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DISTOCIAS ÓSEAS

Tradicionalmente se ha denominado con el término distocia (del griego dis: malo, difícil, y tocos: parto), definiéndose
como un trabajo de parto difícil y sucede cuando existen diversas condiciones no satisfactorias generalmente de tipo
mecánica que impiden un parto normal y exitoso por una desproporción pélvico-fetal. Las distocias pueden ser debidas a
varias causas, así:

● Distocias pélvicas óseas


● Distocias de tejidos blandos
● Distocias fetales
● Distocias debidas a los anexos ovulares
● Distocias dinámicas

Cuando hablamos de distocias óseas, nos referimos a las de tipo pélvico por una alteración o modificación en el tamaño,
la forma o la inclinación de la pelvis ósea materna. Para que exista esta, además debe haber una incompatibilidad
feto-materna por tres situaciones:

● Feto normal con pelvis estrecha: desproporción real por pelvis angosta
● Pelvis normal con cabeza fetal con diámetros aumentados: desproporción real por aumento del tamaño cefálico
● Pelvis normal con feto normal con actitud atípica: desproporción accidental por presentación
deflexionada

Mercado ME. Distocias. En: Pérez GE, Albarracín J, Prieto A. Obstetricia Integral Siglo XXI. Tomo II. Bogotá: Universidad
Nacional de Colombia; 2010. p. 275-300.

Conducto óseo

La pelvis ósea se divide en 2 partes:

● Pelvis mayor o falsa: limitada lateralmente por las alas iliacas del íleon, posteriormente por las últimas vértebras
lumbares y S1 y anteriormente por la parte inferior de la pared anterior del abdomen
● Pelvis menor o verdadera: se forma de 4 huesos, sacro, coxis y los 2 coxales que se fusionan con el ilion, isquion y
pubis. Está limitada por el borde superior de la sínfisis del pubis, los agujeros obturadores y ramas ascendentes del pubis,
por el promontorio (cara anterior del sacro) y cara interna del isquion. Constituida por el estrecho superior o entrada,
estrecho medio, estrecho inferior o salida, razón por la cual tiene su nombre pues tiene como función la realización en el
mecanismo del parto

Tipos de pelvis

La incidencia de distocias óseas han disminuido por el descenso en las alteraciones patológicas de la pelvis, debido a
mejor profilaxis, diagnóstico y tratamiento de las enfermedades de la pelvis, de la columna vertebral y de las
extremidades inferiores.

De acuerdo con la clasificación propuesta por Cadwell y Molloy en 1933, la pelvis se clasifica de acuerdo con los
siguientes cuatro tipos:

1. Pelvis ginecoide: es la más fisiológica ya que es la pelvis más adecuada para el parto vaginal, se encuentra con una
frecuencia del 50%. Se caracteriza por tener un estrecho superior redondeado y amplio (corazón de naipe francés), el
diámetro transverso máximo está aproximadamente a la mitad del conjugado verdadero y el segmento anterior y
posterior son amplios. El diámetro anteroposterior es de 11 cm, el oblicuo de 12cm y el transverso de 13 cm; el arco
subpúbico es mayor de 85º; las paredes de esta pelvis no convergen y las espinas ciáticas no son prominentes, sus
espacios sacro-ciáticos son amplios, la cara anterior del sacro es cóncava.
2. Pelvis androide o infundibuliforme: este se presenta en un 26% de los casos, se atribuye mayormente a los hombres.
El estrecho superior tiene forma triangular, la parte anterior es angosta y puntiaguda. El diámetro anteroposterior es
menor que el transverso, El arco subpúbico es < 85º (cerrado); las paredes laterales tienden a ser convergentes y las
espinas ciáticas son prominentes y el sacro es plano y largo esta inclinado hacia adelante. Una pelvis androide presenta
dificultades en el encajamiento y en la rotación en las variedades posteriores pues la cabeza del feto no encaja porque la
porción posterior es angosta.

