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Proceso y diálogo en psicoterapia gestáltica - Gary Yontef

Cap. 6. Terapia gestáltica: fenomenología clínica

La psicología de la gestalt fue un enfoque experimental fenomenológico, basado en


un marco conceptual holístico llamado teoría del campo. Mientras la terapia gestáltica
es consecuencia del psicoanálisis y está fuertemente influenciada por el existencialismo,
la estructura holística y fenomenológica.
La palabra Gestalt refiere a forma, configuración o totalidad, aquello que hace del
todo una unidad significativa diferente de la suma de las partes. A partir de este todo,
emergen figuras en relación a un fondo, y esta relación entre figura y fondo es
significativa.
Una buena Gestalt es clara y la relación figura/fondo responde y es energizada por el
cambiante patrón de las necesidades inmediatas y dominantes de la persona.
Cuando se satisface una necesidad, se completa la Gestalt que organizó y ya no exige
energía organísmica. Cuando se bloquea o rigidiza la formación y destrucción de la
gestalt y cuando no se reconocen ni expresan las necesidades, las necesidades no
satisfechas formas gestalten incompletas que presionan para ser atendidas e interfieren
con la formación de nuevas gestalten.
A través de este proceso gestáltico, los seres humanos se regulan en forma ordenada
y significativa. Esta auto-regulación depende de dos procesos interrelacionados: el darse
cuenta sensorial y el uso de la agresión (agresión como fuerza, energía vital).
Para sobrevivir, la persona debe intercambiar energía con el ambiente (por ejemplo
respirar) y mantenerse sin embargo como una entidad algo separada de él. La persona
auto-regulada organísmicamente elige por sí misma. Toma lo que es nutritivo para ella y
rechaza lo que es tóxico, usando su darse cuenta para discriminar y su agresión para
destruir el estímulo extraño, ajeno (de-estructurar), para integrar las partes nutritivas al
sí mismo (asimilación) y rechazar o excretar lo inservible.

¿Qué es darse cuenta?


El darse cuenta es una forma de vivenciar. Es el proceso de estar en contacto alerta
con la situación más importante en el campo ambiente/individuo, con un total apoyo
sensorio motor, emocional, cognitivo y energetico.
El darse cuenta va siempre acompañado de la formación gestáltica. Totalidades
nuevas, significativas, se crean mediante el contacto con el darse cuenta. El darse cuenta
es la integración de un problema.
1) El darse cuenta es eficaz solo cuando está basado en y energetizado por la
necesidad dominante actual del organismo. Sin esto él organismo se da cuento
pero no alli donde lo nutritivo o lo toximo es mas critico para él. Ej: un hombre
está en una cita pero le preocupa una futura entrevista.
2) El darse cuenta no está completo sin conocer directamente la realidad
de la situación y cómo está uno en ella. En la medida en que la situacion sea
negada él darse cuenta se distorsiona.
El darse cuenta va acompañado por la pertenencia es decir, el proceso de conocer
nuestro control sobre, nuestra opción de y responsabilidad por la propia conducta y
sentimientos (respons-habilidad: habilidad para responder, ser el principal agente para
determinar el propio comportamiento). El darse cuenta total es igual a la

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responsabilidad: cuando me doy cuenta totalmente, en ese instante soy responsable. El
darse cuenta debe incluir la auto-aceptación, un verdadero auto-reconocimiento.
3) El darse-cuenta está siempre aquí y ahora, y siempre cambiando, evolucionando y
trascendiéndose así mismo.
El darse-cuenta es sensorial, existe. Todo lo que existe lo hace en el aquí y ahora. El
pasado existe ahora como recuerdo; el futuro existe ahora como fantasía. En TG
enfatizamos el darse cuenta en el sentido de saber lo que estoy haciendo ahora, en la
situación que es, sin confundir este es con lo que fue, puede o debe ser.
El darse cuenta es vivenciar y saber lo que estoy haciendo ahora (y cómo). El ahora
cambia a cada momento. El Darse Cuenta no puede ser estático, sino un proceso de
orientación que se renueva a cada momento.

