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Nacho Gutiérrez Gato PBPC

TEMA 2
Técnicas aplicadas en psicobiología
A finales del siglo XIX, Angelo Mosso fue el primero en experimentar con la idea de que los
cambios en el flujo sanguíneo del cerebro podían proporcionar una forma de evaluar su función
durante la actividad mental (conducta).

Sus resultados sugieren que la actividad del cerebro cambia cuando este participa en la
resolución de problemas. Por ejemplo, un aumento de las pulsaciones sugiere un mayor flujo
sanguíneo, lo cual a su vez indica que la región activa del cerebro requiere más oxígeno para
realizar funciones progresivas. La necesidad de más oxígeno señala que las áreas activas del cerebro
tienen una forma de advertirle al sistema circulatorio que aumente el flujo sanguíneo.

1. Registro de la actividad eléctrica del cerebro


Las neuronas producen dos tipos de actividad eléctrica: potenciales graduados (registrados
mediante técnicas de registro encefalográfico, registro de potenciales evocados y
magnetoencefalografía) y potenciales de acción (técnicas de registro de célula única).

1.1. Registro de células únicas

Se inserta un electrodo en el cerebro de un animal, adyacente a una neurona y se registra su


actividad eléctrica en un ordenador, y luego se correlaciona la actividad con la conducta progresiva.
Las células del SNP son accesibles para el registro, pero solo algunas situaciones (como cirugía
cerebral) permiten un acceso directo al SNC en el cerebro del ser humano vivo. En los primeros
estudios se usaba un único electrodo de registro y se requería mucho equipamiento electrónico para
registrar una única célula; actualmente, la miniaturización, computarización y los conjuntos de
cientos de electrodos permiten el registro de hasta 2000 neuronas individuales simultáneamente.

Los potenciales de acción en el cerebro representan imágenes, sonidos, olores, gustos,


sensaciones de dolor y temperatura, deseos y emociones. El enigma en el estudio de la percepción
es el modo en que un potencial en una neurona representa una señal visual, otro representa un
sonido etc., que no ha sido resuelto de forma concluyente, sin embargo, los experimentos de
Nicolelis sugieren que las neuronas se adaptan a los estímulos sensitivos que reciben (si detectan la
luz, ven; si detectan el tacto, sienten).

a) El código neuronal
Muchos patrones de descarga de las neuronas constituyen un código (descargar rápidamente,
descargar poco...). El registro de células únicas en diferentes niveles de la vía visual muestra
características del código visual: las células de la vía visual responden a puntos de luz, las de la
corteza visual primaria, a barras de luz (orientaciones); y las de áreas visuales superiores, a
estímulos más complejos (posición, movimiento y características faciales). Los registros de células
únicas tomados en la neocorteza muestran características de la actividad de una sola célula: la
mayoría tiene un repertorio conductual limitado y responde solo a un tipo de fenómeno sensorial.

Las neuronas cercanas pueden tener repertorios conductuales muy diferentes, lo cual sugiere
que, en las áreas de asociación del cerebro, las redes que favorecen las distintas conductas
interactúan estrechamente (en el área de Broca una neurona puede ser activa durante la percepción
de una palabra, y su vecina, durante la producción de la palabra). Al mismo tiempo, determinados
estímulos pueden asociarse con la actividad neuronal de muchas áreas en ambos hemisferios.

La inhibición de la actividad también constituye un código neuronal (un aumento de la


descarga en una neurona de la corteza visual puede señalar rojo y la disminución, verde; las
conductas bien aprendidas se codifican por una actividad cortical escasa y las recién aprendidas, por
excitabilidad cortical difusa). No solo es importante el tipo de estímulo para determinar si una
neurona cambia su frecuencia de descarga, sino también el contexto y la experiencia.

1.2. Registro electroencefalográfico (EEG)


La electroencefalografía (EEG) fue desarrollada por Berger en
1930. Consiste en la fijación de un electrodo activo en el cuero cabelludo
y un electrodo indiferente donde no exista actividad eléctrica (lóbulo de la
oreja), detectando la diferencia de potencial eléctrico cerca del electrodo
del cuero cabelludo, mostrando así la actividad cerebral subyacente. Las
fluctuaciones eléctricas en el cerebro son pequeñas (<1mV), pero cuando
se amplifican pueden reproducirse en un polígrafo.