3. Pelvis antropoide: esta se presenta en el 18% de los casos y predomina en la raza negra. Es una pelvis
transversalmente estrecha, el estrecho superior tiene una forma ovoide cuyo diámetro anteroposterior es mayor que el
transverso; el sacro es largo, plano y va inclinado hacia atrás. El ángulo subpúbico es estrecho, las paredes pelvianas
convergen y las espinas ciáticas son poco prominentes. Una pelvis antropoide presenta dificultades en el encajamiento y
descenso en el estrecho inferior.

4. Pelvis platipeloide o plana: Este tipo se presenta en un 5% de los casos, el estrecho superior es ovalado en sentido
transverso, el diámetro transverso es mayor que el anteroposterior; el sacro es plano, corto y va inclinado hacia atrás. El
ángulo subpúbico es mayor de 90º; las paredes laterales son amplias y las espinas ciáticas no son prominentes. Una
pelvis platipeloide dificulta la rotación interna y presenta dificultades en el período expulsivo.

Es importante tener en cuenta siempre cualquier disminución de los diámetros, independientemente del tipo de pelvis,
puede causar distocia pélvica. Se debe evaluar correctamente las dimensiones de la pelvis midiendo:

● Diámetro conjugado diagonal.


● Amplitud del ángulo subpúbico.
● Tamaño de la escotadura sacrociática
● Características de las espinas ciáticas y diámetro interespinoso
● Curvatura del sacro
● Inclinación del cóccix
● Diámetro intertuberoso

Estrechez pélvica

Puede presentarse en el plano de la entrada a la pelvis, en el plano medio, o en el plano de salida o estrecho
inferior.

Estrechez del plano de entrada o superior:

Los diámetros importantes en el estrecho superior son el anteroposterior y el transverso. Se denomina diámetro
conjugado verdadero la distancia que hay entre el promontorio sacro y el borde superior de la sínfisis púbica. El diámetro
conjugado obstétrico es la distancia entre el promontorio sacro y el sitio más cercano de la cara posterior de la sínfisis
púbica. Diámetro conjugado diagonal es la distancia entre el promontorio sacro y el borde inferior de la sínfisis (el único
que se puede medir clínicamente). El diámetro obstétrico se calcula restando 1,5 a 2 cm al diámetro conjugado diagonal
y es el menor del estrecho superior.
Se considera estrechez pélvica en el plano superior un conjugado diagonal menor de 11,5 cm o un obstétrico menor de
10 cm. Grados leves de estrechez pueden permitir encajamiento mediante el mecanismo del asinclitismo. El asinclitismo
anterior, en el cual la sutura sagital se encuentra más cerca del sacro, es más favorable que el posterior, donde la sutura
sagital está más cerca del pubis.

CONFORMACIÓN DEL ESTRECHO SUPERIOR

DIÁMETROS SITUACIÓN DIÁMETRO (cm)


ANTEROPOSTERIORES

Promonto-suprapúbico Va desde el promontorio hasta el borde superior de 11-12 cm


(Conjugado Anatómico o verdadero) la sínfisis púbica

Promonto Retropúbico mínimo Se extiende del promontorio a la cara posterior de la Se obtiene clínicamente
(Conjugado Obstétrico) sínfisis. restando 1,5 cm al diámetro
conjugado diagonal.
10.5 cm

Promonto subpúbico o (Conjugado Distancia entre el borde inferior de la sínfisis púbica y el 12-12.5 cm
diagonal) promontorio. Es el único diámetro anteroposterior del
estrecho superior que se puede obtener con el examen
clínico, que permite identificar la estrechez pélvica

DIÁMETROS TRANSVERSOS SITUACIÓN DIÁMETRO (cm)

Transverso Útil o Mediano Es el diámetro transverso localizado a igual distancia 12.5-13 cm


entre la sínfisis púbica y el promontorio, es el que utiliza
la presentación fetal para su descenso.

