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Huesos pélvicos

La pelvis está formada por cuatro huesos: sacro,


cóccix y los dos coxales. Cada hueso coxal está
constituido por la fusión de ilion, isquion y pubis. Los
dos huesos coxales se unen al sacro en la
sincondrosis sacroilíaca y entre sí en la sínfisis del
pubis.

La pelvis se divide en los compartimientos falso. La


pelvis falsa yace por arriba de la cresta pectínea está limitada en la parte posterior por
las vértebras lumbares y, a los lados, por la fosa iliaca. Al frente, el límite está constituido
por la porción inferior de la pared abdominal anterior. y la pelvis verdadera por debajo
de ese límite anatómico.

La pelvis verdadera es la parte importante para el parto y puede describirse como un


cilindro flexionado y truncado en forma oblicua, con la mayor altura hacia la parte
posterior. La línea terminal sirve como borde superior, mientras que la salida pélvica es
el margen inferior. El límite posterior corresponde a la cara anterior del sacro y los
laterales se forman a partir de la cara interna de los huesos isquiones y las escotaduras y
los ligamentos sacrociáticos. Al frente, la pelvis verdadera se halla limitada por los huesos
del pubis, las ramas superiores ascendentes de los huesos isquiones y el agujero
obturatriz.

Las paredes laterales de la pelvis verdadera de una mujer adulta son algo convergentes.
Con extensión desde la parte media del borde posterior de cada isquion, se encuentran
las espinas ciáticas, las cuales tienen gran importancia obstétrica porque la distancia
entre ellas suele representar el diámetro más breve de la cavidad pélvica. También sirven
como puntos de referencia anatómicos valiosos en la determinación del nivel al cual ha
descendido la presentación del feto en la pelvis verdadera

Articulaciones pélvicas
En la parte anterior, los huesos de la pelvis se unen a la sínfisis del pubis, estructura que
consta de fibrocartílago, así como de los ligamentos púbicos superior e inferior. En la
parte posterior, los huesos pélvicos se hallan unidos por articulaciones entre el sacro y la
porción iliaca de los huesos coxales para formar las articulaciones sacroiliacas.

En general, estas articulaciones tienen también un cierto grado de movilidad. Sin


embargo, durante el embarazo, hay una notable relajación de estas articulaciones,
resultado de un movimiento plano ascendente de la articulación sacroiliaca.

El desplazamiento, que es máximo en la posición de litotomía dorsal, puede aumentar el


diámetro en el plano de salida entre 1.5 a 2.0 cm, lo cual constituye la principal
justificación para colocar a una mujer en esta posición para un parto vaginal.

No obstante, el aumento en el diámetro del plano de salida pélvico ocurre sólo si se


permite que el sacro rote hacia atrás, lo que no ocurrirá si se impulsa el sacro en dirección
anterior por el efecto del peso de la pelvis materna contra la mesa o cama de parto.

Planos y diámetros pélvicos

La pelvis se describe como una estructura con cuatro


planos imaginarios:

1. El plano de entrada pélvica: el estrecho superior.

2. El plano de salida pélvica: el estrecho inferior.

3. El plano de la pelvis media: el que tiene menos dimensiones.

4. El plano de máximas dimensiones pélvicas: sin importancia obstétrica

Plano de entrada pélvica También se conoce como estrecho superior, la entrada pélvica
es además el plano superior de la pelvis verdadera. Como se indicó antes, está limitado
atrás por el promontorio y las alas del sacro, a los lados por la cresta pectínea y adelante
por las ramas horizontales y la sínfisis del pubis. Durante el trabajo de parto, el
encajamiento de la cabeza fetal se define por el paso del diámetro biparietal fetal a través
de este plano. Para favorecer este paso, el plano de entrada en la pelvis femenina, por lo
general es más redondeado que ovoide.

Suelen describirse cuatro diámetros en el plano de entrada pélvico: el anteroposterior,


el transverso y dos oblicuos. En un plano más cefálico, el diámetro anteroposterior,
denominado conjugado verdadero, va desde el margen superior de la sínfisis del pubis al
promontorio sacro.

