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Cry for me

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Rating: Explicit
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Category: M/M
Fandom: | Bangtan Boys | BTS
Relationship: Jeon Jungkook/Kim Taehyung | V
Character: Jeon Jungkook, Kim Taehyung | V, Park Jimin (BTS)
Additional Tags: Top Jeon Jungkook, Bottom Kim Taehyung | V, Dacryphilia, Dom Jeon
Jungkook
Stats: Published: 2020-07-23 Words: 5100

Cry for me
by BubbleOfMetal

Summary

Taehyung odiaba a Jungkook, y duda mucho que eso cambie algún día. Inclusive si le hace
pasar un realmente buen rato.

Existían muchas cosas en el mundo que se podían apreciar por su belleza.

Jungkook, quien disfrutaba grabando todo lo que lo rodeaba, lo sabía con certeza. Su cámara tenía
registrado cada cosa hermosa que veía con sus propios ojos; desde el jardín del vecino, hasta los
lugares más recónditos que pudo alguna vez apreciar. Y por supuesto, el rostro de su lindo
compañero.

Kim Taehyung era algo así como una obra de arte hecha persona. Su piel acaramelada se veía
apetitosa, tanto como sus labios que constantemente humedecía con su propia saliva...

Y tan jodidamente sensible y vulnerable.

Ciertamente su sonrisa era hermosa, sus expresiones comunes también dejaban en evidencia su
gran belleza. Sin embargo, había algo que para Jeon Jungkook era mucho mejor que aquello que
cualquiera podía apreciar. Conocerlo desde hace muchos meses le había dado la oportunidad de ver
mucho más de lo que ese rostro amable demostraba.

—¿Qué tal la fiesta de anoche?

Jungkook sonrió, dejando su mochila sobre el pupitre de Taehyung, sin darle importancia a su voz
cuando sonó en un murmullo similar a un zumbido al momento en que sus cosas cayeron al suelo.
Se acomodó en su lugar, justo al lado de Taehyung, y llevó su mirada al sujeto frente a él, quien le
estaba hablando con su característica energía.
—Lo mismo de siempre; gente vomitando, bailando, gritando, peleas, revolcones. En realidad no
sé cómo me dejé convencer por Yugyeom, me fui a una hora de que haya iniciado —respondió con
naturalidad, viendo de soslayo como Taehyung trataba de acomodar sus cosas sobre su pupitre sin
mover la mochila.

—Si todo eso sucedió en una hora, no puedes menospreciarla. Se escucha genial, ojalá hubiera
podido ir. Mi padre vuelve a casa justo cuando no lo necesito, arruinó todos mis planes.

Jungkook rió, burlándose del dramatismo que su amigo le daba a una simple fiesta, y sin darle
oportunidad a que diga otra palabra, su mirada cayó en Taehyung, quien se removió con
incomodidad en su lugar.

Sonrió amistosamente en su dirección, siguiendo el movimiento que realizó su lengua sobre sus
labios, para luego mirarlo a los ojos, haciéndolo sentir pequeño en su lugar al sentirse el centro de
atención. Porque cuando Jungkook lo observaba, sus amigos también lo hacían por acto reflejo.

—¿Fuiste a la fiesta, TaeTae?

Taehyung apretó los labios, sintiéndose molesto ante la falta de respeto que mostraba el menor
frente a él, sin atreverse a decir algo. Él no era especialmente tímido o cobarde, pero Jungkook
jamás lo escuchaba, o simplemente le interrumpía como si sus palabras no tuvieran ningún tipo de
peso. Y aquello poco a poco logró hacerle bajar la voz.

—Por supuesto que no fuiste, no es algo que tu harías ¿Verdad?

Taehyung tragó saliva con pesadez, apretando sus manos en puños sobre sus muslos. Jungkook no
solía insultarlo, ni mucho menos agredirle físicamente, pero había algo en su forma de comportarse
que lo hacía sentir humillado.

—Ese tipo de lugares son peligrosos para un chico ingenuo, podrían devorarte vivo.

Frunció el ceño. Él era mayor, y tal vez era un poco torpe, pero no era ingenuo. De hecho estaba
seguro que había ido a más fiestas que el idiota de Jungkook. Pero eso no podría saberlo el otro,
pues no era capaz de responderle, nunca era capaz de hacerlo. Se sentía tan rebajado cuando el
menor se encontraba cerca que temía que sus palabras en vez de ser ignoradas, sean usadas en su
contra.

