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Dianxia_wxluv
Published: 2019
Source: https://www.wattpad.com
Capítulo 1
· Seis años ·
Jungkook agarró la mano temblorosa de su hermano y la estrechó.
Taehyung se inclinó un poco sobre él y miró fijamente escaleras abajo, con
los ojos muy abiertos y sin parpadear, dejando salir un fuerte suspiro.
Ellos estaban peleando de nuevo, y esta vez parecía la peor pelea de
siempre porque no era en voz alta.
-Shh -dijo Jungkook suavemente, pellizcando la rodilla de Tae. Éste
sacudió su cabeza y adelantó su cuerpo, colocando su pie un escalón más
arriba para que su estómago descansara contra sus muslos.
-¿Por qué están gritando? -preguntó Taehyung, llevando la manga de su
camiseta hasta su nariz y ahogando un sollozo-. ¿Qué está pasando?
-Nada -mintió Jungkook.
-Nada -repitió-. Está bien.
Jungkook mantuvo a su hermano muy cerca. Ambos se asustaron cuando
escucharon un portazo.
-¡Vas a despertar a los niños! -gritó Somin.
-¡No menciones a los niños ahora! -gritó de vuelta su padre-. Siempre lo
haces cuando peleamos.
-¡Nunca estás en casa!
Taehyung arrimó con violencia su cara contra el cuello de Jungkook.
-Haz que se detengan.
Jungkook abrazó a taehyung fuertemente, sin saber como lograr eso.
Cerró los ojos y dijo: -Solo cierra los ojos, como mamá dijo. No más
monstruos.
-Los escucho -susurró taehyung, con los ojos todavía abiertos.
-No tengo razones para estar en casa, tú lo sabes -dijo su padre en voz
alta y severa-. Trabajo largas horas para que no tengas que hacerlo tú.
-¡Yo crío a nuestros hijos! -Somin se rindió-. Hago mucho más de lo
crees, Seung, y lo sabrías si siquiera te molestaras en hablarme o
preguntarme qué hago o cómo me siento.
-Lo haré -contestó él, glacialmente-, si dejas de humillar mi trasero por
cada pequeña cosa, Somin. Por Jesucristo.
-¿Cuándo pasó? -El tono de ella había perdido su furia-. ¿Cuándo dejaste
de estar ahí para mí, para los niños... para nuestra familia? -Seung se
mantuvo unos segundos en silencio.
-No lo sé. -Somin suspiró profundamente.
-No esperaba esa respuesta.
Taehyung curvó los dedos de sus pies contra el duro escalón y miró, con
ojos abiertos de sobremanera, las piernas de su padre que estaban a la vista.
Unos zapatos fueron calzados, al igual que una chaqueta fue puesta. Él
llevaba una maleta.
-¿Adónde está yendo papá? -preguntó taehyung. Jungkook miró también.
Sabía que su padre les estaba dejando.
-A ningún lado -respondió, abrazando a Taehyung-. Nadie se está
marchando.
-¿Cuándo vas a volver, Seung? -cuestionó Somin ruidosamente.
Seung colgó su maleta sobre su hombro, sin ver a los niños arriba de las
escaleras que le estaban mirando fijamente, uno sollozando y el otro
observándole con ojos furiosos, ardientes y los puños cerrados con rabia.
-Esta vez no voy a volver -respondió.
-Podemos...
-Mírame. -Una vez más se escuchó un portazo y taehyung se dobló en el
regazo de su hermano, con mocos y lágrimas corriendo por su cara.
-Se ha ido, se ha ido, se ha ido. -Jungkook acarició la espalda de
taehyung, con las manos encogidas.
-Tae, Tae -dijo-. Él no se ha ido.
-Sí se ha ido.
-No se ha ido -repitió Jungkook. Los dos se quedaron quietos un par de
minutos, escuchando a su madre moverse en el primer inferior; estaba
maldiciendo y sacudiendo cosas. Taehyung se apegó a Jungkook,
arrimándose más a sus brazos.
-¿Qué va a pasar ahora? -preguntó-. ¿Va a ser diferente?
Taehyung estaba llorando sin parar sobre la camiseta de Jungkook,
mientras éste trataba de calmarlo, sin embargo, sintiéndose molesto.
-Todo va a estar bien.
-¿Cómo así?
Jungkook encogió sus hombros.
-Simplemente va a estarlo.
-Extraño a papá.
-No deberías, él no nos extraña a nosotros -dijo Jungkook jalando a su
hermano aún más cerca-. Olvídalo.
-¿Y qué si mamá se va?
-No lo va a hacer -respondió Jungkook. Taehyung frunció el ceño, las
lágrimas deteniéndose por un momento.
-¿Tú me abandonarías?
Jungkook apretó a taehyung fuertemente y susurró: -Nunca voy a
abandonarte.
-¿Y qué tal si lo haces por accidente? -preguntó taehyung, limpiándose la
nariz en el hombro de Jungkook.
-Nunca -dijo de nuevo Jungkook-. Te amo más que papá. Te amo más
que mamá.
Taehyung sonrió un poco, todavía llorando. En su mente de seis años
todo eso tenía sentido.
-También te amo, Kookie.
Se abrazaron con fuerza, y así fue como Somin los encontró horas más
tarde.
Una semana después, Somin llevó algo de ropa recién lavada al salón con
la intención de planchar, doblarla y guardarla. Suspiró pesadamente,
frotando su frente con el revés de su mano; se sentía cansada y vieja, mucho
más de lo que una semana antes hubiera parecido. Muchos días siendo
madre soltera había hecho mella en ella.
Puso el cesto de ropa en el sillón y prendió la lámpara... No esperaba ver
a los gemelos en el piso, sentados juntos en la oscuridad.
-¿Niños?
-Hola -dijo Taehyung, despacio. Somin vio que los dedos de sus hijos
estaban agarrados con firmeza.
-¿Qué pretenden? -preguntó lentamente. Taehyung se acurrucó aún más
contra Jungkook, y éste levantó el mentón y miró a su madre.
-Nada.
-¿Quieren ir a afuera y jugar? -dijo Somin. Ambos negaron con la
cabeza-. No han salido durante todo el fin de semana.
-No quiero salir -comentó taehyung-. Estamos jugando aquí.
Somin suspiró. Sus dos hijos, usualmente alborotadores, habían estado
dóciles y callados desde de que su padre se había ido. Seung se había
marchado antes, pero esta vez ella sentía que incluso Taehyung y Jungkook
sabían que, esta vez, era la definitiva. Su esposo no iba a volver a casa.
-¿Por qué no van a ver televisión? -Ninguno de los dos respondió, solo se
pegaron un poco más.
Somin entendía que estuvieran molestos y que tomaría algo de tiempo
que superaran lo que había pasado; ella no estaba preocupada. O por lo
menos eso era lo que se decía a sí misma.
Se arrodilló y abrazó a sus hijos.
-Está bien, pero la cena va a estar pronto.
Antes de irse prendió las luces del salón. Taehyung escondió su pequeña
cara en el cómodo cuello de Jungkook, y su hermano lo abrazó con fuerza.
Un par de meses pasaron.
Las cosas se habían calmado; Jungkook y Taehyung habían aprendido el
significado del divorcio. Somin había tratado con ahínco de mantener las
cosas lo más normal posible, había tratado de darle a sus hijos amor extra
para que el dolor de que su padre les abandonara no fuera tan grande.
Pero no tenía por qué preocuparse.
Parecía que Jungkook y Taehyung estaban llenando el vacío con la
compañía del otro. Somin seguía encontrándolos abrazados, pegados,
acurrucados. Rara vez iban a algún lado solos, y siempre estaban tomados
de las manos cuando caminaban.
Pensó que eso era tierno.
Una tarde, Somin tenía una cita con un hombre que había conocido en
una exposición de arte, su nombre era Joon. Él le había hecho sentir
valorada otra vez. Llamó a una niñera para los gemelos y se sentía bastante
animada, no había tenido una noche para ella sola desde hacía meses. Se
arregló bien y se puso algo más de maquillaje y tacones altos. Cuando era
tiempo de irse, fue a la habitación de sus hijos y tomó una bocanada de aire.
Taehyung estaba llorando en su cama y Jungkook estaba abrazándole.
-¿Qué pasó? -preguntó inmediatamente, caminando hacia ellos.
Taehyung sacudió la cabeza y le miró con los ojos muy abiertos y brillantes.
-Nada.
-Yo lo estoy cuidando -le dijo Jungkook a su madre.
-Amores -inquirió Somin, suspirando un poco y con todos los
pensamientos de su cita desechados-. ¿Tae, qué te pone triste?
Jungkook abrazó a Taehyung con hermetismo, casi posesivamente.
-¿Adónde te vas? -preguntó Taehyung a través del llanto-. ¿Cuándo vas a
volver?
Somin se sentó en la cama y trató de poner una mano en el brazo de
Taehyung, pero Jungkook lo cubrió con su propia mano. Algo se removió
en su estómago, Jungkook prácticamente le estaba mirando con furia.
-Solo voy a salir con un amigo -respondió. Ella acarició el cabello de
Taehyung y Jungkook presionó su nariz en la espalda de su hermano-. Voy a
volver muy, muy pronto. No me voy a ir lejos... ¿de acuerdo?
-Estoy aquí, Tae, no te preocupes -murmuró Jungkook desde su posición.
Taehyung sollozó un poco más, su nariz corriendo a través de la manga de
la camiseta de su hermano.
-Niños, no los estoy abandonando.
-Está bien si lo haces -comentó Jungkook. Tae lloriqueó ruidosamente.
Simone los atrajo hacia sí a ambos, poniéndolos incómodamente sobre su
regazo. Años antes ella podía protegerlos perfectamente, pero ahora parecía
que era Jungkook el que 'apoyaba' perfectamente a Taehyung y nada iba a
interferir con eso. Somin besó a los dos en la frente y suspiró de nuevo, su
aliento rozando sus cabellos suavemente.
-¿Saben? -dijo-. Me alegra mucho que ustedes se tengan el uno al otro
porque no siempre voy a estar aquí.
-¿Adónde vas a...?
-A ningún lado -respondió rápidamente Somin. Recorrió con una mano el
antebrazo tenso de Jungkook y con cuidado lo retiró de su hermano.
Taehyung dio una mirada de pánico y ella reemplazó el toque con su mano-.
Quiero que los dos siempre se cuiden mutuamente ¿sí?
-Ya lo hago -dijo Jungkook, inflando un poco el pecho. Su madre sonrió.
-Lo sé, Jungkook. Eres un maravilloso hermano mayor.
Taehyung mordisqueó su labio y se inclinó hacia Jungkook, temblando
un poco todavía.
-Está bien si te vas con tu amigo, mamá. Kookie está aquí.
Jungkook asintió con seguridad.
-Está bien -contestó Somin con delicadeza-. Voy a darles el beso de
buenas noches y cuando se levanten mañana va a haber waffles.
-Rico -dijo Taehyung, sonriendo un poco.
-¿De buena calidad? -preguntó Jungkook.
-De la mejor -contestó, besándoles a ambos y levantándose-. ¿Luzco
bien?
-Te ves muy bonita -dijo Jungkook, y Taehyung asintió, apretujando el
brazo de su hermano.
Somin les miró un rato antes de retirarse. Taehyung volvió a ocultar su
cara en el hombro de Jungkook mientras él se movió hacia donde su mamá
había estado sentada; una vez ahí casi empujó a Taehyung hacia su regazo y
se quedaron quietos.
Somin tuvo la seguridad de que ellos no se habían percatado que todavía
estaba en la habitación. Movió la cabeza y se giró para irse. Cuando bajaba
las escaleras se preguntó cuánto tiempo irían a estar tan cerca el uno del
otro; no podían estar así por siempre.
-Nadie lo hace -pensó tristemente.
· Ocho años ·
-¿Cuándo? -preguntó impaciente-. ¿Cuándo, Kookie?
Jungkook pinchó a Taehyung, en el hombro, con un dedo.
-Pronto. Mamá va a regresar pronto.
Los niños de ocho años estaban sentado, arriba de las escaleras, en
pijamas y esperando. Su madre había salido a las siete y ya eran las diez. La
niñera estaba en el primer piso viendo películas que supuestamente
Jungkook y Taehyung no deberían ver.
Ambos habían sido llevados a la cama, pero rápidamente encontraron su
camino hacia las escaleras, su lugar favorito para sentarse y jugar. Taehyung
tenía en sus manos el viejo gato de peluche, regalo de su padre de cuando
era muy pequeño. A Jungkook le había dado un perro, pero él ya no lo
tenía.
-¿Crees que vaya a traer algún bocadillo?
-Lo hará -respondió Jungkook con confianza. Su madre siempre les traía
algo luego de sus salidas con Joon. Ambos sabían que eran citas, aunque no
estaban seguros del todo lo que eso significaba.
Meses antes Somin había llevado a la casa a Joon y los chicos lo habían
conocido. Cenaron y miraron películas y a pesar de que Joon se fue pronto,
había estado de vuelta para el desayuno en la mañana. Taehyung había
pensado que eso era algo raro y Jungkook le había llamado "tonto",
explicándole que Joon realmente no se había ido.
A pesar de eso, a los dos les agradaba Joon, siempre estaba sonriendo y
llevándoles dulces.
-¿Crees que él vaya a dormir aquí esta noche? -susurró Taehyung,
inclinándose.
-No lo sé, tal vez -contestó Jungkook-. Lo ha estado haciendo
últimamente.
taehyung frunció el ceño, tirando de los botones de su pantalón.
-Quizá esta vez...
El sonido de la puerta abriéndose le interrumpió, y los gemelos vieron
pies moviéndose. Taehyung reconoció los tacones de su madre.
-Ahí están -dijo Jungkook con suavidad. Taehyung asintió. Vieron como
Somin pagó a la niñera y Joon desapareció por un momento.
-¿Hacia adónde fue? -murmuró Taehyung. Jungkook dio a entender que
no sabía moviendo la cabeza de un lado a otro.
Minutos más tarde, Joon volvió carcajeándose.
-Somin, no vas a adivinar en lo que estaba puesta la televisión -dijo aún
riendo-. Parece que Elyse olvidó cubrir sus rastros esta vez.
-Dios... ¿Estaba viendo esos canales de nuevo? Continúo olvidándome de
cancelarlos -contestó Somin, sonriendo-. En fin, siquiera es buena con los
niños.
-¿Qué es un poco de porno suave un viernes por la noche? -Joon río de
nuevo. Los gemelos le vieron atrapar a su madre en un dramático abrazo.
-¿Quieres quedarte el resto de la noche?
-Cariño, no puedo -respondió Joon con un gesto de molestia y
acariciando el rostro femenino.
Taehyung se apegó a Jungkook y su mano fue agarrada por él.
Joon besó a Somin ligeramente. Ambos escucharon suspirar a su madre
con satisfacción.
-Buenas noches -dijo Somin cuando el besó terminó.
-Buenas noches.
Taehyung y Jungkook se miraron.
-Apresúrate -susurró Jungkook.
Con rapidez corrieron hacia su habitación antes de que los atraparan.
Taehyung fue hacia su cama y puso la manta sobre su cabeza.
-Así que eso es un beso de buenas noches -comentó. Jungkook río y se
sentó junto a taehyung en la cama jalando del cobertor.
-Fue un beso de muy buenas noches-dijo. Ambos soltaron risitas tontas y
taehyung se cubrió de nuevo-. Tae. ¿Tae?
Taehyung sacó su cabeza fuera del cobertor.
-¿Uh?
Jungkook se inclinó y con suavidad besó los labios de su hermano.
-Buenas noches.
Los ojos de Taehyung estaban muy abiertos y su cara sonrojada.
-Buenas noches, Kookie.
Taehyung se escondió entre sus mantas y se tocó labios, sonriendo.
Taehyung estaba tranquilamente echado en su cama, escuchando la suave
respiración de su hermano. Jungkook no lo había hecho esta vez, no le
había dado el beso de buenas noches como siempre lo había hecho el último
par de meses. Estaba seguro de que su hermano estaba enojado con él, a
pesar de haber pasado juntos el día de buena forma.
Jungkook dejó salir un pequeño ronquido y taehyung frunció el ceño,
sentándose.
-kookie -dijo casi susurrando.
Solía ser un juego tonto. Se recitaban líneas que habían escuchado a su
madre y a Joon decirse, dándose besos juguetones. Sin embargo, mientras el
tiempo pasaba, se había vuelto una cosa más seria. Taehyung había
comenzado a pensar en los besos de buenas noches desde temprano, y
Jungkook pensaba en maneras creativas de dárselos.
-kookie -dijo de nuevo, esta vez en voz alta. Jungkook se movió y se
frotó los ojos.
-¿Uh?
-¿Estás molesto conmigo? -preguntó Taehyung directamente. Jungkook
bostezó.
-¿Uh?
Taehyung gateó hacia su hermano, cruzando el pequeño espacio que
dividía sus camas, picándole con un dedo.
-¿Estás molesto?
-¿Por qué? -Era realmente difícil despertar a Jungkook. Taehyung notó
como estaba volviendo a quedarse dormido y le pellizcó-. ¡Ouch!... ¿Qué
pasa?
-No me diste el beso de buenas noches -susurró. Jungkook se incorporó
un poco.
-Lo hice.
-Nuh uh -dijo Taehyung-. No lo hiciste... No puedo dormir.
-¿No puedes? -Taehyung asintió e hizo una mueca.
-No, pero me alegra que tú sí puedas -respondió. Jungkook dibujó una
sonrisa en sus labios.
-Tae, ven.
-Estoy aquí -dijo Taehyung, casi con un puchero.
-Aquí arriba.
Taehyung subió a la cama de su hermano y se sentó a su lado. Jungkook
puso una mano en su hombro y alzó una ceja.
-¿Buenas noches? -dijo Taehyung, inseguro.
-Tae -murmuró Jungkook moviéndose a la nuca de su gemelo. Lo atrajo y
sus labios se conectaron. Taehyung sonrió ampliamente mientras se
separaban.
-Gracias. ¿Me puedo quedar contigo? Tengo miedo.
Jungkook hizo un gesto.
-¿De qué?
-Monstruos -respondió en voz baja. Jungkook se apartó un poco y le hizo
espacio a su hermano.
-Solo esta noche -dijo-. Suelo patear. -Taehyung rió.
-Lo sé.
Habían compartido la cama antes, cuando eran más niños, y Jungkook
era terrible. Pero esa noche no pateó en absoluto, y con Taehyung
acurrucado, ambos durmieron profundamente.
Estaban ahí de nuevo, sentados en lo más alto de las escaleras, despiertos
a horas que no debían. Su niñera, Elyze, los había acostado hacía una hora,
pero Jungkook y Taehyung se escabulleron momentos después de que ella
se fuera.
-Puedo oír malas palabras, creo -dijo Taehyung, mirando fijamente a
Jungkook-. Suenan malas. Esta noche ha puesto el volumen muy alto.
-Quiero ver una de esas películas -fue todo lo que comentó Jungkook.
Jaló del cabello de Taehyung haciendo que éste se pusiera más cerca suyo,
descansado su cabeza en su hombro.
-Estoy cansado -murmuró Taehyung bostezando-. ¿Cuándo van a volver?
-Mamá dijo que la noche era joven. -Jungkook apretó la cadera de su
hermano-. Tal vez eso signifique va a venir a casa temprano.
-Elyze no debería estar viendo eso -dijo Taehyung frunciendo el ceño
mientras escuchaban palabras que sabía que eran malas-. Te lo estoy
diciendo.
-No lo digas, es estúpido. -Jungkook le dio un codazo a Taehyung-. Le
voy a decir a mamá que te escurres a mi cama todas las noches.
-¡No es cierto!
-Sí. -Taehyung río en silencio.
-Eres un idiota.
-Quizá -dijo Jungkook. Picó un lado de Taehyung y éste se retorció-.
Bebé.
Taehyung rió de nuevo, pero no mucho por sentirse herido por las
palabras dichas en juego por su hermano. Le gustaba que Jungkook le
prestase atención.
-Creo que escuché el auto.
-¿Estás seguro?
La televisión fue apagada de inmediato.
-Sip, ella ha apagado la televisión. Ya deben de estar en casa -dijo
Taehyung.
De pronto el sonido de la puerta y las voces familiares invadieron la casa.
Taehyung y Jungkook miraron los pies y retrocedieron unos pasos para ver
a Elyze haciendo adiós con la mano y marchándose. Entonces, Somin y
Joon compartieron un beso, no del tipo que Taehyung y Jungkook
normalmente veían. No era un beso de buenas noches, eso era seguro. Era
más largo. Los gemelos miraron con atención.
-Somin -dijo Joon, con la voz muy seria-. Yo... -Ella lo interrumpió
besándole de nuevo, sus manos puestas en su cabello, en sus brazos, en todo
sitio.
-¿Están peleando? -preguntó Taehyung. Jungkook sacudió la cabeza,
silenciando a Taehyung.
-Estoy tan jodidamente enamorado de ti -suspiró Joon.
-Oh, Joon -respondió Somin. Se abrazaron fuertemente y Joon comenzó a
besarle el cuello, sus manos sosteniéndole con firmeza alrededor de su
cintura.
-Vamos a la cama -murmuró Joon. Somin río tontamente, con la cara
ruborizada.
-¿Ves? No están peleando; ella está sonriendo -susurró Jungkook.
-Tengo que ir a ver a los niños -dijo Somin sin aliento. La boca de Joon
atacó su cuello de nuevo, chupando con ahínco. Somin casi cae al suelo,
pero él la sostuvo.
-Deben estar bien -dijo entre húmedos besos-. Vamos a la cama, Somin.
-Joon...
-Por favor, Somin -pidió y acarició sus brazos y ella se rindió.
-Está bien, llévame a la cama. -Se besaron una vez más y abandonaron la
cocina agarrados de la mano.
Taehyung y Jungkook se miraron mutuamente un poco confusos.
-¿Qué van a hacer? -preguntó Taehyung.
-Creo que van a ir a descansar -contestó Jungkook.
-No parecían cansados -comentó-. Tal vez nosotros debamos ir a la cama.
-Jungkook asintió. Se levantaron y caminaron hacia su habitación.
Inesperadamente Taehyung giró hacia su hermano.
-Buenas noches -dijo, sonriendo dulcemente. taehyung movió su cabeza
de lado a lado.
-Estoy jodidamente enamorado de ti -dijo y Taehyung puso una mano en
su boca-. Tae...
-Oh, Kookie -murmuró Taehyung a través de sus dedos. Jungkook tornó
los ojos y agarró la mano de su hermano, jalándole y dándole un beso casto
en los labios-. Ellos no se besaron así.
Jungkook ignoró sus últimas palabras.
-¿Qué significa "estar enamorados"?
Taehyung bajó la cabeza y frunció el ceño.
-No lo sé. Y dijiste una mala palabra.
-Lo sé. -Jungkook miró a Taehyung-. ¿Estoy enamorado de ti?
-Suena bonito -respondió evasivo y con una sonrisa vacilante-. ¿Lo
estás?... ¿Qué significa eso?
Jungkook encogió los hombros.
-Quizá es como cuando mamá nos dice que estamos en problemas... Muy
en serio.
-Probablemente.
-Muy en serio -dijo Jungkook-. Te amo, así, seriamente.
-Yo también -respondió Taehyung, sintiendo burbujas en su estómago-.
Estoy... jodidamente enamorado de ti, kookie.
Jungkook sonrió.
-Mamá dice nuestros nombres completos cuando está hablando en serio.
-Jeon Jungkook -ambos sonrieron bobamente-, no voy a llevarte a la
cama porque ya estamos aquí.
-Está bien -dijo Jungkook, riendo. Besó los labios de su hermano,
prolongándolo un poco más de lo usual. Cuando se apartaron sus mejillas
estaban rojas.
-Buenas noches.
-Buenas noches, Jeon Taehyung -contestó Jungkook, sonriendo. Los dos
se fueron a sus respectivas camas y se cubrieron.
Desde la puerta estaba Somin viendo y cubriéndose la boca con una
mano.
Capítulo 2
· Ocho años ·
-Señora Jeon, por favor tome asiento -indicó el profesor de segundo
grado de los chicos, mientras se sentaba en su escritorio.
Somin hizo un ligero gesto de desagrado al ser llamada "Sra. Jeon"; el
divorcio había finalizado meses atrás, pero no dijo nada. Estaba cansada de
explicarse ella misma y su situación a extraños.
-Supongo que se estará preguntando por qué le pedí que viniera hoy -dijo
el profesor.
-Espero que no sea algo muy malo -respondió Somin, estrujando sus
manos.
El profesor sonrió y aseguró: -Usted tiene dos hijos brillantes y
especiales.
Ella suspiró en alivio.
-Gracias, pero no creo que eso sea lo que quiera decirme.
-Taehyung y Jungkook están rindiendo, académicamente, muy bien para
su edad. Es la parte social en la que estoy un tanto preocupado. ¿Ha notado
que tienden a estar un poco... demasiado unidos?
-Sí, son muy cercanos; siempre lo han sido -contestó Somin-. ¿Ese es un
problema?
-Creo que es maravilloso que trabajen tan bien juntos y se lleven bien.
Pero ellos no están interactuando con los demás, y usted sabe que los niños
pueden ser crueles.
-¿Están molestando a alguno de mis hijos? -preguntó Somin-. ¿a
Jungkook?
-No, nada de eso. Son los otros niños los que no entienden la relación
especial de los chicos.
-¿Especial? No estoy segura de entender qué quiere decir con eso. -
Somin pensó en todas las veces que atrapó a Taehyung y Jungkook sentados
en la oscuridad; y en la vez que los vio besándose. Su estómago se revolvió.
-Se toman de la mano, por ejemplo -respondió el profesor-. En sí es
normal, muy lindo, pero los niños del salón...
-Oh -dijo Somin, parpadeando-. No estaba advertida que estaban
atrayendo la atención.
-Por favor, difícilmente es algo que perturbe la clase. Estoy más
preocupado por los sentimientos y bienestar de sus hijos. No quiero ser
molesto, pero...
-Estoy feliz de que me llamara -interrumpió suspirando, Somin-. Sin
hacer darle muchos detalles, quiero decirle que ha habido algunos
problemas en casa.
-¿Sí? -Somin frunció el ceño.
-El divorcio fue difícil para ellos, nunca quise que su comportamiento se
pusiera extraño.
-Yo tampoco. -El profesor se detuvo, y un silencio incómodo siguió.
-Voy a hablar con ellos -dijo Somin, tratando de controlar las sensaciones
de su estómago-. Tal vez puedan... expresarse solo en la casa.
El profesor asintió.
-No quiero que sean blancos de nada.
-¿Qué más hacen aparte de tomarse de la mano? -preguntó Somin.
-Bueno -murmuró en respuesta y bajó la mirada-, supongo que más que
todo es la forma en la que se miran, como si solo existieron el uno para el
otro; que se tomen de la mano es la única cosa física.
Somin se sintió aliviada.
-Voy a hablar con ellos -repitió.
-Está bien. Creo que hemos terminado aquí, a menos que tenga alguna
otra pregunta de lo que están haciendo.
-No -dijo ella, moviendo su cabeza y levantándose-. Le llamaré si algo
sucede.
Se despidieron y Somin se marchó sintiéndose casi paralizada. No había
sido su imaginación, otras personas lo habían notado. No sabía que hacer o
qué decirle a sus hijos. Ambos estaban tan encariñados el uno con el otro, y
no pensaba que eso era algo malo. Lo que tenían era hermoso.
Un poco extraño, quizá.
Debía de hablar con ellos acerca de eso más tarde.
-Taehyung, ponte tu ropa de dormir -dijo Somin, sentándose en la cama
de Jungkook y ayudándole a encerar sus rastas. Jungkook había insistido en
ponerse así el cabello luego de ver a uno de los compañeros de banda de
Joon llevando ese estilo. Su primera reacción había sido negarse, sin
embargo, Joon y Jungkook le habían convencido.
Taehyung se quejó mientras jalaba de su pantalón.
-¡Mamá, préstame atención!
-Un momento, Tae -respondió Simone con tono cariñoso. Jungkook río
sin malicia.
-Tae -repitió con ganas de molestar. Su hermano frunció el ceño.
-Kookie.
-Basta -dijo Somin pasando los dedos por el cabello corto y enmarañado
de Jungkook-. Taehyung, acomódate.
-No puedo -contestó Taehyung en tono patético-. Ni siquiera estoy
cansado.
-Yo sí estoy -comentó Jungkook y se encogió de dolor cuando su madre
tiró de su cabello-. ¡Mamá!