Fenomenología gestáltica y teoría paradójica del cambio


La TG es una terapia existencial. La TG utiliza un significado técnico de
fenomenología: ha creado una terapia basada en una metodología existencial
operacional.
La fenomenología es una búsqueda de comprensión basada en lo que es obvio o
revelado por la situación, más que en la interpretación del observador. Los
fenomenólogos se refieren a esto como “lo dado”. La fenomenología trabaja entrando
vivencialmente en la situación y permitiendo al Darse Cuenta sensorial descubrir lo que
es obvio/dado. Esto exige disciplina para percibir lo que está presente, lo que es.
La actitud fenomenológica es reconocer y poner entre paréntesis (dejar de lado) los
conceptos preconcebidos acerca de lo relevante.
Una descripción fenomenológica integra la conducta observada y las comunicaciones
personales, vivenciales. La exploración fenomenológica apunta a una descripción clara
y detallada de lo que es, desincentivando lo que fue, será, podría o debería ser.
Los pacientes que comienzan la terapia, a menudo no pueden decir lo que se
proponen y lo que se proponen no lo pueden decir, porque no se Dan Cuenta. Han
perdido el sentido de quiénes son y de quien debe vivir sus vidas. Quieren sanarse,
piden una explicación, antes de observar, describir y tratar de saber qué es lo que están
haciendo y cómo. Así, tratan de explicar, justificar algo cuya existencia exacta no está
clara para ellos. No perciben lo obvio.
Mantinen esta falsa claridad mediante dos procesos relacionados: pensar sin integrar
lo sensorial y lo afecito, y usar su agresion mas contra si mismos que para contactar y
asimilar.
Lo que se necesita es experimentar nuevos modos de vivenciar y nuevos usos de la
energía psicobiologica. El paciente necesita ver, hacer, enfrentar y aprender. La sesión
terapéutica proporciona situaciones suficientemente seguras que garantizan
experimentación y desafío en forma realista. En TG lo llamamos “emergencia segura”.
La TG se basa en el aprendizaje de los pacientes para usar sus propios sentidos para
explorar por sí mismos, aprender y encontrar sus propias soluciones. Enseñamos al
paciente el proceso del Darse Cuenta de que está haciendo y cómo, más que hablar
sobre el contenido de cómo debería ser o por qué es como es. Le damos una herramienta
: le enseñamos a cocinar en vez de darle la comida.
La psicoterapia tradicional está orientada al contenido. La TG está orientada al
proceso, el énfasis está en el darse cuenta de cómo el paciente se mueve en la búsqueda
de entendimiento. Hacemos más que hablar acerca de, “trabajamos”. Trabajo se refiere
a la experimentación fenomenológica, incluyendo ejercicios y experimentos del darse
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cuenta dirigido. Los ejercicios no son solo para que el paciente se dé cuenta de algo,
sino para darse cuenta de cómo darse cuenta y para darse cuenta de cómo evita darse
cuenta.
En TG, se pretende que el cambio ocurra primero, aceptando y conociendo
claramente lo dado: quién y cómo eres. Nuestro único objetivo es aprender y usar este
proceso de darse cuenta. La teoría paradójica del cambio de la TG dice: “el cambio
ocurre cuando el paciente se convierte en lo que es, no cuando trata de ser lo que no es”.
El terapeuta gestáltico rechaza el rol de “cambiador”, porque su estrategia es estimular,
insistir, que el paciente esté y sea. Cree que el cambio no ocurre “tratando”, por
coerción, persuasión, insight, interpretación. El cambio ocurre más bien cuando el
paciente abandona lo que le gustaría ser e intenta ser lo que es.
La persona que acude a terapia en busca de un cambio, está en conflicto con dos
facciones intrapsíquicas en pugna. Se mueve constantemente entre lo que “debe ser” y
lo que piensa que “es”, sin jamás identificarse plenamente con ninguna.
Instalarse en y explorar lo que uno es, soportando la realidad de la propia forma de
ser en el mundo, proporciona el centro y el apoyo para crecer por medio del darse
cuenta y de la opción. El darse cuenta se desarrolla a través del contacto y
experimentación basados en el deseo de saber lo que uno necesita, voluntad para
permanecer en la confusión, conflicto y duda que acompañan la búsqueda de lo dado y
una disposición para asumir la responsabilidad de encontrar o crear nuevas soluciones.