La señal registrada por el EEG es la suma de potenciales graduados rítmicos de muchos


miles de neuronas (la mayor parte de la señal del EEG proviene de las neuronas piramidales de las
capas V y VI). Los ritmos en las neuronas se producen de diversas formas. Algunas células del
tálamo o del tronco del encéfalo pueden actuar como marcapasos e impulsar los potenciales
graduados de células corticales, y las interneuronas de la corteza también pueden emitir descargas
rítmicamente. Además, las células también tienen ritmos intrínsecos y las conexiones entre las
neuronas adyacentes pueden servir para sincronizar esos patrones. El ritmo puede fluctuar con la
frecuencia cardíaca o respiración.

Las neuronas que producen una señal son generadores de señales (las ondas diferentes
registradas en un único sitio corresponden a la respuesta del generador a estímulos cambiantes). La
actividad eléctrica detectada a través del cráneo proviene de generadores de señales en el cerebro:
los ritmos en ambos lugares se asemejan, sin embargo, las ondas en el cerebro tienen mayor
amplitud (más aún cuando más cerca están de los generadores). Las ondas registradas desde el
cráneo son conducidas por volumen a través del cerebro y del cráneo (a medida que los electrodos
se alejan del origen, la amplitud de las ondas disminuye). Por tanto, si se colocan electrodos en el
cráneo, pueden utilizarse las diferencias de amplitud para estimar la localización del generador.

a) Estados de conciencia
´

Ciertos patrones de ondas se asocian con estados de conciencia específicos:


• Ritmo beta: la persona está despierta, excitada o alerta (baja amplitud y alta frecuencia).
• Ritmo alfa: la persona está tranquila y descansando, especialmente con los ojos cerrados
(amplitud aumenta y disminuye y frecuencia entre 8-13 Hz). Los ritmos alfa más grandes
provienen de la corteza visual (si una persona relajada es perturbada o abre los ojos, el ritmo
alfa desaparece bruscamente). Algunos lo muestran más uniformemente y otros no lo tienen.
• Ritmo theta: la persona está somnolienta (gran amplitud y frecuencia entre 4-7 Hz).
• Ritmo delta: la persona está en sueño profundo (gran amplitud y frecuencia entre 1-3 Hz).

Estos patrones de ondas convierten al EEG en un medio fiable para controlar la vigilia y
otros estados de conciencia. Es útil para estimar la profundidad de la anestesia y la gravedad de una
lesión cerebral porque las ondas lentas también aparecen en estos estados. Cuando el cerebro deja
de funcionar (muerte cerebral), el trazado del EEG se convierte en una línea plana.

b) Lesión cerebral y epilepsia


El EEG tiene una aplicación clínica útil en el diagnóstico de la lesión cerebral en la cual las
señales eléctricas pueden ser anormales o estar ausentes en el tejido dañado. La epilepsia se
caracteriza por crisis comiciales y su causa era desconocida hasta que estudios de EEG demostraron
que las variedades de la epilepsia se asocian con distintos ritmos eléctricos anormales en el cerebro.

En las crisis parciales las descargas eléctricas anormales se limitan a ciertas regiones,
asociándose a sensaciones o emociones (crisis parcial simple) o a una pérdida breve de conciencia
(crisis parcial compleja). En las crisis generalizadas las descargas eléctricas anormales ocurren en
regiones difusas, caracterizándose por movimientos corporales anormales (crisis tonicoclónica),
caídas sin tono muscular (crisis atónicas) y pérdida de conciencia (crisis de ausencia).

El EEG informa sobre la causa de la epilepsia y su localización: la duración de una crisis


epiléptica se correlaciona con la actividad anormal de las neuronas (anomalías en el EEG, grandes
espigas, registro más lento o breve pérdida de la señal) y el foco es la región que genera en primer
lugar la actividad eléctrica anormal (si se registraran ondas anormales desde distintas regiones del
cerebro, se podrían utilizar métodos de triangulación para identificar sus orígenes). Las ondas
anormales pueden originarse en una localización particular, reclutar regiones adyacentes y
propagarse a través del cerebro. Se pueden utilizar técnicas computarizadas para comparar los
tiempos de comienzo y la amplitud de las ondas e indicar en qué región se originan.

c) Función cognitiva
El EGG puede utilizarse para el estudio de las funciones cognitivas, siendo posible registrar
de 100 sitios o más sobre el cráneo. Después, el ordenador construye un mapa bidimensional de la
superficie cerebral y los diferentes colores indican la actividad relativa en distintas regiones. Esta
técnica suministra una representación en línea continua de la actividad cerebral.