Transverso Anatómico o Une los puntos más alejados de las líneas innominadas. 13.5 cm
Máximo En las pelvis ginecoide, androide y platipeloide está más
cerca del promontorio que de la sínfisis púbica

DIÁMETROS OBLICUOS SITUACIÓN DIÁMETRO (cm)

Oblicuo izquierdo Une la eminencia iliopectínea izquierda a la articulación 12.5 cm


sacroilíaca derecha

Oblicuo derecho Une la eminencia iliopectínea derecha a la articulación 12 cm


sacroilíaca izquierda

Estrechez del plano medio:

Este trastorno es más frecuente que el correspondiente al del plano de entrada. A menudo, aquél produce detención
transversa de la cabeza fetal que quizá conduzca a una aplicación difícil de fórceps medio o una cesárea.

El plano medio está limitado por el borde inferior de la sínfisis del pubis hacia las espinas ciáticas y alcanza sacro en la
unión de la 4ª y la 5ª vértebra.
Las mediciones promedio de la pelvis media son las siguientes

● Diámetro Anteroposterior (Misacro-Subpúbico) Va desde el borde inferior de la sínfisis púbica hasta la tercera y
cuarta vértebra sacra, con un diámetro de 12 cm
● Diámetro Transverso (Biespinoso o Bisciático) Va de la espina ciática de un lado a la espina contralateral
(diámetro interespinoso); es el más importante ya que tiene una longitud de 10-11 cm
● Diámetro Sagital Posterior Intersección entre diámetros anteroposterior y transverso, con un diámetro de 5 cm
Son causas de distocia en el plano medio:
● Espinas ciáticas prominentes (diámetro interespinoso menor de 10 cm)
● Convergencia de las paredes laterales y la escotadura sacrociática estrecha.

Estas producen detención persistente del descenso y de la rotación en una variedad posterior o transversa profunda. Las
estenosis del estrecho medio originan las distocias pélvicas más importantes.

Estrechez del plano de salida o inferior:


Casi siempre se asocia a estenosis del estrecho medio y debe sospecharse cuando hay espinas ciáticas prominentes
(disminución del diámetro transverso), sacro inclinado hacia adelante, diámetro anteroposterior del estrecho inferior
corto (este diámetro va desde el borde inferior de la sínfisis hasta la punta del sacro), o disminución de la distancia entre
las tuberosidades isquiáticas (diámetro intertuberoso menor de 8 cm). Este tipo de pelvis se conoce como
infundibuliforme.

CONFORMACIÓN DEL ESTRECHO INFERIOR

DIÁMETROS SITUACIÓN DIÁMETRO (cm)


ANTEROPOSTERIORES

Subsacro - Subpúbico Va desde el borde inferior del pubis hasta la 11- 12 cm


punta
del sacro

Subcoxis - Subpúbico Va desde el borde inferior del pubis hasta la 9.5 cm


punta
del coxis

DIÁMETROS TRANSVERSOS SITUACIÓN DIÁMETRO (cm)

Diámetro bi-isquiático Une las caras internas de las tuberosidades 10.5 cm


isquiáticas

Obstetricia integral siglo XXI tomo II capítulo 15 DISTOCIAS Manuel Esteban Mercado Pedroza

Grado de estrechez de la pelvis


○ Pelvis viables 8 cm
○ Pelvis no viables< 8 cm

Pelvis generalmente estrecha: se caracteriza por una disminución armónica de todos los diámetros. Se trata de una
verdadera pelvis en miniatura, perteneciente por lo regular a una mujer de baja estatura y escaso desarrollo esquelético,
aunque también puede encontrarse en mujeres bien desarrolladas de tipo varonil, portadores de pelvis pequeña pero
altas asemejan a la pelvis masculina. Corresponde a la pelvis androide de Caldwell y Moloy. Tiene una frecuencia de 10%
entre las estrecheces pélvicas. Desde el punto de vista funcional se comporta como una pelvis canaliculada.