-Tú fuiste el que quiso las rastas -dijo Somin con recelo. Terminó con el
bote de cera y lo puso en la mesita que estaba entre las camas de los
chicos-. Bien, tiempo de acostarse.
-¿Nos estás arropando? -preguntó Taehyung-. Ya no lo hacías desde hace
tiempo.
-Esta noche lo estoy haciendo -dijo Somin con suavidad-. Tae, ven aquí,
siéntate en la cama de Jungkook.
Taehyung brincó y se sentó al estilo indio en la parte inferior de la cama
de su hermano. Jungkook se movió para acercársele pero Somin se
posicionó entre ellos.
-Niños -comenzó a decir nerviosamente-, quiero hablarles sobre algo.
Jungkook jaló un poco de su cabello y bostezó.
-¿Qué?
-¿Nos hemos metido en algún problema? -preguntó Taehyung empezando
a mordisquear, de forma preocupada, su labio. Somin negó con la cabeza y
dio unas palmaditas a sus hijos en la espalda.
-No es nada eso -contestó calmadamente-. Solo quiero hablar con ustedes
sobre... como se quieren el uno al otro. -Taehyung y Jungkook lucieron
miradas confusas.
-Yo amo a Taehyung -dijo Jungkook, inflando el pecho un poco.
-Por supuesto que lo haces, cariño -aclaró ella-. Está bien que se amen
tanto como lo hacen, quiero que sepan eso.
-Estoy enamorado de Jungkook -dijo Taehyung de pronto, mirando a su
madre en busca de aprobación. Somin frunció el ceño y acarició la mejilla
de su hijo menor.
-No, Tae, no lo estás. Únicamente lo amas.
-Amo a Jungkook así como Joon y tú se aman. Ustedes están enamorados
-quiso saber Taehyung, su voz algo tensa-. ¿Cierto?
La boca de Somin se secó un poco; no sabía como explicar las diferentes
clases de amor.
-Joon y yo nos amamos como lo hacen los chicos y las chicas -dijo,
lentamente-. Así como amas a alguien con quien quieres estar para siempre.
-Yo quiero estar con Jungkook para siempre -replicó Taehyung, sus
labios sobresaliendo un poco.
-Sí, lo sé -contestó Somin-. Quiero decir, nosotros nos amamos como dos
personas que quieren casarse.
-¿Cómo papá y tú? -preguntó Jungkook. Él estaba mirando fijamente el
piso con el entrecejo fruncido.
-Sí.
-¿Entonces por qué se fue si ustedes se amaban? -cuestionó Taehyung.
-Cariño, todo eso es muy complicado -dijo-. Ustedes dos nunca van a
abandonarse... ¿verdad?
-No -dijo Jungkook, muy serio-. Estoy enamorado de Taehyung. -Somin
suspiró y sacudió la cabeza de nuevo.
-Son hermanos, y los hermanos no se enamoran.
-¿Por qué? -preguntó Taehyung.
-Lo estoy -afirmó Jungkook, confuso-. Sé que lo estoy porque es en serio.
Somin frotó el hombro de Jungkook.
-Sé que estás hablando en serio, querido. Estoy feliz de que se tengan el
uno al otro pero tienen que saber que no todos entienden... Es decir, no
quiero que se separen ni nada. Sé que han sido un par de años difíciles.
-Kookie ha estado cuidando de mí -dijo Taehyung, notándose cabizbajo-.
¿Se supone que no debe hacerlo?
-Oh, TaeTae -susurró Somin, su corazón rompiéndose. Atrajo a su hijo
para abrazarlo y estrujarlo tan fuerte que Taehyung chilló-. No sé como
explicarles que lo que están haciendo está mal.
-¿Mal? -repitió Jungkook luciendo espantado. Somin mordió su labio. No
había querido expresarlo de esa manera, sin embargo, en el fondo, sí había
querido decir eso.
-Realmente no sé qué decir. No puedes besar a tu hermano en los labios,
Jungkook. -Las mejillas de Jungkook se enrojecieron.
-¿Qué?
-No puedes besar a Taehyung en los labios -repitió Somin. Jungkook
agachó la cabeza-. ¿De acuerdo?
-Está bien -murmuró Jungkook. Taehyung hizo un puchero.
-¿Por qué no puede?
-Porque se supone que los hermanos no hacen eso -respondió ella,
tratando de darle sentido sus palabras-. Pero pueden besarse en la mejillas,
eso está bien, niños. También pueden abrazarse y sostenerse de las manos.
-¿En la mejilla? -preguntó Jungkook sin ni siquiera mirar a su madre.
-Sí, esa es una cosa agradable de hacer -dijo Somin-. Pero tenemos que
hacer una norma que indique que solo pueden hacer esas cosas cuando
están en casa. -Se sentía terrible diciéndole eso a sus hijos. Terrible mientras
veía sus rostros decaer en obvia culpa.
-No quiero hacerlo si está mal -susurró Taehyung-. No quiero que estés
molesta conmigo.
-Taehyung -llamó Jungkook, molesto. Somin tomó una de las manos de
Taehyung y otra de Jungkook, y las puso juntas.
-Está bien -dijo pacientemente-. Únicamente no quiero que la gente les
mire y piense que están haciendo algo malo. Nadie fuera de esta casa
entiende... Tienen que saber que las personas son crueles y Taehyung,
Jungkook no puede protegerte de todo.
-Sí puedo -dijo Jungkook, su mentón temblando. Una lágrima cayó desde
un lado de su ojo y Somin apretujó sus manos juntas.
-Escuchen -les pidió-. No dejen de amarse el uno al otro. No dejen de ser
afectuosos. Pero de ahora en adelante, por favor, solo hagan esas cosas aquí.
-Y con una mueca de dolor, añadió-: Si sienten que quieren, um, besarse...
háganlo en las mejillas. Los hermanos se besan en las mejillas.
Taehyung estaba temblando, con los ojos muy abiertos y húmedos.
-¿Mamá, estás molesta con nosotros? Luces triste.
-No -respondió Somin-. Nada más quiero que las personas no los hieran.
-Jungkook no dijo nada a eso. Somin mantuvo sus manos juntas un rato más
y se levantó, besándole a ambos en la cabeza-. Buenas noches, niños.
Taehyung asintió y Jungkook murmuró: -Buenas noches.
Cuando su madre apagó las luces y cerró la puerta, Taehyung y Jungkook
se sentaron en silencio, unos momentos.
-Taehyung.
-Sí.
-Creo que todavía estoy enamorado de ti.
Taehyung frunció el ceño y fue hacia su cama.
-Mamá dijo que no lo estabas.
-Lo sé... Pero lo estoy. - se cubrió con las mantas y miró el techo-. Por lo
menos eso creo.
-No quiero que mamá esté moleste -dijo Taehyung.
-No... tiene que saber -fue la respuesta de Jungkook-. Sino sabe, no puede
molestarse.
-Pero ella dijo que estaba mal. -Jungkook se levantó y se movió hacia
donde estaba Taehyung.
-¿Escuchas siempre lo que mamá dice?
Taehyung se volteó, enfrentando a su hermano.
-Sí.
-Tal vez no debas. Quiero darte el beso de buenas noches, solo quiero
hacerlo. -Jungkook se inclinó hacia delante e intentó depositar un beso en
los labios de Taehyung, pero su hermano giró su cabeza y los labios de
Jungkook rozaron la mejilla de Taehyung-. ¿Tae?
-Así es como se besan los hermanos -dijo Taehyung.
-Pero quiero besarte como se besan mamá y Joon -susurró Jungkook-.
Así es como te amo, Tae. Mamá no sabe.
-Ella siempre sabe.
-Yo te cuido -dijo Jungkook-. Siempre.
-Pero mamá... -Las manos de Jungkook tocaron las mejillas de su
hermano con suavidad, así como su mamá siempre lo hacía.
-Solo... no le cuentes a mamá.
Taehyung asintió y giró su cabeza para mirar a su hermano. Levantó una
mano y pasó los dedos por la mejilla de Jungkook, cuidadoso como nadie y
su hermano sonrió. Estaba oscuro, pero había una estela de luz proveniente
de la cerradura de la puerta y Taehyung podía ver las sombras en el rostro
de Jungkook.
-Jungkookie...- susurró
-Shh -le respondió Jungkook. Besó los labios de su hermano cuidadosa y
lentamente, y entonces se separó-. -Buenas noches.
Taehyung observó como Jungkook se levantaba y se dirigía a su propia
cama.
-¿Kookie? -dijo de nuevo.
-¿Sí?
-Regresa -respondió Taehyung, con suavidad-. Quédate conmigo, tengo
miedo.
-No tengas miedo -dijo Jungkook, pero de todas formas regresó hacia la
cama de Taehyung y saltó hacia ella-.
-No voy a dejar que nada te atrape.
Taehyung asintió. Ambos sonrieron antes de acomodarse y quedarse
dormidos, espalda a espalda.
Capítulo 3
· Diez años ·
-Mira eso -dijo Taehyung con los ojos muy abiertos mientras miraba la
televisión. Tiró de una de las rastas a la que estaba echándole cera y
Jungkook gruñó adolorido-. Lo siento, pero… uh…
Era bastante tarde y estaban levantados, incluso aunque tuvieran escuela
al día siguiente, viendo los canales que su madre seguía olvidando cancelar;
y no importaba porque Joon, ahora su padrastro, y ella, habían ido a cenar
con unos vecinos. Jungkook estaba sentado en el suelo con las piernas
cruzadas y Taehyung estaba detrás de él, en el sillón, sus piernas a cada lado
del cuerpo de su hermano.
-Wow, mira como se besan -dijo Jungkook-. No puedo esperar para besar
a una chica así. Nunca he besado a nadie. -Taehyung jaló del cabello de
Jungkook a propósito-. ¡Ouch!
-Me has besado a mí, estúpido -comentó Taehyung, sonriendo de
costado-. Y solo tenemos diez años, así que no deberías besar a chicas de
ese modo.
-Eso es lo que mamá dice -respondió Jungkook-. Además, no te he
besado así, solo es un beso de buenas noches. -Apuntó la televisión donde
se veía a dos personas muy cerca que estaban chupándose mutuamente la
cara-. Eso es un beso real. Observa, hay lenguas y toda esa mierda.
-Parece grotesco -dijo Taehyung. Enceró una rasta más, apartando el bote
de cera, y dio una palmadita en la cabeza de Jungkook-. No quieres hacer
eso.
-Uh… sí quiero hacerlo.
taehyung continuó jalando el cabello de Jungkook, poniendo un pie en el
hombro de su hermano y presionando con sus dedos.
-¿Por qué? Luce húmedo.
-Húmedo está bien -dijo Jungkook, riendo.
-Hm… -Las manos de Taehyung acariciaron el cuello de Jungkook,
presionando suavemente. Jungkook gimió con el toque. Taehyung nunca
podía sentarse con Jungkook y no tocarle, era imposible. Y Jungkook
amaba eso.
-Dame un masaje.
-¿Estás adolorido? -preguntó Taehyung, con un poco de preocupación en
la voz-. ¿Es porque anoche te pateé fuera de la cama?
-Quizá -contestó Jungkook-. Quizá ya no vaya a dormir contigo y los
monstruos te vayan a atrapar. -Ambos rieron.
-Tienes que dormir conmigo porque me amas -dijo Taehyung,
poniéndose serio de repente. Jungkook se giró moviendo las piernas de
Taehyung en el proceso.
-No voy a dejar de dormir contigo, solo estaba bromeando -contestó.
Tomó la mano de su hermano y apretó-. ¿Está bien?
Taehyung sonrió.
-A mamá le gustaría que lo hicieras.
Jungkook tornó los ojos y centró su atención de nuevo en la pantalla de la
TV. Las manos de taehyung todavía estaban moviéndose por su cuello y
hombro, y sintió las piernas de taehyung a sus costados, más cerca.
Jungkook se inclinó hacia atrás, descansado su cabeza en el estómago de su
hermano.
-Mira eso -murmuró Jungkook-. Parece que ni siquiera van a separarse
por aire. -La pareja que esta besándose en la televisión hacía que en el
estómago de Jungkook se sintieran mariposas.
Taehyung ladeó su cabeza, viendo.
-Supongo que están respirando uno del otro, tal vez.- Jungkook pellizcó
la pierna de su hermano.
-No puedes respirar por otro, idiota.
-Oye -contestó Taehyung-. Nada más era una suposición.
Jungkook asintió. Se incorporó y fue hacia el sillón, acurrucándose
contra taehyung. Tomó la mano y comenzó a apretujar cada nudillo,
disfrutando. Taehyung suspiró contento y apoyó su cabeza contra el hombro
de su hermano.
-Tal vez podamos intentar eso -dijo Taehyung con suavidad-. Solo una
vez, así podrás ver como es.
Jungkook acercó su cara hasta apenas tenerla unos pocos centímetros
lejos de Taehyung.
-¿En serio? -cuestionó.
Taehyung asintió-. No sé si puedas hacer así -dijo Jungkook, señalando con
la cabeza la televisión-. Eso luce bastante bien.
-Puedo hacerlo mejor.
Jungkook alzó sus cejas.
-¿Ah sí?
Taehyung sonrió ampliamente y se puso de rodillas, posicionándose en el
regazo de Jungkook, una pierna a cada lado. Los ojos de Jungkook se
abrieron de sobremanera y puso sus manos en la cintura de Taehyung.
-¿Ves? -susurró Taehyung-. No es tan difícil.
-No lo has hecho aún.
-Está bien. -Taehyung se adelantó un poco y rió, retrocediendo de nuevo.
Jungkook sujetó la cara de su hermano con sus manos y juntó sus labios
dolorosamente, sus narices chocaron al igual que sus dientes-. Oww -se
lamentó.
-¡Dios mío! Idiota. -Jungkook soltó a Taehyung y puso sus manos en su
rostro, frotándose sus labios y nariz-. ¡Tae, eso estuvo muy mal!
Taehyung frunció el ceño, sobándose los labios y se movió del regazo de
Jungkook, sentándose en el sillón y enterrando su cara en sus rodillas.
-Lo siento.
Inmediatamente Jungkook se arrepintió de sus palabras. Agarró con
fuerza las manos de su hermano.
-Yo lo siento -dijo-. Supongo que la mitad fue mi culpa.
-No me diste tiempo de… -Taehyung alzó su cabeza con la cara
sonrojada-. No me diste oportunidad de hacerlo.
-Hazlo de nuevo -respondió Jungkook-. Te prometo que esta vez solo me
voy a sentar y voy a dejar que lo hagas.
Taehyung sonrió un poco.
-¿Estás seguro? Eso fue bastante raro.
-Vamos, Tae -dijo Jungkook, animándole. Acarició la cara de su
hermano, igual que lo hacía cuando su hermano estaba molesto y llorando,
pero esta vez taehyung se estremeció.
-Bueno -murmuró taehyung. Se movió hacia Jungkook y juntó sus
rostros-. Abre la boca como la chica.
-No como una chica -reclamó Jungkook pero hizo lo que le indicaba de
todos modos.
Taehyung al principio besó sus labios suavemente, como lo hacían
cuando era tiempo de acostarse, entonces sacó su lengua, apenas rozando la
boca de su hermano. Jungkook cogió los hombros de Taehyung y lo jaló
hacia delante.
-Jungkook, se supone que…
En respuesta, Jungkook presionó su lengua dentro de la boca de
Taehyung y ambos gimieron. Era húmedo, flojo, y se apartaron con un
jadeo.
-Quiero… de nuevo -dijo Taehyung.
-¿Sí?
Jungkook se inclinó hacia delante y taehyung asintió. Sus labios se
conectaron, con ansia esta vez y Jungkook recorrió con sus manos la
espalda de Taehyung, depositándolas justo encima de su cadera. Taehyung
jadeó y ladeó su cuerpo, abriendo la boca e invitando la lengua de
Jungkook. Cerró los ojos, como recordaba hacer visto hacerlo a las personas
por TV, y elevó su cabeza para que sus labios estuvieran en mejor posición.
Jungkook lamió el borde de la boca de Taehyung, y éste se sacudió,
arrugando la nariz y sonriendo.
-kookie -susurró Taehyung-¿cómo sabías que lo hacían así?
-No lo sé, solo quería hacerlo -respondió Jungkook con tranquilidad-.
¿De nuevo?
-Sí.
Taehyung se acercó más, su pecho plano contra el de Jungkook mientras
su hermano agarraba sus muslos. Nunca habían estado tan cerca antes y
estaban excitados y atemorizados. Jungkook chupó la lengua de taehyung
dentro de su boca haciendo que gimiera, sus párpados batiéndose
desesperadamente.
-Uhh, Jungkook.
-¿Qué es esto?
Taehyung sonrió y abrazó fuertemente a Jungkook, escondiendo su rostro
en el cuello de su hermano.
-Esto -dijo-, es como deberíamos besarnos de ahora en adelante.
Jungkook le apartó un poco y tomó con sus manos la cara de Taehyung.
-Cambié de parecer -comentó con tranquilidad-. Solo tú. No quiero besar
a nadie más… Solo a ti.
-Bien. -Taehyung sonrió ampliamente y se limpió la boca-. Qué desastre -
dijo. Jungkook rió y le besó de nuevo, humedeciendo los labios de su
hermano con la lengua-. Ugh, eres un desastre, kookie.
Jungkook se retiró hacia atrás y lamió sus labios.
-Me gusta el desastre. -Sus manos se encontraron y se sentaron juntos en
silencio.
-Estoy jodidamente enamorado de besarte -dijo Taehyung
-¿Todavía jodidamente enamorado de mí? -preguntó Jungkook. Taehyung
asintió en respuesta.
-Jodidamente sí.
-Jodidamente bueno -dijo Jungkook. Taehyung rió.
-Quiero ver un poco más de esas jodidas películas.
-¿Quieres buscar algo de jodido pop corn?
Se levantaron, chocando los hombros.
-Guía el jodido camino.
-Jodido Taehyung.
-Jodido Jungkook.
Se detuvieron en la puerta de la cocina y sus labios se encontraron de
nuevo, húmedos y cálidos.
Taehyung suspiró profundamente, curvando sus piernas para ponerlas
cerca de su cuerpo y disfrutando de la tibieza. Sintió unas manos
moviéndose de arriba a abajo por sus brazos, tranquilizándole. Taehyung se
volteó, quedando echado de espaldas y sonrió a su hermano.
-Te mueves demasiado -susurró Jungkook.
-No estoy cansado -contestó Taehyung, pegando sus narices. Besó los
labios de Jungkook con suavidad, lamiendo alrededor de la boca. Había
pasado un mes desde que se daban más que un simple beso de buenas
noches, y ahora raras veces dormían solos.
-Mejor descansas ahora -dijo Jungkook-. Te vi durmiendo en Francés.
-Francés apesta. -Ambos rieron. Jungkook atrapó con un brazo la cintura
de Taehyung y presionó el rostro con su hombro.
-Sí, Francés apesta.
Taehyung se retorció de nuevo, girando por un costado y enfrentando a
Jungkook.
-Beso de película -dijo. Jungkook sonrió y besó a su hermano profunda y
lentamente, frotando su espalda. Taehyung jadeó ante el agarre de
Jungkook, sintiendo los dedos de su pie encogerse-. Estamos volviéndonos
muy buenos en esto -comentó, apegándose a Jungkook-. ¿Te gusta?
Jungkook apretó el brazo de Taehyung.
-¿Qué crees?
-No lo sé -contestó sonriendo.
Jungkook apretó otra vez su brazo y lo empujó para que quedara de
espaldas, se echó encima de él y le besó profundamente. Adoraban jugar
así, amaban las sensaciones suaves, cálidas de las chispas en sus estómagos.
Aún eran muy jóvenes para entender lo que estaban sintiendo, lo que
estaban haciendo. Todo lo que sabían era que les gustaba y que no podían
decirle a su madre. Ella nunca podía saber.
-kookie -susurró Taehyung, sintiendo a Jungkook moviéndose contra su
cuerpo-. Jungkook, detente.
-¿Qué?
Taehyung miró a su hermano con los ojos muy abiertos. Su estómago se
sentía muy caliente y los dedos de sus pies casi se estaban acalambrando de
lo bien que se sentía.
-No lo sé. -Se deslizó por un lado, saliendo de debajo de Jungkook-.
Échate a mi lado, aquí mismo.
Jungkook se sintió confuso, su propio estómago se sentía revuelto, pero
se tranquilizó y puso un brazo en la cintura de Taehyung.
-Eso fue extraño.
-Estoy cansado ahora -dijo Taehyung, sonriendo un poco-. Hiciste que mi
estómago se sintiera raro.
-Creo que eso está bien. -Jungkook besó el mentón de Taehyung-. A mí
también me pasó.
-Sentí que me iba a enfermar.
-¿En una buena manera?
-No lo sé -contestó Taehyung-. Siento un hormigueo por todo el cuerpo.
Jungkook asintió, apartando el cabello de su cara y moviéndose para
estar más cerca de su hermano.
-Espero que no te haberte herido o algo así. -Taehyung besó a Jungkook y
cerró los ojos.
-Mm, nope. Solo me hiciste sentir gracioso.
Jungkook sonrió en la oscuridad.
-¿Suficientemente gracioso para irte?
-No, de ninguna forma. Nunca.
Jungkook se acomodó en las mantas, dejando salir un gran suspiro e
intentando calmar sus nerviosas extremidades.
-Buenas noches, Taehyung.
-Buenas noches.
Capítulo 4
· Doce años ·
Somin estaba lavando el servicio, esperando que los gemelos regresaran
del colegio. Estaba pegada al borde del lavadero, concentrada en el agua
caliente lavando los platos. Su cabeza estaba hecha un lío porque tenía que
hablarles a sus hijos sobre algo. Le frustraba saber que a otros chicos de
doce años les gustaría lo que iba a decir, pero Taehyung y Jungkook…
Pensó en el último par de años, en las cosas que accidentalmente había
visto. Nada había sido excesivamente alarmante, pero sabía que algo
extraño pasaba.
Ese era el único modo en el que podía controlarlos, controlar lo que quizá
estuvieran haciendo o no.
Como si de una señal se tratara, la puerta se abrió y sus hijos entraron,
caminando con dificultad, las manos agarradas y sus hombros chocando.
-¿Chicos? -De inmediato Jungkook soltó la mano de Taehyung y miró el
piso. Somin frunció el ceño y cerró el caño-. Tomen asiento por un segundo.
Ambos se sentaron, luciendo un poco desanimados, como si supieran que
era lo que vendría a continuación.
-Solo le estaba tomando de la mano -dijo Jungkook, sin mirar a su
madre-. Nadie nos vio.
Somin movió su cabeza de un lado a otro.
-Eso no era de lo que quería hablarles.
Jungkook, al parecer, suspiró de alivio ante sus palabras.
-¿Entonces?
Taehyung pateó la pata de la silla de Jungkook.
-¿Estamos en problemas de nuevo?
-No, es algo bueno -dijo ella, tratando de mantenerse positiva-. Joon y yo
hemos decidido que los dos están creciendo tan rápido que tal vez ya
necesiten su propio espacio.
-No -dijo Jungkook rápidamente antes de que Somin continuara.
-¿Qué? -cuestionó Taehyung. Obviamente ignorando lo que implicaban
las palabras de su madre.
-Ella quiere separarnos -dijo Jungkook. Taehyung tomó la mano de
Jungkook encima de la mesa y miró fijamente a Somin.
-Únicamente creemos que es tiempo de que cada uno tenga su propia
habitación, eso es todo -intervino ella-. No han hecho nada malo.
-No quiero mi propia habitación -dijo Taehyung- Me asusto.
-Estás demasiado grande para eso -contestó Somin, alzando las manos
por encima de la mesa y apretando las manos de sus hijos-. Los dos
necesitan su espacio personal.
-No necesito un espacio lejos de Tae -dijo Jungkook con vehemencia,
apartando su mano de la de su madre.
Somin volvió a poner su mano donde estaba, mirándole y sintiendo su
corazón romperse un poquito. Jungkook estaba mirándole con furia, así
como miraba a su padre cuando éste aparecía ocasionalmente para llevarlos
a cenar o a ver alguna película.
-Estamos bien juntos -dijo Taehyung. Su voz no sonaba molesta como la
de su hermano, solo muy suave y tranquila. Somin suspiró.
-Chicos, esta no es su decisión.
-¿Por qué? -preguntó Jungkook-. ¡Es nuestro cuarto y él es mi hermano!
-No me hables así -exigió Somin en tono cansado. Jungkook se levantó,
su silla sonó ruidosamente.
-¿Por qué siempre tratas de separarnos?… ¿Por qué siempre nos miras
así?
El corazón de Somin dolió por Jungkook.
-Jungkook, esto no es porque hayan hecho algo malo.
-¿Entonces, por qué estás haciéndonos esto? -gritó su hijo mayor,
cruzando sus brazos y negándose a ver a su madre.
-Tienen doce años y hay el espacio extra -fue todo lo que Somin pudo
decir.
-¿Es porque duermo con él? -preguntó Taehyung con la voz muy baja-.
Ya no lo haré más, lo prometo.
Somin no quería hablar de eso.
-No, Tae, no es por eso.
-Porque tengo miedo -dijo Taehyung-. Escucho sonidos y no quiero estar
solo. A veces pienso que alguien va a entrar a la casa. A veces creo que
papá va a volver… para llevarnos lejos.
Las lágrimas brillaron en los ojos de Taehyung y Somin avanzó hacia él,
abrazándole lo mejor que pudo. Pensó con tristeza que, probablemente, no
podía estar tan cerca como Jungkook. Parecía que Taehyung ya no encajaba
en sus brazos, su hijo había crecido y cambiado.
-Esta noche -dijo con suavidad-. Esta noche vamos a cambiar a Taehyung
a la habitación para invitados. Está cruzando el corredor, justo al frente de
su cuarto de ahora, aún van a estar juntos.
Jungkook todavía le estaba mirando con rabia, y Taehyung se apartó de
ella y corrió a situarse a lado de su hermano.
-Mamá -dijo Taehyung-, no quiero eso.
-Joon va a mover las cosas más grandes, como la cómoda y la cama. -
Somin trató, lo mejor que pudo, de ignorar los suaves quejidos de
Taehyung-. Hay algunas cajas en el garaje para poner las cosas pequeñas.
-Esto apesta -dijo Jungkook.
-Jungkook -advirtió Somin y suspiró-. Tae, puedes decorar tu nueva
habitación como quieras.
-Nunca lo voy a hacer -logró decir Taehyung, llorando un poco. Él y
Jungkook se estaban sosteniendo de las manos, de nuevo. Somin ni siquiera
había notado cuando habían vuelto a estar así. Movió la cabeza y se levantó.
-Voy a dejar que se tranquilicen. Solo… intenten pensar en esto como
algo positivo porque lo es. Todos necesitan su espacio.
-Quiero el espacio de kookie -murmuró Taehyung.
-Lo tendrás, no te preocupes -dijo Jungkook en voz baja.
-No -dijo Somin alzando la voz-. Esto tiene que parar. Cada uno va a
tener su propio cuarto y punto final. Cajas en el garaje. Van a tener que
llenar una de las cajas con ropa y cosas que ya no quieran. ¿Entendido?
-¿También vamos a tener que poner nuestra mierda separada? -preguntó
Jungkook-. ¿Vamos a tener que ir en buses separados a la escuela y
sentarnos en diferentes mesas para cenar?
Somin tuvo suficiente.
-Jeon Jungkook, ve a tu habitación y comienza a separar tus cosas ahora
mismo.
Jungkook pisoteó el suelo, mostrando su rabia y entonces tiró a Taehyung
hacia las escaleras.
-Taehyung, quédate -pidió Somin con severidad. Taehyung miró de
Jungkook a su madre, su rostro mostrando confusión.
-Puedes ir a donde quieras -dijo Jungkook estrujando la mano de su
hermano con fuerza.
-Taehyung -advirtió Somin. Se sentía fuera de control y no le gustaba.
Para su gran sorpresa, Taehyung negó con la cabeza, desobedeciéndole y
corriendo escaleras arribas con su hermano. Se sentó y apoyó su cabeza en
sus manos.
¿Cuándo había perdido el control? Suspiró pesadamente. Quizá nunca lo
había tenido en primer lugar.
Taehyung escuchó las escaleras crujir y se tensó, echado en la cama de su
nueva habitación. Ésta era muy oscura, mucho más que la anterior donde
estaba.