La teoría de la coherencia, que intenta relacionar la actividad de cada neurona con la


actividad del EEG para el procesamiento de la información necesario para la conducta, propone que
la actividad cerebral no consiste en algunos estados conscientes, sino en una continuidad de estados:
• Alta coherencia: el EEG muestra grandes ondas lentas y la actividad de célula única de las
neuronas se encuentra altamente correlacionada (el cerebro funciona con lentitud).
• Baja coherencia: el EGG muestra un patrón beta de bajo voltaje y alta frecuencia y la
actividad de célula única está poco correlacionada, y cada neurona dispara en un momento
diferente (el cerebro está procesando activamente la información).

La teoría de la coherencia subyace a la idea de que hay medidas que pueden estimar el
estado de procesamiento de la información en distintas regiones: muchos electrodos colocados en el
cráneo pueden trazar un mapa de la participación comparativa de diferentes regiones cerebrales en
la conducta progresiva. También subyace al efecto inverso: que la información cerebral en forma de
ondas del EEG pueden convertirse en una herramienta para controlar dispositivos externos.

Como las señales del EEG y la coherencia de la actividad subyacente de las células varían
con la conducta autodirigida, un individuo puede cambiar la coherencia de su cerebro al pensar (con
el uso de estas interfaces cerebro-ordenador un individuo paralizado puede aprender a controlar un
ordenador mediante actividad mental). La teoría de la coherencia también propone que se contiene
mucha más información en la actividad de una célula única que en la actividad del EEG, de modo
que serán más efectivas para controlar las interfaces cerebro-ordenador que las ondas del EEG.
1.3. Potenciales evocados (PE)
Los potenciales evocados (PE) son cambios breves en una señal de EEG como respuesta a
un estímulo sensitivo separado, siendo potenciales graduados excitadores e inhibidores (PPSE y
PPSI). No es fácil detectarlos porque la señal está mezclada con otras señales del EEG, sin
embargo, una forma de detectarlos es producir el estímulo repetidas veces y realizar el promedio de
las respuestas (anulando cualquier actividad eléctrica irregular y no relacionada y dejando solo los
potenciales generados por el estímulo).

En el EEG de la primera respuesta es muy irregular, mientras que en el


EEG que muestra el promedio de 100 presentaciones, aparece un patrón de
ondas característico: un PE. Este se compone de ondas positivas (P, deflexión
hacia abajo) y negativas (N, deflexión hacia arriba) producidas por un período de
cientos de milisegundos después de la presentación del estímulo y son
numeradas según el momento en que se generan. No todas las ondas del PE son
exclusivas de un estímulo particular, algunas son comunes a cualquier estímulo
percibido, y las producidas de 100 a 300 ms después de la presentación del
estímulo probablemente estén relacionadas con su significado (los PE en
respuesta a palabras habladas como gato y rata contienen picos y patrones
característicos que permiten diferenciar una respuesta de otra).

La respuesta evocada por un estímulo sensitivo cruza muchas sinapsis entre los receptores y
las regiones de procesamiento cognitivo en la corteza, generándose en cada neurona de esta vía un
PE, cuyo registro puede construir un mapa del progreso de la respuesta al viajar por el SN. Los PE
evalúan el procesamiento de la información en las vías cerebrales y la salud de esas vías.

Los PE pueden poner de manifiesto cuándo y dónde se planifican y ejecutan las acciones
cerebrales. Se han identificado potenciales de preparación producidos por la corteza motora más de
300 ms después de la presentación del estímulo, que señalan tanto que la corteza motora está
preparando un movimiento como la parte del área motora involucrada en su ejecución.

1.4. Magnetoencefalografía
La actividad neural, al producir un campo eléctrico, produce asimismo un campo magnético.
Una neurona produce un campo micromagnético, pero el campo producido por muchas neuronas
puede ser registrado sobre la superficie del cráneo mediante el magnetoencefalograma (MEG).

El SQUID (dispositivo de interferencia cuántica superconductora) es el corazón de una


sonda magnetoencefalográfica que contiene los espirales superconductores que detectan los campos
magnéticos muy débiles en el cerebro, estando sumergido en helio líquido para mantenerlo a baja
temperatura (necesaria para la conductividad). Una o más sondas se desplazan por la superficie del
cráneo, enviando señales al SQUID, y cada sonda produce un mapa de isocontornos, un gráfico con
círculos concéntricos (gradientes) que representan distintas intensidades del campo magnético,
permitiendo el cálculo de la localización tridimensional de las neuronas que generan el campo.