—Ah, pero Taehyung asistió a la fiesta de Hobi. Y se veía bastante cómodo.

Jungkook borró su sonrisa, mostrando una expresión vacía, mirando una vez más al pelirrojo a su
lado, quien bajó la mirada como si hubiera hecho algo malo.

—E-¿Estuviste ahí, Jimin? —Taehyung se atrevió a hablar, entrelazando sus dedos entre sí
mientras dirigía su mirada tímida al mencionado.

—Por supuesto, no me pierdo ninguna fiesta. Exceptuando la última por ciertas razones. Pero hay
algo que no entiendo, realmente eres popular, incluso parecías muy sociable. ¿Por qué cuando estás
acá pareciera que-

—Jimin —Jungkook interrumpió—. El profesor ya va a llegar, date la vuelta.

Jimin golpeó al menor en la cabeza, obedeciendo de todas formas sin cuestionar sus palabras.
Ocasionando que Taehyung tragara saliva pesadamente, mordiendo su labio inferior cuando sintió
la mirada de Jungkook quemar sobre él.
Odiaba cuando hacía eso, su mirada obscura era penetrante, causando con facilidad que se sintiera
avergonzado al realizar algún movimiento frente a él.

¿Por qué Jungkook tenía que molestarlo de aquella forma? No recordaba haber hecho algo para que
ese sujeto sienta rencor hacia él, y ni siquiera podía decirle "Detente", porque no estaba seguro de
si había algo que detener.

El taller finalmente inició, siendo igual que cada día, que toda la semana. La mochila de Jungkook
estorbando en su espacio, su mano sobre ésta y mirándolo de aquella manera por cada movimiento
que ejercía. Cuando la clase terminó, sus ojos se abrieron ante el pánico que sintió al notar a
Jungkook pisando parte de la manga de su chaqueta que había estado colgando en la parte trasera
de su asiento.

Debía pedirle que se moviera y así poder tomar su prenda e irse de una maldita vez de ahí. Pero su
garganta se había secado. Todos estaban saliendo del aula, y Jungkook seguía guardando sus cosas
con una calma escalofriante.

Era evidente que estaba pisando su chaqueta a propósito. ¿Finalmente lo iba a agredir
directamente?

No quería seguir ahí, cuando sonó el timbre se había llenado de felicidad porque era la última
clase. Pero no podía irse sin su chaqueta, no cuando estaba lloviendo.

—Nos vemos —Jimin se despidió de Jungkook, siendo el último en salir del aula.

Todo se sumergió en silencio, el menor había terminado de guardar sus cosas, pero seguía ahí. Con
su pie sobre su chaqueta.

Taehyung relamió sus labios, vacilando entre si hablar o esperar que Jungkook decidiera irse, o tal
vez, simplemente irse bajo la lluvia. Optó por la primera opción, alzando la mirada con decisión,
pero sintiendo su aire escasear cuando sus ojos dieron con los del menor directamente.

—M-Mi chaqueta... —murmuró, sintiendo su pulso acelerarse ante la mirada que le dedicaban.

—¿Tú realmente fuiste a la fiesta de Hoseok? ¿Con quién?

—¿De qué-

—Te estoy preguntando con quién fuiste a esa fiesta, o con quién te reuniste —Jungkook cuestionó
con frialdad, logrando que Taehyung frunciera el ceño al no entender en absoluto la actitud del
menor.

—E-Eso no es de tu incumbencia... —respondió en un murmullo lo suficientemente fuerte para que


el contrario lo escuche, dando un respingo cuando Jungkook se levantó de su asiento abruptamente,
tirando su silla con brusquedad mientras se paraba frente a él.

—¿No es de mi incumbencia?

Taehyung sintió sus ojos aguarse cuando Jungkook se agachó para dejar su cabeza a la altura de su
rostro. Estaba asustado, nunca había tenido problemas con alguien, y definitivamente no entendía a
Jungkook. Cuando se sentaba en otro lugar, él también llegaba ahí; en los recesos lo veía justo al
otro lado del pasillo mirándolo con una sonrisa altanera, le hablaba pero no le dejaba responder.
¿Qué tipo de acoso era ese? Se sentía angustiado.