Humanismo y tecnología
El trabajo fenomenológico de la TG se realiza a través de una relación basada
en el modelo existencial YO y TU-AQUÍ y AHORA de Martin Buber. Por medio de
este modelo, una persona se involucra plena e intensamente con la persona o tarea
emprendida, todos son tratados como TÚ o un fin en sí mismo, y no como ELLO, cosa
o medio para un fin. Una relación se desarrolla cuando dos personas, cada una con sus
necesidades personales y existencia separadas, se conectan reconociendo y permitiendo
las diferencias entre ellas.
Cada una es responsable de sí misma. Esto significa que cada una es responsable
de afectar a la otra, ser afectada o no, e intercambiar energía o no. Si ambas lo
permiten, el encuentro puede ser como una danza, con ritmo de contacto y
alejamiento. Para lograr esta danza, ambas personas deben regularse a sí mismas.
Cada una se regula respondiendo a la danza de la otra.
En TG somos humanistas y tecnológicos. Hay una tecnología enclavada en una
matriz en la cual ambas personas trabajan juntas para experimentar, para que el
paciente aumente su habilidad de vivenciar por sí mismo. El trabajo puede enfocarse
en una tarea, o en la relación propiamente tal. El trabajo unifica sentimientos,
sensaciones y pensamientos en un continuum del Darse Cuenta en el Ahora.
Nuestro objetivo es el darse cuenta de la función/estructura de cualquier
conducta disfuncional, contando con nuestra tecnología fenomenológica al servicio
de este objetivo. Toda intervención en TG se basa en ver y sentir. A veces
simplemente compartimos lo que vemos (retroalimentación) o lo que sentimos como
reacción (revelación). A veces nuestro ver y sentir originan una visión de algo que el
paciente puede hacer para darse cuenta en forma más clara. Valoramos esta creación
tecnológica tanto como la revelación y la retroalimentación. Las técnicas surgen del
diálogo entre Yo-Tú y el Yo-Tú a veces requiere de una intervención tecnológica.

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La TG combina trabajo verbal con tareas dadas al paciente. Esto incluye trabajos
de percepción del mundo externo, disfrutar el cuerpo, diálogo de polaridades (en voz
alta o por escrito), modalidades expresivas (sueños, arte, movimiento, poesía, etc.).
Todas estas tareas están centradas en el YO-TU y todas se utilizan para continuar la
exploración de la dupla terapeuta-paciente, la solución de problemas y el crecimiento a
través del Darse Cuenta del paciente.
Las tareas permiten al paciente hacer algo nuevo, un nuevo posible modo de
vivenciar. El foco no está solo en cualquier tipo de experiencia sino en el Darse
Cuenta necesario para la auto-regulación, el Darse Cuenta del proceso mismo de
Darse Cuenta.
Según la teoría de campo, todas las fuerzas presentes producen efectos. La
práctica del darse cuenta lleva a la función/estructura actual de las fuerzas del
aquí y ahora que regulan la existencia del paciente.

El neurótico
El neurótico no se permite Darse Cuenta de, ni aceptar sus verdaderas necesidades
para organizar su conducta. Se auto-interrumpe. El neurótico no puede abarcar
plenamente el Yo-Tú, porque su carácter es rígido, su auto-apoyo reducido, y
generalmente cree que no puede salir de su patrón de conducta repetitivo e
insatisfactorio.
Trata de fundirse con el terapeuta, de aspirar su fuerza en vez de permitirse
desarrollar la propia. El sentido de sus propios límites es débil, porque rechaza Darse
Cuenta de aspectos de sí mismos (proyección), y acepta elementos ajenos como si le
fueran propios (introyeccion). Así, el neurótico no se da cuenta de quién es.
El neurótico está dividido, ha reducido el darse cuenta y es auto rechazante. Con un
darse cuenta pleno y continuo, las partes rechazadas serían contactadas y finalmente
integradas.
El neurótico llega a creer que no puede auto-regularse ni auto-apoyarse, y por lo
tanto, tiene que manipular a otros para que le digan cómo ser, o bien se obliga a vivir
con reglas rígidas, que tragó sin asimilar. El neurótico se controla a sí mismo y a los
demás como cosas, y permite ser controlado de la misma manera.
El neurótico convierte la situación terapéutica en una repetición de situaciones
antiguas: alguien le dice cómo ser y él se resiste o se conforma. El problema es que el
paciente manipula a otros para que le ayuden a seguir siendo cómodamente un lisiado,
en lugar de manipular sobre una base de auto-apoyo en una relación con su ambiente de
dar/recibir y contactar/alejar.
Para trabajar con un neurótico hacemos contacto y compartimos nuestras
observaciones, reacciones afectivas y habilidades artístico-creativas. Damos al paciente
la retroalimentación necesaria. Compartimos con el paciente nuestra experiencia de él,
incluyendo nuestras reacciones emocionales. Nos negamos a dirigir su vida, pero
dirigimos ejercicios y experimentos para aumentar el darse cuenta.
A través de su interés, conducta y palabras, el terapeuta gestáltico indica que le
interesa, que comprende y que escuchará.
A veces nuestro contacto deja al paciente frustrado. Pro ejemplo, puede que él
busque nuestra aprobación o desaprobación. Con frecuencia nos rehusamos.
Valoramos la auto-regulación organísmica y la experimentación y estos valores
guían nuestras intervenciones. El paciente necesita explorar para poder aprender por sí
mismo a elegir un modo de vivenciar que se ajuste a él en cada situación.
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No hacemos afirmaciones del tipo “tú debes” al paciente. Ayudo a los pacientes para
que aprendan por sí mismos, experimenten, validen sus propias conductas, evalúen.
Esto es lo que significa en TG “hacer lo tuyo”, vivenciar el mundo por uno mismo,
experimentar, percibir, sentir, elegir por uno mismo y descubrir si tenemos suficiente
apoyo.
Evaluación y madurez
La TG es exitosa cuando el paciente es capaz de regularse a sí mismo con un proceso
que forme su conducta y su darse cuenta en unidades/totalidades organizadas y
energizadas por su necesidad dominante.
Definimos madurez como un proceso continuo. La persona madura se
compromete con este proceso, que es un proceso de ajuste creativo. El ajuste
creativo es una relación entre persona y ambiente, en el cual la persona 1) se contacta
responsablemente, reconoce y enfrenta su espacio vital, y 2) asume la responsabilidad
de crear las condiciones para su propio bienestar.
El individuo debe enfrentarse, ajustarse, para hacerse responsable de crear las
condiciones para satisfacer sus necesidades y valores más básicos. Trabajar, amar, ser
asertivo, producir, etc., son acciones maduras solo cuando forman parte del ajuste
creativo.
El éxito de TG se mide en términos de la claridad con que el paciente puede
vivenciar y juzgarse a sí mismo. Esperamos que aprenda a vivenciar por su cuenta el
grado en que cualquier proceso satisface o frustra sus necesidades dominantes. El éxito
se mide por los comportamientos visibles externos como por la experiencia interna. El
paciente debe sentirse diferente: debe sentir mayor claridad, estímulo, bienestar, etc.