2. Estimulación cerebral
La colocación de un electrodo cerca de una neurona y el pasaje de una corriente eléctrica a
través de este producen un potencial de acción en esa neurona. Los neurocientíficos descubrieron
que podían definir las funciones de diferentes áreas cerebrales estimulándolas eléctricamente,
infiriéndolas a partir de cualquier conducta resultante. Al mover el electrodo y repetir el
procedimiento, se puede construir un mapa funcional del cerebro.
2.1. Estimulación cerebral profunda
Los electrodos implantados por vía quirúrgica para la estimulación
cerebral profunda son rutina en el tratamiento de trastornos psiquiátricos,
neurológicos y psicológicos, utilizándose como tratamiento de la depresión y el
TOC cuando otros tratamientos han fracasado y para la epilepsia, al cooptar la
actividad de las neuronas involucradas en la actividad normal y prevenir así las
descargas anormales. El Parkinson se caracteriza por temblores y acinesia que, al implantar
electrodos de estimulación cerebral profunda en el cerebro en algunas regiones de los ganglios
basales, disminuyen; mejorando el movimiento, la cognición y el estado de ánimo.

Lo que limita la experimentación con esta técnica y su uso en el tratamiento de trastornos


cerebrales es su invasividad: se debe abrir el cráneo para introducir el electrodo, pudiendo dañar el
cerebro o introducir una infección. Por lo tanto, la aplicación de técnicas de estimulación
intracraneales está limitada a trastornos cuyas opciones terapéuticas son limitadas o inexistentes.

2.2. Estimulación magnética transcraneal


La relación entre magnetismo y electricidad forma la base de la
estimulación magnética transcraneal, un método no invasivo que permite
estudiar el cerebro a través del cráneo. Se coloca una espiral con forma de 8
adyacente al cráneo, a través de la cual se hace pasar una corriente de alto
voltaje en pulsos de hasta 50 veces por segundo. Cada pulso produce un
incremento rápido, y luego una reducción, del campo magnético alrededor del
espiral, que penetra el cráneo y cambia la actividad eléctrica de las neuronas adyacentes.

Fue utilizada originariamente para estimular el tejido cerebral, tanto para controlar su
funcionamiento durante la cirugía como para identificar la función del tejido. A partir de este uso
quedó claro que no daña el cerebro, pudiendo utilizarse para estimular cerebros sanos.

Para controlar las áreas funcionales del cerebro, se mueve la estimulación y se anotan los
resultados, lo que identifica y traza un mapa de las funciones corticales. Se utiliza desde un punto
de vista terapéutico y para muchos propósitos similares que la estimulación cerebral profunda,
como el tratamiento del dolor, los deterioros inducidos por el accidente cerebrovascular, trastornos
del movimiento y depresión. Los pulsos repetidos de estimulación magnética transcraneal pueden
inactivar un área de tejido cerebral durante un período breve, lo que permite producir una lesión
virtual transitoria en el cerebro y estudiarse sus consecuencias.

3. Técnicas estáticas de neuroimágenes radiográficas


Los primeros métodos para examinar el cerebro requerían imágenes radiográficas.
Limitación: dan una imagen bidimensional estática de una estructura tetradimensional dinámica.

a) Radiografía convencional

Se basa en el paso de rayos X a través del cráneo sobre una película sensible
a las radiaciones. Estos son absorbidos en diferentes grados por los diferentes
tejidos: en máximo grado por el tejido denso, en menor medida por el nervioso y
menos por el líquido. Cuando se desarrolla la película, se revela una imagen negativa
en sombras que muestra las localizaciones de los tejidos: los huesos en blanco, el
cerebro en gris y los ventrículos en negro. La radiografía se utiliza para examinar el
cráneo en busca de fracturas y el cerebro para descubrir anomalías macroscópicas.
b) Angiografía
Es un método para obtener imágenes de los vasos sanguíneos mediante la
inyección en el torrente sanguíneo de una sustancia que absorbe los rayos X. La
presencia de este material radiopaco en la sangre produce una imagen excelente de
los vasos sanguíneos y revela anomalías circulatorias que podrían afectar al flujo de
la sangre (dilatación, constricción, anomalías de los vasos sanguíneos). Sin embargo, la inyección
en el torrente sanguíneo es peligrosa y puede causar dolor.

c) Tomografía computerizada (TC)

La edad moderna de las imágenes cerebrales comenzó en 1970, cuando


Cormack y Hounsfeld desarrollaron la TC (Nobel en 1979). La TC comprende el
pasaje de un haz delgado de rayos X a través de un objeto en muchos ángulos
diferentes, generando muchas imágenes. Estas se manipulan con técnicas
informáticas y matemáticas para crear una imagen tridimensional.