-¿Mamá? -preguntó mordiendo su labio. Nadie respondió pero las
escaleras crujieron de nuevo. No podía permanecer ahí…
Salió de su cama, sintiéndose un poco apenado y se acercó sigilosamente
a la puerta de Jungkook. Su madre había dicho que no podían compartir el
cuarto, pero ella no estaba ahí ahora mismo.
Taehyung empujó la puerta abierta.
-¿Kookie?
Jungkook se sentó en la cama.
-¿Tae?
-¿Puedo…?
-Por supuesto. -Jungkook ya estaba moviendo sus mantas y haciendo un
espacio-. No pensé que vendrías.
-No podía dormir -respondió Taehyung-. No puedo quedarme.
-Tienes que hacerlo -dijo Jungkook con tranquilidad-. Vamos, quédate.
Taehyung negó con la cabeza, aún permaneciendo cerca a la puerta.
-No sabes lo mucho que quiero hacerlo.
-Mamá y Joon comparten un cuarto.
-Ellos comparten una cama -dijo lentamente Taehyung-. ¿Y?
Jungkook se curvó hacia delante, las mantas reunidas en su regazo.
-Te amo, Tae, y necesito que estés aquí conmigo.
Taehyung mordió su labio y se acercó unos pasos.
-Te amo -susurró. Jungkook sonrió. Su estómago se retorcía de emoción.
-Quiero sentirte.
-¿Qué? -preguntó Taehyung, sorprendido.
-¿Tú no?
-Bueno… sí -contestó Taehyung, sintiéndose ruborizado. Se acercó en
pequeños pasos a su hermano, aún cuando se suponía que no debía-. Tanto
que duele. -Jungkook tomó la mano de Taehyung y tiró para acercarlo.
-Ven.
-Mamá dijo que…
-Ella no tiene que saber -interrumpió Jungkook, suavemente-. Nunca
tiene que saberlo.
-Se va a enterar y va a empeorarlo todo -replicó Taehyung, frunciendo el
cejo. Se sentó en la cama, inclinándose hacia su hermano-. Odio esto.
-Solo quédate -susurró Jungkook, jalando de Taehyung y haciendo que se
acostase a su lado-. Está bien, te tengo.
-¿Lo prometes?
-Sí. -Taehyung sonrió y se acomodó cerca de Jungkook, cerrando los
ojos.
-Tengo miedo -murmuró. Y lo estaba, pero ya no tenía miedo de los
monstruos de debajo de su cama, o de duendes del closet; sino que estaba
aterrado de lo que podía pasar si su mamá los atrapaba. Estaba temeroso de
que lo apartara, aún más, de Jungkook.
Jungkook besó el cuello de Taehyung, sintiendo los músculos tensos.
-Está bien -dijo al oído de su hermano-. Solo no le cuentes a mamá.
Capítulo 5
· Catorce años ·
Jungkook estaba mirando fijamente sus manos mientras la mesera parada
a lado de la mesa esperaba la orden. El hombre que estaba al frente suyo se
aclaró la garganta y Jungkook gruñó.
-Jungkook -dijo el hombre impaciente.
-No tengo hambre -contestó mirando a la mesera-. Nada para mí.
-Jungkook -dijo el hombre de nuevo. Volvió la vista a la chica y suspiró-.
Para él una hamburguesa con queso y papas fritas.
La mesera asintió y escribió la orden.
-¿Eso es todo?
-Sí -replicó Jungkook hurañamente, mirando la mesa de nuevo.
-Gracias -dijo el hombre y la mesera se alejó-. Jungkook…
-¿Qué, papá? -murmuró. Las luces fluorescentes del pequeño restaurante
hacían unzumbido aburrido y su boca se sentía seca como papel-.
Realmente no tengo hambre.
-Trata de pasarla bien -dijo su padre, inclinándose-. No te veo a menudo.
-Lo sé.
Un silencio incómodo se situó entre ambos. Jungkook no tenía nada que
decirle a Seung.
-Luces bien -dijo Seung finalmente. Jungkook asintió mientras rompía
una servilleta-. Bueno, excepto el cabello.
-¿Qué hay de malo? -murmuró Jungkook. Sabía lo que estaba viniendo;
cada maldita vez su padre decía algo malo sobre su cabello. Se lo había
estado haciendo crecer y Jorg simplemente no podía aceptarlo.
-Tu madre debería cortártelo -dijo Seung-. Pero luces bien. Estás
creciendo.
-Um. Gracias. -A él le valía una mierda lo que su padre pensara. Los
chicos lo habían comenzado a ver unos meses antes, y eso nada más por
obligación de Somin. No habían estado con su padre por años, no desde el
divorcio.
-¿Cómo está Taehyung? Ya no está usando maquillaje, ¿no? ¿Por qué su
madre le permite eso?
Jungkook suspiró.
-A ella no le importa. A mí no me importa. Taehyung solo es Taehyung.
-Espero que eso no vaya a desanimar a esos productores -dijo Seung con
desaprobación.
-Ellos no le dicen que deje de maquillarse.
Seung hizo una mueca.
-Hace pensar de determinado modo. ¿Qué crees que opina la gente?
-Taehyung está bien -dijo Jungkook exasperado.
-Qué mal que no haya podido venir esta noche.
-Una jodida lástima.
-Jungkook -dijo Seung con severidad. La camarera apareció con sus
bebidas y Jungkook comenzó a sorber su Coca-Cola-. ¿Taehyung va a estar
bien? También estaba enfermo la última vez que fui a recogerlos.
Jungkook quiso reír. Su hermano no estaba enfermo, solo era bueno
pretendiendo estarlo cuando quería evadirse de algo; y Taehyung no quería
ver a su padre, la noche anterior se había deshecho en lágrimas ante el
pensamiento. Jungkook lo recordó y sus puños se apretaron. Odió a su papá.
-Espero que tu madre no lo esté mimando, lo va a convertir enun chico
enfermizo -dijo Seung. Eso hizo que la sangre de Jungkook hiciera
ebullición, quería golpear a su papá en la cara-. Y… -Seung tosió- ¿Tu
madre está bien?
-Sí, Joon es genial. -Miró a su padre con furia un segundo y luego volvió
la vista hacia abajo.
-¿Y la escuela? -preguntó Seung-. Espero que todo esto de la música no
esté interfiriendo.
Jungkook frunció el ceño.
-No, nada eso.
-Tú y tu hermano se mantienen bien, ¿cierto?
-¿Qué te importa? -murmuró Jungkook.
-Jungkook -dijo Seung con dureza-. Soy tu padre y me importa.
Jungkook no le creía, pero no quería pelear. Bueno, en sí, sí quería
hacerlo.
-Si te importara, nos verías más seguido. -Jungkook no quería ver a su
padre pero sabía que no conseguiría nada diciendo eso.
-Estoy muy ocupado con el trabajo -dijo Seung.
-Sí, está bien. -La mesera apareció, esta vez con su comida. Jungkook
apartó su hamburguesa.
-Estás muy delgado, necesitas comer -inquirió Seung antes de darle una
gran mordida de su sándwich, mirando a su hijo molesto como un animal.
Jungkook tomó una papa frita y miró su plato. Solo una hora o un poco
más y podría ir a casa, a casa donde estaba Taehyung. Sonrió un poco.
-Tu madre me dijo que estás saliendo con una chica bonita.
Jungkook gruñó.
-¿Por qué te dijo eso?
-Me gusta saber esa clase de cosas.
-Sí, lo estoy haciendo -dijo Jungkook sin expresión-. Ella es linda.
-¿Nombre?
-Jisoo.
Seung asintió.
-¿Cuánto tiempo estás saliendo con ella?
-Cerca de un mes. -Jungkook agarró un par de papas para comerlas y
luego tomó un largo trago de su gaseosa-. Es bonita -dijo con la boca llena.
Seung sonrió.
-¿Y Taehyung? Tu madre mencionó algo de que también estaba con una
chica, pero honestamente, no puedo creerle.
-¿Por qué?
-Porque tu hermano… no es como tú -aclaró Seung, comiendo el último
pedazo de su hamburguesa. Se limpió la boca con una servilleta-. No es…
bueno, tú sabes. -Rió con discreción.
-No. -Jungkook le dio a su padre una mirada significativa-. ¿Ya estamos
listos para irnos?
-Apenas has tocado tu comida -dijo él luciendo un poco decepcionado-.
¿No quieres postre? Puedes pedir lo que quieras.
-No.
-Bueno, yo sí quiero. -Seung bajó su servilleta-. Si no te importa.
Jungkook se encogió de hombros, pateando con fuerza la silla.
-Quizá sepas -dijo Seung, dándole una mirada de advertencia a su hijo-
que al menos podrías intentar pasarla bien, o siquiera pretender que te
diviertes, por mí.
Jungkook no pudo detenerse: -Y tú podrías fingir ser un buen padre.
Los ojos de Seung ardieron en furia y Jungkook tuvo la impresión de que
iba a levantarse y darle una bofetada; sin embargo, su padre sacó su
billetera y puso unos billetes en la mesa.
-Voy al baño, ve a la camioneta. -se levantó y dejó solo a Jungkook.
Jungkook sintió algo parecido a la satisfacción. Si su padre había
pensando que podía salir y entrar de sus vidas cuando quisiera, estaba
equivocado. Él lo odiaba, odiaba la forma en la que hablaba con Taehyung,
la forma en la que hablaba de Taehyung; había dejado en claro que pensaba
que su hermano era raro y que su favorito era él.
Y odiaba la forma en la que hablaba a su madre, tan fría y
condescendientemente.
Se levantó, todavía tenso por la conversación con su padre y salió del
restaurante. Pateó una llanta de la vieja camioneta.
-Imbécil -murmuró antes de entrar al auto.
Unos minutos después Seung entró al vehículo, prendiendo la radio y
poniendo el volumen en alto para no tener que hablar con su hijo.
Normalmente hubiera sido preferible, pero Jungkook tenía algo en la cabeza
y quería expresársela a su padre, así que bajó un poco el volumen mientras
entraban a la pista.
-Taehyung se ha perforado la lengua -dijo Jungkook con voz normal, y
vio como su padre apretaba las manos en el timón.
-¿Qué?
-Sip, se ve realmente bien, incluso mejor que el de la ceja.
-¿En serio? -Jungkook asintió.
-Mamá piensa lo mismo.
-¿Tu madre?
-Sí. Supongo que no viste a Taehyung por la televisión.
-Eso fue humillante -respondió en un susurro que el chico fue capaz de
escuchar.
-¿Ah sí? -Jungkook se tensó en su asiento- ¿Humillante para quién?
¿Para ti? ¿Para Taehyung?
Seung miró molesto a su hijo por un segundo.
-No podía creerlo, ¿y ahora un piercing en la lengua?
-Él va a ser una estrella.
-Sí, claro, va a serlo. -Seung lanzó una carcajada amarga. Jungkook miró
fijamente la carretera.
-Yep.
-Tu hermano -dijo, moviendo un poco la cabeza-, no ha cambiado nada.
El maquillaje… el cabello, la ropa… Nunca pensé que iba a tener una puta
marica por hijo.
Jungkook sintió el enojo correr por sus venas y vio con ojos furiosos a su
padre.
-Retráctate.
-Cálmate, Jungkook.
-Taehyung no está enfermo -contestó-. Solo que no quería verte… de
nuevo. -Seung no respondió, sino que subió el volumen de la radio y se
concentró en la carretera. Jungkook quería seguir molestándolo, estaba tan
jodidamente furioso-. ¿Y qué si Taehyung es gay? -cuestionó alzando su
voz sobre la música-. Eso no está mal.
Su progenitor ni siquiera le miró.
-Tu hermano no es gay, es solo una etapa.
Jungkook no sabía si Taehyung era gay, o no, y realmente no le
importaba. Claro que juntos habían hecho cosas que podrían considerarse
homosexuales, pero él no pensaba así de Taehyung o de sí mismo. Sin
embargo, estaba molesto porque su padre pensaba que había algo malo en
eso.
-Lo llamaste marica.
-No me hables así -gruñó Seung-. No me tienes respeto.
-Y tú eres una mierda -dijo Jungkook-. No te atrevas a hablar de
Taehyung así nunca más.
Seung apretó los dientes; Jungkook jamás lo había visto tan molesto. La
camioneta llegó cerca de la casa, pero en vez de seguir manejando, se
estacionó en un parque.
-Voy a hablar con tu madre cuando lleguemos y tú no vas a usar ese
lenguaje -ladró el mayor-. ¿Entiendes?
-No -contraatacó Jungkook-. Estoy harto de escucharte, es jodidamente
exasperante. Lo único que haces es criticar, criticarme a mí, a Taehyung, a
mamá. ¡No eres bienvenido!
-¡Soy tu padre! -gritó Seung.
-Entonces, ¿cuándo has estado ahí para hacer ese papel? -gritó de vuelta
Jungkook- No le digas a Taehyung nunca más marica, ni siquiera te atrevas
a hablar con él. ¡No quiere ni verte!
La cara de Seung se puso roja y levantó su mano, como si intentara
golpear a su propio hijo. Jungkook se encogió hacia atrás haciendo una
mueca de dolor ante lo que nunca pasó, y de inmediato, Seung, pálido,
detuvo su mano.
Jungkook abrió la puerta y salió del carro.
-¡Déjanos en paz! -gritó y dio un portazo antes de correr. Estaba
temblando, sudando y casi llorando. Nunca había estado tan molesto.
Cuando llegó dentro de la casa, se detuvo en el vestíbulo para dar un par
de profundas aspiraciones. Se dio una mirada en el espejo que su madre
había colgado hacía unos años atrás y frotó sus mejillas un poco que
estaban rojas. Sus ojos estaban brillosos, pero… no podía llorar por su
padre, había estado cerca de hacerlo muchas veces, sin embargo, no lo
había hecho porque Taehyung sí…
En el momento en que se recompuso, se quitó el abrigo y lo dejó en el
piso. Su madre lo mataría pero realmente no le importaba.
-Ya estoy en casa -dijo para sí mismo. No estaba seguro de querer llamar
la atención aún.
-¿Jungkook? -La cabeza de Taehyung apareció desde la sala; apenas vio a
su hermano frunció el ceño- ¿Qué está mal? ¿Qué pasó?
-Vamos a arriba -dijo Jungkook caminando hacia su habitación.
Taehyung le pisaba los talones-. ¿Mamá está en casa?
-Sí -respondió Taehyung-, pero está en su estudio.
-Bueno.
Taehyung agarró la mano de su hermano y ambos desaparecieron camino
al cuarto de Jungkook. Cuando llegaron Taehyung cerró la puerta y su
hermano golpeó la cama tan fuerte como pudo.
-¿Qué pasó? -preguntó echándose en la cama.
-Papá… Tú sabes, papá es papá. Un imbécil. -Jungkook dejó salir un
suspiro profundo-. No puedo verlo nunca más.
-Lamento no haber ido.
-No. -Tomó la cara de Taehyung en sus manos y besó una de sus
mejillas-. No, no quiero que lo veas nunca más, él no merece verte.
-¿Que?
-¿Qué? -preguntó Taehyung ladeando su cabeza, confuso- ¿Tan mal te
fue? -Jungkook se apartó de su hermano y se encogió de hombros,
contestando con una afirmación-. Jisoo te llamó -comentó de pronto, en
tono aburrido-. Le dije que lo hiciera de vuelta más tarde. -Jungkook
gruñó-. No tienes que llamarla…
-Tal vez sí. Ella se molesta conmigo todo el tiempo -respondió, y miró a
su hermano, suspirando-. Le grité a papá, y mucho.
Taehyung frunció el ceño.
-¿Qué dijo esta vez? -No podía contarle a su hermano lo que su padre
había estado diciendo… nunca.
-Ya sabes, las mismas cosas. Piensa que soy un buscador de problemas, y
por supuesto, tú eres su favorito. -Taehyung hizo un gesto y Jungkook se
sentó a su lado-, y estaba muy interesado en todo el asunto de la novia.
-Odio a tu novia -dijo su gemelo de repente-. No la llames. -Jungkook
sonrió de lado.
-Quizá lo haga. Espero que papá no venga por nosotros de nuevo, no
pienso salir con él.
-La próxima vez voy a ir -contestó Taehyung con valentía.
-No -dijo Jungkook firmemente-. No te dejaré. -El menor frunció el ceño,
de nuevo.
-No llames a Jisoo, ella es una pérdida de tiempo.
-¿Y si termina conmigo? -Taehyung sonrió ampliamente-. Está bien. –
Jungkook rió dándole un codazo a su hermano. Se sentía mucho mejor-.
Pero uno de los dos tiene que tener una novia.
-Ups -susurró Taehyung tímidamente.
Jungkook lo jaló y lo abrazó con fuerza. Taehyung se puso encima de su
regazo, atrapando con sus piernas sus caderas. Sus labios se encontraron y
silenciosamente se mecieron juntos, disfrutando del beso. Cuando se
apartaron, se quedó viendo los labios de su hermano, pensando en alguien
más besándolos, y se estremeció.
-¿Jungkook?
-¿Hm?
-Necesito decirte algo -dijo Taehyung con algo de incertidumbre en los
ojos.
El estómago de Jungkook se retorció un poco, odiaba cuando le ocultaba
cosas porque normalmente eran la clase de cosas que le rompían el corazón,
como la vez que su hermano finalmente admitió que era golpeado por unos
matones de la escuela; Jungkook se había puesto tan furioso consigo mismo
por no enterarse antes que el día siguiente había ido directamente hacia los
chicos mayores para tratar de de pegarles. Al final quien resultó dañado fue
él.
-¿Qué es? -preguntó- ¿Alguien te ha herido? -Taehyung negó con la
cabeza.
-No, uh. Um. Te vas a molestar. -Jungkook alzó una ceja.
-¿Le hiciste algo a mi guitarra?
Taehyung escondió el rostro en el cuello de su gemelo.
-Peor. -No podía imaginar algo peor-. Besé a Nayeon. -Jungkook se
quedó en silencio. Taehyung se alejó del cuello de su hermano y le miró con
los ojos muy abiertos-. ¿Estás molesto conmigo? Lo siento, lo siento.
-Taehyung -llamó, tratando de mantener una expresión normal-. No
puedo creer que… hayas hecho eso.
-Lo hice -contestó el otro con voz baja.
Jungkook movió la cabeza y se inclinó hacia atrás, apoyando la cabeza en
la palma de sus manos.
-Bueno… -Taehyung mordió su labio. Jungkook sonrió-. También lo
hice, besé a Jisoo.
-Lo sé -dijo Taehyung dándole un golpe a su hermano en el hombro-. Te
vi después de la escuela, así que besé a Nayeon para, ya sabes, ponerte
celoso o algo así.
-¿Querías ponerme celoso? -Comenzó a reír y Taehyung suspiró
ruidosamente.
-Besaste a alguien.
-Lo sé -dijo Jungkook, con suavidad-. Lo siento.
-Odio eso.
-Solo quería saber si era diferente -explicó-, diferente de… besarte a ti.
Taehyung cruzó los brazos.
-¿Y?
Jungkook se adelantó y besó a Taehyung con una fuerza que no había
empleado en un tiempo. Taehyung perdió el aliento y se puso contra su
hermano, atrapando con sus brazos su cuello y arqueándose contra él, sus
crecientes excitaciones friccionándose juntas. Taehyung jadeó por aire y se
separó, sus labios estaban hinchados y húmedos.
-Claro que fue diferente -dijo Jungkook tocando los labios de Taehyung-,
fue un asco a comparación de ti.
-Estás mintiendo -afirmó el menor con una pequeña sonrisa.
-De ninguna manera. Ella ni siquiera sabía que hacer con su lengua, no
como tú.
La sonrisa de Taehyung se amplió.
-¿Entonces ahora podemos dejar de besar chicas?
-Si me dejas besarte más seguido -contestó Jungkook dejando suaves
besos en la garganta de su hermano.
-No podemos, ni siquiera deberíamos hacerlo ahora -se quejó Taehyung-.
Mamá.
-Sí, pero… -Jungkook sabía que estaban arriesgándose al besarse antes
de la hora de dormir, pero no podía evitarlo, después de la visita de su padre
estaba todo molesto y necesitaba a Taehyung-. ¿Puedo besarte un poquito
más?
Taehyung ya estaba sonrojado.
-"Un poquito" más siempre se torna "un poco mucho".
-Esta noche no será así, lo prometo… ¿Sí? ¿Por favor? Por lo de papá
estoy algo inquieto -pidió haciendo un ligero puchero. Jungkook juntó sus
labios.
-Pobre Kookie.
-Chicos -llamó Somin-. Vengan a recoger su ropa lavada.
-Mierda -murmuró Jungko contra los labios del otro. Ambos sonrieron y
Taehyung se quitó del regazo de su hermano.
-Pobre mamá, tiene que lavar tus asquerosas sábanas -canturreó
Taehyung. Jungkook hizo un gesto.
-Hey, Taehyung. Como si las tuyas estuvieran mejor. -Taehyung se giró.
-Las mías apenas han sido usadas.
Jungkook le robó un beso más y entonces bajaron las escaleras.
-Así que fuimos a ver una película, ¿no? Pagué por ella, compré las
frituras y todo. Al final gasté, no sé, todo mi dinero, pero creo que valió la
pena.
-¿Ah sí? -Jungkook puso las manos en sus bolsillos, temblando. Estaban
regresando a casa, luego de pasear por la ciudad un sábado por la mañana.
Taehyung estaba apretando un vaso de chocolate caliente a través de sus
dedos enguantados.
-Sí. Entramos al cine y ella se sentó, me puse a su lado y me dirigió una
mirada muy rara -siguió contando Minjae-. Me quedé como, '¿Qué?'
-¿Chica equivocada? -preguntó Taehyung.
-No sé como pasó -asintió el rubio, riendo-, pero sí, no era ella, sino una
chica rubia.
-¿Cómo tuviste tiempo suficiente de "perder" a una chica como ésa? -
cuestionó Jungkook.
-No tengo ni idea. Mi cita estaba muy molesta y se fue. La otra chica no
estaba muy contenta conmigo tampoco… y tampoco su novio.
Los tres se rieron ruidosamente. Taehyung tomó un sorbo largo de su
bebida caliente, castañeando lo dientes por el frío.
-Nunca haré eso -dijo.
-Tal vez yo sí -intervino Jungkook, encogiendo los hombros-, a veces
lucen iguales.
-La tuya no -dijo Minjae-. Jisoo está… buena.
-Gracias -contestó Jungkook, sintiéndose extrañamente un poco
orgulloso. T6 estrechó los ojos.
-Qué lástima lo de Nayeon -le dijo Minjae a Taehyung-. Te dejó botado.
-No la llamé lo suficiente -dijo el menor de los hermanos, quitándole
importancia.
-Algunas chicas son tan exigentes. -Minjae suspiró, viendo el vapor-.
Entonces, ¿está disponible?
-Adelante -dijo Taehyung con tono aburrido.
-Estás loco -contestó el mejor amigo de los hermanos-. Jesús.
-Tengo el ojo puesto en alguien más -replicó Taehyung-, en alguien
mejor. -Le dirigió una mirada a Jungkook y sonrió con suavidad.
-Sí, te mereces algo mejor -fue el comentario de Jungkook
Jungkook acariciaba con su mano el cabello de Taehyung una y otra vez,
viendo por entre sus dedos el movimiento de la boca de su hermano sobre
él. La boca de Taehyung iba medio en broma, medio en serio, estaba
encorvado sobre Jungkook, lamiéndole, haciéndolo solo por Jungkook, y
éste estaba jodidamente agradecido por eso.
Taehyung se había vuelto muy bueno en eso, pensó Jungkook, tan bueno
que podía tragárselo un poco y hacer que los dedos de sus pies se
encogieran y sus ojos rodaran en su cabeza. Y también su hermano amaba
hacerle eso. Taehyung amaba hacerle sentir de ese modo, amaba tener el
poder, ya que usualmente era Jungkook quién tenía control cuando estaban
intimando. Sin embargo, en otro momento hubiera renunciado "al poder" si
eso significaba que Jungkook le diese atención en esa manera.
Taehyung aspiró el sexo de Jungkook, muy profundo en su boca, casi
logran que tocara su garganta. Sentía el agarre en su cabello, jalando, y
sonrió, arrastrando con delicadeza sus dientes por la dureza sensible.
Jungkook gimió y se deslizó hacia abajo, empujando la cabeza hacia atrás y
acariciando detrás de las orejas de Taehyung, quién jadeó haciendo que su
aliento caliente tocara el miembro de su hermano.
-Taehyung… sigue… sigue haciendo eso -ordenó Jungkook con un ojo
abierto y echándole un vistazo a la cabeza que ascendía y descendía de
Taehyung.
Taehyung envolvía con su boca a su hermano, que comenzaba a liberar
cierta humedad y un sorprendente sabor. Amaba tomar a Jungkook
y tragárselo, en todo aspecto.
Taehyung se arrodilló y puso dos manos en la base del miembro de
Jungkook, absorbiendo con más fuerza. Siempre guardaba ese truco para
ponerlo al borde, pero esa noche él estaba dando buena batalla. Jungkook
deslizó sus manos hacia la cara de su gemelo, sus pulgares presionándose
contra la mandíbula de Taehyung.
-Oh -gimió Jungkook ruidosamente.
El menor le dirigió una mirada con brusquedad. Sus dos padres estaban
en casa, en el primer piso. Taehyung movió un poco la cabeza, sonriendo,
advirtiéndole a su hermano con los ojos para que no hiciera ruido. Jungkook
ondeó sus caderas y dejó caer su cabeza hacia atrás, tratando con toda su
voluntad de no eyacular. No quería correrse todavía, se sentía tan bien y a
salvo.
Jadeó suave entre sus dientes y movió las caderas un poco más,
permitiéndose entrar más en la caliente boca de taehyung, quién lo tomó,
aunque, como Jungkook sabía, debía de ser difícil por lo mucho que se
estaba moviendo. Y entonces sintió sus testículos encogerse y su estómago
retorcerse. Iba a venirse y no había nada que pudiera evitarlo. La sensación
sería incontrolable, un par más de lamidas y todo habría terminado.
Jungkook suspiró y su estómago volvió a revolverse, sin embargo, de
repente, eso no fue suficiente.
Su corazón dolió y miró hacia Taehyung, obedientemente lamiéndole,
besándole con suavidad, estimulándole sonidos y no pudo evitar el de
apartar a su hermano de su sexo.
-Detente -dijo mientras intentaba lamerle de nuevo.
-¿Qué…? ¿Qué? -Taehyung lucía confuso y un poco sonrojado- ¿Hice
algo mal?
-Taehyung. -Jungkook lo empujó y gateó hasta ponerse encima de él,
abrazándole-. Quiero… tener sexo contigo.
Taehyung tragó saliva.
-¿Qué?
-Sí, quiero tener sexo contigo -afirmó Jungkook de nuevo, esta vez con
más confianza-. Simplemente lo decidí.
-¿Sexo de películas -preguntó Taehyung con cuidado- o sexo real?
-Sexo real… Yo dentro de ti. -El menor de los Jeon miró fija e
inexpresivamente a su hermano.
-Pensé que estábamos teniendo sexo… tanto como podíamos, claro.
Jungkook negó con la cabeza.
-Creo que sé de otra forma… una mejor.
-¿Cómo?
Taehyung estaba mirando a Jungkook como si estuviera loco. No podía ni
imaginarse el significado de lo que su hermano estaba diciendo. Jungkook
se inclinó sobre él y puso su mano en su espalda.
-Voy a enseñarte, no te asustes.
-Está bien. -Taehyung sintió a Jungkook acariciarle la espalda,
recorriendo con tranquilidad su espina dorsal; arqueó su espalda, tratando
de entender lo que estaba haciendo. Los dedos de su hermano bailaron
alrededor de su trasero y entonces, con delicadeza introdujo sus dedos-.
¿Jungkook?
-Aquí -susurró Jungkook tocando el esfínter de Taehyung-, aquí. ¿Está
bien?
Los ojos de Taehyung se abrieron en toda su capacidad y se retrocedió un
poco.
-¿Quieres ponerlo… ahí?
-Eso sería sexo -contestó Jungkook con simpleza-. Así es como nosotros
tenemos sexo.
-A ese punto voy -dijo Taehyung, sintiéndose muy confundido-. No
quiero que tu pene vaya ahí.
-¿Taehyung? -dijo Jungkook suavemente- ¿Por qué no?
-No te va a gustar -contestó Taehyung con preocupación en su voz-. No
te gustaré, soy asqueroso. -Jungkook suspiró y acarició a su hermano con
suavidad.
-Nunca he pensado que eres asqueroso. Creo que… que sería muy
excitante.
