preguntas  Abiertas

 Cerradas

 Las respuestas  Abiertas

 Cerradas
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 Mixtas

 El lugar donde se celebre:  Centros escolares

 Centro de salud
 Centros laborales, etc.

 Niños
 El entrevistado:  Adolescentes
 Adultos
 Tercera edad

 Psicólogo
 El entrevistador:  Trabajador social
 Periodista
 Médico, etc.

 Diagnóstica
 Investigación
 Terapéutica o de consejo
 La finalidad  Seguimiento

 Selección, etc.

 Directiva
 No directiva
 El marco teórico:  Conductual
 Psicoanalítica, etc.

 Salud
 Los problemas específicos:  Labora
 Marital, familiar, etc.

Según los aspectos formales

Atendiendo a los aspectos más formales de las preguntas y de las respuestas, las
entrevistas pueden clasificarse en:

 Estructuradas
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 Semiestructuradas
 Inestructuradas.

Las entrevistas inestructuradas son las más flexibles y se centran más sobre el
individuo que sobre lo que hace el individuo en relación con un grupo normativo
(Groth-Marnat, 1990). Algunos tipos de información solo pueden ser obtenidos
por este procedimiento (por ejemplo, en una situación conflictiva o de crisis); sin
embargo, presentan serias dificultades cuando se han de analizar los resultados
dado que las percepciones y el proceso de interacción están influidos por aspectos
subjetivos.

La entrevista estructurada es así llamada porque tanta las preguntas como las
repuestas están prefijadas. El entrevistador formula las preguntas tal y conforme
están escritas y le entrevistado debe elegir una de las alternativas de repuestas;
en conjunto, posee mayor decisión psicométrica, por lo que facilita la comparación
de unas situaciones con otras o de unos individuos con otros. Sin embargo, si bien
es cierto que posee una serie de ventajas frente a la entrevista inestructurada,
también es cierto que posee limitaciones, sobre todo relacionadas con la
capacidad para establecer un buen rapport con el entrevistado (Helzer y Robins,
1988). En su origen era aplicada sólo en investigación, en la actualidad se aplica
también en ambientes escolares, laborales y clínicos.

En cuanto a las entrevistas semiestructuradas, cabe señalar que, si bien el

entrevistador se basa en un listado de preguntas prefijadas, puede, durante el
desarrollo de la entrevista, introducir otros aspectos que considere necesarios o
relevantes. En otras palabras, el entrevistador se apoya o tiene como referencia
un esquema sobre el cual basa sus preguntas para obtener la información
pertinente, pero de forma flexible. Supongamos que tiene que explorar un
problema X y que, como secuencia general, referida a grandes apartados, tiene:
historia del problema, historia personal, marco familiar y aspectos psicosomáticos.
Concretamente, en el apartado referido a historia del problema, tiene que
considerar fundamentalmente dos aspectos: información general e información
específica. El esquema de apoyo en cuanto a la información general, así como
como tipo de información a extraer, podía ser:

Información general Tipo de información

 Descripción del problema.  Intensidad, duración y frecuencia.

 Comienzo del problema.  Tratamientos anteriores.
 Duración del problema.  Estrategias de solución.
 Antecedentes/consecuencias.  …

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Peterson (1968) señala que la mayoría de las entrevistas clínicas poseen un

grado intermedio de estructuración, indica que las etapas durante el desarrollo de
una entrevista han de ser cuatro que, de forma secuencial, serán:

 exploración para conocer la naturaleza del problema,

 preguntas más especializadas,
 preguntas más individualizadas y, por último,
 resúmenes parcializados de la información.

Según el tipo de preguntas

ARTE Y TÉCNICA DE LA ENTREVISTA PSICOLÓGICA

FASE PRELIMINAR

Esta fase preliminar tiene gran importancia por la calidad de los datos que pueden
conseguirse y, sobre todo, por la gran trascendencia que la relación interpersonal
tiene al comienzo de la entrevista.
Por una parte, la primera impresión determina, en cierta manera, nuestro juicio
diagnóstico definitivo y, además, el efecto que causamos en la persona
entrevistada suele ser básico para la eficacia de nuestra posterior actuación
terapéutica.

SALUDO Y OFRECIMIENTO DE ASIENTO

La entrevista propiamente dicha empieza con el saludo. El clínico invita al sujeto a

entrar y se dirige a él por su nombre propio. A su vez, puede presentarse a sí
mismo si la consulta se lleva a cabo en una sala de urgencia o en alguna
institución pública y si el enfermo ignora el nombre del entrevistador. El saludo ha
de ser natural y adaptado a las manifestaciones clínicas que el paciente presente
en esos momentos. Así, estrechar la mano de una persona que está intensamente
ansiosa no será lo mismo que el apretar la de otra que está eufórica o irritable.
También se tendrán en cuenta el nivel profesional y social, la edad y las
costumbres culturales.

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Tras la salutación, se le indica al sujeto que cuelgue su abrigo o que coloque los
objetos que lleve consigo en un determinado lugar- si se tiene un reservado para
este menester- y se le ofrece asiento. Esta forma de proceder es la aconsejada
por Sullivan, quien señala el alivio que supone para el enfermo no tener que
preocuparse acerca de cuál es el sitio más apropiado para sentarse. Otros autores
prefieren observar desde el principio la espontaneidad del paciente y, por ello, no
le invitan a sentarse. El comportamiento del sujeto en esta situación inicial nos
revela indicios de posibles rasgos de su ´personalidad los sujetos dependientes
escogen generalmente las sillas cercanas al entrevistador y los esquizoides se
encuentran más a gusto en sitios distanciados.
Algunos sujetos preguntan dónde pueden sentarse. Una respuesta nuestra puede
ser que en el asiento que deseen. Esta contestación da a entender a la persona
que va a ser entrevistada, ya desde el primer contacto, que debe desempeñar un
papel activo y compartir con el profesional una cierta responsabilidad respecto al

desarrollo de la exploración. El entrevistador principiante debe comportarse con

naturalidad y no sentirse preocupado por estos primeros instantes.
No debe olvidarse de colocar a las personas mayores y a los sordos lo más cerca
de si que le sea posible. Ellos se lo agradecerán, y tanto la obtención de datos
como la relación interpersonal se verán claramente favorecidas.
Una vez sentado el paciente, el entrevistador debe dejar pasar unos momentos
con el fin de que se ambiente en el lugar de la entrevista y obtenga una cierta
impresión acerca de nosotros. Este tiempo permite a veces al sujeto normalizar su
respiración y rehacerse del choque que le ha producido la situación.
CONVERSACIÓN SOCIAL

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