Comparación de modelos psicoterapéuticos


En TG el concepto de inconsciente es reemplazado por el concepto de figura/fondo
cambiante del Darse Cuenta, en el cual ciertos fenómenos no se conectan. Pero la
información está y el paciente puede aprender inmediata y directamente a disponer de
ella. No está no disponible (como sucede con el inconsciente psicoanalítico). El Darse
Cuenta en TG se considera un poderoso y creativo integrador, que puede abarcar lo que
previamente estaba fuera del darse cuenta.
En la psicoterapia tradicional, la creencia en la motivación inconsciente de la
conducta deja al paciente dependiendo de las interpretaciones del terapeuta y no de sus
propias exploraciones en el darse cuenta. El terapeuta es el que sabe. Lo que “sabe” son
interpretaciones, especulaciones de eventos pasados que se suponen justifican y
provocan la conducta presente. Este modelo de causalidad lineal reduce la importancia
de las fuerzas del aquí y ahora. Todo esto eleva la posición del terapeuta a expensas del
paciente, anula el propio sentido de lo que ve y de cómo se siente el paciente. Esto
equivale a decir que un paciente no es responsable de sí mismo y no puede conocerse a
sí mismo, sino que tiene una enfermedad que el terapeuta curará. Esta es la actitud que
el modelo Yo-Tú de la TG rechaza: la suposición de que el paciente es menos que un
Tú.
En TG, rechazamos la división entre lo verbal y lo conductual. Para ser
fenomenológicos, debemos usar toda la información: la de la conciencia del paciente y
la que observamos. Integramos psicología conductual y vivencial dentro de un sistema
de psicoterapia, mediante nuestra plena preocupación del fenómeno de darse cuenta y
usando una definición nueva y más convincente del darse cuenta.

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La TG cree que el crecimiento no puede ser instantáneo. El darse cuenta se puede
iniciar de inmediato, pero el crecimiento es un proceso y no el resultado final
instantáneo al solo hacer lo correcto. En TG compartimos ese camino; el crecimiento
por medio del darse cuenta surge de una relación Yo-Tú afectuosa, en la cual se
respetan la independencia, dignidad y capacidad sensorial del paciente. En TG, la
relación es enfocada en el aprendizaje del paciente. El terapeuta está totalmente
incluido: sentimientos, retroalimentación de lenguaje corporal y sensorial, creatividad
(creación de algunas formas para aumentar el darse cuenta), respuestas tecnológicas que
guían el trabajo de darse cuenta, y voluntad para frustrar al paciente que busca ayuda.
El terapeuta debe conectarse en forma afectuosa con el paciente tal como es, y
abstenerse de “ayudar”. Debe trabajar para restaurar el darse cuenta del paciente de sus
necesidades, fortalezas y potencial para crear nuevas formas de enfrentar el mundo.

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