—¿P-Por qué haces esto, J-Jungkook? —preguntó dubitativamente, viendo la sonrisa del
mencionado expandirse por su rostro.

—¿Hago qué?

Taehyung apretó sus labios en una fina línea; quería llorar, y estaba seguro que lo haría si seguía
ahí, por lo que simplemente se levantó de su asiento, logrando desconcertar al menor.

—O-Olvídalo —murmuró, sin intenciones de pelear o algo por estilo, decidió olvidar su chaqueta,
tomando su bolso con la finalidad de salir de ahí. Entrando en pánico cuando todo se volvió
obscuro a su alrededor al momento en que su chaqueta fue tirada sobre su cabeza y Jungkook tiró
de él con facilidad, impidiendo que de otro paso.

—No me dijiste con quién fuiste a la fiesta de Hoseok.

Taehyung jadeó cuando el aliento de Jungkook chocó contra su oído una vez sacó la chaqueta de su
cabeza. Tensándose en su lugar.

No permitiría que Jungkook lo siguiera humillando sólo con una mirada, por lo que llenándose de
valor decidió enfrentarlo.

—N-No tengo por qué decírtelo, déjame en paz —titubeó, sintiendo como sus piernas se
debilitaban cuando la mirada de Jungkook se volvió fría. Difícil de percibir si se trataba de
desprecio o simple enfado por sus palabras. Por lo que al sentirse intimidado, bajó la vista al suelo,
mordiendo su labio inferior en un intento de no suplicar entre lágrimas que lo dejara tranquilo. Se
sentía tan patético por sentirse acosado sin ninguna muestra real de abuso contra él.

—¿Vas a llorar, TaeTae?

Aquellos orbes obscuros lo miraban de manera despectiva, y una sonrisa socarrona se expandió por
el rostro de Jungkook, quien se acercó al mayor a pasos lentos, sintiéndose victorioso cuando éste
comenzó a retroceder los pasos que él daba, hasta quedar aprisionado contra la pared del aula y su
cuerpo.

Taehyung sintió sus ojos humedecerse por ser burlado por una leve muestra de vulnerabilidad,
volviendo a bajar la mirada como ya estaba acostumbrado a hacer cada vez que los ojos de
Jungkook se clavaban en los suyos. Y cuando la primera lágrima hizo su aparición, sintió la fuerte
mano de Jungkook tomar su mentón para que sus miradas se enfrentaran.

—Muéstrame cómo lloras, TaeTae. Quiero ver como logro descontrolarte hasta el punto de que
derrames lágrimas por mí.

Taehyung apretó los labios, sollozando ante la humillación cuando no se vio capaz de seguir
conteniéndose. Dejando que sus manos descansen sobre el pecho del contrario en un débil intento
de alejarlo.

—Por favor... d-déjame ir a casa... —pidió.

Las manos de Jungkook tomaron las suyas, y una sonrisa escalofriante se posó en su rostro. Antes
de poder reaccionar, sus manos se encontraban siendo aprisionadas por sobre sus hombros, y la
boca del menor estaba devorando la propia.

Abrió sus ojos sin poder comprender lo que estaba sucediendo, demasiado sorprendido como para
poder reaccionar hasta cuando Jungkook lamió por sobre sus labios y se separó un par de
centímetros. Le sonrió con soberbia, sin aligerar su agarre, para luego lamer lentamente la lágrima
que se deslizó por la mejilla de Taehyung, quien había dejado de llorar ante el impacto.
—Por qué...

—Te haré llorar aún más, Taehyung.

Sus labios volvieron a chocar contra los del mayor, irrumpiendo con su lengua, deslizándola sobre
la del contrario de manera experta, mirando con atención como los ojos de Taehyung se
entrecerraban mientras luchaba por no dejarse guiar por la sensación embriagante que aquel beso le
estaba entregando.

Jungkook parecía esforzarse en dejarlo sin racionalidad mientras su boca succionaba y lamía de
maneras que nunca había experimentado. Estaba tan mal dejarse llevar, ese sujeto sólo amaba
hacerlo sentir inferior y burlarse de él, ceder a lo que quería era dejarlo seguir humillándolo como
quería. Pero hace tanto tiempo que no salía con alguien, había olvidado lo bien que se sentía aquel
calor y humedad en su boca.