-¿Por qué? -Taehyung se ruborizó. Jungkook dejó que su dedo tocara ahí,
dentro a Taehyung, sintiendo un movimiento nervioso bajo el cuidadoso
toque.
-Estará muy apretado.
-Jungkook, estás haciendo que me sonroje -dijo Taehyung-. Mucho.
-Voy a ser muy, muy cuidadoso contigo -añadió Jungkook y besó la oreja
de su hermano-. ¿No siempre soy cuidadoso contigo? ¿No siempre te he
cuidado? Y tal vez también te guste.
-¿Estarás en mí? -preguntó Taehyung, mordiendo su labio- ¿Todo
dentro… ahí?
-Sí -contestó-, tan profundo como me dejes.
Taehyung no pudo hacer más que sonreír, su corazón palpitando con las
palabras.
-Te dejaré entrar tan profundo como quieras.
Jungkook lamió la oreja de Taehyung haciendo que éste gimiera.
-¿Cuándo? -preguntó. Su hermano se retorció un poco.
-Aún soy demasiado niño para tener sexo.
-¿Cuánto quieres esperar? -Taehyung tocó la mejilla de Jungkook y le
besó con suavidad.
-Voy a tratar de no hacerte esperar mucho, Jungkook.
Sus labios se juntaron y Jungkook se puso encima de Taehyung, haciendo
que ambos se vinieran sobre las sábanas.
Capítulo 8
• Catorce años •
Somin había calmado la resaca.
-Qué manera de empezar el año nuevo -refunfuñó. Tomó un pequeño
sorbo de su café e intentó que su migraña desapareciera. Joon entró,
arrastrando los pies y con el mismo tipo de gesto adolorido en su cara.
-¿Aguantando ahí? -preguntó él. Se paró detrás de su esposa y masajeó
sus hombros con fuerza.
-Veremos -dijo ella.
-¿Dónde están los chicos?
-Minjae y Taehyung están inconscientes en la sala de estar -contestó
Somin-. Creo que se consiguieron algo de ron. -Joon simplemente rió.
-Son buenos chicos. -Somin se tenso un poco, pero no dijo nada-. ¿Estás
bien? Has estado muy intranquila últimamente, querida.
-Yo solo... ¿No estás preocupado en lo más mínimo por los chicos?
¿Piensas...- respiró profundamente-... que son muy unidos?
-¿Minjae y Taehyung? -Joon acercó una silla- ¿Somin?
-No -contestó. Su corazón latía con fuerza, queriendo decirle acerca de
sus sospechas. ¿Por qué no podía? Él quería tanto a los chicos como si
fueran suyos. Seguramente entendería... o seguramente no lo haría.
Ella no podría soportar si Joon se sintiera asqueado por ellos o si los
mirase diferente.
-Bueno -dijo Somin-, sí. Minjae y Taehyung. ¿Piensas que ellos son...?
Joon se sirvió algo de café, frunciendo el ceño.
-¿Importaría si lo fueran, Somin?
-¡No! Oh no, no -respondió ella-. Por supuesto que no importaría.
Únicamente me preocupo por ellos.
-Jungkook cuidará de Taehyung -afirmó Joon, sonriendo.
- Sé que lo hará. -Somin apretó los labios. El comentario poseía
significados diferentes para cada uno de ellos-. Él también me preocupa.
-Jungkook está bien, puede cuidarse a sí mismo -dijo-. Y nunca dejaría
que nada le pasara a Taehyung.
-Joon... -Somin dejó su taza y se quedó mirando a su esposo-. Si te
dijera...
-¿Qué pasa?
Un fuerte ruido que provenía de arriba se oyó y Somin suspiró. Minjae se
incorporó, a través de la mesa, y apretó su mano.
-Lo siento -dijo ella con suavidad-. Tengo muchas cosas en la mente.
-Voy a llevarte a pasear el fin de semana, ¿está bien? -Terminó su taza de
café y Somin sonrió-. Unas pequeñas vacaciones.
-¿Quién cuidará a los chicos? -quiso saber con fatiga.
-Son lo suficientemente grandes como para quedarse solos -respondió
Joon-. Les pediremos a los vecinos que presten atención por si necesitan
algo.
La migraña de Somin se agravó.
-No lo creo.
-Vamos, será divertido para ellos. Y para nosotros -añadió-. Además,
sabes que pronto estarán por su cuenta.
-Solo...-dijo Somin, trabándose y suspiró-. Maldición, ¿por qué tomamos
tanto anoche? Ya no tenemos treinta años.
-Somin -Joon le acarició la mano y luego apretándola-. Saldremos de
vacaciones, no discutas conmigo.
Recién entonces, Taehyung entró a la cocina. Llevaba puesta todavía la
ropa arrugada de la noche anterior.
-Buenos días -murmuró, sentándose en la mesa y encogiéndose hacia
delante.
-¿Demasiado ron para un niño tan pequeño? -preguntó Joon. El chico
simplemente gruñó.
-¿Eso era ron? -Taehyung frunció el ceño-. ¿Tenemos ron?
-No, Taehyung, no tenemos ron -respondió Joon, sonriendo-. Se lo
bebieron todo.
-Hoseok... -Taehyung se frotó la frente-. Recuerdo pequeñas copas.
-¿Minjae está dormido todavía, cariño?- preguntó Somin. Taehyung se
estiró hacia ella y besó su mejilla-. Feliz año nuevo, corazón.
Taehyung sonrió.
-Sí, todavía está dormido. ¿Dónde está Jungkook?
-Escuché un ruido fuerte arriba -dijo Somin.
-Eso fue lo que me despertó. -Taehyung bostezó, rascándose la cabeza-.
¿Cómo estuvo la fiesta?
-Encantadora -dijo Somin, forzando una sonrisa. Tenía que olvidar sus
sospechas-. Nos divertimos muchísimo.
-Me llevo a tu madre a unas pequeñas vacaciones -le dijo Joon a
Taehyung-. El próximo fin de semana.
-¿Y quién nos va a cuidar? -preguntó Taehyung, con cuidado.
- Nadie -contestó Joon-. Tu hermano y tú cuidarán la casa.
-¿De verdad? -Los ojos de Taehyung se agrandaron-. ¿Por...tres días?
¿Seremos solo nosotros?
-Estoy segura de que podría arreglar para que vengan tus abuelos -
intervino Somin.
-De ninguna manera -dijo Taehyung, con una sonrisa de oreja a oreja-.
Mierda, eso es genial.
-Cuidado con las palabrotas. -Joon le dio unas palmaditas en el hombro a
Taehyung.
-Nada de fiestas alocadas. -Taehyung rodó los ojos.
Somin sintió que su estómago se hundía. Ella no quería dejar a Jungkook
y Taehyung solos por todo un fin de semana. Le daba una sensación de
temor. No le preocupaba qué le pudieran hacer a la casa, pero sí pudieran
hacerse... uno al otro.
Tomó un largo sorbo de su café y trató de alejar esos pensamientos de su
mente.
-Estarán viviendo en la ciudad pronto, de todas formas -dijo Joon, con un
tono de orgullo en su voz.
-Eso espero -dijo Taehyung-. Mamá, ¿me harías unas tostadas?
Somin no estaba escuchando, estaba sumergida en su propia mente. No
podría cuidarlos para siempre, sabía eso. Con el contrato para grabar
estarían más tiempo lejos, que cerca de ella. Ese pensamiento hacía que su
corazón padeciera.
¿En qué tipo de problemas podrían meterse? Y si estuvieran haciendo lío,
y ella rezaba porque no lo hicieran, se podrían lastimar. Si estaba asustada
de que su propio marido reaccionara mal, ¿cómo reaccionarían los extraños
si lo descubrieran?
-¿Mamá?
Somin despertó.
-¿Tostadas? Eh, sí. Claro, dulzura.
Se levantó, con el temor invadiéndola. Tenía que hacer algo, pero no
sabía qué ni cómo.
-Esta noche -susurró Taehyung, mientras agarraban sus mochilas de los
casilleros. Jungkook gruñó, levantando la suya sobre sus hombros.
-Demasiada jodida tarea.
-Jungkook -se quejó su gemelo, codeándolo-. No vas a hacer tu tarea.
-¿Tú la harás? -le preguntó Jungkook, con seriedad. -Taehyung hizo una
cara.
-¿Cuándo dijeron que se iban mamá y Joon?
-Ehm... después de que llegáramos a casa -respondió Jungkook.
Empezaron a caminar hacia fuera de la escuela, algunas personas
sonriéndole suavemente a Taehyung-. Sí, querían despedirse de nosotros.
-Espero que no se queden demasiado -dijo Taehyung, haciendo
pucheros-. Quiero... hacer cosas.
Jungkook miró alrededor, todavía estaban rodeados de gente.
-Ehm, sí
Taehyung tironeó del codo de su hermano.
-¿No quieres hacer cosas también?
-Sí
Taehyung hizo un sonido de frustración, pinchando el codo de su gemelo.
Jungkook gritó y caminaron más rápido, doblando en el camino hacia casa.
Taehyung pasó su brazo alrededor del de Jungkook y caminó a su lado.
Estaban solos en el camino.
-Esta noche -repitió Taehyung-, quiero hacerlo.
Jungkook casi se ahoga.
-¿De verdad?
-Será bueno esta vez.
-¿Lo será? -Jungkook respiró profundamente, se estaba excitando.
-Síp... será bueno porque me siento realmente listo -contestó Taehyung-,
y podemos hacer ruido.
-¿Quieres hacer ruido? -logró decir Jungkook.
-Siempre quiero hacer ruido, kookie continuó Taehyung, apretando
fuertemente su brazo-. Esta es la primera vez que vamos a estar solos.
-Oh dios, entonces... ¿realmente quieres hacerlo? -preguntó nuevamente-.
No funcionó para ti realmente, ya sabes, la última vez.
No lo habían intentado desde Año Nuevo, de hecho ni siquiera habían
jugueteado desde entonces. Simone los había estado observando muy de
cerca, poniéndole nerviosos.
-Sólo quiero besarte -dijo Jungkook, ruborizándose- Al menos.
-Puedes hacer todo lo que quieras -contestó Taehyung-. Puedes besarme,
y tocarme y tú sabes.
-Oh dios. -Jungkook agachó su cabeza-. Ya estoy duro. ¿Cuándo
podemos? ¿De inmediato?
Taehyung se rió
-¿Realmente eso te excitó?
-Ehm... -Jungkook cubrió su entrepierna con un libro y Taehyung sonrió
abiertamente, quitando el libro. Definitivamente estaba excitado, sus
pantalones estaban un poco abultados-. Taehyung, me siento como un tonto.
-No lo hagas. -Taehyung tironeó del brazo de su hermano,
deteniéndolos-. Me pone duro eso. Que a ti te excite. -Ambos se
sonrojaron-. Mierda, no podemos entrar a casa así.
-Mamá podría volverse un poco loca. ¿Qué pasa con ella últimamente?
Siento como si supiera, pero ¿cómo podría hacerlo?
Taehyung ajustó su mochila.
-Ella entró, ya sabes, justo después. Tal vez está con su período. -
Jungkook hizo una mueca.
-Está bien, con eso se fue mi excitación, gracias.
-Período -repitió Taehyung otra vez, saltando sobre su gemelo.
-Cállate -gruñó Jungkook
Taehyung deslizó su mano hacia la de su hermano, y éste se sintió
incómodo inmediatamente. ¿Qué pasaría si alguien los viera?
A pesar de eso, también la apretó y siguieron caminando.
Cuando llegaron a la casa, se sacaron sus zapatos y tiraron sus mochilas
al piso. Joon estaba sentado en el sofá en la sala de estar, al teléfono,
haciendo reservaciones de hotel.
-¿Dónde está mamá? -preguntó el menor. Joon miró hacia arriba y señaló
hacia la cocina.
Taehyung asintió y Jungkook se extendió en el sofá, prendiendo la
televisión. Sonriendo alegremente, Taehyung se dirigió hacia la cocina.
Somin buscaba su monedero.
-Hola, cariño. ¿Cómo estuvo la escuela?
-Bien. -Taehyung se sentó en una silla y agarró una manzana del medio
de la mesa.
-¿Cuándo se van?
-¿Estás tratando de deshacerte de nosotros?- Somin intentó mantener un
tono suave, pero Taehyung escuchó el chasquido en ello.
-No... -Taehyung tomó un mordisco de la manzana-. Sólo me preguntaba.
-He dejado la cena para ustedes dos. No ordenen pizza todas las noches. -
Escribió algo y se lo entregó a Taehyung-. Aquí está el número del hotel y
los números de nuestros celulares... ¿Piensan invitar a Minjae? ¿Y a los
otros chicos?
-Probablemente no, Jungkook y yo queremos pasar el rato, dormir mucho
-contestó Taehyung con la boca llena.
-¿En sus habitaciones?
Taehyung frunció el entrecejo.
-No sé, capaz nos quedamos en la sala de estar. -Somin asintió
distraídamente y Taehyung la miró con el ceño fruncido-. ¿Qué te pasa
últimamente? -Las cejas de Somin se arrugaron.
-No me pasa nada. Solamente... soy su madre y tiene que haber reglas, de
otra manera todo sería un caos. -Taehyung no pudo contenerse y rió.
-Nunca te preocupaste antes por las reglas. Bueno excepto cuando digo
mierda, puta o algo.
-Modales, Taehyung -advirtió Joon, viniendo desde la sala-. Querida,
mejor nos vámonos.
-Tal vez deberíamos irnos en la mañana -dijo ella, despacio.
-No -dijeron Taehyung y Joon al mismo tiempo y Somin abrió sus ojos.
-Está bien -respondió, manteniendo sus manos arriba-. Sé cuando no soy
bienvenida. - Sonrió un poco y Joon dejó salir una risa.
-No pueden esperar a destrozar la casa, estoy seguro. Quieren hacer lo
que siempre hacen... -La sonrisa de Somin se congeló.
-Desde luego. Vamos.
Taehyung miró, comiendo su manzana, a sus padres mientras se alistaban
para irse. Cuando estaban reunidos frente a la puerta principal con sus
maletas, Jungkook y él se acercaron y les abrazaron.
-Pórtense bien -le dijo Somin a Jungkook seriamente, dándole una
significativa mirada. Jungkook simplemente la abrazó y se encogió de
hombros, mascullando un "Bien". Ella abrazó a Taehyung después-. Cariño,
llámame si algo pasa.
-dios -dijo Taehyung, alejándola-. Estaré bien, Jungkook está aquí.
-Sí- contestó Somin, dejando ir a su hijo-. Bueno... tienen nuestros
números.
-Adiós -corearon los gemelos. Joon recogió el equipaje y sostuvo la
puerta abierta para Somin... y se fueron.
Taehyung y Jungkook se miraron el uno al otro.
-Entonces -dijo Taehyung-. ¿Quieres hacerlo? -Los ojos de Jungkook se
ensancharon.
-¡Tae! No puedes simplemente...
El menor sonrió y se giró, dirigiéndose a las escaleras.
-Estaré arriba... si estás interesado.
Jungkook lo observó irse, mirando fija y silenciosamente la retirada de su
hermano, antes de, súbitamente correr escaleras arriba, siguiéndolo.
Taehyung gritó sorprendido cuando su gemelo le pellizcó el trasero, y
gruñó, saltando hasta el último escalón.
-¡No, Jungkookie! -Le miró burlonamente, y corrió lejos de su hermano.
Éste rió y persiguió a su gemelo hasta su habitación, lo tomó por la cintura
y lo derribó.
- Ríndete Tae - susurró en su oído derecho. Taehyung se retorció y salió
con dificultad de los brazos de su hermano.
-¡Nunca! -gimoteó, y trató de escapar de Jungkook-
Te atrapé - dijo el mayor.
-Eso es lo que tú piensas -le dijo casualmente. Relajó su cuerpo y dejó a
su gemelo sujetarlo, meneándose sobre sus piernas. Jungkook cerró sus ojos
y suspiró-. O tal vez estoy cansado.
-Jungkook, no lo estás.
-Ha sido un día muy largo... -Taehyung apartó la vista de su hermano,
pellizcando sus hombros y codos, y Jungkook esbozó una sonrisa.
-Jungkookie...-lloriqueó su gemelo.
-Mm. -Taehyung plantó un beso sobre los labios de Jungkook haciendo
que abriera los ojos.
-La casa es nuestra -le susurró Taehyung.
-Mamá lucía tan molesta por dejarnos solos, no me sorprendería si al
final envía una jodida niñera.
-Joon no le dejará.
Jungkook tiró a su hermano cerca de él y lo apretujó, besando su cuello.
-Tal vez la abuela.
-¿Tal vez la abuela qué? -pregunto Taehyung haciendo un puchero.
- Tal vez mamá la enviará a ella.
-Ella no enviará a nadie -dijo Taehyung, empujando la nariz de Jungkook
con su largo dedo-. Estamos solos, todo el fin de semana y podemos
hacer cualquier cosa que queramos.
- Mmm -tarareó-. ¿Sabes lo que quiero? -Taehyung le sonrió
abiertamente, moviendo su cadera contra Jungkook.
-Creo que sí...
-Quiero...- los ojos de Jungkook se cerraron lentamente-. Una siesta.
-¡Jungkook!
Jungkook fingió roncar y Taehyung le tapó la nariz apretándosela y
mirándole ahogarse un poco. Jungkook se sacó a su hermano de encima,
ambos riéndose.
-Si estuviésemos solos -dijo Jungkook, moviéndose sobre Taehyung-. Me
gustaría jugar un poco.
-¿Jugar? -Jungkook sonrió
-Sí, quiero jugar contigo antes de... tú sabes.
El estómago de Taehyung se estremeció. Nunca habían sido capaces de
jugar, realmente jugar, antes. Siempre habían tenido que ser tan cuidadosos,
constantemente tenían que estar vigilando por si alguien pudiera atraparlos.
Su madre siempre estaba en casa.
Taehyung dejó salir un fuerte gemido, porque podía, y pateó la puerta
abierta
-Ni siquiera tenemos que tener cuidado.
-Lo sé -le dijo Jungkook, moviéndose suavemente encima de él-.
Podríamos hacerlo en cada jodida habitación, si quisiéramos.
-¿Incluso en la de mamá? -preguntó Taehyung. Sus ojos se ensancharon.
-Bueno, tal vez no en todas las habitaciones -respondió, haciendo una
mueca-. Pero, tú sabes, la mayoría.
Taehyung tomó el lóbulo de la oreja de su hermano y lo chupó un poco
entre sus labios y silbó cuando la erección de Jungkook, aún cubierta, se
arrastró a través de su ingle.
-Joder, Jungkook, joder.
-Sé lo que hay en tu mente -dijo Jungkook, presionando tan duro contra
Taehyung que ambos apretaron sus dientes-. Sin embargo, tenemos que
esperar.
- ¿Por qué?
-No sé... Tenemos todo el fin de semana -afirmó Jungkook, tirando hacia
atrás-. Tal vez te canses de hacerlo. Tal vez no seas capaz de soportarlo. -
Taehyung estrechó sus ojos
-Tal vez tú seas el que sea capaz. -Jungkook se rió, sintiéndose arrogante
-No soy el que está abajo. -El menor gruñó y dominó a su hermano,
sujetándolo contra el piso otra vez
-Retráctate. -Jungkook sacudió la cabeza.
-Bien -le contestó, rodando fuera y yendo hacia la cama-. Creo que haré
esto solo.
-¿Qué?
Taehyung sonrió dulcemente, recostándose sobre el colchón y
desabotonando sus jeans. Deslizó lentamente una mano dentro y gimoteó,
tocándose él mismo. Jungkook lo observaba fijamente desde el suelo, su
boca abierta hasta el suelo.
-¿Tú solo vas a hacer eso?- le preguntó Jungkook.
-Oh... mm... sí -respondió, cerrando sus ojos. Ahora él era quien estaba
jugando.
-Taehyung, simplemente no puedes... -Taehyung obviamente podía,
gimió más fuerte-. ¡Taehyung!- Jungkook avanzó lentamente hacia la cama
y agarró la muñeca de su gemelo.
-¿Vas a hacerlo? -preguntó con los ojos muy abiertos. Movió sus caderas
hacia arriba y Jungkook sintió su erección.
-Sí -contestó casi gruñendo. De repente sentía la necesidad de devorar a
Taehyung, tomarlo todo-. Voy a hacerlo. -Se inclinó hacia abajo y abrió su
boca sobre la barbilla de su hermano, succionando la piel. Taehyung gimió
y se retorció bajo él. Eso hizo doler el miembro de Jungkook, el saber que
tenía el control, al menos, cuando tenía a Taehyung debajo suyo.
-¿Vas a follarme?
-No -respondió. Presionó con más fuerza a Taehyung, gimiendo, y
arrastrando sus caderas a través de la ingle de su gemelo-. No ahora.
-¿Por qué no ahora? -Taehyung dijo haciendo un puchero, ensanchando
sus ojos-. ¿No quieres? -Jungkook gruñó. Por supuesto que quería, había
esperado mucho por eso.
-Tal vez- mintió-. Tal vez, no lo sé.
-¿No lo sabes? -Taehyung se escabulló fuera del agarre y se puso de pie,
abrochando sus jeans-. ¿Jungkook?
Jungkook se encogió de hombros y miró hacia otro lado, haciendo un
gran esfuerzo.
-No es tan bueno... -Taehyung guardó silencio. Jungkook esperó que
reaccionara, que hiciera algo, pero todo lo que escuchó fue un suave
sollozo. Jungkook giró y vio a Taehyung mirar fijamente en el piso, con los
ojos y la nariz roja-. ¿Tae?
-Olvídalo -murmuró el menor, pasando una mano por su cara y
volteándose-. Olvídalo.
Jungkook suspiró en voz alta y se levantó, caminando hacia su gemelo.
-¡Taehyung, por supuesto que no lo dije en serio!
-Acabas de decirlo.
Jungkook estaba a punto de decir algo, pero el timbre sonó escaleras
abajo. Alguien estaba en la puerta.
-Mierda- se quejó-. Taehyung, yo...
-Voy a ver quién es -le cortó. Dio media vuelta y abandonó la habitación.
Jungkook se pateó mentalmente por lo que había dicho y lo observó irse.
Entonces se pateó físicamente.
Acababa de perder con Taehyung, por supuesto. Lo que habían
compartido era tan importante para Jungkook que eso le hizo doler el
estómago. El sexo había sido asombroso, en los breves encuentros que
habían tenido. Sólo recordarlos le hacía volverse loco, especialmente
durante las noches cuando estaba a solas y Taehyung estaba únicamente a
una habitación de la suya. Estaba cansado de masturbarse, quería otro
intento con Taehyung y ahora sentía que lo había arruinado.
Suspiró y caminó escaleras abajo, encontrando a Minjae y a Taehyung
charlando en la cocina. Jungkook gimoteó por dentro, Minjae se quedaría
toda la noche y no tendría posibilidades de pedir perdón, ni hacerlo con
Taehyung.
Sentía que había muchas cosas que hacer. La próxima vez que tuvieran
sexo tenía que ser perfecto. Jungkook tenía que hacerlo perfecto.
-Oye -le dijo Minjae cuando vio a Jungkook. El rubio sonreía, sus
mejillas encontrándose rosadas por el frío exterior-. Mierda, ¿puedo
quedarme todo el fin de semana? ¡No puedo creer su suerte!
-Por supuesto que puedes quedarte -contestó Taehyung, dulcemente-.
Será tan divertido. -Jungkook gruñó y ambos chicos le miraron.
-Bueno, mamá no dijo que podría haber más personas...
-Estaba bromeando, de todos modos -le dijo Minjae, riendo-. No hay
problema. Mi mamá todavía esta bastante enojada porque llegué a casa con
resaca en Año Nuevo, por lo que probablemente enloquecería si sabe que
estaba aquí.
-Eso apesta -le dijo Taehyung, comprensivamente- Desearía que pudieras
quedarte.
-Puedo esta noche, al menos por un rato - informó Minjae, alegremente-.
He traído algunas películas y mi mamá me dio mesada hoy, deberíamos
pedir pizza.
Jungkook hizo una cara. Taehyung estaba actuando de manera demasiado
entusiasta por la presencia de Minjae.. sabía que estaba siendo castigado.
-Estoy algo cansado -intervino, fingiendo un bostezo-. Ha sido un día
largo, probablemente me iré a dormir pronto o algo.
-Bebé -le dijo su gemelo cruelmente-. Sólo vete a dormir ahora.
-Vete a la mierda -le respondió Jungkook. Se sentía irritado, Taehyung
estaba muy sensible.
Minjae se puso de pie, aclarando su garganta.
-Sí, vamos a ver la televisión en la habitación de tus padres, ahí tienen los
canales interesantes.
-Podemos acampar allí durante los próximos tres días- dijo Taehyung-
Mientras Jungkook duerme.
-Ugh. -Jungkook tornó sus ojos y se alejó.
Subió a su habitación, sacudiendo la cabeza todo el camino. ¿Cómo se le
jodieron tanto las cosas? Sabía que Taehyung no hablaba totalmente en
serio acerca de la estadía de Minjae, pero Jungkook había herido los
sentimientos de su hermano.
-Que estúpido -murmuró. Se sentó sobre su cama y suspiró.
Su gemelo debería estar con él y él debería estar sobre Taehyung,
besando, tocando... algo.
En lugar de ello, estaba solo y su hermano se encontraba escaleras abajo
con Minjae.
-Perfecto.
Jungkook se dejó caer sobre la cama y cerró los ojos, cayendo en un
inestable sueño.
Taehyung estaba balanceándose en la punta de la cama, comiendo un
pedazo de pizza y viendo una película de la televisión. Minjae estaba junto
a él, sonriendo.
-Creo que vi algo -dijo Minjae, apuntando a la televisión con su rebanada
de pizza-. ¡Oh, sí! ¡esta vivo!
-Eres patético -le dijo Taehyung, haciendo un gesto-. No puedo creer que
haya estado viendo esto... ¿casi dos horas? ¿Han sido realmente dos horas?
-Minjae se encogió de hombros, con la boca llena.
-Minjae, tienes que irte -dijo Taehyung, sin rodeos-. Mamá dijo que no
podía haber nadie más.
-No soy nadie -protestó su amigo.
-Sí, pero... sea quien sea -contestó Taehyung-. Mamá ha estado loca
últimamente, tengo miedo de que ella se entere. Sigue enojada por lo de
Año Nuevo.
-Oh -dijo Minjae, asintiendo. Se levantó, dejando su plato en el sofá-. Sí,
mi mamá, también. Mierda, sí, debo irme.
Taehyung llevó a su amigo hasta la puerta y dijo adiós, sonriendo.
No había escuchado ni un ruido de Jungkook en todo el tiempo que
estuvo Minjae se preguntó si él había caído dormido.
-Es hora de despertarlo -anunció Taehyung. El comentario de Jungkook
le había molestado, pero sabía que su hermano estaba molestando. Sólo
Taehyung sabía cuan fuerte Jungkook se venía estando dentro de él.
Estaba sorprendido de que Jungkook se hubiera rendido cuando Minjae
llegó, que no hubiera peleado. Taehyung podía imaginarse qué tan frustrado
debía sentirse Jungkook con toda la situación.
Subió las escaleras y tomó una pausa justo frente a la puerta de su
hermano. Tragó aire respirando profundamente, tranquilizándose; Jungkook
no había intentado nada, él sólo estaba bromeando.
-¿Kookie? -dijo suavemente, empujando la puerta abierta y caminando
hacia dentro. Jungkook estaba desparramado en la cama, a lo largo de las
sábanas, roncando ligeramente. Taehyung sonrió y avanzó lentamente sobre
él, apretando sus hombros- Kookie
-susurró.
-¿Qué...? -Jungkook se encogió. -Taehyung arrugó la nariz y frotó su
mejilla contra el cuello de Jungkook.
-Despierta, ya eché a Minjae. -Jungkook frotó sus ojos. No sabía qué
hora era, no sabía ni qué día era.
-¿Él está aquí?
-Ya no.
-Ungh. -Jungkook rodó, tirando a Taehyung sobre su pecho. Taehyung
besó la barbilla de Jungkook-. ¿No estás enojado conmigo?
-No -respondió Taehyung-. Solo eres un estúpido.
-Que mal por ti. -Rió Jungkook.
-No podía estar molesto con nuestro primer fin de semana solos. -
Taehyung le sonrió abiertamente.
- Estás excitado, ¿no? -Jungkook le acarició con sus manos, trazando y
jugando con el cinturón de los pantalones de su hermano.
- Quizá -susurró Taehyung sonrojado, retorciéndose contra el cuerpo de
su gemelo.