El cráneo se observa como un borde blanquecino, la corteza y la sustancia blanca se observa


como una sustancia gris homogénea y los ventrículos y fisuras aparecen más oscuras. Cada punto
representa un vóxel (círculo de tejido de 1mm de diámetro), una medida de resolución de la imagen
donde cada píxel representa un vóxel. La resolución de la TC es suficiente para localizar lesiones y
tumores encefálicos (son las zonas oscuras, debido a las escasas neuronas y al abundante líquido).

4. Imágenes encefálicas dinámicas


Cuando una región cerebral está activa, aumenta la cantidad de sangre, oxígeno y glucosa
que fluye hacia ella. Los elementos que condujeron desde las neuroimágenes estáticas hasta las
dinámicas permitieron medir cambios en el flujo sanguíneo y el oxígeno del cerebro e inferir a
partir de esas medidas cambios en la actividad cerebral.

4.1. Tomografía por emisión de positrones (PET)

La tomografía por emisión de positrones (PET) es utilizada para estudiar la actividad


metabólica de las neuronas que participa en el procesamiento de las funciones cerebrales como el
lenguaje. Un dispositivo PET es un conjunto de detectores de radiación dispuestos a modo de anillo
alrededor de la cabeza del paciente, no planteando riesgos porque las moléculas (como el 15O), se
degradan en unos minutos y son eliminados rápidamente del cuerpo. Un ordenador reconstruye la
imagen en color, que representa áreas de mayor o menor flujo sanguíneo.

Las moléculas radiactivas (15O), liberan positrones (carga positiva), que


emergen del núcleo de un átomo inestable que tiene una deficiencia de neutrones y
son atraídos hacia la carga negativa. La colisión de las partículas con carga positiva y
negativa conduce a la aniquilación, que produce energía en forma de 2 fotones, que
abandonan el área de aniquilación en direcciones opuestas. Los pares de detectores
de radiación, cada miembro de un par opuesto, se colocan alrededor de la cabeza para
detectar fotones (registran un fenómeno solo cuando reciben los fotones simultáneamente).

La PET infiere la actividad nerviosa local en lugar de medirla directamente, sobre la


presunción de que el flujo sanguíneo aumenta donde aumenta la actividad nerviosa. Para hacerlo
utilizan una estrategia estadística, el procedimiento de sustracción: se toma el patrón de flujo
sanguíneo registrado cuando un sujeto participa en una tarea experimental (o en reposo) y lo restan
del patrón de flujo sanguíneo cuando el participante se encuentra en una condición experimental
diferente. Sobre este cambio puede ser calculado un promedio para conseguir una diferencia media
representativa de imagen, lo cual revela qué áreas del encéfalo son selectivamente activas en una
condición experimental dada.

La PET puede utilizarse para:


• Detectar la desintegración de sustancias radiactivas para elaborar mapas de cambios y
trastornos encefálicos (cambios en el pH, glucosa, oxígeno, aminoácidos y proteínas).
• Detectar cantidades relativas de un neurotransmisor, la densidad de los receptores del
neurotransmisor o las actividades metabólicas asociadas con el aprendizaje, la intoxicación
encefálica o los procesos degenerativos que podrían tener relación con el envejecimiento.
• El estudio de la función cognitiva (tiene mucho éxito en este ámbito).

4.2. Resonancia magnética (RM)

En la resonancia magnética (RM), un imán grande y un pulso de


radiofrecuencia específico generan una señal desde el cerebro para producir una
imagen. Puede aplicarse al estudio de la anatomía encefálica y la función nerviosa en
forma no invasiva y, como no utiliza radiación ionizante, se puede usar
repetidamente en voluntarios y pacientes, adultos y niños, con seguridad.

Se basa en el principio de que el núcleo de un átomo de H, que se compone de un protón, se


comporta como un imán que gira. Cada protón tiene un dipolo, y al girar, produce una corriente
eléctrica. Cuando los átomos de H se colocan en un campo magnético, los protones se orientan en
relación con las líneas de fuerza del campo (se alinean con el campo magnético); estando alineados,
la suma de las corrientes eléctrica es lo suficientemente grande para ser medida. Como la densidad
los protones varía en diferentes tejidos encefálicos (LCR, mielina y neuronas, en proporción con su
contenido en agua), las corrientes eléctricas producidas son distintas, mayores para algunos tejidos
y menos para otros. Se utilizan las medidas de la corriente eléctrica para crear la imagen de la RM.