Sin poder evitarlo, cedió, sintiéndose abochornado por permitirlo, pero sin reales ganas de
detenerlo. Jungkook, a pesar de ser un jodido idiota, era un tipo atractivo, y sus sonrisas siempre
habían logrado robarle el aire, aunque no hayan sido el tipo de sonrisas que le gustaba que le
dedicaran.

Taehyung soltó un quejido cuando el menor se alejó y mordió su labio inferior con brusquedad. Al
ver a Jungkook a tan corta distancia, tragó saliva con pesadez, dando un respingo al momento en
que una de las manos del contrario tocó su entrepierna sobre el pantalón, acariciando la zona con
naturalidad abrumante.

—Mírate, hyung. ¿Desde hace cuánto no te han tocado? ¿Siquiera sabes lo que se siente que te
toquen?

Otra vez, aquellas burlas en busca de hacerlo sentir inferior.

“Eres un idiota, Taehyung”

Se dijo por no poder decir nada, en cambio, su garganta liberó un gemido penoso.

Vio la sonrisa burlesca en el rostro del contrario, y nuevamente sintió su rostro arder en vergüenza.

—N-No es así...

—Oh... Así que te han tocado hace poco ¿Eh? Déjame comprobarlo —Su mano se deslizó bajo su
pantalón y ropa interior, tocando directamente el miembro de Taehyung, relamiendo sus labios
cuando éste gimió por lo bajo—. Ya estás así de duro sólo porque rocé encima, TaeTae. ¿Cómo
debería tomar eso?

—N-No sé... —articuló con dificultad, pues la mano de Jungkook comenzó a masturbar su
miembro con lentitud, logrando nublarle el juicio.

No podía pensar con claridad, estaba dejando que un sujeto que le hacía la vida imposible lo toque
en el aula con la puerta abierta, cualquier podría entrar, si llegaba un profesor sería lo peor que
podría sucederle; pero se sentía tan, tan bien.

Que Jungkook lo toque se sentía tan jodidamente bien, que Jungkook lo mire con sus ojos brillando
en lujuria simplemente era hipnotizador. No podía decir nada, no quería oponerse, a pesar de que
tampoco quería que Jungkook haga lo que quiera.

—Está bien, después de todo me tienes igual, Taehyung.


Jungkook relamió sus labios una vez más, acariciando la mejilla de Taehyung con su mano
disponible, su pulgar recorrió los labios contrarios hasta introducirlo en el interior de su boca.

— ¿Quieres ver cómo me tienes?

Podía negarse, lo sabía. Jungkook le estaba dando la oportunidad de rechazarlo. Podría


simplemente irse de ahí y dejar aquel pequeño encuentro en el olvido, pero...

—Quiero ver.

Se arrepentiría luego, de eso estaba seguro, mas en ese preciso momento quería poder sentir
aquellas manos venosas tocando su cuerpo, logrando estimularlo. De igual forma, quería ver que
Jungkook se encontraba al igual que él, excitado con tan sólo tocarlo y escucharlo gemir.

Se sobresaltó cuando la mano del menor se detuvo en su cabello, tirándolo sin hacerle daño,
indicando que se ponga sobre sus rodillas. Jungkook acarició su cabeza, para luego liberar su
miembro frente a su rostro.

—Sabes qué hacer.

Taehyung relamió sus labios, mirando el falo frente a él. Y con lentitud, lo metió en su boca. No
estaba del todo seguro como se hacía aquello, pero tampoco quería detenerse a investigarlo.

Su lengua hizo su curso por toda la extensión del miembro de Jungkook, succionando con
dificultad cuando la saliva comenzó a deslizarse por su mentón. Sabía que estaba haciéndolo mal,
porque el menor no reaccionaba en absoluto, sin embargo, cuando alzó la mirada para enfrentarse a
la expresión del contrario, pudo ver que estaba completamente hipnotizado mirándolo de vuelta.

Estaba dispuesto a dejar la tarea que no se le daba tan bien, pero antes de poder alejarse, Jungkook
embistió su boca, logrando que una arcada se haga presente, sus ojos se aguaron y su saliva se
acumuló en las comisuras de sus labios.

—Abre más la boca y haz que tu lengua sirva de almohada para mi pene —su mano se posicionó
sobre la mejilla de Taehyung, acariciando suavemente con su pulgar—. Y mírame a los ojos.