-¿Quieres pasar el tiempo...? -Jungkook podía sentir la erección de
Taehyung contra su estómago.
Taehyung agachó su cabeza hacia adelante y besó suavemente el cuello
de Jungkook.
-Oh sí -dijo, y luego Jungkook se inclinó hasta su boca, capturándola.
Comenzó suave, ligeramente abierto, compartiendo la calidez de sus
bocas. Y luego el beso se profundizó hasta convertirse en uno húmedo y
duro. Jungkook acarició la lengua de Taehyung, rozó sus dientes y lamió el
contorno de sus labios, una y otra vez, hasta que gimió y se removió contra
él.
Se besaron durante largos minutos, excitándose el uno al otro,
contorneándose mutuamente hasta adherirse desesperadamente. Jungkook
forzó a Taehyung a ponerse bajo él y rozando con sus manos por encima del
pequeño y ceñido cuerpo de su gemelo.
-¿Puedo...? -Besó la barbilla de su hermano, su boca y cuello-. ¿Puedo
intentarlo de nuevo?
- Sí -gimoteó Taehyung, asintiendo. Jungkook sonrió y aceleró su paso
por el vientre. Taehyung iba a dejarle intentarlo de nuevo. Tratar de tener
sexo con él de nuevo.
-No hay nadie en casa, no tenemos que tener cuidado -comentó
Jungkook, arqueando sus cejas.
-Ohm dios... -Taehyung dejó salir un fuerte aullido, haciendo luego, una
cara de burla-. Hazlo bien, kookie.
Jungkook asintió, recorriendo el otro cuerpo, tirando de la camiseta con
ambas manos. Taehyung le ayudó, pasando su propia camisa por la cabeza y
lanzándola hacia un costado.
-Mi Jungkookie...- susurró Taehyung. La habitación estaba helada y
Jungkook sintió la fría piel. Siempre estaba tan frío.
Se deshizo de la suya y presionó su cuerpo contra Taehyung, tratando de
darle calor. Taehyung se removió deliciosamente debajo, aferrándose de sus
hombros y brazos. Jungkook deslizó sus dedos por el borde de los jeans y
del boxer, y comenzó a deslizarlos hacia abajo.
-Estás a punto de tener mucho frío -dijo Jungkook.
-Así que caliéntame. -Taehyung besó los labios de su gemelo y le ayudó a
quitarse sus pantalones-. El tuyo, también- añadió.
Jungkook sonrío y se levantó sobre sus rodillas, desabrochando su
cinturón. Fue difícil, con la erección de Taehyung y estando tan
desesperado para que ambos se friccionasen juntos.
-Ayuda -pidió Jungkook, sonriendo con satisfacción. Taehyung
inmediatamente tiró los jeans hacia abajo, bruscamente y Jungkook gimió-.
Demasiado rápido -dijo haciendo una mueca de dolor. Su sexo estaba duro
y listo. Taehyung puso sus manos sobre el-. No -dijo respirando
profundamente.
-¿No?
Jungkook sacudió la cabeza, inclinándose hacia abajo, aplastando sus
entrepiernas. Taehyung dejó salir un grito -solo porque podía-, y su gemelo
mordió su labio para tratar de no reír, Taehyung era más ruidoso de lo que
había imaginado.
-dios -comentó Jungkook-. Los vecinos pensarán que estás muriendo o
algo.
-Pon tus dedos en mí -dijo en respuesta-. Y encuentra mi punto,
caliéntalo. -Jungkook gimió, empujando contra su hermano de nuevo y
sintiendo la cama mecerse. Dejó que la cabecera golpeara contra la pared,
adorando el sonido.
- Joder, te amo -dijo Jungkook. Agarró el trasero de su gemelo,
presionando la estrechez y devorando el cuello y pecho de Taehyung.
Taehyung se sacudió debajo, gimió más y más alto, hasta que su garganta
dolió y su voz quedó ronca. Los dedos de Jungkook encontraron la entrada
y se deslizaron dentro, haciendo que gritara aún más fuerte.
-Oh... eso... -Las manos de Taehyung agarraron los brazos de Jungkook-.
Eso duele, pero no te detengas.
-Voy a buscar el lubricante -murmuró Jungkook.
-No, no te detengas -rogó Taehyung-. Más profundo.
-Pero dices que te duele... -Jungkook presionó un dedo dentro y
Taehyung chilló.
-Está bien -respiró profundo-. Así que... ¡oh!
Jungkook había encontrado la próstata Taehyung y la acarició, mirando
como su gemelo se retorcía bajo él.
-Voy a hacer esto hasta que te corras.
-¡Sí, por favor!
-¿Más profundo? -Jungkook sabía que no podía ir más allá, pero quería
escuchar a Taehyung suplicar.
-No, oh, no... tal vez -dijo Taehyung, con sus ojos cerrados-. Solo... sigue
haciendo eso.
Jungkook curvó su dedo contra el punto de su gemelo, maravillado de
qué tan suave era. Empujó dentro, contra él, y Taehyung gritó más fuerte
que antes
-¿Te gusta? -preguntó Jungkook.
- ¡Mierda, mierda! -Taehyung empujó su trasero contra la mano de
Jungkook haciendo los dedos se hundieron aún más-. Tan bien, kookie...
Oh... quema, es tan doloroso.
-¿Duele? -Jungkook movió su dedo dentro, y luego agregó otro,
incidiendo con ellos dentro de Taehyung. Dilató suavemente la entrada y
Taehyung comenzó a sudar, brillantes gotas adhiriéndose a su frente-.
Mierda, Tae.
- Oh, Dios -susurró Taehyung. Sus extremidades temblaban-. Oh, dios,
oh dios...
-Más fuerte -dijo Taehyung. Las respuestas de su gemelo le hacían
endurecerse más. Jungkook sólo asintió y tiró sus manos hacia atrás,
agarrando la cabecera-. Taehyung...
-Uh -gruñó Taehyung. Hizo una mueca de dolor, apretando sus ojos
cerrados-. Oh, Kookie, duele tanto pero... también haces que se sienta tan
bien, joder.
-¿Más fuerte?
-Mucho más... fuerte, sí -respondió Taehyung, tartamudeando. Mordió un
poco su labio, temblado y vibrando alrededor de los dedos de Jungkook. Su
miembro estremeciéndose. ¿Realmente se iba a correr?-. ¡Mierda,
Jungkook!
-¿Eh?
-Oh... -Taehyung oprimió sus muslos juntos, los dedos de sus pies
encogiéndose. Su clímax lo sintió tan intenso... era diferente de todo lo que
había experimentado antes. Jungkook le había hecho llegar de esta antes
manera, siempre había sido sorprendente, pero esta vez fue mejor. Jungkook
iba a empujar dentro de él, y casi perdió la respiración pensando en ello-.
¡Oh!
-Córrete por mí -le dijo su gemelo, incitándolo, penetrándolo, con los
dedos, de manera constante. Su miembro dolía, no podía esperar para
deslizarse dentro de Taehyung. Abrió la entrada de su hermano,
extendiéndola.
-Yo... -gritó Taehyung, arqueando su cadera y oleadas de electricidad
recorrieron su estómago. Su cuerpo apretado alrededor de los dedos de
Jungkook. Ambos maldijeron-. Oh, mierda, mierda -gimió Taehyung,
arrojándose de vuelta en la cama. Se frotó la cara y tembló, haciendo
presión en los dedos de Jungkook otra vez-. Kookie... Kookie...
Jungkook deslizó sus dedos y puso su cuerpo sobre el de su hermano,
sintiendo como se venía entre ellos.
- ¿Estás bien?
-Mmm -Taehyung cerró los ojos y sonrió-. Entra en mí, Jungkook, me
siento tan listo. -Jungkook tembló contra el otro cuerpo y besó la piel que
estaba a su alcance.
-Sí. -Jungkook se restregó contra Taehyung y se sentó, hurgó en un cajón
del velador buscando su loción-. Mierda, Taehyung, te ves muy bien. -
Taehyung parpadeó con timidez.
-Rápido.
-Espera -murmuró Jungkook, empezando a rebuscar en el cajón. La
loción tenía que estar en algún sitio-. Joder, dónde...
- Ow. -Taehyung alcanzó bajo la almohada, tomando la botella de
loción-. ¿Jungkook, por qué estaba bajo la almohada? -Jungkook se encogió
de hombros
-Para masturbarme, supongo. -Subió a la cama, cerniéndose sobre
Taehyung-. ¿Me lo colocas? -Los ojos de Taehyung destellaron
-Está bien -respondió suavemente.
Destapó la loción y lanzó un chorro en su mano. Eso hizo un sonido
gracioso, y ambos rieron.
-No fui yo -dijo Taehyung.
-Taehyung... -murmuró Jungkook.
Antes de poder decir cualquier otra cosa, sintió la mano de su gemelo
sobre su miembro, cubriendo con la fría loción a lo largo de toda su
extensión. Su estómago se sentía caliente; sabía que esta vez sería mejor,
trabajaría despacio, iba a esperar por Taehyung, y hacerle sentir increíble.
-dios, Taehyung, tus manos...
-Se siente bien, ¿no?- Taehyung dejó ir a Jungkook sonriendo, todavía
luciendo aturdido por su orgasmo-. Jungkook, creo... creo que estamos
preparados.
Se miraron fijamente el uno al otro. Todo hasta el momento había sido
confidente, juguetón. Jungkook tragó con fuerza; tenía que hacerlo bien. Él
tenía que.
Miró a su gemelo, preguntándole cómo deberían hacerlo.
-¿Tal vez... cómo deberíamos? -masculló.
Taehyung ya estaba sobre su espalda, sus piernas totalmente extendidas.
-Ahora, Jungkook. Por favor.
-Puedo ver tu... todo. -Sonrió.
Taehyung ni siquiera se ruborizó.
-Jungkookie -lloriqueó.
-Oh bien- le respondió. Se sentó entre las piernas de Taehyung y empujó
su miembro, suavemente, por la entrada. El menor se retorció y chocó su
cadera contra Jungkook.
-Dentro, tonto -le dijo, empujando a su gemelo. -Jungkook le sacó la
lengua.
-Ya lo sé. -Tomó su miembro y lo colocó en la entrada, sintiendo la
resistencia y gimió. Estaba determinado a durar mucho más esta vez, tenía
que hacerlo. Acarició el muslo de Taehyung con su mano libre y hundió la
cabeza de su erección dentro.
Taehyung se tensó, jadeó, y se abrió ante Jungkook.
-Eso es -le calmó-. Eso es. -Se hundió aún más profundo, sintiendo la
estrechez en torno a él, ya no podría detenerse hasta meterse por completo.
-Oh, mierda- gimoteó Taehyung-. Te sientes tan grande esta noche.
El rostro de Jungkook ardía y su espalda sudaba. Sus manos se
apoderaron de las caderas de Taehyung y no hizo ningún movimiento.
-Taehyung, eres tan estrecho -se quejó con voz afligida. Se encorvó más,
cayendo a un lado del cuerpo de su gemelo y ambos gimieron. Besó los
labios de Taehyung y movió sus caderas, su miembro moviéndose apenas
un poco.
-Jungkookie, eso se siente... extraño... -jadeó el menor-. Creo... creo... -
Jungkook siguió adelante y Taehyung gritó.
-¿Duele?
-Oh, lo estás tocando -dijo-. Mi punto, Jungkook. Cuidado, cuidado...
Sintiéndose un poco aliviado, Jungkook, descansó en sus codos y se
impulsó hacia dentro. Su gemelo siguió sus caderas. Podía ver la boca
abierta de Taehyung, brillando en el oscuro cuarto. Se podía oír un suave
gimoteo.
Y el miembro de Taehyung se sacudía contra su vientre, rígido de nuevo.
-¿Se siente bien?- preguntó Jungkook. Quería follar muy duro a
Taehyung, adentrarse en él y perderse... pero tenía que contenerse-. ¿Tae?
-Me gusta -susurró-. Jungkook... Creo que tienes que hacerlo... más duro,
por favor. -Jungkook sosteniéndose contra Taehyung, gimiendo.
-¿Ah sí?
-Sí... Ooh, tienes razón al respecto, Jungkook... -Taehyung exhalando
fuertemente, su espalda estaba sudando-. Kookie, ¡Kookie!
-¿Sí? ¿Tae?
Jungkook tiró un poco hacia afuera y Taehyung enredó sus piernas
alrededor de la cintura, jalándolo cerca de nuevo. Jungkook podía ver la
mirada de dolor en su rostro, pero también había un brillo en los ojos de
Taehyung, cierta determinación en su rostro. Sabía que ambos esperaban
hacerlo bien. Sostuvo las piernas de Taehyung y embistió dentro, para luego
salir.
Miró a su hermano por aprobación. Él sólo asentía.
-Oh -gimió Taehyung-. Bueno, sí... Bueno, sigue haciendo eso... ¡Oh! -
Taehyung gritó en voz alta, apretando los músculos alrededor del pene de
Jungkook. La erección de Taehyung se erguía orgullosa, estaba casi tan
duro como Jungkook, y él se sintió satisfecho por ello al instante.
-Taehyung, te gusta -afirmó ensanchando los ojos-. Te gusta, tú...
-Sí. -dijo Taehyung, asiéndose de la cabecera. -Jungkook, tócame, toca
mi...
Jungkook envolvió su mano alrededor del miembro de su hermano y trató
de encontrar el ritmo de bombeo con su puño al mismo tiempo que
penetraba a Taehyung. Fuera de balance, era como tocar la guitarra; sus
manos supieron encontrar su propio ritmo. Jungkook presionó la base de la
erección y Taehyung gritó tan fuerte que Jungkook estaba seguro de que
recibirían una llamada de los vecinos.
-Dios, Tae, tú - Jungkook gruñó, metiéndose con cuidado adentro y fuera
de Taehyung. Su propio orgasmo se acercaba rápidamente, él trató de
evitarlo-. Joder, voy a venirme en ti... tan duro, mierda.
-Ohh -jadeó Taehyung.
Estaba siendo peligrosamente ruidoso, la mitad de la excitación de
Jungkook era por cuánto Taehyung se estaba relajando. Jungkook se inclinó
hacia adelante sobre un brazo y siguió agarrándole el sexo a su gemelo, aún
moviendo sus caderas de atrás y hacia adelante contra él. El sudor se
mezclaba entre sus cuerpos y Jungkook saboreó sal en sus labios.
Lamió hambrientamente, mirando hacia abajo. Taehyung estaba tan ido,
arqueándose y retorciéndose bajo él. El pecho de Jungkook se apretó, estaba
haciendo sentir a su pequeño hermano tan bien.
Jungkook liberó el miembro de su gemelo y tiró de sus testículos.
Taehyung gritó y se agitó contra él, sacudiendo sus caderas y clavando sus
rígidos pies contra su espalda.
-¿Estás cerca? -preguntó entrecortadamente Jungkook.
Taehyung sólo gimió, arqueando su trasero y tomando con sus manos el
pelo de su gemelo, tirando hacia abajo. Jungkook se encorvó contra
Taehyung y unió sus labios.
-¿Puedes correrte? -volvió a preguntar entre besos. No podía acariciar a
Taehyung en esta posición, pero podía sentir el miembro de su hermano en
su vientre-. ¿Puedes correrte, Taehyung?
-Yo... -Los ojos de Taehyung estaban apretados y temblaba debajo de
Jungkook-. Voy a...
-¿Sí? Hazlo, por favor, Taehyung.
Taehyung jaló el pelo de Jungkook y gimió ruidosa e intensamente, sus
caderas sacudiéndose una última vez antes de que Jungkook sintiese la
cálida venida de Taehyung sobre su estómago
-Mierda, mierda -maldijo Jungkook.
Su miembro estaba increíblemente comprimido dentro del cuerpo de
Taehyung. Lo penetró en medio de su orgasmo, follándolo hasta que las
lágrimas salieron de los ojos de éste. Fue demasiado para Jungkook y la
cara de Taehyung se contorsionó adolorida. Jungkook salió, acariciándose a
sí mismo una vez, y viniéndose entre las caderas y vientre de su gemelo.
-kookie -gimoteó Taehyung pasando el semen por sus largos dedos-.
Kookie, en mí
Jungkook sacudió su cabeza, pero empujó su sensible sexo de vuelta
adentro de Taehyung, haciendo una mueca de dolor ante la sensación y
colapsando en el cuerpo de él.
-Te gusta -le dijo Jungkook cansadamente, sonriendo. Acarició el pelo de
su hermano y besó su cara-. ¿Te gusta esto, verdad?
-Voy a hacerlo mejor -dijo Taehyung mientras sus ojos recorrían la cara y
cuerpo de Jungkook-. Esto mejorará, jungkookie, vamos a ser muy buenos
en esto. Quiero que te vengas en mí muy fuerte.
-Pero te gustó.
-Me gustó -confirmó. Jungkook sonrió perezosamente, inclinando la
cabeza hacia abajo.
-Estoy tan jodidamente alegre de que te gustara... porque realmente me
encanta hacerlo.
Taehyung se acomodó cuando su gemelo salió de él, y luego, se echó a su
lado, cubriendo sus cuerpos totalmente desnudos. Jungkook rodeó con su
brazo a Taehyung tirándolo cerca. Ambos estaban pegajosos por los restos
del orgasmo. Jungkook nunca se había sentido mejor.
-Hice que te corrieras -dijo Jungkook-. Lo hice mientras te follaba. Eso
es jodidamente asombroso.
-Y tenemos todo el fin de semana para hacerlo. -Sus labios se
encontraron y ambos cayeron dormidos.
Nota: hola mis lectores, antes que nada se que es un poco tarde para
esto pero quería aclararles que en este fic, (Taehyung y Jungkook son
hermanos gemelos No Idénticos) es por eso que Jungkook es un minuto
mayor que Taehyung al nacer.
Digo esto por que algunos no entendían por que eran hermanos "gemelos"
si uno era mayor que el otro.
En fin, espero que lo disfruten y sin mal entendidos. Nos vemos en el
próximo capítulo. ^~^
Capítulo 12
-Tú dijiste que lo hiciera -fue lo primero que Jungkook dijo cuando por fin
se encontró a solas con Taehyung. Estaban en la habitación de hotel que
ambos compartían, así que iban a tener que hablar tarde o temprano.
-Esto no es como imaginaba que sucedería -contestó Taehyung sentado
en su cama, sin mirar hacia su hermano-. Pensé que hablarías conmigo
primero. Que esperarías. No sabía que estabas tan deseoso de... de...
-Taehyung, dios -dijo, sacudiendo su cabeza. Sus temores azotaban a
través de sus labios y dio tentativamente un paso hacia el otro chico-. No
estaba ansioso... fue un accidente, en verdad, y ni siquiera me gustó.
-No me mientas -respondió Taehyung-. Puede gustarte, es sexo. Sólo no
mientas. Pensé que me lo dirías. Que decidiríamos juntos quién sería. Pensé
que yo sabría. No creí que iba a ser echado de mi propia habitación toda la
noche mientras tú te follabas a alguien.
Recién entonces Taehyung lo miró, sus ojos brillando con lágrimas
contenidas. Todo el enojo y la molestia que Jungkook sentía se evaporó.
Cayó de rodillas frente a Taehyung y se abrazó a sus piernas. Taehyung
intentó alejarlo, pero se acercó aún más a él.
-Lo siento, lo siento tanto -dijo-. No pensé. Y no significó nada para mí,
yo sólo... ni siquiera podía hacerlo bien. Lo juro.
El corazón de Taehyung se encogió ante la visión. Jungkook estaba casi
llorando, respiraba pesadamente tomando grandes bocanadas de aire.
Colocó una mano sobre su cabeza y acarició su pelo una vez.
-Sólo desearía que...
-Lo sé, lo sé.
-No -dijo Taehyung, negando con la cabeza-. No sabes. Supongo que no
importa de todos modos.
-Taehyung, no. -Taehyung frunció el ceño dando un paso hacia atrás,
liberándose de Jungkook.
-¿Puedo confiar en ti? -Jungkook ensanchó los ojos y le miró.
-¿Piensas que no puedes?
Taehyung encogió un hombro lentamente.
-No puedo creer que hiciste esto, Kookie.
Jungkook dejó salir un suspiro entrecortado y se sentó en el suelo,
acercando sus rodillas a su pecho. Se sentía entumecido, estúpido y
agotado. La forma como Taehyung lo miraba era algo que no podía
manejar, y sintió miedo de ello.
-Estaba confundido, pensé que quizá estaba haciendo lo que querías -dijo
Jungkook, limpiando sus ojos-. Que querías que lo hiciera.
Taehyung suspiró y avanzó lentamente fuera de la cama. Se sentó a su
lado y se inclinó contra su hombro.
-No quiero pelear, pero me siento herido. Supongo que... no estaba
preparado para esto. Pensé que podría soportarlo, que sería... no sé, que lo
planearíamos juntos. Tú y yo. Igual que siempre.
Jungkook asintió y apretó su rostro contra el cuello de Taehyung.
-Nunca te haré daño de esta forma otra vez. No sé qué debemos hacer.
Taehyung acarició su cabello y le silenció gentilmente. -Lo hiciste por
nosotros, ¿verdad?
-Sí. No podía solamente...
-Bueno -dijo Taehyung-. Muy bien. Entonces eso es todo. Lo hiciste por
nosotros. No estoy molesto. Hemos tenido novias antes, incluso has
dormido con mujeres antes, esto es como todo aquello.
-Te amo -dijo Jungkook. Abrazó a su gemelo enérgicamente, besó su
cuello y recorrió con sus manos el otro cuerpo, desde arriba hacia abajo.
Taehyung suspiró y se apretó contra Jungkook.
-Está bien, Kookie, te amo.
-¿Sí?
-Sí -Taehyung asintió, riendo un poco pero aún dolido, parpadeando con
fuerza un par de veces. Sus ojos también estaban humedecidos por las
lágrimas, y tomó aire profundamente- .Dios, esto es estúpido. Jungkook,
desde luego que no quisiste hacerme daño. ¿Verdad?
Jungkook solamente apretó a Taehyung aún más fuerte, extendiendo sus
dedos sobre el dorso de la cabeza de su gemelo, masajeando su pelo.
-Taehyung, detente. Tú sabes...
-Sí -dijo Taehyung precipitadamente, asintiendo con la cabeza-. Lo
siento, Kookie, lo siento.
-¿Ahora te estás disculpando? -Jungkook rió suavemente, finalmente
sonrió, creyendo en que todo saldría bien-. Detente, eres tan tonto.
Taehyung golpeó gentilmente el hombro de su hermano.
-Bésame.
Jungkook sonrió con satisfacción e introdujo a Taehyung en un largo y
duradero beso. Cuando se apartaron, ambos sonreían casi tímidamente.
-Supongo que algo bueno salió de esto -dijo Taehyung suavemente.
-¿Hm?
-Hoseok y Namjoon te vieron salir con ella, evidentemente -dijo
Taehyung, arrugando la nariz-. Quizás Namjoon deje de estar detrás de
nosotros.
-Sí, eso creo -respondió Jungkook.
Taehyung tocó con sus suaves dedos la mandíbula de Jungkook y le
preguntó, silenciosamente:
- Pero no fue muy bueno, ¿verdad? ¿Con ella? -Jungkook sacudió la
cabeza moviéndola hacia abajo y besó los dedos de Taehyung.
- No fue nada. Yo sólo podía pensar en ti.
-¿De verdad? - le susurró su hermano. Él se movió más cerca, casi sobre
las piernas de Jungkook-. ¿Me prefieres a mí?
-Por supuesto -le aseguró Jungkook-. Claro que sí, Taehyung. No quiero
hacerlo con nadie más. Tú eres mucho mejor.
-¿Lo soy? -los labios de ambos se rozaron y cayeron al suelo. Jungkook
aprisionó a Taehyung bajo suyo, besándolo hasta su garganta.
-Eres mío, Taehyung -dijo Jungkook, ásperamente. Taehyung sonrió,
arqueándose.
-Muéstramelo.
Jungkook acarició toda la parte baja del cuerpo de Taehyung e hizo su
mejor esfuerzo para demostrarle lo mucho que lo amaba.
Jungkook aprisionó a Taehyung y se movió contra él, mientras su gemelo
se retorcía deliciosamente bajo suyo. Sus bocas se conectaron y Taehyung
succionó el labio inferior de Jungkook con su boca, su lengua
arremolinándose alrededor del piercing y amó el sabor de los labios de su
hermano.
Estaban en casa, tomando un pequeño descanso. Su mamá y Joon habían
estado todo el día afuera, y los gemelos habían tomado ventaja de su tiempo
a solas en la habitación tan familiar, la cama donde todo comenzó años
atrás.
Taehyung amaba el aroma de la habitación de Jungkook, que antes
también solía ser su habitación. Era reconfortante y cálido, y le hacía sentir
ridículamente feliz.
-¿Cuándo dijo que volvería a casa? -exhaló Taehyung. Sintió la erección
de Jungkook chocando contra su entrada. Se estremeció, empujando
ligeramente contra el toque-. ¿Cuánto más?... Oh...
Jungkook empujó hacia adelante, sin hundirse en Taehyung, deslizándose
entre sus muslos calientes.
-Tae, shh, no hablemos de mamá mientras estamos...
-Lo sé, lo sé -respondió Taehyung, sonriéndole y buscando el cuello de
Jungkook. Atrapó el miembro de su gemelo entre sus muslos, presionando-.
Estás tan duro, tan duro Kookie. ¿Por qué?
-¿Estás bromeando? -Jungkook hizo una pausa, dominando al cuerpo
debajo suyo-. Taehyung...
-Mmm -fue todo lo que Taehyung dijo, cerrando sus ojos y liberando el
miembro de su hermano de entre sus piernas-. En mí. Ahora. Estoy listo.
-Déjame conseguir más lubricante -fue la respuesta, provocando que
Taehyung le mordiera el brazo-. ¡Ouch!
-No más lubricante -le dijo Taehyung-. Haz estado molestándome por
siempre y no tenemos mucho tiempo.
-Mamá dijo que estaría afuera todo el día -Jungkook empujó su erección
contra Taehyung otra vez, y ambos gimieron.
-Kookie, ha sido todo el día -lloriqueó Taehyung. Restregó su nariz
contra Jungkook-. Sólo fóllame.
Jungkook gimió y luego le sonrió abiertamente, empujando contra
Taehyung, enterrándolo sobre el colchón.
-Sólo... sé paciente.
-Mmm -gimió Taehyung suavemente, parpadeando sobre su hermano.
Jungkook sintió su pecho encogerse un poco. Taehyung se veía tan a su
merced y, en ese momento, no quiso nada más que apretarse contra el otro
cuerpo y moverse dentro de él.
-Kookie, te estás tomando mucho tiempo... demasiado tiempo.
-Es mejor de esta forma, me estás poniendo tan jodidamente duro - le
susurró Jungkook-. Tu trasero... Tae, ugh.
Taehyung rió y se retorció, derribando a Jungkook y cerrando sus piernas
al rededor de él. La erección de Jungkook se deslizó directamente entre sus
muslos, golpeando ligeramente sus testículos, haciendo que gimiera
audiblemente-. Vamos, hazlo.
- Trabajo en ello -siseó Jungkook.
Taehyung sintió algo empujar contra su entrada y luego, la deliciosa
quemazón de ser penetrado. Gimió y seguidamente resopló cuando
comprendió que sólo eran los dedos de Jungkook-. No Kookie, ya hiciste
eso.
-Sólo un poco más - dijo Jungkook -. Amo tocarte.
- Amo que me folles - le disparó de vuelta-. Duro. Cuando nadie está
cerca. Y por una vez no hay nadie alrededor. Por favor, Kookie. Necesito...
Taehyung gritó cuando Jungkook quitó sus dedos y se empalmó de golpe
en su cuerpo, fuerte y rudo.
- ¡Jesús!
Jungkook rechinó los dientes, forzándose a no correrse inmediatamente.
Somin rebuscó en su cartera llena de cosas, buscando las llaves de su
casa. Acababa de ser dejada por su amiga, después de un día de compras en
la ciudad. Estaba cansada, con sus pies adoloridos y se encontraba ansiosa
de ver a los chicos. Encontró las llaves y sacó, además, su teléfono celular.
Marcó el familiar número y esperó a que atendiera.
-¿Hola?
-Joon, cariño - dijo Somin, dejando sus bolsas en el suelo y apoyándose
contra la entrada-. Solamente llamaba para decirte que ya estoy en casa.
-¿Tan pronto? -rió Joon despacio-. ¿Cuánto me costará?