• El conjugado obstétrico, importante en la clínica, corresponde a la distancia más


reducida entre el promontorio sacro y la sínfisis del pubis. De manera normal,
mide 10 cm o más, el explorador no puede medir directamente con los dedos el
conjugado obstétrico. se calcula de modo indirecto al restar 1.5 a 2 cm del
conjugado diagonal, el cual se obtiene al medir la distancia desde el borde inferior
de la sínfisis del pubis hasta el promontorio sacro.
• El diámetro transverso es trazado en ángulo recto respecto del conjugado
obstétrico y representa la distancia más grande entre las crestas pectíneas a cada
lado; suele presentar intersección con el conjugado obstétrico en un punto casi 5
cm frente al promontorio en promedio, es menor de 13 cm.
• Cada uno de los dos diámetros oblicuos se extiende desde una de las sincondrosis
sacroiliacas a la eminencia iliopectínea del lado opuesto. El promedio de estos
diámetros oblicuos es de 13 cm.
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Pelvis media y plano de salida pélvica

La pelvis media se mide a nivel de las espinas ciáticas, y corresponde al plano medio o de
dimensiones pélvicas menores. Durante el trabajo de parto, el grado de descenso de la
cabeza fetal en la pelvis verdadera puede describirse por estación; la parte media de la
pelvis y las espinas isquiáticas sirven para marcar la estación cero.

El diámetro interespinoso, de 10 cm o ligeramente mayor, suele ser el diámetro pélvico


más pequeño y en casos de parto con obstrucción, adquiere particular importancia. El
diámetro anteroposterior normalmente mide al menos 11.5 cm a nivel de las espinas
ciáticas.

El plano de salida pélvica consta de dos superficies aproximadamente triangulares, cuyos


límites semejan a los del triángulo del perineo. El ápice del triángulo posterior se
encuentra en la punta del sacro y los límites laterales son los ligamentos sacrociáticos y
las tuberosidades isquiáticas. El triángulo anterior está formado por las ramas
descendentes inferiores de los huesos púbicos. Estas ramas se unen en un ángulo de 90
a 100 grados para formar un arco redondeado bajo el cual debe pasar la cabeza fetal.

Se describen casi siempre tres diámetros del plano de salida pélvica: anteroposterior,
transverso y sagital posterior. A menos que haya un trastorno pélvico óseo significativo,
la salida pélvica pocas veces obstruye el parto vaginal.
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DIÁMETROS DE LA CABEZA FETAL

Es tan importante conocer los diámetros de la pelvis como los de la cabeza fetal, ya que
cuando existe desproporción cefalopélvica puede serlo a expensas tanto de los diámetros
pélvicos como de la cabeza del feto. Por lo regular, el feto promedio no representa ningún
problema, pero sí lo es cuando el feto tiene alguna anomalía estructural, y en tales
situaciones adquiere relevancia valorar la vía de resolución.

Los diámetros que se exponen a consideración son los promedios y consisten en:

• Diámetro biparietal, 9.5 cm.


• Diámetro occipitofrontal, 11.5 cm.
• Diámetro suboccipitobregmático, del occipital a la fontanela anterior, 9.5 cm.

En casos específicos de alteración estructural se debe poner atención particular en la


nuca (descartar higroma quístico), los diámetros biacromial y abdominal, aparte de los
cefálicos, para determinar si el feto puede o no nacer por vía vaginal.

Formas de la pelvis Caldwell y Moloy (1933, 1934)


La clasificación de Caldwell-Moloy se basa en la medición del diámetro transverso
máximo en el plano de entrada y su división en los segmentos anterior y posterior.

Las formas de esos segmentos se usan para clasificar la pelvis como ginecoide,
antropoide, androide o platipeloide. La característica del segmento posterior determina
el tipo de pelvis y, la del segmento anterior, la tendencia.

• Pelvis ginecoide. Es el tipo de pelvis que se considera más apto para el trabajo de
parto. Se caracteriza por tener un diámetro anteroposterior de dimensiones
similares al transverso, sacro sin rectificaciones, paredes laterales rectas, espinas
ciáticas poco prominentes y un ángulo subpúbico mayor de 90°.
• Pelvis androide. El diámetro anteroposterior es menor al transverso, el sacro y el
ángulo sacro presentan inclinación anterior, las espinas ciáticas son prominentes
y cerradas, y el ángulo subpúbico es agudo. De origen, los autores concluyeron
que este tipo de pelvis predomina en los varones.
• Pelvis antropoide. Se caracteriza por tener el diámetro anteroposterior mayor
que el transverso, sacro largo y rectificado o recto. Las paredes laterales son
convergentes y estrechas, y el ángulo subpúbico es agudo pero menor que el
androide. Los autores le asignaron este nombre por ser un tipo de pelvis
semejante a la de los primates. De acuerdo con ellos, 30% de las mujeres tiene
este tipo de pelvis.
• Pelvis platipeloide. ¡Es el tipo de pelvis más desfavorable para el trabajo de parto;
el diámetro anteroposterior es muy breve y el transverso, muy amplio. El sacro
está rectificado o curvo corto y poco móvil, las espinas ciáticas son muy
prominentes, el ángulo subpúbico es amplio u obtuso. Conforma 5% de todas las
pelvis.