Obedeció sin chistar, su boca dándole paso con facilidad a las embestidas bruscas que el menor
ejercía en su interior. Dejando que llegue hasta más allá de lo permitido, su mandíbula comenzaba
a doler, y la saliva que se escurría por su mentón se hacía cada vez más desagradable, pero
Jungkook no parecía querer detenerse. Su mirada obscurecida y brillante se mantenía sobre la
propia, dando estocadas seguidas a la vez que contemplaba como las lágrimas de Taehyung se
deslizaban por sus mejillas ante la arcadas inevitables que le causaba.

Jungkook tiró el cabello del mayor, alejándolo de su miembro humedecido sin darle importancia al
hilo de saliva que los conectaba. Se agachó levemente para tomarlo del brazo y de esa forma,
ayudarlo a levantarse, guiándolo hasta su propio pupitre, para seguidamente tomar el bolso que
siempre cargaba con él, sacando su cámara.

—Espera, n-no vas a grabar ¿Verdad?

Jungkook sonrió ante la pregunta del pelirrojo, encendiendo su cámara mientras enfocaba su rostro.

—No se lo voy a mostrar a nadie —respondió, relamiendo sus labios ante la expresión de
preocupación que tenía frente a él—. Realmente amo la exclusividad, así que no debes preocuparte.

—N-No grabes.
Jungkook suspiró con fastidio, bajando la cámara mientras la sostenía con una de sus manos,
extendiendo la disponible para tomar al mayor de la nuca y propinarle un beso fogoso.

Taehyung no luchó para separarse, simplemente se dejó guiar nuevamente, dejando que la boca
contraria devore su lengua como quisiera. Rápidamente el lugar se llenó de los sonidos grotescos
que emitían sus bocas ante la humedad, combinándose con los jadeos de Taehyung cuando sus
labios fueron liberados y la mano que se encontraba sobre su nuca se dirigió a su entrepierna una
vez más, rozando con las puntas de sus dedos y con una lentitud desesperante.

Jungkook sonrió triunfante al ver como la expresión de Taehyung se iba contrayendo ante las
evidentes sensaciones que lo recorrían. Y sin darle la oportunidad de reaccionar, lo empujó
suavemente con su propio cuerpo contra el pupitre. Le insinuó que se situara sobre éste, y sonrió
complacido cuando Taehyung lo hizo. Era más obediente de lo que esperaba, lo cual sólo
aumentaba su libido por él.

Con su cámara grabando el suelo, lo besó una vez más, porque su boca era tan apetitosa como lo
había supuesto desde el momento en que comenzó a verlo como algo más que un simple sujeto con
el que compartía un taller. Podía sentirlo un poco secos, lo cual justificaba el hecho de que se
relamiera los labios continuamente, pero aun así, aquella sensación rasposa se le hacía
completamente alucinante. Quería devorarlo por completo, y ver más reacciones donde sus ojos se
cristalicen y gimotee gracias a él.

Jungkook estaba tan profundamente obsesionado con él, que no podía hacer nada más que
molestarlo para llamar su atención. Para que sus ojos marrones lo vean entre esas largas pestañas y
brillen en vergüenza o temor.

Con su mano libre, tiró el pantalón del mayor con la intención de sacarlo de su camino, y al
lograrlo, su sonrisa se amplió en su rostro, dirigiendo su cámara a los muslos del mayor. Suaves y
delgados, sin perder aquella masculinidad elegante que el chico demostraba con ropa.

—Te dije que no grabes.

La mano de Taehyung dio contra la cámara, asustándose al recordar que el menor odiaba cuando
alguien siquiera tocaba el estuche de aquel aparato. Mas sorprendiéndose al momento en que
Jungkook rió y alejó la cámara para seguir grabando desde la distancia.

—Y yo te dije que no iba a mostrar lo que tenía aquí. De las mil fotos que tengo tuyas ni una ha
sido vista, así que simplemente sé mi modelo.

Taehyung frunció el ceño ante lo dicho por el contrario. ¿Mil fotos de él?

—¿Por qué tienes fotos mías?

Jungkook bufó, acariciando las acaneladas piernas.

—¿Aún no lo entiendes?