- Oh -respondió Somin, rodando los ojos-. ¿Te esperamos para la cena?
¿Qué quieres comer?
-Ah, llegaré tarde. Los muchachos y tú deberían ordenar pizza o algo así.
-Bien -dijo Somin, recogiendo sus compras y colocando la llave en la
puerta de entrada-. Te llamaré más tarde, te amo.
- Te amo, adiós.
Somin guardó el teléfono en su bolso y giró la perilla de la puerta.
-Ohhh, sí -gimió Taehyung-. ¡Sí, sí!
Jungkook salió y mantuvo a Taehyung debajo, viéndole retorcerse contra
el colchón. -Mierda, Taehyung, eres tan hermoso.
La cara de Taehyung se enrojeció aún más.
-Más -fue todo lo que dijo y Jungkook volvió a penetrarlo fácilmente. La
cama crujió cuando comenzaron a moverse. Sus ojos nunca dejaron de estar
conectados.
Jungkook tomó la cabecera y empujó, dentro de su gemelo, lo más fuerte
que pudo.
-Oh Dios, te amo -dijo Jungkook.
Taehyung sonrió y extendió aún más sus piernas.
-Te amo. ¡Oh, joder, te amo!
El calor se extendió por el vientre de Jungkook, no podría contenerse
más. Comenzó a penetrar con todas sus fuerzas sosteniéndole debajo y
gimiendo. Taehyung también gemía. Gemía y gimoteaba. Y también gritaba
- ¡Voy a correrme! -masculló Taehyung-. ¡Oh...! ¡Oh!
Jungkook empujó una vez más y se arqueó bruscamente hacia delante.
- Yo también -susurró.
Somin cerró la puerta con un suave clic en ella y dejó las bolsas sobre la
mesa de la cocina. Sus pies la estaban matando.
-¿Chicos? -llamó.
La única respuesta fueron unos sonidos graciosos. Oyó un sonido ronco
que provenía de escaleras arriba. Un estruendo, un choque y luego un grito.
-¿Taehyung? -Somin subió rápidamente por las escaleras. Hizo una
pausa, escuchando más.
Palideció.
-Oh, Dios Jungkook... Jungkook, oh por Dios, eres tan... Ugh, Jesús,
Jungkook... Kookie... tan cerca, voy a correrme... Oh Dios, siempre lo haces
tan bien... Hazlo... Duro... -la voz de Taehyung recorrió todos los pasillos de
la casa, golpeando a Somin como una tonelada de ladrillos.
-Oh mi Dios. -susurró, retrocediendo un poco. Su vista se clavó en la
puerta, en lo alto de la escalera; la puerta de Jungkook.
Se oyó un ruidoso gemido, haciendo que ella se estremeciese, y luego
escuchó un gruñido.
- Dios, Taehyung, está por todas partes.
-Está en mí, en mí. Oh, Dios -respondió audiblemente Taehyung,
jadeando. A continuación, Somin escuchó un estruendo contra la pared,
haciéndola sacudir ligeramente.
- Taehyung, mierda, te amo, eres tan hermoso...
Somin cubrió su boca con una mano y salió rápidamente hacia afuera, su
estómago dando sacudidas. Caminó un poco por el sendero y se sostuvo
contra el buzón, doblándose hacia adelante y respirando profundamente. Su
boca estaba diluida y sintió que podría vomitar. No estaba segura.
No obstante estaba segura de una cosa: ella había tenido razón todo el
tiempo. Todos esos años cuando sospechaba las peores cosas sobre sus
gemelos, ella había tenido la razón.
Se puso de pie y tomó aire profundamente, cerrando los ojos y frotando
su estómago.
-Mierda -dijo amargamente-. Jodido infierno.
Pateó el buzón airadamente.
-Esto es mi culpa.- Somin quería gritar o llorar. Cualquier cosa que
liberara el enojo y la tristeza dentro de ella-. ¿Qué puedo hacer?
Hizo lo único que podía. Caminó de vuelta a la casa, temblando hasta que
alcanzó la puerta. Abrió y cerró con un fuerte golpe.
-¡Chicos, estoy en casa! -llamó.
La casa estaba en silencio. Suspiró aliviada. ¿Tal vez había imaginado
todo?
Oyó un crujido en la escalera y Taehyung descendió con una camiseta
arrugada y pantalones de dormir. Su pelo estaba desordenado, aún más de lo
normal, y su rostro estaba sonrojado. Él le sonrió y se estiró.
-Hola, mamá, ¿ya de vuelta? -dijo Taehyung. Ella no pudo decir nada por
un momento, le miró fijamente. Él lucía tan radiante, feliz y como si
acabara de...
-Sí. -dijo Somin.
-¿Estás bien? Te ves un poco enferma -dijo Taehyung alzando una ceja.
-No, no. Estoy bien -respondió-. Sólo un poco... cansada.
Ella notó, entonces, una toalla alrededor de su cuello.
-Voy a tomar una ducha -dijo él-. ¿La cena estará lista pronto? Estoy
hambriento.
Ella tragó.
-¿Por qué no usas el baño de arriba?
-Jungkook está usándolo. Y sé lo que dirás, el agua caliente se acabará.
Así que supongo que podemos ducharnos juntos para conservar el agua -
comentó Taehyung riendo un poco.
Somin palideció y Taehyung le miró extrañado.
-Estaba bromeando -dijo-. Deberías sentarte o algo. ¿Tal vez podríamos
ordenar pizza?
-Um, sí -Somin se sentó junto a la mesa y Taehyung le dio un pequeño
beso en la mejilla, para después desaparecer en el baño. Olía a sudor y a la
colonia de Jungkook. Somin se estremeció un poco con el toque y colocó su
mano sobre su mejilla sintiéndose enferma.
Ella no sabía que debía hacer. Tenía que hacer algo, era necesario. No
podía simplemente sentarse allí y pensar en lo que sus hijos estaban
haciendo. Se volvería loca.
Se preguntó si ella era la única que lo había notado, la única que sabía.
Esperaba que así fuera. Por sobretodo, más allá de la sorpresa, el disgusto y
el desconcierto, ella estaba preocupada. Por ellos, por lo que podía
sucederles. O de lo que les sucedería.
No eran muy cuidadosos. No en casa, por lo menos. Somin suspiró en
alta voz y enterró su cara entre sus manos, inclinándose y sollozando. No
notó que Jungkook aparecía arrastrando los pies y frotando su cara.
-¿Mamá?
Somin alzó la vista y su cara se nubló inmediatamente. Sentía ira hacia
Jungkook. Sólo pudo mirarlo airadamente, sin saber que decir.
-Mamá, um, ¿qué pasa? -preguntó Jungkook nerviosamente. Lucía tan
desarreglado como Taehyung.
-¿Qué pasó con tu ducha? -dijo bruscamente.
Jungkook frunció el ceño
-Tú sabes que la ducha de arriba apesta.
-Deberías ducharte -le dijo Somin, mirando hacia abajo-. Tu hermano se
está bañando.
-Sí, lo sé... -Jungkook cambió el peso de su cuerpo, incómodamente,
hacia su otro pie-. Lo haré, no te preocupes.
Somin se levantó y pasó a su lado, mascullando algo por lo bajo.
Jungkook le miró confuso, mordiendo su labio.
-¿Mamá...?
Escuchó la puerta del dormitorio de su madre cerrarse estruendosamente.
Él se sentó pesadamente frente a la mesa de la cocina. No comprendía que
era lo que estaba molestando a su madre.
Somin colocó el teléfono contra su oído, tembló un poco mientras oía
como sonaba en el otro extremo. Era más de medianoche y ella estaba a un
costado del fregadero en el cuarto de baño, la casa entera estaba oscura y
silenciosa. Quizá esto era una mala idea. Tal vez debería colgar.
No pudo.
El teléfono sonó dos veces más antes de que una voz somnolienta
atendiera.
-¿Hola?
-Ellos están en casa -dijo ella, incapaz de ocultar la rabia en su voz-. ¿Lo
sabías?
Seung aclaró su garganta.
-¿Somin? Son, joder... casi la una de la mañana. ¿De qué estás hablando?
-Nuestros hijos están en casa luego del tour -dijo. Ella se sostuvo contra
el fregadero, mirando su rostro en el espejo.
-Mierda, ¿y qué quieres decir? -contestó Seung. Hubo un momento de
silencio, sólo sus cansadas respiraciones sobre la línea.
-Tú no formas parte de sus vidas -le respondió Somin. Seung suspiró
audiblemente.
-¿Cuál es tu punto?
- Si ellos lo arruinan será tú culpa -ella sintió las lágrimas agolparse en
sus ojos-. Tuya.
-¿Cómo? -preguntó él-. Los vi por la televisión el otro día. Estaba
disgustado. ¿Cómo dejas que Taehyung se vea así?
Una punzada de dolor le atravesó por Taehyung y frunció el ceño.
-No estoy hablando de Taehyung. Estoy hablando de Taehyung y de
Jungkook. Juntos.
-¿Qué ha pasado? -preguntó Seung-. ¿Se están drogando o algo? -Somin
no sabía cómo decirlo. Sabía que debería, tenía que decírselo a alguien.
-No, Seung, no sé qué hacer. Ellos...
-Tú no me dejaste estar en sus vidas -le interrumpió-. ¿Y sabes qué?
Ellos no me quieren en sus vidas. Nunca me dejarán, y después de todo lo
que he hecho por ti. Apoyándolos para que luego de hacerlo lo lances a mi
cara. Lo que ellos hacen no me interesa.
Somin se aferró al fregadero, sintiéndose mareada de ira.
-¿Sabes qué? No importa -escupió ella-. Tú no mereces saber. Tú nunca
has sido un padre, Seung.
No esperó respuesta, sólo colgó el teléfono y se dejó resbalar hasta el
suelo, tratando de respirar. Ella no podía soportarlo. ¿Cómo podría?
¿Cómo podría decirle a alguien? ¿Cómo lidiaría con esto sola? La
destrozaba, rompía su corazón.
Ella amaba a sus chicos sin importar qué, pero esto tenía que parar. Tenía
que terminar. Era incorrecto.
Pero estaba tan asustada de decir algo, reconocer que era real. El sólo
pensamiento hizo que se sintiera enferma.
Sus dos bebés, sus hermosos y talentosos hijos estaban...
-Incesto -dijo y se estremeció. Unas cuantas lágrimas se derramaron en el
piso y ella se quedó mirándolo fijamente.
Jungkook estaba sentado solo en la sala de estar, practicando con su
guitarra. Intentaba elaborar algunas notas fuertes, tratando de perfeccionar
algunos ritmos que habían estado dándole problemas. Estaba realmente en
ello, moviendo la cabeza y murmurando algunas palabras de la canción. Ni
siquiera notó cuando su madre caminó hacia él.
-Jungkook -lo llamó Somin cruzando sus brazos, tensándose.
Jungkook alzó la vista inexpresivamente, todavía enfocado en su música.
-¿Qué?
-Deja eso -respondió, gesticulando hacia la guitarra-. ¿Dónde está tu
hermano?
-Uh... - Jungkook acostó su guitarra sobre su regazo-. Con Minjae, creo.
De compras, tal vez.
Somin suspiró y se volteó para entrar a la cocina, pero algo le hizo volver
a girarse y mirar fijamente a su hijo.
-¿Qué pasa? -preguntó Jungkook, irritado-. ¿Estás bien?
-Estoy bien -frunció el ceño y comenzó a voltear otra vez, pero se
detuvo-. No. No, en realidad. Tengo que hablar contigo.
Jungkook soltó un ligero suspiro y apoyó su guitarra contra el sofá.
-¿Qué ocurre? -preguntó casualmente.
Ella abrió la boca para decir algo pero permaneció mirando a Jungkook,
imaginando lo que él podría estar haciéndole a Taehyung, lo que podría
obligar a Taehyung a hacer. Se sintió enojada, tan furiosa, que comenzó a
temblar.
-¿Mamá? -Jungkook se levantó y se le acercó, tocando su hombro. Ella lo
alejó, negando rápidamente.
-No, no. No -dijo firmemente, sin mirar a Jungkook. Él trató de
acercársele de nuevo, pero ella retrocedió.
-¿Mamá? -Jungkook nunca le había visto así y su corazón comenzó a
acelerarse. Ella nunca le había rechazado antes. No de esa forma.
- Jungkook -dijo ella, estremeciéndose-. ¿Qué estás haciendo?
-¿Qué?
Ella miró hacia otro lado y dijo:
-¿Qué estás haciéndole a Taehyung?
Jungkook sintió como si le hubieran golpeado directamente en el
estómago. ¿Qué era lo que quería decir? Ella no podía saber. Nadie sabía.
Ellos se habían asegurado de ello.
-No estoy haciendo nada. Que...
-¡Lo escuché ayer! -gritó. Su cara estaba completamente roja-. ¡Los
escuché!
-¿Escuchaste qué? - preguntó Jungkook. Él lo sabía y su estómago se
revolvió.
Somin negó con la cabeza furiosamente.
-No me hagas decirlo, Jungkook.
Jungkook azotó su mano contra la parte posterior del sofá y maldijo.
-Mierda, mierda, mierda -ahora él no podía verle a los ojos, pero ella asió
su rostro y le obligó a mirarle. Sus uñas hundiéndose en sus mejillas y él
jadeó por la agresividad de su madre.
-Mírame -le demandó Somin. Las lágrimas comenzaron a agolparse en
los ojos de Jungkook.
-Mamá, lo siento. Yo... ¡Lo siento! ¡Lo siento!
-¿Cómo pudiste, Jungkook? -le dijo ella. Dejándole ir pero sin
retroceder-. Dime cómo pasó esto.
Él maldijo de nuevo.
-No.
-¿Le hiciste daño? ¿Lo hiciste?
Jungkook apretó los puños y gritó:
-¡Lo amo! ¡Nunca le haría daño!
-Yo sabía que esto estaba pasando, hace mucho que lo sabía. ¿Por qué no
dije nada? Esto es mi culpa -Somin limpió sus ojos y Jungkook quiso
consolarla, pero estaba aterrado.
-Mamá, no -dijo-. Tú no hiciste nada.
-No puedes hacer esto -le dijo Somin, impotente-. No puedes hacer esto,
Jungkook. Está mal y es enfermo y... Tú no puedes hacer esto. No en mi
casa, ni en ningún lugar. Pobre Taehyung, ¡¡Jungkook!!. ¡¿Cómo puedes
hacerle esto?!
Jungkook se enderezó. En esos momentos él era más alto que su madre,
pero ella le fulminó con la mirada, desafiándole.
-Mamá, tú no tienes idea. No es lo que parece. Nada es como piensas,
estás imaginando cosas. No le he hecho nada a Taehyung, Jesús. ¡No hice
nada!
-Jungkook.
-Nosotros no... No es lo que crees -Jungkook se sintió frenético, enojado
y desesperado.
-¡Jungkook, lo escuché! -le gritó Somin, sus palabras golpeaban a
Jungkook como un ladrillo contra su rostro-. Los oí, caminé por la casa y...
¡¡Los escuché!!
Jungkook palideció y tropezó un poco al retroceder.
-No, tú no lo hiciste, no es lo que crees.
-Jeon Jungkook, deja de mentirme. Lo oí y sé exactamente qué escuché -
le respondió abatida Somin.
-Mierda -el estómago de Jungkook se contraía de incomodidad-. Mierda,
mierda. Mamá... Sólo fue... ¡Fue sólo una vez! Una vez, escuchaste la única
vez.
-No te creo -fue la respuesta, su voz conmocionada-. No te creo,
Jungkook, ya no más. No puedo. He sospechado esto por mucho tiempo.
Jungkook estaba perplejo. No podía discutir por eso, porque sabía que
ambos entendían exactamente lo que estaba pasando.
-¿Qué vas a hacer? -fue lo único que Jungkook pudo decir. Se sintió
derrotado, cansado. Ni siquiera podía estar avergonzado, estaba
desesperado.
- ¿Qué puedo hacer? -preguntó ella
Las lágrimas cayeron por las mejillas de Jungkook y le tomó firmemente
de los brazos.
-Por favor, no le digas a Taehyung. No le preguntes nada acerca de esto.
Prometo que no vamos a hacerlo en casa nunca más. Sólo no le digas a
Taehyung. Nunca oirás una palabra sobre esto otra vez, lo juro. Será como
si nunca hubiera ocurrido. Mamá. Por favor. Por favor, Dios, no le digas.
Las lágrimas caían de manera constante y sollozaba, sosteniéndose de su
madre.
Somin no podía ayudarle. No importaba que tan molesta se encontrara,
tenía que consolarlo. No le había visto llorar en años a pesar de que era su
hijo. Envolvió sus brazos alrededor de él.
-Jungkook, está mal -dijo ella suavemente. Frotó su espalda y besó su
cabeza-. Está tan mal. Él es tu hermano, tu hermano gemelo. Y ustedes
están siempre en el ojo público. No estás sólo arruinando tu vida, sino
también la de Taehyung y la de la banda. Nuestra vida, Jungkook. No
puedes querer esto.
Jungkook sólo lloró, enterrando su cara en el hombro de Somin.
-No le digas a Taehyung. Solamente no le digas.
Somin suspiró y lo prometió, aunque sabía que era una promesa que no
podría mantener.
Capítulo 14
Afuera hacía frío y caía una ligera nieve. Taehyung apenas podía ver a
través de la ventana nublada. Estaba en el estudio de grabación en Seul,
trabajando con Hyungsik, revisando las nuevas letras de su primer álbum en
inglés.
-Tu pronunciación todavía necesita un poco de trabajo -dijo Hyung sik-,
pero creo que estarás bien.
Taehyung suspiró, poniendo una mano al costado de su audífono.
-Son mis jodidas "erres". No puedo pronunciarlas, es tan estúpido.
-Te acostumbrarás. -Hyung sik observó su reloj y frunció el ceño-.
Mierda, tengo que encontrarme con mi novia... Ya terminamos por hoy,
buen trabajo.
-Voy a quedarme y practicar -respondió Taehyung, aún observando
fijamente las partituras delante suyo-. Buenas noches.
-Ese es el plan. Nos vemos luego. ¡Oh! -Sonrió-. No te veré más tarde.
Estarás en las Maldivas en unos días, te veré en un par de semanas.
-Oh, sí -dijo Taehyung, y una sensación de calidez inundó su estómago-.
Dios. Necesito esas jodidas vacaciones.
-Te las mereces. -Hyung sik miró su reloj nuevamente-. Estoy retrasado.
Ten buenas vacaciones.
-Sí -murmuró Taehyung, concentrándose en su música de nuevo. Miró
fijamente las palabras, reconociéndolas en su cabeza, antes de abrir la boca
y, cerrando sus ojos, dejar salir la letra. Su voz resonó en la pequeña
habitación y le produjo escalofríos, como siempre que trabajaba en el
estudio de grabación. Se sentía en casa, como si nunca se hubiese
marchado.
Oyó un irritante golpeteo sobre el vidrio y volteó para ver de qué se
trataba. Allí estaba su hermano, sonriéndole abiertamente y sosteniendo su
guitarra.
Balbuceó algo, y Taehyung arrugó el ceño y entrecerró los ojos.
-¡¿Qué?! -gritó, y luego se estremeció. El sonido retumbó en sus oídos.
Jungkook tiró del interruptor, permitiendo al intercomunicador trabajar
de ambos lados, y sonrió de nuevo.
-Estás trabajando duro allí dentro.
Taehyung rodó los ojos.
-Ven aquí. Necesito un poco de música.
Jungkook entró en la cabina con la guitarra puesta en su espalda, y cerró
la puerta detrás de él.
- No puedes hacerlo sin mí, ¿eh?
-Jódete -replicó Taehyung, sonriendo. Se ajustó los audífonos y le sacó la
lengua. Jungkook le devolvió la sonrisa, moviéndose hacia delante y
capturando la lengua del otro chico entre sus labios-. ¡Mmph!
Jungkook chupó la lengua dentro de su propia boca y lo besó
profundamente haciéndole gemir dentro del beso. Movió sus manos sobre la
correa de la guitarra de Jungkook y tiró de ella para atraerlo más hacia él.
Jungkook rió y se tiró hacia atrás.
-Estás juguetón -dijo Jungkook, ya con ojos oscurecidos por el deseo-.
Quieres trabajar en esto o...
-¿Volver a nuestra habitación? -preguntó Taehyung. Jungkook frotó sus
manos, avanzando hacia él-. Kookie, tengo que practicar. No podemos.
-Mmm, también tengo que practicar un poco -contestó Jungkook, en voz
baja. Besó la mandíbula de Taehyung, dejando a sus labios vagar sobre el
cuello de su gemelo, hacia su oído, chupando el lóbulo con su boca.
Taehyung se derretía por Jungkook, amando la atención que su hermano
le brindaba.
-Kookie, no necesitas ninguna práctica en esto -suspiró-. Kookie...
Jungkook sonrió contra la piel de su gemelo y comenzó a descender,
besando su cuello y luego succionando su clavícula. Alzó la vista, los ojos
de Taehyung estaban cerrados, y se veía tan lindo con sus pestañas rizadas y
esos audífonos demasiado grandes. El miembro de Jungkook dolió, a
medida que descendía más y más, tomando las caderas de Taehyung.
-Rápido, lo necesito, duele -susurró Taehyung-. Lámeme.
-¿Dónde?
-Mm... No me importa... -Taehyung se retorció y alzando sus caderas
hacia adelante, golpeando ligeramente el mentón de Jungkook, quien gimió
y empujó hacia atrás su guitarra, y cayó de rodillas-. Ooh, Jungkook...
Ooh...
Jungkook asintió, e hizo que Taehyung se girara: -Pon tus manos sobre el
vidrio -dijo con llaneza-. Sujétate contra él.
-¿Qué? -Taehyung miró hacia abajo, sobre su hombro, con las mejillas
ruborizadas-. Tú vas a... ¿tú vas a?
-Mm. -Jungkook deslizó sus dedos dentro de los jeans de Taehyung y tiró
de ellos, notando como se deslizaban por sus caderas sin ni siquiera
desabrochar el cinturón. Entonces retiró también los diminutos boxers y
quedó enfrentándose al trasero de Taehyung.
Jungkook lamió sus labios y se inclinó hacia delante, inhalando el olor a
almizcle, un aroma dulce.
-Ah, Dios mío -gimió suavemente Taehyung, ladeando su cabeza y
dejando que su cabello cayese sobre su cara. Sus palmas estaban extendidas
sobre el grueso vidrio y separó las piernas, empujando su trasero hacia atrás
para Jungkook.
A Taehyung se le ocurrió, justo antes de que los labios de Jungkook
rozaran sus testículos, que este podría ser uno de los momentos más
sensuales de su vida. Jungkook estaba de rodillas detrás suyo, con su
guitarra atada a su espalda, y ellos estaban a punto de hacerlo en el estudio
de grabación.
Toda la situación se había vuelto porno, y las rodillas de Taehyung
temblaron.
Jungkook lamió el trasero de Taehyung una vez, su lengua deslizándose a
través de la entrada con rapidez.
-Más -lloriqueó Taehyung.
Jungkook lamió con la misma rapidez, molestando a Taehyung con las
aceleradas lamidas.
-Necesitas practicar las canciones -dijo Jungkook. Dio a la entrada de
Taehyung una firme y larga caricia, con su lengua y, entonces, comenzó a
besar la parte posterior del muslo.
-Jungkook, vamos, por favor.
-Quiero escucharte cantar -dijo Jungkook-. Quiero escuchar... Monsoon.
Taehyung tembló, sosteniéndose contra el cristal, y empujó su trasero
hacia atrás.
-No estoy cantando.
-Bien -Jungkook empujó los pantalones de Taehyung hacia sus tobillos-.
Entonces encontraré otras cosas que besar. -Mordisqueó la pierna de
Taehyung, besando detrás de sus rodillas.
-¡Kookie! -Taehyung chocó su nariz contra el vidrio y suspiró-. Ugh, está
bien. -Sus mejillas ardían completamente rojas de vergüenza, excitación y
molestia, pero se encontró cantando de todos modos-. Estoy mirando una
puerta rota...
Jungkook lamió hasta su muslo, acariciando con su lengua sólo la parte
inferior de su trasero.
-ya no queda...uh, nada más aqui. -Taehyung exhaló. Estaba hablando
más que cantando, y entendió la ruda mordida de Jungkook a su muslo
izquierdo como una señal de que debía esforzarse más.
-Mi habitación esta fría... Oh, Dios... me está volviendo loco... Mierda,
tú me estás volviendo loco, Jungkook -lloriqueó.
Jungkook se detuvo
-No creo que así vaya la canción...
Presionó su cara contra el trasero de Taehyung, haciendo que chillara.
-Eh estado esperando aqui... Jungkook, no puedo... tanto tiempo... pero
ahora parece que ah llegado el momento...
Veo las nubes oscuras subiendo de nuevo Oh mierda, has que me corra,
por favor...
-Termina la canción.
-Termíname -demandó Taehyung, empujando su trasero contra la cara de
Jungkook y escuchando como él gruñía.
-Quiero escucharte cantar -dijo Jungkook.
Taehyung miró sobre su hombro y dio a su gemelo una acalorada mirada.
-¿Estás bromeando? Tú siempre me haces cantar. Sólo tienes que tocarme.
Jungkook permaneció, por un instante, observando fijamente a su gemelo
y luego metió su cabeza y lamió lentamente por entre los pliegues del
trasero de Taehyung.
Eso era lo que tanto había estado esperando y casi gritó cuando la lengua
de Jungkook encontró de nuevo su entrada, y esta vez sin apartarse,
presionó contra él y luego le penetró.
-Sí -siseó Taehyung-. Oh, sí, Kookie.
La lengua de Jungkook se movió más profunda y Taehyung sintió como
el dolor comenzaba a expandirse profundamente en su vientre. No existía
nada parecido a Jungkook lamiéndolo allí, nada como eso en el mundo. Lo
único que disfrutaba más que eso era el miembro de Jungkook en su trasero.
-Mierda, fóllame -dijo Taehyung, repentinamente.
-¿Umm? -Jungkook se aproximó y tomó la erección de Taehyung,
comenzando a bombearla rítmicamente-. ¿Así?
-Oh... Dios. -Taehyung cerró sus ojos y los dedos de sus pies se tensaron
dolorosamente. Estaba viendo estrellas, así de bien Jungkook lo
masturbaba, pero no estaba sorprendido. Su gemelo siempre lo hacía ver
galaxias.
-Canta -dijo Jungkook en un tono tan casual que enloqueció a Taehyung.
Sus testículos se sentían tensos y a medida que pensaba acerca de la
situación, realmente pensar sobre ello, no podía creerlo.
Tomó un profundo respiro: - corriendo por el mosom..
Jungkook presionó con fuerza el miembro de Taehyung haciendo que él
gritara: -Dios, perdón... perdón... Corriendo por el Monzón, más allá del...
um... mundo... Oh Dios, Jungkook, allí. Jodidamente justo allí.
Jungkook estaba bombeando la erección de Taehyung y presionando su
lengua tan profundamente dentro de su trasero que las piernas de Taehyung
casi se doblaban. No sabía cómo aún continuaba de pie, pero debía
continuar.
- Hasta el final... -Los ojos de Taehyung se abrieron desmesuradamente.
Su vientre estaba tan caliente y lo único que esperaba era ser follado-. Oh,
Jungkook...
Jungkook movió su boca hacia atrás y Taehyung soltó un gemido
frustrado
-¿Hasta el final del? -preguntó Jungkook y presionó su lengua de nuevo
dentro del ansioso trasero de Taehyung.
Taehyung gritó, su estómago se agitó violentamente: -¡Tiempo! -gimió y
se corrió con fuerza. Su semen golpeó la ventana y sus brazos-. Joder...
joder...
Quería derrumbarse, colapsar sobre el suelo, pero Jungkook lo sostuvo.
Pudo sentir a su hermano detrás de él y de repente había un miembro
caliente rozando su trasero.
-Oh, Dios -gimió Taehyung.
La erección de Jungkook golpeó su entrada y empujó ligeramente contra
ella.
-Taehyung, voy a...
-Sí.
Jungkook presionó hacia delante, casi deslizándose dentro de Taehyung,
cuando escuchó un ruidoso golpeteo sobre la puerta. Taehyung alzó la vista
y chilló, viendo a Namjoon en la ventana. Por suerte, Namjoon estaba del
otro lado y probablemente sólo podía ver sus pechos, pero Taehyung aún
estaba mortificado y alejó rápidamente a Jungkook. Frotó su antebrazo
contra el cristal, borrando cualquier prueba de su orgasmo.