Otra forma de construir una imagen de RM es alterar los protones cuando están alineados y
registrar los cambios en el campo eléctrico cuando se vuelven a alinear. Un breve pulso de
radiofrecuencia se aplica al encéfalo, horizontal al campo magnético, formando un segundo campo
que rechaza los protones alineados hacia sus lados. Tienen ahora dos movimientos: el de rotación
alrededor de sus ejes y el de precesión (rotación alrededor de su orientación longitudinal norte-sur).

Cuando se desconecta el segundo campo magnético, comienzan a detenerse nuevamente y se


desincronizan entre sí. Estos procesos de relajación se miden mediante dos constantes de tiempo:
• T1: un detector de corriente (con orientación horizontal en relación con el eje vertical de la
alineación inicial de los protones) mide el tiempo que les lleva enderezarse de su posición
inclinada y realinearse con el campo magnético original (mide la recuperación del
componente vertical del campo magnético).
• T2: un detector de corriente (con orientación perpendicular a la del primer detector) mide la
velocidad con la cual los protones pierden sincronía alrededor del eje horizontal después de
desconectar el pulso magnético (mide la disminución del giro sincrónico, el componente
horizontal del campo magnético). Es más sensible a las diferencias entre tejido lesionado y
tejido sano, por lo que es útil para detectar lesiones.

Los protones de los diferentes tejidos tienen distintas velocidades de relajación y constantes
de tiempo T1 y T2 (las velocidades de relajación del LCR son más lentas que las del tejido cerebral).
T1 y T2 pueden traducirse en gradientes encéfalo-imagen que corresponden a los diferentes tejidos:
los oscuros indican tejido de baja densidad, y los claros, tejidos de alta densidad.
La resolución de la imagen de RM depende de la fuerza del campo magnético, medida en
teslas, variando los magnetos de uso médico entre 0,5T y 3T. La resolución de un magneto grande
es de vóxeles de 1 mm3 (el doble que el PET) y, a pesar de la alta resolución de la imagen, cada
vóxel de RM infiere indirectamente en la actividad de miles de neuronas. Los individuos que tiene
implantes quirúrgicos metabólicos no deben someterse a una RM por la fuerza del imán.

a) Espectroscopia por resonancia magnética


La espectroscopia por resonancia magnética es un método de RM que varía la
radiofrecuencia utilizada para alinear los protones de H y permite obtener imágenes de las
concentraciones del material encefálico que no muestra la RM (no muestra el 20% del material
encefálico: macromoléculas, membranas, orgánulos y células gliales). Puede obtener imágenes del
metabolito N-acetilaspartato (NAA) o el ácido creatina (ayuda a aportar energía a las células).

La espectroscopia por resonancia magnética permite:


• Distinguir las células cerebrales de otras sustancias y las neuronas de la glía.
• Detectar pérdida de células cerebrales en trastornos degenerativos (Alzheimer), pérdida de
mielina en enfermedades desmielinizantes (esclerosis múltiple) y anomalías persistentes del
metabolismo cerebral (conmoción cerebral).
• Obtener imágenes de moléculas que participan en la transmisión de información entre las
neuronas (colina y el glutamato).
• Obtener imágenes de muchas otras moléculas encefálicas, que brindarán nuevos caminos
para la investigación del desarrollo, la función y la enfermedad del cerebro.

b) Imágenes con tensor de difusión

Las imágenes con tensor de difusión representan un método de RM que detecta los
movimientos direccionales de las moléculas de agua para crear imágenes virtuales de las vías de
fibras nerviosas del cerebro.

Las moléculas de agua en los ventrículos e incluso en los cuerpos celulares se mueven sin
obstáculos y aleatoriamente, sin embargo, en las fibras nerviosas su movimiento está restringido por
la orientación del tracto y su contenido y tiende a seguir la dirección de su eje longitudinal,
(anisotropía, por movimiento desigual). Por lo tanto se utiliza una tractografía mediante imágenes
con tensor de difusión para obtener un mapa de las vías y la conectividad del cerebro, basándose en
reconstrucciones computarizadas de trozos de fibras arciformes, y cada línea representa cientos de
fibras (no muestran si son aferentes o eferentes ni la localización de la sinapsis).