Taehyung estaba a punto de responder que no, no lo hacía, porque ese sujeto no hacía más que
burlarse de él. Pero sus palabras murieron en su garganta cuando tres dígitos de Jungkook se
introdujeron en su boca; la cámara se encontraba enfocando su rostro, justo en el momento en que
comenzó a humedecer los dedos del menor, lamiendo como si se tratara de lo que probó en el
inicio, sintiéndose cada vez más avergonzando, porque la mirada de Jungkook quemaba sobre él
mientras seguía sujetando su maldita cámara frente a él.

—Te advertí que te haría llorar, TaeTae.


Una vez sus dedos se encontraron completamente ensalivados, los dirigió a la entrada de
Taehyung. Quien apretó sus dedos en el borde del escritorio, sus piernas temblando sobre el frío
material con ganas de cerrarse por acto reflejo. Pues los dedos de Jungkook contorneaban aquella
zona, jugando con su nerviosismo y necesidad. Había pasado demasiado tiempo desde la última vez
que disfrutó de su sexualidad, por lo que se sentía inexperto frente a todo lo que el menor hacía.

Finalmente, aspiró con fuerza cuando los tres dedos que simplemente rozaban su entrada, se
introdujeron en su interior con brusquedad. Jadeó ante la sensación de ser llenado dolorosamente,
apretando con mayor fuerza el material bajo sus manos. Su rostro enrojecido por completo al
seguir siendo observado directamente al rostro mientras era grabado.

—N-No grabes...
—Tranquilo. Lo eliminaré luego de verlo cuidadosamente en casa.

Taehyung mordió su labio inferior cuando los dedos se deslizaron en interior, tragándose el gemido
que quiso liberar.

—Eres un maldito pervertido —musitó, mirando la cámara y sintiendo su pene palpitar


dolorosamente ante el objeto frente a él. Se sentía expuesto, como si no fuera solo Jungkook quien
lo estuviera viendo de aquella manera lujuriosa.

¿Él también era un pervertido por excitarse por aquella idea?

No es como si quisiera ser visto por muchas personas mientras era penetrado, pero el Jungkook del
futuro lo vería en ese estado... Jadeando y contrayéndose porque el ardor en su parte trasera le
resultaba estimulante.

“También soy un maldito pervertido”

Pensó, sin poder evitar gemir sonoramente cuando los dedos de Jungkook se movieron para los
lados, expandiéndose en su interior.

—Lo soy, y es una fortuna que tenga un hyung tan bueno para ayudarme con ello.

Sus dedos siguieron penetrando el interior de Taehyung, moviéndose en todas direcciones, y de tal
modo dilatarlo lo suficiente para no ocasionar un accidente. Cuando creyó que estaba listo, sacó sus
dedos, y rebuscó en su bolsillo su billetera, tendiéndosela al mayor. Quien rápidamente entendió lo
que aquello quería decir, sacando el condón sin vacilar.

—Ábrelo con tu boca, y mira hacia la cámara.

Taehyung abultó sus labios. —No soy un actor porno.

—Eres mejor, así que sólo hazlo.

Taehyung ni siquiera estaba seguro de si en algún momento su rostro habría regresado a su tono
natural, porque Jungkook era absurdamente directo, logrando avergonzarlo con una facilidad
desagradable.

No sabía la razón, pero no podía evitar acatar las palabras de Jungkook, y no precisamente por
temor. Era difícil admitir que disfrutaba que el contrario le dé órdenes.

—Cuidado con los dientes.

—¡Ya sé, sólo cállate!


Jungkook sonrió, una sonrisa que distaba mucho de las que usualmente le daba. Incluso era
incómodo que lograra verse así mientras estaban a punto de follar.

Taehyung no podía entender como ese maldito bastardo podía ser tierno con una simple expresión.
Sin embargo, tan pronto como aquella sonrisa apareció, desapareció cuando Taehyung, de manera
titubeante, hizo lo pedido. Sacó el condón de la envoltura que abrió con su boca, y con su mano lo
puso en el miembro del menor. Relamiendo sus labios cuando lo escuchó respirar pesado al
momento en que rozó su pene. Estaba tan duro, que inclusive se veía doloroso.

Y Taehyung amaba saber que era el causante de aquello. El sujeto que se encargaba de mofarse de
él, estaba así de duro y excitado por su causa. Por lo que con esa satisfacción en mente, quiso
arriesgarse. Jungkook parecía muy ocupado sujetando su cámara para grabar bien, por lo que no
tenía nada que perder.