-¡Ustedes! -gritó Namjoon, su voz se escuchaba claramente a través del
intercomunicador. Fue entonces cuando Jungkook se dio cuenta de que
había dejado la maldita cosa encendida. Ambos gemelos estaban rojos en su
totalidad, tirando de sus ropas frenéticamente-. Se dan cuenta de que esta
cosa está encendida, ¿no? Jesús, ustedes son como... jodidos conejos o algo.
-Cristo -gruñó Jungkook, abrochando su cinturón y ajustando su
guitarra-. Mierda, estoy tan duro.
-Todavía puedo oírte -dijo la enfadada voz de Namjoon.
-¡Cállense! -contestó bruscamente Taehyung, alisando su cabello y
bajando su camiseta. Se alejó de Jungkook y se retorció un poco,
sintiéndose incómodo. La parte delantera de sus jeans estaba húmeda y no
se sentía bien contra su caliente ingle-. Oh, Dios.
-¿Qué es lo que quieres? -preguntó Jungkook, irritado.
-Yo sólo... ¿están todos decentes ahí dentro? -gruñó Namjoon a través del
intercomunicador.
-Sí -dijo Taehyung despacio, atormentado.
La puerta se abrió violentamente y Namjoon entró, luciendo disgustado.
-Jesús, nunca jodidamente de nuevo me haré cargo, y les dejaré a ustedes
que lidien la próxima vez si pasa algo.
Taehyung ni siquiera podía levantar la mirada, y Jungkook suspiró.
-¿Qué?
-Bajé para decirles -dijo Namjoon con desánimo- que Hyungsik que está
en camino y que quiere practicar una cosa más con Taehyung. Sin embargo,
parece que Taehyung está ocupado, entonces si quieren que le llame de
nuevo...
-Jódete -murmuró Taehyung.
-Bien, bien -Namjoon lucía como si quisiera ahorcarse a sí mismo,
aunque había un rastro de sonrisa en su cara-. Tal vez, um... no tengan su
tiempo de gemelos donde todo el mundo pueda encontrarlos.
-Oh, Dios -gruñó Taehyung-. No pretendíamos eso.
-Bueno -dijo Namjoon, olfateando alrededor-. Ew. -Y con eso cerró la
puerta, apagó el intercomunicador y desapareció.
-Realmente tenemos buenos amigos -dijo Taehyung, aún sonrojado.
-Amigo -corrigió Jungkook-. Hoseok probablemente hubiera renunciado
a la banda si fuese él quien hubiera entrado. Dios, ¿por qué somos tan
estúpidos?
-Eso es simple -dijo Taehyung-. Tú eres jodidamente caliente.
Jungkook sonrió.
-Sí que lo soy, ¿no?
Ambos sonrieron y entonces, estuvieron a punto de cometer el mismo
error que hacía unos minutos (implicando lenguas en el asunto), cuando
Hyungsik entró sin permiso.
-Dios, necesitamos un poco de moderación -murmuró Taehyung e
intercambiaron miradas acaloradas.
-Quizá sea demasiado.
Jungkook alzó la vista de su Gibson. Taehyung y él estaban en la
habitación verde antes del primer concierto del nuevo tour, y los nervios
eran muchos. Taehyung estaba de pie delante de Jungkook, jugando con el
dobladillo de su camiseta.
-No lo sé -replicó Jungkook, ajustando una de las cuerdas de su guitarra-.
Luchamos tanto para incluirla en la lista de canciones, y parece que las fans
también la quieren.
Taehyung se sentó al lado de Jungkook: -Ya sabes, no estoy nervioso por
el show. Es sólo esa canción. ¿Y si la arruino?
-No lo harás... esa es la única cosa por la que no estoy preocupado -
afirmó Jungkook, sonriendo y frotando el hombro de su gemelo-. Deberías
preocuparte por problemas reales, como no caerte del escenario, o ser
golpeado por la caída de algún equipo de iluminación, o ser mutilado por
las fans.
-No -gruñó Taehyung, enterrando su cara entre sus manos. Había
demasiadas cosas dando vueltas en su cabeza. Era la primera noche de su
nuevo tour pero, también, la primera vez que los gemelos se apartarían del
resto de la banda y presentarían una canción especial sólo de los dos.
Ambos estaban nerviosos, y no era sólo miedo escénico.
-No puedo evitarlo, luzco completamente enamorado de ti cuando canto
esa canción -murmuró Taehyung, hablando muy bajo, para que nadie más
que su hermano lo escuchase.
Jungkook arrugó la nariz y ladeó la cabeza con timidez. -Entonces... no
nos miremos. Será fácil, ¿sabes? De todas formas, estaré concentrado en no
joder los cambios en los acordes.
Taehyung frunció el ceño, la respuesta no lo complació demasiado: -
Bien, supongo. Sí, de acuerdo. De todas formas, estaré cantándole al
público.
Ahora fue Jungkook el que frunció el ceño. Esa respuesta tampoco lo
complació mucho: -Desde luego.
Taehyung le dio una pequeña sonrisa, se inclinó un poco y apretó su
mano.
-De acuerdo. Muy bien. Saldrá...
-Bien -dijo Jungkook.
Taehyung asintió y la puerta del cuarto verde se abrió. Era Saki.
-Estamos listos.
Los chicos se pusieron de pie y siguieron a Saki al backstage,
reuniéndose con Hoseok y Namjoon. Ellos también intentaron calmar sus
nervios haciendo sus propias rutinas. Namjoon aún tenía sus auriculares,
meciendo su cabeza al ritmo de cualquier canción de Metallica que
estuviera escuchando. Hoseok agitaba sus brazos y tomaba aire
profundamente.
Los gemelos permanecieron juntos, sin mirarse el uno al otro.
Pero los dedos de Taehyung sujetaron fuertemente al borde de la larga
playera de Jungkook, presionando sobre la tela.
Después del concierto, todos mantenían aún la adrenalina de una
presentación espectacular, y la banda se había dejado llevar a un club para
pasar un buen rato y beber. Se estaba transformando en una tradición
terminar ebrios después de un gran concierto, y aunque Taehyung sentía su
cabeza un poco pesada, estaba teniendo un poco de diversión recostado en
el VIP, y viendo a Hoseok beber hasta el olvido, hasta olvidarse de su
existencia.
Taehyung se encontraba sentado a un lado de Jungkook, manteniendo
suficiente espacio entre ellos, pero sonrojándose debido a que sus dedos
estaban entrelazados debajo de la mesa.
-Kookie -dijo despacio, apretando la mano de su hermano.
Jungkook levantó la vista de su cerveza: -¿Hm?
-No me miraste en ningún momento, durante In Die Nacht -dijo
Taehyung, con un pequeño puchero sobre sus labios.
Jungkook observó como Hoseok hacía desaparecer otro trago. No podía
creer cuánto podía tomar y se preguntó si pediría otro.
-Lo sé, ese era el plan. Te dije que podríamos hacerlo.
-Pero... -También apretujó los dedos de Jungkook-. Te miré todo el
tiempo.
-Taehyung...
-Lo hice, no pude evitarlo. Esas palabras son para ti, Jungkook. No puedo
cantarlas al público porque no son para ellas. -Taehyung frunció el ceño.
-Finge -masculló Jungkook.
-No me importa -replicó -. Seguiré cantándote a ti, y la próxima vez, si
no me miras... -Jungkook alzó sus cejas-. Te patearé fuerte -dijo Taehyung.
-No lo hagas -protestó Jungkook.
-Lo haré, si no me dejas cantarte nuestra canción.
Los labios de Jungkook se curvaron en una pequeña sonrisa y Taehyung
se empujó un poco más cerca.
-De acuerdo.
El resto del tour transcurrió con tranquilidad, y pronto la banda encontró
un poco de tiempo libre, un poco de tiempo para esconderse y reinventarse.
Estaban disfrutando de un éxito que nunca antes habían tenido, y parecía
que no se detendría pronto.
Los gemelos pronto tendrían dieciocho años, algo que realmente habían
estado esperando. Estarían habilitados para hacer muchas más cosas, sin
tener que responder tantas preguntas, ganando un poco de libertad
-Libertad -dijo Taehyung una noche mientras él y Jungkook estaban
sentados juntos, en el departamento ubicado encima del estudio.
-¿Ah? -Jungkook estaba terminando un nuevo juego de video que
Hoseok había dejado.
-¿Qué opinas?
Jungkook miró hacia arriba, sólo por un momento para que el coche de
carreras que no sufriera un accidente: -¿De qué?
Taehyung bajó el anotador en el que había estado garabateando y avanzó
lentamente hacia Jungkook, extendiendo su antebrazo: -Mi siguiente
tatuaje.
-Tienes demasiados.
Taehyung empujó a su gemelo: -No es cierto.
-¿Por qué tienes que llenar todo tu cuerpo de tinta? -Jungkook frunció el
ceño, aunque no estuviera realmente molesto. Los tatuajes de su gemelo le
ponían en más de una forma.
-No es todo mi cuerpo, es sólo mi antebrazo. Justo aquí -dijo Taehyung,
señalando-. Quiero tener escrito "Libertad" aquí. Casi como un regalo de
cumpleaños para mí mismo.
-¿Libertad?
-Sí -asintió Taehyung-. Creo que me representa... y a ti. Finalmente
vamos a ser libres.
-Taehyung -dijo Jungkook, suspirando y soltando el control del juego-.
Nunca vamos a ser libres.
Los ojos del vocalista se estrecharon con esas palabras.
-Jesús, Jungkook, no seas tan negativo. Todo va muy bien y... -Taehyung
apartó la mirada, sus labios se curvaron hacia abajo.
-No lo dije para molestarte -dijo Jungkook, moviéndose cerca. Tocó el
antebrazo de Taehyung, dejando que sus dedos trazaran el lugar donde
estaría el tatuaje-. Lo siento.
Taehyung apartó su brazo.
-Está bien... ya ni siquiera lo quiero.
-Taehyung...
-Y realmente lo quería. Antes.
Jungkook frunció el ceño.
-Eso es tonto, Taehyung. No cambies de opinión sólo por algo que dije.
Taehyung resopló y se movió todavía más lejos. Jungkook no estaba
seguro de qué se había metido dentro de Taehyung, y demonios, ni siquiera
el otro estaba seguro el porqué estaba con ese estado de ánimo. Había
estado tan emocionado por el tatuaje y había esperado que Jungkook
también lo estuviera.
-Bueno, lamento si lo que dices significa algo para mí -se quebró.
Jungkook puso los ojos en blanco: -También me preocupo por lo que
dices, pero tienes que ser tú mismo. Algo así como que yo llevaré la ropa
que quiera a nuestra fiesta.
Ese era un tema delicado y los ojos de Taehyung se entrecerraron aún
más. Jungkook hubiera deseado no abrir la boca.
-Eso es injusto -dijo Taehyung con petulancia-. ¿No puedes usar un traje
por una noche?
-No usaré un jodido traje -dijo Jungkook, su cara se sentía
repentinamente caliente. Taehyung podía exacerbarlo (en muchas formas),
tan fácilmente-. ¿Cuándo fue la última vez que me viste usando uno? ¡Ni
siquiera me puse un traje para la graduación! La última vez... papá me
obligó a vestirme así cuando tenía... cinco años.
-No estoy obligándote -contestó Taehyung tensamente, apretando los
dientes-. Puedes hacer lo que quieras. Sólo estoy preguntándote porque, no
lo sé, significaba algo para mí. Todo el mundo va a estar bien vestido. Si
quieres ser el único imbécil ahí... Carajo, incluso Namjoon llevará un traje.
-Namjoon puede usar un traje -respondió cortantemente-. Yo no.
-Esto es típico. -Taehyung tornó los ojos y miró de lejos a Jungkook-.
¿Sabes qué? Mañana ni siquiera tienes que venir conmigo para ver el local
para nuestra fiesta. En realidad, ni siquiera tienes que venir a nuestra fiesta
de mierda.
-De acuerdo, haré eso -replicó Jungkook con sarcasmo-. Ten la última
palabra.
-Jódete -escupió Taehyung cruzando sus brazos.
-Jódete a ti mismo -dijo Jungkook, volviéndose al videojuego-. Y
mientras estás en eso, escribe "libertad" por todo tu cuerpo y, de paso, ponte
un traje con Namjoon.
Taehyung dejó la habitación dando un fuerte golpe contra el piso y
maldiciendo a Jungkook, quien apretó los dientes y encorvó sus hombros.
Repentinamente, el apartamento se sentía muy pequeño y ya estaba
comenzando a temer que dormiría solo esa noche.
Los gemelos siguieron por un vestíbulo al hombre de traje,
silenciosamente. Tenían la cita programada hacía más de un mes para ver el
lugar en donde se realizaría su fiesta de cumpleaños y, aunque no se
hablaran el uno al otro, ambos sabían que no podían omitirlo.
-Aquí está la barra -dijo el hombre mostrándoles una enorme habitación-.
Será barra abierta por una tarifa plana que cubriremos en el contrato. Sus
invitados podrán entrar y salir de aquí y, a continuación, ingresar al el salón
de fiestas con una pista de baile. Por aquí.
Taehyung se cruzó con una gran zancada delante de Jungkook y se
mantuvo al lado del hombre. Jungkook rodó sus ojos y miró alrededor.
Debía admitir que el sitio era bastante agradable. Taehyung tenía buen ojo.
-¿Su fiesta tendrá un tema? -preguntó el hombre.
-Sí, todos usarán trajes -no pudo evitar decir Jungkook.
Taehyung gruñó: -Será una noche de Casino.
-Ah -respondió el hombre, ignorancia, por educación, la tensión entre los
gemelos-. Bueno, tenemos un código de vestimenta, pero puede hacerse una
excepción para una fiesta privada.
-Eso no será necesario -dijo, dulcemente, el menor de los gemelos.
Jungkook se mordió la lengua.
-Entonces, ¿qué opinan? -preguntó-. Puedo ir por el papeleo e
iniciaremos el trámite de alquiler.
-Bueno, estamos esperando a alguien más -dijo Taehyung, echando un
vistazo a su hermano-. Se supone que nuestra madre se reuniría con
nosotros aquí.
-Pero el lugar es genial -dijo Jungkook-. Estoy seguro de que podemos
empezar con el trámite.
Taehyung sacudió la cabeza: -No, no, tenemos que esperar. Prometimos
que ella podría revisar el lugar antes de...
-Es nuestro dinero, y yo digo que lo hagamos -interrumpió Jungkook-. Y
creo que debemos hacer excepciones con el código de vestimenta -le dijo al
hombre que lucía incómodo en extremo.
-De acuerdo -contestó el señor aclarándose la garganta-. ¿Qué tal si
ambos echan un vistazo alrededor un poco más y, por si caso, iré a traer los
papeles? Mientras pueden esperar a su mamá.
Él se alejó con rapidez, y los gemelos podrían haberle dicho que no era
suficientemente rápido. Taehyung suspiró y se cruzó de brazos, y miró a su
hermano con ira.
-¿Qué? -preguntó Jungkook-. Es nuestro dinero.
-Ella es nuestra madre.
-Nunca antes te preocupaste por lo que pensara -respondió arrugando la
nariz-. Y no usaré un traje.
-Bien -dijo Taehyung en voz alta, volteándose y caminando a pisotones-.
Tengo que ir a revisar los baños.
Jungkook vio a su hermano alejarse y sintió ira revolviéndose en su
vientre. La pelea había sido estúpida y ya había pasado demasiado tiempo.
Normalmente se besarían y lo arreglarían luego de una hora. Pero ahora no
se habían hablado más de un día, y Taehyung era tan obstinado. Jungkook
suspiró en voz alta y caminó detrás del otro chico. Pensó en el
compromiso... tal vez podría usar un traje, uno casual. La idea casi le hizo
enfermar, los trajes eran tan incómodos y formales y picaban y...
Empujó la oscilante puerta del baño y vio a Taehyung de pie frente al
espejo observándole con una mueca.
-¿Están a tu gusto? -no pudo evitar preguntar-. Los baños.
-Están bien.
-Vamos, Taehyung.
Taehyung observó fijamente a su gemelo en el espejo con los hombros
tensos: -Piensas que soy un idiota, lo entiendo.
-No... -Jungkook se calmó-. Nosotros sólo... somos diferentes. Tú quieres
trajes y yo quiero reservar este lugar.
-¿Por qué el traje es un gran maldito problema? -preguntó Taehyung.
Colocó su mano contra el espejo, con la palma hacia abajo, y curvada en un
puño-. ¡Haces que me enoje tanto!
Jungkook sacudió la cabeza, acercándose por detrás de Taehyung.
-Tae... -Acarició la espalda de su gemelo. Se hallaba cansado de discutir,
y más porque su cumpleaños estaba tan cerca.
-No trates de ser dulce únicamente para callarme -dijo Taehyung girando
y quitando la mano de Jungkook-. Quiero que estés de mi lado.
-Estoy de tu lado, siempre lo estoy -replicó Jungkook. Se acercó de
nuevo y, esta vez, Taehyung no lo alejó-. Cariño... -dijo agarrando la mejilla
de su gemelo.
-Entonces, usa el traje y no te burles de mi tatuaje -dijo Taehyung con un
exagerado puchero.
-Taehyung, fui estúpido en cuestión al tatuaje.
-Siempre eres estúpido. -Los labios de Taehyung se curvaron en una
pequeña sonrisa-. Ésta es una pelea estúpida, ¿no?
-Una de las más estúpidas -concedió Jungkook. Besó la barbilla de su
gemelo con suavidad, sosteniendo su cara-. ¿Te gusta el lugar?
-Era perfecto -dijo Taehyung inclinándose sobre la mano de Jungkook.
-¿Era?
-Ahora no -sonrió Taehyung-. Peleamos en él.
-Pero nos arreglamos -dijo Jungkook. Se inclinó sobre la cabeza de
Taehyung y besó sus labios.
-¿Lo hicimos? -preguntó Taehyung. Su voz sonó casi sin aire, necesitada.
Jungkook asintió: -Lo siento.
-Yo también -respondió suavemente-. A pesar de que fueras un idiota.
-Taehyung -gruñó Jungkook.
-Bueno, bueno -dijo riendo un poco y abrazándole la cintura -. Quizá
tampoco use un traje.
-Sí, claro. -Taehyung sonrió contra los labios de su gemelo.
-Fóllame.
Jungkook alzó las cejas y se alejó un poco: -¿Qué?
-Este no puede ser el lugar en donde peleamos, debe ser el lugar donde
follamos.
Jungkook gruñó de nuevo y Taehyung presionó una pierna entre sus
muslos, enterrándola allí.
-Vamos, no puedes decir que no quieres -susurró Taehyung-. Ha pasado
tanto tiempo.
-Como todo un día.
-Sí, dámelo -suspiró, presionando su creciente erección contra
Jungkook-. Duele, Kookie.
-No podemos -dijo Jungkook-. Taehyung, que pasaría si mamá...
-Ella no puede entrar al baño de chicos, Kookie. -le cortó poniendo los
ojos en blanco-. Además, nos hemos portado tan bien.
-No es cierto -dijo Jungkook, pero él ya había cedido, tirando de
Taehyung. Encontró uno de los cubículos y empujó dentro a su hermano-.
Siempre somos malos.
-Tú eres malo -dijo Taehyung, y Jungkook lo empujó contra la puerta-.
Estoy indefenso contra ti.
Jungkook gruñó con las palabras y cerró la pequeña puerta.
-Taehyung. -Besó el cuello de su hermano, acarició sus costados, y
gimió- Tae...
Sus labios se encontraron y sus manos se unieron. Eran chicos muy
malos.
Somin entró al club rápidamente, echando un vistazo a su reloj y
resoplando. El tráfico había estado horrible y llegaba tarde. Odiaba llegar
tarde.
Y no había visto a sus hijos en meses. Se sentía nerviosa, pero aún más,
se sentía estúpida por sentirse nerviosa. Eran sus hijos, no importa lo que
pasase.
-Buenas tardes -dijo un señor parado detrás de un podio, tomando notas-.
¿Puedo ayudarla, señora?
Somin se deprimió; odiaba que la llamaran "señora".
-Sí, mis hijos deberían estar aquí...
-Oh, usted es la señora Jeon?-dijo el hombre, sonriendo.
Somin se erizó otra vez: -Sí -dijo con los dientes apretados, ni siquiera
molestándose en corregir al hombre-. ¿Dónde están los muchachos?
-Oh, ellos... están teniendo un intercambio de opiniones -respondió,
frunciendo el ceño-. Les dejé solos. Aunque les vi entrar a los baños. Justo
por allá.
-De verdad -dijo Somin sin expresividad. Su estómago daba vueltas y
suspiró, cerrando los ojos momentáneamente. Eso no significaba nada, ellos
siempre estaban discutiendo, y que entraran juntos al baño no significaba...
nada-. Bien.
-Pero han estado allí durante veinte minutos más o menos. Tal vez no los
vi salir -continuó el hombre.
Somin apretó los labios.
-Gracias, señor. Voy a esperarlos aquí.
-¿Qué piensa del lugar? -Preguntó el hombre.
-Hermoso -dijo Somin rápidamente. Estaba a punto de buscar un lugar
para sentarse cuando los gemelos salieron tropezando del baño, riendo,
molestándose y empujándose. Somin alzó sus cejas. El rostro de Taehyung
estaba sonrojado, su cabello enredado, y Jungkook lucía... satisfecho.
-¡Mamá! -gritó Taehyung separándose de su hermano y corriendo para
darle un abrazo.
Somin se dejó envolver por Taehyung y le devolvió el abrazo, tratando de
no notar lo sudoroso que él se sentía.
-Hola, cariño -dijo suavemente, alejándose un poco y mirando a su hijo.
Miró por sobre el hombro de Taehyung y vio a Jungkook. La expresión en
la cara del mayor de los gemelos le recordó con vaguedad la misma mirada
que él le había dado cuando eran niños y ella salía por la tarde, dejándolos
con una niñera.
La mirada en la cara de Jungkook decía "mío", y Somin dejó ir a
Taehyung.
-Hola, Jungkook -saludó a su otro hijo-. Dame un abrazo, ¿sí?
Jungkook finalmente dejó ir una diminuta sonrisa al abrazar a su madre.
-Luces bien, mamá.
-Entonces, chicos -dijo ella con un ligero tono de desaprobación.
Taehyung se sonrojó un poco con la mirada que le dio y Somin hubiera
querido decir algo, hacer algo.
Pero, ¿qué podría decir que ya no hubiera dicho? ¿Qué podría hacer?
Estaban a punto de ser adultos, y no podría controlarlos nunca más, aunque
sabía que, la verdad, nunca había tenido el control.
Así que, Somin se lo tragó y mantuvo la boca cerrada.
-Veamos el lugar -dijo.
Taehyung soltó un gritito de entusiasmo y la tomó de su brazo llevándola
por el club mientras, detrás, Jungkook los seguía con lentitud, sacudiendo la
cabeza.
Jungkook casi cayó de la escalera, pero Taehyung lo agarró alrededor de
la cintura y los estabilizó a los dos.
Por supuesto, sólo fue por un momento porque, a continuación, cayeron
hacia delante, riendo histéricamente.
-¡Taehyung! Salte de encima, pesas -resopló Jungkook, riendo y
Taehyung le aplastó aún más.
-Quiero estar arriba -dijo Taehyung riendo tontamente contra el oído de
Jungkook. Por alguna razón, habían escogido subir las escaleras en vez de
tomar el elevador, y tan ebrios como estaban, recién habiendo cumplido
dieciocho años y llegando de su fiesta, no se encontraban en condiciones de
subir muchos escalones.
-De ninguna forma -dijo Jungkook. Hizo rodar a Taehyung y ambos
volvieron a reír-. ¿Realmente quieres estar arriba?
Taehyung hizo una cara y trató de ponerse de pie.
-Ni siquiera puedo ver hacia delante con claridad -dijo-. Vamos, ¡quiero
una cama!
-Sshh - Jungkook pasó un brazo por el cuello de Taehyung, y éste chilló
cuando llegaron a su piso-. Aparte, tengo algo para ti.
-¿Hmm? -parpadeó Taehyung subiendo el último peldaño y manteniendo
el equilibrio-. Ah... Ah, bien. Estamos aquí. ¿Qué vas a darme?
-Vamos a buscarlo. -Jungkook tomó la mano de Taehyung y se
empujaron a través de la pesada puerta de su piso de hotel-. Mmm, hueles
a...
-Cerveza. Vino. Tragos -sonrió Taehyung-. Joder, tan ebrio... tan ebrio...
-¿Cuál habitación? -masculló Jungkook.
-Trescientos... cuarenta... esa -dijo Taehyung, señalando hacia una puesta
y tocando allí.
-No -siseó Jungkook, separando a Taehyung-, no es esa.
Taehyung golpeó de nuevo antes de que Jungkook lo empujara hacia el
final del pasillo. Tenían la última habitación en el piso, una gran habitación,
una suite. Jungkook había pedido una especial, dejando saber a todo el
mundo que entretendría a alguien allí, esa noche.
Y eso haría. Rebuscó la llave en sus vaqueros y la sostuvo, tratando de
enfocar la vista: -Mierda.
-Cama -susurró Taehyung. Jungkook asintió.
-Sí... bien -dijo y deslizó la llave por la puerta y ambos cayeron hacia
adentro, riendo y sosteniéndose mutuamente. Cuando la puerta se cerró,
Jungkook depositó a Taehyung contra la pared y le besó tan fuerte que casi
se quedaron sin aire.
-Joder -dijo Taehyung, con los ojos abiertos de par en par. Agarró los
hombros de Jungkook, tirando de él-. Hazlo de nuevo.
Jungkook sonrió de lado. -Voy a sacarte ese traje.
La cara de Taehyung se encendió, y ambos miraron hacia abajo al
flamante traje rayado de Taehyung.
-Tengo algo aún mejor bajo él -dijo Taehyung débilmente.
-Oh, espera. -Jungkook tropezó un poco, guiando a Taehyung en la
habitación. Cuando llegaron al dormitorio principal, vieron la espléndida
cama extra grande, dos botellas de vino y la guitarra acústica de Jungkook
descansando en la parte superior del edredón-. Tengo que... tengo un regalo
para ti -murmuró, con las mejillas enrojecidas.
-Lo sé. -Taehyung comenzó a tirar de la chaqueta de su traje, pero
Jungkook lo detuvo.
-No, realmente tengo algo.
-Yo también.
-No, realmente lo tengo -insistió Jungkook haciendo que Taehyung se
sentara en la cama-. Voy a tocar esto para ti.
-¿Qué? -Taehyung parecía de repente interesado, sus ojos estaban
seriamente centrados en su hermano.
-Yo... -miró hacia abajo-. Escribí algo.
El rostro de Taehyung brillaba y cubrió su boca con una mano.
-¡Kookie! Eso es tan... tan...
-¿Tonto? -Estaba sonrojado-. No tengo que hacerlo, es estúpido y yo...
Taehyung estaba fuera de la cama en un segundo, agarrando a Jungkook
y besándolo descuidadamente en la boca.
-Oh, Jungkookie, eso es tan romántico.
Jungkook tembló un poco dentro del agarre de Taehyung. No era muy
bueno en este tipo de cosas, no sabía exactamente qué decir ni qué hacer.
Pero Taehyung parecía excitado, y no se estaba riendo de él, al menos no
todavía.
-Tócala para mí -dijo Taehyung, arrastrando a Jungkook hacia la cama-.
Toca mi canción. Nadie nunca me había escrito una canción antes.
-Y tú me has escrito un montón. -Jungkook ladeó la cabeza y se rascó
detrás de la oreja con timidez-. En sí no es mucho... Espero que te guste.
Tomó su guitarra, sus dedos estaban lentos y perezosos a medida que
arrancaba unas notas. Taehyung hizo un gesto y Jungkook sonrió-. ¿Tal vez
demasiado ebrio?
-Tócala de todas formas, eres tan bueno -alentó Taehyung. Se estrechó y
acarició los dedos de Jungkook, sobre las cuerdas.
La canción era algo en lo que había estado trabajando en secreto durante
meses, y si no estuviera tan borracho, se hubiera decepcionado de saber que
lo jodería tan espléndidamente. Sus dedos no cooperaban y en cuanto
comenzó a tocar, escuchó el desafinado tono de las notas.
Estaba orgulloso de la canción y realmente había querido tocarla para
Taehyung antes de la fiesta, pero el tiempo no le había alcanzado y las cosas
habían quedado así.
Ahora estaban tan ebrios y Jungkook se hallaba masacrando la canción.