DISTOCIAS POR EL GRADO DE INCLINACIÓN

Modificaciones de la inclinación de la pelvis

La presión que el tronco transmite a la pelvis a través de la columna lumbo sacra y la contrapresión femoral que actúa
sobre los huesos ilíacos o coxal a través de las cavidades cotiloideas se equilibran normalmente, a la vez que se originan
curvaturas normales para asegurar la estática esquelética. La deformación o acentuación de estas curvaturas, o la
alteración del punto de contrapresión femoral, pueden, por un lado, hacer bascular la pelvis a nivel de las articulaciones
sacro ilíacas y, por otro, exagerar los movimientos de nutación o de contranutación del sacro, con sus lógicas
consecuencias sobre los estrechos superior e inferior. Las causas más comunes de desviación raquídeas son el
raquitismo y la coxalgia doble, mientras que la inadecuada contrapresión femoral suele deberse a la luxación congénita
bilateral de la cadera.

Pelvis en retroversión o pelvis cifótica

Se presenta cuando la pelvis va hacia atrás. Lo hacen los isquiotibiales y los glúteos que tiran desde atrás la columna, se
rectifica. La cifosis dorso lumbar con su convexidad dirigida hacia atrás se acompaña de incurvaciones laterales
(cifoescoliosis). Por tanto para mantener el equilibrio postural, se acompaña de lordosis secundaria por arriba y por
debajo de la lesión y hace realizar al sacro un movimiento de contranutación que acerca la articulación sacro coccígea al
pubis.

Funcionalmente la pelvis infundibuliforme o androide. Con un estrecho superior oval, un diámetro promonto-pubiano
aumentado de tamaño y una excavación con el estrecho medio disminuido por la prominencia de las espinas ciáticas, es
el estrecho inferior el más afectado, ya que el subsacropubiano se encuentra acortado y el acercamiento de los isquiones
reduce la base del triángulo anterior, cerrando la bbojiva subpubiana. Si el diámetro transverso biisquiático es menor de
7.5cm, la pelvis cifótica no es viable.

Pelvis en anteversión o pelvis lordótica

La incurvación anormal de la columna lleva hacia atrás el centro de gravedad, para contrarrestar esta situación, la pelvis
hace una acción de bascular, la pelvis se va sobre los fémures hacia delante, generando una lordosis lumbar
(arqueamiento).

Funcionalmente se comporta como una pelvis anillada. Su promontorio se acerca al pubis, disminuyendo el conjugado
obstétrico y a su vez generando que el sacro haga un movimiento de nutación, con agrandamiento del estrecho inferior.
Otras causas de distocias
● Pelvis iliofemoral
● Cifosis curvatura anormal de la columna (hacia adentro)
● Lordosis curvatura hacia atrás
● Escoliosis curvatura en sentido lateral, tenemos 4 tipos de escoliosis
● Escoliosis torácica (el único que se puede a someter a trabajo de parto)
● Escoliosis lumbar
● Escoliosis toracolumbar
● Escoliosis con curvatura de S

DIAGNÓSTICO

El diagnóstico de la estrechez pélvica debe ser primordial en toda paciente primigesta y en aquellas en que por algún
motivo presente una posible anomalía. Éste se basa en signos de presunción como:

● Historia clínica: el interrogatorio es indispensable para conocer la historia obstétrica anterior de partos difíciles,
cesáreas o lesión fetal al igual que la procedencia y la alimentación, enfermedades congénitas y adquiridas que nos
lleven a sospechar de alguna distocia.
● Inspección: colocar a la paciente de pie descalza para observar la talla, incurvación de la columna, deformidades del
esqueleto, su asimetría, la igualdad de los miembros, etc.
● Exploración obstétrica
○ En las últimas semanas del embarazo el examen obstétrico nos puede demostrar un signo de sospecha de estrechez
pélvica
○ Un abdomen saliente o péndulo en una nulípara nos puede hacer pensar en una pelvis reducida en su capacidad o
inclinación. La falta de encajamiento de la cabeza fetal en la pelvis para lo cual nos ayudamos de la cuarta y quinta
maniobra de Leopold.
● Pelvimetría externa: YA NO SE USA