Se acomodó de mejor formar sobre el pupitre, y con su rostro ardiendo porque aquello jamás lo
hubiera hecho en su vida, sujetó sus piernas, dejándolas contra su propio abdomen mientras dejaba
a la vista su entrada. Miró la cámara en vez de a Jungkook y sonrió.

—¿Y en qué momento me harás llorar, Jungkook? —su voz sonó baja y grave, en un ronroneo
sensual y seductor, escondiendo toda la vergüenza que sintió al articular aquellas palabras.
Seguramente su rostro era del color de su cabello, pero en realidad no importaba. No cuando pudo
ver las manos de Jungkook temblar ligeramente y su mirada volverse aún más obscura de lo que
era.

Antes de poder reaccionar, el menor ya había dirigido una de sus manos a su miembro,
masturbándose con suavidad sobre el condón para luego introducirse en una estocada en el interior
de Taehyung. Quien sollozó en un gemido, sus ojos se aguaron, un par de lágrimas se escaparon de
sus ojos cuando el dolor y ardor se hicieron presente, y Jungkook comenzó a embestirlo sin
delicadeza. No era especialmente bruto, sin embargo, no se esforzaba en absoluto en controlarse y
darle el tiempo al otro para acostumbrarse a la intromisión.

Jungkook tenía un problema, lo sabía. Pero no podía evitarlo cuando Taehyung se veía tan
jodidamente sumiso, sus piernas abiertas para él mientras gemía con las lágrimas deslizándose por
su lindo rostro perlado por el sudor. Taehyung sería su ruina, lo había deseado por mucho tiempo,
y ahora que estaba en su interior, no quería dejarlo ir nunca. Quería que llore por él, que llore tanto
como por el dolor como por la satisfacción que le brindaba con cada una de sus estocadas, las
cuales, sin ser rápidas, eran rudas y certeras.

Posiblemente su grabación se vería desenfocada ante los movimientos, pero los gemidos que
Taehyung articulaba, y sus pieles chocando con rudeza, se escucharía a la perfección. Y la música
en un vídeo también era esencial para expresar la belleza.

Miró fijamente el rostro del mayor, mordiendo su labio inferior al verlo cerrar sus ojos mientras
pequeñas lágrimas se acumulaban en sus pestañas antes de deslizarse. Al parecer el dolor estaba
disipando, y Jungkook estaba preparado para hacerlo llorar de placer.

Dejó la cámara a un lado, y con brusquedad lo tomó del cabello, atrayéndolo una vez más a su
boca. Besándolo con fiereza, para luego deslizar sus labios por su cuello, lamiendo y succionando
suavemente sin detener sus penetraciones. Taehyung dejó caer sus brazos alrededor del cuello del
contrario, sin aprisionarlo, y dándole la liberta de besar y succionar por toda su piel. Chillando
cuando sintió los dientes de Jungkook clavarse en su clavícula sin medirse.

Jungkook tomó a Taehyung con sus brazos, sin salir de él, sentándose sobre la silla más cercana. Y
de tal modo, enterrarse más en el pelirrojo cuando lo dejó caer sobre él; gimió complacido al igual
que Taehyung. Y con sus manos sobre las caderas del aludido, ejerció la fuerza suficiente como
para alzarlo ligeramente, y volver a dejarlo caer sobre su falo. Taehyung también comenzó a
moverse, gimiendo sonoramente al sentir como rozaba con su próstata y se enterraba de manera
brusca y dura.

Jungkook agradecía de su fuerza para lograr que se intensifique la velocidad, haciendo que
Taehyung salte sobre él con rapidez, dando estocadas pesadas una tras otra, sin dejarlo
recomponerse. Sus respiraciones irregularizadas, jadeando y gimiendo cuando el movimiento daba
justo en aquel lugar.

—N-No puedo más —Taehyung jadeó, y Jungkook simplemente lo movió como a un muñeco,
bajándolo de sus piernas, para luego obligarlo a apoyar su estómago contra el pupitre y dejar su
trasero a su disposición.

—Quiero verte el rostro, así que no apartes la mirada de mí. Te grabaré sin mi cámara.