Pero Taehyung no parecía notarlo. Estaba de rodillas delante de
Jungkook con los ojos muy abiertos y brillosos. Lucía como si pudiera
ponerse a llorar.
Jungkook lo amó aún más entonces, tan obviamente cautivado con algo
sólo porque él lo había hecho y sólo porque era dirigido a Taehyung.
-Oh, Kookie -suspiró Taehyung. Jungkook tocó una parte particularmente
desafinada y Taehyung ni siquiera se estremeció-. ¿Para mí?
Jungkook asintió, mirando hacia abajo, a medida que sus dedos
arrancaban descuidadamente los acordes. Eso debía hacerlo al final de la
canción... si hubiera un final. No estaba muy seguro.
-Mierda -murmuró. Había cambiado completamente los tonos, pero
Taehyung aún estaba cautivado viéndole con los ojos muy abiertos.
-Jungkook -murmuró Taehyung, acariciando la rodilla de su hermano-.
Mmm, Dios, eres tan dulce Kookie...
-Nah -masculló mirándolo y sonriendo.
-Continúa -insistió Taehyung.
De repente, los dedos de Jungkook parecían haber despertado,
comenzaron a tocar la canción maravillosamente y Taehyung se apoyó
contra las piernas de Jungkook, abrazándolas.
Besó los nudillos de Jungkook mientras tocaban y acarició los costados
de su gemelo. Jungkook continuó viéndolo de reojo, sus mejillas ahora
permanentemente rojas.
Pronto la melodía desapareció y Jungkook no tocó más, pero sostenía la
guitarra y se miraba fijamente sus dedos.
-Entonces, eso fue todo -dijo con tranquilidad.
Taehyung se quedó callado por un momento, y entonces se levantó, tomó
la guitarra de Jungkook, y empujó a su gemelo sobre la cama con gentileza.
-Eso fue -dijo Taehyung-, lo mejor que he escuchado nunca.
Jungkook le dedicó una sonrisa, viendo como Taehyung se quitaba la
chaqueta de su traje y pateaba sus zapatos.
-¿En serio?
-Mhmm -canturreó Taehyung quitando los zapatos de Jungkook para
después trabajar en su cinturón-. Ahora quiero mostrarte...
-Nada que no haya visto antes.
Taehyung sonrió con satisfacción, todavía sosteniendo el cuello de la
guitarra de Jungkook.
-Sólo mátame de una vez -dijo suspirando Jungkook.
Taehyung dejó la guitarra a un lado y tiró de sus pantalones hasta que
sólo quedó con una diminuta camiseta negra y boxers. Avanzó lentamente
sobre Jungkook y besó su mandíbula.
-Estoy arriba -susurró.
-Joder, no -gimió Jungkook. Taehyung descendió sólo un poco sobre el
lóbulo de su oreja, y luego deslizó su lengua por el cuello de Jungkook.
-No seas tonto, Jungkookie -dijo Taehyung, acomodándose sobre
Jungkook-. Quiero montarte
Jungkook se atragantó con las palabras que habría querido decir y besó a
Taehyung profundamente. Se sostuvieron el uno en el otro y comenzaron a
moverse juntos. Cuando Taehyung arqueó su trasero, sentando sobre sus
muslos, Jungkook se sintió un poco avergonzado.
-Tú podrías... estar arriba si quisieras. Digo, de verdad arriba. -En
realidad, no le gustaría estar abajo, no es así como él es, pero si su
Taehyung quisiera, podría dárselo.
Le daría cualquier cosa, incluso eso.
Taehyung rió tontamente, cubriendo su boca y encorvándose, riendo
fuertemente.
-Jungkook, eres muy tonto -dijo entre risitas-. Así no es como nos
complementamos, tontito.
Jungkook se sintió aliviado a medida que Taehyung calmaba su risa,
sosteniéndolo de los hombros. Taehyung se colocó sobre la ingle de su
gemelo, contorneándose, haciendo presión hacia abajo. Ambos gruñeron
cuando el trasero de Taehyung se frotó contra la dura erección de Jungkook.
-Ugh -murmuró.
-Mm -respondió Taehyung, cerrando sus ojos-. Desnudos.
Jungkook asintió, tomándolo por la cintura y empujándolo delicadamente
hacia atrás. Taehyung se movió hacia adelante y empujó la playera de
Jungkook hacia arriba. Pero la camiseta capturó el cabello y la gorra de
Jungkook, haciendo que Taehyung riera, retirando la gorra y besando la
cara de su hermano.
-Vamos -dijo Jungkook, señalando hacia la camiseta de Taehyung y
sonriéndole abiertamente.
Taehyung sacudió la cabeza y cruzó sus brazos.
-No, tú.
-¿Yo?
-Quítatela -lloriqueó Taehyung, deslizando sus propios boxers por sus
cadera.
Jungkook jadeó y quitó su camiseta rápidamente. La lanzó hacia un
costado y volvió a mirar, Taehyung estaba absolutamente desnudo encima
de él. Jungkook parpadeó, no sabiendo cuando había pasado o como,
solamente necesitaba poner sus manos sobre Taehyung.
-Dios -murmuró Jungkook, acariciando con su nariz el pecho de
Taehyung, quien ronroneó un poco, inclinándose calurosamente sobre los
labios de Jungkook-. Te amo...
-Te amo -dijo Taehyung, sus ojos centellaron a medida que sus caderas se
mecían hacia adelante y atrás sobre Jungkook. Taehyung alcanzó la cintura
de los jeans de Jungkook y tiró de ellos, sus fríos dedos rozaron las caderas
de su gemelo.
-kookie -dijo suavemente, exponiendo a Jungkook, quitando el resto de
su ropa-. Kookie. -Respiró directamente contra el oído de Jungkook,
rasposo y húmedo.
-¿Sí? -preguntó entrecortadamente Jungkook. Taehyung aún permanecía
encima suyo, sus cuerpos desnudos presionándose juntos.
-Feliz cumpleaños -dijo Taehyung, y se inclinó para darle un abrasador
beso. Besar a Taehyung era como ser golpeado por una fuerte ola, se sentía
cubierto y como si no pudiera respirar. Iba a ahogarse, pero estaba bien.
Se besaron más y más duro, retorciéndose juntos, y Jungkook estuvo
seguro de que se correrían antes de haber comenzado, estaban demasiado
bebidos y necesitados.
Pero Taehyung se alejó de Jungkook, todo ese maravilloso calor y peso
se alejó de su cuerpo, y Jungkook se hundió entre las almohadas y el
colchón.
Sin Taehyung, parecía como si estuviera perdido en el océano Cerró los
ojos sintiéndose a la deriva, estaba cansado, duro y tan caliente.
El calor de su gemelo regresó, sobre sus muslos, aunque no podía verlo.
Sus ojos no estaban cooperando y el tiempo se estiró o acortó, con
pensamientos breves y rápidos, no estaba muy seguro.
Todo lo que sabía era que su miembro de pronto había sido cubierto, y
cuando finalmente fue capaz de abrir los ojos, pudo ver a Taehyung
arrodillarse sobre él. Estaba acariciando su miembro con lubricante.
-Voy a sentarme sobre él -murmuró Taehyung, acomodándose sobre
Jungkook-. Jungkookie.
-Por favor -suplicó Jungkook, colocando sus manos sobre las caderas de
su gemelo-. Taehyung.
Taehyung cerró los ojos y dejó que su cabeza cayera hacia atrás mientras
se penetraba a sí mismo, lentamente, sin duda. Sus piernas temblaban y
Jungkook lo observaba con la boca abierta, lamiendo sus labios y con la
sensación de que su boca estaba seca.
Con Taehyung aún sentado sobre su erección, permanecieron durante un
largo instante en silencio, Taehyung miró a Jungkook sonriendo vagamente.
-Esta es la única cosa que tiene sentido -Taehyung suspiró, haciendo que
sus pestañas se movieran rápidamente.
Jungkook asintió, aunque no podía encontrar las palabras. Tenía muchas,
pero su boca no cooperaría con él. Sólo observó a su pequeño hermano,
presionando su miembro, y dejó salir un jadeo
Ahora tenían dieciocho años, verdaderos adultos, y ya no tendrían que
dar respuestas a nadie.
Sólo a sí mismos.
Somin estuvo tensa toda la noche.
Joon continuaba diciéndole que se calmara. Pero ella sabía que él sólo
imaginaba que estaba nerviosa porque la noche saliera bien. Ella sería la
anfitriona de una pequeña fiesta de cumpleaños para los gemelos, en su casa
casi todos los parientes que tenían, irían. Somin había contratado una
empresa de catering, además de su propia comida casera.
Sin embargo, no podía mantener los ojos alejados de sus gemelos, le
dolía lo malas que se habían vuelto las cosas
Ya no podría volver a disfrutar realmente el estar con sus hijos. Ya no
podía relajarse igual que siempre. Desde luego que los amaba, nada podría
apartarla de ser la seguidora y fan número uno de los chicos, pero no podía
apoyar eso que nadie sabía excepto ella.
Esperaba, al menos, que ella fuera la única.
Pasó la mayor parte de la velada alejada de sus hijos, viéndolos
entremezclarse alrededor, sonriendo correctamente hacia las personas que
no habían visto hacía años.
Los observó con un penetrante interés; ¿podría alguien más ver lo que
ella veía? ¿Eran tan obvios como le parecían?
Jungkook colocó su mano en la pequeña espalda de su gemelo y lo guió
hacia la cocina, le sirvió una bebida y una servilleta, y se inclinó muy cerca,
susurrando algo en el oído de Taehyung.
La escena lucía tan íntima, tan enfermizamente mal, que Somin comenzó
a enervarse. ¿Todos lo sabrían si ellos seguían comportándose de esta
forma?
-Whoa, cálmate -dijo Joon, apretando su mano -. Parece que estás a punto
de explotar, ¿está todo bien?
Somin tomó una gran bocanada de aire e hizo un intento de sonrisa.
-Puedes hacerlo mejor que eso -dijo Joon-. Vamos, sólo los tenemos por
una noche, vamos a sacar el máximo partido de ello.
Ella sacudió la cabeza.
-¿No crees que los chicos están actuando extraño?
Joon entrecerró los ojos, mirando a través de la sala donde Taehyung y
Jungkook estaban hablando con sus abuelos. Se encontraban muy cerca,
¿pero no lo habían estado siempre? Le pareció que todo lucía muy normal.
-Lucen bien a mi parecer, saludables y descansados por una vez -dijo
Joon-. De verdad, ¿qué pasa?
-Sólo... -su voz se fue desvaneciendo mirando a sus hijos con fijeza. El
dedo meñique de Taehyung se había enganchado del cinturón de Jungkook,
tirándolo juguetonamente más cerca-. Joon...
Joon, mirando la misma escena, rió un poco.
-Se ven bien -dijo él-. ¿No estás feliz de que estén en casa por una vez y
no luzcan desarreglados?
-Sí... -Somin suspiró y se inclinó sobre él. Joon pasó un brazo alrededor
suyo, abrazándola.
-Ya sé lo que pasa -susurró Joon.
Somin casi se congeló. Abrió desmesuradamente los ojos: -¿Qué?
Joon puso su boca cerca del oído de Somin.
-Estás triste porque cumplen dieciocho, ya no serán tus pequeños niños.
Ahora son adultos.
Somin rió sintiéndose aliviada. Si Joon, que había vivido en la misma
casa con ellos todos esos años, no lo había notado, ¿entonces quién podría?
-Y otra cosa -continuó Joon.
-¿Qué? -preguntó Somin con brusquedad.
-Es por Taehyung, ¿no es cierto?
-¿Qué hay sobre Taehyung?
-Ahora él recurre a Jungkook -respondió Joon acariciándole el pelo- por
ayuda. Piensas que has sido reemplazada. Eso debe ser difícil. Pero sabes
que siempre serás su madre
Somin cerró sus ojos por un instante.
-¿Qué piensas? ¿Que realmente me ha reemplazado? ¿Qué quieres decir?
-Quiero decir... -Joon se encogió-. Mierda, cariño, no lo sé. Míralos.
Somin sacudió la cabeza, escogiendo no hacerlo: -Joon...
-Nuestros niños ya no son nuestros niños, ya no, lo sé -dijo Joon
silenciosamente, besando su frente-. Pero está bien, se tienen el uno al otro.
Somin suspiró y se alejó de su marido, y recorrió el lugar fuera de la
fiesta. Alguien tocó su hombro y cuando ella volteó, vio a Taehyung ahí
parado, luciendo radiante.
-Hola, mamá -dijo Taehyung intensamente.
-¿Dónde está tu hermano? -preguntó Somin con frialdad,
sorprendiéndose de cuán fría había sonado.
-Él... no lo sé, no estamos casados -dijo Taehyung, apretando su brazo.
El comentario era para aligerar el ambiente, una broma, pero a Somin le
sentó muy amarga, así que dio vuelta para alejarse.
-Mamá, espera, ¿qué mierda?
Somin se giró de nuevo.
-¿Qué es qué, Taehyung?
-¿Qué demonios ocurre?
-Nada -Somin le contestó con dureza-. Ve y saluda a tu tía abuela que
acaba de llegar.
-De ninguna manera, nunca la conocí, y tú obviamente estás enojada con
nosotros -respondió Taehyung, parado en frente suyo con firmeza. Tenía su
cabello liso y su maquillaje era suave, pero aún mantenía un poder extraño,
tan extraño que Somin apenas había notado que había dicho "nosotros".
-Sólo ve -masculló Somin.
-Mamá -dijo Taehyung bruscamente. Jungkook estaba, de repente, detrás
de Taehyung, sonriendo hasta que notó las expresiones en sus rostros.
-¿Qué pasa? -preguntó. Somin sólo suspiró.
-Mamá está... -Taehyung le dio un vistazo.
-No hables así de mí, como si fuera yo fuera la que está mal -dijo Somin,
demasiado fuerte. Uno o dos primos se voltearon a mirar hacia allí y Somin
esbozó una falsa sonrisa-. Vengan conmigo.
Caminó lejos de la cocina y entró en el pequeño cuarto de baño del fondo
de la casa. Jungkook y Taehyung vacilaron un momento, pero le siguieron.
-Gran cumpleaños -murmuró Taehyung a medida que caminaban.
-Sólo no hagas que se enoje, deja que diga lo que quiera decir -le advirtió
Jungkook. Una vez que entraron en el baño, Somin cerró la puerta y se giró
hacia sus hijos.
-No me gusta la forma en la que se están comportando, la manera en que
la que estamos actuando. En especial aquí donde toda la familia está -dijo.
Juntó ambas manos tensamente y se movió con nerviosismo. Estaba
alterada.
-¿Como estamos comportándonos? -preguntó Jungkook con voz
controlada-. La estábamos pasando bien.
-No me importa lo que te prometí antes -dijo Somin-. Sé acerca de
ustedes dos -le dijo a Taehyung.
-Lo sé -le soltó Taehyung-. Jungkook me lo dijo.
-¿Y continuaste? -Somin lucía disgustada-. Estoy sorprendida de ti,
Taehyung.
-¿Por qué de él? -dijo Jungkook airadamente-. ¿Crees que estoy
forzando...?
-Cállate, Jungkook -murmuró Taehyung, sus mejillas ardían.
Jungkook miró a su gemelo, con la boca abierta.
-En serio, cállate. No estás obligándome a nada, nunca digas eso -miró
con irritación a su madre mientras ella frotaba sus sienes.
-Estoy perdida -dijo Somin-. No sé qué hacer.
-¡Déjanos jodidamente solos! -dijo Jungkook en voz alta.
-Yo soy tu madre -le respondió Somin, acaloradamente-. Ya sea que
quieras respetar eso o no.
- Entonces, ¿qué? ¿Estás directamente autorizada a hacer que tus hijos se
sienten como una completa mierda? -preguntó Jungkook-. Porque así es
como me hiciste sentir durante años, mamá.
-Ustedes son hermanos -dijo Somin en vano-. Si he hecho que te
avergonzaras, te sintieras mal o te enfadaras, bueno... Bueno, ¡fue sólo por
el bien de nuestra familia y de sus carreras!
-Atrévete a quitarme lo único que mantiene equilibrada toda mi vida -le
disparó Jungkook de nuevo, tomando la mano de Taehyung-. Joder, te
desafío a que lo intentes, mamá.
-Jungkook, por favor -dijo ella, cansinamente.
-Kookie, está bien, sólo vámonos -dijo Taehyung con timidez.
-No, estoy molesto -dijo Jungkook. Su rostro estaba caliente y sentía
como todas las emociones acumuladas a través de los años bullían dentro de
él-. Más que enojado. Estoy avergonzado de ti, mamá.
-¿Qué? -Somin separó sus manos-. ¿Vergüenza de mí por... tú relación
con... tú hermano?
Jungkook sacudió la cabeza: -No, mamá, es mucho más que eso.
Taehyung gimoteó un poco, acercándose un paso más hacia Jungkook: -
Kookie, vámonos.
-Ustedes no se van -dijo Somin con suavidad. Sus palabras sonaban
como hielo.
-Nos iremos cuando queramos hacerlo -dijo Jungkook-. Pero no ahora.
Necesito aclararte algunas cosas.
Somin entrecerró los ojos y Taehyung bajó la cabeza.
-¿Qué? -preguntó.
-Ahora que tenemos dieciocho, estaremos por nuestra cuenta -dijo
Jungkook. Tomó la mano de Taehyung y la apretó-. En sí hemos estado por
nuestra propia cuenta desde que teníamos catorce. No es que hayas sido una
mala madre, pero la verdad es que no has estado demasiado alrededor.
-"No has estado demasiado alrededor" -dijo ella, sin ánimos-. Sólo quiero
que sean felices.
-Entonces déjanos serlo -dijo Taehyung muy despacio. Presionó la mano
de su gemelo y permaneció allí, suplicante frente a su madre-. ¿Por favor?
-No puedo solamente... ustedes dos necesitan ayuda, lo digo en serio.
Algo está mal con ustedes y no puedo...
-Puedes -dijo Jungkook-. De lo contrario, no estarás en nuestras vidas.
Somin jadeó ante las palabras y sintió el pinchazo de las lágrimas en sus
ojos: -Jungkook, no pensarás...
-No quiero sentirme avergonzado por amar -dijo Jungkook con
simpleza-. No necesitamos ayuda y no necesitamos tu desaprobación. Te
quiero mamá, pero no puedo vivir con eso. No puedo vivir con las cosas
que has dicho de nosotros, con lo que nos has dicho.
-¡No estoy equivocada! -gritó- ¡Ustedes lo están! ¿No entienden que
están enfermos de la cabeza?
Taehyung jaló cerca a Jungkook, justo a su lado, y sacudió la cabeza.
-No lo entiendes -dijo Taehyung-. No tiene por qué gustarte, ¿pero no
puedes dejarlo pasar?
-No puedo -dijo Somin. Su voz estaba cargada de agotamiento e ira-.
Ustedes no son los niños que yo... Ustedes no son mis hijos.
-No lo somos -acordó Jungkook-. Nos pertenecemos el uno al otro.
-Tú nunca me amaste como Jungkook lo hace -dijo Taehyung
mansamente.
-Porque es enfermizo -dijo ella con los dientes apretados-. Está mal, es...
es enfermo. Dios, ¿por qué? ¿Qué fue lo que hice?
-Tú no hiciste nada -respondió Jungkook-. Excepto hacernos sentir como
una completa mierda.
-Detengan esto -dijo Somin-. Sólo deténganlo, y sigan adelante. Sé que
deben estar confundidos, creciendo, especialmente con su padre y la manera
en que es..
-Tú te casaste con él -murmuró Taehyung.
Somin se plantó delante de Taehyung y le dio una dura bofetada en la
cara. Taehyung dio un paso hacia atrás, cubriendo su cabeza con sus manos
y soltando un sonoro llanto.
Somin miró a Jungkook y lo que vio le hizo temblar un poco.
La rabia en la cara de Jungkook era tan inexorable que le hizo dar un
paso hacia atrás.
-Nunca vuelvas a tocarlo -dijo Jungkook con lentitud-. Nunca vuelvas a
jodidamente tocarlo o te juro que no volverás a vernos nunca más.
Ella sólo permaneció observando a su hijo mayor, sin parpadear.
Jungkook movió a Taehyung, frotando su espalda y mirando a su madre con
fiereza.
-Taehyung, nos vamos. -Taehyung asintió.
-Taehyung... -empezó Somin.
-No -le dijo Jungkook-. No puedes hablar con él.
-Kookie -susurró Taehyung.
-Está bien, nos vamos -le respondió suavemente, besando su frente-. Nos
marchamos, tal vez para siempre.
-Jungkook, no -dijo Somin, su voz era casi inaudible, estaba cargada de
emociones.
-No puedo evitar esto -dijo Jungkook, sosteniendo cerca a Taehyung-. No
puedo detenerlo y no quiero hacerlo: él es todo. Lo daría todo por él.
Somin tembló un poco, mirando a sus hijos persistentemente: -Taehyung
-dijo.
-Yo también -susurró Taehyung-. No me importa si arruina todo.
-Eso es egoísta -continuó, Somin-. Tienes que preocuparse si esto...
-No tengo que hacerlo -interrumpió Taehyung-. Y si es egoísta,
entonces... entonces soy egoísta.
-Vamos -Jungkook tiró de Taehyung, hacia la puerta-. Salgamos de aquí.
-Supongo que no puedo detenerlos -dijo Somin.- Sé que no puedo. Pero
no quiero perderlos.
-¿Nos apoyarás? -preguntó Jungkook.
Somin miró al piso, sin decir una palabra, sin moverse.
-Adiós, mamá -dijo Taehyung pausadamente. Jungkook no dijo nada
mientras empujaban la puerta del cuarto de baño y salían de la fiesta.
Somin se apoyó contra la pared, tragando el nudo de su garganta,
sintiéndose abandonada aún peor que cuando su marido la dejó a ella y a los
gemelos hacía tantos años atrás.
Los gemelos condujeron en silencio durante casi dos horas. Taehyung
estaba enrollado en el asiento de pasajeros del nuevo SUV de Jungkook,
mientras éste conducía tenso, con los nudillos casi blancos.
Habían pasado casi dos horas desde que habían dejado la casa, y la fiesta,
y ambos se sentían vacíos.
-Aparca -murmuró Taehyung-. Mareos.
-¿De verdad? -la voz de Jungkook se rompió, no había hablado hacía
mucho. Echó un vistazo hacia Taehyung, que lucía realmente pálido-. Bien,
espera.
Dejó la carretera y condujo hacia un área de descanso cubierta por la
oscuridad. Por unos minutos permanecieron sentados, sin hablar, y mientras
Taehyung abrazaba sus piernas, subió la manga de su chaqueta y se miró el
tatuaje fijamente.
Jungkook se inclinó más y, con gentileza, lo besó.
-Me gusta, de verdad -dijo, mirando hacia abajo, hacia la tinta-. Es muy
apropiado.
Taehyung sonrió un poco y se acurrucó cerca de Jungkook: -¿Crees que
mamá estará bien con nosotros?
Jungkook no lo sabía, y eso, le asustaba: -Taehyung, yo...
-Lo sé -dijo Taehyung-. ¿La veremos de nuevo?
Jungkook asintió: -Por supuesto que lo haremos. -No se hallaba seguro
de si sus palabras eran ciertas, pero eso podría calmar a Taehyung. Sostuvo
el brazo de su hermano hacia arriba y besó el tatuaje una vez más, dejando
que su lengua lamiera deslizándose por su antebrazo-. Sabes, realmente
somos libres.
-¿Cómo? -preguntó Taehyung.
Jungkook succionó por sobre los tensos músculos de la muñeca de
Taehyung, haciendo cosquillas en su palma, y luego calmando la sensación
con sus labios.
-Porque controlamos nuestra vida, ¿no? Salimos de la casa bajo nuestros
propios términos. No tenemos que hacer nada que no queramos, y ya no
estamos enjaulados.
-Pero nadie puede saber -dijo con tristeza Taehyung.
-Eso no importa -dijo Jungkook-. ¿Por qué debería importarle eso a
alguien más?
-Porque -dijo Taehyung, sin mirar a Jungkook-, porque quiero ser capaz
de contarle todo a mamá, quisiera sólo... ¡No lo sé!
-Taehyung... -las manos le sudaban y dejó caer el brazo de Taehyung-. Sé
que esto no es fácil, pero ¿alguna vez lo ha sido?
-Estar contigo es fácil -dijo Taehyung, con una sonrisa tonta formándose
en su rostro. Fue de repente jalado hacia el asiento de Jungkook, tan cerca
que estaba sobre el regazo de su gemelo-. Tú nunca has sido el problema -
dijo contra los labios de Jungkook-. Tú nunca serás el problema.
Jungkook lo besó con cuidado, acunándolo en sus brazos.
-No tenemos un problema, los demás sí. No me importa si está mal,
porque, de todas formas, el mundo está jodido, y ¿cómo podría esto dañar a
alguien? -apretó a Taehyung con fuerza, lo sostuvo hasta que sus brazos
dolieron.
-Mierda -suspiró Taehyung contra el cuello de Jungkook-. Estamos
haciéndole daño a mamá. Nunca había pensado en eso antes.
-¿Por qué debería dolerle? -preguntó Jungkook-. Yo te amo, ¿por qué que
eso es tan malo?
-No lo es -dijo Taehyung, exhalando profundamente contra Jungkook,
todo su cuerpo estaba relajado al fin-. Eres la única persona que nunca me
hizo daño, eres el único al que necesito.
-Dios, Taehyung, nunca me dejes -dijo Jungkook, abrazando ferozmente
a Taehyung, con amor desesperado-. Nunca
-Nunca -repitió Taehyung, meciendo la cara de Jungkook, su antebrazo
presionando contra la mejilla de su gemelo.
Jungkook besó el tatuaje de Taehyung de nuevo.
-Entonces somos libres, siempre que estemos juntos.
Taehyung rió y limpió una lágrima de la cara de Jungkook.
-Últimamente te has estado convirtiendo en una niña conmigo -dijo
Taehyung-. Primero la canción y ahora esto.
-¡Hey! Esa canción no estaba tan de nena cuando estaba sobrio -se
defendió -. ¿No te gustó?
-La amé -dijo Taehyung-. De verdad. Tenemos que ponerle palabras, y
colocarla en un CD.
-No lo sé -dijo Jungkook-. Era sólo para ti.
-Lo entiendo -dijo Taehyung, lanzándole una mirada insinuante.
Jungkook lo besó con fuerza, acariciando la parte de atrás de su cuello y
succionando su labio inferior con la boca. Jungkook gimió, retorciéndose en
su asiento a medida que Taehyung se acercaba más y más. Se frotaron
juntos lentamente, y cuando Taehyung se alejó, estaba sonriendo.
-Vamos a un hotel muy caro -dijo-. Camas jodidamente grandes y
servicio a la habitación y...
-No podemos.
-Tenemos dieciocho -respondió Taehyung-. Podemos permitirnos
cualquier mierda que queramos.
-Bueno -asintió Jungkook-. ¿Cuál hotel?
-Ese que está en la Isla Jeju que tú amas, tú sabes. El que tiene la enorme
bañera y waffles muy buenos. -Taehyung se inclinó de nuevo,
estremeciéndose cuando el volante se clavó contra su parte posterior-.
Mmm, podría ir por unos waffles realmente buenos.
Después de un último beso, Taehyung se deslizó de nuevo al asiento de
pasajeros y Jungkook encendió el auto otra vez. Taehyung permaneció con
la vista fija hacia fuera, mirando las luces de la ciudad y apoyándose contra
el cristal.
-Taehyung -murmuró Jungkook.
-¿Hm?
-Siento haberme puesto un poco loco allí, pero cuando te golpeó...
Taehyung sacudió su cabeza. -De todas formas, no dolió, no de esa
forma.
-Va a mejorar a partir de ahora.
-¿Lo hará?
Jungkook miró a Taehyung y frunció el ceño: -Si no es así, todavía te
tengo, así que, ¿qué importa?"
-Mm -murmuró Taehyung, devolviéndole la mirada a su gemelo y
sonriendo un poco-. Siempre me tienes.
Jungkook dirigió su atención de nuevo a la carretera y sintió la mano de
Taehyung sobre un costado de su rostro y se inclinó sobre el toque,
sintiéndose cálido y relajado.
Realmente, nunca habían tenido nadie, salvo el uno al otro. Y mientras
estuvieran en su propio pequeño mundo, se encontrarían seguros. El mundo
entero podría desaparecer; pero no importaba.
Eran los gemelos contra todos los demás, y por primera vez, ellos habían
ganado.
-fin-