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ÍNDICE
1. COMIENZO.
1.1. Preparación para la eclosión de huevos controlado.
1.2. Identificación del estado del huevo.
2. CRIADERO.
2.1. Alojamiento de larvas en sus primeras etapas de vida.
2.2. Alojamiento de larvas a partir de la cuarta edad.
3. ALIMENTACIÓN.
3.1. Hojas de morera. Suministro.
3.2. Recolección de hojas de morera.
3.3. Manipulación de larvas para alimentación. Primeras etapas.
3.4. Manipulación de larvas. Resto de etapas.
4. ÚLTIMOS CUIDADOS. FASE FINAL.
4.1. Cuidados en el proceso del capullo de seda.
4.2. Puesta de huevos y fin de temporada.
5. CURIOSIDADES.
5.1 ¿De qué color será el capullo de seda?
1. COMIENZO.
Es fácil ver en qué estado se encuentra un huevo, gracias al color que muestran:
En las primeras etapas de vida, los depositamos en unos "tapers", clasificando uno
diferente por cada raza. Es conveniente no mezclarlas, para asegurar la pureza de
cada raza de gusano de seda. La ventaja de usar estos recipientes frente a las
clásicas cajas de cartón es que mantienen muy bien la humedad, lo cual produce que
la hoja aguante fresca mucho más tiempo, creándose un "microclima" en su interior.
Dentro del taper, colocamos una servilleta de papel, para que absorba los desechos
líquidos que puedan producir los gusanos de seda. No se olvide de realizar un
agujerito en la tapa, con eso es suficiente para que puedan respirar. Y ya estaría listo
para empezar a criar.
La higiene es muy importante, con lo que hay que realizar una limpieza de vez en
cuando. Como son pequeños, con cambiar la servilleta de base cada 2 o 3 días es
suficiente.
Superada la tercera fase de muda y llegado a la cuarta edad, los gusanos de seda
empiezan a crecer de tamaño rápidamente. Es en este momento en el que hay que
cambiarles el criadero, ya que las hojas con las que se va a alimentar van a ser más
grandes, necesitan más espacio y se genera demasiada humedad dentro del taper.
Para solventar este problema, nada más fácil que usar la clásica caja de zapatos, algo
muy fácil de conseguir.
Aquí desarrollarán sus últimas etapas de vida, y siendo la caja de cartón y espaciosa,
tendrán espacio suficiente para colocar sus capullos de seda.
Igualmente, colocaremos una servilleta de papel de base, para que la limpieza sea
más fácil, labor que tendremos que realizar cada 2 o 3 días. Podemos dejar la caja
abierta, ya que los gusanos de seda jamás abandonan la caja mientras estén en
contacto con una hoja de morera.
3. Alimentación.
Para pasar los gusanos a las hojas nuevas que les pongamos, hay dos maneras: o
dejas que la naturaleza trabaje por si misma (colocas una hoja de morera encima de
los huevos o de la hoja seca y las larvas se suben) o si te quieres entretener, coges un
bastoncillo para los oidos y los vas pasando uno a uno. Como tienen pelillos, se pega
a la superficie de algodón, lo cual no les hace ningun daño, y luego lo pones encima
de la hoja y se bajan a comer.
3.4. Manipulación de larvas. Resto de etapas.
Cuando son suficientemente grandes, a partir de su tercera edad, podemos cogerlos
con las manos. Bien sea para observarlos o para cambiarlos a una hoja nueva, lo
recomendable es agarrarlos por la cabeza, y tirar suavemente hasta que se suelte del
lugar donde esté aferrado.
Hay que hacerlo con cuidado, sin apretar apenas, disponiendo de buen pulso, y sólo
hacerlo cuando tengan un tamaño suficiente. Si se resiste a soltarse, desistid y volver
a intentarlo con suavidad, ya que a veces están tan bien sujetos que podeis rasgar su
piel y causarles la muerte.
Las mariposas realizarán la cópula, y pondrán una puesta de huevos. Para evitar que
lo hagan encima de los capullos, conforme vayan saliendo las mariposas de su
crisálida (algo que harán por la mañana temprano), iremos quitando los capullos de
seda vacíos. Ganamos espacio y limpieza.
Si es posible, cogiéndolos del ala suavemente, colocaremos a la pareja en el fondo de
la caja, para que coloquen su puesta de huevos encima de la hoja de papel. Si ocupan
de huevos toda la hoja, la iremos cambiando.
Conforme vayan muriendo las mariposas, las iremos retirando. Una vez que se haya
terminado todo, esperaremos a que los huevos se pongan oscuros, signo de que han
sido correctamente fecundados y de que disponemos de la próxima generación, y
limpiaremos las hojas de papel de las puestas con una brochita, para quitar el polvillo
depositado de las alas de mariposa. Una vez realizado esto, procederemos a
etiquetarlos según raza y a guardarlos en un lugar oscuro y seco, libre de parásitos, a
la espera de que llegue invierno, para prepararlos y meterlos en la nevera.
5. Curiosidades.