El Proyecto Conectoma Humano está realizando un mapa de conectividad del cerebro


humano utilizando tractografía mediante resonancia con tensor de difusión. Sus objetivos son:
• Progresar en el diagnóstico y tratamiento de trastornos como: degeneración axónica
(resultante de la esclerosis múltiple), distorsión de las fibras (resultante de tumores) y daño
de las fibras (resultante del traumatismo de cráneo o el accidente cerebrovascular).
• Ayudar a comprender el modo en que los genes afectan las conexiones cerebrales al
describir los conectomas de individuos con enfermedades genéticas, comparar gemelos
idénticos y describir diferencias entre los géneros.
• Indicar si los procesos epigenéticos iniciados por la experiencia de toda una vida y el
aprendizaje influyen en las conexiones cerebrales.

c) Resonancia magnética funcional (RMf)


El incremento en el contenido de O 2 de la sangre, resultado de la activación de las neuronas,
altera las propiedades magnéticas del agua en la sangre. La RMf puede compatibilizar estos
cambios en las propiedades magnéticas con localizaciones específicas del encéfalo. La resolución
espacial (1 vóxel de 1 mm3) y temporal son bastantes eficaces.

El contraste BOLD (contraste dependiente del nivel de O2 en sangre) es una medida que
proporciona un índice de la actividad relativa del cerebro. Antes de la activación neuronal, la
cantidad de desoxihemoglobina y oxihemoglobina en sangre es aproximadamente igual, y después
de la activación, aumenta la oxihemoglobina (Las propiedades magnéticas de la sangre no
oxigenada son mayores que las de la oxigenada, y la señal T2 cambia más rápidamente en la no
oxigenada). A partir de los incrementos y disminuciones en la señal de la RMf producidos por
cambios en los niveles de O2, se infieren los cambios en la función cerebral.

La RMf mide aspectos de la función neuronal. La parte de una neurona más activa requiere
más O2, de modo que se realizan mediciones de la actividad metabólica en diferentes partes de la
célula (sinapsis, membrana o axones). Los PPSE y el potencial de acción tienen demandas
energéticas más bajas. Por lo tanto, la RMf está midiendo PPSE y la probabilidad de que dispare
una neurona, muy similar a la actividad que miden los potenciales evocados.
• Como el glutamato es el principal excitador del cerebro, es probable que sea responsable de
producir el PPSE de una neurona y el aumento del flujo sanguíneo hacia ella. El glutamato
podría estimular directamente los capilares para dilatarlos o activar vías metabólicas que
liberan óxido nítrico (neurotransmisor que hace que los vasos sanguíneos se dilaten).

RMf en estado de reposo

El encéfalo viviente siempre está activo, incluso cuando descansamos. La RMf en estado de
reposo se recoge cuando se solicita a los participantes que miren un lugar fijo y mantengan abiertos
los ojos. El resonador recoge la actividad cerebral en bloques de como mínimo 4 minutos.

El cerebro en reposo no es uniformemente activo; más bien, distintas regiones cerebrales


comparten la actividad correlacionada en diferentes momentos (para algunas regiones, como los
ganglios basales, la conectividad funcional y anatómica están correlacionadas, pero para otras como
las regiones del lóbulo frontal, la correlación es menor). Las regiones cerebrales que a menudo se
utilizan juntas mantienen relaciones de actividad incluso cuando no se usan, descubrimiento que ha
permitido trazar un mapa de las relaciones funcionales intrínsecas en el cerebro.

Los experimentos de RMf en estado de reposo han demostrado que las neuronas de regiones
cerebrales amplias se vuelven también activas juntas. Por ejemplo, la actividad iniciada en la
corteza visual primaria se propaga a través de las regiones visuales secundarias y terciarias, y a
medida que decae la onda de actividad en las áreas visuales, comienza otra onda en otra región,
como en la región auditiva. Así circulan ondas espontáneas de actividad de un sistema cortical a
otro, y cada una de ellas dura unos segundos. Estas ondas de actividad forman motivos, que indican
conectividad funcional (relaciones funcionales intrínsecas) entre los sistemas corticales.

El hallazgo de estos motivos de conectividad funcional hace útil el uso de la RMf en estado
de reposo para el estudio de la organización del cerebro. Los motivos que muestra la RMf en estado
de reposo pueden identificar conexiones cerebrales funcionales en estados patológicos (depresión o
Alzheimer) y conexiones funcionales después de una lesión cerebral y durante la recuperación.

c)Tomografía óptica

La tomografía óptica es una técnica no invasiva de imágenes dinámicas que opera sobre el
principio de que un objeto puede ser reconstruido recogiendo la luz que se transmite a través de él
(el objeto debe transmitir al menos parcialmente la luz como lo hace el tejido blando del cuerpo).
En la espectroscopia casi infrarroja funcional, la luz infrarroja reflejada infiere flujo
sanguíneo porque la hemoglobina de la sangre absorbe la luz de modo diferencial dependiendo de
que sea no oxigenada u oxigenada. Al medir la absorción de luz de la sangre es posible medir el
consumo promedio de oxígeno del cerebro. Para lograrlo, se ajusta un conjunto de transmisores y
receptores ópticos en el cuero cabelludo y se envían señales a través de alambres conectores o de
modo inalámbrico. Un ordenador construye una imagen de la función cerebral a partir de las
diferencias en la intensidad de la luz.