Taehyung volvió a gemir cuando el menor se introdujo abruptamente. Sin poder contener su voz
ante las penetraciones fuertes que recibía, mientras una de las manos de Jungkook sostenía su
mentón para que mirara en su dirección y la otra masturbaba su miembro. La doble estimulación lo
estaba enloqueciendo, tanto como para hacerlo olvidar aquella posición vergonzosa.

Las embestidas lo llenaron una y otra vez, golpeando en varias ocasiones directamente en su
próstata. De aquella manera no podía contener los gemidos, ignorando todo a su alrededor, sólo
prestándole atención a la persona junto a él, quien lo tocaba con maestría. Tan rudo sin dejar que el
dolor lo lleve a la molestia.

Taehyung soltó un gemido penoso, apretando sus paredes cuando sintió que se venía, chillando al
momento en que Jungkook apretó su miembro y tapó el orificio.

—J-Jungkook, n-no hagas-Ah, mierda. ¡Jungkook! —gimió con fuerza, su pene doliendo cuando se
le fue impedido correrse, sollozando ante la sensación de las penetraciones dando de lleno en su
próstata. Se sentía tan bien que dolía, dolía mucho, tanto como para hacerle tener las reacciones
que Jungkook quería.

Su saliva comenzó a deslizarse por su mentón, tratando de controlar su voz y su respiración, sin
éxito alguno. Hasta que finalmente, Jungkook detuvo sus embestidas, y masturbó su miembro con
rapidez, causando que Taehyung eyaculara en un grito, gimiendo bajito cuando el otro siguió
moviendo su mano alrededor de su miembro. Estaba seguro que había llorado de la forma en que el
maldito de Jungkook había querido, pero era difícil confirmarlo cuando su mente no estaba del
todo ahí. Su cuerpo sufría espasmos, y comenzó a patalear ante la masturbación que recibía sobre
su sensible miembro.

—B-Basta —gimoteó en algo similar a un sollozo, jadeando cuando fue liberado, y Jungkook lo
obligó, una vez más, a caer sobre sus rodillas. El menor sacó el condón, y golpeó los labios de
Taehyung con su miembro, quien abrió la boca sin vacilar.

Tomó el pene de Jungkook, succionando mientras lo masturbaba con rapidez, ahogándose al


momento en que el contrario embistió con fuerza, sujetándolo del cabello y eyaculando en su
interior.

Taehyung tosió, tragando el resto que seguía en su boca. Percatándose que aun en ese momento,
seguía siendo obligado a mirar directamente a los ojos de Jungkook. Se mantuvo en silencio por un
instante, sintiendo sus orejas enrojecer una vez se recompuso. Se levantó del suelo, jadeando
cuando el menor lo atrajo y lo besó grotescamente, entrelazando sus lenguas y saboreando su
propia salinidad.

Cuando se alejaron, Jungkook subió sus pantalones junto a su ropa interior, sin quitar su mirada de
encima del cuerpo de Taehyung, quien se vestía con torpeza por tratar de hacerlo lo más rápido
posible. Rió enternecido, y luego le dio un suave empujón para que se apartara.

—Puedes irte, yo limpiaré.

Taehyung pestañeó sin poder asimilar lo que oía, eso, hasta que vio al menor limpiando el suelo y
las mesas con su chaqueta. No se atrevió a decir nada, simplemente ver la escena como lo peor que
pudieran haberle hecho, hasta que notó la sonrisa de Jungkook, burlesca, como siempre.

¡Era un puto bastardo!

—Si haces algo con ese vídeo te mataré —dijo, fingiendo seguridad, dándose la vuelta luego de
tomar su bolso con brusquedad.

—Taehyung.

El mencionado apretó los labios, suspirando por el hecho de darse la vuelta para enfrentar al menor
cuando lo llamó. Abriendo sus ojos con sorpresa al momento en que una chaqueta con un aroma
suave se estampó contra su rostro. Lo alcanzó antes de que caiga al suelo, viendo la prenda con
desconcierto.

—Quédatela.

Fue todo lo que dijo el menor, para luego salir de ahí una vez limpió sus fluidos. Taehyung se
quedó en trance, hasta finalmente reaccionar, frunciendo el ceño mientras se ponía la chaqueta.

Obviamente se la iba a quedar, después de todo la suya estaba estropeada por culpa de ese sujeto.

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