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Tomar conciencia y darse cuenta en el aquí y ahora

En la aparente normalidad (dícese de lo más frecuente), todos poseemos una conciencia que posibilita
que contactemos con lo que nos sucede y cómo nos sucede, en un aquí, que sería el cuerpo, el
organismo; y en un ahora, que sería cómo este organismo experimenta el presente, en 3 niveles:
 En lo cognitivo (que me digo),
 Lo emocional (que emoción/es son las más emergentes),
 La sensación (que zona de mi cuerpo es la más presente)
De esta interacción surge un impulso en la interacción con lo externo.
La conciencia amplia o limita el experienciar de lo que somos en interacción con el medio.
La toma de conciencia posibilita el darse cuenta de lo que vivo a nivel emocional, corporal y de pensamiento,
esta facultad que se da en el presente requiere atención y focalización de lo que vivo y cómo lo vivo. Sin foco
la conciencia es difusa y la experiencia es más parcial.
La relación entre la conciencia y el contacto
Las experiencias personales son intransferibles y se basan en la vivencia de sensaciones propioceptivas del
cuerpo en reposo o en movimiento, en la percepción de mis pensamientos y emociones, de mis posturas y
de mis impulsos.
La conciencia posee una naturaleza perceptiva, de hecho en el budismo es considerada un sentido,
permite percibir lo fenomenológico. Es decir, lo que sucede. Y sus aliados son los sentidos, ya sean
propioceptivos, de equilibrio o vista, oído, olfato, tacto y gusto.
La relación entre conciencia y contacto es clara y confusa a la vez ya que ambas forman parte del
proceso de la experiencia. La conciencia facilita la toma de contacto, la amplia o la disminuye. Y asimismo el
contacto permite un darse cuenta mayor. En el ciclo de necesidades de la Terapia, la conciencia de la
necesidad moviliza un proceso orgánico que finalizará en un contacto que satisface o no al objeto de
conciencia.
Para satisfacer sus necesidades la persona sigue un ciclo llamado de autorregulación, el ciclo de la
experiencia .de Zinker, muy utilizado en la terapia Gestalt, que se recorre en siete etapas:

 Sensación: La persona experimenta un déficit del organismo, por ejemplo, sequedad de boca.
 Toma de conciencia: La persona pone nombre a la necesidad. En el caso del ejemplo, tengo sed.
 Energetización: La persona se prepara para la acción, en nuestro caso, decidir qué es lo que quiero y
dónde voy a conseguirlo.
 Acción: Dirigirse al objeto que satisface la necesidad.
 Contacto: Es el encuentro, la unión, es decir, beber el vaso de agua.
 Consumación: Supone conducir el proceso hasta su plena realización. No quedarse a medias.
 Retirada: La plena satisfacción de la necesidad emergente lleva a un periodo de repliegue hacia uno
mismo hasta que surge otra nueva necesidad.
ólo se está disponible para las necesidades emergentes cuando se completan las anteriores. Por
ejemplo: Si me voy a la cama con sed, hasta que no bebo no puedo dormir. Este ciclo se repite, en lo
fisiológico y en lo psicológico, una y otra vez de manera espontánea y podemos interrumpirlo
inconscientemente por muchos factores. Por ejemplo, a menudo nos encontramos con normas sociales o
familiares que interfieren en la satisfacción de nuestras necesidades. ¡Cuántas veces hemos ido de visita, o
a un cumpleaños, sin que nos apetezca y hemos dejado de hacer lo que realmente queríamos! Nuestra
necesidad se ve, a menudo, interferida por mensajes familiares. Por ejemplo, si nuestra madre nos dijo que
una mujer debe ser siempre sumisa, complaciente y servicial con su marido, aunque estemos cansadas o
en desacuerdo o enfadadas, seguiremos actuando tal como ella nos dijo, aunque nos sea perjudicial.
En terapia Gestalt decimos que el contacto posibilita el encuentro de la persona con lo que vive, su mayor o
menor intensidad o temporalidad posibilita o limita nuestra experiencia. A todo ello también quiero entrar en
debate, ¿cuando me quemo eso es conciencia o contacto?, ¿contacto con el fuego y me doy cuenta de que
me estoy quemando? Empieza antes el contacto que la conciencia, me besas y tomo conciencia de que te
amo o de que hueles a chorizo...

Con todo esto no quiero ni por asomo penalizar al gran Zinker, quizás su modelo es el mejor esquema desde
el cual el individuo puede observarse como se dirige de lo interno a lo externo y puede detectar en que ciclo
de la experiencia se encuentra. Más bien concluiría que el contacto es el encuentro con nosotros mismo,
con el otro o lo externo, este siempre se da, por economía psicológica a momentos (imagínate estar en el
contacto constante, el contacto-retirada es salud) la conciencia ilumina con más o menos luz este
encontrarse con la vida siempre presente y a ratos consciente.

Uno de las misiones de la Terapia Gestalt es darnos más conciencia y más contacto con nosotros y con la
vida y para ello el gran aliado es el darse cuenta de lo que me pasa y de como me pasa.

“La explicación de la experiencia no remplaza a la experiencia.”

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