Ventajas: es relativamente fácil de conectar a los participantes y obtener un registro de


distintos momentos de la vida, desde los primeros años hasta la edad avanzada. Desventajas: la luz
no penetra mucho el cerebro, de modo que hay limitación al medir la actividad cortical. El tamaño
en vóxel del tejido de la imagen es del orden de centímetros, de modo que la resolución no es alta.

5. Comparación y usos de las técnicas de neuroimágenes


El objetivo es comprender las relaciones cerebro-conducta, pero deben considerarse
cuestiones prácticas como la resolución temporal, la resolución espacial y el grado de invasividad.
Además, el costo está siempre presente: montar un equipo de EEG, PE y espectroscopia casi
infrarroja funcional es económico (menos de 100.00 dólares), mientras que montar un equipo de
RM, magnetoencefalografía y PET es costoso (más de 2 millones de dólares).

Los métodos radiográficos proporcionan imágenes instantáneas económicas y estáticas para


localizar lesiones craneales, hemorragias intracraneales, tumores y malformaciones en los vasos.
• La TC es el primer procedimiento utilizado para evaluar una posible lesión craneal o tumor.
• La PET obtiene imágenes de la química cerebral, pudiendo identificar regiones involucradas
en conductas específicas y marcadores de estados patológicos que involucran cambios en la
química cerebral.
• La RM produce imágenes detalladas de la anatomía encefálica.
• La espectroscopia por RM detecta sucesos químicos específicos como la degeneración de la
mielina en la esclerosis múltiple o la degeneración neuronal del Alzheimer.

5.1. Técnicas de imágenes, ventajas y desventajas

La aplicación más inmediata de las imágenes encefálicas es en el diagnóstico del


traumatismo del cráneo y la enfermedad.

La PET puede obtener imágenes de muchos sucesos químicos del cerebro, pero es indirecta:
su evaluación de la química y el flujo sanguíneo regional no mide de forma directa la actividad
neuronal. El proceso de sustracción muestra otra limitación de las imágenes de la PET, ya que se
extrae una condición neutra como basal que se sustrae de otra condición, además, no proporciona
una lista de áreas cerebrales que toman parte en una tarea, solo las que se activan cuando se realiza.

La fortaleza de la RMf reside en la información detallada que proporciona sobre la actividad


regional y los cambios de esta actividad en el cerebro. Un inconveniente es que recolectar la
información lleva tiempo, y el procedimiento se realiza en un espacio ruidoso y confinado. Una
solución a esto es hacer que los participantes observen imágenes representadas en espejos y señalen
sus respuestas con movimientos de los dedos. A pesar de estos inconvenientes, la RM y RMf
proporcionan una información excepcional de la estructura y función del cerebro.

La espectroscopia casi infrarroja funcional es económica y portátil. Tiene como ventaja la


facilidad del registro de los participantes (sobre todo los lactantes) y el registro durante toda la vida.
Las desventajas son que los investigadores se ven limitados a medir la actividad cortical y que la
resolución espacial no es tan buena como la de otros métodos no invasivos.

5.2. Hacia la generación de los atlas cerebrales multimodales

Los atlas contemporáneos pueden localizar las estructuras encefálicas humanas y representar
los circuitos que forman estas estructuras entre sí y sus posibles funciones. Los primeros mapas
cerebrales se obtuvieron de piezas de autopsias, actualmente, los métodos de neuroimágenes pueden
tomar muestras de grandes poblaciones que representan ambos géneros, individuos de distintas
edades y personas con capacidades naturales y aprendidas diversas. Los atlas puede representar las
estructuras nerviosas y sus vías, la neuroquímica, incluso los genes activos.

La corteza frontal se vuelve más delgada durante el desarrollo, siendo un correlato de


madurez. En otras áreas, como las del lenguaje, la sustancia gris se vuelve más gruesa; y en otras es
la sustancia blanca la que se vuelve más gruesa.

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