Pelvimetría

Es el método semiológico mediante el cual reconocemos la forma, las dimensiones y la


inclinación de la pelvis obstétrica.

La pelvimetría clínica consiste en maniobras manuales e instrumentales y es norma de


buen criterio incorporarla a los cuidados prenatales de toda paciente obstétrica. La
pelvimetría clínica comprende maniobras externas (pelvimetría externa) e internas
(pelvimetría interna). La primera se puede realizar en cualquier mes del embarazo; la
exploración interna, en cambio, está mejor indicada en el segundo trimestre, sin perjuicio
de su repetición durante el parto. Sin embargo, es importante saber que la evaluación
funcional de la pelvis es lo más importante para decidir la vía del parto. en la cual se
evalúa el tamaño de la pelvis en relación con el tamaño de la presentación fetal durante
la fase activa del trabajo de parto

Esta valoración de la pelvis ósea antes del parto vaginal se puede llevar a cabo con una
tomografía computarizada (CT), resonancia magnética o radiografía simple. se prefiere la
tomografía por su precisión, dosis baja de radiación y distribución amplia.

Aunque son variables, muchos médicos sugieren tomar ciertas medidas para planear el
parto vaginal:

• diámetro anteroposterior del estrecho superior de la pelvis ≥105 mm


• diámetro transverso del estrecho inferior de la pelvis ≥120 mm
• diámetro interespinoso a la mitad de la pelvis ≥100 mm.

Otros utilizan una correlación con la biometría materno-fetal. Los valores adecuados
incluyen: la suma del conjugado obstétrico del estrecho superior de la pelvis menos el
diámetro de la cabeza BPD sea ≥15 mm; el diámetro transverso del estrecho superior de
la pelvis menos el BPD sea ≥25 mm, y el diámetro interespinoso a la mitad de la pelvis
menos el BPD sea ≥0 mm (Michel, 2011).

El instrumento utilizado para ello es el pelvímetro está indicado en todas las


primigestas y en las multíparas que han manifestado problemas en partos
anteriores o bien operación cesárea con diagnóstico de desproporción céfalopélvica, o
no satisfactoriamente justificada la indicación. La pelvimetría se efectúa de la
semana 37 en adelante

Pelvimetría Interna Se la realiza por intermedio del tacto vaginal que con
entrenamiento y experiencia mediante los dedos medio e índice se consigue medir
diámetros del estrecho superior, medio e inferior, reconociendo los puntos anatómicos
como el promontorio, espinas ciáticas, sacro, isquion, pubis, etc. Con este método el
diámetro mas importante que se determina es el PromontoSubpubiano que excede
normalmente 1,5cms al Promonto Pubiano Mínimo o Conjugata Vera que es el diámetro
útil u obstétrico del Estrecho Superior Otro elemento que se valora en la pelvimetria
interna es el ángulo subpubiano, que puede ser recto agudo u obtuso.

PELVIMETRIA EXTERNA: Esta maniobra permite evaluar la simetría de la pelvis


comparando los distintos triángulos que forman el rombo entre sí. En la pelvimetría
externa se debe analizar el rombo de Michaelis, colocada la mujer de pie se
observa la cintura pelviana por detrás cuatro puntos siguientes: por la apófisis de la
quinta vértebra lumbar existe una pequeña foseta, el punto más declive del sacro, el
pliegue interglúteo; lat-eralmente por la fositas u hoyuelos de Venus, a nivel de
las espinas iliacas posterosuperiores. Dividen el Losange en cuatro triángulos: Dos
superiores y dos inferiores, cuyas características varían de acuerdo con la pelvis y son
sus 4 lados y 4 ángulos iguales de 2 en 2.

Medidas Externas:

La otra medición se realiza con un pelvímetro (Baudelocque, Martin y Budín), y se


extiende desde la apófisis espinosa de la quinta vértebra lumbar a la cara anterior del
pubis. Esta medida nos da el denominado conjugado externo de Baudelocque, que
puede medirse con la paciente de pie y a su valor normal (19 a 20 cm) se le restan 8,5 a
9,5 cm. de partes blandas y óseas. De esta forma puede deducirse el valor del
promontopúbico mínimo.

Las otras medidas serían la distancia del diámetro biespinoso (24 cm) y la distancia entre
ambas crestas iliacas o diámetro bicrestileo (28 cm) y el diámetro bitrocantéreo, cuyo
valor normal es de 32 cm

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