Los diámetros biespinoso, bicrestal, bitrocantéreo y los oblicuos externos, cuando presentan alguna importante
modificación en sus cifras, orientan a explorar cuidadosamente la pelvis menor.
○ La topografía del rombo de Michaelis nos hará pensar en una pelvis asimétrica o en una pelvis de tipo platipeloide:
Formado por la depresión a nivel lumbosacro de la apófisis espinosa de la quinta lumbar, las dos depresiones laterales de
las espinas ciáticas posterosuperiores y la inferior del coxis. Su forma debe ser regular, tendiendo a la morfología del
cuadrado. La existencia de rombos asimétricos puede orientar a patologías pélvicas.

Pelvimetría interna

Permite medir con relativa exactitud los diámetros anteroposteriorcs de la pelvis. La medida del promontosubpubiono es
la base para calcular en forma indirecta el diámetro útil. El mistocrosubpubiano y el subsacro- subpubiano permiten
apreciar la amplitud de la excavación.
Se realiza mediante el tacto vaginal, que permite evaluar el conjugado diagonal y deducir el conjugado obstétrico,
situación del promontorio, concavidad del sacro y amplitud de la excavación pélvica, espinas ciáticas y sus
características, dirección de las paredes laterales, forma del arco púbico, su ángulo y la convergencia o divergencia de
sus ramas.

Se mide la distancia que media entre el dedo explorador que se pone en contacto con el borde inferior de la sínfisis y la
punta del dedo que toca el promontorio.
La pelvimetría interna se lleva a cabo correctamente con el dedo índice y medio que se usan para el tacto, medir los
diámetros del estrecho superior, del medio e inferior. Con el tacto vaginal es difícil alcanzar el promontorio en la pelvis
normal.

Cuando se alcanza, se apoya la yema del dedo medio sobre la punta más saliente, y con la uña del índice de la mano
exterior se marca sobre el borde radial del índice que trata el punto en que este contacta con el subpubis; extraídos los
dedos de la vagina, un ayudante mide la distancia que va desde el pulpejo del dedo medio hasta el punto marcado sobre
el índice. De este modo se ha obtenido el diámetro promontosubpúbico o conjugado diagonal que mide 12 cm
Para obtener el conjugado obstétrico o promonto subpúbico, se toma el diámetro promontosubpubiano menos 1,5 cm. Si
uno logra tocar el promontorio a través del tacto vaginal esto indicará de manera indirecta que el estrecho retropúbica es
demasiado angosto, entonces significará que la paciente tendrá que tener parto por cesárea.

● Pelvigrafía: es reconocer al tacto la forma y los caracteres de la pelvis desde el estrecho superior hasta el estrecho
inferior. Está técnica tiene por objeto diagnosticar la forma de la pelvis.
➢ En el estrecho superior se estudia la curvatura del arco anterior.
➢ En la excavación se investiga la altura del pubis (que es de 4 cm), su espesor y su inclinación.
➢ A los lados, la convergencia de las paredes de la excavación, la curvatura del sacro y la saliencia de las espinas
ciáticas. ○ Hacia atrás, la movilidad del cóccix.
➢ Delante, el grado de la abertura de la ojiva pubiana (moldeado de Sellheim) que normalmente tiene un ángulo
recto
○ Moldeado de Sellheim: es un procedimiento que determina el ángulo subpubiano en posición de litotomía. Los
pulgares del explorador en abducción, apoyados o palpando las rama isquiopubianas. Deben formar un ángulo de 90°
para considerarlo normal (detectamos la amplitud de la ojiva pubiana y la separación existente entre las tuberosidades
isquiáticas), valores menores pueden hablar de estrechez pelviana.
DISTOCIAS DE TEJIDOS BLANDOS

Son todas aquellas distocias que tienen su origen en los tejidos músculo aponeuróticos que entran en contacto con el
polo fetal durante el trabajo de parto y en orden descendente según su localización anatómica pueden ser de anexos del
cuerpo uterino, del cuello uterino, la vagina, la vulva o el periné.

DISTOCIAS CERVICALES

Estas distocias se dividen en dos grupos: a) distocias funcionales y b) distocias por alteraciones anatómicas.

El normal reblandecimiento del cuello por las acciones hormonales durante el embarazo y el trabajo de parto, y por ende
la facilidad para acortarse y dilatarse, se alteran con las cicatrices cervicales posteriores a desgarros cervicales en partos
anteriores, cirugías tipo conizaciones o amputaciones y cauterizaciones.

El edema del cuello provocado por maniobras traumáticas durante el control del trabajo de parto o por la presión
persistente de la presentación fetal en caso de una desproporción céfalo-pélvica, alteran el borramiento y dilatación. Esta
puede ser resuelta espontáneamente por una buena dinámica uterina, maniobras suaves para ayudar a pasar el cuello
por detrás de la presentación, o por analgesia peridural. El cáncer de cérvix in situ no genera distocia mecánica ni clínica.
Sólo los estadios muy avanzados plantean problemas mecánicos, por obstrucción del cuello o riesgo de sangrado. En los
demás estadios se define la vía según el riesgo clínico de diseminación o sangrado por medio de la cesárea seguida de
otros procedimientos como histerectomías radicales o sus tratamientos correspondientes diferidos.

DISTOCIAS OCASIONADAS POR PATOLOGÍAS DEL ÚTERO Y ANEXOS

Los miomas uterinos localizados en el segmento inferior del útero, y en especial los de la cara posterior, pueden quedar
atrapados en la pelvis menor y ocasionar obstrucción mecánica en el segmento uterino. Lo mismo puede ocurrir con los
quistes ováricos pediculados grandes, mayores de 10 cm, que ocupen la parte inferior de la pelvis ocasionando la
obstrucción mecánica y además el riesgo de ruptura del quiste durante el trabajo de parto. El uso de la ecografía permite
identificarlos y la conducta es practicar operación cesárea; si la patología corresponde a miomas no se aconsejan las
miomectomías durante la cesárea por el gran riesgo de sangrado durante estos procedimientos, a no ser que sea
pediculado, ya que en estos tipos de miomas el riesgo de sangrado se minimiza; en cambio, en lo posible, siempre se
deben extirpar los tumores ováricos patológicos. Rara vez los riñones ectópicos pélvicos o trasplantados pueden
producir obstrucción, especialmente cuando la pelvis tiene dimensiones limítrofes. Igual puede ocurrir con los tumores
retroperitoneales bajos.

DISTOCIAS VAGINALES Y VULVARES

● Las cirugías vaginales previas pueden causar distorsión de los tejidos y riesgos de que la patología anteriormente
corregida con el procedimiento quirúrgico vuelva a aparecer.
● Los quistes de Gardner grandes pueden extenderse hasta sitios altos de la vagina y causar obstrucción del trabajo de
parto.
● Los tabiques vaginales son muy distensibles y la mayoría pueden incidir durante el trabajo de parto y no constituyen
generalmente un problema.
● Las grandes condilomatosis vulvovaginales o perineales pueden sufrir laceraciones y desgarros durante el nacimiento,
ocasionando hemorragias severas, y en tal sentido pueden considerarse una franca distocia de tejidos blandos
● Las lesiones como las fístulas recto o vesicovaginales contraindican el parto vaginal por el riesgo de aumentar el daño
preexistente, al igual que infecciones locales de transmisión que pongan en peligro al recién nacido.

DISTOCIAS POR ANOMALÍAS DE LOS ANEXOS OVULARES


Brevedad del cordón

Un cordón demasiado corto impide el descenso de la presentación o provoca el desprendimiento de la placenta


normalmente insertada, puede prolongar el trabajo de parto u ocasionar un abruptio placentae. Es necesario sospecharlo
cuando se comprueban signos de anoxia fetal sin causa aparente, falta de encajamiento o dolor uterino localizado, o se
produce el desprendimiento prematuro de placenta. El tratamiento es la operación cesárea.

Circulares del cordón


Debe sospecharse cuando hay desaceleraciones variables en la monitoría fetal, durante el trabajo de parto asociadas a
signos de sufrimiento fetal sin causa aparente, o falta del descenso de la presentación, y se diagnóstica con la ecografía
obstétrica, al observarse el cordón alrededor de la nuca fetal. Cuando no hay encajamiento o existe sufrimiento fetal el
tratamiento es la intervención cesárea. Los casos en los cuales se produce encajamiento pueden ocasionar sufrimiento
fetal agudo en el período expulsivo que obliga a terminar el parto rápidamente con aplicación de fórceps o espátulas.

Maniobra somersault:
● Una vez que se produce la salida de la cabeza, se presiona con la palma de la mano sobre el occipucio, flexionando la
cabeza hacia el muslo de la madre, mientras los hombros se desprenden.
● La cabeza se mantiene de esta forma, mientras el cuerpo realiza una ‘’voltereta’’.
● Una vez que ha salido el cuerpo se puede retirar la circular.

Procúbito, laterocidencia y procidencia del cordón

No es una verdadera distocia, pero ponen en peligro la vida fetal. Conocida también como prolapso de cordón, es cuando
éste se convierte en la parte que se presenta en el estrecho superior.

Presencia del cordón umbilical entre la presentación y la pared vaginal o el cuello en presencia de membranas íntegras.
se denomina procúbito de cordón; en estos casos, se puede tratar de rechazar cuidadosamente el cordón y permitir que
el polo cefálico o podálico ocupen el estrecho superior. Si se logra, se pueden romper las membranas, en el caso de
presentación cefálica, para permitir la entrada de la cabeza en el estrecho superior; si no se logra reducir el cordón, está
indicada la cesárea.

Descenso del cordón a través del cuello o del orificio cervical cuando las membranas están rotas se denomina
procidencia de cordón y constituye una emergencia obstétrica porque se acompaña de alta mortalidad fetal, sobre todo
en casos de procidencia de cordón y presentación cefálica. En estos casos la cesárea se debe realizar de inmediato, con
un operador manteniendo elevada la presentación con los dedos introducidos por vía vaginal y la paciente en posición de
Trendelenburg;

será laterocidencia cuando el cordón se encuentre al lado de la presentación sin sobrepasar, las membranas suelen estar
íntegras
Alteraciones de la placenta

● Placenta previa: cuando la placenta está implantada total o parcialmente en el segmento uterino inferior, en la zona de
borramiento y dilatación del cérvix, constituye una obstrucción para el descenso de la presentación. Durante el embarazo
el principal signo clínico es el sangrado indoloro; actualmente el diagnóstico se comprueba mediante ultrasonografía. La
conducta es la intervención cesárea electiva.
● Desprendimiento de la placenta normalmente inserta: es una emergencia obstétrica caracterizada por sangrado
proveniente de la cavidad uterina, acompañado de dolor intenso, ocasionado por un desprendimiento de la placenta que
no está localizada en el segmento. Hay que definir rápidamente la vía del parto, regularmente por cesárea si no hay
inminencia de parto vaginal, para evitar la cascada de complicaciones de esta entidad.
● Insuficiencia placentaria: cuando funcionalmente la placenta no es capaz de aportar la oxigenación y nutrición fetal es
necesario evitar el trabajo de parto normal porque durante las contracciones se aumentaría el riesgo de asfixia neonatal.

https://www.slideserve.com/baby/distocias-oseas

https://www.studocu.com/co/document/fundacion-universitaria-sanitas/patologia/herramienta-up14-cuidado-de-enferm
eria-en-las-complicaciones-deltrabajo-de-parto/9547080

https://www.sarda.org.ar/images/2008/159-161Valenti.pdf

http://repositorio.ug.edu.ec/bitstream/redug/35696/1/CD%20%20%20754-%20HARO%20GARCIA%20DENNISSE%20CAT
HERINE.pdf

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